Conflictos en La Escuela Cap 8
Conflictos en La Escuela Cap 8
Conflictos en La Escuela Cap 8
Herramientas actitudinales
Elegimos tratar, en primer lugar, un tipo de herramientas que rara vez
se menciona, pero que incide de una manera especial en el rumbo de
una negociación y, por supuesto, en el de la mediación.
A menudo creemos hacer todo lo que corresponde, actuamos de
manera reflexiva, y, sin embargo, vemos que la negociación se nos es-
capa de las manos. La actitud para negociar es tan importante como
la aptitud o competencia, o mejor aún, forma parte de ella. Cuando
negociamos en nombre propio, estamos involucrados en el conflic-
to, de hecho somos parte de él, y pesan sobre nosotros un número
de factores que ya hemos mencionado: lo sucedido en la relación, las
expectativas para el futuro, la percepción acerca de los intereses del
otro, la imagen que tengo del otro, la que quiero proyectar en el otro,
la que quiero tener de mí mismo, etc. Todos estos factores inciden
fuertemente en la actitud con que vamos a negociar, que varía sensi-
blemente en las distintas negociaciones que sostenemos.
Por eso, reforzamos la necesidad de preparar la negociación, ya
no solo en el sentido de recorrer los conceptos nucleares que hemos
visto (posición, interés, opciones, alternativas, estándares objetivos),
sino en una mirada genuina hacia nosotros mismos.
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Conflictos en la escuela
Ejercicio 13
Herramientas procedimentales
Los distintos tipos de reuniones, como ya dijimos, son las herramien-
tas procedimentales. Tanto las reuniones en conjunto con todos los
participantes de una mediación, como aquellas que se efectúan con
uno de ellos a solas o en privado, tienen beneficios y perjuicios. En
las situaciones entre alumnos suelen usarse poco las reuniones indivi-
duales, porque los objetivos centrales son el reconocimiento entre los
disputantes, el restablecimiento de la comunicación, la comprensión
de cada uno hacia el otro y la generación de opciones conjuntas, obje-
tivos más fáciles de cumplir conversando todos juntos. Las reuniones
privadas se usan cuando el nivel de tensión es alto, hay gran rivalidad
y es difícil compartir información. A veces para confirmar intereses y
sin duda para trabajar con cada parte sus alternativas para resolver el
conflicto y compararlas con las opciones generadas en la negociación.
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Florencia Brandoni
Herramientas comunicacionales
Este tipo de herramientas apunta, como su nombre lo indica, a acei-
tar todos aquellos resortes que hacen a la comunicación entre los ne-
gociadores. Negociamos comunicándonos. Algunas de las preguntas
más frecuentes son: ¿Cómo hago para que el otro abandone su posi-
ción? ¿Cómo puedo descubrir sus intereses? Las herramientas que si-
guen pueden ayudarnos en ese sentido, tanto si actuamos en calidad
de negociadores, como si lo hacemos desde el rol del mediador, asis-
tiendo a las partes.
Formular claramente lo que necesito
Parece obvio que cada uno deba formular claramente lo que necesi-
ta, ¿para qué estaría negociando, si no? Sin embargo, como ya hemos
visto, en ocasiones los intereses quedan opacados por la contunden-
cia de la posición.
Cuando negociamos la conversación se puebla de reproches, que-
jas, inculpaciones. Este intercambio puede constituir la única etapa de
la negociación tras la cual los sujetos asumen que la misma “fracasó”.
La inclusión de un tercero en la disputa, como el mediador, colabora
en gran medida a superar esta etapa y puede ayudarlos a expresar sus
emociones y a formular sus pedidos de modo tal que no se quiebre el
hilo de la negociación.
Cuando se negocia de manera directa, en cambio, resulta funda-
mental aprender a transformar las quejas o reproches en enunciados
que representen un pedido. Las quejas o reproches son del dominio
de lo pasado, mientras que la expresión de necesidades mira hacia el
futuro de la interacción con el otro del conflicto. En ese sentido, po-
der expresar las necesidades hacia el futuro es una manera clara de
encarar una negociación de ese tipo.
