Cuando La Comunidad Dice El Derecho
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Cuando La Comunidad Dice El Derecho
junio-noviembre
https://doi.org/10.18800/derechopucp.202401.009 pp. 301-327
I. INTRODUCCIÓN
13 de marzo de 2016. En la comunidad de Villa Hidalgo Yalalag, en
la Sierra Norte de Oaxaca, los habitantes se reúnen en la explanada
municipal para abordar el caso de un exfuncionario que presuntamente
falsificó documentos durante su administración. Se trata de una reunión
donde las personas del lugar se constituyen en un órgano jurisdiccional
llamado Asamblea General Comunitaria, el cual representa «la máxima
autoridad para la toma de decisiones, en la que participan mujeres y
hombres, quienes tienen derecho a voz y voto» (Sistema normativo
indígena de Villa Hidalgo, Yalalag, CIJI Oaxaca, 2023). El presidente
municipal en turno coordina la asamblea: después de hacer el pase de
lista y comprobar que existe el quorum legal, declara abierta la sesión.
Acto seguido, el síndico municipal expone el asunto de la falsificación
de documentos ante todos los miembros de la asamblea, la cual, tras
escuchar la relatoría de los hechos, da inicio a una deliberación colectiva
en la que cada uno de sus miembros va expresando lo que considera
que debe hacerse en el presente caso. Este proceso dura alrededor de
tres horas. Al final, la asamblea llega a un consenso mayoritario: la
falsificación de documentos no está permitida por las normas del lugar,
por lo que se determina sancionar al infractor con la «separación de la
comunidad». De todo esto se levanta un acta que servirá como registro
para la memoria del pueblo y en caso de que el infractor desee acudir
ante las autoridades del Estado. Asunto cerrado.
Casos como el antes mencionado constituyen una práctica recurrente en
las comunidades indígenas de Oaxaca. Desde una perspectiva jurídica, se
enmarcan en lo que se conoce como «justicia indígena», que comprende
un conjunto de normativas, procedimientos, prácticas y valores, además
de diversas instancias y autoridades encargadas de la resolución de
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1 Agradezco a las autoridades oaxaqueñas de San Francisco Lachigolo, Santa María Sola,
San Cristóbal Suchixtlahuaca y San Miguel Albarradas por el apoyo brindado al presente trabajo.
De igual modo, extiendo mi agradecimiento a la Sala de Justicia Indígena del Poder Judicial de
Oaxaca por permitirme la consulta de algunos de sus expedientes y registros videográficos.
I I . T I P O L O G Í A Y N AT U R A L E Z A
La mayoría de comunidades de Oaxaca se reúnen en asambleas para
atender diferentes tipos de asuntos (Gallardo, 2012). En ocasiones,
sus habitantes se congregan para elegir a sus representantes o hacer la
designación de autoridades según su sistema de cargos; en otras, para
organizar las fiestas religiosas del pueblo o llevar a cabo la ejecución de
una acción pública de interés social; en otras tantas, para la solución
de conflictos con comunidades vecinas o para atender asuntos de
carácter agrario; y, finalmente, como en el ejemplo antes citado, para
deliberar sobre la infracción a la normatividad de la comunidad por
parte de uno de sus miembros. Cada uno de estos asuntos de algún modo
determina el sentido y alcance de cada asamblea, como se muestra en el
siguiente cuadro.
Asunto Función
2 Recordemos la diferencia que los lingüistas hacen entre «lengua» y «habla»: la primera representa
el sistema subyacente del lenguaje, mientras que la segunda es el uso concreto de ese sistema
(Marcos, 1994).
• Resolución
• Ejecución
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3 Que, a su vez, forma parte del sistema normativo indígena, un concepto que aún requiere de la
elaboración de un estudio concreto a profundidad.
I V. L A D I N Á M I C A D E L A D I S C U R S I V I D A D
Más allá de su aspecto procedimental, las AJI representan momentos
en los que las comunidades indígenas expresan su percepción de lo
que consideran justo o injusto, de acuerdo con su propia cosmovisión.
Comprender la forma en que se comunican se convierte en una tarea
de suma importancia. En este sentido, propongo examinar este aspecto de
las AJI como eventos comunicativos, siguiendo la perspectiva de los
estudios del discurso (Calsamiglia & Tusón, 2002, p. 18; Raiter & Zullo,
2004, p. 57). Las AJI se presentan así como interacciones complejas
I R Á N VÁ Z Q U E Z H E R N Á N D E Z
5 Como macroacto de habla, en este sentido, también se pueden analizar las condiciones de adecuación
de las determinaciones de las AJI. Recordemos que la teoría de los actos de habla se refiere a
cuatro tipos de condiciones para que el acto de habla sea efectivo (Escandell, 1996, p. 68). Tales
condiciones son: a) condición proposicional, b) condición preparatoria, c) condición de sinceridad y
d) condición esencial. Así, en lo que respecta a la condición proposicional, las resoluciones de las
AJI frecuentemente tienen la siguiente estructura lingüística: «La Asamblea General Comunitaria
determina que los vehículos de los infractores se queden bajo resguardo de la autoridad municipal
como garantía del pago por el daño causado a la comunidad» (Asamblea General de Santiago Tillo,
Nochixtlán, ASJI Oaxaca, 2018). En este ejemplo, nótese que la resolución de la AJI no dice, por
ejemplo, que «promete» que los vehículos se quedarán bajo resguardo de la autoridad municipal,
ya que en ese caso no se trataría de un acto de habla declarativo, sino promisorio, lo cual iría
en contra de la condición proposicional requerida para que se trate de una determinación de
carácter jurisdiccional. Sobre la condición preparatoria que alude a los requisitos necesarios previos
a la ejecución, se requiere que una persona de la comunidad haya infringido el sistema jurídico de la
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comunidad y que la comunidad tenga como tradición el hecho de resolver el asunto en una AJI.
