Trastorno de La Sexualidad
Trastorno de La Sexualidad
Trastorno de La Sexualidad
los trastornos sexuales se han dividido en 2 grandes grupos: las parafilias o desviaciones
sexuales. DSM-IV-TR añade un tercer y cuarto grupo de trastornos: los trastornos de
identidad sexual y los trastornos sexuales no especificados.
Según DSM-IV-TR:
En el DSM5 el tiempo que debe durar el malestar para diagnosticarse una disfunción sexual es de
6 meses y debe aparecer en un mínimo de un 75% de las ocasiones
El deseo sexual inhibido (DSI) hace referencia a personas que no tienen apetito sexual, no se
sienten atraídas por el sexo y por la posibilidad de llevar a cabo relaciones o conductas
sexuales en general.
En el trastorno por aversión al sexo, la persona evita de manera activa todo contacto genital. Este
problema se cataloga a veces como fobia al sexo.
El trastorno de la excitación sexual en la mujer está definido como el fallo parcial o completo en
obtener o mantener la respuesta de tumefacción y lubricación propia de la excitación sexual hasta
la terminación de la actividad sexual, o bien como la carencia de una sensación subjetiva de
excitación sexual y de placer durante la actividad sexual; y el trastorno de la erección en el
hombre, definido como el fallo parcial o total en obtener o mantener la erección hasta el final
de la actividad sexual, o la falta de sensaciones subjetivas de excitación sexual y placer durante
la actividad sexual. El fallo en la obtención y mantenimiento de la erección en el hombre es el más
frecuente de todos, denominado impotencia.
Este grupo de trastornos abarca la Dispareunia o dolor genital antes, durante o tras la relación
sexual, y el vaginismo, trastorno únicamente femenino que se caracteriza por la aparición de
espasmos en la musculatura del tercio externo de la vagina que interfiere en el coito.
EPIDEMIOLOGIA Y ETIOLOGIA:
Tan solo un 5-10% de disfunciones sexuales son por causa orgánica. Cabe destacar 3 aspectos o
factores que suelen estar presentes en la mayor parte de las disfunciones sexuales: 1) la ansiedad
asociada a las relaciones sexuales, 2) la falta de habilidades y conocimientos sobre el desarrollo
sexual propio y de la pareja y 3) la adopción del rol de espectador en la relación.
Los tratamientos de las disfunciones sexuales, en especial las denominadas, terapias sexuales,
son algo relativamente reciente, pero que han conseguido uno resultados muy satisfactorios
y una elevada eficacia A la hora de abordar la evaluación y tratamiento de cualquier
disfunción sexual es necesario tener en cuenta los siguientes principios básicos (Labrador, 1994):
En la mayor parte de los casos es necesario disminuir la ansiedad asociada a la relación sexual
o a las actividades sexuales en general. La mejor forma de conseguir reducir esta ansiedad
consiste en enseñar a la persona técnicas y habilidades que la permitan controlarla a
voluntad. Procedimientos como la relación, técnicas de exposición o inoculación del estrés
pueden ser muy útiles al respecto.
Los tratamientos deben incluir una parte práctica de entrenamiento en cómo desarrollar las
nuevas conductas sexuales más adecuadas para la relación con la pareja. También es muy
importante el entrenamiento en conductas de relación más social
Fase 4: Desarrollo de técnicas específicas para cada uno de los trastornos. También
implica en muchos casos el trabajo sobre objetivos no estrictamente sexuales, pero si relacionados
con el funcionamiento de la pareja, como mejora de la comunicación o incremente de la
intimidad, preparación del ambiente, etc.
Siempre han existido formas diferentes de conducta sexual, pero no todas las culturas han
definido un mismo comportamiento como normal o anormal. De hecho, los estudios
transculturales antropológicos nos hablan de la existencia en otras culturas de prácticas sexuales
socialmente admitidas que serían clasificadas como desviadas y aberrantes en nuestra cultura
occidental.
EPIDEMIOLOGIA:
Rara vez solicitan tratamiento, por lo que los datos referentes a casos tratados en la clínica son
escasos. Respecto a la prevalencia por sexos, afectan mucho más a los hombres que a las
mujeres (20 a 1). En relación con la edad de inicio, las desviaciones sexuales les suelen comenzar
en la adolescencia, estimándose que un 50% de estos sujetos comienza sus actividades antes de
los 18 años.
DESCRIPCIÓN CLÍNICA:
Los trastornos incluidos bajo la categoría diagnostica de parafilias en el DSM-IV son los siguientes:
fetichista.
Sadismo y masoquismo: el sadismo se refiere a la necesidad de infligir daño a otra persona para
excitarse sexualmente y el masoquismo implica la necesidad de ser humillado, atacado,
maltratado… para obtener placer sexual.