5ta. Der. Proc. Penal II
5ta. Der. Proc. Penal II
5ta. Der. Proc. Penal II
(UTE)
Temas:
“PROCEDIMIENTOS ORDINARIOS Y ESPECIALES;
IMPUTABILIDAD E INIMPUTABILIDAD;
LA INTERDICCION”
Presentado por:
Sonia Alt. Santos Asignatura:
ST2017-00024 Derecho Procesal Penal II
Yanina Cruz
ST2021-00001
Fecha de entrega:
12 octubre 2024
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Introducción
En la presente investigación nos enfocaremos en tres aspectos de suma importancia en
lo que respecta a nuestra asignación, uno de ellos es el procedimiento ordinario, del cual
daremos un concepto entendible sobre el mismo, sus etapas, sus características, su
aplicación, entre otros, amparado en su debida base legal. También, abordaremos lo
que es el procedimiento especial, del cual daremos a conocer su definición,
consideraciones y fundamento legal, hablaremos también, sobre la imputabilidad e
inimputabilidad, tanto en adultos como en menores de edad, sus consecuencias, su
aplicación, su evolución, criterios de algunos precursores, etc., y, por último, y no
menos importante, estaremos tratando sobre la interdicción, tipos, aspectos, y quien
puede solicitar este tipo de procedimiento legal.
Esta investigación nos ayudará a comprender con precisión los temas mencionados, y a
la vez, nos permitirá conocer la importancia que tienen cada uno de ellos, ya que estos
serán aplicados en un momento dado de nuestra carrera de derecho, en virtud de que son
temas que en cualquier momento pueden surgir y debemos estar preparados para llevar
a la práctica los conocimientos adquiridos en el desarrollo del mismo.
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Objetivos Generales
Detallar de manera específica todo lo concerniente a los procedimientos ordinario y
especial; sus etapas y características.
Objetivos Específicos
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PROCEDIMIENTO ORDINARIO
CONCEPTO
El procedimiento ordinario según el Código Procesal Penal Dominicano (Ley No. 76-02, de
2002) se rige por una serie de principios y etapas que garantizan el debido proceso y la
protección de los derechos de las partes involucradas.
1. Principios Generales
Debido Proceso: Garantiza que todas las partes tengan la oportunidad de ser
escuchadas y de presentar sus pruebas.
Presunción de Inocencia: El imputado se presume inocente hasta que se demuestre
su culpabilidad en juicio.
Derechos del Imputado: Se reconocen derechos fundamentales, como el derecho a
la defensa, a ser informado de los cargos y a un juicio justo.
1. Investigación:
o Inicia con la denuncia o querella.
o El Ministerio Público realiza la investigación de los hechos y recoge
pruebas.
o Se pueden dictar medidas cautelares.
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2. Fase Intermedia:
o Se realiza la audiencia de conocimiento de la acusación, donde se evalúan
las pruebas y se decide si el caso pasa a juicio.
o En esta fase, se pueden admitir o rechazar pruebas.
3. Juicio:
o El juicio es oral y público. Se lleva a cabo ante un tribunal.
o Las partes presentan sus pruebas y alegatos.
o El tribunal emite una sentencia basada en la valoración de las pruebas
presentadas.
4. Recursos:
o Después de la sentencia, las partes pueden interponer recursos de apelación
u otros tipos de recursos previstos por la ley.
3. Plazos y Formalidades
El Código establece plazos específicos para cada etapa del procedimiento, buscando
así garantizar la celeridad en la administración de justicia.
Se requiere el cumplimiento de formalidades en la presentación de escritos y en la
realización de audiencias.
Este procedimiento está diseñado para ser ágil y justo, respetando los derechos de todas las
partes involucradas. Si necesitas detalles adicionales sobre algún aspecto específico del
procedimiento ordinario o sobre cómo se aplica en casos concretos, no dudes en decírmelo.
PROCEDIMIENTO ESPECIAL
CONCEPTO
El procedimiento especial es un conjunto de normas y reglas procesales diseñadas para
tratar casos específicos que requieren un tratamiento distinto al de los procedimientos
ordinarios. Este tipo de procedimiento se utiliza en situaciones donde se busca una solución
más rápida, eficiente o adaptada a la naturaleza del conflicto.
