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una señorita, hoy pasas de ser niña a mujer. Tus juegos con muñecas, ya
quedan atrás, hoy ya todo eso y muchas cosas más comienzan a ser
cosa del pasado. Como todo en la vida empiezas a experimentar una
serie de cambios tanto físicos como mentales. De igual forma como la
minúscula oruga, que sin prisa y a su tiempo justo, se convierte en una
linda y colorida mariposa, de igual manera tú comienzas lentamente a
cambiar. Nunca olvides que todo tiene su tiempo y el tiempo de DIOS es
perfecto, DIOS nunca se atrasa ni se adelanta.
Hija tienes que ser tu misma, con personalidad propia y definida, jamás
quieras ser o mostrarte como no eres, se siempre natural y transparente
como DIOS te hizo. No permitas que la brújula del barco de tu vida, se
desquicie por nada, haciéndote perder el rumbo correcto, tu norte.
Nunca olvides ni descuides tus metas y objetivos, nunca los pierdas de
vista. Tan solo te pido que continúes siendo como siempre has sido, una
persona dulce, cariñosa, amorosa, buena hija, buena hermana, buena
nieta, buena prima y muy responsable y aplicada en tus estudios y otros
deberes.
Debes ser fuerte, porque la vida así como tiene momentos dulces,
felices y bonitos, también en algún momento te dará a probar quieras o
no lo amargo de la hiel del desengaño y la decepción, no todo es color
de rosa, pero para eso también estamos conformados los humanos, lo
vivimos, experimentamos, aprendemos y lo superamos.
Por ultimo hija, te ratifico un consejo: Has el bien sin mirar a quien, ya
que el mal no es necesario y siempre te irá bien en la vida. A pesar de
que hoy comienzas ese gran cambio al cual hice referencia al principio,
tú por siempre serás mi niña pequeña, mí consentida, mi todo, mi niña.
Dios te bendiga, te cuide, te proteja y te guíe siempre por el buen
camino mi pequeño capullo en eclosión.