Multiplicando Posibilidades: El Diálogo Interno Del Terapeuta en Situaciones de Impasse
Multiplicando Posibilidades: El Diálogo Interno Del Terapeuta en Situaciones de Impasse
Multiplicando Posibilidades: El Diálogo Interno Del Terapeuta en Situaciones de Impasse
MULTIPLICANDO POSIBILIDADES:
EL DIÁLOGO INTERNO DEL TERAPEUTA EN SITUACIONES DE IMPASSE
PRESENTA:
YINEGUELA JIMÉNEZ ÁLVAREZ
C I U D A D U N I V E R S I T A R I A , C D . M X . , SEPTIEMBRE, 2 0 2 0
UNAM – Dirección General de Bibliotecas
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haberme dado acceso a sus aulas una vez más y generosamente haber nutrido mi crecimiento
A mi tutora Dra. Noemí Díaz Marroquín, por su guía en la realización de este reporte, así
Familiar, por su empeño en la formación de terapeutas y su compromiso social, pero sobre todo
por su gran calidad profesional y humana. Un particular agradecimiento al Mtro. Gerardo Reséndiz
por la invitación a la mirada sistémico relacional y por el apoyo académico. Al Centro Bolognese di
Terapia della Famiglia, por las facilidades y la hospitalidad brindadas durante mi estancia, en
disonancias, así como todas las experiencias compartidas que enriquecieron el camino. Esther,
Vianey, Ulises y Paulina, por los proyectos compartidos. Faby, Memo, Karla y Nara, porque hasta el
A mi familia, por su apoyo incondicional y por creer siempre en mí. Mamá y papá, cada
meta alcanzada la debo en gran parte a ustedes y sus esfuerzos cotidianos; Karla y Bere, gracias
por el ejemplo de resiliencia y fortaleza; Santiago, gracias por ampliar y embellecer mi visión del
amor. S.G.
Índice
Resumen ............................................................................................................................................. 4
Abstract ............................................................................................................................................... 5
Introducción........................................................................................................................................ 6
Capítulo 1. Análisis del campo psicosocial8
1.1 Principales problemas que presentan las familias atendidas ....................................................... 8
1.1.1 Características del campo psicosocial ................................................................................ 9
1.1.2 Principales problemáticas que presentan las familias ..................................................... 14
1.1.3 La Terapia Familiar Sistémica y Posmoderna como alternativa para abordar la
problemática señalada .............................................................................................................. 17
1.2 Sedes donde se realizó la experiencia clínica.............................................................................. 19
1.3 Las familias atendidas ................................................................................................................. 22
Capítulo 2. Marco teórico24
2.1 Modelos que guiaron los casos clínicos ...................................................................................... 24
2.1.1 Modelo estructural ........................................................................................................... 24
2.1.2 Modelo sistémico-relacional de Milán ............................................................................. 35
2.2 Diálogo interno del terapeuta como herramienta para generar nuevos diálogos en situaciones
de impasse ................................................................................................................................. 43
Capítulo 3. Casos clínicos51
3.1 Integración de expedientes de trabajo clínico (habilidades clínico-terapéuticas)...................... 51
3.1.1 Juan: comprendiendo la complejidad del trabajo terapéutico con un hombre violento 52
3.1.2 Alejandra: multiplicando posibilidades ............................................................................ 65
3.2 Análisis y discusión teórico-metodológica de la intervención clínica de los casos elegidos ....... 85
Capítulo 4. Consideraciones finales90
4.1 Competencias profesionales adquiridas ..................................................................................... 90
4.1.1 Habilidades de investigación ............................................................................................ 90
4.1.2 Habilidades de enseñanza y difusión de conocimiento ................................................. 173
4.1.3 Habilidades de compromiso y ética profesional ............................................................ 190
4.2 Reflexión y análisis de la experiencia ........................................................................................ 194
4.3 Implicaciones en la persona del terapeuta y en el campo profesional ..................................... 202
Referencias ..................................................................................................................................... 207
Resumen
El presente trabajo es resultado del trayecto formativo del Programa de Maestría y Doctorado en
desarrollando en ellos todas las habilidades necesarias para abordar los problemas clínicos desde
El primer capítulo comprende un análisis del contexto en el cual viven y se transforman las familias
mexicanas, las problemáticas que pueden afrontar en esta evolución, así como la forma en la que
los espacios donde se realizó la práctica clínica supervisada y las familias atendidas.
casos clínicos presentados y analizados en el tercer capítulo, dando cuenta tanto de las habilidades
El cuarto capítulo reporta algunos de los resultados del resto de las habilidades desarrolladas en el
enseñanza y difusión. Todo esto cobijado bajo las habilidades de compromiso y ética profesional.
Para finalizar, se presentan las reflexiones personales del proceso formativo así como las
4
Abstract
This document reports on the experience of training as family therapists in the framework of the
Master Degree Program in Psychology –Family Therapy Residence, whose principal aim is to
support the development of personal, professional and ethical skillset on novel therapists to
The first chapter includes an analysis of the psychosocial context in which Mexican families live
and transform themselves, the problems they may face, as well as the way in which Systemic and
Postmodern Family Therapy responds to such needs. It also describes the institutions where the
In the second chapter, are detailed the theoretical and methodological assumptions that guided
the clinical cases presented and analyzed in the third chapter, that is, the characterization of
The fourth chapter is focused on describing the outcomes of other skills and abilities developed
during the professionalizing biennium: quantitative and qualitative research skills, as well as
teaching and communication skills. All this delineated by commitment and professional ethics
competencies. Finally, are presented the personal reflections about the experience of the process
5
Introducción
El quehacer profesional del terapeuta implica saber operar en la gran intensidad emotiva
generada dentro del diálogo con el otro u otros, quienes generalmente llegan al encuentro
terapéutico con una gran sensación de impotencia, déficit, dolor y/o confusión debido a que todos
los esfuerzos por resolver, disolver o sortear aquellos problemas que los mantienen bloqueados,
no han dado los frutos que ellos esperaban. En este sentido, nuestra labor es generar
posibilidades, lo que les permite ir más allá de tales bloqueos. Sin embargo, hay momentos en los
encuentra cargado de una alta saturación emotiva, resultando a veces complicado para el
terapeuta, en particular para el terapeuta novel, hacer frente a todo aquello que está sucediendo
hic et nunc y generar algo útil para el proceso. Respecto a la emotividad, es importante subrayar
que en la óptica sistémica las emociones no son algo que nos pertenezca como individuos, sino
algo que pertenece a la relación. Siendo así, y asumiendo la imposibilidad de cambiar al otro, se
reconoce que el único cambio que puede generar el terapeuta es en sí mismo para cambiar de
De este modo, el análisis y reflexión del propio quehacer es una de las principales
competencias a desarrollar durante la formación como terapeuta, ya que ningún libro, teoría o
manual prepara para el encuentro altamente emotivo con el otro u otros dentro sesión. Durante la
6
que ayudan al desarrollo de la capacidad autorreflexiva, sin embargo al salir del contexto
formativo, nos encontramos con que debemos manejar las situaciones de impasse por nuestra
cuenta. Siendo así, algunas herramientas como la propuesta de Peter Rober sobre el diálogo
interno del terapeuta pueden resultar útiles. Dicha propuesta busca generar nuevos diálogos con
los consultantes a partir del análisis y reflexión del diálogo interno del terapeuta, multiplicando las
Tales competencias, relacional y autorreflexiva, si bien son parte esencial del trabajo
terapéutico, no son las únicas a desarrollar como terapeuta sistémico. En el presente trabajo se
reportan las competencias y habilidades tanto adquiridas como maduradas durante el programa
En el primer capítulo se realiza un análisis del campo psicosocial en el que se viven las
contexto y consciencia social para Fruggeri (2014). En el segundo capítulo se abordan lo que la
misma autora llama competencia técnica, es decir los modelos teórico-prácticos empleados para el
análisis de los casos clínicos presentados en el tercer capítulo. Dichos casos clínicos dan cuenta de
las habilidades clínico terapéuticas, es decir de la capacidad de aplicar los modelos teóricos pero
enseñanza y difusión, de compromiso y ética profesional; así como las reflexiones globales de la
experiencia formativa.
7
Capítulo 1
las pautas de interacción más que en las características individuales de sus componentes, como
La Terapia Familiar Sistémica partió de la premisa de que las vidas de las personas se
mismo tiempo causa y efecto del comportamiento de los demás. Simon, Stierlin y Wynne (1997)
definen contexto como “el marco en el cual la conducta y los mensajes verbales y no verbales se
hacen significativos” (p.92), siendo así la familia uno de los principales ambientes en donde les es
A su vez, la familia se encuentra inserta dentro de un contexto más amplio: el tejido social,
el cual impacta directamente en la cotidianeidad del grupo familiar y por ende en cada uno de los
miembros de esta. Los cambios generados a nivel político, económico y cultural producen
estresores que pueden llegar a ser tan agudos que superen los recursos familiares y esta deje de
cumplir con sus funciones principales o sus miembros desarrollen conductas problemáticas.
Por lo tanto, resulta de vital importancia para el terapeuta familiar analizar el entorno
social en el que se inserta la familia ya que nos brindará datos de las problemáticas más
8
frecuentes, sobre todo a nivel local, nos orientará sobre nuestro campo de acción y por ende, nos
psicológica, política– y del momento histórico y sociocultural en el que se le define. Cada área del
conocimiento y cada cultura poseen un significado específico de familia, por lo que el concepto
dista de ser universal, estático y homogéneo, aun cuando sea una experiencia compartida por la
conceptualización de la familia, el rol que ésta juega en el desarrollo biológico, psicológico y social
La familia puede ser definida como lugar/espacio (hogar), como célula de la sociedad,
como modelo simbólico, como estructura, como función, como grupo o como institución (Donati,
2003). Algunas definiciones, las más tradicionalistas, han basado su concepción de familia en la
consanguineidad y parentesco, mientras que otras argumentan que se debe definir a partir de la
unión e intimidad que individuos tienen hacia personas significativas en sus vidas (Erera, 2002). En
este sentido, Minuchin, Colapinto y Minuchin (1998) definen la familia como “una clase especial
También es una sociedad humana cuyos miembros tienen vínculos emocionales y una historia
compartida” (p.15). Por su parte, Fruggeri (1998) considera las familias como sistemas de
contexto familiar que las personas encuentran el cuidado, la protección y el sostén necesarios para
9
el propio desarrollo; construyen el sentido de su propia individuación y una imagen de sí mismos;
y moldea una red confiable de relaciones de apego. La familia es el contexto primario en el que
2005).
Hasta hace algunos años, la familia nuclear ha sido el modelo empírico significativo en
2003). El mito de la familia nuclear se basa en algunas premisas básicas: a) relación a partir de
(Erera, 2002; Fruggeri, 2005). Así, el prototipo de familia estaría compuesto por una pareja de
biológicos de uno o varios hijos, que habitan en el mismo hogar ubicado en el lugar del que son
cabe señalar que la conceptualización hegemónica de familia nuclear es atravesada por otras
variables: raza, etnia y clase social, por lo que se esperaría que ésta fuera una familia blanca,
proceso de naturalización, el cual ha hecho parecer natural algo que en realidad es construido
socialmente (Fruggeri, 2005). Por consiguiente, todas aquellas formas familiares diferentes han
10
sido vistas como incompletas, disfuncionales y como caldo de cultivo para desarrollar alguna
Ordaz, Monroy y López (2010) plantean que enfoques como el feminismo, los estudios de
género, las investigaciones queer y de diversidad sexual, así como los cambios sociodemográficos,
del trabajo; redefinición del concepto de familia, enfatizando la complejidad de las relaciones de
conyugales –exclusividad sexual y/o amorosa, cohabitación, etc.–; visibilización de la elección filial;
a la ruptura de las premisas normativas, cuestionando aquello que se daba por sentado en el
modelo hegemónico de familia nuclear y considerándolo como lo que es, una forma familiar más.
En consecuencia, ahora se prefiere aludir a las familias –la letra s da cuenta de la existencia de
muchos y variados tipos de familia, de diferentes arreglos familiares, y no sólo la mera repetición
de unicidades –en lugar de hablar de la familia como concepto inmutable y ahistórico (Lerner y
Melgar, 2010). Esta nueva visión reconoce la diversidad como característica de las familias, lo que
11
permite una desestigmatización de las múltiples prácticas sociales que se separan de la norma
familiar tradicional.
En las últimas décadas, la composición y dinámica de las familias han estado en continua
vital familiar, e incluso en su rol mismo dentro de la sociedad (Andolfi, 2003; Ordaz, Monroy y
país existen 88.6% de hogares familiares. En cuanto a los tipos de estos hogares familiares se
reportó que el 72% de los hogares son nucleares –pareja conyugal, pareja conyugal con hijos o un
solo progenitor con hijos–, 26% son ampliados –hogar nuclear que comparte vivienda con otros
parientes o jefe de familia con algún pariente–, 2% es compuesto –hogar nuclear o ampliado y al
28% tiene como jefe de familia a una mujer. En lo que respecta al tipo de hogar parental, el 54%
Desde una perspectiva sociodemográfica, Estinou (2005), Echarri (2010) y Ordaz (2013)
evidencian algunos de los cambios más significativos en las estructuras familiares en nuestro país.
12
el aumento en la emigración internacional, que ha dejado de ser exclusivamente masculina, ha
frecuencia ha disminuido en el tiempo; así mismo se observa que los arreglos extendidos son un
rasgo del sistema familiar, en particular entre los sectores sociales de menores recursos, y que los
hogares unipersonales son cada día más, sobre todo en localidades de mayor tamaño. Sin duda, el
hecho más relevante es el claro incremento de hogares encabezados por mujeres, que suelen ser
nucleares compuestos por mujeres sin pareja pero con hijo. Es también creciente el número de
derechos entre los sexos, así como el conjunto de prescripciones y prohibiciones que regulan la
sexualidad en y entre los sujetos, son los puntos centrales sobre los que gira la vida social. Así, el
sexo ha sido uno de los criterios fundamentales de diferenciación entre los miembros de la familia
y los roles que cada uno debe desempeñar (Sánchez, 2010). Dichos roles, han puesto a la mujer en
una posición de subordinación, remitiendo sus funciones al ámbito privado como encargada del
cuidado familiar, excluyéndola del trabajo remunerado. Por el contrario, el rol del hombre ha
tenido una posición de dominancia y de proveedor económico, siendo lo público el espacio donde
En este aspecto, las familias mexicanas han tenido una serie de transformaciones
significativas en sus dinámicas. Algunos de los principales cambios son: a) mayor aceptación en la
práctica cotidiana de las aportaciones económicas de las mujeres en las familias; b) preocupación
de las mujeres por distribuir equitativamente con sus parejas el trabajo doméstico; c) diferencias
significativas en la movilidad de los roles de género dentro de sectores de clase media y sectores
13
incluyen una mayor participación del varón en los cuidados e los hijos; e) cambios en la
Ordaz (2010) afirma que en México, el crecimiento económico de las últimas tres décadas
acuerdo con datos de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), México se mantuvo por
años como uno de los países con menor desarrollo económico de la región registrando
prácticamente invariables los índices de pobreza, sólo en 2016 estos disminuyeron a 36.4% los
hogares en situación de pobreza (CEPAL, 2019). Por su parte, el Consejo Nacional de Evaluación de
la Política de Desarrollo Social de nuestro país reporta como pobre al 43.6% de la población
mexicana, es decir, que casi la mitad de la población presenta al menos una carencia social (rezago
para adquirir los bienes y servicios para satisfacer sus necesidades alimentarias y no alimentarias,
siendo las mujeres el grupo más vulnerable (CONEVAL, 2017). Según datos del INEGI, la tasa de
desempleo en nuestro país, después de descender está aumentando de nueva cuenta impactando
ocupada trabaja en la informalidad (INEGI, 2019) y las mujeres dedican el doble de tiempo al
trabajo no remunerado respecto a los hombres (INEGI, 2018). En resumen, el nuestro es un país
en el que casi la mitad de la población vive en estado de carencia, sin prestaciones sociales, sin
opciones de empleo formal y con una mayor inestabilidad en las trayectorias tanto laborales como
de vida, por no mencionar inequidad, aspectos que inciden sobre las condiciones de vida de las
14
Ante esto, las familias han tenido que desarrollar estrategias de afrontamiento y de
adaptación como forma de sobrevivencia y de cuidado, con el objetivo de amortiguar los efectos
de los problemas económicos ante el abandono del Estado y el mercado de sus responsabilidades
sociales. Dichas estrategias tienen que ver con los recursos que la familia posee para mejorar su
bienestar, o para evitar caídas en el nivel del mismo. A mayor presencia de recursos o activos,
las estrategias desarrolladas por las familias mexicanas son: a) intensificación de jornadas
Otros de los factores que impactan en las dinámicas de las familias son aquellos
alguno de sus miembros. De acuerdo con datos INEGI (2017b), alrededor del 6% de la población
reporta algún tipo de discapacidad (física, mental, intelectual o sensorial), lo que impulsa la
reorganización familiar interna. Por ejemplo, Montes de Oca y Hebreo (2006) reportan que gran
parte de las personas con un mal estado de salud física y mental se concentran en hogares de
estructura ampliada con otros parientes e hijos, a diferencia de aquellos con mejor salud que se
Por otro lado, en 1999 el INEGI llevó a cabo la Encuesta sobre Violencia Intrafamiliar cuyo
situaciones de maltrato emocional, intimidación, abuso físico y sexual. Los resultados de esa
encuesta muestran que una tercera parte de los hogares mexicanos padece violencia. La mayoría
de los miembros del hogar padecen violencia emocional (34%), intimidación (5.4%), violencia física
(3.9%) y sexual (0.5%). La violencia hacia los menores de cuatro años tiene una proporción mayor
15
de violencia física (5.9%) y sexual (0.7%) (INEGI, 2000). Más recientemente, la Encuesta Nacional
sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (INEGI, 2017c) reportó que el 43.9.1% de las
mujeres mayores de 15 años fueron violentadas por sus parejas en su relación actual o última y el
10.3% fue víctima de algún acto violento por parte de algún integrante de su familia, sin
considerar a su pareja, en los últimos 12 meses. Y frente a estas situaciones, su gran mayoría no
solicitó ningún tipo de ayuda (78.6% cuando el agresor fue su pareja y 90.6% cuando el agresor fue
otro familiar), siendo la razón principal para no buscar ayuda en orden: “se trató de algo sin
importancia”, seguida del “miedo a las consecuencias” y la vergüenza. Por su parte, la Red por los
Derechos de la Infancia en México (2012) reportó 14,214 casos comprobados de maltrato infantil y
UNICEF (2017) señala que el 6 de cada 10 menores de 14 años de edad han experimentado algún
método violento de disciplina en sus hogares, 1 de cada 2 sufrido alguna agresión psicológica por
un algún miembro de su familia, 1 de cada 5 recibido alguna forma de castigo físico severo, siendo
las más afectadas niñas y adolescentes. En esta misma línea, señala que México es el país con la
Por si fuera poco, las familias también se enfrentan con mayor frecuencia a los fenómenos
12 años ha consumido cualquier droga médica y/o ilegal en la vida y el 0.6% presenta dependencia
(INPRFM et al., 2017a). En lo que respecta al alcohol, la misma encuesta reporta que el 71 % de la
población entre 12 y 65 años de edad ha consumido alcohol alguna vez en la vida, siendo de 49.1%
la prevalencia de consumo del último año. La posible dependencia al alcohol en la población total
es 2.2% siendo 6.5 veces mayor en hombres (3.9%) que en mujeres (0.6%) como lo reporta la
16
Respecto a la salud mental en nuestro país, el INEGI (2017d) reporta un aumento en el
estos últimos el 8.2% de las muertes violentas. Asimismo, señala que el 32.5% de la población
diagnóstico de algún trastorno mental con estancia de más de un día, pasaron de 41 002 durante
el 2005 a 49 132 durante el 2015, un poco más de la cuarta parte de la población entre 18 y 65
años ha sufrido, al menos una vez, algún trastorno psicológico (CESOP, 2018).
problemática señalada
Si bien la Terapia Familiar Sistémica haya sido objeto de diferentes críticas, incluso por sus
mismos representantes, debido al olvido de los componentes que conforman las familias: seres
humanos individuales con experiencias internas, ésta no ha dejado de ser una herramienta útil
Minuchin, Nichols y Lee (2007) mencionan que en sus inicios la Terapia Familiar Sistémica
generó una animadversión hacia la familia pues la responsabilidad del síntoma ya no era del
individuo, si no de la familia, además de que los pioneros se centraron más en las técnicas que en
la comprensión las familias mismas. Con la inclusión del consruccionismo social al cuerpo teórico
de la Terapia Familiar fue posible redescubrir a los individuos y sus narrativas, construyendo un
Los conceptos y planteamientos teóricos de este enfoque nos permiten comprender mejor
la relación del individuo con su contexto, sobre todo con la familia, así como plantear estrategias
tanto de intervención como de prevención particulares y locales. Esta comprensión resulta de vital
17
importancia ya que como refiere Fruggeri (2008) no sólo es importante cuestionarse cómo las
diferencias de género, de poder, las condiciones sociales y económicas tienen un fuerte impacto
en la organización de las relaciones interpersonales, sino que además resulta necesario llevar a
cabo una reflexión crítica sobre cómo los terapeutas familiares en sus intervenciones, ignorando
reproducción de las desigualdades sociales. En este sentido, comenta la misma autora, la terapia
sistémica familiar se ha configurado como una intervención que se ocupa de las relaciones
de las intervenciones sistémicas, sea como parte de programas de intervención multimodales que
sola, en adultos en: crisis en las relaciones, problemas psicosexuales, violencia en la pareja,
Además Stratton (2016), en una revisión realizada sea en campo cuantitativo que en aquel
cualitativo, señala que la investigación ha demostrado que las terapias sistémicas son efectivas,
aceptables para los clientes y rentables en una amplia gama de condiciones. El mismo autor
subraya que si bien no todos los modelos terapéuticos son la mejor opción para todos,
manteniendo siempre el principio de la libre elección por parte del paciente, las terapias
sistémicas han desarrollado una fuerte tradición de explorar con sus clientes si la terapia está
satisfaciendo sus necesidades. Carr (2016) refiere que 2 de cada 3 casos mejoran con intervención
18
mayor que los modelos terapéuticos tradicionales (individuales) ya que conduce a un menor uso
de la Terapia Sistémica sea tan bueno como el de otras psicoterapias, esta ha demostrado mejores
puente entre la Universidad y las necesidades de la población, así como fomentar una actitud ética
de servicio en el alumnado.
Comunitarios “Dr. Julián Mac Gregor y Sánchez Navarro”, ambos certificados bajo la norma ISO
fueron: el Hospital Psiquiátrico Infantil “Dr. Juan N. Navarrro”, el Centro Comunitario “San
participar como equipo terapéutico en la sede donde realicé la estancia académica como parte del
19
En lo que respecta a la experiencia de quien escribe, la práctica clínica supervisada se
universitaria como al público en general. Las personas interesadas deben presentarse los días y
horarios indicados para solicitar una primera entrevista o pre-consulta, en la cual se realiza la
exploración necesaria para posteriormente canalizar a alguno de los programas existentes dentro
del Centro o a alguna institución externa, en caso de ser necesario. Los servicios que ofrece son:
pre-consulta, evaluación, referencia y canalización, terapia (individual, pareja, familiar y grupal) así
Centro de Servicios Comunitarios “Dr. Julián Mac Gregor y Sánchez Navarro”. Ubicado en la
colonia Adolfo Ruíz Cortines, tiene como finalidad brindar a estudiantes de la Facultad de
del público en general, siendo los usuarios más frecuentes los habitantes de las colonias aledañas,
dirección del Centro selecciona las solicitudes que serán atendidas por cada programa. Los
servicios que ofrece este Centro son: prevención de problemáticas y promoción de la salud
pareja y familiar).
Hospital Psiquiátrico Infantil “Dr. Juan N. Navarro”. Ubicado en la zona sur de la colonia
Ciudad de México, brinda atención especializada en salud mental a menores de edad con
20
problemas psiquiátricos y del comportamiento. En búsqueda de un tratamiento integral, ofrece
una atención multidisciplinaria por lo que existe una amplia gama de servicios que incluyen
atención a los familiares. Los servicios que brinda son agrupados en tres áreas: Hospitalización,
del área de Consulta Externa, conformada por siete clínicas: a) del Desarrollo, b) de las Emociones,
Centro Bolognese di Terapia della Famiglia. Ubicado en Bolonia, Italia, sede del Centro
Milanese di Terapia della Famiglia. Cabe indicar que en Italia la formación en psicoterapia tiene
una duración de 4 años. Se accede después de haber completado 3 años de licenciatura breve, 2
con duración de 1 año, con esto se tiene acceso al examen de estado, que una vez aprobado
residencia. En este país existe una fuerte regulación legal en la práctica profesional de psicólogos y
delito sostener una entrevista clínica sin pertenecer a estos. La formación también está abierta a
médicos inscritos su respectivo registro nacional y colegio. La escuela tiene una orientación
en consultorio con espejo bi-direccional, lo que permite a todos los alumnos participar como
equipo terapéutico, incluso cuando no hay encuentros académicos programados. Los grupos de
formación se componen de máximo 20 estudiantes. La clínica del centro acepta casos individuales,
21
1.3 Las familias atendidas
través de la práctica clínica supervisada. En este caso la mayoría de las supervisiones se llevaron a
cabo en directo, es decir, con supervisor y equipo terapéutico del otro lado del espejo bi-
proceso terapéutico en diferentes modalidades: como terapeuta único, como coterapeuta y como
equipo terapéutico/equipo reflexivo. En mi caso, tuve a mi cargo 9 casos como terapeuta, 6 casos
reportan los casos en los que participé como terapeuta y como coterapeuta, los casos resaltados
22
Tabla 1.
Terapeuta
Caso Modelo Sede Participación Sesiones Motivo de consulta Supervisora
(s)
Yineguela
Ansiedad y
Jiménez y C.S.P. Dr. Guillermo Jacqueline
Familiar Estructural Coterapeuta 5 problemas
Fabiola Dávila Fortes
escolares
Ordaz
Yineguela
Jiménez y Integración de C.S.P. Dr. Guillermo Consumo de
Familiar Coterapeuta 7 Noemí Díaz
Fabiola modelos Dávila alcohol y drogas
Ordaz
Yineguela
Jiménez y Integración de C.S.P. Dr. Guillermo
Familiar Coterapeuta 5 Desconfianza Noemí Díaz
Fabiola modelos Dávila
Ordaz
Yineguela
C. C. Dr. Julian Problemas de
Jiménez y Martha
Pareja Estratégica Macgregor y Coterapeuta 6 genitorialidad,
Ulises Zamudio
Sánchez Navarro crianza
Martínez
Yineguela C.S.P. Dr. Guillermo Divorcio conflictivo, Carolina
Familiar Estructural Terapeuta 3
Jiménez Dávila violencia Díaz
Yineguela Narrativa y C.S.P. Dr. Guillermo Nora
Pareja Terapeuta 3 Desconfianza
Jiménez Colaborativa Dávila Rentería
Yineguela Abuso sexual,
Integración de C.S.P. Dr. Guillermo Gilberto
Familiar Jiménez y Coterapeuta 5 depresión, violencia
modelos Dávila Limón
Karla García intrafamiliar
Breve centrada
Hospital
Yineguela en el problema, Ana María
Pareja Psiquiátrico Infantil Terapeuta 11 Celos
Jiménez Sistémico- Ramírez
Dr. Juan N. Navarro
relacional
Hospital Autolesiones,
Yineguela Sistémico- Ana María
Familiar Psiquiátrico Infantil Terapeuta 13 intento suicida,
Jiménez relacional Ramírez
Dr. Juan N. Navarro depresión
Problemas de
Hospital
Yineguela Breve centrada genitorialidad, Ana María
Pareja Psiquiátrico Infantil Terapeuta 4
Jiménez en soluciones enuresis, Ramírez
Dr. Juan N. Navarro
encopresis
Hospital Abuso sexual,
Yineguela Breve centrada Ana María
Familiar Psiquiátrico Infantil Terapeuta 7 depresión, violencia
Jiménez en soluciones Ramírez
Dr. Juan N. Navarro intrafamiliar
Problemas de
Hospital
Yineguela Sistémico- genitorialidad y Ana María
Familiar Psiquiátrico Infantil Terapeuta 6
Jiménez relacional enuresis, Ramírez
Dr. Juan N. Navarro
encopresis infantil
Hospital
Pareja/ Yineguela Breve centrada Ana María
Psiquiátrico Infantil Terapeuta 7 Violencia de pareja
Individual Jiménez en el problema Ramírez
Dr. Juan N. Navarro
Yineguela
Hospital Violencia,
Pareja/ Jiménez y Breve centrada Ana María
Psiquiátrico Infantil Terapeuta 10 autodevaluación,
Individual Ulises en soluciones Ramírez
Dr. Juan N. Navarro infidelidad
Martínez
Terapia Hospital
Yineguela Falta de control de Ana María
Familiar Narrativa y Psiquiátrico Infantil Terapeuta 6
Jiménez impulsos, agresión Ramírez
Colaborativa Dr. Juan N. Navarro
23
Capítulo 2
Marco teórico
diversos estudios de la familia así como en el trabajo de consejería matrimonial y asistencia social
a finales de la década de 1930 (Sánchez y Gutiérrez, 2000). Fue gracias a estos trabajos y a los
aportes hechos desde diferentes áreas del saber como la antropología, la cibernética, la teoría
Terapia Familiar buscó ir más allá de las personalidades individuales para intentar comprender el
comportamiento humano. Es decir, puso el foco en las interacciones más que en lo intrapsíquico
La familia comenzó a ser vista como “un todo organizado cuyas partes funcionan de
manera tal que trasciende sus características individuales” (Minuchin, Nichols y Lee, 2007, p.20) y
Así, las diferentes terapias basadas en esta premisa buscaron modificar la organización familiar y
2004).
modificar la organización de la familia. Este modelo fue desarrollado por Salvador Minuchin,
los más conocidos son Jay Haley, Braulio Montalvo, Jorge Colapinto, Bernice Rosman y Harry
24
Durante la primera mitad de la década de 1960, Salvador Minuchin comenzó a trabajar en
un internado para jóvenes delincuentes, lugar donde las terapias tradicionales habían tenido
escaso efecto. El abordaje desde una perspectiva sistémica dio un giro a la comprensión de
aquello que sucedía con estas familias así como al tratamiento. Se desarrollaron nuevas técnicas
de intervención basadas más en la acción que en la palabra, es decir, se buscaba trabajar con un
Clínica de Orientación Infantil de Filadelfia, Minuchin se ocupó con sus colaboradores de los
Principios básicos
Este modelo tiene sus bases en el paradigma sistémico en el cual las partes
interdependientes de toda unidad viva están organizadas según pautas relacionales, cuyo alcance
es mayor y diferente de mera suma de sus partes. Desde esta perspectiva, la familia es vista como
un sistema vivo. Como tal, ésta se encuentra en estados de intercambio más o menos adaptativos
(Umbarger, 1983).
Para Minuchin (1979) la familia es el grupo social natural que determina las respuestas de
sus miembros a través de estímulos desde el interior y desde el exterior, por lo que su
funciones sirven a dos objetivos: uno es interno (la protección psicosocial de sus miembros) y el
otro es externo (la acomodación a una cultura y la transmisión de esa cultura). Al ser un sistema
sociocultural abierto, se transforma a lo largo del tiempo, adaptándose a las diferentes demandas
de las etapas del desarrollo y reestructurándose, de modo tal que pueda seguir funcionando.
