Cyberbulling y Ciberacoso

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TRABAJO CYBERBULLING Y

CIBERACOSO

Docente: Rodrigo Fuenzalida Fuenzalida


Asignatura: Formación Ciudadana
Sección: D-TCO-N1-P1-C1
Integrantes: - Herman Josseau Retamal
- Maribel Asken Romero
- Pablo Álvarez Rodillo
- Paola Marino Raimondi
Presentación

Cyberbullyng y Ciberacoso :

Ciberacoso es acoso o intimidación por medio de las tecnologías


digitales. Puede ocurrir en las redes sociales, las plataformas de
mensajería, las plataformas de juegos y los teléfonos móviles. Es un
comportamiento que se repite y que busca atemorizar, enfadar o
humillar a otras personas.

1.- ¿Como se relaciona con los derechos humanos?

La mayoría de los profesionales de la salud estarían de acuerdo con la


afirmación de que el estrés es el factor que más afecta a la tasa de
mortalidad de la sociedad actual. Si no se trata, el estrés puede tener
efectos perjudiciales tanto para la salud física como mental, y puede
generar enfermedades como cardiopatías, insomnio y depresión. No es
ninguna sorpresa que el estrés haya alcanzado niveles de epidemia si
tenemos en cuenta la enorme cantidad de estímulos que nos llegan a
diario, por no hablar del aumento de las necesidades de nuestro tiempo
y de la volatilidad de los cambios producidos en los sistemas políticos y
económicos.
A nivel social, se suele considerar que el estrés es un fenómeno que
afecta exclusivamente a los adultos, y normalmente se excluye a los
jóvenes de la conversación. Sin embargo, los jóvenes están sometidos a
una gran cantidad de presión para lograr el éxito académico, puesto
que los exámenes son cada vez más complicados y frecuentes. El
aumento continuado de la oferta de talento a nivel mundial y de la
incertidumbre económica contribuye aún más a la presión a la que
están sometidos los jóvenes para tener éxito y competir directamente
con sus coetáneos.
Además de la presión académica, los jóvenes tienen que luchar contra
otros problemas incluso más difíciles de gestionar: cambios hormonales,
cuestiones de identidad y vivir su vida en Internet de manera pública.
La identidad digital es un concepto relativamente nuevo, por lo que no
existe ningún precedente real sobre la integración de la tecnología en
nuestra vida diaria y sobre cómo distinguir entre quiénes somos en
línea y quiénes somos cuando no estamos conectados a la red. Aunque
Internet es una herramienta esencial que puede utilizarse para conectar
a personas y comunidades que tienen una mentalidad similar, también
suele utilizarse como plataforma para difamar, acosar y abusar de las
personas dentro del refugio de su propia casa.
Las investigaciones sugieren que 7 de cada 10 jóvenes han
sufrido abusos en línea en algún momento de su vida1. Si bien el
término “ciberacoso” suele utilizarse como si fuera un fenómeno
independiente, lo cierto es que se trata de una extensión del acoso, un
problema con el que llevamos mucho tiempo conviviendo. El acoso
aprovecha trasfondos sociales de prejuicios y discriminación y suele
afectar en mayor medida a personas con características protegidas
como la raza, la religión, la sexualidad, la identidad de género y la
discapacidad.
Tradicionalmente, el acoso solía limitarse al entorno escolar, y nuestro
hogar era concebido como un espacio seguro. Sin embargo, ahora
existe la posibilidad de que un joven sufra acoso tanto en el colegio
como en el coche familiar o en su casa, estando él solo en su cuarto e
incluso ante la presencia de sus padres o tutores y sin que estos adultos
se den cuenta. Puesto que la tecnología de las comunicaciones se
encuentra tan sumamente integrada en la vida moderna, los jóvenes
tienen pocas posibilidades de escapar de los abusos, y muchos de ellos
viven en un estado constante de estrés y ansiedad. Una de cada tres
víctimas de acoso se ha autolesionado por este motivo, y 1 de cada 10
ha intentado suicidarse2.
Cada vez hay más casos que revelan que aproximadamente 1 de cada 2
jóvenes que sufren acoso nunca se lo cuenta a nadie, bien sea por
miedo, vergüenza o falta de confianza en los sistemas de apoyo. Los
abusos, tanto en Internet como en otros contextos, causan estragos en
la salud mental y física de los jóvenes y provocan ataques de estrés.
El informe de Ditch the Label y Brandwatch, en el que se analizan 19
