Caras y Caretas Buenos Aires 1 2 1936 N o 1 948
Caras y Caretas Buenos Aires 1 2 1936 N o 1 948
Caras y Caretas Buenos Aires 1 2 1936 N o 1 948
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la nueva
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u. 1
CAüAtvCÁÜETAI
ENTRE LAS DOS INVASIONES INGLESAS .
H ASTA ios anónimos — tan vernáculos, La vida toda ha cambiado; lleva otro
tan típicos, — visto que no podían des- rumbo y se ajusta a otro andar; ha cam-
aparecer, habían cambiado de sentido biado por fuera y por dentro. Nadie es el
y de dirección. Se habían vuelto patrióticos... que era. Nadie cumple las faenas habituales.
No la vida privada sino la vida pública cons- Pacíficos vecinos de ayer — tenderos o bar-
tituirá en lo sucesivo su blanco. Descanse beros — ahí andaban ahora cargando es-
la honra, duerma en paz la modestia; no pada y luciendo arreos de guerra, y como
pasen cuidado los defectos físicos; no se por guardar simetría, en la pauta de lo des-
duela de sus pocas prendas la pobreza; no usado, militares de los de Sobremonte ves-
se atemorice el dichoso por su buena estre- tían de simples paisanos, tristes juramen-
lla; por mucho tiempo transcurrirán las ter- tados del día de la rendición.
tulias sin "noticias individuales de los su- Y nada había que estuviese en su anti-
jetos que más chocan en la ciudad". Ni a guo quicio: ni el horario de las tiendas ni
éste le llamarán el majo, ni al otro el fan- la hora de los oficios en los templos; y se
tasmón, ni saldrán a relucir las tocas de la iban la mañanas, las tardes y las noches
Fulana ni los botones de la Perengana. entre cuidados nuevos y militar disciplina;
¡Pero tiemble el Go- y de veras aue nadie
bierno ! hubiera reconocido a la
Véase por el siguien- s o ñ o l i e n t a y plácida
te dechado cómo es cier- Buenos Aires anterior
to que hasta los pasqui- ^ a Beresford, según es-
nes se habían vuelto • taba hecha una Esparta
heroicos, incluso por la • ^ D I B U J O DE F A B E B aquella Arcadia.
C A R A ^ Y CARETAJ*
^ £ 1 PAÍS DE LA JUNGLA
D UDYARD Kipling, en su
^maravilloso cuento " T o o -
""31 el de los elefantes", nos ha
Pintado_ la graciosa figura de
°s diminutos cornacas, conduc-
ores de elefantes, que compiten
.^°n los hombres al dirigir los
pasos del gigantesco paquidei-
!S°- Aquí vemos a uno de los
loomai, trabajando para un
™m británico, con el elefante
^^bu, del maharajá de Mysore.
JVLadrugddd en
la finca AtalivaPorHerrera
Eargij, a largo del cerro
DéSpéSsfise en cascada.
Cumbre abajo,
Las majadas
D e nubes
Chascas.
E n el corral
m u g e n las vacas
^ j * A l hambriento ternero,
Que aprisionado en el chiquero clama.
Las lecheras sumisas
T r a e n sobre las ancas
H ú m e d a s de rocío
U n resto de alba.
L a ordeñadora
Saca
E l ^quido, oloroso
A hierbas junto al ag^ua:
chor^DS blancos, versos virgüianos,
el cántaro cantan.,
ios los vasos coronados
e "apoyo", bienamada!
ensombrecidos, nuestros ojos
fon avidez de espacio se derraman
Sobre el paisaje nuevo
D e la m a ñ a n a ;
Y en u n ensueño claro
Nuestras almas
• Hacia las cumbres,
Jiintas se alzan
Dásde el lago del ciénago, fragante
D i los "pájaros-bobos" y "pichanas",
• E n el vuelo apacible
.- De dos garzas.
C A R A / Y CARETA/
D umds
p93 hu^r^al
la pequeña cíuc
CÜssón para d í - « ^
a la aldea de San C r i ?
Pin y se hub' ' " '
nido sobre
la mi
la
M o L a ^ hubiese
otra part'o^gK
-' Un extraño y o ^ f
ginal espectáculo. ^
En la dirección don-
°2 sus ojos hubieran
buscado la aldea, pt
dida entre los árbol
"abría visto en n:
de Un h o r i z o n t
sombreado por
Púsculo, tres o v^
columnas de h
^ue aisladas en su ba-
^^; juntándose y alar-
gándose, se balancea-
ban por un insta/te,
^°nio una cúpulajfu
nida y cediendoMan-
lamente a la b r i i de.
°^5te. se confundían
"^pn las nubes de un
j'^lo bajo y sombrío.
S"ego hubiese visto
^°nio aquella masa de
Uttio se encendía y
^^mo del techo de las
asas brotaban lenguas
10 CARAy Y CARETAy
de fuego que serpenteaban en el aire con un ru- natural era conocida de todo el ejército, que en
mor sordo, ya torciéndose en espirales, ya encor- un día de batalla le había visto hundir un cas-
vándose y volviéndose a levantar. Después hubie- co hasta la coraza, y en un día de parada
ra observado cómo las ventanas se abrían para había visto cómo ahogaba entre sus piernas a
vomitar grandes llamaradas de fuego; cómo de un caballo desbocado.
vez en cuando se hundían los techos y cómo a Este hombre no debía vivir mucho más tiem-
la luz de un volcán, en que resplandecían milla- po que Mar^eau; pero menos feliz que él, su
res de chispas, brillaban las armas de un sinnú- destino era morir envenenado por mandato
mero de soldados que reían y gritaban y que de un rey.
le hubieran hecho exclamar: " ¡ O mucho me Era mi padre, el general Alejandro Dumas.
engaño, o lo que veo es un ejército que se — ¿Quién te trajo esta orden? — preguntó
calienta en el incendio de una aldea!" a Marjeau.
Y efectivamente: una brigada republicana, — Delmar, el representante del pueblo.
formada por unos mil doscientos o mil quinien- — Está bien. ¿Dónde deben reunirse esos
tos hombres, había encontrado la aldea de San desdichados?
Crispín abandonada, y la había incendiado. — En un bosque, a media legua de este
Aquello no era una crueldad: era ,un medio sitio. Consulta el mapa: aquí está, ¿ves?. . .
de guerra, un plan de campaña como cualquier — Ciertamente; pero en el mapa no están
otro y que la experiencia probó que era el único los valles, las montañas, los barrancos, los ár-
bueno. boles cortados y los mil inconvenientes que
Sin embargo, veíase una casa que no ardía, obstruyen el verdadero camino y en el cual has-
y hasta parecía que se hubieran tomado las nece- ta de día no se pueden reconocer nuestros hom-
sarias precauciones para que el fuego no llegase bres... ¡Vaya un país del infierno!... ¡Sin contar
hasta ella. Velaban en su puerta dos centine- con que hace en él un frío insoportable!
las y a cada instante oficiales del estado mayor •—-Pues, mira — dijo Marcean, abriendo la
entraban y salían, como para recibir y llevar puerta de la choza y mostrándole el incendio
órdenes. que devoraba la aldea; sal afuera y podrás ca-
Quien daba esas órdenes era un joven de unos lentarte . . .
veinte a veintidós años, de largos y rubios ca- En ese momento un grupo de soldados ha-
bellos, que partían de su frente cayendo en dos bía descubierto en una especie de gazapera, cer-
mitades sobre sus flacas y pálidas mejillas, y ca de la choza donde estaban los dos generales,
cuyo rostro se distinguía por ese sello de fatal a un labriego vendeano, el cual parecía ta.a
de tristeza, que caracteriza a los que están desti- beodo, que probablemente no había podido se-
nados a morir muy jóv-nes. Su capa entreabierta guir en su fuga a los_ habitantes de la aldea.
