Ficha Dengue COM B4
Ficha Dengue COM B4
Ficha Dengue COM B4
Etiología: El virus dengue pertenece a la familia Flaviviridae, es transmitido por mosquitos del género Aedes,
como el Aedes aegypti. El Aedes albopictus, por otro lado, significa un potencial vector en las Américas,
aunque no se lo asocia realmente a la transmisión del dengue. Estos dos mosquitos se crían en aguas
estancadas, en un contexto doméstico se encuentran en floreros, recipientes de agua para las mascotas,
neumáticos, piletas en desuso, macetas, tanques, envases plásticos, etcétera.
Se reconocen cuatro variantes que son los serotipos DEN 1, 2, 3 y 4. La infección por un serotipo confiere
inmunidad permanente (inmunidad homóloga) contra dicho serotipo y solo por unos meses (inmunidad
heteróloga) contra el resto de los serotipos. Afecta exclusivamente a humanos y cualquiera de ellos puede
causar formas graves, aunque se ha descrito que los serotipos 2 y 3 tienen mayor relación con dichas formas.
Epidemiología: En América se registró un total de 4.565.911 de casos en el año 2023, de los cuales solo
7.653 (un 0,17% de la población total con dengue) resultó en casos graves, concluyendo en 2.340 (0,051%)
de personas fallecidas. En el año 2024 hubo un notable incremento de los casos registrados, en las primeras
5 semanas del año se notificaron 673.267 casos de dengue.
En América del Sur en las semanas mencionadas anteriormente se notificaron 570.756 casos sospechosos
representando un aumento del 193% en comparación a 2023.
En Argentina se detectaron 180.529 casos entre Agosto de 2023 y Marzo de 2024. La incidencia es de 384
casos por cada 100.000 habitantes.
Fisiopatogenia: El mosquito infectado inyecta el virus mediante la picadura, donde es detectada por las
células de Langerhans y las células epiteliales, estas migran a los ganglios linfáticos, lo cual favorece la
diseminación viral. El reclutamiento macrofágico y monocítico son el principal medio de expansión vía linfática
de este virus, aunque también se lo ha encontrado en células endoteliales, encéfalo, miocardio, hígado,
intestino, bazo, piel, linfocitos T, y fibroblastos. Los monocitos y las células endoteliales infectadas por el virus
son blanco de TNF y de anticuerpos autoinmunes que lesionan y pueden inducir a su apoptosis. El sistema
inmune, ante la viremia, implementa dos mecanismos fundamentales:
● Hemorragias: las hemorragias que se producen en el Dengue son el producto de las lesiones en el
endotelio vascular, de la trombocitopenia, y de la disfunción de las plaquetas. Los factores de
coagulación también están alterados debido en parte a la disfunción hepática por la invasión viral.
● Hipovolemia: desencadena una serie de respuestas homeostáticas con el fin de mantener una mejor
perfusión de los órganos que más lo requieren (encéfalo, corazón, hígado) en detrimento de otros
órganos como la piel y los músculos. Estos cambios obedecen a la respuesta de los vasos sanguíneos
de resistencia a la hipovolemia. En el sistema nervioso central se liberan catecolaminas, las cuales
van a producir vasoconstricción de las venas y arterias tanto periféricas como pulmonares. También se
secreta vasopresina, que promueve una mayor absorción de agua.
● Hipoxia: debido a la hipoperfusión de ciertos órganos, se produce vasoconstricción en vasos de
resistencia pulmonares y vasodilatación en vasos de resistencia periférica. (En el dengue hemorrágico
predomina la vasodilatación sobre la vasoconstricción).
Manifestaciones clínicas: Las manifestaciones clínicas del dengue pueden dividirse en tres etapas: • Etapa
febril • Etapa crítica • Etapa de recuperación.
La etapa febril, que tiene una duración de entre 3 a 6 días en niños y 4 a 7 días en adultos, se asocia a la
viremia, durante la cual existe una alta posibilidad de transmisión de la enfermedad si la persona es picada
por un mosquito vector. En esta etapa el paciente puede presentar además dolor muscular y articular, cefalea,
astenia, exantema, prurito, y síntomas digestivos tales como: discreto dolor abdominal y, a veces, diarrea.
Al inicio de la fiebre, no es posible predecir si el paciente tendrá síntomas y signos leves todo el tiempo, o si
evolucionará a una forma grave de la enfermedad. Por lo tanto, el equipo de salud debe realizar un
seguimiento estricto del paciente controlando a todo paciente con dengue hasta al menos 48 horas de
finalizada la etapa febril.
La etapa crítica, se caracteriza por la extravasación de plasma, que puede llevar al shock hipovolémico. Las
plaquetas pueden descender progresivamente desde la etapa febril, pero este descenso se hace más intenso
en la etapa crítica.
La trombocitopenia en esta enfermedad es debido a la destrucción masiva periférica, por un mecanismo
inmunomediado (anticuerpos antivirales con reacción cruzada contra las plaquetas), de carácter transitorio,
por lo cual van a iniciar su recuperación de manera espontánea, después de un breve período. Cuando las
plaquetas comienzan a elevarse, indican que el paciente ha iniciado su mejoría.
En la etapa de recuperación se hace evidente la mejoría del paciente, pero puede aparecer en esta etapa un
exantema tardío entre el 6º y 9º hasta incluso el 15º día que, con frecuencia, afecta las palmas de las manos y
las plantas de los pies, asociado a un intenso prurito.
