Libro De: Autor: Fecha: Tema: Palabras Clave
Libro De: Autor: Fecha: Tema: Palabras Clave
Libro De: Autor: Fecha: Tema: Palabras Clave
Capítulo 1
1.1 Esta no es una parábola, sino el relato sobre un personaje real que fue reconocido por
Dios y la comunidad como alguien perfecto y recto.
1.6–2.7 La entrevista de Satanás con Dios nos enseña que: 1) Satanás debe rendirle cuentas
a Dios (1.6), ya que se presentó ante Él; 2) la mente de Satanás es como un libro abierto
para Dios, quien le obligó a confesar sus intenciones; 3) Satanás está detrás de los males
que sufre el mundo (2.7); 4) no es omnipotente ni omnisciente; 5) nada puede hacer sin
permiso divino (1.10); 6) cuando Dios le permite hacer algo, le pone límites a su acción.
RIQUEZA LITERARIA
1.6 Satanás, Sat̆n; Strong #7854: Un oponente o
el oponente; el que odia; el acusador; el
adversario, el enemigo; aquel que resiste,
obstruye y limita todo lo bueno. Sat̆n viene de un
verbo que significa «oponerse» o «resistir».
Como sustantivo, puede describir a cualquier
«oponente» (2 S 19.21, 22). Pero, cuando la
forma ha-sat̆n (el adversario) aparece, se traduce
usualmente satanás, no a título de nombre, sino
como una acertada descripción de su carácter de
odioso enemigo, ya que Satanás es el odiador, el
que se opone a Dios, que es amor (véanse 1 Jn
3.10–15; 4.7, 8). La humanidad no fue testigo del
principio de Satanás, pero por designio divino lo
será de su final, un final de eterno tormento y
humillación (véanse Is 14.12–20; Ez 28.16–19;
Ap 20.10).
1.6–12 Véase la sección 1 de «Verdad en acción» al final de Job.
1.6 Los hijos de Dios: Esta es la misma frase que aparece en Génesis 6.2. Aquí, sin
embargo, su significado apunta claramente a los seres celestiales o ángeles creados por
Dios para que le sirvieran. Satanás está entre ellos y aparece como «el adversario» para
causar problemas en el reino de Dios. Para más información sobre Satanás en el AT, véase
la nota a 1 Crónicas 21.1.
1.8 Dios mismo declara a Job varón perfecto y recto, y así y todo se le somete a prueba,
no a causa de sus pecados, sino a pesar de su rectitud. La prueba perseguía dejar establecida
su rectitud, así como darle una visión más profunda de la naturaleza de Dios y una más
clara comprensión de la condición humana. Mientras que Satanás se proponía demostrar
que Job era un pecador, la meta de Dios era poner de manifiesto para siempre la sinceridad
de la fe de Job. Dios no permite que se nos pruebe para ver si fallamos, sino para fortalecer
nuestra fe. La prueba es, de hecho, una manifestación de la confianza de Dios en nuestra
fidelidad e integridad.
1.9 De balde: «Sin motivo». Implica que las buenas obras de Job obedecían a motivos
egoístas, es decir, perseguían obtener las bendiciones y protección de Dios.
1.22 Véase la sección 4 de «Verdad en acción» al final de Job.
Capítulo 2
2.1 Véase la sección 3 de «Verdad en acción» al final de Job.
2.3–6 Véase la sección 1 de «Verdad en acción» al final de Job.
2.7 Sarna maligna: Similar definición se ofrece en Deuteronomio 28.35 y Levítico 13.18;
puede que se refiera a la elefantiasis, una enfermedad que provoca terribles dolores y
deformaciones. La enfermedad parece que apareció súbitamente a Job y se extendió
rápidamente por todo su cuerpo.
2.8 No se indica que a Job le haya sido impuesto aislamiento alguno; sin embargo, él
mismo se trasladó en medio de ceniza, en señal de duelo por la muerte de sus hijos.