En este sentido, las condiciones preparatorias incluyen, necesariamente, la existencia de normas,
principios y valores que integren el sistema jurídico de la comunidad y, por otro lado, que cuente con
un sistema de justicia en el que la comunidad se constituya en un órgano jurisdiccional colectivo que
resuelva el asunto por medio de un procedimiento específico. Esto sin mencionar que el análisis debe
tomar en cuenta que las dos condiciones anteriores se refuerzan, además, con una tercera condición
preparatoria y que consiste en el reconocimiento constitucional del derecho de libre determinación de
las comunidades indígenas. Visto así, la condición preparatoria es en realidad el elemento esencial
de la justicia indígena. Y lo mismo puede decirse de la tercera de las condiciones para que el acto de
habla que ejecuta la AJI sea efectivo, la condición de sinceridad. En este caso, ninguna comunidad
se reúne para juzgar a uno de sus miembros para jugarle una broma. Esto va en contra del espíritu
comunitario y de la formalidad de su sistema de justicia. La sinceridad es necesaria en este caso.
Por último, la condición esencial se integra por toda la secuencia de participaciones o actos de
habla particulares que contribuyen a tomar la decisión colectiva. En este caso, lo que se determina
en la AJI ha de ser coherente con lo que se ha dicho públicamente en la deliberación colectiva.
Se trata, pues, de una cuestión lógica: no se puede determinar la inocencia de una persona cuando
las intervenciones de los participantes en la AJI hacían referencia a su culpabilidad. No está de más
decir que el anterior análisis es completamente superficial y merece un tratamiento más riguroso.
6 En este estudio dejamos de lado el «uso» ideológico del discurso que pudieran hacer algunas
personas de la comunidad. Por ejemplo, Juan Carlos Martínez (2011) hace la siguiente descripción
de una asamblea en la comunidad de Santa María Tlahuitoltepec: «Durante las asambleas es
común ver la formación de corrillos o grupos de personas en torno a los líderes; frecuentemente son
los maestros quienes hacen rápidas reflexiones antes de que otro tome la palabra y exponga sus
puntos de vista en la plenaria […] Por su parte, quienes tienen más influencia en las asambleas son
los hombres mayores de una buena posición económica que viven en el pueblo (perfil que cubren
solamente los maestros y algunos comerciantes). Estas personas lideran grupos más grandes,
compuestos por jóvenes, algunas mujeres, campesinos y migrantes, comúnmente vinculados
por consanguinidad, aunque recientemente también por amistad o afinidad ideológica. El lugar
que anteriormente ocuparon los viejos grupos familiares, los barrios o los linajes, está siendo hoy
reemplazado por protopartidos políticos en el nivel local» (p. 184). Casos como estos requieren un
estudio aparte desde el enfoque del análisis crítico del discurso.
por las emociones del público, que surgen a raíz del daño infligido a la
comunidad. Se puede decir que en las AJI el pathos y el ethos desempeñan
un papel más relevante que el logos8. Aspectos como el número de
7 Como dice Pierre Guiraud (2013): «Como órgano de prensión, la mano es el símbolo de la
“apropiación”: uno mete la mano, toma en su mano, de ahí la idea de “posesión”: se tiene bajo mano,
entre manos. La “posesión” es indisociable, tanto en nuestras culturas como probablemente en la
mayoría de las demás, del “poder” y de la “autoridad”: se cae en manos del enemigo, el príncipe tiene
a sus súbditos en sus manos, la Dirección mete la mano en los negocios. El símbolo del poder es el
cetro adornado con una mano. Se caracteriza por la “dureza”, es una mano de hierro en guante de
seda» (p. 50).
8 Por ello, más que estudios sobre argumentación jurídica indígena como los que comienzan a
circular ya en el mundo del derecho, se precisan análisis sobre la retórica discursiva utilizada en las
asambleas indígenas y, sobre todo, de las razones que apelan a la emotividad (pathos) y la moralidad
(ethos) en el proceso deliberativo.
V. L A D I N Á M I C A D E L A O R A L I D A D
Iniciaré esta parte del análisis con la siguiente reflexión de Walter J.
Ong (2011):
Hoy en día, la cultura oral primaria casi no existe en sentido estricto,
ya que toda cultura conoce la escritura y ha experimentado sus efectos.
Sin embargo, en diferentes grados, muchas culturas y subculturas,
incluso en un entorno altamente tecnológico, mantienen una parte
significativa del molde mental de la oralidad primaria (p. 20).
bastante común, decimos que la «forma» de las AJI proviene del derecho
estatal y la «sustancia» se deriva de la cultura local. Para ilustrar este
punto, reproduzco a continuación un fragmento de la asamblea del caso
Suchixtlahuaca10:
1.ª intervención: Es vergonzoso lo que hace este ciudadano, que haga
caso omiso a las advertencias que las autoridades le hacen. Se debe
aprovechar el Bando de Policía y Buen Gobierno, yo creo que la primera
9 En el mismo sentido, Díaz Viana (2007) señala la errónea visión del folklorismo, que asimila la
oralidad primaria con culturas populares e indígenas.
10 Las asambleas en esta comunidad se realizan completamente en castellano debido al reducido
número de hablantes de chocholteco.
5.ª intervención: Que el comisariado vea las maneras quien compre los
animales para que el señor cubra su deuda que tiene con el comisariado;
por otra parte, si no quiere que nadie lo moleste, que tome sus
pertenencias y se vaya de la comunidad.
blogspot.com/2014/06/desprivatizar-el-nombre-propio-deshacer.html
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Recibido: 04/12/2023
Aprobado: 20/02/2024