3° Sesión 7.02 - EL SACRAMENTO DEL BAUTISMO
3° Sesión 7.02 - EL SACRAMENTO DEL BAUTISMO
3° Sesión 7.02 - EL SACRAMENTO DEL BAUTISMO
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I. DATOS INFORMATIVOS:
a. Área : Educación Religiosa
b. Grado y sección : 3° A, B, C, D, E, F, G, H, I, J, K, L
c. Docente : Víctor De la Cruz Gutiérrez
d. Fecha : 16 al 20 de setiembre del 2024.
e. Coordinador del área : Flor de Cecilia Prado Tineo
f. Titulo : “EL SACRAMENTO DEL BAUTISMO”
g. Propósito : Valora la importancia de que Jesús se quede con nosotros en su Iglesia.
Asume la experiencia
Jesús se queda con nosotros en su
Iglesia.
CAPACIDADES:
Transforma su entorno desde el encuentro personal y comunitario con
Dios y desde la fe que profesa.
Actúa coherentemente en razón de su fe según los principios de su
conciencia moral en situaciones concretas de la vida.
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V°B° Flor de Cecilia Prado Tineo Prof. Víctor De la Cruz Gutiérrez
4. El rito bautismal
El «rito esencial» por el que se confiere el bautismo consiste en una aplicación del agua al cuerpo del que se
bautiza, de manera que, según la estimación común, hay un verdadero lavado, acompañada de las palabras:
N., yo te bautizo en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
La «materia» es el agua común o natural derramada sobre la cabeza del que se bautiza. La «forma» son las
palabras (fórmula trinitaria) que Jesús señaló en el Día de su ascensión (cf Mt 28, 19-20).
La aplicación del agua al bautizando (ablución corporal) puede hacerse por «inmersión» o por «infusión».
Ésta última es la más común en toda la Iglesia desde la Edad Media y consiste en derramar el agua sobre la
cabeza del bautizando al mismo tiempo que se pronuncia la fórmula trinitaria.
Sin estos dos elementos esenciales del rito no habría signo sacramental ni, por tanto, bautismo. La
ceremonia no tendría ninguna validez: no existiría como sacramento ni produciría por tanto sus efectos.
Después, desde muy antiguo, sobre este núcleo esencial se añadieron otras ceremonias, llenas de
significado. Entre ellas están la renuncia a Satanás y la profesión de fe; la unción prebautismal con el aceito
de los catecúmenos para indicar que el cristiano ha de estar siempre preparado para la lucha; la unción
postbautismal con el santo crisma, para indicar que el bautizado ha recibido el sacerdocio regio de los fieles y
ha sido incorporado a Cristo y a la Iglesia; y la entrega de un cirio encendido, que es símbolo de la luz que ha
recibido y ha de guardar.
9. Efectos
a. La infusión de la gracia santificante, a la que acompañan las virtudes infusas y los dones del Espíritu Santo.
b. El perdón de todos los pecados, tanto del original como de los actuales, y no sólo de los mortales sino
también de los veniales. Pero para el perdón de los pecados actuales se requiere que el que recibe el
bautismo esté arrepentido de todos ellos: de lo contrario, el bautismo permanecería informe (sin forma) y no
produciría este efecto hasta que llegara aquel arrepentimiento, momento en el que reviviría.
c. El perdón de toda pena debida por los pecados. Es decir, no sólo de la pena eterna (lo que ocurre siempre
que se perdonan pecados mortales a través de la infusión de la gracia santificante), sino también de toda la
pena temporal.
d. El carácter bautismal, que es un signo imborrable que nos asemeja a Cristo y que da la capacidad de recibir
los otros sacramentos.
e. La gracia sacramental, que en el caso del bautismo viene a ser la misma gracia santificante con un derecho
a especiales ayudas para ejercitar la fe, llevar una vida verdaderamente cristiana y recibir debidamente los
demás sacramentos.
f. La incorporación del bautizado al cuerpo de Cristo que es la Iglesia, cuya unidad construye el bautismo.