Introducción A La Psicología Clínica - Actividad II

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UNIVERSIDAD BICENTENARIA DE ARAGUA

VIRRECTORADO ACADÉMICO
FACULTAD DE CIENCIAS ADMINISTRATIVAS Y SOCIALES
ESCUELA DE PSICOLOGÍA

INTRODUCCIÓN A LA PSICOLOGÍA CLÍNICA


ACTIVIDAD 2
INFORME

San Joaquín de Turmero, Junio 2024


INTRODUCCIÓN

El desarrollo histórico de los modelos psicológicos ha sido un viaje


fascinante que ha evolucionado desde las teorías pioneras de Freud sobre el
psicoanálisis hasta los enfoques contemporáneos que integran biología,
cognición y contexto social. Inicialmente, Freud revolucionó la psicología al
explorar los impulsos inconscientes y los conflictos internos como
fundamentos de la conducta humana. Posteriormente, el conductismo de
Watson y Skinner introdujo un enfoque radicalmente diferente, enfocándose
exclusivamente en la conducta observable y las leyes del aprendizaje.

El cognitivismo amplió este panorama al destacar los procesos


mentales internos, como el pensamiento y la memoria, mientras que el
humanismo de Rogers y Maslow enfatizó el potencial humano de crecimiento
y autoactualización. En la actualidad, la psicología se ha vuelto cada vez más
integrativa, abrazando enfoques eclécticos que combinan diversas
perspectivas para entender mejor la complejidad de la mente y la conducta
humana.
Desarrollo histórico de los distintos modelos psicológicos

La evolución de los modelos psicológicos ha recorrido un camino desde


el psicoanálisis de Freud, que se centró en el inconsciente y las experiencias
infantiles, pasando por el conductismo de Watson y Skinner, que enfocó el
estudio de la conducta observable y medible. Posteriormente, el cognitivismo
trajo un interés renovado en los procesos mentales internos como el
pensamiento y la memoria, influenciado por el desarrollo de la informática. A
su vez, el humanismo de Rogers y Maslow promovió el crecimiento personal
y la autoactualización, en reacción contra el determinismo de los enfoques
anteriores.

En las últimas décadas, la psicología ha integrado descubrimientos de


la biología y la neurociencia, explorando la base biológica de la conducta.
Los enfoques integradores, como la terapia cognitivo-conductual, combinan
elementos de diferentes modelos, reflejando la complejidad de la mente
humana. Además, la psicología cultural y contextual ha destacado la
influencia del entorno social y cultural, subrayando la importancia de
comprender a los individuos en sus contextos específicos. Esta evolución
continua y la tendencia hacia enfoques eclécticos muestran un
reconocimiento de la necesidad de múltiples perspectivas para abordar la
complejidad de la conducta humana.

Los diferentes enfoques psicológicos explican cómo se desarrolla la


conducta y las problemáticas que pueden surgir, teniendo un impacto
considerable en los métodos de evaluación, tratamiento e investigación. Por
ejemplo, un psicólogo clínico que cree que la dieta influye en la conducta
podría sostener que ciertos alimentos afectan el desarrollo cognitivo y motor
desde la infancia hasta la vejez.
Aunque los modelos clínicos son útiles para estructurar ideas sobre la
conducta, orientar prácticas clínicas y mejorar la comunicación profesional,
su utilidad tiene límites. Se ha sugerido que las ventajas de estos modelos
pueden convertirse en desventajas si se adoptan de manera rígida y
ortodoxa, impidiendo la incorporación de nuevas ideas valiosas. Esto puede
resultar en un enfoque estancado en lugar de uno dinámico en psicología
clínica.

La adhesión excesiva a un modelo puede llevar a una práctica clínica


mecánica, reduciendo la posibilidad de una evaluación objetiva y la
adaptación de las prácticas profesionales. Un psicólogo que dependa
demasiado de un modelo podría seguir sus principios sin considerar la
evidencia experimental o los estudios de casos que sugieran la necesidad de
cambios.

