Tarea 1
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CJGR-502
La Justicia Criminal y sus Funadmentos
La justicia criminal tiene sus raíces en las antiguas civilizaciones, donde las normas sociales y
los códigos de conducta eran rudimentarios. En Mesopotamia, por ejemplo, el Código de
Hammurabi (alrededor del 1754 a.C.) estableció leyes que detallaban tanto crímenes como
castigos, marcando uno de los primeros intentos de codificación de normas penales. En la
antigua Grecia y Roma, la justicia se basaba en la filosofía y la moralidad, con Platón y
Aristóteles explorando conceptos de justicia y virtud. Con el tiempo, el Imperio Romano
desarrolló un sistema más estructurado que sentó las bases para el derecho penal moderno,
introduciendo la idea de que los ciudadanos tenían derechos y que las leyes debían aplicarse de
manera justa y equitativa.
A medida que avanzaba la historia, los sistemas de justicia criminal evolucionaron en respuesta a
cambios sociales, políticos y económicos. Durante la Edad Media, la ley y la justicia estaban
influenciadas por la religión, y los tribunales se ocupaban de manejar tanto delitos civiles como
eclesiásticos. A partir del Renacimiento, comenzó a emerger una visión más secular de la ley,
con pensadores como Cesare Beccaria y Jeremy Bentham promoviendo principios de
humanismo y proporcionalidad en el castigo. Estos desarrollos llevaron al establecimiento de
sistemas jurídicos más formales y a la reivindicación de los derechos humanos durante y después
de la Ilustración, marcando un cambio hacia un enfoque más moderno en la justicia penal.
El marco conceptual de la justicia criminal se basa en una serie de principios orientadores que
buscan equilibrar la protección de la sociedad, los derechos del individuo y la promoción de la
justicia. Estos principios incluyen la legalidad, que asegura que ninguna conducta puede ser
penalizada a menos que exista una ley que la prohíba; la presunción de inocencia, que establece
que toda persona es inocente hasta que se demuestre su culpabilidad; y el derecho a un juicio
justo. A nivel legal, cada país cuenta con un código penal que define los delitos y sus
correspondientes penas, así como un código de procedimiento penal que regula cómo deben
llevarse a cabo las investigaciones y los juicios.
Las políticas públicas del estado en materia de justicia penal son fundamentales para determinar
cómo se previenen, persiguen y sancionan los delitos. Estas políticas abordan aspectos como la
prevención del delito, la rehabilitación de los delincuentes y la atención a las víctimas. Un
enfoque positivo que han adoptado muchos estados es el de la justicia restaurativa, que busca
reparar el daño causado por el delito a través del diálogo y la reconciliación entre la víctima y el
infractor, en lugar de solo imponer castigos severos.
Además, las políticas públicas también se centran en la reforma del sistema de justicia, buscando
abordar problemas como la sobrepoblación en cárceles, la discriminación en los procesos
judiciales y la necesidad de un acceso equitativo a la justicia. La implementación de programas
de educación y capacitación para los profesionales del derecho, así como la promoción de
servicios de evaluación y tratamiento para infractores, son ejemplos de cómo se busca una
justicia más efectiva y humana. En este contexto, es esencial que los ciudadanos y la sociedad
civil participen en el diseño y la evaluación de estas políticas para asegurar que respondan a las
verdaderas necesidades de la comunidad y que promuevan un sistema justo y equitativo.
Definiciones
4. Criminología: Es el estudio del crimen como fenómeno social. Se centra en las causas,
consecuencias y respuestas al delito, analizando factores que influyen en la delincuencia,
así como el impacto en las víctimas y la sociedad en general. La criminología también
examina sistemas de prevención y control del delito.
Referencias