Unidad II Productividad
Unidad II Productividad
Unidad II Productividad
Las crisis sanean los sistemas productivos, eliminando aquellas empresas menos
eficientes, aquellas en las cuales la productividad es más baja. Por eso se ve
afectado el empleo más que el volumen de producción, incrementando la
productividad media del sistema. Este es el funcionamiento de cualquier mercado.
Puro y duro. Que paso con las políticas del estado.
La primera tiene que ver con las ganancias de productividad que permanecen
ocultas. El crecimiento de la productividad en México ha ido creciendo
significativamente en la década de los 90 hasta la actualidad, creciendo a pasos
seguros a pesar de la crisis. En la comparativa internacional, la productividad aun
no alcanza la media de los países desarrollados y de algunos países con
economías emergentes. Ahora bien, cómo es posible que la introducción de las
nuevas tecnologías en el país, no se haya reflejado en el crecimiento de la
productividad, sobre todo a partir del 2010. Podríamos pensar que se debe a que
aún estamos atrasados en la adopción de esas tecnólogas y eso explica porque la
productividad aún no logra despegar en la producción nacional. Eso puede que
explique las causas, de la consolidación en la productividad nacional
Bajo la ley de oferta y demanda, los compradores están dispuestos a adquirir una
cantidad limitada de un bien, según su precio. Entonces, a menor precio, mayor
cantidad de producto adquirido y a mayor precio, menor será la cantidad que se
compre.
Teresa vende sacos a $50.000 pesos y Juan quiere comprar uno porque planea
vivir en una ciudad más fría. Para ello, dispone de $200.000 pesos.
Si Teresa y Juan se pusieran de acuerdo para encontrar la utilidad que les sirva a
los dos, Juan le compraría a Teresa dos sacos por cien mil pesos.
Los mercados para la mano de obra tienen curvas de demanda y oferta, al igual
que los mercados de bienes. La ley de la demanda se aplica en los mercados
laborales de esta manera: Un salario o salario más alto es decir, un precio más
alto en el mercado laboral conduce a una disminución en la cantidad de mano de
obra que demandan los empleadores, mientras que un salario o salario menor
conduce a un incremento en la cantidad de mano de obra demandada. La ley de la
oferta también funciona en los mercados laborales: Un precio más alto por el
trabajo conduce a una mayor cantidad de mano de obra suministrada; un precio
menor conduce a una menor cantidad suministrada.
Factores Resultados
Educación Requerida Cuanto más se requiera educación, menor será la oferta. Hay una
menor oferta de matemáticos de doctorado que de profesores de
matemáticas de secundaria; hay una menor oferta de cardiólogos
que de médicos de atención primaria; y hay una menor oferta de
médicos que de enfermeras.
2.4. Desempleo.
Desempleo, desocupación o falta de un trabajo estable, hacen referencia a la
situación del ciudadano que carece de empleo y por lo tanto, de un salario estable.
Es la parte de la población en edad, condiciones y disposición de trabajar, la
población activa que carece de un puesto de trabajo. Para referirse a la cantidad
de desempleados de la población se utiliza la tasa de desempleo por país u otro
territorio. La situación contraria al desempleo es el pleno empleo.
Además de la población activa, en la que se incluye tanto a los que están
trabajando como al conjunto de los parados o desempleados de un país, las
sociedades cuentan con una población inactiva compuesta por aquellos miembros
de la población que no están en disposición de trabajar, sea por estudios, edad,
enfermedad o cualquier otra causa legalmente establecida.
Para que exista el desempleo, se necesita que la persona desempleada
deseé trabajar y que acepte los salarios actuales que se están pagando en un
momento dado. Las causas de esta situación son múltiples, produciendo como
consecuencia distintos tipos de desempleo (cíclico, estructural, friccional y
monetario). Además, existe el desempleo tecnológico, que se origina cuando hay
cambios en los procesos productivos que hacen que las habilidades de los
trabajadores no sean útiles.
Si bien el desempleo suele ser considerado un flagelo, en ocasiones se lo utiliza
como una herramienta de política pública, orientada a dinamizar la economía por
medio de la competencia entre los trabajadores desempleados.
Desempleo estructural.