25
Minuchin (1979) plantea los elementos de un sistema familiar en tres facetas: a) se
transforma a lo largo del tiempo, adaptándose y reestructurándose de tal modo que pueda seguir
funcionando; b) posee una estructura que sólo puede observarse en movimiento, la fortaleza del
sistema depende de su capacidad para movilizar pautas transaccionales alternativas cuando las
al estrés de un modo que mantiene le continuidad de la familia al mismo tiempo que permite
cual se vuelve necesario como mecanismo regulador para que se mantenga la estabilidad en la
familia (Desatnik, 2004). La patología puede ubicarse en el interior del paciente, en su contexto
debe contar con una gama de pautas transaccionales alternativas y flexibles. Si ésta no cuenta con
los elementos para cambiar y adaptarse, puede desarrollar mecanismos homeostáticos para
contrarrestar las dificultades. Entre estos mecanismos podrían surgir síntomas diversos que
adquieren una función en el sistema y se conectan con estructuras familiares específicas (Desatnik,
26
Tabla 2
Tipos de familia
demandas funcionales que organizan los modos en que interactúan los miembros de una familia”
(Minuchin, 1979, p.82). En consecuencia, transforma las posiciones de los miembros en éste
grupo, modificando las experiencias subjetivas de cada individuo (Minuchin, 1979). El terapeuta
familiar estructural busca reestructurar el sistema familiar para funcionar de manera más
La terapia estructural se basa en tres axiomas (Figura 1) y es una terapia de acción ubicada
27
modalidades alternativas de interacción para que la familia pueda desarrollar sus funciones, tanto
Figura 1
Axiomas terapia
familiar estructural
Los elementos que permiten comprender la organización familiar son los subsistemas, los
límites, la jerarquía, las alianzas y coaliciones, la triangulación así como el ciclo de vida familiar en
el que se encuentran (Minuchin, 1979; Minuchin, Nichols y Lee, 2007). En la Figura 2 se observan
Figura 2
Subsistema Límites
Jerarquía
Elemento del sistema total. Puede Reglas de diferenciación que
Posición que ocupan los distintos
incluir a una o varias personas por definen quiénes participan y de qué
miembros de la familia con relación
criterios compartidos de manera en cada sistema o
a la función de poder.
pertenencia . subsistema.
Triángulos
Díada estable que confiere sentido a Coalición Alianza
su actividad a partir de un tercero. Alianza en oposición a otra parte del Afinidad positiva entre dos o más
Equilibra la relación encubriendo un sistema. unidades del sistema.
conflicto.
28
Entre los subsistemas que encontramos en una familia se hayan: el conyugal, el parental,
el fraterno, el individual, entre otros (Desatnik, 2004). El subsistema conyugal está constituido por
dos adultos de sexo diferente que se unen con la intención expresa de constituir una familia, las
parental debe diferenciarse para desempeñar las tareas de cuidar y socializar a los hijos sin
primer laboratorio social en el que los niños pueden experimentar relaciones con sus iguales
(Minuchin, 1979).
Los límites pueden ser claros, difusos o rígidos. Los límites rígidos son muy restrictivos y
permiten poco contacto con otros subsistemas; los límites difusos se caracterizan por tener alto
grado de intercambio de información y gran cercanía afectiva (Sánchez y Gutiérrez, 2000). Para
que el funcionamiento familiar sea adecuado, los límites de los subsistemas debes ser claros y
deben definirse con suficiente precisión como para permitir a los miembros de los subsistemas el
desarrollo de sus funciones sin interferencias indebidas, pero también deben permitir el contacto
entre los miembros del subsistema y los otros subsistemas (Minuchin, 1979).
En lo que respecta al ciclo de vida familiar, Minuchin hace una reseña de las características
de las primeras etapas del ciclo de vida y pone en relieve las dificultades típicas y transiciones por
cada etapa en particular. En la Tabla 3 se pueden observar las etapas de desarrollo familiar
planteadas por el Minuchin (1979) y aquellas planteadas por Carter y McGoldrick (1999).
29
Tabla 3
“normal”, sin embargo es posible definir la familia “funcional”. Una familia funcional presentaría
las siguientes características: fronteras externas claras y permeables, fronteras claras entre
subsistemas y fronteras individuales bien definidas. Jerarquía clara y consistente en los padres o
tutores. Roles con adecuada fluidez y capacidad para el intercambio de funciones. Comunicación
clara y asertiva. Las reglas en la familia serían explícitas y renegociadas a medida que la familia
pasa a través de las diversas etapas del ciclo vital. No se presentarían coaliciones ni alianzas
inflexibles o rígidas. La familia tendría que ser flexible para garantizar el desarrollo y coevolución
Sinibaldi, 2002).
Intervención terapéutica
facilitando la transformación del sistema familiar. Este proceso incluye tres pasos inseparables:
asociarse a la familia en una posición de liderazgo, sacar a la luz y evaluar la estructura familiar así
30
como crear circunstancias que permitirán la transformación de la estructura (Minuchin, 1979). Es
decir, en la terapia familiar estructural no existe una separación entre la evaluación o diagnóstico y
el proceso de intervención ya que ambos se dan durante todo el proceso terapéutico (Desatnik,
2004).
terapeuta debe asociarse con la familia para lograr un diagnóstico estructural de forma
explicaciones tentativas de la relación entre las interacciones sistémicas que se dan entre el
contexto de la familia y el o los síntomas de sus miembros (Desatnik, 2004; Minuchin, 1979).
uno de ellos es el mapa familiar o esquema organizativo. Éste permite al terapeuta elaborar
datos de la estructura familiar, tanto de contenido como de interacción, y puede elaborarse desde
su sensibilidad ante las acciones individuales de los miembros; d) contexto de vida de la familia,
la familia y su rendimiento en las tareas apropiadas a este estadio; f) formas en que los síntomas
del paciente identificado son utilizados para el mantenimiento de las pautas preferidas por la
31
El terapeuta observa la estructura familiar por medio del proceso de asociarse con ella;
vez que actúa interviniendo para modificar la organización familiar. En la Figura 3 se pueden
observar las técnicas destinadas a dichas tareas, que si bien se presentan de esta forma por
Figura 3
Mantenimiento
Unión y
Asociación Rastreo
acomodamiento
Mimetismo
Escenificación
Intensidad
Fijación de fronteras
Intervención
Reestructuración Desequilibramiento
Complementariedad
Constructos
cognitivos
Construcción de la
realidad
Lados fuertes
mismo como líder se designan como técnicas de asociación. Si el terapeuta no puede asociarse a
la familia y establecer un sistema terapéutico, todo intento de alcanzar los objetivos terapéuticos
fracasará. Unión y acomodamiento son dos términos que describen el mismo proceso. Para aliarse
a un sistema familiar, el terapeuta debe aceptar la organización y el estilo de la familia así como
32
fundirse con ellos ya que la familia se modificará solamente si el terapeuta logra incorporarse de
un modo sintónico (Minuchin, 1979). Las técnicas de asociación son descritas en la Tabla 4.
Tabla 4
Técnicas de asociación
Técnica Descripción
Mantenimiento Apoyo programado a la estructura familiar, tal y como el terapeuta la percibe. Confirmación activa y apoyo
de los subsistemas familiares.
Rastreo Convalidación a través del seguimiento del contenido de las comunicaciones y de la conducta de la familia.
Mimetismo El terapeuta se acomoda al estilo familiar y a sus modalidades afectivas adoptando su ritmo.
Las técnicas de intervención terapéuticas son aquellas que una familia debe enfrentar en
el intento de lograr un cambio terapéutico. Éstas técnicas crean movimiento hacia las metas
realidad familiar.
concepción que la familia tiene del problema cuestionando la definición que tienen de éste. Las
técnicas que están al servicio de estas estrategias son la escenificación, el enfoque y el logro de
Tabla 5
Técnicas de reencuadre
Técnica Descripción
Escenificación El terapeuta asiste a los miembros de la familia para que interactúen en su presencia con el propósito de
vivenciar la realidad familiar como aquéllos la definen. Pone el acento en ciertos aspectos e introduce
nuevos elementos insinuando nuevos modos diferentes de interactuar. Se pueden destacar tres
movimientos: 1) Primer movimiento o interacciones espontáneas, 2) Segundo movimiento o provocar
interacciones, y 3) Tercer movimiento o interacciones alternativas.
Enfoque Tras seleccionar elementos que parecen pertinentes para el cambio, el terapeuta selecciona y organiza los
datos de las interacciones familiares dentro de un esquema que les confiera un sentido nuevo.
Logro de intensidad El terapeuta refuerza el influjo del mensaje terapéutico, busca que la familia “oiga” el mensaje. Algunas
técnicas son: Repetición del mensaje, Repetición de las interacciones isomórficas, Modificación del tiempo,
Cambio de la distancia y Resistencia a la presión de la familia.
33
En el cuestionamiento de la estructura familiar o reestructuración el terapeuta trabaja en
subsistemas diferentes, cuestionando la demarcación que los miembros de la familia hacen de sus
papeles y sus funciones. Las técnicas que dispone para esta estrategia son la fijación de fronteras,
Tabla 6
Técnicas de reestructuración
Técnica Descripción
Fijación de fronteras Regulan la permeabilidad de los límites que separan los subsistemas entre sí. Algunas técnicas
son: Distancia psicológica y Duración de la interacción.
Desequilibramiento La meta es cambiar el vínculo jerárquico entre los miembros del subsistema. Algunas técnicas son:
Alianza con miembros de la familia, Ignorar a los miembros de la familia y Coalición contra
miembros de la familia.
Complementariedad Las meta es ayudar a los miembros de la familia a que vivencien su pertenencia a una entidad que
rebasa el sí-mismo individual. Apunta a modificar la relación jerárquica entre los miembros de la
familia, cuestionando la idea íntegra de jerarquía. El terapeuta cuestiona la epistemología
habitual en tres aspectos: Cuestionamiento del problema, Cuestionamiento del control lineal y
Cuestionamiento del modo de recortar los sucesos.
la visión de la realidad por la que se rigen los miembros de la familia elaborando nuevas
modalidades de interacción entre ellos. El terapeuta toma los datos que la familia le ofrece y los
Las técnicas utilizadas al servicio de esta estrategia son los constructos cognitivos la insistencia en
Tabla 7
Técnica Descripción
Constructos cognitivos El objetivo es convertir a la familia a una concepción diferente del mundo, que no haga necesario
el síntoma, y a una visión de la realidad más flexible y pluralista, que admita una diversidad
dentro de un universo simbólico más complejo. Las técnicas principales son: Símbolos universales,
Verdades familiares y Consejo especializado.
Lados fuertes Búsqueda de lados positivos para combatir la disfuncionalidad.
34
2.1.2 Modelo sistémico-relacional de Milán
De acuerdo con Boscolo, Cecchin, Hoffman y Penn (2003), Sánchez y Gutiérrez (2000), y
Reséndiz (2010), el desarrollo del Modelo sistémico-relacional de Milán ha sido continuo y debe
ser ubicado en el contexto de una evolución constante en el campo de la terapia de los sistemas
familiares.
La historia inicia durante 1967, cuando Mara Selvini Palazzoli comenzó la experimentación
de nuevas vías en trabajo terapéutico familiar. Ese mismo año conoció a Gianfranco Cecchin y
Luigi Boscolo, a quienes invitó a trabajar en un grupo de profesionales que trataba tanto con
pacientes con desórdenes alimenticios como con aquellos con algún tipo de psicosis. El equipo de
trabajo fue conformado por la misma Mara Selvini Palazzoli, Gianfranco Cecchin, Luigi Boscolo y
Giuliana Prata así como por Severino Rusconi, Paolo Ferraresi, Simona Teccani y Gabriele Chistoni.
El grupo partió de una orientación psicoanalítica, teniendo como foco de atención la conflictiva
familiar inconsciente, introduciendo una forma de trabajo en equipo: las ideas se discutían sin que
nadie tuviera la verdad última. Sin embargo, los resultados poco alentadores los llevaron a
reformular su forma de trabajo (Ochoa, 1995; Sánchez y Gutiérrez, 2000; Boscolo et al., 2003;
En 1971, Selvini Palazzoli, Boscolo, Cecchin y Prata se separaron del equipo original
exclusivamente en un marco de sistema familiar o sistémico (Ochoa, 1995; Reséndiz, 2010). Como
culminación del trabajo realizado durante esos años, en 1975 fue publicado en Italia el libro
Paradoja y Contraparadoja (Selvini Palazzoli, Boscolo, Cecchin y Prata, 1980a), el cual fue
traducido en diferentes idiomas años más tarde, causando un gran impacto en la comunidad de
35
En 1980, el grupo de cuatro terapeutas escribió su último artículo juntos: Hipotetización-
Circularidad-Neutalidad. Tres guías para la conducción de la sesión (Selvini Palazzoli et al., 1980b),
el cual marcaría una separación epistemológica del equipo. Desde entonces, Selvini Palazzoli
modificó su aproximación a la familia a partir del trabajo realizado con el equipo conformado en
1982 por Matteo Selvini, Stefano Cirillo y Anna Maria Sorrentino. Al abandonar el Modelo de Palo
anoréxicas y bulímicas (Selvini, Cirillo, Selvini y Sorrentino, 1999). En 1993 fundó con Cirillo, Selvini
Por su parte, tras la escisión del grupo, Boscolo y Cecchin se dedicarían a la formación de
terapeutas sistémicos desde una postura cada vez más cercana a las nuevas teorías del rol del
observador desarrolladas por Humberto Maturana, Francisco Varela y Heinz von Foerster
(cibernética de segundo orden) y una postura que abandona el paradigma del control. Además,
profundizarían en la lectura de Gregory Bateson, lo que les conduciría a buscar una modalidad de
trabajo más compleja que introdujera principios como: ecología de las ideas, contextos y
marcadores de contexto, no hay nada que quede fuera de la relación (Ochoa, 1995; Sánchez y
Principios básicos
Milán como un modelo terapéutico fundado sobre las teorías de Gregory Bateson. Originalmente
aplicado solamente a la terapia familiar, este modelo es hoy utilizado además en el trabajo
36
De acuerdo con el Centro Milanese di Terapia della Famiglia (2012b), su propuesta más
que un conjunto de teorías y técnicas, es una forma de pensar y actuar que subraya la estrecha
conexión existente entre los contextos relacionales de los cuáles somos parte y las narrativas de
partir de circuitos recursivos que caracterizan la vida del grupo familiar. Así, cada comportamiento
familia y viceversa (Boscolo y Bertrando, 2006; Resendiz, 2012). Como sistema abierto, la familia
posee las siguientes propiedades: a) totalidad, es decir que la familia posee características más allá
últimas interconectadas de forma circular (Selvini Palazzoli, Boscolo, Cecchin y Prata, 1980a).
De acuerdo con Cecchin (Boscolo, Cecchin, Campbell & Draper,1985) el enfoque sistémico-
sin contexto no hay significado, y b) cuando observas un sistema te vuelves parte de él.
Fruggeri (1998) define contexto como el complejo de circunstancias entre las cuales
significados ya que ningún hecho puede ser explicado sin considerar la red de circunstancias entre
las cuales tal hecho emerge y se desarrolla. El contexto es coconstruido, a través de procesos
significados que tienen lugar en tal proceso, reflexivamente se vuelve la matriz de significados de
37
Otro concepto importante es el de sistema observante que explica que el observador
percibe el mundo a través de sus propios lentes (cultura, familia, género, etc.) por lo que no se
puede hablar de un sistema observado autónomo al que se puede mirar objetivamente (Boscolo,
Cecchin, Hoffman y Penn, P. ,2003). Así, se asume una doble postura por parte de los terapeutas:
somos parte del contexto pero simultáneamente parte del sistema. Al ser parte de un sistema, se
comienza a mirar a partir de las restricciones que imponen las reglas de éste; fuera del sistema se
pueden sortear dichas limitaciones, por lo que se deben sostener ambas posiciones todo el
tiempo. Por lo tanto, ser observador implica una posición de autorreflexión (Boscolo et al., 1985),
Otro concepto medular utilizado por el grupo de Milán es aquél de Bateson sobre las
nivel profundo de estructura, fuera del alcance de la mente consciente (Boscolo et al.,2003). En
otras palabras, la idea básica que mantiene andando a la familia (Boscolo et al., 1985). Por lo
particularmente aquellas que parezcan sustentar el problema, igual de importantes que aquellas
del terapeuta (Boscolo et al., 1985; Boscolo et al., 2003; Mackinnon, 1983).
experiencia humana por lo que es considerado un elemento clave para la aproximación del
modelo a las relaciones humanas. Éste es definido como una abstracción derivada de nuestra
experiencia de secuencia y cambio por un lado, y por otro, de la presencia estable de los objetos
en proceso de cambio. Si bien el tiempo puede ser concebido de diferentes maneras, cada
concepción del tiempo es verdadera en un determinado ámbito descriptivo y sólo en él. Boscolo y
38
Bertrando (1996) plantean la hipótesis de la existencia de dos anillos reflexivos del tiempo: uno
armónica en un sistema, por ejemplo la familia, implica un amplio espectro de tiempos posibles:
en cuanto menor gama, menor capacidad de adaptación; incluso Bateson (1979, en Reséndiz,
2012) afirma que la patología emerge de la falta de coordinación entre los diferentes tiempos.
a sí mismo ahora y a su propia historia, así como la exploración de las diferencias en las relaciones
y en las conductas a lo largo del tiempo con el propósito de relacionar nueva información dentro
del sistema además de reunir información que permitan generar, modificar o desechar hipótesis
(Mackinnon, 1983).
la familia, lo que no les permite hacer los cambios necesarios para adaptarse en los momentos de
transformación natural, es decir, cuando el sistema es incapaz de dar un salto a una nueva forma
funcionamiento grupal y sus contextos (Reséndiz, 2012). Esto es definido como sistema
significante, el cual incluye todas aquellas unidades -personas o instituciones- que se activan en el
intento de aliviar los problemas, lo que acerca más el modelo a una definición del problema como
Por lo tanto, se espera que el cambio provenga del cambio de premisas (Boscolo et al.,
1985). Si la premisa varía o se transmuta, este cambio afectará las principales áreas de conducta
familiar y producirá un cambio de segundo orden o cambio en la premisa (Boscolo et al. ,2003).
Dicho cambio, conocido como cambio triádico, se ocupa menos del síntoma y más en las
relaciones (CMTF, 2012a). Con esto no se descuidan los cambios de conducta ya que es imposible
39
separar premisas de conductas: unas son aspectos de las otras, sin embargo el grupo de Milán
pone mayor énfasis el mundo de las premisas (Boscolo et. al, 2003).
clientes puedan encontrar sus propias soluciones, sus posibles salidas de la dificultad y el
sufrimiento.
En este proceso el terapeuta tiene un papel activo y central (Tabla 8), su tarea es
introducir nueva información al sistema a través del proceso de entrevista. Así, a partir de sus
premisas creará una tensión con las de la familia y esa tensión puede ser tal que la familia tenga
que cambiar su premisa (Boscolo et al., 1985). Con esto se asume que no puede haber una
interacción instructiva, sino sólo una perturbación del sistema que luego reaccionará conforme su
propia estructura, por lo que los resultados son impredecibles, ya que cada familia creará sus
Tabla 8
40
Intervención terapéutica
Cecchin (Boscolo et al., 2004), en el postfacio de la versión italiana, afirma que en práctica
postura en la que no hay nunca una idea final y verdadera. Esta búsqueda constante es lo que
hace terapéutica la conversación. Por lo que dicho autor considera primordial el tener siempre
nuevas ideas. La hipótesis tiene la función de conectar los datos provenientes del escuchar y del
observar, ésta no es verdadera sino más o menos útil (Selvini Palazzoli et al., 1980b). Éstas surgen
de la interacción recursiva entre terapeuta y cliente, por lo que no se atribuyen a uno ni a otro,
sino a ambos (Boscolo y Bertrando, 1996). Una hipótesis es calificada como sistémica si considera
a todos los componentes del sistema o al menos a tres de éstos, triádicas, y propone una
términos de diferencia y cambio (Selvini Palazzoli et al., 1980b). Boscolo y Bertrando (2006) la
definen como el principio a través del cual el terapeuta confía en las retroalimentaciones para
intentos de relación privilegiada o juicios de valor que lo alíen con algún miembro del sistema o
grupo dentro de éste (Selvini Palazolli et al., 1980b). Sin embargo éste concepto ha sido criticado
ya que se ha asumido que no es posible mantener una postura neutral, de la misma manera en la
41
participante del sistema observado, no puede ser alcanzable dicho concepto de neutralidad ya
que no es viable ser neutral respecto a sí mismo, a sus propios prejuicios, a sus propias ideas.
Además recibió fuertes críticas por los movimientos feministas por ser una posición que podría
legitimar situaciones de abuso o violencia (Boscolo y Bertrando, 2006). Es por esto que años
de veracidad o no de alguna posición, este nuevo concepto invita a experimentar múltiples puntos
de vista (Cecchin, 1987), lo que llevó a proponer nuevos términos como el de multiparcialidad
(Hoffman, 1988).
1. Reunión previa: el equipo formula una hipótesis preliminar acerca del problema de la
familia.
2. Entrevista: uno o dos miembros entrevistan a la familia mientras el resto del equipo
3. Intervalo para debate: el equipo en pleno se reúne a solas para discutir la o las
intervención.
5. Debate final: el equipo en pleno se reúne de nueva cuenta para analizar las reacciones
del modelo desde sus orígenes, ya que sugería la idea negativa de que la familia “necesitaba” un
síntoma o que el síntoma era “bueno”, lo que podía parecer sarcástico. En cambio, se opta por
42
indispensable en este momento (Boscolo et al., 2003). Es decir, a partir de una visión positiva se
Este modelo asume que el proceso de entrevista genera cambios por lo que una de sus
ha sido dicho (Boscolo y Bertrando, 2006). Al pensar en triadas, las preguntas circulares cambian el
Este es un modelo que continúa en evolución constante y hasta la fecha los autores
2.2 Diálogo interno del terapeuta como herramienta para generar nuevos diálogos en
situaciones de impasse
especificidades de cada modelo terapéutico, como pueden ser las teorías y técnicas, reportando
mayor similitud que diferencia en la eficacia de los distintos modelos terapéuticos (Budge &
Wampold, 2015). Por su parte Corbella y Botella (2003), en su revisión de estudios sobre la
eficacia de la terapia. En lo que respecta a la terapia familiar sistémica en particular, Carr (2016)
refiere que una de las principales características de las intervenciones terapéuticas exitosas es la
capacidad del terapeuta para facilitar alianzas fuertes entre: a) sí mismo y los miembros de la
familia, b) entre los miembros de la familia, y donde es necesario c) entre los miembros de la
escolares, familia extensa). Así, la literatura científica confirma aquello que terapeutas,
43
supervisores y teóricos de diversos modelos, quizá también los consultantes, ya saben pero que en
terapéuticos por no mencionar los riesgos iatrogénicos. Una de estas situaciones es la fuerte carga
emotiva de algunas sesiones, sobre todo aquellas de configuración familiar, los cuales suelen
caracterizarse por una extrema complejidad y mayor saturación emotiva (Aurón, 2009; Bertrando,
2014; Rober, 2010). Algunas emociones pueden ser difíciles de manejar por el terapeuta, lo que
puede generar: barreras en el desarrollo de la alianza terapéutica o incluso su ruptura, parálisis del
Rober (2010) subraya que experimentar emociones negativas es parte del impredecible
proceso terapéutico y no deberían considerarse como señal de ser un mal terapeuta o inexperto.
De hecho, Pope y Tabachnick (1993), a partir de una encuesta realizada a un amplio grupo de
psicólogos clínicos y terapeutas, reportan que la gran mayoría de los terapeutas experimentan
enojo, odio, miedo y atracción sexual durante su trabajo clínico, siendo miedo y enojo aquellas
incomodidad que generan en el terapeuta, han sido descuidadas por la literatura y quizá no
abordadas adecuadamente en los programas de formación. Así por ejemplo, diferentes estudios
han reportado que la ansiedad durante la sesión es una experiencia común en los terapeutas
Por mucho tiempo la terapia sistémica no dio mucha atención a la experiencia del
44
lo que respecta a la vivencia del terapeuta, con la evolución epistemológica a la cibernética de
segundo orden, donde el objeto observado no puede ser separado del observador, el grupo de
Milán comenzó a centrar su atención en el terapeuta. Sin embargo, en los desarrollos post-Milán,
con la aparición de las terapias postmodernas y narrativas, el foco se movió hacia la experticia del
cliente y el no-saber del terapeuta, lo que indudablemente fue una valiosa evolución, sin embargo
una voz con potencial riesgo colonizador. Además algunos autores como David Parè enfatizaron
que la posición de no-saber del terapeuta delata una subyacente mirada individualista de la
reciprocidad. Asimismo afirmó que los clientes buscan algo más que la liberación de sus propios
conocimientos subyugados, ellos quieren expandir sus posibilidades a través de las ideas y
prácticas que el diálogo con el terapeuta genera. Posteriormente, tomando inspiración en los
trabajos de Mijail Bajtín, la figura del terapeuta volvió a la escena con la exploración del carácter
dialógico del encuentro terapéutico familiar (Bertrando y Toffanetti, 2004; Givroupoulou& Tseliou,
2017; Leiman, 2004; Paré, 2002; Rober & Seltzer, 2010; Rober, 2005; Rober, 2010).
A partir del trabajo de Batjin, Rober (2005) señala que para este la vida en su naturaleza es
dialógica, por lo tanto vivir significa participar en diálogos: hacer preguntas, prestar atención,
responder, estar de acuerdo, y así. En este diálogo una persona participa completamente, inviste
su sí mismo entero en el discurso. Además propone enfocarse en algunos de sus conceptos clave:
- Voz. Cada expresión es realizada por una voz perteneciente a un autor, dicha voz no
puede ser reducida a una sumatoria de señales vocal-auditivas. Esta tiene relación con
las temáticas más amplias referentes a la perspectiva del sujeto hablante, su horizonte
conceptual, intención y visión del mundo. Además cada expresión tiene un tono
45
emocional-volitivo: una enunciación siempre valora y expresa la posición del autor con
- El mundo como creación conjunta. Aunque cada voz tiene un autor, una voz nunca está
sola. Batjin se ocupa de ambos, de quien habla (voz del autor) y de quien es destinatario
(la voz que responde). El hablante no es dueño de sus palabras, sino que las “renta” de
una creación conjunta ya que se trata del diálogo entre el que habla y el que escucha
puesto que cada expresión invita a una respuesta. Las palabras adquieren significado
el cual los significados del cliente –en nuestro caso- hacen contacto con los significados
originales. Bajtín puntualiza que la posibilidad de ver el mundo a través de los ojos del
proceso pasivo que implicaría simplemente el duplicado de la mente del otro, sino que
es un proceso responsivo y creativo. Además, el que escucha tiene que ser diferente al
que habla (outsidness) si quiere que su entendimiento sea algo más que una duplicación
Inspirados por estos conceptos, particularmente por el self dialógico como una polifonía
de voces interiores, algunos terapeutas como Tom Andersen, Harlene Anderson, Harold H.
46
Goolishian, Peter Rober, Paolo Bertrando, entre otros, han descrito el sí mismo del terapeuta
como un diálogo interior. Anderson y Goolishian (1989) declararon que el terapeuta mantiene una
conversación dialógica consigo mismo, lo cual es el punto de partida de sus preguntas. Esta
conversación dialógica ha sido llamada conversación interna del terapeuta por Rober (2002).
recuerdos, imágenes, fantasías, sensaciones activadas en ese momento por aquello que observa y
al.(2008a) proponen que una parte de la mente del terapeuta durante la sesión, en línea con el
proceso activo. Esta escucha se focaliza en tres aspectos principales: a) procesar la historia del
cliente –aquello que relata-, b) poner atención al proceso del cliente -aquí y ahora del cliente-, y c)
enfocar en la propia experiencia del terapeuta –aquí y ahora del terapeuta-. Los últimos dos
hablarían de la parte experiencial o vivencia del terapeuta durante la sesión, de aquello que se
escapa de las palabras: lo no dicho y lo indecible (Frosh, 2004, en Rober et al.2008a). En el campo
de la terapia familiar se han realizado publicaciones en las que la vivencia del terapeuta familiar
durante la sesión ha sido valorada como herramienta para el entendimiento y el diálogo, por
Para explorar la experiencia del terapeuta durante la sesión, Rober (2016) creó la Tarea de
Conversación Interna del Terapeuta. Esta consiste en que con asistencia de las videograbaciones
de la sesión, terapeutas reporten sus conversaciones internas, es decir todo aquello que pensaban
y sentían en ese momento. Es decir, se les pidió elegir los 6 minutos de la sesión que los haya
conmovido más, que los hubiera implicado más; posteriormente, en un límite máximo posterior a
la sesión, evocar todo aquello que hayan sentido y pensado. Transcribieron esos minutos de la
47
sesión en una columna, en otra escribieron todo lo que pensaron o sintieron en ese momento, y la
tercer columna sirvió para reflexiones post-sesión. Esto tanto con terapeutas con amplia
experiencia clínica como con terapeutas en formación. En ambos grupos encontraron que si bien,
de hipótesis e intentar construir metas terapéuticas, también indican que el terapeuta duda,
titubea, percibe la vivencia del cliente, nota sus recursos, y experimenta emociones intensas,
algunas veces intrusivas, como tensión, enojo, impotencia, alivio, alegría, desaliento, autocrítica,
irritabilidad , entre otras, siendo las últimas dos mencionadas aquellas con mayor presencia entre
los terapeutas en formación (Rober et al., 2008a, Rober et al., 2008b; Frediani & Rober, 2016).
Estos estudios también sugieren que la alta intensidad emotiva comportan riesgos en el terapeuta
como la perdida de sensibilidad, de flexibilidad y de su conexión con cada uno de los miembros de
la familia, así como actuar reactivamente de forma negativa, pero también conllevan
oportunidades como nuevas formas de abrir diálogos con las familias (Rober, 2010; Frediani y
Rober, 2016).
Rober (2010) señala que si bien son conceptos con gran mérito sobre la postura
experiencia del terapeuta en sesión. Asimismo señala que ser sensibles a nuestro propia
(experiencing) dentro de la sesión que no reconocemos tienen una alta probabilidad de meternos
Como respuesta a esta situación, Rober (2010) propone tres conceptos, que pueden ser
usados como pasos, para usar la propia experiencia/vivencia como herramienta en situaciones de
48
prejuicios, respaldar nuevas hipótesis y así generar nuevas aperturas dialógicas. Estos conceptos o
pasos son:
1. El experimentar o vivencia del terapeuta. Esto tiene que ver con lo que está
las intenciones del terapeuta? ¿Cuáles son las emociones con las que está luchando?
¿Qué dilemas está enfrentando? ¿Cuáles son las fantasías con las que está lidiando? El
experimentar del terapeuta va más allá de aquello que está sintiendo, sino también
tiene que ver con algunos juicios internos: idea de moverse muy rápido o muy lento, de
Rober, 2010). Del latín emuovere donde e/ex= fuera y movere= mover. Algunas
encuentro terapéutico son: ¿Qué es lo que el terapeuta está tentado a hacer?, ¿qué rol
¿abriría espacio para las cosas no dichas?, ¿crearía oportunidades para renovar
3. Las oportunidades para el diálogo: Esto concierne a cómo la experiencia del terapeuta
posible introducir algo del experimentar/vivencia del terapeuta en alguna otra forma
49
como alternativa a actuarlo en un posible juego relacional destructivo?, ¿cómo puede
la vivencia del terapeuta inspirar sus preguntas de tal forma que evite ese probable
de parte del terapeuta ya que tendrá que encontrar formas de pensar constructivas
especialmente cuando éste se siente atorado o bloqueado, es importante que el terapeuta preste
atención a su propio proceso y reflexione en la forma en la que quizá éste se entrecruza con lo que
Si bien esta guía de preguntas está en sintonía con el proceso reflexivo que los terapeutas
familiares con gran experiencia clínica ya llevan a cabo y con las preguntas que supervisores ya
hacen a sus alumnos, resulta de gran utilidad para que terapeutas en formación comiencen a
desarrollar su capacidad reflexiva y a escuchar más atentamente sus diálogos internos, su vivencia
dentro sesión, los cuáles pueden entrampar o facilitar los procesos terapéuticos. Además, incluso
para los terapeutas que han terminado su formación clínica académica y comienzan a trabajar en
solitario –sin coterapeuta, sin supervisores y sin equipo presentes, quienes naturalmente
introducen todas estas reflexiones al sistema terapéutico- hay sesiones que resultan
particularmente abrumadoras por el alto nivel de complejidad que representan algunos casos así
como la alta intensidad emotiva, y como menciona refiere Aurón (2009) “la intensidad atrapa”
(85).
