DATALOG - Manual Evaluacion e Interpretacion Hidrocarburos
DATALOG - Manual Evaluacion e Interpretacion Hidrocarburos
DATALOG - Manual Evaluacion e Interpretacion Hidrocarburos
Resta
Evaluación e interpretación de
hidrocarburos
David P. Hawker
INDICE
SECCIÓN 1 INTRODUCCION ......................................................................................................3
Sección 1 INTRODUCCION
La técnica de los registros de lodo (mud logging) consiste en detectar, medir y evaluar los
fluidos de hidrocarburos y otros gases presentes en el fluido de perforación (lodo) y en los
ripios que regresan a la superficie provenientes del hueco y luego correlacionar esta
información con una profundidad y litología específicas que han sido penetradas durante la
perforación.
Partiendo de este principio básico, el personal de registros experimentado (mud logger) puede
evaluar una serie de informaciones inestimables a medida que se perfora un pozo:
La información proveniente del análisis de los fluidos de hidrocarburos, junto con otras
técnicas de mud logging como la evaluación de datos de perforación y el análisis de ripios,
resulta de gran ayuda para evaluar el pozo con fines diversos: -
Ahora bien, para que la evaluación de la formación y de las zonas con hidrocarburo sea
provechosa, hay que considerar varios aspectos: -
Ahora bien, para que las interpretaciones del gas detectado en la superficie sean útiles, el
personal de registro debe, en primer lugar, establecer la fuente del gas y, luego, evaluar los
factores que pudieran afectar la magnitud o la composición del gas observado.
Esta información debe presentarse de manera que pueda entenderse y evaluarse con facilidad,
no sólo mientras se perfora el pozo sino también en cualquier momento en el futuro cuando se
lleve a cabo la reevaluación o correlación de los pozos.
Antes de preparar un registro de hidrocarburo o de lodo, el técnico debe estar al tanto de los
distintos mecanismos mediante los cuales el gas sale de la formación y penetra en el fluido de
perforación: los diversos orígenes del gas deben poder identificarse con claridad en un
registro. Asimismo, el gas que proviene de la formación debe diferenciarse del que proviene
de otras fuentes.
Para que el usuario pueda hacer una evaluación ponderada de los registros es fundamental
suministrarle datos o informaciones que le indiquen claramente las condiciones, o los cambios
en las condiciones, que inciden en la cantidad de gas detectada.
Petróleo es el término aplicado a cualquier hidrocarburo, ya sea gaseoso, líquido o sólido, que
se encuentre de manera natural en la corteza terrestre. Al igual que los hidrocarburos, el
petróleo también puede contener cantidades variables, aunque pequeñas, de dióxido de
carbono, azufre y nitrógeno.
En su forma líquida, el petróleo es conocido por lo general bajo el nombre de crudo y puede
estar compuesto de una mezcla compleja de hidrocarburos con pesos y tamaños moleculares
variables. Cuando se recuperan en la superficie, es posible separar los compuestos de
hidrocarburos mediante la refinación y la destilación y generar así una gran variedad de
productos.
Por definición, los compuestos de hidrocarburo, de los cuales el más sencillo es el gas de
hidrocarburo, están enteramente formados de átomos de hidrógeno y de carbono y pueden
clasificarse en dos tipos dependiendo del enlace molecular de los átomos de carbono.
2. Hidrocarburos no saturados compuestos que poseen doble enlace entre los átomos
de carbono
Estos compuestos están formados de cadenas cortas de átomos de carbono saturados con
átomos de hidrocarburo unidos a todas las posiciones de enlace disponibles.
Las cadenas de átomos de carbono pueden ser rectas, ramificadas o cíclicas y dan origen a tres
series de alcanos.
Las series rectas y ramificadas se conocen como parafinas y las cíclicas como naftenos.
2.2.1 Parafina
Los alcanos de cadena recta, o normales, vienen dados por la siguiente fórmula general y se
ilustran en la figura 2.1
Cn H2n + 2
Cuando el valor de n se sitúa entre 1 y 10, los miembros parafínicos son metano (C1), etano
(C2), propano (C3), butano (C4), pentano (C5), hexano (C6), heptano (C7), octano (C8),
nonano (C9) y decano (C10).
La cromatografía de gases en el pozo abarca por lo general del metano al pentano, ya que, a la
presión superficial, los miembros más pesados de la serie permanecen normalmente en estado
líquido por lo que no se pueden detectar como gas.
Metano C1 CH4
Etano C2 C2H6
Propano C3 C3H8
La serie de cadena ramificada, o iso, de los alcanos dentro del grupo de parafinas viene dada
por la misma fórmula general que la serie de cadena recta y se ilustra en la figura 2.2
Cn H2n + 2
Los alcanos ramificados contienen cuatro o más átomos de carbono y comienzan con el iso-
butano hasta los hidrocarburos más pesados. Por lo general, sólo el iso-butano y el iso-
pentano se detectarán en el pozo mediante cromatografía.
Otro isómero del pentano es el neo pentano. Desde el punto de vista molecular, cada uno de
los cuatro átomos de carbono ocupa uno de los enlaces disponibles del 5° átomo de carbono
del grupo. Al igual que con los otros alcanos, cada uno de los enlaces disponibles de los 4
átomos de carbono externos está ocupado por hidrógeno. Este isómero se ilustra en la figura
2.3
2.2.2 Naftenos
Con el nombre de nafteno se conoce el tercer grupo de la serie alcano (figura 2.4). En este
grupo, los átomos de carbono se encuentran en cadenas cerradas y una vez más están
saturados con átomos de hidrógeno que ocupan todas las posiciones de enlace disponibles. Los
nombres que ya vimos en la serie parafínica toman ahora el prefijo “ciclo” que caracteriza a la
serie nafténica, i.e. ciclopropano, ciclobutano, y tienen la formula general: -
Cn H2n
Ciclopropano C3H6
Ciclobutano C4H8
Ciclopentano C5H10
Dado que poseen dos átomos de hidrógeno menos que los alcanos normales o ramificados,
molecularmente los naftenos son ligeramente más livianos que las parafinas.
Al igual que los ciclo-alcanos o naftenos, la serie de aromáticos incluye átomos de carbono de
cadena cerrada. Pero, a diferencia de los alcanos, los aromáticos no están saturados por el
hidrógeno, i.e. los átomos de hidrógeno no ocupan todos los enlaces disponibles. Esta serie es
por lo general un componente menor de los crudos, aunque el aromático más común, el
benceno (figura 2.5), está presente en la mayoría de los compuestos de petróleo.
Benceno C6H6
Tolueno C6H5CH3
El benceno es el compuesto aromático más sencillo: una cadena cerrada o anillo con seis
átomos de carbono donde se alternan enlaces covalentes simples y dobles que unen los átomos
de carbono. El “anillo bencénico” constituye la base de otros componentes de la serie
aromática. Puesto que los átomos de carbono no están saturados, los enlaces no ocupados por
átomos de hidrógeno están libres para ser tomados por otros átomos de carbono. Es así como,
fuera del anillo cerrado, como se ve en la figura 2.4, otros aromáticos como el tolueno (un
anillo bencénico + un CH3) incluyen uno o más anillos bencénicos junto con uno o más
‘elementos’ CH3 que ocupan los enlaces libres.
Observe que el CH3 constituye también el último eslabón en los alcanos de cadena recta.
El Instituto Americano del Petróleo (API según sus siglas en inglés) ha establecido una
clasificación, ampliamente utilizada, basada en la densidad o gravedad (gr/cc) del crudo.
Los crudos con una alta gravedad API tienen un alto contenido de los hidrocarburos de la
gasolina (C4 a C10).
Mientras mayor es el valor API más liviano es el crudo. Visualmente, la clasificación API
puede establecerse de acuerdo con el color del crudo o el color de la fluorescencia bajo luz
ultravioleta:-
Bajo API petróleo pesado marrón oscuro a negro marrón rojizo a naranja
API medio petróleo medio marrón entre medio y verdoso amarillo, dorado, verde
Observe que en los valores API más bajos, la intensidad de la fluorescencia puede ser tan
tenue que puede resultar invisible. En cambio, en los valores API más altos, especialmente en
el caso de los fluidos condensados, la fluorescencia puede situarse en el rango ultravioleta del
espectro pero una vez más resultar invisible a simple vista. Estas limitaciones se discutirán en
mayor detalle en la sección 9.
Para que el análisis de gas en el pozo sea efectivo es fundamental que la medición del gas
arrastrado dentro del fluido de perforación se haga de manera continua e ininterrumpida. Esto
permite, desde el punto de vista de la seguridad del pozo, identificar rápidamente los cambios
que se produzcan y actuar en consecuencia. Desde la perspectiva de la evaluación, es posible
identificar de manera precisa los cambios de la formación o de los volúmenes y/o de la
composición del gas y vincular esta información con la profundidad exacta a la cual se
produjo la liberación. Asimismo, es muy útil en aplicaciones como identificación de los
contactos gas/petróleo/agua, demarcación de zonas específicas para ser probadas y
geodireccionamiento sobre la base del análisis de la relación de gas, opción que resulta más
económica que las herramientas MWD que se utilizan en el fondo del hueco.
Independientemente del método seleccionado para extraer el gas, las preguntas clave que nos
debemos formular son:-
• ¿La medición de gas en la superficie guarda alguna relación con el volumen de gas en la
formación?
Este diseño fue uno de los primeros en utilizarse (figura 3.1): el gas se extrae del lodo a
medida que éste desciende a través de una serie de paredes deflectoras. El lodo se ‘golpea’ al
chocar contra la pared y deja escapar el gas que arrastra. El aire es arrastrado dentro de la
trampa desde el fondo y luego es sacado hacia la unidad de registro por la parte superior donde
se acumula el gas hidrocarburo liviano. Los hidrocarburos más pesados son ‘levantados’ por el
aire a medida que éste fluye hacia arriba por la trampa. La desventaja de este tipo de trampa es
su baja eficiencia para extraer gas, en especial de lodos de mayor viscosidad.
Aire ambiente o
suministrado
Las trampas con agitador se han usado y se siguen utilizando mucho en la industria
particularmente porque son relativamente económicas, simples desde el punto de vista
mecánico y requieren poco mantenimiento.
La trampa arrastra el lodo a través de un orificio ubicado en el fondo y lo somete a una fuerte
agitación mediante un aspa rotatoria, o agitador, para extraer el gas arrastrado en el lodo. Esta
forma de agitación es mucho más eficiente para extraer gas que los deflectores, especialmente
cuando se trabaja con lodos muy viscosos. El gas se extrae y se eleva hacia la parte superior de
la trampa donde es empujado por el aire hacia los detectores de la unidad de registros.
• Variabilidad en la medición del gas por las condiciones operativas como la velocidad del
flujo de lodo, velocidad y dirección del viento
• Posibilidad de perder gas a consecuencia del proceso de agitación. Es normal que durante
la agitación se produzcan burbujas y es posible que una proporción de éstas sea arrastrada
fuera de la trampa con el lodo expelido. La importancia de esto dependerá de la velocidad
de rotación del agitador, la profundidad de inmersión de la trampa y las propiedades del
lodo, todo lo cual determina el patrón de flujo del lodo por la trampa.
Otro problema que plantea la velocidad de rotación es que, incluso con revoluciones fijas,
la eficiencia de la extracción va depender de los componentes individuales del
hidrocarburo. Resulta más difícil para los hidrocarburos pesados separarse de una
solución, por lo que serán retenidos preferentemente por el lodo (esto también dependerá
de la solubilidad relativa de los hidrocarburos, la viscosidad y el tipo de lodo).
Motor eléctrico
La trampa con agitador de Datalog (figuras 3.2 y 3.3) está formada por una trampa cilíndrica
con una toma de lodo proveniente del fondo y un orificio, ubicado a mitad de la trampa, de
doble uso que permite salir el lodo y entrar el aire. La muestra de gas es arrastrada desde la
parte superior de la trampa hacia la unidad de registro mediante aire bombeado a una
velocidad constante de 4 pceh (pie cúbico estándar por hora).
El agitador tiene forma de trípode lo que, en comparación con un aspa sencilla o cruzada,
resulta más eficiente a bajos niveles de inmersión y hace que el nivel de lodo sea menos
propenso a fluctuar. Está accionado por un motor eléctrico que genera 1725 rpm lo que
permite tener una agitación y extracción de gas muy eficientes.
La ubicación y posición de la trampa es sin duda de suma importancia y en este sentido deben
respetarse las siguientes normas (figura 3.3): -
Dado que la medición de gas resultante representa el volumen de gas en aire, uno se pregunta
cómo esto se coteja con el volumen de gas en el lodo. Dependiendo de las eficiencias y
limitaciones analizadas con anterioridad, resulta claro que una proporción del gas arrastrado se
quedará en el lodo y será reciclada. Diversos métodos han sido utilizados para tratar de
cuantificar la medición de gas en aire.
El más aceptable es probablemente el que consiste en calibrar el valor de gas en aire, o aplicar
un factor de corrección, partiendo de un volumen real de gas en lodo. Esto puede obtenerse
tomando una muestra de lodo del tubo de canal, luego retirando todos los hidrocarburos con
un destilador de vapor o, como en el caso del sistema patentado Texaco/GRI QGM
(Medición cuantitativa de gas), con un destilador de microondas y medir el volumen de gas.
El fundamento teórico es que una vez obtenida una medición cuantitativa del volumen de gas
en el lodo, ésta puede cotejarse directamente con el volumen de gas en el yacimiento tomando
en cuenta la relación de ripios en el volumen de lodo.
Si bien esta teoría tiene sentido y el objetivo final es justamente el deseado, el proceso de
obtención de una conversión cuantitativa precisa presenta algunas dificultades:-
• Si el lodo está cortado por gas y haciendo burbujas, es difícil obtener una muestra de
buena calidad con una relación gas-lodo verdadera.
• ¿Cuán a menudo debería tomarse la muestra de lodo? Cada vez que se produzca un
cambio en el volumen y la composición del gas, en la reología o temperatura del
lodo, en la rata de flujo, etc. se va a requerir, como mínimo, un nuevo factor de
conversión
Incluso en circunstancias ideales, con una muestra de lodo tomada en el niple de campana para
evitar las pérdidas atmosféricas y un factor de calibración determinado con frecuencia, la
medición no dará cuenta de cambios en el volumen de gas (liberado por un volumen de roca
dado) debido a: -
Resulta pues muy difícil en la práctica relacionar las mediciones en la superficie con el
volumen de gas en la formación, por lo que los cambios relativos en el volumen y tipo de
fluido siguen siendo el componente más importante de las evaluaciones realizadas en el pozo.
Una vez que la muestra de gas ha sido pasada por distintas configuraciones de filtros y agentes
secantes a fin de retirar la humedad y los contaminantes, se envía hacia los detectores de gas.
Por lo general, éstos incluyen un instrumento para medir el gas total o el gas combustible total
y un cromatógrafo que suministra un análisis preciso del gas.
Debemos empezar por admitir que no hay ningún tipo de detector que supere de manera
absoluta a los demás: cada uno tiene sus propias ventajas y limitaciones. La respuesta del
detector y su medición varían en función de las propiedades particulares del gas que se estén
analizando ya sea su combustibilidad, conductividad térmica o energía de ionización.
Si se desea obtener una evaluación efectiva de las mediciones de gas total, el ususario debe
conocer las capacidades y limitaciones de los detectores y las distintas respuestas que se
pueden esperar cuando se producen cambios en la concentración o en la composición del gas.
filamento de
Este fue el primer detector de gas utilizado en la
platino
industria de los registros de lodo y el más
sencillo, de hecho sigue siendo el más utilizado
para medir gas total. El sensor contiene un
filamento de platino muy fino embutido en un
cordón de alúmina al cual se aplica una mezcla
catalítica (figura 3.4). Se hace pasar una
corriente a través de la bobina del detector para
aumentar su temperatura hasta un valor al cual
los hidrocarburos se oxidan. La muestra de gas
es pasada a una velocidad constante a través de
la cámara de combustión y la pequeña fracción
de gas que entra en contacto con el filamento se
quema despidiendo calor que sirve para calentar
aún más el filamento, lo que aumenta su Cordón de
resistencia eléctrica. El filamento forma una de alumina y
las ramas de un puente de Wheatstone de catalizador
manera que el cambio de resistencia produce una
diferencia de potential a través del circuito. Esto
puede medirse y calibrarse en términos de la
concentración de gas combustible. Figura 3.4 Detector por combustión
catalítica
Ahora bien, a medida que aumenta el peso molecular, los hidrocarburos más pesados hacen
que el detector arroje resultados distintos a los que provoca el metano, estas variaciones son
proporcionales al contenido de BTU (unidad térmica inglesa). Mientras más pesado es el
hidrocarburo, mayor será la respuesta del detector. Las distintas respuestas pueden observarse
en la tabla 3.1 donde se observa que la respuesta del butano, por ejemplo, será casi el doble de
la que produce la misma concentración de metano.
La respuesta del detector también se ve afectada por las variaciones en la concentración de gas
(figura 3.5). El metano responde linealmente a 6% (su menor límite explosivo (LEL)) pero, a
concentraciones mayores no hay suficiente oxígeno para que se produzca una combustión
completa lo que da como resultado una respuesta negativa.
A una concentración de 100% de metano, la respuesta sería cero. Este problema se agrava si
la proporción de hidrocarburos más pesados es mayor, ya que mientras más pesada es la
molécula, más oxígeno se requiere para que se produzca una combustión completa.
Se pueden hacer modificaciones aumentando por ejemplo la dilución con una cantidad
conocida de aire a fin de medir volúmenes mayores de gas. Esto garantiza que la mezcla de
gas/aire se mantiene por debajo del L.E.L lo que permite conservar una respuesta tan lineal
como sea posible y medir concentraciones de hasta 100% MEA.
Otra modificación que se puede hacer es reducir la temperatura del filamento, de manera que
el metano no haga combustión. De esta forma el detector sólo registrará los gases más pesados
y puede así servir como un indicador de gas húmedo o de riqueza del gas. Ahora bien,
nuevamente el peso molecular y diferentes respuestas de los gases más pesados provocan
imprecisiones.
Respuesta del
detector
C3 C2 C1
5 10 15
Concentración in el aire
Figura 3.5 Combustión del hidrocarburo con el detector de combustión catalítica
Ahora bien, a diferencia del detector CC que mide el aumento de temperatura debido a la
combustión, el detector de conductividad térmica (TCD) funciona midiendo el efecto de
enfriamiento sobre un elemento debido a la conductividad térmica del gas. El detector posee
dos elementos sensores: uno encerrado en aire que sirve de ‘referencia’ y en función del cual
se compara la respuesta generada por la muestra de gas en el otro sensor (figura 3.6).
La respuesta del metano es positiva (1,25 veces la respuesta del aire a 0°C) por lo que
generalmente se utiliza como medio de calibración y la medición se expresa en términos de %
de MEA (al igual que en el caso del detector CC). Una mezcla de metano/aire tendrá una
respuesta lineal hasta llegar a 100% metano, razón por la cual es un detector ideal para medir
grandes concentraciones de metano.
muestra
Referencia Activo
Figura 3.6 Esquema con los elementos del detector de conductividad térmica.
Sin embargo, la precisión total del TCD se pierde cuando se agregan otros gases a la mezcla.
Todos los demás gases hidrocarburo, con excepción del metano, tienen una conductividad
térmica inferior al aire, lo que produce una respuesta ‘negativa’ del detector (tabla 3.2). El
margen de error dependerá entonces obviamente de la proporción de hidrocarburos más
pesados en relación con la concentración de metano.
El etano, por ejemplo, a 0°C, genera ¾ de la respuesta del aire (3/5 de la del metano) y
provocará una disminución en la salida del sensor. Así pues, un descenso en el valor de gas
total o en la tasa de aumento puede tener dos causas posibles: una baja en la concentración de
metano o, un aumento en la proporción de hidrocarburos más pesados.
De la misma manera, los gases no combustibles provocan una respuesta variable del detector.
Por ejemplo, el dióxido de carbono y el sulfuro de hidrógeno tienen un efecto refrigerante
menor que el aire o el metano, mientras que gases como el hidrógeno y el helio producen una
respuesta muy positiva.
Si bien la detección de los siguientes gases resulta perjudicial para la evaluación de los
hidrocarburos, es muy importante en cambio para la perforación de pozos: -
CH4 CH3- + H+
metano
CH3- CH3 + e-
electrón
El anión metilo (CH3-), producido durante la combustión inicial, es atraído hacia un ánodo que
rodea la llama. Al hacerlo, descarga un electrón volviéndose neutro y completa la combustión.
El catión de hidrógeno es atraído hacia el cátodo donde gana un electrón para volverse neutro
y aumenta la combustión (figura 3.7).
tierra
+
Cámara de combustión (cátodo) Celda de ionización
Aire Muestra
Hidrógeno
Al igual que con los demás detectores, el metano es el medio de calibración por excelencia y
el resultado se expresa en términos de % de MEA. Pero, a diferencia de otros detectores, la
respuesta se debe al número de enlaces de carbono-hidrógeno que se rompe y por lo tanto es
proporcional al contenido de carbono.
i.e. El etano y el propano producirán, respectivamente, una respuesta que es dos y tres veces
mayor que la del metano.
Por lo tanto, el FID genera una medición cuantitativa de la riqueza del gas pero, al igual que
los demás detectores de gas total, no puede establecer si un cambio en la medición se debe a
un cambio de volumen o a un cambio de composición.
Otro detector de gas total que no se utiliza muy comúnmente es el infrarrojo. La ondícula del
espectro de absorción de los hidrocarburos (al igual que otros gases) está muy bien definida en
la región infrarroja del espectro electromagnético. Este detector (figura 3.8) contiene una
fuente infrarroja y un sensor piroeléctrico. La corriente infrarroja pasa, de manera
independiente, por dos celdas: una contiene la muestra de gas y la otra el gas de referencia.
Celda con la
muestra de gas
Filtro
Fuente
infrarroja Detector
Celda de
referencia
Intensidad
Rango del filtro
C1
C2+
Frecuencia
Sin embargo, al igual que TODOS los demás detectores de gas, el FID no puede distinguir
entre hidrocarburos específicos y el tipo de fluido. Si a esto agregamos la complejidad del
instrumento y el requisito de utilizar hidrógeno comprimido, obviamente no es la opción
automática para la detección del gas total. Cada tipo de detector tiene sus méritos y
limitaciones.
Con el análisis del gas total se obtiene básicamente un registro muy útil y continuo del
volumen de gas aparente, además de un análisis cualitativo de la riqueza de dicho gas y de los
cambios relativos en volúmen de gas entre distintas formaciones o yacimientos. Este sistema
también constituye una valiosa herramienta para hacer seguimiento a la seguridad.
No obstante, resulta imposible hacer un análisis y una evaluación cuantitativos exactos del
cambio en el tipo de fluido ya que el equipo no nos indica de manera absoluta cual es la
composición real de la mezcla de gases: si son hidrocarburos y si son o no combustibles. Para
obtener esto debemos orientarnos hacia la cromatografía de gases.
Cualquier medición de gas total depende del tipo de sensor y de la respuesta relativa a
distintas concentraciones y composiciones. Sin la ayuda de un cromatógrafo que nos de
mediciones absolutas, resulta imposible obtener una medición cuantitativa exacta.
