Micro de Leche Uner 2024
Micro de Leche Uner 2024
Micro de Leche Uner 2024
• BACTERIAS.
• LEVADURAS.
• HONGOS.
• VIRUS.
Bacterias
• Las bacterias son microorganismos procariotas que presentan
un tamaño de unos pocos micrómetros (por lo general entre
0,5 y
5 μm de longitud) y diversas formas, incluyendo esferas (cocos),
barras (bacilos), filamentos curvados (vibrios) y helicoidales
(espirilos y espiroquetas).
• células procariotas, se diferencia de
las células eucariotas (de animales, plantas, hongos, etc.), no
tienen el núcleo definido ni presentan, en general, orgánulos
membranosos internos. Generalmente poseen una pared celular y
esta se compone de peptidoglicano (también llamado mureína).
Si hablamos de leche cruda
• los microorganismos predominantes y que se ven favorecidos para su
crecimiento son las bacterias. En la leche se pueden encontrar diverso
géneros y especies bacterianas.
La humedad tiene una gran influencia sobre el desarrollo de los mohos, pero el
parámetro más importante es la actividad de agua (aw ). La mayoría de ellos se
desarrollan a una aw de 0,80 a 0,95.
Los mohos producen enzimas que provocan la ruptura de algunos de los carbohidratos, lípidos y
proteínas presentes en el alimento, para dar como resultado moléculas más pequeñas (aldehídos,
cetonas, alcoholes, ácidos grasos, etc.) que les sirven como nutrientes para poder crecer y reproducirse
(por eso se llaman metabolitos primarios).
La importancia de estas moléculas radica en que son responsables del aroma y del sabor. Además,
como consecuencia de la degradación de las proteínas (proteolisis) se producen importantes cambios en
la textura del alimento (por ejemplo, en quesos, la pasta se hace más blanda y cremosa).
En definitiva, los mohos determinan las propiedades organolépticas características de estos alimentos.
Hongos
• En la leche se pueden hallar las esporas de
los hongos provenientes del ambiente
• A los quesos llegan a través del ambiente,
la salmuera y cámaras de maduración
contaminadas
• Producen defectos de sabor, aroma y
principalmente manchas superficiales de
distintas coloración en los quesos
Virus
https://www.youtube.com/watch?v=KCNE3
EISDko
Para evitar la contaminación por fagos en la
industria láctea, además de seguir estrictamente
las prácticas higienicas, hay que utilizar cultivos
iniciadores resistentes a los fagos.
NSLAB
Bacterias lácticas no provenientes del fermento
Las bacterias lácticas no provenientes del fermento (NSLAB, non-starter lactic acid bacteria) son
una parte esencial de la microbiota del queso. Este grupo microbiano deriva principalmente de la
leche cruda, pero también del ambiente de la fábrica. Las NSLAB incluyen a todas las bacterias
lácticas que no se agregan como fermento, por lo que la denominación se refiere a un grupo
heterogéneo, según la variedad de queso de que se trate. Sin embargo, dado que la bacteria fermento
láctica más utilizada en el mundo como fermento es Lactococcus lactis, seguida de Streptococcus
thermophilus, se puede afirmar que entre las NSLAB predominan lactobacilos mesófilos
heterofermentantes facultativos, aunque también se han aislado pediococos y enterococos. En
general, las NSLAB se encuentran en bajos niveles en los quesos jóvenes (<102 UFC/g) pero su
población se incrementa durante la maduración hasta llegar a concentraciones superiores a 106
UFC/g. Pueden convertirse en la flora dominante en algunas variedades de queso si la población del
fermento declina (Gobbetti y col., 2015). La velocidad de crecimiento de estas bacterias en el queso
depende principalmente de la disponibilidad de fuentes de energía y de la temperatura de
maduración. La lactosa residual se ha identificado como la principal fuente de energía inicial para
estas bacterias, así como la galactosa en quesos elaborados con fermentos primarios que no la
metabolizan. El citrato, además de productos de la lisis celular del fermento, glucoproteínas de la
membrana del glóbulo de grasa e hidratos de carbono de la κ-caseína también se han incluido entre
potenciales fuentes de carbono, aunque se conoce menos su impacto en el crecimiento de las
NSLAB (Settanni y Moschetti, 2010; Porcellato y col., 2015).