Modelo Demanda Accidente in Itinere

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Datos del Expediente

Carátula: JUAREZ CARLOS MIGUEL C/ PROVINCIA ASEGURADORA DE RIESGOS DEL TRABAJO SA S/


ACCIDENTE IN-ITINERE
Fecha inicio: 18/04/2023 Nº de Receptoría: LZ - 17877 - 2023 Nº de Expediente: LZ - 45696 - 2023
Estado: En Letra
Pasos procesales: Fecha: 17/04/2023 - Trámite: DEMANDA - SE PRESENTA - ( FIRMADO )
17/04/2023 10:42:35 - DEMANDA - SE PRESENTASiguiente
REFERENCIAS
Acto+administrativo.pdf VER ADJUNTO
Carta+Poder.pdf VER ADJUNTO
Fecha del Escrito 17/04/2023 10:42:34
Firmado por Mariela Soledad Pistachia (27266365360) - Auxiliares de la Justicia (Matricula: T 4 F 341)
Nro. Presentación Electrónica 80940750
Observación PODER OK - COMP CM EZ OK - F.S: 5/11/21 SIN INCAP , EXPTE. 34870/22 AUT
Observación del Profesional PROMUEVE ACCION ORDINARIA DE REVISIÓN DE ACTO
ADMINISTRATIVO - PLANTEA INCONSTITUCIONALIDAD - RESERVA CASO FEDERAL-
Presentado por Mariela Soledad Pistachia ([email protected])

Texto del Proveído


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PROMUEVE ACCION ORDINARIA DE REVISIÓN DE ACTO ADMINISTRATIVO - PLANTEA


INCONSTITUCIONALIDAD - RESERVA CASO FEDERAL-

ACTOR: JUAREZ CARLOS MIGUEL


DEMANDADO: PROVINCIA ASEGURADORA DE RIESGOS DEL TRABAJO SOCIEDAD ANONIMA
MATERIA: ACCION DE REVISION RES. COMISION MEDICA JURISDICCIONAL LEY 15.057
CLASE: LABORAL
MONTO: $1.782.921,41 (DOS UN MILLON SETECIENTOS OCHENTA Y DOS MIL NOVECIENTOS
VEINTIUNO CON 41/100)
DOCUMENTAL:
a) Acta Poder
b) Copias de acto de homologación en dos (2) fs.

Excmo. Tribunal:

Mariela Soledad Pistachia, abogada, inscripta en el T° IV, Fº 341 C.A.A.L., DNI 26.636.536
(Monotributista CUIT 27266365360), constituyendo domicilio legal en los estrados del tribunal (Teléfono
5031-2027 – [email protected]) y electrónico [email protected] a V.E. me
presento y respetuosamente digo:

I – PERSONERIA

Conforme a la carta - poder que se acompaña, he sido designada apoderada por el Sr. JUAREZ
CARLOS MIGUEL, DNI 268406523, CUIL: 20268406523, de nacionalidad argentina, de estado civil
soltero, empleado, nacido el 04/12/1978, con domicilio en la calle Aconquija 70, Claypole, Almirante
Brown, Provincia de Buenos Aires.

II – OBJETO.
En tal carácter y siguiendo expresas instrucciones de mi mandante, vengo en los términos del inc. j) del
artículo 2º de la ley 15.057 a articular acción de revisión del acto administrativo dictado por la
Superintendencia de Riesgos del Trabajo, a raíz del accidente de trabajo sufrido por el actor en ocasión o
por el hecho del trabajo, por lo que consecuentemente se reclama a PROVINCIA ASEGURADORA DE
RIESGOS DEL TRABAJO SA con domicilio social en la calle Carlos Pellegrini 91, Piso 5° - Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, por el cobro de la suma de $1.782.921,41 (DOS UN MILLON
SETECIENTOS OCHENTA Y DOS MIL NOVECIENTOS VEINTIUNO CON 41/100) o lo que en más o en
menos resulte de las pruebas que se ofrecen y en función de la actualización del ingreso base por RIPTE
e intereses, conforme lo establece el art. 12 de la ley 24.557 (t.o. ley 27.348 anterior al DNU 669/19 ),
costos y costas judiciales.

III – ACREDITA PASO POR COMISIONES MÉDICAS.

Con la Disposición Particular DIAPA-2023-1202-APN-SHC37#SRT (que dispone homologar el


procedimiento llevado a cabo por la Comisión Médica Nº 37) que se acompaña, se acredita que mi parte
ha culminado el procedimiento previo, obligatorio y excluyente previsto en la ley 27.348.

IV – NULIDAD ABSOLUTA.

Planteamos la de nulidad absoluta de todo lo actuado en la SRT en función de los vicios que
seguidamente se enumeran:

a) Principio de legalidad: Conforme lo ha señalado la Corte Suprema de Justicia de la Nación “… la


sujeción de la administración a la ley constituye uno de los principios capitales del Estado de Derecho”
(CSJN, 19/11/92, JA, 1993-II-536).

Señala HUTCHINSON (Régimen de Procedimientos Administrativos, Ed. Astrea, 1997; Buenos Aires.
Pág. 41) que el principio de legalidad es la esencia del estado de derecho. Significa que ninguna
actividad debe contrariar a una norma jurídica vigente, y tiene su base en la exigencia de que la actuación
de la Administración se ha de realizar de conformidad con el ordenamiento positivo.

El principio de legalidad es el principio de vinculación de la Administración a la ley, “que sostiene que la


certeza de la validez de cualquier accionar administrativo es postulable en la medida en que pueda
referírsela a un precepto jurídico, o que partiendo de un principio jurídico, se derive de él como cobertura
legal, la actuación administrativa” (CNFed. Adm.; Sala IV; 13/6/85; “Peso”, ED 114-236).

El acto de homologación que venimos a atacar se sustenta en un dictamen médico que no reúne las
formalidades exigidas por la reglamentación. Ello así, el art. 51 (Art. 51: Las comisiones médicas y la
Comisión Médica Central estarán integradas por cinco (5) médicos que serán designados: tres (3) por la
Superintendencia de Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones y dos (2) por la
Superintendencia de Riesgos del Trabajo…”) de la ley 24.241 indica que las Comisiones Médicas son
órganos colegiados. De allí que mal podrían exteriorizar su voluntad a través de documentos firmados por
dos funcionarios. Sin embargo, dicho dictamen ha sido firmado por sólo dos médicos.

El criterio expuesto fue desarrollado recientemente por la Dra. Graciela A. González, -vocal de la Sala II de
la CNAT- en un caso similar, quien explicó que: “…una Comisión Médica es un órgano colegiado (arg. art.
51 de la ley 24.241), lo cual exige que el dictamen que emite para surtir efectos debe estar suscripto ´…
como mínimo por tres médicos de la comisión…´ (arg. Anexo I, de la Resolución Conjunta Nro. 970/97 y
493/97)”. Del voto de la Dra. Graciela A. González en los autos caratulados: “BURDMAN GABRIEL
EDUARDO c/ ESTADO NACIONAL SUPERINTENDENCIA DE RIESGOS DEL TRABAJO SEDE
CENTRAL Y OTROS s/ACCION DE AMPARO”, Expte. 52169/2011, Sala II de la CNAT. Sentencia 113
166 del 6/11/2018.

Adicionalmente, dicho dictamen tiene también un precedente nulo. Ello así, el Anexo I de la Resolución
Conjunta Nro. 970/97 y 493/97 señala en el apartado “Evaluación del expediente”, punto 5.b que se “…
asignará el expediente a por lo menos 2 (dos) médicos de la comisión…”. Sin embargo, como se
desprende la audiencia médica que obra en las actuaciones administrativas, el acta ha sido suscripta por
sólo un galeno de la SRT.

b) Falta de causa y motivación: La no observancia del principio de legalidad, deviene en la vulneración, en


cuanto a la falta de inspiración del accionar administrativo en la norma aplicable, del artículo 7 de la ley
19.549, que en sus incisos b) y e) dispone, respectivamente, al reseñar los elementos esenciales del acto
administrativo:

"b) Deberá sustentarse en los hechos y antecedentes que le sirvan de causa y en el derecho aplicable."

"e) Deberá ser motivado, expresándose en forma concreta las razones que inducen a emitir el acto,
consignando, además, los recaudos indicados en el inciso b) del presente artículo."

Ello así, según han dicho los autores:

"La ley ha seguido en este aspecto a Marienhoff, considerando este elemento desde un punto de vista
objetivo, es decir el ´motivo´ del acto, ´los antecedentes o circunstancias de hecho o de derecho´ que han
determinado su dictado.
Así, la causa de una sanción disciplinaria está en la comisión efectiva de la falta; la de la jubilación por
invalidez, en la imposibilidad física; la de la decisión de demolición de una finca, en el estado ruinoso,
etcétera. Se puede apreciar que la comprobación de la causa consiste en la constatación o apreciación
de un hecho o de un estado de hecho.” (Tomás Hutchinson, Ley Nacional de Procedimientos
Administrativos, Tomo 1, Editorial Astrea, Edición 1.985, página 154). Y en el caso de marras, como
hemos visto, el acto está viciado por estar suscripto por dos funcionarias.
“La apreciación que de tales circunstancias haga la autoridad administrativa, puede afectar la validez de
la decisión -por apartarse de los hechos o el derecho realmente aplicable- y también es susceptible de
comprometerla con los vicios de error y dolo." (Tomás Hutchinson, Ley Nacional de Procedimientos
Administrativos, Tomo 1, Editorial Astrea, Edición 1.985, página 154).

