Clase La Constitución Nacional

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CLASE LA CONSTITUCIÓN NACIONAL. LA CONSTITUCIÓN DE LA PCIA DE BS. AS.

LAS REFORMAS CONSTITUCIONALES

La Constitución nacional es producto de un proceso histórico a través del cual se fue


organizando el Estado nación, sus antecedentes más relevantes son las constituciones
elaboradas en 1819-1826, el Pacto Federal de 1831 las constituciones norteamericanas y
chilenas y el libro de Juan Bautista Alberdi “Bases y puntos de partida para la organización
nacional”.
La Constitución nacional es el cuerpo normativo supremo de la nación quiere decir que
todas las normas y reglas deben adecuarse a ella, así como los actos de los poderes del
Estado y de las personas deben adecuarse a lo que la Constitución indica o al menos lo
que no prohíbe.
Nuestra Constitución Nacional fue promulgada por Urquiza el 1° de mayo de 1853. Era
liberal, individualista, de tipo republicano. La palabra “democracia” no figuraba en su
texto: sólo los integrantes de la Cámara de Diputados eran elegidos directamente por
el pueblo, y se requería solvencia económica para acceder a ciertos cargos públicos
(presidente, senador, ministro de la Corte Suprema de Justicia). Para poder ejercer esas
funciones, las personas debían “disfrutar de una renta anual de dos mil pesos fuertes o de
una entrada equivalente” (lo cual aún figura en el texto constitucional actual, pese a las
sucesivas modificaciones). Esta constitución concedía un amplio abanico de libertades
individuales.
Las autoridades que surgieron de esa Constitución tuvieron sede en la ciudad de Paraná,
Entre Ríos, hasta que Buenos Aires logró dominar a la Confederación en 1861. Sin
embargo, antes, en el año 1859, se había firmado el Pacto de Unión de San José de
Flores, por el cual se integró a la provincia de Buenos Aires en la Confederación. Ese pacto
le dio derecho a Buenos Aires a revisar y reformar la Constitución de 1853, pese a que no
habían pasado “diez años desde el día en que la juren los Pueblos”, plazo estipulado para
proceder a la primera reforma.
La Constitución de la Nación Argentina está estructurada en un Preámbulo, una primera
parte, dogmática; la segunda parte u orgánica y, por último, las disposiciones
transitorias.

El Preámbulo es el prólogo de la Constitución, forma parte de ella y sienta determinados


principios básicos: ratifica los pactos preexistentes, es decir, los anteriores a la
Constitución, sobre los que ésta se asienta, y enuncia los objetivos que tienen los
convencionales constituyentes (los representantes del pueblo de la Nación Argentina) al
redactar la constitución, expresando la ideología y valores de la constitución, libertad,
justicia, paz, defensa, unión nacional y bienestar general.
La parte dogmática está dividida en dos capítulos. El primero, “Declaraciones, Derechos
y Garantías”, no fue modificado en 1994. Las declaraciones del Estado argentino son
acerca de su forma de gobierno y de Estado, la supremacía de la constitución sobre las
leyes que reglamenten su ejercicio, su relación con las provincias, la residencia del gobierno
federal, el culto que adopta como religión oficial (católico apostólico romano), la formación
del Tesoro Nacional, la declaración del estado de sitio, la reforma de la constitución, el
nombre del Estado, etcétera.
Los derechos y garantías figuran tanto en el capítulo 1 como en el 2 (Nuevos Derechos y
Garantías). Entre ellos se mencionan derechos civiles y políticos, derechos sociales,
principios de legalidad y de razonabilidad (como los arts. 18, 19 y 33), las acciones de
amparo, hábeas corpus y hábeas data, etcétera. Se establece el deber de armarse en
defensa de la patria y la Constitución.
La parte orgánica se denomina Autoridades de la Nación, y ordena las
instituciones de gobierno que rigen en el Estado argentino, sus funciones y los
límites a su poder. Si la parte dogmática de la Constitución se refiere al qué de las
normas, la parte orgánica se refiere al cómo y al quién de esas normas, es decir, qué
organismos públicos las aplicarán y hasta qué punto llega la potestad de ellos.
También se incluyen los criterios de control entre estas instituciones.

