Tema 25
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2. LA NULIDAD.
2.1 Causas de nulidad.
De acuerdo con una sentencia del TS., la nulidad propiamente dicha, absoluta o de pleno derecho tiene
lugar cuando el acto es contrario a las normas imperativas o prohibitivas o cuando no tiene existencia por
carecer de alguno de sus elementos esenciales. El art. 1261 establece que no existe si faltan el
consentimiento, el objeto o la causa.
La nulidad del contrato se deriva de la contrariedad al Derecho imperativo.
Son causas de nulidad radical del negocio jurídico:
1. La carencia absoluta o inexistencia de cualquiera de los elementos esenciales
2. El incumplimiento de cualquiera de los requisitos del objeto del contrato: licitud, posibilidad y
determinación.
3. La ilicitud de la causa de cualquier negocio jurídico.
4. El incumplimiento de la forma sustancial, en el caso de los negocios formales o solemnes.
5. La contrariedad a las normas imperativas, a la moral y al orden público (negocio jurídico ilegal).
6. Los actos a título gratuito sobre bienes comunes realizados por un cónyuge sin el consentimiento
del otro.
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2.4 La nulidad parcial.
Se da la nulidad parcial cuando el negocio jurídico contiene una o varias cláusulas o determinaciones
ilegales, pese a la validez y adecuación al Ordenamiento jurídico del conjunto esencial del mismo. Esto es, el
consentimiento, el objeto, la causa y la forma, son intachables, pero algunos aspectos del negocio jurídico
son contrarios a una norma imperativa (se vende una vivienda de protección oficial y el precio supera los módulos
legalmente determinados).
En el C.C. existen normas concretas de las que se deduce que las determinaciones o condiciones nulas
deberán tenerse por no puestas, como inexistentes; al tiempo que se debe preconizar la eficacia del negocio
jurídico (principio de conservación del negocio jurídico).
El criterio de evitar la trascendencia de las cláusulas nulas a la totalidad del negocio es usado
comúnmente por el T.S.
3. LA ANULABILIDAD.
3.1 Causas de anulabilidad.
1) Todos los vicios de la voluntad o, en su caso, del consentimiento: error, violencia, intimidación y dolo.
2) Inexistencia plena de capacidad de obrar en alguno de los sujetos del negocio;
- Los menores no emancipados.
- Las personas sometidas a la tutela, conforme a la sentencia de incapacitación.
- Las personas sometidas a curatela, conforme a lo establecido en el art. 293.
- Los emancipados respecto de los negocios jurídicos contemplados en el art. 323.
3) Inexistencia de consentimiento marital o uxorio respecto de los actos o negocios jurídicos onerosos
realizados por el otro cónyuge, cuando se requiere el consentimiento de ambos.
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4. LA PERVIVENCIA DE LOS NEGOCIOS JURÍDICOS INVÁLIDOS.
4.1 Las causas de invalidez y su posible sanación.
Mientras que no se declare judicialmente la nulidad o la anulabilidad, los negocios jurídicos inválidos
pervivirán como si fueran tales.
a) Aunque no se ejercite la acción de nulidad, el negocio jurídico nulo será tal para el Derecho.
b) La falta de ejercicio de la acción de anulabilidad conlleva que la pervivencia fáctica del negocio
jurídico anulable se asume por el Ordenamiento jurídico, que lo convalida, por considerar que las
causas de anulabilidad no atentan contra el orden público negocial, sino contra los intereses de un
particular.
Las causas de anulabilidad son disponibles para las partes y, por tanto, sanables. Las causas de nulidad
son de derecho necesario y de carácter absolutamente indisponible, por atentar contra el orden público.
5. LA RESCISIÓN.
La rescisión es una forma particular de ineficacia del contrato que procede de un momento posterior a la
celebración del mismo, el cual nace plenamente válido, pero posteriormente puede ser declarado ineficaz por
sus efectos lesivos perjudiciales para una de las partes o de un tercero.
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Exige el CC. tres requisitos para que sea posible el ejercicio de la acción rescisoria:
1) Que el perjudicado carezca de otro recurso legal para obtener la reparación del perjuicio.
2) Que el perjudicado pueda devolver aquello a que estuviera obligado
3) Que las cosas objeto del contrato no se hallen legalmente en poder de terceras personas que
hubieren procedido de buena fe.
El plazo de ejercicio de la acción coincide con el de cuatro años establecido para las acciones de
anulabilidad.
La regla general respecto del cómputo del plazo consiste en que éste empezará a correr desde la
celebración del negocio jurídico rescindible. Sin embargo, para las personas sujetas a tutela y para los
ausentes, los cuatro años no empezarán hasta que haya cesado la incapacidad de los primeros, o sea conocido
el domicilio de los segundos.