Disfunciones Sexuales Evaluación Final Olaf

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 15

1

Centro Universitario De Sonora, Campus Hermosilo, Sonora.

Materia: Sexualidad Humana

Alumna: Stephanie Burboa Sánchez.

Trabajo: Evaluación Final

Maestra: Olaf

Fecha de entrega: sábado 20 de abril 2024

1
2

“TEORÍAS GENERALES
SOBRE
DISFUNCIONES SEXUALES”

2
3

INDICE

1. Introducción ……………………………………………………………. 4

2. Desarrollo ……………………………………………………………. 6

a. Modelo teórico de Master y Johnson ……………………………. 8

b. Modelos nuevos ……………………………………………………11

3. Conclusión ……………………………………………………………. 13

4. Referencias ……………………………………………………………. 14

3
4

1. Introducción

El termino de disfunción sexual este ocurre cuando tienes dificultades para tener o disfrutar del sexo,

y esta situación te preocupa. Hay varios tipos de disfunciones y a veces también se les llama trastornos

sexuales.

El sexo puede ser una parte muy importante de tu salud y calidad de vida. Por eso, tener disfunciones

sexuales puede ser difícil física y emocionalmente. Los trastornos sexuales son muy comunes y en la

mayoría de los casos se pueden tratar. Las disfunciones sexuales constituyen un problema frecuente y

que es necesario estudiar por su importancia para la salud de los individuos. Por esto, abordar la

sexualidad es importante, para conocer su prevalencia en mujeres y en hombres.

El comportamiento sexual humano, comprende aspectos biológicos, psicosociales, conductuales,

clínicos, morales y culturales. La literatura explica que las teorías y las prácticas sexuales varían de

acuerdo a la época y a las culturas donde se desarrollan. Siendo así, el resultado de la imagen que las

4
5

personas han construido sobre su propia sexualidad y la de los demás. Crespo, Labrador, & De La

Puente (1995) señalan la complejidad de establecer límites entre lo normal, anormal o patológico de las

conductas sexuales. De acuerdo a las clasificaciones diagnósticas, los trastornos sexuales, se basan en la

experiencia subjetiva de malestar e insatisfacción de la actividad sexual propia, en el que se

incluyen cambios a nivel fisiológico, anatómico, motor y emocional (Labrador & Crespo,

2001).

Con ello nos muestra que existen varios factores que incluyen una disfunción sexual como;

(1.- trastorno del deseo sexual hipo activo 2.- disfunción eréctil (DE, por sus siglas en inglés), 3.-

trastorno orgásmico o disfunción orgásmica 4.- vulvodinia 5.- trastorno de excitación genital 6.-

eyaculación precoz), estas muestran ser los de mayor relevancia y comunes en la vida del ser humano.

5
6

2. Desarrollo

Según el DSM IV, los trastornos sexuales se caracterizan por una alteración del deseo sexual, por

cambios psicofisiológicos en el ciclo de la respuesta sexual y por la provocación de malestar y

problemas interpersonales.

Las disfunciones sexuales comprenden:

Trastornos del deseo sexual

 Deseo sexual hipo activo

 Trastorno por aversión al sexo

Trastornos de la excitación sexual

 Trastorno de la excitación sexual en la mujer

 Trastorno de la erección en el varón

6
7

Trastornos del orgasmo

 Disfunción orgásmica femenina

 Disfunción orgásmica masculina

 Eyaculación precoz

Trastornos sexuales por dolor

 Dispare unía

 Vaginismo

Disfunción sexual debida a una enfermedad medica

Disfunción sexual inducida por sustancias

Disfunción sexual no especificada

Los trastornos sexuales se han divido en dos grandes grupos: las Parafilias o desviaciones sexuales,

caracterizada por ser una orientación sexual dirigida hacia objetos o situaciones infrecuentes respecto al

patrón convencional.

La orientación sexual no es un factor determinante, tanto los individuos heterosexuales,

homosexuales, como bisexuales pueden experimentar una disfunción sexual en algún momento de la

vida. Asimismo, los trastornos sexuales pueden ser de toda la vida o desarrollarse después de un periodo

de funcionamiento sexual normal.

