Seguridad Social

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Temas de Seguridad Social.

Tema 1
Introducción

El derecho de la SS es la agrupación sistemática de todas las instituciones jurídicas relacionadas


con el sistema de la seguridad social.

Definición de la seguridad social:

Como el Sistema arbitrado por los poderes públicos para garantizar a las personas incluidas en
su ámbito, y a sus familiares y asimilados, la protección adecuada frente a las contingencias y
situaciones legalmente previstas, de acuerdo con los requisitos fijados por el legislador.

Doctrinalmente se define como el "conjunto integrado de medidas públicas de ordenación de


un sistema de solidaridad para la prevención y remedio de riesgos personales mediante
prestaciones individualizadas y económicamente evaluables que se encaminan a la protección
general de todos los residentes contra las situaciones de necesidad, garantizando un nivel
mínimo de rentas" (Alonso Olea).

El sistema de SS se caracteriza por la solidaridad, la provisión. Dentro de él, se encuentran las


prestaciones, las cuales cubren una serie de necesidades para que la persona tenga un nivel de
vida digno.

En España, se confunde el sistema de SS con el sistema de Protección Social. Mientras que el


primero se relaciona con el empleo, el segundo se extiende a más casos. Actualmente, el
sistema de protección social abarca 3 sistemas: el SS, el de Servicios Sociales y el de
Dependencia.

El sistema de SS es la evolución de Seguros Sociales. Y está estatalizado, es decir, que


implementa la política social del Estado. La única intervención por parte de las CCAA es a
través del sistema de previsión social complementaria, algunas prestaciones son
complementadas por las CCAA (EJ: prestación por jubilación).

Artículo 41 CE: “Los poderes públicos mantendrán un régimen público de Seguridad Social
para todos los ciudadanos, que garantice la asistencia y prestaciones sociales suficientes ante
situaciones de necesidad, especialmente en caso de desempleo. La asistencia y prestaciones
complementarias serán libres”.

El derecho de los españoles a la SS, reconocido en el art. 41 CE, se garantiza y regula en la


LGSS, siendo la legislación básica dictada por el Estado a los efectos del art. 149.1.17 CE. 3 el
"modelo" de Seguridad Social establecido por la Constitución es abierto y flexible, sin ruptura
esencial respecto del anterior a ella. Sin embargo, la ambigüedad y la debilidad del artículo 41
CE puede ocasionar un retroceso en lo ya conseguido. La respuesta mayoritaria de la doctrina
es considerar que el artículo 41 CE consagra un sistema de Seguridad Social mixto. Dicho
sistema comprende tanto de un nivel asistencial no contributivo como de otro profesional
contributivo.

El TC entiende que el artículo 41 CE "define" la Seguridad Social como un derecho de


configuración legal, y que el legislador debe precisar el alcance y contenido del mandato
dirigido a los poderes públicos.

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Estructura de la LGSS (Real Decreto Legislativo 8/2015, de 30 de octubre, aprueba el Texto
Refundido de la LGSS):

1. Título I Normas generales del SSS.


2. Título II RGSS, incluyendo la regulación de los Sistemas Especiales para empleados de
hogar y para trabajadores por cuenta ajena agrarios, así como disposiciones aplicables
a determinados trabajadores del RGSS (los contratados a tiempo parcial y para la
formación y el aprendizaje).
3. Título III Protección por desempleo.
4. Título IV Régimen Especial de la SS de los trabajadores por cuenta propia o autónomos
(RETA), incluyendo la regulación del Sistema Especial para trabajadores por cuenta
propia agrarios.
5. Titulo V Protección por cese de actividad.
6. Titulo VI Prestaciones no contributivas.

Las novedades más importantes a resaltar en la estructura de la LGSS:

1. Integra los Sistemas Especiales de Empleados de Hogar y Agrarios por Cuenta Ajena del
RGSS, así como el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos y su Sistema Especial de
Trabajadores Agrarios por Cuenta Propia.

2. Dedica un título a las Prestaciones no Contributivas.

3. Introduce un nuevo capítulo, el XV del título II, al que denomina Protección a la


Familia.

4. Destina títulos específicos a la protección por desempleo del RGSS y a la protección


por cese de actividad del Régimen Especial de autónomos y trabajadores por cuenta propia del
Régimen Especial de trabajadores del mar.

En esta introducción y consideraciones generales se deben destacar los artículos 1 y 2 de la


LGSS.

Artículo 1. Derecho de los españoles a la Seguridad Social.

“El derecho de los españoles a la Seguridad Social, establecido en el artículo 41 de la


Constitución, se ajustará a lo dispuesto en la presente ley.”

Artículo 2. Principios y fines de la Seguridad Social.

“1. El sistema de la Seguridad Social, configurado por la acción protectora en sus modalidades
contributiva y no contributiva, se fundamenta en los principios de universalidad, unidad,
solidaridad e igualdad.

2. El Estado, por medio de la Seguridad Social, garantiza a las personas comprendidas en el


campo de aplicación de esta, por cumplir los requisitos exigidos en las modalidades
contributiva o no contributiva, así como a los familiares o asimilados que tuvieran a su cargo, la
protección adecuada frente a las contingencias y en las situaciones que se contemplan en esta
ley.”

Evolución histórica
1.1 Los orígenes, técnicas elementales. La ayuda familiar, ayuda mutua, ahorro, seguro
privado y la beneficencia.

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La SS es fruto de una evolución histórica compleja que sigue experimentando cambios en la
actualidad. En sus orígenes, la idea de este sistema iba dirigida a los trabajadores, nace con la
finalidad de proteger a las personas ante contingencias para que puedan mantener un nivel de
vida digno. La Seguridad Social española repite, casi en su totalidad, el planteamiento inicial y
la evolución que se produjo en los países europeos.

El verdadero antecedente de la Seguridad Social en España es el Seguro Social. Este seguro


irrumpe en el campo de la legislación social española a principios del siglo XX. La Ley de 30 de
enero de 1900 de accidentes de trabajo es la primera norma que da origen a un seguro,
aunque de tipo privado. Con la creación del Instituto Nacional de Previsión por Ley de 27 de
febrero de 1908 se impulsa un sistema de previsión social.

El despliegue de la legislación laboral y de Seguridad Social, y la tecnificación de su contenido


se produjo entre 1917 y 1923, momento en que se sientan las bases del seguro de carácter
obligatorio. La norma más importante de este período fue el Real Decreto de 11 de marzo de
1919 sobre "Régimen de intensificación de Retiros Obreros", la cual marca el tránsito del
régimen de libertad subsidiada al de obligatoriedad en el aseguramiento. Le siguieron otros
como el Real Decreto de 18 de marzo de 1919, relativo al seguro de paro forzoso.

La Dictadura de Primo de Rivera no supuso cambios significativos. En la II República se eleva a


rango constitucional el derecho a la Seguridad Social (artículo 46 de la Constitución 1931). Los
Seguros Sociales en España se desarrollan sin ningún plan previo, de forma aislada y
asistemática, en consonancia con las necesidades que se perciben como prioritarias. A partir
de 1948 empiezan a producir efectos los intentos de coordinación y unificación de los seguros
sociales. Estos intentos culminan en la Ley 193/1963, de 28 de diciembre, sobre Bases de la
Seguridad Social. La autorización y el mandato de legislar conforme a las bases se cumplieron
en 1966, momento en que se aprueba la Ley de Seguridad Social (Texto Articulado de 21 de
abril de 1966). Los años sucesivos son de reformas, hasta Ley General de Seguridad Social,
aprobada por el Decreto 2065/1974, de 30 de mayo (Texto Refundido de la Ley General de
Seguridad Social). En 1994 existía un amplio conjunto de normas vigentes en materia de
Seguridad Social y se habían producido numerosas reformas en dicha normativa, lo que
conllevó al Texto Refundido de la LGSS que se aprueba por el Real Decreto Legislativo 1/1994,
de 20 de junio.

Históricamente, hay dos autores claves en el nacimiento de la SS, Paul Durand y Venturi. La
cobertura de las situaciones de necesidad por la Seguridad Social se llevaba a cabo mediante
dos fórmulas (la finalidad de ambas es asistir a la persona para que mantenga un nivel de vida
digno):

- Técnicas asistenciales o de ayuda: cubren la necesidad en el momento en que se producen


(asistencia familiar, ayuda privada y beneficencia pública). En sus comienzos se prestaban a
través de instituciones caritativas, que se organizaron para asistir a trabajadores e indigentes.
España con la Constitución de 1812 encarga a los ayuntamientos cuidar de los hospitales, de
las casas de ayuda y cualquier otra institución de beneficencia. Esto lo harán a través de
normas o directrices que emanaban del Estado, así se creó la Ley General de Beneficencia en
1822. Aparecen unas características propias del sistema de beneficencia que a día de hoy
siguen vigentes: la acción inversa (protección a todas las personas); financiación del Estado
(materializado en presupuestos); origen heterogéneo (las situaciones provocan el nacimiento
de diferentes prestaciones); carácter económico (las prestaciones son económicas); flexibilidad
(las prestaciones no tienen carácter permanente, pueden modificarse); gestión directa (la

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gestión de las prestaciones será por el sistema que el Estado establezca); derechos subjetivos
(las prestaciones son derecho subjetivos); prueba de necesidad (para que se conceda debe
demostrarse no tener recursos suficientes para cubrir una necesidad determinada); y
denominación “beneficiaria” (mientras durase la necesidad la persona se consideraba
beneficiaria). La beneficencia puede ser privada (este tipo de asistencia en la actualidad puede
encontrarse como complemento del sistema de la SS, a través de organizaciones no
gubernamentales y de asociaciones de voluntariado) y pública (organizada por el Estado, que
ha evolucionado hasta la Asistencia Social).

La asistencia familiar es una de las formas más tradicionales de cobertura directa ante
situaciones de necesidad, entendida como la ayuda mutua de los miembros de la unidad
familiar.

- Técnicas provisionales: que son actúan antes de que haya situaciones de necesidad (el
ahorro individual, seguro privado y las mutualidades).

El ahorro individual consiste en la renuncia a un consumo actual para afrontar un gasto futuro.

El seguro privado consiste en asegurar un riesgo que puede producirse en el futuro.

Las mutuas regulan los aspectos profesionales del trabajo y tenían por objeto el amparo de los
trabajadores en caso de infortunio. Provenían de ayudas internas al sector a través de una
cotización de esos trabajadores al seguro privado. Se las conoce como ayudas de provisión
social. Su origen está en los gremios medievales.

1.2 El estado policía, el estado de fomento y la práctica de la seguridad social:

Dentro del Estado de Derecho, la política y los instrumentos de protección social han ido
variando y evolucionando. En el Estado de policía, la regulación jurídica de la estructura y de la
actividad de la administración estaba determinada por la prevalencia de las libertades
individuales, principalmente en materia económica, con el protagonismo residual del Estado.
La crisis social hace que el Estado asuma la función de satisfacer las necesidades básicas que
demandaba la población.

➢ Las técnicas de responsabilidad: se pasa de la responsabilidad delictual a una


responsabilidad civil, a una responsabilidad contractual y, por último, a una responsabilidad
objetiva. El empresario siempre responde de los riesgos profesionales, aunque no haya
incumplido sus obligaciones contractuales, pero esta no garantizaba por sí misma la reparación
del daño, ya que para ello era necesario que se obligara al aseguramiento de dichos riesgos.

➢ El nacimiento de los seguros sociales: tiene un antecedente previo, la previsión social


voluntaria. En los primeros años del S.XX, la responsabilidad empresarial objetiva por
accidente de trabajo coexistía con el aseguramiento voluntario de los trabajadores frente a las
contingencias comunes. En este momento, el estado inició un proceso de fomento del
aseguramiento voluntario del trabajador, como mecanismo para proporcionarle a él y a su
familia cierto grado de seguridad frente a los riesgos comunes. Para ello se funda en 1908 el
Instituto Nacional de Previsión, así se crea el seguro de vejez, primer instrumento en la
creación de un régimen de previsión social subvencionado por el Estado. En la actualidad,
como mecanismos privados y voluntarios de previsión encontramos los planes y fondos de
pensiones.

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Los seguros sociales obligatorios son el antecedente histórico inmediato de la Seguridad social.
Supone la traslación de la técnica del seguro privado. En un primer momento se estableció el
seguro de enfermedad, que comprendía la asistencia médica y un subsidio durante el tiempo
en que el trabajador no podía prestar sus servicios. Este seguro se dirigía a los obreros de la
industria. Más tarde se amplió el número de contingencias aseguradas (accidentes, vejez,
invalidez, desempleo y supervivencia) y también el número de colectivos asegurados (agrarios
y autónomos).

1.3 El estado social de derecho y la seguridad social

- La previsión social: caracteres básicos:

• Las prestaciones contempladas en los seguros son jurídicamente exigibles como


contrapartida de las aportaciones que, en forma de cuota, se hubieran realizado.

• La obligatoriedad del aseguramiento proviene de la obligatoriedad de la ley y no de la


autonomía de la voluntad.

• La financiación proviene de tres vías: el estado, las aportaciones patronales y las


cotizaciones de los trabajadores.

• La gestión de los seguros sociales es pública, sin perjuicio de la colaboración de las


entidades privadas.

- La asistencia pública: caracteres diferenciadores:

• La asistencia social está dirigida a los más desfavorecidos.

• Su trabajo se orienta a que todos los individuos puedan satisfacer sus necesidades más
básicas.

• Las prestaciones que se ofrecen se financian completamente por medio de las


contribuciones generales de todos los ciudadanos.

- La seguridad social:

La seguridad social es un mecanismo de protección del estado, es decir, público, contra los
riesgos sociales, como señala el art. 41 CE (“Los poderes públicos mantendrán un régimen
público de Seguridad Social para todos los ciudadanos, que garantice la asistencia y
prestaciones sociales suficientes ante situaciones de necesidad, especialmente en caso de
desempleo. La asistencia y prestaciones complementarias serán libres”). Pero el sistema de
seguridad social puede adoptar diversas formas:

• El modelo continental-profesional: que protege a personas que desarrollan una


actividad profesional, y de forma derivada a sus familiares, y atiende a las situaciones de
necesidad que derivan de esa actividad profesional. Se financia con las aportaciones que
realizan empresarios y trabajadores, y aunque la gestión es pública, pueden colaborar los
entes privados.

• El modelo anglosajón-asistencial: su ámbito subjetivo es universal, sin dar un


tratamiento diferenciado en función de si el riesgo causante es de origen profesional, pero el
sujeto siempre tiene que probar la situación de necesidad. La financiación es por medio de
impuesto y la gestión es casi exclusivamente pública.

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En Alemania mediante ley se aprueba un sistema de seguros sociales, es creado por Bismarck y
se centra en los seguros de enfermedad, de accidentes de trabajo, invalidez y vejez. Dentro d
ellos seguros sociales destaca el de protección de accidentes de trabajo, ya que declara
responsabilidad empresarial, y se proyecta a España con la “Ley de Accidentes de Trabajo”.
Este sistema se dirigió exclusivamente a los trabajadores, y se construye a través de un sistema
de cotización empresarial, no cotiza el trabajador sino la empresa. Además, el sistema de
seguros es obligatorio ya que es política social de Estado.

El plan Beveridge:

En la primera mitad del S.XX, se advirtió la insuficiencia de los sistemas de previsión social,
tanto en lo referido a las personas como a las contingencias protegidas. Después de la primera
guerra mundial, los seguros sociales se desarrollaron rápidamente y la protección social se
incluyó en los programas de las organizaciones internacionales recientemente creadas, como
la OIT. Cuando aún no había concluido la segunda guerra mundial, en Gran Bretaña se formuló
la doctrina moderna de la seguridad social mediante dos importantes informes redactados por
William Beveridge. En su primer informe, señala que todo ciudadano en edad laboral debe
pagar una serie de tasas sociales semanales con el objetivo de establecer una serie de
prestaciones en caso de enfermedad, desempleo, jubilación, etc. En su segundo informe,
declara que la puesta en marcha de un eficaz sistema de protección social exige una situación
de pleno empleo.

Constitucionalización de los derechos sociales:

El primer cuarto del S.XX trajo consigo la afirmación del estado social de derecho, abriéndose
un trascendental proceso de Constitucionalización de algunos de los derechos sociales de la
persona, comenzando por la constitución mexicana de 1917 y continuando por la constitución
alemana de Weimar de 1919. La constitución alemana de Weimar proclamó el trabajo como
factor esencial de la vida económica y política y atribuyo al estado obligaciones de protección
especial de la mano de obra. También reconoció la libertad de asociación empresarial, el
derecho al trabajo y al descanso, la protección de la familia y el derecho a la educación. En el
estado español, esta Constitucionalización de los derechos sociales y laborales se produjo por
primera vez con la constitución republicana de 1931.

Internacionalización de la seguridad social, los textos internacionales:

La construcción del estado de bienestar se manifestó claramente en los textos internacionales,


en efecto el derecho a la seguridad social siempre se ha incluido en el elenco de derechos de
las declaraciones de derechos sociales.

La ordenación jurídica de la seguridad social


2.1 Fuentes internacionales:

Hay que distinguir las normas de coordinación y convergencia.

La seguridad social ha sido objeto de regulación por las normas supranacionales: algunos como
la Declaración Universal de DDHH (1948) y el Pacto Internacional de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales han reconocido el derecho a la seguridad social como un derecho humano
básico.

La OIT aprueba convenios que se someten a ratificación de los estados que forman parte; si los
ratifican se insertan en los ordenamientos jurídicos nacionales. Especialmente importantes son

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sus convenios sobre protección de los riesgos sociales en relación con trabajadores extranjeros
y trabajadores migrantes. La OIT ha señalado que el contenido esencial del derecho a la
seguridad social debería integrar unos elementos básicos: la asistencia sanitaria básica
universal, sistema de prestaciones familiares, programas específicos de asistencia social y
sistema de pensiones básicas universales.

En el ámbito europeo cabe destacar la Carta Social Europea y la Carta Comunitaria de los
Derechos sociales. Y por su relación con Iberoamérica, hay que destacar el convenio
multilateral iberoamericano de seguridad social.

Respecto a las normas de la Unión Europea en materia de seguridad social, los ciudadanos
comunitarios que ejercitan el derecho a la libre circulación tienen derecho a la igualdad de
trato y no discriminación por razón de nacionalidad, independientemente del estado miembro
en el que presten sus servicios. Pero el hecho trabajar en dos o más países exige medidas
adicionales desde el punto de vista de la seguridad social. Los reglamentos de coordinación en
materia de seguridad social de los trabajadores migrantes se encargan de estos problemas.

Mediante estas normas no se crea un sistema propio de seguridad social común a los estados
miembros, sino un instrumento para remover los obstáculos a la libre circulación de
trabajadores y coordinar los sistemas nacionales. El derecho comunitario se asienta en 5
principios rectores:

1. Principio de territorialidad.

2. Principio de igualdad de trato.

3. Principio de conservación de los derechos adquiridos.

4. Principio de conservación de los derechos en curso de adquisición.

5. Principio de colaboración administrativa y financiera.

2.2 Fuentes constitucionales, seguridad social y asistencia social en nuestro ordenamiento

El punto de partida lo encontramos en el art. 1.1CE que establece que España es un estado
social y democrático de derecho que propugna como valores superiores del ordenamiento
jurídico la libertad, la igualdad, la justicia y pluralismo político. La SS se regula en la CE como
principio rector de la política social y económica en el art. 41CE que establece que los poderes
públicos deben mantener un régimen público de seguridad social para todos los ciudadanos
que garantice la asistencia y las prestaciones sociales suficientes ante situaciones de
necesidad, especialmente en caso de desempleo. La asistencia y las prestaciones
complementarias serán libres. La mayoría de la doctrina afirma que el sistema de seguridad
social se articula en tres niveles de protección:

➢ Un nivel básico público (asistencia o no contributivo): que se extiende a todos los


ciudadanos para hacer frente a las necesidades más básicas, financiado con presupuestos y de
gestión casi exclusivamente pública.

➢ Un nivel profesional o contributivo: que se extiende a todas las personas que realizan
una actividad profesional, se financia con las cotizaciones de los empresarios y trabajadores, y
su gestión es pública, pero cabe la colaboración de los entes privados.

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➢ Un nivel complementario: que puede ser público pero que en la práctica es privado, de
carácter voluntario y libre, y que se financia exclusivamente con las aportaciones de los
participes

2.3 Descripción del derecho positivo ordinario

Podemos distinguir tres etapas en la evolución de la seguridad social en España:

1 Etapa de definición prestacional e institucional (1900-1962).


2 Etapa de configuración normativa (1963-1978).
3 Etapa de consolidación del sistema de protección social hacia el estado de bienestar (1978-
actualidad).

Este derecho positivo ordinario se refiere a la Ley General de la SS, la cual establece la
articulación jurídica del sistema de la SS en España. Ha sufrido constantes reformas por medio
de reales decretos que suponen que sea difícil de comprender, pues se van añadiendo artículo
a la ley antigua en vez de elaborarse una nueva, bien estructurada. En 2015 se publica el TRLSS
que incrementa la complejidad ya que introduce la jurisprudencia en la ley.

