El Arte de La Guerra

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El arte de la guerra es un libro escrito por el general y estratega

militar Sun Tzu hace aproximadamente 2.500 años en la antigua


China. Es un tratado sobre práctica militar y estrategia de
guerra que se fundamenta en principios de la doctrina
taoísta.

Algunas de las enseñanzas fundamentales del libro son que lo


ideal es vencer sin luchar y que la guerra se basa en el
engaño y la confusión del enemigo. Asimismo, se destaca la
importancia de saber ajustarse a las condiciones, ser capaces de
defender las ventajas, aprovechar las oportunidades y tener
claridad de visión y un sólido liderazgo.

Es considerado uno de los mejores y más vigentes libros


de estrategia militar de todos los tiempos. Sus advertencias
han tenido influencia a lo largo de la historia sobre grandes
estrategas de la guerra y la política de Oriente y Occidente,
como Nicolás Maquiavelo, Napoleón Bonaparte o Mao Zedong.

Resumen del libro


El arte de la guerra es un tratado sobre estrategia militar
dividido en trece partes, cada una de las cuales da cuenta de los
diversos aspectos y escenarios que pueden darse en un
conflicto.

Capítulo 1: La evaluación

La guerra es muy importante para el Estado y puede suponer la


vida o la muerte. Por otro lado, el conflicto determina la
conservación o la pérdida del Imperio. Por ello, es necesario
conocer bien cada detalle y saber manejar la situación.

En este capítulo, Sun Tzu habla de cinco factores fundamentales


a tener en cuenta en un conflicto: el camino, las condiciones
meteorológicas, el terreno, la autoridad o mando y la disciplina.
Estos elementos deben ser dominados por cada general si
quiere conseguir la victoria.
Asimismo, este capítulo se centra en la importancia de la
evaluación del enemigo, del cual recomienda conocer sus
fortalezas y debilidades.

Capítulo 2: La iniciación de las acciones

Este capítulo advierte de la importancia de conocer las


cantidades y el costo que va a suponer la campaña militar.

Si el objetivo principal de la guerra, la victoria, tarda demasiado


en llegar es posible que la moral decaiga y que los recursos se
agoten. Así que, de nada sirve que una campaña se alargue
demasiado en el tiempo.

Entonces, la estrategia del líder debe ser debilitar al enemigo y


desproveerlo de alimentos para suministrárselos a los suyos.

Capítulo 3: Las posiciones de la victoria y la derrota

Es importante combatir los planes del enemigo y, ante todo, no


permitir una alianza entre adversarios. La mejor estrategia de
guerra es generar impacto en un estado y no arruinarlo.

Nunca se debe atacar con cólera y con prisas. Para ello se


necesita una buena planificación y coordinación.

La estrategia es vencer sin luchar, sin asediar ciudades y no


invertir demasiado tiempo en ello. Para conseguir el éxito se
requiere atender a cinco aspectos fundamentales: el ataque, la
estrategia, las alianzas, el ejército y las ciudades.

Capítulo 4: La medida en la disposición de los medios

Es esencial tener la habilidad de asegurar la invencibilidad y


conocer los defectos del enemigo para poder derrotarlo en su
momento más débil.
Así que, es importante conocer los defectos del adversario. En
este sentido hay que preparar a los comandantes para que
establezcan una buena base de defensa y que no cometan
errores. También, hay que saber detectar las oportunidades
para derrotar al enemigo.

Capítulo 5: La firmeza

Este capítulo explica cómo todo buen líder es capaz de vencer al


enemigo si crea una percepción (fuerza del ímpetu) favorable
para su ejército. El combatiente inteligente consigue su victoria
sin recurrir a la fuerza.

De este modo, se debe fingir desorden para distraer a los


adversarios. Sin embargo, para conseguir despistar al enemigo,
antes hay que planear un orden. Solo así se puede crear un
desorden artificial. Al igual que si se quiere fingir cobardía
primero hay que conocer la valentía y, si se pretende aparentar
debilidad, antes hay que conocer la fuerza.

Capítulo 6: Lo lleno y lo vacío

Un buen guerrero hace que el enemigo llegue el último al campo


de batalla. Solo de esta forma sus combatientes estarán en una
posición descansada, mientras que los adversarios llegarán
agotados.

En la guerra hay que ser sutil, discreto y silencioso e intentar


aparecer en los lugares críticos para atacar al adversario donde
menos se lo espere.

