El Tabicamiento Interventricular
El Tabicamiento Interventricular
El Tabicamiento Interventricular
muscular que, en condiciones normales, divide al corazón en dos cámaras independientes una de la
otra: una cámara ventricular izquierda (o corazón izquierdo) y una cámara ventricular derecha (o
corazón derecho)
Tiene forma triangular, de base superior en concordancia con las aurículas, y vértice inferior, en relación
con la punta o ápice. Se extiende desde la pared anterior del miocardio (a nivel del surco interventricular
anterior) para terminar insertándose en la pared inferior del corazón (a nivel del surco interventricular
posterior). Es muy grueso, de 10 a 12 mm.
Consta de dos porciones estructuralmente distintas, separadas por la inserción de la valva Interna de la
válvula tricúspide:
Porción muscular: corresponde a la mayor parte del tabique. Es la porción más gruesa del mismo,
teniendo en promedio 1cm de espesor, y es de tejido muscular.
Porción membranosa: corresponde a la porción basal del Septum y es la parte más delgada del mismo,
con un espesor promedio que no sobrepasa los 2mm. Esta porción de tabique interventricular es la que
da origen a los pilares de la valva interna de la válvula tricúspide.
Embriología:
Hacia finales de la cuarta semana, los ventrículos comienzan a expandirse debido al continuo
crecimiento del miocardio en el exterior y a la formación ininterrumpida de divertículos y trabéculas en
el interior. El primer indicio del comienzo del tabicamiento interventricular es la presencia, en la
superficie externa del corazón en desarrollo, del surco bulboventricular, la presencia de este surco
señala el sitio donde, en el interior del corazón, se está formando el tabique interventricular.
El tabique interventricular muscular comienza a desarrollarse por plegamiento del piso del ventrícular, y
crece en dirección cefálica hacia las almohadillas endocárdicas, sin embargo, no llega a unirse con las
almohadillas endocárdicas, ya que detiene su crecimiento y deja un orificio en la porción superior,
denomidado agujero interventricular; este tabique primitivo origina la porción muscular del tabique
interventricular definitivo.
El agujero interventricular será cerrado por la porción membranosa del tabique interventricular.
En el origen de esta porción intervienen principalmente la porción proximal del tabique troncoconal y
las almohadillas endocárficas, por tanto, al unirse la porción membranosa del tabique interventricular
con la porción muscular, los ventrículos quedan separados definitivamente; al mismo tiempo, la aorta se
comunica con el ventrículo izquierdo definitivo, mientras que el tronco pulmunonar lo hace con el
derecho.
Cuando no ocurre la formación del tabique interventricular de manera correcta se escriben defectos
congénitos de manera correcta se describen defectos congénitos como lo de la comunicación
interventricular, la cual puede comprender la porción membranosa del tabique, es la formación cardiáca
congénita más común, que se presenta en forma aislada en 12 casos de cada 10 000 nacimientos.
La comunicación interventricular
En los bebés que no tienen un defecto de nacimiento en el corazón, el lado derecho del corazón bombea
la sangre sin oxigenar a los pulmones y el lado izquierdo bombea la sangre oxigenada al resto del
cuerpo.
En los bebés con comunicación interventricular, la sangre frecuentemente fluye del ventrículo izquierdo
al ventrículo derecho a través del defecto en el septo, y de allí a los pulmones. Esta cantidad extra de
sangre que el corazón bombea a los pulmones, hace que tanto el corazón como los pulmones se
esfuercen más. Con el tiempo, si el defecto no se repara, puede aumentar el riesgo de que se presenten
otras complicaciones, como insuficiencia cardiaca, presión arterial alta en los pulmones (llamada
hipertensión pulmonar), ritmo cardiaco irregular (llamado arritmia) o accidente cerebrovascular.
Los bebés que tienen comunicación interventricular pueden tener un orificio o más en diferentes partes
del septo. Hay varios nombres para estos orificios. Algunos de los lugares y nombres comunes son los
siguientes:
En general, este es un orificio en donde partes del septo ventricular deben unirse, justo debajo de las
válvulas pulmonar y aórtica.
Este es un orificio en la parte inferior, muscular del septo ventricular y es el tipo más común de
comunicación interventricular.
Las causas de los defectos cardiacos (como la comunicación interventricular) en la mayoría de los bebés
no se conocen. Algunos bebés tienen defectos cardiacos debido a cambios en sus genes o cromosomas.
También se cree que los defectos cardiacos son causados por una combinación de genes y otros factores
de riesgo, como los elementos con los que entra en contacto la madre dentro del ambiente, lo que come
o bebe, o los medicamentos que usa.
Diagnóstico y síntomas
El tamaño de la comunicación interventricular influirá en los síntomas que habrá presentes, si es que
hay síntomas, y si el médico oirá un soplo cardiaco durante el examen físico. Los signos de este defecto
cardiaco podrían estar presentes desde el nacimiento o podrían no aparecer hasta mucho después. Si el
orificio es pequeño, generalmente se cerrará solo y es posible que el bebé no presente ningún signo del
defecto. Sin embargo, si el orificio es grande, el bebé podría tener síntomas, incluidos los siguientes:
Durante el examen físico, el médico podría oír el distintivo sonido silbante que se llama soplo. Si el
médico oye un soplo o hay otros signos presentes, podrá solicitar una o más pruebas para confirmar el
diagnóstico. La prueba más común es el ecocardiograma, que es una ecografía del corazón que puede
mostrar los problemas que hay en la estructura del corazón, el tamaño del orificio y cuánta sangre pasa
por ese orificio.
Tratamientos
Los tratamientos para la comunicación interventricular dependen del tamaño del orificio y de los
problemas que podría causar. Muchos de estos defectos son pequeños y se cierran solos. Si el orificio es
pequeño y no produce ningún síntoma, el médico revisará al bebé regularmente para asegurarse de que
no presente signos de insuficiencia cardiaca y que el orificio se cierre solo. En el caso de que el orificio
no se cierre solo o de que sea grande, es posible que se deban tomar otras medidas.
Según el tamaño del orificio, los síntomas y el estado de salud general del niño, el médico podría
recomendar un cateterismo cardiaco o una operación a corazón abierto para cerrar el orificio y restaurar
el flujo normal de sangre. Después de la cirugía, el médico fijará citas regulares de seguimiento para
asegurarse de que la comunicación interventricular permanezca cerrada. La mayoría de los niños que
tienen una comunicación interventricular que se cierra (ya sea sola o mediante la cirugía) tienen una
vida saludable.