Modelo Biofísico

El modelo biofísico integra factores biológicos y físicos para entender y


tratar trastornos mentales y comportamentales. Reconoce que la salud
mental está influenciada por procesos fisiológicos, neuroquímicos, genéticos
y ambientales, permitiendo un enfoque holístico que considera cómo estos
aspectos interactúan con experiencias psicológicas y sociales. En la práctica
clínica, este modelo implica evaluar y tratar pacientes considerando tanto los
síntomas físicos como los psicológicos, promoviendo intervenciones
terapéuticas personalizadas que aborden las causas subyacentes de los
problemas de salud mental.
El modelo biofísico en psicología se fundamenta en la teoría de Darwin,
que concibe la conducta como un proceso adaptativo esencial para la
supervivencia y el ajuste del organismo a su entorno. Esta perspectiva
reconoce que la conducta normal refleja una adaptación efectiva, mientras
que las conductas anómalas indican problemas en las funciones adaptativas
del individuo. Desde este enfoque, el modelo biofísico abarca distintos
niveles de análisis, desde funciones específicas hasta una comprensión
amplia de la conducta como un sistema homeostático, como propuesto por
Cannon. Este modelo ha evolucionado para incluir el tratamiento de
trastornos mentales como enfermedades con causas orgánicas cerebrales,
integrando criterios diagnósticos claros y métodos de tratamiento biológico
dirigidos a estas causas.

El modelo biofísico ha sido crucial en elevar la comprensión de los


trastornos mentales a un nivel equiparable con las enfermedades físicas,
reconociendo la influencia de factores genéticos, metabólicos, endocrinos y
traumáticos en la salud mental. Esta perspectiva, ampliamente aceptada
desde el siglo XIX y promovida por figuras como Kraepelin, destaca la
importancia de abordar los trastornos mentales con un enfoque médico
integral que considera tanto los aspectos biológicos como los psicológicos
del individuo.

Modelo psicodinámico

El modelo psicodinámico en psicología, desarrollado por Sigmund


Freud, se enfoca en los procesos inconscientes y los conflictos internos
como determinantes clave del comportamiento humano. Freud postuló que
los deseos y conflictos no resueltos desde la infancia influyen profundamente
en la personalidad y en la experiencia emocional de los individuos a lo largo
de sus vidas. El modelo psicodinámico ha influido en la psicoterapia moderna
al resaltar la importancia de la historia personal y los procesos inconscientes
en la comprensión y tratamiento de los trastornos mentales y emocionales.
Este modelo, se centra en la influencia de factores internos de la mente
en la conducta humana. Este enfoque considera que impulsos, deseos y
conflictos inconscientes son las raíces de comportamientos tanto
problemáticos como adaptativos. Se enfatiza que estos factores tienen sus
orígenes en la infancia, donde experiencias tempranas y relaciones
familiares juegan un papel crucial en la formación de la personalidad y los
patrones de conducta. En la práctica clínica, el modelo psicodinámico aboga
por la exploración profunda de la actividad mental interna, utilizando técnicas
como el análisis de sueños y la asociación libre.

El psicoanálisis freudiano dentro de este modelo se ve como un


enfoque médico que trata los trastornos psicológicos como enfermedades,
aplicando métodos diagnósticos y terapéuticos análogos a los utilizados en la
medicina física. Este marco teórico no solo ofrece una comprensión profunda
de los problemas psicológicos, sino que también promueve un tratamiento
empático y comprensivo hacia los pacientes, reflejando una perspectiva
médica tradicional hacia la curación y el alivio de las dificultades mentales.

Modelo de Aprendizaje Social

Este modelo enfatiza, que las personas aprenden principalmente a


través de la observación y el modelado de las conductas de otros en su
entorno social. Este enfoque destaca que las personas imitan
comportamientos que observan en modelos significativos, como padres o
figuras mediáticas, y que este aprendizaje se ve influenciado por las
consecuencias que esas conductas tienen. Además, el modelo resalta la
importancia de las recompensas y castigos en la modificación de la
conducta. Aplicado ampliamente en la psicología educativa y la terapia, el
modelo de aprendizaje social proporciona un marco teórico clave para
entender cómo las interacciones sociales y el entorno moldean el
comportamiento humano y las normas sociales.