Las leyendas de las pancartas dicen: Queremos ser ciudadanos, no
vagabundos y Empleo y futuro. El desempleo estructural es la tasa de desempleo
compatible con una inflación de salarios constante (tasa de paro no aceleradora
de los salarios, NAWRU en su acrónimo en inglés) o con una inflación de precios
constante (tasa de desempleo no aceleradora de la inflación, NAIRU en
su acrónimo inglés), dadas unas condiciones económicas normales. Es un tipo de
desempleo involuntario de carácter a largo plazo que no disminuye ni desaparece
mediante medidas de demanda agregada expansiva. El desempleo estructural
suele ir asociado a rigideces en los mercados laborales y de bienes, y a la
histéresis del desempleo derivado de los ciclos económicos (desempleo cíclico).
El desempleo estructural corresponde técnicamente a un desajuste entre oferta y
demanda de mano de obra (trabajadores). Esta clase de desempleo es más
perniciosa que el desempleo estacional y el desempleo friccional. Además, no
depende del tiempo sino de la capacidad de absorción de fuerza de trabajo que
tiene el capital constante, cuya acumulación promueve un aumento de la
productividad de la fuerza de trabajo y, de manera contradictoria, promueve un
mayor desempleo estructural.
Por otro lado, el factor tecnológico es un elemento a considerar permanentemente
en las crisis capitalistas. La fusión de las empresas motrices del sistema (que
incurren en monopolio) y el constante progreso tecnológico hace que la mano de
obra sea menos requerida en alta tecnología, desplazándose grandes masas
hacia trabajos informales o de carácter de trabajo precario.. Coinciden dos
fenómenos: sobreproducción y desempleo estructural (con subempleo). Las
respuestas neoliberales tradicionales, en una economía globalizada, no resuelven
el desempleo estructural y se han planteado medidas keynesianas y otras de
carácter estructural como la reducción del tiempo de trabajo y la implantación de
modelos de redistribución de la renta entre los subempleados y
desempleados (renta básica universal, rentas de inserción, salarios sociales o
ingreso ciudadano).
Gran parte del desempleo tecnológico, debido a la sustitución de trabajadores por
máquinas, podría considerarse como un desempleo estructural. Alternativamente,
el desempleo tecnológico podría referirse a la forma en que los aumentos
constantes en la productividad significan que se necesitan menos trabajadores
para producir el mismo nivel de producción cada año. Como lo indica la Ley de
Okun, el lado de la demanda debe crecer lo suficientemente rápido para absorber
no solo la creciente fuerza laboral, sino también los trabajadores despedidos por el
aumento de la productividad laboral.
Desempleo estacional.
El desempleo estacional se puede ver como un tipo de desempleo estructural, ya
que es un tipo de desempleo que está vinculado a ciertos tipos de trabajos, como
la agricultura o el turismo. Por ejemplo, los empleados de parques de atracciones
sufren un desempleo estacional durante el invierno, ya que menos gente las
visitan durante ese tiempo. Las medidas oficiales de desempleo más citadas
eliminan este tipo de desempleo de las estadísticas utilizando técnicas de «ajuste
estacional». Esto se traduce en un desempleo estructural sustancial, permanente.
Desempleo cíclico.
Este tipo de desempleo ocurre cíclicamente coincidiendo generalmente con
los ciclos económicos y sus consecuencias pueden llevar a países con
instituciones débiles a la violencia y finalmente la desobediencia civil. En países
desarrollados la situación puede provocar vuelcos desde las políticas de Estado
hasta definitivamente la adopción de un sistema económico distinto como
consecuencia del debilitamiento institucional. De hecho, un caso de desempleo
cíclico fue la causa de una crisis mundial en 1929.
Para economistas como Arthur Cecil Pigou el desempleo prácticamente ocurría
sólo por razones del ciclo económico, y durante la crisis de los años treinta
sostuvo aquello y se tuvo que enfrentar a un duro opositor a su visión economía
neoclásica de parte del economista británico de la Universidad de Cambridge John
Maynard Keynes.
De Cecil Pigou se suele decir que a diferencia de Marshall estuvo a favor de
muchos de los objetivos de los socialistas, aunque se opuso a otros
planteamientos, como, por ejemplo, la existencia de empresas públicas. En
cualquier caso, el impacto de sus postulados sólo captó un interés muy limitado en
su momento, ya que a medida que transcurría su vida, su fama se fue viendo
eclipsada por las nuevas doctrinas de su colega John Maynard Keynes, con quien
tuvo más de una polémica».
