CARATULA

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CARATULA

TEMA

EL ALCOHOLISMO EN LA ADOLESCENCIA
ÍNDICE

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ii
INTRODUCCIÓN

El presente estudio e en Bolivia, en torno al consumo de alcohol en los

adolescentes y como este comportamiento de riesgo está relacionado a otros

factores como las condiciones académicas. Los cuales a su vez pueden ser

factores de protección bastante importantes para la prevención de esta y otras

conductas de riesgo. Sin embargo, en determinadas situaciones puede

convertirse en factores de riesgo porque incrementan la vulnerabilidad de los

adolescentes en torno a los comportamientos de riesgo.

El consumo de alcohol se inicia a los 13 años en Bolivia y ronda en los

colegios privados y públicos sin distinción. Si el estudiante toma cada semana

ya tiene un problema de alcohol y si esta actividad se hace cada vez más

recurrente y provoca conflictos cada que bebe, se convierte en la enfermedad

insidiosa que se disfraza de cosas buenas y que en la última década ataca a

más hombres y mujeres menores de 18 años, en el país.

El mal ejemplo se ha convertido en norma. En toda actividad folklórica,

religiosa, familiar, bailes, prestes, las bebidas son parte importante del evento.

Los borrachos y borrachas de toda edad, incluidos los jóvenes, asumen que es

“normal” estar en ese estado porque “así nomás es compartir en un evento”. Se

está naturalizando el tomar bebidas alcohólicas como parte indivisible de los

acontecimientos sociales privados y públicos.

En nuestro ámbito social, es importante tener en cuenta que ha habido

un cambio considerable en las costumbres sociales que favorecen de alguna

manera el consumo de alcohol. Por un lado, se tiende hacia las macro

sociedades, donde cada vez se da más una pérdida de valores, y por otro los

adolescentes tienen hoy una mayor independencia económica en líneas

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generales, que les permite entrar de lleno en la sociedad de consumo. En

definitiva, podríamos decir que tanto el alcohol como otras drogas, están en

nuestra sociedad, porque cumplen determinadas funciones, entre las que

están, la de servir al adolescente, de elemento de integración en unos casos y

de evasión en otros.

El informe, en el capítulo referido al consumo del alcohol, alerta a los

países acerca del alto riesgo que implica el hecho de que el primer consumo de

alcohol sea antes de los 15 años de edad, por el mayor riesgo de problemas de

alcoholismo en la edad adulta.

“Por tanto, cualquier consumo de alcohol en este grupo poblacional se

considera de alto riesgo y guarda una estrecha relación con otros

comportamientos que entrañan conductas riesgosas, tales como la conducción

en estado de ebriedad, el consumo de tabaco, autolesiones y episodios de

violencia. Entre los jóvenes de 15 a 19 años, el consumo de alcohol es el factor

de riesgo más importante (…) debido a la neurotoxicidad del alcohol. Otros

efectos asociados al consumo temprano de bebidas alcohólicas son la

reducción del rendimiento escolar y comportamientos de riesgo en las

relaciones sexuales”. (Periódico el diario 21 de marzo del 2019)

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DESARROLLO DE CONTENIDO

En la etapa de la adolescencia, el ser humano experimenta una serie de

conductas y comportamientos nocivos para su salud física y su estabilidad

emocional. Conductas que pueden tener repercusiones serias a corto, mediano

y largo plazo, tales como problemas con la familia y amigos, distintos tipos de

agresiones, bajo rendimiento escolar, deserción escolar, conductas sexuales

de riesgo, accidentes, dependencia y suicidios etc,

Las conductas y comportamientos de riesgo en los cuales incursiona el

adolescente tienen consecuencias negativas para sí mismos y para su propio

entorno. Las conductas de riesgo son “potencialmente destructivas” y pueden

crear dependencia independientemente de la incomprensión de las

consecuencias inmediatas y de largo plazo. Los factores de protección son

aquellos otros factores que neutralizan o impiden la acción e influencia de

factores de riesgo (Kosttelecky, 2015).

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Estos factores promueven la autoestima y la eficiencia mediante el

desarrollo de relaciones interpersonales que dan seguridad, apoyo y crean

oportunidades de desarrollo (Silber, 1988; Silber, et al., 2001).