dejaba ver sobre sus hombros las charreteras de Era un jayán de semblante estúpido; con
general, charreteras que eran de lana, pues los un gran sombrero, cabellos largos y blusa de
generales republicanos habían hecho a la Con- color gris; un ser que semejaba el boceto de un
vención la ofrenda del oro que adornaba su hombre, un animal descendido al grado de bes-
uniforme. tia, pues no parecía sino que a aquella masa
Este joven se hallaba frente a una mesa, en- de carne le faltaba hasta el instinto.
cima de la que se yeía un mapa, en el cual tra- Mergeau le dirigió algunas preguntas; pero
zaba — con un lápiz y al resplandor de una el pafots y el vino hicieron ininteligibles sus
lámpara que palidecía con el del incendio — el respuestas. Iba a dejarlo a merced de sus sol-
camino que debían seguir sus soldados. Era el dados, cuando el general Dumas dio orden para
general Margeau, que tres años más tarde había que se evacuara la choza y se encerrase en ella
de morir en Altenkirchén. al prisionero; un soldado le empujó hacia su
— ¡Alejandro! — exclamó incorporándose interior. Iba tambaleando, a apoyarse en la
a medias. . . ¡Alejandro! ¡eterno dormilón! pared, cuando vaciló y cayó de bruces en el
¿sueñas tal vez con Santo Domingo para dpr- suelo, donde quedó sin movimiento. El centi-
mir tanto tiempo i" nela que había en la puerta ni siquiera se tomó
— ¿Qué ocurre? — dijo levantándose so- la molestia de cerrar la ventana.
bresaltado el hombre a quien la interpelación — Dentro de una hora podremos empren-
se dirigía y cuya cabeza llegó casi a rozar el der la marcha ^— dijo el general Dumas; ya
techo de la choza; ¿qué ocurre? ¿Viene ei tenemos un guía.
enemigo? . . . _ ¿Cuál?
•—-No — dijo Margeau; — pero nos ha — Ese labriego.
llegado una orden de Westermann, nuestro ge- — Ciertamente, si queremos marchar maña-
neral en jefe. na. Con lo que ha bebido ese animal, necesita
Mientras el que acababa de despertar leía veinticuatro horas para dormir la mona.
esta orden, Mar^eau contemplaba con cierta El general Dumas sonrió.
curiosidad las musculares formas del Hércules — Ven — dijo a Mat^eau.
mulato que tenía ante sus ojos. Y le condujo a la gazapera donde se había
Era éste un hombre de veintiocho años, de dado con el labriego. Un simple tabique la
cabellos cortos y encrespados, tez morena, fren- separaba del interior de la cabana y estaba llena
te ancha, dientes blancos, y cuya fuerza sobre- de grietas que permitían ver y oír lo que un
C A R A / Y CARET/v/ 11
"'^s'? ^^^^^ hablaban nuestros dos generales, soldados se hallaban distraídos, y entonces acer-
ma jy^"'^ — 1^ '^'jo 3 Margeau el general Du- cándose a la ventana, y cuando no estaba de
cía'" ^'^^'^isndo al ascendiente que en él ejer- ella más que a tres pies de distancia, encogió el
del ' \ ? ' ^ ' S O ' Marcean observó por las rendijas cuerpo, sacó un arma que llevaba oculta en su
án , 'í'^^ ^^ prisionero, que había caído en el pecho y dando un brinco digno de un jaguar,
guio más obscuro de la choza y donde con- se lanzó fuera de la choza.
t'nuaba inmóvil. Margeau lanzó un grito de sorpresa. No ha-
Vlargeau se volvió entonces para buscar a su bía tenido tiempo de evitar ni de prever su fuga.
'parada; pero éste se había eclipsado. El vendeano, al caer fuera de la ventana, .$e
H»! í^^° 'solvió a fijar los ojos en las rendijas encontró con el general Dumas, a quien quiso
tabique, le pareció que el aldeano había he- herir con su cuchillo; pero éste, tomándole el
o Un ligero movimiento y que su cabeza se puño, lo apretó contra su pecho.
laba colocada en una dirección que le per- — Y bien, Margeau — dijo el general Du-
j /'•','' examinar todo el interior de la choza. El mas, — te había prometido un ,guí,a y aquí
riego abrió sus ojos bostezando prolonga- lo tienes; por cierto que es muy listo.
mente, como el hombre que despierta de un Y dirigiéndose al labriego, añadió:
go sueño, y vio que estaba solo. Un resplan- — Podría mandar que te fusilasen ahora mis-
r de alegría e inteligencia cruzó visible por mo; pero me conviene que vivas. Oíste nuestra
™ rostro. conversación, pero te prometo que no darás
. .^'^'•'onces Margeau comprendió que hubiera noticia de ella a los que te han enviado. Ciuda-
^° víctima de su astucia, si una mirada más danos — prosiguió, dirigiéndose a los soldados,
"^'^ra que h suya no lo hubiese adivinado y a quienes esta curiosa escena había reunido en
°mprendido todo. El general siguió examinan- torno del general: — que dos de vosotros aga-
P Con más atención al labriego: sus ojos vol- rren de la mano a ese picaro y lo pongan al
Wron a cerrarse y sus movimientos íucron los frente de la columna. Será nuestro guía; pero
SI hombre que vuelve a tomar el sueño; en uno cuando sospechéis,que os engaña, al primer mo-
^ ellos acercó el pie a la mesa donde estaba el vimiento que haga para emprender la fuga, fal-
apa y la orden del general Westermann, que cedle saltar los sesos.
larjeau había dejado sobre ella, y dándole.un Después, algunas órdenes dadas en voz baja,
'Wpujón la hizo caer al suelo. El centinela en- devolvieron la agitación a aquella línea rota de
feabrió la puerta, adelantó su cabeza en el in- soldados, que se extendía alrededor de las ceni-
erior de la estancia, y dijo riendo a uno de zas que habían constituido una aldea. Los pe-
^•if camaradas: "Es el ciudadano que está dur- lotones se convirtieron en compañías, éstas se
"'lendo su mona". soldaron unas a otras, y se formó una gran
. til labriego oyó estas frases, entreabrió sus líne;r"que bajó la hondonada que separa San
JOS, lanzó al soldado una amenazadora y ful- Crispín de Montfaucón; y cuando algunos mi-
gurante mirada y luego, haciendo un rápido nutos después la luna, apareciendo entre dos nu-
"Movimiento, se lanzó sobre el papel y se lo bes, iluminó aquella cinta de bayonetas que se
°<^ultó rápidamente en el pecho. deslizaba sin producir rumor alguno, se hubiese
Ayudándose luego con el codo y las rodillas, creído ver deslizándose en la sombra una in-
avanzó con lentitud, arrastrándose como un rep- mensa serpiente negra, con grandes escamas
Ü hacia la puerta de la choza; vio que los de acero.
I I
vañtT ' , '^'^^ ' ^ ' ' ° ' i padre mío! — exclamó, Ue-
sus 'A '"anos a su frente como para fijar
I I I
JS^ ^"^ puerta del mesón el joven halló un las masas existe el hábito del servilismo? ¿Por
^CjS^'^Estacamento de treinta hombres que el ventura el pueblo, según dice Shakespeare, no
. . ^ g e n e r a l en jefe le enviaba para que le conoce más medio para premiar al asesino de
'•Viese de escolta hasta Nantes. César que haciéndolo también César? He ahí
al t] '"''^ 1^ acompañó un buen trecho; pero por qué hay tiranos de la libertad, como los hay
j . , ^gar a una legua de Chollet, su amigo iiisis- de la monarquía.
para que se volviera, con tanto más motivo La sangre corría por las calles de Nantes, y
anto era peligroso andar solo por aquellos Carrier, que era a Robespierre lo que la hiena es
al tigre y el chacal al león, se embriagaba en
'\.despidió, pues, de los dos jóvenes y em- aquella sangre.
Xí el galope desapareció a sus ojos. Había inventado nuevos medios de matanza.