2.9,10 En este momento, la mujer de Job da rienda suelta a su fatuidad y desprecio por la
condición de su esposo. Atónita por la forma en que Job mantenía su integridad y la
firmeza de su fe, lo hiere con palabras crueles. Atormentado como estaba, Job reafirma su
confianza en Dios.
2.11 Amigos: Término utilizado para designar a aquellos que mantienen entre sí una
relación de confianza e identificación mutua. Los tres amigos sinceramente deseaban
compartir su dolor y aliviar su pena. Temán es el nombre de un clan edomita; los suhitas
parecen haber sido una tribu hermana de Madián; no hay otra mención de los namaatitas
fuera de la que aparece en Job.
Capítulo 3
3.2–26 Con una maldición (vv. 3–13) y un lamento (vv. 14–26), Job derrama un torrente de
dolor y amargura, y se considera a sí mismo una víctima de la ira de Dios. Ansía descansar.
No maldice a Dios, como Satanás quiso que hiciera, pero sí maldice la hora en que él
mismo fue concebido y nació. Este exabrupto puede ser considerado una forma de apelar a
la compasión y la simpatía de sus amigos.
3.8 Leviatán: Véase la nota a 40.6–41.34.
3.25 Véase la sección 5 de «Verdad en acción» al final de Job.
3.25 No hace falta especular sobre si los temores de Job dieron lugar a este dilema. Lo
anterior del relato aclara que la tragedia tuvo su origen en la iniciativa de Satanás, no en las
vacilaciones o temores de Job (1.6–12; 2.1–7). Sin embargo, Job reconoce sus temores, una
tendencia innata a nuestra condición humana. Ellos no reflejan su incomprensión de la
naturaleza de Dios, sino su comprensión de lo impredecible del devenir humano.
Capítulo 4
4.1 Esto da inicio a tres ciclos de diálogo entre Job y sus amigos. Cada uno habla, y Job
responde. El primer ciclo brinda a cada uno la oportunidad de expresar su opinión. Aunque
equivocados en su diagnóstico, todos presionan a Job para que busque a Dios a fin de
recuperar la prosperidad. Sobre la verdad contenida en sus discursos, véase la introducción
a Job: «Contenido».
4.1–5.27 La posición de Elifaz (véase la introducción a Job: «Contenido») se basa en la
suposición de que todos cometemos errores. Defiende firmemente el principio de la
retribución por la culpa (4.7–21), haciendo notar que Dios siempre libra compasivamente a
sus hijos e hijas de la pena (5.9–26). Por tanto, Job es reprobado, y cosecha los frutos de sus
propias culpas (4.7). Sin embargo, se equivoca en sus conclusiones.
4.13 Elifaz habla en forma de proverbios, parábolas, himnos y exhortaciones; aquí lo hace
invocando sueños y visiones.
4.17 Véase la sección 3 de «Verdad en acción» al final de Job.
RIQUEZA LITERARIA
4.17 hombre, ˒enosh; Strong #582: Un hombre,
un mortal; el ser humano en toda su fragilidad,
limitación e imperfección. Deriva del verbo ˒anash
y significa «ser débil, frágil, enfermizo, y triste».
˒Enosh es una de las cuatro principales palabras
hebreas para el ser humano. Si ˒adam es el ser
humano como especie, ˒ish lo representa como
ciudadano y geber como símbolo de la
masculinidad, de la fortaleza humana en general.
Por lo tanto, ˒enosh designa al ser humano como
una criatura básicamente débil. ˒Enosh aparece
más de 550 veces en el Antiguo Testamento, y a
menudo constituye simplemente un término
alterno para ˒adam. Pero, en ocasiones, la
connotación original persiste, como en la
pregunta del Salmo 8.4: «¿Qué es el [˒enosh]
hombre para que tengas de él memoria...?» En
Daniel 7.13 el equivalente arameo bar˒enash (Hijo
del Hombre) tiene una connotación mesiánica. El
Señor Jesús repetidamente se llamó a sí mismo
de esa manera, identificándose con la raza
humana en toda su debilidad, aunque se elevó a
una posición de eterna fortaleza.
