El Trafico Ilegal de Armas YSus Repercusiones en Mexico

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El tráfico ilegal de armas y sus repercusiones en México

Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos


Nemesio García Naranjo

Las generalidades del fenómeno


Desde mediados de la década de los ochenta del siglo XX, México enfrenta un creciente
problema de violencia criminal que encuentra su explicación en el tráfico ilegal de drogas.
Situación que se agudizó a partir de 2006, cuando el Gobierno federal implementó su
estrategia de combate frontal contra los más poderosos cárteles que en ese momento operaban
en el país.

No obstante, importa señalar que tanto el narcotráfico como la violencia e inseguridad


pública que se le asocian no son problemas exclusivos de México, pues la ecuación de alta
criminalidad, violencia e inseguridad pública no existiría sin la elevada y permanente
demanda de narcóticos en los Estados Unidos. Lo que sumado al fácil acceso al mercado de
armas que existe en el país vecino, ha contribuido a:

 exacerbar la violencia criminal asociada con la producción y tráfico de drogas en


nuestro país;
 incrementar la disputa de los cárteles por el control de los mercados y territorios de
trasiego de drogas;
 propiciar la diversificación de sus actividades delictivas (secuestro, extorsión y
“cobro de piso”, principalmente);
 incentivar las rivalidades entre ellos y la disputa por la hegemonía criminal en el país;
y
 agravar los enfrentamientos con las fuerzas del orden de los tres niveles de
gobierno que se dedican a combatirlas.

De acuerdo con datos proporcionados por el Índice de Paz Global 2015, el costo
económico que debió pagar México en 2014 para enfrentar y contener la violencia criminal
alcanzó los 173 mil millones de dólares; cantidad que constituye el 9.4% del Producto Interno
Bruto (PIB) anual y que, comparativamente, es superior al ejercido en países como Irak,
Siria, Libia y Botsuana, que enfrentan procesos de guerra, internas y externas, de alto
impacto destructivo.1

1
Institute For Economics & Peace, Índice de Paz México 2015, Un análisis de la dinámica de los niveles de paz
en México, México, 2015, pp. 64-68.

1
Complementariamente, el Institute for Economics & Peace, quien publica el citado Índice,
señaló que el gasto por habitante para la contención de la violencia en México es uno de los
más altos en el planeta y, sin embargo, los niveles de paz en el territorio nacional son muy
bajos. Situación que coloca a nuestro país en el lugar número 138 de los 162 que integran el
estudio y como el menos pacífico dentro de la región Centro América y el Caribe.

Dentro del estudio, la medición del costo de la violencia integra diversos factores que
comprenden desde las pérdidas directas que ocasiona la comisión de delitos (asaltos,
secuestros, extorsiones, etcétera), hasta el costo indirecto que representa la suspensión de
actividades económicas que dejan de realizar las personas que resultan heridas o muertas a
consecuencia de ello. Sumado al dinero que invierten tanto los gobiernos como los
particulares en la implementación de medidas de prevención y/o combate a la delincuencia,
incluyendo el gasto de operación que demandan las fuerzas armadas y policiacas que
participan en las tareas de seguridad.

Más aun, se destaca el costo directo que provoca la violencia generada por la delincuencia
organizada, que de acuerdo con el reporte ascendió a casi 171 mil millones de pesos en 2014.
Cifra inferior a la obtenida en 2011, que fue de 196 mil 200 millones, la máxima registrada
hasta ahora, pero no por ello menos dañina.

Con relación al efecto que produce en la actividad económica de las


empresas, se destaca que una de cada 5 fue víctima de un delito que afectó
sus planes de crecimiento o inversión, lo que también representa un daño
severo para la economía del país.

Si bien los niveles de violencia criminal no son homogéneos en todo el territorio nacional,
una comparación entre los cinco estados menos pacíficos y los de mayor incidencia de
violencia dan cuenta que el crecimiento económico entre unos y otros, para el periodo 2003-
2014, fue más del doble. Pues mientras las entidades con menor violencia (Hidalgo, Yucatán,
Querétaro, Campeche, Tlaxcala) registraron un PIB de 37%, los estados con mayor impacto
económico de la violencia (Guanajuato, Michoacán, Sinaloa, Morelos, Guerrero) sólo
alcanzaron el 14%. Lo que se traduce

2
en una desaceleración económica para el país cifrada en 140 mil millones de pesos.2

Sin dejar de mencionar el gasto indirecto que representan los homicidios, que de acuerdo con
el estudio constituye la principal amenaza para la paz del país, un hallazgo que causa
alarma es el del elevado número de delitos que se cometen con armas de
fuego, cuya tasa se incrementó en 11% durante el año de estudio. Dato que es
revalidado por el reporte 2014 del Instituto Nacional de Geografía Estadística e Informática
(INEGI) sobre la tasa de homicidios en México; quien dio a conocer que de los 19 mil 669
casos que hubo durante el año en cuestión, 11 mil 717 se derivaron de agresiones con
armas de fuego, 2 mil 902 con objetos cortantes, 2 mil 738 por agresiones con objetos no
identificados y mil 343 por ahogamiento, estrangulamiento o sofocación.3

Los miles de muertos que ha producido esta espiral de violencia en México durante los
últimos años son comparados con los que producen las guerras convencionales en Asia y el
Medio Oriente, provocando efectos negativos para la vida nacional que muchas veces no han
sido plenamente dimensionados, tales como:

• El empoderamiento de la ilegalidad y la violencia;


• la vinculación de jóvenes a grupos y/o prácticas delictivas;
• el uso de armas entre jóvenes y adolescentes; y
• la expansión de una cultura de la violencia a través de diversos medios de
comunicación masiva (cine, radio, publicaciones escritas, internet, etcétera).
A lo que se suma el llamado de algunos gobiernos del mundo para que sus ciudadanos no
viajen a ciertas entidades de nuestro territorio por los niveles de violencia y riesgo criminal
existentes, con los efectos negativos que genera a la industria del turismo y comercio.