millones de tuits publicados en un período de cuatro años, concluyó
que solo en Twitter se habían observado casi 5 millones de casos de
misoginia. El 52% de los insultos misóginos registrados habían sido
publicados por mujeres y se centraban normalmente en el aspecto, la
inteligencia y las preferencias sexuales de otras mujeres. El informe
notificó 7,7 millones de casos de racismo, 390.296 casos de homofobia
y 19.348 mensajes transfóbicos enviados a través de Twitter3.
Únicamente se examinaron datos públicos, de modo que, si
extrapolamos las cifras a Internet en su conjunto para incluir tanto las
vías de comunicación públicas como las privadas, el alcance del discurso
de odio en línea es abrumador.
Nuestra identidad es sagrada, además de un valor que pasamos toda
nuestra vida creando y desarrollando. Para un joven, la identidad se
antoja como un elemento temperamental del que queda mucho por
descubrir.
Las influencias que dan forma a nuestra identidad proceden
principalmente de características protegidas y, por lo tanto, los jóvenes
conceden una gran importancia a su identidad religiosa o cultural, a su
sexualidad, a su identidad de género y a su discapacidad. Estos rasgos
suelen utilizarse para acosar a una persona en Internet. Los abusos
suelen generar un resentimiento internalizado con uno mismo. Es
probable que un joven que sufra racismo en línea vea su color de piel
como el problema, y puede que quiera cambiar su aspecto para evitar
los abusos.
Este mismo informe concluyó que quienes debaten sobre política y
deporte en Internet tienen más probabilidades de sufrir abusos en este
medio, lo que pone de relieve una cultura de intolerancia y falta de
respeto a la diversidad de opiniones. La oratoria utilizada durante la
campaña presidencial llevada a cabo en 2016 en los Estados Unidos de
América normalizó en cierta medida los comportamientos abusivos y
envió un mensaje claro: no pasa nada por atacar digitalmente a quienes
tienen una perspectiva o una opinión diferente. Esta actitud socava el
derecho a la libertad de expresión que todos nosotros deberíamos tener
y crea un entorno en el que se reprime la expresión personal de los
demás, especialmente de los grupos marginados.
El acoso basado en el aspecto físico es uno de los tipos de abusos más
comunes, tanto en línea como en otros medios. En un mundo
superpoblado y obsesionado con los famosos, los jóvenes están
sometidos a una enorme presión procedente de los medios de
comunicación, las personas que influyen en otras y el contenido que
consumen para que tengan un aspecto o un comportamiento
concretos. La importancia de la belleza se aprende a una edad muy
temprana y se reafirma de manera constante, por lo que hay problemas
como el trastorno dismórfico corporal o los trastornos alimentarios que
aumentan a medida que los jóvenes aspiran a parecerse a la versión
retocada de los modelos a seguir que aparecen en los medios de
comunicación. Una investigación realizada recientemente por Ditch the
Label concluyó que, en la actualidad, 1 de cada 2 jóvenes quiere utilizar
métodos como la cirugía plástica para cambiar su aspecto4.
Muchos jóvenes recurren a los medios sociales en busca de la
aprobación de los demás. Esta tendencia resulta problemática, debido a
que la confianza en uno mismo y la autoestima se convierten en
características condicionadas sumamente influidas por una perspectiva
externa. Hace que los jóvenes sean vulnerables a insultos en línea
basados en el físico y genera una cultura superficial de valores basados
en el aspecto.
Se ha producido un aumento de subculturas de comunidades en
Internet que comparten fotos de personas para puntuar su nivel de
atractivo. Muchos jóvenes se unen de manera voluntaria a estas
comunidades con la esperanza de recibir una aprobación, poniendo en
juego su autoestima. Por desgracia, suele ser común que se publiquen
mensajes abusivos en los que se ataca al físico de la persona, tanto si
llegan a conocerse como si no.
Internet conlleva retos únicos en lo relativo a los abusos. Por ejemplo,
no hay limitaciones geográficas para la pertenencia a la comunidad ni
para la comunicación, por lo que ahora es posible que una persona sea
víctima de abusos incluso fuera de su entorno real. El ciberacoso suele
afectar a la dignidad de sus víctimas de una manera sorprendentemente
pública, de modo que otras personas pueden contribuir a la
ridiculización y respaldarla al aprobar el contenido abusivo, responder a
él o compartirlo.
No todos los autores de los actos de ciberacoso son personas que
conocen a la víctima, sino que normalmente son anónimos, lo que
puede tener repercusiones adicionales sobre la validación del acoso que
también sufren en medios distintos de Internet. El acoso anónimo
puede minar en gran medida la confianza y la sensación de seguridad
de sus víctimas, puesto que, sin la intervención de las autoridades,
resulta complicado demostrar de dónde procede. Puede generar
paranoia y, en muchas ocasiones, es más poderoso que los abusos
procedentes de personas conocidas.
En casos más extremos de ciberacoso, existe un peligro para la
seguridad física y la intimidad de las víctimas debido a la publicación no
autorizada de información personal, como la dirección, el número de
teléfono y detalles familiares privados. El “porno vengativo” es un
término utilizado para describir la publicación no autorizada de
contenido pornográfico que afecta a una persona concreta, con el
objetivo de difamarla y avergonzarla tanto de manera pública como
privada ante sus amigos y familiares. Se han tomado medidas para
establecer sanciones jurídicas más graves contra el porno vengativo,
puesto que este tipo de abusos puede tener un efecto devastador para
las víctimas. A nivel social, es frecuente que se culpe a las víctimas del
porno vengativo por los abusos sufridos y se les diga que no deberían
haber enviado una fotografía o un vídeo en el que salían desnudos. Esta
reacción es complicada de gestionar, puesto que únicamente acrecienta
el problema ya existente y constituye, en esencia, una aprobación de la
conducta del agresor.
Hace que la exploración de la sexualidad sea algo vergonzoso,
aunque debería ser un elemento sano de las relaciones actuales.
Internet elimina las barreras socioeconómicas que históricamente
impedían la comunicación y nos permite comunicarnos en línea con
cualquier persona, desde amigos y familiares hasta personajes famosos
y líderes mundiales. Los canales de comunicación abierta suelen ser un
elemento positivo para el progreso de la humanidad, puesto que
fomentan una mayor colaboración y un aprendizaje común. Sin
embargo, en la actualidad, cualquier persona con presencia en los
medios sociales puede ser víctima de ciberacoso y abusos en línea. La
naturaleza transparente y viral de Internet dispone de potencial para
cambiar el carácter de una persona en cuestión de segundos, e incluso
su futuro a largo plazo, independientemente de quién sea o de su
experiencia vital. En cuanto a los modelos sociales, no se trata tanto de
aprender a evitar el ciberacoso como de aprender a gestionarlo de una
forma productiva e inspiradora, sin permitir que los abusos ya sufridos o
los que pudieran sufrirse repriman nuestros pensamientos o conductas.
Todos tenemos derecho a disfrutar de las libertades civiles y a vivir una
vida digna en pie de igualdad con los demás. Es importante
replantearse esta cuestión para entender que una persona nunca es
víctima de abusos debido a su raza, sexualidad, religión o discapacidad,
entre otros factores. Una persona sufre acoso debido a la actitud
negativa o a la situación de su agresor. La diferencia fundamental es
que las actitudes y las situaciones pueden cambiar con un apoyo y una
educación adecuados. La identidad no es algo que pueda cambiarse o
en lo que se pueda influir mediante comportamientos abusivos, y nadie
debería intentar hacerlo.
Se debe animar a los jóvenes a expresarse libremente y a ejercer sus
derechos en todas las esferas, tanto digitales como no digitales. Se les
debe empoderar para que contribuyan a una comunidad democrática y
mundial al compartir sus pensamientos y opiniones sin atacar a quienes
piensen de otra manera.
Para lograr un mundo realmente justo e igualitario, se requiere una
cultura de respeto y entendimiento mutuo. Un mundo interconectado
requiere unas normas de comunicación que sean respetadas por todos.
Tenemos un largo camino por recorrer para conseguir este objetivo.
2.- ¿Cuál es el peligro a que nos enfrentamos con un mal uso del acceso
a la información?