Antecedentes

El punto de partida de las políticas de protección se sitúa en la comisión de reformas sociales


de 1883 que se encargó del estudio de las cuestiones de mejora y bienestar de la clase obrera.

El desarrollo industrial y la creciente mecanización de los procesos productivos provocaron un


importante aumento de los accidentes de trabajo, y por ello se creó la ley de accidentes de
trabajo en 1900, cuyo objetivo era establecer la responsabilidad directa y objetiva de las
empresas en los accidentes sufridos por sus trabajadores y fomentar la institución del seguro.
Posteriormente, los mecanismos de protección desembocan en una serie de seguros sociales,
entre los que destacan el retiro obrero, el seguro obligatorio de maternidad, el seguro de paro
forzoso, el seguro de enfermedad y el seguro obligatorio de vejez e invalidez. La protección
dispensada por estos seguros fue insuficiente y aparecieron otros mecanismos de protección
articulados a través de las mutualidades laborales.

El orden normativo en 1963

En 1963 aparece la ley de base de la seguridad social cuyo objetico principal era la
implantación de un modelo unitario e integrado de protección social.

El primer texto refundido de la ley general de seguridad social es aprobado en 1974. La


primera gran reforma se produce en 1978 mediante un RD que crea un sistema de
participación institucional de los agentes sociales favoreciendo la transparencia y
racionalización de la seguridad social, y se establece un nuevo sistema de gestión realizado por
los siguientes organismos: el instituto nacional de seguridad social, instituto nacional de salud,
instituto social de la marina y la tesorería general de seguridad social.

En la década de los 80 se llevaron a cabo una serie de medidas encaminadas a mejorar y


perfeccionar la acción protectora. Entre estas medidas cabe citar el proceso de equiparación
paulatina de las bases de cotización con los salarios reales, la revalorización de las pensiones
conforme al IPC, etc. El segundo texto refundido de la ley general de seguridad social se
publica en 1994. En 1995 se firmó el Pacto de Toledo que tuvo como consecuencia
importantes cambios y el establecimiento de una hoja de ruta para asegurar la estabilidad
financiera y las prestaciones futuras de la SS. En los últimos años, la SS se ha adaptado a la

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aparición de las nuevas tecnologías y al auge de los servicios por vía telemática, con el
nacimiento del sistema red.

Textos articulados, refundidos y normativa complementaria. La legislación vigente, el texto


refundido de la LGSS de 2015

La norma legal básica vigente es el real decreto legislativo 8/2015, de 30 de octubre, por el que
se aprueba el texto refundido de la LGSS. Se divide en 6 títulos y tiene bastantes disposiciones
adicionales, transitorias y finales. Junto al TR de la LGSS, la principal normativa reglamentaria
es la siguiente:

1 El RD sobre inscripción de empresas u afiliación, altas, bajas y variaciones de los datos de


los trabajadores en la seguridad social.
2 El reglamento general de cotización.
3 La ley de presupuestos.
4 Y la orden de cotización de cada año.

2.4 Estructura básica del sistema jurídico normativo de la SS

• La seguridad social como función del Estado.

El avance desde las formas de protección indiferenciadas hasta los sistemas de seguridad
social viene determinado por la propia transformación del estado y de su papel en la
protección de las necesidades sociales. Se puede afirmar la función social del estado, los
poderes públicos deben dar una dimensión social a todas sus actuaciones desde cualquiera de
sus funciones (legislativa, ejecutiva y judicial).

• El derecho a la seguridad social y su configuración jurídica.

El derecho español de seguridad social es muy complejo y plural por diversas razones: la
pluralidad de colectivos protegidos; la pluralidad de relaciones jurídicas: prestaciones, actos de
encuadramiento, financiación, etc.; la presencia de dos niveles de protección; la presencia de
una pluralidad de entes instrumentales; y está sometido a una reforma constante.

• El tema del régimen general y regímenes especiales.

El art. 9 LGSS sostiene que la estructura del sistema de seguridad social está integrada por el
régimen general y los regímenes especiales. Se está llevando a cabo un proceso de supresión
de los regímenes especiales y de integración en los dos regímenes que se establecen como
básicos en la seguridad social: régimen general para los trabajadores por cuenta ajena y
régimen especial para los trabajadores autónomos.

• Valor significativo de los Títulos I y II de la Ley de Seguridad Social.

Título I: normas generales del sistema de seguridad social.

Se trata del eje central común a todos los regímenes del sistema de seguridad social, y es
derecho supletorio del régimen general.

Título II: que regula el régimen general, que es el ideal de cobertura y referente de protección
y regulación para otros regímenes de la seguridad social.

Tema 2
1. Regla general, el bloque contributivo y el bloque no contributivo:

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El régimen jurídico de delimitación del ámbito subjetivo de nuestros sistemas de Seguridad
Social está regulado en los arts. 1 y 7 LGSS.

La protección dispensada por el sistema de la Seguridad Social, se realiza a través de dos


modalidades: la contributiva y la no contributiva (o asistencial).

Modalidad contributiva.

Esta modalidad es de base profesional (sistema bismarckiano). El trabajador estará protegido


en función de las cotizaciones realizadas durante su vida laboral. Protege al mismo antes de
que se dé una situación de necesidad. Es financiada mediante los Presupuestos de la SS. Según
el art. 7 LGSS, son beneficiarios de esta modalidad, independientemente de su sexo, estado
civil y profesión, los españoles residentes en España cuando ejerzan su actividad en el
territorio nacional y se incluyan en alguno de estos apartados:

a) Trabajadores por cuenta ajena que presten sus servicios en las condiciones
establecidas por el artículo 1.1 del texto refundido de la Ley del Estatuto de los Trabajadores,
en las distintas ramas de la actividad económica o asimilados a ellos, bien sean eventuales, de
temporada o fijos, aun de trabajo discontinuo, e incluidos los trabajadores a distancia, y con
independencia, en todos los casos, del grupo profesional del trabajador, de la forma y cuantía
de la remuneración que perciba y de la naturaleza común o especial de su relación laboral.

b) Trabajadores por cuenta propia o autónomos, sean o no titulares de empresas


individuales o familiares, mayores de dieciocho años, que reúnan los requisitos que de modo
expreso se determinen en esta ley y en su normativa de desarrollo.

c) Socios trabajadores de cooperativas de trabajo asociado.

d) Estudiantes.

e) funcionarios públicos, civiles y militares.

El art. 109 LGSS dice que los recursos para la financiación de la Seguridad Social estarán
constituidos por:

a) Las aportaciones progresivas del Estado, que se consignarán con carácter permanente
en sus Presupuestos Generales, y las que se acuerden para atenciones especiales o resulten
precisas por exigencia de la coyuntura.

b) Las cuotas de las personas obligadas.

c) Las cantidades recaudadas en concepto de recargos, sanciones u otras de naturaleza


análoga.

d) Los frutos, rentas o intereses y cualquier otro producto de sus recursos patrimoniales.

e) Cualesquiera otros ingresos, sin perjuicio de lo previsto en la disposición adicional


décima.

Según su apartado 3 LGSS, las prestaciones de la SS que tienen naturaleza contributiva: 1º Las
prestaciones económicas de la SS, excepto las de carácter no contributivo.

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2º La totalidad de las prestaciones derivadas de las contingencias de accidentes de trabajo y
enfermedades profesionales.

Modalidad no contributiva o asistencial:

Esta modalidad es de base universal y se identifica con el sistema beverigiano. Protege a los
trabajadores que nunca han cotizado o lo han hecho insuficientemente para causas prestación
en la otra modalidad, siempre que la persona protegida acredite la situación de necesidad,
financiándose a través de los PGE. Ahora bien, no todas las situaciones están protegidas, solo
alcanza a:

- Las prestaciones y servicios de asistencia sanitaria incluidos en la acción protectora de


la SS y los correspondientes a los servicios sociales, salvo que se deriven de accidentes de
trabajo y enfermedades profesionales.

- Las pensiones no contributivas por invalidez y jubilación.

- El subsidio por maternidad regulado en los arts. 181 y 182 LGSS.

- Los complementos por mínimos de las pensiones de la SS.

- Las prestaciones familiares de esta naturaleza.

Según el art. 7.2 LGSS serán beneficiarios de la modalidad no contributiva los españoles
residentes en territorio nacional.

El Gobierno, en el marco de los sistemas de protección social pública, podrá establecer


medidas de protección social en favor de los españoles no residentes en España, de acuerdo
con las características de los países de residencia (art. 7.3 LGSS).

Según el 109.3 tienen naturaleza no contributiva:

1. ª Las prestaciones y servicios de asistencia sanitaria incluidos en la acción protectora


de la Seguridad Social y los correspondientes a los servicios sociales, salvo que se deriven de
accidentes de trabajo y enfermedades profesionales.

2. ª Las pensiones no contributivas por invalidez y jubilación.

3. ª El subsidio por maternidad regulado en los artículos 181 y 182 de esta ley. 4.ª Los
complementos por mínimos de las pensiones de la Seguridad Social. 5.ª Las prestaciones
familiares reguladas en el capítulo I del título VI.

6. ª El ingreso mínimo vital.

Tipos de regímenes de seguridad social:

El art. 9.1 LGSS señala que el sistema de la Seguridad Social viene integrado por los siguientes
regímenes:

a) El Régimen General, que se regula en el título II de la presente ley.

b) Los regímenes especiales a que se refiere el artículo siguiente.

Los regímenes especiales del sistema de la SS se regularán de conformidad con lo previsto en


el art. 10, apartados 3 y 4. Reglamentariamente se establecerán el tiempo, alcance y
condiciones para la conservación de los derechos en curso de adquisición de las personas que

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pasen de unos a otros regímenes, mediante la totalización de los períodos de permanencia en
cada uno de dichos regímenes, siempre que no se superpongan.

2. Reglas específicas para el régimen general:


a. Criterios generales de inclusión
b. Inclusiones y exclusiones concretas
c. Sistemas especiales

Los regímenes de la SS son: el Régimen General y los Regímenes Especiales (art. 9 LGSS). Todo
lo estudiado en la asignatura se refiriere al Régimen General. El sistema de la Seguridad Social
se fundamenta en los principios de universalidad, unidad, solidaridad e igualdad. El Estado con
ella garantiza a las personas comprendidas en el campo de aplicación de ésta (que cumplan los
requisitos exigidos por cada modalidad), la protección adecuada frente a las contingencias y en
las situaciones que se contemplan en esta ley.

El régimen general integra los trabajadores por cuenta ajena y los asimilados, es decir, aquellas
personas que prestan sus servicios en las condiciones establecidas por el art.

1.1 LET, en las distintas ramas de la actividad económica o asimilados a ellos, ya sean
eventuales, de temporada o fijos o trabajo discontinuo, con independencia del grupo
profesional del trabajador, de la forma y cuantía de la remuneración que perciba y de la
naturaleza común o especial de su relación laboral.

Destaca el trabajo incluido a través de la asimilación. Una persona trabajadora que no cumple
los requisitos para incluirse en el régimen general pero sí cumple los requisitos de la Ley de
Asimilación. Esta ley es preconstitucional y solo sirve de marco general. Para cada caso
concreto, el Gobierno se pronuncia por Real Decreto, para ver si esa relación laboral se puede
asimilar. ASIMILACIONES.

A estos efectos, no tienen la consideración de trabajadores por cuenta ajena, salvo prueba en
contrario: el cónyuge, los descendientes, ascendientes y demás parientes del empresario, por
consanguinidad o afinidad hasta el segundo grado inclusive y, en su caso, por adopción,
cuando convivan en su hogar y estén a su cargo (art. 12.1LGSS). Los trabajadores autónomos
podrán contratar como trabajadores por cuenta ajena a los hijos menores de 30 años, aunque
convivan con ellos. En este caso, del ámbito de la acción protectora dispensada a los familiares
contratados quedará excluida la cobertura por desempleo (art. 12.2LGSS).

Se otorgará el mismo tratamiento a los hijos que, aun siendo mayores de 30 años, tengan
especiales dificultades para su inserción laboral. A estos efectos, se considerará que existen
dichas especiales dificultades cuando el trabajador esté incluido en alguno de los grupos
siguientes:

- Personas con parálisis cerebral, personas con enfermedad mental o personas con
discapacidad intelectual, con un grado de discapacidad reconocido igual o superior al 33%.

- Personas con discapacidad física o sensorial, con un grado de discapacidad reconocido


igual o superior al 65%.

Asimismo, están incluidos en el RGSS, los trabajadores con discapacidad empleados en los
centros especiales de empleo, según corresponda a su actividad (art. 13.1LGSS) y, como
asimilados a trabajadores por cuenta ajena, los socios trabajadores de las cooperativas de

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trabajo asociado (art. 14.1LGSS) y los socios trabajadores de las cooperativas de explotación
comunitaria de la tierra y los socios de trabajo a los que se confiere el art. 13.4 LGSS.

Se excluye la inclusión múltiple en diferentes niveles o sistemas de SS, es decir, no cabe una
prestación de un sistema especial de SS y una del bloque contributivo.

El criterio territorial, la residencia sumada al trabajo, no excluye a los trabajadores de los


estados de la UE en base a la libre circulación y libertad de residencia y trabajo.

Los sistemas especiales están dentro del régimen general. Además de los sistemas especiales
regulados en esta ley, en aquellos regímenes de la SS que sea necesario, podrán establecerse
sistemas especiales exclusivamente en alguna o algunas de las siguientes materias:
encuadramiento, afiliación, forma de cotización o recaudación (art. 11LGSS). Se consideran
sistemas especiales del RGSS rigiéndose por las normas comunes del RGSS a excepción de las
particularidades específicamente previstas en cada uno de ellos:

a. Trabajadores fijos discontinuos de empresas de estudio de mercado y opinión publica

b. Trabajadores fijos discontinuos de cines, salas de baile y de fiesta u discotecas

c. Manipulado y empaquetado del tomate fresco, realizadas por cosecheros


exportadores

d. Servicios extraordinarios de hostelería

e. Industria resinera

f. Frutas, hortalizas e industria de conservas vegetales

g. Agrario por cuenta ajena

h. Empleados de hogar

Los regímenes especiales, referencia al RETA

En los regímenes especiales se incluyen las personas que realizan actividades profesionales en
las que, por su naturaleza, sus peculiares condiciones de tiempo y lugar, o por la índole de sus
procesos productivos requieren de normas especiales para la adecuada aplicación de los
beneficios de la SS (art. 10.1LGSS).

Se consideran regímenes especiales (art. 10.1LGSS):

- Trabajadores por cuenta propia o autónomos.

- Trabajadores del mar

- funcionarios públicos, civiles y militares

- Estudiantes

- Los demás grupos que determine el MESS, por considerar necesario el establecimiento
para ellos de un régimen especial

En el régimen especial de trabajadores por cuenta propia o autónomos ha quedado integrado


el régimen especial de escritores de libros y se ha constituido el sistema especial para
trabajadores por cuenta propia agrario.

pág. 13
Régimen especial de Trabajadores Autónomos, RETA.

Se entenderá como trabajador por cuenta propia o autónomo, aquel que realiza de forma
habitual, personal y directa una actividad económica a título lucrativo, sin sujeción por ello a
contrato de trabajo y aunque utilice el servicio remunerado de otras personas, sea o no titular
de empresa individual o familiar. Se presumirá, salvo prueba en contrario, que en el interesado
concurre la condición de trabajador por cuenta propia o autónomo si el mismo ostenta la
titularidad de un establecimiento abierto al público como propietario, arrendatario,
usufructuario u otro concepto análogo.

La normativa reguladora es la Ley 20/2007, de 11 de julio, del Estatuto del trabajo autónomo.
Están incluidos:

1. Trabajadores mayores de 18 años que, de forma habitual, personal y directa, realizan


una actividad económica a título lucrativo, sin sujeción a contrato de trabajo.

2. Cónyuge y familiares hasta el segundo grado inclusive (en el caso de trabajadores del
sistema especial de trabajadores autónomos, hasta el tercer grado) por consanguinidad,
afinidad y adopción que colaboren con el trabajador autónomo de forma personal, habitual y
directa y no tengan la condición de asalariados.

3. Los escritores de libros

4. Los trabajadores autónomos económicamente dependientes a los que se refiere el


capítulo III del título II de la Ley 20/2007, de 11 de julio (TRADE). Son trabajadores autónomos
que dependen de un empresario, tiene la jornada que quiere porque cuanto más venda más
gana, su salario no está preestablecido, se puso de moda en 2008 para salir de la crisis

5. Etc.

Estarán excluidos de este régimen especial los trabajadores por cuenta propia o autónomos
cuya actividad como tales dé lugar a su inclusión en otros regímenes de la seguridad social.

Diferencias entre el RETA y el Régimen General.

En principio, el RETA tiene las mismas atribuciones que el régimen general, en lo que se refiere
a gestionar la cotización de los trabajadores. Sin embargo, existen diferencias:

1. En el RETA, la obligación de cotizar recae sobre el propio trabajador. En régimen


general, es la empresa la que lo hace por ella y por el trabajador.

2. En el RETA, es el propio autónomo el que elige su base de cotización, dentro de


unos límites (base mínima y máxima). En el régimen general, se cotiza en función del salario.

3. La jubilación en régimen de tiempo parcial, la jubilación especial a los 64 años y la


jubilación anticipada de trabajadores discapacitados NO EXISTE para los autónomos.

4. La pensión por incapacidad permanente total puede ser excepcionalmente sustituida


por una indemnización en ambos regímenes. La diferencia es que en el RETA, la indemnización
puede alcanzar hasta 40 mensualidades de la base reguladora y tener en cuenta la edad del
beneficiario.

pág. 14
En cambio, en el RG está fijada en función de la edad de cada individuo, y puede alcanzar hasta
84 mensualidades.

Por la Ley 18/2007, de 4 de julio se establece, dentro del RETA, el Sistema Especial para
Trabajadores por Cuenta Propia Agrarios, en el que quedarán incluidos los trabajadores por
cuenta propia agrarios, mayores de 18 años, que reúnan los requisitos fijados expresamente
por la ley.

3. La figura del empresario a efectos de la seguridad social

A efectos del sistema de seguridad social, es empresario toda persona, física o jurídica, pública
o privada, a la que prestan sus servicios las personas comprendidas en cualquier régimen del
sistema de la seguridad social

No hay que verlo como un sujeto protegido sino obligado respecto de los trabajadores. Solo
existe un supuesto en el que también está protegido, el caso de que sea trabajador autónomo.
El empresario tiene la obligación de afiliación, dar de alta y baja al trabajador que trabaja para
él; y es el sujeto al que se imputa la obligación de cotizar, y la responsabilidad directa del pago
de las prestaciones por el incumplimiento de las obligaciones jurídicas de encuadramiento en
el sistema de SS. Su figura es impersonaliza, a diferencia del trabajador.

Hay que señalar las contingencias protegidas por el sistema de SS en el momento actual. La SS
protege a sus beneficiarios frente a dos clases de contingencias:

- contingencias profesionales → accidentes de trabajo y enfermedad profesional. Éstas


son susceptibles de ser sufridas únicamente por los trabajadores por cuenta ajena, pues sólo
ellos pueden sufrir una lesión corporal “con ocasión o por consecuencia del trabajo que
ejecutan por cuenta ajena” (156 LGSS). Tendrán la consideración de accidentes de trabajo:

a) Los que sufra el trabajador al ir o al volver del lugar de trabajo.

b) Los que sufra el trabajador con ocasión o como consecuencia del desempeño de cargos
electivos de carácter sindical.

c) Los ocurridos con ocasión o por consecuencia de las tareas que, aun siendo distintas a
las de su grupo profesional, ejecute el trabajador en cumplimiento de las órdenes del
empresario o espontáneamente en interés del buen funcionamiento de la empresa.

d) Los acaecidos en actos de salvamento y en otros de naturaleza análoga, cuando unos y


otros tengan conexión con el trabajo.

e) Las enfermedades que contraiga el trabajador con motivo de la realización de su


trabajo.

f) Las enfermedades o defectos, padecidos con anterioridad por el trabajador, que se


agraven como consecuencia de la lesión constitutiva del accidente.

g) Las consecuencias del accidente que resulten modificadas en su naturaleza, duración,


gravedad o terminación, por enfermedades intercurrentes.

- contingencias comunes → accidente no laboral y enfermedad común. Las


contingencias comunes, accidentes o enfermedades que no puedan calificarse como

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profesional y las que puede padecer el trabajador con independencia de su relación laboral
(art. 158 LGSS).