Al márgen de esta última consideración, una verdad inegable es que el narcotráfico ha sido
reconocido también, por muchos gobienos y organismos multilaterales, como una amenaza
para la seguridad internacional, regional, nacional y pública. No sólo por los efectos
devastadores que provocan las drogas en la salud de las personas que las consumen, en la
convivencia social de sus comunidades y en el comportamiento de las economías nacionales,
sino por ser las generadoras y

2
Op. cit., p. 9.
3
INEGI: http://www.inegi.org.mx/saladeprensa/boletines/2015/especiales/especiales2015_07_4.pdf

3
promotoras de distintas formas de violencia criminal: incluyendo destacadamente la violencia
armada.

En lo particular, diversos estudios e investigaciones académicas y de campo han dado cuenta


que en México el armamento que utiliza tanto la delincuencia común como la
organizada, que en su mayoría es producto del tráfico ilegal, constituyen un factor que
permite explicar la espiral de violencia en que se encuentra inmerso el país y el
importante número de decesos que han ocurrido como producto del uso de armas de fuego.

Los efectos globales del tráfico ilegal de armas y la violencia del


crimen organizado
Una de los fenómenos inherentes al mundo globalizado es el surgimiento de problemas de
delincuencia organizada transnacional, cuyas prácticas más recurrentes se manifiesta en la
realización de actividades como la trata de personas (con propósitos de esclavitud
reproductiva, explotación sexual, trabajos forzados o extracción de órganos), el contrabando
de recursos ambientales, de productos falsificados, la piratería marítima, los delitos
cibernéticos, el tráfico de inmigrantes ilegales, de heroína y cocaína, de armas y el
consecuente incremento de homicidios intencionales, entre otros problemas más.

Por ejemplo, el informe Global sobre Homicidios 20134, presentado por la Oficina de las
Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés) en abril de
2014, reveló que casi medio millón de personas (437 mil) en todo el mundo perdieron la vida
en 2012 a consecuencia de homicidios intencionales. De acuerdo con el documento, los
homicidios se encuentran asociados a factores como el uso de armas de fuego, el crimen
organizado, el uso ilícito de drogas o alcohol y la violencia intrafamiliar.

En el continente americano, el 30% de los homicidios están relacionados con


el crimen organizado; cifra muy superior a la que se registra en Asia, Europa y
Oceanía, que reportan porcentajes inferiores al 1%.

Dentro de las afluentes que propician los homicidios, se da cuenta que el uso de drogas
ilícitas como la cocaína y estimulantes derivados de las anfetaminas, la

4
Consultado en: https://www.unodc.org/documents/gsh/pdfs/GSH_Press_release_-_SP.pdf

4
operación, expansión y disputa de los mercados de drogas ilícitas, están asociadas con el
comportamiento violento y los niveles de homicidio existentes. Sin dejar de considerar que en
algunos países más de la mitad de los homicidas actuaron bajo el influjo del alcohol.

Asimismo, se da cuenta de que a nivel planetario 4 de cada 10 homicidios son


cometidos con armas de fuego, siendo el continente americano quien encabeza
la lista, pues 157 mil de los 437 mil que ocurrieron a nivel mundial, es decir el 36%, se
cometieron en los países que integran dicha región.

De acuerdo con la UNODC, en 2012 la tasa promedio de homicidios en el mundo, por cada
100 mil habitantes, se ubicó en 6.2, sobresaliendo África y Centro América, que
presentaron tasas cuatro veces más altas; es decir, de más de 24 víctimas por cada 100 mil
habitantes.

El ranking latinoamericano para dicho año lo encabezó Honduras, con 90.4


homicidios por cada 100 mil habitantes, seguida por Venezuela (53.7), Belice (44.7), El
Salvador (41.2) y Guatemala (39.9). México ocupó el noveno lugar, con una tasa de
21.5 homicidios por cada 100 mil habitantes; muy lejos de Chile, país que tuvo la menor tasa
de homicidios con armas de fuego, con 3.1 por cada 100 mil habitantes.

Un año más tarde, en abril de 2013, la Oficina en Washington para Asuntos


Latinoamericanos (WOLA por sus siglas en inglés), emitió un comunicado para dar a
conocer que un gran porcentaje de armas que existen en el continente son
compradas o adquiridas, de una u otra forma, en los Estados Unidos; lo que
contribuye a alimentar la violencia que existe en muchos de los países que lo integran.

Asimismo, WOLA precisó que si bien el debate sobre el tráfico de armas de fuego ilegales se
ha centrado en México también señaló que, de acuerdo con datos difundidos por la
Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos de los Estados Unidos (ATF, por
sus siglas en inglés), el tráfico y rastreo de armas ilegales se ha extendido por varios países
del Caribe y Centroamérica, aunque su actividad más intensiva se centra en México.5

5
El Excélsior, 17 de abril de 2015: http://www.excelsior.com.mx/nacional/2015/04/17/1019238

5
El tráfico de armas y drogas en la relación México-Estados Unidos

Como se señaló en líneas anteriores, México enfrenta el desafío de vivir al lado del mayor
consumidor de drogas6 y uno de los 5 principales productores de armas en el mundo. Dicha
valoración no es gratuita ni un descalificativo para nuestro vecino del norte, pues diversos
estudios académicos y diagnósticos institucionales, nacionales e internacionales, han dado
cuenta de que la demanda de drogas por la población estadounidense y el tráfico de armas de
Estados Unidos hacia México es un factor determinante del narcotráfico, la violencia e
inseguridad que existe en nuestro país.