Los pacientes que manifiestan una disfunción sexual deberían someterse a exploraciones médicas que

incluyan revisiones por parte del ginecólogo o urólogo a fin de descartar causas orgánicas tratables, ya

que podrían tratarse de alteraciones especificas en los genitales, como también la presencia de

7
8

enfermedades vasculares, alteraciones neurológicas, trastornos endocrinos o enfermedades sistémicas,

además de posible consumo de fármacos sin prescripción médica y las drogas ilegales.

a. Modelo teórico de Master y Jhonson.

Masters y Johnson estudiaron el comportamiento del ciclo de la respuesta sexual humana, y lo

dividieron en cinco fases: deseo, excitación, meseta, orgasmo y resolución para distinguir los

diferentes cambios fisiológicos que experimentan las personas. La definición de estas fases los llevó

a describir y delimitar las disfunciones sexuales inherentes, aunque no siempre presentes, de la

sexualidad humana. A su vez, Rubio las define como “una serie de síndromes en los que los

procesos eróticos de la respuesta sexual resultan no deseables para el individuo o para el grupo social

y que se presentan en forma persistente y recurrente”.

Estos sexólogos tuvieron en cuenta una serie requisitos fundamentales, siendo estos los que vamos a

enumerar a continuación:

 Se debe comenzar la terapia con una evaluación de manera individualizada y exhaustiva a

cada pareja.

 El tratamiento va enfocado hacia la relación de la pareja, teniendo en cuenta todos los factores

relacionados.

8
9

 Este modelo de terapia sexual sigue un enfoque breve e intensivo de 15 días en régimen

interno.

 Es un modelo de terapia integrador donde se tienen en cuenta factores sociales, biológicos y

psicológicos.

 Para que el tratamiento funcione es necesaria la colaboración de ambos miembros de la

pareja.

Las fases del modelo de terapia sexual

1. Fase de evaluación y diagnóstico.

Se lleva a cabo a lo largo de los 3 primeros días de tratamiento, durante los cuáles se llevan a cabo

principalmente las siguientes tareas:

 Entrevista individual con cada uno de los miembros de la pareja por separado y también

conjunta.

 Examen y exploración médica.

Es importante destacar que durante esta primera fase se debe aclarar a la pareja las bases de la terapia

y también se abordarán aquellos aspectos formativos y educativos relacionados con el sexo que pudieran

ser necesarios y se prohibirá que tengan relaciones sexuales más allá de las que hayan sido autorizadas

por el terapeuta, ya que podrían interferir con el proceso terapéutico.

La fase de evaluación concluirá con el análisis, el diagnóstico y la discusión.

2. Fase de focalización sensorial.

9
10

Este modelo sería en la que se lleva a cabo la focalización sensorial, donde cada uno de los miembros

de la pareja participante en la terapia deben tratar de conocer en mayor profundidad y de localizar de la

manera más precisa posible aquellas zonas del cuerpo que a cada miembro le resulten más agradables al

ser estimuladas.

Se debe trabajar con la mejora o aumento, si fuera necesario, de la comunicación entre los miembros

de la pareja para que desarrollen la costumbre de expresar con el otro deseo y afecto.

3. Fase especifica

Una vez llevado a cabo los dos puntos anteriores, ya evaluados y diagnosticados, con la

compresión necesaria para conocer eh identificar los puntos de satisfacción de su pareja,

llevando a cabo una comunicación más fluida. Es aquí cuando se procederá a llevar a cabo un

programa específico con una serie de técnicas concretas que vayan enfocadas a tratar la

disfunción sexual de cada pareja concreta.

10
11

b. Modelos nuevos

Resulta claro que pocos temas despiertan tanta ansiedad y tanto placer, tanto dolor y tanta esperanza,

tantas discusiones y tantos silencios, como las posibilidades eróticas del cuerpo. (Weeks, 1993).

La relación sexual significativa, que incluye componentes emocionales y cognitivos, es central no

sólo para el logro de la intimidad, sino que además para alcanzar una calidad de vida satisfactoria.

La principal novedad sobre los comportamientos sexuales está en que las disfunciones sexuales se

toman como entidades clínicamente distintas y desligadas significativamente del comportamiento de

género, que se ubican, no obstantes, seguidamente las disfunciones sexuales. De la nueva edición se ha

eliminado o no tiene equivalente el (trastorno por aversión sexual), asimismo, el (trastorno del

interés/excitación sexual femenino) reúne los trastornos imbricados que en la clasificación anterior se

presentaban como distintos, el (trastorno de deseo sexual hipo activo) y el (trastorno de excitación

sexual femenino).