Tema 3 La gestión de la SS y su ordenamiento


jurídico
1. Gestión, colaboración en la gestión y delegación del aseguramiento:

El Art. 41 CE encomienda a los poderes públicos (Estado y CCAA) mantener un régimen público
de Seguridad Social para todos los ciudadanos, que garantice la asistencia y prestaciones
sociales suficientes ante situaciones de necesidad, especialmente en casos de desempleo, y las
asistencia y prestaciones complementarias serán libres. Esto significa que deberá gestionarla y
financiarla. La CE reserva al Estado la regulación de las relaciones laborales, así como la
legislación básica y el régimen económico de la Seguridad Social; las Comunidades Autónomas
pueden, por su parte, asumir la ejecución de la legislación laboral, desarrollar las normas
estatales en materia de Seguridad Social y ordenar, como competencia exclusiva, la política de
asistencial social. Sin embargo, el desarrollo postconstitucional del reparto de competencias
que la Carta Magna prevé en materias socio-laborales no siempre ha sido pacífico. El TC
declaró en la STS 124/1989, de 7 de julio, que la gestión económica es competencia del Estado.

La gestión se puede realizar mediante una gestión directa o indiferenciada, a través de los
órganos de la administración directa; o mediante una gestión indirecta por entidades públicas
especializadas, entes públicos instrumentales que sirven a los intereses del estado. En España
se gestiona a través de unos organismos autónomos, entidades gestoras de la SS, se delega en
ellos la gestión, pero el control sigue siendo público. Por tanto, podemos decir que nuestro
sistema de gestión es público e indirecto porque la AD Pública crea unos órganos específicos
que la llevarán a cabo. En el Título Primero, Cap. V “La gestión de la Seguridad Social” se
recogen las normas sobre la materia (arts. 66 y ss. de la LGSS).

Artículo 66. Enumeración de entidades gestoras…

1. La gestión y administración de la Seguridad Social se efectuará, bajo la dirección y


tutela de los respectivos departamentos ministeriales, con sujeción a los principios de
simplificación, racionalización, economía de costes, solidaridad financiera y unidad de caja,
eficacia social y descentralización, por las siguientes entidades gestoras:

a) El Instituto Nacional de la Seguridad Social, para la gestión y administración de las


prestaciones económicas del sistema de la Seguridad Social, con excepción de las que se
mencionan en el apartado c) siguiente.

b) El Instituto Nacional de Gestión Sanitaria, para la administración y gestión de servicios


sanitarios.

c) El Instituto de Mayores y Servicios Sociales, para la gestión de las pensiones no


contributivas de invalidez y de jubilación, así como de los servicios complementarios de las
prestaciones del sistema de la Seguridad Social.

2. Las distintas entidades gestoras, a efectos de la debida homogeneización y


racionalización de los servicios, coordinarán su actuación en orden a la utilización de
instalaciones sanitarias, mediante los conciertos o colaboraciones que al efecto se determinen
entre las mismas.

pág. 16
El Art. 79 enumera las entidades colaboradoras en la gestión.

“1. La colaboración en la gestión del sistema de la Seguridad Social se llevará a cabo por
mutuas colaboradoras con la Seguridad Social y por empresas, de acuerdo con lo establecido
en el presente capítulo.

2. La colaboración en la gestión se podrá realizar también por asociaciones, fundaciones y


entidades públicas y privadas, previa su inscripción en un registro público”.

Este artículo no es una norma cerrada, se puede integrar su contenido integrando otras
normativas, presenta una enumeración genérica.

El Art. 80 define y determina el objeto de las mutuas colaboradoras con la SS. Son mutuas
colaboradoras con la Seguridad Social las asociaciones privadas de empresarios constituidas
mediante autorización del Ministerio de Empleo y Seguridad Social e inscripción en el registro
especial dependiente de este, que tienen por finalidad colaborar en la gestión de la Seguridad
Social, bajo la dirección y tutela del mismo, sin ánimo de lucro y asumiendo sus asociados
responsabilidad mancomunada en los supuestos y con el alcance establecidos en esta ley. Las
mutuas colaboradoras con la Seguridad Social, una vez constituidas, adquieren personalidad
jurídica y capacidad de obrar para el cumplimiento de sus fines. El ámbito de actuación de las
mismas se extiende a todo el territorio del Estado. Las mutuas colaboradoras con la Seguridad
Social tienen por objeto el desarrollo, mediante la colaboración con el Ministerio de Empleo y
Seguridad Social, de las siguientes actividades de la Seguridad Social:

a) La gestión de las prestaciones económicas y de la asistencia sanitaria, incluida la


rehabilitación, comprendidas en la protección de las contingencias de accidentes de trabajo y
enfermedades profesionales de la Seguridad Social, así como de las actividades de prevención
de las mismas contingencias que dispensa la acción protectora.

b) La gestión de la prestación económica por incapacidad temporal derivada de


contingencias comunes.

c) La gestión de las prestaciones por riesgo durante el embarazo y riesgo durante la


lactancia natural.

d) La gestión de las prestaciones económicas por cese en la actividad de los trabajadores


por cuenta propia, en los términos establecidos en el titulo V.

e) La gestión de la prestación por cuidado de menores afectados por cáncer u otra


enfermedad grave.

f) Las demás actividades de la Seguridad Social que les sean atribuidas legalmente.

La colaboración de las mutuas en la gestión de la Seguridad Social no podrá servir de


fundamento a operaciones de lucro mercantil ni comprenderá actividades de captación de
empresas asociadas o de trabajadores adheridos. Tampoco podrá dar lugar a la concesión de
beneficios de ninguna clase a favor de los empresarios asociados, ni a la sustitución de estos
en las obligaciones que les correspondan por su condición de empresarios.

Las mutuas colaboradoras con la Seguridad Social forman parte del sector público estatal de
carácter administrativo, de conformidad con la naturaleza pública de sus funciones y de los
recursos económicos que gestionan, sin perjuicio de la naturaleza privada de la entidad.

2. La gestión de la SS, entidades gestoras, enumeración, organización y competencias

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La gestión de la SS se realiza a través de las entidades gestoras, que son entidades
administrativas especializadas, que se configuran como entes públicos instrumentales, que
asumen la ejecución del sistema de la SS. Todas las entidades gestoras tienen su propia
naturaleza jurídica, regulan los medios para realizar sus funciones y todas reconocen y regulan
el derecho de participación de los interesados en cada uno de ellas.

Corresponde al Ministerio de Trabajo, Migraciones y SS, actualmente dividido en el Ministerio


de Trabajo y Economía Social, y el Ministerio de Empleo y

Seguridad Social, ejecutar la política en materia de SS. Dentro del ministerio habrá Secretarías
Generales, como la de SS.

Entre las entidades gestoras destaca la Tesorería General de la Seguridad Social (TGSS), la cual
tiene encomendada la gestión de los recursos económicos y la administración financiera del
sistema de la SS, en aplicación de los principios de solidaridad financiera y caja única, así como
la titularidad del patrimonio de todo el sistema. No solo recauda todas las cuotas y paga todas
las prestaciones, sino que además lleva el registro de inscripciones de empresas y de
afiliaciones y altas y bajas de trabajadores. La estructura de la Tesorería es centralizada, es
decir, las CCAA no tienen competencias.

Otras entidades gestoras especializadas en la gestión de las específicas prestaciones:

- Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS): es una entidad gestora con


personalidad jurídica propia. Su competencia genérica se extiende a la gestión y
administración de las prestaciones económicas de Sistema de la SS, con excepción de aquellas
cuya gestión está atribuida al Instituto de Mayores y Servicios Sociales o a los servicios
competentes de las CCAA.

- Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (INGESA): Se le atribuye la gestión de las


prestaciones sanitarias de la Seguridad Social en el ámbito de las ciudades autónomas de
Ceuta y Melilla, ya que el resto de Comunidades Autónomas tienen transferidas dichas
competencias. En materia de asistencia sanitaria el Estado tiene competencia exclusiva sobre
las bases y coordinación general de la Sanidad, legislación sobre productos farmacéuticos y
sanidad exterior.

- Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO): Tiene encomendada la gestión de


los servicios sociales, complementarios del sistema de la Seguridad Social y los planes,
programas y servicios de ámbito estatal para personas mayores y en situación de dependencia,
sin perjuicio de la gestión transferida a las Comunidades Autónomas.

Se dan unas reglas comunes a estas entidades gestoras, todas tienen su propia naturaleza
jurídica, regulan los medios para realizar sus funciones y todas reconocen y regulan el derecho
de participación de los interesados en cada una de ellas. Son organismos autónomos e
independientes pero coordinados.

Junto a ellas, hay 3 entidades gestoras para determinados regímenes especiales:

- El Servicio Público Estatal de Empleo: como organismo autónomo con competencia para
organizar los servicios públicos de empleo y gestionar la política de empleo y prestaciones por
desempleo.

- Instituto Nacional de la Marina que gestiona el régimen especial de los trabajadores


del mar.

pág. 18
- Entidades gestoras de los regímenes de funcionarios públicos: Mutualidad general de
funcionarios de la administración civil del estado (MUFACE), Mutualidad general judicial
(MUGEJU), e Instituto social de las fuerzas armadas (ISFAS)

El carácter jurídico de estas entidades gestoras se regula en el art. 68 LGSS. Son entidades de
derecho público con capacidad jurídica para el cumplimiento de sus fines.

El principio de gestión pública no supone necesariamente una actuación exclusiva del estado
en esta materia, la actuación de los poderes públicos puede reducirse al simple control de las
actividades, tanto públicas como privadas.

El campo de la gestión de la seguridad social constituye un ejemplo de esa coexistencia pacífica


entre entidades gestoras públicas y entes privados que actúan como colaboradores, como las
propias empresas o las mutuas de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales.

Estas mutuas se encargan de colaborar en la gestión de los riesgos profesionales, aunque


recientemente han visto ampliarse sus competencias a la gestión de la incapacidad temporal
por riesgos comunes y también en materia de prevención de riesgos laborales. En los últimos
años se observa un fortalecimiento de las mutuas, provocando su concentración y ampliando
su tradicional ámbito de actuación y, al mismo tiempo, al reforzamiento del control público
sobre las mismas, lo que contradice el principio de gestión pública, permitiendo la atribución a
particulares de recursos financieros y patrimoniales de carácter público y creando,
adicionalmente, disfuncionalidades en la tramitación de los expedientes de prestaciones.

3. La colaboración en la gestión
a. Las mutuas colaboradoras
i. Régimen jurídico regulador

Su régimen general se contiene en los art. 80-101 LGSS. Existe una regulación complementaria:
la Ley 35/2014 de 26 de diciembre, por la que se modifica el texto refundido de la Ley General
de la Seguridad Social en relación con el régimen jurídico de las Mutuas de Accidentes de
Trabajo y Enfermedades Profesionales de la Seguridad Social; y el Real Decreto 1630/2011, de
14 de noviembre, por el que se regula la prestación de servicios sanitarios y de recuperación
por las mutuas de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales de la Seguridad Social.
Las mutuas gestionan cuantitativamente en su mayoría la protección por accidentes de
trabajo, enfermedades profesionales y comunes.

También es importante el Reglamento sobre colaboración de las Mutuas de Accidentes de


Trabajo y Enfermedades Profesionales de la Seguridad Social (RD 1993/1995).

ii. Concepto y competencias

El concepto de mutua se recoge en el art. 80.1 LGSS. Las mutuas son asociaciones privadas de
empresarios sin ánimo de lucro, autorizadas por el Ministerio. La finalidad es colaborar en la
gestión de las contingencias de accidente de trabajo y enfermedades profesionales y comunes.
Adquieren personalidad jurídica una vez constituidas y, por tanto, tienen capacidad para el
cumplimiento de sus fines.

Son asociaciones sin ánimo de lucro de las que sus asociados (los empresarios) asumen la
responsabilidad de forma mancomunada. Aun así, son entidades de naturaleza jurídico-
privada. Esto quiere decir que los beneficios no se devuelven si no que se destinan a fines
generales de prevención de riesgos laborales, rehabilitación, incitar a actuaciones en materia

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de accidentes de trabajo o enfermedades profesionales. El empresario elige libremente
asociarse a la mutua que mejor se adapte a sus necesidades y a las de los trabajadores.

Su historia se remonta a 1900, cuando nacieron para hacer frente a los accidentes de trabajo,
desde entonces, las mutuas colaboradoras de la seguridad social han evolucionado e
incrementado sus competencias.

Las actividades de las mutuas colaboradoras con la SS se centran en (art. 80):

• Gestión de las prestaciones económicas y de la asistencia sanitaria, incluida la


rehabilitación, también se ocupan de las actividades de prevención de estas mismas
contingencias.

• Gestión de la prestación económica de incapacidad temporal derivada de enfermedad


común y accidente no laboral.

• La gestión de las prestaciones por riesgo durante el embarazo y riesgo durante la


lactancia natural

• La gestión de las prestaciones económicas por cese en la actividad de los trabajadores


autónomas.

• La gestión de la prestación por cuidado de menores afectados por cáncer u otra


enfermedad grave

• Y otras que se le atribuyan legalmente.

iii. Requisitos de constitución y régimen de funcionamiento

Las mutuas se van a regir por sus propios estatutos, que están condicionados por colaborar
con la SS. En España existe un total de 20 mutuas colaboradoras con la ss. (destacan FREMAG,
ASEPERO, IBERMUTA), repartidas por todo el territorio nacional. Todas ellas están asociadas a
AMAT, Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales de la SS.
Este organismo, fundado en 1986, lleva a cabo la coordinación, representación, orientación,
gestión, fomento y defensa de los intereses generales y comunes de las mutuas. Sus
actividades principales son representación institucional y la organización de actividades de
carácter general, entre las que cabe destacar las relacionadas con la promoción de la
prevención de riesgos laborales.

Requisitos que deben cumplirse para la constitución de una mutua colaboradora (Articulo 81.
Constitución de las mutuas colaboradoras con la Seguridad Social):

• Que concurran un mínimo de cincuenta empresarios, quienes a su vez cuenten con un


mínimo de treinta mil trabajadores y un volumen de cotización por contingencias profesionales
no inferior a veinte millones de euros.

• Que limiten su actividad al ejercicio de las funciones establecidas en el artículo 80


(gestión de prestaciones económicas y asistencia sanitaria; de incapacidad temporal de
contingencias comunes; gestión de prestaciones por riesgo durante el embarazo y lactancia;
gestión de prestaciones por cese de actividad de los trabajadores por cuenta propia; por
cuidado de menores afectados por cáncer u otra enfermedad grave; o cualquier otra que
atribuya la ley).

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• Que presten fianza, en la cuantía que establezcan las disposiciones de aplicación y
desarrollo de esta ley, para garantizar el cumplimiento de sus obligaciones.

• Que exista autorización del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, previa aprobación
de los estatutos de la mutua, e inscripción en el registro administrativo dependiente del
mismo.

El Ministerio de Empleo y Seguridad Social, una vez compruebe la concurrencia de los


requisitos y que los estatutos se ajustan al ordenamiento jurídico, autorizará la constitución de
la mutua y ordenará su inscripción en el Registro de Mutuas Colaboradoras con la Seguridad
Social dependiente del mismo. Desde su publicación en el BOE adquirirá personalidad jurídica
(80.2).

La denominación de la mutua incluirá la expresión «Mutua Colaboradora con la Seguridad


Social» seguida del número con el que haya sido inscrita (80.3).

Los actos que dicten las MCSS deben ser motivados y por escrito, y notificarse al empresario
cuando el beneficio mantenga una relación laboral y se produzca efectos en la misma.

Artículo 82. Particularidades de las prestaciones y servicios gestionados.

Las prestaciones y los servicios atribuidos a la gestión de las mutuas colaboradoras forman
parte de la acción protectora del sistema y se dispensarán a favor de los trabajadores al
servicio de los empresarios asociados y de los trabajadores por cuenta propia adheridos
conforme a las normas del régimen de la Seguridad Social en el que estén encuadrados
(apartado 1). Respecto de las contingencias profesionales, les corresponderá la determinación
inicial del carácter profesional de la contingencia. Los actos por los que las mutuas reconozcan,
suspendan, anulen o extingan derechos, deber ser motivados y formalizarse por escrito. Las
prestaciones sanitarias serán dispensadas a través de los medios e instalaciones gestionados
por las mutuas, mediante convenios con otras mutuas o administraciones públicas sanitarias, y
conciertos con medios privados, en los términos establecidos en el artículo 258 y en las
normas reguladoras del funcionamiento de las entidades (82.2). Según el artículo 258
(“Conciertos para la prestación de servicios administrativos y sanitarios”) para el mejor
desempeño de sus funciones, los organismos de la Administración de la Seguridad Social,
podrán concertar con entidades públicas o privadas la prestación de servicios administrativos,
sanitarios o de recuperación profesional. Estos conciertos serán aprobados por los
departamentos ministeriales competentes y la compensación económica estipulada no podrá
suponer la sustitución en la función gestora.

Las actividades preventivas son prestaciones asistenciales a favor de los empresarios asociados
y de sus trabajadores dependientes, y trabajadores por cuenta propia adheridos, que no
generan derechos subjetivos; también comprenderán actividades de asesoramiento (82.3).

Recibido el parte médico de baja, la mutua comprobará el cumplimiento por el beneficiario de


los requisitos de afiliación, alta, periodo de carencia y restantes exigidos en el régimen de la
Seguridad Social correspondiente y determinará el importe del subsidio, adoptando el acuerdo
de declaración inicial del derecho a la prestación (art. 80.4).

Las MCSS podrán formular propuesta motivadas de alta médica, dirigidas a la inspección
médica de los servicios públicos de salud, dependiente de las mismas. Esta decisión debe
comunicarse también al trabajador afectado y al Instituto Nacional de la SS. La inspección
médica de los servicios públicos de salud estará obligada a comunicar a la MCSS y al INSS en el

pág. 21
plazo de 5 días hábiles, desde la recepción de la propuesta de alta, la estimación de la misma o
su denegación, en cuyo caso se acompañará de un informe que la justifique. Cabe citar al
trabajador en el plazo de 5 días para revisión médica, si éste no se presenta deberá
comunicarse a la MCSS y podrá suspenderse el pago del subsidio con efectos desde el día
siguiente de la incomparecencia (si la justifica deberá levantarse la suspensión) y adaptará
acuerdo de extinción.

Artículo 94. Contratación.

“1. Las mutuas colaboradoras con la SS ajustarán su actividad contractual a las normas de
aplicación a los poderes adjudicadores que no revisten el carácter de AP, contenidas en el
texto refundido de la Ley de Contratos del Sector Público y sus normas de desarrollo [...]

3. En los procedimientos de contratación se garantizarán los principios de publicidad,


concurrencia, transparencia, confidencialidad, igualdad y no discriminación, pudiendo licitar en
los mismos los empresarios asociados y los trabajadores adheridos, en cuyo caso no podrán
formar parte de los órganos de contratación, por sí mismos ni a través de mandatarios.
Tampoco podrán formar parte de los órganos de contratación las personas vinculadas al
licitador por parentesco, en línea directa o colateral, por consanguinidad o afinidad, hasta el
cuarto grado, ni las sociedades en las que las mismas ostenten una participación, directa o
indirecta, igual o superior al 10 por ciento del capital social o ejerzan en las mismas funciones
que impliquen el ejercicio de poder de decisión

La empresa tiene que proteger a todos los trabajadores que presten servicios en los centros de
trabajo de una misma provincia con una misma mutua, pero no tiene por qué ser esa mutua la
de toda la empresa si ésta tiene centros de trabajo por distintas provincias.

Corresponde al órgano de dirección y tutela de las MCSS establecer la planificación de


actividades preventivas. Las CCAA que ostenten competencia de ejecución compartida en
materia de prevención, podrán comunicar al órgano de tutela de las MCSS las actividades que
deben desarrollarse en sus respectivos ámbitos territoriales. Estas actividades preventivas no
generan derechos subjetivos porque no están dirigidas a asistir a los empresarios asociados y a
sus trabajadores o trabajadores por cuenta propia en el control y reducción de accidentes de
trabajo o enfermedades.

iv. Régimen de tutela y control

De ello se encarga la Intervención General de la SS, órgano de tutela y control. Se configura


como el centro directivo de contabilidad del sistema de la SS. sus funciones son: control
interno de la gestión económico-financiera de las entidades gestoras y las mutuas; control de
cualquier acto que origine el reconocimiento de derecho y obligaciones en materia de SS y de
contenido económico (ingresos, pagos, recaudación); control de la eficacia financiera del
funcionamiento de los servicios de las entidades mencionadas.

La Inspección de Trabajo y SS se conforma por los inspectores de trabajo y subinspectores, que


van a inspeccionar la gestión y funcionamiento de las entidades gestoras, servicios comunes y
mutuas, vigilar el cumplimiento de obligaciones y realizar funciones de asistencia técnica.

Dirección ejecutiva, director gerente, art. 88

Respecto a los órganos de gobierno y participación de las mutuas, el art. 85 LGSS hace la
siguiente enumeración:

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- Los órganos de gobierno de las mutuas colaboradoras con la Seguridad Social son la
Junta General, la Junta Directiva y el Director Gerente.

-El órgano de participación institucional es la Comisión de Control y Seguimiento.

-La Comisión de Prestaciones Especiales es el órgano a quien corresponde la concesión de los


beneficios de la asistencia social potestativa prevista en el artículo 96.1.b).