A la sombra de este fenómeno, desde hace nueve años México padece un desprestigio
mundial derivado de los efectos que le produce el combate al crimen organizado y el clima de
inseguridad que existe en algunos estados, municipios o ciudades del país.

Derivado de esta situación, la prensa nacional e internacional está convertida en una caja
de resonancia que da cuenta de las historias, relatos, crónicas, reportajes y análisis que
exponen la crudeza de la estela de violencia, miedo y angustia que se padece en muchas
partes del territorio nacional ante el fenómeno delictivo. Lo cual ha permeado muchos
campos de la investigación que realizan las universidades y sus centros de investigación,
organizaciones de la sociedad civil, instancias gubernamentales y multilaterales, para explicar
y elaborar estrategias que contribuyan a ponerle fin a este flagelo.

Producto de estas investigaciones, podemos conocer la magnitud y características del


problema. Por ejemplo, en 2011 el informe Carga Global de la Violencia Armada7 dio a
conocer que el 85% de armas circulantes en México eran ilegales y que al menos 2 mil armas
se introducían diariamente, de manera ilegal, a territorio nacional desde Estados Unidos.

Por otra parte, en 2013 WOLA informó que debido a la violencia generada por el tráfico de
drogas, entre 2006 y 2012 fueron asesinadas en México 60 mil personas,

6
En 2011, la UNODC identificó a Estados Unidos como el mercado de consumo de sustancias ilícitas
más grande del mundo. Sólo de 2007 a 2012 el número de usuarios aumentó 64%, para sumar 23 millones de personas
de 12 años de edad o más que usaron alguna droga ilícita o abusaron de medicamentos psicoterapéuticos (como analgésicos,
estimulantes o tranquilizantes) en el mes anterior a la aplicación de la Encuesta Nacional sobre el Uso de Drogas y la
Salud. Lo cual equivale al 8.7% de la población existente en ese momento, mientras que en 2002 el porcentaje fue del
8.3%. El incremento reflejó, principalmente, un aumento en el consumo de la marihuana, la droga ilícita que se consumía
con más frecuencia en ese año.
7
Instituto Universitario de Altos Estudios Internacionales y del Desarrollo, Ginebra, Suiza. Consultado en:
http://www.genevadeclaration.org/fileadmin/docs/GBAV2/GBAV2011-Ex-summary-SPA.pdf

6
incluyendo 100 ciudadanos estadounidenses durante 2011, y que entre 2010 y 2012 los
traficantes de armas intentaron introducir 250 mil armas a México, de las cuales sólo el 15%
fueron interceptadas por las autoridades.8

En tanto que en julio de 2014, el Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática


(INEGI) dio a conocer que durante 2013 se registraron 22 mil 732 asesinatos, de los
cuales 14 mil 122 fueron cometidos con armas de fuego de distintos calibres (cortas, largas,
rifles y escopetas).9

En respuesta a esta situación, un año más tarde los Senadores del Partido de la Revolución
Democrática (PRD) presentaron, ante la Cámara alta del Congreso de la Unión, una iniciativa
de Ley para modificar el artículo 19 Constitucional y establecer que la posesión de armas de
uso exclusivo de las Fuerzas Armadas o la de cualquier arma ilegal (sin ningún tipo de
permiso o registro) se considere un delito grave para que, de manera oficiosa, un juez
pueda perseguirlo y quien incurra en ello pase su proceso en prisión.

Dentro de la justificación de dicha iniciativa se revelaron datos que permiten dimensionar el


problema del tráfico ilegal de armas desde los Estados Unidos a nuestro país y conocer que:
 en México existen 15 millones de armas ilegales, de las cuales 80%
provienen de los Estados Unidos, confirmando el dato difundido en 2011 por el
informe Carga Global de la Violencia Armada;
 de los 120 mil homicidios registrados en México durante el periodo
2007-2012, la mitad de ellos se cometieron con armas de fuego, siendo el
Distrito Federal, Guerrero, Morelos, el estado de México, Chihuahua, Nuevo León y
Sinaloa los estados con el mayor número de ilícitos bajo esta modalidad;
 en 2013 se registraron 22 mil 372 asesinatos, de los cuales 14 mil 122 se cometieron
con armas cortas, rifles, escopetas, armas largas y otros artefactos de fuego;
 México ocupa el quinto lugar en la lista de países con mayor tráfico de
armas, cuando antes ocupó el lugar número 22;
 la delincuencia común, el crimen organizado y los ciudadanos gastan
127 millones de dólares anuales en la compra de armas ilegales;

8
WOLA, Cuatro hechos sobre la legislación de armas y la violencia de los cárteles en México. Consultado en:
http://www.wola.org/es/comentario/cuatro_hechos_sobre_la_legislacion_de_armas_y_la_violencia_de_los_cartel
es_en_mexico
9
Red política, En 2013 hubo 22 mil 732 homicidios: INEGI. Consultado en:
http://www.redpolitica.mx/nacion/graficas-en-2013-hubo-22-mil-732-homicidios-inegi

7
 el 65% de las armas ilegales existentes en el país están en manos de
organizaciones criminales y el 35% restante en manos de ciudadanos que las
usan para su protección personal; y
 las autoridades en el país sólo confiscan el 14% de las 252 mil armas que son
introducidas anualmente por la frontera norte del país.10

Como se advierte, el tráfico de armas hacia México, procedente en 80% de los


Estados Unidos, es un fenómeno con muchas aristas y generado por múltiples
razones pero cuyos efectos pueden ser distinguidos, categóricamente, como
uno de los afluentes que propician la ola de violencia criminal en el país y son
generadores de los delitos de alto impacto que se cometen al amparo y uso de
dichas armas.