Capítulo 5
5.2 Véase la sección 2 de «Verdad en acción» al final de Job.
5.7 Véase la sección 4 de «Verdad en acción» al final de Job.
RIQUEZA LITERARIA
5.7 aflicción, ˓amal; Strong #5999: Pena, labor,
dolor, problema, miseria, fatiga. Este sustantivo
es usado 56 veces en el Antiguo Testamento. Su
raíz es el verbo ˓amal, «laborar o afanarse hasta
quedar exhausto». El verbo se usa en el Salmo
127.1, el cual alude al agotamiento de los
obreros que están tratando de construir la casa
de Dios sin su cooperación. Cuando José
finalmente obtuvo la felicidad, luego de sufrir la
traición familiar, una infeliz esclavitud y un injusto
aprisionamiento, dijo: «Dios me hizo olvidar todo
mi trabajo, y toda la casa de mi padre» (Gn
41.51). Esto se refería a su angustia, dolor y
pena.
5.13 Pablo cita este versículo en 1 Corintios 3.19 para mostrar que la sabiduría de Dios es
superior a la humana.
5.17 Véase la sección 2 de «Verdad en acción» al final de Job.
5.21 Véase la sección 5 de «Verdad en acción» al final de Job.
Capítulo 6
6.1–7.21 La primera respuesta de Job es un prolongado lamento en el que justifica sus
quejas invocando lo profundo de sus sufrimientos. Expresa su desilusión por ser objeto de
estas amargas e inmerecidas críticas de sus amigos (cap. 6), y presenta su punto de vista de
que Dios se ha convertido en su cruel perseguidor (cap. 7). La autocompasión de Job
comienza a transformarse en ira y éste empieza a buscar alivio para sus males.
Capítulo 7
7.17, 18 Véase la sección 1 de «Verdad en acción» al final de Job.
Capítulo 8
8.1–22 Para Bildad (véase la introducción a Job: «Contenido»), todos los caminos de Dios
son justos (v. 3). Como campeón de la tradición, no acepta cambio alguno en su doctrina
ortodoxa sobre la retribución; los justos son bendecidos y los pecadores castigados. Sin
embargo, desea la restauración de Job (vv. 21, 22).
Capítulo 9
9.1–10.22 La respuesta de Job es una interrogante (cap. 9), a la cual añade otro lamento
(cap. 10). Frustrado, salta de un tópico a otro. De nuevo afirma su inocencia, describiendo
su sufrimiento, que continúa hiriéndolo, aunque Dios sabe que él es inocente. También se
refiere a la inutilidad de hacerle la guerra a Dios sin esperanza de victoria. Cierra esta
sección lamentando haber nacido y rogando que se le conceda un breve respiro antes de
adentrarse en la oscuridad de la muerte. Su desesperada imagen de Dios en este momento
es la de un ser omnipotente que destruye al culpable y al inocente, un Dios ante quien el ser
humano se halla indefenso.
9.2 Véase la sección 3 de «Verdad en acción» al final de Job.
9.9 Este versículo refleja antiguas concepciones astronómicas. La Osa parece ser la
constelación que lleva el nombre de la Osa Mayor. Las pléyades son las siete estrellas que
se mencionan en Amós 5.8.
9.10–12 Véase la sección 1 de «Verdad en acción» al final de Job.
9.33–35 Véase la sección 1 de «Verdad en acción» al final de Job.
9.33 El deseo de Job de que aparezca un árbitro refleja su aspiración de que alguien lo
ayude a restaurar su relación con Dios.