Ventajas
• La detección del gas total es efectiva cuando las zonas están bien documentadas o cuando
se espera la presencia de un solo tipo de fluido (i.e. el análisis cromatográfico no se
requiere para determinar los contactos). Por lo tanto, es ideal para los pozos de gas y de
desarrollo.
• Puede ayudar al geólogo en el sitio o al personal de registros a seleccionar los puntos para
la toma de núcleos y delimitar los topes de las formaciones.
• La detección de gas total puede actuar como sistema independiente de supervisión del
pozo (ver más abajo) cuando no se requiera una unidad completa de registros.
Limitaciones
Las ventajas de esta unidad que puede ser operada por el geólogo del pozo son:-
Un mínimo de entrenamiento bastará para sortear la única desventaja del sistema, en el sentido
de que cuando los sistemas de gas total están bajo la responsabilidad del geólogo del pozo es
posible que la experiencia en la operación de la unidad y en la interpretación de las
mediciones no sea enteramente suficiente.
El sistema viene con una pantalla de despliegue en tiempo real y una impresora (figura 3.11).
La información se almacena y está disponible en formato LAS por lo que es compatible para
ser importado al software de registro geológico.
Los cromatógrafos de gas pueden funcionar sobre la base de cualquiera de los tipos de
detectores ya descritos, pero tienen además la capacidad de separar físicamente componentes
individuales de una mezcla de gas. En la actualidad se utilizan por lo general el FID o el TCD.
Es por ello que el cromatógrafo es una herramienta invaluable a la hora de perforar pozos
exploratorios donde se sabe muy poco acerca de la geología regional o las características del
yacimiento.
Una vez inyectada la muestra, se produce la separación de los distintos componentes y gases
individuales a medida que la muestra pasa por columnas que contienen un medio con distintas
tasas de retención para compuestos con variadas propiedades químicas y físicas.
Seguidamente, estos componentes individuales son pasados a través del detector donde se
analizan y miden. Los picos de gas individuales se integran para determinar el área situada por
debajo de la curva resultante. Este valor se expresa luego como una concentración absoluta
que se compara con un valor calibrado (i.e. un área dada corresponde a un volumen
determinado de gas).
Con todos los cromatógrafos es necesario separar y analizar las muestras antes de dejar entrar
una nueva. Si bien esto permite medir más hidrocarburos, la desventaja de un mayor tiempo de
separación estriba en que el muestreo es menos frecuente. Esta es una desventaja muy
significativa en algunos casos: -
Datalog utiliza un micro cromatógrafo de alta velocidad portátil que está a la vanguardia de la
tecnología (figura 3.13), y que permite analizar de C1 a C5 en menos de 30 segundos. Esta
velocidad de elución es inestimable para la detección exacta de las zonas de contacto en el
yacimiento, topes de formación, capas delgadas, vetas de carbón y fracturas, y es posible en
parte porque el detector es pequeño y sólo se requiere inyectar una pequeña muestra. (figura
3.12).
column, 4-5.5m
micro-detector micro-tubing
0 injector 13cm
Las columnas y el tipo de gas de arrastre se seleccionan según las exigencias particulares de la
operación. En el caso de la detección de hidrocarburos se utiliza normalmente helio ya que es
más seguro que el hidrógeno. Pero, en aplicaciones geotérmicas se recurre por ejemplo al
argón como gas de arrastre y a columnas específicas para detectar helio y otros gases inertes.
compuesto Columna A
O2+N2 Columna B
C1
C3
iC4
nC4 C2
iC5 nC5
CO2
10 20 30
10 20 Tiempo de elución en 30
segundos
• Las respuestas variables debido a diferentes gases no son un factor, ya que los gases se
separan y analizan individualmente.
Uno de los problemas que tienen TODOS los tipos de cromatógrafos es la no linealidad y
posibilidad de sobrecargar la columna debido a la viscosidad del gas y el tamaño de la
muestra.
La viscosidad tiene un efecto evidente sobre la velocidad a la cual algunos gases fluyen dentro
del inyector. Para un tiempo de inyección dado, si se duplica el volumen de gas es posible que
no se duplique la medición registrada ya que quizá no todo el gas tuvo tiempo suficiente para
fluir dentro del inyector. Se puede reducir esta falta de linealidad al mínimo o a cero incluso
alargando el tiempo de inyección y dándole al gas más tiempo para fluir.
Ahora bien, esto puede acarrear otro tipo de problema en el sentido que al aumentar el tiempo
y permitir que más gas entre en la columna, se agrava el riesgo de sobrecargarla o de alcanzar
el límite máximo del amplificador.
Con el microcromatógrafo TCD es muy fácil para el operador detectar esta situación ya que se
pueden ver los cromatógramas de la muestra. Es posible ajustar la sensibilidad del
amplificador o el tiempo de inyección de manera que se mantenga la medición en todo el
rango.
Otros aspecto operacional que debemos tener presente es el aire portador empleado. El
cromatógrafo TCD utiliza helio que es inerte y puede suministrarse a una presión constante. El
FID, en cambio, requiere aire como gas de arrastre así como suministro de hidrógeno para
mantener una llama constante. Por lo general, el aire lo suministra el taladro y requiere filtrado
y secado para que sea puro y seco. El hidrógeno proviene de generadores y no de bombonas
comprimidas, que crean un problema de seguridad. Los generadores de hidrógeno exigen
mucho mantenimiento para garantizar la seguridad y la producción de una velocidad de
suministro constante. Cualquier pequeña variación en la velocidad y la presión del suministro
del hidrógeno provoca cambios en el tamaño de la llama, lo que alterará la tasa de combustión
del detector haciendo que la calibración sea imprecisa.
1 0,0001
10 0,001 0,1 0,2
50 0,005 0,5 1
100 0,01 1 2
1000 0,1 10 20
10.000 1,0 100 200
100.000 10,0 1000 2000
1.000.000 100,0 10,000 20,000
Está claro que el objetivo fundamental del trabajo en el pozo es extraer todos los hidrocarburos
arrastrados por el fluido de perforación desde el hueco, tomar nota de los valores reales de gas
total y descomponer la muestra en sus distintos compuestos de hidrocarburo individuales.
Ahora bien, antes de analizar estos valores “absolutos” y sacar conclusiones útiles en cuanto a la
cantidad de hidrocarburo, tipo de fluido o productividad de cualquier yacimiento potencial, es
necesario tomar en consideración varios factores vitales.
• ¿Es posible utilizar las lecturas de gas para obtener información acerca
de la porosidad, permeabilidad, movilidad del fluido y potencial de
productividad (secciones 5–8)?
Por lo general, gran parte del gas en el yacimiento suele estar presente en solución, aunque esto
depende de la presión y de la temperatura. Es sólo cuando el fluido de la formación, petróleo y/o
agua, está saturado por gas que se presentará una fase de gas libre.
A medida que el gas disuelto es arrastrado hacia la superficie en el fluido de perforación, parte
de él saldrá de la solución a medida que disminuyen la temperatura y la presión, y se presentará
como gas libre. Esto es parecido a cuando se retira la tapa de una botella de gaseosa: el dióxido
de carbono sale de la solución y el fluido vuelve a estar a presión atmosférica. La magnitud de
esta transición dependerá de factores como:-
La tabla 4.1 muestra el máximo volumen de gas que puede ser disuelto en agua. Según esto,
sólo una pequeña cantidad de alcanos puede mantenerse en solución, mientras que gases como
el sulfuro de hidrógeno y el dióxido de carbono saturarán el agua.
Según la tabla 4.1, para una temperatura de lodo característica, unos 50°C, cerca de 2% como
máximo de metano puede mantenerse en solución. Este máximo disminuirá aún más a medida
que aumente la temperatura del lodo. En una concentración mayor a ésta el metano estará
presente en forma de burbujas discretas (denominado gas libre).
Con los lodos en agua salada, esta capacidad disminuye ya que la solubilidad de los gases de
hidrocarburo disminuye al aumentar la salinidad. El factor de corrección en comparación con la
solubilidad en agua dulce es analizado en el gráfico de la figura 4.1
Sol’ en salmuela
Sol’ en agua
1.0
0.9
250F
100F 150F
0.8
0 10 20 30 40 Sólidos ppm x10-3
Es posible entonces que cuando el gas hidrocarburo llegue a la superficie haya dos ‘estados’
gaseosos: gas libre o gas en solución.
En otras palabras, los hidrocarburos presentes en forma líquida en la formación pueden, al llegar
a la superficie, estar sujetos a evaporación y presentarse en forma de gas. Por el contrario,
hidrocarburos presentes en estado gaseoso en la formación pueden, al llegar a la superficie,
condensarse en forma líquida. Asimismo, un compuesto dado puede perfectamente estar
presente tanto en forma líquida como gaseosa.
Este es un proceso complejo si consideramos que el petróleo ‘in situ’ contiene distintos
compuestos de hidrocarburo, todos con sus respectivas propiedades físicas y presentes en
diferentes fases al mismo tiempo.
Si la temperatura se ubica por encima del punto de ebullición pero por debajo de la temperatura
crítica entonces el fluido puede coexistir tanto en la fase líquida como en la gaseosa. Estas
temperaturas difieren según el compuesto de hidrocarburo como se indica en la tabla 4.2.
Si consideramos que el lodo de perforación que regresa del hueco está a 50 °C (122F), podemos
observar la siguiente situación: -
Si consideramos ahora que el lodo tiene una temperatura de 30 °C (86F), veremos que la
situación habrá cambiado:-
• El metano seguirá estando presente como gas; de hecho, la temperatura tendría que
caer a menos 82,5 °C para que el metano coexista en fase líquida.
• El etano podría ahora estar presente tanto en fase líquida como gaseosa
• Del propano hasta el iso-pentano podrían todavía estar presentes en ambas fases.
86 122 (F)
nC5
iC5
LIQUIDO LIQUIDO + GAS
nC4
iC4
GAS
C3
Punto de ebullición Temperatura crítica
C2
C1
-150 -100 -50 0 30 50 100 150 200
Las ilustraciones para estas dos temperaturas del lodo son válidas únicamente a la presión
atmosférica, y por lo tanto una manera viable de determinar la fase del hidrocarburo cuando el
lodo retorna del hueco.
permita al C4, por ejemplo, estar presente entera o parcialmente en fase gaseosa. Si, una vez en
la tubería de muestreo, se ve expuesto a temperaturas externas, no tiene que estar muy por
debajo del punto de congelamiento para que comience a condensarse en estado líquido.
Cualquiera sea la proporción que se condense ésta pasará obviamente desapercibida como gas,
lo que afectará la evaluación inicial. Seguidamente, la fracción líquida será bombeada por la
tubería de muestreo pero será retenida por los filtros colocados para evitar que la humedad entre
en el cromatógrafo. Ya que dentro de la unidad de registros la temperatura será más caliente,
esta fracción puede evaporarse regresando a la fase gaseosa. Proseguirá así su periplo hacia el
detector para ser medida y allí la respuesta corresponderá a un tiempo y profundidad ocurridos
un poco después del momento en el cual la fracción llegó originalmente a la superficie.
Al igual que con la temperatura, también existe una presión crítica que es la presión de un vapor
saturado que alcanza su temperatura crítica. Luego, el punto crítico es aquel por encima del cual
no se produce una modificación en el fluido, independientemente de los cambios de presión o
temperatura. El fluido consistirá en un líquido super calentado o un vapor super saturado. En el
caso de un fluido puro, esta región crítica puede apreciarse en un diagrama de fase sencilla tal y
como el que aparece en la figura 4.3.
Presión
Punto Crítico Región
Crítica
Presión
Crítica
LÍQUIDO
GAS
Temperatura
Temperatura
Crítica
Estas relaciones de fases pueden determinarse en el caso de los hidrocarburos puros, livianos y
pesados y utilizarse para determinar los cambios de fase que pueden sufrir los hidrocarburos
cuando son extraídos del yacimiento hacia la superficie.
La figura 4.4 ilustra las curvas de fase en el caso de los hidrocarburos livianos y pesados (puros)
y los cambios de fase que experimentarían los hidrocarburos de dos yacimientos, R1 y R2,
llevados a las condiciones de presión y temperatura de la superficie (S).
Región
Crítica
H/C Pesado
Pc pesado Región Crítica
H/C Liviano
R1
Pc liviano
LÍQUIDO Puntos
Críticos
R2
H/C Liviano
GAS
S
H/C Pesado
Tc liviano Tc pesado
Yacimiento 1 (R1)
Tanto los hidrocarburos livianos como los pesados estarían presentes en forma
de líquido en el yacimiento.
Yacimiento 2 (R2)
Tanto los hidrocarburos livianos como los pesados estarían en estado gaseoso
en el yacimiento.
• Cuando el pozo está en producción, los hidrocarburos sufrirán el mismo cambio de fase
cuando sean extraídos a la superficie, de tal modo que las condiciones de presión y
temperatura superficiales determinarán cuál tipo de producto inicial tendremos.
Lo que hemos visto aquí bien sirve para modelar el cambio de fase que ocurre cuando
hidrocarburos individuales y puros sufren cambios de temperatura y presión. Sin embargo, debe
recordarse que la mayoría de las acumulaciones de petróleo estarán compuestas de una mezcla
compleja de hidrocarburos con composición variable. En consecuencia, la relación de fases no
es tan sencilla como se ha ilustrado.
Por ejemplo, a una temperatura dada, un hidrocarburo sencillo y puro cambiaría de fase gaseosa
a líquida cuando se aumenta la presión a un valor específico. Si dicho hidrocarburo estuviera
presente en un compuesto con otros hidrocarburos, podría requerirse un aumento mayor o
menor de presión para que ocurra el cambio de fase.
Dos curvas que coinciden en el punto crítico, en vez de una curva de fase sencilla dada para
hidrocarburos puros, definen la relación. Estas curvas, la curva del punto de burbujeo y la curva
del punto de rocío, se ilustran en la figura 4.5.
A partir de estas definiciones, puede observarse que, bajo las condiciones de presión y
temperatura que están entre la curva del punto de rocío y la curva del punto de burbujeo, el
fluido puede existir, en forma equilibrada, tanto en la fase gaseosa como en la líquida (figura
4.5)
Presión REGIÓN
Punto critico CRÍTICA
REGIÓN
LÍQUIDA
REGIÓN 2
Curva de punto de burbujeo FASES
REGIÓN GASEOSA
Curva de punto de rocío
Temperatura
Figura 4.5 Fases del fluido conforme a las curvas de punto de rocío y de burbujeo
Las curvas de punto de burbujeo y de rocío nos ayudan a comprender los cambios de fase por la
reducción de presión y temperatura, que puede ocurrir cuando se extrae un compuesto
petrolífero desde el yacimiento a la superficie.
Un factor adicional que tendrá una influencia importante en la detección de gas superficial es la
solubilidad mutua de los hidrocarburos en fluidos distintos. Es por ello que las siguientes
consideraciones son importantes:
4.3 Terminología
Sin embargo, la evaluación cromatográfica del sitio del pozo se restringe normalmente a
los hidrocarburos comprendidos entre el metano y el pentano, (C1 a C5). En este caso,
el término hidrocarburo pesado se aplica a los hidrocarburos comprendidos entre el
propano y el pentano (C3 a C5), y el término hidrocarburo liviano se aplica al metano y
al etano (C1 y C2).
Gas no asociado
El término se aplica a la existencia natural de gas sin que haya ningún petróleo líquido
asociado. Las existencias conocidas han sido formadas por bacterias en profundidades
someras o por el craqueo término del petróleo a altas temperaturas.
Gas seco
Gas húmedo
Condensado
Con el gas estando bajo continuo monitoreo y registro a medida que avanza la perforación del
pozo, el personal de registros debe estar en la posibilidad de tomar decisiones fundamentadas en
cuanto al origen del gas registrado con el fin de realizar interpretaciones precisas sobre la
formación y el yacimiento.
El gas puede “originarse” desde la formación a través de una serie de mecanismos distintos. El
personal de registros debe conocer dichos mecanismos y poder distinguir entre, por ejemplo, el
gas que puede atribuírsele directamente a la formación, el gas que puede atribuírsele
indirectamente a la formación o que está bajo la influencia adicional de las operaciones de
perforación; y el gas que se origina a raíz de fuentes artificiales.
1. Gas liberado
2. Gas producido
3. Gas reciclado
4. Gas de contaminación
Este es el término con el que se conoce al gas atribuible directamente al volumen de gas
contenido originalmente dentro del volumen fracturado y cilíndrico de la roca que se produce
con el proceso de perforación.
Se define como el gas que es mecánicamente liberado en el fluido de perforación por la acción
de la broca a medida que ésta penetra la formación.
• Parte del gas puede quedar retenido dentro de los ripios, bien sea atrapado como
gas libre dentro de los espacios de poro de los ripios o bien sea como solución
dentro del fluido del poro. Esta parte del gas no será detectada por un análisis de
gas en el fluido de perforación, pero puede determinarse con el análisis de gas
de ripios (ver sección 6.1.2).
Tal y como se ilustrará muchas veces en el presente manual, la cantidad total registrada tendrá
menos importancia que los cambios relativos en la cantidad y composición. En consecuencia,
el análisis de tendencia es crucial cuando se analiza gas de hidrocarburo.
El gas liberado por el mecanismo ‘A’ no brinda ninguna información sobre la permeabilidad o
la movilidad del fluido, pero sí proporciona información con respecto a la porosidad y/o la
saturación de gas de la formación. En otras palabras, un aumento en la porosidad, sin variación
en la saturación del gas, conduciría a un aumento en el gas registrado debido a un mayor
volumen total de fluido de formación. De igual modo, sin aumento en la porosidad, pero con
aumento en la saturación de gas, se apreciaría un incremento en el gas ya que el volumen total
de gas ha aumentado en proporción al mismo volumen total de fluido de formación. Esto se
ilustra en la figura 6.2.
Sin embargo, este indicador de permeabilidad tiene que considerarse conjuntamente con otros
parámetros, tales como:
Todos estos factores desempeñan un papel en la determinación de la movilidad total del fluido y
la facilidad con la que puede liberarse el gas de los ripios hacia el fluido de perforación. Esto se
presenta con mayor detalle en la sección 6.1.2.
Tal y como se verá en las secciones 6 y 7, uno de los fines primordiales que persigue la
evaluación de gas superficial es el reconocimiento de las variaciones en la cantidad de gas
liberado que puede indicar una variación en la porosidad, saturación de gas o tipo de fluido en
una formación (figura 5.2).
Sin embargo, hay muchos otros factores distintos a las variaciones en la formación que pueden
incidir sobre la cantidad y composición de gas detectado en la superficie, los cuales se tratarán
en profundidad en la sección 6.
1896
1897
1898
Este término se refiere al gas que llega al fluido de perforación, proveniente de una zona o
formación dada, cuando la presión de la formación es mayor que la presión hidrostática
creada por el fluido de perforación en el hueco.
Este diferencial de presión puede ocurrir en el fondo del hueco a medida que se perfora o puede
existir en cualquier momento en cualesquiera formaciones abiertas o expuestas dentro del pozo.
Siempre que exista cierto grado de permeabilidad en la formación, el fluido irá de las zonas de
alta presión hacia las de baja presión.
En la perforación ‘convencional’, el peso del lodo se selecciona de tal modo que produzca una
presión hidrostática ligeramente superior a la presión de la formación. Esto se conoce como
sobrebalance y evita que los fluidos de la formación fluyan libremente hacia el pozo.
Si, no obstante, la presión de la formación es mayor que la presión hidrostática, se produce una
condición de bajo balance y los fluidos de la formación pueden fluir libremente hacia el hueco.
Este estado de bajo balance puede ser permanente o temporal a consecuencia de las siguientes
circunstancias:
• Aumento de la presión de formación que excede un peso de lodo que actualmente está
equilibrado.
• Una reducción en la presión hidrostática en caso de que el lodo se corte con gas. Este
gas puede originarse de una condición ya subbalanceada; de velocidades de
penetración excesivas a través de formaciones que contienen gas; de fracturas o hasta
de equipos de superficie ineficientes.
El gas producido también puede originarse a partir de formaciones impermeables en caso de que
en el hueco exista una condición de subbalance por alguna de las situaciones descritas
anteriormente. En este caso, sin embargo, el gas no puede fluir con libertad hacia el hueco, sino
que se le atribuye al colapso o derrumbe de la formación dentro del hueco.
Duración de la
conexión.
(sin Bombas)
Tal y como se describió anteriormente, los fluidos siempre tratarán de fluir en la dirección de un
menor gradiente de presión. Pueden producirse derrumbes donde no pueda liberarse mayor
presión de formación de las litologías impermeables, normalmente lutitas y arcillas. Como el
fluido no puede escapar, la presión del fluido puede hacer que la formación falle o se fracture
trayendo como consecuencia que los fragmentos se derrumben o colapsen hacia el hueco (figura
5.5). El gas producido será liberado a medida que la formación “se rompa”, exponiendo
volumen de poro (en forma muy parecida a la del gas que se libera a medida que la perforación
rompe la formación). A medida que los ‘ripios derrumbados’ suben por el espacio anular, es
posible que fluya más gas hacia el lodo de perforación porque los derrumbes se siguen
fracturando. Esto se debe al cambio en la presión diferencial: los derrumbes retienen la presión
más alta de la profundidad de origen, pero a medida que ascienden, la presión hidrostática se
reduce. Esta menor ‘resistencia’ hará que se sigan produciendo fracturas y que más gas se
libere.
Impermeable
Permeable
FP > Phyd
Por definición, el gas producido se origina en formaciones que tienen una presión mayor que la
presión hidrostática, bien sea debido a una presión de formación anormalmente alta, peso de
lodo insuficiente o reducciones temporales que sufre la presión hidrostática.
Normalmente, las fuentes que se describirán no producen cambios significativos en los niveles
de gas registrado, picos o manifestaciones notorios, como ocurre con los ‘auténticos’
mecanismos de gas producido. De hecho, pueden ser muy difíciles de reconocer o de diferenciar
de los niveles normales.
1. Derrumbes de formación que hacen que los ripios aumenten (y, por ende, el gas si la
formación contuviera gas) en el hueco a consecuencia de efectos mecánicos tales como
debilidades estructurales o de esfuerzo; buzamiento de la formación en relación con el
hueco; formaciones débiles y no consolidadas. En este punto, al igual que con las
formaciones impermeables subbalanceadas, el gas será liberado hacia el fluido de
perforación a medida que la formación se rompa y caiga hacia el hueco. Además, la
formación puede ser permeable, permitiendo una liberación normal de gas contenido
en los ripios a medida que éstos asciendan por el espacio anular.
2. Otro mecanismo que puede ocurrir es el efecto venturi en las zonas permeables. A
medida que el fluido de perforación en circulación pasa por las gargantas de los poros
abiertos de la formación, se crea una presión diferencial (parecida a la que se crea
cuando se sopla un tubo abierto y se produce un silbido por la caída de presión). Esta
caída de presión en la pared del hueco hará que el gas fluya desde la formación. A
mayor velocidad de fluido, mayor caída en la presión.
Se define como el gas que no fue liberado ni retirado del fluido de perforación mientras se
encontraba en la superficie y por ende, fue rebombeado hacia el hueco donde se recircula y
aparece una o más veces en la superficie.
