Dia de Muertos
Dia de Muertos
Dia de Muertos
La celebración del Día de Muertos es una fiesta que proviene de la cultura prehispánica que honor a los difuntos los días el 1º y 2 de noviembre. Implica el
retorno transitorio de las ánimas de los difuntos, quienes regresan a casa, al mundo de los vivos, para convivir con los familiares y para nutrirse de la esencia
del alimento que se les ofrece en los altares puestos en su honor.
En el Día de los Muertos se utilizan elementos como las flores de cempasúchil, papel picado, velas y veladoras, agua, sal y alimentos que fueron el gusto
del difunto homenajeado. Las calaveras de azúcar son el símbolo clásico de esta celebración, que se utilizan para representar a los difuntos y celebrar su día
entre sus familiares, como una fecha de unión y alegría.
Por su importancia y masividad, que traspasa las fronteras mexicanas, la UNESCO declaró a esta festividad Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
El Halloween tiene sus orígenes en la cultura celta en un antiguo festival conocido como Samhain al término de la temporada de cosechas en Irlanda. Esa
fecha era considerada especial porque ese día la línea que separaba el mundo de los vivos del de los muertos era “más débil” y los espíritus podían caminar
entre nosotros.
El Halloween se celebra cada 31 de octubre a nivel internacional y por tradición los niños se disfrazan de monstruos y personajes de terror, para salir a pedir
golosinas en las casas. La decoración también es importante y cada hogar se viste de elementos típicos de la noche para ahuyentar a los fantasmas y
generar un clima de terror. El símbolo clásico de esta celebración son las calabazas con rostro.
El O-Bon, o simplemente Bon, es una tradición religiosa japonesa de culto a los espíritus de los antepasados fallecidos y que tiene lugar del 13 al 15 de
agosto.
Se celebran 3 días de recordatorio a las almas de los difuntos. En esos días se realizan celebraciones festivas, bailes, desfiles y encuentros en los que
abunda la alegría, la música y los buenos deseos. Es tradicional convidar a los visitantes un buen trozo de sandía.
Toda visita tiene su final, y en el caso del O-bon se celebra una ceremonia de despedida muy emotiva en la que los vivos enseñan a los espíritus el camino de
vuelta al más allá. Se reúnen en las orillas de los ríos para dejar en el agua farolillos flotantes iluminados con una vela y con mensajes de buenos deseos, se
alejan con la corriente simbolizando la marcha de los difuntos.
CUADRO COMPARATIVO SOBRE LA CELEBRACIÓN A LOS DIFUNTOS