Capítulo 11
11.1–20 Zofar se dirige a Job con más violencia (vv. 1–4): pide que Dios, en su sabiduría,
convenza a Job de su culpa y de la necesidad de arrepentimiento (vv. 5–12). Añade,
además, que el sufrimiento de Job está justificado. Uno es un creyente arrepentido o un
arrogante pecador. Job es lo segundo, y debe renunciar a su reclamo de inocencia. Zofar
declara que sus palabras son puras, esto es, basadas en una doctrina razonada. Concluye
que el arrepentimiento es el único camino para que Job se libre de sus sufrimientos
presentes y también escape a la condenación eterna (vv. 13–20).
RIQUEZA LITERARIA
10.12 guardó, shamar; Strong #8104: Preservar,
guardar, proteger, cuidar, resguardar. Aparece
cerca de 450 veces en el Antiguo Testamento.
Shamar figura por vez primera en Génesis 2.15,
donde se dice que Adán debía cultivar y proteger
el huerto del Edén. Al pueblo se le dice que
guarde el pacto, el día de reposo, o los
mandamientos (Gn 17.9; Éx 31.14; Dt 28.9). El
participio shomer significa «guardián» o «el que
vigila», es decir, un guarda o pastor. Al Señor se
le llama shomer Yisrael, el que «guarda a Israel».
Este Protector nunca duerme o se descuida, sino
que siempre está atento a su deber (Sal 121.4).
Capítulo 12
12.1–14.22 Job niega enérgicamente las acusaciones de sus amigos, defiende su inocencia y
sabiduría, en tanto se considera parte de una sociedad moralmente corrupta (12.1–13.17).
Al tiempo que les dice que sabe tanto como ellos y que sus enseñanzas son falsas, Job
reafirma su fe en Dios y hace dos peticiones (13.21): 1) que Dios no aparte su mano de él; y
2) que el terror de Dios no haga que lo venza el miedo. Busca una causa —quizás un
pecado de juventud— que pueda haber ocasionado su sufrimiento. En su melancólico
discurso, Job todavía presenta a Dios como tirano y caprichoso en sus relaciones con la
humanidad, solicitándole que haga llegar su caso al tribunal celestial (13.18–14.22).
12.12 Véase la sección 4 de «Verdad en acción» al final de Job.
12.14 Véase la sección 4 de «Verdad en acción» al final de Job.
Capítulo 13
13.15 Véase la sección 5 de «Verdad en acción» al final de Job.
Capítulo 14
14.1, 2 Véase la sección 4 de «Verdad en acción» al final de Job.
Capítulo 15
15.1–35 Elifaz rechaza el reclamo de inocencia de Job (vv. 2–16) y le recuerda los
infortunios del impío (vv. 17–35). Reprende a Job severamente y le advierte de las serias
consecuencias de tal testarudez. No le ofrece consuelo alguno.
15.1 Aquí comienza el segundo ciclo de discursos en el que crece la impaciencia de los
amigos de Job por dejar sentado el grave pecado cometido por éste. Le ruegan que se
arrepienta, y Job rehúsa, convencido de su inocencia.
15.14,15 Elifaz ofrece lecciones sobre la doctrina del pecado y la debilidad moral de los
seres humanos.
15.14 Véase la sección 3 de «Verdad en acción» al final de Job.
Capítulo 16
16.1–17.16 Sin esperanzas de recibir consuelo de sus amigos y convencido de que no
estaban dispuestos a entender sus razones (16.1–6), la cuarta respuesta de Job apela a Dios
para que éste confirme su inocencia (16.18–17.16). Dios no sólo ha permitido que este
infortunio caiga sobre él, sino que ahora permite que sus amigos lo pongan en ridículo.
Mientras sus amigos exageran su culpa, Job, quien no está totalmente libre de
autosuficiencia, exagera su inocencia. Aun sintiendo el peso de su dolor, Job confía en que
Dios lo justificará en el futuro (17.10–16).
16.19–22 Véase la sección 1 de «Verdad en acción» al final de Job.
Capítulo 18
18.1–21 La segunda vez que Bildad se dirige a Job lo critica severamente, se refiere a sus
palabras como puro desvarío (vv. 2–4), y predice que éste, como pecador empedernido,
será destruido si no se arrepiente (vv. 5–21). La imagen que traza, plagada de metáforas, es
oscura y lúgubre.