Cuando no se retira el gas del fluido de perforación se pueden generar los efectos adversos que
se presentan a continuación, por lo que la separación del gas es una función primordial del
sistema de circulación que se encuentra en la superficie.
Hay muchas condiciones y factores que pueden influir sobre el potencial de reciclaje de gas:
Los lodos con base agua son más suceptibles al reciclaje de gas. Aunque los sistemas con base
aceite pueden contener una mayor capacidad de gas de hidrocarburo en solución que los fluidos
con base agua, normalmente tienen mucha menor viscosidad y esfuerzo de gel por lo que tienen
una menor capacidad de retención.
Los cambios en la química del lodo, o en la temperatura del lodo y ambiente pueden hacer que
se libere gas que anteriormente se había retenido en solución. Este mecanismo en particular no
es común y es poco probable que conduzca a manifestaciones anómalas. El efecto será un
cambio menor y gradual en el nivel de gas de fondo.
Normalmente, es fácil identificar las muestras de gas reciclado y saber que no provienen de las
formaciones que se están perforando en el momento, comparando los cambios de parámetros de
perforación y de litología.
3. Cuando el lodo cortado por gas está regresando por el espacio anular, la reducción
efectiva de la densidad del fluido de perforación y la hidrostática resultante pueden
llegar a facilitar la difusión a partir de las formaciones que contienen gas. Dado
que los hidrocarburos livianos se difunden con mayor facilidad, la difusión puede
llevar a una proporción mayor de gases más livianos.
C2 C1
C3
C4
Circulación
completa
Se concluirá que una manifestación de gas es gas reciclado si no puede atribuírsele a alguna de
las siguientes situaciones:
• Un cambio en la litología.
En realidad, los picos de gas reciclado no son particularmente comunes porque todo el sistema
de superficie actúa, al igual que los equipos específicos, como un desgasificador muy efectivo.
Las manifestaciones más comunes provendrán de abundantes gases de viaje y de afluencias
cuando todo el volumen de gas no pueda ser separado en un ‘solo paso’ por el sistema. Pero
incluso en estos casos, la magnitud del pico reciclado será una fracción del tamaño del pico
original. El gas de viaje reciclado se ilustra en la figura 5.7.
C3 C2 C1
A
C2 C1
Bh
Bh
10min
Los picos de gas ilustrados en la figura 5.7 muestran ciertas observaciones características que se
detallarán más adelante en el presente manual.
Adviértase que a medida que el gas de viaje se aproxima a la superficie (hasta el punto A), todos
los gases de hidrocarburos, de C1 a C3, están aumentando a la misma tasa. Este gas proviene en
buena medida de los ripios de perforación que no fueron circulados a la superficie antes del
viaje (equiparándose al gas liberado) y presenta un aumento constante a medida que aumenta la
temperatura del lodo. El aumento en la temperatura del lodo lleva a un descenso de la
viscosidad y a un aumento en la volatilidad del gas. Por lo tanto, normalmente se observa un
aumento gradual del gas al comenzar nuevas corridas de broca en tanto se estabiliza el sistema
de lodo.
Ahora, procedamos a considerar el pico real de gas de viaje debido, primordialmente, a los
mecanismos ya descritos anteriormente, es decir, movimientos de fluido por afluencia y
difusión (consultar también sección 7.7). Cuando ocurre dicho movimiento de fluido, los
hidrocarburos más livianos, molecularmente más pequeños, se mueven con mayor facilidad.
Esto trae consigo un aumento preferencial en gases livianos que es característico en los picos de
gas producido. Esto puede apreciarse con claridad en las curvas cromatográficas de gas, pero
también es ilustrado por la alta relación de equilibrio (Bh, ver sección 8.4.2) que aumenta con
una mayor proporción de C1 y C2.
Si observamos el pico de gas reciclado, las dos características ya descritas son que el pico tiene
una mayor duración y, normalmente, puede experimentar un aumento en la proporción de gas
pesado.
Aunque en este ejemplo los gases pesados son pequeños y fuera de escala, el hecho de que han
aumentado en forma proporcional, en comparación con los hidrocarburos livianos, se demuestra
por una relación de equilibrio mucho más baja.
Con este término se define cualquier gas que haya sido introducido en forma artificial al fluido
de perforación proveniente de cualquier fuente distinta a las formaciones perforadas.
Hay muchos contaminantes externos que pueden provocar lecturas o manifestaciones anómalos
de gas:
• El lodo de base aceite reutilizado que puede haber retenido fluidos de hidrocarburo de pozos
perforados con anterioridad.
Los lodos de base aceite se producen normalmente a partir de productos refinados con una
composición de hidrocarburo no natural y que, aun cuando es detectada por análisis
cromatográficos, se identifica con facilidad y puede utilizarse como referencia o control,
pudiendo deducirse razonablemente que cualquier desviación de dicha referencia o control es el
resultado de gas de formación liberado o de manifestaciones de gas.
Si se utiliza aceite para perforar en la misma región en la que fue producido, entonces la
composición puede ser muy similar, sin embargo, es posible diferenciar con claridad la ondícula
cromatográfica de fondo generada por el aceite de perforación y utilizarla como referencia. El
problema en este caso es que, al tener el aceite una mayor capacidad de solubilidad, los gases de
formación pueden ser retenidos en el lodo produciendo variaciones continuas del contenido de
gas en el lodo.
La adición de aceite nuevo puede ser malinterpretado como un vestigio de gas por parte del
personal de registros de lodo si éste no está enterado de que se ha realizado una adición. En este
sentido, la comunicación entre el ingeniero de lodos, el encuellador y el personal de registros es
de capital importancia.
A menudo se utiliza diesel como la fase de aceite en los sistemas de lodo invertidos y,
normalmente, no representa un problema para los análisis cromatográficos ya que los
hidrocarburos livianos no están presentes en forma natural.
Los hidrocarburos más pesados (por lo general C4 y C5) pueden ser detectables, pero, tal y
como se describió anteriormente, la ondícula se aprecia fácilmente en caso de ser detectados.
Normalmente, sólo se detectarán, si acaso, trazas provenientes de diesel nuevo.
Al ser mutuamente solubles, el diesel y el aceite pueden retener hidrocarburos en solución, así
que si se reutilizan lodos sin el debido reacondicionamiento, gases provenientes de otros pozos
y formaciones se sumarán al lodo que se está utilizando en el pozo actual.
La deposición de aceites en el sistema de lodo para efectos de lubricación, por ejemplo, no sólo
puede introducir nuevos hidrocarburos al sistema sino ocasionar variaciones en la solubilidad
del lodo. El cambio en el contenido de gas del lodo complica la evaluación y, si se utiliza crudo
nativo de la misma área, las variaciones en el nivel de gas de la formación pueden ser de difícil
detección porque el lodo ya contiene esa composición.
Las variaciones relativas, o tendencias, en la cantidad de gas registrada en la superficie son más
importantes que la cantidad real. Esto se debe a que muchas condiciones influirán en la
determinación de cuál cantidad real del volumen de gas total de la formación será liberada hacia
el fluido de perforación, permanecerá en solución o escapará, etc.
La permeabilidad de la formación es clave para determinar la cantidad de gas retenida por los
ripios que es liberada hacia el lodo y la cantidad de gas que se queda atrapada dentro de los
ripios perforados cuando éstos alcanzan la superficie.
Si la permeabilidad es baja o cero, cualquier gas que no sea liberado en forma mecánica por la
acción de la perforación será arrastrado por los ripios cuando éstos asciendan a la superficie.
Puede haber una cantidad pequeña que se libere mecánicamente en caso de que los ripios sean
objeto de colisión o de erosión durante el tránsito, pero la hidráulica del lodo generalmente está
diseñada para reducir esto al mínimo y proteger los ripios para su evaluación.
Como regla general sencilla, a mayor permeabilidad, mayor cantidad de gas se libera hacia el
fluido de perforación, y esto puede confirmarse, hasta cierto punto, mediante el análisis de gas
de ripios.
• El gas libre escapará más fácilmente, en especial durante la expansión, que el gas en
solución el cual está sometido a la movilidad general del fluido.
• El tamaño de la garganta de los poros puede ser tal que permita una buena
permeabilidad para el gas libre, pero cuando se combina o se disuelve con fluidos
molecularmente más grandes, tales como el agua o el aceite, es posible que la
permeabilidad no sea tan efectiva.
• También es preciso considerar los cambios de presión y temperatura. Dado que éstas
disminuyen a medida que se llega a profundidades más someras (en relación con la
ascensión de los ripios) harán que otros parámetros también varíen; por ejemplo,
cambios en la fase de hidrocarburo, viscosidad y solubilidad del fluido; todos éstos a su
vez incidirán en la permeabilidad relativa.
• Otro factor que afecta la ‘relativa’ facilidad con la que el gas y el fluido se liberan de
los ripios ascendentes es la presión de formación retenida por los ripios: mientras
mayor es en comparación con la hidrostática, más fácil será que los fluidos escapen. De
hecho, si la presión es suficientemente grande, los ripios mismos pueden fracturarse
dejando abiertos nuevos vacíos.
El uso del análisis de gas de ripios se ha descrito como una forma aproximada para determinar
el grado de permeabilidad en los ripios. Esto es particularmente cierto, pero es necesario
reconocer que hay varios inconvenientes e imprecisiones con el procedimiento; a saber:
• Los ripios deben lavarse de tal modo que el gas remanente en el lodo no afecte el
análisis. Esto hace que se requiera más tiempo antes de someter a prueba la muestra.
• Una muestra típica contendrá derrumbes, así como ripios de perforación por lo que la
lectura resultante no es representativa del intervalo perforado.
• La dificultad para determinar un tamaño de muestra constante, bien sea por peso o por
volumen.
El efecto de la profundidad del hueco sobre el análisis e interpretación del gas es un aspecto
fundamental. que ya hemos tratado parcialmente en secciones anteriores. La principal
consideración en este sentido se refiere a los cambios de temperatura y presión, es decir la
diferencia entre estas condiciones a la profundidad en cuestión y en la superficie y su incidencia
sobre los gases.
• El efecto sobre el volumen real de gas presente en la superficie. Sin ninguna otra
variación ni ninguna otra influencia, si el mismo volumen de gas ‘en el sitio’ fuera
liberado de formaciones que se encuentran a 2.000 metros y también a 4.000 metros, el
volumen registrado en la superficie sería mucho mayor en el segundo caso debido a la
expansión del gas. Tomando la ley de expansión del gas más básica, el gas se duplicará
en tamaño por cada reducción a la mitad de la profundidad (y por ende al enfrentar la
presión hidrostática). En el caso anterior, esto querría decir que aun cuando el volumen
de gas en el sitio fuera inicialmente el mismo, el gas registrado en la superficie se
duplicaría en el segundo caso. En la práctica, no es tan simple ya que la temperatura
también es un factor a considerar, al igual que la solubilidad y los cambios de fase que
pueden ocurrir.
Ya hemos visto la forma como el volumen total de gas presente en una determinada formación
es controlado por la porosidad y la saturación del gas.
El volumen de fluido y gas que en efecto es liberado hacia el fluido de perforación depende del
volumen de cilindro de roca que se crea a raíz de la perforación.
Es preciso recordar que la extracción y detección del gas en la superficie se hace basándose en
un tiempo y que la medición final reflejará la magnitud de gas que se registra en dicho tiempo.
Obviamente, esto refleja el volumen del ‘cilindro’ de roca producido en un tiempo dado.
Para una sección dada del hueco, el diámetro será virtualmente constante (pueden ocurrir
cambios porque las brocas pierden calibre o debido a que el hueco se agranda donde las
formaciones son extremadamente frágiles), de manera que el volumen del cilindro depende
principalmente de la velocidad de penetración. Sin embargo, es evidente que hay una diferencia
importante en el volumen del cilindro entre huecos de diámetros distintos, así que ésta es una
consideración clave cuando se comparan pozos diferentes.
Puede ocurrir una variación importante en el volumen de gas al inicio de nuevas secciones de
hueco en un pozo dado porque parámetros, tales como el tipo, densidad y temperatura del lodo,
tipo de broca, parámetros de perforación, velocidad de perforación y rata de flujo, variarán al
mismo tiempo (figura 6.4). Todo ello tiene un efecto sobre el gas registrado, tal y como se
mostrará en la presente sección.
Ya que estamos tratando la velocidad a la cual se crea el cilindro en relación con un tiempo
determinado, la altura del cilindro es determinada por la velocidad de penetración.
Si la misma formación se perfora a una velocidad de perforación más rápida, entonces, incluso
si el contenido de gas en la formación es el mismo se liberará un volumen de roca y, por
consiguiente, de gas mayor durante la misma unidad de tiempo. La saturación de gas del lodo
aumenta lo cual se reflejará en los detectores ubicados en la superficie como un evidente
aumento de gas.
De hecho, en vista de que puede suponerse que el diámetro del hueco es constante durante un
intervalo dado, el volumen de roca partida depende únicamente de la velocidad de penetración
que es un parámetro lineal. Por lo tanto, si suponemos que no hay variaciones en el volumen de
gas ‘en el sitio’ y que no hay ninguna otra variación en el volumen debido a otros parámetros, la
relación entre la velocidad de perforación y el volumen de gas es directa, tal y como se ilustra
en la figura 6.5.
Queda claro, pues, que una variación en la velocidad de penetración tendrá un efecto directo en
el nivel de gas resultante que se haya registrado para la profundidad correspondiente. Por lo
tanto, la interpretación de los cambios en el nivel de gas, o en las manifestaciones de gas,
requiere una correlación o comparación con la velocidad de penetración a fin de calcular
cualitativamente el volumen o la saturación de gas.
A=πr2
Velocidad de
penetración Volumen de gas
2 min
2 min/m 1m
1 min
1 min/m 1m
Tiempo
En el ejemplo que se presenta en la figura 6.5, suponiendo que no hay variación en el volumen
total de gas en cada metro de la formación perforada, puede apreciarse fácilmente que el
volumen de gas se representa en la superficie por el área que está debajo de la curva de gas. En
el caso de ambos metros perforados, el volumen real de gas liberado hacia el fluido de
perforación es el mismo; no obstante, a primera vista, el gas pareciera ser mayor en el caso del
segundo metro perforado.
Las variaciones en la velocidad de perforación también serán causadas por variaciones en:
Sin embargo, en cuanto al análisis preciso de gas, éste sí conlleva una ligera complicación. Si
sabemos que ninguno de los parámetros anteriores constituye la razón de un aumento en la
velocidad de penetración, entonces, el aumento es indicio de una mayor porosidad. Ya hemos
visto la forma como un aumento en la porosidad conducirá a un aumento en el volumen de gas
incluso si no hay variación en la saturación de gas, solamente por el aumento en el volumen del
fluido del poro que se libera hacia el lodo de perforación. También hemos apreciado la forma
como un aumento en la velocidad de penetración producirá un aumento evidente en el gas
registrado, una vez más, a consecuencia de un aumento en el volumen de roca y, por ende, del
fluido del poro que se libera hacia el lodo durante un tiempo dado.
Antes de terminar esta sección, bien vale la pena señalar una ‘relación’ entre el diámetro de la
broca y la velocidad de perforación, los dos factores que determinan el volumen de la roca
producida durante la perforación.
Ahora consideremos la situación que surge al iniciar la perforación de una sección del hueco
nueva y más pequeña. En primer lugar, el diámetro más pequeño del hueco trae consigo un
volumen de gas menor en vista de la relación explicada anteriormente. Esta reducción será
‘amplificada’ por el componente de ROP del cilindro, ya que, normalmente, las brocas más
pequeñas no pueden soportar el peso que se aplica a una broca más grande. Esta reducción en el
peso sobre la broca, junto con una broca y dientes más pequeños, etc., ‘naturalmente’ llevará a
una velocidad de penetración reducida en el caso de la nueva broca, disminuyendo aún más el
gas que se registra en la superficie. Un ejemplo típico de esto se ilustra en la figura 6.4.
El otro efecto importante sobre el análisis de gas es la acción de corte, el grado de aplastamiento
y el tamaño de los ripios finales. Esto se controla no sólo con el tamaño de la broca, sino
también por el tipo de broca.
Al referirnos a los procesos que participan en la ocurrencia de gas liberado, hemos visto cómo la
acción de perforación, efectivamente, introducirá una ‘pseudopermeabilidad’ a medida que se
fractura la roca, permitiendo la liberación mecánica del gas. Esto ocurre por la mayor cantidad
de área de superficie y de vacíos que quedan expuestos a medida que se rompe, parte y aplasta
la roca en ripios cada vez más pequeños.
La cantidad de gas liberada durante este proceso inicial dependerá del tamaño y del grado de
aplastamiento de los ripios. Mientras más pequeños sean los ripios finales, mayor será la
cantidad de gas liberada en forma mecánica. Si los ripios finales son grandes, entonces una
mayor proporción de gas va a ser arrastrada por los ripios. Factores tales como la permeabilidad,
solubilidad y movilidad del fluido se convierten en factores clave para determinar la cantidad de
gas arrastrada por los ripios y que será liberada cuando los ripios asciendan por el espacio
anular.
Los ripios producidos por las brocas de insertos, en especial las de diamante son mucho más
pequeños que los producidos por brocas con dientes de acero. Con las brocas de dientes, el
tamaño de éstos también es importante para determinar el tamaño de los ripios: a mayor tamaño
de diente, mayores serán los ripios.
En los casos en los que hay un mayor número de ripios pequeños, se expondrá una superficie de
área y vacíos mayores durante el proceso de perforación, trayendo como consecuencia que haya
una mayor liberación de fluido de formación y un contenido de gas mayor.
Intervalo
muestreado
Hay cuatro factores principales que deben considerarse cuando se evalúa la caída en los niveles
de gas a consecuencia de una operación de extracción de núcleo.
Estos dos factores provocan el cambio más importante, una gran reducción en el gas liberado y
registrado, y superan con creces los siguientes dos factores que producen un aumento relativo:
• Normalmente, del volumen ‘externo’ de la roca, que es molida y aplastada por la broca
de núcleo, se liberará un volumen de gas proporcionalmente mayor que el volumen
equivalente de roca perforada por una broca convencional. Esto es meramente el
resultado de la acción de la broca de núcleo de diamante que produce ripios más finos.
Al igual que la rata de penetración, los cambios en la rata de flujo del fluido de circulación
también inciden de forma ‘evidente’ en el volumen de gas.
Para una rata de flujo dada, si el volumen total de gas que está siendo liberado hacia el fluido de
perforación es constante durante el intervalo de una formación, la rata de penetración y los
demás factores son constantes, el gas contenido en un determinado volumen de lodo será
constante. Cuando este lodo sea arrastrado hacia la trampa y muestreado a dicha rata de flujo, se
tendrá como resultado un registro de gas constante.
Un aumento en la rata de flujo conducirá a una dispersión, o dilución, mayor del gas dentro del
lodo, es decir, los ripios junto con el gas liberado ahora se dispersan en un volumen de lodo
mayor, reduciendo efectivamente su saturación de gas. Cuando se toman muestras de este lodo
en la superficie se registrará una reducción en el volumen de gas.
A primera vista, este parece ser un concepto relativamente sencillo en el que una rata de flujo
mayor reduce la saturación de gas del lodo, trayendo como consecuencia menores registros de
gas en la superficie. Esta es en realidad la influencia más importante, porque al aumentar la rata
de flujo se producen otros cambios que tienen un efecto menor sobre el gas registrado.
1. Una presión contraria mayor que reducirá la cantidad de gas que es liberada de los
ripios a medida que ascienden por el espacio anular. Sin embargo, cuando la
permeabilidad es buena, esto incide poco ya que el gas será liberado en la
superficie cuando la presión contraria sea atmosférica.
2. Mayor diferencial de presión en el fondo del hueco que trae como consecuencia lo
siguiente:
• Una menor velocidad de penetración que trae consigo un menor volumen de roca
producida y, por ende, una reducción en la cantidad de gas liberado por volumen
de unidad de lodo.
• La mayor rata de flujo provocará una mayor agitación del lodo a medida que pasa por
el sistema superficial, conduciendo en consecuencia a la liberación de más gas hacia la
atmósfera. Esto puede llevar a la preponderancia de los hidrocarburos pesados porque
los livianos se liberan más fácilmente hacia la atmósfera.
• El efecto más importante es uno sobre el que el personal de registro de lodo tiene
control. El aumento de la rata de flujo conducirá a un aumento en el nivel de lodo en la
caja colectora, por lo que una mayor cantidad de muestra quedará en la trampa y
aumentará obviamente el nivel de gas registrado. Generalmente, este factor tendrá una
influencia más importante en el nivel de gas que cualquiera de los demás, pero será
corregido cuando el personal de registros vuelva a colocar la trampa a su altura
anterior.
En la figura 6.8 se ilustran todas las influencias y cambios posibles en cuanto a la liberación de
gas y niveles registrados a consecuencia de una variación en la rata de flujo.
aumento en el nivel de
lodo y gas muestreado >REDUCCIÓN
AUMENTO
Figura 6.8 Esquema de la manera como el aumento en la rata de flujo puede incidir en los
niveles de gas registrados
En el presente manual hemos visto numerosos ejemplos de cómo los fluidos fluyen
preferentemente de las áreas de alta presión hacia las de baja presión por la vía de un gradiente
de presión negativa. Por tener una influencia enorme en muchos aspectos vinculados a la
liberación o generación de gas, cualquiera que trabaje en el análisis e interpretación de datos de
gas debe conocer este principio.
Por consiguiente, la condición de balance está determinada por la relación entre la presión de
poro del fluido de la formación y la densidad de lodo. La presión hidrostática debida a la
densidad del lodo aumentará aún más por las pérdidas de presión de circulación (para
proporcionar una densidad de circulación equivalente o ECD) o por el movimiento descendente
de la tubería (surgencia) y puede ser reducido por las pérdidas de presión causadas por el
movimiento ascendente de la tubería (suabeo).
Para que el flujo del fluido se produzca, bien sea desde el hueco hacia la formación o viceversa,
la otra condición que debe existir es la permeabilidad: sin permeabilidad no hay flujo del fluido
(aunque, tal y como hemos observado, el gas producido puede originarse inclusive desde
formaciones impermeables con alta presión gracias a los derrumbes).
Antes de tratar la invasión del fluido y, en especial, la los influjos, hagamos un resumen de los
efectos de la presión diferencial sobre la liberación normal de gas conforme se detalló
anteriormente.
• Velocidad de penetración
En una situación de subbalance, la broca se limpiará de los ripios en forma más rápida gracias a
una combinación de gas de formación en expansión y a la acción de chorro de las boquillas de la
broca. Por lo tanto, la liberación mecánica por la acción de la broca se reducirá.
• Ripios ascendentes
El gas retenido por los ripios aún se escapará, dada la permeabilidad, a medida que asciendan
por el espacio anular y la presión de la formación ‘fósil’ o ‘residual’ retenida por los ripios se
hará mayor que la presión hidrostática contraria. Este proceso se reducirá o retrasará si la
presión hidrostática es mayor. La liberación podría proseguir en la superficie y se observará
como drena el gas de los ripios. Si la formación es impermeable o si los poros están aislados, la
expansión del gas y/o un creciente diferencial de presión (formación > hidrostática) puede hacer
que los ripios se fracturen permitiendo más liberación de gas.
El tiempo que se requiere para que el revoque sea suficientemente denso y suficientemente
impermeable determinará la cantidad de invasión que puede ocurrir.
Este es un proceso importante, porque si la invasión y la filtración son excesivas, se pueden
dañar las características de la formación:
• Una invasión más profunda obviamente significa que un mayor volumen de roca se
verá afectado.
• Pueden obtenerse núcleos de pared lateral deficientes con pocos niveles de fluido
de formación y grandes cantidades de filtrado.
Hay ciertas condiciones que pueden actuar en contra de la acumulación del revoque o que
pueden desalojar los sólidos existentes.
La consecuencia de esto es que los fluidos de formación son desplazados y empujados lejos de
la roca, hacia abajo y/o hacia los lados dependiendo de la línea de comunicación más fácil que
la permeabilidad proporcione. Así, cuando se penetre la formación, el volumen de roca
aplastada por la broca liberará menos hidrocarburos hacia el lodo. Esto traerá como
consecuencia menos manifestaciones de gas a pesar de que parámetros como la velocidad de
penetración y los análisis de ripios muestren que pudo haberse esperado una mayor cantidad de
manifestaciones.
Para que esto ocurra, obviamente, la formación debe tener permeabilidad tanto vertical como
horizontal.
En otras palabras, la velocidad de perforación y el análisis visual de los ripios pueden indicar el
tope de una zona a una profundidad determinada, pero la manifestación de gas esperada o
correspondiente indica una profundidad de uno o dos metros más (figura 6.10). Esto puede
suscitar falsas interpretaciones por parte del personal de registros quien podría entenderlo como
una variación posterior en propiedades tales como porosidad, saturación de gas o
permeabilidad.
¡Puede incluso ser interpretado como un tiempo de retraso incorrecto! Por lo tanto, es
importante considerar todos los datos disponibles. Si no ha habido ningún cambio en la
velocidad de penetración desde el tope de la zona a la profundidad de la manifestación de gas,
entonces es poco probable que se haya habido cambios en la porosidad.
Por el contrario, si el análisis del gas de ripios o la inspección de los ripios indica una buena
permeabilidad, entonces debe sospecharse que hay flushing, de hecho debe esperarse.
Cuando el flushing o lavado es extremo, es posible que el reciclaje de los fluidos de formación
no ocurra como se describió anteriormente. Sin embargo, con una buena permeabilidad, la
formación podría ‘recuperarse’ a la larga y los fluidos de formación regresarían a la zona
invadida. En consecuencia, esto puede originar una zona permeable que no arrojaría ninguna
manifestación de hidrocarburo cuando se perfora, pero que al ser probada con perfiles eléctricos
da todos los indicios de ser una zona que con hidrocarburos.
En los casos en que las zonas permeables son delgadas y están acotadas por capas
impermeables, puede presentarse una condición de lavado total donde los fluidos de formación
han sido eliminados del área que va a penetrarse y no pueden ser reciclados hacia el hueco. Esto
puede significar que los ripios sólo contienen filtrado de lodo y que ningún gas se está liberando
de la formación que se perfora.
Hemos observado cómo el lodo invade el hueco cuando hay un diferencial de presión positivo –
sobrebalance– entre la presión del fluido de perforación y la presión del fluido de la formación.
Cuando el diferencial de presión es negativo –subbalance, es decir, que la presión del fluido de
la formación es mayor que la presión de la columna de lodo– el flujo de fluido ocurrirá en la
dirección contraria, es decir, los fluidos de la formación ingresarán al hueco.
Habrá subbalance permanente cuando la presión hidrostática del fluido de perforación sea
inferior a –y permanezca menor que– la presión de la formación.
Esta es la situación ideal en la perforación bajo balance cuando fluidos como aire, gas, espuma,
vapor, fluido mezclado con aire o sencillamente lodos de baja densidad a base de agua o aceite
se utilizan específicamente para producir un subbalance. Esto brinda ventajas tales como una
mayor velocidad de penetración, limitación de la pérdida de circulación, reducción de daños a la
formación y, en particular, la disminución de los costos de perforación y el mejoramiento de la
producción. En estas condiciones, la perforación bajo balance permite que los fluidos de
formación fluyan libremente desde formaciones permeables hacia el hueco, de manera que, en
esencia, el pozo registrará un estado constante de producción o prueba durante la perforación.
En la perforación balanceada convencional, el peso del lodo se selecciona con el fin de producir
un sobrebalance y evitar el influjo de la formación al hueco. Habrá un subbalance permanente
sólo cuando se perfore una formación cuya presión de poro sea mayor (superior al peso del
lodo) y no se modifique el peso del lodo. Igualmente, puede producirse un subbalance
permanente cuando se reduce el peso del lodo para que la presión hidrostática pueda bajar a un
nivel que sea menor que la presión de poro de formaciones perforadas previamente: en ese caso
el flujo desde la formación continuará hasta que el peso del lodo se incremente hasta el punto en
el que exceda nuevamente la presión de la formación.
Las respuestas de gas que pueden esperarse durante la perforación de formaciones con mayor
presión –lo que producirá un subbalance– variarán según las condiciones relativas de
subbalance, permeabilidad y porosidad. Evidentemente, incidirá el tipo de fluido de la
formación, pero, para los fines de este manual, se presume la presencia de gas.
Si el diferencial de presión es producto de una reducción en el peso del lodo –lo que provoca un
subbalance en una formación perforada previamente–, se observará un incremento inicial del
gas de fondo de perforación cuando el influjo comience. Este aumento del nivel de fondo se
mantendrá mientras las condiciones no cambien.
Nota: los términos relativos al nivel de fondo mencionados anteriormente serán explicados con
mayor detalle en la sección 7.2.
fondo de perforación
penetrar formación
aumento constante
conforme se perfora
circulando
Nota: la reducción de presión y el
aumento de los niveles de flujo y fondos arriba
lodo debido al gas en expansión que
desplaza el lodo del hueco
normalmente conllevarían al cierre fondo circulante
del pozo antes de que el gas alcance sostenido
la superficie
Figura 6.11 Tendencias características del gas como consecuencia de los influjos
Como se explicó en la sección 5.3.3, un influjo de la formación puede ocurrir incluso si no hay
permeabilidad en la formación. Por ejemplo, en el caso de lutitas y arcillas, si la presión del
fluido es mayor que la hidrostática de la columna de lodo, el fluido no puede fluir hacia el
interior del hueco como lo haría desde una formación permeable. La presión del fluido abrirá
microfracturas, lo que provocará que la roca se fracture y se derrumbe dentro del hueco.
Simultáneamente a la ruptura de la roca, habrá liberación de gas (figura 5.5).
En una situación clásica en que la lutita está sometida a una presión anormal debido a la
subcompactación durante el entierro, la roca contendrá mayor cantidad de fluido de formación
(y, para los efectos de este manual, se supondrá que aumenta el contenido de gas). Si se perfora
la formación con un lodo cuyo peso es inferior a la presión de la formación, se observará un
aumento del gas de fondo como resultado de un incremento proporcional del gas liberado
Para que se produzca este derrumbe de la formación no es necesario que halla una presión
anormal. Si la hidrostática por el peso del lodo es inferior a una formación con presión normal,
puede presentarse el mismo mecanismo de derrumbe. De igual modo, si una formación es débil,
no está consolidada o si el buzamiento estructural es tal que la roca puede romperse y caer
dentro del hueco, entonces dicho derrumbe puede ocurrir en ‘circunstancias normales’.
Cuando se detiene el bombeo, la presión hidrostática dentro del hueco será la presión que ejerce
la columna de lodo vertical estática, es decir, debido al peso del lodo. En casos de creciente
presión de la formación, el aumento puede ser disimulado por la densidad circulante equivalente
(ECD). Sin embargo, al detener el bombeo, la presión hidrostática estática puede ser menor que
la presión de la formación, lo cual crea un subbalance y permite el influjo. En esta situación,
mientras no haya bombeo, el fluido de la formación fluirá hacia el interior del hueco. Esto se
manifestará como un pico de gas producido (figura 5.4) cuando se reanude la circulación y se
realice un fondos arriba.
La reducción de presión producto del suabeo se registrará en toda la sección de hueco abierto
conforme la tubería es izada. Por lo tanto, en cualquier punto del hueco puede haber influjos. El
nivel de reducción de presión dependerá de: -
El efecto de suabeo aumenta con la profundidad, debido a que la presión que se registra a
cualquier profundidad es el resultado de la hidrostática del lodo y la reducción producto de las
pérdidas de presión acumuladas que ocurren en todo el hueco. En consecuencia, es más
probable que el suabeo redunde en un subbalance cerca del fondo del hueco, toda vez que la
reducción es mayor.
Sin embargo, se debe recordar que el suabeo ocurre en todo el hueco abierto y, por ende, en
cualquier punto del hueco puede haber un subbalance. Esto es particularmente importante para
reconocer cuándo hay formaciones de menor presión expuestas en una profundidad más somera.
Los influjos pueden producirse desde más de una zona en el hueco abierto. Por ejemplo, durante
una conexión, pueden originarse picos de gas de conexión desde el fondo del hueco, desde una
formación más somera o desde más de una formación. El personal de registros puede determinar
la profundidad exacta de la formación que produce los picos de gas de conexión, comparando el
tiempo de llegada de los picos de gas a la superficie con el tiempo de retardo y los volúmenes
anulares.
En la sección 7.6, se presenta una explicación más detallada del gas de conexión y otros picos
de gas producido.
Estos influjos pueden reducirse al mínimo manteniendo un margen de viaje sobre la presión de
la formación. Por lo tanto, si se conoce la presión de la formación –o si se calcula con
precisión–, es posible seleccionar el peso del lodo adecuado para producir una mayor presión en
el fondo del hueco. Esta presión, incluso al ser reducida por el suabeo, mantendrá un balance
sobre la presión de la formación.
Otro factor relevante en lo que respecta a los influjos de fluido de la formación es la efectividad
del revoque que se acumula en la pared del hueco y si el revoque permanece en su lugar. Si el
revoque es desprendido de la pared, entonces los influjos que ocurran tenderán a ser mayores.
En consecuencia, es necesario considerar las siguientes condiciones:-
Reducción
de presión
Muchos de los efectos que tiene el fluido de perforación sobre el análisis de gas ya han sido
explicados en este manual en relación con otras condiciones. A continuación, se presenta un
resumen: -
La densidad del lodo determina la presión hidrostática presente en el hueco y, por ende, incide
en la liberación de gas de la formación: -
En las operaciones costa afuera, donde el lodo es enfriado mucho más cuando pasa por el riser
marino o conductor, estas influencias tienen un efecto mucho mayor sobre el análisis de gas.
Los distintos fluidos de perforación tienen diversos grados de solubilidad mutua con respecto a
diferentes compuestos.
• Los lodos a base de aceite tienen una alta capacidad de solubilidad para todos
los hidrocarburos, mientras que el agua tiene una capacidad mucho menor. El
nivel de salinidad en los lodos a base de agua reduce todavía más esta
capacidad.
• Comúnmente, los lodos a base de aceite tienen menor viscosidad y esfuerzo de gel,
aunque pueden tomar un volumen mucho mayor de gas en solución. Sin embargo,
tienen una capacidad de retención menor que los lodos a base de agua. Por lo tanto,
es más probable que el gas sea extraído o escape en la superficie y es menos
posible que sea retenido y reciclado.
La viscosidad y el esfuerzo de gel del lodo son también factores reológicos importantes.
La pérdida de agua es un control de la filtración que puede ocurrir y, por lo tanto, es uno de los
factores principales para evitar el flujo de fluidos entre el hueco y la formación.
Hasta este punto, hemos observado que existen muchos factores y combinaciones de factores
que pueden incidir en la cantidad y composición del gas conforme éste viaja desde la formación
hasta la superficie.
Sin embargo, muchos de los factores más importantes tienen lugar mientras el gas viaja por el
sistema superficial, antes de que llegue finalmente a los detectores de gas para su análisis.
La trampa de gas es probablemente uno de los equipos menos sofisticados que se utilizan en una
unidad moderna de registro de lodo. Sin embargo, es uno de los equipos de mayor importancia,
si acaso no el más importante. Si no hay medios que permitan la eficiente y efectiva extracción
y toma de muestras del gas del fluido de perforación, se pierde la esencia de las operaciones de
registro de lodo.
• Evidentemente, las variaciones de tipo y diseño de las trampas de gas pueden producir
diferencias en la eficiencia de la extracción del gas y pueden dificultar las
comparaciones cuantitativas precisas entre pozos que han sido monitoreados con
diferentes equipos.
• La ubicación de la trampa es un factor muy importante. Por lo general, las trampas tipo
agitador sólo pueden ser ubicadas en la caja colectora, donde el lodo sale de la línea de
flujo (figura 6.13). La ubicación ideal de la trampa de gas es directamente encima de la
línea de flujo, donde el flujo es mayor y el lodo fresco que retorna fluye
constantemente por la trampa para la toma de muestras. Si la trampa se coloca lejos de
esta zona, especialmente en los casos en que la caja colectora es grande, entonces el
flujo es menor y es más probable que el lodo se mantenga en la caja colectora durante
cierto tiempo antes de la toma de muestras. Esto no sólo da más tiempo para que el gas
escape a la atmósfera, sino que también implica una correlación retardada menos
precisa y, posiblemente, incluso la pérdida de horizontes, contactos y topes de la
formación.
• El persoanl de registro debe asegurarse de que el flujo que pase por la trampa no sea
obstruido por la acumulación de ripios alrededor de la trampa. También se debe evitar
la acumulación de revoque en la abertura de entrada, el agitador o toma de aire, a fin de
garantizar una operación lo más uniforme posible.
Los cambios en las propiedades del lodo (viscosidad, esfuerzo de gel), la temperatura del lodo y
la composición del gas pueden causar alteraciones en la extracción de gas general o
preferencial, como se explicó en la sección 6.5.
Impermeable
Restablece
nivel
Figura 6.14 Caída del nivel de lodo en la caja de las zarandas; es necesario
cambiar la altura de la trampa
Después que se ha extraído el gas del lodo, debe ser recogido y transportado a los detectores de
gas. Una vez allí, se presentan otras condiciones o factores que pueden afectar el análisis final
del gas.
Cuando hay variaciones en la rata de flujo a lo largo de la tubería de muestra, se analiza una
cantidad de gas/mezcla de aire diferente por unidad de tiempo. Por lo tanto, habrá una diferencia
en la magnitud del registro de gas. Esto es relevante en la detección de gas total, donde la
muestra pasa directamente a través del detector. Sin embargo, no es tan importante en la
cromatografía, donde la muestra es entregada e inyectada independientemente.
Datalog utiliza una bomba neumática que funciona a una rata de flujo de 4,0 pceh (pies cúbicos
estándar por hora), pero las variaciones en la rata de flujo real pueden ser causadas por: -
• El bloqueo causado por la entrada de lodo en la línea. Esto debe ser rectificado de
inmediato por el personal de registros, a fin de evitar la generación de datos
incorrectos.
Desafortunadamente, desde el punto de vista del análisis de gas, los equipos de la superficie
pueden –y en la mayoría de los casos lo hacen– actuar como un desgasificador muy eficiente
antes de que el lodo y el gas lleguen siquiera a la trampa de gas.
Como se muestra en la figura 6.15, las pérdidas de gas hacia la atmósfera se producen en la
campana y a lo largo de la línea de flujo. La gravedad de la pérdida de gas depende de la rata de
flujo y los puntos de turbulencia en el sistema.
• Inclinación
• Cambios de ángulo
• Modificaciones abruptas de la dirección
• Punto de entrada en la caja colectora.
Otros factores son la longitud de la línea de flujo, si está abierta o cerrada, o si el lodo llena la
línea o sólo una porción de la misma. Por ejemplo, si la línea de flujo es larga en el área de la
sección transversal y el nivel de lodo resultante es bajo, se incrementará el efecto de turbulencia
debido a los cambios de ángulo o dirección.
Pérdidas en la campana
Analicemos un ejemplo real de una distribución de taladro con un diseño pésimo (requería una
línea de flujo extraordinariamente larga). En esta distribución se aprecian numerosos elementos
que hacen que la línea de flujo o tubo de canal sea desfavorable para la retención de gas. Estos
son los siguientes:-
• Un área de sección transversal muy grande con un fondo plano. Esto resultaba en un
nivel de lodo de sólo unos pocos centímetros.
• Cambios considerables en el ángulo de inclinación.
• Giros de 90 grados.
• Apertura total a la atmósfera.
• El extremo abierto ubicado aproximadamente ½ metro por encima del nivel de lodo en
la caja colectora.
• El único sitio disponible para la trampa de gas era en el extremo de la caja colectora,
opuesto a la línea de flujo, donde prácticamente no había flujo de lodo.
Evidentemente, en este caso no se confirió mucha importancia al análisis de gas porque todo lo
que podía hacerse mal, se hizo.
Hemos analizados las diferentes fuentes de gas y los distintos factores que pueden incidir en la
cantidad y composición definitivas del gas registrado en la superficie. En la sección 7 se aborda
el procedimiento de monitoreo y evaluación del gas en tiempo real. Además, se explica cómo se
presenta esta información en un registro de lodo basado en la profundidad.
Este registro se utilizará en la evaluación final de un pozo y en futuras correlaciones del pozo.
Por lo tanto, los datos deben ser presentados de forma que puedan entenderse con facilidad y de
manera que puedan aportar la mayor cantidad de información posible.
3. Arremetida de gas Gas Kick, Si bien las manifestaciones de gas significativas pudieran
denominarse arremetidas de gas, este término debe utilizarse
específicamente para un influjo de la formación en el hueco que
desplaza el fluido de perforación del espacio libre anular y requiere una
acción de control de pozo. Los fluidos de formación distintos del gas
pueden provocar este tipo de situación de control de pozo.
El gas presente en el lodo de perforación puede ser el resultado de una liberación a partir de
litologías recién penetradas, dado que se ‘produce’ dentro del hueco, por efecto del reciclaje o
debido a la contaminación. El gas medido a tiempo en cualquier punto puede, por lo tanto, ser el
resultado de todas estas causas o una combinación de las mismas.
El objetivo de la determinación del nivel de fondo del gas es obtener lo que puede considerarse
como valor de gas normal –o control. Este valor de gas normal sirve de referencia para
comparar las variaciones, a fin de evaluar el potencial del yacimiento.
El primer requisito obvio y esencial es la correcta calibración y ajuste a cero de los detectores.
Para esto es necesario que los detectores de gas total sean puestos a cero con respecto al aire
ambiental que fluye por el detector a la misma velocidad de suministro de la muestra de gas. El
personal de registros de lodo debe asegurarse de que la muestra de aire ambiental sea tomada de
un área donde no haya posibilidad de presencia de diesel u otros vapores, ya que esto resultaría
en un cero falso.
Estas complicaciones no se presentan con los cromatógrafos, dado que están calibrados para
determinar gases específicos (en lugar de una respuesta total). Los cromatógrafos se colocarán
automáticamente en cero ante la respuesta debida al gas portador cada vez que se inyecte una
muestra.
En cuanto a la toma de muestras de fluido de perforación para detectar el gas que arrastra en su
interior, los encargados del registro de lodo saben que: -
• Una proporción del gas será retenida por el lodo y detectada incluso si
permanece estacionaria en la caja colectora.
Por lo tanto, ¿qué representan estos diferentes niveles (el fondo estacionario, el fondo
circulante y el fondo de formación) y cuál ofrece el mejor control o nivel de fondo?
En todo momento, el lodo de perforación contiene cierta cantidad de gas que no ha sido extraída
en la superficie. Este gas es el resultado de fuentes recicladas o contaminadas. Normalmente, en
el caso del lodo estacionario, hay un sesgo hacia los alcanos más pesados que son
preferiblemente retenidos por el lodo.
Cero calibrado
Sensores de gas total calibrados
según el flujo de aire ambiental
Fondo estacionario
Gas reciclado y/o contaminado que es
retenido por el lodo en la superficie
Fondo circulante
Con gas inicial liberado y
producido de corrida/viaje
previo. Período de estabilización
prolongado mientras se estabiliza
la temperatura del lodo
Fondo de
formación
Incorpora gas recién
liberado
TIEMPO
Por lo tanto, esta es la cantidad de gas que se bombea al interior del hueco. El gas liberado de la
formación estará por encima de este nivel. El problema al tratar de establecer un nivel de fondo
a partir de esto es que mientras más tiempo se asienta el lodo en la superficie más se enfría, con
lo cual aumenta la viscosidad debido a la acción gelificante del lodo.
Esto afecta la volatilidad y facilidad de extracción del gas del lodo por la agitación de la trampa.
En consecuencia, puede generar valores registrados diferentes, dependiendo del tiempo
transcurrido entre la perforación/circulación previa y la medición.
El único momento adecuado es durante un viaje fuera del hueco, pero antes de que la tubería sea
corrida nuevamente hacia dentro, cuando el lodo más caliente, que contiene más gas volátil,
junto con el gas producido durante el viaje fuera del hueco, será desplazado del espacio anular.
Para algunas corridas de broca que pueden durar 12 horas, 24 horas e incluso varios días, este
no es un método confiable ni aceptable para establecer el nivel de fondo que se utilizará como
referencia para evaluar las posteriores manifestaciones.
Un momento más razonable para establecer un nivel de fondo sería durante una circulación
continuada. Sin embargo, reiteramos que hay considerables dificultades operacionales para
determinar esto con el fin de tomarlo como fondo de referencia confiable.
Al inicio de las corridas de broca de perforación, esto requeriría un largo período de circulación,
sin perforar, a fin de garantizar que todo el gas liberado previamente haya sido extraído del lodo
y permitir que la temperatura y las características del lodo (densidad y viscosidad) se hagan
uniformes. También sería necesario que no hubiera movimiento de tubería durante este lapso, de
forma que el gas producido no sea introducido en el lodo.
Por lo tanto, el fondo circulante inicial debe ser únicamente una medida del gas contaminado o
reciclado que está presente en el fluido de perforación antes de que el gas sea liberado de las
formaciones perforadas. El gas reciclado podría ser el resultado del gas reciclado o liberado,
producido o contaminado, de manera que el fondo circulante puede en efecto estar conformado
por todos los tipos de gas.
Algunas consideraciones acerca del gas que se registraría después de un viaje dentro del hueco,
pero antes de perforar una formación nueva, son las siguientes: -
• Incluso después de la circulación fondos arriba, cuando estos gases habrán sido
circulados fuera del hueco, pueden requerirse varias circulaciones para que la
temperatura y reología del lodo se estabilicen.
Antes de que transcurra el tiempo necesario para establecer un fondo circulante estable, hay gas
adicional en el lodo que se libera de la perforación. En su mayoría, este gas será retirado en la
superficie, pero cierta cantidad puede ser retenida dentro del lodo, lo que incrementa el nivel de
fondo.
Por lo tanto, es difícil establecer un nivel de fondo circulante cuando efectivamente siempre hay
un nivel mayor debido al gas liberado de la perforación. Para establecer un fondo circulante
durante la perforación se requiere la cooperación frecuente del contratista (y el operador) de
perforación, dado que amerita tiempo.
