Rosario Difuntos Mié y Dom.
Rosario Difuntos Mié y Dom.
Rosario Difuntos Mié y Dom.
(DIFUNTOS)
Miércoles y Domingo
1. Nos persignamos:
Por la señal de la santa Cruz,
de nuestros enemigos,
líbranos, Señor, Dios nuestro.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
(CANTO)...
(CANTO)...
(CANTO)...
5. Se rezan 3 Avemarías
Dios te salve, María Santísima, Hija de Dios Padre, Virgen
Purísima antes del parto, en tus manos ponemos nuestra fe para
que la ilumines. Llena eres de gracia, el Señor está contigo.
Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu
vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora
y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve, María Santísima, Madre de Dios Hijo, Virgen
Purísima en el parto, en tus manos ponemos nuestra esperanza
para que la alientes. Llena eres de gracia, el Señor está contigo.
Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu
vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora
y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve, María Santísima, esposa de Dios Espíritu Santo,
Virgen Purísima después del parto, en tus manos ponemos
nuestra caridad para que la inflames. Llena eres de gracia, el
Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y
bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora
y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve, María Santísima, Templo y Sagrario de la Santísima
Trinidad, Virgen concebida sin la culpa original.
6. Rezamos La Salve
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y
esperanza nuestra; Dios te salve. A ti llamamos los desterrados
hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de
lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros
esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro,
muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh, clemente, oh
piadosa, oh dulce Virgen María!.
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos
dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
Amén.
Letanía del Santo Rosario
Señor, ten piedad
R: Señor, ten piedad
Nos persignamos:
Por la señal de la santa Cruz,
de nuestros enemigos,
líbranos, Señor, Dios nuestro.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén