Descubrimiento de América
Descubrimiento de América
Descubrimiento de América
Durante el siglo XV, las diferentes potencias europeas competían entre sí tanto por el
acceso a nuevos recursos naturales como a bienes producidos en otras partes del mundo.
En ese contexto, la exploración del mundo desconocido, tanto para la conquista de
territorios como para la creación de nuevas rutas comerciales, cobró especial importancia.
Hasta mediados de siglo, desde Oriente (China e India) se traían especias, sedas y otros
bienes de lujo, a través de la conocida “ruta de la seda”; sin embargo, este camino quedó
inhabilitado cuando en 1453 el Imperio Otomano conquistó el Imperio Romano de Oriente.
El navegante Cristóbal Colón quiso buscar una ruta nueva hacia China y la India. En ese
entonces, algunos cálculos estimaban que el diámetro terrestre era lo suficientemente
pequeño como para navegarlo. Colón creyó que si navegaba de manera sostenida hacia el
oeste, podría dar la vuelta al mundo y llegar a Oriente.
Para poder llevar a cabo su expedición, acudió a los Reyes Católicos de España, quienes
decidieron financiar su viaje y otorgarle tres barcos: la carabela Niña, la carabela Pinta y la
nao Santa María.
A partir de allí, continuaron explorando la región caribeña, llegando a Cuba y más tarde a
isla La Española (que, actualmente conforma los países de Haití y República Dominicana).
El 24 de diciembre, la carabela Santa María encalló en sus costas, y los exploradores
utilizaron sus restos para realizar la primera construcción en suelo americano, a la que
llamaron Fuerte Navidad.
En este primer asentamiento quedaron los primeros españoles cristianos viviendo en suelo
americano. En enero de 1493, la tropa emprendió el regreso a España, creyendo que en
su travesía habían llegado a Oriente y sin saber que, en realidad, se trataba de otro
continente.
El éxito de su primer viaje le aseguró a Colón que los Reyes Católicos financiaran otra
travesía, con el objetivo de asentar el dominio español sobre los territorios descubiertos y
continuar camino hacia China e India. La segunda expedición partió el 24 de septiembre de
1493 y, luego de dos meses, llegó a las islas americanas. Sus tripulantes recorrieron
el archipiélago de las Antillas Menores y nombraron algunas de sus islas “La Deseada”,
“Dominica”, “Guadalupe” y “Antigua”.
Al desembarcar en la isla Santa Cruz, los españoles fueron atacados por guerreros
caribes. Al llegar a La Española, los navegantes se encontraron con que el Fuerte Navidad
había sido incendiado y los españoles cristianos habían sido ejecutados, bajo el mando del
cacique caribe Caonabo. Colón ordenó una nueva fundación, a la que llamó La Isabela y la
construcción de otro fuerte que también fue destruido por los indios caribes.
Luego, recorrieron las islas de Juana (hoy Cuba) y Santiago (hoy Jamaica) y se dirigieron
al sur. En marzo de 1496, tras algunos problemas con sus tripulantes y saqueos de
poblaciones americanas, la expedición finalmente emprendió el regreso a Europa.
En 1498 Colón emprendió un tercer viaje, esta vez llegó a la isla de Trinidad alrededor del
mes de julio. Visitó el Golfo de Paria y la desembocadura del río Orinoco (hoy en
Venezuela), paisajes que describió en su diario con enorme sorpresa por su belleza.
Más tarde, recorrió las islas venezolanas del Estado Nueva Esparta (hoy Margarita, Coche
y Cubagua), donde fundó el asentamiento perlífero de lo que fue luego la ciudad de Nueva
Cádiz. A su retorno a La Española, Colón fue arrestado y devuelto a España en cadenas,
por los navegantes descontentos con su mando.
El cuarto y último viaje de Colón a América se realizó entre 1502 y 1504, con prohibición
de pisar La Española y la misión de hallar un estrecho en aquellas nuevas costas que
permitiera el camino hacia China y la India. Para ese entonces, los españoles aún creían
que estos territorios eran parte de Asia.
Colón exploró en esta oportunidad las costas de Honduras, Nicaragua, Costa Rica y
Panamá, territorios en los que estableció contacto con los pueblos mayas, quienes le
dieron a conocer el cacao.
Las expediciones colombinas estuvieron muchas veces marcadas por el conflicto entre sus
tripulantes y la escasez de recursos. Eran, además, expediciones de conquista de
territorios que se hallaban poblados y que muchas veces ofrecieron resistencia.
Después de aquellos cuatro grandes viajes, se hicieron otros llamados “viajes menores”,
gracias a los cuales se recorrió la costa venezolana. En ellos, Américo Vespucio
comprendió que se trataba de un continente entero, diferente del asiático, y no solo de un
conjunto de islas.
Los factores que motivaron la llegada de los españoles a América fueron económicos,
políticos y sociales, y tuvieron que ver tanto con lo que pasaba en Europa como con los
sucesos lejanos de Medio Oriente. Entre las principales causas, podemos encontrar las
siguientes:
La necesidad de España de encontrar una ruta comercial directa hacia Cathay (China) e
India, para tener acceso a especias, inciensos y otros bienes muy apreciados en Europa,
pero a los que solo se tenía acceso mediante la Ruta de la seda.
Los españoles llegaron a América pensando que estaban en la India. De hecho, durante
mucho tiempo se le llamó a este continente como las Indias Occidentales.