Más aun, diversas investigaciones y diagnósticos gubernamentales en México 11 dan cuenta de


que sin los recursos económicos y financieros provenientes del narcotráfico, las
organizaciones criminales no podrían contar con el poder armado que tienen en la actualidad
y que sin el flujo de armas de los Estados Unidos a nuestro país no habrían tenido la
oportunidad de contar con armamento para confrontar a otras organizaciones rivales y a las
fuerzas del Estado, vulnerando con ello la paz social y poniendo en riesgo la seguridad de la
ciudadanía.

En suma, se puede aseverar que los recursos económicos obtenidos a través del mercado
ilegal de drogas han posibilitado que los grupos delictivos tengan acceso a todo tipo de
armamento y municiones, que con frecuencia supera la capacidad de respuesta con que
cuentan las unidades policiacas locales y muchas veces son semejantes a las que poseen las
fuerzas armadas federales.

De ello dan cuenta los hechos ocurridos en Tamaulipas durante 2010, cuando
miembros del Cártel del Golfo se enfrentaron a las fuerzas federales utilizando armas de
grueso calibre y granadas de fragmentación;12 y en mayo de 2015, cuando el Cártel
Jalisco Nueva Generación derribó un helicóptero de la Policía Federal con un lanzacohetes,
arma que es considerada como de alto poder.13

10
Crónica, 8 de marzo de 2015: http://www.cronica.com.mx/notas/2015/887531.html
11
CNN, 16 de febrero de 2012,Calderón devela un anuncio en el que pide a EU el fin del tráfico de armas :
Consultado en: http://mexico.cnn.com/nacional/2012/02/16/el-ejercito-destruye-miles-de-armas-aseguradas-al- crimen-
organizado
12
El Capitalino, 6 de noviembre de 2010, Resistió hasta morir. La caída del capo del Cártel del Golfo. Consultado en:
http://www.elcapitalino.com/index.php?id=nota&seccion=inicio&ide=183
13
CNN, 5 de mayo de 2015, Así fue la caída del helicóptero atacado por el cártel de Jalisco. Consultado en:
http://mexico.cnn.com/nacional/2015/05/05/asi-fue-la-caida-del-helicoptero-atacado-por-el-cartel-de-jalisco

8
Es así como las armas de alto poder, entre las que sobresalen las AK-47, R-15,
subametralladoras, lanzagranadas y lanzacohetes, han pasado a formar parte del arsenal
adquirido por la organizaciones criminales, aprovechándose de los vacíos de regulación
binacionales, la debilidad en los controles fronterizos y la falta de vigilancia existente en
amplias zonas de la frontera binacional.

No obstante y pese al grave daño humano, social y económico que sufre México, provocado
por la venta irrestricta de armas en el país vecino y el tráfico ilegal de éstas que entra a
territorio nacional desde nuestra frontera norte, la regulación en la materia es propiamente
inexistente y los acuerdos entre ambos gobiernos para frenar el libre acceso de los grupos
delincuenciales a las armas está lejos de alcanzar los resultados deseados.

La porosidad de las fronteras y la acción del crimen organizado


La frontera de México con Estados Unidos tiene una longitud de 3 mil 142 km y se extiende
desde el Océano Pacífico, al noroeste de la ciudad de Tijuana, hasta la desembocadura del
Río Bravo, en el Golfo de México.

El territorio fronterizo está integrado por 6 entidades federativas (Baja California, Sonora,
Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas) y 38 municipios en México y por 4
estados (California, Arizona, Nuevo México y Texas) y 23 condados en los Estados Unidos,
además de 28 “ciudades hermanas”:

Estados Unidos México


San Diego Tijuana
Calexico Mexicali
Yuma San Luis Río Colorado
Nogales Nogales
Naco Naco
Douglas Agua Prieta
Columbus Las Palomas
El Paso Ciudad Juárez
Presidio Ojinaga
Del Río Ciudad Acuña
Eagle Pass Piedras Negras
Laredo Nuevo Laredo
Mc Allen Reynosa
Brownsville Matamoros

9
También, existen 56 puertos de entrada a lo largo de la frontera, 53 puertos se encuentran en
operación y 3 están cerrados (Ferroviario de Ojinaga- Presidio en Chihuahua-Texas, La
Linda-Heath Canyon en Coahuila-Texas y Miguel Alemán- Roma (Puente Colgante) en
Tamaulipas-Texas.

Del total de puertos existentes, 21 se clasifican como cruces (frontera


terrestre) y 35 son puentes que libran el Río Bravo. Conforme al tipo de tránsito, los
cruces se clasifican como turísticos (vehículos ligeros), comerciales (transporte de carga) o
mixtos. Estos se clasifican también en peatonales, para vehículos de carga o vehículos de uso
personal.

Con una extensión de 629 kilómetros, que representan el 20% de la frontera


México-Estados Unidos, Tamaulipas cuenta con el mayor número de puertos
fronterizos; le siguen Chihuahua y Sonora. Con excepción de Nuevo León, todas las
entidades federativas cuentan con cruce ferroviario en alguno de los puertos fronterizos. 14

El conjunto de dicha zona fronteriza, la más transitada del mundo, constituye un sistema
geopolítico binacional basado en fuertes y sólidas conexiones socioeconómicas, culturales y
ambientales que, regidas por políticas, costumbres y leyes diferentes, determinan los
estrechos vínculos que mantienen las “ciudades hermanas” y de su patrimonio cultural
común, representando, también, un espacio estratégico de amplia oportunidad para
el flujo ilegal de personas, drogas y armas.

Al respecto, es de todos conocido que históricamente los Estados Unidos han constituido el
destino de grandes flujos migratorios de personas provenientes de México y América Latina,
en busca de condiciones y oportunidades de vida que sus países de origen no les han podido
dar. De acuerdo con datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), por
el corredor que atraviesa México hacia Estados Unidos pasan 12.2 millones de inmigrantes al
año, lo que constituye el 90% del total del flujo migratorio latinoamericano hacia los
Estados Unidos y representa el 6% de los flujos migratorios a nivel mundial.

