La Situación de La Educación en Bolivia

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LA SITUACIÓN DE LA EDUCACIÓN EN BOLIVIA

Introducción.-

Lamentablemente no tenemos un sistema educativo competitivo. Seguimos atrasados


en todos los temas y aspectos educativos: exactas, sociales y productivas. La
educación en Bolivia sigue basándose en gran medida en la memorización y
menos en la adquisición de habilidades. Además, sigue siendo muy autoritaria,
especialmente en las escuelas públicas. A pesar de que ya pasamos dos reformas
educativas, la ley 1565 y la ley Aveliño Siñani, en estos 30 últimos años, no hemos
mejorado casi en nada.

En todo caso, en Bolivia hay también experiencia educativas privadas e incluso


estatales que son ejemplos de esfuerzos en calidad educativa. No todo es inercia y
burocracia educativa; también hay esos esfuerzos que hacen todo lo posible por
mejorar la educación.

La educación en la actualidad.-

La educación en Bolivia 2023, consta actualmente de tres subsistemas: Sistema


formal (escuela obligatoria), Sistema de educación superior o profesional y Sistema
alternativo (educación de adultos).

En realidad, estos subsistemas difieren adicionalmente entre las instituciones


educativas privadas y las públicas, por lo que existe la posibilidad de completar toda la
carrera escolar en escuelas y universidades privadas o públicas, así como
teóricamente mixtas.

Las escuelas públicas, que representan aproximadamente el 95% de las escuelas,


son gratuitas. Sin embargo, todos ellos tienen una gran desventaja: las clases suelen
estar masificadas y los profesores están mal formados y mal pagados. La educación
en Bolivia sigue basándose en gran medida en la memorización y menos en la
adquisición de habilidades. Además, sigue siendo muy autoritaria, especialmente en
las escuelas públicas.

En el caso de las escuelas privadas (aproximadamente el 5% de todas las escuelas),


el nivel educativo de los padres, el lugar de residencia (las escuelas privadas se
encuentran sobre todo en las ciudades) y los medios económicos de la familia son casi
siempre decisivos. Las tarifas de estos colegios oscilan entre 30 dólares y 600 dólares
al mes por niño (hay colegios privados que no tienen nombre y colegios de élite como
los alemanes, franceses y americanos, así como colegios religiosos como La Salle).
Además de los costos mensuales, hay otros gastos como los uniformes, los libros de
texto y los intercambios que exigen a los padres un alto nivel de resistencia financiera.
Esto hace que la mayoría de las familias bolivianas no puedan enviar a sus hijos a una
escuela privada de este tipo.

Los colegios privados suelen estar mejor equipados que los públicos y los profesores
están mejor formados. La mayor ventaja es la reputación de una escuela privada. Los
estudiantes tienen la oportunidad de establecer redes y socializar para el futuro; al fin y
al cabo, los compañeros, que también proceden de las clases altas, también forman el
entorno social de los estudiantes.
Resultados del sistema educativo boliviano.-

Al terminar el colegio, todo el que puede permitírselo va a la universidad, lo que a su


vez crea un alto nivel de competencia en el mercado laboral. Los certificados y títulos
de graduación, así como los contactos correspondientes, valen entonces su peso en
oro. Para financiar sus estudios, los estudiantes de las universidades públicas tienen
que trabajar duro, mientras que, en las universidades privadas, las familias suelen
tener suficiente dinero para que sus hijos no tengan que trabajar.

Salidas posibles a la crisis constante de la educación.-

Hay básicamente dos salidas para garantizar la educación y la formación con igualdad
de oportunidades. O bien el Estado garantiza una educación gratuita de alta calidad
para todos, o bien asegura un aumento significativo de los ingresos mediante el
crecimiento económico y las medidas de política social, para que cada vez más
familias puedan permitirse una educación privada. El camino que quiera tomar la
sociedad boliviana decidirá, sin duda, el futuro del país en un mundo que se está
convirtiendo cada vez más en una sociedad del conocimiento y la información.

Apoyo extra escolar, como llave importante en la educación.-

Lamentablemente nuestro sistema educativo, no contempla los apoyos educativos


extra escolares, por razones económicas; pero también por ausencia de creatividad en
los centros educativos, sobre todo estatales. En el caso de los privados existen
algunos esfuerzos sobre salientes, que ayudan de sobre manera al apoyo escolar y
educativos de niños y jóvenes. Sobre todo a sectores vulnerables.

Después del Coronavirus.-

La pandemia fue un desastre total para los niños y jóvenes en edad escolar. El
resultado fue más de seis meses sin clases oficiales, escuelas privadas con escasez
de dinero y todos los estudiantes del país pasando el año escolar sin rendir. Las
clases que se graduaban recibían un título sin prácticamente ningún registro de logros.
Desde entonces, la educación cualitativamente precaria y didácticamente anticuada se
encuentra en una profunda crisis y todos los niños fueron finalmente privados de un
año escolar completo que no será recuperado. A pesar de las numerosas iniciativas,
los profesores comprometidos y las escuelas privadas pragmáticas, es casi imposible
recuperar lo que se ha perdido.

Futuro posible, sueños y retos.-

Los enormes esfuerzos que tenemos que hacer como país, para al menos igualarnos
a los países vecinos como Chile o Argentina, tienen que ser en la línea de las
enseñanzas tecnológicas, productivas y prácticas. Sin olvidar por supuestos las
humanidades y la educación por la intelectualidad, educación por las artes, por los
valores humanos que también son demasiado importantes en cualquier sociedad.

No podemos quedar atrás de lo que sucede en el mundo, con las inteligencias


artificiales, con la robótica, con las nuevas corrientes educativas que responden a los
grandes avances de la humanidad. La formación de los nuevos docentes tienen que
estar a la par de estos desafíos educativos. Tenemos que ponernos al día de las
nuevas corrientes educativas, aprender de las nuevas tecnologías para aplicar a las
realidades de Bolivia, que necesitamos en todos los campos posibles del desarrollo
productivo, científico, en humanidades, en las artes y corrientes intelectuales también.
Seguimos siendo el furgón de cola en todo el mundo, porque en lo educativo no
aterrizamos bien para despegar mejor con las nuevas generaciones.

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