Se puede dañar la vida y la integridad de una persona y hacer


que una persona caiga en depresión y llegue hasta el suicidio.
Los riesgos son menos claros que en los casos de bullying
presencial, ya que cualquiera podría ser víctima de ciber acoso, sin
embargo hay patrones que se repiten.

De no ser atendida, una víctima de ciberbullying corre el riesgo


de sufrir las siguientes consecuencias:
- Ausentismo escolar
- Abuso en consumo de sustancias nocivas para la salud
- Depresión y otros problemas psicológicos
- Desarrollo de baja autoestima
- Cambios en comportamiento
- Relaciones deterioradas con sus padres
- Suicidio

3.- Señala de qué manera crees que Estado debería cumplir su rol de
protección en esta materia.

Como primera idea podemos sugerir que el estado debe tomar


una iniciativa en ciber educación con un enfoque integral y cívico del
tema, así desde temprana edad la comunidad tendrá un entendimiento
sobre como se debe comportar dentro de la red social y en claro
conocimiento de las consecuencias que puede generar romper una de
las leyes dentro de la red. En una actividad paralela el estado debe crear
una agenda sobre la vida cibernética, creando leyes o modificando las
existentes para sancionar las conductas nocivas e ilegales como es el
ciber acoso o el trafico de material sensible y como mencionamos
incentivando la educación y toma de conciencia de la vida digital.
Caso Real en Chile
Amenazas, hostigamiento y ciberbullying: Los últimos días de
Katy Winter, la alumna del Nido de Águilas que se quitó la vida
Compañeros y cercanos a la joven de 16 años que soñaba ser como
Taylor Swift, hablaron por primera vez de los agresivos mensajes que se
publicaban en redes sociales en contra de la adolescente. “Ella decía ‘no
aguanto más, no sé cómo salir de esto”, afirmó uno de ellos.
Rumores, el constante hostigamiento en redes sociales por parte
de sus compañeros de colegio y el término de una relación amorosa
complicada. Esos fueron algunos de los hechos que amigos y cercanos
a Katy Winter revelaron tras el suicidio de la adolescente en mayo de
2018.

Un reportaje de The Clinic recogió los crudos relatos que


entregaron los adolescentes, quienes comentaron cómo fueron los
últimos meses de vida de la estudiante del Nido de Águilas.
Uno de ellos, identificado como E, explicó que la alegría de la joven
comenzó a perderse en noviembre del año pasado cuando decidió
terminar, en distintas oportunidades, una relación tóxica. La angustia
comenzó a aparecer puesto que habría recibido amenazas de que sus
packs -término clave de los adolescentes para intercambiar imágenes
con poca ropa- serian compartidos en redes sociales. Pese a que la joven
habló con sus padres y pidió ayuda psicológica al colegio, comenzó a
cortarse los brazos y a pensar en el suicidio.
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criminalizar la difusión de fotos y videos sexuales sin consentimiento
Otro testimonio asegura que algunas mamás del establecimiento no
dejaban que sus hijas se juntaran con Katy, ya que la consideraban una
mala influencia.
“Ella estaba muy sola, muy mal. Las veces que me decía ‘me voy a matar’
siempre pensé que no… cuando se empezó a cortar me empecé a dar
más cuenta. Ella decía ‘no aguanto más, no sé cómo salir de esto”,
confesó uno de los menores.
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contra el bullying
Caso Real en Chile
En febrero del año 2018, Katy intentó dejar las redes sociales. Sin
embargo, tras unas semanas decidió volver a abrir sus cuentas ya que la
mayoría de las interacciones e invitaciones a fiestas se realizaban en
Instagram, Snapchat y Facebook.
En un grupo de esta última red social, llamado Millard Forso y que era
manejado por alumnos seniors -como llaman a los estudiantes de cuarto
medio-, posteaban confesiones, comentarios sobre las freshies -
adolescentes de primero medio-, y episodios sexuales.