3. Dengue grave:
Los casos de dengue grave son más frecuentes en personas que ya padecieron dengue por un serotipo
(infección primaria) y se infectan nuevamente (infección secundaria) con un serotipo diferente al que le
ocasionó el primer cuadro. Este fenómeno puede ocurrir hasta muchos años después de ocurrida la infección
primaria, pero no implica necesariamente que toda infección secundaria conduzca a dengue grave. No
obstante, también la infección primaria puede asociarse a dengue grave, en relación a virulencia de la cepa o
a otros factores del hospedero.
El dengue grave (conocido como dengue hemorrágico) es la forma más peligrosa de la enfermedad y puede
llevar a la muerte si no se maneja adecuadamente. Las manifestaciones clínicas más graves incluyen:
Diagnóstico:
El diagnóstico de dengue se basa en una combinación de la evaluación clínica del paciente, en base a los
signos y síntomas que presenta, especialmente durante un brote o en áreas endémicas, y de exámenes de
laboratorio específicos que confirman la infección.
1. Diagnóstico en fase aguda (1-5 días desde el inicio de los síntomas) RT-PCR (Reacción en cadena
de la polimerasa con transcriptasa inversa): La PCR en tiempo real es el método más sensible y específico
para detectar el ARN viral del dengue en la fase temprana de la infección. Se utiliza para la confirmación del
diagnóstico, especialmente durante los primeros cinco días desde el inicio de la fiebre, cuando la carga viral
es alta.
Permite la identificación de los cuatro serotipos del virus del dengue (DEN-1, DEN-2, DEN-3, DEN-4) y es
altamente específico.
2. Detección del antígeno NS1: La prueba del antígeno NS1 (proteína no estructural 1) es un examen de
laboratorio rápido y útil durante los primeros días de fiebre. Detecta la presencia de la proteína NS1 del virus
del dengue en sangre. Su desventaja es que su sensibilidad disminuye después del quinto día de fiebre y
puede ser menos útil en infecciones secundarias (reinfección con otro serotipo).
Hemograma completo:
- Plaquetas: El dengue se asocia con trombocitopenia, que es un indicador de riesgo de sangrado.
- Hematocrito: Un aumento en el hematocrito puede ser signo de fuga de plasma, lo que sugiere la progresión
a dengue grave.
- Leucocitos: En la mayoría de los casos de dengue, hay leucopenia (disminución de los glóbulos blancos).
Diagnóstico diferencial: El diagnóstico diferencial del dengue para no confundirlo con otra patología es,
principalmente fiebre en conjunto con dos o más de los siguientes síntomas mencionados, estos pueden ser
dolor retro-orbital u ocular, cefalea rash, mialgias artralgias, leucopenia o manifestaciones hemorrágicas.
Tratamiento:
El tratamiento del dengue es fundamentalmente sintomático, ya que no existe un antiviral específico para esta
enfermedad. El objetivo principal es controlar los síntomas, prevenir complicaciones y, en los casos graves,
ofrecer un manejo adecuado para evitar el dengue grave o el síndrome de choque por dengue (dengue
hemorrágico). A continuación, se describen las principales medidas y recomendaciones para el tratamiento de
pacientes con dengue, basadas en guías internacionales y estudios relevantes.
Hidratación:
- La hidratación oral adecuada es crucial en los pacientes con dengue, especialmente durante la fase febril.
Los líquidos recomendados incluyen agua, sueros de rehidratación oral y bebidas con electrolitos.
Hospitalización:
Los pacientes que presentan signos de alarma deben ser hospitalizados para monitoreo cercano y tratamiento
inmediato.
Monitoreo continuo:
- Hemograma completo: Es importante realizar pruebas de laboratorio frecuentes para seguir el estado de las
plaquetas, el hematocrito y la función renal.
- Medición de la diuresis: Evaluar la producción de orina es crucial para detectar posibles signos de
insuficiencia renal o choque.
3. Tratamiento en casos de dengue grave (dengue hemorrágico o síndrome de choque por dengue):
El dengue grave es una emergencia médica y requiere atención hospitalaria inmediata. Este tipo de dengue
puede estar asociado a:
- Fuga de plasma: Conduce a choque y fallo orgánico.
- Hemorragias severas.
- Daño multiorgánico.
Manejo del choque: En los pacientes que desarrollan síndrome de choque por dengue, el objetivo es la
rehidratación rápida y eficaz utilizando líquidos intravenosos:
- En casos de choque, se utilizan soluciones cristaloides (solución salina isotónica o Ringer lactato) para
expandir el volumen de sangre circulante.
- Si la respuesta al tratamiento con cristaloides no es suficiente, se pueden utilizar soluciones coloides bajo
estricta supervisión médica.
Transfusión de plaquetas y sangre: En pacientes con trombocitopenia severa o hemorragias graves, puede
ser necesario administrar transfusiones de plaquetas o de sangre, especialmente si el recuento de plaquetas
es inferior a 20,000/mm³ o si hay hemorragias activas.
Monitoreo intensivo: Los pacientes con dengue grave deben ser monitoreados en unidades de cuidados
intensivos (UCI) o áreas de observación intensiva. Los parámetros clave incluyen el estado hemodinámico,
diuresis, niveles de electrolitos, función renal y hepática, y signos de sangrado.
4. Prevención de complicaciones
Medidas de control: Se debe prevenir la reproducción del mosquito eliminando los posibles criaderos,
pueden estar contenidos en recipientes que acumulen agua fuera o dentro de la casa realizando
descacharreo. También es importante para prevenir la picadura del mosquito la utilización de repelentes, de
ropa clara que cubra brazos y piernas. Proteger a los bebés aplicando telas mosquiteras en cunas y
cochecitos. Y por último, la utilización de repelentes ambientales como tabletas y espirales.
Referencias bibliográficas