El Director Gerente ejerce la dirección ejecutiva de la mutua y le corresponde desarrollar sus


objetivos generales y la dirección ordinaria de la entidad. Está vinculado mediante un contrato
de alta dirección. Es nombrado por la Junta Directiva, estando supeditada su eficacia y la del
contrato a la confirmación por el Ministerio de Empleo y SS. El resto de personas que ejerzan
funciones ejecutivas dependerán del mismo. A efectos retributivos, así como para la
determinación del número máximo de personas que ejerzan funciones ejecutivas en las
mutuas, el titular del Ministerio de Empleo y SS clasificará a las mutuas por grupos en función
de su volumen de cuotas, número de trabajadores protegidos y eficiencia en la gestión.

También está obligado a colaborar con los liquidadores en los actos de liquidación de la MCSS.
Sus retribuciones y las del demás personal ejecutivo se aplicarán conforme al apartado 4.

Comisión de control y seguimiento, art. 89

Es un órgano de participación institucional de los agentes sociales a quien corresponden las


siguientes funciones: conocer e informar de la gestión que realiza la MCSS, proponer medidas
para mejorar el desarrollo de esas gestiones e informar del Anteproyecto de presupuesto y
cuentas anuales; conocer los criterios que aplica la MCSS e informar del proyecto de memoria
anual; y tener conocimiento previo de las propuestas de nombramiento del Director y solicitar
cuanta información necesite respecto de la gestión realizada por la entidad. Estará compuesta
por un máximo de 12 miembros, designados por las organizaciones sindicales y empresariales
más representativas y por una representación de las asociaciones profesionales de
trabajadores autónomos (89.2).

b. La colaboración de las empresas

Según el art 102 LGSS las empresas pueden colaborar con la SS de 2 maneras:

• asumiendo directamente el pago de las prestaciones por incapacidad temporal


derivada de contingencias comunes.

• Que el pago a sus trabajadores sea a cargo de la entidad gestora o mutua. Para ello
deben cumplir una serie de requisitos.

Gracias a esta colaboración, las empresas pueden reducir el pago de cotizaciones a la SS


mediante la aplicación de un coeficiente establecido por el Ministerio.

Hay que tener en cuenta en esta materia la Orden Ministerial de 25 de noviembre de 1966 por
la que se regula la colaboración de las Empresas en la gestión del Régimen General de la
Seguridad Social.

Tema 4 Los actos de encuadramiento


Los actos de encuadramiento son actos administrativos declarativos por los que se formaliza la
relación de la Seguridad Social. Por este motivo también reciben la denominación de
instrumentales.

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Los actos de encuadramiento consisten en la inscripción de empresas y la afiliación, altas y
bajas de los trabajadores. De fondo, estos actos son actos de control previos a que una
empresa empiece a funcionar. Se regulan en la los art. 15-17 LGSS en referencia a todo el
sistema de SS y en los arts. 138-140 en relación al régimen general; en el RD 84/1996 por el
que se aprueba el Reglamento General sobre inscripción de empresas y afiliación, altas, bajas y
variaciones de datos de trabajadores en la Seguridad Social; y, por último, en el Reglamento de
Colaboración en la Gestión por parte de las Mutuas. Son estrictamente necesarios para la
aplicación de las técnicas contributivas de la SS, donde tienen pleno sentido y operatividad.
Existen claras relaciones entre su producción y su obligación de cotizar.

La acción protectora de carácter no contributivo no requiere exactamente este tipo de actos


administrativos, sino la acreditación y comprobación de las pertinentes situaciones de
necesidad de acuerdo con las condiciones legalmente establecidas, sin perjuicio de que la
vinculación al sistema también quede reflejada de manera formal.

La constitución de la relación de Seguridad Social se produce actualmente por mandato legal y


no mediante la autonomía de la voluntad de las partes, como en un contrato de seguro. Son
actos administrativos que requieren adaptación a la legislación administrativa común.

En el primer supuesto, la obligación de constituir la relación recae sobre los sujetos obligados,
normalmente, empresario o trabajador por cuenta propia. En el segundo caso, la inclusión
dentro del campo de protección y la constitución de la relación son automáticas.

1. La obligación de inscripción de empresas

Es una obligación formal se encuentra desarrollada en el RD 84/1996, de 26 de enero, por el


que se aprueba el Reglamento General sobre inscripción de empresas y afiliación, altas, bajas y
variaciones de datos de trabajadores en la SS.

La inscripción de las empresas es un acto administrativo mediante el cual, la Tesorería General


de la SS procede a incluir al empresario que emplee trabajadores por cuenta ajena en el
Régimen que le corresponda para su identificación y el control del cumplimiento de sus
obligaciones con la SS. Supone una obligación legal, un requisito previo e indispensable para el
inicio de sus actividades. La Administración de la Seguridad Social se encarga de tramitarla y de
su control formal a través de los actos instrumentales; cuyo incumplimiento constituye una
infracción administrativa y da lugar a responsabilidades para el empresario.

Simultáneamente a la inscripción, el empresario deberá ejercitar la opción de la entidad


aseguradora de las contingencias de accidentes de trabajo y enfermedad profesional y
cobertura de la prestación económica por incapacidad temporal de los trabajadores a su cargo.
El empresario es el sujeto obligado, pero también puede realizarse de oficio.

Para este supuesto el empresario es toda persona física o jurídica, pública o privada, con o sin
afán de lucro, por cuenta de la cual trabajan personas incluidas en el campo de aplicación de la
Seguridad Social (RD 84/1996, de 26 de enero, en su artículo 10). En las comunidades de
bienes es la entidad o el primer comunero quien se considera empresario. En resumen, la
inscripción debe realizarla el empresario antes del inicio de la actividad en la Dirección
Provincial de la TGSS. Deberá aportar una documentación (de asociación o cobertura) que
señala el RD 84/96. Estará también obligado a comunicar a la TGSS las variaciones en los datos
remitidos y la extinción de la empresa y el cese temporal o definitivo de su actividad.

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(Inscripción del empresario y código de cuenta de cotización) Con la inscripción se asigna al
empresario un número para su identificación y control de sus obligaciones. Ese número es
considerado como primero, es el código de cuenta de cotización principal. Existen códigos
secundarios que son los otros que se le puedan asignar, y que siempre se vinculan al principal.
Respecto a los efectos de la inscripción, es única para todo el territorio del estado y para toda
la vida del empresario. Además, la inscripción es válida para todo el sistema de SS, de manera
que el empresario se inscribirá una sola vez, comunicando a la TGSS cuantas actividades
desarrolle, y las circunstancias que afecten al régimen de la SS en el que deben quedar
encuadrados sus trabajadores. Si los datos obrantes en la TGSS han cambiado, el empresario
está obligado a comunicarlo, dentro del plazo de los tres días naturales, contados a partir de la
fecha en que se produzca la variación. Se entregará al empresario el justificante de inscripción
y la Tesorería los inscribirá en el Registro de Empresas.

En aquellos supuestos en los que la TGSS tenga conocimiento del incumplimiento de las
obligaciones relativas a la inscripción de los empresarios, procederá de oficio a realizar las
actuaciones correspondientes, dando cuenta al empresario.

Forma y efectos de la inscripción

La inscripción será única y válida en los regímenes de la Seguridad Social que se determine, en
todo el territorio nacional y para toda la vida de la persona física o jurídica titular de la
empresa. Debe realizarse antes de iniciar las actividades. Es el documento de identidad del
empresario y debe conservarse durante 5 años. De ahí que el empresario deba comunicar las
variaciones que se produzcan en la empresa y en las actividades que lleve a cabo.

A la solicitud de inscripción se acompaña con otros documentos:

Estos documentos se identifican con otros actos de encuadramiento y son:

La opción de aseguramiento, esto es, el documento mediante el cual la empresa opta por
asegurar los riesgos profesionales por una o varias Mutuas de la Seguridad Social o por el INSS.
Y la opción de cobertura por la que se opta por cubrir las prestaciones económicas por
Incapacidad Temporal (IT) derivada de causas comunes, de igual modo cubierta por una Mutua
de la Seguridad Social (MCSS) o por INSS (vid. Artículo 138 del TRLGSS).

El aseguramiento de los riesgos profesionales → La inscripción actúa, por tanto, como medio
por el que la empresa opta por el aseguramiento y elige entre una o varias Mutuas de AT o por
la Entidad Gestora (el INSS); de cuya gestión dependen los riesgos profesionales. En estos
casos, el empresario puede optar por distintas Mutuas, si tiene centros de trabajo en varias
provincias.

Si la empresa ejercita la opción por Mutua o Mutuas la Tesorería remitirá, a esta o estas, un
ejemplar de la solicitud de inscripción y del número asignado (y del código de cuenta de
cotización) y de la tarifación de AT y EP; formalizando con ello el documento de asociación con
tales efectos. Puede verse en este sentido el artículo 14, apartado tercero del RD 84/1996, tras
su modificación por RD 328/2009, que contempla la opción de aseguramiento o cobertura por
una o varias Mutuas.

La TGSS, en función de la actividad o actividades económicas declaradas, por el empresario,


practicará la tarifación que corresponda; asignándole los tipos de cotización a la SS por AT y EP.

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La tarifación realizada se comunicará, preferentemente por vía telemática, al empresario de
forma simultánea a la de la inscripción, en el respectivo régimen de la SS.

La tarifación se consignará en el documento de cobertura correspondiente que la TGSS


remitirá al empresario debidamente cumplimentado o, en el supuesto de opción por Mutua,
se remitirá a la Mutua o Mutuas interesada. En los supuestos de tarifación indebida por error
de la TGSS, sin que esta actúe en calidad del empresario, no se aplicará recargo alguno a la
diferencia. Vid artículo 58, ordinal 2º del apartado 1, RD 84/1996.

Los documentos surtirán efecto desde el inicio de las actividades de la empresa o desde su
presentación, en caso de que no coincidan con el comienzo, siendo responsable la empresa
por los riesgos que se produzcan en ese periodo.

La cobertura de la prestación económica por incapacidad temporal, por causas comunes →


Esta cobertura puede llevarse a cabo por la misma Mutua que colabora en la gestión de los
riesgos profesionales. Para finalizar y con el objeto de hacer referencia a la posible inspección
que se efectúe, en una empresa, por este motivo, hay que decir que la Ley Ordenadora de la
Inspección de Trabajo y Seguridad Social establece que los funcionarios de Inspección de
Trabajo y SS extenderán diligencia de actuación, en el Libro de visitas que debe existir, en cada
centro de trabajo, con sujeción a lo que disponga la Autoridad Central de la Inspección de
Trabajo y SS. No obstante, la Ley de apoyo a emprendedores 14/2013 elimina esta obligación
para las empresas y establece que será la propia ITSS la que ponga a disposición de las
empresas este Libro de Visitas Electrónico; hay que decir que esta medida está pendiente de
desarrollo reglamentario y que, subsidiariamente, se aplica la Resolución de 25 de noviembre
de 2008 que regula el Libro Electrónico. Por su parte el RD 84/1999, en su art. 16 contempla un
Registro de Empresarios que está a cargo de la TGSS y en el mismo figurarán los empresarios a
que se refiere el art. 10 del referido RD, que empleen a trabajadores por cuenta ajena o
asimilados.

2. Comunicación de apertura de centro de trabajo


3. Afiliación de trabajadores

Es un acto administrativo mediante el que se reconoce a la persona la condición de incluida en


el sistema de la Seguridad Social, cuando es la primera vez que realiza una actividad
determinante de su inclusión. Un acto único, válido para toda la vida y para todo el sistema de
la SS, en cualquier régimen, aunque luego se cambie de empresa o actividad. Se regula en los
artículos 15 y 16 del TRLGSS, para todo el sistema y en los art. 139 y 140 TRGSS, para el
régimen general y los art. 6, 21 y siguientes del RD 84/1996.

Previamente a la afiliación los ciudadanos deben solicitar el número de la SS.

Está obligado a realizar la afiliación el empresario respecto de los trabajadores que, no estando
afiliados, ingresen a su servicio. La solicitud de afiliación implicará la de alta inicial. La afiliación
se produce en la forma, plazos y procedimiento establecidos reglamentariamente, aunque
normalmente se identifica con el momento en que el trabajador ingresa en la empresa, antes
de iniciar la prestación de servicios.

Se hará con anterioridad a la iniciación de la prestación de servicios del trabajador, y en ningún


caso puede serlo antes de los 60 días naturales anteriores al previsto para la iniciación de la
misma; y se hará entregando el impreso de solicitud oficial (TA1) o por cualquier otro sistema
establecido (procedimiento electrónico, informático o telemático). Junto con los demás actos

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de encuadramiento, la afiliación constituye título jurídico para la adquisición de los derechos
de la Seguridad Social. Y, por tanto, al ser una obligación del empresario, su incumplimiento es
una infracción grave. Debe formularse en modelo oficial o por cualquier sistema establecido,
aportándose DNI del Trabajador y el número de identificación de la SS del mismo que servirá
siempre como número de afiliación.

Como en la inscripción de la empresa, la solicitud debe dirigirse a la TGSS (Dirección Provincial)


o administración de la provincia en que esté domiciliada la empresa en que trabaja. Puede
realizarse de oficio por la TGSS, como consecuencia de la actuación de la Inspección de Trabajo
y SS, o solicitarse por el trabajador en caso de incumplimiento empresarial. Hay que
diferenciar los sujetos que están obligados a solicitarla, y los que están facultados (el
empresario es el único obligado).

La TGSS es la competente para reconocer o no el derecho a la afiliación, mediante resolución


motivada. Una vez reconocida, la afiliación se registrará en un fichero general de afiliación y
cada trabajador se le asignará un número y se le expedirá un documento de afiliación. La
solicitud de afiliación implicará, además, el alta inicial del trabajador en el régimen de
seguridad social que corresponda.

a. Características

- Obligatoria para todas las personas comprendidas en el campo de aplicación del


sistema de la SS.

- Es única y general para todos los regímenes que componen el sistema.

- Es vitalicia.

- Es exclusiva, sin que por la misma actividad ejercida en igualdad de condiciones pueda
estarse obligatoriamente incluido en otro régimen obligatorio de previsión.

b. Efectos

- Las solicitudes de afiliación únicamente surtirán efectos a partir del día en que se inicie
la prestación de servicios por el trabajador.

- La afiliación es única para todos los regímenes que integran el sistema de la SS.

- La afiliación es vitalicia.

- Registra al trabajador en el fichero general de afiliación, asignándole un número de la


ss.

En el transcurso de su vida laboral, el trabajador puede atravesar distintas situaciones de


actividad o inactividad, que a efectos de ss. se traducen en las altas y las bajas, es decir,
reflejan el desarrollo de las relaciones laborales subyacentes.

El número de la Seguridad Social identifica al ciudadano en sus relaciones con la Seguridad


Social y tiene las siguientes características:

• Es obligatorio para todo ciudadano con carácter previo a la solicitud de afiliación y alta
en algún régimen de Seguridad Social. Es obligatorio cuando se trate de beneficiarios de
pensiones u otras prestaciones del sistema.

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• Se hará constar en Resolución de la Tesorería General de la Seguridad Social (TGSS) en
la que figurarán su nombre, apellidos y el DNI.

• Para los afiliados coincide con su propio número de afiliación.

Número de afiliación: La afiliación de trabajadores es un acto administrativo mediante el cual


la TGSS reconoce la condición de incluida en el Sistema de Seguridad Social a la persona física
que por primera vez realiza una actividad determinante de su inclusión en el ámbito de
aplicación del mismo.

¿Cómo conocer el número de afiliación a la ss. y obtener un duplicado del documento de


afiliación? Puede conocerlo a través de la Sede Electrónica de la Seguridad Social, mediante el
Servicio Duplicado de Documento de Afiliación vía SMS, si previamente ha comunicado a la
TGSS un número de teléfono móvil. En este caso, y previa solicitud de un código que recibirá
vía SMS, podrá obtener, imprimir y/o consultar dicho duplicado en el que consta su número de
afiliación a la Seguridad Social en el mismo momento de su petición, a través del propio
ordenador. Si dispone de un certificado digital, usted podrá obtener un Duplicado de
Documento de Afiliación accediendo a sus datos personales a través de la Sede Electrónica.
Por último, también puede conocer el número de afiliación a la Seguridad Social, dirigiéndose a
cualquier Administración de la Seguridad Social y le facilitarán tanto el número, como un
duplicado del documento de afiliación. Si trabaja o ha trabajado en algún momento podrá
localizar este número en cualquier contrato de trabajo, nómina o informe de vida laboral.

¿Es la tarjeta sanitaria el número de seguridad social? No. El sistema sanitario utiliza el número
de afiliación a la Seguridad Social para expedir la tarjeta sanitaria y dar de alta el derecho a
recibir las prestaciones sanitarias.

Seguro escolar. Los estudiantes, menores de 28 años, que cursen estudios oficiales desde 3º de
E.S.O. hasta el final del 3er ciclo universitario, contarán con su propio número de la SS como
parte de la obligatoriedad de constituir el Seguro Escolar.

4. Altas de los trabajadores

El alta es el acto administrativo por el que se reconoce a la persona que inicia una a actividad o
se encuentra en una situación conexa con las misma, su condición de comprendida en el
campo de aplicación del régimen de seguridad social que corresponda, en función de la
naturaleza de la actividad, con los derechos y obligaciones correspondientes.

El empresario está obligado a comunicar el alta de los trabajadores que ingresen a su servicio
y, en caso de incumplimiento, podrá realizarla el trabajador. También podrá efectuarse de
oficio por la dirección provincial de la TGSS, por la administración de la misma correspondiente
o por la inspección de trabajo.

a. Caracteres

- Obligatoriedad: el alta en alguno de los regímenes es obligatoria para las personas


comprendidas en el sistema en su modalidad contributiva.

- Multiplicidad: a diferencia de la afiliación que es única y vitalicia, las altas son múltiples
tanto sucesiva como simultáneamente (caso de pluriactividad: alta simultánea en diversos
regímenes; o pluriempleo que consiste en la prestación de diversos servicios a dos o más
empresas dentro de un mismo régimen). Cuando un sujeto cambia de provincia debe darse de
alta en la nueva provincia, aunque siga prestando sus servicios para la misma empresa.

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b. Como se realiza

- Suministrando los datos correspondientes al alta por medios electrónicos, informáticos


o telemáticos a través del sistema de remisión electrónica de datos (RED).

- Entregando el impreso de solicitud oficial (TA 2S) o remitiéndolo a través de correo o


fax

- Las solicitudes del alta deberán ir firmadas por el empresario y el trabajador.

c. Efectos del alta

- Las solicitudes de alta únicamente surtirán efectos a partir del día en que se inicie la
prestación de servicios por el trabajador.

- Las altas solicitadas por el empresario o por el trabajador fuera del plazo establecido
solo tendrán efectos desde el día en que se formule la solicitud y sin perjuicio de las
responsabilidades a que haya lugar. No obstante, si se ha producido ingreso de cuotas en plazo
reglamentario, el alta retrotraerá sus efectos a la fecha en que se hayan ingresado las primeras
cuotas correspondientes al trabajador de que se trate.

d. Tipos de altas

1. Alta real: Se produce cuando al iniciar la actividad laboral se cumple la notificación del
alta o ingreso en la empresa.

Los sujetos obligados, el plazo, la forma y el procedimiento son los ya señalados para la
afiliación. No obstante, hay que señalar algunas especialidades respecto de aquella. En los
casos que el trabajador sea trasladado a un centro de trabajo del mismo empresario, situado
en diferente provincia. Ese cambio no afecta a la afiliación, pero sí al alta; porque la empresa
deberá dar de baja al trabajador en la provincia de procedencia y deberá proceder: a dar de
alta en la nueva provincia. También debe efectuarse una nueva alta cuando, dentro de la
misma provincia, los trabajadores hubieran cambiado de cuenta de cotización o fueran
adscritos a otra distinta.

Por estos motivos, la solicitud de alta debe contener los datos sobre el ejercicio de la actividad
de que se trate, el nombre del empresario o razón social, el código de cuenta y el régimen de
seguridad social aplicable. Respecto de los trabajadores sus datos personales, el número de la
seguridad social, el número de afiliación, fecha de inicio de la actividad, grupo de cotización y
actividad económica u ocupación desempeñada, a efectos del epígrafe de la tarifa de primas
de accidentes de trabajo.

El incumplimiento por los sujetos obligados de afiliar o de dar de alta constituye una infracción
administrativa grave, cuya sanción puede extenderse en ciertos casos, a otros sujetos
(contratista y subcontratistas, cuando se trate de titulares o solicitantes de prestación de
desempleo).

Las solicitudes de alta de alta deben ir firmadas por el empresario y por el trabajador.

2. Alta presunta: En aquellos supuestos en que, dándose trabajo efectivo, la empresa ha


incumplido la obligación de afiliar y/o dar de alta al trabajador, se considerará a este en
situación de alta presunta o de pleno derecho, a efectos de accidentes de trabajo,

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enfermedades profesionales, desempleo y asistencia sanitaria por enfermedad común,
maternidad, riesgo durante el embarazo, riesgo durante la lactancia natural y accidente no
laboral. No dar de alta a un trabajador que lleva tiempo prestando sus servicios, para el
empresario tiene la consecuencia de infracción muy grave.