Esto significa, por ejemplo, que en vez de decir: “siempre necesi-
tas que te cubran el día, pero nunca estás disponible si los demás no
pueden venir”, podemos decir: “yo voy a cubrir la clase que no podés
dar, pero necesito que te comprometas a compensarme con una cla-
se dentro del próximo mes”. La primera de las modalidades expresa
disgusto, hartazgo, enojo, pero no es más que una queja que tiende a
verse como un reproche más en una larga serie que irá deteriorando
la relación. La segunda fórmula transmite la necesidad de cierto equi-
librio en las prestaciones, tiende un puente firme hacia el compromi-
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Conflictos en la escuela
Ejercicio 14
Realice un listado de tres quejas diferentes que recuerde ha-
ber hecho o recibido en los últimos tiempos, y transfórmelas
en expresión de necesidades y pedidos.
Escuchar atentamente
¿Cómo se podrían comprender los intereses del otro sin escucharlo?
Parece una obviedad, y sin embargo la escucha no es una de las vir-
tudes más corrientes en nuestros días. Por otra parte, escuchar en el
marco de una negociación o mediación no requiere la misma destreza
que escuchar a un amigo. La escucha debe ser atenta, interesada, des-
prejuiciada, crédula, escuchar con el juicio suspendido. Escucha di-
rigida a la singularidad del conflicto y del sistema de los disputantes.
Es decir, escuchar adecuadamente sería abrir un espacio en el que el
otro pueda desplegar su relato sin ser juzgado, relato que será aten-
dido con interés genuino, para lograr la comprensión de su perspec-
tiva en el asunto.
Aprender a negociar y a mediar es aprender a escuchar. Sabemos
que la escucha tiene cierto grado de selectividad. No escuchamos to-
do lo que nos dicen de la misma manera: ponemos énfasis en esto o
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Ejercicio 15
Nos importa identificar el valor del impacto emocional. Por
eso, atendiendo a cualquier situación de debate (una con-
versación laboral, un debate televisivo, etc.), consigne por
escrito el impacto personal que le produce cada una de las
narraciones, y a qué tipo de intervención los conduce ese
impacto. Ejemplo: lo que dice ese hombre me produce in-
dignación, y mi reacción espontánea sería explicarle por qué
está equivocado.
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Ejercicio 16
Sí No A veces
El parafraseo
Parafrasear es poder devolverle a quien nos habla todo o alguna parte
significativa de su relato, es una suerte de resumen. Suele ser la mejor
manera de transmitir la sensación de haber escuchado atentamente.
Este es el efecto más ostensible, pero en realidad podemos recurrir
al parafraseo con diversos objetivos:
•Asegurarnos la comprensión: nunca está de más confirmar que
hemos comprendido bien, o que en nuestra escucha no hemos
dejado de lado datos que consideramos menores y que, sin em-
bargo, son esenciales para el sujeto escuchado.
•Que el otro se sienta comprendido: no solo se trata de escuchar,
sino de demostrar que escuchamos. En este sentido, el parafraseo
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Ejercicio 17
a) Parafrasee el siguiente extracto de un relato: “En todas las
reuniones de profesores sucede lo mismo: ella pasa un ra-
tito, deja entrever que hay problemas que nosotros no po-
demos manejar, genera tensión y malestar, y se va a otra
escuela dejándonos con el paquete. Es un acto de violencia
y no puede no darse cuenta de lo que hace, por más que se
haga la ingenua. Para eso es mejor que no venga”.
b) ¿Cuál es el objetivo del parafraseo que eligió hacer?
Formular preguntas
La formulación de preguntas es tal vez una de las herramientas
comunicacionales más valiosas en la negociación y la mediación.
Será para el mediador una de sus formas más apropiadas de inter-
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Ejercicio 18
Preguntas circulares
Las preguntas circulares son un aporte de la terapia sistémica y tienen
por objetivo conectar los distintos elementos de un sistema, mostrar
su circularidad (Cecchin, 1989). Alejados de la díada causa-efecto co-
mo lente para observar la realidad, podemos mirar nuestro objeto de
estudio como un sistema cuyos elementos están conectados entre sí.
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Ejercicio 19
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La asertividad
La técnica de la asertividad (Ingouville y Nelson, 2014) va en el mis-
mo sentido que la formulación clara de las propias necesidades y es
una gran herramienta para manejar las emociones. Se trata de un com-
portamiento comunicacional en el cual la persona expresa sus convic-
ciones y defiende sus derechos sin agredir ni someter la voluntad de
otras personas. Se diferencia de dos conductas opuestas: la agresividad
y la pasividad (o sumisión).