50
Capítulo 3
Casos clínicos
En este apartado se presentarán los dos casos elegidos para su análisis y discusión teórico-
del proceso terapéutico, c) análisis teórico-metodológico, estos dos últimos puntos con estructura
diferente en cada caso a partir del modelo terapéutico que guio el caso, y d) reflexiones. Para
finalizar se presenta un meta-análisis de ambos casos clínicos desde la propuesta de Peter Rober
Entre terapeutas novel, al momento de exponer nuestro trabajo clínico, existe la tendencia
de seleccionar aquellos casos de éxito terapéutico, quizá resultado del entusiasmo generado por el
proceso formativo, es decir el haber vivido en primera persona la eficacia de nuestro marco
teórico-metodológico así como los efectos del desarrollo de nuestras competencias clínicas, y
quizá también por la necesidad de ser reconocidos cada vez más como terapeutas familiares
Sin embargo, en este caso la selección de casos clínicos se realizó a partir del impacto
formativo. Si bien cada encuentro terapéutico trae consigo tantos aprendizajes para el terapeuta,
hay casos que implican un desafío particular que en momentos puede sentirse como
infranqueable, y desafortunadamente a veces lo es. Así, tanto el primer caso, vivido como
“fracaso”, como el segundo, más en línea con un satisfactorio “éxito” terapéutico –concepto
51
En ambos casos clínicos los nombres propios de los consultantes han sido modificados con
3.1.1 Juan: comprendiendo la complejidad del trabajo terapéutico con un hombre violento
Ficha de identificación
Equipo terapéutico: Karla Nohemí García Abarca, Esther González Ovilla, Paulina Lecanda Álvarez,
Mario Ulises Martínez Quintana, Vianey Méndez Vergara, Fabiola Ordaz Hernández, Nara Gabriela
Sesiones: 5
50 40
Juan Susana
2009
19 15 14
52
Descripción de la familia
Hace 5 años su entonces esposa decidió salir de la casa donde vivía con Juan y los hijos de ambos,
posteriormente interpuso la demanda de divorcio. Juan fue a vivir a casa de sus padres con sus 2
hijos menores (David y Daniel) ya que el mayor (Andrés) fue a vivir con la madre, pudiendo decidir
libremente al alcanzar la mayoría de edad. Después de que David y Emilio escaparan de la casa y
de diferentes procesos legales, Susana obtuvo la guardia custodia de sus hijos menores. Sin
Daniel. Con asistencia de la fuerza pública y de un cerrajero, Juan entró durante la madrugada a la
casa donde vivían con Susana para extraerlos. Andrés siguió viviendo con su madre sin tener
Así fue como David y Daniel vivían con Juan, pero a raíz de una agresión física de Juan, el
más pequeño de sus hijos decidió escapar de casa. Como no podía ir a vivir con su madre por los
litigios legales, quedó al cuidado de una de sus tías paternas. Se interpuso una orden de restricción
Actualmente Andrés vive con su madre en casa de los familiares de ésta, David vive con su
padre y Daniel con su tía paterna. David y Daniel pasan 2 fines de semana al mes con su madre y
Andrés. Juan tiene una relación conflictiva con su hijo mayor por lo que prácticamente no hay
contacto entre ellos, cohabita con David y la relación no es afectuosa pero sí con mucha búsqueda
de control, a Daniel no puede aproximarse sin embargo ejerce cierto control a través de su
hermana. Susana y Juan siguen con litigios legales pues ella actualmente está buscando que se le
Cabe mencionar que Juan solicitó el servicio de terapia familiar hace un año pero fue dado
de baja ya que rechazó los horarios que se le ofrecieron. Durante todo el año insistió en ser
53
atendido enviando correos a la terapeuta a quien se le había asignado el caso originalmente, a la
exdirectora y directora del Centro de Servicios Psicológicos, así como al director de la Facultad de
Psicología y a Rectoría.
Ficha de admisión: “Al reintegrarse mis hijos conmigo ellos regresaron indisciplinados con
bajas calificaciones y con manía por los juegos de video por celular así como Facebook”.
Juan solicita este servicio ya que le preocupan las bajas calificaciones de sus hijos, quiere
elevar el autoestima de sus hijos y le preocupa que el divorcio haya provocado afecciones
psicológicas pues no le gustaría que sus hijos pasaran por lo mismo en el futuro. Además solicita
orientación vocacional para su hijo David. Estas conductas las atribuye al “abandono de la madre y
Hipótesis sistémica
Esta es una familia cambiante (Minuchin y Fishman, 1989) con adolescentes (Carter y
McGoldirck, 1999), enfrentando los efectos y retos constantes de una separación altamente
género, con una jerarquía autoritaria e imponente, sin reconocimiento de las necesidades
afectivas de sus hijos. El límite entre padre e hijos son difusos lo que permite que Juan se
inmiscuya y controle la vida cotidiana de sus hijos adolescentes, a quienes les ha impuesto límites
rígidos hacia el exterior. Incluso ahora ni entre ellos pueden tener contacto. El sistema familiar de
Juan se muestra poco flexible ante los cambios evolutivos propios del ciclo vital y aquellos
originados por la separación. Ante las diferentes estrategias desarrolladas por David y Daniel
54
(internet, celular), quienes tienen una fuerte alianza entre sí, para evitar el control, Juan se ha
Como recursos se reconoce la fortaleza del subsistema fraterno ya que es una fuente de
contención y apoyo entre los hermanos, así como la proximidad afectiva de la madre a pesar de la
Metas terapéuticas
Brindar a David y a Daniel un espacio seguro y confiable que les sirva de contención.
Sensibilizar a Juan, quizá a partir de su preocupación por la relación padre-hijo, para desarrollar
empatía hacia sus hijos y así logre reconocer las necesidades de éstos, además de buscar que
Las 5 sesiones se realizaron a lo largo de casi 2 meses, estas tuvieron una frecuencia
quincenal. A continuación se describe una breve síntesis tanto del desarrollo como del análisis de
Sesión 1. Asisieron Juan y David. Juan relató lo acontecido con su familia los últimos 5 años
con gran precisión en los detalles y sin modificar su tono afectivo a lo largo de la sesión. David
permaneció callado y serio sin involucrarse más que para confirmar información que su padre le
solicitaba. Juan se mostró intimidante y descalificador conmigo. Respecto a los objetivos que les
gustaría alcanzar viniendo a terapia, Juan quiere que sus hijos mejoren su autoestima y que no les
afecte en su vida futura lo que han pasado con el divorcio, una señal de mejoría serían mejores
calificaciones en la escuela. David confirma que su objetivo sería mejorar sus calificaciones. Hijo
55
Análisis. La forma en la que Juan se condujo hacia mí y la conducta de David durante la
sesión, así como sus relatos (huida de la esposa y luego de los hijos, intimidación a terapeutas del
DIF, orden de restricción hacia Daniel) aportan material para considerar que Juan es un hombre
violento y rígido. No es muy claro lo que está buscando con esta terapia, puede ser que quiera
usar este proceso terapéutico para alguna cuestión legal. Él plantea una preocupación por ejercer
su paternidad de forma adecuada, lo que podría trabajarse para construir un objetivo terapéutico.
estuvieron serios al inicio de la sesión respondiendo con frases cortas David expresó preocupación
por la vigilancia y control de su tía hacia Daniel, intenté profundizar en el tema pero respondían
evasivamente. Busqué cambiar el tono afectivo de la sesión con bromas y ellos se relajaron.
Relataron cómo han vivido el proceso de separación de sus padres y algunos episodios de violencia
de su papá hacia ellos. No les fue posible plantear expectativas ni objetivos para este espacio. Al
final resalté la buena relación que hay entre ellos, la complicidad y el cuidado mutuo. Tarea:
Análisis. Esta sesión aportó una gran cantidad de información a pesar de que al inicio los
hay más elementos que confirman la hipótesis de Juan como hombre violento. Los recursos con
los que cuentan fueron más claros, aunque pareciera que el padre tiene control total, se hicieron
visibles las grietas por las que ellos han logrado huir de esto. La relación entre ellos, con su
hermano mayor y con su madre parece una fuente importante de apoyo y contención.
terapéutico. Plantearon “ser menos enojón” (David) y “ser menos latoso” (Daniel). Hablaron de
56
sus numerosos encuentros anteriores con psicólogos, hice notar sus respuestas parecían
aprendidas y por deseabilidad social, que este espacio se sentía como si no fuera necesidad suya
sino un trámite más. Hablaron de cómo ha cambiado la relación con su padre y cómo éste cambió
a lo largo de los años (refieren problemas con el alcohol; antes les daba buen ejemplo y trabajaba,
gran cantidad de encuentros que han tenido con psicólogos durante el proceso legal. Intenté
construir con ellos un objetivo terapéutico pero no lo conseguí y me resultó frustrante. El grupo
tuvo la misma sensación de atascamiento, de no saber qué hacer con esta situación. Considero
que los chicos no están normalizando la violencia pues, tienen muy claro que no quieren vivir con
su papá, las situaciones y conductas que les desagradan y de las que intentan huir, sin embargo
son conscientes que se encuentran en medio de un proceso legal delicado que no quieren
complicar más.
Sesión 4. Asistió Juan. Expone que sus hijos y la madre de sus hijos quieren romper el
vínculo padre-hijo. Se explica a sí mismo el rechazo de sus hijos como influencia de la madre y la
fantasía que ellos tienen (no sabe cuál fantasía).Devalúa las capacidades maternas de su expareja
y la declara incapaz de hacerse cargo de sus hijos. Evade hablar del impacto que ha tenido el
Análisis: Se buscó trabajar a partir de alguna fisura afectiva, sensibilizando a Juan para
desarrollar empatía y reconocimiento de las necesidades de sus hijos, sin embargo no fue posible.
Si bien el discurso de Juan tiene una estructura lógica coherente pero no hay modulaciones
afectivas, todas sus narraciones tienen el mismo tono plano. Probablemente Juan sea una persona
57
que no es capaz de nombrar ni manejar sus propias emociones, aún no sé si haya reconocimiento
de los mismos pero me gustaría explorarlo. Quizá sea esta ceguera afectiva, hacia sí mismo y hacia
Sesión 5. No se presentó. No asistió ni llamó para cancelar su cita. Llamé para concertar
nueva cita pero no se encontraba en casa por lo que le dejé un mensaje diciendo que lo esperaba
la próxima sesión indicando fecha y hora pero tampoco se presentó, por lo que el caso fue dado
Análisis teórico-metodológico
una amplia variedad de contextos y situaciones pues brinda un amplio panorama versátil para el
abordaje de problemas familiares y de pareja, así como una sistematización en sus estrategias de
los miembros que la componen (Minuchin, 1979), el impacto que la violencia tiene en ellas es
devastador, sobre todo cuando legitimada no sólo dentro el microsistema –factores individuales y
relacionales– sino además en el exosistema –instituciones, es este caso las instituciones judiciales–
institucional para obtener el espacio terapéutico y conmigo de una forma implícita descalificando
descartamos que también con su familia. Susana huyó de la dinámica familiar violenta y los hijos
intentan hacer lo mismo, aún así algunas conductas de Juan como la rigidez, el control o los golpes
58
Respecto a la legitimización de la violencia en el exosistema ambos hermanos refirieron
que en constantes ocasiones ellos manifestaron explícitamente su voluntad de vivir con la madre y
esto se había logrado, pero no tienen claro cómo es que al final el padre ganó la guardia y custodia
cuando ya había sido asignada a la madre. Esto generó una cierta desconfianza hacia mí y el
espacio terapéutico pues para ellos nosotros estábamos realizando la enésima evaluación
psicológica. Es decir, yo y el equipo representábamos una extensión de ese sistema que había
legitimado el poder de Juan, situación que complicó el proceso de asociación con el subsistema
fraterno. Cuando finalmente logré asociarme con ellos en las sesiones a las que asistieron sin Juan,
manifestaron no sentir necesidad del espacio terapéutico pues el espacio seguro y confiable que
proponíamos como meta terapéutica ellos ya lo tenían cuando pasaban el fin de semana con su
querían era poder vivir con su mamá y sabían que esta no era la vía para generar algún cambio en
ese aspecto. El subsistema fraterno es vivido por David y Daniel como un gran recurso, lado fuerte
de esta familia, que quizá pudo haberse enfocado e intensificado si el proceso hubiera continuado,
sólo generará dificultades en el cumplimiento de su función principal sino que además los viejos
programas que gobernaban la vieja familia continuarán a controlar sus respuestas habituales
generando altos niveles de tensión en todos los miembros (Minuchin, 1974, 1991) como es el caso
de esta familia. Sin embargo, la exploración y negociación de nuevas pautas en el sistema parental
implican una jerarquía similar en ambos componentes del subsistema, me refiero a una igualdad
59
sociales y económicos que habilitan para tal ejercicio– (Ravazzola, 1997 en Díaz, 2010), que no
socialización parece ser reforzado por las instituciones que reproducen esta diferencia en el
ejercicio de poder.
Los límites externos rígidos de la familia establecidos por Juan bloqueaban el proceso de
asociación, sin embargo en su ausencia estos se flexibilizaron. Explícitamente había una solicitud
establecía un límite rígido hacia la terapeuta que impidió los procesos de asociación e
intervención. Quizá la hipótesis de los límites difusos padre-hijos sólo era aparente ya que en
ausencia de Juan era notorio cómo el susbsistema fraterno lograban marcar un límite, protegiendo
del padre la relación entre ellos y con la madre, con quien tenían una alianza que no podían hacer
explícita de frente al padre, David porque vivía con Juan y Daniel con la hermana de este.
psicólogos–resulta sólo en intervenciones sin perspectiva como puede ser interesarse sólo por los
menores o buscando controlar a quien ejerce violencia, logrando una continuación de la pauta. Al
destacar la peligrosidad de asumir que todos tienen un papel equivalente como señalado por las
terapeutas sistémicas feministas Walters, Carter, Papp y Silverstein (1991). Así, ya desde sus
trabajos de la segunda mitad de los ochentas Minuchin (1991), por influencia de diferentes
60
respuestas” (p.159) al trabajar con familias con violencia. Además, el creador del modelo
separación familiar como única manera racional de tratar la violencia. Sin embargo en algunas
ocasiones como esta, el agresor buscará mantener la pauta de control en la familia por diferentes
medios por no mencionar las agresiones hacia los hijos, no sólo las físicas sino también la
en dichas pautas cuando no es viable el distanciamiento. Por esto, insistí en generar algún tipo de
asociación con Juan, lo que hubiera permitido algún tipo de intervención, que quizá habría podido
efectos de sus acciones, así como al trabajo de deconstrucción de roles, jerarquía. Esto habría
Sinibaldi, 2002).
feministas, el análisis y crítica del orden cultural que subordina a la mujer, su modelo no logra
hacer una reflexión profunda sobre el ejercicio de poder y los roles de género, acción necesaria
cuando se trabaja con temas de violencia dentro de la familia. Además, Goodrich, Rampage,
Ellman y Halstead (1989), contrarias a la concepción del modelo estructural, refieren que la
estructura familiar no tiene que ser jerárquica, sino democrática, sensible y consensual.
la forma en la que Juan solicitó, o mejor dicho exigió el servicio, me generó varias expectativas
negativas y me sentí intimidada por un hombre que ni siquiera conocía. Decidí aceptar el caso ya
61
que implicaba el reto de un posicionamento más directivo para poder hacerme cargo de la sesión
y no permitir que fuera él a tener control de la situación, es decir lograr interrumpir, confrontar y
cuestionar directamente, lo que me resultaba muy difícil hacer sobre todo con las primeras
Esta fue la primera vez que me encontré con un consultante como Juan: rígido, con
veladas hacia mí. Considero que hubo cambios en Juan, quizá mínimos, pues aunque en repetidas
ocasiones rechazaba mis observaciones posteriormente las retomaba como válidas, respetaba mis
reglas y mis límites, situación que no se presentó en la primera sesión. Si bien considero que me
faltó hacer movimiento más directos, lo que dilató los tiempos de exploración, asociación
(Minuchin, 1979) y apertura del motivo de consulta (Minuchin, Nichols y Lee, 2007), para mí era
más importante lograr que David y Daniel dejaran las respuestas estereotipadas y trabajar en la
alianza terapéutica para poder evaluar el riesgo concreto que corría sobre todo David –Juan no
podía acercarse a Daniel debido a una orden de restricción–. En la primera sesión que tuve sólo
con ellos, después de que logré ir más allá de las respuestas rígidas y generar un diálogo con ellos,
me sentí en un huracán de emociones intensas a partir de sus relatos: secretamente ponerse hojas
de periódico debajo de la playera para que los golpes con el cinturón dolieran menos, el dolor por
no poder vivir con su madre, aquello que generó que Daniel escapara de casa –motivo de la orden
más problemas legales, la incomprensión de las decisiones tomadas por el sistema judicial, por
mencionar algunos. Ellos se habían relajado y aceptado el diálogo a partir de mis movimientos
para generar una atmósfera casi humorística, de hecho los relatos los hicieron con este tono:
riendo y con una narrativa épica con ellos como héroes. Sin embargo yo tuve que salir un
momento porque no podía seguir manteniendo el diálogo con el mismo tono emotivo de ellos, al
62
contrario, me sentía al borde del llanto. Después de unos minutos pude regresar y terminar la
sesión.
En lo que respecta al trabajo con Juan, coincido con Minuchin en la dificultad de trabajar
con una persona que sabes que ha sido capaz de maltratar. No fui capaz de generar una
asociación, sí por su rigidez y control pero también porque quizá mis ideas sobre Juan fueron más
limitantes que útiles pues no fui capaz de verlo más allá de su ejercicio de violencia. No encontré
ni pude generar alguna apertura con la cual poder trabajar, yo pasaba del enojo y la fuerte
sensación de injustica, al sentirme intimidada, cuando hablaba de todos las quejas y procesos
internos que realizó contra los colegas con los que había tenido contacto antes de llegar a este
espacio, o aburrida porque cuando hablaba parecía que estuviera casi leyendo sin entonaciones
afectivas y sin espacio para un diálogo en lugar de un monólogo. Tampoco logré generar un
percibía ninguna necesidad de cambio pues eran todos los demás quienes debían cambiar, ni pude
hacer lograr que se sintiera parte de las pautas interactivas familiares, es decir que asumiera
responsabilidad en estas.
pude construir un objetivo terapéutico, y con Juan no logré ninguna de las dos cosas por lo que
califico esta experiencia como un proceso terapéutico con fracaso clínico. Coleman y Gurman
(1985) hacen referencia a una genuina motivación de una terapia por parte de los clientes como
uno de los factores más importantes para el éxito terapéutico, y en el caso de esta familia la
A pesar de esto, este es un caso que ha resultado muy formativo en diferentes aspectos ya
que: a) me ha impulsado a implementar estrategias para tener el control del espacio terapéutico y
hacer que tanto mis reglas como mis límites sean respetados; b) me ha confrontado a la necesidad
63
de desarrollar un posicionamiento diferente para que el espacio sea generativo y no sólo
contención; c) me ha hecho asumir que también los terapeutas tenemos una fuerte vida emotiva
durante las sesiones; d) cuestionar mis propias ideas, que a veces pueden limitar mi actuar al
rigidizar mi visión no permitiéndome aproximarme para conocer a las personas más allá del
terapéutico.
Analizando el caso clínico a posteriori, he reflexionado sobre todo lo que hubiera podido
hacer diferente, todo aquello que quizá habría resultado útil, sin embargo, la violencia
intrafamiliar es un tema lleno de retos para los terapeutas principiantes, sobre todo cuando se
trabaja con el agresor y cuando la familia se encuentra atravesando procesos legales. Sí la falta de
consideran factores como las relaciones de poder, las normas culturales, el género, la relación de
la familia con las instituciones, entre otras, que amplían y complejizan la visión, el análisis y la
intervención del terapeuta, llevando a interacciones más generativas y útiles para el sistema
terapéutico.
64
3.1.2 Alejandra: multiplicando posibilidades
Ficha de identificación
Sesiones: 13
40 40
Alejandro María
2003 2007
15
7
Alejandra Carlos
Tanto el diagnóstico como la descripción del motivo de consulta fueron realizados por un
Diagnóstico: F33.2 Trastorno Depresivo Mayor Recurrente- episodio actual grave, F34.1
Inadecuado.
65
Motivo de consulta: “disfunción familiar, desintegrada. Los padres de la paciente se
En entrevista directa con la familia, refieren como motivo de consulta: Alejandra no sigue
reglas y no acepta los castigos ni regaños derivados del incumplimiento de dichas reglas, lo que la
lleva a reaccionar agresivamente con los demás y con ella misma, evadiendo así las consecuencias
de su comportamiento.
Ambos padres desean que su hija “mejore”, lo que significa: no más crisis, que no se
lastime, verla contenta y haciendo algo más que dormir, lograr un vínculo cercano con ella, que
mejore sus calificaciones para que logre ingresar a la preparatoria. El objetivo de Alejandra es ya
Tanto María como Alejandro, a pesar de su limitada convivencia padre-hija, han buscado
establecer límites a través de castigos o dando “un voto de confianza”, pero no han obtenido
resultados positivos, reportando que “está cada vez peor”. Cuando Alejandro o María buscan ser
más severos con los límites y la disciplina, Alejandra busca el apoyo del otro “saliéndose con la
suya”.
Fuente de referencia
multidisciplinario en los distintos servicios que ofrece el hospital. La primera sesión en el servicio
66
Breve descripción del proceso terapéutico
Las sesiones se realizaron con frecuencia flexible, es decir, posterior a los internamientos
las sesiones fueron semanales para después ser espaciadas a frecuencia quincenal y mensual. La
estructura del sistema terapéutico fue variable, en este sentido, el proceso se adaptó a las
Sesión 1. Asistieron Alejandra, María y Alejandro. El día anterior Alejandra salió del
internamiento hospitalario así que la familia buscaba reorganizarse. Después de que la familia
hablara del problema y sus expectativas de este espacio, María informó que se le agotaron los
recursos y no tiene pensado hacer nada más al respecto, renunciando completamente a hacerse
cargo. Alejandra irá a vivir con su padre y sus abuelos paternos. Mientras estábamos cerrando la
sesión, poniéndonos de acuerdo en la fecha de la próxima sesión, Alejandra tuvo una crisis
nuevamente.
terapéutico familiar, debido al alto nivel de conflicto con Alejandro. Esto ha dificultado la
reintegración de Alejandra a la escuela pues María no permite el acceso de su hija a casa, por lo
que no ha sido posible tener acceso a ropa, documentos y material escolar. María informó a
Alejandro que el contacto tendrá que ser por la vía legal. Se hace notar cómo es que esta situación
ha generado cercanía padre-hija. Hablamos de que pareciera que todos los miembros de esta
familia sienten una gran confusión, y de cómo la confusión puede generar angustia y miedo,
haciendo que algunos miembros se retiren y otros pierdan el control. Refieren que las crisis de
Alejandra han disminuido, exploramos cómo se explican este cambio. Refieren que a pesar del
estrés generado por la actitud de María, Alejandra se ve relajada por no asistir a la escuela. En la
67
nueva dinámica familiar los abuelos paternos han tenido un rol importante, ya que Alejandro se
encuentra fuera de casa una gran parte del día por motivos laborales, sin embargo, ha sido
complicado que estos sean vistos con autoridad Se les envía invitación a la próxima sesión.
Sesión 3. Asistieron Alejandra y ambos abuelos paternos. Los abuelos expusieron sus
dificultades, no tienen muy claro cuáles deberían ser sus funciones ni de qué forma llevarlas a
cabo, además enfatizaron sus limitaciones físicas. Entre que es difícil contactar a Alejandro y que
Alejandra no acepta su autoridad, cuando los abuelos buscan “disciplinar” se desencadena una
crisis. Alejandra siente que sus abuelos no la conocen y por eso no la entienden. Surge la idea de
que se forme un “bloque de adultos”, siendo Alejandro el eje principal que toma las decisiones y
los abuelos un apoyo operativo. Hablamos de cuando no hay crisis, surgió el tema de adolescencia
como época de transición niño-adulto y la idea de que Alejandra podría comenzar a hacerse cargo
de algunas cosas, es decir ejercer control sobre algunos aspectos de su vida de acuerdo a su edad.
Sesión 4. Asistió Alejandra, quien había solicitado una sesión sola para poder hablar de sus
problemas “más íntimos” En esta ocasión vendría sola a sesión y se haría cargo de todo lo que
implicaba. Llegó tarde. Habló de las dificultades que tuvo que afrontar para poder llegar, desde
despertarse sola, hasta tener que prepararse algo de comer y preparar su ropa, cosa que ahora
hace ahora su abuela y antes su mamá. Hablamos de la adolescencia, de los retos de querer tener
más libertad y de cómo entre más se quiere evitar la vigilancia de su padre no respondiendo el
teléfono, por ejemplo, hace que Alejandro y abuelos sean aún más vigilantes de lo normal.
Introduje el tema de la responsabilidad explorando con ella cuál era la responsabilidad hacia el
cuidado de la familia de cada uno de los integrantes de esta. Habló de las problemáticas que está
afrontando en la escuela, entre el peso del trabajo atrasado y que ya que “se supo” que estuvo
internada en el hospital psiquiátrico, así como de la relación con su novio. Se explora la diferencia
68
niño-adulto, la idea de la adolescente quiere límites más flexibles para explorar y resolver
Sesión 5. Cita con Alejandra. No asistió. Días después llamó para reagendar su cita.
Sesión 6. Asistió Alejandra. La sesión anterior ya se encontraba fuera del hospital pero no
entró debido a que tuvo una discusión con su novio y se disculpó. Se exploró cómo se presentan
las crisis en diferentes contextos. Comentó que cuando se presentan las crisis, sus amigos la visitan
en casa, le llaman por teléfono y están muy atentos a ella. Debido a que en una crisis ingirió 3
pastillas para dormir, Alejandro decidió suspenderle los medicamentos psiquiátricos. Al ahondar
en los motivos, comentó que no intentó suicidarse sólo quería “dormir y dormir”, después de que
su novio terminara la relación. Al explorar, refiere que de momento las crisis se encuentran
desactivadas y considera que es debido a que su novio y ella retomaron la relación de pareja, él
está muy atento a ella y la “mantiene tranquila”. Antes se presentaba cuando sentía algún tipo de
injusticia: que él terminara la relación, en casa cuando se encontraba castigos que consideraba
inmerecidos, cuando no recibía algo que consideraba merecer, entre pares cuando sentía que
alguien la había traicionado o lastimado. Llegamos a la idea de que de alguna forma estas crisis a
veces funcionaban como una forma de protección ya que convocaba a quienes se portaban
cariñosos con ella y alejaba a quienes generaban esta sensación de injusticia y dolor.
abuelos, quienes han mostrado una gran disposición. Se les pidió a los tres que en privado, es
decir sin que estuviera presente Alejandra, acordaran las reglas de casa y las consecuencias de no
cumplirlas. Así podrían dar una mayor estructura a la convivencia y habría menos confusión. Padre
y abuelos reportan mayor colaboración de Alejandra en las labores del hogar, sin embargo ambos
abuelos dicen sentirse ineficientes al momento de disciplinarla pues temen que Alejandra se enoje
y se haga daño. Así, es frecuente que ésta rompa las reglas (particularmente la hora de llegada
69
preestablecida) sin obtener consecuencias. Solicitan a Alejandro que se haga cargo, sin embargo
este menciona que siendo su única hija y no habiendo estado presente por tanto tiempo, le da
miedo que ponerse muy rígido con la disciplina pierda la cercanía y complicidad que se ha
generado estos meses. Hablamos de las funciones de los padres, en cómo poder establecer límites
que ser padre significa “entrarle a todo y hacer lo que se tiene que hacer aunque a los hijos no les
guste”. Alejandro pudo recordar experiencias en las que sintió que sus padres estaban siendo muy
Sesión 8. Asistieron Alejandra y Alejandro. Iniciaron la sesión hablando de que las cosas
están más tranquilas en casa y Alejandro refiere que han logrado que el “bloque de adultos”
funcione mejor y sea efectivo pues Alejandra ha estado cumpliendo con las reglas y aceptando las
consecuencias de cuando no las cumple, los abuelos se han visto menos superados y Alejandra ha
estado más tranquila. En forma de juego Alejandra le reclamó a su padre que no tenga tiempo
para ella, que esté siempre ocupado y que prefiera pasar tiempo trabajando o con su novia.
Alejandro le respondió que a veces tiene mucho trabajo a lo que su hija respondió que sólo
cuando está muy mal se hace presente, pero que cuando está bien prefiere hacer otras cosas.
Retomamos la idea del síntoma como forma de convocar que habíamos discutido sesiones
anteriores. Exploramos las veces en las que esto no ha sido así. Es decir, rescatamos los relatos de
cuando Alejandra, estando bien, activó la presencia del padre pidiéndolo abiertamente,
proponiendo actividades, también de cuando Alejandro busca pasar tiempo con ella.
Pausa por hospitalización. El padre de Alejandra llamó a la terapeuta para informarle que
padre dice sentirse muy preocupado sin saber qué hacer, le interesa seguir con la atención en este
70
servicio pero solicitó no tener sesiones en conjunto con María ya que han tenido fuertes
Alejandra. Una vez internada en el Hospital Psiquiátrico Infantil, la supervisora buscó solicitó
permiso para que pudiéramos acceder a una entrevista con Alejandra pero el personal de la
Sesión 9. Asistió Alejandra. Relata que después de que su novio terminó con ella sintió que
ya nada valía la pena, además ese mismo día discutió con sus amigas de quienes esperaba apoyo y
en casa, al llegar fue regañada y castigada por llegar tarde. En un momento de impulsividad
decidió tomar las pastillas, aunque después se arrepintió. Comenta que en el internamiento
entendió que en realidad su ex novio no valía tanto la pena, sólo que en ese momento le dolió
mucho y sintió que nadie la iba a entender. Refiere que después del mes de internamiento, su
mayor problema es su situación escolar actual pues debido a los dos internamientos su promedio
bachillerato. Hablamos de lo que pasaría en caso de no ser aceptada en las opciones que eligió: lo
que pensaría de sí, cómo se sentiría y qué acciones acompañarían esos pensamientos y
sentimientos. Considera que podría repetir el último año y vio algunas ventajas en esto. Hablamos
de la posibilidad encontrarse con un escenario frustrante y los recursos que le pueden servir para
afrontarlo. Alejandra comentó haber estado en mayor contacto con su madre y que incluso desea
regresar a vivir con ella pero no lo ha comentado con su padre, lo que puede ser generador de
Sesión 10. Asistieron Alejandro y María. Ambos padres aceptaron tener una sesión en
conjunto en la que se habló de la importancia de llegar a acuerdos entre ellos. Hablamos de cómo
71
ellos pues el mensaje llega editado o con modificaciones. Hablaron de las dificultades que tienen
fuertes discusiones en donde se reclaman todo lo que ha pasado entre ellos. Se propuso separar
los roles de pareja afectiva, o expareja en este caso, de la pareja parental. Así, logramos trabajar
para llegar a acuerdos Se acordó: comunicación directa entre ellos, tomar en conjunto las
decisiones concernientes a la salud y educación de Alejandra, delimitar las decisiones a ellos dos
dejando a los otros miembros de la familia como apoyo (abuelos, tíos), así como compartir con el
otro las estrategias que a cada uno le funciona frente a las crisis de su hija. Si bien María desde el
inicio había decidido abandonar el espacio terapéutico, mencionó estar dispuesta a asistir una vez
por mes. quizá para repetir el ejercicio de hoy, para tener un espacio con Alejandra y para lo que
llegar). María refiere que ha habido una mayor colaboración entre Alejandro y ella, han podido
organizarse para que Alejandra pase los fines de semana con su mamá y su hermano. Refiere que
Alejandra ha tenido buena adaptación a esta nueva organización y ha estado tranquila, sin
embargo Carlos ha tenido complicaciones de adaptación a esta nueva dinámica. María relata la
historia de la pareja, hago notar que pareciera como si el tiempo se hubiera detenido y los
nivel de conflicto durante más de 10 años. El que Alejandra fuera a vivir con su padre permitió que
María tomara un tiempo para sí y de hecho está en proceso terapéutico individual. Refiere que ella
por años sólo sintió mucho enojo que siente que transmitió a Alejandra, por años pasaba de ser
explosiva y agresiva a fuertes depresiones, ahora se da cuenta de todo el dolor que se escondía
detrás de esas “máscaras”. Subrayó en cómo ahora están haciendo algo diferente y logrando
trabajar en conjunto priorizando el bienestar de Alejandra, a pesar de todo. El foco está en educar
72
a Alejandra, no María a Alejandro ni Alejandro a María. Si bien se están confrontando con estilos
de crianza diferentes al propio, el poder comunicarse les ha permitido llegar a acuerdos. Hablamos
de los cambios como bola de nieve y de la irreversibilidad, es decir, enfatizo la diferencia entre
quienes llegaron la primera sesión y quienes son ahora, todo aquello que están resignificando y
haciendo diferente.