M.ar^eau deseaba estar solo con la joven que La guillotina se embotaba muy pronto. Imaginó
debja contarle su historia, y en su concepto ésta los "baños" que hicieron célebre su nombre. Para
debla ser interesante. Acercó su corcel al de ello se construyeron naves a propósito. Todo el
Bl;^_^a y le dijo: mundo iba a verlas en el astillero. Tenían vál-
, Ahora que nos hallamos tranquilos y que vulas de veinte pies que se abrían en el fondo
ínios andar mucho, hablemos de vos un de sus quillas para echar al mar a los infelices
j ^°' Decid: ¿por qué os hallabais en la reunión que se destinaba a este suplicio. El día en que
'Os yendeanos? ¿Por qué tenéis la costumbre se verificó su ensayo, había en la playa tanta
f ^sstir el traje de hombre? Hablad: contadme gente como aquel en que se hace el lanzamiento
So de VQ5 de vuestra juventud, de vuestra de una nave, con un gran ramillete en el paio
"ifancia. mayor y banderas y gallardetes en sus vergas.
Djanca entonces le contó su historia; cómo Pero, volvamos a Margeau y a su familia.
nao aún niña había fallecido su madre, de- El solo nombre de Mar^eau, que gozaba de
J^ndola al cuidado del marqués de Beaulieu; fama de un republicanismo tan puro, la prote-
Wo éste la había familiarizado con los ejer- gía contra Carrier, y rfadie hubiera osado hacer
cíos Varoniles, los cuales al estallar la revolu- recaer ni la más leve sospecha sobre su madre
on le habían sido muy útiles, puesto que le o sus hermanas, una de las cuales, que tenía
abian permitido seguir siempre a su padre. .dieciséis años, estaba por casarse cuando su
ontole los hechos principales de aquella gue- hermano y Blanca llegaron a Nantes.
Ja, desde la sublevación de San Florentín hasta Blanca fué entregada a las dos jóvenes, quie-
^ombate en que Marcean la había salvado. nes, como sucede generalmente a esa edad, se
olanca habló durante mucho tiempo, y Mar- hicieron sus amigas desde el primer momento, y
le proporcionaron un traje de mujer; viéndose
í'^au la escuchaba con delicia. '
obligada a aceptar el vestido de la una y el
^•. ^' momento en que concluía su relato,
chai de la otra, para no descontentar a ningún.
lose en lontananza la ciudad de Nantes, cuyas
Cuando Mar^eau la vio aparecer así vestida, se
'^~ resplandecían entre la bruma de la noche. quedó extasiado.
. '^l pequeño ejército cruzó el Loire y unos
Bajo el traje de hombre, apenas si había ob-
staates después Margeau estaba en brazos de
servado sus gracias y atractivos, que recobró en
?>adre, a quien presentó su joven compañera.
todo su brillo ta:i;i pronto como vistió de mujer.
*-omo Blanca manifestara el deseo de vestir
Tainbién es cierto que había hecho lo necesario
traje de su sexo, las dos hermanas de Mar- para mostrarse hermosa y que al colocarse fren-
, 1 se disputaron la dicha de convertirse en sus te al espejo había olvidado por un momento
'^'^^ellas. la guerra, la Vendée y las matanzas.
Cantes agonizaba, a la sazón, bajo el terrible Margeau quiso hablarla y no supo decir nada.
°.^°nsulado de Carrier. Blanca le tendió su mano, alegre y sonriendo,
sj '^^traño espectáculo el de una ciudad en- pues comprendió que el joven la encontraba
(jg ^rentada y destrozada por las mordeduras tan hermosa como ella quería aparecer ante
don 1^ ^?'° hombre!. . . Uno se pregunta de sus ojos.
niij . 'vi^ue esa,fuerza que domina a ochenta Blanca se sentía dichosa. Lo único que la
SQU ^'í'dadanos y por qué cuando un hombre entristecía era el pensar en su padre. Marcean
taj,. , "-^ ¡yo quiero! los demás hombres no gri- la distraía con la historia de sus primeras cam-
ipues nosotros no queremos! ¿Seta que en
16 C A R A y y CA.KETAJ"
pañas; a los quince años, de simple colegial se "¿Qué puedo hacer por vos, amigo mío, por
había convertido en soldado, a los diecisiete vos, que tanto habéis hecho por mí?"
era oficial, coronel a los diecinueve y general Agitados por estos sentimientos que adqui-
a los veintiuno. rían cada día nueva fuerza, Blanca y Margeau
Blanca le hacía repetir con frecuencia su his- pasaron algunos días en Nantes.
toria, porque en ella no había ni un solo epi- Por fin llegó aquel en que se debía celebrar
sodio de amor. el matrimonio de la hermana del joven.
Y, sin embargo, Margeau había amado, había Mar^eau eligió, entre las joyas que había
amado con toda la fuerza de su alma; por lo mandado buscar con ese motivo, un precioso
menos así lo creía él. Pero había sido engañado, aderezo que ofreció a Blanca.
burlado, y el desprecio se había apoderado de Esta lo miró al principio con coquetería,
él con tanta energía, que su corazón no tenía pero luego volvió a encerrarlo en su estuche,
ya pasiones. La sangre que ardía en sus venas diciendo:
se había enfriado lentamente; la melancolía ha- — Dada mi situación, ¿puedo aceptar joya
bía reemplazado a la exaltación. Margeau, en alguna? ¡Cómo he de aceptarla, si quizá mi
fin, antes de conocer a Blanca, no era más que padre anda de granja en granja, mendigando
un enfermo, privado — por la ausencia súbita un pedazo de pan y una cama en que descan-
de la fiebre — de la energía y de la fuerza sar!. . . ¿Olvidáis, además, que yo estoy pros-
que sólo debía recobrar al conocerla. crita? N o : que mi sencillez me- oculte a los
Blanca, por su parte, sintiéndose arrastrada ojos de todos; pensad en que puedo ser re-
hacia el joven por un sentimiento de gratitud, conocida . . .
atribuía a éste las varias emociones que la agi- Margeau insistió; pero ella sólo quiso acep-
taban. tar una rosa artificial que había entre las joyas.
¿No era natural que deseara constantemente Como las iglesias estaban cerradas, el matri-
la presencia del hombre que le había salvado la monio se tuvo que verificar ante el alcalde. La
vida, y que lo escuchara con agrado? Su rostro, ceremonia fué triste y breve; las doncellas echa-
que se distinguía por un sello de honda melan- ban de menos el altar adornado con cirios y
colía, ¿por qué no había de despertar en su co- flores, el veló con que se cubría a los esposos,
razón tiernas emociones? Y cuando le oía sus- y la bendición del sacerdote.
pirar mirándola, por qué, no había de decirle: En" la puerta de la casa consistorial había un
CARAy Y CARETAJ- 17
cuv^°
cuyo marineros. Uno de aquellos hombres, No habían transcurrido dos horas, cuando
sostp í°^'''-° '*° ^fa desconocido para Mar^eau Margeau recibió orden para unirse inmediata-
dos ramilletes: dio uno de ellos a la mente al ejército del Oeste y ponerse al frente
f^cién
tnii-- .'"^^^da; y entregó el otro a Blanca de su brigada.
'f^dola con fijeza. T a n súbita orden no pudo menos que sor-
¿e¿J^¡'ringuy! ¡Tinguy! — dijo Blanca pali- prenderle y creyó que tenía relación con la
_^do. — ¿Dónde está mi padre? escena que acababa de ocurrir, pues su licencia
^j"~~ '^'i San Florencio — respondió el mari- no expiraba sino a los quince días. Corrió a
^ j . . ' • En el ramillete hallaréis una carta. casa de Delmar para pedirle explicaciones; pero
'OS, señorita: ¡viva el Rey! éste había salido de Nantes.
Earl *• ^'^^^'^ quiso detenerle, hablarle, interro- No había más remedio que obedecer la orden.