3. Alta asimilada: Tiene lugar en determinados supuestos expresamente establecidos por


la ley, en los que, producido el cese temporal o definitivo en la actividad laboral, se estima que
debe conservarse la situación de alta en que se encontraba el trabajador con anterioridad al
cese. Por ejemplo: en la huelga legal o cierre patronal legal (art. 45ET). Regulación art. 166
LGSS

e. Situaciones asimiladas al alta

Estas situaciones son más numerosas. Su origen proviene del peso histórico que el requisito de
estar en alta ha causado respecto del derecho a las prestaciones de la Seguridad Social. Estas
situaciones se suelen clasificar dependiendo de si la asimilación del alta tiene configuración
legal o jurisprudencial.

Según el art. 36 del RD 84/1996, que desarrolla el 166 LSS, estarán en situación asimilada a la
de alta quienes, aun cuando hubieren cesado en la prestación de servicios, se encuentren en
alguna de las siguientes situaciones: la situación legal de desempleo; excedencia forzosa;
excedencia para el cuidado de hijos con reserva de puesto de trabajo; la suspensión del
contrato de trabajo por servicio militar o prestación social sustitutoria; el traslado del
trabajador por la empresa fuera del territorio nacional; períodos de inactividad entre trabajos
de temporada; períodos de prisión sufridos como consecuencia de los supuestos
contemplados en la Ley de Amnistía; entre otras.

5. Bajas de los trabajadores

Las bajas reflejan el cese de la actividad por el trabajador, la extinción del contrato de trabajo,
o el cambio a un centro de trabajo en diferente provincia, e incluso dentro de la misma
provincia, si es necesaria la adscripción a una cuenta de cotización distinta.

Debe efectuarlas el empresario y, en caso de incumplimiento de este, podrá realizarla el


trabajador; también podrá efectuarse de oficio por la dirección provincial de la TGSS o
administración de la misma correspondiente. Se realizarán suministrando los datos
correspondientes a la baja por los medios electrónicos, informáticos o telemáticos a través del
sistema de remisión electrónica de datos (RED); entregando el impreso de solicitud oficial (TA
2S) o remitiéndolo a través de correo o fax.

El plazo para dar de baja a un trabajador es de 3 días naturales desde el cese de la actividad. Si
el trabajador continúa trabajando a pesar de haber tramitado la baja, ésta no surtirá efectos
liberatorios. En los casos en que no se solicite la baja o la misma se formule fuera de plazo y en
modelo distinto al establecido, no extinguirá la obligación de cotizar, hasta el día en que la
Tesorería conozca el cese o hasta el día en que se produzca la actuación del Inspector o se
reciban los documentos.

En caso de baja voluntaria del trabajador, sólo habrá que abonar, a éste, la retribución o
salario al día que causó la baja en la empresa. Su nómina reflejará los datos salariales y los de
cotización, hasta la fecha de la baja. La posición de la empresa que no comunica esa baja es
diversa, porque tendrá que seguir abonando la cotización hasta que la TGSS tenga
conocimiento de la baja.

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La falta de tramitación de la baja y sus efectos no pueden excusarse por realizar otro trabajo,
ya sea por cuenta ajena o por cuenta propia. Serán necesarios diversos medios de prueba para
destruir su carácter constitutivo.

La TGSS puede dar de baja de oficio cuando comprueba a través de la Inspección de Trabajo la
inobservancia de las obligaciones empresariales, siempre que el trabajador haya dejado de
prestar realmente los servicios.

El parte de baja ha de tramitarse ante la Tesorería que, si la acepta, lo devuelve por duplicado.
En caso de negativa, la misma debe resolver por acuerdo motivado. Los partes deben
conservarse durante cinco años.

Finalmente, sobre el procedimiento de los actos de encuadramiento, obligaciones de las


empresas, actuaciones e informes de la Inspección de Trabajo, los actos de la TGSS y sus
efectos, hay que tener en cuenta el RD 84/1996, de 26 de enero y sus modificaciones
posteriores (las más recientes son por RD 997/2018, de 3 de agosto, RD 708/2015, de 24 de
julio y RD 328/2009, de 13 de marzo).

a. Efectos de la baja

- La baja realizada en tiempo y forma da lugar a la extinción de la obligación de cotizar


desde que tuvo lugar el cese en el trabajo.

- En caso contrario, no se extingue la obligación de cotizar hasta la tgss tenga


conocimiento del cese, cursando de oficio la baja y extinguiéndose la obligación de cotizar
desde que se haya llevado a cabo la actuación inspectora.

6. Supuestos particulares, especialidades o sistemas especiales

Los actos de encuadramiento tienen particularidades en varios sistemas o regímenes.


Destacamos: Sistema especial del hogar; Sistema especial de trabajadores agrarios por cuenta
ajena; Régimen especial de trabajadores autónomos (RETA); y Sistema especial del hogar.

En los sistemas especiales rigen normas específicas sobre los actos de encuadramiento. Así hay
sistemas que establecen mecanismos de altas por temporadas (industria resinera, empresas
exportadoras de tomate, manipulado y envasado de frutas y hortalizas y conservas vegetales),
en los que se comunican las altas iniciales y las bajas definitivas en el plazo de 5 días hábiles
mediante documento referido a la totalidad de los trabajadores. Las altas y bajas sucesivas se
comunican a lo largo del mes siguiente a que se refieran en modelo oficial (Libro de
anotaciones diarias), sin que suponga la baja definitiva.

Hay otros sistemas especiales (empleados en salas de juego, bingos, discotecas, de exhibición
cinematográfica, encuestadores) en los que se presentan una relación mensual de altas y bajas
y días trabajados al mes anterior, dentro de los 10 primeros días de cada mes y, los días que no
trabajen se les considera en situación asimilada al alta hasta que no se formule su baja
definitiva.

En el caso del sistema especial del hogar depende del número de horas que se trabaje al mes:

- Si trabaja durante menos de 60 horas mensuales por empleador, será el trabajador el


obligado a realizar los actos de encuadramiento.

- Si trabaja durante más de 60 horas mensuales para un empleador, será el titular del
hogar el responsable, como en el régimen general.

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7. Referencia al sistema re

El sistema red (remisión electrónica de documentos), es un servicio que ofrece la TGSS a


empresas y profesionales, cuya misión es permitir el intercambio de información y
documentos entre ambas entidades (TGSS y usuarios) a través de Internet. Se utiliza en
afiliación, altas, bajas, variaciones de datos de trabajadores, así como en consultas y petición
de informes relativos a trabajadores y empresas.

La cooperativa de trabajo asociado que haya optado por el régimen general es ésta como
persona jurídica la que lleva a cabo la afiliación, altas y bajas. Debe acompañar certificado de
inscripción de la cooperativa en el Registro y copia de Estatutos. En caso de que se haya
optado por el régimen de autónomos la obligación corresponde a cada socio, si bien la
cooperativa tiene responsabilidad subsidiaria. En el caso de extranjeros el empresario debe
comunicar el permiso de trabajo. En el caso de representantes de comercio es el propio
trabajador el obligado a tramitar las altas y bajas, respondiendo subsidiariamente el
empresario. Este representante de comercio deberá realizar en cada provincia donde ejerza su
actividad profesional o, si es en varias, donde tenga su domicilio el alta

Tema 5 La cotización

1. Configuración general

La cotización es la acción por la cual los sujetos obligados aportan recursos económicos al
sistema de la SS en virtud de su inclusión en él por el ejercicio de una actividad laboral.

La cotización a la Seguridad Social es obligatoria para todos los regímenes del sistema
(comprende a todas las personas físicas y jurídicas), es una obligación legal, según establece el
art 18.1 TRLGSS. Esa obligación comprende la cotización por diversos conceptos: tanto por
contingencia de desempleo, así como al Fondo de Garantía Salarial, por la formación
profesional y por cuantos otros conceptos se recauden conjuntamente, con las cuotas de la
Seguridad Social. La obligación nacerá desde el momento de iniciación de la actividad
correspondiente. Esa obligación implica la realización de operaciones, comunicaciones y
demás actos de determinación de las cuotas (liquidación), mediante el tipo de cotización
correspondiente a las bases de cotización determinada por ley, durante los períodos a liquidar,
deduciendo el importe de las bonificaciones y reducciones procedentes, y aportando los
documentos de cotización en el modelo oficial. Así se establece en el art 15.1 del Real Decreto
2064/1995, de 22 de diciembre, por el que se aprueba el Reglamento General sobre Cotización
y Liquidación de otros Derechos de la Seguridad Social (RGCL).

a. Financiación del sistema

- Aportaciones progresivas del Estado (sistema impositivo)

- Cuotas de las personas obligadas (cotización)

- Cantidades recaudadas por recargos, sanciones u otras de naturaleza análoga.

- Frutos, rentas e intereses de sus recursos patrimoniales.

- Cualesquiera otros ingresos.

2. Los sujetos obligados y responsables de la cotización

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a. Los sujetos obligados

Art. 141 LSS. “Estarán sujetos a la obligación de cotizar al Régimen General de la Seguridad
Social los trabajadores y asimilados comprendidos en su campo de aplicación y los empresarios
por cuya cuenta trabajen”. Para las contingencias comunes, la cotización comprenderá dos
aportaciones: de los empresarios, y de los trabajadores. Por las contingencias de accidentes de
trabajo y enfermedades profesionales la cotización completa correrá a cargo exclusivamente
de los empresarios. La aportación del trabajador en la cotización por contingencias comunes
será de su exclusivo cargo, siendo nulo todo pacto en contrario. El empresario descontará a
sus trabajadores, en el momento de hacerles efectivas sus retribuciones, la aportación que
corresponda a cada uno de ellos. Si no efectuase el descuento en dicho momento no podrá
realizarlo con posterioridad, quedando obligado a ingresar la totalidad de las cuotas a su
exclusivo cargo. El empresario que, habiendo efectuado tal descuento, no efectúe el ingreso
de las aportaciones correspondientes dentro de plazo, incurrirá en responsabilidad ante sus
trabajadores y ante las Entidades gestoras de la SS y Tesorería General.

El art. 143 LSS señala que será nulo todo pacto, individual o colectivo, por el cual el trabajador
asuma la obligación de pagar total o parcialmente la prima o parte de cuota a cargo del
empresario; o todo pacto que pretenda alterar las bases de cotización fijadas en el 147.

Las Administraciones Públicas, los organismos públicos, demás entidades de derecho público
dependientes de las mismas y los órganos constitucionales del Estado, serán responsables del
cumplimiento de la obligación de cotizar para las remuneraciones, compensaciones,
indemnizaciones u otros conceptos a los empleados públicos que sólo dependan de ellos
funcionalmente.

b. Los sujetos responsables, responsable principal y responsable conexo

Los sujetos responsables son aquellos a los que les resulta exigible directamente el pago de la
cuota, si bien la ley extiende dicha responsabilidad a otros responsables solidarios y
subsidiarios, así, hablamos de responsables directos y derivados.

Es responsable principal el empresario, sobre el cual recaen las obligaciones de:

a) Liquidar la cuota

b) Descontar la cuota obrera del salario en el momento de efectuar su pago

c) Cumplimentar los boletines de cotización

d) Efectuar el ingreso de las aportaciones en la TGSS Y son terceros responsables, en


régimen de solidaridad:

• El empresario principal respecto de las contratas y subcontratas

• El empresario cedente junto con el cesionario en el caso de subrogación de empresa

• La empresa usuaria en casos de puesta a disposición al margen de los supuestos


expresamente autorizados.

Y son responsables, en régimen de subsidiariedad, la empresa principal, así como la empresa


usuaria, respectivamente en casos de subcontratación y de cesión de trabajadores a través de
ETT, por insolvencia de la empleadora.

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El art. 142 determina que el empresario es el sujeto responsable principal del cumplimiento de
la obligación de cotizar e ingresará las aportaciones propias y las de sus trabajadores, en su
totalidad. Responderán, solidaria, subsidiariamente o mortis causa las personas o entidades sin
personalidad a que se refieren los art 18 y 168.1 y 2. El Art. 18 LGSS establece que: Son
responsables del cumplimiento de la obligación de cotizar y del pago de los demás recursos de
la Seguridad Social las personas físicas o jurídicas o entidades sin personalidad a las que las
normas reguladoras de cada régimen y recurso impongan directamente la obligación de su
ingreso y, además, los que resulten responsables solidarios, subsidiarios o sucesores mortis
causa de aquellos, por concurrir hechos, omisiones, negocios o actos jurídicos que determinen
esas responsabilidades, en aplicación de cualquier norma con rango de ley que se refiera o no
excluya expresamente las obligaciones de Seguridad Social, o de pactos o convenios no
contrarios a las leyes. Dicha responsabilidad solidaria, subsidiaria o mortis causa se declarará y
exigirá mediante el procedimiento recaudatorio establecido en esta ley y en su normativa de
desarrollo.

Para delimitar estos responsables derivados o conexos, hay que demostrar que concurren
hechos, omisiones, negocios o actos jurídicos que determinan esas responsabilidades. Es decir,
se contemplan una serie de responsabilidades específicas, como la solidaria, la subsidiaria o la
mortis causa, para otros sujetos responsables que no están directamente obligados por Ley
como el empresario, pero que si se demuestra su responsabilidad específica responderán
igualmente de manera solidaria, subsidiaria o por sucesión mortis causa.

La responsabilidad solidaria por sucesión en la titularidad de la explotación, industria o negocio


que se establece en el art. 168 se extiende a la totalidad de las deudas generadas con
anterioridad al hecho de la sucesión. Y existe dicha sucesión cuando sea una sociedad laboral
la que continúe la explotación, industria o negocio, esté o no constituida por trabajadores que
prestaban servicios por cuenta del empresario anterior.

Según el art. 21, la TGSS, como caja única del sistema de la Seguridad Social, se encargará de la
gestión liquidatoria y recaudatoria de los recursos de esta, así como de los conceptos de
recaudación conjunta con las cuotas de la Seguridad Social, bajo la dirección y tutela del
Estado (sujeto activo).

3. El objeto de la cotización o la cuota

El objeto de la cotización es la cuota, que es la manifestación de la obligación de cotizar


durante un tiempo determinado (período de cotización), respecto de los sujetos obligados a
cotizar. Dicha cantidad resulta de la operación liquidatoria de aplicar un porcentaje, llamado
tipo de cotización, a una cantidad fijada en las normas aplicables a la cotización en los
diferentes Regímenes del sistema de la SS, denominada base de cotización, y de deducir, en su
caso, el importe de las bonificaciones y/o reducciones que resulten aplicables, sin perjuicio de
que su cuantía pueda ser fijada directamente por las normas reguladoras de la cotización en
los distintos Regímenes del Sistema (art. 6 RGCL).

El Articulo 19 LGSS se refiere a las bases y tipos de la cotización. Las bases y tipos de cotización
a la Seguridad Social y por los conceptos que se recauden conjuntamente con las cuotas de la
Seguridad Social serán los que establezca cada año la correspondiente Ley de Presupuestos
Generales del Estado.

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La cuota es (naturaleza jurídica):

• Es un tributo

• No se trata de una prima de seguro que garantice nada a plazo largo

• Ni tiene que vincularse necesariamente con los ingresos, sino que se fija a una base
impositiva, y sobre ella se tributa.

El objeto de la obligación de cotizar es la cuota a ingresar, que se determina aplicando a la


base de cotización el tipo o porcentaje marcado por las leyes anuales de presupuestos.

¿Cómo se calcula la cuota? → Cuota= base de cotización x tipo de cotización

a. Base de cotización

La base de cotización está constituida por la remuneración total, independientemente de su


forma (tanto en metálico como en especie), que, con carácter mensual, tenga derecho a
percibir el trabajador o asimilado, o la que efectivamente perciba de ser ésta superior, por
razón del trabajo que realice por cuenta ajena (art 147 TRLGSS).

A la remuneración computada se añadirá la parte proporcional de las gratificaciones


extraordinarias establecidas y de aquellos conceptos retributivos que tengan periodicidad en
su devengo superior a la mensual o que no tengan carácter periódico y se satisfagan dentro del
ejercicio económico correspondiente; dividiéndose dicho importe anual por 365 días, si el
importe es diario y, por 12 si fuera mensual.

Las bases de cotización a la Seguridad Social, en cada uno de sus regímenes, tendrán como
tope máximo las cuantías fijadas para cada año por la correspondiente Ley de Presupuestos
Generales del Estado y como tope mínimo las cuantías del salario mínimo interprofesional
vigente en cada momento, incrementadas en un sexto, salvo disposición expresa en contrario.
Se establece en el 19.3, una regla específica para los supuestos de AT y EP, porque, en estos
casos, la cotización correspondiente a las contingencias de accidentes de trabajo y
enfermedades profesionales se realizará mediante la aplicación de los tipos de cotización
establecidos para cada actividad económica, ocupación o situación en la tarifa de primas
establecidas legalmente. Las primas correspondientes tendrán a todos los efectos la condición
de cuotas de la Seguridad Social. La base de cotización para la contingencia de desempleo, en
todos los regímenes de la Seguridad Social que tengan cubierta la misma, será la
correspondiente a las contingencias de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales.
De igual modo, la base de cotización para determinar las aportaciones al Fondo de Garantía
Salarial y para formación profesional, en todos los regímenes de la Seguridad Social en los que
exista la obligación de efectuarlas, será la correspondiente a las contingencias de accidentes de
trabajo y enfermedades profesionales

Vendrá determinada por la remuneración total, cualquiera que sea su forma o denominación
(en metálico o en especie) que mensualmente

- Tenga derecho a percibir el trabajador

- O la que efectivamente perciba, de ser esta superior por razón del trabajo que realice
por cuenta ajena, sin otras excepciones que las correspondientes a los conceptos no
computables determinados en art. 147.2 LGSS.

Art. 147.2. Únicamente no se computarán en la base de cotización los siguientes conceptos:

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a) Las asignaciones para gastos de locomoción del trabajador que se desplace fuera de su
centro habitual de trabajo para realizar el mismo en lugar distinto, cuando utilice medios de
transporte público, siempre que el importe de dichos gastos se justifique mediante factura o
documento equivalente.

b) Las asignaciones para gastos de locomoción no comprendidos en el apartado anterior,


así como para gastos normales de manutención y estancia generados.

c) Las indemnizaciones por fallecimiento y las correspondientes a traslados, suspensiones


y despidos.

Las indemnizaciones por fallecimiento y las correspondientes a traslados y suspensiones


estarán exentas de cotización hasta la cuantía máxima prevista en norma sectorial o convenio
colectivo aplicable.

Las indemnizaciones por despido o cese del trabajador estarán exentas en la cuantía
establecida con carácter obligatorio en el texto refundido de la Ley del Estatuto de los
Trabajadores, en su normativa de desarrollo o, en su caso, en la normativa reguladora de la
ejecución de sentencias.

Cuando se extinga el contrato de trabajo con anterioridad al acto de conciliación, estarán


exentas las indemnizaciones que no excedan de las que corresponden en caso de despido
improcedente.

d) Las prestaciones de la Seguridad Social, las mejoras de las prestaciones por


incapacidad temporal concedidas por las empresas y las asignaciones destinadas por estas
para satisfacer gastos de estudios dirigidos a la actualización, capacitación o reciclaje del
personal a su servicio, cuando tales estudios vengan exigidos por el desarrollo de sus
actividades o las características de los puestos de trabajo.

e) Las horas extraordinarias, salvo para la cotización por accidentes de trabajo y


enfermedades profesionales de la Seguridad Social.

Para la determinación del concepto de remuneración total que se indica como base objeto de
cotización, se establecen desde el RGCL, una serie de normas que toman como referente el
concepto de salario tanto en metálico como en especie.

El coste medio el resultado de dividir los costes totales que suponga para la empresa la
entrega de un bien, derecho o servicio, entre el número de trabajadores perceptores
potenciales de dicho bien, derecho o servicio (23 RGCL).

El tipo de cotización es el porcentaje numérico que se aplica a la base de cotización, para así
obtener la cuota o cantidad líquida, objeto de la obligación de cotizar. Los tipos de cotización
serán los fijados para cada año, por la Ley de Presupuestos Generales del Estado. El tipo de
cotización depende y se aplica en distintos

porcentajes, sobre las bases de cotización de las diversas contingencias protegidas, esto
implica que no exista un solo tipo de cotización, sino varios tipos que se aplican, en un solo
acto.

El tipo de cotización por contingencias comunes se caracteriza, con carácter general, por tener
carácter único para todo el ámbito de protección, del régimen jurídico establecido por el

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TRLGSS y su reglamento; dependiendo su distribución y establecimiento de las directrices de la
Ley de Presupuestos Generales del Estado.

Art 146.1 TRLGSS: “La cotización por las contingencias de accidentes de trabajo y
enfermedades profesionales se realizará mediante la aplicación de los tipos de cotización
establecidos para cada actividad económica, ocupación, o situación en la tarifa de primas
establecida legalmente. Para el cálculo de dichos tipos de cotización se computará el coste de
las prestaciones y las exigencias de los servicios preventivos y rehabilitadores.”

b. Tipos de cotización

• Contingencias comunes.