Sesión 12. Asistieron Alejandro y Alejandra. Hablan de los cambios que han notado.
Alejandro habla de ver a Alejandra más tranquila y controlada. Tuvo una crisis desencadenada por
académico en donde nadie sabe de sus internamientos en el hospital psiquiátrico, es decir, puede
presentarse sin el estigma que han implicado estos internamientos. Además ahora pertenece al
grupo de porristas con el que se encuentra muy comprometida. Alejandra comenta que ella ha
notado que sus papás ya no se pelean y si lo hacen ella no se da cuenta. Alejandro cuida no sólo de
su relación con Alejandra sino también de la que esta tiene con María, no la desautoriza frente
Alejandra y ha abierto un espacio de autoridad para ella dentro de la casa paterna. Alejandra
menciona que su mamá la sabe tratar y controlar, pero que ahora Alejandro quiere ser papá y le
enoja que quiera asumir ese rol poniendo límites y demás cuando nunca estuvo presente, cuando
lo único que hizo fue “destruir la familia”. Alejandro interrumpe diciendo que sólo conoce la
versión de María pero que no fue así, que él buscó estar presente pero tenían una lucha de poder
en la que Alejandra quedó en medio. Buscando dar espacio a lo no narrado aún y pregunto si tiene
alguna anécdota en donde sí estuvo presente. Responde que muchas, que él siempre estuvo
pendiente y la iba a buscar, algunas veces dejaban que la viera y otras no. Nos comparte
conmovido algunas de estas anécdotas, definiéndolas como los mejores momentos de su vida. Le
pregunto cómo explicaría la actitud de Alejandra. Responde que Alejandra cree que va a ser
73
lastimada y ese dolor la encapsula protegiéndola de dolores más grandes, que al reconocerlo
como padre dejaría de defender ese dolor, se lo quitaría de encima y se abriría más permitiéndole
“ser una persona más íntegra en cuanto sentimientos, tendría la capacidad de ver que ella es más
que dolor”. Además refrenda su amor hacia ella “a pesar de que he estado ausente he sido
incondicional porque haga lo que haga ahí estoy. A lo mejor no se ve, no sé si lo van a agradecer o
no, pero es mi forma de darle amor”. Hubo una ampliación de la narración de paternidad.
Sesión 13. Asistieron Alejandra y Alejandro. Alejandro refiere que su hija ha sido más
cariñosa además la ve cada vez más haciendo responsable de sí misma –ropa, organización
horarios, tareas–. Entre los dos comentan que cuando llegaron estaban en 0, “todo
desquebrajado”, y ahorita están en un 8. Otro cambio que ha notado es que ella lo toma en
cuenta, lo busca y le cuenta sus cosas, lo que a Alejandro le da gusto. Relataron una casi-crisis en
la que Alejandra empezó a sentirse mal, a desesperarse, llamó por teléfono a Alejandro-diferencia
en ella- y él le respondió, no la mandó a la casa o con su mamá sino que le dijo “vamos a estar
juntos” abriendo un espacio para el diálogo –diferencia en él-. Alejandro comenta que sigue
asumiendo su rol de padre, el prepararla para la vida. No se sitúa en el 10 porque “quiero poner
límites y reglas pero no lo hago por miedo, miedo a que como berrinche busque hacerse daño. Lo
hago cuando está tranquila. No puedo permitirme no poner límites”. Siente que ahora son una
familia normal, cuando habla con sus amigos que tienen hijos de la edad de Alejandra se da cuenta
que están enfrentando las mismas complicaciones, aquellas propias de las familias con
adolescentes. Relata que para él fue un parteaguas verla internada en un hospital psiquiátrico y
pensó “no podemos estar así”. Alejandra menciona que hasta su mamá le dice “sea como sea ahí
tu papá está ahí contigo”. Alejandro le dice a su hija “que no estén juntos papá y mamá no quiere
decir que no quieran a los hijos, al contrario, es cuando más se quieren. A lo mejor puedo tener
una pareja, puedo estar bien con ella o no, pero yo sé que es diferente a la relación contigo y con
74
tus abuelos que su apoyo siempre va a estar ahí”. Reconoce el trabajo y cambios que ha realizado
María “que nos peleáramos siempre no ayudaba. Los dos queremos que esté bien Ale. No es lo
que uno quiere, es detenerse para ver qué es lo que ese ser está demandando y necesitando de
nosotros como papás. Intervengo yo o interviene su mamá. A lo mejor mamá es diferente de papá
pero cada uno tiene su forma”. Alejandra dice estar bien, tranquila, aunque muy ocupada con la
escuela y los entrenamientos del grupo de porristas, comenta que se siente bien tener a sus dos
papás, no tener que elegir, porque así cuando uno no está disponible puede recurrir al otro o que
Al cerrar el proceso me dieron un regalo, 2 pashminas, la primera con dos tonos del mismo
color, y la segunda de muchos colores, diciéndome “elegimos estas porque sentimos que llegamos
así, de dos colores, parcos, y que ahora nos vamos de muchos colores, con muchas posibilidades”.
Análisis teórico-metodológico
Sistema familiar
Historia familiar. Los padres se encuentran separados desde hace 13 años después de una
relación de pareja que duró 3 años. No se mencionan explícitamente los motivos pero se sugiere
infidelidad por parte de Alejandro. La madre refiere que el padre buscaba esporádicamente a
Alejandra, que incluso algunas veces decía que pasaría por ella y “la dejaba esperando”.
La relación entre María y Alejandro ha sido conflictiva desde antes de su separación hasta
la fecha, sin embargo Alejandro apoyó a María cuando nació Carlos. Les ofreció a los tres un
espacio dónde vivir en la casa que Alejandro comparte con sus propios padres. María relata haber
sufrido una “fuerte depresión” y el conflicto entre ella, Alejandro y los padres de Alejandro alcanzó
niveles muy altos por lo que Alejandro les pidió que se fueran de la casa. Desde entonces el
contacto de Alejandra con su padre ha sido intermitente dado que Alejandro “rara vez se involucra
75
separación”. Además Alejandra no tolera la convivencia con la actual novia de su padre así que
siente rebasada por la situación actual. Relata que cuando Alejandra ingresó a la secundaria
“comenzó con problemas de conducta”, no respetaba las reglas en la escuela ni en casa, comenzó
a tener comportamientos cada vez más agresivos hacia sus compañeros y hacia su madre,
llegando a los golpes en ambos contextos. Dichos problemas se han intensificado en el último año
y la relación madre-hija es cada vez más espinosa, María no logra establecer límites que sean
respetados y ya no sabe cómo hacerse cargo pues además se han sumado las autolesiones de
Alejandra. La relación entre ambos progenitores es muy problemática, por lo que es imposible
insultaba y amenazaba fuertemente a algunas de sus compañeras de escuela, esto desató una
discusión que rápidamente se salió de control y Alejandra inició a autolesionarse. En casa también
se encontraban la hermana de María con sus hijos pequeños (núcleo familiar con quien comparten
la casa que era de la madre de ambas) y Carlos. Tal escena asustó a los niños, generando más
estrés y la hermana de María sugirió llevar a Alejandra al Hospital Psiquiátrico Infantil “Dr. Juan N.
Navarro”. Así lo hicieron con la ayuda de Alejandro, a quien María ya había contactado. Alejandra
estuvo internada durante casi 1 mes. El día posterior al salir del internamiento, tuvo su primera
activan en el intento de aliviar los problemas (Boscolo et al., 2003) se pueden identificar:
- Dentro de la familia, tanto María como Alejandro se han activado de forma constante
para buscar solucionar el conflicto. Si bien María en algún momento haya decidido
76
alejarse, fue un intento de solución pues buscaba que fuera Alejandro quien se hiciera
cargo.
- Respecto a la familia extensa, tanto la tía como los abuelos paternos pertenecen al
sistema significativo. Por una parte la tía materna, por la convivencia cercana con María
e hijos fue quien sugirió la intervención psiquiátrica. Los abuelos paternos por un lado
significativas para ella después del internamiento. También han jugado otro papel
Alejandro con María a quien rechazaron y con quien han tenido una relación conflictiva
desde el inicio.
- Asimismo sus compañeros de escuela, amigas y novio han tenido un rol importante ya
que por un lado resultaban fuente del enojo y frustración que desencadenaban las crisis
(el evento que llevó al primer internamiento se dio a partir de conflictos con algunas
compañeras de escuela, por ejemplo), por el otro resultaban una fuente importante de
apoyo y cuidado.
estigma del diagnóstico psiquiátrico. Así Alejandra pasó a ser desacreditada, dañando su
fuera de la familia.
77
- Personal del hospital psiquiátrico, tanto psiquiatras, vigilantes como personal del
servicio de Terapia Familiar, todos con un fuerte impacto en la vida de la familia. Los
constante de los residentes no permitió que hubiera la sensibilidad para escuchar las
contexto ya que algunas veces son llamados a ayudar a controlar a los pacientes en
Procesos familiares. Fruggeri (2005) refiere que los procesos familiares se encuentran
interconectados y superpuestos por lo que es necesario analizar de forma integral los procesos
dentro de la familia ya que se convocó a personas que habían tenido una presencia
aquellas que habían estado siempre presentes: María, Carlos, tía y primos maternos.
Para posteriormente pasar a una reorganización que los integrara a todos, en donde las
sistema familiar.
autonomía propio de la adolescencia, ya que debido a las limitantes físicas de los abuelos
Alejandra tuvo que iniciar a hacerse cargo de aquellas actividades de autocuidado (ropa,
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- El distanciamiento de María, por un lado le dio espacio para elaborar su historia con
informó de su relación con el instituto psiquiátrico, esto permitió a Alejandra vivirse más
allá de las crisis” con lo que pudo generar una red, comprometerse con otras actividades
(porrista). Con esto tanto Alejandro como María pudieron relacionarse de forma
papás de una adolescente “normal” pudiendo hablar de sus dificultades en la crianza sus
Premisas
- Ayuda psiquiátrica como indicador de fracaso.
- Familia normal es aquella en la que el rol parental coincide con el de pareja conyugal.
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Tiempos y concordancia entre los tiempos (individuales, de los subsistemas, familiares,
sociales y culturales). Sacchelli y Marinello (2018) refieren que las parejas que se encuentran en
como si el tiempo se congelara. Dicho bloqueo temporal impide que el conflicto se agote,
Alejandro como si hubiera acontecido recientemente. La intensidad emotiva en los relatos y la alta
conflictualidad respecto a los eventos que generaron la ruptura conyugal, generaban confusión y
no se sentía con derecho de poner reglas y establecer límites, Alejandra saltaba aquellos pocos
que él lograba establecer y para María era inconcebible que Alejandra se encontrara bien viviendo
con Alejandro, incluso algunas veces obstaculizaba que él cumpliera con sus funciones paternas
Hipótesis
- El dolor generado por la separación, mantuvo bloqueado el sistema, impidiendo que éste
desarrollara nuevas pautas de interacción que les permitiera adaptarse a una nueva
hacían sentir culpable y María reclamaba porque abandonaba a su hija- impedían que
este ejerciera sus funciones de padre sobrecargando las tareas de crianza en María, la
cual se sentía sobresaturada. Así, ambos se sentían como padres incompetentes en este
rol, lo que les fue confirmado por el contexto con el ingreso de Alejandra a los servicios
80
- La patologización institucional de la diferencia familiar –familia con padres separados,
anormalidad y déficit.
- Visión binaria y lineal del mundo que les impide integrar una percepción más integral y
Cambios en el sistema
- Alejandro y María separaron la pareja conyugal/afectiva de la pareja parental, logrando
así colaborar como equipo con un fin común: el cuidado, protección, contención,
- Tanto Alejandro como María resignificaron sus competencias parentales, validando tanto
las propias como las del otro, viviéndose como padres más competentes. Esto les
parental.
- Integración de una cultura de la diferencia familiar, reconociendo los puntos fuertes que
- Visión más compleja y circular, que les ha permitido posicionarse de forma diferente en
Para este modelo, la postura del terapeuta es importante que algunos elementos útiles
para hacer una reflexión al respecto son prejuicios, curiosidad, respeto, irreverencia y emociones
Prejuicios
- Peligrosidad del enfermo psiquiátrico. Siendo una institución total (Goffman, 2001), se
construyen muchos mitos sobre lo que pasa dentro de estos espacios y de los
81
participantes del mismo, sumado a que el estigma que trae consigo el diagnóstico
psiquiátrico hace que se vuelva un tema oculto, nadie quiere hablar públicamente de su
idea que incluso se filtra a las personas que tienen una formación en psicología y/o
- Los adolescentes manipulan Me resultó complicado no ver las crisis como manipulación
como lo referían tanto los padres como los abuelos, lo que después me hizo interpretar
- Un buen terapeuta se enfoca en eliminar síntoma. Las primeras sesiones, muy desde el
modelo estratégico que acabábamos de revisar, fueron guiadas por este principio, y cada
vez que reportaban una nueva crisis sentía que mi trabajo era ineficiente.
- Demostrar formalidad para ser respetada ya que mi edad me resta credibilidad como
terapeuta.
Estos prejuicios me bloquearon en algunos momentos del proceso pero pude ir más allá
institución psiquiátrica me permitió conocer a algunas personas que trabajan ahí y comprender el
porqué de algunos procedimientos institucionales dentro de ese contexto tenían sentido aunque
para mí no, el porqué algunas áreas dentro del hospital funcionan tan poco eficientemente –
básicamente falta de recursos- lo que estresaría a cualquier usuario y que si el contexto fuera otro,
las reacciones que a veces tienen los usuarios no serían vistos como confirmación de sus síntomas
–recordemos que muchos de ellos son niños, gente de bajos recursos económicos y culturales que
82
muchas veces viajan hasta 2 horas para llegar a sus citas-. Asimismo, el personal que trabaja ahí
muchas veces atiende a personas todo el día sin descanso por la gran afluencia, por no mencionar
a todos los residentes que además tenemos la carga académica. Yo misma en algunos momentos
me sentía saturada o agotada, así que irreverentemente violaba el protocolo y pedía una pausa a
los consultantes para salir un par de minutos a tomar aire o por un café.
Otro acto de irreverencia que sentí que cambió mi postura y me permitió generar diálogos
diferentes con Alejandra fue abandonar la formalidad y la solemnidad durante las sesiones. En
aquella época tenía algunas secciones del cabello teñidas de azul, sin embargo, en una búsqueda
de formalidad y respeto a la institución, siempre tenía recogido el cabello de tal forma que el azul
no fuera evidente. Un día que nos asignaron otro consultorio, tuvimos que atravesar una zona
bastante iluminada y Alejandra notó el cabello azul acompañando la situación diciendo “nunca me
lo imaginé de usted”. Al instante me preocupé muchísimo porque pensé que había perdido mi
respetabilidad como profesional, pero a lo único a lo que nos condujo fue a abrir nuevos diálogos
más allá del síntoma: todas las complejidades de la vida adolescente, sus preocupaciones respecto
manipuladora” como era referida por sus padres y abuelos en ocasiones, incluso por el personal
médico de la institución. Pero sobre todo noté que no tengo que dejar partes de mí fuera de la
sesión en búsqueda de profesionalidad y respetabilidad –lo que en realidad es una fantasía porque
entramos con todo nuestro ser-, sino que todas esas partes hasta pueden resultar útiles al
proceso. Así que dejé de preocuparme por mi cabello azul y colgué la bata blanca –el hospital
prevé su uso obligatorio-, dejando colgada también la solemnidad que trae consigo esta prenda.
hacerlo, pero yo podía moverme con mayor fluidez dentro del espacio terapéutico.
83
Introducir mayor flexibilidad y permitirme experimentar-experimentarme más en el
espacio terapéutico, usar todo lo que soy yo y no sólo las teorías y técnicas que conozco, me
permitió desarrollar mi propio estilo como terapeuta. Así por ejemplo, en las últimas sesiones,
cuando Alejandra deslegitimaba el rol de padre de Alejandro por su ausencia por tantos años, por
alguna extraña razón dejé de escuchar todos los argumentos del porqué Alejandro no merecía
interpretar el rol de padre y sólo me venía a la mente que tenían el mismo nombre. Habiendo
recibido yo misma tantas preguntas respecto a mi nombre, a cada persona que conozco en mi vida
personal me gusta preguntar la historia de su nombre porque generalmente hay historias muy
lindas, otras muy divertidas, y sobre todo, muchos significados familiares implicados. La idea con la
que me había “casado” me decía que no tenía nada que ver con el proceso, pero decidí
“coquetear” con la otra idea y pregunté. Eso generó la apertura a un diálogo muy conmovedor
sobre la experiencia de Alejandro al convertirse en padre, lo que implicó para él, lo importante
que son para él los recuerdos de aquellas pocas vivencias compartidas con Alejandra durante su
niñez y lo que significa hoy ser su padre, aún con todas las complicaciones que conlleva. En ese
momento comprendí uno de los grandes principios de este modelo “no enamorarse nunca de las
propias ideas” porque encierran, porque entonces el proceso se vuelve lineal y solo se busca
confirmar la propia hipótesis, reduciendo las posibilidades –propias y por lo tanto de la familia- en
lugar de multiplicarlas. En este sentido uno tiene que irreverente hasta con uno mismo dentro del
espacio terapéutico.
Para finalizar este apartado quisiera hablar del respeto, el cual he incorporado en mi
práctica al comprender que si las personas se comportan de la forma en la que lo hacen es porque
tiene un sentido en ese sistema. Considero que esto ha tenido un efecto terapéutico en las
familias al sentirse reconocidas y validadas, pues como afirmaba Cecchin (1987), el respeto es
84
reconocimiento a la existencia sobreentiende que hay otras formas de existir. Las últimas sesiones
originalmente yo las había planeado para los tres pero no sucedió así, lo que me frustró mucho.
Posteriormente me di cuenta que esta era su nueva realidad familiar y mi idea de querer a los 3
presentes no respetaba la organización de este nuevo sistema. El otro evento en el que reconocí la
importancia del respeto sucedió hace poco. Alejandra y Alejandro cada fin de año me envían un
mensaje para desearme felices fiestas y en último me contaron que Alejandra sería madre en
enero. Agradecí las felicitaciones y envié otras tantas, sin embargo me quedé con una sensación
rara, como de que en realidad había sido un fracaso terapéutico y no de éxito como había
considerado al momento del alta. Después de una larga reflexión llegué a la conclusión de que el
problema era mío al olvidarme que Alejandra ahora tiene 20 años y ya no 15, que los sistemas
evolutivo, transformándose para adaptarse y seguir funcionando como familia. Siendo así, quisiera
cerrar este apartado citando a los personajes centrales de este capítulo, quienes han usado una
“sentimos que llegamos así, de dos colores, parcos, y que ahora nos vamos de muchos
últimos años el enfoque sistémico está volviendo a interesarse en lo que sucede con este dentro
La selección de los casos y de la temática para analizarlos la realicé a partir de aquello que
de forma intuitiva consideraba, no saber de saber (Telfener, 2014a), que tenía un efecto
importante dentro del sistema terapéutico y era confirmada por la invariable pregunta de los
85
supervisores al terminar una sesión: ¿cómo te sentiste? Si bien algunos modelos como el Modelo
sistémico-relacional de Milán y los modelos postmodernos nos brindan guías sobre la postura del
terapeuta dentro la sesión, en discusiones con mis compañeras fuera de las aulas hablábamos de
que no sabíamos qué hacer, cómo no permanecer paralizados o cuando nos encontrábamos en el
En este sentido los supervisores y equipo son esenciales durante la formación, no solo
para “rescatar” al terapeuta sino porque hacen preguntas que llevan a reflexionar al terapeuta
sobre aquello que hizo o no hizo, sobre lo que sintió, sobre aquello que bloqueó o facilitó su
quehacer, entre otras, porque introducen otras voces. Sin embargo, en algunos casos no hay
equipo, la supervisión es narrada o hay otros factores relacionales o contextuales que dificultan
Respecto al primer caso que presenté (Juan), históricamente dentro del grupo fue el
primero con un solo terapeuta a cargo y el segundo con supervisión en vivo (el primero había sido
un caso excepcional pues no estaba incluido en el programa académico y yo fui una de las
equipo), aún no construíamos la relación de total confianza y respeto propio del espacio de
supervisión. Siendo así, yo no fui capaz de hablar de todo lo que había pasado conmigo dentro
sobre todo en estas primeras veces con supervisión en vivo. En el segundo caso (Alejandra) debido
siempre podíamos hablar con lujo de detalles de todo lo que sucedía con todos mis casos.
En ambos casos sentí me sentí bloqueda por lo que había experimentado dentro sesión,
sin embargo con uno pude salir del bloqueo y del otro no –hablo de mí como terapeuta, no del
86
caso ni de los resultados-. El trabajo de Rober (2010) me parece una propuesta interesante para
reflexionar sobre aquello que sucede con nosotros dentro sesión, cuando sentimos alguna
emoción que nos bloquea y por tanto mete al proceso terapéutico en un estado de impasse. Cabe
la pena recordar que en la propuesta de este autor, el experimentar/vivencia del terapeuta dentro
las sesión ocupa una parte importante en los diálogos internos del terapeuta. De igual manera
tener en cuenta que las emociones son consideradas no como algo biológico o intrapsíquico, sino
más en el campo interactivo, es decir como una invitación a participar en un escenario relacional
Siendo así haré una breve análisis de la primera sesión de ambos casos (Tabla 9) en donde
aquello que me bloqueó originalmente fue el miedo. Si bien puedo nombrar la misma emoción, el
volver a los diálogos internos me hace observar los diferentes matices. Aunque el paso del tiempo
es considerable, puedo decir que al volver a revisar los audios de los casos, me ha hecho evocar
Tabla 9
Evidentemente este es sólo un ejercicio de análisis como parte de una propuesta que
pueda ayudar a desbloquear nuestro quehacer. Si bien, como referí en el caso de Juan para mí fue
más importante explorar la situación actual de los hijos de Juan también es cierto que el no poder
ver algo más que el “abusador” no me permitió entablar ningún tipo de diálogo útil con él. Pasé
87
del no decir nada que lo pudiera incomodar a descalificar en mi diálogo interno todo lo que decía.
en la institución, dentro de ella no mostraba mucha motivación –al menos eso es lo que parecía-,
sin embargo, como comenté al inicio este es un ejercicio de reflexión en el terapeuta. Al revisar un
poco del diálogo interno, ahora pienso que me habría gustado proponer la apertura de la
aprobación en una sesión sólo con él ya que en casos de violencia, como referido por las
terapeutas familiares feministas que han criticado los modelos que presuponen responsabilidad
igual en todos los miembros de la familia, es importante considerar el ejercicio de poder. Si bien
asumo mi dificultad al trabajar con hombres que ejercen violencia, considero que es necesario
generar aperturas cuando ya los tenemos de frente. Pienso en que ellos llevaban un gran tiempo
dentro de un proceso legal, en donde todo el esfuerzo de Juan estuvo puesto en demostrar, en
buscar la aprobación del juez. Esta era una familia que llevaba años siendo evaluada y esto puede
generar parálisis a nivel relacional porque uno tiene que cuidar todo lo que dice y hace. Con los
hijos pude generar aperturas porque pude relajarme en sesión, con Juan no porque las pocas
efectivamente generó aperturas con las que pudimos trabajar. Considero que fue en el hospital
sesión, como un recurso que podía utilizar ya que no había ningún equipo terapéutico, la
supervisión era narrada y tanto supervisora como yo teníamos un fuerte peso de trabajo por no
podía supervisar a profundidad cada uno de mis casos. Siendo así, me encontré con tener que
Bertrando (2012) señala que el cambio en terapia podría ser el cambio de un tono emotivo
de las relaciones, lo que implica vivir las emociones en un modo relacional. Es decir que cada
88
emoción se origina a partir de una forma de interacción, incluidas aquellas que vivimos en nuestro
diálogo interno como terapeutas, y se dirige a alguna otra interacción. En este sentido, en lugar de
buscar controlar las propias emociones –imposible desde su visión-, se puede reevaluar
constantemente mi participación y las de los demás en el sistema. Si queremos que la relación sea
consultantes deben participar –cosa que no sucedió con Juan-. Sin embargo experimentar o
expresar emociones no es un factor de cambio en sí mismo, sino que es necesario encontrar una
comprensión diferente de la propia posición emotiva dentro del sistema que pueda conducirnos a
un estado emotivo diferente Tal consciencia no es “llevar las emociones a la consciencia”, sino una
consciencia del proceso a través del cual las emociones surgen, son sentidas, y son compartidas en
un contexto relacional.
En este sentido quizá resulte útil volver la mirada a la figura del terapeuta, a lo que pasa
con él o ella dentro sesión, ya que existen muchos mitos y estereotipos que mantienen como tema
tabú experiencias tan frecuentes como pueden ser el miedo, el enojo, la auto-crítica. Si son parte
de la experiencia humana ¿por qué no habrían de serlo de la experiencia del terapeuta? Quizá así
89
Capítulo 4
Consideraciones finales
durante la formación, dos de ellas se desarrollaron con enfoque cuantitativo y la tercera con
enfoque cualitativo.
Resumen
El objetivo de esta investigación fue conocer la asociación existente entre el miedo a la intimidad
de las subescalas Autorrevelación y Fusión para crear un puntaje de Deseo de intimidad, y los
intimidad. Los análisis de regresión arrojaron un modelo de Deseo de intimidad para los hombres
que explicó el 3.3% de la varianza con la variable Sobreprotección-Padre como único predictor, y
varianza. El Miedo a la intimidad fue explicado, en el caso de los hombres, por la Sobreprotección-
90
Madre y por la Libertad-Padre (10.4% de la variable explicada) y, para las mujeres, por el Cuidado-
Padre (5.4% de la variable explicada). Los resultados muestran que los padres que otorgan mayor
afecto, autonomía y cercanía a sus hijos, promueven una base para el desarrollo y mantenimiento
Introducción
adultez, en la que la persona lleva a cabo un proceso de individuación. Este periodo del ciclo vital
comprende las edades de 18 a 25 años de edad, en el cual, los jóvenes toman decisiones sobre el
rumbo que tomará su vida adulta en los ámbitos profesional, de independencia económica,
emancipación de los padres y del establecimiento de relaciones afectivas íntimas, entre otras
(Arnett, 2000).
Erikson (1980) define a la sexta etapa de desarrollo psicosocial como intimidad frente al
con sus pares. Para este autor la intimidad es posible sólo cuando se ha alcanzado la propia
a un adulto con identidad propia, que coopera continuamente con su ambiente social y se
desarrolla a la par del mismo (Maquirriain, 1988), conformando relaciones que suelen ser más
91
El establecimiento de relaciones románticas por lo general comienza en la adolescencia y
estas relaciones implican factores como la intimidad física, la atracción sexual, los pensamientos
de amor y la posibilidad del matrimonio (Baron & Byrne, 2005); y es en éste último punto donde
los jóvenes deben tomar una “opción de vida” que según Maquirriain (1988) implica una forma de
relacionarse con los otros, a partir del grado de intimidad que esté dispuesta a entablar la persona.
El tipo de vínculo afectivo y de apego que los individuos establezcan con sus padres en las
primeras etapas del desarrollo, promoverán la facilidad o inhibición que los mismos tengan para
establecer relaciones íntimas (Bartholomew, 1990). Así mismo, conforme un individuo tenga una
base segura de apego y establezca vínculos afectivos sanos, tendrá la capacidad de constituir y
curso de la educación familiar dentro del vínculo afectivo con los padres. Pasini (1990) señala que
por el contrario, el poco respeto de su ámbito privado puede volverlo desconfiado o introvertido.
Collins y Sroufe (1999) refieren que los individuos que han crecido en familias en las que se
los sentimientos del otro y la preocupación por el bienestar de los demás, valoran la cercanía y la
conectividad en las relaciones, además de que poseen mayor capacidad para establecer relaciones
Cuando los padres que mantienen una relación de afecto con sus hijos, les expresan
cercanía y calidez, pero al mismo tiempo les validan sus expresiones autónomas, ofrecen la
experiencia de una relación balanceada, lo cual constituye la mejor base para las relaciones
posteriores (Allen & Hauser, 1996; Cassidy, 2001; Collins & Sroufe, 1999; Holmes & Johnson,
2009). Por ende, los hijos que aprenden estas ideas y conductas de independencia y vinculación,
son capaces de transferirlas a la relación de pareja y desarrollan expectativas sobre esta nueva
92
relación (Connolly & Goldberg, 1999). Se sabe también que las experiencias románticas tempranas
operan como una oportunidad para aprender lo que se puede sentir, pensar y hacer en las
central. Para Sternberg (1998) la intimidad es, junto con la pasión y el compromiso, un papel clave
encontrado que la intimidad afectiva en las relaciones es una fuente importante de felicidad y
pareja (Stenberg, 1988). Por el contrario, la falta de intimidad o bajos niveles de ésta, pueden dar
Cevallos, 2008).
sentimientos y disposiciones más profundas de los miembros de la pareja, y así, es un proceso que
Sánchez, 2004).
ayuda a derribar muros. “La autoexposición engendra autoexposición: si uno quiere saber cómo es
el otro, debe mostrarle cómo es él mismo” (Stenberg, 1998. p.39). Waring, (1988) plantea que la
autorrevelación es un proceso mediante el cual una persona permite que se le conozca a través de
proceso es considerado como el determinante primario que más influencia ejerce en el nivel de
intimidad de la pareja. Autores como Sprecher y Hendrick (2004) han encontrado que la
93
autorrevelación se asocia positivamente con la calidad de la relación, particularmente con la
satisfacción y el compromiso. Sin embargo, existen individuos que consideran que deben ocultar
las partes de sí mismos que creen inconfesables por lo que viven la intimidad como un riesgo
Una vez que la intimidad comienza a afirmarse, paradójicamente ésta puede empezar a
diluirse debido a la amenaza que surge cuando en el individuo aparecen sentimientos relacionados
con la pérdida de la propia existencia como persona independiente y autónoma. Vargas e Ibáñez
(2009) señalan que las personas que experimentan mayor diferenciación frente al otro, tienen
mejores posibilidades de actuar bajo sus propios parámetros. Esto lo enuncian en relación a la
postura de Bowen (1978), quién describe la diferenciación como un estado opuesto a la fusión,
siendo esta última la situación en la que el que el individuo tiene dificultad para conducirse
apegado a sus propias premisas y su actuar se ve acotado por las decisiones que toma su pareja, lo
que lo lleva no reflexionar ni contrastar sus propias creencias frente a las del otro (Bowen, 1978;
la pareja, es la ansiedad que ésta puede generar en los individuos. Descutner y Thelen (1991)
denominan este fenomeno miedo a la intimidad, definiéndolo como “la capacidad inhibida de un
personal con otro individuo que es altamente valorado” (p.219). Este temor alude al contenido
información) y a la vulnerabilidad implicada (la alta estimación por quien recibe lo comunicado).
Estudios como los de Phillips, Wilmoth, Wall, Peterson, Buckley, y Phillips, L., (2013) Lloyd
(2011), Rivera, Cruz y Muñoz (2010), y Martínez y Cevallos (2008), han investigado el concepto de
miedo a la intimidad y su relación con otras variables utilizando el instrumento Fear to Intimacy
94
Scale (Descutner & Thelen, 1991). Se ha encontrado que el miedo a la intimidad puede ser un
predictor de calidad de vida y salud mental (Eddington, Mullins, Fedele, Ryan & Junghans, 2010;
Canetti, Berry & Elizur, 2009), e incluso se ha encontrado que la satisfacción con la pareja se
encuentra relacionada con el miedo a la intimidad emocional (Rivera, Cruz y Muñoz, 2010).
pareja, es importante caracterizar los factores que influyen en este proceso, como lo es el miedo a
la intimidad. Se considera que las experiencias de apego que los jóvenes han experimentado con
sus padres en las primeras etapas de vida, probablemente serán parte del modelo para la
conformación de las relaciones íntimas de pareja que establezcan los adultos emergentes durante
esta fase del ciclo vital. Por ello el presente estudio tiene como objetivo conocer la relación que
existe entre los cuidados parentales percibidos por los jóvenes durante su infancia y adolescencia,
y el impacto que esto tiene en la apertura o miedo al entablar una relación afectiva íntima con sus
pares.