El cuento “un poco oscuro”


El 2 de mayo, 20 días antes que encontraran muerta a Katy, la joven
escribió un cuento para su clase de Literatura Inglesa. En él contó la
vida de una adolescente que vivía atormentada por su ex pareja y que
decidía quitarse la vida.
“Le dije: ‘Katy, es un poco oscuro…”, afirmó uno de sus cercanos que
estaba presente cuando la joven lo redactaba.
Esta carta desconcertó a la madre de Katy, Evanyely Zamorano, y a su
padrastro, Emanuel Pacheco, ya que no fueron alertados por el colegio
sobre esta situación y se enteraron que existía cuando la joven ya había
terminado con su vida.
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llegue a Taylor Swift’
La fiesta que la atormentó
El 19 de mayo ocurrió una fiesta de cumpleaños que era esperada varios
alumnos del Nido de Águilas y que se realizó en Mokaii Club, una
discoteque en la Plaza San Enrique.
El lugar se arrendaba, se hacia una lista y los estudiantes tenían que
llevar un carnet falso para entrar. “Es como una tradición que
los seniors van por las freshies”, explicó uno de los alumnos.
Katy asistió a ese evento, sin embargo, no todo terminó bien, ya que
según el relato de sus cercamos ella se habría dado un beso con otro
estudiante que estaba en una relación. Sus cercanos afirmaron que
Winter no sabía de esta situación y que la hermana de la polola del
joven le pegó una cachetada a ambos.
Al día siguiente Katy estaba atormentada por lo ocurrido, así que
decidió enviarle un mensaje a la pareja del joven. “Hola, te quería hablar
sobre lo que pasó anoche. Tengo mucha pena y te pido perdón porque
no sabía que estabas con XX y menos que tenías una relación. En
verdad, me siento muy mal”, escribió.
Caso Real en Chile
Fue esa misma tarde que en el grupo Millard Forso comenzaron a
circular mensajes contra Katy, que con el paso de las horas se volvieron
agresivas.
“Cuando aparecieron, Katy me dijo que se lo veía venir. Me dio pena
eso… Recuerdo que uno decía: “La Katy se pasa pa’ mentirosa, diciendo
cosas que no son. Es una puta”, afirmó un estudiante.

Sus últimas horas y una carta clave


Tras pasar un domingo con mensajes en su contra, el martes 22 de
mayo Katy fue hasta su colegio, pero las cámaras de seguridad la
captaron tomando un auto tipo Uber. Ya a las 12:30 horas comenzó su
búsqueda y encontraron una carta de despedida que empezaba con la
frase Read this when I’m dead (lee esto cuando esté muerta).
Ya las 17:40 de la tarde, Evanyely y Emanuel recibieron una llamada de
un detective que les dijo que Carabineros encontró las pertenencias de
su hija en el Starbucks de Lyon con Providencia, y cuando llegaron
hasta el lugar le contaron la verdad.
“Ella misma da a entender, en su carta, que las palabras fueron balas
que la terminaron matando. Su identidad virtual fue totalmente
destruida, porque ella no sabía de dónde le estaban disparando en esta
página. Su vida social colapsó hasta un punto en que ella dijo ‘no tiene
más sentido seguir’, porque nadie me va a poder salvar de esto. Ese es el
dolor del ciberbullying: te puedes cambiar de colegio o de país, y te van
a seguir acosando”, reflexionó Ema

Bibliografía:

https://www.cnnchile.com/pais/amenazas-hostigamiento-y-
ciberbullying-los-ultimos-dias-de-katy-winter-la-alumna-del-nido-de-
aguilas-que-se-quito-la-vida_20181108/

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