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define al alcoholismo como

el término de síndrome de dependencia alcohólica que corresponde a “un

estado psíquico y habitualmente también físico resultado del consumo de

alcohol, caracterizado por una conducta y otras respuestas que siempre

incluyen compulsión para ingerir alcohol de manera continuada o periódica, con

objeto de experimentar efectos psíquicos o para evitar las molestias producidas

por su ausencia”

El alcoholismo se caracteriza por una dependencia emocional y a veces

orgánica, que incluye además por una alteración que se manifiesta por el

consumo franco de bebidas alcohólicas.

Su primer síntoma es un estado de euforia tras las primeras dosis

empieza a disminuir las capacidades de juicio, de atención de observación y de

reflexión a partir de aquí empieza una etapa de perdida de la conciencia y

produce un daño celebrar progresivo cirrosis apática y finalmente la muerte,

también es causa indirecta como factor que provoca problemas en todas las

aéreas de su vida, actos de agresión violenta accidentes de tránsito y conflictos

familiares.

El Alcoholismo en la historia.

La historia de las bebidas alcohólicas va ligada a la propia historia del

ser humano. El consumo de alcohol ha formado parte de nuestra cultura y

sociedad durante siglos. Probablemente ningún comportamiento humano ha

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ocasionado tantas controversias, mitos, prejuicios, malentendidos e

incomprensiones como el consumo de alcohol.

Algunos historiadores no dudan en señalar que la producción de bebidas

como el vino pudo ser un factor clave que llevase a la humanidad a la vida

sedentaria. Los primeros seres humanos eran nómadas, y para que cultivos

como la viña produjesen vino se requería permanecer sobre el terreno varios

años.

Los estudios antropológicos evidencian que ciertas bebidas alcohólicas

fermentadas, como el vino y la cerveza, eran ya consumidas hace al menos

cinco mil años. Las bebidas con alcohol, por su naturaleza y sus efectos, se

vincularon pronto con lo divino y se asociaron a los rituales religiosos.

El alcohol forma parte de nuestra cultura. En el mundo antiguo el acceso

a agua potable era un problema, solía estar contaminada y era muy peligroso

ingerirla. Recordemos que hasta el siglo XVII no se ponen en marcha un

sistema eficaz de alcantarillado y separación de aguas. Ello explica que el

alcohol se utilizó como bebida diaria y fue muy popular, ya que era fuente

necesaria para mezclarla con líquidos y una fuente de calorías, de ahí se ganó

el apelativo de aqua vitae = agua de vida. (Alcohólicos Anónimos, 2010)

El alcohol está en la naturaleza, los alimentos que contienen azúcar, por

acción de las levaduras al metabolizar el azúcar extraen energía, y producen a

la vez, alcohol. No sólo en el caso de las uvas y el vino, sino también en la

cerveza, que se obtiene por fermentación de cereales, con almidón. El cultivo

de la vid, para la elaboración de vino se atribuye al menos, alrededor de 6000

años antes de Cristo.

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El alcoholismo como enfermedad

De acuerdo con la magnitud del alcoholismo la (OMS) Organización

Mundial de la Salud la considera como una enfermedad crónica, progresiva y a

menudo mortal que se caracteriza por una dependencia emocional y a veces

orgánica del alcohol. Es producida por la ingestión excesiva de alcohol etílico,

bien en forma de bebidas alcohólicas o como constituyente de otras sustancias.

Es un trastorno primario y no un síntoma de otras enfermedades o

problemas emocionales. La química del alcohol le permite afectar casi todo tipo

de célula en el cuerpo, incluyendo las que se encuentran en el sistema

nervioso central. En el cerebro, el alcohol interactúa con centros responsables

del placer y otras sensaciones deseables; después de la exposición prolongada

al alcohol, el cerebro se adapta a los cambios producidos por el alcohol y se

vuelve dependiente a ellos. Para las personas que sufren de alcoholismo, el

tomar se convierte en el medio principal a través del cual pueden interactuar

con personas, trabajo y vida. El alcohol domina su pensamiento, emociones y

acciones.

Todos los alcohólicos se enfrentan a los mismos problemas básicos, ya

sea que estén mendigando por el valor de una cerveza o se encuentren

ocupando un puesto ejecutivo en una gran compañía.