Método
Participantes
Los participantes fueron 266 jóvenes de 18 a 25 años de edad ( = 21.45, ds= 2.30); 44.4%
Procedimiento
investigación, fue necesario contar con sus versiones adaptadas y validadas. Al Instrumento de
quedando así: siempre, casi siempre, frecuentemente, algunas veces y nunca (Melis, Dávila,
95
Ormeño, Vera, Greppi y Gloger, 2001). Por su parte, para la Escala de Miedo a la Intimidad (FIS)
fue preciso llevar a cabo un diseño de traducción inversa en la que un grupo de traductores
adaptó el cuestionario del idioma fuente (inglés) al idioma objetivo (español, México), un segundo
medida en que las dos versiones del cuestionario en el idioma fuente resultaron similares,
aumentó la seguridad acerca de la equivalencia entre las versiones. En esta adaptación las
“qué tan de acuerdo estoy con la afirmación”; de tal forma que las alternativas fueron: totalmente
llevaron a campo.
distintas zonas de una universidad pública en México. Una vez que se explicaba el motivo de la
instrucciones claras para que respondieran por sí mismos. La batería, en primera instancia,
solicitaba datos sociodemográficos que aludían a su sexo, edad, ocupación, nivel de estudios,
conformación del sistema familiar previo a los 16 años de edad y en el presente, su estatus actual
en una relación sentimental, así como el tipo de relación en la que se encontraban, la cual fue
segmentada en las categorías de: Cortejo (saliendo para conocerse, no hay contacto físico ni
exclusividad), Amigos con derechos o free (contacto físico, sin exclusividad), Noviazgo (contacto
físico y exclusividad), Casado o Unión Libre (cohabitación) y Sin relación de pareja. Posteriormente
contestaron ambas versiones del Instrumento de lazos parentales (PBI), madre y padre, así como
la Escala de miedo a la intimidad (FIS). Al final del cuadernillo se dejó un espacio para que
96
anotaran comentarios y su correo electrónico en caso de que desearan conocer el resultado del
Las respuestas fueron codificadas y procesadas con el paquete estadístico SPSS versión
influencia de las variables sociodemográficas sobre los Instrumentos PBI-versión madre, PBI-
Instrumentos
Tupling y Brown (1979) evalúa la percepción de la actitud y conducta de los padres en relación con
cuestionario de autorreporte en el que se elige aquella respuesta que mejor describa la relación
con cada uno de los padres por separado; es decir, se contesta un protocolo para Padre y otro
para Madre, pensando en los recuerdos hasta los 16 años. Cada protocolo consta de 25
afirmaciones que componen 2 subescalas: Cuidado (12 reactivos) y Sobreprotección (13 reactivos).
Las subescalas pueden usarse de manera independiente o conjunta. Los autores reportan
coeficientes entre α= .63 y α= .73 (Parker et al., 1979). En poblaciones de habla hispana se han
reportado índices de confiabilidad entre α= .81 y α= .89 en Colombia (Gómez Vallejo, Villada &
Zambrano, 2007) y entre α= .69 y α= .84 en población psiquiátrica mexicana (Benítez, Chávez &
Ontiveros, 2005).
Escala de Miedo a la Intimidad. La escala Fear Intimacy Scale (FIS) de Descutner y Thelen
(1991) evalúa el miedo a la intimidad en personas que tienen y no tienen una relación de pareja. El
instrumento tiene dos partes: la A solicita a los respondientes que se imaginen en una relación de
pareja o, de ser el caso, piensen en su pareja actual, e indiquen cuán característica de sí mismo/a
es cada una de las aseveraciones planteadas; sus opciones de respuesta son: nada característico
97
de mí, levemente característico de mí, moderadamente característico de mí, muy característico de
reactivos que hacen referencia a la experiencia en relaciones pasadas. Cada reactivo es evaluado
del 1 al 5, a mayor puntaje obtenido, más es la ansiedad hacia las relaciones íntimas. El estudio
original reporta un coeficiente de confiabilidad de α= 0.93 (Descoutner & Thelen, 1991), mientras
que Martínez y Ceballos (2008) reportan α= 0.66 y Rivera, Cruz y Muñoz (2010) una consistencia
Resultados
de Lazos Parentales, versión Madre, proporcionó tres factores que explicaron el 58.68% de la
tercero a Libertad, los cuales correlacionaron significativamente entre sí. Se eliminaron los
reactivos 3, 7, 8 y 13 debido a que sus cargas factoriales fueron <.40 o altas en 2 de los factores. El
98
Tabla 10
estadísticos descriptivos
Subescalas
Reactivos
Cuidado Sobreprotección Libertad
6. Era cariñosa conmigo .820
17. Podía hacerme sentir mejor cuando me encontraba afligid@ .811
16. Me hacía sentir que era querid@ .811
18. Platicaba conmigo .775
5. Parecía entender mis problemas y preocupaciones .767
12. Me sonreía .761
11. Disfrutaba de comentar cosas conmigo .744
2. Me ayudó tanto como lo necesitaba .723
14. Parecía entender mis necesidades .720
1. Me hablaba en un tono de voz cálido y amigable .684
4. Parecía emocionalmente fría conmigo .640
24. Me elogiaba .448
23. Era sobreprotectora .767
19. Trataba de hacerme sentir dependiente de ella .732
20. Sentía que era difícil cuidarme sol@ a menos que ella estuviera conmigo .701
9. Trataba de controlar todo lo que hacía .699
10. Invadía mi privacidad .655
22. Me dejaba salir tanto como quería .893
21. Me dio tanta libertad como quería .888
25. Me dejaba vestirme de la manera que me gustaba .495
Total
Número de reactivos 20 12 5 3
Porcentaje de varianza explicada 58.68 33.69 13.97 11.00
Alpha de Cronbach .89 .92 .79 .74
Correlaciones interfactor
Cuidado 1
Sobreprotección -.328* 1
Libertad .294* -.323* 1
Media (media teórica = 3) 4.04 2.17 3.45
Desviación estándar .80 .89 .95
*p<.001
El análisis factorial del Instrumento de Lazos Parentales, versión Padre, arrojó tres factores
que explicaron el 68.4% de la varianza. Dichos factores son: Cuidado, Libertad y Sobreprotección,
los que se relacionaron significativamente entre sí. La eliminación de los reactivos 3, 4, 7, 10, 13,
15, 20 y 23 mejoró el valor de fiabilidad de la escala total (α=0.91) (véase Tabla 11).
99
Tabla 11
estadísticos descriptivos
Subescalas
Reactivos
Cuidado Libertad Sobreprotección
17. Podía hacerme sentir mejor cuando me encontraba afligid@ .875
16. Me hacía sentir que era querid@ .859
6. Era cariñoso conmigo .856
18. Platicaba conmigo .847
5. Parecía entender mis problemas y preocupaciones .830
2. Me ayudó tanto como lo necesitaba .826
14. Parecía entender mis necesidades .824
12. Me sonreía .812
1. Me hablaba en un tono de voz cálido y amigable .808
11. Disfrutaba de comentar cosas conmigo .798
24. Me elogiaba .664
21. Me dio tanta libertad como quería .921
22. Me dejaba salir tanto como quería .912
25. Me dejaba vestirme de la manera que me gustaba .554
8. Me impedía que creciera .769
9. Trataba de controlar todo lo que hacía .766
19. Trataba de hacerme sentir dependiente de él .715
Total
Número de reactivos 17 11 3 3
Porcentaje de varianza explicada 68.46 44.68 12.92 10.86
Alpha de Cronbach .91 .95 .78 .66
Correlaciones interfactor
Cuidado 1
Libertad .333* 1
Control -.190* -.227* 1
Media (media teórica = 3) 2.64 2.58 4.12
Desviación estándar 1.15 1.13 .92
*p<.001
los cuales explicaron en conjunto el 54.84 % de la varianza (véase Tabla 12). Con base en los
índices de curtosis, análisis de frecuencias, cargas factoriales <.40 y/o debido a que presentaron
cargas altas en 2 factores, se eliminaron los reactivos: 4, 6, 9, 12, 13, 14, 15, 17, 20, 23, 24, 26, 27,
100
Tabla 12
descriptivos
Subescalas
Reactivos Miedo a la Miedo a la Fusión
Autorrevelación
Autorrevelación Fusión
21. Me sentiría bien revelándole a P mis defectos y debilidades .761
19. Me sentiría a gusto confiándole a P mis pensamientos y
.715
sentimientos más personales
22. Me sentiría segur@ teniendo un vínculo emocional cercano
.689
con P
18. Me sentiría cómod@ contándole a P cosas que no le digo a
.671
otros
25. Estaría cómod@ diciéndole a P cuáles son mis necesidades .544
3. Me sentiría cómod@ si le expresara a P mis sentimientos más
.500
profundos
2. Me inquietaría platicarle a P algo que en el pasado me haya
.837
herido profundamente
1. Me sentiría incómod@ si le contara a P cosas de mi pasado
.760
que me avergüenzan
5. Me daría miedo decirle a P mis sentimientos más íntimos .683
11.Me sentiría nervios@ si le mostrara a P sentimientos de amor .620
16. Me gustaría reservar información persona sólo para mí. .598
33. Hay personas que piensan que tengo miedo a ser cercan@ a
.792
ellas
31. He rechazado la oportunidad de ser cercano a alguien .773
32. He contenido mis sentimientos en relaciones previas .766
34. Hay quienes creen que soy difícil de conocer .589
35. En relaciones previas, he hecho cosas que me alejan de P .573
7. Podría sentirme completamente unid@ a P .805
8. Si tuviera que tratar problemas importantes con P, me sentiría
.738
cómod@
10. Me sentiría segur@ si le contara a P todas mis experiencias,
.583
incluyendo las tristes
Total
Número de reactivos 19 6 5 5 3
Porcentaje de varianza explicada 54.84 16.02 14.38 14.24 10.19
Alpha de Cronbach .82 .75 .76 .76 .76
Correlaciones interfactor
Autorrevelación 1
Miedo a la Autorrevelación -.253** 1
Miedo a la Fusión -.160* .314** 1
Fusión .579** -.283** -.125* 1
Media (media teórica = 3) 3.81 2.22 3.05 3.87
Desviación estándar .82 .84 1.03 .97
**p<.001
*p<.005
cuales la mayoría mantenía una relación de noviazgo (69.9%), siendo este el tipo de relación
predominante en todos los grupos de edad (véase tabla 13). El tiempo de duración de su relación
101
actual fue de = 27.4 meses (ds=24.5 meses). El total de la muestra reportó = 1.9 (ds=1.3)
relaciones de pareja con duración de al menos 3 meses en los últimos 5 años y el tiempo máximo
que han estado involucrados en una relación de pareja fue de = 29.7 meses (ds=23.2 meses).
Tabla 13
p<.001), así como con el tiempo máximo que han permanecido en una relación (r=.433, p<.000).
Respecto a los lazos parentales, los análisis estadísticos arrojaron diferencias significativas
entre grupos a partir de la ocupación y del sexo de los participantes en el caso del factor Cuidado,
sólo madre, y en el factor Libertad, con ambos progenitores (véase tabla 14). En lo que concierne
mayor puntaje que los jóvenes que trabajan. La percepción de libertad fue mayor en los hombres,
para ambos progenitores, y en aquellos jóvenes que se dedican únicamente al estudio, sólo en el
102
Tabla 14
Tanto el Cuidado materno (r=-.228, p<.000) como el Cuidado paterno (r=-.123, p<.049)
tuvieron una relación negativa con el tiempo máximo que los jóvenes han permanecido en una
Miedo a la Intimidad. En la Autorrevelación el puntaje fue mayor en los jóvenes que mantienen
una relación de noviazgo respecto a aquellos en una relación de cortejo; situación que se presenta
de forma inversa en el Miedo a la autorrevelación. En Fusión los puntajes más altos fueron para los
jóvenes en una relación de noviazgo y los más bajos para aquellos que se encuentran en
significativa únicamente para el caso de Fusión, siendo los participantes con menor edad aquellos
103
Tabla 15
Diferencias estadísticamente significativas en los factores de Escala de Miedo a la Intimidad por las
variables sociodemográficas
Miedo a la Fusión
Tipo de relación Cortejo 2.46 (1.02) F(2, 190) = 7.566, Cortejo – Noviazgo:
Amigos con derecho 2.69 (1.00) p<.001 p < .001
Noviazgo 3.16 (1.00)
Fusión
18-20 años 2.27 (1.09) F(2, 259) = 3.361, 18-20 – 24-25
Edad 21-23 años 2.12 (0.97) p<.036 p = .027
24-25 años 1.87 (0.70)
Tipo de relación Cortejo 2.51 (1.16) F(2, 193) = 9.104, Cortejo – Noviazgo:
Amigos con derecho 2.12 (0.84) p<.000 p < .000
Noviazgo 1.81 (0.81)
una relación de pareja y Miedo a la autorrevelación lo hizo de forma negativa con el tiempo de la
relación actual (r= -.164, p<.049). El Miedo a la fusión obtuvo una relación negativa con la duración
de la relación actual de los jóvenes (r= -.221, p<.008) así como con el tiempo máximo que éstos
resultados se muestran en la Tabla 16. Inicialmente, se combinaron los puntajes de las subescalas
Autorrevelación y Fusión para crear un puntaje de Deseo de intimidad, y los puntajes de Miedo a la
104
análisis de regresión diferentes para hombres y para mujeres. El modelo de Deseo de intimidad
para los hombres explicó el 3.3% de la varianza con la variable Sobreprotección-Padre como único
predictor, y en el modelo para las mujeres la Libertad-Padre resultó el predictor y explicó el 4.0%
niveles bajos de sobreprotección del padre, para los hombres, y con niveles altos de libertad
otorgada por el padre, en el caso de las mujeres. El Miedo a la intimidad fue explicado, en el caso
explicada) y, para las mujeres, por el Cuidado-Padre (5.4% de la variable explicada), de tal manera
que niveles altos de miedo a la intimidad se asociaron de manera significativa con niveles altos de
sobreprotección materna y bajos de libertad otorgada por el padre, para los hombres; y con
Tabla 16
Análisis de regresión del deseo y del miedo a la intimidad por las variables de lazos parentales
Variables
Sexo Variables predictoras R2 Anova del modelo B est. t
dependientes
Deseo de F(1,98) = 4.354, t= 2.087, p =
Sobreprotección-Padre .033 -.206
intimidad* p = .040 .040
t= 3.031, p =
Hombres Sobreprotección-Madre .071 .293
Miedo a la F(2,94) = 6.564, .003
intimidad** p = .002 t= 2.114, p =
Libertad-Padre .033 -.204
.037
Deseo de t= 2.662, p =
Libertad-Padre .040 F(1,144) = 7.085, p = .009 .217
intimidad* .009
Mujeres
Miedo a la t= 3.035, p =
Cuidado-Padre .054 F(1,144) = 9.212, p = .003 -245
intimidad** .003
*Deseo de intimidad: Autorrevelación y fusión.
**Miedo a la intimidad: Miedo a la autorrevelación y a la fusión.
Discusión
emergente. Sus alfas son aceptables para expresar la confiabilidad de los instrumentos y las
105
dimensiones son complementarias y congruentes; es decir, en la escala de Lazos Parentales las
dimensiones Sobreprotección por un lado y Cuidado y Libertad por otro, mientras una es alta las
observa que las dimensiones Miedo a la fusión y Miedo a la autorrevelación disminuyen mientras
Una de las tareas de la adultez emergente es la madurez del individuo que se puede
las relaciones de pareja de acuerdo a Srernberg (1988) deberían conjugar la intimidad, la pasión y
el compromiso; de acuerdo al estudio de Vizzuetth, García y Guzmán, (2010) hoy en día los
jóvenes establecen relaciones que intentan definirse fuera de las características tradicionales,
“amigos con derechos” o “free”; en sus resultados, son preferidas por los jóvenes, pues a pesar de
que las relaciones formales, que ellos mismos caracterizan con respeto, amor, comprensión y
honestidad, resultan más atractivas por la búsqueda de un estilo de vida más acelerado y
2010). Así mismo, la investigación realizada por Rivera, Cruz y Muñoz (2010) en Chile, encontró
que la mayoría de los jóvenes de su muestra estaba en un tipo de relación de pololeo (estatus
similar a amigos con derechos). En contraste, el presente estudio, revela que, los jóvenes tienden
a formar relaciones más consolidadas (en su mayoría de noviazgo), y que a mayor edad, éstas son
más duraderas, (con más de dos años) y estables, caracterizándose por tener un menor número de
parejas diferentes en los últimos cinco años ( = 1.9); mayores niveles de aceptación a la fusión y
autorrevelación, lo que concuerda con lo expuesto por Díaz-Loving & Sánchez (2004) quienes
106
Por otro lado, a pesar de que los resultados de la Encuesta Nacional de Juventud (2010)
tuvo mayor número de no estudiantes, en comparación con este estudio, reporta una diferencia
entre jóvenes de 12 a 19 y jóvenes de entre 20 a 29 años; siendo que del primer rango de edad el
71.3% vive con sus padres y del segundo sólo el 39.8%; los jóvenes que vive con su pareja (e hijos,
si es el caso), el 3.1% de ellos tienen entre 12 y 19 años y el 28.7 % son de 20 a 29 años; teniendo
esto último semejanza con los resultados de este estudio al encontrar que, a mayor edad,
Además, se observó que los jóvenes que tienen mayor apertura a la intimidad, son
aquellos que se encuentran en una relación de noviazgo, en contraste con aquellos que están en la
etapa de cortejo; apoyando estos datos la Encuesta Nacional de la Juventud (2010) también señala
que los jóvenes en situación de noviazgo hablan con sus parejas principalmente sobre temas
personales o íntimos, como acerca de amigos, su futuro, estudios, sexo, entre otros. Incluso las
razones para unirse o casarse, la principal, tanto para hombres como para mujeres en más de la
mitad de los casos, es el amor recíproco, seguida por una decisión mutua de la pareja (Encuesta
Por otro lado los jóvenes con características de miedo a la intimidad (miedo a la fusión y
miedo a la autorrevelación) son aquellos que sostienen una relación de amigos con derechos y que
el 68 % que vivieron en su infancia y adolescencia en este tipo de hogar; el este retardo tanto en el
establecimiento de relaciones más formales como en la salida de casa también se explica con el
107
Hay diferencias en la forma de crianza de los padres que pueden entenderse a partir roles
de género; los participantes resaltan de sus madres el cuidado y de sus padres el otorgamiento de
libertad. Se identificó que, los participantes que estudian y trabajan perciben mayor cuidado de
parte de sus madres, y específicamente los hombres, perciben mayor libertad de parte de ambos
padres.
Bartholomew (1990), apunta que el tipo de vínculo parental brinda esclarecimiento de las
características de las relaciones que los jóvenes establecen en esta edad. Es este estudio la
relación que existe entre los lazos parentales y miedo a la intimidad es que, mientras más alta sea
la percepción de cuidado de los padres, los jóvenes muestran una aceptación a la fusión superior,
contrario a los que perciben alto nivel de sobreprotección de los padres, ya que suelen tener
mayor miedo a la autorrevelación. Esto se debe a que los padres que otorgan mayor afecto,
autonomía y cercanía con sus hijos, promueven una base para las relaciones íntimas que los
adultos emergentes establecen en sus propias relaciones (Allen & Hauser, 1996; Cassidy 2001;
Por último, los jóvenes que percibieron mayor libertad y cuidado por parte de su padre
tienen menor miedo a la autorrevelación y menos miedo a la fusión. Siendo congruente con la
desarrollando mayor miedo a la fusión y relaciones con una duración más corta.
108
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109
Reporte de investigación cuantitativa (construcción de un instrumento de medición)
ADULTEZ EMERGENTE
Resumen
El objetivo de esta investigación fue la construcción de una escala para medir el miedo a la
elaboración de dicha prueba se realizó en dos grandes etapas; en la primera, a partir de la revisión
Intimidad en la Adultez Emergente, el cual fue sometido a las pruebas de validez de contenido y de
facie produciendo un instrumento compuesto por 76 reactivos. En una segunda etapa, la escala
fue administrada a 328 participantes (122 hombres y 206 mujeres) de entre 18 y 25 años de edad.
Autorrevelación afectiva, Miedo a la fusión, Autorrevelación cognitiva, Fusión, Miedo a ceder, Falta
de interés y Miedo a que dependan de mí) que explicaron el 50.47% de la varianza total de la
escala. Dichos factores, por su afinidad teórica, fueron agrupados en 2 subescalas: Miedo a la
comparaciones a partir del tipo de relación actual y la duración de la misma, dichos resultados
aportaron pruebas de la validez de criterio del instrumento. Para estudiar la validez convergente
se correlacionaron los resultados de la Escala de Miedo a la Intimidad Afectiva con aquellos del
Inventario Tridimensional del Amor (Sánchez, 1995), encontrando congruencia empírica y teórica
entre ambas escalas. Los resultados permiten concluir que la EMIA, constituida por 55 reactivos,
110
Antecedentes
En la Teoría Triangular del Amor, Sternberg (1998) define el amor como un factor implícito
papel clave en el amor, por encima de otros atributos. En la formación y consolidación de las
intimidad afectiva en las relaciones es una fuente importante de felicidad y significado de la propia
111
Para Sternberg (1998) estos son algunos de los posibles sentimientos que se pueden
experimentar a través de la intimidad del amor, sin embargo no es necesario percibirlos todos
sentimientos y disposiciones más profundas de los miembros de la pareja; y así, es un proceso que
este componente del amor con emociones intensas de cuidado profundo y pasión cuando la
relación va bien y, a enojo y depresión cuando hay alejamiento o problemas en la relación (Díaz-
La mayoría de estas cualidades, bien pueden englobarse en empatía, dado que es el medio para
que subsistan. Rogers (1951) señala que este “sentir dentro de”, se centra en los sentimientos de
otro, compartiéndolos desde un marco de referencia interno (Eisenberg y Strayer, 1992). Surra y
Longstreth, (1990), consideran que la atribución que se hace de una conducta (del otro) se
encuentra modificada por el vínculo emocional que se tiene con esa persona, lo cual implica que
conductuales y pensamientos que pretenden explicar lo que pasa en la relación (Repetto, 1977;
ayuda a derribar muros. “La autoexposición engendra autoexposición: si uno quiere saber cómo es
el otro, debe mostrarle cómo es él mismo” (Stenberg, 1998. p.39). Waring, (1988) plantea que la
autorrevelación es un proceso mediante el cual una persona permite que se le conozca a través de
112
la exposición de sus propias emociones, necesidades, pensamientos, actitudes y creencias. Dicho
proceso es considerado como el determinante primario que más influencia ejerce en el nivel de
intimidad de la pareja. Autores como Sprecher y Hendrick (2004) han encontrado que la
satisfacción y el compromiso. Sin embargo, existen individuos que consideran que deben ocultar
las partes de sí mismos que creen inconfesables por lo que viven la intimidad como un riesgo
Una vez que la intimidad comienza a afirmarse, paradójicamente ésta puede empezar a
diluirse debido a la amenaza que constituye los peligros que surgen, cuando en el individuo,
Vargas e Ibáñez (2009) señalan que las personas que experimentan mayor diferenciación
frente al otro, tienen mejores posibilidades de actuar bajo sus propias parámetros; esto lo
enuncian en relación a la postura Bowen (1978), quién describe a la fusión como un estado
opuesto a la diferenciación, en el que el individuo tiene dificultad para conducirse apegado a sus
premisas y, su reaccionar se ve acotado por las decisiones que toma su pareja, lo que lo lleva a no
reflexionar sus propias creencias frente a las de su pareja (Bowen, 1978; Vargas e Ibáñez 2008).
resguarde un espacio independiente y autónomo, que lo diferencie para evitar que emerjan
sentimientos negativos hacia su pareja o hacia la relación que entabla con la misma; lo cual, en un
momento determinado, podría llegar a propiciar que el individuo desarrolle barreras que mermen
113
La falta de intimidad o bajos niveles de ésta, pueden dar lugar a dificultades físicas,
la pareja, es la ansiedad que ésta puede generar en los individuos. Descutner y Thelen (1991)
Algunos estudios han encontrado que el Miedo a la intimidad puede ser un predictor de
calidad de vida y salud mental (Eddington, Mullins, Fedele, Ryan & Junghans, 2010; Canetti, Berry,
& Elizur, 2009), y al ser la adultez emergente un periodo crítico para el establecimiento de
intimidad y su relación con otras variables utilizando el instrumento Fear to Intimacy Scale
(Descutner & Thelen, 1991; Martínez y Cevallos, 2008; Rivera, Cruz y Muñoz, 2011; Travis, et al.,
2008; Phillips, et al., 2013; Lloyd, 2011; Canetti, Berry & Elizur, 2009), en la actualidad no se cuenta
con ningún instrumento que explore dicho fenómeno en población mexicana; por ende, el
presente trabajo tiene como objetivos: 1) desarrollar una escala para medir el miedo a la intimidad
Método
114
base para la creación del instrumento, el cual fue sometido a pruebas de validez de contenido y de
facie. En una segunda etapa se llevó a cabo la prueba empírica de EMIA, en donde se realizó la
aplicación en campo de la prueba en 328 participantes (122 hombres y 206 mujeres) de entre 18 y
25 años de edad. A partir de los datos obtenidos se realizaron procedimientos estadísticos para
A continuación se describen detalladamente cada una de estas etapas, así como las fases y
escala. Posteriormente se creó una base de reactivos (total de 139) que incluían las cinco
dimensiones, a saber: Miedo a la autorrevelación (28 reactivos), Miedo a la fusión (27 reactivos),
por opciones de respuesta una escala tipo Likert, que permite reflejar el nivel de intensidad en que
una afirmación describe al participante en situaciones diversas (Nada característico de mí, Algo
población con la que se pretende trabajar: jóvenes de entre 18 y 25 años de edad, que no
que se observan los reactivos elaborados, con la forma de respuesta elegida, así como un
cuestionario sociodemográfico para detectar los criterios de inclusión considerados para este
estudio, a saber; sexo, edad, ocupación, nivel de estudios, su estatus actual en una relación
115
sentimental y el tipo de relación en la que se encontraban, la cual fue caracterizada en las
categorías de: cortejo –saliendo para conocerse, sin contacto físico ni exclusividad–, amigos con
derechos o free –contacto físico, sin exclusividad–, noviazgo –contacto físico y exclusividad–, y sin
relación de pareja. Con base en este producto, se llevó a cabo la Prueba de claridad, que se
Objetivo
Procedimiento
El equipo de investigación llevó esta versión del cuestionario a campo donde se contó con
la participación de 10 jóvenes que cumplían con los criterios de inclusión. De la muestra con la que
modalidad de entrevista; ambas formas se llevaron a cabo en una sola sesión e individualmente.
colaboración y tiempo.
palabras que no comprendiera, afirmaciones que no le fueran claras así como dudas y/o
- Se explicaron las opciones de respuesta, puntualizando la elección de sólo una que los
116
- Después de 25 minutos, en promedio, devolvieron el cuestionario con algunas
colaboración y tiempo.
- Se explicaron las opciones de respuesta, puntualizando la elección de sólo una que los
expresara las palabras que no comprendiera, las afirmaciones que no le fueran claras y/o
dudas así como sugerencias generales para hacer más comprensible el cuestionario.
- El entrevistador hizo anotaciones dictadas por el participante y usó las pausas para
indagar sugerencias.
Resultados
autoinforme; mientras que, en la aplicación de entrevista, duró entre 40 minutos y una hora.
“repetidos” o muy parecidos. Se les explicó que forma parte de obtener información de
consistencia en sus respuestas y para notar, con su ayuda, cómo puede describirse mejor la misma
117
Tabla 17
Discusión
Se obtuvo información más rica de las entrevistas pues los participantes mostraban sus
dudas y comentarios espontáneamente. Con los datos obtenidos en la prueba de claridad pareció
Totalmente de acuerdo
Muy característico de mí
Muy de acuerdo
Característico de mí
De acuerdo
Algo característico de mí
En desacuerdo
Nada característico de mí
Totalmente en desacuerdo
118
- En las instrucciones se hacía una acotación explicando que con la letra O de los reactivos
se hace referencia a la pareja actual o la última que hayan tenido. Para que el
cuestionario, tomando en cuenta las sugerencias obtenidas en esta prueba de claridad. Estas
modificaciones realizadas al cuestionario permitieron pasar a la siguiente fase con reactivos más
claros.
Objetivo
Q-sort, en la cual jueces expertos identifican la pertenencia de cada reactivo a las dimensiones
Indiferencia).
Metodología
Participantes
(20%). Cabe mencionar que 3 de los jueces participaron en la primera y segunda fase, los 9
Instrumento
años de edad. Tiene por opciones de respuesta una escala tipo Likert (Totalmente de acuerdo,
119
La versión manual que se presentó a los jueces, fue con la descripción de constructo
Miedo a la intimidad y de cada una de sus dimensiones, así como cada reactivo por separado. En
cuanto a la versión electrónica, en una hoja de cálculo la escala se incluyeron las definiciones tanto
del constructo como de cada una de sus dimensiones así como los reactivos, permitiendo que el
juez marcar por reactivo la dimensión a la que consideraba que correspondía el mismo. Se agregó
un espacio destinado a comentarios pertinentes para cada reactivo y para la prueba en general.
Fase 1
Material
En esta fase, sólo se aplicó la versión manual de la prueba y se usó:
- 6 tarjetas de definición: Una del constructo Miedo a la intimidad y otras 5 para las
Indiferencia).
Procedimiento
1. Se hizo una búsqueda de expertos en temas de pareja, en todos los ámbitos posibles en
el campo de la psicología.
citas necesarias.
(tarjetas y reactivos), no sin antes dar una explicación de la tarea. Se les expuso el
como la descripción de las dimensiones; con base en esto le pedimos colocar cada
120
4. Mientras se realizaba la tarea; el equipo de investigación hacía las anotaciones
experto/a aportaba.
Resultados
A raíz de las aportaciones de los primeros tres jueces, se decidió revisar de nueva cuenta
numerosas dificultades para ser categorizadas y ser tomadas como parte del constructo.
Los jueces expusieron que las dimensiones de Confianza y Autoestima, además de ser
constructos por sí solos (que compiten con el constructo Miedo a la intimidad), son variables
antecedentes o predeterminantes que pueden influir para que una persona tenga o no miedo a la
intimidad en una relación de pareja pero no son parte del constructo en el presente. En el caso de
la Autoestima, se determinó que era una dimensión que se ve afectada por múltiples factores
difíciles de controlar y muy amplia que no aporta directamente al constructo de este trabajo
(Figura 4).
Figura 4
Confianza y Intimidad
Autoestima Ansiedad
Por otro lado, la dificultad de notar la pertenencia del reactivo a algunas dimensiones se
121
definir las dimensiones como neutrales y partir de que algunos reactivos estén redactados en
Un juez sugirió que la dimensión Miedo a la fusión no forma parte del constructo a evaluar
pero otro indicó que, con base en la teoría de Murray Bowen (1978), esta dimensión es relevante
- “Las dimensiones de Confianza y Autoestima no son parte del constructo sino que lo
anteceden”
dimensión de Miedo, por lo que les sugiero que formulen las dimensiones como un
Discusión
A raíz de las observaciones realizadas por los jueces y de una revisión bibliográfica más
reactivos que evalúan tanto la expresión positiva como negativa de la misma dimensión.