Todo lo cual implica que el sustento del acto debe estar constituido por TODOS los hechos objetivamente
verificados en la especie, los que, merituados según la consecuencia que el ordenamiento jurídico tenga
prevista para el caso concreto, redundarán en la decisión que finalmente se adopte.

En definitiva, el acto administrativo debe tener como fundamento necesario LA TOTALIDAD de los
hechos verificados y además debe tener basamento en la normativa vigente para los extremos fácticos
comprobados. Por ende, si el acto tiene como sustento sólo algunos antecedentes o hechos no
verificados o aplica el Derecho de modo improcedente, carece de uno de los elementos esenciales para
ser considerado como un acto administrativo válido, y debe tenérselo por nulo de nulidad absoluta e
insanable.

En este sentido, y a fin de completar el cuadro en cuanto tiene que ver con la falta de motivación del acto,
cabe destacar que, ausente el requisito de causa, parece inevitable concluir en que ello acarrea la
carencia de motivación, toda vez que ella está configurada, en principio y en parte, por la exteriorización
de la causa, de modo de permitir su examen objetivo y explícito por vía de su inclusión en la
fundamentación del acto administrativo.

En tal orden de ideas, se ha dicho que: "La motivación para nosotros es indudable que constituye un
requisito referido a la razonabilidad; tiene por objeto poner de manifiesto los motivos que determinan el
acto y su causa." (Obra citada, página 159, con cita de Dictámenes coincidentes de la Procuración del
Tesoro, del siguiente tenor: "Cuando un acto administrativo carece de argumentación razonable sobre los
hechos que se le vinculen y se basa tan solo en la pura y simple voluntad del funcionario que lo dictó, es
arbitrario y por ende ilegítimo").

Lo anterior nos lleva a concluir que la causa está constituida por los elementos de hecho y de derecho
existentes y aplicables en la causa, y la motivación incluye la explicitación de los mismos, así como los
motivos o razones que han llevado al dictado del acto administrativo.
La carencia de estos elementos conlleva la nulidad absoluta e insanable del acto dictado en tales
condiciones, conforme lo dispone el artículo 14 de la L.N.P.A., lo cual se peticiona que así se declare en la
especie en atención a las consideraciones que seguirán desarrollándose.

En el sentido que propicia mi mandante, se ha pronunciado la jurisprudencia al fallar, por ejemplo, en


"Cabuli, Víctor c/Estado Nacional (M. de Justicia) s/Ordinario", 11 de febrero 1.985, C.N.A.C.A.F., Sala IV,
en el que se dijo: "El "favor acti" (Artículo Nro. 12 - Ley 19.549) obliga a ser restrictivo en la declaración de
nulidad de los actos administrativos. La ley no contempla como supuesto de nulidad la falta de motivación
del acto (Artículo Nro. 14, Inciso "a" y "b"); sin embargo, el Artículo Nro. 7, Inciso "e" establece como
imperativo que el acto deberá ser motivado. Es decir que exige un comportamiento cierto de la
Administración, cuyo cumplimiento vicia el acto".

Una vez repasados los principios que anteceden, cabe en esta oportunidad concluir, respecto a la
cuestión que ahora nos ocupa, que no surge claramente de la lectura de la disposición particular en trato
un análisis pormenorizado de la situación de hecho, como así tampoco se advierte un estudio detallado -y
correcto- de la normativa aplicable al caso, que sirva para justificar la decisión de homologar un
procedimiento sustancial y formalmente viciado.

Por todo lo expuesto en los puntos precedentes, es válido afirmar que el acto administrativo en análisis (i)
no se ajusta a Derecho, (ii) no hace observancia de los principios generales de legalidad e interdicción de
la arbitrariedad y (iii) se encuentra viciado en sus elementos esenciales: Causa, motivación y
competencia, vicios que, tanto en forma independiente como conjunta, tornan el acto administrativo nulo,
de nulidad absoluta e insanable.

V – HECHOS

Mi mandante comenzó a trabajar bajo la subordinación técnica, económica y jurídica de su empleador,


EMBUTIDOS MONTE GRANDE SRL (CUIT 30708548312), en fecha 17/12/2011, desarrollando tareas
como “oficial” en el local de la calle Enrique Santamarina 440, Monte Grande.

Lo hace siempre a entera satisfacción de su empleador y con espíritu de solidaridad, fidelidad,


colaboración y buena fe, sin ser jamás apercibido, amonestado ni suspendido.
Su empleador es quien aporta la facultad y/o poder de dirección (arts. 64 y 65 LCT), fija el horario y las
condiciones de trabajo, la remuneración, el lugar donde se realiza las tareas, ejerce la facultad
disciplinaria respecto de sus empleados y lo provee de vestimenta y elementos de trabajo.

DEL ACCIDENTE LABORAL

El actor ingresó a su trabajo a los 33 años de edad, luego de sortear con éxito los exhaustivos exámenes
preocupacionales a los que fue sometido, de los cuales surgió una capacidad laboral plena y total para
desarrollar sus tareas.

Su horario de trabajo es de lunes a sábados de 06 a 14 hs, o hasta las 17hs los días que hace horas
extra. La empresa donde presta tareas se dedica a la producción de embutidos: cerdo, morcilla,
salames, congelados, etc.

El día 05/11/21, a las 14hs aproximadamente, el actor se encontraba a bordo de su moto, retornando a su
domicilio luego de su jornada laboral. Iba circulando por la calle República Argentina, intersección con
Aristóbulo del Valle, en Burzaco, cuando es embestido por un automóvil. (Su recorrido habitual es: sale de
su lugar de trabajo en Enrique Santamarina 440, Monte Grande. Toma la calle Av. Sofia Terreno de
Santamarina, y continua por Leandro N. Alem hasta Garzon, donde dobla a la izquierda y continua por la
misma, y luego hasta su cambio de nombre, Inca. Luego de ello dobla a la derecha en Polonia, y luego a
la izquierda en la calle Pobladora/Jorge Melber. Continua por la misma hasta Juan B. Justo, y dobla en
Cuyo, donde continua hasta la Av. Hipolito Yrigoyen. Sigue por la misma hasta Av San Martin, y luego por
Pte. Uriburu. Dobla en Pte. Peron, y luego en Pedro Goyena. Toma Humberto Primo, y luego Manzanares.
Luego va por Adolfo Alsina, dobla en Av. República Argentina y sigue hasta Marin Araujo, para luego
doblar en Aconquija y llegar a su domicilio.)

Producto del golpe, cae al piso de su moto, sobre su lado derecho, apoyando principalmente sobre su
hombro.

Continuó a su domicilio, pensando que era solo un golpe, pero al día siguiente el dolor era insoportable, y
su hombro se había comenzado a inflamar, motivo por el cual da aviso a su empleador, quien efectúa la
correspondiente denuncia a su aseguradora.

La misma dispuso su atención en la Clínica IMA, donde le dieron las primeras atenciones y ordenaron la
realización de una resonancia magnética, que arrojó como resultado: “Engrosamiento y heterogeneidad
del tendón del supraespinoso compatible con área de tendinosis. Bursitis subacromial subdeltoidea.
Cambios inflamatorios sobre la vaina de la porción larga del tendón del bíceps. Cambios inflamatorios
con signos de edema óseo en la articulación acromioclavicular. El complejo capsula-rodete de la
articulación glenoidea presenta morfologías e intensidad de señal normal. No se observan lesiones óseas
en cabeza humeral.”

Le ordenaron la realización de tan solo 5 sesiones de kinesiología, y el día 16 de diciembre le otorgan el


alta médica, pese a manifestar que aún se encontraba dolorido, y con dificultad y limitación de movilidad.

En fecha 01/02/2022 se dio inicio al expediente SRT N° 34870/22 para la “DIVERGENCIA EN LA


DETERMINACIÓN DE LA INCAPACIDAD”, en la Comisión Médica Jurisdiccional de Ezeiza.

En fecha 29/12/2022 la SRT emitió dictamen médico mediante el cual se determinó que “Del análisis de
la documentación obrante en el expediente, esta Comisión Médica concluye y dictamina que no presenta
secuelas generadoras de Incapacidad Laboral, de acuerdo a lo normado por el Decreto 659/96
modificado por el Decreto 49/14, como consecuencia del siniestro denunciado. De la documentación
obrante en el expediente surge la presencia de patología de carácter inculpable (tendinosis. Bursitis
subacromial subdeltoidea), la cual no guarda relación etiopatogénica ni cronológica con el siniestro
denunciado, sugiriéndose canalizar la atención médica a través de la obra social y/u hospital público y/o
profesional de su elección.”
En primer lugar, no podemos soslayar la orfandad de fundamentación médica y científica del dictamen
atacado. En efecto, carece de los elementos esenciales de todo acto administrativo válido, en tanto no se
intenta fundar mínimamente tal decisión.

Asimismo, no se condice con las secuelas que presenta el trabajador en la actualidad, por cuanto
continua con una severa limitación de movilidad e inflamación.

Ahora bien, el resultado de la resonancia practicada fue:


“Engrosamiento y heterogeneidad del tendón del supraespinoso compatible con área de tendinosis.
Bursitis subacromial subdeltoidea. Cambios inflamatorios sobre la vaina de la porción larga del tendón
del bíceps. Cambios inflamatorios con signos de edema óseo en la articulación acromioclavicular. El
complejo capsula-rodete de la articulación glenoidea presenta morfologías e intensidad de señal normal.
No se observan lesiones óseas en cabeza humeral”

No se vislumbra el motivo por el cual la SRT considera que dicha patología es de carácter inculpable.
Máxime, cuando la ART no ha acompañado estudio alguno que revele que se trata de una patología
previa, y el actor se encontraba prestando tareas con normalidad previo al siniestro de autos.

Dichas patologías son claramente producto del siniestro, a causa del fuerte golpe generado al caer
directamente apoyando sobre su hombro. Precisamente la bursitis consiste en la inflamación de la bursa
que se encuentra en el hombro. Y ello puede deberse a un traumatismo, como es el caso de autos.

Es clara así la vinculación entre el siniestro y las lesiones constatadas. Y surge


evidente el agravio generado al actor, por cuanto no se reconoce su incapacidad alegando una patología
“inculpable” que “no guarda relación etiopatogénica ni cronológica con el siniestro denunciado”.

Veamos: el término “Etiopatogenia” se refiere al origen de una enfermedad y sus mecanismos, es decir, la
combinación de etiología y patogénesis.

Mientras la etiología se centra en las causas, la patogenia lo hace en el desarrollo de la enfermedad.


Ambos se desarrollan de forma secuencial y ambos están relacionados en de una forma causa y efecto.

En el caso, se trata de un trabajador que venía realizando sus tareas de manera habitual, sufre un
accidente con un fuerte golpe en su hombro, y comienza con dolores por los cuales se detecta la
patología, por lo que mal podría afirmarse que no guarda relación con la patología que presenta. Más aun,
cuando no se exponen los fundamentos que llevan a dicha conclusión de manera que puedan ser
rebatidos.

Asimismo, se ha omitido la realización de un psicodiagnóstico, pese a que mi parte manifestó que, de


acuerdo a la evaluación de nuestros consultores médicos, el actor presenta síntomas compatibles con
RVAN Grado II .
Sobre el particular, debe tenerse especialmente en cuenta que se trata de una grave omisión y una
práctica habitual del organismo (en línea con el inconstitucional enunciado del art. 7 de la Res. 298/17),
que coloca al trabajador en situación de que, para poder probar sus alegaciones y mantener el
ofrecimiento de prueba en todas las instancias, tiene que solventar una consulta en el marco de un
procedimiento que se supone gratuito. Con esta omisión, la SRT ha teñido de nulidad el procedimiento,
por cuanto “cualquiera fuere la obligación que pesaba sobre el funcionario de resolver de un modo
determinado, la forma en que lo hizo vulnera el derecho de defensa en juicio del peticionario, en tanto no
ha valorado, ni aproximadamente, los argumentos sostenidos por éste ni la prueba ofrecida en apoyo de
su derecho.” (CNFed. CA, Uromar S.A., 1999, DJ, 2000-3, 257, cons. IV; CNFed. CA, Sala II, Turismo
Parque S.R.L., EDA, 2001-2002, 75: “el derecho al debido proceso [...] comprende la posibilidad de
exponer las pretensiones y defensas [...]; de ofrecer y producir prueba y que el acto decisorio haga
expresa consideración de los principales argumentos y de las cuestiones propuestas; [...] si se ha violado
dicho derecho [...] el acto está afectado de nulidad absoluta;” CCA yT CABA, Sala II, G.C.A. c. S.E.
(GCBA), LL, 2002-C, 2.)

Asimismo, la jurisprudencia tiene dicho que:


“Por lo demás, a mi entender, cuando la persona trabajadora insta el procedimiento ante las comisiones
médicas, reclama el reconocimiento de la integralidad de las derivaciones dañosas de un evento
comprendido en las previsiones del artículo 6° de la ley 24.557, ya sean éstas incapacidades definitivas
físicas, psíquicas o ambas y solo un exceso de rigor formal podría conducir a afirmar que el recurrente
procuró preterir la reparación de alguna de ellas por no haberla consignado expresamente en el marco de
un proceso como el implementado, por lo que el hecho de no haberse hecho constar en el formulario de
inicio el tipo de secuela derivada del infausto, no resulta óbice para considerar el reclamo tal como ha
sido propuesto ante estos estrados.” (CNAT, Sala II, SALA II, Expte 17185/2021, “PADRON VARGAS,
JOHAN CARLOS c/ OMINT ART S.A. s/RECURSO LEY 27348”, 27/09/22).

En estas condiciones, es claro que las secuelas que finalmente padecerá mi mandante de manera
permanente habrán de agravarse aún más como consecuencia de la negligencia de los prestadores de la
aquí demandada. Por lo demás, hoy padece una gran dificultad para mover la el hombro así como
también le es complicado manipular objetos, en especial si los mismos son pesados.

Como habrá de probarse a lo largo del proceso, el pronóstico médico del actor es desalentador pues ha
sufrido lesiones por su actividad laboral que lo incapacitan de un modo permanente para el desarrollo de
sus tareas laborales habituales y para las cuales está plenamente capacitado.

Desde el punto de vista físico, el aquí actor presenta una incapacidad parcial, permanente y definitiva del
12 % de la total obrera (sin incluir factores de ponderación).

Asimismo, el actor presenta un daño psicológico a raíz del accidente, que le configura una
incapacidad parcial, permanente y definitiva del 10% de la total obrera.

El manual diagnóstico y tratamiento de los trastornos mentales (DSM IV) de la Asociación Médica
Americana describe dentro de los trastornos de ansiedad al trastorno por estrés postraumático cuyos
criterios de diagnóstico son:

A – la persona ha estado expuesta a un hecho en el que:


1) ha experimentado acontecimientos caracterizados por muertes o amenazas a su integridad física o de
los demás
2) ha respondido con horror o desesperanza profunda

B – la persona vuelve a revivir el acontecimiento ocurrido de los siguientes modos:


1) recuerda el accidente mediante imágenes, pensamientos o percepciones recurrentes
2) sueña con el hecho de carácter desagradable
3) siente que el hecho ocurre nuevamente o alucina al despertar o al ingerir psicofármacos
4) sufre malestar psicológico al exponerse a objetos o símbolos que le recuerden el hecho
5) sufre respuestas físicas al exponerse a objetos o símbolos que le recuerden el hecho
C) la persona evita persistentemente estímulos asociados al trauma, con lo cual se genera un
embotamiento de la reactividad general del individuo, que en estos casos:
1) debe hacer esfuerzos por evitar pensamientos, recuerdos o sentimientos relativos al hecho
2) debe hacer esfuerzos por evitar actividades, lugares o personas que le recuerden el hecho
3) debe hacer esfuerzos por recordar momentos importantes del suceso
4) sufre una reducción de capacidad e interés en sus actividades
5) sufre una sensación de desapego y enajenación frente a los demás, visualizando un futuro limitado
6) sufre una restricción en su vida afectiva, que se traduce en una incapacidad de amar
7) sufre una sensación de un futuro limitado, con manifestaciones tales como: no me voy a casar, no voy a
conseguir empleo, no voy a ser feliz, etc.

D) La persona experimenta síntomas de aumento de reactividad que se manifiesta a través de:


1) Dificultad para dormir
2) Irritabilidad o ataques de ira
3) dificultad para concentrarse
4) sobresaltos

E) La persona sufre alteraciones que le producen una limitación importante de su vida de relación,
afectiva, laboral, etc.

De acuerdo al interrogatorio, evaluación psicológica y psicodiagnóstico realizado al actor, el


mismo cumple acabadamente con los puntos descriptos para el diagnóstico de reacción anormal
vivencial neurótica.

El actor presenta una Reacción Anormal Vivencia Neurótica de Grado II, con manifestación fóbica y
depresiva. Esta patología le representa al actor una incapacidad parcial y permanente del 10% de la total
obrera, desde el punto de vista psiquiátrico.

Según la evaluación de nuestros consultores médicos e incluyendo factores de ponderación se estima


que el actor posee una incapacidad psico-física que surge del siguiente cálculo de incapacidad.

1) Incapacidad física = 12 %

2) Incapacidad psiquiátrica: 10 %

3) Factores de ponderación: (12 %):


a) Dificultad para la realización de tareas habituales: Alta: 10%
b) Amerita recalificación: No: 0%
c) Edad del damnificado: 2%

Factores de ponderación: 22 % (x 12%) = 2,64 %


(*) (Baremo Decreto 658/96: “Una vez determinada la incapacidad funcional de acuerdo a la tabla de
evaluación de incapacidades laborales se procederá a la incorporación de los factores de
ponderación…. 4. Operatoria de los Factores. Una vez determinados los valores de cada uno de los 3
factores de ponderación, éstos se sumarán entre sí, determinando un valor único. Este único valor será el
porcentaje en que se incrementará el valor que surja de la evaluación de incapacidad funcional de
acuerdo a la tabla de evaluación de incapacidades laborales”.

TOTAL = 24.64 %

Como puede deducirse de los hechos narrados, el accidente y sus consecuencias incapacitantes
para el actor debe ser reparado obligatoriamente por la Aseguradora de Riesgos del Trabajo
demandada, a los efectos de lograr la recuperación del trabajador y/o el cobro de la indemnización
correspondiente.

B) NO APLICACIÓN DE LA FORMULA BALTHAZAR O DE LA CAPACIDAD RESTANTE.

Para los casos en los cuales las causas de las incapacidades se encuentren necesariamente vinculadas
entre sí, y que la sumatoria de ellas sea inferior al 100% de la T.O. deben sumarse los porcentuales de
incapacidad en forma aritmética. Ello de acuerdo al principio de indemnidad (art. 19 de la CN 1ª parte) a
la racionalidad jurídica (art. 19 2ª parte CN.) a la Razonabilidad del sistema art 28 CN, y
fundamentalmente al principio PROTECTORIO (art. 14 bis CN.) y al de progresividad, (art. 2.1 PIDESC,
art. 75. inc. 19 y 23 de la CN).

Así lo tiene dicho la Jurisprudencia de la Excma. Cámara Nacional del Trabajo, a través de la Sala V, en
autos "Rivello, José c. Autolatina Argentina S.A." 15/3/95."Resulta errada la aplicación de la llamada
formula "Balthazar" o de "incapacidad residual" ya que esta debe utilizarse únicamente para los casos en
los cuales la suma aritmética de los grados parciales de incapacidad sea superior a 100%"

Otro concepto de peso suficiente para sustentar este planteo es que los porcentajes establecidos por el
perito corresponden a secuelas de un mismo hecho traumático (el accidente sufrido por el actor) que
conforman un cuadro de déficit de aptitud laboral que solo puede fijarse adecuadamente con la adición de
las incapacidades parciales resultantes de cada una de aquellas, en tanto no se ha invocado ni
acreditado que su aparición en el tiempo haya ocurrido en forma escalonada o sucesiva, única hipótesis
que autoriza la aplicación de la mentada fórmula para establecer la incapacidad total del trabajador (ver
sobre este aspecto, Liliana H Litterio, " Valoración de las incapacidades múltiples", DL, Erreparar- DLT -
T. VIII págs. 507/514; Sala IV CNAT 27/4/11, S.D. 95.525, "Gutiérrez, Gustavo Fabián c/ TMT Trade
Marketing Technologies SA s/ accidente - acción civil"; íd., 21/9/11, S.D. 95.752, "López, Esteban Antonio
c/ Román Servicios SA s/ accidente - acción civil" ).-

A todas luces se advierte que la cuestión de fórmula residual (Balthazar) es una cuestión por
demás subjetiva y arbitraria que responde a intereses de un determinado sector, que carece de rigor
científico.

Todo lo expuesto en los puntos precedentes, tienen fundamento también en los términos del art. 9º
PIDESC (Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales) del cual deriva el derecho
"de obtener protección, en particular contra: a) la falta de ingresos procedentes del trabajo debido a
enfermedad, invalidez [o] accidente laboral", mediante un sistema que sufrague "los gastos y la pérdida
de ingresos resultante de la lesión o condición de morbilidad", y que ofrezca "prestaciones suficientes en
forma de acceso a la atención de salud y prestaciones en efectivo para asegurar los ingresos" (Conforme
la Observación general N° 19... del Comité Interamericano de Derechos Económicos y Sociales, cit.,
párrs. 2 y 17, itálicas agregadas). Siendo estas las condiciones de su vigencia a las que alude el art.
75.22 de la C.N.

VI - INDEMNIZACION

1) Premisas de la liquidación (art. 14 LRT):

a) Edad del actor al momento del accidente (05/11/21): 42 años (Fecha Nac. 04/12/78) (Coeficiente de
edad: 1,54)
b) Ingreso Base: $88.653,30 (en la medida en que conserva solo un recibo de sueldo, se consigna al
efectivo estimativo)
c) Incapacidad parcial, permanente y definitiva estimada: 24.64 %
2) Rubros indemnizatorios:

a) Indemnización según art. 14 inciso 2) a) ley 24.557:

1,54 (coeficiente de edad) x $88.653,30 (IB) x 53 x 24,64 (ILPPD) = $1.782.921,41 (DOS UN MILLON
SETECIENTOS OCHENTA Y DOS MIL NOVECIENTOS VEINTIUNO CON 41/100)
Se deja expresa constancia que el presente cálculo es provisorio y que el ingreso base deberá ajustarse
hasta la fecha de su efectivo pago por el índice RIPTE e intereses.

VII. - INCONSTITUCIONALIDADES DE REGIMEN DE INFORTUNIOS LABORALES:


1.- Se insiste con el esquema de numerus clausus de las enfermedades profesionales y con la
obligatoriedad de los baremos. Inconstitucionalidad del art. 2 párrafo 10º de ley 27.348, art. 9º ley 26.773,
art. 6° ley 24.557 y normativa reglamentaria.
El art. 2, párrafo 10° de la Ley Nº 27.438 establece que “para todos los supuestos resultará de aplicación
lo dispuesto en el artículo 9º de la ley Nº 26773”.
Por su parte, el art. 9 de la ley 26.773 dispone que: “…los organismos administrativos y los tribunales
competentes deberán ajustar sus informes, dictámenes y pronunciamientos al Listado de Enfermedades
Profesionales previsto como Anexo I del Decreto 658/96 y a la Tabla de Evaluación de Incapacidades
prevista como Anexo I del Decreto 659/96 y sus modificatorios, o los que los sustituyan en el futuro.”
La ley 24.557 establece en su art. 6 ap. 2 a) que: “Se consideran enfermedades profesionales aquellas
que se encuentran incluidas en el listado que elaborará y revisará el Poder Ejecutivo, conforme al
procedimiento del artículo 40 apartado 3 de esta ley. El listado identificará agente de riesgo, cuadros
clínicos, exposición y actividades en capacidad de determinar la enfermedad profesional.
Las enfermedades no incluidas en el listado, como sus consecuencias, no serán consideradas
resarcibles…”
Esto significa que para determinar las incapacidades laborales se insiste en la aplicación del tan
cuestionado Decreto 658/96, cuyo listado cerrado omite los modernos criterios de medicina legal sobre la
existencia de muchas otras enfermedades, que las limitadamente reconocidas por dicho listado
contradiciendo, todos los avances científicos en materia de etiología de las enfermedades laborales. Lo
notable del caso es que se han omitido los nuevos convenios y protocolos de la OIT que han sido
ratificados por nuestro país por las leyes 26693 y 26694, sancionadas por el Congreso Nacional en el año
2011, aunque después fuera sancionada la controversial ley 26773 que contiene el artículo 9° cuya
aplicación es ratificada por la Ley 27.438. La nueva lista incorporada por los nuevos convenios de la OIT y
protocolos incluye una serie de enfermedades profesionales reconocidas internacionalmente, desde las
causadas por agentes químicos, físicos y biológicos hasta aquellas de origen respiratorio y de la piel,
trastornos del sistema osteomuscular y cáncer profesional. Por primera vez se han incluido de manera
específica en la lista de la OIT los trastornos mentales y del comportamiento. En las secciones de la
lista se incluyen además puntos abiertos en todas las secciones, que permiten el reconocimiento del
origen profesional de enfermedades que no figuran en la lista, siempre y cuando se haya establecido un
vínculo entre la exposición a los factores de riesgo que resulte de la actividad laboral y las enfermedades
contraídas por el trabajador.
Cuadra destacar que es falso que alguna patología derivada de un siniestro laboral no esté prevista en el
listado de la ley 24.557, porque el decreto 1278/00 sí prevé su inclusión. De allí que resulta improcedente
sostener que exista patología prevista en la ley 24.557 y que no deba ser resarcida, toda vez que la
misma en autos se demostrará mediante una pericia médica.
Es claro que toda patología de etiología laboral es resarcible y encuadrable en la reparación de la ley
24.557. Lo dicho es aplicable tanto a accidentes como a enfermedades profesionales.
Por todo lo expuesto, se solicita se declare la inaplicabilidad de los arts. de la ley 27.348, del art. 6 de la
LRT, su normativa complementaria, y el art. 9º de la ley 26773, en tanto establecen la obligatoriedad de la
utilización del baremo médico legal establecido a partir del dictado de los Decretos 658/96 y 659/96.
2.- La cuestión de la pericia. Inconstitucionalidad del art. 2 párrafo 12º Ley 27.348 y normativa
reglamentaria.
El mencionado párrafo establece que “En todos los casos los peritos médicos oficiales que intervengan
en las controversias judiciales que se susciten en el marco de la ley 24.557 y sus modificatorias deberán
integrar el cuerpo médico forense de la jurisdicción interviniente o entidad equivalente que lo reemplace y
sus honorarios no serán variables ni estarán vinculados a la cuantía del respectivo juicio y su regulación
responderá exclusivamente a la labor realizada en el pleito.”
La cuestión de la pericia judicial, contenida en Art 2º párrafo 12, resulta igualmente inconstitucional y
violenta el debido proceso, además de producir una afección de la división de poderes que protege la
Constitución Nacional, en particular en sus Arts 109 y 113. Por otro lado, violenta igualmente el Art 99 inc
3º, atento a que la disposición cuestionada modifica ilegítimamente a ley 18.345 que dispone
el nombramiento de peritos de oficio por parte del Juez.
Atenta contra la garantía del debido proceso contenida en pactos internacionales que conforman el bloque
normativo constitucional, - artículos 8 y 25 de la Convención Americana -, ya que como es de público y
notorio produce un indiscutible aletargamiento de las causas judiciales en el marco de la ley especial
24.557 y ley 26.773.
En la Convención Americana sobre Derechos Humanos, los artículos 8 y 25 son los que tradicionalmente
se asocian con una doctrina en desarrollo sobre garantías judiciales y protección judicial de los derechos
humanos. En sus propios términos, estos dos artículos se aplican a toda situación en que se deba
determinar el contenido y alcance de los derechos de una persona sometida a la jurisdicción del Estado
parte, ya sea que se trate de materias penales, administrativas, fiscales, laborales, de familia,
p , y q p , , , , ,
contractuales o de cualquier otra índole - CIDH Cfr. Segundo Informe de progreso de la Relatoría sobre
Trabajadores Migratorios y Miembros de sus Familias en el Hemisferio, cit., párrafo 90.
El Cuerpo Médico Forense Nacional fue creado y atiende especialmente los requerimientos de la justicia
criminal nacional y federal.
El artículo 2 del Reglamento anexo a la Acordada CSJN 47/09 establece que, salvo los magistrados del
fuero criminal, los jueces de los restantes fueros sólo “excepcionalmente podrán requerir la intervención
pericial del Cuerpo Médico Forense cuando medien notorias razones de urgencia, pobreza e interés
público debidamente acreditadas o cuando las circunstancias particulares del caso hicieran necesario su
asesoramiento”. Agregándose que en estos casos el magistrado elevará el pedido a la Cámara de
Apelaciones del Fuero respectivo mediante resolución fundada, y éstas resolverán acerca de la
procedencia de la excepcionalidad invocada, debiendo informar mensualmente a la Corte Suprema sobre
la “intervención excepcional del Cuerpo Médico Forense y la decisión que se tomó al respecto”.
La disposición del párrafo quinto del artículo segundo de la ley 27.348, va a contramano con la citada
acordada de la C.S.J.N, así como con las acordadas de la S.C.B.A, violentando como se citó el Art 113
de la C.N.
La acordada de la Corte no resulta caprichosa, o carente de fundamento, la misma apunta a no saturar el
trabajo del cuerpo médico forense en la inteligencia de no impedir su actuación, rápida, eficaz y certera
en causa criminales y federales en las que su actuación es de vital importancia para su resolución,
distrayéndolo con actividades provenientes de otros fueros, que bien pueden ser suplidas por perito
auxiliares de la justicia, seleccionados conforme reglamentos establecidos por los propios tribunales
supremos y que resultan imparciales a las partes y al proceso, no comprometiendo las garantías
constitucionales de los contendientes.
En otras palabras la intervención obligatoria de los peritos de la asesoría pericial en todas las causas
que refieran a cuestiones regidas por las leyes 24.557 y 26.773, producirá una demora innecesaria en la
buena administración de justicia, ocasionando un cuello de botella que hará, que las causas laborales
puedan resultar cuasi interminables, por la sola falta de la pericia médica, indispensable para resolver el
litigio entre otras cosas porque la incapacidad determinada resulta fundamental para calcular el monto
indemnizatorio que le corresponde al actor. (Art 14, 15 y ss Ley 24.557).
El derecho a la protección judicial, que contemplan los tratados internaciones con jerarquía constitucional
y el Art 14 bis de nuestra C.N. exige que los tribunales dictaminen y decidan los casos con celeridad,
particularmente en casos urgentes. No queda ninguna duda que el deber de conducir un procedimiento en
forma ágil y rápida corresponde a los órganos encargados de administrar justicia, y en consecuencia
la determinación del Art 2º párrafo 5º de la ley 27.348, importa una intromisión prohibida del poder
ejecutivo en las facultades y prerrogativas que son propias del poder judicial.

3.- inconstitucionalidad Resolución SRT 298/17: su inconstitucionalidad por vicios en su creación y por
oposición al principio de jerarquía normativa.
Cabe señalar que la potestad de dictar reglamentos de ejecución es privativa del Poder Ejecutivo
Nacional, como directa derivación del artículo 99 inc. 2° de la Constitución Nacional. No cabe su
delegación en estamentos inferiores. Ni siquiera a través de una ley, como en el caso la ha hecho la ley
27.348 en el segundo párrafo del art. 3.
Señala Gordillo que: “La facultad de dictar reglamentos de ejecución está otorgada principalmente al
Poder Ejecutivo y sólo en forma limitada al Jefe de Gabinete. No corresponde admitir su delegación a
niveles inferiores de la organización jerárquica de la administración central. Sólo por excepción
puede admitirse esa facultad, de manera limitada, en las entidades descentralizadas que sean
autoridades administrativas genuinamente independientes”. (Agustín Gordillo, “Tratado de Derecho
Administrativo, tomo I, capítulo VII pág. 44, pub. en www.gordillo.com).
La Superintendencia de Riesgos del Trabajo es una entidad autárquica pero que funciona en la
jurisdicción del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de la Nación (art. 35 de la ley 24.557). Mal pudo
entonces el P.E.N. (el dictar el Decreto 54/2017) delegar en ella la facultad de dictar el reglamento de
ejecución, plagado de inconsistencias (Presumimos que el hecho que el reglamento de ejecución
provenga de la S.R.T, y no del P.E.N., obedece a que originariamente fue redactado en relación al decreto
54/2017, de efímera vigencia.). Y tanto menos pudo el Poder Legislativo ratificar posteriormente este
despropósito.
Entre algunas de esas inconsistencias, podemos mencionar que la resolución 298/2017 de la
Superintendencia de Riesgos del Trabajo establece con notoria ausencia de rigor en materia de técnica
legislativa un procedimiento ante las Comisiones Médicas que sustituye a las previsiones del decreto
717/96 “en la medida que se opongan a lo dispuesto en la presente” (Tan ambigua forma
de reglamentación sólo puede dar pie a conflictos interpretativos, derivados de la amplitud en la colisión
normativa genérica a que refiere la norma). Resulta obvio que una resolución de la S.R.T. no puede
derogar un reglamento dictado mediante decreto del P.E.N, puesto que ello importa conculcar el principio
de jerarquía normativa previsto en el artículo 31 de la Constitución Nacional. Este principio establece que
entre las normas jurídicas hay una gradación, pudiéndose hablar de normas fundamentales y normas de
segundo grado. Por su aplicación una norma no puede contradecir ni oponer los mandatos de otra de
rango superior.
En nuestro ordenamiento jurídico el principio de jerarquía normativa se traduce en la superioridad de la ley
y de las normas con rango de ley por sobre las normas administrativas, y dentro de éstas últimas, los
decretos dictados por el PEN están por sobre otras normas de inferior jerarquía (resoluciones,
decisiones, instrucciones, etc.).
La resolución que analizamos exorbita las facultades de la SRT, en tanto pretende derogar un decreto
dictado por el Presidente de la Nación. En consideración de tan alarmantes atropellos al texto
constitucional, solicitamos que decrete la inconstitucionalidad de la resolución en trato y la nulidad de todo
lo actuado en el marco del procedimiento de determinación de la incapacidad de mi mandante, en tanto
se sustente en el inconstitucional marco procedimental dictado por la SRT.