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3. Aplicaciones: Incluye procedimientos como el juicio sumario, el juicio ejecutivo, y
el procedimiento de amparo. Cada uno tiene su propia regulación y condiciones de
aplicación.
Consideraciones
Fundamento legal.
Art. 354.- Requerimiento. El juzgamiento de las contravenciones se inicia con la
presentación de la acusación de la víctima o del ministerio público o la solicitud del
funcionario a quien la ley le atribuye la facultad para comprobarlas y perseguirlas. La
acusación o requerimiento de enjuiciamiento debe contener:
1) La identificación del imputado y su domicilio;
2) La descripción sucinta del hecho atribuido, consignando el tiempo, lugar de comisión u
omisión;
3) La cita de las normas legales infringidas;
4) La indicación de los elementos de prueba, acompañando los documentos y los objetos
entregados o secuestrados; y;
5) La identificación y firma del solicitante. Basta como requerimiento un formulario en el
que se consignen los datos antes mencionados. La acusación de la víctima puede
presentarse oralmente y sin indicar las normas legales infringidas, las cuales son precisadas
por el juez al inicio del juicio.
Art. 355.- Citación a juicio. Sin perjuicio de que las partes puedan comparecer
voluntariamente, la víctima, el ministerio público o el funcionario competente deben citar al
imputado con indicación del juez o tribunal, la fecha y la hora de la comparecencia.
Art. 356.- Juicio. Recibida la acusación o requerimiento, el juez, si no ha intervenido una
citación previa, convoca a las partes a juicio inmediatamente y siempre dentro de los tres
días siguientes. El imputado, al inicio del juicio, manifiesta si admite su culpabilidad. De lo
contrario se continúa con la audiencia, en cuyo caso el imputado puede ofrecer prueba o
solicitar las diligencias que considere pertinentes para su defensa. El juicio se realiza en una
sola audiencia, aplicando las reglas del procedimiento común, adaptadas a la brevedad y
sencillez. La conciliación procede en todo momento. La sentencia se hace constar en el acta
de la audiencia.
Art. 357.- Defensa. El imputado puede designar un defensor, pero no son aplicables en esta
materia las normas sobre la defensa pública.
Art. 358.- Medidas de coerción. No se aplican medidas de coerción, salvo el arresto, el
cual no puede exceder en ningún caso las doce horas.
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En el contexto del derecho dominicano, tanto la jurisprudencia como la doctrina han
desarrollado importantes conceptos sobre el procedimiento ordinario y especial. A
continuación, las principales consideraciones en cada caso:
Jurisprudencia
1. Procedimiento Ordinario:
o Celeridad y Formalidades: La jurisprudencia ha enfatizado la importancia
de seguir las formalidades establecidas en el Código Procesal Civil y Penal,
destacando que el cumplimiento de estas formalidades es esencial para
garantizar el debido proceso.
o Resolución de Controversias: En varios fallos, los tribunales han
interpretado el procedimiento ordinario como un medio efectivo para
resolver disputas, asegurando que se respeten los derechos de las partes.
2. Procedimiento Especial:
o Ámbito de Aplicación: La jurisprudencia ha determinado que los
procedimientos especiales deben aplicarse en casos específicos donde se
requiera una respuesta rápida y eficaz, como en asuntos de violencia de
género o amparo.
o Facilidad y Agilidad: Las decisiones judiciales han resaltado la necesidad
de que los procedimientos especiales sean más ágiles y menos formales,
adaptándose a la urgencia del caso.
Doctrina
1. Procedimiento Ordinario:
o Teoría del Proceso: La doctrina sostiene que el procedimiento ordinario es
la forma más completa y estructurada de garantizar el acceso a la justicia,
permitiendo que las partes presenten sus pruebas y argumentos de manera
formal.
o Efectividad: Se argumenta que este procedimiento, aunque más largo,
asegura una adecuada administración de justicia al permitir un análisis
exhaustivo de los hechos y pruebas.
2. Procedimiento Especial:
o Principio de Oportunidad: La doctrina resalta que el procedimiento
especial está diseñado para atender situaciones que requieren una solución
rápida y que, por lo tanto, deben estar alineadas con principios de celeridad
y eficacia.
o Enfoque en Derechos Fundamentales: Muchos autores enfatizan que los
procedimientos especiales deben respetar y proteger los derechos
fundamentales de las partes, siendo sensibles a las circunstancias
particulares de cada caso.