Capítulo 19
19.1–29 En su quinta respuesta, Job ruega piedad a sus amigos, quienes se han convertido
en sus más crueles verdugos (vv. 1–6). Aunque las esperanzas de recuperación parecen
desvanecerse, y todavía se queja amargamente de la forma brutal en que Dios lo ha tratado
(vv. 7–20), Job expresa su firme convicción de que al final será reivindicado por Dios su
redentor (vv. 25–27). Concluye con una advertencia dirigida a sus amigos (vv. 28, 29).
19.25, 26 Esta es una de las grandes profecías del AT sobre la venida de un Redentor o
Salvador que traerá la esperanza de una verdadera y literal resurrección a la humanidad
redimida (véase 1 Co 15.35–49).
RIQUEZA LITERARIA
19.26 carne, basar; Strong #1320: Carne, cuerpo,
ser humano. Kol basar, «toda carne» significa el
todo de la humanidad. Basar se refiere al cuerpo
humano y en algunas ocasiones también al
cuerpo de los animales. Ocasionalmente, basar
significa carne cocinada o pedazos de carne
animal que no están cocinados, como en
Números 11.33. La primera vez que aparece
basar es en Génesis 2.21, donde Dios cerró la
«carne» del hombre cuando dormía, luego de
haberle sacado una costilla. El significado más
simple designa «la parte visible del hombre o de
los animales», es decir, la piel, los músculos y la
carne.
Capítulo 20
20.1–29 Zofar habla otra vez, ahora sobre el terrible fin de los impíos e hipócritas,
incluyendo a Job en esas categorías (vv. 4–29). Zofar tiene una mentalidad estrecha y
legalista, que no siente piedad alguna por Job. No sabe cómo contestar las preguntas de Job
y se indigna de sus acusaciones contra sus amigos (vv. 1–3).
Capítulo 21
21.1–34 Job reclama una oportunidad de ser escuchado (vv. 1–6) para refutar la
simplificada doctrina de la retribución de sus amigos (vv. 7–33). Reafirma otra vez su
propia inocencia; la calamidad afecta al justo y al injusto, una verdad que la historia
confirma. A veces el incrédulo prospera durante toda la vida, mientras el creyente sólo
conoce el anhelo. Aquí la atención se desplaza del caso de Job al más amplio tema de los
sufrimientos del creyente. Así Job cuestionaba la opinión teológica prevaleciente en su
época.
Capítulo 22
22.1–30 Sólo Elifaz y Bildad participan en este ciclo final. Desestimando el argumento
anterior de Job, Elifaz lo acusa de pecados específicos (vv. 1–11) y lo llama al
arrepentimiento (vv. 21–30). Entonces sería perdonado y recuperaría su prosperidad. Lo
que podría considerarse un bello llamado al arrepentimiento es, de hecho, otra acusación
contra Job. Elifaz parece absorto en su argumentación teológica; su consuelo se ha
convertido en condenación, y ahora acusa a Job de ateísmo práctico.
Capítulo 23
23.1–17 La séptima respuesta de Job ignora a sus amigos, centrando la atención en poner su
caso en manos de Dios. Se refiere de nuevo a sus ansias de Dios, y afirma la justicia divina.
Se muestra confiado en que si pudiese encontrar a Dios, el Señor mismo lo atendería (v.
6).
23.10 Véase la sección 4 de «Verdad en acción» al final de Job.
Capítulo 24
24.1-25 Continuando su soliloquio, Job se queja contra las violencias que Dios permite que
ocurran en el mundo, tales como la opresión del inocente y la persecución de los indefensos
por los malvados. Llama la atención sobre los criminales y adúlteros que actúan en la
sombra y parecen escapar a la justicia expedita; de hecho, parece como si Dios les ofreciera
protección. Es como si sus sufrimientos le hubiesen hecho más sensible ante las penas
humanas. En realidad, Job discurre sobre la antigua cuestión: ¿Cómo puede un Dios justo
permitir que el incrédulo prospere? Y, ¿por qué tarda tanto su castigo?