14
FAO Consultores, Análisis de Proyectos de Puertos de entrada en la frontera México-Estados Unidos.
Consultado en:
http://www.nadbank.org/pdfs/publications/NADBANK%20Cruces%20Español%20Sept%2010%2015.pdf

1
Sin dejar de considerar que las recurrentes crisis económicas, políticas y de seguridad que
emergieron durante las últimas décadas, han transformado los patrones migratorios
tradicionales para convertir al coloso norteamericano en lugar de destino de mujeres,
hombres y niños que huyendo de las adversidades que les impone la realidad de sus
sociedades de origen, terminan siendo víctimas de una de las grandes industrias del crimen
organizado: el tráfico de personas.

No menos importante resulta mencionar el costo económico que deben pagar los inmigrantes
ilegales a los “coyotes” para que les ayuden a cruzar la frontera, cuyas cantidades fluctúan
entre los 6 y 8 mil dólares por persona; lo que da lugar a un mercado que genera ganancias
por 7 mil millones de dólares, conforme a datos de la ONU,15 que ha significado un
atractivo para los grupos del crimen organizado, quienes primero le disputaron el control de
dicha actividad a los grupos de “coyotes y después se lo arrebataron, para integrarlo a su
catálogo de ilícitos.

De acuerdo con WOLA, las rutas más peligrosas que siguen los inmigrantes son las que
pasan por estados de Nuevo León y Tamaulipas, zonas bajo control de los Zetas y el
Cártel del Golfo, quienes frecuentemente los hacen víctimas de maltratos, extorsión,
amenazas, secuestro y abusos físicos o sexuales; conforme al informe de las migraciones en
el mundo de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Quien también aduce
que “desde que en 2007 se escinden del Cártel del Golfo”, los Zetas empezaron a utilizar a
los migrantes como una mercancía muy lucrativa y a abrir nuevas rutas para intensificar la
trata de mujeres para explotación sexual y trata de inmigrantes para cruzar droga,
principalmente en los márgenes del Rio Bravo con destino a territorio texano. 16

En tanto que en 2014, WOLA informó que si bien el Cartel de Sinaloa es menos violento, los
Zetas son conocidos por extorsionar y secuestrar a los migrantes y por matar a quienes no
paguen. De acuerdo con el INEGI, durante 2014 se presentaron 682 denuncias de secuestros
a migrantes, un aumento del mil por ciento con respecto a 2013.

En este sentido, se podría considerar que la amplia extensión territorial que integra la
frontera México-Estados Unidos constituye por sí misma el factor que facilita,

15
In Sight Crime, consultado en: http://es.insightcrime.org/noticias-sobre-crimen-organizado-en-mexico/mexico
16
Las rutas más peligrosas de la inmigración ilegal en América Latina, consultado en:
http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/04/150422_rutas_inmigracion_latinoamerica_ep

1
entre otras cosas, el tráfico ilegal de personas, drogas y armas con que se alimenta el poderío
que tienen los cárteles de las drogas y la delincuencia común.

No obstante, eso significaría soslayar la importancia que tiene la ausencia de políticas


efectivas para la regulación del comercio de armas en los estados sureños de los Estados
Unidos, la complicidad de los funcionarios aduanales de ambos lados de las fronteras
con grupos delictivos para facilitar el traslado ilegal de armamento, las lucrativas ganancias
obtenidas por la industria armamentista en la frontera, que en 2012 ascendieron a 8.5 billones
de dólares: el doble de lo que obtuvieron en 2006; así como al bloqueo que han sufrido las
iniciativas de corte internacional promovidas por los gobiernos latinoamericanos para inhibir
la venta de armas en la región y las negociaciones que ha emprendido nuestro gobierno con el
del vecino país para contener el flujo ilegal de armas y municiones hacia nuestro territorio.17

Pero, sin duda, tanto el tráfico de drogas hacia los Estados Unidos como de armas a nuestro
país no podría explicarse sin la existencia de un mercado que alimente la oferta y la demanda.
Lo que en materia de tráfico de armas lleva a formular la obligada pregunta: ¿dentro de
una extensión territorial de más de tres mil kilómetros, por dónde y cómo
ocurre el tráfico ilegal de armas de Estados Unidos a México? Vamos a verlo.

Las rutas del tráfico de armas

Ya hemos señalado que México tiene con los Estados Unidos de América una frontera
continental con una extensión de 3 mil 142 km de extensión, de los cuales el 66% es fluvial
y el 34% es terrestre.

La extensión territorial de la franja fronteriza, 315 mil 219 km, representa el total de la
superficie de los seis estados que conforman la frontera norte de México. Además de que en
dicha región se encuentran siete de los 43 ríos más importantes del país.

También, existen considerables extensiones de áreas desérticas o semidesérticas


insuficientemente vigiladas que ofrecen a las redes del crimen organizado numerosas rutas
para el contrabando de drogas ilegales, recursos naturales, armas

17
Small Arms Survey 2012, Op. Cit.

1
y personas, convirtiendo a la frontera en una puerta de entrada con múltiples accesos hacia el
mercado más grande del mundo.

Con relación al tráfico ilegal de armas, en 2009 la Procuraduría General de la República


(PGR), presentó al Senado de la República un reporte donde da cuenta de la existencia de
cuatro grandes rutas por donde pasan las armas de Estados Unidos hacia México: Pacífico,
Centro, Golfo y Sur. En las cuales se utilizan los 19 pasos formales (garitas) existentes así
como las incontables brechas que se ubican a lo largo de los 3 mil 152 kilómetros que
comprende la franja fronteriza.