• pero Tinguy había desaparecido. Vacilar, era perderse. En aquella época los ge-
Qü ^'•^^f'^ reconoció al guía y no pudo menos nerales estaban sometidos al poder de los re-
admirar su celo, su audacia y su destreza, presentantes del pueblo enviados por la Conven-
'anca leyó con ansiedad la carta, ción, y si a veces la impericia de éstos ocasionó
j ^ os vendeanos sufrían derrota tras derrota: desastres, también sucedió que muchas victo-
gente emigraba de las poblaciones retrocedien- rias se debieron a la alternativa en que se ha-
^"^^^ el hambre y el incendio. El resto de la llaban los generales de vencer o dar su cabeza
} ^ se hallaba dedicado a consignar el agrade- a la guillotina.
lo ,° "^^ su padre por Mer^eau; el marqués Cuando recibió aquella orden, Margeau se
^^¿í.^ todo, gracias a la vigilancia ejercida encontraba al lado de Blanca. Aturdido por el
P *• T^inguy. Blanca se puso muy triste. -Esa golpe, no tenía valor para anunciarle una mar-
'a la había lanzado en los horrores de la cha que la dejaba sola y sin defensa en una
°^ erra. Se apoyaba en el brazo del general con ciudad que todos los días se veía regada con la
as fuerza que de costumbre y le hablaba con sangre de sus paisanos.
voz La joven observó su inquietud y, dominando
"^5^ más dulce.
su timidez, se acercó al general con la ansiosa
tó durante la ceremonia, un extranjero pregun- mirada de la mujer que ama, que sabe que tiene
, por Margeau. Se le introdujo en el salón
j°nde estaba éste con Blanca. Al verlo, la joven derecho a preguntar y que pregunta. Margeau
nzo un grito: en el extranjero acababa de re- le mostró la orden que acababa de recibir. Blan-
^onocgj a Delmar. ca no pudo menos que comprender el riesgo a
. *^l representante del pueblo se acercó a ella que se exponía si dejaba de cumplirla, y aun-
ntamente con los ojos fijos en sus ojos y la que sentía partírsele el corazón, tuvo Bastante
•U^ en los labios. valor para aconsejarle que marchase oín pér-
Marcean, bañada en sudor la frente, le mi- dida de tiempo.
"a avanzar como don Juan vio avanzar la es- El general la miró con tristeza y dijo:
«tua del Comendador. — ¿Y vos, también, Blanca, vos me ordi-
" •_ ¿Tienes un hermano, ciudadana? —- pre- náis que me aleje?... Al fin y al cabo — añadió
Sintó Delmar a la joven. levantándose, — ¿por qué había de creer lo con-
tsta balbuceó algunas palabras ininteligibles trario? ¡Qué insensatez la mía, pensar que este
y no le faltó mucho para que cayese desmayada. viaje le costaría algunas lágrimas!. . .
LJelmar prosiguió: Pero, volviéndose, vio que dos lágrimas co-
^ Si mi memoria no me es infiel, tú y yo rrían por las mejillas de la joven.
^'motzamos en ChoUet. ¿Cómo es que desde — ¡Oh!. . . perdonadme, Blanca, perdonad-
entonces no te he visto en las filas del ejército me; soy muy desgraciado y la desgrada hace
republicano? al hombre desconfiado. Cerca de vos me pare-
, Blanca sentía que las fuerzas la abandona- cía que mi vida estaba mezclada a la vuestra;
an; el ojo penetrante de aquel hombre seguía ¿cómo separar mis horas de vuestras horas y
°s progresos de su turbación,- e iba a caer fas- mis días de vuestros días? Todo lo había olvri-
mada por su mirada, cuando Delmar se volvió dado; yo creía que esta dicha sería eterna. . .
' miró a Margeau. El representante del pueblo ¡Oh! ¡Qué desgraciado soy! Estaba soñando y
'^ pudo menos que estremecerse. he despertado. . . Blanca — prosiguió el joven
, El joven general apretaba convulso el puño con tristeza, — la guerra que nos hacemos es
e su espada. El rostro de Delmar tomó de cruel; es posible que no volvamos a vernos
Pfonto su habitual expresión; fingió que olvi- jamás. . . Tengo el presentimiento de que mi
aba lo que acababa de decir, tomó a Marjeau vida será muy breve; pues bien: prometedme
el brazo, lo llevó a una ventana y allí le habló que de vez en cuando os acordaréis de mí, que
'a situación de la Vendée, manifestándole pronunciaréis mi nombre, y yo, Blanca mía,
A e había llegado a Nantes para adoptar con os prometo que si entre mi vida y mi muerte,
- "^"-¡er las medidas de rigor que se hacían ne- cuando lance mi postrer suspiro, tengo tiempo
ta 'v.''^^ P^'^'' sujetar a los revoltosos. Le anunció de pronunciar algún nombre, ¡ese nombre será
jj^r\°ién que el general Dumas había sido Ua- el vuestro!
^ ao a París; y al dejarle, cruzó enfrente de Blanca se sentía ahogada por las lágrimas;
tie '^^'' ** ^^ '^'^ saludó, dirigiéndole al mismo pero en sus ojos había mil promesas mucho más
^ P o Una sonrisa de equívoco sentido. tiernas que las que Margeau exigía. Estrechó
18 CAR>V Y CARETAS
con una de sus manos la de Margeau y con la luego de haberse detenido un instante para ase-
otra le mostró la rosa artificial de color en- gurarse de que no se engañaba, había espoleado
carnado que adornaba su cabeza, murmurando: su corcel para juntársele.
— ¡Siempre!. . . ¡Siempre!. . . Este jinete era el general Dumas.
La joven no pudo decir más porque cayó Los dos amigos echaron pie a tierra y se
desmayada. estrecharon en sus brazos.
Los gritos de Marceau atrajeron a su madre En aquel mismo instante, un hombre con la
y sus hermanas. El joven creía que Blanca ha- frente bañada por el sudor, el rostro ensangren •
bía muerto. Todo en amor se exagera: el temor tado, la ropa hecha jirones, saltó por entre
y la esperanza. Aquel soldado no era más que unos matorrales y fué a caer sin voz y sin fuer-
un niño. zas a los pies de ambos amigos, pronunciando
Blanca abrió por fin los ojos y dirigiéndose nada más que esta palabra:
a Margeau que estaba a sus pies, le dijo: — ¡Arrestada!. . .
— ¡Partís. . . tal vez para batiros con mi Era Tinguy.
p a d r e ! . . . Si llega a caer en vuestras manos. . . — ¡Arrestada! ¿Quién? ¿Blanca?—pregun-
¡ah! ¡perdonadle! porque yo moriría de dolor... tó Margeau.
— y luego añadió en voz más baja: — ya veis, El aldeano hizo un gesto afirmativo.
no he pensado -en mi padre sino después de El desgraciado no podía hablar. Había corri-
haber pensado en vos. . . do cinco leguas sin parar a través de campos y
Después, reuniendo todo su valor, insistió bosques, de sembrados y malezas; quizás hubie-
para que marchase. Margeau comprendió que de- se corrido una o dos leguas más para alcanzar
bía hacerlo y no resistió sus súplicas ni las de al general; pero habiéndole alcanzado había caí-
su madre. Se dieron las órdenes necesarias y una do al suelo extenuado.
hora respués se despedía de Blanca y de su — ¡Arrestada! ¡Blanca, arrestada! — grita-
familia. ba fuera de sí Marcean, mientras su amigo apli-
Margeau seguía el mismo camino que había caba una bota de vino a los labios del labriego;
recorrido con la joven. Cada localidad traía a su — h e ahí por qué se quiso alejarme de Nantes.
memoria algunas frases de la historia de Blanca. Sigúeme, Alejandro, porque mí dicha, mi porve-
El riesgo en que la dejaba le parecía mucho ma- nir, mi vida, todo está allí. . . ¡Yo la amo con
yor que el que había corrido hasta entonces. todas las fuerzas de mi alma, mi existencia no
Cada frase de Delmar resonaba lúgubremente a es posible sin ella, quiero morir o salvarla! . . .
su oído; a cada instante se sentía dispuesto a Y dirigiéndose a Tinguy, que empezaba a
retroceder para dirigirse a Nantes. Fué indispen- volver en sí, le preguntó:
sable que hiciese toda clase de esfuerzos para no — ¿A dónde la han llevado?
ceder a su deseo de volver a ver a su amada. — A la cárcel de Bouffays — murmuró éste.
