Guia Santo Rosario
Guia Santo Rosario
Guia Santo Rosario
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro. En el
nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Señor mío, Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador y redentor mío, por ser tú
quién eres y porque te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberte
ofendido. Quiero y propongo firmemente confesarme a su tiempo. Ofrezco mi vida, obras
y trabajos en satisfacción de mis pecados. Y confío en que, en tu bondad y misericordia
infinita, me los perdonarás y me darás la gracia para no volverte a ofender. Amén.
• Padre nuestro
• 3 avemaría
• Gloria
• Padre Nuestro
• 5 misterios
MISTERIOS PARA CADA DIA
"Entonces María dijo: He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra" (Lc 1,38)
Dios escoge por Madre a María, una jovencita de Nazaret, pura, santa, humilde y adornada de
todas las virtudes. ¡Qué poco caso hace Dios de las grandezas humanas!
Procuraré ser limpio de corazón para agradar a Dios. Mantendré mi pureza y me impondré una
fecha fija para mi confesión sacramental.
"Y María dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre" (Lc 2,
7)
Jesús nos da un ejemplo de humildad contra la vanidad y soberbia de la vida; de pobreza contra
el hambre insaciable de riquezas; de mortificación contra el desmesurado afán de delicias.
Prometo llevar con resignación las penas, incomodidades y tribulaciones que deba sufrir, por
amor a Jesús que quiso sufrir por mi desde el momento de Su nacimiento.
"María y José llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarlo al Señor" (Lc 2,22)
¿Por qué nos excusamos con tanta facilidad cuando se trata de cumplir con nuestros deberes ?
Cumpliré con mis obligaciones sin rebeldía, considerándome criatura de Dios. Acataré las leyes
de la Iglesia de Jesucristo, a la que pertenezco.
"Después de tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los doctores." (Lc 2,
46)
La Sagrada Familia fue al Templo según su costumbre. ¿Tenemos nosotros esta costumbre de ir
al Templo por lo menos los días mandados? Encontraron a Jesús en el Templo donde se quedó
para demostrar que los hijos tienen voluntad de seguir su vocación y que los padres no deben
oponerse a ella.
Guardaré siempre el respeto al Templo, Casa de Dios. Procuraré ayudar a los demás a tener
devoción a la Iglesia.
MISTERIOS LUMINOSOS
(JUEVES)
"Tenía Jesús al comenzar su vida pública, unos treinta años. Por aquellos días, como todo el
pueblo se bautizaba, vino Jesús desde Nazaret de Galilea al Jordán para ser bautizado por Juan.
Y he aquí, que estando Él en oración, se abrió el cielo, bajó el Espíritu Santo en forma de paloma
se posó sobre Él, y se oyó una voz del cielo que decía: Este es mi hijo muy amado
escúchenlo"(Lc. 3, 21-23; Mt. 3,13)
"Se celebraba una boda en Caná de Galilea, y estaba allí la madre de Jesús. Fueron invitados
también a la boda Jesús y sus discípulos. Y como faltaba vino, María le dijo a Jesús: “No tienen
vino". Respondió Jesús: "¿Qué nos va a ti y a mí? Además, no ha llegado mi hora". Pero la
madre dijo a los que servían: "Haced lo que Él os diga".
Había colocadas seis tinajas de piedra y Jesús les dijo: "Llenen de agua las tinajas" Y les dice:
“llévenlo al maestresala" Cuando éste gustó el vino dijo: "Todo hombre pone primero el vino
bueno y cuando ya han tomado el peor, pero tú has guardado el mejor vino hasta ahora".(Jn 2,
2-11)
"Jesús comenzó a predicar la Palabra de Dios y decía: “Se cumplió el tiempo y ha llegado el
reino de Dios: arrepentíos y creed en el Evangelio" Y su fama se extendió por toda la región.
(Mt. 4, 13-17 Mc. 1,15 Lc 4,15)
4° La Transfiguración
"Tomando Jesús a Pedro, Santiago y Juan, subió a un monte a orar. Mientras oraba su rostro se
transformó, su vestido se volvió blanco y resplandeciente, y Moisés y Elías hablaban con Él.
Pedro le dijo a Jesús: Maestro ¡qué bien se está aquí! Hagamos tres tiendas: una para ti, otra
para Moisés y otra para Elías. Mientras decía esto, apareció una nube que los cubrió y salió una
luz que decía: "Este es mi hijo elegido, escuchadle". (Lc. 9, 28-36)
5° La Institución de la Eucaristía
"Cuando llegó la hora, se puso a la mesa con sus discípulos y les dijo: "Ardientemente he
querido comer esta Pascua con ustedes antes de padecer, porque no la comeré más hasta que
sea cumplida en el reino de Dios. Tomando el cáliz, dio gracias y dijo: tomen y beban todos de
él, porque éste es el cáliz de mi sangre que será derramada por ustedes. Después tomó el pan,
dando gracias lo partió y se los dio diciendo: Este es mi cuerpo que será entregado por ustedes.
Hagan esto en memoria mía." (Lc. 22, 14-23)
Misterio de Dolor: martes y viernes
Jesús no tenía la necesidad de orar; pero quiso hacerlo para enseñarnos qué tanto necesitamos
hacerlo. Hemos de orar para no caer en la tentación, y si caemos, levantarnos del pecado.
Me propongo hacer oración al despertar, antes de dormir y antes de mis actividades más
importantes.
2º La flagelación de Jesús.
Jesús quiso padecer la flagelación para la expiación de los pecados de deshonestidad que
marchitan tantas flores juveniles, que roban la salud a tantos cuerpos y que ocasionan la
perdición eterna de tantas almas.
Huiré de todo acto y espectáculo que repugne la moral cristiana. Evitaré que los pequeños y
jóvenes vean programas deshonestos.
"Los soldados trenzaron una corona de espinas y se la pusieron en la cabeza" (Jn 19, 2)
Sí, Jesús es el rey de las inteligencias y de los corazones; Rey que redime de la esclavitud del
pecado a los individuos, a las familias, a los pueblos y a las naciones
Seguiré la doctrina de Jesús para reinar con El eternamente. Seré valiente para profesar
públicamente mi fe y para cumplir sin avergonzarme mis deberes de piedad.
4º El camino hacia el Calvario, llevando Jesús la Cruz a cuestas, por nuestros pecados.
"Y Jesús cargando su cruz, salió hacia el lugar llamado Calvario" (Jn 19, 17)
Hemos de llevar nuestra cruz, hemos de padecer tristezas y dolores. Nos será difícil caminar
entre penas y trabajos. Tendremos nuestras caídas y no nos desanimaremos. Dios lo permite
para que pensemos más en la vida eterna que nos espera. Pidámosle que no nos deje caídos.
Al sufrir alguna pena, pensaré en lo que padeció Jesús por mí y cuando sea demasiado el
sufrimiento le pediré que Él sea mi Cireneo.
"Lo crucificaron, y con él a otros dos, uno a cada lado y Jesús en medio" (Jn 19, 18)
Jesús muere por ti, mírale bien. Tiene sus manos clavadas para no castigarte y abiertas para
abrazarte. Tiene sus ojos cerrados para no confundirte y abiertos para mirarte amorosamente.
Sus labios se cierran para no clamar venganza y se abren para perdonarte.
"¿Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo? No está aquí: ha resucitado" (Lc 24, 5-6)
Jesús se apareció muy en particular a los pecadores arrepentidos como Pedro, Tomás y la
Magdalena. Se ve en esto su bondad y misericordia.
Viviré cristianamente para poder resucitar gloriosamente, recordando que una vida cristiana
culmina en una muerte cristiana.
"Mientras los bendecía se separó de ellos y fue llevado al cielo" (Lc 24, 51)
Nuestra verdadera patria no está en la tierra, sino en el cielo, donde no existen ni el dolor, ni la
tristeza, ni la enfermedad, ni la muerte. Ahí veremos a Dios, gozaremos de su presencia y
estaremos eternamente con El.
Pensando que estamos en este mundo, esperando ir a la patria verdadera, procuraré utilizar los
dones terrenales en tal forma que me ayuden a ganar el cielo.
"Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno
de ellos; quedaron todos llenos del Espíritu Santo" (Hch 2, 3-4)
No me bastará ser católico; daré testimonio de que he recibido al Espíritu Santo en el Bautismo
y lo he aceptado en plenitud en la Confirmación, practicando mi fe.
"¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!" (Lc
1, 45)
¿Nos preparamos nosotros con una vida santa para tener una muerte santa?
Pediré siempre a la Virgen Santísima en el Rosario, que sea mi abogada ante Dios en la hora de
mi muerte.
"Una gran señal apareció en el cielo: una mujer vestida del sol con la luna bajo sus pies y una
corona de doce estrellas sobre su cabeza" (Ap 12, 1)
Jesús antes de morir, nos dio a María como nuestra Madre, es nuestra abogada y medianera. Es
el refugio de los pecadores. Pongamos en ella nuestra confianza, acudamos a ella en nuestras
penas y sufrimientos.
G. Por las intenciones del Santo Padre, rezaremos un Padre Nuestro, un Avemaría y un
Gloria.
T. Gloria al Padre...
G. Dios te salve María, Hija de Dios Padre, en tus manos encomendamos nuestra fe
para que la ilumines, llena eres de gracia.
G. Dios te salve María, Madre de Dios Hijo, en tus manos encomendamos nuestra
esperanza para que la alientes, llena eres de gracia...
G. Dios te salve María, Esposa de Dios Espíritu Santo, en tus manos encomendamos
nuestra caridad para que la inflames, llena eres de gracia...
T. Dios te salve Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios
te salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y
llorando en este valle de lágrimas. ¡E a pues!, Señora y abogada nuestra: vuelve a
nosotros tus ojos misericordiosos, y después de este destierro, muéstranos a Jesús:
fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María! Ruega
por nosotros Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las divinas
gracias y promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén
Letanías
Oremos:
Te rogamos, Señor, que nos concedas a nosotros tus siervos, gozar de perpetua salud
de alma y cuerpo y, por la gloriosa intercesión de la bienaventurada Virgen María,
seamos librados de la tristeza presente y disfrutemos de la eterna alegría. Por Cristo
nuestro Señor.
Amén.
ALGUNAS JACULATORIAS