El ejército debe aprovechar cualquier momento de debilidad del


enemigo como una oportunidad para atacar.
En una batalla solo será capaz de vencer aquel que tenga una
aptitud favorable al cambio y pueda adaptarse al enemigo, ya
que en un conflicto no hay circunstancias fijas y permanentes.

Capítulo 7: El enfrentamiento directo e indirecto

En este capítulo explora el enfrentamiento directo (armado) e


indirecto. Es importante evitar el conflicto armado, pero no
siempre se puede conseguir. Por eso, cuando surge, es esencial
saber controlar la situación de enfrentamiento.

En una batalla es muy importante conocer las condiciones del


terreno para poder maniobrar y luchar. El arte de la guerra
también radica en ser capaz de movilizar enormes masas de
hombres.

Asimismo, una buena estrategia es distraer al enemigo para que


no pueda conocer cuál es la situación real de tu ejército.

Capítulo 8: Los nueve cambios

Es imprescindible que los generales conozcan las diferentes


variables para aprovecharse del terreno y entender cómo
manejar a su ejército.

Un líder inteligente analiza de manera objetiva el beneficio y el


daño. Si considera el beneficio, su opción se expande. Si
examina el daño, sus problemas se resolverán. Asimismo, un
buen general tiene que ser capaz de adaptarse a cualquier
situación que se presente.

El autor menciona cinco rasgos que son peligrosos en los


generales:

1. Los que están dispuestos a morir, pueden perder la vida.


2. Los que quieren preservar la vida, pueden ser hechos
prisioneros.
3. Los que son dados a los apasionamientos irracionales, pueden
ser ridiculizados.
4. Los que son muy puritanos, pueden ser deshonrados.
5. Los que son compasivos, pueden ser tumbados.

Capítulo 9: La distribución de los medios

Todas las maniobras militares son la consecuencia de planes y


estrategias fijadas de antemano. A medida que el ejército se
mueve por nuevos escenarios, es importante tener en cuenta las
situaciones que se presentan y saber interpretar bien las
intenciones de los adversarios.

El autor también indica que si el enemigo se acerca con


palabras humildes puede que esté tramando algo. Nunca hay
que confiar en el adversario, aunque proponga una tregua.

Capítulo 10: La tipología

En este capítulo Sun Tzu menciona seis maneras de ser


derrotado, que se pueden producir si un general no está lo
suficientemente preparado:

1. No calibrar el número de fuerzas.


2. La ausencia de un sistema claro de recompensas y castigos.
3. Un entrenamiento insuficiente.
4. La pasión irracional.
5. La ineficiencia de la ley del orden.
6. No seleccionar a los mejores soldados.

Capítulo 11: Las nueve clases de terreno

Este capítulo se centra en la descripción de los diferentes tipos


de terreno o situaciones que se pueden dar en una campaña
militar y cómo salir ventajoso.

Así, Sun Tzu distingue entre nueve “tipos de terreno”: de


dispersión, ligero, en clave, de comunicación, de intersección,
difícil, desfavorable, cercado y mortal.

Capítulo 12: El arte de atacar por el fuego


Este capítulo explora el uso de las armas y los cinco tipos de
ataques que hay mediante el fuego. Así el autor enumera que se
puede quemar:

1. Personas.
2. Suministros.
3. El equipo.
4. Almacenes.
5. Armas.

También atiende a cómo debe usarse el fuego en los diferentes


ataques. En la guerra no solo hay que saber atacar sino también
cómo hacer para que no te ataquen.

Asimismo, es importante actuar cuando se den las mejores


condiciones, nunca se debe hacer por ira o provocar una guerra
por cólera.

Capítulo 13: Sobre la concordia y la discordia

El último capítulo del libro se centra en la importancia de espiar


al enemigo para obtener información.

El uso del espionaje hace a un gobernante brillante o a un


general sabio. También, esta práctica es esencial durante las
operaciones militares.

Así, el autor distingue cinco tipos de espías: nativo, el interno, el


doble agente, el liquidable y el flotante.

Finalmente, Sun Tzu afirma que si un general conoce el


funcionamiento de cada clase de espionaje tendrá asegurada la
victoria.

Análisis de frases
El libro de Sun Tzu esconde una profunda filosofía que sienta sus
bases en el engaño como arma más poderosa para vencer en la
guerra.
Sin embargo, hoy en día sus indicaciones son aplicadas en los
más diversos campos de la actividad humana, no solo para la
estrategia militar, sino también para la política, la diplomacia,
los negocios, la gestión de conflictos, los deportes y la vida
cotidiana.