Sí no se hubiese hallado tan preocupado en Todavía no había concluido de decirlo, cuan-
sus pensamientos, hubiese percibido al extremo do los dos amigos partían a escape por el ca-
del camino y dirigiéndose hacia él, un jinete que mino de Nantes.
I V
ron inmediatamente las puertas de esta última,
N
o había que perder un instante. Las dos
amigos se dirigieron al domicilio de Ca- y ordenó al carcelero que le guiase al calabozo
^ rríer, que vivía en la plaza de Cours. donde Blanca se encontraba. El carcelero vaciló
Cuando llegaron a ella, Margeau se lanzó de su un instante, pero como Marcean reiterara su or-
caballo, tomó sus pistolas, las ocultó debajo de den con acento imperativo, obedeció haciendo
su uniforme y subió a la habitación del que un signo para que le siguiera.
tenía en sus manos el destino de Blanca. — No está: sola — dijo aquel hombre,
Su amigo le siguió con más calma, pero dis- abriendo la puerta baja y cintrada de un cala-
puesto a defenderle y a arriesgar por él la vida bozo cuya obscuridad hizo estremecer al joven;
en caso necesario. — pero no tardará mucho en hallarse desem-
Mas el diputado de la montaña era excesiva- barazada de su compañero, al cual se guilloti-
mente desconfiado, y ni con súplicas ni con nará hoy mismo; y suplicando a Margeau que
amenazas se pudo obtener que recibiese a los dos abreviara una entrevista que podía comprome-
generales. terle, se retiró volviendo a cerrar la puerta del
Margeau dejó aquella casa con más tranquili- calabozo.
dad de lo que su amigo esperaba. Desde hacía un Cegado el joven por la brusca transición de
instante había concebido un plan que maduraba la luz a las tinieblas, extendía sus brazos en el
rápidamente. Rogó al general Dumas que fuese vacío, cuando oyó un grito y sintió que alguien
inmediatamente a buscar una silla de postas y le caía en sus brazos.
aguardara con ella a la puerta de la cárcel de Era la joven que, habituada ya a las tinie-
Bouffays, adonde él se dirigió. blas, lo había reconocido.
El grado y el nombre de Marjeau le abrie- Se había arrojado en sus brazos, porque no
CARAy Y CARETAT- 19
V
H ARCEAU encontró al general Dumas que
le aguardaba abajo en la pieza del con-
serje.
Pidió papel y tintero.
cándole el papel de las manos; — le amenazas y
olvidas que te hallas en sus garras. ¿No des-
obedeciste la orden que te dio para que te unie-
ses al ejército? ¿Crees que si te teme dará im-
— ¿Qué vas a hacer? — le preguntó su ami- portancia a tus pretextos? Antes de una hora
go al notar su agitación. serás arrestado, y ¿quién defenderá a Blanca.'
— Escribiré a Carríer pidiéndole dos días y Créeme: que tu silencio ocasione su olvido,
le diré que su vida me responde de la de Blanca. pues únicamente éste puede salvarla.
— ¡Desgraciado! — exclamó Dumas arraa- La cabeza de Marceau cayó entre sus manos
CAÜ-AJ' y C A l U i U \ J 21
v,jj ' Pyj^^ esos hombres sólo tenían que guiat cortó de un sablazo los tiros que sujetaban a la
i'egen "^^ciente, que mientras yo tengo que silla de postas a uno de los caballos, subió en
tij ^'•^'^ a una sociedad vieja. Si caigo antes de él rápidamente, ganó otro relevo, tomó otro
j tnprr' í^' nombre que representará una obra caballo y prosiguió su camino con más ardor
que hZ ''^^' conservará la mancha sangrienta y rapidez que nunca.
la re 1 ^^' ^°"^^° ^^ o^i^a mitad de mi obra: Por fin llegó a Ingrande, alcanzó Varades.
(.j[ °:'^'^ión caerá conmigo y ambos seremos y dejó tras sí Anemi. Su caballo destilaba el
Mar °^ • • • He ahí lo que deseaba decirte, sudor y la sangre. Percibió San Donaciano y
gUaf-ff^^' ^^^^ quiero que haya hombres que en seguida Nantes. ¡Nantes, donde se enceixab?.
y tú u '^'^^° ^ ^^^° ^'^ nombre en su corazón, su alma, su porvenir, su vida, todo!. . .
p' •'^argeau, eres uno de esos hombres. Unos instantes más y se encontraría en la ciu-
Renunciadas estas frases, escribió en el papel. dad. Por fin su corcel cayó reventado frente a
de ~~"
tu Aquí tienes — añadió luego — el indulto la puerta de la cárcel de Bouffays. ¿Qué impor-
esposa... Si quieres, puedes marchar en taba? Había llegado al término de su caniino.
^sguida
p , sin que ni siquiera estreches mi mano, — ¡Blanca! ¡Blanca! — gritó el joven al pa-
jo
joven se la tomó y se la apretó con fuer- sar el umbral de la cárcel.
za;
su ^r^~^^° hablar, pero las lágrimas ahogaban — Acaban de salir dos carretas ahora mis-
Voz. mo — dijo el carcelero: — ella va en la pri-
Entonces Robespierre le dijo: mera.
^ebes partir: no hay que perder un ins- — ¡Maldición! — gritó Margeau.
tante Y,se lanzó a pie por entre la muchedumbre
L .El joven se precipitó por la escalera. Cuando que se dirigía a la plaza Mayor, sitio de las
••jaba, subía.
R a , el general Dumas subía, ejecuciones.
f. ~7" ¡Tengo
^ engo su
su indulto!
indulto! —
— exclamó
exclamó precipi-
precipi- Alcanzó la última de las dos carretas.
"ndose Een brazos
' de su amigo: -— ¡Blanca está Uno de los condenados que iban en ella re-
salvada!, conoció a Margeau.
3 "T" Felicítame también a mí — le replicó su — ¡Salvadla, general, salvadla! — gritó; —
ief ^.^'i ^— acabo de ser nombrado general en lo intenté, no pude y caí preso. . . ¡Viva el
„ ^ y^^ ejército de los Alpes y vengo a dar las Rey!
*««as a Robespierre. Era Tinguy, el fiel Tinguy, que a punto de
Ambos generales se abrazaron. Marjeau se morir, olvidaba su propia situación y sólo pen-
echó saba en ese momento supremo en salvar a la
do 'ri^ ''^^^^ ^ corrió hasta el Palacio-Igualdad,
ele le esperaba su coche dispuesto para mar- hija de su amo.
nid'' ''°^ ^^ misma rapidez con que había ve-. —-¡Sí! ¡Sí! —balbuceó Margeau,
Y continuó abriéndose paso entre la «¿inte
lyue "alivio
di ii^~r corazón!,. . . ¡Cuánta
" " ' " sentía su corazón; que lo ahogaba, lo estrechaba y lo oprimía.
Du- j aguardaba!. . , ¡Cuánta felicidad des- La desesperación de Margeau duplicaba sus
i'ues de tanta amargura!. . . fuerzas, y su violencia era tal, que iba dejando
Su imaginación se extasiaba en el porvenir; tras de sí en aquella compacta masa humana,
aba en el momento en que desde el umbral una estela que marcaba su paso.
j-1 ^^ calabozo gritaría a su. esposa: "¡Estás Por fin llegó a la plaza Mayor, y se dirigió
^'•^' blanca; ven, abrázame: que tu amor y hacia el patíbulo agitando en una mano el in-
besos me paguen la vida que me debes!" dulto de su esposa y gritando;
e cuando en cuando, sin embargo, cierta — ¡El p e r d ó n ! . . . ¡el p e r d ó n ! . . .