Desempleo friccional.
El desempleo friccional (por rotación y búsqueda) y el desempleo por desajuste
laboral (debido a las discrepancias entre las características de los puestos de
trabajo y de los trabajadores) aparecen aun cuando el número de puestos de
trabajo coincida con el número de personas dispuestas a trabajar.
El desempleo friccional existe porque tanto los empleos como los trabajadores son
heterogéneos, y puede producirse un desajuste entre las características de la
oferta y la demanda. Este desajuste puede estar relacionado con las habilidades,
el pago, el tiempo de trabajo, la ubicación, las industrias de temporada, la actitud,
el gusto y una multitud de otros factores. Los nuevos participantes (como los
estudiantes graduados) y los que vuelven a ingresar (como las antiguas amas de
casa) también pueden sufrir un período de desempleo friccional.
Tanto los trabajadores como los empleadores invertirán tiempo y esfuerzo para
encontrar una mejor opción de contratación o trabajo. De hecho, esto es
beneficioso para la economía, ya que resulta en una mejor asignación de
recursos. Sin embargo, si la búsqueda lleva demasiado tiempo y los desajustes
son demasiado frecuentes, la economía sufre, ya que no se realizará ningún
trabajo. Por lo tanto, los gobiernos buscarán formas de reducir el desempleo
friccional innecesario a través de múltiples medios, entre ellos,
proporcionar educación, asesoramiento, capacitación y asistencia, como
guarderías infantiles.
Desempleo de larga duración.
Se considera parado de larga duración a la persona inscrita como demandante de
empleo, de forma ininterrumpida, durante un periodo superior a unos seis meses.
El desempleo de larga duración provoca un efecto negativo sobre la capacidad
que tiene el mercado de trabajo, en el modelo clásico, para restablecer el pleno
empleo de forma automática. En este modelo, el mercado tiende de manera
natural hacia el equilibro sin desempleo, porque ante la existencia de paro, los
desempleados compiten con los ya empleados por los puestos de trabajo
disponibles, presionando a la baja los salarios y restableciendo el equilibrio con
una disminución de salario. En el desempleo de larga duración, por el contrario, el
mercado se distorsiona ya que este tipo de desempleados no compiten con los
empleados, porque las empresas no los consideran "elegibles", en la medida en
que entienden que no son capaces de sustituir a los que están desempeñando sus
mismas tareas y, por tanto, no presionan a la baja los salarios y no reconducen el
mercado de trabajo hacia un nuevo equilibrio.
Esta distorsión del mercado de trabajo hace necesario que el Estado intervenga,
prestando una atención especial a este tipo de parados.
Tasa de desempleo.
Las cifras sobre el empleo y el desempleo se encuentran entre los datos
económicos más minuciosos y más amplios de un país. Se obtienen
periódicamente generalmente a través de encuestas a hogares.
Empleando los conceptos de la 13ª Conferencia Internacional de Estadísticos del
Trabajo de la OIT se clasifica a la población residente de una edad específica
como:
La tasa de desempleo en México durante 2017 fue de alrededor del 3.42 por
ciento. Actualmente, el reto en ese sentido, continúa.
La tasa de desempleo en México durante 2017 fue de alrededor del 3.42 por
ciento. Pero no sólo la economía impide al profesional encontrar empleo, diversos
factores sociales y personales se convierten en obstáculos que te están
impidiendo encontrar empleo.
Resistencia al cambio.
Una vez que llegaste a tu zona de confort en una compañía, buscas los mismos
procesos en una nueva empresa, pero en la actualidad estas se encuentran en un
continuo proceso de cambio en cuanto a formas de pago, prestaciones e incluso
en la manera de trabajar, por lo que el obstáculo de los profesionales a veces
radica en la flexibilidad y tolerancia al cambio, lo que te dejará siempre atrás.
Conocimientos insuficientes.
Inexperiencia.
De acuerdo con una encuesta realizada por Kantar TNS y Arcos Dorados, a fin de
conocer el panorama laboral juvenil, 30 por ciento refiere que el hecho de ser
joven los pone en una posición de desventaja frente a otros candidatos con mayor
experiencia.
Tiempo.
Ubicación.