Reforma de 1860
Desde el punto de vista jurídico, el lapso 1853-1860 se considera como un período
constitucional abierto (al principio fueron 13 provincias, a las que se agregó Buenos
Aires en 1860, pero que fue tenida en cuenta por las primeras como integrante de la
nación al redactar la Constitución). Desde el punto de vista histórico, la convención
constituyente de 1860 se considera como reformadora, ya que introduce los
siguientes cambios:
a) La ciudad de Buenos Aires no sería obligatoriamente la Capital Federal, sino que
la provincia debía ceder el territorio para ello, y previamente el Congreso debía
aprobar por ley esta medida (ver art. 3 de la Constitución Nacional).
b) Se eliminó el requisito de la revisión por parte del Congreso Federal de las
constituciones provinciales.
c) Limitó las causales de intervención federal a las provincias.
d) Insertó la cláusula de los derechos no enumerados (art. 33).
e) Las provincias dictarían los códigos de procedimiento para la aplicación de los
Códigos Civil, Penal y de Minería.
f) Cambia su nombre por el de Constitución de la Nación Argentina. Según ella, el
Estado puede denominarse República Argentina, Confederación Argentina o
Provincias Unidas del Río de la Plata (sigue vigente en art. 35°).

Reforma de 1866
Bajo la presidencia de Bartolomé Mitre se eliminan unas reformas de 1860 que ponían
límites al uso por parte del gobierno nacional de las rentas de aduana: fue una cuestión
económica, para que el Estado nacional continuará cobrando los derechos de importación y
exportación.

Reforma de 1898
Se modificó el número de ministros de cinco a ocho (actualmente no hay un número
definido, esto se modificó en 1994), y se amplió la base poblacional de la Cámara de
Diputados.

Reforma de 1949
La reforma le dio un nuevo sentido a la Constitución, porque se transformó en una
constitución social. Por eso, y por el hecho de que actualmente no rige debido a que fue
derogada por el golpe militar de 1955 y nunca más puesta en vigencia pese a sus
profundos contenidos nacionales y de justicia social, no se habla de la “reforma” sino de la
Constitución de 1949. Con esa reforma fundamental, se tuvieron en cuenta los cambios
sociales que habían ocurrido en el país durante todo un siglo, ya que las reformas
anteriores a nuestra Constitución no los habían contemplado.

Mencionamos a continuación algunas de ellas.


Entre los derechos del trabajador estaba el de tener trabajo, que debía ser protegido por la
sociedad con la dignidad que merece; el derecho a la capacitación, para mejorarla
condición humana; el derecho a la preservación de la salud; el derecho al bienestar; a
la seguridad social, a la protección de su familia, al mejoramiento económico, y a la
defensa de sus intereses profesionales, agremiándose o participando como considere.
Son conocidos los derechos de la familia y la ancianidad. Entre los de la educación y la
cultura, la orientación profesional de los jóvenes se concebía como un complemento de la
acción de instruir y educar; debía ser una función social que el Estado amparara y
fomentara con instituciones para que su adecuada elección profesional redundara tanto en
beneficio del joven como de la sociedad. El capital debía estar al servicio de la economía
nacional y tener como principal objeto el bienestar nacional. El Estado, mediante una ley,
podría intervenir en la economía y monopolizar determinada actividad, en salvaguardia de
los intereses generales y dentro de los límites fijados por los derechos fundamentales
asegurados en la Constitución. Salvo la importación y exportación, que estaban a cargo del
Estado, toda actividad económica se organizaría conforme a la libre iniciativa privada,
siempre que no tuviera por fin ostensible o encubierto dominar los mercados nacionales,
eliminar la competencia o aumentar usurariamente los beneficios.
Los minerales, las caídas de agua, los yacimientos de petróleo, de carbón y de gas, y las
demás fuentes naturales de energía, con excepción de los vegetales, eran propiedades
imprescriptibles e inalienables de la Nación, con la correspondiente participación en su
producto, que se convendría con las provincias. Los servicios públicos pertenecían
originariamente al Estado, y bajo ningún concepto podrían ser enajenados o concedidos
para su explotación. Es decir, la propiedad tenía una función social, y el Estado se
reservaba el control de los resortes económicos profundos. En cuanto al ámbito orgánico,
impuso la elección directa del presidente y los senadores y la posibilidad de reelección del
Jefe de Estado.