122
Fase 2
Una vez replanteadas las dimensiones, se manejó un total de 82 reactivos, los cuales se
sometieron a prueba con los 12 jueces. Para determinar, si un reactivo era válido para formar
parte de una dimensión y permaneciera como parte de la escala, éste tenía que tener como
Material
- El archivo diseñado en el que los jueces tenían a la vista en todo momento la definición
Procedimiento
1. Se solicitó el apoyo de los jueces para realizar la prueba y se les ofrecieron las opciones
definiciones y los reactivos, no sin antes dar una explicación de la tarea. Una vez hecho
como la descripción de las dimensiones; con base en esto le pedimos colocar cada
experto/a aportaba.
123
4. Al finalizar, se agradeció al juez su ayuda.
Para la versión electrónica se envió el archivo con las instrucciones para contestarlo: “A
partir de la definición de cada una de las dimensiones, coloque una "X" en la dimensión que
Una vez concluida la tarea, cada juez envió el archivo contestado con las respuestas y
Resultados
- Seis de los reactivos no tuvieron el mínimo de 80% determinado para permanecer como
parte de la escala, a saber:
12. Suelo ser una persona amorosa con P (55.6%)
33. Me han descrito como una persona frío/a en mis relaciones (40%)
- Por otra parte, el reactivo 45 (Soy afectuoso/a con P) cambió de dimensión ya que
- Se revisó la redacción de los reactivos 48 (“En mi tiempo libre no me gusta estar solo/a,
prefiero estar con P”) y 80 (“No me doy cuenta de lo que le sucede a P si no lo expresa
48. “En mi tiempo libre me disgusta estar solo/a, prefiero estar con P”
124
Comentarios de los jueces
En general los jueces expusieron, por un lado, dificultades o puntos a tomar en cuenta, así
como aciertos que observaron. A continuación se enuncian los comentarios textuales de los
jueces:
- “En algunos casos se refiere a ausencia de una dimensión, más que a la dimensión
el 80 es falta de empatía. Creo que así es como quisieron hacerlo pero creí conveniente
hacer la aclaración”.
- “Si bien es necesario que las preguntas entre ellas mismas se confirmen para la
confiabilidad, el que se repitan tan seguido (una vez más en la formulación) puede
- “No aplica” Reactivos 12 y 33 (con dificultad para darle pertenencia a alguna dimensión)
Discusión
permitió que los reactivos redactados en “positivo” y en “negativo” tuvieran mayor congruencia
también dio más claridad al momento de clasificar los reactivos en cada dimensión. Sólo un
125
reactivo cambió de dimensión, lo que indica cierta claridad y discriminación en las dimensiones y
reactivos planteados.
Los seis reactivos con porcentaje de acuerdo interjueces menor al 80%, son reactivos que
desde que los jueces llevaron la tarea de clasificar causaron confusión por lo que el análisis
estadístico confirmó las observaciones realizadas, ante lo cual la escala quedó con un total de 76
reactivos. Si bien no es una prueba concluyente, se considera que otorga bases para la siguiente
participantes sobre los reactivos, se obtuvo un cuestionario que pretende medir el Miedo a la
intimidad afectiva en jóvenes, corregido de acuerdo con estas dos etapas (prueba de claridad y
Objetivo
Metodología
Participaron 328 jóvenes; en su mayoría estudiantes; 206 mujeres y 122 hombres de entre
Instrumentos
Escala Miedo a la Intimidad Afectiva (EMIA): Instrumento diseñado para medir el nivel de
(26 reactivos). Tiene por opciones de respuesta una escala tipo Likert (Totalmente de acuerdo, De
126
acuerdo, En desacuerdo, Totalmente en desacuerdo), que permite reflejar el nivel de intensidad
Escala Tridimensional del Amor (Sánchez, 1995): Evalúa los tres elementos básicos del
amor: la Intimidad, que se refiere a los sentimientos de cercanía, unión y vinculación en las
refiere a la decisión de amar y mantener una relación a través del tiempo. Los tres factores
explican el 64.2% de la varianza, posee índices de confiabilidad por subescala desde α = 0.81 hasta
0.93. Consta de 26 afirmaciones y tiene por opciones de respuesta una escala tipo Likert que va de
Procedimiento
instrucciones fueron:
de las redes sociales con el fin de solicitar el apoyo de personas que contaran con los
criterios de inclusión.
Las instrucciones fueron las mismas para ambas versiones: “La Facultad de Psicología de la
UNAM está realizando un estudio sobre las relaciones de pareja en jóvenes. Este no es un examen,
por lo que no hay respuestas correctas ni incorrectas, sólo nos interesa conocer tu opinión. Todos
los datos contenidos en este cuestionario, serán tratados de manera anónima y confidencial. Es
muy importante que respondas todas las preguntas, aunque parezcan repetidas. Agradecemos tu
colaboración.”
127
Cabe aclarar que a aquellas personas que declaraban encontrarse sin relación de pareja
respondieron con base en su última relación o como creían que actuarían si tuvieran alguna.
Package for the Social Sciences versión 15, realizando los siguientes procedimientos estadísticos.
student.
estadísticos.
1. Eliminación de aplicaciones que tuvieran más del 80% de reactivos sin responder.
análisis se requiere que todos los reactivos estén en una sola dirección para poder
tener la sumatoria total de la escala, se cambiaron todos aquellos que por su redacción
128
es necesario invertir. De tal manera, al haber seleccionado la respuesta que se codificó
como “1” debía indicar menor miedo a la intimidad y “4” mayor miedo a la intimidad.
7. Prueba t
7.1Se generaron dos grupos (valores más bajos al percentil 27 y datos del percentil
73 al más alto).
grupos.
Resultados
indiscriminadas o con muchos reactivos sin resolver, las cuales fue necesario eliminar de la base de
datos. Desechando los folios: 74, 142, 143, 150, y 256. Quedando para este momento, un total de
323 aplicaciones.
ya que más del 80% de los datos se acumulaban en 2 opciones de respuesta contiguas indicando la
falta de variabilidad y, por tanto, la falta de discriminabilidad del reactivo (ver Tabla 18).
129
Tabla 18
Frecuencias %
Reactivos Totalmente de Totalmente en
De acuerdo En desacuerdo
acuerdo desacuerdo
3. Para mí es importante escuchar a P 64.0 31.1 1.6 3.4
7. Apoyo a P para que se sienta bien 62.1 31.7 4.0 2.2
30. Me importa cuando P está triste 64.7 30.0 2.8 2.5
34. Soy una persona sensible a las necesidades
21.4 60.9 15.2 2.5
de P
37. Doy apoyo emocional a P 54.0 44.1 .6 1.2
50. Me preocupo cuando P está triste 54.8 40.5 3.1 1.6
51. Apoyo a P en su crecimiento personal 52.5 42.5 3.4 1.6
Se partió de las hipótesis de la Prueba t para contrastar a los sujetos debajo del percentil
H0: No hay diferencias entre los sujetos de los dos grupos extremos de la distribución
Hi: Hay diferencias entre los sujetos de los dos grupos extremos de la distribución
En los resultados arrojados por la prueba se observó que para la mayoría se aceptó la
hipótesis alterna, es decir, que existen diferencias estadísticamente significativas entre los grupos
(aquellos con significancias <.05). Los reactivos con significancia > .05 son fueron eliminados, pues
expresan que no hay diferencias significativas entre las respuestas del percentil 27 y el percentil
73; es decir, los reactivos no muestran calidad discriminatoria. De esta prueba únicamente el
reactivo 25 fue eliminado, los resultados obtenidos en este reactivo se muestra en la Tabla 19.
Tabla 19
Se determinó que dicho reactivo no cumplía la función de discriminar por lo que se decidió
130
2. 2. Estructura factorial
El objetivo fue conocer la estructura factorial de la EMIA compuesta por 68 reactivos para
lo cual se trabajó con la base de datos con la puntuación original es decir, aquella sin invertir. Los
68 reactivos fueron sometidos a análisis factorial con rotación Varimax en la que se consideró
como factor aquel conformado por 3 o más reactivos con carga factorial mayor a .30.
Resultados
Se obtuvo un coeficiente KMO de .902 con una significancia de .000, es decir una buena
adecuación muestral, con lo cual se comprobó que los datos eran aptos para someterse a un
análisis factorial. Las comunalidades oscilaron entre .450 y .739. Después de 23 iteraciones la
rotación Varimax arrojó 10 factores interpretables, los cuales explicaron el 50.047% de la varianza
total de la escala. Los factores explicaron por separado entre el 6.930% de la varianza y el 3.742%
Tabla 20
%
Factor % varianza
acumulado
Miedo a la autorrevelación 6.930 6.930
Empatía 6.261 13.192
Indiferencia 5.690 18.881
Autorrevelación afectiva 4.881 23.762
Miedo a la fusión 4.776 28.538
Autorrevelación cognitiva 4.772 33.310
Fusión 4.486 37.796
Miedo a ceder 4.479 42.276
Falta de interés 4.029 46.305
Miedo a que dependan de mí 3.742 50.047
decidió agruparlos con base a la postura frente a la intimidad afectiva conformando así 2
131
Los 6 factores que conforman la subescala de Miedo a la intimdad afectiva explicaron el
29.646% de la varianza de la escala total. En la Tabla 21 pueden observarse los reactivos que
conformaron cada factor de esta subescala, así como sus cargas factoriales y estadísticos
descriptivos.
Tabla 21
Factores
Reactivos Miedo a la Miedo a Miedo a Falta de Miedo a que
Indiferencia
autorrevelación la fusión ceder interés dependan de mí
B29. Hay pensamientos que me .675
avergüenza compartir con P ( = 2.80 )
B57. Evito compartir mis pensamientos .671
más íntimos con P ( = 3.08 )
B56. Me es incómodo compartir mis .654
pensamientos con P ( = 3.11 )
B4. Me incomoda contarle a P cosas de mi .616
pasado que me avergüenzan ( = 2.98 )
B76. Me es difícil ser abierto/a con P .604
respecto a lo que pienso ( =3.02 )
B48. Para mí es complicado hablar con P
.562
de aquello que me lastima
( = 2.83 )
emocionalmente
B24. Tengo dificultades para expresarle .517
mis sentimientos a P ( = 3.15 )
B67. Me disgusta compartir con P mis .434
sentimientos más profundos ( = 3.02)
B70. Prefiero hacer como si no me
.623
percatara de que P se encuentra en
( = 3.40)
problemas
.612
B19. Soy indiferente a los problemas de P
( = 3.47)
B44. Me siento incómodo/a escuchando .586
los problemas personales de P ( = 3.29)
.466
B37. Muchas veces prefiero ignorar a P
( = 3.34)
B69. Me cuesta trabajo ayudar a P en
.443
cosas que no son importantes para mí,
( = 3.02)
aunque para P lo sean
-.419
B26. Me conmueve ver preocupado/a a P
( = 1.90)
B72. Cuando mi relación con P se vuelve
.411
muy intensa emocionalmente, siento la
( = 2.92)
necesidad de huir de ella
.365
B64. Siento que P pide demasiado de mí
( = 2.91)
B9. Me pone nervioso/a ser .341
espontáneo/a con P ( = 3.20)
B63. Me perturba pensar que puedo .742
perder autonomía por querer tanto a P ( = 2.68)
B46. Me preocupa perder mi .687
independencia cuando estoy con P ( = 2.76)
B13. Cuando estoy con P me siento .474
asfixiado/a ( = 3.32)
B47. Me angustia que mi relación con P se .430
vuelva más formal ( = 2.95)
132
Factores
Reactivos Miedo a la Miedo a Miedo a Falta de Miedo a que
Indiferencia
autorrevelación la fusión ceder interés dependan de mí
B66. Me disgusta tener que ceder en mis .718
decisiones y planes frente a P ( = 2.45)
B61. Me incomoda cambiar mi .694
comportamiento sólo para complacer a P ( = 2.32)
B49. Me molesta tener que cambiar de .691
planes para complacer a P ( = 2.33)
B32. Me desagrada que P decida por mí .443
las cosas que nos atañen a ambos ( = 2.18)
B74. Se me complica darme cuenta de lo
.681
que le sucede a P si no lo expresa
( = 2.83)
verbalmente
B55. Se me dificulta darme cuenta .607
cuando P se siente mal ( = 3.13)
B12. Me es difícil elegir un regalo para P .431
porque no conozco sus gustos ( = 3.16)
B68. Tengo cuidado de no tomarme muy .410
en serio mi relación con P ( = 3.01)
.397
B40. Me cuesta trabajo entender a P
( = 2.70)
.738
B18. Me incomoda que P dependa de mí
( = 2.44)
B28. Me incomoda que P dependa .662
emocionalmente de mí ( = 2.49)
B26. Nuestra relación sería mejor si P me .472
diera el espacio que necesito ( = 2.62)
B16. Me disgusta tener que estar siempre .425
disponible para P ( = 2.82)
Total
Número de
34 8 8 5 4 5 4
reactivos
Media (media
2.883 3.002 3.030 2.984 2.318 2.970 2.597
teórica = 2.5)
Desviación
.442 .595 .462 .585 .672 .616 .668
estándar
involucramiento mayor.
relación.
133
- Falta de interés. Complicaciones para percibir gustos y necesidades de la pareja.
- Miedo a que dependan de mí. Incomodidad ante la dependencia del otro hacia sí y las
constituyó por reactivos de actitud positiva hacia la intimidad afectiva, que explicaron el 20.4% de
la varianza. En la Tabla 22 pueden observarse los factores que componen dicha subescala, así
como sus respectivos reactivos con sus cargas factoriales y estadísticos descriptivos.
Tabla 22
Factores
Reactivos Apoyo Autorreve- Autorreve-
Fusión
emocional lación afectiva lación cognitiva
.741
B53. Me considero capaz de entender los sentimientos de P
( = 1.88)
.685
B45. Siento que realmente comprendo a P
( = 2.13)
.667
B62. Puedo ponerme en el lugar de P y comprenderlo/a
( = 1.91)
.654
B65. Soy un gran apoyo para P cuando está triste
( = 1.80)
.468
B54. Me intereso en las actividades de P
( = 1.63)
.455
B39. Puedo hacer sentir mejor a P cuando se siente mal
( = 1.66)
.452
B58. Le doy apoyo emocional a P en situaciones complicadas
( = 1.49)
.646
B41. Soy afectuoso/a con P
( = 1.57)
.644
B73. Disfruto de mostrarle a P lo mucho que lo/la quiero
( = 1.68)
-.640
B20. Me siento nervioso/a al mostrarme afectuoso/a con P
( = 3.28)
.557
B11. Me siento a gusto diciéndole a P cuánto me importa
( = 1.67)
B42. Me siento cómodo/a expresándole mis verdaderos .455
sentimientos a P ( = 1.80)
-.360
B6. Me pone nervioso/a ser espontáneo/a con P
( = 3.20)
B33. Me siento cómodo/a cuando comparto mis secretos .672
más íntimos con P ( = 2.04)
B5. Me siento a gusto contándole a P cosas que no le cuento .617
a otros ( = 1.70)
B23. Me gusta compartir con P mis pensamientos más .558
privados ( = 2.02)
B22. Me siento cómodo/a compartiendo con P mis .490
problemas más significativos ( = 1.86)
.443
B8. Siento que soy capaz de exponerle mis debilidades a P
( = 1.84)
134
Factores
Reactivos Apoyo Autorreve- Autorreve-
Fusión
emocional lación afectiva lación cognitiva
B17. Prefiero consultar a P antes de tomar una decisión .717
importante ( = 2.71)
B1. Cuando P está lejos por mucho tiempo, me siento .688
incompleto/a ( = 2.68)
B21. Para mí no hay nada más importante que la relación .614
con P ( = 2.80)
.525
B52. P y yo somos el uno para el otro
( = 2.26)
B43. En mi tiempo libre me disgusta estar solo/a, prefiero .520
estar con P ( = 2.58)
427
B60. Me gusta tener una sensación de unión completa con P
( = 1.88)
Total
Número de reactivos 24 7 6 5 6
Media (media teórica = 2.5) 2.079 1.787 2.198 1.894 2.480
Desviación estándar .381 .461 .356 .590 .551
pareja romántica.
pensamientos.
Afectiva quedó conformada por 57 reactivos, uno de ellos repetido en 2 factores diferentes,
El objetivo fue conocer el índice de consistencia interna global de la EMIA así como de
cada una de las subescalas y de los factores que las componen, para esto se utilizó la prueba Alfa
135
su influencia en el índice de confiabilidad respecto al factor correspondiente, considerando como
reactivos corren en sentido congruente respecto al nivel de miedo a la intimidad; es decir, una
sería alto miedo a la intimidad. Se partió de los 10 factores interpretables que explicaron el
50.047% de la varianza total de la escala. Con base en éstos, se utilizó el análisis estadístico de
confiabilidad por dimensión, sacando los estadísticos descriptivos y el Alfa de Cronbach por factor,
Resultados
Con base en los resultados obtenidos, se determinó que en el factor Indiferencia, al ser
dicha dimensión aumentó de .726 a .808. Por su parte, si se eliminan los elementos 20 (Me siento
nervioso/a al mostrarme afectuoso/a con P) y 9 (Me pone nervioso/a ser espontáneo/a con P) el
índice de consistencia interna del factor Autorrevelación afectiva incrementó de .447 a .791,
Tabla 23
136
Una vez que se tomó la decisión de eliminar estos tres elementos, se calculó el Alfa de
Tabla 24
afectiva, no obstante ambos resultados son aceptables. Por lo anterior se concluye que, al
El objetivo fue estimar la validez de criterio de la EMIA para lo cual se sometieron a prueba
sus 10 factores, agrupados en 2 subescalas, para diferenciar grupos por tipo de relación actual y la
duración de ese vínculo. El tipo de relación fue definida en las categorías de: cortejo –saliendo
para conocerse, sin contacto físico ni exclusividad–, amigos con derechos o free –contacto físico,
Para cada uno de los criterios mencionados se realizaron análisis de varianza con la
finalidad de comparar los grupos y determinar si la escala es capaz de diferenciar entre distintos
grupos. Una vez que se encontraron diferencias significativas, se ejecutó la prueba post hoc de
Resultados
El análisis de varianza de los tipos de relación indicó diferencias significativas a partir del
tipo de relación establecida en ambas subescalas así como en los 10 factores que componen la
137
Tabla 25
Análisis de varianza de los factores de la Escala Miedo a la Intimidad Afectiva por tipo de relación
Profundizando el análisis, en la Tabla 26 se pueden observar los datos de los grupos entre
los que se encontraron las diferencias en cada uno de los factores.
Tabla 26
Prueba post hoc de los factores de la Escala Miedo a la Intimidad Afectiva por tipo de relación
138
Factor Categorías Medias (ds) Pruebas post hoc de Scheffer
Cortejo – Noviazgo:
Cortejo 16.12 (3.12)
p=.027
Amigos con derecho 16.39 (3.49)
Amigos con derecho – Noviazgo
Fusión Noviazgo 13.84 (3.02)
p=.001
Casado/Unión libre 14.00 (2.03)
Noviazgo – Sin relación:
Sin relación 16.10 (3.29)
p=.000
Cortejo 9.04 (2.29) Noviazgo – Sin relación:
Amigos con derecho 8.81 (2.12) p=.003
Miedo a ceder Noviazgo 9.90 (2.86)
Casado/Unión libre 8.58 (1.87)
Sin relación 8.43 (2.54)
Cortejo – Noviazgo:
p=.022
Amigos con derecho – Noviazgo
Cortejo 13.58 (2.70)
p=.001
Amigos con derecho 13.47 (2.81)
Amigos con derecho – Casado/Unión libre
Falta de interés Noviazgo 15.74 (3.09)
p=.027
Casado/Unión libre 16.29 (1.92)
Noviazgo – Sin relación:
Sin relación 13.74 (2.75)
p=.000
Casado/Unión libre – Sin relación:
p=.031
Miedo a que Cortejo 10.08 (2.87) Noviazgo – Sin relación:
dependan de mi Amigos con derecho 10.07 (2.60) p=.000
Noviazgo 11.03 (2.58)
Casado/Unión libre 10.70 (1.82)
Sin relación 9.23 (2.59)
Negativos Cortejo 87.26 (9.11) Amigos con derecho – Noviazgo
Amigos con derecho 84.45 (11.43) p=.000
Noviazgo 93.99 (10.95) Noviazgo – Sin relación:
Casado/Unión libre 91.58 (8.96) p=.000
Sin relación 90.19 (12.03)
Positivos Cortejo – Noviazgo:
Cortejo 46,37 (8.45)
p=.011
Amigos con derecho 49.22 (9.37)
Amigos con derecho – Noviazgo
Noviazgo 39.49 (7.99)
p=.000
Casado/Unión libre 41.58 (8.57)
Noviazgo – Sin relación:
Sin relación 48.44 (9.40)
p=.000
Indiferencia, Miedo a la fusión y Falta de interés fueron los participantes que cohabitan con su
pareja, ya sea en matrimonio o unión libre. En lo que respecta a Miedo a ceder, Miedo a que
dependan de mí, así como a la agrupación de todos los reactivos Negativos que componen la
subescala Miedo a la intimidad afectiva, las puntuaciones mayores fueron obtenidas por las
afectiva, Autorrevelación cognitiva, Fusión y la agrupación total de los reactivos positivos, los
puntajes más altos fueron obtenidos por aquellos involucrados en una relación de amigos con
139
derechos o free. El Apoyo emocional fue en los participantes que se encuentran en una situación
de cortejo. Para cada uno de los factores se encontraron diferencias significativas entre grupos.
Se realizó un análisis de varianza a partir del criterio tiempo actual en la relación con los
.05 en todos los contrastes, lo que indica que hubo diferencias estadísticamente significativas (ver
Tabla 27).
Tabla 27
Análisis de varianza de los factores de la Escala Miedo a la Intimidad Afectiva por tiempo actual en
la relación.
Factor F Significancia
Miedo a la autorrevelación F(3, 314) = 9.124 p=.000
Apoyo emocional F(3, 309) = 6.845 p=.000
Indiferencia F(3, 313) = 4.944 p=.002
Autorrevelación afectiva F(3, 317) = 9.596 p=.000
Miedo a la fusión F(3, 314) = 4.082 p=.007
Autorrevelación cognitiva F(3, 317) = 10.413 p=.000
Fusión F(3, 309) = 11.194 p=.000
Miedo a ceder F(3, 316) = 2.611 p=.051
Falta de interés F(3, 313) = 10.409 p=.000
Miedo a que dependan de mí F(3, 317) = 6.911 p=.000
Negativos F(3, 304) = 6.280 p=.000
Positivos F(3, 300) = 13.614 p=.000
Una vez encontradas las diferencias se procedió a realizar un posterior análisis utilizando
una prueba post hoc de Scheffe (ver Tabla 28) para determinar entre qué grupos se encontraban
dichas diferencias.
140
Tabla 28
Prueba post hoc de los factores de la Escala Miedo a la Intimidad Afectiva por tiempo actual en la
relación
141
Los resultados de la Tabla 28 muestran lo siguiente:
- Los grupos de jóvenes que actualmente tienen una relación de 16 a 34 y también de más
tienen una relación menor de cinco meses. Diferencia probablemente debida a que al
inicio de una relación las personas son más abiertas, pues para conocer al otro hay que
dejarse conocer.
- Los grupos de jóvenes que actualmente tienen una relación de 0 a cinco meses muestra
duración muestran mayor Indiferencia que aquellos que se encuentran en una relación
jóvenes que tienen una relación menor de cinco meses muestra mayor nivel de
- El grupo jóvenes que tienen una relación menor de cinco meses muestra un menor nivel
de Miedo a la fusión al compararlos con aquellos que tienen una relación de con
- El grupo de jóvenes que tienen una relación menor a cinco meses muestra niveles
mayores de Autorrevelación cognitiva con respecto a aquellos que tienen una relación de
142
- El grupo de jóvenes en una relación menor de cinco meses muestra un nivel mayor de
- En cuanto al factor Miedo a ceder se observan niveles semejantes en los cuatro grupos
- El grupo de jóvenes en una relación menor a cinco meses muestra un nivel menor de
- El grupo de jóvenes en una relación de menos de cinco meses muestra un nivel menor de
miedo a que dependan de ellos en comparación con aquellos jóvenes que se encuentran
- Que aquellos jóvenes en relaciones menores a cinco meses poseen niveles menores de
comparación con los otros tres grupos (6 a 15 meses, 16 a 34 meses y más de 34 meses).
dirección en la que la teoría lo predijo ya que la escala fue sensible al tipo de relación y al tiempo
de la misma permitiendo encontrar diferencias entre grupos. Es decir, la EMIA mostró capacidad
para diferenciar los tipos de relación de pareja establecidos, así como la duración de la relación
afectiva.
143
2. 5. Validez concurrente
realizó una correlación bivariada de Pearson de las dimensiones de ésta con los factores del
Inventario Tridimensional del Amor reportados por Sánchez-Aragón (1995), los cuales son:
Resultados
En la Tabla 29 se observan los resultados que indican la relación de las dimensiones de la
Tabla 29
Autorrevelación cognitiva y Fusión fueron aquellas con la relación positiva mayor con Intimidad;
así como Indiferencia y Falta de interés aquellas con relación negativa más alta. Respecto a Pasión,
la dimensión Autorrevelación cognitiva fue aquella con el coeficiente de relación más considerable
y Fusión con Compromiso. Se reportan otras correlaciones entre las dimensiones de ambas
escalas, todas ellas, aunque más bajas que las anteriores, son significativas y congruentes entre sí.
144
Asimismo, las dimensiones de la EMIA agrupadas en positivas y negativas muestran
correlaciones significativas y con coherencia teórica con todas las dimensiones del Inventario
Tridimensional del Amor, principalmente con Intimidad y Compromiso. Es decir, todas aquellas
componentes del amor planteados por Stenberg (1998) en su Teoría triangular del amor y
medidos por Sánchez-Aragón (1995). Por otro lado, los factores de la subescala Miedo a la
intimidad afectiva correlacionaron de forma negativa con dichos componentes del amor, lo que
2. 6. Normas
El objetivo fue obtener las normas de la EMIA para interpretar las puntuaciones de la
prueba como ejercicio didáctico debido a que, para que estos resultados fueran válidos, se habría
tendido que usar una muestra diferente a aquella en la que se determinaron los índices
psicométricos de la prueba y esto no fue así. Por ello, los siguientes datos no se pueden tomar
Resultados
En primer lugar se realizó una prueba para determinar la normalidad de las distribuciones
aquellos Positivos, se distribuyeron de forma normal al obtener significancia mayor a 0.05 en dicha
descriptivos de la muestra para calcular los rangos de puntuación para cada desviación estándar.
145
Se sacaron los puntajes de normalización para los factores de cada una de las subescalas (ver Tabla
30 y Tabla 31), que permiten contrastar el puntaje obtenido de un sujeto respecto al desempeño
normalidad y con ello dar una posible interpretación a los resultados obtenidos por el sujeto que
haya respondido.
Tabla 30
Tabla 31
Discusión
Los resultados permiten concluir que la EMIA, constituida por 55 reactivos, es confiable y
Autorrevelación cognitiva, Fusión, Miedo a ceder, Falta de interés y Miedo a que dependan de mí)
146
que explicaron el 50.047% de la varianza total de la escala concuerdan con el marco teórico
refiere a aquellos sentimientos dentro de una relación que promueven el acercamiento, el vínculo
problemas en la relación (Díaz-Loving y Sánchez, 2004). Los factores resultantes, por su afinidad
El análisis estadístico ANOVA realizado entre el criterio tiempo actual en la relación con los
factores obtenidos de la EMIA proporcionaron valores de significancia menores a .05 en todos los
Los grupos de jóvenes que actualmente tienen una relación de 16 a 34 meses o más
muestran mayor miedo a la autorrevelación con respecto a aquellos que tienen una relación
menor de cinco meses. Diferencia debida quizá a que al inicio de una relación las personas son
ya que esto ayuda a derribar muros (Stenberg 1998). Asimismo, al contrario y coherente con la
escala opuesta, el nivel de autorrevelación afectiva se muestra disminuida con el tiempo. El grupo
de jóvenes que tienen una relación menor a cinco meses muestra niveles mayores de
autorrevelación cognitiva con respecto a aquellos que tienen una relación de 16 a 34 meses y
Sin embargo, existen individuos que consideran que deben ocultar las partes de sí mismos
que creen inconfesables por lo que viven la intimidad como un riesgo personal (Pasini, 1990); en
relación a esto, se encontró que los grupos de jóvenes que actualmente tienen una relación de 16
a 34 meses de duración muestran mayor indiferencia que aquellos que se encuentran en una
147
relación menor de cinco años y el grupo de jóvenes en una relación menor a 5 meses muestra un
nivel menor de falta de interés en su pareja en comparación a aquellos que tienen una relación de
16 a 34 meses y más.
menos de 5 meses muestra un nivel menor en comparación con aquellos jóvenes que se
experimentar un sentimiento de fusión con su pareja, el cual influye en el grado de apertura que el
individuo tenga para intimar. Rogers (1951) señala que este “sentir dentro de”, se centra en los
Strayer, 1992).
Una vez que la intimidad comienza a afirmarse, paradójicamente ésta puede empezar a
diluirse debido a la amenaza que constituye los peligros que surgen, cuando en el individuo,
independiente y autónoma; es probable que por esto el grupo jóvenes que tienen una relación
menor de 5 meses muestra un menor nivel de miedo a la fusión al compararlos con aquellos que
tienen una relación con duración de más de 34 meses, lo que se confirma al ver que este mismo
grupo de jóvenes en una relación menor de 5 meses muestra un nivel mayor de aceptación de la
y de más de 34 meses.
Por otro lado al agrupar los factores en positivos y negativos se observó que, aquellos
jóvenes en relaciones menores a 5 meses poseen niveles menores de actitudes negativas frente a
mayores de 34 meses. La falta de intimidad o bajos niveles de ésta, pueden dar lugar a dificultades
148
pareja, impide la estabilización y profundización de la relación (Martínez y Cevallos, 2008). Algunos
estudios han encontrado que el Miedo a la intimidad puede ser un predictor de calidad de vida y
salud mental (Eddington, Mullins, Fedele, Ryan & Junghans, 2010; Canetti, Berry & Elizur, 2009).
Miedo a la Intimidad Afectiva con aquellos de la Inventario Tridimensional del Amor (Sánchez,
1995), encontrando congruencia empírica y teórica entre ambas escalas. Se encontró que las
aquellas con la relación positiva mayor con Intimidad; así como Indiferencia y Falta de interés
aquellas con relación negativa más alta. Respecto a Pasión, la dimensión Autorrevelación cognitiva
fue aquella con el coeficiente de relación más considerable y Fusión con Compromiso. Asimismo,
significativas y con coherencia teórica con todas las dimensiones del Inventario Tridimensional del
Por último cabe señalar, que en este estudio se encontraron dificultades para pedir el
reporte de suposiciones de conducta ante una pareja no existente, por lo que se recomienda
incluir algún reactivo que permita identificar quienes estén reportando una interacción imaginaria
para poder realizar los análisis estadísticos con mayor claridad sin necesidad de excluir las
149
Referencias
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Pasini, W. (1990). Intimidad más allá del amor y el facilitating cognitive self-disclosure. Nueva York:
sexo. México: Paidós Brunner/Mazel.
150
Reporte de investigación cualitativa
Marco conceptual
El concepto de pareja como lo conocemos hoy en día en realidad es una forma de
relacionarnos relativamente nueva. Es hasta los años 60 del siglo XX que el modelo que se había
mantenido por cientos de años empezó a tambalearse; es decir, la pareja ya no era sólo el
contrato social que daba origen y mantenía las familias. Éste fue un momento clave en el que se
pasó de la noción de familia a la de pareja, cuyo ideal se convirtió en el de dos individuos que
Esta nueva mirada originó interés para su entendimiento; y así se observó que para la
formación y consolidación de las relaciones de pareja, la intimidad tiene un papel central. Para
establecimiento de relaciones amorosas, por encima de otros atributos. Crawley y Grant (2010)
consideran que la tensión entre la unión y la separación es una lucha permanente e inevitable que
pareja (Stenberg, 1990). Incluso se ha encontrado que la intimidad afectiva en las relaciones es
una fuente importante de felicidad y significado de la propia vida (Bartholomew, 1990). En caso
contrario, la falta de intimidad o bajos niveles de ésta, pueden dar lugar a dificultades físicas,
Cevallos, 2008).