"IMPUTABILIDAD E INIMPUTABILIDAD"
La imputabilidad y la inimputabilidad, tienen aspectos subjetivos frente a la sanción que se
obtiene como consecuencia de las conductas que un sujeto lleve a cabo y que sean
contrarias a la ley, la imputabilidad se relaciona con el hecho que una persona sea
consciente de la ilicitud de una conducta y aun así tome la decisión de cometerla.
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Al referirnos a la definición de imputable, hablamos de un sujeto que tiene capacidad
psicológica y puede comprender, que a través de una conducta viola la ley, que es
antijurídica y, por lo tanto, sabe que sus hechos tendrán consecuencias legales. Un
imputable es capaz de tomar decisiones y medir sus actos, capacidades que no tiene una
persona declarada inimputable. La doctrina señala que la imputabilidad es un presupuesto
de la culpabilidad, ya que, al decidir realizar una conducta, el individuo actúa con dolo o
con culpa.
En cambio, el significado de inimputable consiste en la persona que al momento que
realizar una conducta punible, no posee la capacidad de conocer o comprender las
consecuencias jurídicas que esta representa y, por lo tanto, no puede guiar sus acciones
debido a la inmadurez psicológica, por algún tipo de trastorno mental o por razones
socioculturales muy puntuales.
La imputabilidad en el derecho penal, es una serie de criterios psicológicos en cuanto a la
personalidad del sujeto que se manifiestan durante la comisión de un delito, son las
actitudes con las que cuenta el sujeto para comprender la ilegalidad de una conducta, así
mismo, es la capacidad para auto determinarse y dirigir su conducta de conformidad a la
ley.
Para reconocer a una persona como imputable, la conducta ejecutada debe ser antijurídica,
culpable y que la pena que recaiga sobre este sujeto sea necesaria.
Se refiere a personas que, a pesar de ser mayores de edad, no pueden ser considerados
responsables penalmente por sus acciones debido a condiciones mentales o psicológicas. En
el derecho penal, la inimputabilidad se reconoce cuando una persona no tiene la capacidad
de comprender la ilicitud de sus actos o de actuar conforme a esa comprensión.
En el contexto del derecho penal dominicano, los adultos inimputables pueden ser
sometidos a medidas de seguridad en lugar de penas privativas de libertad. Esto se hace con
el objetivo de proteger tanto a la persona como a la sociedad, brindando tratamiento y
rehabilitación en lugar de castigo.
El Artículo 26 del Código Penal Dominicano establece las reglas sobre la imputabilidad,
indicando que no puede ser penalmente responsable quien, al momento de cometer el delito,
no tenía la capacidad de entender la ilicitud de sus actos. Esto incluye a los menores de edad
y a personas que padecen de enfermedades mentales o perturbaciones psicológicas que
afecten su capacidad de comprensión.
Fundamentos de la inimputabilidad
La inimputabilidad se fundamenta en la idea de que una persona no puede ser considerada
responsable penalmente por sus actos si no tiene la capacidad de entender la ilicitud de sus
acciones o de actuar conforme a esa comprensión. Este concepto se basa en varios
principios:
1. Capacidad de culpabilidad: La responsabilidad penal requiere que el individuo
tenga la capacidad de discernir entre el bien y el mal. Si una persona sufre de una
enfermedad mental o una condición que afecta su juicio, se considera que no tiene
esta capacidad.
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intención y conocimiento. Castigar a alguien que no puede comprender sus acciones
sería injusto.
Causas de inimputabilidad
Son causas de inimputabilidad las anomalías psíquicas, la alteración psíquica o trastorno
mental transitorio, alteraciones en la percepción o, dentro de la menor edad, la infancia. La
inimputabilidad excluye ya el primer presupuesto de la culpabilidad y, por tanto, produce
exclusión de la culpabilidad con sus consecuencias, la principal, la exclusión
de pena o responsabilidad penal sensu stricto (en sentido estricto' o 'en sentido
restringido'), pero en la mayoría de los supuestos, por su peligrosidad, se prevén medidas de
seguridad. En cambio, si esos supuestos solo dificultan pero no impiden la capacidad de
comprensión del significado ilícito o la capacidad de autocontrol, habrá semi-imputabilidad,
con la consiguiente atenuación de la responsabilidad penal y también posibilidad de
medidas de seguridad.
