Atomic Habits

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Atomic Habits

Primera Ley

Hacerlo obvio. Llena el Registro de hábitos. Escribe tus hábitos actuales y hazte consciente de ellos. Usa
la estrategia de intención de implementación: «Yo haré [CONDUCTA] a [HORA] en [LUGAR]». Usa la
estrategia de acumulación de hábitos: «Después de [HÁBITO ACTUAL] yo haré [NUEVO HÁBITO]. Diseña
tu ambiente. Vuelve evidentes y obvias las señales de los hábitos positivos.

Segunda Ley

Hacerlo atractivo. Usa la vinculación de tentaciones. Vincula una acción que quieras hacer a una acción
que necesites hacer. Únete a un ambiente donde tu conducta deseada sea una conducta normal para el
resto de los integrantes. Crea un ritual de motivación. Haz algo que disfrutes mucho inmediatamente
antes de realizar un hábito que sea difícil.

Tercera Ley

Hacerlo sencillo. Reduce la tensión y la resistencia. Disminuye el número de pasos entre tú y tus buenos
hábitos. Prepara el ambiente para hacer que tus futuras acciones sean más sencillas. Domina el
momento decisivo. Optimiza las pequeñas elecciones que producen un impacto mayúsculo. Usa la regla
de los dos minutos. Simplifica tus hábitos hasta que puedan realizarse en dos minutos o menos.
Automatiza tus hábitos. Invierte en tecnología y en compras de una sola ocasión que aseguren tu
conducta futura.

Cuarta Ley

Hacerlo satisfactorio. Usa el reforzamiento. Prémiate con una recompensa inmediata cuando hayas
terminado tu hábito. Haz que «hacer nada» sea disfrutable. Cuando logres evitar un mal hábito, diseña
una manera de apreciar los beneficios. Usa un registro o historial de hábitos. Registra una cadena de
hábitos y «no rompas la cadena». Nunca dejes de hacer algo dos veces. Cuando olvides realizar un
hábito, asegúrate de recuperar el ritmo inmediatamente. Cómo eliminar los malos hábitos.

Inversión de la Primera Ley

Hacerlo invisible. Reduce la exposición. Elimina de tu ambiente las señales de tus hábitos negativos.

Inversión de la Segunda Ley

Hacerlo poco atractivo. Replantea tu mentalidad. Resalta los beneficios que obtienes al evitar tus malos
hábitos.

Inversión de la Tercera Ley

Hacerlo difícil. Incrementa la resistencia y la tensión. Aumenta el número de pasos entre tú y tus malos
hábitos. Usa un mecanismo de compromiso. Limita tus elecciones futuras solamente a aquellas que te

benefician.

Inversión de la Cuarta Ley

Hacerlo insatisfactorio. Consigue un socio corresponsable. Pídele a alguien que observe tu conducta.
Crea un contrato de hábitos. Haz que los costos de tus malos hábitos sean públicos y dolorosos.

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