151
La intimidad se centra en el proceso de compartir y explorar los pensamientos,
ayuda a derribar muros. “La autoexposición engendra autoexposición: si uno quiere saber cómo es
el otro, debe mostrarle cómo es él mismo” (Stenberg, 1998). Waring, (1984) plantea que la
autorrevelación es un proceso mediante el cual una persona permite que se le conozca a través de
proceso es considerado como el determinante primario que más influencia ejerce en el nivel de
intimidad de la pareja. Autores como Sprecher y Hendrick (2004) han encontrado que la
satisfacción y el compromiso. Sin embargo, existen individuos que consideran que deben ocultar
las partes de sí mismos que creen inconfesables por lo que viven la intimidad como un riesgo
Una vez que la intimidad comienza a afirmarse, paradójicamente ésta puede empezar a
diluirse debido a la amenaza que constituyen los peligros que surgen, cuando en el individuo,
independiente y autónoma. Vargas e Ibáñez (2009) señalan que las personas que experimentan
mayor diferenciación frente al otro, tienen mejores posibilidades de actuar bajo sus propias
parámetros; esto lo enuncian en relación a la postura de Bowen (1978), quién describe a la fusión
como un estado opuesto a la diferenciación, en el que el individuo tiene dificultad para conducirse
apegado a sus propias premisas y, su actuar se ve acotado por las decisiones que toma su pareja,
152
lo que lo lleva no reflexionar ni contrastar sus propias creencias frente a las del otro (Bowen, 1978;
la pareja, es la ansiedad que ésta puede generar en los individuos. Descutner y Thelen (1991)
definen esto como miedo a la intimidad que es “la capacidad inhibida de un individuo, a causa de
individuo que es altamente valorado” (p.219). Este temor alude al contenido (comunicación
Por otro lado, un aspecto importante a considerar en las relaciones de pareja es la idea de
amor, que no era necesario ni valorado para la conformación de una pareja hasta alrededor del
siglo XVII pero que en la actualidad parece ser el ingrediente principal (Alberoni, 1997).
La palabra amor está cargada de múltiples sentidos y significados. Definiciones que van
desde las más conductuales hasta las más poéticas, la cuales revelan la importancia que tiene en
nuestra forma de relacionarnos. Sin embargo, los constructos involucrados con la idea de amor así
como de pareja son cada vez menos fijos y establecidos como lo habían sido en otras épocas.
El sociólogo Zygmut Bauman (2005) explora cuáles son los atributos de la sociedad
capitalista que han permanecido en el tiempo y cuáles las características que han cambiado. Para
persisten en el tiempo: duran; mientras que los líquidos son informes y se transforman
describir nuestras contradicciones, las tensiones no sólo sociales sino también existenciales que se
generan cuando los humanos nos relacionamos. Una de esas características es el individualismo
que marca nuestras relaciones el cual las torna precarias, transitorias y volátiles.
153
La incertidumbre en que vivimos corresponde a transformaciones como el debilitamiento
plazo: el olvido y el desarraigo afectivo se presentan como condición del éxito. Esta nueva
ello Bauman se refiere al miedo a establecer relaciones duraderas y a la fragilidad de los lazos
solidarios que parecen depender solamente de los beneficios que generan. Es decir, en nuestros
días sigue existiendo un impulso por estrechar lazos afectivos pero se busca mantenerlos “flojos”
para poder desatarlos rápidamente en cuanto las condiciones cambien (Bauman, 2005).
En esta misma línea, la psicóloga Umberta Telferner (2013) propone una modalidad de
estar en pareja a la que ha denominado migaja. Se dan migajas a la pareja desde el inicio o
después de la fase de enamoramiento, cuando la rutina comienza a ser tediosa. Éstas son
por actitudes naturales. Para esta autora, vivimos en un momento histórico en el que los
feliz, pasional o híper-moderna. En otras palabras, la pareja ahora vive más en una imagen que en
la intimidad.
implícita tanto en la pura relación como en la reivindicación del placer sexual por parte de las
154
La creación de una sexualidad plástica, separada de su integración ancestral con la
considerar que el amor apasionado, implica una conexión genérica entre el amor y la atracción
sexual. El amor apasionado está marcado por una urgencia que lo sitúa aparte de las rutinas de la
vida cotidiana, con las que tiende a entrar en conflicto. La implicación emocional con el otro es
penetrante tan fuerte que puede conducir al individuo o a los dos individuos a ignorar sus
obligaciones ordinarias.
cultivo de opciones radicales así como de sacrificios. Por esta causa, enfocado desde el punto de
El concepto de miedo a la intimidad y su relación con otros factores ha sido estudiado por
Phillips, Wilmoth, Wall, Peterson, Buckley, y Phillips, L., (2013) Lloyd (2011), Rivera, Cruz y Muñoz
(2010), Martínez y Cevallos (2008) y Ingersoll, Norvilis, Zhang, Jia y Tetewsky (2008) utilizando la
Escala de Miedo a la Intimidad (Fear to Intimacy Scale. Descutner & Thelen, 1991). Rivera, Cruz y
Muñoz (2010), han hallado que la satisfacción en la relación afectiva está vinculada con el miedo a
la intimidad emocional, mientras que otras investigaciones han descrito el miedo a la intimidad
como un predictor de calidad de vida y salud mental (Eddington, Mullins, Fedele, Ryan & Junghans,
2010).
Collins y Sroufe (1999) refieren que los individuos que han crecido en familias en las que se
155
los sentimientos del otro y la preocupación por el bienestar de los demás; valoran la cercanía y la
conectividad en las relaciones, además de que poseen mayor capacidad para establecer relaciones
Cuando los padres que mantienen una relación de afecto con sus hijos, les expresan
cercanía y calidez, pero al mismo tiempo les validan sus expresiones autónomas, ofrecen la
experiencia de una relación balanceada, lo cual constituye la mejor base para las relaciones
posteriores (Allen & Hauser, 1996; Cassidy, 2001; Collins & Sroufe, 1999; Holmes & Johnson,
2009). Por ende, los hijos que aprenden estas ideas y conductas de independencia y vinculación,
son capaces de transferirlas a la relación de pareja y desarrollan expectativas sobre esta nueva
relación (Connolly & Goldberg, 1999). Se sabe también que las experiencias románticas tempranas
operan como una oportunidad para aprender lo que se puede sentir, pensar y hacer en las
En nuestro país la dinámica de las relaciones de pareja han cambiado rápidamente en los
últimos años, así las estadísticas muestran que de 1993 a 2011 los divorcios se triplicaron y los
matrimonios disminuyeron alrededor del 20%. En lo que respecta a noviazgos, hay pocos datos. En
la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH, 2011) el 48.7%
de las mujeres entrevistadas reportó un noviazgo de 1 año o menor antes de convivir con su
pareja.
pareja, es importante caracterizar los factores que influyen en este proceso, como lo es el miedo a
la intimidad. Se considera que las experiencias de apego que los jóvenes han experimentado con
sus padres en las primeras etapas de vida, la historia personal de sus relaciones afectivas y el
contexto social en el que se desarrollan, probablemente serán parte del modelo para la
156
conformación de las relaciones íntimas de pareja que establezcan los adultos emergentes durante
Las experiencias románticas tempranas operan como una oportunidad para aprender lo
que se puede sentir, pensar y hacer en las relaciones adultas (Del Río, Barrera & Vargas, 2004).
Además, son justo los jóvenes quienes históricamente han desafiado las normas establecidas y las
tradiciones en lo que respecta a las relaciones de pareja. Es por esto que nos interesa explorar la
forma en la que éstos se vinculan, cómo caracterizan el amor y la pareja, la manera en la viven sus
relaciones afectivas, qué es lo que ponderan en una relación, cuáles son sus expectativas al
Justificación de la investigación
La adultez emergente, es una etapa en la que las personas determinan el rumbo que
física de los padres, así como en el establecimiento de las relaciones afectivas íntimas. Este
periodo del ciclo vital va de 18 a 25 años de edad, en el cual, se dan cambios importantes y se
exploran diferentes posibilidades de vida (Arnett, 2000). Las jóvenes trazan metas y se afirman al
Es en la sexta etapa de desarrollo psicosocial que Erikson (1980) define como intimidad
frente al aislamiento, en la que las jóvenes logran establecer relaciones afectivas con sus pares;
pero para que esto se dé, es necesario que la persona haya alcanzado la propia identidad. Y es,
justo en la adultez emergente que se da este proceso de la formación de identidad propia, donde
el adolescente deja de actuar de manera individual para participar con su ambiente social y se
desarrolla a la par del mismo (Maquirriain, 1988), lo que lo lleva a establecer relaciones de mayor
157
Objetivo
Explorar los factores que influyen en el establecimiento de las relaciones de pareja en la
que ésta ha tenido en las relaciones que establecen los jóvenes que viven en un contexto de
saturación social.
pareja por lo que las afectaciones a ésta, determinaran el tipo de relación que se establecerá. A su
vez, la intimidad afectiva se ve determinada tanto por los factores individuales como la historia de
vida, la sexualidad y el contexto familiar (historia, valores), así como los cambios en los valores y
Hipótesis
Se espera encontrar que aquellos sujetos que se encuentran expuestos a una mayor
saturación social tengan ideas y prácticas menos tradicionalistas respecto a las relaciones de
pareja. Es decir, que éstas sean personas más individualistas cuyas relaciones sean más cortas y
fluctuantes. Además de poseer expectativas menos idealizadas y más hedonistas, es decir, que en
Por otro lado, se espera encontrar que aquellos sujetos con valores y prácticas más
con mayor nivel de compromiso, más estables y duraderas, así como con grandes expectativas
idealizadas.
Consideramos que habrá diferencias entre hombres y mujeres, siendo éstas últimas
quienes se apegarán a las concepciones tradicionales de amor con mayor frecuencia, pues son a
158
quienes culturalmente se refuerza con mayor intensidad la idea de amor romántico y a quienes se
Por otro lado, consideramos que aun trabajando con jóvenes que comparten diferentes
características como la edad, el sexo, la casa de estudios, etc., habrá diferencias entre los chicos y
chicas según el área de estudio a la que pertenezcan pues consideramos que hay carreras
universitarias en donde los valores del curriculum oculto son más tradicionalistas y rígidos que en
otras donde son más tolerados o incluso se promueven valores y prácticas más flexibles.
Para finalizar, consideramos que habrá diferencias entre los chicos y chicas más jóvenes de
la muestra respecto a aquellos mayores, debido a que, aun perteneciendo al mismo grupo etario
(adultez emergente) y contexto universitario, las expectativas sociales y culturales respecto a las
relaciones de pareja son diferentes. Se espera que aquellos mayores comiencen a pensar en
estabilidad mientras que a los que apenas inician sus estudios universitarios se les puede invitar a
experimentar.
Preguntas de investigación
relaciones afectivas y las preguntas de investigación correspondientes. Es decir, preguntas que nos
permitan explorar tanto los factores internos como externos, como por ejemplo la historia
159
Tabla 32
estos participantes ya que se asume que son aquellos con mayor saturación social debido a su
los jóvenes quienes se han permitido mayor experimentación de nuevas prácticas amorosas
cuestionando e incluso rechazando aquellas formas más tradicionalistas. Por otro lado, esta edad
es considerada como central dado que es un momento crítico en el que las relaciones de pareja
comienzan a volverse importantes pues comienzan a determinar el rumbo que tomará su vida en
Participantes
años de edad. La distribución por sexo fue de 3 mujeres y 3 hombres provenientes de diferentes
160
comunicación). En lo que respecta a la entrevista a profundidad, la participante de 24 años de
Instrumentos
analista, encargado de hacer preguntas y dirigir la discusión. Las preguntas son respondidas por la
interacción del grupo en una dinámica en que los participantes se sienten cómodos y libres de
informantes, los cuales tienen el propósito de entender las perspectivas del entrevistado sobre su
vida, experiencias o situaciones personales tal y como son expresadas por sus propias palabras
(Tarrés, 2004).
Procedimiento
del campus de una universidad pública de la Ciudad de México. Con la finalidad de cumplir los
criterios de inclusión de los participantes, se eligieron a aquellos interesados que los cumplieran.
Tanto el grupo focal como la entrevista a profundidad se llevaron a cabo en las aulas de
161
Fase I Estrategia Grupo Focal
modeladoras guiaron la conversación mientras que una observadora realizaba notas. De acuerdo
al objetivo de la investigación, los temas tratados fueron: (1) Intimidad, (2) Historia personal, (3)
Valores personales, (4) Cambios en las formas de relación, (5) Contexto social, saturación y
posmodernidad.
Posterior al análisis de los resultados obtenidos del grupo focal, se hicieron las
trabajo.
se realizó un sondeo previo en aquellas personas interesadas en participar para saber si cumplían
con los criterios de inclusión. La entrevista se llevó a cabo de forma presencial en un aula de la
Facultad de Psicología.
Resultados
fragmentos tomados del grupo focal y la entrevista a profundidad preparados para el tema.
afectivas se ve afectado por diversos factores, entre los que encontramos el construir relaciones
superficiales en las que hay desarraigo afectivo; encontramos que los jóvenes prefieren probar
“relaciones abiertas” que no impliquen sentimientos o un compromiso mayor que los coarte en el
162
manejo de su espacio y tiempo; ya que en las relaciones abiertas “no implicaba estar con él todo el
Bauman (2005), señala que no es que hoy en día las personas no busquen estar en una
relación, sino que se busca que ésta sea laxa y con posibilidades de fácil desarraigo, lo anterior,
para evitar introducir sentimientos que lleguen a demandar más allá de lo que se recibe a cambio.
Dado que, al involucrar sentimientos los jóvenes consideran estar más expuestos y
vulnerables frente al otro, Descutner y Thelen (1991) proponen que el miedo a la intimidad se
relaciona estrechamente con la percepción que las personas tienen sobre el cómo va a ser recibida
o usada la información que revelan, es decir, qué tanto se descubren frente al otro de acuerdo al
intimidad en la pareja, son la historia sentimental de los jóvenes: “todavía el miedo de mi relación
anterior”, “¡Chale otra vez me la aplicaron!”, “me van a dejar otra vez” y las expectativas
negativas: “miedo a que me digan que no”, “qué tal si no funciona”. Por lo que, para evitar ésta
sensación de vulnerabilidad al estrechar una relación, ellos muchas veces, prefieren no intentar.
compromisos y lealtades, resultan dar una imagen más exitosa entre los pares. Ya que prefieren
tomar en cuenta la opinión de sus amigos para insertarse en una relación y modificar sus
acuerdo al grado de reciprocidad que la otra persona percibe en la relación, ya que si en algún
momento siente vulnerada su persona difícilmente se atreve a abrirse frente al otro. Hay jóvenes
que concuerdan con Pasini (1990) y prefieren ocultar cuestiones que lleguen a ser usadas en su
163
contra en algún momento de tensión en la relación, “considerando que involucrar tus
amorosas “el tiempo” que le dedican es fundamental, pues los jóvenes explican en él se puede ir
“midiéndole”, es decir, viendo si la relación con ésta persona tiene las características deseadas
para una más sólida o no; es decir, de acuerdo con Stemberg, si el otro muestra compromiso. De
esta intimidad afectiva; debido a que es un la herramienta primordial, para compartir y explorar
los pensamientos, sentimientos y disposiciones más profundas de los miembros de la pareja como
describen Díaz-Loving y Sánchez (2004). Sin embargo, puesto que una relación implica renuncias y
negociaciones, no todos los jóvenes están dispuestos a hacerlo, ya que se valora más la
Por otro lado, en concordancia con lo que comparten los jóvenes, las familias son un
posteriormente se ponen en práctica en las propias relaciones. Consideran que es probable que
ciertas formas de relación que vieron entre sus padres las reproduzcan, como el caso de la
Las expectativas del amor y las relaciones de pareja están en constante transformación, y
es por ello que en jóvenes de la misma edad y mismo nivel socioeconómico existen diferencias, es
decir conviven, por así decirlo, ideas del amor modernas con ideas del amor romántico. Pues hay
jóvenes que tienen como prioridad establecer una relación con mayor “respeto, confianza,
empatía, responsabilidad, y compromiso”, relaciones para las cuales, el “sexo es como un plus”;
mientras que hay otros jóvenes que en la búsqueda de un noviazgo piensan que sólo “antes los
matrimonios eran para siempre”, esto como un aprendizaje de las historias de sus antepasados.
164
Respecto a los constructos involucrados con la idea de amor y el de pareja, los jóvenes
observan prácticas menos fijas, en comparación con como lo habían sido en otras épocas en
donde el amor era “tengamos una vida hasta los 75 años”. Ellos mismos viven un amor que
contiene “la idea de ser libres”, “estamos en una sociedad donde tenemos que movernos, que
experimentar”. Es interesante como Bauman (2005) explica esta libertad desde el individualismo,
ofrecida por la modernidad, que refleja miedo a establecer relaciones formales, con lazos frágiles
que puedan soltarse si alguno de los miembros deseara separarse; relaciones que son más una
Telfener (2013) propone que vivimos en una sociedad que se caracteriza por una
bienestar personal y el espacio privado como por ejemplo “yo antepongo a mis amigos que a un
chavo”, “poner las cartas sobre la mesa: a ver vamos a andar pero estas son mis condiciones”, “en
esta época se piensa más en términos individualistas: qué quiero hacer, a dónde quiero llegar,
Giddens (1995) refiere que la emancipación femenina ha tenido una fuerte influencia en el
modo en el que los individuos nos relacionamos dentro de la pareja así como en lo que esperamos
de ésta. Así, el objetivo central en las relaciones de pareja de las nuevas generaciones de mujeres,
cómo las mujeres jóvenes valoran su independencia y priorizan el cumplimiento de sus propias
metas incluso dentro de una relación amorosa, lo que es ejemplificado por una de las
participantes del grupo focal “...estos tiempos ya son más de independencia, más que nada por las
165
objetivos, otras metas. Ya no es un requisito forzoso casarse, para tener una vida de pareja bien.
Esto tiene que ver con un cambio en la ideología y de nosotras como mujeres”.
Sin embargo, la maternidad es un tema que va cobrando más importancia en las mujeres
conforme aumentan de edad. Mientras que en las participantes más jóvenes fue un tema que no
apareció, en la entrevista a profundidad se habló de las expectativas que giran alrededor de tener
hijos y fue claro cómo es que la idea de familia nuclear continúa siendo aquella valorada. Al
preguntarle a la entrevistada cómo se imaginaba tener un hijo, está respondió “con una pareja
Discusión
explorar cómo los jóvenes de entre 18 y 25 años vinculan el amor y la pareja; la forma en la que
viven sus relaciones afectivas, qué es lo que ponderan en una relación y cuáles son sus
expectativas al involucrarse con alguien más. Tomando esto en consideración, el primer modelo
de trabajo se muestra en la Figura 5. Dado que este modelo se basa en la intimidad afectiva como
determinada tanto por los factores internos como la historia de vida y el contexto familiar como
los factores externos como los cambios en los valores y prácticas culturales que ha traído consigo
la posmodernidad.
166
Figura 5
Modelo 1
Rechazo
Factores internos: Miedo
Historia de vida, familia
Relaciones
menos estables
ESTABLECIMIENTO Relaciones
INTIMIDAD superficiales
AFECTIVA DE RELACIONES DE
PAREJA Rechazo al
compromiso
estado del arte y la cuestión, nos dimos cuenta que dentro de nuestro modelo nos estábamos
establecimiento de las relaciones de pareja. Por ello se propuso el modelo 2 (Figura 6)con el que
se procuró abarcar aquellos factores positivos y negativos de la intimidad afectiva que pudieran
estar participando en el establecimiento de la relación, dando paso así a la búsqueda del papel
167
Figura 6
Modelo 2
Acercamiento
Compromiso
Satisfacción
y conexión
Fuente de
felicidad
Aceptación
Factores internos: Búsqueda
Historia de vida, familia
ESTABLECIMIENTO DE
INTIMIDAD
RELACIONES DE PAREJA
Factores externos:
Posmodernidad, saturación
social, narcisismo, Rechazo
individualismo
compromiso
superficiales
Miedo
estabilidad
Desarraigo
Relaciones
Rechazo al
afectivo
Menor
INTIMIDAD
Una vez que se optó por llevar a campo el modelo, se diseñó un cuestionario para realizar
intimidad en una relación es el aspecto sexual. Por lo cual, partiendo del análisis de resultados del
grupo focal, se tomó la decisión de incluir este factor dentro del modelo de investigación para
volverlo a llevar a campo, esta vez en una entrevista a profundidad, donde se tenía una mayor
claridad sobre los aspectos que eran importantes para los jóvenes al introducirse en una relación
168
Figura 7
Modelo 3
Acercamiento
Compromiso
Satisfacción
Sexualidad
y conexión
Fuente de
vinculada
felicidad
Factores internos: Aceptación
Historia de vida, familia, Búsqueda
historia relaciones de pareja
INTIMIDAD ESTABLECIMIENTO DE
RELACIONES DE PAREJA
Factores externos:
Posmodernidad, saturación
social, narcisismo, Rechazo
individualismo
desvinculada
compromiso
superficiales
Miedo
Desarraigo
Rechazo al
Sexualidad
Relaciones
estabilidad
afectivo
Menor
INTIMIDAD
pareja, factores internos del individuo como son: la historia de vida, la historia de sus propias
Este modelo propone un desglose abarcador de las tan diversas directrices (extrínsecas e
intrínsecas) del constructo miedo a la intimidad por ello es importante que al aplicarlo se haga lo
169
Conclusiones
La idea de amor romántico que se forma en las primeras etapas de la vida, contrasta con
las relaciones de pareja que encontramos hoy en día. La saturación social, la inmediatez por las
cosas y el cuidar de una autonomía, así como el poner a prueba factores como la negociación y el
compromiso, median el que se decida entrar o no a una relación de pareja más estable y formal.
Por ello es más común encontrar relaciones abiertas, en las que no existe un compromiso ni se
involucran sentimientos.
Sin embargo, cuando se está por un tiempo prolongado en este tipo de relaciones es
complicado llegara establecer vínculos que otorguen seguridad, afecto y confianza, lo que deriva
involucrarse afectivamente, se ha convertido en una premisa de los y las jóvenes que los lleva a no
invertir ni hacer proyectos en una relación. Sin embargo, se considera que al deconstruir aquellos
componentes de lo que significa una relación de pareja ya que ésta se encuentra en continua
mutación no sólo respecto a periodos históricos, sino también en el ciclo vital de cada persona,
Por lo anterior se considera importante tomar en cuenta los factores que influyen en la
conformación y consolidación de las parejas, ya que en ocasiones, las personas llegan a terapia
Se considera que, dentro de las herramientas que la psicología podría aportar en este tipo
de conflictos, está el crear espacios de reflexión, como talleres o grupos de encentro en los que las
personas dialoguen sobre su parecer y actuar frente a la postura que tiene al entrar en una
relación de pareja. Conozca su punto de vista, lo expongan y consideren el punto de vista del otro.
170
Pareciera que los jóvenes al estar centrados en una etapa de la vida en donde se vive al
momento, dejan de lado sus sentimientos o una vida en pareja a futuro; no obstante y contrario a
esto, conforme van siendo mayores, es decir, los que están dentro de los 23 a 25 años, entran en
una relación con miras establecer lazos a futuro y conformar una familia. Toma en cuenta
Así mismo, es importante evidenciar que las relaciones que establecen estos jóvenes
Por ende, el tomar en cuenta estos factores, puede ayudar al terapeuta a mirar desde
dónde la persona entra a una relación y cómo se involucra en la misma, invitando de esta forma, a
que, tanto la persona como su pareja comprendan y reflexionen sobre la visión que tienen.
Desde esta óptica y a partir de la experiencia generada por este trabajo consideramos
importante abrir dichos espacios de reflexión entre los y las jóvenes, quienes pueden sentirse
y sociales, las cuales han hecho propias, que giran particularmente alrededor del amor romántico,
y sus prácticas amorosas. Proponemos la creación de talleres dirigidos a esta población, en las
cuales puedan co-construirse diálogos diferentes a los discursos de relación de pareja pre-
establecidos.
171
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19(4), 123-136.
172
4.1.2 Habilidades de enseñanza y difusión de conocimiento
parejas, cuyo objetivo principal fue proveer de recursos para que el alumnado de nivel
licenciatura, que ejerce funciones de entrevista inicial en el Centro de Atención Psicológica “Los
Volcanes”, y así pueda brindar mejor servicio a las parejas que solicitan la atención. El protocolo
adoptado para el taller fue elaborado ad hoc y se presenta en la siguiente sección como parte de
Tabla 33
Productos tecnológicos
Traducción y subtitulaje
Bajo supervisión del Mtro. Gerardo Reséndiz Juárez y en colaboración con mi compañero
Mario Ulises Martínez Quintana, tradujimos y subtitulamos el video “Series de maestros 1987” de
la Asociación Americana para la Terapia Matrimonial y Familiar. Dicha Las cintas en estas series
fueron grabadas en vivo en la conferencia de la AAMFT en octubre de 1987 en Chicago, Illinois. Las
familias que aparecen fueron traídas por sus terapeutas para una consulta especial con maestros
173
Protocolo de entrevista inicial a parejas
entrevista inicial tanto para los consultantes como para el Centro de Servicios Psicológicos “Los
Volcanes” y está dedicado a toda aquella alumna (o) que desee enriquecer su conocimiento
Fabiola Ordaz Hernández, Yineguela Jiménez Álvarez y Nara Gabriela Pérez Mercado
Snyder, Castellani y Whisman (2006) refieren que uno de los principales indicadores
nuestro país, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (2017) reporta en la última década los
Después de revisar numerosos estudios, Snyder et al. (2006) sugieren que el malestar en la
pareja tiene una prevalencia marcadamente alta, la cual se vincula a problemas emocionales,
conductuales y de salud en ambos miembros de la pareja y sus descendientes, cuando los hay.
Además, refieren que entre las personas que buscan la ayuda de profesionales de la salud mental,
los conflictos de pareja son las preocupaciones reportadas con mayor frecuencia.
Autores como Gurman (2008, p.4) sintetizan las principales razones por las que las parejas
buscan o son referidas a terapia conjunta: temas relacionales como puede ser la desconexión
De acuerdo con Bowen (1979), cuando la familia acude a consulta, lo hace da debido a que
la flexibilidad y el intercambio entre sus miembros está muy limitado y la diferenciación del yo
entra en conflicto. En la familia, la pareja emplea, tres mecanismos para evitar la fusión del yo:
174
- El conflicto conyugal, en el que ninguno cede ante el otro.
Partiendo de la Teoría de Bowen, Crawley y Grant (2010), consideran que todas las parejas
diferenciación que cada integrante tenga respecto a su familia de origen. La tarea del terapeuta
será distinguir dichas triangulaciones, al tiempo que reconoce que él mismo participa en una de
ellas.
Contexto cultural
cultura la que permite dar significado a esquemas de convivencia como lo son el matrimonio, la
maternidad, la paternidad o la lealtad filial, pero también a su “papel sancionador” de los roles
sociales existentes y a su conexión con las instituciones que refuerzan la reproducción de los
A partir de 1970, el patrón del modelo familiar que consistía en el que el jefe de familia
varón fuera el principal sustento económico de la familia, se ha venido modificando, al grado que,
del periodo comprendido entre 1970 y 2000 este modelo se ha modificado y perdido importancia,
dando paso a que las mujeres se posicionen dentro del mercado laboral con un importante
Asimismo, Ordaz (2010) señala que las mujeres al 2013 han aumentado su participación
económica pasando del 17.6% en 1970 al 43.3% en el 2013, mientras que en los hombres ha
175
Estos cambios han provocado que la convivencia dentro de la familia también se
modifique, y que cada vez existan más hogares con una jefa de familia mujer, la cual se encarga de
realizar tanto trabajo “doméstico” no remunerado como el trabajo “extra doméstico”. A este
respecto Rendón (2004) alude que, mientras los hombres dedican en promedio 13 horas a las
labores domésticas, las mujeres jefas de familia dedican 37 horas, lo que deriva en mayor carga de
trabajo para las mujeres, aunado a que la remuneración del trabajo no es equitativa en el mercado
laboral, ya que para que por el mismo trabajo y las mismas horas de una jornada laboral, el sueldo
Aunado a esta desigualdad en el ámbito laboral, se suman las dificultades a las que se
enfrentan las mujeres al asumir tareas que se les designan tradicionalmente como parte de sus
De manera breve podemos mencionar siguiendo a Biscotti (2006) que los cambios que las
parejas enfrentan hoy día están grandemente influidos por dos transformaciones socioculturales
importantes.
Este punto tiene íntima relación con una de las problemáticas principales que motivan la
búsqueda de terapia, la infidelidad. Si nos encontramos con un caso de esta índole es importante
indagar sui la infidelidad forma parte de la historia de la relación de pareja e incluso de la historia
familiar de los cónyuges. En el terreno interaccional puede ser útil indagar cual es la danza (pauta
que se da en la pareja) por ejemplo: perseguidor- perseguido. Así como indagar los significados
que tiene para cada miembro de la pareja la infidelidad, estos elementos pueden resultar útiles
176
Un segundo problema que tiene estrecha relación con el cambio sociocultural
mencionado, es el tema del divorcio, las parejas pueden acudir al principio buscando una opinión
que valide dicha decisión o bien buscando llegar a los nuevos arreglos de convivencia, esta
posibilidad de disolver un primer vinculo y establecer otro también abre camino a transiciones
complejas relacionadas con la formación de una nueva familia, en la que es posible que cada
nuevo cónyuge tenga hijos de la unión anterior, por lo que será necesario indagar sobre la
dinámica de las familias en cuestión, y establecer claramente el rol de los cónyuges frente a los
asignación en las tareas hogareñas y de desarrollo de la familia, la crianza de los hijos, el manejo
del dinero, entre otros aspectos, que también pueden motivar la consulta de parejas. Resulta
importante que el entrevistador tenga claros sus pre conceptos sobre lo que se debe esperar de
ser un “hombre” y una “mujer”, para poder ayudar la pareja a visibilizar los suyos y cuestionar du
siguientes.
La terapia familiar feminista propone una serie de valores para trabajar con las familias y
- La estructura familiar no tiene por qué ser jerárquica para llevar a cabo las funciones
- Tanto hombres como mujeres tienen la responsabilidad de ver por la calidad de la vida
conyugal y familiar.
177
- Las buenas relaciones no están dadas por la ejecución rígida de cada rol de género ni por
interdependencia.
sólo para las familias que entran dentro del esquema de “familia normal”, también se da
en la diversidad familiar.
- Poner al servicio las capacidades propias en beneficio de los demás y propio, sustituye la
- Las terapeutas tienen el deber de vislumbrar aquellos temas relativos al género que
inevitablemente traemos esto a terapia; por ello es importante tener en cuenta desde
A las mujeres se les forma con la idea de que son las encargadas de velar por la calidad de
las relaciones, se les asigna la tarea de cuidar de los demás incluso traspasando sus propios límites
o necesidades. La imagen ante los demás es valorada y se objetivista su ser. Las aprobaciones que
provenga del exterior es mucho más valorada, y si viene de su pareja está es mayormente
valorada. Por eso es más común que una mujer se valore y se defina a sí misma con más
intensidad a través de la mirada del otro. Mientras que para los hombres el valor de su persona
está dado por el hacer cosas y tener “poder” sobre otros (Walters, M., Carter, B. Papp, P. y
178
Jessie Bernard (1972 citada en Walters, et al. 1991) documenta que, al casarse o vivir en
pareja, los hombres se benefician física, social y psicológicamente, pero no así las mujeres. Mucho
de esto se relaciona con el sometimiento inconsciente a los mandatos culturales del patriarcado,
los cuales llevan a las mujeres a responsabilizarse y culparse por el bienestar/malestar de los
demás.