ADULTOS INIMPUTABLES
Todo trastorno o alteración psíquica que perturben profundamente la inteligencia y/o la
voluntad puede ser causa de inimputabilidad, por lo que, es inimputable aquel sujeto que no
es responsable penalmente de un delito cometido, ya que no comprende las consecuencias
que esto puede ocasionar.
Los elementos de la imputabilidad
La imputabilidad hace referencia a la capacidad que acredita una persona para poder ser
imputado por la comisión de algún delito, ya que una persona que cuente con madurez
psicológica y no padezca ningún trastorno mental, podrá decidir si la lleva a cabo o no,
conociendo las consecuencias de la ejecución de una conducta, por lo tanto, para que una
persona sea imputable deben existir estos elementos:
Deber haber una relación de causalidad entre el sujeto y la conducta típica, lo que le otorga
la calidad de autor o partícipe dentro de una conducta punible.
La conducta típica cometida, debe ser ilícita, antijurídica, debe infringir alguna disposición
en materia penal.
La voluntad y conciencia sobre la conducta que se va a realizar.
Clases de inimputables
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Existen diferentes situaciones en las cuales una persona se puede considerar inimputable,
posteriormente explicaremos algunas de ellas.
La enfermedad mental o psicosis, consiste en una perturbación mental que padece una
persona, la cual puede originarse orgánicamente o emocionalmente, se relaciona con la
perdida de la percepción de la realidad, en algunas ocasiones tienen alucinaciones, en
cuanto a la psicosis se presenta alteración de la inteligencia y en oportunidades una
alteración de la personalidad.
Para que una persona que padezca psicosis sea reconocida como inimputable, debe haber un
nexo causal, o sea, el nexo causal es esencial para la atribución de responsabilidad en el
derecho, ya que establece la conexión necesaria entre el acto y sus consecuencias. Sin este
vínculo, no puede haber culpabilidad ni obligación de reparar daños; y, la patología debe ser
total, no parcial.
Para poder reconocer si un individuo padece una enfermedad mental, se deben seguir los
siguientes juicios:
Psiquiátricos o biológicos, el juez debe guiarse por el diagnóstico médico que señale la
inimputabilidad.
Psicológico, en el caso de manifestarse una anormalidad en el desarrollo de la conducta, se
distorsionan los efectos en la mente el sujeto.
Mixto, el juez debe guiarse por el diagnostico psiquiátrico y la anormalidad al momento de
realizar la conducta.
La grave perturbación de la conciencia, se presenta cuando el individuo padece una
alteración de la realidad.
Art. 375.- Reglas especiales. El procedimiento se rige por las reglas comunes, salvo las
excepciones establecidas a continuación:
1) Cuando el imputado es incapaz, sus facultades son ejercidas por su representante legal, o
en su defecto por la persona que designe el juez o tribunal, con quien se desarrollan todas
las diligencias del procedimiento, salvo los actos de carácter personal;
2) En el caso previsto en el numeral anterior, el representante legal del imputado o el
designado en su defecto, puede manifestar cuanto estime conveniente para la defensa de su
representado;
3) Este procedimiento no puede ser tramitado conjuntamente con uno común;
4) El juicio se realiza a puertas cerradas, sin la presencia del imputado, cuando es imposible
a causa de su estado de salud o resulta inconveniente por razones de orden, caso en el cual
es representado a todos los efectos por su representante legal;
5) La sentencia tiene por objeto disponer la absolución o la aplicación de una medida de
seguridad;
6) No son aplicables las reglas referidas al juicio penal abreviado, ni las de suspensión
condicional del procedimiento.
Evolución de la imputabilidad a través de la historia
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La evolución de la criminología a lo largo de la historia tiene sus cimientos en las dos
escuelas jurídico penales más importantes, que son la Escuela Clásica y la Escuela
Positivista.
Desde el siglo XVIII, con el desarrollo de la Escuela Clásica, las normas penales impuestas
eran consideradas caóticas, severas, desproporcionadas. Una de las aspiraciones
contemporáneas básicas de la ley penal y de los Códigos Penales en concreto es que exista
un mínimo nivel de seguridad jurídica, entendida ésta como la posibilidad de conocer las
consecuencias jurídicas de un determinado acto. (Serrano Maíllo, 2009).