Es una forma de expresión consciente, clara, directa y equilibrada,
cuya finalidad es comunicar nuestras ideas y sentimientos o defender
nuestros legítimos derechos sin la intención de herir ni perjudicar. Es
un movimiento de autoafirmación, lejos de la ansiedad, la culpa o el
enojo. La asertividad permite decir lo que uno piensa defendiendo
los propios derechos, intereses o necesidades sin agredir u ofender a
nadie, ni permitir ser agredido u ofendido.
La asertividad consiste en expresar nuestras emociones de un mo-
do que la otra persona se conecte con aquello que es importante para
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Conflictos en la escuela
Ejercicio 20
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Replanteo
Cuando hablamos de replanteo, nos estamos refiriendo a la reformu-
lación del conflicto ya no en términos de posiciones sino de intereses.
La conversión del conflicto merece una puesta en palabras que conso-
lide el movimiento, que reduzca las posibilidades de volver a tratar el
conflicto en términos posicionales, que ya no muestre a los negocia-
dores con pretensiones excluyentes ni parados en veredas opuestas.
El replanteo es una pregunta sencilla. Interroga por las posibilida-
des de salida del conflicto satisfaciendo simultáneamente los intere-
ses primordiales de todos los participantes. ¿Cómo podemos hacer
para que los intereses de “A” queden satisfechos y los de “B” también?
Analicemos el siguiente ejemplo:
El papá de Santiago quiere que cambien a su hijo de división (hay
dos primeros años), y la escuela no acepta su pedido. Estas posiciones
contrapuestas pueden saldarse si uno gana y otro pierde, puesto que
no hay forma de partir al alumno para que ambas partes salgan ga-
nando. Pero si una vez creado el clima de colaboración, se han podido
detectar los intereses, tendremos un panorama diferente, o mejor di-
cho, un problema distinto a resolver. Veámoslo: el padre está preocu-
pado porque dice que un compañero de su hijo lo tomó como centro
de sus bromas pesadas, y desea que su hijo pueda sentirse cómodo en
la escuela. La escuela no quiere acceder a este tipo de pedidos por-
que ya han tenido varios casos (chicos que quieren estar junto a algún
amigo, o que prefieren los profesores asignados al otro curso) y no
quieren romper las reglas por temor a que todo sea un caos. Asimis-
mo, le preocupa los problemas y agresiones entre los alumnos de ese
grupo. Es decir, que los intereses del padre y de la escuela son comu-
nes y diferentes entre sí; pero no contrapuestos. Ahora, la pregunta
no es a quién asignar la razón, es decir si cambiamos o no a Santiago
de curso, sino otra distinta: ¿Cómo hacer para que Santiago se inte-
gre al grupo de compañeros con una inserción social adecuada, que
la institución mantenga el control de las asignaciones de cursos, y que
los alumnos tengan relaciones cordiales y respetuosas entre sí? Esta es
la pregunta del replanteo.
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Conflictos en la escuela
Posición Posición
de “A” de “B”
Interés Interés
de “A” de “B”
Pregunta de Replanteo
Ejercicio 21
Generación de opciones
La reformulación del conflicto a través de la pregunta del replanteo
da lugar a la generación de opciones como posibles soluciones que sa-
tisfagan los intereses primordiales de todos los participantes.
La herramienta más recomendada para apuntalar este paso, como
adelantáramos, es el brainstorming o tormenta de ideas. Esta técnica
se utiliza para generar un número extenso de ideas en torno a un te-
ma, tiende a desarrollar la creatividad y discutir nuevos conceptos,
así como superar el conformismo y la monotonía. La segunda etapa
es la evaluación de las ideas formuladas según los criterios objetivos
y el análisis de las alternativas.
El principio que guía una tormenta de ideas es la asociación libre.
La primera etapa requiere del aplazamiento de críticas y juicios sobre
las ideas. Nadie debe criticarlas (ni siquiera la persona que la tiene y va
a formularla). No importa cuán disparatada o absurda sea. Asimismo
es necesario fomentar la confianza entre quienes van a participar, a fin
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Ejercicio 22
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