Scheinkman (2008) refiere que al trabajar con parejas, es fácil sentir agobio tanto por la
dinámica de la pareja como por la gran cantidad de modelos disponibles en el campo de la terapia
- Proveer esperanza activamente subrayando que los procesos de cambio son progresivos.
y con altos niveles de tensión, se sugiere tomar en cuenta las siguientes reglas que ayudarán como
Se les especificará que tendrán el mismo tiempo para hablar. Los terapeutas encargados
de la entrevista deben cumplir este requerimiento para que la entrevista no se cargue más hacia
un lado de la pareja y mantenga un equilibrio, promoviendo que quién hable menos de la pareja
179
hable más y quién hable más lo haga menos. De esta forma los terapeutas mantienen ambas
perspectivas y no generan la sensación de parcialidad, el cual es uno de los motivos por el que las
Se les solicitará no gritar, ni descalificar a su pareja debido a que los gritos no forman parte
individual (dependiendo del grado de violencia, tiempo que ha durado y teniendo en cuenta que
Se les pedirá no hablar fuera del consultorio de temáticas que provoquen mucha tensión y
decisiones sobre su futuro. Se busca que la pareja aproveche el espacio terapéutico para tomar
Se les aclarará que cualquier cosa dicha de forma personal al terapeuta podrá ser dicha
posteriormente a la pareja, en caso de que lo que quieran ver sean temas relacionados con su
historia personal y trabajar ciertas conductas o emociones para ayudar a la pareja se sugerirá la
modalidad de terapia individual para tratar estas temáticas y la de pareja para las
correspondientes. (Esto para cuidar a los terapeutas envueltos en algún secreto y que por el
parafraseando sus contestaciones y anotando sus respuestas verbales y no verbales con el fin de
180
establecer las distinciones de sus experiencias. Esta actividad es la razón de que esta directriz haya
Toda pregunta planteada por un terapeuta expresa algún propósito y se origina de cierta
experiencias del paciente, otras se plantean principalmente con el objeto de provocar un cambio
terapéutico.
terapeuta tiene algún propósito al plantearla. La intención más común detrás de las preguntas que
plantea el terapeuta es averiguar algo sobre los pacientes o sobre su situación. El propósito
los miembros de la familia cambien como resultado de estas preguntas. El lugar principal de
que el terapeuta se oriente hacia la situación problemática y las experiencias idiosincrásicas del
Las preguntas de orientación están diseñadas para invitar una respuesta que altere las
percepciones e interpretaciones del terapeuta, en tanto que las preguntas de influencia están
diseñadas para desencadenar una respuesta que podría alterar las percepciones e
interpretaciones de la familia.
Hay cuadrantes los cuales pueden utilizarse para distinguir cuatro tipos básicos de
preguntas (Figura 8). El eje horizontal representa el grado en que la intencionalidad del terapeuta
se orienta hacia el cambio propio (del terapeuta) o hacia el cambio de los demás (pareja). El eje
vertical representa el grado de linealidad o circularidad en las suposiciones del terapeuta sobre el
181
proceso mental relevante. Se puede esperar que los diferentes tipos y secuencias de preguntas
Figura 8
Preguntas Lineales: Se plantean para orientar al terapeuta hacia la situación del paciente y
Las preguntas lineales sobre los problemas tienden a expresar una actitud de juicio, o sea,
que algo en el individuo está mal y debería ser de otra manera. Estas preguntas pueden ser un
estímulo para que los miembros de la familia se juzguen entre si mientras van dando sus
respuestas.
182
Preguntas Circulares: Se plantean para orientar al terapeuta hacia la situación del
paciente, pero se basan en suposiciones circulares sobre la naturaleza de los fenómenos mentales.
Estas preguntas tienden a ser más neutrales y las respuestas que se obtienen de los
miembros de la familia tienden a juzgar menos. Las preguntas circulares tienden a caracterizarse
por una curiosidad general sobre la posible conexión de eventos que incluyen el problema, más
que una necesidad específica para conocer los origines precisos del problema.
la familia de manera específica, y se basan en suposiciones lineales sobre la naturaleza del proceso
comporta como profesor, instructor, o juez, informando a los miembros de la familia donde
tuvieron sus errores y como deberían comportarse. Aunque esto se hace indirectamente en forma
de preguntas.
Al efectuar preguntas estratégicas el terapeuta impone su opinión de “lo que debe ser”.
Algunas veces se necesita una directriz o confrontación del terapeuta para movilizar un sistema
atorado, pero demasiada directriz en este modelo de interrogatorio podría arriesgar una ruptura
en la alianza terapéutica.
forma indirecta o general, y se basan en suposiciones circulares obre la naturaleza del proceso que
predominantemente para dar facilidad. Una de las presuposiciones principales detrás de estas
183
Estas preguntas son reflexivas porque están formuladas para accionar a los miembros de
la familia a reflexionar sobre las implicaciones de sus percepciones y acciones actuales para
considerar nuevas opciones. Las habilidades bien desarrolladas para sostener la postura
conceptual de neutralidad contribuyen a que una pregunta de influencia resulta más reflexiva que
estratégica.
La diferencia entre estos grupos seria aún más evidente si estuvieran presentes la cadencia
Las siguientes preguntas son propuestas del modelo de Terapia Centrado en las
- ¿Logran ubicar algún suceso que contribuyó a que la situación que están pasando se
- ¿Las discusiones que tienen entre ustedes son útiles o terminan en acuerdos y
(Narrativa).
Centrado en el Problema).
184
- ¿Qué tanto seguir en este tema… te impide o ayuda a lograr lo que quieres en tu
- ¿Cuáles son los intentos de solución que le han dado a sus problemas? descríbanlos en
- ¿Si fuera una videocámara y los estuviera observando desde que comenzó el problema
que hubiera visto que hacían en acciones? Descríbanlo en secuencias seguidas (Modelo
Centrado en el Problema).
- ¿Si el problema que los trajo a terapia pudiera hablar que les diría, que nombre le
- ¿Cómo es que esta situación se ha convertido en un problema para esta pareja? (Modelo
Centrado en el Problema)
Problema).
- ¿Qué explicación tienen de por qué cambio su relación de pareja? ¿Cómo era antes?
- ¿Cómo se imaginan la relación si las cosas siguen iguales? ¿Qué tendrían que hacer para
que las cosas sigan iguales a lo largo del tiempo? (Modelo de soluciones).
- ¿Por qué lo amas o la amas? ¿Qué impide que su amor siga creciendo? (Narrativa).
- ¿Cómo se imaginan su vida sin el problema que los hizo venir a terapia? (Modelo de
Soluciones).
185
- ¿Qué tendría que suceder para que sintieran que la terapia fue exitosa? (Modelo de
soluciones).
- En una escala del 1 al 10, ¿cuál es el nivel de compromiso de cada uno para mejorar su
- ¿Qué es lo que actualmente está haciendo cada uno para mejorar su situación? (Modelo
de soluciones).
- ¿Cómo notarías (en acciones observables y concretas) que tu relación es como la deseas?
(Modelo de soluciones).
Estas preguntas son una propuesta que no tienen que ser seguidas en orden, sino que
cada terapeuta decide su propio orden, cuáles utiliza y cuáles no, cuáles parafrasea y adapta a los
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017/matrimonios2017_Nal.pdf
186
Asistencia y participación en eventos académicos
prevé la participación de sus alumnos en foros académicos, sea como asistentes que como
ponentes exponiendo algún proyecto desarrollado dentro de la residencia. Esto permite no sólo
como culturales.
diversidad” realizado en Santiago de Chile, Chile, del 23 al 25 de octubre de 2014. En dicho evento
fueron presentadas en modalidad simposio dos investigaciones realizadas en co-autoría con Esther
González Ovilla y Vianey Méndez Vergara. La primera, “Miedo a la intimidad en las relaciones de
pareja y lazos parentales en adultos emergentes”, presentada por mí. La segunda, “Construcción
de una escala para medir el miedo a la intimidad afectiva en la adultez emergente”, presentada
Asistencia a diferentes eventos entre los que figuran: 3er. Congreso Internacional de
visión y otra posición impartido por el Dr. Antonio Caruso el 18 de noviembre de 2013 en Ciudad
de México, México; Taller Problem solving aplicado a comportamientos autodestructivos con el Dr.
con el Dr. Pietro Barbetta del 17 al 19 de octubre de 2014 en Ciudad de México, México; Taller
Visualizando las prácticas de poder en el trabajo terapéutico y comunitario. Reflexiones acerca del
187
poder con la Dra. Maggie Carey el 14 y 15 de noviembre de 2014 en Ciudad de México, México;
Homenaje Il pensiero di Luigi Boscolo 1967 – 2015 (El pensamiento de Luigi Bolscolo 1967-2015) el
28 de marzo de 2015 en Milán, Italia; Congreso Dagli interventi paradossali alle narrazioni
El Programa de Maestría y Doctorado de la UNAM, con el apoyo del CONACYT, ofrece a sus
semestre 2015-2 en el Centro Bolognese di Terapia della Famiglia, ubicado en Bolonia, Italia. Dicho
centro es sede de una de las escuelas con mayor reconocimiento a nivel internacional en el ámbito
de la terapia familiar, el Centro Milanese di Terapia della Famiglia. Entre sus actividades
el grupo de 3er año de formación, siendo los docentes a cargo el Dr. Massimo Matteini y el Dr.
Paolo Sacchetti con la Dra. Francesca Luppi como docente en formación; y con el grupo de 4º año
con la Dra. Anna Castellucci y la Dra. Laura Fruggeri como docentes principales y el Dr. Daniele
Tavera como docente en formación. El resto de las actividades se llevaron a cabo sin distinción en
188
Tabla 34
189
Además, el centro ofrece a sus alumnos una serie de seminarios clínicos específicos con
docentes de la institución y con expertos del sector, haciendo más rica la formación y
estableciendo relaciones con el mundo laboral. Durante mi estancia se realizaron los que siguen:
- Maltrato, violencia y abuso: casos clínicos y sistemas terapéuticos por la Dra. Agnese
Cheli.
Davolo.
- El poder evocativo del lenguaje: técnicas para cambiar el punto de vista por la Dra.
Gabriela Gaspari.
personal y social.
- Dar una actitud de respeto, confidencialidad y compromiso con las necesidades de los
usuarios.
190
- Mostrar respeto y tolerancia hacia diferentes enfoques, disciplinas, colegas e instancias
institucionales.
profesional.
en su Código Ético delinea los estándares de comportamiento de sus miembros (AMTF, 1999),
regulando la buena praxis de terapeutas y tutelando tanto los derechos como el bienestar de los
Respecto a la ética, desde un punto de vista más teórico, Telfener (2014) señala que es
necesario ser conscientes de aquello que decimos y hacemos dentro del espacio terapéutico y los
contextos en los que participamos como profesionales ya que, desde la cibernética de segundo
intervenimos, sino que se vuelve un mundo en el cual el actor interviene en sí mismo porque está
incluido en la organización del mundo, lo que tiene una fuerte implicación en la concepción
epistemológica de la ética. En palabras de von Foerster (en Telfener, 2014b, p 158) “cada vez que
actúo aquí y ahora no sólo cambio yo, sino cambia el universo. Esta posición liga al sujeto con sus
acciones de manera inseparable a todos los demás, estableciendo así un pre-requisito para fundar
191
una ética”. Al asumir que formo parte de aquello que observo me es devuelta la libertad de
afrontar una situación y con esta libertad, también es devuelta la propia responsabilidad. Así,
dicho autor afirma que “la ética es implícita y la responsabilidad explícita” (p.159). Esta postura de
responsabilidad del observador frente aquello que observa le brinda un rol activo en el proceso, y
en nuestro caso un rol activo en la generación de nuevos significados y relaciones. Así, la ética se
que tomamos durante el proceso terapéutico, de las palabras y acciones, siendo la responsabilidad
debemos hacer frente dando cuenta de las acciones propias o ajenas, conscientes de las
Tabla 35
Responsabilidades del clínico
Tipo Definición ¿Cómo se observa?
Responsabilidad social Determinada por el mandato social, por la ¿Cuál es el rol que ocupo en la organización?
representación que encarna y por el resultado de ¿Qué esperan los otros de mí?
las propias acciones en el mantener/deconstruir ¿De qué forma me coludo con aquello que sucede?
estructuras de poder.
Responsabilidad Disponibilidad a tranformarse personalmente Hacia los demás:
personal (transformar las propias claves de lectura, revisar Ganas de involucrarse
prejuicios inevitables, realizar acciones diferentes, Curiosidad (entusiasmo, energía)
aplicar la irreverencia, continuar la exploración, Hacia los demás y sí mismos:
dejarse perturbar por el mundo) con el objetivo de Tener una doble posición (dentro y fuera).
construir un contexto que sea evolutivo y Mantenerse informados, estimulados, sin burnout
procesual. No caer en patrones repetitivos.
Crear un contexto de respeto.
Complejizar/transformar premisas.
Responsabilidad Considerando la relación como instrumento Saber entrar en relación y crear una realidad en la
relacional principal de trabajo, induce a reflexionar sobre el cual sea posible trabajar.
significado que las propias acciones tienen (y han Crear un clima cálido, aceptante y respetuoso.
tenido) sobre el consultante(s) y sobre los otros Saber ser transparente abandonando el
significativos en el contexto compartido. egocentrismo.
Responsabilidad técnica Capacidad de considerarse competente respecto a Saber cómo intervenir y cuándo.
un modelo subjetivamente elegido Disponibilidad a modificar el proceso y cambiar ruta.
Capacidad de leer la retroalimentación que se
recibe.
Nota: Elaborado a partir de Telfener (2014). La responsabilità della co-responsabilità
192
Respecto al compromiso social, el terapeuta es invitado a asumir su rol como agente de
cambio positivo en su comunidad, no sólo dentro del espacio terapéutico sino también en los
medios de comunicación), por lo que sus intervenciones tendrán como objetivo participar
eliminación de las barreras sociales, económicas, políticas y culturales que bloquean el acceso de
2012). En este sentido Fruggeri (2014) señala que el movimiento feminista norteamericano
sociales, subrayando cómo los aspectos intrapersonales están conectados con aquellos
terapéuticos más sensibles a temáticas sociales, ya que muchas de las nociones que se encuentran
de la psicología clínica y de la psicoterapia se han construido a partir de una idea de familia nuclear
crítica sobre cómo nuestra práctica profesional puede llevar a reconstruir tales diferencias, a
institucionales comportan.
institucionales en los que estuvimos involucrados como terapeutas en formación. Los docentes y
supervisores se encargaron de que cada caso clínico fuera afrontado desde diferentes niveles de
193
análisis, tomando en cuenta no sólo el contexto sociocultural del mismo sino también las premisas
de cada modelo terapéutico utilizado, pues como refieren Bannister y Fransella (1986), cada teoría
psicológica propone inevitablemente valores, no es sólo un enunciado sobre las personas, sino una
actitud, un posicionamiento hacia estas, una forma de entrar en relación. Así, fuimos convocados a
problema y de cambio, en los valores que enfatiza, además reflexionar sobre nuestras propias
profesionales concretas que miran al mejoramiento del tejido social, desde investigaciones cuyo
para colegas de otros enfoques o de otras disciplinas, asegurarnos que una cuestión de economía
cultivé gran interés por la psicoterapia psicodinámica, sin embargo dicho interés fue eclipsado por
fenómenos objeto de estudio de la psicología, pero al momento de elegir una formación más
especializada para llevar a cabo intervenciones concretas era como si tuviera que elegir entre una
u otra esfera. Así, me encontré frente a formaciones en psicoterapia tradicional que consideraban
el contexto psicosocial sólo de forma marginal y separadamente, y por otro lado las formaciones
en investigación psicosocial que perdían de vista a las personas y la riqueza de sus experiencias, es
decir, ninguna de estas trabajaba desde una propuesta de interacción inter-intra. Además, durante
194
el periodo que trabajé con niños en un ambiente educativo pude darme cuenta de primera mano
de la importancia que tiene la familia como grupo primario, ya que en intervenciones que
realizaba podía identificar avances que después, en una visión bastante reduccionista y lineal, veía
bastante fortuita, me encontré en un curso breve de Terapia Narrativa impartido por la Mtra.
encuentro me abrió el panorama y me introdujo a un nuevo paradigma que, si bien algunas de las
certezas que habían guiado mi práctica profesional por años entraban en conflicto, también abría
una gama de posibilidades de análisis, reflexión y acción más consonantes con aquello que yo
estaba buscando.
La formación en Terapia Familiar Sistémica fue una gran experiencia de vida, una
revolución radical, de esas que te revuelven todo pero que después poco a poco se va
acomodando y cobrando sentido. Quizá podría describir mi proceso de formación como una
sentido y significados que conllevan con sí nuevas formas de hacer, esto a través de la interacción,
dentro de un marco colaborativo y respetuoso. En este sentido, fueron dos años muy intensos con
una gran repercusión transformativa tanto en mi identidad profesional como en aquella personal,
inseparables en nuestra profesión ya se entra a la sesión con toda la complejidad que implica el sí
mismo.
Durante todo el proceso fue enfrentarse en primera persona y en la acción a las ideas que
leíamos. Ya desde las materias de investigación, lugar donde tradicionalmente conceptos como
objetividad y neutralidad han sido casi intocables y que además resultaban mi zona de confort ya
195
que era en el campo en el que tenía más experiencia, todo empezaba a cambiar visto con los
“lentes sistémicos”. Por ejemplo en la elección del tema de investigación mis compañeras de
equipo y yo nos dimos cuenta que ni al trabajar con el método científico tradicional podíamos
escindirnos de nuestra propia historia, nuestras subjetividades, nuestras premisas, que nos
práctica cómo es que el observador forma parte de aquello que observa, cómo es que lo
construye. También fue muy enriquecedor presentar los resultados de nuestras investigaciones
investigadora brasileña presentó los resultados de su investigación que tenía objetivos similares a
los nuestros pero su investigación era de corte cualitativo. Fue muy interesante ver que habíamos
llegado a resultados y conclusiones similares, esto nos llevó a muchas reflexiones. Por ejemplo que
conocíamos, a rechazar todo aquello cuantitativo y abrazar sin distinción todo lo cualitativo, sino
que eran lenguajes y formas de conocimiento diferentes que incluso podían llegar a dialogar entre
sí, como lo hicimos nosotras con la investigadora brasileña. En este sentido, Turchi y Maiuro,
es decir que la referencia teórico-metodológica utilizada debe ser pertinente a la configuración del
con funciones que van más allá de las sesiones terapéuticas, sobre todo en contextos
conocer ambas metodologías para poder leer e interpretar resultados de los diferentes artículos
de investigación de nuestro campo así como poder aplicarlas para producir reportes de resultados,
196
conducir investigaciones dentro de las instituciones con las que colaboremos y solicitar
financiamientos de proyectos.
como un movimiento policéntrico con muchos puntos de origen y muchos desarrollos, a veces
interconectados pero muchas otras tantas independientes (Fruggeri, 2008), por lo que en durante
veces en contraposición, que teníamos que comprender y aplicar durante el mismo día, lo que en
momentos podía generar confusión. Muchos de los autores y teorías eran para mí, incluso algunos
preceptos conceptuales eran contrarios a aquello que había aprendido de psicología clínica en la
licenciatura, por lo que resultó un gran reto cognitivo, y después pensar en llevar a la acción ideas
que me resultaba complicado comprender me estresaba bastante. Además este proceso no se vio
para nada facilitado con la fuerte carga de trabajo, por lo que aún con todas las intenciones de
comprender porque eran ideas que me abrían otros mundos interesantísimos, las pocas horas de
sueño tenían un fuerte impacto en mis capacidades cognitivas. Sin embargo, el grupo fue un
espacio riquísimo ya que aquello que uno no había comprendido –o, siendo honesta, ni siquiera
alcanzado a leer– el otro lo explicaba y así se abría un diálogo que nos llevaba a nuevas ideas. En
este espacio para mí empezó a adquirir sentido el concepto de mente de Bateson (1991).
congresos en los que pudimos confrontarnos con terapeutas familiares reconocidos, con
terapeutas con una amplia experiencia clínica y otros compañeros en formación como nosotros.
197
Desde el primer evento, alrededor de 4 meses de haber iniciado la maestría, fue gratificante
percibir que no sólo conocíamos los temas de los que hablaban sino que incluso una buena
proporción de los textos a los que aludían ya los habíamos leído. Esta situación se repitió durante
la estancia académica en Italia, ya que las colegas eran expertas en autores pertenecientes al
Modelo de Milán pero desconocían autores y modelos terapéuticos que nosotros habíamos
estudiado. En retrospectiva, puedo decir que el agotamiento y el restar tiempo a otros proyectos,
tanto profesionales como personales, se volvieron secundarios porque al final hubo mucho más
no es en los libros que se aprende a hacer, fue el área implicó el mayor reto en mi caso. Al iniciar el
programa de residencia, ésta era la actividad que más ansiedad me generaba dado que yo no tenía
experiencia clínica, como era el caso de algunas de mis compañeras, y me angustiaba que mis
“errores” generaran más daños que beneficios en la familia, también me preocupaba tener que
hacerlo con mis compañeros del otro lado del espejo y que la supervisión se convirtiera en un
que incluso, de inicio, llegaron a ser incómodas (como los comentarios realizados durante la
supervisión que algunas veces los sentí enjuiciadores). Al exponer esto con mis compañeros
descubrí que todos nos sentíamos así y hablamos de la imposibilidad de separar nuestra práctica
clínica de nosotros mismos como personas, una vez más corroboramos que no es posible ser
“objetivos”, por lo que llegamos a diferentes acuerdos para que las supervisiones dejaran de ser
tan angustiantes. Uno de estos acuerdos fue cuidar la forma en la que realizamos los comentarios
al terapeuta, definitivamente las palabras que elegimos y la entonación, entre otras, cambia por
intervenciones que nos habían gustado, es decir, reconocer el trabajo del terapeuta. Decidimos
198
cuidarnos unos a otros y buscar generar un ambiente que nos posibilitara aprender disfrutando y
que nos permitiera desarrollar nuestro propio estilo como terapeutas. Considero que a partir de
estos acuerdos, logré sentirme más cómoda con las supervisiones. El sentir que había un equipo
para respaldarme, cuidarme y aportar ideas útiles para el proceso terapéutico, me permitió
escuchar con mayor apertura los comentarios e ideas que me enriquecieron como terapeuta,
como persona y tuvieron un impacto positivo en mi quehacer profesional dentro y fuera las
sesiones.
Por su parte, la supervisión videograbada con el Dr. Flavio Sifuentes fue también un
ejercicio interesante, nos propuso videograbarnos a nosotros mismos en una sesión. Al inicio no
entendimos por qué nosotros y no las familias, si el foco eran ellos no nosotros, pero después al
analizar los videos lo entendimos. Nosotros terapeutas también somos observados y estudiados
por los consultantes, también nosotros expresamos de forma no verbal y muchas veces esas
hipótesis que hacemos sobre los consultantes pueden llegar a ser muy evidentes en nuestras
acciones para quien tenemos de frente o quien mira el proceso terapéutico desde fuera (en mi
caso incluso mi postura física cambiaba –más abierta o cerrada– cuando me dirigía a un miembro
de la familia o a otro), pero permanecer como puntos ciegos para nosotros mismos. Aspectos
como nuestro género, nuestra corporeidad e incluso aquellos que pudieran parecer banales como
nuestra forma de vestir, intervienen en la forma en la que entramos en la relación. En el caso que
llevé a supervisión, las observaciones e ideas del supervisor y mis compañeros me permitieron
En cuanto a la práctica clínica no directa, es decir como equipo terapéutico o como equipo
reflexivo, el mayor reto fue contribuir sin emitir juicios ni del terapeuta ni de la familia. Es decir,
asumir el rol de ser una mirada extra y una mirada en una metaposición, para poder aportar algo
útil al proceso y cuidar del terapeuta a cargo. En este sentido puedo decir que uno de los
199
momentos más gratificantes y pedagógicos en esta modalidad de práctica clínica fue en el Centro
Bolognese di Terapia della Famiglia. En dicha sede yo no podía conducir una sesión ya que las
leyes en Italia lo prohíben, lo que al inicio fue frustrante, pero posteriormente pude notar la
importancia que dan a las voces del equipo detrás del espejo. Si bien ya era pedagógico ver en
acción a terapeutas con tanta experiencia y a quienes yo ya admiraba desde antes del programa
de movilidad internacional, escuchando, validando y usando dentro sesión las ideas que
formación y resultó significativo ver en acción algunas ideas que había leído: que como terapeutas
debemos vivir cada encuentro como único, el no abandonar la curiosidad, que cuando pensamos
que ya sabemos todo de la persona o familia que tenemos frente a nosotros significa que en
realidad sólo estamos escuchando nuestros prejuicios y no a ellos, además de la gran humildad
dentro sesión, mi primer caso clínico lo llevamos Fabiola y yo como coterapeutas. Fue
tranquilizador ya que Fabiola es una terapeuta altamente sensible y reflexiva, e hicimos buen
equipo por lo que trabajamos juntas también en otros casos. Comprendí la importancia que tiene
la relación entre colegas en una situación de coterapia: pueden ser dos terapeutas con estilos
completamente diferentes y con ideas diversas pero si hay reconocimiento profesional y respeto,
logran hacer equipo, incluso presentando esas ideas diferentes durante la sesión, siendo la familia
el foco principal y mayor beneficiaria. Quizá en ese momento fue difícil comprender la potencia de
único terapeuta para que la supervisión fuera más específica al proprio quehacer, pero en
retrospectiva considero un lujo haber tenido la oportunidad de trabajar en esta modalidad con
algunas de mis compañeras, no sólo porque las considero terapeutas con tantos recursos y de
200
quienes aprendí tanto o porque significaban una salvación en los momentos de bloqueo, sino
Respecto a la práctica clínica individual, también fue una circunstancia desafiante pero al
mismo tiempo satisfactoria. El estar solo de frente a situaciones tan complejas obliga a echar
mano de la creatividad e incluso el ser honesta con una misma y solicitar ayuda o una pausa
cuando necesario. En este sentido debo decir que la supervisión en vivo de los docentes fue muy
respetuosa y nos permitió explorar y desarrollar nuestro propio estilo. Quizá al inicio por
inexperiencia y por diferentes miedos frecuentes en los terapeutas en formación como pueden ser
miedo a dañar a alguien, a ser incompetente, a no percibir algo importante, entre tantos otros,
entrábamos a sesión casi buscando seguir como instrucciones las del equipo terapéutico. Pero
poco a poco, después de comentarios del tipo “ustedes entren y hagan, ya si rompen los platos
entro yo y lo arreglo” por parte de la Dra. Noemí Díaz Marroquín –que efectivamente algunas
veces entró a “arreglar” la situación–, se generó un ambiente de mayor experimentación que nos
permitió desarrollar confianza, un estilo propio y movernos con mayor desenvoltura dentro del
espacio terapéutico. En mi caso, la sede que me representó mayor reto fue el contexto
psiquiátrico, por un lado por el alto nivel de complejidad de cada caso y por el otro por mi rol
dentro de un equipo multidisciplinario en una institución de este tipo. A las sesiones conmigo las
familias llegaban con un diagnóstico, el que a final de cuentas les daba una explicación a eventos
que no comprendían, les daba un sentido al comportamiento “problemático” de sus hijos e hijas y
les permitía acceder a todos los servicios del hospital, por lo que de alguna forma para las familias
era una etiqueta útil. Sin embargo, llegaban al servicio de terapia familiar con una gran sensación
de deficiencia y de falta de opciones, las cuales se reducían cada vez más conforme el diagnóstico
iba siendo público en los diferentes contextos en los que éstas familias participaban. Así, aunque la
201
primera idea que me venía en mente era deshacerme del diagnóstico y hacerles saber que un
diagnóstico es sólo una etiqueta y como tal se la podían quitar, definitivamente no era viable ya
trabajo del resto del equipo. En ese espacio aprendí que cuando uno trabaja dentro de una
institución el marco de acción es un poco más restringido, sin embargo con paciencia, respeto,
A modo de reflexión final sobre la experiencia de formación quisiera agregar que a pesar
de la alta demanda física, cognitiva y emotiva vivida durante esos dos años, ha sido una gran
experiencia de vida en muchos sentidos. A nivel profesional considero que es una de las mejores y
más completa de las formaciones existentes en nuestro país y, confrontándola con los espacios
académicos extranjeros con los que he tenido contacto, también a nivel internacional. La alta
que permiten tener acceso a una gran cantidad de horas de práctica clínica en contextos reales
tanto del grupo, concebido como contexto para facilitar el desarrollo de las competencias
la identidad personal en nuestro campo; son algunas de las características que hacen de este
sistémicos.
observa, por lo que reconoce el proceso el proceso terapéutico como un proceso de co-evolución,
202
interviene en el cliente, sino con. Es decir, cada terapeuta entra al complejo encuentro terapéutico
con su historia personal, su universo de premisas y creencias, sus valores, sus valores, sus
recursos, así como sus experiencias previas como terapeuta (Bianciardi, 2002). Así, se considera la
necesita desarrollar diferentes competencias que comprenden aspectos diferentes del “hacer
elementos son:
- Sensibilidad al contexto: análisis sea de las reglas de las instituciones dentro las cuales se
opera, considerando que también un consultorio privado es una institución, que del
203
- Competencia epistemológica (auto-reflexividad): capacidad de análisis de la
epistemología local, esto es, de las propias teorías implícitas, de las premisas socio-
Si bien autores como Bertrando y Defilippi (2005) y Fruggeri (1996) definen la actividad
terapéutica como un proceso de deutero-aprendizaje a través del cual las personas aprenden
nuevas formas de pensar y de ser, construyéndose a través del tiempo. En este sentido quizá la
formación terapéutica también lo sea. Bertrando (2012) reporta que en un seguimiento con ex-
consultantes, estos le habían referido no sólo la percepción de cambio, sino además un modo
diferente de referirse a sí mismos con una impronta más relacional. De manera análoga, hablando
con colegas con quienes compartí el proceso de formación y con terapeutas familiares sistémicos
formados en otras instituciones e incluso en otros países, todos coincidimos en el gran impacto en
la manera en la que nos posicionamos dentro el proceso terapéutico sino también fuera.
Además Bianciardi (2014) señala que quien decide emprender el camino de nuestra
profesión lo hace abrazando el deseo de resultar útil a quien se presenta solicitando terapia, sin
intervenciones cambian al otro, ya que cuando una persona interactúa con otra, los resultados son
1
Reificare en el original (p.17), es decir, considerar concreto lo abstracto (conceptos, categorías, ideas).
204
impredecibles. En este sentido propone que para favorecer un cambio podemos sólo cambiar
cambiar al otro durante el proceso terapéutico, la inviabilidad de asumir el cambio como proceso
mismo: de las propias ideas, premisas, prejuicios, modos de pensar modalidades interpretativas,
el terapeuta es responsable de sus actos y opiniones ya que “estos recursos son lo único que
tiene” (p119). Por su parte Bianciardi (2014) sostiene que la relación es antes que nada una
relación humana, sin que esto signifique que deje de ser una relación profesional, por lo que el
Siendo así, Telfener (2014c) subraya que es responsabilidad del terapeuta cuidar el propio
se verá beneficiada. Este es un aspecto que he escuchado enfatizar a una gran cantidad de
terapeutas con una amplia experiencia clínica, así por ejemplo la Dra. Noemí Díaz Marroquín nos
sugería en periodos de pausa dejar un poco de lado los libros de terapia familiar y leer novelas, ver
películas, llenarnos de historias; el Dr. Giorgio Nardone en alguna de sus conferencias sugería
cultivar otros intereses, el Dr. Paolo Sacchetti proponía salir y coquetear con otros modelos
clínicos, qué tenían por ofrecer; la Dra. Maria Armezzani aconsejaba leer tanto, poesía, narrativa,
lo que fuera, diciendo que ahí hay más información sobre la experiencia humana que en los libros
de psicología; la Mtra. Miriam Díaz Zavala nos propuso generar proyecto de “re-teaming” en el
que cada uno de los terapeutas en formación concretó un proyecto personal importante. Todas
205
posiciones y agregar matices a nuestro repertorio. De hecho Telfener (2014c) afirma que la
multiplicidad es indispensable para conocer, por lo tanto para vivir y para hacer terapia.
Para mí la óptica sistémica, desde la cibernética de primer orden hasta las propuestas
hacer terapia desde una posición muy diferente. Efectivamente la pérdida de las certezas asusta,
pero genera diálogos y esos diálogos generan nuevas ideas que multiplican las posibilidades y
quizá esto sea más útil no sólo para nosotros terapeutas, sino también para todas aquellas
personas y familias que se encuentran transitando por momentos complicados en sus vidas
206
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