Por su parte, la ATF estadounidense señaló en 2010 que San Diego, Nogales, El Paso, Laredo
y McAllen, son las principales puertas por donde ingresan ilegalmente las armas a México.
Fuente: United States Government Accountability Office ce y PGR,. Consultado en:
http://archivo.eluniversal.com.mx/graficos/especial/EU_armas/

Como ejemplo, para ilustrar la complejidad que representa el establecer controles eficientes
que inhiban el trasiego ilegal de armas, la PGR dio cuenta de que tan sólo entre los
municipios de Ojinaga y Ciudad Juárez, Chihuahua, existían (en el año de referencia)
alrededor de 300 brechas para cruzar la frontera y que el armamento ilegal proveniente de
los Estados Unidos ingresaba a nuestro país por todos los

1
medios posibles, muchas veces con la complicidad de los funcionarios aduanales de ambos
lados de la frontera, incluyendo los cuatro cruces formales.18

En paralelo, el informe intitulado EE.UU. Los esfuerzos para combatir el tráfico de


armas a México: Planificación Cara, Coordinación y Desafíos, publicado por la Oficina
del Gobierno de los Estados Unidos, dio a conocer que “es imposible saber cuántas armas de
fuego son introducidas ilegalmente a México en un año determinado (pero que) alrededor del
87 por ciento de las armas de fuego incautadas por las autoridades mexicanas y rastreadas en
los últimos 5 años se originó en los Estados Unidos”. (…) y que, de acuerdo con datos de la
Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF), estas armas
provienen de tiendas de armas y ferias de armas en los estados fronterizos
del suroeste”(Las negritas son nuestras).19

En tanto que en 2013, a través de su estudio Violencia, Drogas y Armas. ¿Otro futuro
Posible?, el Instituto Igarapé y la Universidad de San Diego daban a conocer una
panorámica de Latinoamérica, para señalar que la circulación y acceso a las armas de fuego y
municiones en la región se había incrementado considerablemente “mediante las
transferencias internacionales en el mercado legal y la intensificación de los flujos en el
mercado negro”. Lo que convertía al continente en “(…) un bazar de armas que se surte
principalmente de Estados Unidos”, con excepción de Brasil, donde la mayor parte de armas
son de fabricación nacional, y dando cuenta que 40% de las armas que poseen los
cárteles del narcotrafico que operan en México provienen del estado de Texas.
20

Mientras que durante el mismo año, una investigación realizada por la cadena de noticias
Univisión21 encontró que el incremento de homicidios cometidos con armas de
fuego en los municipios mexicanos cercanos a la frontera norte y que son
cruzados por carreteras federales, estaban estadísticamente relacionados con
el incremento en la producción de armas que se realizaba en

18
PGR, Tráfico de armas, México-USA 2009, México, 2009. Consultado en:
http://archivo.pgr.gob.mx/prensa/documentos.asp?page_no=3&tRcd=&day=&month=&year=&c=
19
Consultado en: http://www.gao.gov/products/GAO-09-709
20
Documento preparado para el Foro Regional Seguridad Ciudadana, Política de Drogas y Control de Armas, organizado por
el Sistema Tecnológico de Monterrey y la Comisión Global sobre la Política de Drogas, México, 2013.
21
Univisión Noticias, 8 de julio de 2013, Relacionan homicidios con producción de armas en México y EE.UU.
Consultado en: https://www.youtube.com/watch?v=tJTGOAj8WkE

1
los estados americanos limítrofes con México; a saber: Texas, Nuevo México,
Arizona, y California.

Haciendo hincapié en que la producción armamentista en dichas entidades había


alcanzado los 4.5 millones de unidades en el quinquenio 2006-2011 y que,
además, en ellas se encontraban instaladas 6 mil 770 tiendas de armas, lo que
representaba el 13% del total de las armerías existentes en el país vecino. Sin dejar de añadir,
que Texas y Arizona se destacan como los estados que más armas habían
producido durante los años previos a la realización de la investigación, con 2
millones 229 mil 632 y 2 millones 39 mil 371 unidades, respectivamente.

Asimismo, el reportaje daba cuenta de que durante el mismo periodo se cometieron, en


promedio, 17 homicidios al año con arma de fuego en los municipios mexicanos que se
encuentran a menos de 500 kilómetros de la frontera norte; destacándose Ciudad Juárez,
Chihuahua, que durante el bienio 2010-2011 sufrió una profunda crisis de violencia criminal
e inseguridad, que le llevó a ser considerada como la ciudad más peligrosa del mundo.

El tráfico de armas de sur a norte

Ya se ha mencionado que las actividades delictivas en que se sostienen las estructuras del
crimen organizado en México son el tráfico y producción de drogas, el secuestro, el narco
menudeo, el tráfico de personas y el lavado de dinero. Sin embargo, y de acuerdo con
informes oficiales de ambos lados de la frontera, se sabe que dichas
organizaciones no controlan el tráfico de armas de fuego.

También, se sabe que en los Estados Unidos no operan grupos delictivos dedicados al tráfico
de armas y pertrechos pero sí un mercado y una legislación que genera amplias facilidades
para la compra-venta de armas. Esto es así porque en la Segunda Enmienda de la
Constitución de los Estados Unidos de América se establece que todo ciudadano tiene
derecho a comprar, portar y usar una arma de fuego. Circunstancia que hace posible que
existan 270 millones de ellas en manos de civiles, en un país que cuenta con una población de
308 millones de personas.

Si bien no existe una legislación uniforme en todas las entidades que conforman los Estados
Unidos, las posibilidades que existen para la compra de armas por parte de

1
civiles es amplia y con muy pocas restricciones. Tan es así, que el poder de penetración
social del mercado de armamento le ha permitido extenderse hasta las llamadas tiendas de
autoservicio, como Wal-Mart, donde es posible adquirir una amplia gama de armas ligeras y
hasta rifles de asalto propiamente sin restricciones, pues a los compradores únicamente se les
solicita ser mayores de 21 años, presentar una identificación oficial y llenar un formulario.