Durante el año 2019, el tipo de cotización sobre la base de cotización que corresponda según
la escala anterior, será el 28.30%, siendo el 23.60% a cargo del empleador y el 4.70% a cargo
del empleado.

• Contingencias profesionales.

Sobre la base de cotización que corresponda, se aplicara el tipo de cotización previsto en la


tarifa de primas aprobada por la disposición adicional cuarta de la ley 42/2006, de 28 de
diciembre, de PGE para el año 2007, en redacción dada por la disposición final quinta del RD
Ley 28/2018, de 28 de diciembre, siendo la cuota resultante a cargo exclusivo del empleador.

• Beneficios en la cotización.

La contratación de cuidadores en familias numerosas dará derecho a una bonificación del 45%
por ciento de las cuotas a la ss. a cargo del empleador, siempre que los dos ascendientes o el
ascendiente, en caso de familia monoparental, ejerzan una actividad profesional por cuenta
ajena o propia fuera del hogar o estén incapacitados para trabajar.

Cuando la familia numerosa ostente la categoría de especial, para la aplicación de este


beneficio no será necesario que los dos progenitores desarrollen cualquier actividad retribuida
fuera del hogar.

En cualquier caso, el beneficio indicado en el primer párrafo solo será aplicable por la
contratación de un único cuidador por cada unidad familiar que tenga reconocida oficialmente
la condición de familia numerosa.

c. Deducciones, reducciones y bonificaciones

La existencia de un sistema de coeficientes reductores y de bonificaciones y reducciones


permite reducir la cuantía a ingresar y la cuantía debida, respectivamente.

Resultan aplicables en los siguientes supuestos:

- En los casos en que se excluya la protección de ciertos riesgos (véase regímenes


especiales)

- Cuando la cobertura por ciertas contingencias sea asumida por el empresario


(colaboración voluntaria)

- Como medida de fomento de empleo

d. Supuestos especiales

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1. Incapacidad temporal, riesgo durante el embarazo y descanso por maternidad

2. Permanencia en alta sin retribución, cumplimiento de deberes de carácter público,


permisos y licencias.

3. Desempleo (prestación y subsidio)

4. Vacaciones devengadas y no disfrutadas, abonadas a la extinción del contrato

5. Pluriempleo: posibilidad de que un trabajador pueda a la vez tener varios empleos.

6. Salarios retroactivos

7. Contratos para la formación y aprendizaje.

8. Contratos a tiempo parcial

9. Convenio especial

4. Régimen jurídico de la obligación, nacimiento, duración y extinción

La obligación de cotizar nace con el comienzo de la actividad correspondiente (art. 12 RGCL),


incluyendo el periodo de prueba.

Se prolonga durante todo el periodo en que el trabajador esta dado alta. La obligación se
mantiene, incluso, en supuestos especiales en los que no existe prestación de trabajo
(situaciones asimiladas a la de alta):

- Cumplimiento de deberes de carácter publico

- Desempeño de cargos de representación sindical (siempre que ello no dé lugar a la


excedencia en ambos casos)

- Incapacidad temporal

- Riesgos durante el embarazo

- Maternidad (mientras subsista el contrato de trabajo, en estos tres casos)

- Durante el cumplimiento de condena

Además, el reglamento de cotización establece otros casos:

a) Durante la situación de desempleo total, contributivo y asistencial.

b) Convenio especial con la administración de la seguridad social, con cotización a cargo


del trabajador

c) Los trabajadores de temporada durante los periodos de inactividad

d) funcionarios públicos incluidos en el régimen general: durante las situaciones de


licencia o permiso sin sueldo, suspensión provisional de funciones, servicio militar y plazo
posesorio para cambio de destino.

En cambio, la situación de alta especial por huelga o cierre patronal suspende la obligación de
cotizar (art. 144.5 LGSS).

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Se extingue la obligación de cotizar con el cese del trabajo, siempre que se comunique la baja
al Registro General de la SS en el tiempo y forma establecidos (art. 14 RGCL).

5. Recaudación, liquidación

La liquidación se regula en el art. 22 LGSS. Es la obligación consistente en cuantificar el importe


de las cuotas que deben ingresar los interesados en la SS. Salvo que se indique otra cosa, se
refiere a mensualidades completas. Sistemas de liquidación (art. 29 LGSS):

- Autoliquidación: por el sujeto responsable del ingreso de las cuotas (residual).

- Liquidación directa por la TGSS: por cada trabajador en función de los datos de que
disponga.

- Liquidación simplificada: para trabajadores del RETA, RETM, y los sistemas especiales
de empleados de hogar y agrarios por cuenta ajena (inactividad), seguro escolar y con
convenios especiales.

La propia TGSS calcula las cotizaciones y carga en cuenta los importes de tales cuotas.

Desde el art. 21.1 LGSS se conceptúa la gestión recaudatoria, como una caja única del sistema
de la SS. La gestión recaudatoria de las cuotas que están obligadas a cotizar los sujetos
responsables, se lleva a efecto por la TGSS, a través de sus órganos de recaudación o
colaboradores (entidades financieras y otros órganos o agentes autorizados por el ministerio
de empleo y seguridad social). La recaudación implica el cumplimiento de la obligación de
cotizar.

La gestión recaudatoria es la actividad administrativa conducente a la realización de los


créditos y derechos que constituyen los recursos de la SS. Esta gestión se regula en la LGSS y el
Reglamento General de Recaudación (RD 1415/2004, de 11 de junio).

El empresario está obligado a realizar las actuaciones dirigidas al ingreso de las cuotas, tanto
de carácter previo (descuento de la cuota obrera de los salarios y presentación de los boletines
de cotización) como de ingreso efectivo de la cuota ante la TGSS. Dispone para ello de:

- Un periodo voluntario: se iniciará en la fecha de comienzo del plazo reglamentario de


ingreso. Podrá prolongarse, en caso de no mediar pago u otra causa de extinción de la deuda,
hasta la emisión de la providencia de apremio, con la que se dará inicio al período de
recaudación ejecutiva (art. 6 RGR). El art. 56 RGR establece el plazo reglamentario de ingresos
de cuota, será de un mes siguiente al que corresponda su devengo, salvo que se establezca
otro para las normas que regulan cada régimen. La recaudación voluntaria (arts. 28 y ss. LGSS)
tendrá lugar cuando el abono por parte del responsable del ingreso de cuotas tiene lugar en
plazo reglamentario.

Las cuotas de la Seguridad Social y por los conceptos de recaudación conjunta se liquidarán
mediante el sistema de autoliquidación por el sujeto responsable del ingreso o por el sistema
de liquidación directa mediante la TGSS.

- Un periodo de apremio: transcurrido el plazo reglamentario de ingreso y una vez


adquiera firmeza en vía administrativa la reclamación de deuda o acta de liquidación, se
iniciará el procedimiento de apremio mediante la emisión de providencia de apremio, donde
se identifica la deuda pendiente y el recargo correspondiente (art. 38 LGSS). La recaudación en
vía ejecutiva es un procedimiento exclusivamente administrativo y es competente la TGSS. Se

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inicia automáticamente una vez transcurrido el periodo voluntario de pago sin que se pague la
deuda. La iniciación de esta vía determina la aplicación automática del correspondiente
recargo.

El procedimiento se impulsa de oficio en todos sus trámites y una vez iniciado solo se puede
suspender: por resolución por la que se concede aplazamiento de la deuda; por la formulación
de un recurso, si a la vez se garantiza la deuda con aval suficiente o se consigna su importe.

La providencia de apremio, emitida por el órgano competente, constituye el titulo ejecutivo


suficiente para el inicio del procedimiento de apremio por la TGSS y tiene la misma fuerza
ejecutiva que las sentencias judiciales para proceder contra los bienes y derechos de los
sujetos obligados a pagar la deuda. En la notificación de la providencia de apremio se advertirá
al sujeto responsable de que si la deuda exigida no se ingresa dentro de los quince días
siguientes a su recepción o publicación serán exigibles los intereses de demora devengados y
se procederá al embargo de sus bienes.

La TGSS llevará a cabo dicha gestión recaudatoria a través de sus direcciones provinciales,
salvo atribución expresa a otros órganos o unidades (art 2 RGR).

La recaudación ejecutiva (arts. 37 y ss. LGSS) conlleva la necesidad de un mecanismo coercitivo


para el pago (embargo de bienes). Las unidades de recaudación ejecutiva de la TGSS son
competentes para la ejecución forzosa del patrimonio del deudor, en los términos establecidos
en LGSS y en el RGR. El recaudador ejecutivo tendrá la consideración de agente de la autoridad
pública en el ejercicio de sus funciones, y podrá recabar la cooperación y auxilio de la
autoridad gubernativa.

Todos los actos producidos en el procedimiento de recaudación en vía ejecutiva pueden ser
objeto de impugnación.

El procedimiento acaba cuando se solventan las deudas perseguidas, incluidos la deuda


principal, el recargo, los intereses y las costas del procedimiento.

El deudor pueda solicitar el aplazamiento del pago de la deuda cuando las circunstancias
económicas-financieras impidan efectuar el ingreso del débito. Dichas circunstancias deberán
ser valoradas por el órgano competente para resolver y si se reconocen se suspenderá el
procedimiento recaudatorio (23 TRLGSS). Este articulo autoriza el aplazamiento y el
fraccionamiento del pago de las cuotas de la SS, siempre que no se trate de la cuota por
contingencias profesionales ni la cuota obrera y se presenten los documentos de cotización (TC
1 y TC 2), lo cual puede tener lugar a través de medios telemáticos (sistema RED de la TGSS).
Por tanto, el aplazamiento es un acto administrativo de carácter rogado mediante el cual se
autoriza el pago de las deudas de SS fuera del plazo reglamentario de ingreso, con devengo
(cobro) de intereses. Finalmente, transcurrido el plazo reglamentario de ingreso sin pago de la
deuda, se aplicarán los correspondientes recargos y comenzará el devengo de intereses por
demora.

Las deudas susceptibles de aplazamiento son:

- Cualquier deuda de SS objeto de gestión recaudatoria en dicho ámbito, ya se trate de


cuotas, recursos de distinta naturaleza a cuotas o recargos sobre los anteriores.

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- Los recargos sobre prestaciones económicas debidas a accidentes de trabajo y
enfermedades profesionales originados por falta de medidas de seguridad e higiene en el
trabajo solo podrán aplazarse cuando se garanticen íntegramente con aval.

Deudas inaplazables:

- Cuotas de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales.

- Aportaciones de los trabajadores por cuenta ajena o asimilados.

El ingreso de las cuotas inaplazables deberá realizarse, si no estuviera hecho con anterioridad,
en el plazo máximo de un mes desde la fecha de notificación de la resolución por la que se
conceda el aplazamiento.

El ingreso de las cuotas se realizará mediante los sistemas de pago y las formalidades que
establezca la TGSS.

Los obligados al pago, deberán presentar a los colaboradores autorizados los documentos de
ingreso correspondientes. La presentación podrá efectuarse por medios electrónicos. No
obstante, aun cuando no se ingresen las cuotas, deben cumplirse, dentro del plazo
reglamentario establecido, las obligaciones en materia de liquidación de cuotas establecidas
en el art. 29 LGSS.

Transcurrido el plazo reglamentario establecido para el pago de las cuotas a la SS, se


devengarán los siguientes recargos:

• Recargo del 10% de la deuda, si se abonasen las cuotas debidas dentro del primer mes
natural siguiente al del vencimiento del plazo para su ingreso.

• Recargo del 20% de la deuda, si se abonasen las cuotas debidas a partir del segundo
mes natural siguiente al del vencimiento del plazo para su ingreso.

Los obligados al pago, podrán presentar los documentos de cotización a través de medios
informáticos, electrónicos y telemáticos (Sistema RED). Se podrán transmitir a través de este
sistema los siguientes documentos de cotización:

• TC2: relación nominal de trabajadores de régimen general

• TC 2/4: régimen especial de minería del carbón

• TC 2/5: régimen especial de los trabajadores del mar

• TC -2/19: régimen general de artistas

• TC- 2/8: relación nominal de trabajadores de sistema especial de trabajadores por


cuenta ajena agrarios.

Respecto al plazo de presentación, salvo que se establezcan otros plazos especiales, las cuotas
y demás conceptos que se recauden conjuntamente, se liquidaran por mensualidades, y se
ingresaran dentro del mes natural siguiente al que corresponda su devengo, con las siguientes
excepciones (regímenes especiales):

- Régimen especial de autónomos: se ingresarán dentro del mismo mes al que aquéllas
correspondan. El devengo tendrá lugar por periodos mensuales.

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- Seguro escolar: los alumnos abonarán la cantidad debida (parte de la cuota) cuando
paguen la matrícula; y el centro ingresará dichas aportaciones en el mes siguiente a aquel en
que finalice el plazo de matriculación.

- Supuestos especiales: si hay un convenio especial el plazo reglamentario de ingreso de


las cuotas será el establecido en su normativa específica.

El plazo reglamentario para el ingreso de las cuotas por incrementos de salarios,


modificaciones de las bases, conceptos y tipos de cotización que deban aplicarse con carácter
retroactivo, o por lo declarado en una disposición legal, acta de conciliación o sentencia,
finalizará el último día del mes siguiente al de la publicación en el boletín oficial
correspondiente de las normas que los establezcan o al de la notificación del acta o la
sentencia.

Por ejemplo, los salarios de tramitación (tenemos un despido que se tiene que declarar
improcedente).

6. La cotización en los sistemas especiales y en el RETA

Encontramos:

• Sistema especial de trabajadores por cuenta ajena agrarios: Por ley 28/2011, de 22 de
septiembre, desde 2012 quedan integrados en el RGSS los trabajadores por cuenta ajena que
figuren incluidos en el régimen especial agrario de la seguridad social a 31 de diciembre de
2011, mediante la creación de un sistema especial. También quedaran integrados en el RGSS
los trabajadores por cuenta ajena que, en lo sucesivo, realicen labores agrarias, sean
propiamente agrícolas, forestales o pecuarias o sean complementarias o auxiliares de las
mismas en explotaciones agrarias, así como los empresarios a los que presten sus servicios. La
cotización se regirá por la normativa vigente en el RGSS, con ciertas particularidades, pues hay
que distinguir entre los periodos de actividades y de inactividad.

• Sistema especial para empleados de hogar: De acuerdo con la disposición adicional


trigésima novena de la Ley 27/2011, de 1 de agosto, y con efectos de 1 de enero de 2012, el
régimen especial de la seguridad social de los empleados de hogar queda integrado en el RGSS,
mediante el establecimiento de un sistema especial para empleados de hogar. A partir del 1 de
enero de 2019, las bases de cotización por contingencias comunes, serán las determinadas en
la siguiente escala, en función de la retribución mensual percibida por los empleados de hogar,
incrementado con la parte proporcional de las pagas extraordinarias…

• Sistema especial de manipulado y empaquetado de tomate fresco destinado a la


exportación

También existe particularidades en:

• Trabajadores fijos discontinuos de empresas de estudio de mercado y opinión pública.

• Trabajadores fijos discontinuos de cines, salas de baile y de fiesta y discotecas.

• Servicios extraordinarios de hostelería.

• Industria resinera.

• Frutas, hortalizas e industria de conservas vegetales.

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Tema 6 La responsabilidad empresarial en materia
de SS
1. Responsabilidad en materia de prestaciones
a. Reglas generales

La pervivencia de los esquemas de seguros para la protección, el cumplimiento o


incumplimiento de las obligaciones instrumentales en la LGSS es una premisa para generar
derechos a esas prestaciones frente a la entidad aseguradora o colaboradora que corresponda;
y a su vez genera una serie de vicisitudes para el empresario responsable.

Son obligaciones legales y generan deberes por imperativo legal, la afiliación, el alta y la
cotización de los trabajadores. El régimen que genera el incumplimiento de esos deberes es
pluralista o diverso (desde los recargos de cotización por pagar fuera de plazo, a las sanciones
o posibles, últimas, penas por resolución de sentencia).

La normativa existente sobre Seguridad Social permite establecer unas responsabilidades


añadidas que se configuran como específicas de la seguridad social y que, a partir del modelo
de seguro, condicionan la válida configuración de la relación de aseguramiento, con la
consiguiente transferencia de responsabilidad desde el empresario hacia la entidad gestora.
Estas responsabilidades suelen denominarse “responsabilidades prestacionales”.

Art 167.1 LGSS: “Cuando se haya causado derecho a una prestación por haberse cumplido las
condiciones a que se refiere el artículo 165, la responsabilidad correspondiente se imputará,
de acuerdo con sus respectivas competencias, a las entidades gestoras, mutuas colaboradoras
con la Seguridad Social o empresarios que colaboren en la gestión o, en su caso, a los servicios
comunes”. El art. 167.2 LGSS es una de las normas que contienen este tipo de responsabilidad,
en cuanto al pago de prestaciones, puesto que establece que el incumplimiento de esos
deberes determinará la exigencia de responsabilidad.

Articulo 168 LGSS:

“1. Cuando un empresario haya sido declarado responsable, en todo o en parte, del pago de
una prestación, si la correspondiente obra o industria estuviera contratada, el propietario de
esta responderá de las obligaciones del empresario si el mismo fuese declarado insolvente.

No habrá lugar a esta responsabilidad subsidiaria cuando la obra contratada se refiera


exclusivamente a las reparaciones que pueda contratar el titular de un hogar respecto a su
vivienda.

2. En los casos de sucesión en la titularidad de la explotación, industria o negocio, el


adquirente responderá solidariamente con el anterior o con sus herederos del pago de las
prestaciones causadas antes de dicha sucesión. La misma responsabilidad se establece entre el
empresario cedente y cesionario en los casos de cesión temporal de mano de obra.

3. Cuando la prestación haya tenido como origen supuestos de hecho que impliquen
responsabilidad criminal o civil de alguna persona, incluido el empresario, la prestación será
hecha efectiva por la entidad gestora, servicio común o mutua colaboradora con la Seguridad
Social, sin perjuicio de aquellas responsabilidades” […]

La posibilidad de ser declarado total o parcialmente responsable constituye una interpelación


importante para que se cumpla con las obligaciones de la SS. El apoyo se encuentra en la

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tradición jurídica de la Ley de 1966, por la que se regula la colaboración de las empresas con la
Seguridad Social.

Hay que distinguir el hecho de la automaticidad de las prestaciones que se generan, de la


cuestión de la responsabilidad: una cosa es quién debe ser declarado responsable del abono
de la prestación y otra quién la garantiza.

En los casos de que llegue a existir daño, se puede anticipar al beneficiario la prestación y
posteriormente dirigirse contra el sujeto responsable. Se piensa en esta solución porque al
beneficiario le interesa la automaticidad de la prestación, para reparar el daño.

La responsabilidad en estos casos es una cuestión entre la entidad colaboradora o gestora


correspondiente y la empresa, porque si la prestación que se genera por el daño y que debe
estar cubierta por la entidad gestora, no está garantizada o anticipada; acabará siendo una
cuestión que afecta, en última instancia, al trabajador.

b. Imputación de responsabilidad al empresario por falta de inscripción,


afiliación y de alta

Cuando no se ha inscrito la empresa ni se ha optado por un tipo de aseguramiento, es


responsable el empresario, no la Mutua. Sin embargo, si existe la inscripción de la empresa y la
opción de aseguramiento por mutua, la falta de afiliación y alta del trabajador no exime de
anticipar la prestación a la Mutua, sin perjuicio de dirigirse contra el empresario responsable.

En caso de no dar de alta al trabajador, el empresario debe regularizar la situación de aquel


antes de que se pueda producir el hecho causante del daño, porque el empresario es
responsable de los periodos anteriores al alta. También es necesario que se hayan ingresado
las cuotas.

El alta de oficio o por actuación inspectora no exonera de responsabilidad al empresario.

La jurisprudencia ha atenuado la responsabilidad empresarial cuando el retraso en dar de alta


al trabajador es mínimo, sin consecuencias en la cotización, por no tener que aplicar recargos.

c. Responsabilidad por incumplimiento de la obligación de cotizar o la menor


cotización, infra cotización

Las cuotas son un recurso financiero o una forma de financiación de la Seguridad Social; por
este motivo si su ingreso no se produce genera una responsabilidad típica. Este
incumplimiento genera consecuencias no sólo recaudatorias, por los recargos, sino también
prestacionales, como mecanismo de compulsión indirecto. Esto es un apremio o interpelación
que se hace a una persona (en este caso empresario) por parte de la autoridad competente;
para que realice el pago o para que soporte la obligación tipificada en la Ley.