El modelo del aprendizaje social, contrastando con enfoques como el


psicodinámico, se centra en cómo la conducta observable es influenciada por
el aprendizaje interactivo dentro del entorno social. Este enfoque sostiene
que las diferencias conductuales entre individuos se explican mejor por las
experiencias de aprendizaje únicas y las interacciones sociales que por
conceptos abstractos como "enfermedad mental" o "salud mental". El
comportamiento, incluidas las reacciones al estrés o las normas culturales,
se entiende como el resultado de aprendizajes previos y de las influencias
culturales compartidas.

Enfoque Conductual

Hace énfasis en el aprendizaje y la modificación de la conducta


observable, surgió como una respuesta innovadora a los modelos
predominantes como el psicodinámico. Este enfoque se fundamenta en la
idea de que la mayor parte de la conducta humana es aprendida y puede ser
modificada mediante principios derivados de las teorías del aprendizaje,
aplicados de manera rigurosa y empírica en la práctica clínica. La terapia
conductual se caracteriza por su atención a la conducta observada y la
aplicación de técnicas sistemáticas para cambiar comportamientos
problemáticos, lo que ha contribuido significativamente al desarrollo de la
psicología como una ciencia empírica y aplicada.
A pesar de sus contribuciones, el enfoque conductual también enfrenta
desafíos y críticas. Una de las limitaciones destacadas es la falta de una
teoría unificada del aprendizaje que explique todos los aspectos de la
conducta humana. Además, hay controversias respecto al papel de las
variables cognitivas en el aprendizaje y la modificación conductual, lo cual ha
llevado a debates sobre la complejidad de los procesos mentales
subyacentes. Aunque la terapia conductual se ha demostrado efectiva en
numerosos contextos clínicos, algunos críticos argumentan que más que un
modelo terapéutico cohesivo.

Modelo Fenomenológico

También conocido como cognitivo, se diferencia significativamente de


otros enfoques clínicos al centrarse en la percepción individual del mundo
como el principal determinante de la conducta humana, en contraste con
explicaciones basadas en instintos, conflictos internos o influencias externas.
Este enfoque resalta la unicidad de cada individuo y cómo su experiencia
subjetiva moldea su comportamiento y respuestas ante situaciones
específicas. Por ejemplo, dos personas pueden interpretar y reaccionar de
manera completamente diferente ante el mismo evento debido a sus distintas
percepciones y significados atribuidos a la experiencia, más que a
diferencias en estructuras internas predefinidas como el ego o historias de
aprendizaje.

Es crucial reconocer que estas perspectivas son simplificaciones


generales y que no todos los practicantes de un modelo específico se
adhieren estrictamente a estas características. La aplicación práctica de los
principios fenomenológicos a casos individuales ilustra cómo estos modelos
actúan como guías interpretativas más que como dictámenes estrictos sobre
el comportamiento humano. Este enfoque subraya la importancia de
entender la conducta dentro de su contexto personal y subjetivo, evitando la
simplificación excesiva que podría limitar la comprensión genuina de las
motivaciones y experiencias de los individuos.
CONCLUSIÓN

El desarrollo de los modelos psicológicos ha reflejado no solo avances


teóricos y metodológicos, sino también cambios en la comprensión de la
conducta humana en su totalidad. Cada modelo, desde el psicodinámico
hasta el fenomenológico, aporta una perspectiva única y valiosa que
enriquece la disciplina.

Sin embargo, es esencial reconocer que ningún modelo es exhaustivo


por sí mismo, y la psicología contemporánea se beneficia enormemente de la
integración de múltiples enfoques. Esta diversidad permite a los psicólogos
abordar de manera más holística y efectiva los desafíos clínicos y sociales
que enfrentan los individuos en la actualidad, promoviendo un entendimiento
más profundo y empático de la experiencia humana.

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