Se estableció desde un comienzo cuáles acciones estaban prohibidas y cuáles eran de
cumplimiento obligatorio; así como las penas que se imponían si se realizaba alguna de
estas acciones o si se incumplían. Sin embargo, en esos tiempos esto no se encontraba
ordenado en los Códigos Penales como actualmente se encuentran, por lo que se generaba
una inseguridad acerca de las conductas que implicaban delitos, así como las penas
establecidas para cada uno de ellos. Fue hasta inicios del siglo XIX que se dispusieron las
leyes en una codificación característica sobre todo para las de ámbito penal.
Harbottle, 2012 expone que el mayor representante de la Escuela Clásica fue
Francesco Carrara (1805- 1888), quien buscó la causa de la diferencia en el tratamiento de
imputables e inimputables; se basó de la escolástica la que indicaba que el ser humano al
utilizar sus facultades intelectivas y volitivas está en libertad de elegir. Hizo referencia y
relación de hechos delictivos con determinadas enfermedades, sobre todo la manía,
avocándolo en el término de lo que hoy se conoce como imputabilidad disminuida.
Peregrino Rossi, quien consideraba que existía un orden moral que todo individuo debería
seguir, aplicándose en la sociedad, piensa que la capacidad de juzgar le pertenece al
superior sin embargo está consciente de que todo hombre puede juzgarse por igual.
Giovanni Carmignani, explica que el castigo que se le impuso al sujeto se realiza con el
objetivo de prevenir la realización de delitos similares a futuro.
Para esta escuela la imputabilidad era medible para determinar la pena; por lo que se
comenzó a hablar de imputabilidad agravada o atenuada, completa o incompleta, total y
parcial o semi-imputable. (Yáñez, 1970), se considera a la persona normal como
responsable y a la persona anormal como irresponsable y aquellos que padecían de un
trastorno mental incompleto solo serían responsables de una manera atenuada. (Puig 1955).
A lo largo de la historia se ha visto como ha venido evolucionando la forma en que se ve al
delincuente y las acciones hechas por este, así como la manera en que sanciona
respectivamente.
En nuestro país la legislación en materia penal es muy importante. Para el médico legal es
fundamental tener conocimientos básicos en este campo que son claves en la valoración de
individuos con características particulares o implicadas en determinados actos.
LA IMPUTABILIDAD E INIMPUTABILIDAD EN EL MENOR DE EDAD
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1. Concepto de Imputabilidad en Menores
2. Marco Legal
3. Consecuencias de la Imputabilidad
4. Evaluación de la Imputabilidad
Derecho a la Defensa: Los menores tienen derecho a ser asistidos por un abogado y
a ser escuchados en los procedimientos en su contra.
Protección Legal: La ley asegura que cualquier acción tomada en su contra se
realice en un marco que respete su dignidad y derechos fundamentales.
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En la Ley del Menor vigente en nuestro país, el menor de 14 años no puede ser sometido a
enjuiciamiento penal. Se parte de la base de que hay un déficit de culpabilidad, pues el niño
no está en condiciones de darse cuenta de lo que la Ley exige.
La edad mínima de responsabilidad penal es la edad en la que un niño/ niña1 no puede ser
considerado penalmente responsable de sus actos y, por lo tanto, no puede ser llevado ante
un tribunal penal.
Aunque muchos Estados han establecido sistemas de justicia juvenil, estos sistemas a veces
establecen un límite de edad por debajo de la edad de 18. El límite máximo de edad - o la
mayoría de edad penal - o la edad para la aplicabilidad de las disposiciones de justicia
juvenil -Se refiere a la edad hasta que alguien en conflicto con la ley se trata en el sistema
de justicia para personas menores de edad. Con el fin de cumplir con la CDN, un sistema de
justicia juvenil debe abarcar a todos los niños y niñas de quienes se alegue, acuse o declare
culpable de haber infringido las leyes penales que están sobre la edad de responsabilidad
penal, y hasta por lo menos la edad de 18.
Medidas de protección especial
Sistema de justicia juvenil, sistema penal adulto los y las adolescentes que cometen un
delito por debajo de la EMPR no pueden ser formalmente acusados y responsables en el
sistema de justicia juvenil.
Los y las adolescentes por encima de la edad mínima de responsabilidad penal en el
momento del delito pueden ser considerados responsables de sus acciones y con sujeción al
sistema de justicia de penal juvenil de conformidad con las normas internacionales de
derechos humanos.