VIII.- INCONSTITUCIONALIDAD DEL ART. 12 DE LA LEY 24.557 Y RESOLUCIÓN SSN N°


1039/19. SOLICITA SE ACTUALICE EL CAPITAL EN FUNCIÓN DEL INDICE DE PRECIOS AL
CONSUMIDOR Y/O ÍNDICE MÁS BENEFICIOSO AL TRABAJADOR.
El texto del artículo 12 de la LRT, en su redacción actual introducida por la modificación del DNU
669/2019 determina: "1. A los fines del cálculo del valor del ingreso base se considerará el promedio
mensual de todos los salarios devengados -de conformidad con lo establecido por el artículo 1° del
Convenio N° 95 de la OIT- por el trabajador durante el año anterior a la primera manifestación invalidante,
o en el tiempo de prestación de servicio si fuera menor. Los salarios mensuales tomados a fin de
establecer el promedio se actualizarán mes a mes aplicándose la variación del índice Remuneraciones
Imponibles Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE), elaborado y difundido por el MINISTERIO DE
SALUD Y DESARROLLO SOCIAL."
Corresponde el reproche de inconstitucionalidad del art. 12 de la ley 24.557 por cuanto la aplicación del
ingreso base a los fines del cálculo de la indemnización por accidente al que alude la norma en cuestión,
sobre al cual se deben tomar las doce remuneraciones anteriores al siniestro, resulta notoriamente inferior
a la remuneración que el trabajador accidentado percibirá al momento de percibir la indemnización.
Resulta ajustado a derecho computar en el momento que la virtualidad jurídica de la “compensación”
produce sus efectos y se convierte en realidad, es decir cuando el trabajador percibe efectivamente la
indemnización, momento en el que por primera vez va a disponer de ese dinero.
Por su parte, el día 12 de noviembre de 2019 la Superintendencia de Seguros de la Nación dictó la
resolución 1039/2019, ello en función del art. 2 del Decreto 669/19 que determinaba que la SSN dictaría
las normas aclaratorias y complementarias del art. 12 de la ley 24.557 y sus modificaciones.
Dicha resolución estableció que el Valor Mensual del Ingreso Base devengara “un interés equivalente a la
sumatoria de las variaciones del Remuneraciones Imponibles Promedio de los Trabajadores Estables
(RIPTE) a partir de la fecha de la primera manifestación invalidante y hasta la fecha de cálculo de la
reserva”.
La norma establece también que el “interés devengado se calculará de forma simple, sumando las
variaciones diarias del RIPTE (Remuneraciones Imponibles Promedio de los Trabajadores Estables)
correspondientes a la cantidad de días transcurridos entre la fecha de la primera manifestación
invalidante y la fecha de cálculo de la reserva o la fecha en que deba realizarse la puesta a disposición de
la indemnización según sea el caso”.
Tal como refiere Horacio Schick, al sumar en forma directa las variaciones del RIPTE se aplica como si
fuera una tasa diaria de interés y no un ajuste RIPTE entre los dos índices de las fechas que correspondan
entre la de la manifestación de la dolencia y el pago de la reserva o fecha de la liquidación, según el caso.
La RESOLUCIÓN 1039/2019 de la SSN modifica el espíritu del texto del DNU 669/2019, ya que el modo
de cálculo de la SSN no refleja el texto del Decreto 669/2019 y destruye el significado del índice. La tasa
de interés que arroja el cálculo diario y su adición aritmética es mucho más reducida que el texto
originario del decreto y reduce de manera abusiva la indemnización.
Asimismo, la resolución 1039/19 es claramente inconstitucional ya que la delegación legislativa solo
puede efectuarse a favor del presidente de la Nación, aunque no a los ministros ni a organismos
administrativos (Bidart Campos, German J. Manual de la Constitución Reformada, tomo III, p.247 Ed.
Ediar 1999), así como también por exceder la facultad conferida por el art. 2 del Dto. 669/19 e implicar un
exceso reglamentario de la SSN.
Todo exceso reglamentario violatorio de la ley que reglamentan es siempre inconstitucional. El control
judicial de razonabilidad en términos de proporcionalidad entre la Ley objeto de Reglamentación y la
respectiva normativa Reglamentaria, debe determinar si la competencia que el artículo 99, inciso 2 de la
C.N. es ejercida dentro de los límites. Si un reglamento, como el impuesto por estas normas
reglamentarias, altera el espíritu y la letra de la ley entonces el mismo resulta inconstitucional.
Por lo expuesto, esta parte deja también planteada la inconstitucionalidad de la RESOLUCIÓN
1039/2019 de la SSN en tanto a que incurre con claridad en un caso de exceso reglamentario
modificando en forma inconstitucional el DNU 669/2019, afectando el principio de legalidad y provocando
claros perjuicios a las víctimas de accidentes de trabajo. Esta norma reglamentaria pretende reducir y
pulverizar el valor real de la indemnización y favorecer a la acumulación financiera de las ART. Por ello, al
interpretar y definir de un modo menos protectorio, para las víctimas de accidentes de trabajo, constituyen
normas modificatorias de la ley 24557, contradiciendo el propio mensaje del Poder Ejecutivo e incurre en
un exceso reglamentario contrario al texto de la ley. Su resultado es pulverizar, destruir el valor real de la
prestación dineraria de la Ley 24557.
En tales condiciones, solicito que el capital histórico sea actualizado por el índice de Precios al
Consumidor (IPC) con más un interés del 8 a 12% anual. En efecto, calcular el I.B.M. en función de las
doce remuneraciones percibidas por el trabajador anteriores a la fecha del accidente, aun siendo
ajustada por “RIPTE” conforme lo establecido en la ley 27.348, no llega a equiparar lo que el trabajador
debería percibir teniendo en cuenta los índices inflacionarios de los últimos años, resultando confiscatorio
de la indemnización del trabajador y en consecuencia afectando su derecho de propiedad amparado en
el artículo 17 de la Constitución Nacional y tratados internacionales con jerarquía constitucional.
Es por lo manifestado que se solicita se realice la actualización del monto de condena con el índice de
precios al consumidor publicado por el Indec, más una tasa pura de interés compensatorio de 8 a 12 %-.
La jurisprudencia así lo ha entendido:
“El caso que nos emplaza presenta la particularidad de que el transcurso del tiempo y las variaciones que
ese devenir, ligados a la economía local, han producido un deterioro en el valor del resarcimiento. En tal
comprensión, la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en la causa “Castillo Juan Norberto c/ Provincia
ART s/ Accidente Ley Especial, publicado en Fallos: 342: 227, de fecha 12/03/2019”, tuvo oportunidad de
expedirse sobre un planteo que guarda cierta similitud al presente, en el cual se remitió al dictamen de la
Procuración General de la Nación, y así desestimó el recurso deducido contra la sentencia de la Sala IV
de esta Cámara que había declarado la inconstitucionalidad de los artículos 12 y 14, inciso 2, apartado b).
Desde esa perspectiva, en el precedente invocado, se desestimó la tacha de arbitrariedad de lo decidido
“(…) toda vez que la alzada… fundó la declaración de inconstitucionalidad del artículo 12 de la ley 24.557
en que el mismo sujeta el valor mensual del ingreso base a las remuneraciones devengadas en el año
anterior a la primera manifestación invalidante, lo cual ocasiona un evidente perjuicio al beneficiario al
resultar insuficiente la reparación en relación al daño sufrido…” (de los fundamentos del dictamen de la
P.G.N. a los que remite la Corte Federal). En razón de lo hasta aquí expuesto, la última remuneración
publicada al presente, cfr. el CCT aplicable, es de $77.984, suma que considero ajustada en la especie.
La evidente diferencia entre dicha cuantía, y el IBM determinado en grado de $4.960,96 revela que los
salarios del trabajador han ido modificándose por “…la movilidad que sufrieron los valores de la economía
y las retribuciones en general como consecuencia del ya mencionado deterioro del valor de la moneda.
En ese marco, calcular la indemnización por incapacidad permanente con base en un valor salarial irreal
violaría los objetivos de la propia ley 24557 de reparar las consecuencias de las contingencias por ella
cubiertas y más aún el mandato del art. 14 bis de la Constitución Nacional de proteger el trabajo en todas
sus formas, exigencia perfectamente aplicable en materia de infortunios derivados de accidentes de
trabajo” (cfr. esta Sala, in re “Baldomero Robles c/ Asociart SA ART s/accidente-ley especial, SD 90596
del 17/4/2015)… En función de ello, la reparación por la incapacidad laboral permanente asciende a la
suma de $987.167,72 [($77984 × 53 × 17,76% × 65/58) acrecido en un 20%], suma a la que deberá
adicionarse un interés puro del 6% anual desde el 01.09.2015 hasta la fecha del dictado de la presente y,
en adelante, la tasa establecida en el acta 2658/2017 hasta la fecha del efectivo pago” (“PENA JORGE
LUIS C/ PROVINCIA ART S.A. S/ ACCIDENTE LEY ESPECIAL” -Expte N° 16045/2016, CNAT SALA
I,24/06/2022).
“Sentado ello y en lo que respecta a los intereses, con el fin de mantener el valor adquisitivo de los rubros
que son objeto de sentencia condenatoria, aplicaré la tasa de interés nominal anual para préstamos
personales libre destino del Banco Nación para un plazo de 49 a 60 meses y a partir de su última
publicación la tasa del 36% anual (cfr. Actas C.N.A.T. 2601 del 21/05/14 y 2630 del 27/04/16) y desde el
01/12/17 la tasa activa efectiva anual vencida, cartera general diversa del Banco Nación (cfr. Acta C.N.A.T.
2658 del 08/11/17), por interpretar que la aplicación de dicha tasa, sumada al sistema de capitalización
previsto por el art. 770 inc. b) del Código Civil y Comercial de la Nación, configura una compensación
suficiente de la depreciación monetaria y de la privación del capital. Así lo ha entendido, por mayoría y con
criterio unificador, la Excma. Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo, mediante Acta 2764 del
07/09/22, al acordar: “Mantener las tasas de interés establecidas en las Actas CNAT Nros. 2601/14,
2630/16 y 2658/17, con capitalización anual desde la fecha de notificación del traslado de la demanda”,
ello sin perjuicio de las facultades jurisdiccionales que confiere el art. 771 Cód.Civ.Com. para aquellos
casos en que el resultado de la capitalización arroje resultados desproporcionados. En tal sentido y a fin
de evitar dilaciones y debates en la etapa de ejecución en torno a las pautas de morigeración, he de
considerar como pauta objetiva de referencia, a los fines de una eventual morigeración (art. 771 C.C.C.),
el capital histórico actualizado por el Indice de Precios al Consumidor (IPC) con más un interés del 6%
anual, extremo que deberá invocar y demostrar (con la liquidación respectiva) el obligado al pago, frente a
la intimación de pago que se curse en la oportunidad del art. 132 de la L.O.(Expte. Nº CNT 42701/2018
Autos: “Saldaña, Gabriela Mabel c/ Provincia ART S.A. s/ Accidente – Ley Especial. Juzgado de trabajo
N° 4”
Finalmente, en un país como el nuestro con graves problemas de política económica y financiera
es, me atrevo a decir, imposible, saber en el futuro qué tasa o índice puede ser el más beneficioso para el
trabajador, claramente no lo será la resolución 1039 de la SSN ya que opta por una metodología que no
capitaliza. Por tanto, considero que sería crucial que V.S tuvieran en miras al resolver, los principios
propios del derecho laboral: principio protectorio, in dubio pro-operario, principio pro hominem, que
conforme a ellos se puedan tomar decisiones respecto a las actualizaciones o intereses que en el
momento resulten más beneficiosas al sujeto de preferente tutela y a la realidad socio-económica del
país.
Por tanto, se solicita que en caso de decidir que se aplique la actualización del IBM mediante el
RIPTE 669/2019 -actual redacción del art 12 de la Ley 24.557-, índice que representa la evolución de los
salarios a valores actuales, se le adicione una tasa pura de interés compensatorio de 8 a 12 %, a fin de
compensar la falta de disponibilidad del capital, ya que al actualizar el ingreso base y, siendo que la ley
carece de una regulación específica sobre intereses compensatorios, los que de acuerdo con el art. 767
del CCyCN si no fueren acordados por las partes, ni por las leyes, la tasa de interés compensatorio
puede ser fijada por los jueces. Al ser el interés compensatorio aquel que tiene lugar por la privación del
uso del dinero en una determinada cantidad de tiempo, su aplicación iría desde la PMI hasta el momento
del efectivo pago.
En atención a que la norma ha buscado conservar el valor del ingreso base tal como surge de los
considerandos del DNU 669, si creemos que los inc. 1 y 2 del art 12 establecen modos de actualización
de la base de cálculo, sería lógico establecer una tasa pura de interés compensatorio anual.
Este criterio sobre la actualización del ingreso base del inc. 2 ha sido plasmado en un reciente fallo
de la Sala III de la CNAT en el voto de la Dra. Cañal, autos: “Janiewicz Javier c/ Provincia ART SA s/
accidente Ley Especial”, donde al hacer referencia al art 11 de la ley 27348, considera que se confunde el
instituto de la actualización con los intereses, definiendo al interés como un efecto sancionatorio por la
falta de pago tempestivo de las sumas adeudadas y a la actualización como aquel método que pretende
mantener el valor adquisitivo del capital por el transcurso del tiempo que se ve afectado por depreciación
monetaria, siendo claro que la ley lo que se propuso es mantener actualizados los montos, en este
razonamiento, es evidente que la LRT carece de un interés compensatorio, que los jueces deben aplicar
en sus decisorios, en igual sentido encontramos el precedente “Medina Lautaro c/ Provincia ART SA s/
Recurso Ley 27.348”, en el cual conforme el voto del Dr. Catani, los incs 1 y 2 del art 12 analizado
comprenden una actualización del ingreso base, siendo necesario establecer un interés compensatorio
adicional.
IX.- SE DECLARE INSCONSTITUCIONALIDAD ART 730 CCyCN:

Dicha normativa establece un tope a las costas que debe afrontar la condenada en juicio, del 25%, sin
incluir los honorarios de la vencida. Ello afecta y violenta los derechos constitucionales consagrados en
los artículos 14 bis y 17 de la Constitución Nacional de esta parte.
La pretendida aplicación del tope de imposición de costas, implicaría una merma de los honorarios
regulados a los letrados, por ende, de los ingresos de cada profesional, de carácter alimentario, ello
atentando claramente contra el derecho de propiedad.
Si esos honorarios fueron regulados como consecuencia de parámetros legales objetivos (ley de arancel
con escalas de orden público), cuáles podrían ser las razones para que una porción de ese salario no se
abone y parte de la tarea se convierta en gratuita (Ure, Carlos Ernesto, “La Corte y el tope del 25%....”,
L.L., t. 2009-F, pág. 95). Maxime cuando la persona condenada al pago, ha sido vencida en el proceso,
justamente por las labores desplegadas por el profesional/es que han intervenido en el pleito.
“El crédito por honorarios está amparado por el derecho constitucional a la justa retribución por el trabajo
personal (artículo 14 bis de la Constitución Nacional; CS, Fallos 293:239 cons, 7 in fine) y es, por ende, de
carácter alimentario (CS Fallos 294:434 cons. 10)." (Cám. Nac. Apel. Civil, Sala J. Sentencia C 087751,
autos “Municipalidad Ciudad de Buenos Aires c/ Pérez, Jesús Alfredo s/ sumario”, 20/11/90).
Aun más, creemos necesario traer a colación un fallo de la Sala II de la CNAT (Expte 10235/2018,
AUTOS: SANTA CRUZ, ELDA JUANA c/ PROVINCIA ART S.A. s/ACCIDENTE - LEY ESPECIAL, fecha:
03/11/22) que ejemplifica detenidamente las injustas situaciones que se producen a causa de su
aplicación, y los motivos por los cuales corresponde declarar la inconstitucionalidad del límite de costas:
“Atendiendo el monto resultante del pleito más intereses por la suma de $1.233.286,60 (conforme la
liquidación aprobada del 25/9/2021) y considerando los honorarios regulados a la parte actora y al perito
médico por las sumas de $642.162 y $248.900 –respectivamente- cabe concluir que por aplicación de la
limitación establecida en la norma cuestionada existe una importante mengua entre lo que pretende
abonar la condenada y la suma total adeudada en concepto de costas; y que si dicha mengua debiera
soportarla la parte vencedora, debería resignar gran parte de la reparación del daño sufrido en un
infortunio laboral. Ello así por cuanto, tomando el capital más intereses fijados –conf. la liquidación
aprobada por la suma de $1.233.286,60.-; las costas comprensivas de los honorarios de la
representación letrada de la parte actora ($642.162) y del perito médico ($248.900) que equivalen a la
fecha de la liquidación aprobada a la suma total de $891.062 y, que el límite del 25% en el pago de las
costas de primera instancia a cargo de la condenada representa, en concepto de honorarios de la parte
actora la suma de $221.991,58 más la suma de $86.330,06 para el perito médico; arrojando un total de
$308.321,64; veremos que existe un remanente de $544.620,42 -$891.062 menos la suma de
$308.321,64-. Ese saldo impago por la obligada, corresponde que sea abonado -en principio- por la
parte actora hasta la suma de $420.170,42 ($642.162 menos $221.991,58) por el saldo de honorarios
correspondientes a su letrado y hasta $124.450 (equivalente al 50% -por aplicación del art. 9 de la ley
24.432- corresponden al médico) por los correspondientes al perito interviniente. De tal modo la
trabajadora deberá soportar el pago de $544.620,42 mientras que la demandada vencida solo se haría
cargo de $308.321,64 por imperativo del límite impuesto. Vemos que así se produce una traslación del
61,11% del total de los costos del juicio a la vencedora, lo que a su vez implica una afectación indirecta
del importe creditorio del orden del 44,16% ($1.233.286 x 44,16% = $544.619,09).”
El ejemplo es sumamente ilustrativo. Y se demuestra así, el enorme perjuicio generado. No solo al actor
trabajador, quien deberá afrontar el pago de lo que la ART no abona, pero directamente también a los
letrados de la parte trabajadora, generándose así una clara discriminación respecto de los honorarios de
los letrados de la empresa vencida. De este modo, se viola no solo el derecho de propiedad, sino el de
igualdad, consagrado constitucionalmente.
Pero siguiendo con el precedente mencionado anteriormente, se dijo que:
“… no sólo que los costos que irrogó el presente proceso no podrían disminuirse pues se observa en
autos que las pericias realizadas fueron absolutamente necesarias atento la negativa de la ART a
reconocer la incapacidad padecida por la actora como consecuencia del accidente de trabajo sufrido, en
tanto su postura procesal fue desde el inicio la de negar los hechos de la demanda incoada por la
trabajadora, e incluso luego de la condenada en primera instancia apelar la misma…”
Y se citó otro muy acertado fallo de la Sala I de Rosario:
“….por el contrario, la Aseguradora de Riesgos del Trabajo ciertamente no tendrá reparos en no cumplir
con las obligaciones que la LRT pone a su cargo y para las cuales el empleador abona una prima, en
tanto le resultará mucho más barato transitar un pleito durante años con la inflación que padecemos, a
sabiendas de que aún en el supuesto de resultar vencida y condenada en costas, sólo deberá abonar un
porcentaje mínimo de las mismas. Y justamente por ello tampoco resulta cumplida la finalidad mencionada
por la Corte de Página 7/11 "morigerar los índices litigiosos, asegurando la razonable satisfacción de las
costas del proceso judicial por la parte vencida, sin convalidar excesos o abusos" ("Latino"), por cuanto
justamente la ART perdidosa y condenada sale beneficiada al abonar sólo un porcentaje mínimo de los
gastos causídicos, y en cambio se convalida un exceso y abuso sobre la parte más débil de la relación y
quien justamente debió recurrir a la justicia ante el incumplimiento de la aseguradora...”
Por lo expuesto, solicitamos se declare la inconstitucionalidad del art. 730 CCyCN, en virtud de la colisión
con los derechos garantizados constitucionalmente.