^aga inquietud cruzaba su espíritu, un estreme- En aquel momento el verdugo tomaba por
an''^'"'° ^^cía palpitar su corazón. Entonces su hermosa y larga cabellera la cabeza de una
les "^^ ^ 1°^ postillones, les ofrecía su oro y joven que ofreció a los ojos del-pueblo.
temK"i°'^^"''^ mucho más; la silla de postas hacia Este, tan acostumbrado ya a, esas lúgubres es-
esn • ^^ camino; los caballos devoraban el cenas, apartó sin embargo horrorizado sus ojos
ad 1^'° ^ a pesar de esto al joven le parecía que de aquel horrible espectáculo, pues creyó ver
(j. , ^"'''''an muy poco. En todas partes encon- producirse un milagro: de la boca de la joven
tod ^ relevos dispuestos. No había retardos; parecían salir oleadas de sangre.
ato P^'^'-'cipaba de la agitación de que se sentía De en medio de aquella silenciosa muchedum''
Ve "^f'•''do. En algunas horas dejó tras sí a bre salió un grito desgarrador, en el cual pare-
«salles, Chartres, La Mans, La Fleche y cían extinguirse las humanas fuerzas.
^ngers. ' Aquel grito era dado por Margeau, que aca-
ttxi-.^ Pronto sintió un horrible choque: el ca- baba de reconocer aquella cabeza, ¡entre cuyos
je Volcó y quedó roto, dientes asomaba la rosa encarnada que había re-
joven se levantó lastimado y maltrecho, galado a la joven vendeana!...
E N D R O D U M
D I B U J O S DE B A T L L E
L
jj
o que voy a referir me
lo narró como cosa cier-
ta y perfectamente pro-
a> un aventurero inglés
^^zador de fieras en la jungla
en^R^' ^"^ estaba a la sazón
^^ Buenos Aires. Había veni-
3 entregar una partida de
"males a nuestro Zoológico,
^'iquiridos por dicho Jardín
Una compañía inglesa ca-
S ^ a de fieras en Sud
'^trica.
2G CARA,/'Y CARETA/
más Eri-
há- trea
biles ita-
algentes '% liana; y
del Servi- "c- . ' o , .
Os, '•'•I.
en la obli-
cio Internacio- gada tertulia
nal de Espionaje '^íoula
ta ha
Abisinia de una noche tropi-
ta que «"»''>°'
francés; y precisamen- cal me contó Nina la
te estaba en el desempeño de terrible historia de cómo ha-
una delicada misión relacionada con bía dado muerte con sus propias ma-
el robo de unos importantes planos de las nos al famoso coronel Charles Lawrence.
fortificaciones francesas del Sahara. "—Hice un favor a Italia y a Europa" —
La llamaban Louisette, pues el apellido me dijo, como el más sensato justificativo
no lo manifestó nunca a nadie; su cédula a su crimen frío y despiadado.
de identidad como agente secreto estaba ba- Como la noticia me pareció por demás
jo la característica de IK-122. extraordinaria, me interesó vivamente lo
Tenía una hermana menor, hermosa mu- que contaba Nina; quien al notar el inte-
chacha que era igualmente espía pero al rés mío y de su hermana, prosiguió su
servicio de Italia. Se llamaba Nina. Nos hi- relato refiriéndonos las alternativas de
CARAX Y CARETAS 27
no I a
s e for-
Sabe; taleza
^mipero imperial
se asegura de la mon-
^"e es hijo da taña de Gara
^^^ princesa y pri- M o u l a t a . El ras
'-' O" Adua . Aquí ve.""^ Tafari, primo del Prín-
J^o d^l i"as Taffari, ac-
3 1 Emperador de Abisinia. cipe Loco, ocupó el trono de-
^ trono lo ocupó con la muerte de nominándose Hailé Selasié, reinando
enelik; pero siendo un príncipe calavera, hasta el presente.
Y'"lado y loco, apenas subió al trono Lidj " Lawrence era amigo y consejero de
^^ssou^ renegó de su religión copta y se Lidj Yassou, pero debido a las locuras co-
j^.°clamó musulmán, devolviendo a éstos los metidas por el príncipe, estaban disgusta-
.enes de que los había despojado el gran dos y Lawrence apoyaba al ras Tafari.
''lenelik. — ¿Y los musulmanes de Abisinia no
apa -^ ^"^titud del Emperador Loco trajo apoyaron en el trono a quien los había
(¡Q ""^J^íia controversias con los diplomáti- protegido temporariamente?
extranjeros, quienes le recriminaron el "—Parece que entonces entró en juego
CJKKJ^J- Y CARETAJ'
la habilidad del "Intellgence Serviée", po-
derosa asociación de espionaje al servicio
de una potencia aliada hoy del Negus, y
se consiguió dominar la pretensión musul-
mana de libertar al Emperador prisionero. ,
La extraña leyenda
Nina interrumpió su relato por breves
instantes, pidió un nuevo whisky con soda
y tras de beber un par de sorbos continuó:
"— El ras Tafari y Lawrence tuvieron
un excelente i^iotivo para dominar la sorda
insurrección de los musulmanes. Pueblo
fácilmente impresionable y supersticioso,
no les costó gran trabajo difundir la ver-
sión, por la que se decía que de acuerdo
a un oráculo, Lidj Yassou sería libertado
por una mujer; apoyado por los musul-
manes derrotaría al usurpador de su trono
y luego volvería a reinar en toda Etiopía
convirtiéndola en un vasto Imperio Mu-
sulmán.
• " En consecuencia los cabecillas musul-
manes aguardaron la llegada de la mujer
que el oráculo vaticinaba para salvar al
Emperador Misterioso, preso en la forta-
leza de Gara Moulata. ^
Lídj Yassou, el Emperador Misterioso,
hijo de Menelik, que tuvo un efímero rei-
nado, pues fué destronado por el actual El plan de Lawrence
Negus.
" A todo esto, y siempre debido a las
actividades del "Inteligence Service", se
El Príncipe Loco cuando estudiaba,siendo comenzó a incubar los prolegómenos de la
pequeño en la escuela Imperial de Addis
Abeba. actual contienda ítalo - etíope. Los agen-
tes secretos tenían interés en la contienda
del Negus con los peninsulares, pues así su '
gobierno podía cimentar las no disimula-
das pretensiones que tuvo siempre sobre
los enormes plantíos algodoneros o abrir-
se camino hacia las ricas regiones bañadas
por el delta del Nilo Azul... ¡Entretelones
de la política internacional!...
" A poco de invadir Italia el territorio
abisinio, Lawrence se disgustó con el Em-
perador; pues éste, por apoyar a su poten-
cia aliada, desbarató ciertos planes del Rey
de los espías.
" Lawrence disimuló su enojo, pero de
inmediato trató de volver a congraciarse la
amistad del Emperador prisionero en las
montañas.
"El plan de Lawrence era el siguiente:
Insurreccionaría las hordas y tribus musul-
manas de Abisinia; el Negus ocupado en
su ofensiva contra Italia nada podría con-,
tra él. Pondría en libertad a Lidj Yassou
y lo exaltaría en el trono. Reinante el Prín-
cipe Loco, haría una llamada de coalición
a todas las tribus musulmanas de Abisinia
y~con su apoyo formidable y el de cierta'
Dotencia extranjera — omitimos aquí sü
CARyv/' Y 0 \ R E T A . J 29
nombre — desalojaría la Somalia Italiana
y francesa ampliando así las fronteras del
?'"° del futuro emperador. Solamente In-
l'aterra tendría colonias y posesiones en
'^oísinia.
IK ' ^ " ^ ^'^" monstruoso! — apuntó
Farmacia Franco-Inglesa
I,A M A Y O R D E L M U N D O ^^
Sarmiento y Florida ^ Buenos Airea
-~.S5=S!.^Í55^S^S~^.-.