De acuerdo con la CDN, la ley de justicia penal juvenil debe aplicarse a todos los niños y
niñas menores de 18 años, independientemente de la naturaleza del delito. De ahí que los
países deben asegurarse de que los niños y niñas menores de 18 años no están sujetos al
sistema penal de adultos.
EDAD MÍNIMA DE RESPONSABILIDAD PENAL, UN TEMA IMPORTANTE PARA
LOS DERECHOS DE LOS Y LAS ADOLESCENTES EN AMÉRICA LATINA Y EL
CARIBE
A pesar del dramático impacto de la delincuencia y la violencia en los niños y niñas, en
muchos países, los y las adolescentes son percibidos como la principal causa de la violencia
y no como víctimas. En toda América Latina y el Caribe, esta percepción negativa hacia los
y las adolescentes sigue siendo el camino para una legislación más severa en justicia penal
juvenil y debates sobre cómo reducir la protección garantizada a los y las adolescentes en
conflicto con la ley.
En los últimos años, varios gobiernos de la región, en particular Brasil, Colombia,
República Dominicana, Ecuador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá y Uruguay, han
promovido reformas o políticas basadas exclusivamente en una agenda de seguridad, y que
consiste en las medidas para aumentar la severidad de la sanción, reducir la edad de
responsabilidad penal y / o eliminar las garantías procesales para los niños, niñas y
adolescentes en conflicto con la ley. Estas políticas no sólo dan lugar a la violación
flagrante de la Convención, sino también no dan lugar a cumplir los objetivos de lucha
contra la delincuencia y la violencia.
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Una preocupación adicional es la tendencia de otorgar un poder discrecional de los jueces
en la evaluación de la madurez del niño/niña para decidir sobre el régimen aplicable - o para
usar una edad mínima más baja de responsabilidad penal en los casos en que el niño/niña es
acusado de cometer un delito grave.
En términos generales,
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6. Jurisprudencia: Hay múltiples sentencias en las que se ha tratado el tema de la
imputabilidad. Estas decisiones ayudan a establecer precedentes sobre cómo se
aplica la ley en situaciones específicas.
Es una condición jurídica poseída por todo aquel que tenga madurez mínima fisiológica y
psíquica, salud mental y conocimiento de los actos que se realizan. (Patitó, 2000).
Según Ramírez S., 1981; desde tiempos de Aristóteles ya se mencionaba que “solo se
comete delito o se hace acto justo cuando se obra voluntariamente, lo mismo en uno que en
otro caso, pero cuando se obra sin querer no se es justo ni injusto a no ser indirectamente;
porque al obrar así solo se ha sido justo o injusto por accidente, para este filósofo era muy
importante la voluntad para determinar las recompensas o castigos. Se centró en hablar de
culpabilidad y de reproche, del libre albedrío, de la voluntad de poder escoger.
Bernaldo de Quirós 1957, expone que criminología la ha habido siempre, desde que ha
habido crímenes; una criminología, incipiente, rudimentaria, elemental; tan elemental y
tosca, tan pedestre y vulgar como los romances de ciego, que siempre tuvieron en el delito
una de sus favoritas inspiraciones. (Pablos de Molina, 2009).
LA INTERDICCION
1. Definición
La interdicción en el ámbito del derecho penal se refiere a la declaración judicial que
establece la incapacidad de una persona para ser considerada responsable penalmente
debido a razones específicas, como trastornos mentales o condiciones que afectan su
capacidad de comprensión y voluntad. Este concepto es fundamental para proteger a
aquellos que, por su situación, no pueden entender la ilicitud de sus actos.
Es un procedimiento legal mediante el cual se declara que una persona no tiene la capacidad
para ejercer plenamente sus derechos civiles debido a razones de salud mental o
discapacidad. Este mecanismo busca proteger a aquellos que, por diversas circunstancias,
no pueden cuidar de sí mismos ni gestionar sus asuntos de manera adecuada.
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2. Tipos de Interdicción
1. Fundamento Legal:
o En muchos sistemas jurídicos, incluido el dominicano, la interdicción está
regulada por el Código Penal y otras leyes que establecen los criterios para
determinar la incapacidad de una persona.