En el art 167.3 LGSS señala que las entidades gestoras, mutuas colaboradoras con la Seguridad
Social o, en su caso, los servicios comunes procederán, de acuerdo con sus respectivas
competencias, al pago de las prestaciones a los beneficiarios en aquellos casos, incluidos en
dicho apartado, en los que así se determine reglamentariamente, con la consiguiente
subrogación en los derechos y acciones de tales beneficiarios. En este artículo se pretende
recoger una modulación de la responsabilidad, en cuanto al pago de las prestaciones, si
procede la atenuación de la responsabilidad en cuanto al empresario, respecto de pago.
Existen antecedentes jurídicos sobre esta atenuación en normas de épocas con Gobiernos
Autoritarios. En la actualidad, esa modulación de responsabilidad es fijada por la

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Jurisprudencia. Las reglamentaciones empresariales han perdido valor como fuente del
derecho. El pacto elevado a convenio colectivo tiene más importancia entre el empresario y
trabajador.

La responsabilidad empresarial sólo se da cuando el trabajador tenga derecho a las


prestaciones, por reunir en ese momento las condiciones o porque el empresario cumplió con
alguno de los deberes exigidos, como dar de alta al mismo.

En el caso de que el trabajador no tenga derecho a las prestaciones, el empresario no


responde de las mismas, aunque haya incumplido previamente las obligaciones
instrumentales.

Respecto a los incumplimientos que generan responsabilidad del empresario, se recoge el


pago con atraso o demora, cuando se efectúa ese pago antes de que se produzca el hecho
causante del daño, salvando el supuesto del pago aplazado por convenio con la Tesorería,
porque en ese caso o supuesto la jurisprudencia resuelve que no hay responsabilidad, por
impago anterior de prestaciones. Esto es así, porque según la teoría general de las
obligaciones, quien cumple, aunque sea con demora, ha cumplido.

En algunos supuestos se estudia hasta la dilatación en el tiempo del impago, por descubierto
prolongado y dilatado, cuando se ha producido un hecho causante de daño al trabajador. Todo
ello con el objeto de delimitar si la empresa o empresario demostraba un comportamiento
deliberadamente rebelde en el incumplimiento. En estos casos, la jurisprudencia llega a valorar
la cuantía de la deuda, por la duración de los descubiertos, siendo muy diversos los criterios
jurisprudenciales.

Como el daño habitualmente está relacionado con el valor económico, no sólo por el daño
físico sino por el patrimonial, la jurisprudencia en su labor de interprete del derecho, llegó en
cierta época a relacionar estos comportamientos con el Derecho de Daños, por algún autor
denominado Teoría del Daño. Porque cuando el caso se estudia desde el daño, se suele tener
en cuenta el periodo de carencia del trabajador, pese al incumplimiento empresarial. Porque si
el periodo de carencia ha sido completado, aunque existan periodos incumplidos por el
empresario, se entiende que no existe responsabilidad. Se establecen excepciones a esta
teoría, porque no consideran aplicable la misma, a las contingencias profesionales y a los
accidentes de trabajo. Porque en las mismas no se exigen periodos de carencia. Lo que
significa que, en los casos de accidentes de trabajo y enfermedad profesional, el empresario sí
puede responder, aunque sea por obligación de reembolso, a la mutua colaboradora.

2. El principio de automaticidad de las prestaciones

El principio de automaticidad de las prestaciones consiste en el derecho a las prestaciones de


la SS, con independencia del cumplimiento o incumplimiento de las obligaciones
instrumentales de los sujetos obligados, generalmente el empresario o empresarios.

Se contempla para todo el sistema de SS en el art. 45.2 LGSS que remite, principalmente, al art.
167 LGSS.

El art 41CE exige el mantenimiento de un régimen público de SS para todos los ciudadanos que
garantice la asistencia y prestaciones sociales suficientes ante situaciones de necesidad. En
España rige un sistema de reparto, en virtud del cual, las aportaciones presentes de los
trabajadores cotizantes cubren las necesidades de los beneficiarios de las prestaciones. Por
ello, puede decirse que la solicitud de prestaciones en el nivel contributivo, por parte de los

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trabajadores, constituye sin duda un elemento de justicia retributiva. Por ello, cuando un
trabajador se encuentra ante la circunstancia de que el empresario no ha cumplido su
obligación total o parcialmente, no puede estar desamparado. Para solventar estas
circunstancias surge la responsabilidad empresarial en materia de prestaciones contributivas,
por infra cotizaciones.

a. Formas
i. Absoluta o plena

Se da en los supuestos de alta de pleno derecho. La entidad gestora o colaboradora está


obligada al anticipo de la prestación sin ningún tipo de condicionantes. Se clasifican como
supuestos de automaticidad absoluta o plena, cuando el principio se aplica sin estar
condicionado al cumplimiento de alta del trabajador. Ejemplo de estos casos son: la asistencia
sanitaria (tiene sentido por el principio de universalidad de los Seguros Sociales); causas
profesionales, entre las que se incluyen las prestaciones de riesgo durante el embarazo y
durante la lactancia; desempleo; jubilación a edad ordinaria, no anticipada, al no requerir el
requisito del alta.

ii. Relativa

En estos supuestos, para que la entidad gestora o colaboradora resulte obligada al anticipo de
la prestación el trabajador debe encontrarse dado de alta en el momento de producirse el
hecho causante de la prestación. Es decir, procederá el anticipo, siempre que el trabajador se
encuentre en alta. Estos supuestos suelen identificarse con los siguientes:

1. Incapacidad temporal derivada de riesgos comunes, Maternidad y Paternidad.

2. Incapacidad permanente derivada de enfermedad común.

3. Viudedad y Orfandad.

4. Jubilación anticipada (así se contemplaba en el artículo 95, apartado 2 de la LSS de


1966).

Inspirándose en la Ley de 1966, la doctrina considera que cuando no juega el principio de


automaticidad, el beneficiario debería dirigirse contra el responsable y exigirle el pago de las
prestaciones; es la misma imposición legal recogida actualmente en el art. 142.1 TRLGSS, al
empresario; la que puede utilizar ese trabajador para apelar o reivindicar al empresario, la
exigencia de pago.

El empresario puede ser insolvente en el momento del requerimiento, por ello, salvo en los
casos en que sea de aplicación el principio de automaticidad, el trabajador corre con los
riesgos. En estos casos, habría que ver si es culpable de la insolvencia. Si la insolvencia está
justificada por las circunstancias económicas como las actuales: cabe la posibilidad de que por
alguna normativa Reglamentaria o tipo Real Decreto Legislativo, como los que se han dictado
para el COVID 19-20, el Gobierno haya dispuesto una financiación específica para ciertos
autónomos. Si la insolvencia culpable o dolosa del empresario se considera que el empresario
responde y el trabajador también. En este ámbito, esta relación llamada laboral encajaría más
en el concepto de trabajo sumergido o negro

3. El convenio de asociación y el principio de automaticidad en la mutua

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La ley establece de manera expresa el principio de automaticidad a la Mutua, en base a las
características de las Mutuas Colaboradoras que desde su constitución deben reunir unas
garantías financieras y una finalidad de cobertura de intereses generales para el trabajador y el
mismo empresario.

Según el art 167.3 TRLGSS y DR 1993/1995, de 7 de diciembre, la Mutua puede anticipar y


posteriormente dirigirse contra la empresa responsable, por descubierto o por menor
cotización sobre el trabajador. En caso de insolvencia de la empresa existe una responsabilidad
subsidiaria del Fondo de Garantía de Accidentes de Trabajo, cuyas funciones las ha asumido el
Instituto Nacional de la Seguridad Social. Entonces, la Mutua podrá dirigirse contra el INSS para
recuperar lo anticipado, aunque sólo en caso de que se produzca el accidente de trabajo o
enfermedad profesional.

Esta anticipación se limita con la Ley de Presupuestos Generales del Estado a abonar dos veces
el Salario Mínimo Interprofesional, teniendo entonces el trabajador que dirigirse contra la
empresa para el resto, en lo no cubierto. Cuando el supuesto se refiere a la contingencia
común, la Entidad Gestora en caso de insolvencia del empresario declarado responsable,
deberá proceder al abono definitivo de la prestación por el importe declarado en la resolución
administrativa inicial, sin que quepa aplicar el tope del anticipo pues la prestación sigue siendo
pública y garantizada.

4. Otras responsabilidades especificas sobre prestaciones por incumplimiento en el


ámbito de la seguridad social y la salud laboral, con recargos prestacionales

Este tipo de incumplimiento está contenido en normas sancionadoras de Derecho


Administrativo Laboral y de Prevención de Riesgos Laborales, por ello, medidas como la orden
de paralización de trabajos o el cierre del centro, son impuestas por la Inspección de Trabajo y
Seguridad Social (ITSS) en casos de vulneración específica de normas relacionadas con la salud
laboral o la prevención.

Según se desprende del art 242 TRLGSS, el supuesto de incumplimiento de la orden de


paralización de trabajo se equipará a la falta de formalización de la protección de los
trabajadores, por los casos en que pudieran producirse el accidente o la enfermedad laboral;
convirtiéndose el empresario directo en responsable de esas prestaciones. En los trabajos que
exista un riesgo inminente de contraer enfermedades profesionales, el empresario está
obligado a practicar reconocimientos médicos, antes de la admisión o contratación del
trabajador y posteriormente de manera periódica.

En el TRLGSS y RD de las Mutuas Colaboradoras se impone la obligación de aportar ese


certificado médico inicial a las Mutuas Colaboradoras de Accidentes de Trabajo y Enfermedad
Profesional. Como es una obligación regulada y desarrollada por el Reglamento de aplicación
concreto, su incumplimiento empresarial, además de constituir una infracción administrativa
grave (art 47 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales), la empresa será responsable
directa de las prestaciones que pudieran derivarse de la omisión.

Las Mutuas deben controlar el cumplimiento de estas obligaciones. El incumplimiento de las


mutuas de sus obligaciones supondrá: la obligación de ingresar el importe de las primas
percibidas, con un recargo que podrá llegar al 100% de dicho importe; la obligación de ingresar
una cantidad igual a la que equivalgan las responsabilidades a cargo de la empresa; y en caso
de reincidencia, la anulación de su colaboración en la gestión (art 244.3 LGSS).

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Finalmente, en el ámbito laboral, las autorizaciones se manifiestan de forma continua, a través
de un control inicial y otros actos sucesivos; pudiendo revocar, paralizar o autorizar la actividad
laboral. En este ámbito se deben ubicar las contrataciones de personas que no sean
ciudadanos españoles, como los extranjeros. La Ley encargada de establecer las normas
básicas sobre los derechos y libertades de los extranjeros en España es la Ley 4/2000, en
adelante (Lex). El Ordenamiento Jurídico exige una autorización de residencia, para las
personas que no sean ciudadanos españoles, ni de otro estado miembro de la Unión Europea.
La autorización de trabajo es un acto que, con carácter general, procede de la Administración
Estatal. Es un acto declarativo de autorización administrativa que remueve la prohibición
normativa que impide el ejercicio de la actividad concreta de trabajar, por cuenta propia o por
cuenta ajena a los extranjeros.

Esta exigencia se conocía tradicionalmente como permiso de trabajo, y con posterioridad se


sustituyó esa expresión por la de autorización. La Ley reconoce a los extranjeros el derecho de
ejercer una actividad remunerada, por cuenta propia o ajena, pero siempre y cuando reúnan
los requisitos que dispone la propia norma. Concretamente, el art 36 Lex permite que los
extranjeros mayores de 16 años que deseen realizar cualquier actividad lucrativa, laboral,
profesional o investigadora precisarán de la correspondiente autorización administrativa para
residir y trabajar.

La infracción de una norma legal por el empresario que contrata, como la falta de autorización
administrativa para celebrar un contrato, genera sanciones administrativas en el régimen
general de la SS. En estos casos es más difícil que el trabajador pueda denunciar dicha
situación si éste ha infringido previamente esa necesaria autorización administrativa. Por estos
motivos generalmente serán supuestos sancionados por la Inspección de Trabajo y Seguridad
Social. Pueden verse tipificadas como infracciones leves, graves y muy graves este tipo de
infracciones en los artículos 50 y siguientes de la Lex.

TEMA 7 Prestaciones de la seguridad social y


gestión empresarial
A. Incapacidad temporal:

La incapacidad temporal es la situación en la que está el trabajador cuando no puede


temporalmente trabajar y precisa asistencia sanitaria de la SS; es una prestación de la SS.

La incapacidad temporal es una causa de suspensión del contrato de trabajo, donde se le


reserva su puesto, se suspenden los principales deberes (trabajar y remunerar), esta pérdida
del salario es suplida por la percepción de una prestación económica (subsidio) debiéndose
reflejar en el recibo de salarios como percepción extra salarial, pero está sujeta a IRPF y se
mantiene la obligación de cotizar.

Esto determina la primera característica de esta prestación: la suspensión del contrato de


trabajo. Puede suponer la interrupción del período de prueba si así lo acordaron las partes;
también interrumpe la duración de los contratos formativos, si hay una incapacidad el tiempo
en esa situación no computa en ese tipo de contratos. Durante la vigencia de la incapacidad, el
trabajador continúa dado de alta, tiene una baja médica, pero queda en alta frente a la SS y se
mantiene la obligación de cotizar, como incapaz.

En determinados casos y periodos, la empresa asume financieramente el pago de dicha


prestación (cantidades que no puede recuperar) además de la mejora por convenio colectivo.

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La prestación se abona al trabajador por la modalidad de pago delegado, es decir, es abonada
primero por la empresa (adelanto del pago), que la recupera posteriormente de la entidad
gestora o mutua; presentando los boletines de cotización en tiempo. Debe tenerse en cuenta,
además, la posibilidad de colaboración voluntaria de la empresa en la gestión de la prestación
de incapacidad temporal.

- Obligaciones del trabajador:

1. presentar los partes médicos al empresario (de baja, confirmación y alta): El parte de
baja lo hace el médico el primer día después del accidente o enfermedad, después hay que
hacer una confirmación de que se sigue enfermo y el parte de alta cuando el médico da de
alta.

2. someterse al tratamiento médico prescrito

3. acceder a los reconocimientos médicos (requeridos, por la entidad gestora o la mutua,


y a instancia del empresario para verificar el estado de enfermedad o accidente).

- Obligaciones del empresario:

1. Haber cumplido con las obligaciones con la SS, es decir, seguir cotizando por el
trabajador, continuar dado de alta; y vigilancia de la salud.

2. Abonar el subsidio al trabajador: adelantar el pago o pago delegado

3. Cotizar en beneficio del trabajador durante la situación de incapacidad temporal, así


como practicar la retención a cuenta del IRPF.

4. Cumplimentar o rectificar los datos requeridos en los partes médicos, y remitirlos a la


entidad gestora o mutua (por el sistema RED).

Articulo 169 LGSS. Concepto: Tendrán la consideración de situaciones determinantes de


incapacidad temporal:

a) Las debidas a enfermedad común o profesional y a accidente, sea o no de trabajo,


mientras el trabajador reciba asistencia sanitaria de la Seguridad Social y esté impedido para el
trabajo, con una duración máxima de 365 días, prorrogables por otros 180 días cuando se
presuma que durante ellos el trabajador puede curarse.

b) Los períodos de observación por enfermedad profesional en que se prescriba la baja


en el trabajo durante los mismos, duración máxima de 6 meses, prorrogables por otros 6
cuando se estime necesario para el estudio y diagnóstico de la enfermedad.

2. A efectos del período máximo de duración de la situación de incapacidad temporal que


se señala en la letra a) del apartado anterior, y de su posible prórroga, se computarán los
períodos de recaída y de observación. Se considerará que existe recaída en un mismo proceso
cuando se produzca una nueva baja médica por la misma o similar patología dentro de los 180
días naturales siguientes a la fecha de efectos de la alta médica anterior”.

Se trata de una situación de pérdida de la capacidad laboral por la alteración de la salud por
causa común o profesional, cuando suponga la imposibilidad transitoria para el desarrollo de la
prestación laboral, supuesto excepcional es el periodo de observación, tratándose de una
enfermedad profesional. Los elementos a tener en cuenta para esa incapacidad temporal
serán:

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- Alteración de la salud según un criterio médico (de la seguridad social o mutua). El
médico de la SS deberá avalar los partes de los servicios médicos privados.

- Origen común o profesional: La enfermedad profesional es aquella motivada por el


trabajo, no es la común, la cual tiene menos gravedad o relación con el trabajo desempeñado.

- Impide trabajar

- Es necesario y debe mantenerse la necesidad de recibir la asistencia

- De carácter temporal (lo diferencia de la incapacidad permanente). La incapacidad


temporal se diferencia de la permanente en qué la temporal dura un período de tiempo,
pasado este tiempo desaparece la causa que lo imposibilitaba para trabajar (hay posibilidades
de que te cures); en caso contrario pasas a la permanente.

Incapacidad temporal y vacaciones. Los tiempos de incapacidad temporal no reducen el


tiempo de vacaciones (se consideran tiempo de trabajo). La jurisprudencia reconoce el
derecho del trabajador a la fijación de un nuevo periodo de vacaciones cuando se ve
imposibilitado de disfrutar del periodo previamente pactado debido a una incapacidad
temporal.

Artículo 171. Prestación económica.

La prestación económica consistirá en un subsidio equivalente a un porcentaje sobre la base


reguladora, que se fijará y se hará efectivo en los términos establecidos en la ley.

Es una prestación económica sustitutiva de las rentas salariales (subsidio); y una prestación
sanitaria, prestaciones médico farmacéuticas, derecho a un médico de la SS. Puedes estar
ingresado en el hospital, pero puedes percibir tu prestación económica pues se destinan para
cubrir las necesidades de toda la familia.

Cada prestación tendrá una definición diferente. Distinguimos prestaciones contributivas y no


contributivas.

Se habla de pensión cuando quien la recibe es con carácter vitalicio o con una mayor
permanencia en el tiempo.

Respecto a la cuantía de las prestaciones debemos tener en cuenta unos topes máximos y
mínimos. El Gobierno fijará una cuantía mínima para evitar que se cobre menos de lo
suficiente para sobrevivir. Los topes máximos existen para que no sea una cantidad exorbitada.

Factor de sostenibilidad: significa que el sistema de ss. debe sostenerse. Los que están ahora
cotizado paguen las prestaciones de los que ahora están recibiéndolas. Así se intenta sostener
el sistema.

Beneficiarios de la Prestación. Requisitos.

Artículo 172. Beneficiarios:

Serán beneficiarios del subsidio por incapacidad temporal las personas incluidas en este
Régimen General que se encuentren en cualquiera de las situaciones determinadas en el
artículo 169, siempre que, además de reunir la condición general exigida en el artículo 165.1,
acrediten los siguientes períodos mínimos de cotización:

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a) En caso de enfermedad común, ciento ochenta días dentro de los cinco años
anteriores al hecho causante.

b) En caso de accidente, sea o no de trabajo, y de enfermedad profesional, no se exigirá


ningún período previo de cotización.

Para tener derecho a cobrar la prestación deben cumplirse unos requisitos:

• Recibir asistencia sanitaria.

• Estar afiliado a la SS (la afiliación es única para toda la vida) y en alta en la fecha del
hecho (en que te pones malo o tienes el accidente laboral).

• Se aplica el principio de alta presunta o de pleno derecho si la IT deriva de contingencia


profesional. Si es común no se presume nada.

• Encontrarse en alguna de las situaciones asimiladas al alta.

• Reunir un periodo de carencia cuando la IT deriva de enfermedad común. El periodo


de carencia se refiere al tiempo cotizado (periodo previo de cotización). Para poder tener
derecho a las prestaciones por incapacidad temporal tienes que haber cotizado un tiempo x si
la incapacidad es debía a una cosa común; si es profesional si cotizarás independientemente
del tiempo.

• Parte médico de baja: El derecho a subsidio está condicionado a un acto


administrativo, el parte médico de baja. Este parte se expedirá por el médico perteneciente al
Servicio Público de Salud si la contingencia es común, o por la MUTUA si la contingencia es
profesional.

Artículo 173. Nacimiento y duración del derecho al subsidio.

1. En caso de accidente de trabajo o enfermedad profesional, el subsidio se abonará


desde el día siguiente al de la baja en el trabajo, estando a cargo del empresario el salario
íntegro correspondiente al día de la baja. En caso de enfermedad común o de accidente no
laboral, el subsidio se abonará a partir del cuarto día de baja en el trabajo, si bien desde el día
cuarto al decimoquinto de baja, ambos inclusive, el subsidio estará a cargo del empresario.

2. El subsidio se abonará mientras el beneficiario se encuentre en situación de


incapacidad temporal, conforme a lo establecido en el artículo 169.

3. Durante las situaciones de huelga y cierre patronal el trabajador no tendrá derecho a


la prestación económica por incapacidad temporal.

Artículo 174. Extinción del derecho al subsidio.

1. El derecho al subsidio se extinguirá por el transcurso del plazo máximo de 545 días
naturales desde la baja médica; por alta médica por curación o mejoría que permita al
trabajador realizar su trabajo habitual; por ser dado de alta el trabajador con o sin declaración
de incapacidad permanente; por el reconocimiento de la pensión de jubilación; por la
incomparecencia injustificada a cualquiera de las convocatorias para los reconocimientos
establecidos por los médicos del INSS o de la mutua colaboradora; o por fallecimiento.

2. Cuando el derecho al subsidio se extinga por el transcurso del período de 545


naturales, se examinará en el plazo máximo de 3 meses el estado del incapacitado a efectos de
su calificación, en el grado de incapacidad permanente que corresponda.