1
Capítulo 25
25.1-6 En las palabras finales que dirige a Job, Bildad afirma que: El ser humano no puede
discutir con Dios; ninguna persona puede decir delante de Dios que es pura. Es
inconcebible que Dios le permita a Job una oportunidad para justificarse.
25.4 Véase la sección 3 de «Verdad en acción» al final de Job.
Capítulo 26
26.1-14 Job vuelve a referirse al gran poder de Dios. Sus consejeros lo exasperan.
26.6 Abadón: Puede traducirse como destrucción, una alusión metafórica al sepulcro (Sal
88.11).
Capítulo 27
27.1-23 Job continúa proclamando su inocencia y su creencia de que el incrédulo será al
final castigado, porque Dios es justo y misericordioso.
Capítulo 28
28.1-28 En su discurso, Job afirma que solamente la verdadera sabiduría trae consigo
bienestar. Esta sabiduría reside en Dios, el único que puede resolver los indescifrables
enigmas de la vida. La solución para el ser humano es hallar la paz por medio de la
sumisión a la autoridad divina. Este himno sirve de puente para los discursos que siguen y
reitera a los amigos de Job que él sí comprende los caminos de Dios y su sabiduría.
28.16 Se desconoce la localización de Ofir.
Capítulo 29
29.1–31.40 Al concluir su defensa, Job repite que sus sufrimientos no se deben a que haya
pecado, sino a una razón más profunda, que solamente Dios conoce. Job recuerda su
anterior prosperidad (29.1–10); declara que ésta era una consecuencia directa de su vida
piadosa y benevolente (29.11–17); su esperanza era que esta prosperidad durara hasta su
muerte (29.18–25). Job dirige su atención hacia el desdén de que ahora es objeto por parte
de la gente, en contraste con los grandes honores que antes se le tributaban (30.1–15).
1Biblia plenitud : La Biblia de estudio que le ayudara a comprender a aplicar la Plenitud del Espiritu
Santo en su diario vivir. 2000, c1994 (electronic ed.) (Job 18.1). Editorial Caribe: Nashville
Reconoce su miserable estado presente y considera que todas sus esperanzas se han
perdido.
Manteniendo su voto de inocencia, Job declara que no se ha entregado a la
concupiscencia (31.1–4) y que ha actuado siempre con justicia y benevolencia hacia todas
las personas (31.5–23). Job cierra su discurso diciendo de nuevo que no es culpable de
hipocresía, tanto en sus palabras como en lo íntimo de su corazón (31.24–40). Este es su
más firme voto de inocencia. Ahora, más ecuánime, busca las respuestas en Dios.
Capítulo 31
31.1–40 Véase la sección 6 de «Verdad en acción» al final de Job.
31.15 Véase la sección 1 de «Verdad en acción» al final de Job.
Capítulo 32
32.1–22 Eliú, que hasta este momento había permanecido callado (quizás porque era el más
joven de todos), se dirige a Job. Eliú procedía de Buz, es decir, era arameo o edomita.
Estaba disgustado con los tres hombres porque no habían descubierto el motivo de los
sufrimientos de Job, aunque lo habían condenado; y se encendió en ira con Job a causa de
su autosuficiencia (por cuanto se justificaba a sí mismo más que a Dios). Eliú comienza
su primer discurso con una extensa apología (vv. 6–22).
Capítulo 33
33.1–33 Sigue la apología (vv. 1–7), y tras ella Eliú declara que Dios persigue un propósito
superior haciendo sufrir a Job (vv. 8–30). Su intención no es tanto castigarlo como
disciplinarlo, a fin de apartarlo del mal, ya sea real o potencial. Invita a Job a responder (vv.