Descubramos, mediante el análisis de sus frases, por qué la obra


sigue siendo un manual clave para muchas disciplinas y algunos
de sus mensajes más representativos.

El arte del engaño


El arte de la guerra se basa en el engaño. Por lo tanto, cuando es capaz
de atacar, ha de aparentar incapacidad; cuando las tropas se mueven,
aparenta incapacidad.

Esta frase contenida en el primer capítulo alude a que uno de los


aspectos claves del arte de la guerra es manejar el arte del
engaño.

La estrategia militar supone engaño, trazar estratagemas que


confundan al enemigo, que le dificulten prever la dirección de
tus acciones. Mediante el engaño y la sorpresa se puede lograr
vencer al enemigo.

Vencer sin luchar


Los que consiguen que se rindan impotentes los ejércitos ajenos sin
luchar son los mejores maestros del arte de la guerra.

Esta enseñanza de Sun Tzu forma parte del tercer capítulo y se


refiera a que la maestría suprema en el arte de la guerra
consiste en vencer al enemigo sin luchar.

Para ello, expone que, antes de entrar en la guerra, existen


algunas cosas que se debe intentar, principalmente, tratar de
desmantelar la conspiración y los planes del enemigo, y luego
disolver sus alianzas. El siguiente paso sería, entonces, atacar al
ejército.
No obstante, se afirma que el verdadero maestro debe evitar la
batalla, y debe tratar de vencer sin guerra. La clave es, pues,
vencer con estrategia.

Conócete a ti mismo y a tu enemigo


Si conoces a los demás y te conoces a ti mismo, ni en cien batallas
correrás peligro; si no conoces a los demás, pero te conoces a ti mismo,
perderás una batalla y ganarás otra; si no conoces a los demás ni te
conoces a ti mismo, correrás peligro en cada batalla.

Con estas palabras Sun Tzu concluye el tercer capítulo. Con ellas
se refiere a la importancia del general conocer sus ventajas y
desventajas, sus fortalezas y debilidades, para así dominarlas,
saber ocultarlas y sacar provecho de ellas.

Además, el autor señala que es importante lograr conocer bien


al enemigo en la misma medida para tener una idea clara de
cómo vencerlo. El desconocimiento de uno de estos aspectos
supone dejar a la suerte el resultado de cada batalla.

La planificación de la estrategia
Un ejército victorioso gana primero y entabla la batalla después; un
ejército derrotado lucha primero e intenta obtener la victoria después.

Contenido en el capítulo cuarto, este enunciado alude a que la


batalla debe ser consecuencia de la organización y la estrategia.
Quienes carecen de este tipo de planificación están condenados
a la derrota.

Es una frase que habla, pues, de la importancia de los cálculos


estratégicos en la guerra y de los peligros de la impulsividad.

La posición y la organización
Los buenos guerreros hacen que los adversarios vengan a ellos, y de
ningún modo se dejan atraer fuera de la fortaleza.

Esta frase, al inicio del capítulo seis, refiere varios factores


fundamentales en relación con el posicionamiento estratégico
en el campo de batalla.
En primer lugar, alude a la importancia de mantener una
posición ventajosa cuando se ha conquistado.

En segundo lugar, de esta afirmación se infiere otro aspecto


clave en la guerra: ahorrar energías y evitar el cansancio
mientras que logras que tu enemigo gaste energías
desplazándose y vaya agotando sus fuerzas.

El liderazgo
Cuando las órdenes son razonables, justas, sencillas, claras y
consecuentes, existe una satisfacción recíproca entre el líder y el grupo.

En esta sentencia del capítulo nueve, Sun Tzu habla de la


importancia del liderazgo para la victoria.

Por un lado, un liderazgo basado en la justicia permite que el


general se gane la confianza de sus soldados y tenga su
voluntad y su buena fe para conducirlos.

Sin embargo, un liderazgo contrario a la justicia solo ocasionaría


rebeldía, desconfianza y falta de disciplina, lo cual es
sumamente perjudicial en el orden militar cuando se afronta una
batalla.

Sobre el autor: Sun Tzu


Sun Tzu fue un militar, estratega y filósofo de la antigua China
a quien sus victorias en el campo de batalla inspiraron a
escribir El arte de la guerra.

Se calcula que vivió alrededor del siglo V a.C. Pese a que su


nombre de nacimiento era Sun Wu, hoy en día lo conocemos
por lo que en realidad es su título honorífico, Sun Tzu, que en
español traduciría ‘Maestro Sun’. Su filosofía sobre la guerra
ha tenido una enorme influencia a lo largo de la historia.

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