Para que este nivel de fondo represente sólo el gas retenido en el lodo, en esta operación se
requiere, además, mantener la broca estacionaria cuando se detiene la perforación. Si la broca es
elevada, se producirá una entrada de gas por suabeo desde la formación, que se sumará al nivel
de fondo. Si bien esto sólo toma un par de minutos, en realidad genera ‘conflictos’ entre los
departamentos de ingeniería y geología.
Gas total
Tiempo
Detener perforación Retiro de gas liberado
y circular fondos durante circulación
arriba fondos arriba
Fondo
circulante
La alimentación
continua de gas
después de
circular fondos
Una fuerte caída del nivel de arriba indica que
gas después de circular el pozo está
fondos arriba indica que el subbalanceado y
pozo está sobrebalanceado que continúa
produciendo hacia
el hueco
Figura 7.2 Balance del pozo indicado por el nivel de gas circulante
Una práctica más aceptada es la determinación del nivel de fondo a partir de las formaciones
mientras se realiza la perforación. Obviamente, este valor de fondo de referencia incluye gas
recién liberado y contenido de gas ‘residual’ dentro del lodo y está sujeto a los cambios
descritos previamente.
Sin embargo, debe tenerse en cuenta que se trata de la evaluación de posibles zonas de
yacimiento. Si se perfora una litología impermeable, no productora, como arcilla o lutita, al
mantener constantes la velocidad de penetración, la rata de flujo y la densidad del lodo, la
cantidad de gas liberado hacia el fluido de perforación desde la formación será constante. Para
lograr esa liberación constante, es necesario mantener constantes la porosidad, la presión de la
formación y la saturación de gas.
% Gas total
limolita FBG 1
arcilla FBG 2
arenisca
Manifestaciones de
gas
Figura 7.3 Gas de fondo de la formación (FBG) con respecto a la manifestación de gas
Este nivel de fondo puede determinarse para cualquier litología. Si una zona productora
potencial es penetrada, el resultante aumento o manifestación de gas puede evaluarse utilizando
como referencia el nivel de fondo establecido para una litología que sabemos que no es
productiva (figura 7.3). En otras palabras, el potencial de producción de la zona nueva se
representa mediante el cambio en el nivel de gas o, dicho de manera más sencilla, el valor por
encima del fondo de formación no productora establecido previamente (figura 7.4).
La ventaja fundamental del gas de fondo de formación es que elimina cualquier complicación o
confusión originada por los fondos estacionario y circulante, ya que éstos son componentes del
fondo de formación y la manifestación de gas. Sólo se evalúa o compara el gas liberado y, por lo
tanto, se determina cuánto más gas es liberado de la potencial zona de yacimiento con respecto a
la litología no productora que se encuentra inmediatamente encima de la misma.
Background
Time Show
Show
El nivel de fondo de formación está sujeto a los cambios ya descritos en las secciones 5.2 y 5.3
en lo que respecta al gas liberado y producido. Estas variaciones son los cambios de la
formación tales como porosidad, saturación, permeabilidad y presión de la formación, al igual
que incidencias ‘externas’, por ejemplo, velocidad de penetración, rata de flujo y densidad del
lodo.
En un intervalo de profundidad dado, la rata de flujo y la densidad del lodo tienen pocas
posibilidades de cambiar significativamente –lo cual acarrearía evaluaciones incorrectas. Sin
embargo, ambos factores deben tenerse en consideración al momento de determinar las posibles
causas de las alteraciones del nivel gas de fondo.
Sin embargo, un cambio en el nivel de gas debido a una alteración de la formación será
inmediato. Por lo tanto, la variante densidad del lodo resultará en un cambio gradual, cuya
tendencia ya habría sido observada. Una vez que se estabiliza el peso del lodo, el nuevo fondo
de formación puede ser establecido con facilidad. Estos cambios deben ser notificados en el
registro de lodo, para evitar cualquier confusión o interpretación incorrecta (figura 7.5).
Cuando no hay modificación de los factores ‘externos’ que inciden en el nivel de fondo –
velocidad de penetración, densidad de lodo y rata de flujo–, todo cambio en el nivel de gas debe
atribuirse a alguna alteración en las propiedades de la formación –porosidad, fluido de la
formación, saturación o presión. Esto puede imputarse a un cambio en una formación dada o a
una alteración completa en la litología, donde pueden variar todos o una combinación de los
factores arriba mencionados.
El cambio del nivel de gas en estas circunstancias puede atribuirse a una combinación de gas
liberado y producido. Las variaciones de presión descritas anteriormente se asociarán con un
incremento de porosidad. Un volumen de roca dado contendrá más fluido de formación, lo cual
resulta en un aumento del gas liberado. Este ascenso será más significativo si también sube la
saturación de gas.
Además del gas liberado, si el aumento de presión provoca un subbalance, también se producirá
gas hacia el interior del hueco conforme se realiza la perforación. Asimismo, se presentarán
gases de conexión (sección 7.6) cuando las bombas estén apagadas y/o cuando halla una entrada
de gas al hueco por el suabeo que se produce al elevar la sarta de perforación.
1000
1004 Peso de
lodo 1020
1016
Nuevo gas
1020
de fondo con
1018
peso de lodo
estable
1020
Figura 7.5 Tendencia del gas de fondo ante cambios simultáneos en la densidad de lodo y
la formación
La evaluación de gas –ya sea de manifestaciones, un aumento del nivel de fondo o cuando un
cambio de la porosidad resulta en un incremento del volumen de gas– es complicada, ya que
normalmente habrá un ascenso en la velocidad de penetración (ROP). De por sí, esto origina un
registro de gas más elevado, como se explicó en la sección 6.3.1 (figuras 6.5 y 6.6). El aumento
de la velocidad de penetración se produce, sencillamente, porque la roca se vuelve más fácil de
perforar debido al aumento de la porosidad. En realidad, la velocidad de penetración se utiliza –
además del análisis de ripios y el nivel de gas– como un indicador confiable de los cambios de
porosidad. Esto se ilustra en la figura 7.6, donde cada vez que la velocidad de penetración y el
nivel de gas caen es una buena señal de que este intervalo de limolita tiene menor porosidad
(intervalos sombreados).
Por lo tanto, el problema es que la velocidad de penetración debe tenerse en cuenta al evaluar la
manifestación de gas. Como se muestra en la figura 6.5, una mayor velocidad de penetración
resulta en un mayor nivel de gas registrado, incluso si no hay cambios en el volumen de gas real
en la formación. Por ejemplo, una manifestación de gas procedente de arenas porosas será el
resultado de un incremento de la porosidad y el volumen de gas, pero también del efecto del
aumento de la velocidad de perforación. La significación o importancia comparable de ambos
factores debe determinarse a fin de evaluar un la manifestación.
1000
Gas de fondo
1020
2 2,1 GFR
1030
Observe los dos cuerpos de arena que se muestran en la figura 7.7. Ambos contienen el mismo
volumen de gas in situ. Sin embargo, en el registro de lodo, la arena 2 parece haber resultado en
una respuesta de gas más significativa.
En realidad, el valor de gas real es tres veces el gas registrado para la arena 1 (observe que los
valores de gas indicados son los que están por encima del fondo de formación establecido
previamente). Sin la ventaja que representa la comparación con la curva de la velocidad de
penetración, parecería que la arena 2 tiene un potencial de yacimiento mucho mejor que la
arena_ 1.
Sin embargo, cuando se observa la velocidad de penetración, se puede apreciar que la arena 2 se
perforó tres veces más rápido que la arena 1 y, al utilizar la regla general indicada en la sección
6.3.1, se puede deducir que debió liberarse tres veces la cantidad de gas.
En consecuencia, el volumen de gas total en cada una de las arenas es, en realidad, muy similar.
Sin la información adicional que proporciona la curva de la velocidad de penetración, no
podríamos deducir esto de un registro de lodo basado en la profundidad.
11,00
ARENA 1
12,00
TIEMPO
13,00
ARENA 2
14,00
Sin embargo, en realidad esto no es todo lo que debe tenerse en cuenta. En primer lugar, se debe
observar la razón de las diferentes velocidades de penetración. La arena 2 pudiera tener mejor
porosidad (y posiblemente permeabilidad) o mayor presión y, por ende, bien pudiera tener
mejores posibilidades de producción. De igual forma, la arena 1 pudiera ser más dura, más
consolidada o cementada. En consecuencia, la manifestación de gas debe ser evaluado no sólo
junto con la velocidad de penetración, sino también con los ripios perforados, la fluorescencia y
los registros de guaya.
Evidentemente, la comparación con el gráfico de tiempo real del gas y la mencionada ‘área
debajo de la curva’ es una herramienta de evaluación válida cuando se trata de una curva de gas
total continua. Sin embargo, en el caso de un análisis cromatográfico, se analizan muestras
La mayoría de las curvas cromatográficas de tiempo real no tienen la misma validez en tanto
que curvas de gas total, dado que la curva no es una medida continua. Sin embargo, es una
medición actualizada después de cada inyección de muestra. Por lo tanto, la precisión o utilidad
del ‘área debajo de la curva’ depende de la frecuencia de la toma de muestras del cromatógrafo.
Muchos cromatógrafos pueden tardar de 2 a 5 minutos entre muestras. Por lo tanto, el área
debajo de la curva no tiene validez alguna. El cromatógrafo Datalog toma muestras y actualiza
cada hidrocarburo (C1 hasta C5) cada 30 segundos. En consecuencia, la curva se asemeja más a
una curva continua, lo cual proporciona una buena comparación de ‘área’ en tiempo real. Estas
diferencias se ilustran en la figura 7.9.
Intervalos de 30 segundos
Cromatógrafo de 30 seg.
Cromatógrafo de 5 min.
Por lo general, los ingenieros y geólogos de registro están familiarizados con la significación del
efecto que tiene la velocidad de penetración sobre las manifestaciones de gas individuales.
Además, normalmente se muestran bastante satisfechos de evaluar visualmente los valores de
gas junto con la velocidad de penetración, con el fin de analizar las manifestaciones
individuales. Sin embargo, se ha intentado eliminar los errores humanos y corregir
matemáticamente o normalizar las manifestaciones de gas para las diferentes velocidades de
penetración. La validez de esto se discutirá en la sección 8.1.
No obstante, cuando las manifestaciones de gas son anotadas y tabuladas en los informes,
siempre se debe incluir el valor de cada compuesto de hidrocarburo que exceda el fondo de
formación –de forma que también sea posible identificar los cambios relativos en la
composición. Además, se debe incluir las variaciones en la velocidad de penetración, como se
muestra en la Tabla 7.1.
Durante las evaluaciones de pozo finales y posteriores, esto permite establecer comparaciones
inmediatas y utilizar cualquier cálculo de normalización preferido.
1275 – 1279 Arenisca 21 / 1,5 0,950 13,823 0,8750 / 0,0035 / ------- / ------- / ------ /
12,2681 1,1050 0,2045 0,1265 0,0873
En la sección 5.3, se explicaron los distintos mecanismos que propician la aparición de gas
producido. A continuación, estudiaremos las situaciones concretas en las cuales pueden
presentarse manifestaciones de gas producido. Además, examinaremos los principales
mecanismos responsables, cómo aparece el gas en gráficos de tiempo real y cómo debe ser
evaluado y representado en registros e informes.
El gas producido se define como el gas que se produce hacia el interior del fluido de
perforación desde una zona o formación específica cuando la presión de formación excede la
presión hidrostática.
Si hay tal subbalance durante la perforación, el nivel del gas de fondo evidenciará los efectos
combinados del gas liberado y el gas producido. Este será siempre el caso cuando un pozo sea
perforado intencionalmente bajo balance. Si el pozo es perforado con el sobrebalance
convencional, entonces esta situación se presentará si hay un aumento de la presión de la
formación hasta el punto en que exceda la presión hidrostática en el espacio anular. A
continuación, se ilustran dos situaciones comunes: -
1. Un cuerpo de arena ‘sellado’ con sobrepresión que conlleva a una manifestación de gas y,
posiblemente a una arremetida de gas:
GAS DE FONDO
liberado
PF<ECD
producido
PF>ECD
PF<ECD
• Un incremento del gas liberado, producto del aumento de la porosidad y el volumen de gas.
Después de perforar la arena, si no se presentó gas producido, el nivel de fondo debería regresar
al nivel de fondo previo establecido en la lutita. Sin embargo, en este punto, si no hay cambios
en el peso del lodo, el cuerpo de arena producirá hacia el interior del lodo, lo cual redunda en un
aumento del nivel de fondo. Este nivel de fondo más alto indica qué proporción de la
manifestación de gas proveniente de la arena es producto del gas liberado y qué parte se debe al
gas producido.
Incluso cuando un cuerpo de arena tiene una presión y balance normales por el lodo circulante,
deben ejecutarse las prácticas de perforación correctas al perforar cuerpos espesos que
contengan gas. Si una formación con las mencionadas características es perforada demasiado
rápido, puede liberarse una gran cantidad de gas al fluido de perforación. Este lodo con
contenido de gas puede ser suficiente para reducir la presión hidrostática de la columna de lodo.
Con dicha reducción, la presión hidrostática de la columna de lodo puede alcanzar un nivel
inferior a la presión de la formación, lo cual permitiría un influjo.
• La presencia de gas producido. Una pequeña cantidad puede ser el resultado del flujo
de fluidos producto del diferencial de presión. Sin embargo, dado que la lutita es
esencialmente impermeable, el contenido de gas producido se debe fundamentalmente
a que la presión de la formación abre y debilita microfracturas, trayendo como
consecuencia que la formación se derrumbe hacia el interior del hueco y libere gas.
liberado
PF
producido
Figura 7.11 Gas producido que resulta de una zona con sobrepresión transicional
En las dos situaciones anteriores, hemos observado la respuesta de gas que se presenta como
resultado de los cambios de presión durante la perforación. El ingeniero de registro debe
entonces estar atento a los picos de gas producido para confirmar estos presuntos cambios de
presión.
El gas de conexión resulta de un influjo que ocurre durante una conexión debido a un
subbalance temporal. Si la formación productora se encuentra en el fondo del hueco, el pico de
gas tendrá lugar en la superficie, cuando el tiempo de retardo haya pasado, después de
restablecer la circulación luego de la conexión.
Hay dos circunstancias que pueden causar un subbalance, el cual resulta en la aparición de gas
de conexión producido: -
Normalmente, la ‘nueva’ aparición de gas de conexión que resulta sólo de esta circunstancia se
origina cuando se penetra por primera vez la formación en el fondo del hueco. Las formaciones
perforadas previamente deben haber sido balanceadas por el peso del lodo existente. De no ser
así, el gas de conexión se registraría antes. Evidentemente, estas formaciones permanecen
balanceadas, a menos que se reduzca el peso del lodo.
2. Debido al suabeo
Esto sucede cuando hay una disminución de la presión anular como resultado de las pérdidas de
presión por fricción que ocurren cuando se levanta la tubería. Estas pérdidas de presión son
calculables. Por lo tanto, es posible determinar con precisión el descenso del peso equivalente
de lodo cuando se eleva la tubería.
Uno de los resultados del movimiento de la tubería –que está presente, pero no se puede
calcular– es el efecto de pistón y el ‘espacio vacío’ temporal que puede presentarse debajo de la
broca al elevar la tubería. En este caso, inciden factores como la velocidad de izado de la
tubería, la reología del lodo, las características del flujo (con qué rapidez puede caer para llenar
el espacio), el diámetro de la boquilla (a menor área, mayor dificultad tendrá el lodo para caer
de la tubería y llenar el espacio que queda bajo la broca). Este proceso es menos significativo
que las pérdidas de presión descritas con anterioridad, debido a que ocurre muy rápidamente (y
sólo afecta una pequeña sección). Por su parte, las pérdidas de presión ocurren durante todo el
tiempo que tarda el levantamiento de la tubería y se acumulan en todo el hueco. Sin embargo, si
la velocidad de la tubería es alta, el lodo es viscoso y las boquillas son pequeñas, el ‘vacío’
resultante puede permitir el influjo de la formación antes de que el lodo se desplace para
llenarla.
La reducción de presión que se produce como consecuencia del suabeo afecta toda la sección de
hueco abierto. Esto no ocurre con la disminución de presión circulante a presión hidrostática
estática que se presenta al detener las bombas. Este descenso de presión, como se explicó antes,
es principalmente una señal de que hay cambios de presión en el fondo del hueco.
La disminución de presión será mayor en el fondo del hueco. En este punto, el espacio libre
anular (diámetro del hueco con respecto a los drill collar) es menor. Esto genera la mayor caída
de presión para un intervalo dado. Sin embargo, también en el fondo del hueco, la reducción de
la presión es un efecto acumulativo de todas las pérdidas de presión en todo el hueco.
Asimismo, en el fondo del hueco, el revoque no habrá tenido tiempo suficiente para formar una
barrera contra el movimiento del fluido. Por lo tanto, en realidad es más probable que el fluido
ingrese desde formaciones permeables en el fondo del hueco. Sin embargo, no hay ninguna
razón para pensar que no habrá influjo desde formaciones permeables ubicadas más arriba en el
hueco (figura 7.12).
Este ejemplo muestra una magnitud menor en el segundo pico. Esto podría deberse a diversas
razones, tales como una caída de la presión de la formación, un descenso del gas ‘in situ’, una
menor reducción de la presión por suabeo (profundidad más somera) o una mayor acumulación
de revoque.
Adicionalmente, si la sección de fondo del pozo es impermeable, pero hay una formación
permeable a una profundidad más somera, el gas de conexión se generará a partir de la
formación más superficial y no desde el fondo del hueco. Esto se debe a que la reducción de
presión es suficiente para causar un subbalance a esa profundidad.
En el ejemplo que se muestra en la figura 7.13, la arena de alta presión ubicada más arriba en el
hueco y la arena de presión normal que se halla en el fondo del hueco están correctamente
balanceadas por el peso del lodo existente. Sin embargo, el efecto de suabeo durante la conexión
redujo la hidrostática del lodo hasta tal punto que ambas formaciones se han subbalanceado.
Como resultado, aparecen dos gases de conexión durante la siguiente circulación fondos arriba.
PF HID
% de gas total
Gas de
fondo
Reducción de presión
por el suabeo
Gas de conexión
Gas de conexión
Puesto que las condiciones permiten la aparición de gas de conexión, el tamaño del pico
resultante depende del grado de subbalance, el nivel de permeabilidad y la duración del
subbalance.
Para que esta situación se presente en formaciones perforadas previamente, debe haber cambios
significativos en el peso del lodo y/o la velocidad de la tubería. Por lo tanto, es muy poco
probable en la práctica. En estos casos, es más importante el gas de conexión que se genera, ya
que identifica la permeabilidad.
El gas de conexión que se origina del fondo del hueco siempre debe ser supervisado con
atención. A continuación, se presentan dos situaciones comunes en que las conexiones
posteriores producen crecientes volúmenes de gas sin que halla un cambio significativo en el
peso del lodo, la velocidad o duración de la conexión, lo cual significa que hay cambios hueco
abajo.
Normalmente, estas zonas de transición ocurren dentro de lutitas o arcillas impermeables que no
pueden sostener una entrada de fluidos continua. El gas de fondo registra un incremento
conforme se penetra la zona. Esto trae como resultado un aumento de la porosidad y el volumen
de gas. Esta tendencia puede continuar a medida que el pozo se acerca al nivel de balance o
incluso mientras se subbalancea y se producirá más gas debido al derrumbe de lutitas que ocurre
por el diferencial de presión. Sin embargo, si no hay permeabilidad, es poco probable que se
presente un influjo o arremetida, a menos que el gas no sea eliminado del lodo en la superficie.
La aparición de gas de conexión confirma el estado de balance del pozo. Además, significa que
hay un mayor derrumbe en la formación y más liberación de gas durante la conexión. En este
punto, un aumento de los gases de conexión indicaría que hay un ascenso de la presión de la
formación, conforme se penetra más la zona de transición.
Sin embargo, de haber permeabilidad –lo cual permite que fluyan los fluidos de la formación–,
evidentemente existirá el peligro de una arremetida, porque el pozo ya se encuentra
subbalanceado, como lo indican los gases de conexión. Esta permeabilidad puede ser producto
de cierta debilidad en la lutita o –lo que es más significativo– pudiera deberse a una fractura o
arena intercalada que quizás está cargada por la lutita sobrepresionada.
Por lo tanto, es posible que el peligro no sea inminente cuando se perfora una formación
subbalanceada pero impermeable. Sin embargo, es necesario tomar todas las medidas necesarias
para incrementar el peso del lodo y volver a balancear el pozo, a fin de evitar que la presencia
de permeabilidad permita el flujo de fluidos. Desde el punto de vista de la perforación, esto sería
una práctica normal para impedir que los derrumbes excesivos carguen el espacio anular, con el
fin de evitar así problemas de hueco estrecho, torque de la rotaria y tubería atascada.
Si una arremetida no ocurre de inmediato al entrar en una formación permeable, entonces puede
observarse una situación similar –desde el punto de vista de la respuesta de gas– a la descrita
anteriormente. En este caso, habrá un incremento del gas de fondo, que resulta del aumento de
la alimentación conforme se penetra más la formación. Ante las primeras señales, esto debe
interpretarse justificadamente como un incremento del gas debido al aumento de la porosidad
y/o saturación del gas. Sin embargo, si dicho incremento está acompañado por la presencia de
gas de conexión, entonces se trata de una formación subbalanceada. Una vez más, el incremento
de los gases de conexión indicaría que se está penetrando más la formación y ésta queda
expuesta a los influjos de fluidos durante las conexiones (figura 7.14). Para los ingenieros de
registro, éstas serían las clásicas señales de advertencia previas a una arremetida. Por lo tanto,
deben ser notificadas de inmediato al supervisor de perforación, a fin de que emprenda las
medidas necesarias. Posteriormente, será necesario elevar el peso del lodo para aliviar el
problema. De lo contrario, si bien la formación registrará un ingreso lento de fluidos y no una
arremetida, habrá una constante entrada de gas en el lodo. Esto reducirá la presión hidrostática
y, tarde o temprano, el pozo fluirá.
En consecuencia, las tendencias de los gases de conexión y su correlación con los cambios del
nivel de fondo pueden utilizarse para determinar con exactitud lo que ocurre hueco abajo.
De igual forma, si el peso del lodo se aumenta para volver a balancear el pozo, la presión de la
formación se puede calcular con bastante precisión. Esto se logra comparando el peso actual del
lodo con el descenso del gas de fondo y la desaparición de los gases de conexión. En este punto,
sabemos que la presión de la formación tiene un valor que se encuentra entre la hidrostática del
lodo y la densidad de circulación equivalente.
Gas de fondo
Gas de
conexión
Pozo fluyendo
Siempre y cuando se conozca exactamente el tiempo de retardo, las características de los picos
de gas de conexión pueden ser un indicador muy confiable de la presión de la formación, si se
comparan con la operación adecuada durante la conexión.
Continuar
ECD
perforación
Cuadrante abajo
Bombas apagadas,
Izar tubería HID - Suabeo 1
2
Hacer conexión
HID
Bombas encendidas
Reanudar perforación 3
Gas de conexión 3 Este pico corresponde al pico 2. Por lo tanto, sabemos que la presión de
la formación es mayor que la presión hidrostática del lodo. Sin
embargo, en este caso, el pico se extiende, lo cual indica que la
producción continúa después del reinicio de la circulación. Esto
evidencia que el pozo se está aproximando al balance incluso durante la
circulación y que la densidad circulante equivalente está balanceando el
pozo.