La OMS relaciona la adicción al alcohol con el “Síndrome de

dependencia” entendido como el conjunto de manifestaciones fisiológicas, de

comportamiento y cognoscitivas, en el cual el consumo de una sustancia

adquiere máxima prioridad para el individuo, mayor incluso que cualquier otro

comportamiento de los que en el pasado tuvieron un valor más alto. Es el

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deseo a menudo fuerte o insuperable de ingerir una sustancia psicotrópica

alcohol o tabaco“.

Las manifestaciones farmacológicas de la adicción al alcohol son La

dependencia y la tolerancia:

Dependencia: puede ser entendida como una percepción subjetiva de

la necesidad de consumir la droga. El consumo del alcohol que empezó como

algo social y esporádico, pasa a ser un eje de la vida del sujeto. El impulso a

consumir puede ser más o menos intenso dependiendo de la situación en la

que se encuentre el individuo.

Tolerancia: Se refiere al “proceso de “neuroadaptación” o adaptación

neuronal tras la administración crónica de una droga. Los efectos reforzadores

o de recompensa producidos por el alcohol al principio de su administración se

van y buscan la gratificación inmediata que esta les da a través de la repetición

continua.

De tal manera damos a conocer que un alcohólico no tiene control sobre

los límites de su consumo y suele ir elevando a lo largo del tiempo su grado de

tolerancia al alcohol.

No hace mucho que el alcoholismo era considerado como problema

moral. Hoy en día muchos lo consideran primordialmente como un problema de

salud. Para el mismo bebedor problema el alcoholismo seguirá siendo siempre

un asunto intensamente personal, muchos alcohólicos que no pueden dejar de

beber se consideran moralmente débiles o, en algunos casos, se sienten

víctimas de algún desequilibrio mental. Una vez que el alcoholismo se ha

apoderado de un individuo, no puede decirse que la víctima esté cometiendo

una falta moral. En ese estado, el alcohólico no puede valerse de su fuerza de

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oluntad, porque ya ha perdido la facultad de decidir si usa el alcohol o si se

abstiene de él. Lo importante, entonces, es hacerle frente a la enfermedad y

valerse de la ayuda que se le brinda para combatirla. (Escobar, 2010).

Proceso de adicción

No se hace alcohólico de la noche a la mañana, se necesita la repetición

continua para contraer esta enfermedad. Muchos han empezado

bebiendo de manera social en reuniones, eventos, fiestas… Otros lo han hecho

debido a situaciones críticas: pérdida de algún familiar, divorcios o diversos

factores externos.

A través de la repetición la persona empieza a generar dependencia y

tolerancia, dos condiciones que van de la mano, ya que se van creando hábitos

y costumbres y posteriormente se va haciendo el consumo más intenso,

dependiendo la situación o estado de ánimo que se encuentre el individuo.

Asimismo, la tolerancia le lleva a un proceso de adaptación neuronal,

consumiendo cada vez dosis más altas, para obtener los mismos efectos, y

pasa a depender sutilmente del alcohol; situación que da lugar a nuevos

trastornos como la obsesión y compulsión.

Alcohólicos Anónimos define como obsesión a la idea fija o abrumadora

de consumir alcohol, y compulsión una vez ingerida la primera copa es incapaz

de parar por su propia voluntad. Este trastorno obsesivo compulsivo que se

genera a causa del alcohol, va ligado a ideas y acciones repetidas, producto

del consumo reiterado. (Fidel de Garza, 2015)

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Tipos de Consumidores de Alcohol

El bebedor social: Personas que siempre que se encuentran en una

situación social necesitan beber para sentirse más sueltas y divertidas. No

limitan el consumo del alcohol hasta sentirse “alegres”.

El alcohólico social: Se intoxican con frecuencia pero mantienen un

cierto control en su conducta. Suelen ser “compañeros” con los que hay que

salir a “festejar” pero ya tienen en mente que deben emborracharse. Su

necesidad no es física y está relacionada a la diversión.