Más aún, la política armamentista que priva en dicha nación permite que toda persona
que no haya sido juzgada como criminal pueda comprar grandes cantidades de armas y
municiones a precios bajos, haciendo posible que quien así lo desee pueda tener un arsenal
en sus manos a muy bajo costo.

La extensión del mercado de armas y las facilidades legales con que cuentan los
estadounidenses para adquirirlas, hace posible que se genere un fenómeno que beneficia el
tráfico de armas hacia México, que son adquiridas mayoritariamente por los grupos del
crimen organizado.

Traficantes y tráfico de armas: el tamaño del problema

De acuerdo con la Comisión de Seguridad Hemisférica de la Organización de Estados


Americanos (OEA), los narcotraficantes mexicanos adquieren las armas a través de
compradores intermedios o corredores, generalmente ciudadanos estadounidenses y/o
residentes legales en el país vecino, quienes se encargan de organizar las transferencias de
armas entre dos o más entidades, reuniendo a compradores, vendedores, transportistas,
proveedores de financiamiento y aseguradores, "(…) a cambio de una contrapartida
financiera, recibiendo una comisión del proveedor de armas, del receptor de las mismas
o de ambos”; 22 mismas que son trasladadas a México, en pequeñas cantidades, usando todos
los recursos que les sean posibles, incluidos los autos que utilizan los grupos delictivos para
el tráfico de drogas.

De acuerdo con el citado documento, no todos los corredores realizan actividades ilegales e,
inclusive, en muchas ocasiones algunos gobiernos dependen de ellos para negociar acuerdos
en su nombre con las autoridades responsables de otros

22
OEA, Borrador de estudio sobre corretaje de armas pequeñas, Exposición de la Secretaría Ejecutiva de la
CICAD, para la Comisión de Seguridad Hemisférica, febrero de 2003, s.d.p.

1
países, y utilizan sus servicios para facilitar el embarque de las armas y pertrechos más allá
de las fronteras nacionales.

Como empresarios, e independientemente de que actúen o no a nombre de un gobierno, los


corredores pocas veces tienen interés en saber a quién venden las armas; es decir, su único
interés es realizar las transacciones y obtener ganancias. Lo que posibilita que, a sabiendas o
por inadvertencia, traten con grupos insurrectos, mercenarios e integrantes de grupos ligados
al crimen organizado.

Un dato que ilustra la magnitud del fenómeno, lo aportó la ATF en 2014, al reportar que de
las 99 mil armas de alto poder incautadas entre 2007 y 2011 en México por estar involucradas
en delitos de alto impacto, el 80% de ellas fueron compradas por ciudadanos estadounidenses
en armerías legales ubicadas en los estados fronterizos con nuestro país, 14% por mexicanos
y el resto por ciudadanos de origen guatemalteco, jamaiquinos, surcoreanos y alemanes, entre
otros.

Esta situación se ve favorecida por el alto número de armerías existentes en


dichos estados, particularmente en la parte central de Texas que incluye
ciudades como San Antonio, Dallas, Fort Worth, Austin, Waco y los suburbios de
Houston, el norte de Phoenix, Arizona, y Santa Fe, Nuevo México; estados y ciudades que
las autoridades norteamericanas han señalado como la zona donde son adquiridas el mayor
número de armas que se introducen a México de manera ilegal. Más aún, se sabe que muchos
de esos negocios sobreviven gracias a las voluminosas cantidades de armas que les compran
las organizaciones delictivas mexicanas a través de sus intermediarios.

De acuerdo con datos proporcionados por organismos gubernamentales estadounidenses y


mexicanos, integrados a partir de los reportes de incautación de armas a los grupos delictivos
que operan en México, se sabe que con fluctuaciones en su cantidad y
temporalidad, son 14 las entidades mexicanas donde se han suscitado el mayor número de
decomisos de armas y pertrechos.

Al respecto, en 2009 la PGR reportó que:

 Los estado con mayor número de decomisos de armas largas fueron:


Michoacán, Tamaulipas, Sinaloa, Sonora, Baja California y Chihuahua.
 En Municiones, Tamaulipas, Baja California, Michoacán, Sonora, Sinaloa y
Chihuahua.

1
 En granadas, Tamaulipas, Michoacán, Chiapas Sinaloa y Nuevo León.

Como resultado de los decomisos, los grupos más perjudicados fueron el Cártel del Golfo, los
Zetas y el Cártel de los hermanos Arellano Félix, a quienes se les identificó por contar con
mayor presencia, activismo violento y delictivo, en los estados antes mencionados. 23

Seis años más tarde, la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) informó que entre
enero de 2005 y febrero de 2015, el Ejército mexicano decomisó 147 mil 41 armas
que estaban en poder de grupos de la delincuencia organizada o de civiles no
autorizados para portarlas. De las cuales 60% fueron armas largas: escopetas, rifles,
fusiles automáticos y semiautomáticos, armas tipo francotirador, ametralladoras y
lanzagranadas, entre otras más; lo que promedia un total de 40 armas decomisadas
por día. Asimismo, se informa que durante el mismo periodo se decomisaron alrededor
de 15 millones 800 mil municiones de distintos calibres, incluyendo 13 mil
granadas.