En la práctica, hoy día la mayoría de los perforadores conocen bien las causas y resultados del
suabeo. Por lo tanto, normalmente, siguen un procedimiento seguro al realizar una conexión. El
método consiste en halar la tubería con una velocidad razonable, a fin de reducir al mínimo la
pérdida de presión. La circulación de lodo es detenida sólo cuando todo está listo para colocar la
sarta en las cuñas. Este procedimiento garantiza que la presión anular por encima de una
conexión nunca descenderá a un nivel inferior a la presión hidrostática del lodo (figura 7.16).
Además, cabe mencionar que cuando la tubería se trabaja encima de una conexión para limpieza
y estabilidad del hueco, la tubería también se vuelve a correr hasta el fondo con una velocidad
segura. Esto se realiza con la finalidad de reducir al mínimo las bruscas variaciones de presión y
la posibilidad de que se fracturen las formaciones más débiles.
Bombas encendidas
Continuar perforación ECD
Tiempo de apagado de las bombas los posteriores incrementos deben compararse con el
tiempo en que pudiera estar ocurriendo el influjo. Si el
gas de conexión se duplicó, pero también se duplicó el
tiempo de conexión, no debería haber cambios
significativos en el subbalance. Sin embargo, sí sería
significativo que no hubiera cambios en el tiempo de
conexión.
Por lo general, los gases que tienen el mismo origen, por ejemplo, que resultan durante un
survey, una chequeo de flujo o cualquier tipo de cierre, se identifican por separado, como se
indica en la tabla 7.2
La anotación de los picos de gas producido en el registro de lodo debe realizarse por separado,
además de las curvas de gas registrado. Si el pico se deja como parte de la curva de gas de la
formación, puede confundirse fácilmente con una manifestación de gas resultante de un
aumento de gas liberado de una formación (figura 7.17). No sólo esto, sino que el incremento
común en la proporción de hidrocarburos más livianos en los picos de gas producido distorsiona
por completo las relaciones de gas. Esto complica la evaluación y también puede hacer que las
curvas de relación sean extremadamente confusas.
Figura 7.17 Registro con una pobre presentación de los gases producidos
Los gases producidos que se indican en la tabla 7.2 se presentan en un formato de registro típico
en la figura 7.18. Cada pico de gas producido se representa mediante una línea tipo ‘gráfico de
barras’ que se extiende hasta el valor del pico que supera el nivel de fondo, en lugar de colocar
el valor total real. Además, cada pico se identifica según la operación particular durante la cual
se produjo.
Gas de
1070 Survey
Gas de conexión
1080
Gas de chequeo de
flujo
Gas de viaje es el término que se utiliza para una manifestación de gas que ocurre luego de
completar una circulación fondos arriba inmediatamente después de un viaje de regreso al
interior del hueco. Por lo general, las manifestaciones posteriores a un viaje a la superficie (para
realizar un cambio de broca o ensamblaje de fondo, profundidad total de la sección, viajes de
pesca, etc.) se denominan gas de viaje (TG). Las manifestaciones posteriores a los viajes
parciales fuera del hueco para fines de limpieza y estabilización del hueco se denominan gases
de viaje falso o de limpieza (WTG).
Ripios
• El gas que pudiera haber sido asentados
desplazado –como resultado de la
Invasión o lavado – cuando la
formación fue perforada reingresa Invasión o
al hueco durante el viaje. lavado previo
difusión
Sólo teniendo en cuenta que estos procesos ‘normales’ propician la aparición de gas de viaje, si
hay un pico será producto del gas que se ha acumulado en el fondo del hueco (figura 7.21),
incluso si no entran en juego otros factores, ya que: -
• Los ripios perforados y el gas estarán presentes en todo el espacio anular (a menos que
sean circulados hacia fuera antes del viaje). Sin embargo, no propiciarán más de un
nivel de fondo de gas al ser circulados hacia fuera. El asentamiento de los ripios hacia
el fondo del hueco resulta en una concentración de ripios anormalmente alta en el
espacio anular. Como consecuencia, cuando los ripios sean circulados hueco arriba
después del viaje el gas retenido se liberará. Esto traerá como resultado una
‘manifestacion’ de gas. El nivel de asentamiento que ocurre depende de la duración del
viaje, las densidades relativas de los ripios, el lodo y la viscosidad del lodo y el
esfuerzo de gel.
• El efecto de la difusión de fluidos será mayor en el fondo del hueco, donde el revoque
no ha tenido el tiempo para crear una barrera suficiente contra dicho movimiento de
fluidos.
• El gas previamente Invadido, que retorna al hueco, procederá sólo de las formaciones
permeables perforadas más recientemente. Por lo tanto, propiciará una concentración
de gas en el fondo del hueco.
En la producción de gas de viaje hay dos procesos fundamentales. Son muy similares a los
mecanismos que intervienen en la producción de gas de conexión. Estos procesos son la
reducción de la presión hidrostática que se presenta al detener la circulación y, más importante
aún, el considerable efecto de suabeo durante del viaje. Este factor incide enormemente en la
cantidad de gas que se produce dentro del hueco. Por lo tanto, la evaluación de los gases de
viaje es un aspecto importante para el balance de pozo y la supervisión de la seguridad.
Las prácticas normales de perforación señalan que se debe utilizar una densidad de lodo que
proporcione un sobrebalance durante todo el viaje, con la finalidad de evitar influjos de fluido.
Sin embargo, si la presión hidrostática no genera un sobrebalance, se registrarán mayores
cantidades de gas de viaje, como resultado de: -
Evidentemente, el peor escenario es que el pozo en realidad fluya durante el viaje o cuando la
tubería esté fuera del hueco. Ante estas circunstancias, las operaciones de control de pozo son
mucho más complicadas. Esto se evita si nos aseguramos de que haya un sobrebalance. Sin
embargo, si se penetra una zona de mayor presión al final de la sección perforada, quizás no
pueda ser reconocida antes de que el viaje comience.
Las zonas de transición (zonas de creciente presión de formación) que suscitan un descenso del
sobrebalance (y posiblemente del subbalance) pueden reconocerse por el nivel de manifestación
de gas registrado en viajes sucesivos fuera del hueco. Si el peso del lodo y la duración del viaje
se mantienen relativamente constantes, el incremento de las cantidades de gas de viaje indica
que la presión de formación está en aumento.
Este indicador se utilizaría junto con los incrementos de los gases de fondo y conexión mientras
se perfora la zona.
El suabeo influye considerablemente en la producción de gas de viaje, puesto que tiene lugar en
toda la sección de hueco abierto. Por lo tanto, hay pérdidas de presión en todo el hueco. Sin
embargo, estas pérdidas tienen un efecto más significativo en las formaciones permeables
ubicadas en el fondo del hueco. Esto se debe a la acumulación de pérdidas de presión en el
espacio anular y la menor acumulación de revoque. El efecto de pistón de la sarta de perforación
también debe tenerse en consideración durante los viajes. Cuando el ensamblaje de fondo y las
herramientas de calibre completo son halados y pasan zonas permeables, el efecto de pistón
provocará la entrada de fluidos al hueco debido al suabeo, además de la ‘inducción’ causada por
la reducción de presión. En consecuencia, todas las zonas permeables en el hueco abierto
estarán sujetas a dicho suabeo conforme se realiza el viaje fuera del hueco.
Indudablemente, el efecto de suabeo debe tenerse en cuenta al evaluar diferentes niveles de gas
de viaje en viajes sucesivos. Si ningún otro factor (es decir, peso de lodo, presión de formación,
profundidad del hueco) registra cambios significativos, sólo con el hecho de que otra cuadrilla
de taladro se encargue de las operaciones y hale la tubería a una mayor velocidad, se registrará
un aumento del suabeo y se producirá más gas dentro del hueco.
El peligro de que el suabeo suscite una entrada excesiva de gas durante un viaje es que el
aumento del volumen de gas de baja densidad reducirá la hidrostática normal del lodo. Este
descenso en la presión diferencial provocará un aumento de la alimentación y el suabeo, lo cual
reducirá más la hidrostática y así consecutivamente. En definitiva, esto puede hacer que el pozo
se subbalancee en una condición estática normal, lo cual permitirá que el pozo fluya.
Para una sección de hueco dada, normalmente el gas de viaje aumentará con la profundidad,
debido a las razones siguientes: -
El gas de viaje también depende de los cambios en el nivel de fondo de gas, ya que éste no sólo
es un componente del gas de viaje, sino que, además, afecta la cantidad de gas retenido por los
ripios que se asientan en el fondo durante el viaje.
Si las desviaciones con respecto a esta tendencia no pueden ser explicadas mediante un
incremento observado en el gas de fondo, entonces se deben considerar otras explicaciones
posibles: -
• ¿Ha cambiado la reología del lodo (densidad, viscosidad) trayendo como resultado
un descenso de la hidrostática o un ascenso del suabeo?
Como sucede con los gases de conexión, el tiempo de llegada del pico de gas de viaje y la forma
del pico (figura 7.22) pueden aportar datos relevantes sobre lo que ocurre hueco abajo: -
GAS DE FONDO
2. Pico anticipado – zona somera
Figura 7.22 Significado del registro, duración y forma del gas de viaje
3. Picos múltiples
• El suabeo ha provocado el ingreso de gas desde más de una zona; las zonas están
suficientemente separadas, de manera que los influjos de fluidos se mantienen
diferenciados.
• Podría indicar que hay zonas productoras sobre un intervalo mayor. Por lo tanto, es una
señal del nivel de suabeo que ocurre durante el viaje.
• O, podría ser una indicación de migración de gas fuera del hueco durante un período
extenso; el gas sigue ingresando desde la zona productora.
Esta situación puede presentarse cuando un gas de viaje de gran magnitud no es eliminado
eficientemente en la superficie y es reciclado hueco abajo. Esto no sólo resultará en un segundo
pico, sino que el lodo que todavía tiene contenido de gas pudiera permitir un mayor influjo
según se recicla. Esta situación se muestra en las figuras 7.23 y 7.24, donde un gas de viaje de
más de 90%, con una duración de 60 minutos, prácticamente se tropieza con el gas reciclado
conforme éste reaparece en la superficie.
En los registros, el gas de viaje se indica y explica exactamente igual que el gas de conexión o
cualquier otro tipo de gas producido. Es decir, el pico se identifica aparte de la curva de gas real
y se indica como el nivel que excede la lectura del gas de fondo para el momento del viaje.
También debe proporcionarse información relevante como el peso del lodo y la duración del
viaje.
La figura 7.25 muestra un método muy útil para especificar en los informes todos los gases
producidos. Se utiliza un formato de gráfico de barras, con el nivel de gas de fondo, a fin de
crear una imagen de los cambios que resultan en incrementos de gas y gases producidos.
P
R
O
F
2050
U
N
D
I
D DL=1105 kg/m3
A
D 2200 Gas de fondo
Gas de conexión
Gas de survey
Gas de viaje
Gas de viaje de limpieza
2350
DL=1200 kg/m3
2500
Figura 7.25 Representación en gráfico de barras de los gases
producidos
Otra manifestación de gas que debe ser mencionada es la denominada ‘Kelly cut gas’ ya que
puede conducir a “manifestaciones falsos”o interpretaciones erradas del lodo cortado por gas.
Esta manifestación ocurre cuando la tubería no está completamente llena al final de un viaje en
el hueco o después de una conexión, de manera que una burbuja de aire queda atrapada cuando
se une al cuadrante y se inicia la circulación del lodo de perforación.
El aire se comprime,
Una vez en la superficie, el lodo con aire, aireando el lodo
junto con los hidrocarburos “arrastrados”
por el camino, resultará en una
manifestación de gas. Aun cuando su difusión
aparición indica claramente la presencia
de zonas permeables de hidrocarburos, la
manifestación es anómala y no es posible El lodo más
cuantificarla. Puede ser reconocido por el ligero y aireado
sube de vuelta
tiempo que tarda en llegar a la superficie
por la zona
– siempre será un tiempo de parada y un
tiempo de retardo una vez que comienza
la circulación después de un viaje.
Un aumento de gas también puede ser resultado del efecto del gas cortado en la Kelly sobre la
trampa de gas. El lodo tiene aire y más ligero y, por tanto, conllevará a un incremento de la
eficiencia de la trampa. Este aumento de eficiencia conduce a una mayor concentración del gas
que está siendo extraído. Aun cuando no haya hidrocarburos en el lodo con aire, una vez que
éste vuelve a la superficie, tendrá la apariencia de lodo cortado por gas (dado que en realidad el
lodo es cortado por ¡aire!) y ello puede causar confusión. Nuevamente, el tiempo de su
aparición junto con el hecho de que los detectores de gas no registrarán la presencia de ningún
hidrocarburo, debe llevar a reconocer de inmediato al gas cortado en la Kelly. (Figura 7.27).
Fondos arriba
(Tiempo de GAS DE VIAJE
retardo)
Tiempo de retardo
+
Tiempo de parada GAS DE Kelly
Tiempo
• Presión y temperatura
• Porosidad
• Saturación del gas
• Permeabilidad
• Profundidad del hueco
• Velocidad de penetración
• Diámetro del hueco
• Tipo de broca
• Rata de flujo
• Diferencia de presión
• Tipo y reología del lodo
• Eficiencia de la trampa
El valor de gas registrado también puede resultar modificado por otras condiciones tales como:
La normalización del gas es un intento por cuantificar una medición cualitativa a fin de mejorar
la información que permita una mejor
Es evidente que no todas las variables pueden ser calculadas directamente y, por tanto, no
pueden ser normalizadas. Sin embargo, algunos parámetros son puramente geométricos por lo
que su influencia puede determinarse matemáticamente.
1. Velocidad de penetración
En la Sección 6.3.1 se describe el efecto directo que la velocidad de penetración (ROP) tiene
sobre la cantidad de gas al controlar la cantidad de roca liberada en el fluido de perforación por
un determinado período de tiempo. Un aumento en la ROP conlleva a un incremento directo del
gas.
Al igual que sucede con la ROP, el diámetro del hueco también determina el volumen de roca
liberado en el fluido de perforación.
3. Rata de flujo
Un cambio en la rata de flujo tiene un efecto directo ya que controla la dilución del gas en el
lodo de perforación. Un aumento en la rata de flujo provocará que el gas liberado durante un
determinado tiempo, se diluya en un mayor volumen de lodo y, en consecuencia, conllevará a
un descenso en el valor de gas registrado.
Aun cuando esta corrección en sí es válida, la misma no da ocasión a que puedan ocurrir los
demás cambios cuando se altera la rata de flujo. (Ver Sección 6.4).
La normalización no puede dar cuenta de todas las demás variables que intervienen en el total
de gas registrado final, de manera que, en verdad, no constituye una corrección absoluta para el
volumen de gas en el sitio.
Muchos geólogos e ingenieros consideran que una curva de gas adicional en el registro del lodo
solo contribuye a una mayor confusión y, en muchos casos, no brinda más información de la ya
existente.
La normalización del gas no resulta adecuada para los valores totales del detector de gases
debido a las variables respuestas que se obtienen de los cambios en la composición y la
concentración.
Lo que puede ser normalizado es un valor de gas total tomado de la suma de los valores
cromatográficos de gas dado que éstos constituyen una medida absoluta de la concentración de
cada compuesto de hidrocarburo.
Este valor cromatográfico total de gas puede ser normalizado para eliminar los efectos del
diámetro, de la ROP y la rata de flujo.
Se han formulado muchas ecuaciones para la normalización del gas y varían desde los
procedimientos más básicos hasta los extremadamente complicados.
Datalog emplea una ecuación de normalización que corrige solamente las variables geométricas
antes señaladas:
(a × b )
π ∗ c 2000 ( 2
= Evaluación e interpretación de hidrocarburos
N 1997
)
× d
DATALOG 147
100 π
DATALOG Evaluación e interpretación de hidrocarburos
Por lo general, en esta situación, la normalización del gas resulta innecesaria ya que no
proporciona más información de la ya conocida.
Por ejemplo, si en la misma sección del hueco, mientras circula con la misma rata de flujo, la
única variable “externa” es la velocidad de penetración que controla el volumen de roca y el
gas liberado hacia el hueco del pozo durante un determinado período de tiempo.
Para las manifestaciones de gas provenientes de dos zonas potenciales, se puede aplicar el
principio de la regla empírico (Sección 6.3.1) con la misma efectividad que la normalización
para comparar los dos manifestaciones o comparar las manifestaciones hasta el nivel de fondo
establecido.
La arena 1 fue perforada a una velocidad de 3 min/m y dió como resultado 10% de gas total.
Sin cambios en los parámetros de perforación, la arena 2 está siendo perforada a una velocidad
de 1 min/m (o sea, 3 veces más rápido). Cuando el gas alcance la superficie la manifestación
equivalente sería de 30%.
• Tomando como base la ROP solamente, es razonable suponer que la Arena 2 presenta una
mayor porosidad que la Arena 1, lo cual puede confirmarse mediante una inspección de los
ripios y, posteriormente, por la información de los trabajos de guaya..
Si el gas registrado real para la Arena 2, al llegar a la superficie, fue inferior al 30% (se calcula
20%), puede deducirse que se ha liberado un menor volumen de gas equivalente .
• Menor porosidad y, por tanto, un volumen aparente – poco probable en este caso si se
considera que la velocidad de penetración es más rápida.
En este contexto, una curva de normalización no nos diría nada más ya que la velocidad de
penetración es la única variable.
Supongamos una situación en la que la arena 2 fuera penetrada en la siguiente sección de hueco
de manera que ahora no sólo la ROP sino también la rata de flujo y el diámetro del hueco serían
muy distintos.
La arena 1 todavía produciría 10% con una ROP de 3 min/m, una rata de flujo de 2
m3/min, en un hueco de 12 ¼” de diámetro.
La arena 2 produciría 20% con una ROP de 1 min/m, una rata de flujo de 1.4 m3/min, y
un hueco de 8 ½” de diámetro.
La arena 1 se perfora unas 3 veces más rápido que la lutita, por lo que se requeriría una
manifestación de gas superior al 3% para provocar una excitación. El hecho de que se registre
10% revela que hay un buen vestigio que vale la pena seguir evaluando.
La arena 2 se perfora 10 veces más rápido que la lutita, de manera que sería necesario registrar,
por lo menos, 10% para proseguir la investigación. El gas liberado de 20% indica cierto
potencial pero podría ser inferior al de la arena 1.
Ahora bien, si se toman en cuenta las otras condiciones distintas que presentan la rata de flujo y
el tamaño del hueco, ¿conduce a otra conclusión un gas normalizado?
Comparando esto con la determinación empírica, la arena 1 produjo un vestigio que es 3,3 veces
mayor que la lutita improductiva, mientras que la arena 2 fue sólo dos veces mejor. Esto
equivale a un factor de diferencia de 1 ½ aproximadamente.
Este fenómeno ha ocurrido porque las manifestaciones de gas han sido comparados con los
niveles del fondo, los cuales obviamente resultan afectados en la misma medida por los
cambios en la rata de flujo y el diámetro del hueco. La única variable real, debido a la litología y
al cambio de porosidad, es la ROP y esto es lo que se estaba evaluando en el primer ejemplo.
Lo que la curva de gas normalizado permite es una valoración más fácil y la eliminación de la
matemática simple. (Figura 8.2).
8 ½”
Relaciones de
Cromatografía de gas gas
ROP
La Figura 8.3 muestra los niveles más bajos de gas relacionados con el deslizamiento alternado
(sombreado) y la rotación de la broca mientras se guía direccionalmente un pozo.
Como puede apreciarse, los niveles superiores ocurren cuando se hace girar la broca. Las dos
causas principales son:
Quedan aún los problemas inherentes a la cantidad y composición de gas realmente detectado en
la superficie y su relación con el tipo de composición del hidrocarburo que se encuentra en el
yacimiento. El análisis de los valores de gas absolutos mediante cromatografía ha demostrado
ser de gran utilidad en el diagnóstico de la calidad y composición de zonas de producción
potenciales. Igualmente, en aplicaciones más especializadas, tales como el geodireccionamiento
de pozos y la identificación de extensiones de inyección miscibles, el análisis de los índices de
gas ha demostrado ser una alternativa precisa y más económica para las herramientas de registro
durante la perforación o MWD (por sus siglas en inglés, Measuring While Drilling).
No hay duda de que los cambios en la composición son evidentes desde una perspectiva visual
mediante las curvas de gas cromatográficas normales, pero el análisis de las relaciones de los
cambios en la composición representa una herramienta de interpretación adicional muy
provechosa ya que al determinar las manifestaciones de gas proporciona una información más
exacta, la cual posiblemente no sea apreciable de inmediato a través del registro del lodo.
Dado que existen numerosos factores que influyen en la cantidad de gas que finalmente se
detecta en la superficie, la verdadera magnitud de una manifestación de gas tiene poca
importancia a los efectos de predecir el potencial de productividad de un yacimiento. Antes
bien, es la comparación de la manifestación de gas con el nivel precedente de gas de fondo y el
análisis y la comparación de los compuestos de hidrocarburos individuales lo que permite
evaluar la composición y el potencial de productividad de un yacimiento.
8.3 Gráficos de las relaciones de gases utilizando los valores cromatográficos del
metano hasta el pentano
Conocido mayormente en la industria como trazado de relaciones Pixler (en honor de B.O.
Pixler), este análisis proporciona la siguiente información:
Idealmente, se puede seguir utilizando una corriente para obtener la muestra de gas y así poder
separar y analizar todos los hidrocarburos presentes (con seguridad C1 a C5) en una
determinada muestra de lodo.
Si se utiliza una muestra de gas de tubería somera, es necesario recordar que las trampas de gas
no son 100% eficientes en la remoción de todo el gas proveniente del lodo y que la muestra se
diluye después con el aire. Sin embargo, esta limitación obviamente está presente a lo largo de
todo el muestreo continuo de manera que el error es reducido o eliminado al comparar los
valores de gas relativos desde la manifestación de gas hasta el nivel de fondo. Será este cambio
relativo el que proporcionará la información sobre el potencial de producción.
Donde puede haber cierto margen de error es cuando se utilizan lodos de mayor viscosidad, lo
cual reduce la cantidad de hidrocarburos más pesados que son liberados por la trampa desde el
lodo. Esta retención preferencial de gas por parte del lodo no sería tan notoria con los
hidrocarburos más livianos, de modo que la relación de hidrocarburos livianos con respecto a
los pesados sería errónea.
El steam still por lo tanto eliminará el error producido por los lodos de mayor viscosidad, pero
aún hay que reconocer que éste también solamente está midiendo el gas presente en la muestra
real de lodo. En las secciones 5 y 6 se demostró que esto no brinda una medición del contenido
total de gas debido a la enorme pérdida de gas hacia la atmósfera que ocurre cuando el lodo
llega a la superficie y al gas retenido por los ripios.
En general se acepta que los cambios relativos en los valores de gas de zanja suministran
información precisa sin el uso adicional del steam still.