32 CARAy Y CARETAJ"
Para embellecer
el h o g a r W^WmM^^M¡-&^-¿^^^ -íí^'^- A *; ii-\^l ..ji- iZie
ons
estrella cinematográfica
U
tan?®"^ Edward Manville y señora, represen-
en t ^f*^® los 400 millonarios de Nueva York,
Po '*^*"osa recepción que se le hizo a Lily
"s con motivo de m debut cinematográfico.
i, m n m n •( m 1 1 m -I t n
^ara el baño
y para
después del baño
L as playas están repletas de ba~
ñístas, y las más extravagantes
combinaciones son admitidas en to-
das partes. Pero nada más bonito
que la sencillez. Aquí tenemos dos
modelos: uno combinado en jersey
negro para los pantalones, y satén
fantasía para el corpino; el rayado
es delicioso, con su trajecito a basto-
nes verde y "beige", y con un saco
al borde del pantalón, que presta
una gracia muy juvenil al conjunto.
*t«»4rf'
Ü
•^'^
'^^-^
•í. •"5%;-
Para las
nocturnas
En gruesa seda
opaca ha sido rea-
lizado este sencillo
modelo, adornado
con dos crisante-
mos de terciopelo.
Acompaña u n a
chaquetilla de
nutria.
Inspirado en la lí-
nea griega, se ha
creado este traje
en tela combinada
con hilos metálicos.
i ^ * ^
Un piyama de satén, de
amplios pantalones que
figuran faldas, y una blu-
sa de la misma tela, unida
al pantalón por medio de
un cinturón de gamuza
blanca. Las sandalias son
de gam.uza.
Sobre el piyama de sa-
tén, resulta preciosa esta
chaqueta de igual tela, en
forma recta, con amplias
mongas, y bolsillos estilo
"robe de chambre". Es un
modelo de gran elegancia.
Fotos Fox
En primer término,
las señoritas Nor-
ma Lateo y Bella
Castelli.
Señorita B e a t r i z
R. Macklin.
Aspecto de una de las
piletas del club a la hora
del baño matinal.
Señoritas Chela
Dartiguelongue,
Elena P e r n a y ,
Esther Ricardi y
Alicia Lisie.
Ana María T e i s s e i r e ,
Mercedes E. Castex y te-
nientes Pérez y Quiroz.
Retribuyó atenciones la
delegación venezolana
Lola Robio Pa- Un grupo de damas ro-
checo, Hugo Al- dea al ministro de Vene-
deréte y su se- zuela durante la recep-
ñora, y doctor ción, realizada en el City
Juan F. R. Be- Hotel.
jarano.
Beatriz V a r a n g o t de
Ouschnik con el capitán
de fragata Felipe Larra-
zábal y el teniente de na-
vio Juvunal J. Bono.
41
C A R A / Y CARETA/
°ajo los rayos del sol aceite Palmolive está hecho con aceites de
de oliva palma y oliva. Es tan puro que 2 0 . 0 0 0
°2 la tarde, en los pa- para especialistas de belleía lo recomiendan a
^^os, las plumas de conservar su clientela.
colores vivos en ador- su cutis El baño de bclleía Palmolive
Jjos sobrios de cocar- hermoso
Diariamente dése un suave masaje con
das, "flores de nieve" agua tibia y la rica espuma de Palmolive,
^ 'bandeaux" de fan- no sólo en la cara, el cuello y los hom-
bros, sino en todo su cutis. Luego enjua-
tasía. Para trajes de gúese con agua (ría. Pruébelo. Compre 3
Risita o de casamiento, ,pastillas y pronto notará cuan fresco y
juvenil aparece todo su cutis
las plumas se llevarán
"^as amplias, como Teatro Palmolive del A i r e
para que se pueda ad- Sintonice "Rosas y Espinas"*
"^irar su hermosura en los miércoles a las SI horas,
RÍÑONES de NOVILLO
con CEBOLLIN
Se cortan dos ríñones de novillo por la
mitad y se les quita la parte grasosa. Se corla
ésta en rebanadas finas y se ponen en la sar- UN COPETÍN
tén sobre el fuego con manteca; cuando em-
pieza a dorarse, se echan dentro los ríñones,
haciéndolos cocer vivamente a fin de que no Forget-me-not
saiga su jugo. Cuando están a mitad de coc-
ción, se agrega un buen puñado de cebollín
Esto L ^ i ' u " " ?°=° "í^l «"is^o paño.
con la cuarta parte de perejil, todo picado
- as I f .'n^ * ! ? " *^'.'"P° "n ^^ de copas
bien fino; se añade una cucharada de hari- - as del copetín sería en lo presente -
na, sal, pimienta y una copa de vino blanco;
en el momento de servirse se agrega un pe- de not^h ^'^"?^"°= MetaUo; bailables
ther^íZ f""'=,'^dores que han sido
dazo de manteca fresca y un poco de zumo miserablemente relegados por "Cuando
de limón,
Cutís Impecable ^ R OM A S
La Crema Rugol, cuya fórmula se
debe a la doctora Leguy, es in-
substituible para embellecer la piel.
0>n su uso se notan los siguientes
resultados:
con la VIDA
1' Elimina las a r r u g a s y protege
la piel contra los estragos del
tiempo.
2? Destruye y limpia las impurezas y
la excesiva grasitud de la piel.
3 ' Corrige los poros dilatados y su- B R E V E com-
. prime los barritos y puntos negros. pendio de la vi-
4 ' Quita las manchas, rojeces, paños da : en e l l a el
y pecas, dejando el cutis limpio, hombre r e s p i r a ,
suave y con nueva lozanía. a s p i r a , conspira,
S» Refresca, tonifica, y suaviza el cutis. suspira, t r a n s p i r a
La Dra. Leguy ofrece mil dólares a qtiien
y . . . expira.
pueda probar que ella no posee ocho meda-
llas de oro ganadas en diversas exposiciones
por su maravilloso preparado de belleza. E S u n reloj en
La Dra. Leguy pagará también mil dólares el cual las h o r a s
a la persona que pruebe que sus certifica- de la tarde corren
dos de cura no son e&pontáneos y auténticos. con más prisa que
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y Florida, Buenos Aires. — En Rosario: Farmacia
"El Cóndor", Córdoba 864. — En Córdoba: M.
Munté (hijo), San Jerónimo 247, y en todas las La vida vale muy poco E S la única ba-
farmacias y perfumerías. para esta muchacha quCí talla al cabo de
ante la angustia del públi~
cOf recibe alrededor de szt la cual, el que cae,
cuerpo los cuchillos que le
E S u n a condena a muerte.
Para Eczema y
Enfermedades de la piel
Tome la determinación de proporcionar a su
epidermis la manera de sanarse.
Obtenga en la farmacia un frasco original del
Aceite Esmeralda Moone que por estar muy
concentrado dura muchos dias.
La primera aplicación de ese aceite lé aliviará
y después de varias aplicaciones se convencerá
usted de que su piel recobrará pronto su estado
nojimal.
Tenga presente que el Aceite Esmeralda
Moone es un antiséptico eficaz, penetrante, que
no mancha,ni deja residuos grasicntos asi como
que le dará satisfactorios resultados.
Y con d H U M O • • • REVOLVERES
dd CIGARRILLO
^ ^ / G O DEL FUMADOR
,'•'•• !• — El tabaco es un veneno.
TONQUE
{NUNCA
FALLANt
GRANDES REPORTAJES
niSOIA DE LA
contada por los que han
Un rato de conversación con el vicealmirante Enrique G. Fliess.—
Vor E. CARRAS^lUILLA
do tuvo muchos encantos
y muchas distinciones y,
a la postre, se alejan de
él, como para navega-
ción transoceánica en la
que muy poco — o nada
— interesa la idea del
puerto a donde se va. ..