El alcohólico: A diferencia de otros “bebedores problema” este no elige

el momento, ni la cantidad ni los efectos. No puede decir basta y beberá hasta

quedar intoxicado. Y es cuando aparecen progresivamente los transtornos

asociados al alcoholismo en cuanto a lo físico, social, emocional, laboral,

familiar. Hay casos de escolares que van “con tufo” al colegio, según resultados

de talleres municipales. Son contados y han sido tratados confidencialmente

Consumo de alcohol en los adolecentes

Los jóvenes empiezan a beber porque aprenden de los padres o los

amigos los incitan, pero esos amigos también vienen de familias donde siempre

se consume alcohol, y si no tienen una buena orientación es fácil que se

conviertan en alcohólicos y pasen a cometer delitos como robos de celulares y

otros hurtos pequeños en sus propias casas cuyo fin es conseguir dinero para

seguir bebiendo. Otros delitos como las violaciones y asesinatos son riesgos a

los que están expuestos, explican en la División de Menores de la Policía

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Departamental de La Paz. Los jóvenes beben porque su autoestima es baja,

señalan los psicólogos. Necesitan sentirse valientes, audaces, atrevidos,

importantes, atractivos, etc. Pero pasan los efectos del alcohol y la baja

autestima retorna con más fuerza.

El viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas, Jaime

Mamani, en la feria de prevención de consumo de drogas por el Día Mundial

Sin Alcohol, informó que Bolivia es el tercer país con mayor consumo de

alcohol en la región, después de Argentina y Chile.

“En Bolivia la droga legal más consumida es el alcohol. De acuerdo con

un reciente estudio de la OMS (Organización Mundial de Salud) en el país cada

persona consume una media de 8,9 litros de alcohol al año, por debajo de Chile

que consume 9,6 litros y Argentina 9,3 litros”, indicó Mamani.

Este consumo se sitúa por encima de la media de América Latina y el

Caribe, que es de 8,4 litros per cápita por año.

Según un estudio reciente, avalado por el Ministerio de Salud boliviano

en compañía de el viceministro de Seguridad Ciudadana, Wilfredo Chávez, se

informó que siete de cada 10 bolivianos a partir de los 19 años consumen

bebidas alcohólicas, por lo que la Policía lanzó el plan nacional "0-0 Alcohol",

con el fin de reducir este incidente y evitar la recurrencia de hechos violentos

ocasionados a causa de la ingesta en exceso.

En las ciudades de La Paz, Sucre y Tarija se reporta la mayor

cantidad de personas que consumen mensualmente bebidas

alcohólicas en el ámbito nacional, según un estudio preliminar realizado en

2018 por una universidad y avalado por el Ministerio de Salud.

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"Se dice que un 69% de la población anualmente consume

por lo menos una vez alcohol, es decir siete de cada 10 bolivianos de

edad media y jóvenes a partir de 19 años están consumiendo licores de pésima

calidad", fue el resultado que determinó el estudio.

La prevalencia de consumo de alcohol en la población adolescente ente

12 y 17 años de edad en Bolivia alcanza al 10 %, el consumo de alcohol en la

población entre 16 y 34 años supera el 40 %, mientras que la prevalencia del

consumo de alcohol en adultos llega al 26 % de este grupo etario, según el

Informe Sobre Consumo de Drogas en Las Américas 2019, presentado por la

Organización de Estados Americanos, Comisión Interamericana Para el Control

del Abuso de Drogas (OEA Sicad).

El estudio recientemente presentado por el organismo internacional

señala que no obstante de las diversidades culturales, étnicas, lingüísticas y

económicas existen variables comunes respecto al consumo del alcohol y

drogas que se traducen en el inicio a temprana edad, aspecto que plantea

nuevos desafíos respecto a las políticas públicas para enfrentar este problema

social.

El alcohol es una de las sustancias psicoactivas más comúnmente

usadas en el mundo. Su uso es especialmente preocupante en las Américas,

donde se estima que el consumo total per cápita es superior al promedio

mundial.

En los últimos cinco años se ha incrementado la tasa de episodios de

consumo excesivo, tanto en hombres como en mujeres La última información

disponible a nivel internacional indica que el alcohol estuvo relacionado con

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más de 300.000 muertes en las Américas; en 80.000 de ellas el consumo de

alcohol fue determinante”, señala el documento.

Otro de los indicadores preocupantes tiene que ver con el consumo

nocivo como causa principal de más de 200 afecciones y lesiones como

causales de muerte, “especialmente en los países de las Américas con

ingresos bajos y medios, y su estrecha relación con la violencia doméstica, el

abandono, el abuso infantil, la delincuencia y las conductas delictivas afectando

no solamente la calidad de vida de quien consume, sino del entorno familiar y

social”, señala el documento.

CONCLUSIÓN

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RECOMENDACIÓNES

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