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3. Extinguido el derecho a la prestación de incapacidad temporal por el transcurso del
plazo de 545 días naturales de duración, con o sin declaración de incapacidad permanente,
solo podrá generarse derecho a la prestación económica de incapacidad temporal por la
misma o similar patología, si media un período superior a 180 días naturales, a contar desde la
resolución de la incapacidad permanente.

4. El alta médica con propuesta de incapacidad permanente, expedida antes de que el


proceso hubiera alcanzado los 365 días de duración, extinguirá la situación de incapacidad
temporal […]

Artículo 175. Pérdida o suspensión del derecho al subsidio.

1. El derecho al subsidio por incapacidad temporal podrá ser denegado, anulado o suspendido:
cuando el beneficiario haya actuado fraudulentamente para obtener o conservar dicha
prestación; y cuando el beneficiario trabaje por cuenta propia o ajena; cuando, sin causa
razonable, el beneficiario rechace o abandone el tratamiento que le fuere indicado.

3. La incomparecencia del beneficiario a cualquiera de las convocatorias realizadas por los


médicos adscritos al INSS y a las mutuas colaboradoras para reconocimiento médico producirá
la suspensión cautelar del derecho, al objeto de comprobar si aquella fue o no justificada.

Artículo 176. Periodos de observación y obligaciones especiales en caso de enfermedad


profesional. Tener presente que existen estos periodos.

B. Jubilación

La Jubilación tiene dos niveles: contributivo y no contributivo. A continuación, veremos el


contributivo.

La jubilación a nivel contributivo:

La pensión de jubilación es la prestación económica que se reconoce una vez alcanzada la edad
establecida a quienes cesen total o parcialmente su actividad laboral por la que estaban
incluidos en el Sistema de la SS y acrediten el período de cotización fijado.

Art 204. Concepto: “La prestación económica por causa de jubilación, en su modalidad
contributiva, será única para cada beneficiario y consistirá en una pensión vitalicia que le será
reconocida, en las condiciones, cuantía y forma que reglamentariamente se determinen,
cuando, alcanzada la edad establecida, cese o haya cesado en el trabajo por cuenta ajena”.

Tendrán derecho a esta pensión las personas incluidas en el régimen general que reúnan las
siguientes condiciones: haber cumplido 67 años o 65 si se acreditan 38 años y seis meses de
cotización; tener cubierto un período mínimo de cotización de 15 años, de los cuales al menos
dos deben estar comprendidos dentro de los 15 años anteriores a la jubilación (205.1 LGSS).
También tendrán derecho a ella quienes estén en situación de prolongación de incapacidad
temporal y reúnan las anteriores condiciones.

Los beneficiarios de la pensión de jubilación son los trabajadores que cesen total o
parcialmente en su actividad laboral y reúnan determinados requisitos:

• Estar afiliado, en alta o alta asimilada en la Seguridad Social.

• También, aunque no se esté en alta o situación asimilada, siempre que se haya


cumplido la edad exigible y se acredite el período de cotización que corresponda.

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• Tener cubierto un período mínimo de cotización determinado según escala.

• Haber cumplido la edad establecida según escala.

Para el cómputo de los años y meses de cotización se tomarán años y meses completos, sin
que se equiparen a un año o un mes las fracciones de los mismos.

Tipos de jubilación:

1. Jubilación total: cuando cumpliendo los requisitos generales para el acceso a la


pensión de jubilación el trabajador cese totalmente en su actividad laboral.

2. Jubilación parcial: cuando se percibe prestación por jubilación del sistema de la ss y se


trabaja a tiempo parcial, es compatible jubilación y trabajo, al ser ambas parciales. Por
ejemplo, has cotizado suficiente pero no tienes la edad todavía (puede faltar un requisito),
recibes media pensión y medio salario. Podrán acogerse a esta modalidad:

• Trabajadores que hayan cumplido la edad que en cada caso resulte aplicable y reúnan
los requisitos para acceder a la pensión de jubilación, siempre que se reduzca su jornada de
trabajo entre un mino de 25% y un máximo de un 50%, sin necesidad de la celebración
simultanea de un contrato de relevo.

• Trabajadores que hayan cumplido ciertas edades fijadas por la SS.

3. Jubilación anticipada: cuando la edad mínima de jubilación se rebaja. Supuestos de


jubilación anticipada:

• Por RD, en actividades profesionales cuyos trabajos sean de naturaleza


excepcionalmente penosa, toxica, peligrosa o insalubre y, acusen elevados índices de
mortalidad.

• En el caso de personas con un grado de discapacidad igual o superior al 45%.

• Acceso anticipado derivado del cese en el trabajo por causa no imputable a la libre
voluntad del trabajador.

• También cabe el acceso anticipado a la jubilación por voluntad del interesado (deben
cumplirse específicos requisitos)

• Trabajadores por cuenta ajena con 60 años de edad, incluidos en el régimen general
que tuvieran la condición de mutualistas en alguna mutualidad laboral de trabajadores por
cuenta ajena antes del 1 de enero de 1967. Esta posibilidad no es aplicable a los trabajadores
que no se encuentren en alta o en situación asimilada al alta.

4. Jubilación flexible: la derivada de la posibilidad de compatibilizar, una vez causada, la


pensión de jubilación con un trabajo a tiempo parcial. En este caso se minorará la pensión en
proporción inversa a la reducción de la jornada de trabajo del pensionista en relación a la de
un trabajador a tiempo completo comparable.

Determinación de los períodos de cotización:

Las cotizaciones a tener en cuenta son:

• Al Régimen General de la Seguridad Social.

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• A los antiguos Regímenes del Seguro Obligatorio de Vejez e Invalidez (SOVI) y/o
Mutualismo Laboral.

Situaciones asimiladas al alta:

A los efectos de acceder a la pensión de jubilación son:

• Excedencia por cargo público.

• Traslado por la empresa fuera del territorio nacional.

• Convenio especial.

• Desempleo total y sus variantes.

• Huelga legal y cierre patronal (alta especial).

• Períodos de inactividad de los trabajadores fijos de temporada.

• Prórroga de la incapacidad temporal, en espera de la calificación de incapacidad


permanente.

• La situación de incapacidad temporal, sin obligación de cotizar, que subsiste una vez
extinguido el contrato de trabajo.

Cuantía de la pensión (art.210):

La cuantía de la pensión de jubilación, en su modalidad contributiva, se determinará aplicando


a la base reguladora los porcentajes siguientes:

- Por los primeros 15 años cotizados el 50 por ciento.

- A partir del año 16, por cada mes adicional de cotización, comprendidos entre los meses 1 y
248, se añadirá el 0,19 por ciento, y por los que rebasen el mes 248, se añadirá el 0,18 por
ciento, sin que el porcentaje aplicable a la base reguladora supere el 100 por cien.

No obstante, hasta el año 2027, se establece un periodo transitorio y gradual.

Base reguladora (art.209):

Se calcula dividiendo por 350 las bases de cotización del trabajador durante los 300 meses
inmediatamente anteriores al mes previo al del hecho causante, tomándose las bases
correspondientes a los veinticuatro meses inmediatamente anteriores al mes previo al del
hecho causante en su valor nominal; las restantes se actualizarán de acuerdo con la evolución
que haya experimentado el Índice de Precios al Consumo, desde los meses a que dichas bases
corresponden hasta el mes inmediato anterior a aquel en que se inicie el período de bases no
actualizables. No obstante, se aplicará la nueva base reguladora de forma gradual.

Complemento por maternidad:

Para las pensiones causadas a partir de 1 de enero de 2016, a las mujeres que hayan tenido 2 o
más hijos, biológicos o adoptados, se les reconocerá un complemento de pensión por
maternidad. El complemento consiste en un porcentaje aplicable a la cuantía inicial de la
pensión que causen. Porcentaje del 5 %, en el caso de 2 hijos; del 10 %, con 3 hijos y del 15 %,
en el caso de 4 o más hijos.

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El complemento de pensión no será de aplicación en los casos de acceso anticipado a la
jubilación por voluntad de la interesada ni en los de jubilación parcial.

C. Desempleo

Situación protegida de quienes, pudiendo y queriendo trabajar, pierden su empleo, o ven


reducida su jornada de trabajo, y que atribuye un posible derecho a prestaciones económicas,
bien como prestación o como subsidio. El desempleo puede ser: total o parcial.

1. Objeto de la protección, art. 262

Tiene por objeto regular la protección de la contingencia de desempleo en que se encuentren


quienes, pudiendo y queriendo trabajar, pierdan su empleo o vean suspendido su contrato o
reducida su jornada ordinaria de trabajo. Por tanto, el desempleo protegido aparece sometido
a 3 condiciones: tener la voluntad y disponibilidad de trabajar; poder trabajar; perder el
empleo o ver reducida la jornada laboral.

El desempleo será total cuando el trabajador cese, con carácter temporal o definitivo, en la
actividad que estaba desarrollando y sea privado del salario. Será parcial cuando se reduzca su
jornada diaria ordinaria de trabajo y su salario se reduzca consecuentemente

2. Personas protegidas, art. 264 LGSS

1. Trabajadores por cuenta ajena del Régimen General.

2. Trabajadores por cuenta ajena de los Regímenes Especiales que protegen esta contingencia.

3. Personal contratado en régimen de Derecho Administrativo y Funcionarios de Empleo.

4. Liberados de Prisión.

5. Socios trabajadores de cooperativas de trabajo asociado.

6. Emigrantes retornados.

7. Extranjeros que residan legalmente en España.

3. Niveles de protección, remisión, arts. 263 y 265 LGSS

1. Nivel contributivo, objeto proporcionar prestaciones sustitutivas de las rentas salariales


dejadas de percibir como consecuencia de la pérdida de un empleo anterior o de la suspensión
del contrato o reducción de la jornada:

-Prestación por desempleo total o parcial

-Abono de la cotización empresarial a la Seguridad Social y parte de la cotización del


trabajador.

2. Nivel asistencial, garantiza la protección a los trabajadores desempleados que se encuentren


en alguno de los supuestos incluidos en el artículo 274:

-Subsidio por desempleo

-Abono de las cotizaciones correspondientes a asistencia sanitaria, protección familiar y, en


algún caso, jubilación.

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**Junto a estas dos vías de protección por desempleo se articula un NIVEL DE INSERCIÓN,
constituido por los programas de RENTA ACTIVA DE INSERCIÓN, iniciados en el ámbito estatal
en el año 2000.

Cada año se dicta el correspondiente RD que regula el Programa de renta activa de inserción
para desempleados con especiales necesidades económicas y dificultades para encontrar
empleo (mayores de 45 años, minusválidos, emigrantes retornados y víctimas de violencia
doméstica).

4. Desempleo en el Nivel Contributivo


a. Situación legal de desempleo

La situación legal de desempleo aparece como el presupuesto básico de protección.

Así el artículo 267 LGSS determina:

1.Quienes se encuentran en situación legal de desempleo.

- Despido colectivo

- muerte, jubilación o incapacidad del empresario, determinen la extinción del


contrato

- Despido

- Extinción por causas objetivas

- Resolución voluntaria por el trabajador

- Por expiración del tiempo convenido o realización de la obra o servicio objeto del
contrato.

- Resolución de la relación laboral durante el periodo de prueba a instancia del


empresario

2.Los supuestos excluidos de la situación legal de desempleo.

- Cesen voluntariamente en el trabajo

- No acreditar disponibilidad para buscar activamente empleo y aceptar colocación


adecuada

- Declarado improcedente o nulo el despido, y comunicada la reincorporación al


trabajo, no se produjera por parte del trabajador la reincorporación

- Cuando no hayan solicitado el reingreso al puesto de trabajo en los casos y plazos


establecidos en la legislación vigente

b. Reconocimiento del derecho

Cumplidos los requisitos surge el derecho de automaticidad de las prestaciones.

El artículo 268 LGSS: se pronuncia sobre la solicitud y tramitación.

Se hará en el plazo de 15 días.

Se firmará el compromiso de actividad.

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c. Reconocimiento y pago de las prestaciones

Corresponde al Servicio Público de Empleo la gestión de las funciones y servicios derivados de


las prestaciones por desempleo. El pago de la prestación lo hace la Entidad gestora o el
empresario (desempleo parcial) (pago delegado).

d. Duración de la prestación por desempleo

Artículo 269 LGSS: depende del tiempo cotizado en los 6 años anteriores.

Se ha de tener presente que para la determinación del período de ocupación cotizada se tiene
presente todas las cotizaciones que no hayan sido computadas para el reconocimiento de un
derecho anterior.

e. Cuantía de la prestación por desempleo

(Art. 270 LGSS) Hay que tener en cuenta la base reguladora (será el promedio de la base por la
que se haya cotizado por dicha contingencia durante los últimos 180 días del período de 6 años
cotizados anteriores al desempleo); porcentajes (la cuantía de la prestación se determinará
aplicando a la base reguladora los siguientes porcentajes: el 70% durante los 180 primeros
días y el 50% a partir del día 181); cuantías máxima y mínima (depende del número de hijos a
cargo y del IPREM); las reglas de compatibilidad e incompatibilidad de esta prestación con
otras prestaciones.

f. Cotización durante la percepción de la prestación

Así lo fija el artículo 273 LGSS.

Constituye una obligación para:

1.El Servicio Público de Empleo, que asume la parte de la empresa.

2.Para el beneficiario de las prestaciones.

g. Suspensión de la prestación

En el 271 se fijan las causas de suspensión (por ejemplo: en los supuestos de traslado de
residencia al extranjero en los que el beneficiario declare que es para la búsqueda o realización
de trabajo; por imposición de sanción por infracciones leves y graves; mientras el titular del
derecho esté cumpliendo condena que implique privación de libertad...) y sus efectos. La
suspensión del derecho a la prestación supondrá la interrupción del abono de la misma y no
afectará al período de su percepción. La prestación se podrá reanudar de oficio o previa
solicitud del interesado

h. Extinción de la prestación

El artículo 272 LGSS establece las causas.

- Agotamiento del plazo de duración de la prestación.

- Imposición de sanción en los términos previstos en el texto refundido de la Ley sobre


Infracciones y Sanciones en el Orden Social.

- Realización de un trabajo por cuenta ajena de duración igual o superior a 12 meses (el
trabajador estaba percibiendo su prestación y empieza a trabajar, al principio se produce una
suspensión, pero si el trabajo dura más de 12 meses, la suspensión se convierte en una

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extinción) o realización de un trabajo por cuenta propia por tiempo igual o superior a 24
meses. Respecto a esos casos se produce una extinción impropia y atípica de la prestación.

- Cumplimiento de la edad ordinaria de jubilación.

- Pasar a ser pensionista de jubilación, o de incapacidad permanente en sus distintos grados

- Traslado de residencia o estancia en el extranjero, salvo en los supuestos que sean causa de
suspensión.

- Renuncia voluntaria al derecho.

5. Desempleo en el Nivel asistencial, no contributivo, regulado arts. 274 a 280 LGSS


a. Beneficiarios

los desempleados que figuren inscritos como demandantes de empleo durante el plazo de un
mes, que no hayan rechazado oferta de empleo adecuada, que carezcan de rentas y se
encuentren en alguna de las siguientes situaciones:

a) Haber agotado la prestación por desempleo y tener responsabilidades familiares.

b) Haber agotado la prestación por desempleo, carecer de responsabilidades familiares y


ser mayor de 45 años de edad.

c) Ser trabajador español emigrante que acredite haber trabajado como mínimo 12
meses en los últimos seis años.

d) Haber sido declarado plenamente capaz o incapacitado en cualquiera de sus grados.

Su principal característica es que complementa al nivel contributivo, así: otorga más tiempo de
protección; se otorga a todos, siempre que cumplan unos requisitos; protege situaciones
especiales de necesidad. No quiere decir que proteja todas las situaciones; y atiende a
desempleados mayores

B. Requisitos:

a. Generales:

-Parado inscrito durante al menos un mes.

-No rechazar oferta de empleo.

-Carecer de rentas superiores al 75 % del SMI.

b. Específicos

Existen un conjunto de requisitos que cambian según el colectivo que se esté considerando.

b. Cuantía

Artículo 278 LGSS.

Una cuantía general que es el 80 % del IPREM (Indicador Público de Rentas de Efectos
Múltiples). Una cuantía particular para el caso del subsidio especial para mayores de 45 años.

c. Obligación de cotizar

(Art. 280 LGSS).

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Durante la percepción del subsidio surge la obligación de cotizar. Dicha obligación la tiene que
cumplir el Servicio Público de Empleo. Ahora bien, tiene que cotizar:

-Por asistencia sanitaria y protección a la familia.

-Y en el subsidio de mayores de 52 años por la contingencia de jubilación.

d. Duración máxima del subsidio

Artículo 277 LGSS.

Hay que diferenciar:

1. La regla general es de 6 meses, prorrogables hasta los 18 meses.

2. Subsidios para quienes no han disfrutado de la prestación contributiva por no reunir período
mínimo de cotización. Y a su vez hay que distinguir entre: 1. Beneficiario con responsabilidades
familiares. Y 2. Beneficiario sin responsabilidades.

3. En el caso de desempleados mayores de 52 años, el subsidio durará hasta la jubilación


contributiva.

4. En caso de los trabajadores fijos discontinuos, el subsidio durará el número de meses


cotizados en el año anterior a la solicitud.

e. Dinámica del Derecho

Primero: Presentación de la solicitud y documentación (art. 275 LGSS).

Segundo: Nacimiento del Derecho (art. 276 LGSS).

Tercero: Suspensión y Extinción (art. 279 LGSS)

Se aplican las reglas de la prestación en el nivel contributivo.

A todas esas reglas generales hay que añadir como causa específica y característica de este
subsidio: la obtención de rentas superiores.

D. Mejoras Voluntarias de la Seguridad Social

Con base en la segunda parte del artículo 41 CE se articula en nuestro sistema una fórmula de
protección que es complementaria libre, que convive junto a la fórmula pública. El ámbito
complementario está excluido del régimen público de protección, al ser libre y no obligatorio
para el ciudadano no cuenta con la garantía de su mantenimiento por los poderes públicos. En
definitiva, la Constitución consagra la separación del aseguramiento privado de riesgos
sociales, sin atribuirle la naturaleza pública y la fuerza obligatoria del régimen público de
seguridad social.

Seguridad Social complementaria se presenta como el conjunto plural de técnicas protectoras


de naturaleza privada y carácter voluntario que, complementando o suplementando los
regímenes públicos de seguridad social, tratan de garantizar a sus beneficiarios la más elevada
tasa de sustitución de las rentas de activo.

El criterio de distinción entre la Seguridad Social básica y la complementaria está en quien


ostente la iniciativa para su implantación. Si el sistema de actuación protector ha sido
establecido imperativamente por el Estado nos encontramos ante la Seguridad Social básica.

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Si, por el contrario, se trata de una protección adicional o marginal implantada por la
autonomía privada, dentro de los cauces preparados ex profeso por el Estado, se está frente a
la Seguridad Social complementaria. El marco normativo es, en ambos casos, estatal. Sin
embargo, la voluntad creacional procede en un caso del Estado y, en el otro, de los
particulares.

La importancia creciente que ha adquirido la Seguridad Social complementaria ha provocado la


aparición en el derecho español de importantes cambios normativos. Así la gran novedad de la
legislación de la Seguridad Social en la etapa que va desde 1963 a 1978 y, concretamente,
dentro de las reformas de 1963-66 y 1972-74, está en la configuración jurídica de las Mejoras
Voluntarias. Tenían por objeto mejorar el nivel mínimo y obligatorio del sistema.

Aunque las mejoras voluntarias de la acción protectora de la Seguridad Social nacen por
Decreto de 21 de marzo de 1958, serán objeto de una pronta reordenación. La Ley de Bases de
Seguridad Social (Base 13.59) incide en el régimen jurídico del sistema de mejoras voluntarias.
Y, finalmente, se regulan en la Orden Ministerial de 28 de diciembre de 1966.

Definición:

Constituyen mejoras voluntarias de las prestaciones de Seguridad Social todo aquello que los
trabajadores por cuenta ajena incluidos en el campo de aplicación del Régimen General de la
Seguridad Social reciben de su empresario, bien directamente, bien por medio de
determinadas entidades (entre las que están las aseguradoras), como incremento de la
protección dispensada con carácter obligatorio por ese régimen en las situaciones previstas en
la LGSS, según resulta de lo dispuesto en el artículo 43 (mejoras voluntarias), y en los artículos
161 y siguientes, que establecen las normas generales en materia de prestaciones.

Características del sistema de mejoras son:

1.--Complementariedad estricta, pues afectan a idénticas contingencias y mantienen la misma


estructura prestacional que las prestaciones básicas que complementan.

2.--Voluntariedad genérica o para su establecimiento, no para su reconocimiento en favor de


sus beneficiarios, ni para su supresión.

3.--Naturaleza colectiva en lo que afecta a sus destinatarios.

4.--Y, además, tienen las mismas características que las prestaciones básicas del Sistema de
Seguridad Social.

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