X.- PRUEBA:
Como prueba ofrecida por mi mandante, se ofrece la siguiente:

1) DOCUMENTAL: Se acompaña:

a) Acta Poder
b) Copias de acto de homologación en dos (2) fs.

2) INTIMACIONES QUE SE SOLICITAN

INTIMACIONES Y EXHIBICION DE DOCUMENTACION POR PARTE DE LA DEMANDADA (arts. 387 y


388 del CPCCN): Solicita se intime a la demandada en los términos y bajo los apercibimientos
dispuestos en los arts. 387 y 388 CPCCN para que acompañe:
a- Exámenes preocupacionales de rigor realizados al actor.
b- Constancia y/o certificado en originales de la denuncia del empleador y/o del actor relativo al accidente
de trabajo objeto de autos.
c- Toda otra documentación emanada y/o suscripta por parte del empleador y/o del actor en poder del
empleador y/o de la ART y que esté relacionada la enfermedad profesional de autos.
d- Copia de historia clínica de sus prestadores médicos, así como toda documentación en su poder
relacionada con el siniestro del actor.

3) DESCONOCIMIENTOS: Desde ya se desconocen e impugnan todos los documentos y/o


documentación que se pretenda atribuir a mi mandante y que no sean objeto de expreso reconocimiento
tanto en su firma como contenido.

4) INFORMATIVA: Se solicita se ordene librar los siguientes oficios conforme el art. 398 CPCCN y de
acuerdo a la ley 22172:

A la Administración Federal de Ingresos Públicos, con domicilio en Hipólito Yrigoyen 370 de Capital
Federal, a fin de que informe la totalidad de las remuneraciones sujetas a aportes y contribuciones
correspondientes al actor abonadas por su empleador durante los últimos doce meses anteriores al
acaecimiento del siniestro.

A la Superintendencia de Riesgos del Trabajo, con domicilio en Bartolomé Mitre 751 de Capital Federal,
a fin de que acompañe el expediente administrativo SRT N° 34870/22.
5) PERICIAL: Se designen peritos de oficio en las siguientes especialidades:

PERITO MEDICO LEGISTA: Se solicita se designe Perito médico legista, a fin de que se expida sobre
los siguientes puntos de pericia:
Describa las lesiones sufridas por el actor a consecuencia del accidente denunciado en autos.
Determine el carácter de gravedad de las lesiones, expláyese al respecto de si existe nexo de causalidad
entre las lesiones sufridas y el mecanismo de producción descripto por el actor
Describa los tratamientos a los que el actor ha sido sometido
Indique tiempo de convalecencia e incapacidad permanente y transitoria, total o parcial sufrida por el
actor
Determine la incapacidad parcial y permanente sufrida por el actor, graduándola porcentualmente según
Baremos de práctica. Estime asimismo la incapacidad que se deberá sumar conforme los factores de
ponderación: tipo de actividad, posibilidades de reubicación laboral, dificultad en las tareas, edad, etc.
Determine si debió y deberá someterse a tratamiento de rehabilitación, indicando tiempo y frecuencia del
mismo
Indique si el trabajador recibió prestaciones en especie (art. 20 LRT) por parte de su ART. En caso
afirmativo señalará si las mismas fueron otorgadas en tiempo oportuno de conformidad a las patologías
que sufrió la parte actora y si fueron otorgadas de manera correcta de acuerdo al standard de un buen
médico de conformidad a la patología que presenta la parte actora
Especifique si con el tipo de lesión sufrida por el actor existen o disminuyen las posibilidades de sortear
un examen preocupacional con éxito para tareas laborales.
Señalará si se ha configurado incapacidad parcial y permanente conforme el baremo que elija.
Informa cuál, a su criterio, es el baremo que mejor se adapta al caso.
Dificultad para realizar sus tareas habituales
Edad del damnificado a la fecha del hecho
Posibilidades de reinserción, recalificación o reubicación laboral del actor.

PERICIAL PSICOLOGICA:
Describa cuál es la repercusión psíquica actual del actor en relación al accidente en la actualidad
Describa cuál es el estado psíquico al momento del examen, su diagnóstico psicopatológico, su
necesidad de tratamiento
Determine la incidencia de las secuelas psíquicas actuales en la vida personal, de relación y en su actitud
en el trabajo, indicando tipo (carácter y grado) y porcentaje de incapacidad teniendo en cuenta la edad y
el momento vital del actor
Especifique el Perito el baremo utilizado al momento de calcular la incapacidad
Realizará test psicológicos que le permitan en forma adecuada caracterizar un eventual cuadro
psicopatológico y describirá si existen factores inherentes al propio individuo como edad, sexo,
traumatismos previos, personalidad que determinen la evolución del eventual síndrome.
Indicará si el actor debe someterse a un tratamiento psicoterapéutico a fin de restablecer su equilibrio
psíquico
Informará si el actor presenta incapacidad psíquica parcial y permanente derivado del hecho por el cual se
reclama.

PERICIAL CALIGRAFICA (en subsidio): Para el supuesto que la parte contraria agregara instrumentales
que denunciara pagos efectuados con relación a los rubros indemnizatorios que se reclamen o, cualquier
otra documental que fragüe los intereses de la actora, y/o desconozca la documentación y/o firma que se
le atribuye, solicito se designe perito calígrafo a fin de que se expida sobre la autenticidad de las firmas
insertas en los mismos.-

XI.- DERECHO:

Fundo el derecho de mi parte en lo dispuesto por la Constitución Nacional, Tratados Internacionales con
jerarquía constitucional, la ley 24.557, a excepción de los artículos cuya reputación de inconstitucionalidad
se solicita se declare, ley 26.773, normativa procesal aplicable según la ley del fuero (ley 11.653 y modif.),
jurisprudencia y doctrina aplicable al caso, y en las demás citas efectuadas en el curso del presente.

XII.- AUTORIZACIONES:

Solicita se autorice en forma conjunta o indistinta a la presentación de esta demanda, compulsa del
Expediente, retiro y diligenciamiento de copias, cédulas, oficios, mandamientos, testimonios, exhortos,
desgloses, y cualquier otra diligencia procesal para la tramitación del presente y prosecución de la causa,
a las siguientes personas: al Dr. Ignacio Baltasar Marín, a la Dra. Florencia García Castelli, a la Dra. Clara
de ESTRADA, a la Dra. Maricel Florencia Vaca, al Sr. Andrés BAYONA y/o quienes ellos designen.-
XIII.– RESERVA DEL CASO FEDERAL

Para el caso en que se vieran violadas las garantías constitucionales del actor en el presente proceso, se
plantea la reserva del caso federal, conforme lo prescribe el art. 14 de la ley 48.

XIV.- PETITORIO:

Por todo lo expuesto, a V.E. se solicita:


1) Se me tenga por presentado, por parte a tenor del acta - poder acompañado, por denunciado el
domicilio real y constituido el domicilio legal indicado
2) Se agregue la documentación acompañada
3) Se tenga presente la demás prueba ofrecida y se ordene su producción
4) Se ordene correr traslado de la demanda y prueba acompañada por el término y bajo
apercibimiento de ley
5) Se tengan presentes las autorizaciones conferidas solicitadas
6) Por presentada la reserva del caso federal
7) Oportunamente se dicte sentencia haciendo lugar a esta demanda en todas y cada una de sus
partes y se condene a la parte demandada al íntegro pago del capital reclamado y/o lo que en más o en
menos resulte de la prueba a producirse, y/o criterio de V.E., todo ello con más los intereses, costos y
costas

Proveer de conformidad,
SERA JUSTICIA.

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Mariela Soledad Pistachia (27266365360)


Auxiliares de la Justicia (Matricula: T 4 F 341)

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