La Llave Del Ministerio de Ángeles
La Llave Del Ministerio de Ángeles
La Llave Del Ministerio de Ángeles
“La palabra “ángel” se utiliza en las escrituras para referirse a cualquier ser celestial que
lleve un mensaje de Dios” (George Q. Cannon, Gospel Truht, sel. por Jerreld L.
Newquist, 1987, pág. 54). Las escrituras relatan numerosas oportunidades en que
aprecio en ángel en persona…
Pero el ministerio de ángeles también puede ser invisible. Los mensajes angelicales se
pueden entregar por medio de una voz o por un mero pensamiento o sentimiento que se
comunique a la mente…”… La mayoría de las comunicaciones se sienten o se escuchan
en vez de que vean.
¿De que manera tiene el Sacerdocio Aarónico la lleve para el ministerio de ángeles? La
respuesta es la misma que para el Espíritu del Señor.
“Vemos… que tomamos sobre nosotros el nombre de Cristo cuando nos bautizamos en
Su nombre, cuando pertenecemos a Su Iglesia y profesamos nuestra creencia en Él y
cuando efectuamos la obra de Su reino.
“También hay otros significados, éstos más profundos, los cuales los miembros más
maduros de la Iglesia deben comprender y someter a reflexión al participar de la Santa
Cena.
“…El que estemos dispuestos a tomar sobre nosotros el nombre de Jesucristo afirma
nuestra promesa de hacer todo lo que podamos por ser contados entre los que Él escoja
para que estén a su derecha y sean llamados por Su nombre en el último día. En esa
sagrada acepción, nuestro testimonio de que estamos dispuestos a tomar sobre nosotros
el nombre de Jesucristo constituye nuestra declaración de que aspiramos a la exaltación
en el reino celestial. La exaltación es la vida eterna, „el mayor de todos los dones de
Dios‟ (DyC 14:7)” (véase Liahona, julio de 1985, págs. 77–78, 80).
“También tomamos sobre nosotros el nombre de Jesucristo cada vez que proclamamos
públicamente nuestra creencia en Él. Todos tenemos muchas oportunidades de
proclamar nuestra creencia a nuestros amigos, vecinos, compañeros de trabajo y
conocidos… “Un tercer significado resalta en el entendimiento de los que poseen la
madurez para saber que un seguidor de Cristo está obligado a servirle… Al testificar
que estamos dispuestos a tomar sobre nosotros el nombre de Jesucristo, manifestamos
nuestra buena voluntad de hacer la obra de Su reino.
“En esos tres significados relativamente obvios, vemos que tomamos sobre nosotros el
nombre de Cristo cuando nos bautizamos en Su nombre, cuando pertenecemos a Su
Iglesia y profesamos nuestra creencia en Él y cuando hacemos la obra de Su reino”
(véase Liahona, julio de 1985, pág. 77).
Recordarle siempre
Por el Presidente Henry B. Eyring
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“Los que han hecho la misión tal vez hayan… encontrado sus diarios misionales
guardados en algún ropero en casa. Tal vez hayan leído y se hayan sorprendido al
recordar cuán arduamente trabajaron, cuán constantemente pensaban en el Salvador y en
Su sacrificio por ustedes y las personas a las que ustedes trataban de conocer y enseñar,
y cuán ferviente y frecuentemente oraban. La sorpresa puede haber sido el resultado de
no haberse dado cuenta de lo mucho que los afanes de la vida los han apartado del lugar
en el que alguna vez estuvieron, tan cerca de recordar y orar siempre. “Mi mensaje
consta de una súplica, una advertencia y una promesa: les suplico que con
determinación hagan las cosas sencillas que les permitan avanzar espiritualmente.
“Comiencen por recordarlo. Recordarán lo que saben y lo que aman. El Salvador nos ha
dado las Escrituras, por las que los profetas pagaron un precio que no podemos ni
imaginar, para que nosotros pudiéramos conocerlo. Sumérjanse en las Escrituras.
Decidan en este momento leer más y con mayor eficacia que antes” (“Always”, Ensign,
octubre de 1999, págs. 9–10).