2. Tipos de Interdicción:
o Total: Se declara cuando la persona no puede ejercer ninguna capacidad
jurídica. Esto es común en casos de enfermedades mentales severas.
o Parcial: Se aplica cuando la persona tiene limitaciones específicas, pero
puede ejercer ciertos derechos bajo condiciones.
3. Procedimiento:
o La interdicción se inicia con una solicitud ante un tribunal, donde se
presentan pruebas, incluyendo informes médicos, sobre la condición de la
persona.
o Se lleva a cabo una audiencia donde se evalúan las evidencias y se permite
que la persona afectada sea escuchada.
4. Consecuencias:
o Las personas declaradas interdictos no pueden ser juzgadas ni condenadas
de la misma manera que los imputables. En lugar de enfrentar un proceso
penal, pueden ser sometidas a medidas de protección y rehabilitación.
5. Protección de Derechos:
o Aunque están bajo interdicción, se deben respetar los derechos de estas
personas, asegurando que se les brinde apoyo adecuado y atención a sus
necesidades.
6. Revisión:
o La interdicción puede ser revisada, y si se demuestra que la persona ha
recuperado su capacidad, se puede solicitar su levantamiento.
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2. La demencia, consistente en la privación de inteligencia por locura o idiotismo.
Ahora bien, para que estos elementos justifican la declaratoria de interdicción se requiere:
Que la falta de desarrollo o alteración de las facultades intelectuales sea muy grave, si la
imbecilidad solo es debilidad de espíritu, si la locura solo es manía, no
procede decretar la interdicción, que permite a los jueces limitarse a nombrar un asesor a
la persona cuya interdicción se pide.
Que el estado de locura, cuando está sujeta a intervalos, sea por lo menos el estado habitual
de la persona.
Quienes la pueden solicitar
El derecho de promover la interdicción no pertenece en principio, sino a los miembros de
la familia, sin embargo se concede también al Ministerio Público, en ese orden, pueden
demandar la declaratoria de interdicción:
1. El cónyuge del enajenado. El cónyuge conserva su derecho incluso después de
la separación de cuerpos, puesto que subsiste su condición de esposo, y esto es lo que lo
faculta para demandar la interdicción.
2. Los parientes del enajenado. La ley no hace ninguna distinción entre estos, debe reconocerle
este derecho a todos indistintamente, tanto a los más alejados como a los más próximos, sin
sobrepasar el duodécimo grado, más allá del cual el parentesco no
produce efectos jurídicos.
Ninguna jerarquía se ha establecido entre los parientes. Todos pueden solicitar
concurrentemente la interdicción sin que puede oponerse a quien lo haga, la existencia de
parientes más próximos que él, que no la soliciten.
Los hijos pueden pedir la interdicción de sus padres, esta acción no es contraria a
la obligación que el artículo 371 impone a cada uno de guardar, cualquiera que sea su edad,
honor y respeto a los mismos.
Nada dice la ley sobre los afines, de lo que se deduce que los parientes por afinidad no
tienen derecho para pedir la interdicción, ni siquiera los de los grados más próximos,
el yerno o la nuera, los suegros o los cuñados.
3. El ministerio público. Fuera de la familia, el derecho para pedir la interdicción únicamente
le pertenece a este funcionario, en principio cuando el enajenado no tenga ni parientes
conocidos, ni cónyuge.
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Conclusión
Hemos concluido nuestra investigación, con la que esperamos haber cumplido con lo
asignado de manera satisfactoria, habiendo puesto todo nuestro empeño y esfuerzo para
lograrlo, demostrando la importancia de todos y cada uno de los puntos expuestos en el
desarrollo de la misma, dando como resultado la necesidad de manejar cada tema,
proporcionando con ellos, un conocimiento básico de lo investigado.
Mientras investigábamos sobre los temas, pudimos notar cuan importantes son, puesto que,
como abogados tenemos que saber cómo y cuándo se deben aplicar, tanto los
procedimientos, como las bases en las que se fundamentan todos y cada uno de ellos.
Esperamos que, con nuestra investigación y aporte sobre los puntos tratados, nosotros, la
facilitadora, nuestros compañeros y la universidad, podamos sacar un beneficio positivo,
buscando provocar que de lo aprendido saquemos el mayor provecho posible, y a la vez,
nos entusiasme con la necesidad de continuar investigando sobre lo concerniente a lo antes
expresado.
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Bibliografía / Fuentes
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