Las relaciones provenientes de la información del gas retardado pueden ser trazadas en este
gráfico para obtener una predicción inmediata del fluido del yacimiento y de su potencial de
producción. La ubicación de la curva determinará el probable producto de petróleo; igualmente
se ha demostrado que con este trazado gráfico se puede señalar las zonas acuíferas y la
permeabilidad.
La evidente ventaja de dicha información es que permite disponer de una valoración de la zona
de interés tan sólo un tiempo de retardo después de que ésta ha sido penetrada, es decir, el
tiempo que le toma al gas subir por el espacio anular hasta la cromatografía de gases.
1000
GAS NO PRODUCTIVO
100
GAS PRODUCTIVO
10
CRUDO PRODUCTIVO
Aunque las zonas en el gráfico han demostrado que, en general, brindan predicciones bastante
exactas, los valores de relación que definen a las zonas no deben ser tomados como
absolutamente precisos para cada pozo o cada yacimiento. Si también se dispone de los datos de
producción, se puede determinar estos valores regionalmente. Mientras mejor sea la calibración,
más efectiva será la relación Pixler en la evaluación del yacimiento.
De las zonas representadas en la Figura 8.4, la relación C1/C2 es la relación fundamental para
determinar la composición del petróleo de la zona, sea crudo o gas, o indicar si ésta no es
productiva.
Relación
C1/C2 Tipo de fluido y gravedad
<2 gravedad muy baja, alta densidad, alta viscosidad, crudo residual no
productivo
10 – 20 condensado de gas
15 – 65 gas
• Una pendiente más pronunciada pendiente (más grande que las líneas de la
zona) indica una reducida permeabilidad; una pendiente muy pronunciada
puede indicar formaciones apretadas.
4
NO PRODUCTIVO
GAS
ACEITE
2
NO PRODUCTIVO 5
• Con una relación de C1/C2 entre 3 y 4, los trazados 1 y 2 indican un crudo de baja
gravedad.
• El trazado 2 indica una formación acuífera, señalada por la pendiente negativa entre la
relación de C1/C3 y la relación de C1/C4. Por lo tanto, esta zona puede ser húmeda y
no productiva o puede producir crudo y agua.
• El trazado 3 muestra un crudo productivo con indicio de una muy buena permeabilidad
señalado por la pendiente de la curva que es muy similar a la línea de la zona.
• Sin embargo, el trazado 4 tiene una pendiente muy marcada, lo cual es indicio de que
la formación puede ser demasiado apretada para ser comercialmente productiva.
La Figura 8.6 muestra 4 trazados de relaciones de gas para potenciales zonas gasíferas.
• El trazado 1 muestra claramente el predominio del metano (lo que sería evidente en el
registro del lodo) que produce una relación muy alta de C1/C2. Probablemente la zona es
no productiva. La pendiente pronunciada respalda esta predicción al mostrar que la
formación es apretada.
• El trazado 2 muestra una zona gasífera productiva con muy buena permeabilidad, la cual es
indicada por la pendiente positiva constante en un gradiente similar a la línea de la zona
• El trazado 4 muestra gas pero la pendiente muy pronunciada sugiere que probablemente la
formación es demasiado apretada para ser productiva comercialmente.
Es posible que se requiera de un mayor grado de interpretación para predecir los yacimientos de
condensados de gas ya que es obvio que existe una superposición con las predicciones
realizadas mediante la relación de C1/C2.
Se supone que existe gas si la relación de C1/C2 es superior a 15 y que hay crudo si la relación
de C1/C2 es inferior a 15. Sin embargo, se sugiere la presencia de condensado de gas si la
relación de C1/C2 oscila entre 10 y 20. Por lo tanto, si la relación de C1/C2 arroja un valor de
relación de 17, la zona puede contener gas o condensado de gas.
1000
1 4
NO PRODUCTIVO
3
2
100
GAS
10
CRUDO
NO PRODUCTIVO
La Figura 8.7 ilustra cómo el trazado gráfico puede señalar la presencia de condensado de gas;
no obstante, comúnmente se requiere compararlo con otros datos y con los resultados de las
pruebas para determinar y diferenciar de manera definitiva las zonas gasíferas y petrolíferas que
pueden producir un trazado de relaciones muy similar.
Hay menos confusión entre la predicción del condensado de gas y la predicción de gas dado que
las zonas gasíferas generalmente producen una relación de C1/C2 mayor y más definitiva. Es
más probable que haya confusión o duda entre las predicciones del condensado de gas y del
crudo ligero puesto que la relación de C1/C2 puede ser muy similar y la pendiente del resto del
trazado de relaciones puede indicar la presencia de gas en el caso del condensado o una
formación apretada en el caso del crudo.
1000
2
NO PRODUCTIVO
100
3
GAS 4
10
CRUDO
NO PRODUCTIVO
1
• Los trazados 1 y 2 siguen una curva similar hasta la línea superior de la zona gasífera. Sin
embargo, el bajo valor de la relación de C1/C2, 13 – 15, puede sugerir que existe una mayor
proporción de hidrocarburos líquidos, lo cual constituye un buen indicio de condensado de
gas..
• El trazado 4 pareciera ser húmedo en vista de la pendiente negativa que se observa entre las
relaciones de C1/C3 y C1/C4.
Una vez más, hay que hacer hincapié en que el trazado gráfico de las relaciones, al igual que
cualquier otro parámetro o cálculo de registro, es tan sólo una trozo de información. Siempre el
personal de registro utilizará cada elemento de evidencia del cual disponga antes de hacer una
evaluación fundamentada. Más importante aún, no debe olvidarse la más básica de las
evidencias que es la que proporcionan los ripios perforados.
Por ejemplo, si la relación de C1/C2 fuera 13, indicando un crudo de alta gravedad o un
condensado, una fluorescencia violeta sería indicio de condensado en tanto que una
fluorescencia blanco azulosa indicaría crudo. Sin embargo, si una muestra no presenta
fluorescencia visible, ello podría indicar una zona gasífera o un fluido condensado que muestra
fluorescencia en la gama ultravioleta del espectro.
En efecto, ésta es una forma de normalización del gas ya que solamente se utiliza la diferencia
de la manifestación de gas por encima del nivel del fondo, de manera que las influencias
externas son minimizadas.
• El número de trazados que puede obtenerse por cada zona potencial es limitado.
• Los trazados son “fuera de línea”, aparte del registro de lodo, de modo que la
información no es evidente de inmediato.
1000
Gas no productivo
Metano geopresurizado
100
Gas productivo
Gas seco
Humedad en aumento
10 Alta gravedad
Crudo productivo
Densidad en aumento
Baja gravedad
Se pueden hacer otros análisis de relaciones, nuevamente comparando las cantidades relativas
de gases de hidrocarburo detectados en la superficie, con el fin de determinar la naturaleza o el
carácter del fluido del yacimiento en el sitio.
Al comparar la proporción de gas ligero con la de gas pesado registrado en la superficie, estas
relaciones desarrolladas por Exlog, pueden utilizarse para determinar el tipo de fluido (si es gas
seco o húmedo, si es crudo seco ligero o pesado) presente en el yacimiento..
Una ventaja de la utilización de estas relaciones es que pueden ser calculadas de inmediato, a
medida que avanza la perforación y se penetra en el yacimiento, pudiendo ser representadas
gráficamente en papel o en gráficos en pantalla en tiempo real. Esto permite una evaluación
inmediata y permite que sean identificadas diferentes zonas y contactos al tiempo que se perfora
el yacimiento.
Asimismo, las relaciones pueden ser trazadas gráficamente tomando como base el registro de
lodo de profundidad. Las tendencias son fáciles de entender y proporcional los análisis de pozo
final y futuros de las curvas al lado de cualquier otro parámetro del registro de lodo o del trabajo
de guaya. Permitiendo evaluar sin mayor esfuerzo el carácter general de un yacimiento.
Esta relación muestra un creciente aumento a medida que se incrementa la densidad del gas y
del crudo, es decir, a medida que la cantidad de gas pesado aumenta en proporción a los gases
livianos.
C 2 + C3 + C 4 + C5
Wh = × 100
C1 + C 2 + C 3 + C 4 + C 5
Wh Tipo de fluido
1 10 100
GAS SECO
NO PRODUCTIVO
POTENCIAL
PRODUCTION DE GAS
Densidad en aumento
C1 + C 2
Bh =
C3 + C4 + C5
GAS PRODUCTIVO
Humedad en
aumento
Gravedad CRUDO
decreciente PRODUCTIVO
Bh reacciona en sentido inverso a Wh, de manera que disminuye cuando la densidad del fluido
aumenta. Esto significa que la relación de equilibrio decrece a medida que aumenta la humedad
del gas, disminuyendo aún más cuando pasa a la fase del crudo. Se le emplea para determinar o
confirmar el potencial de producción de gas. Por ejemplo, el valor del metano geopresurizado
será muy alto y descenderá rápidamente en cuanto haya aunque sea una pequeña cantidad de
hidrocarburo pesado.
La Figura 8.10 muestra una representación típica de las dos relaciones y de cómo ambas
reaccionan de manera inversa entre sí. Se puede considerar que este gráfico está basado en la
profundidad, así que es evidente como estas curvas de relaciones pueden ser ventajosas a la hora
de determinar la naturaleza del fluido del yacimiento y como contacta con una sección vertical
de litología.
La Tabla 8.2 muestra exactamente la forma en que se utilizan numéricamente las dos relaciones
para determinar estas zonas.
Tanto en el gráfico como en la tabla puede apreciarse claramente que cuando las dos curvas se
juntan cerca del punto de intersección, resulta muy difícil determinar la naturaleza exacta del
fluido.
• Cuando Wh indica gas pero Bh es apenas un poco mayor que Wh, el yacimiento podría
contener gas muy húmedo o condensado.
• Cuando Wh indica gas pero Bh es menor que Wh, el yacimiento podría contener gas
muy húmedo o condensado o crudo muy ligero con una alta relación gas-crudo (GOR).
• Aun después del punto de intersección, cuando Wh ya indica crudo, si las dos líneas
todavía están cerca, resulta difícil predecir si se tiene un fluido condensado o un crudo
muy ligero con una GOR muy alta.
Ante esta situación se puede recurrir a una tercera relación conocida como Relación de Carácter
(Ch) para ayudar en la evaluación.
C4 + C5
Ch =
C3
Omitiendo los compuestos hidrocarburos más livianos (metano y etano) y comparando solo los
compuestos más pesados, se puede confirmar la presencia de un fluido de hidrocarburo denso lo
cual debe ayudar a diferenciar un gas muy húmedo de un crudo con gravedad muy alta.
La importancia de comparar estos tres compuestos radica en que C3 puede aparecer como
cantidades de traza en un yacimiento de gas, pero será un componente importante del gas
húmedo o del crudo de baja gravedad. Por otra parte, es posible que C4 y C5 no aparezcan en
una zona gasífera, pero si estarán presentes en cierta medida en gases densos o más húmedos y
mucho más en crudos livianos.
Si Ch < 0.5 Se confirma la presencia de una fase de gas productivo, bien sea gas
húmedo o condensado de gas.
Si Ch > 0.5, Se confirma la presencia de una fase líquida productiva, de manera que
el gas indicado por la relación de humedad está asociado al crudo
ligero.
0 3 1 10 17.5 40 100
Gas seco
Increamento
de la
Humedad
Gas o Condensado
Decrece la
Gravedad
Aceite Residual
+/o Agua
100 3
Residual 2.5
Oil Wh
Ch
1
0.5
Bh
1 0
3000 3025 3050 3075 3100 3125 3150 3175 3200 3225 3250
DEPTH (m)
Figura 8.12 Determinación del fluido del yacimiento mediante un trazado
vertical de relaciones de gas.
La Figura 8.12 muestra un ejemplo real de cómo las relaciones pueden ser graficadas y
utilizadas para determinar el fluido del yacimiento a través de una sección vertical.
Naturalmente, como ya se dijo repetidas veces, estas relaciones proporcionan tan solo un trozo
más de información a partir de la cual se hacen predicciones fundamentadas. Nunca se les debe
tomar como incuestionables, antes bien, hay que considerarlas junto con toda otra información
disponible.
Las situaciones en las relaciones de gas normales han resultado ser menos eficaces ocurren
cuando la ‘escala’ de hidrocarburos livianos a pesados no se encuentra presente.
Los fluidos de yacimiento característicos que han conducido a esta situación son los siguientes:
• Crudos muy viscosos que, una vez más, arrojan grandes proporciones de hidrocarburos más
pesados.
Otra situación que limita la eficacia de los análisis de relaciones es la que se plantea cuando el
gas que se está produciendo de la formación también es liberado. La razón de ello es que, en
este caso, el gas que se está midiendo no se relaciona en forma pura con el fluido y el volumen
de gas liberado crea un determinado volumen de formación. Las relaciones resultan
distorsionadas ya que está entrando gas de más (comúnmente una mayor proporción de
hidrocarburos más livianos) en el lodo de perforación a causa del influjo.
De manera similar a las relaciones Pixler, la “calibración” regional de los valores de relaciones
o límites, pueden ser determinados si se dispone de información sobre la producción o de las
pruebas.
En el caso del área ambigua antes descrita, el geólogo de registro también debe tomar en cuenta
las relaciones Pixler, los ripios, los indicadores de porosidad y el tipo de fluorescencia.
En conjunto toda esta información puede proporcionar información muy valiosa a partir de la
cual se puede determinar sobre una base razonable los contactos del yacimiento y su potencial
de producción. No solamente se obtiene información esencial que permite que las zonas que han
de ser probadas puedan ser localizadas con precisión y confirmadas con el trabajo de guaya,
sino que en muchos casos, ha hecho resaltar zonas que posteriormente no han sido detectadas
por el trabajo de guaya.
El indicador de petróleo compara el contenido de metano del gas retornado con el contenido de
hidrocarburo pesado.
O = C3 + C4 + C5
C1
En este sentido es muy parecido a la relación de balance (omitiendo el C2) y la tendencia
resultante refleja el cambio de densidad del fluido de hidrocarburo.
El indicador de petróleo oscilará entre 0 y 1, pero graficado a la inversa facilita el trabajo con
los números los cuales siguen una tendencia similar a la relación de equilibrio.
El Indicador inverso de petróleo fluctuará entre 0 y 100, aumentando a medida que disminuye
la densidad del fluido (figura 8.13).
I = C1
C3 + C4 + C5
0.01 – 0.07 gas seco, agua cargada con gas 100 – 14.3
1 10 100
Gas seco
Condensado, o crudo
liviano/alta GOR
Petróleo
Petróleo residual
La fluorescencia cuantitativa (QFTTM TEXACO) fue creada con el fin de poner término a la
subjetividad que caracterizaba a las técnicas de fluorescencia convencionales que se venían
utilizando, de manera casi inalterable, desde el inicio de los análisis en el lugar del pozo y los
registros de lodo.
Mediante esta prueba y el uso de solventes se puede obtener información inestimable en cuanto
al tipo de fluido, densidad del crudo, probabilidad de presencia de agua, permeabilidad y
movilidad del petróleo. En el pasado, esta información ha resultado útil para identificar y
evaluar formaciones con hidrocarburos y para cotejar con datos obtenidos por otros medios
como el análisis de la relación de gas descrito previamente. Ahora bien, debemos admitir que
estos resultados son claramente subjetivos, no sólo en lo relativo a la solidez y exactitud de las
pruebas sino también en cuanto a las deficiencias que pueda tener el geólogo para percibir los
colores.
Se ha podido determinar asimismo que sólo una muy pequeña proporción de las emisiones
provocadas por la exposición a la luz ultravioleta puede en realidad ser observada a simple vista.
En efecto, muchas emisiones caen en el intervalo ultravioleta del espectro por lo que pasan
desapercibidas para las técnicas convencionales, lo que no hace sino corroborar la subjetividad
de las pruebas.
Con la QFTTM es posible medir de manera precisa la fluorescencia y la relación existente entre
su intensidad y la cantidad de petróleo presente en los ripios perforados. No sólo permite
realizar una evaluación más exacta y definitiva de la intensidad de la fluorescencia, y por ende
del contenido de crudo que puede colocarse en la base de datos y cotejarse con otros
parámetros, sino que puede identificar zonas petrolíferas indetectables por la fluorescencia
convencional.
Vimos anteriormente la manera como el análisis de gas total y la cromatografía nos daban
indicaciones inmediatas acerca de la presencia de hidrocarburos y como análisis más detallados
de diversas relaciones de gas pueden utilizarse a fin de predecir de forma más precisa el tipo de
fluido presente y el potencial de productividad.
En las técnicas convencionales de registro de lodo en el pozo, esta información y la del análisis
de la fluorescencia sirven para confirmar el tipo de hidrocarburo y la presencia de agua, y el
análisis de ripios para establecer manchas de petróleo y grado de porosidad, de esta manera se
obtiene una imagen global del yacimiento que se está evaluando.
Es necesario lavar los ripios y verlos de inmediato ya que los componentes volátiles se perderán
si la muestra se queda esperando; la fluorescencia es lo primero que debe analizarse en una
muestra nueva.
• Las bandejas de muestras deben estar limpias y sin contaminantes. Incluso algunos
papeles utilizados para secar tienen fluorescencia, lo que dificulta aún más la tarea
del geólogo.
• Se retirará de los ripios todo el fluido de perforación que todavía envuelva los
granos.
Si se está utilizando lodo a base de aceite, se recogerán regularmente muestras del fluido de
base, ya sea aceite o diesel, junto con la muestra del lodo a fin de comparar su fluorescencia de
fondo con la que emana de la muestra. Por lo general, el diesel y otros productos de base
muestran, cuando la tienen, una fluorescencia marrón opaca; el aceite, en cambio, es
obviamente muy soluble con los hidrocarburos provenientes de la formación. El petróleo se
mantendrá disuelto en el fluido de perforación a diferencia de los gases que se liberarán de
inmediato o posteriormente. Este componente adicional agregará fluorescencia a la del fluido de
perforación durante todo el trabajo en el pozo, e incluso se trasladará hacia otros pozos en caso
de que se vuelva a utilizar el mismo lodo. Es por ello que la fluorescencia de fondo del lodo
puede cambiar lo que hace imperioso ver muestras normales a fin de identificar nuevos
manifestaciones.
Seguidamente, observe los ripios bajo luz ultravioleta para determinar la presencia de material
fluorescente.
Además de los hidrocarburos, hay otros contaminantes o minerales que producen fluorescencia.
Es por ello que el geólogo debe estar muy atento para identificar sólo la fluorescencia relevante
y separar los ripios que merecen un análisis más minucioso. Debería ser fácil identificar la
fluorescencia de los minerales analizando los ripios bajo el microscópio, pero si se comete un
error los minerales no darán corte de solvente.
Una vez que haya identificado los ripios con hidrocarburos, sepárelos y colóquelos en platos
especiales para un examen más minucioso y pruebas bajo luz ultravioleta.
• Durante esta separación no debe tocar los ripios con las manos para evitar la
contaminación.
• Antes de realizar las pruebas con solventes es preferible secar los ripios ya que
el agua evita que el solvente penetre de manera efectiva la litología. Si la
muestra se prueba húmeda, se puede utilizar alcohol con el solvente para que
retire el agua y el solvente pueda entonces trabajar.
El color permite analizar la gravedad del crudo mientras que la reducción u opacamiento del
brillo puede ser una indicación de presencia de agua.
Una fluorescencia menos brillante u opaca puede ser evidencia de una formación acuífera. Si,
por ejemplo, se ha observado una fluorescencia brillante azulosa en la sección del yacimiento
que luego se torna muy mate, es probable que el pozo haya pasado por el contacto
petróleo/agua.
• Mientras menor es la gravedad API (mayor densidad), más oscura y menos intensa será
la fluorescencia.
Muy baja gravedad marrón rojizo, baja intensidad, por lo general no visible
Gravedad alta API blanco azuloso, algunas veces azul pero siempre visible
API 10 15 35 45 50
Color
Gravedad
baja media alta condensado
El geólogo debe tratar de estimar el porcentaje de ripios que fluoresce en la muestra completa
pero también el porcentaje de ripios del propio yacimiento que muestra fluorescencia.
Esta es una distinción capital, en especial cuando se penetra una zona por primera vez. No tiene
ningún sentido y resulta engañoso decir que la muestra tiene 10% de fluorescencia si sólo 20%
de la muestra está formada de roca de yacimiento. En el caso que nos ocupa, 50% de la roca de
yacimiento tiene fluorescencia, ¡esta información es mucho más emocionante que el escuálido
10% mencionado¡
Solventes, como el I-I-I ID Orange sirven para obtener información acerca de la movilidad y
permeabilidad del fluido.
La prueba es muy sencilla, consiste en agregar algunas gotas de solvente directamente sobre el
ripio aislado mientras se observa la muestra bajo el fluoroscopio UV.
Una regla práctica indica que mientras más rápido es el corte más liviano es el crudo ya que se
le coloca en solución y se le retira más fácilmente: es evidente que un crudo denso y viscoso se
movera más lentamente.
Para describir la velocidad del corte se utilizarán adjetivos como lento, moderadamente rápido,
rápido, instantáneo.
.
• Naturaleza del corte
Cuando hablamos de naturaleza del corte nos referimos a la manera como el crudo es lixiviado
del ripio y puede observarse por el patrón del solvente decolorado (del petróleo) saliendo del
ripio.
Si utilizó una muestra húmeda: Utilice una combinación de solvente / alcohol si el agua
estuviese obstruyendo el solvente.
Triture el ripio para ayudar a liberar el petróleo, el corte triturado debe describirse de la misma
manera que el corte de solvente.
9.1.5 Residuo
La observación de residuos después de realizar las pruebas con el solvente es una importante
conclusión del procedimiento. En efecto, el solvente se ha evaporado rápidamente, cualquier
cantidad de crudo que haya sido lixiviada del ripio se quedará en forma de residuo en la placa de
la muestra, lo que sin duda alguna constituye una oportunidad de conocer el verdadero color
natural del crudo sin el color de fondo del ripio.
Informaciones como el color natural, es decir el que se observa a la luz natural, el color de la
fluorescencia, la intensidad y cantidad (mala, regular, buena) deben incluirse en el informe
sobre la muestra ya que éste será una evaluación final de la densidad y cantidad del crudo
contenido en el ripio.
Vale la pena mencionar también que los lodos a base de agua y de otras sustancias también
deben examinarse para establecer la presencia de crudo emanado de los ripios debido a
mecanismos normales de difusión. En este caso, el petróleo del yacimiento no se disolverá en el
lodo sino que se quedará ‘separado’, por lo que pueden tomarse muestras y someterlas a estudio
de fluorescencia como se hace con el petróleo retenido en los ripios perforados.
Podría ayudar si se mezcla el lodo con agua limpia para separar y levantar el petróleo el cual se
puede luego recoger de la superficie y analizar en función del color natural y la fluorescencia.
Como ya se indicó, la QFTTM es un procedimiento que se realiza en el lugar del pozo y permite
obtener una medición exacta de la fluorescencia de cualquier cantidad de crudo presente en una
muestra.
• En primer lugar, el error producto del carácter subjetivo y descriptivo del proceso
convencional que ha hecho que, no pocas veces, a partir de la misma muestra dos
geólogos presenten informes muy distintos.