11
12

La misma suerte corrieron la (dispareunia) y (vaginismo), que se reagruparon en el (trastorno de

dolor genito - pélvico/ penetración), que hace énfasis en la penetración que en espasmo vaginal para el

diagnóstico. Es posible que con estos cambios se incremente la validez y la confiabilidad de estos

diagnósticos.

En el informe de la Agency for Health Care Policy and Research, presentado al congreso de Estados

Unidos, en cuya confección colaboró la “División 12” (psicología clínica) de la Asociación Psicológica

Americana (APA) (Chambless & cols., 1998). Estos autores señalan que la eficacia de un tratamiento se

aprecia a través de 3 criterios.

a. Existencia de al menos 2 estudios rigurosos de distintos investigadores que demuestren

superioridad al tratamiento farmacológico, o al placebo, o a otro tratamiento, con diseño experimental

intergrupal de un N=30 por grupo o una serie de estudios de caso único (9).

b. Contar con un manual de tratamiento.

c. Los sujetos a prueba deben estar claramente identificados en función de un manual como el DSM

IV o el CIE-10.

Los mismos autores establecieron 3 tipos de eficacia.

a. Tratamiento eficaz: Aquel que es mejor que la ausencia de terapia en, al menos, 2 estudios

independientes.

b. Tratamiento probablemente eficaz: Aquel que no ha sido replicado aún.

c. Tratamiento eficaz y específico: Aquel que es mejor que un tratamiento alternativo o un placebo.

12
13

3. Conclusión

Como finalización de este proyecto para evaluación de la ultima unidad del cuatrimestre en

curso, al llevar a cabo dicho proyecto, ayuda con la comprensión mas concisa y un poco mas

exacta de las disfunciones sexuales que se pueden presentar a lo largo de la vida sexual.

Las cuales como practica en la psicología las disfunciones sexuales constituyen un problema

que se manifiesta frecuentemente y que está claro que es necesario estudiar y adquirir mejores

conocimientos, enfocándonos en investigaciones e irnos actualizando con la información.

Con las teorías de Master y Johnson se logró reconocer los 4 factores que conlleva a que sea

nombrada una disfunción sexual, La definición de estas fases los llevó a describir y delimitar las

disfunciones sexuales inherentes, aunque no siempre presentes, de la sexualidad humana.

13
14

4. Referencias

Citación del artículo: Hernández, N.E., Acevedo, E.P., Espeleta, M. (2013). Revisión teórica en

torno a la discusión sobre trastornos sexuales. Revista Psicoespacios, Vol. 7, N.10, enero-junio

2013, pp. 291-320, Disponible en http://revistas.iue.edu.co/index.php/Psicoespacios.

Disfunciones Sexuales – Amssac | Asociación Mexicana para la Salud Sexual A.C.

Academia de Preparación PIR (2019). Manual de Tratamientos Psicológicos: 3ª edición. Madrid:

APIR.

Academia de Preparación PIR (2021). Manual de Psicología Clínica (Tomo II): 3ª edición

revisada. Madrid: APIR.

Ballester-Arnal, R. (2020). Disfunciones sexuales, trastornos parafílicos y disforia de género. En

A. Belloch, B. Sandín y F. Ramos (coords.). Manual de psicopatología: Volumen I (pp. 441-

483). Madrid: McGraw-Hill.

14
15

Carey, M. P. (2007). Tratamiento cognitivo-conductual de las disfunciones sexuales. En V. E.

Caballo (coord.). Manual para el tratamiento cognitivo-conductual de los trastornos psicológicos

(Vol. 1): Trastornos por ansiedad, sexuales, afectivos y psicóticos (pp. 267-298). Madrid: Siglo

XXI de España Editores.

Masters, W. H. & Johnson, V. E. (1970). Human sexual inadequacy. Boston: Little Brown.

Masters, W. H. & Johnson, V. E. (1985). Human sexuality. Boston: Little Brown.

Musso, J. R. (1985). Terapias sexuales y terapias comportamentales: reflexiones epistemológicas

Revista Latinoamericana de Psicología, 17(1), pp. 113-119.

15

También podría gustarte