31–33). En vv. 12, 13, Eliú afirma que Dios es mayor que el ser humano, y que nadie tiene
derecho a pedirle explicaciones de lo que ocurre. Algunas de las cosas que hace Dios son
incomprensibles para las personas. Aun así, dice Eliú, podemos escucharlo prestando
atención a su voz (vv. 14–16).
Capítulo 34
34.1-37 Eliú continúa hablando. Él no es un amigo que busca consolar, sino un joven que
sabiamente intenta ofrecer una nueva visión del problema, mientras los otros esperan
recibir de Dios la respuesta. Aquí defiende el trato justo de Dios y ruega a Job no endurecer
su corazón ante el consejo y la disciplina divina.
34.10–12 Véase la sección 1 de «Verdad en acción» al final de Job.
Capítulo 35
35.1-16 Aquí Eliú condena abiertamente a Job por la tontería de seguir manteniendo su
inocencia y culpar a Dios de su infortunio. Considera la actitud de Job en extremo
arrogante.
Capítulo 36
36.1–37.24 En sus palabras finales, Eliú destaca el temible poder de Dios a fin de dejar
sentado que nadie tiene derecho a disputar con el Señor. Se refiere a la naturaleza para
demostrar el poder y la sabiduría de Dios. Por último, invita a Job a temerle (37.24). El
verdadero significado de la contribución de Eliú es haber llamado la atención sobre el
carácter educativo y no retributivo del sufrimiento humano.
36.8–12 Véase la sección 4 de «Verdad en acción» al final de Job.
Capítulo 38
38.1–42.6 Los argumentos de los cuatro hombres son silenciados por la voz de Dios, quien
responde desde un torbellino. El Señor compara su omnipotencia con la impotencia de Job.
Lo hace describiendo la grandiosidad de la Tierra (38.1–18), la majestuosidad de los cielos
(38.19–38), y los insondables misterios de la vida animal (38.39–39.30). Entonces invita
directamente a Job a responderle (40.1, 2).
38.1-40.2 Dios intenta convencer a Job de varias verdades teológicas importantes: el Señor
creó la Tierra y la rige justiciera y compasivamente. Aunque es Señor de todo lo que existe,
se preocupa de Job más que del resto de la creación.
38.1–39.30 Véase la sección 1 de «Verdad en acción» al final de Job.
Capítulo 40
40.3–5 La respuesta de Job no es muy diferente a la de Isaías, quien, confrontado por la
santidad de Dios, se contempla a sí mismo como totalmente pecador e incapaz de
permanecer en su presencia (Is 6). Cuando se enfrenta cara a cara con Dios, Job confronta
su autosuficiencia. Despojado de todo lo que tenía, y ante la santidad de Dios, descubre su
orgullo y expresa su vergüenza.
40.4, 5 Véase la sección 3 de «Verdad en acción» al final de Job.
40.6–41.34 Dios comienza esta segunda declaración rechazando la acusación de injusticia
que Job le ha lanzado. Compara la debilidad de Job con la de ciertas criaturas de la Tierra,
incluyendo el behemot (tal vez el «hipopótamo», 40.15–24), y el Leviatán (quizás el
«cocodrilo», 41.1–34), sobre quienes el Señor se enseñorea. Si es Señor de estas criaturas,
seguramente controla también las fuerzas que se esconden tras los problemas de Job. Este
debe renunciar a las quejas sobre la injusticia de Dios y someterse a su voluntad.
Capítulo 42
42.1-6 Job responde con humildad. Compara su anterior conocimiento de Dios, que debe a
otros —de oídas te había oído—, con su conocimiento actual, superior porque lo ha
recibido directamente: mas ahora mis ojos te ven. Ahora ve distinto a Dios porque éste se
le ha revelado personalmente.
42.4–6 Véase la sección 3 de «Verdad en acción» al final de Job.