De acuerdo con cálculos realizados por el analista Arturo Rangel, la suma de las
incautaciones alcanzarían para armar a los 60 mil marinos con que cuenta la
Armada de México, a los 45 mil integrantes de la Policía Federal o al 60% de
los elementos operativos con que cuenta el Ejército mexicano. Es decir, que
con el armamento incautado a los grupos delictivos a lo largo de una década, se podría armar
a un ejército que superaría, en proporción de dos a uno, al total de las fuerzas armadas
federales antes señaladas. 24

La cantidad de armas que han estado y están en poder de la delincuencia organizada, así
como el uso que se les da, se encuentra asociada con el porcentaje anual de homicidios
culposos cometidos con armas de fuego durante el periodo señalado. Cuyas tendencias, si
bien fluctuantes, se mantuvieron al alza de 2005 a 2010, pasando de 28.5 en 2005 a 60.3% en
2010, para iniciar un ligero declive a partir de 2011 que lo sitúa en 55.6% para 2014,
no dejan de ser alarmantes. particularmente si se hace explícito que del 55.6% de las
averiguaciones previas iniciadas por homicidios dolosos en el país, se corroboró que dichos
delitos se cometieron con armas de fuego.

23
PGR, Op. Cit.
24
http://www.animalpolitico.com/2015/04/el-arsenal-de-la-delincuencia-en-mexico-casi-150-mil-armas-y-13-mil-
granadas-en-10-anos/

1
De ese es el tamaño del problema del tráfico de ilegal de armas de México a Estados
Unidos y el poder de fuego que ha logrado acumular el crimen organizado y que usa para
asesinar, amedrentar, extorsionar, sembrar el terror como forma de vida en las zonas donde
actúa, confrontar a las fuerzas del orden y romper la paz y el orden social en México.

La otra cara de la moneda: violencia armada en los Estados Unidos

Además de ser el primer productor de armas de fuego en el mundo, los Estados Unidos es
uno de los países más poblados, lo que lo lleva a ocupar el tercer lugar en el ranking
mundial, con sus casi 322 millones de habitantes, sólo por debajo de China y la India.

No obstante que el total de la población estadounidense constituye sólo el 5% de la población


mundial, los Estados Unidos posee entre el 35 y 50% del total de las armas existentes en el
planeta. Situación que lo coloca como el país con la mayor tasa de armas por
persona, con 88.9 armas por cada 100. Lo que significa, de acuerdo con el Centro de
Investigación Pew, que hay entre 270 y 310 millones de armas de fuego circulando
en manos de la población estadounidense; es decir, casi un arma por
persona.25

Al amparo de esta consideración, no resulta difícil explicar el por qué los Estados Unidos
ocupa, también, el primer lugar en el mundo en tiroteos masivos que, de 1994 a
2014, le han significado la muerte de 540 mil personas por armas de fuego. Cifra ligeramente
superior al número de soldados estadounidenses muertos en la Primera y Segunda Guerra
Mundial.26 Al respecto, importa señalar que los tiroteos masivos son definidos dentro del
vecino país como “aquellos en los que hay cuatro o más víctimas”, sin incluir los asesinatos
entre pandillas ni aquellos que involucran a varios miembros de una familia.

De acuerdo con el Departamento de Justicia entre 2001 y 2015 han muerto, en promedio, 10
mil estadounidenses por disparos de armas de fuego. Colocándolo como el líder en
homicidios con armas de fuego, dentro de los países más desarrollados, por encima de Japón,
Reino Unido, Alemania, Australia y Suiza.

25
http://www.pewresearch.org/fact-tank/2013/06/04/a-minority-of-americans-own-guns-but-just-how-many-is- unclear/
26
Anexo: Guerras por número de muertos, en:
https://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Guerras_por_número_de_muertos

1
Situación que se ve agravada, al considerar que mueren más niños menores de 6 años por
arma de fuego que policías en activo, conforme a los datos del Centro de Control de
Enfermedades estadounidense, quien informó que en 2013 82 niños perdieron la vida por un
disparo, contra 27 agentes.

Más aún, en agosto de 2015, en el marco de la Conferencia Anual de la Asociación


Sociológica Estadounidense, el investigador de la Universidad de Alabama, Adam Lankford,
señaló que en Estados Unidos la gente tiene más posibilidades de morir en un tiroteo
27
masivo si se encuentra en el trabajo o en la escuela, situación que no se reproduce en
ninguno de los 175 países con que fue comparado el fenómeno norteamericano, incluyendo a
México, Venezuela y Nigeria, que padecen severas crisis de inseguridad pública.

Sin duda, se podrían ensayar muchas explicaciones y explorar perfiles criminológicos de los
autores de los homicidios con armas de fuego en los Estados Unidos, pero es evidente que el
origen de este fenómeno se encuentra en la facilidad con que los estadounidenses pueden
adquirir las armas de fuego y sus pertrechos.

Lo que sumado al culto a las armas que se encuentra arraigado profundamente en la


sociedad norteamericana, como justificación a su defensa interna contra las tentaciones de
las tiranías y de defensa de los derechos individuales en contra de los poderes del Estado,
constituyen un riesgo para la seguridad pública y significa un alto costo en vidas que
menguan profundamente la credibilidad en la teoría de la seguridad interna que enarbola la
élite norteamericana para justificar sus políticas xenófobas y armamentistas, implementadas
desde siempre y fortalecidas a partir de los atentados terroristas de septiembre de 2001.

Argumentos que han servido, también, para fortalecer a la industria armamentista y como
sustento político a grupos, como la poderosa Asociación Nacional del Rifle, que se oponen a
la aprobación de leyes para la regulación de venta de armas los cuales, sin duda, han ganado
hasta el momento pero no han podido atenuar la alarma y malestar social por los recurrentes
tiroteos masivos que de 2013 a diciembre de 2015 suman 944; lo que significa que ha
sucedido casi uno por día, arrojando un saldo de mil 260 personas muertas y tres mil 606
heridas.

27
Why the U.S. is No. 1 in mass shootings. Consultado en: http://www.latimes.com/science/sciencenow/la-sci- sn-united-
states-mass-shooting-20150824-story.html

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