Reforma de 1957
El gobierno de facto del general Pedro E. Aramburu derogó por decreto la reforma
constitucional efectuada en 1949. De este modo se introdujo el art. 14 bis con los derechos
del trabajador (tomados de la Constitución de 1949) y se agregó, entre los códigos a legislar
por el Congreso, el de Trabajo y Seguridad Social.

Reforma de 1994
Hacia 1994 se requería una reforma profunda de la Constitución. Pero el presidente Carlos
S. Menem quería apurar los tiempos de la Convención Constituyente, con el fin de tener la
posibilidad de ser reelegido, y el líder del radicalismo, Raúl Alfonsín, prefería limitar el poder
que tenía el presidencialismo. Ambos líderes hicieron un pacto político (el pacto de Olivos)
por el cual se fijaron los aspectos que se habrían de modificar. Es decir, un acuerdo que
condicionó la soberanía que debe tener toda Convención Constituyente. Sin embargo, y
pese a haber sido insuficiente, la reforma fue importante: se introdujo un capítulo con
nuevos derechos y garantías, por el cual se inhabilita a perpetuidad para ocupar cargos
públicos a quienes participen en golpes de Estado; se incluye a los partidos políticos en la
Constitución, en los que tiene que haber igualdad de oportunidades entre varones y
mujeres; se transformó la democracia indirecta en una democracia semidirecta por la
habilitación de la consulta popular vinculante (referéndum) y por el derecho de los
ciudadanos de iniciativa popular, para presentar proyectos de ley En el Congreso; se
incluyeron los derechos de las comunidades originarias; los derechos al medio ambiente
sano; los derechos de los consumidores y usuarios de servicios, y la inclusión de la acción
de amparo, Hábeas corpus y Hábeas data como garantía de los derechos humanos. Se
crearon instituciones tales como el Consejo de la Magistratura, el Defensor del pueblo, la
Auditoría General de la Nación, y se aprobó la designación de un jefe de gabinete de
ministros en el Poder Ejecutivo. En cuanto a los períodos de los funcionarios, la duración del
mandato presidencial se reduce a cuatro años, con posibilidad de reelección por un período;
el período de los diputados se reduce a cuatro años y el de los senadores a seis. Asimismo,
se agrega un senador por la oposición por cada distrito electoral –en total son tres por
distrito– y se otorga el derecho de los habitantes de Capital Federal a elegir a su propio
intendente.
ACTIVIDAD

Reflexionar a partir de las siguientes preguntas

a. ¿Qué derechos y garantías constitucionales consideras más importantes en tu vida


cotidiana? ¿Por qué?
b. Piensa en una situación cotidiana en la que hayas sentido que se respeta o no se
respeta un derecho constitucional. ¿Cómo te impactó esa situación?
c. ¿Cómo la Constitución regula aspectos de tu vida diaria que tal vez no habías
considerado antes?
d. ¿Consideras que la Constitución Nacional debe actualizarse periódicamente para
responder a nuevos desafíos sociales? Si es así, ¿qué temas crees que deberían
incluirse o modificarse?
e. En tu opinión, ¿por qué es importante que todos los ciudadanos conozcan sus
derechos y deberes constitucionales? ¿Cómo crees que esta información influiría en
su vida cotidiana?

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