42.7-9 Entonces Dios reivindica a Job delante de sus tres amigos, Elifaz, Bildad y Zofar, a
quienes reprende e invita a traerle ofrendas para que éste, actuando como sacerdote, las
presente en su nombre. Entonces Dios declara su aprobación de Job (a él atenderé), porque
Job había hablado rectamente. Dios da más crédito a la fe de Job, quien buscaba respuestas,
que a la de sus amigos. Con claridad afirma que lo dicho por los tres amigos sobre Job era
falso, pero se mantiene silente en torno a lo dicho por Eliú. Ni confirma sus palabras, ni las
refuta, ni se refiere a ellas. Ello subraya el tema central del libro de Job: Dios es soberano, y
sus caminos son insondables.
42.10–17 Job se ha reconciliado totalmente con Dios; ha mostrado que sirve a Dios con un
corazón puro, solamente porque ama a Jehová. Satanás estaba equivocado. Su prosperidad
restaurada demuestra que una relación correcta con Dios asegura una vida abundante (véase
Jn 10.10).
RIQUEZA LITERARIA
42.10 hubo orado, palal; Strong #6419: Orar,
rogar, interceder, suplicar. Este verbo aparece
más de 80 veces. Palal nos habla de la oración
como intercesión, o sea, el pedirle a alguien con
más poder y sabiduría que intervenga a favor de
la persona que ora. Por ejemplo, Ana oró por un
hijo (1 S 1.12); Ezequías oró porque se
extendiera su vida (Is 38.2, 3); y Jonás oró desde
el vientre del pez (Jon 2.1–9). Además, palal se
encuentra en la promesa de 2 Crónicas 7.14: «Si
se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre
es invocado, y oraren... entonces yo oiré desde
los cielos...» Véanse otros ejemplos del uso de
palal en relación con la súplica o intercesión en
Génesis 20.7, 17; Números 11.2 y 1 Samuel
12.23.
DINÁMICA DEL REINO
42.10–12 Definición bíblica de restauración,
RESTAURACIÓN. Este texto ofrece la definición
bíblica de restauración. Todo el concepto del
«Espíritu Santo y la restauración» se desarrolla
en el artículo que comienza en la página 1758.
(Hch 3.19–21/Gn 3.21) J.R.
DINÁMICA DEL REINO
42.10–13 La aflicción de Job y su completa
recuperación. SANIDAD DIVINA. Algunos
señalan a Job para probar que la enfermedad
obedece, en muchos casos, a la voluntad de
Dios. Es cierto que Dios permitió la enfermedad
de Job para mostrarle a Satanás que aquel no se
apartaría de su Protector ante la adversidad. Sin
embargo, vale la pena observar que la aflicción
de Job se debía directamente al diablo (2.2).
Además, la enfermedad sólo era una de las
aflicciones que sufría. Más tarde, cuando Dios le
sanó y le restauró, resarciéndole con creces de
todas sus pérdidas, el texto hebreo literalmente
se refiere a su recuperación como un retorno de
la cautividad. Esto constituye una evidencia de
que toda su restauración consistió en un rechazo
de la maldad; la recuperación de cosas «que
habían sido de Job» (42.10). Pero, este
complicado caso requiere que se reconozca
también que la sanidad de Job parece coincidir
con su arrepentimiento. El capítulo 29 parece
revelar que Job estaba excesivamente
ensimismado, de lo cual se arrepintió más tarde
(véase 42.5, 6). Hay una vinculación entre el
cambio de actitud de Job y la restauración divina.
Antes de comenzar a «filosofar» en cuanto a
la voluntad divina en relación con la enfermedad,
sería sabio notar cómo Dios corrigió a los amigos
de Job, quienes habían argumentado que sus
aflicciones se debían al juicio de Dios (42.7–9).
Pero el espíritu de perdón de Job hacia sus
amigos fue algo decisivo para su propio bienestar
y el de ellos.
(2 R 20.1–11/Sal 91.9, 10) N.V.
2Biblia plenitud : La Biblia de estudio que le ayudara a comprender a aplicar la Plenitud del Espiritu
Santo en su diario vivir. 2000, c1994 (electronic ed.) (Sal 1.1). Editorial Caribe: Nashville