La QFTTM se realiza con un fluorómetro portátil que mide de forma exacta la intensidad de la
fluorescencia producida por el petróleo en una muestra dada. Esta intensidad es proporcional a
la cantidad de petróleo en la muestra, y puede graficarse en un registro de lodo a fin de mostrar
un perfil basado en la profundidad de concentración de petróleo.
Esto, además de otros parámetros como gas, relaciones, litología, porosidad, fluorescencia
convencional, etc constituirá una excelente fuente de información a partir de la cual se puede
realizar una evaluación y un perfil completos de un pozo.
Una muestra lavada y secada al aire de ripio perforado o núcleo se muele hasta hacerla polvo.
Se toma una cantidad fija (ya sea por peso o volumen) y se agrega un solvente orgánico para
extraer el petróleo. Se hace la mezcla, se agita y filtra y se coloca en el fluorómetro para
establecer la intesidad de la fluorescencia la cual será indicativa del contenido de crudo de la
muestra.
DEPTH
(m) TOTAL GAS
responses of C1 –
wet zones
3000
• ¿Cuánto crudo ha sido retenido por los ripios (i.e. ¿el lavado ha desplazado los
hidrocarburos de la formación; qué proporción ha sido liberada hacia el fluido de
perforación?)
Observe que estas limitaciones son igualmente válidas para la fluorescencia convencional.
• QFTTM mide la cantidad pero no suministra ninguna información acerca del potencial
de producción.
No obstante, la QFTTM es una medida precisa de la cantidad de crudo presente en una muestra
dada y en tal sentido constituye otra herramienta para la evaluación completa del yacimiento
• Se ha demostrado además que la QFTTM funciona cuando se perfora con lodo a base de
aceite. Generalmente, diesels y aceites de base muestran una fluorescencia de muy baja
intensidad, de manera que la presencia de crudos de alta intensidad se aprecia con facilidad.
Si bien la QFT ofrece una comparación cuantitativa del contenido de crudo en una yacimiento
dado, no determina los cambios en el tipo de crudo.
Otra técnica creada por Texaco es la Total Scanning Fluorescence (TSF) que mide la
fluorescencia en todo el rango espectral. Por lo tanto, si un crudo contiene varios componentes
es posible determinar la fluorescencia debida a cada uno de éstos y obtener así un patrón
espectral único de longitudes de onda de emisión en un rango de longitudes de onda de
excitación ultravioleta (figura 9.3).
Longitud de onda
de excitación
• Descripción de la arenisca
• Manifestaciones de gas
Desafortunadamente, resultó imposible correr las herramientas finales de registro hasta el fondo
debido a derrumbes de lutitas más arriba en el pozo. La zona, de sólo un par de metros de
espesor, resultó ser más delgada de lo esperado por lo que se hizo la siguiente pregunta a los
mud loggers:-
‘Sin la confirmación de la guaya, ¿la información suministrada por los registros de lodo
justifican que se siga gastando en hacer más pruebas o es mejor abandonar el pozo?’
A primera vista el vestigio luce muy significativo con un alto nivel por encima del valor de
fondo establecido. Al analizar los componentes, el aumento de los gases pesados es
proporcionalmente mayor que el de los componentes más livianos, lo que sugiere sin lugar a
dudas un petróleo de muy baja gravedad.
Esto, aunado a la sugerencia de baja movilidad de fluido desde el corte correntoso, nos está
indicando quizá que el potencial no es tan bueno como se creyó inicialmente.
Una relación de humedad de 48,4 indica, ciertamente, un crudo de muy baja gravedad,
probablemente residual. La amplia separación de las dos relaciones es una sólida indicación de
que la arenisca está humectada con agua.
• Indicador de petróleo
No se muestra en el registro pero un valor de 0,8 también apunta hacia petróleo residual.
• Relación Pixler
El gráfico de la figura 10.2 indica un petróleo de baja gravedad (aunque en la fase productiva)
pero la caída en la relación C1/C4 es indicativa de agua.
ROPmin/m Wh + Bh
0 20 0.0001 Chrom Gas % 1.0 ∅ 1 100 1 Ch 10
C5
C4
C2 C
1
Flor
Grain Size
Wh
Bh
Figura 10.1 Registro de lodo que muestra arena potencial para el estudio de caso 1
1000
NO PRODUCTIVO
100
GAS
10
PETROLEO
NO PRODUCTIVO
1
La mayor parte del análisis está mostrando que el petróleo es de muy baja gravedad, casi con
certeza residual, con una alta probabilidad de que además la zona sea húmeda.
La decisión, o más bien consejo, del personal de registro fue abandonar el pozo ya que no valía
la pena seguir realizando pruebas en la zona.
Luego de repasar un poco más en un último intento, las herramientas de guaya tocaron fondo; el
rayo gamma confirmó el poco espesor de la arena y el registro de resistividad indicó que no
había respuesta de hidrocarburos, lo que venía a confirmar las conclusiones del análisis de
relación de gas (ver figura 10.3).
GAMMA RESISTIVITY
CURVES
Wh Bh
Metano
Incremento
del ROP GOC
Incremento Humedad
OWC
Figura 10.4 Registro del caso 2 que muestra cambios de fluido y contactos
de gas/petróleo/agua
Por encima de 1750m sólo se consigue alto contenido de Metano y no mucho más lo cual se
ilustra por la alta relación de equilibrio.
Las curvas constantes que se observan de ahí en adelante sugieren que el yacimiento tiene
potencial productivo de petróleo de gravedad moderadamente alta (relación de humedad de 18-
20, y la relación de balance inferior a la de humedad).
El contacto petróleo/agua se detecta a 1764m sobre la base de la caída en los niveles de gas y
una ligera separación en las relaciones de humedad y balance.
Change in
reservoir fluid Increase in
porosity
Gas/Oil contact
Good porosity
Oil/water contact
La guaya (figura 10.5) confirma el cambio en la porosidad y fluido del yacimiento a partir de
1752m. Se indica buena porosidad entre 1754 y 1759m pero la respuesta de resistividad es
bastante baja como para ser concluyente.
1000
NO-PRODUCTIVO
1752m
100 1754m
GAS 1764m
10
PETROLEO
NO PRODUCTIVO
1
10.3 Estudio de caso 3 Identificación del yacimiento y del fluido a partir de los
análisis de relación de gas.
Un ejemplo de cuando las respuestas de los registros de lodo permiten realizar una
excelente evaluación en comparación con respuestas mediocres obtenidas de los
parámetros de guaya.
Las zonas de interés en este pozo eran una serie de arenas de canal fluvial discretas que se
sabían eran exclusivas entre sí. Había la posibilidad de que pudieran contener distintos fluidos
de petróleo e incluso podía haber arenas acuíferas por encima de las arenas petrolíferas. El
contenido de hidrocarburo, perfectamente ilustrado por cruces repetidos de las relaciones de
humedad y de equilibrio, identifica esto y muestra que existen zonas productoras de gas y de
petróleo de gravedad media y alta.
Los gráficos de la relación de Pixler de este pozo no fueron efectivos ya que indicaron a todo lo
largo arenas gasíferas y acuíferas.
La figura 10.7 muestra el registro de lodo y otros registros de guaya posteriores se encuentran
en la figura 10.8.
Las relaciones de humedad y balance muestran petróleo de gravedad media y alta con una
probable buena porosidad indicada por la rápida velocidad de perforación.
El registro de rayo gamma confirma una buena arena entre 2167m y 2170.5m, y el registro de
porosidad neutrón muestra que hay buena porosidad y permeabilidad. Sin embargo, la respuesta
de la resistividad es muy baja lo que demuestra que no es una buena herramienta de evaluación
para este pozo. La invasión de lodo podría ser una posible explicación para la falta de respuesta,
pero en este caso luce improbable ya que, como lo indica el registro caliper, el revoque está bien
formado.
Nuevamente, estas arenas produjeron buenos manifestaciones de gas con curvas de relación que
indicaban petróleo productivo de gravedad moderadamente alta. Las buenas velocidades de
penetración sugerirían buena porosidad.
Los registros de rayo gamma indican buena arena limpia, con una acumulación razonable de
revoque entre 2185 y 2189m. La permeabilidad es buena, especialmente en la parte central de
la zona (cercanía de las curvas de porosidad y de densidad; acumulación de revoque).
Nuevamente, estas indicaciones no son respaldadas por ninguna respuesta significativa de la
resistividad.
Bh Wh
OIL
GAS
OIL
OIL
Figura 10.7 Identificación del yacimiento a partir de las curvas de humedad y equilibrio
• Arenas a 2197-2199m
Esta arena provocó una arremetida masiva (gas 500 veces el nivel de fondo) y el petróleo fluyó
por las zarandas. Las curvas de relación indicaron un petróleo de gravedad menor que en las
arenas anteriores. El registro gamma no indica una arena tan limpia como las que se encuentran
en la zona previa. El registro de guaya también muestra que la arena está compacta (separación
de las curvas de porosidad/densidad; no hay formación de revoque) y, una vez más, no hay
respuesta en la resistividad que indique la presencia de hidrocarburos.
Un objetivo importante de producir un yacimiento es, obviamente, sacar tanto petróleo como se
pueda, cuando no todo.
Una vez concluida la producción primaria, los yacimientos agotados pueden ser sometidos a una
producción secundaria inyectándoles otro fluido que desplace el petróleo remanente hacia los
pozos de producción donde se puede recuperar.
Aunque este proceso ha permitido realizar la recuperación mejorada de los yacimientos, es bien
sabido que pudo haber dejado atrás una cantidad considerable de crudo. Esto se debe a gotitas
de petróleo que se forman, cuando la cantidad o la saturación es baja, debido a la presión
capilar. Estas gotitas son más grandes que la garganta de poro y no pueden deformarse lo
suficiente como para pasar por ellas (la presión dentro de la gota es mayor que la que sobre ella
ejerce el agua). Esta proporción del crudo va quedando atrás a medida que el flujo avanza
(todavía empujando el petróleo por delante del frente de inyección). Ver figura 10.9.
grano
grano
Si se utilizara un fluido que se mezclara con el crudo no se formarían estas gotas por lo que, en
teoría, se podría extraer todo el petróleo. En los dos ejemplos que mostramos se utilizó como
fluido miscible un solvente de hidrocarburo compuesto principalmente de butano. Como es
normal en estos casos, dado el alto costo de estos fluidos, se bombea primero un tarugo de
solvente dentro del yacimiento y luego se le empuja con gas.
• Caso 4.1
Siguiendo las indicaciones que describimos a continuación fue posible establecer el contacto
gas/solvente:-
• Aumento de la relación de carácter de 0,2 – 0,25 (lo que indica gas) a 0,4. Esto
muestra un aumento en los C4 y C5 sobre C3, el cual exhibe una ligera disminución,
pero como el valor se mantiene por debajo de 0,5, el carácter nos dice que todavía no
estamos en el banco de crudo.
GAS/SOLVENT contact C3 C2 C1
GAS/SOLVENT contact
C3 C2 C1
C4’s
C5’s
C4’s
C5’s
SOLVENT/OIL
SOLVENT/OIL contact
contact
SOLVENT/OIL contact
• Caso 4.2
Bh Wh
SOLVENT/OIL contact
• Aumento de los hidrocarburos más pesados (C4 y C5) y ningún cambio (C3) o
disminución (C1 and C2) en los más livianos.
10.5 Estudio de caso 5 Efecto del flushing sobre el gas y las relaciones
En este ejemplo (figura 10.12), una mala planificación del pozo hizo que se perforaran areniscas
permeables lo que creo un fuerte sobrebalance. Esto provocó una fuerte invasión de fluidos
(flushing) lo que deterioró las respuestas de gas e hizo que no se pudiera confiar en el análisis de
relaciones.
Se utilizó una densidad de lodo de 1175 kg/m3 (el gradiente de presión de la formación normal
era de 1035 kg/m3 peso equivalente de lodo) para tratar de controlar las lutitas y evitar que se
siguieran derrumbando más arriba en el hueco. En lugar de colocar resvestimiento, aislar la
lutita y reducir el peso del lodo, se siguió perforando una larga sección del pozo con el enorme
sobrebalance.
Las dos primeras areniscas (2183m y 2190,5m) muestran un retardo en la respuesta de gas, en
efecto se perforan de 2 a 3 metros antes de que el gas exhiba un aumento correspondiente. El
análisis de relaciones resultante tendría que ser visto con cautela pero, en este caso, dio una
predicción acertada. Con una relación de humedad superior a 60 y una relación de equilibrio
inferior a 1, la única conclusión era que se trataba de petróleo residual y agua. De hecho, esto
fue confirmado con registros de guaya que dieron como resultado agua.
La tercera arenisca (2199.5m) revela por qué cualquier análisis de relación realizado cuando es
claro que se está produciendo una invasión de fluido debe tomarse con precaucion. Esta arenisca
produjo exactamente la misma respuesta en los registros de guaya, es decir petróleo residual y
agua. En cambio, la respuesta de gas sugiere que se está agravando la invasión de fluido, al
arrojar valores menores y sólo componentes más livianos produciendo algo más que trazas. El
análisis de relación resultante, con curvas de humedad y balance convergentes, sugiere un
cambio en el fluido del yacimiento. La relación de humedad entre 30 y 40 sugiere un petróleo de
gravedad media a baja, mientras que la relación de balance, 1 a 3, sigue prediciendo un fluido
más residual.
Bh
Bh
Partial
Flushing
Partial
Flushing
Extreme
Flushing
En este caso, la arenisca a 2107m (figura 10.13) produjo una respuesta de gas significativa de
todos los hidrocarburos desde C1 hasta C5. Esto hizo que se probara la zona a pesar de que los
registros de guaya no mostraban zonas con ningún potencial.
• Alimentación continua de gas como se observa por la caída lenta de los niveles de
gas luego de pasar por la arena.
Estos factores hicieron que se probara la zona y, aunque la prueba reveló que el petróleo era
viscoso con poca movilidad, resultó que produjo cerca de 600bpd de crudo de API 35
En este ejemplo, la separación de las curvas de relación de humedad (>100) y de equilibrio (<1)
hubiera llevado normalmente a concluir que se trataba de petróleo residual no productivo.
Sin embargo, la evaluación de la relación de carácter es correcta en el sentido que, con un valor
superior a 0,5, está indicando que el gas detectado está asociado a un crudo liviano. Ahora bien,
normalmente para hacer una evaluación esta relación no se habría utilizado sola ya que se
emplea de manera específica cuando la cercanía entre las curvas de humedad y de equilibrio dan
lugar a ambigüedad.
En este caso no hay ambigüedad puesto que las curvas de humedad y de balance revelan
claramente la presencia de petróleo residual.
La primera razón posible de esta diferencia es la movilidad. Por lo general, el petróleo residual
está asociado con un residuo viscoso, por lo que la predicción de que se trataba de petróleo
residual se debía más a su viscosidad y poca movilidad que al tipo de fluido y a la
productividad.
En muchos casos con crudos muy viscosos, el análisis de relaciónes ha conducido a altas
relaciones de humedad y bajas relaciones de balance sugiriendo así que se trataba de petróleo
residual, aunque posteriormente se lograra establecer flujo y producir. La calibración regional
de las relaciones, como ya se indicó, beneficiaría obviamente el análisis de relación en tales
casos.
El segundo factor limitante en este caso en particular es que la presión del yacimiento ha
producido gas y también lo ha liberado cuando se le ha penetrado. De manera que la respuesta
inicial de gas es el resultado de ambos mecanismos y no está directamente relacionada con el
volumen de gas liberado del volumen de roca dado.
Este caso ilustra las bondades del análisis con cromatografía de gases en comparación con el
análisis de gas total cuando se trata de evaluar manifestaciones y determinar tipos de fluidos.
La arenisca a 1641m (figura 10,14) estaba marcada por un cambio brusco en la velocidad de
perforación, la cual pasó de 14-16 min/m a 6 min/m. Sin embargo, el aumento en hidrocarburos
totales (totalizados de los componentes cromatográficos) superó en más de 15 veces el gas de
fondo con un pico de 7,8% sobre el nivel de fondo de 0,4-0,5%. Esto ciertamente indica un
cambio significativo en porosidad o saturación de gas.
Bh Wh
BG 0.45%
Peak 7.8%
Esto se confirma con las relaciones de humedad y equilibro. La relación de equilibrio (> 200) y
de humedad (< 2) indican gas muy liviano, seco e improductivo.
El gráfico de relación de pixler (figura 10.15) confirma esto con una relación C1/C2 de 111 (i.e.
superior a 65 y por lo tanto dentro de la zona de gas improductiva) y luego el gráfico se sale de
la escala en un ángulo de fuerte pendiente que sugiere una baja permeabilidad.
Los mudloggers sugirieron por lo tanto que la zona no justificaba las pruebas.
1000
NO-PRODUCTIVO
100
GAS
10
PETROLEO
NO PRODUCTIVO
1
Estas predicciones fueron confirmadas posteriormente con los registros de guaya pero la zona
fue probada, a pesar de todo, a solicitud del geólogo. ¡Lo único que se obtuvo fue una limitada
producción de agua¡
La ventaja de los pozos horizontales es, sin lugar a dudas, que dan acceso a una mayor zona
productora, y la ventaja de utilizar la relación de gas para la orientación es el costo:-
Wh
Gas cromat total
Bh
Gas
Crudo
Agua
• Caso 8.1
Las figuras 10.17 y 10.18 muestran la sección lateral de un pozo geodireccionado. Luego de
tomar los registros de la sección vertical del pozo, se determinaron los contactos sobre la base
de las manifestaciones y relaciones de gas.
La figura 10.17 muestra la entrada dentro del yacimiento y el inicio de la sección lateral del
pozo.
Wh Bh
Chrom Gas %
Vertical Profile
Reservoir Top
Exit Reservoir
RO
Figura 10.17 Relaciones de gas contra perfil vertical del pozo para el caso 8.1
El tope del yacimiento se establece a 1710m (1659 TVD) donde se produce un aumento en
todos los gases y se cruzan las relaciones de humedad y equilibrio. Esto marca el contacto
gas/petróleo, por encima del cual se encuentra una zona de gas húmedo o petróleo con una alta
relación gas/petróleo.
Se orienta el pozo hacia la horizontal con el objeto de perforar lateralmente a través de la zona
de petróleo. A medida que el pozo pasa verticalmente por el yacimiento, la separación gradual
de las relaciones de humedad y de equilibrio revela la existencia de petróleo con una decreciente
gravedad API.
A 1739m (1662,1m TVD), los niveles de gas bajan, las relaciones de humedad y equilibrio
divergen aún más (indicando agua) y la velocidad de penetración se desacelera, todo lo cual
revela que el pozo ha pasado por la base del yacimiento.
La figura 10.18 muestra el regreso hacia el yacimiento. Los niveles de gas comienzan a
aumentar y las relaciones de humedad y equilibrio se cruzan a 1800m (MD). Durante el primer
1/5 metro, profundidad vertical verdadera, la trayectoria del hueco costea la base del
yacimiento. La buena separación entre las curvas de humedad y de equilibrio a 1817m (MD),
evidencia la penetración dentro de la buena arena petrolífera. Los niveles de gas y la separación
entre las curvas se mantienen mientras se perfora horizontalmente a través de la zona
productora.
• Caso 8.2
En este caso, las relaciones de gas permiten distinguir con toda claridad el tope y la base de un
yacimiento de areniscas buzante lo que facilita un geodireccionamiento efectivo.
Wh Bh
Chrom Gas %
Vertical Profile
ROP
El punto de entrada del yacimiento, o tope, es evidente en el lugar donde las relaciones de
humedad y de equilibrio hacen contacto (contacto gas/petróleo) y se separan para evidenciar un
petróleo entre mediano y liviano. La separación de las curvas se mantiene a través de la sección
lateral hasta que se penetra la base a 1906m (MD), lo cual queda ilustrado por la amplia
separación de las curvas que indica presencia de agua.
A menudo las fracturas vienen acompañadas de aumentos de gas, ya sea que suministren
‘porosidad de fractura’ para los fluidos del yacimiento o se trate de fracturas alimentadas por
gases de alta presión y bajo volumen como los que se encuentran en las estribaciones de
Alberta, Canadá.
Resulta muy difícil identificar las fracturas a partir de los registros de guaya, en cambio es muy
fácil reconocerlas con las respuestas de gas. A fin de establecer la correlación exacta de
profundidad, es fundamental contar con un sensor de gas total continuo o un cromatógrafo de
alta velocidad (figura 10.20) de manera que el pico se muestre de manera precisa y sea
rápidamente correlacionado con la profundidad de retardo.
F
F
F
F 10 minutes
F
F
Wh
C1
Bh
Increased ROP C2
C3
Erratic Torque
En este ejemplo, se sabe que la gravedad del crudo disminuye con la profundidad. Sin embargo,
los puntos de contacto son a menudo difíciles de establecer a partir de los registros de guaya
debido a la invasión de la formación y a la mala calidad de la información.
Las curvas de relaciones permiten ver con claridad los cambios de gravedad y los puntos de
contacto. (Figura 10.22).
wet
28 API
15-20 API
8-15
API
La zona de interés para este cambio gradual se ubica entre 14540pies y 15490pies.
Entre 14540 y 14547pies, las curvas están muy cerca lo cual es un diagnóstico del crudo de 28
API. Esta zona productora de 7 metros produce 7500 bpd.
A 14547 pies, las curvas divergen mostrando una disminución en la gravedad. La zona de 26
metros que va de 14547 hasta 14573 pies contiene crudo entre 15 y 20 API.
A 14573 pies, las curvas divergen aún más indicando el punto de contacto con una nueva
disminución de la gravedad. En efecto, la base del yacimiento, desde 14573 hasta 14590 pies
contiene un crudo de 8 API.
Este yacimiento agotado es proclive a perder circulación y por consiguiente a una mala
evaluación de guaya debido a la invasión de fluido. Las curvas de relación de gas muestran un
leve cambio a medida que nos acercamos al yacimiento lo que da tiempo de bajar el peso del
lodo antes de entrar en él (figura 10.23). Sin duda que esta medida reduce al mínimo el riesgo de
perder circulación y de dañar la formación a consecuencia de la invasión y permite obtener
posteriormente información de guaya.
Las relaciones de humedad y de equilibrio se cruzan antes de penetrar en la arena donde exhiben
una marcada separación que indica la presencia de un crudo de gravedad media. Las curvas de
gas muestran una excelente correlación con los registros de guaya (observe la respuesta de gas y
de resistividad cuando aparece el crudo)
El yacimiento produce 500 bpd inicialmente los cuales pasan a 2000 bpd luego de la
estimulación de fractura.
Approach
Bh
Entry
Oil Shows
APENDICE Referencias
8 A New Quantitative Technique for Surface Gas Measurements, Alan C. Wright, Scott
A. Hanson, Patrick L. Delaune, Texaco EPTD, SPWLA 34th Annual Logging
Symposium, June 13-16, 1993
12 Formation Evaluation by Analysis of Hydrocarbon Ratios, B.O. Pixler, SPE 2254, 1969
13 Estimation of Gas/Oil Ratios and Detection of Unusual Formation Fluids from Mud
Logging Gas Data, Alan C. Wright, Texaco EPTD, SPWLA 37th Annual Logging
Symposium, June 16-19, 1996