El vicealmirante Fliess
me resulta de los más
accesibles, comprensivos
y agradables personajes
de los t a n t o s que he
entrevistado en mi ca-
rrera. Su rasgo- carac-
terístico me parece el de
una rápida comprensión.
Es un hombre sin amba-
ges ni palabras perdidas.
Yo me lo figuro como
gran jefe en sus coman-
dos. Gran jefe, por la ma-
nera con que guarda su
línea personal marcial y
por la atención que pone
El vicealmirante Fliess conver- en el espíritu de -quien le
sando con Carrasquilla-Mallarino, habla. Sabe decir con cla-
ridad lo que piensa y sa-
be oír con penetración.
XACTO cumplimiento ¿Se quiere un secreto más propicio en la
de la cita por ambas vida de un hombre directivo? Y todo ello
partes. Lo digo en con sencillez, campechanamente, con noble-
honor del periodis- za natural. ¿Queréis un dato decisivo? Hace
ta, pues la hora fi- cerca de medio siglo que este marino, siem-
jada por el s e ñ o r pre juvenil y vibrante, pertenece a la es-
v i c e a l m i r a n t e en cuadra. Es un trabajador. Sabe manejar a
persona hubiera po- los hombres y a las cosas. Nunca desempe-
dido grabarse en pie- ñó un cargo en que no se destacara. Su ac-
dra. . . tuación en el extranjero: ya sea en Austria-
El gran marino, simpático y abierto, me Hungría, en Alemania, en Rusia, en Was-
recibe en su estudio, como a un viejo ami- hington, fué siempre tan atinada como pa-
go. Se ve al hombre de mundo. Pero un triótica. Por eso su viaje (el décimo) co-
hombre optimista y enemigo de la solem- mandando la "Sarmiento", lo acreditó con-
nidad. No uno de aquellos caballeros es- firmativamente coma argentino de los me-
cépticos y fríos p a r a q u i e n e s ©1 mun- jores, como navegador de los seguros, co-
C A R A . / Y CARETAS 47
^E "CARAS Y CARETAS"
ffAGATA smm
^^do sus comandantes
h* Verdadera dipl omacía de la amistad entre pueblos hermanos.
u ^ L L A R I K O
f. ^diplomático de los
ga ° r ^" biografía es lar-
Cfvñ^ "^ catorce grandes Los recuerdos más gratos que conservo del viaje
jncleooraciones, El Ja-
la A ^'•ancia, Alemania, de la "Sarmiento" efectuado el año 1910, bajo mi
EsD ~ " Bretaña, Chile,
comando, son: La navegación, desde Veracruz hasta
pana, Suecia, Dinamar-
ell'as *'^" ^distinguido con La Habana hecha con la fragata "Benjamín Cons-
tant"; el haber podido celebrar el centenario de la
Independencia de Chile en la ciudad de Méjico, y
E L itinerario del
pécimo viaje de
la «c'"**''"*="ón d e
la visita del presidente Taft a la "Sarmievto", por
ser ésa la primera vez que un presidente de los Esta-
ft„-r*''««Jento", bajo
s^J'^ndo, fué intere- dos Unidos visitaba un buque de guerra extranjíto.
Buenos Aires, 14-1-936,
ros i'*"**" '°« nume-
jj os detalles de aque
navegación, de una
ftia « e r a
Hay que c o m p l e t a ,
decir, ante
*r
todr»
"» que se t r a b a j ó
ciót ^"'^^^'^ ^^ conversa-
etiv '^^^'^^^''^'^ el marino El vicealmirante Fliess ha escrito para "Caras y
Gc<!",^"'^ <7«e visito en su Caretas" estas recordaciones sobre la "Sarmiento".
•"^'0. Libros de mar,
fot
°Srafías y notas de
rtiar u ^
íro " ^^^'^ ^^0 ^'í una ventana un baróme- puntas de serpentinas de recuerdos... y,
cón^ " " ^^'''Tiómetro que recuerdan el rin- tras las primeras volutas de humo azulino,
'dnt ^^ ^"' P"^"^^ ^^ mando. El vícealmi- se opera el grato milagro de la evocación.
/Q ^ Pliess no quiere perder contacto con Yo, mientras tanto, he hojeado rápida-
^^ementos ni con la utilería marinera. mente algunas páginas de la colección de
- • Pero, le haré algunos recuerdos "El Sarmiento", i Qué es "El Sarmiento"?
•ne manifiesta — de aquel viaje en Pues el diario, muy bien impreso y con gra-
5U
fj!* » como dije, se trabajó bien en la bados, que se publicó a bordo durante el
jj ^*ta escuela. Se trabajó; y bajo el décimo viaje. Iba, así, un simbólico y de-
>ía • *^® vista de nuestra propaganda mostrativo exponente de la prensa nacional
^ *onal se hizo obra de amistad y de en aquella navegación patriótica.
5j^, '"'^amiento con grandes centros de "Nave gentil, que gallarda surcas la in-
ttra y de poder mundiales. mensidad de los mares, llevando a todas par-
í¡jj ' vicecdmirante saca un cigarrillo (yo tes, tremolantes y victorioso, el pabellón sa-
Id .'"o y me excuso), levanta un instante grado". De esta manera comenzaba el edi-
^'•^ta, como para agarrar en el espacio torial del número primero del diario alta-
48 CAILAy Y CARETAJ-
De 1
."•'f"i'
•tf
-•'fc
vC^
Mate moscas
con FLIT
antes que ellas maten a Ud.
t< ^
E^°^^L
POLVO FLIT
Mata chinches, hormíeas, cu-
carachas, pulgas, piólos, ote.
Poseo todo el poder mortífero
del famoso Fllt pulverizado.
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54 C A J I A / Y CARirrAJ'
D E S A R R O L L O DEL REMATE
*• tema Culbertson, que en su resumen de 1935 Esto nos lleva a considerar un primer prin- i
ha cambiado fundamentalmente muchos de sus cipio teórico referente a los "scores" parcia- |
conceptos ya anticuados y ha adoptado, aun- les: el del Punió de Detención. El mejor pun-
que sin reconocerlo, los principios sustentados to de detención cuando se prevé que no es
por los primeros, están en condiciones de apre- posible alcanzar un "game", es un contrato de
ciar debidamente la Teoría del Desarrollo del "Dos" a palo o de "Ün" Sin Triunfo. "Uno"
Remate, que constituirá el tema de esta nota en un palo sería también satisfactorio si la ex-
y de otras futuras. Lo mismo podría decir de periencia no nos enseñara que 40 ó 60 puntos
los que hayan tenido la ocasión de leer la obra debajo de la línea, tienen una importancia mu-
deAlbarran y de Nexon, "Notre Méthode de cho mayor que 20 ó 30. "Tres" de palo menor
" Bridge", recientemente aparecida. es también un buen punto de detención, pues-
Hasta ahora hemos visto cuáles son las con- to que con un contrato así, aun estaremos dos
sideraciones que debe tener en cuenta un ju- bazas abajo de "game". Los contratos más al-
gador para resolverse a iniciar el remate y tos, como 2 S. T., 3 de palo mayor o 4 de palo
cuáles han de. pesar sobre la decisión de su menor, nos colocan a una baza del "game";
compañero para responder. En este asunto do- si hemos llegado a un contrato semejante me-
minan toda la teoría dos principios fundamn- diante un remate lógico y preciso, debemos
tales: el de Seguridad y el que los "Cuatro pensar que con un poco de suerte podremos
Ases" y los citados autores franceses llaman ganar una baza más y convendrá arriesgar el
de Anticipación y que Culbertson denomina "game". Sólo nos detendremos en una baza
de Preparación, cuyo alcance e importancia menos que "game" en caso de que creamos que
conocen los lectores de esta página. Con este ese contrato es ya demasiado alto para las po-
bagaje de conocimientos podemos pasar a tra- sibilidades de las manos combinadas.
tar la Teoría del Desarrollo del Remate. El segundo principio se refiere al desarrollo
Hemos analizado las diferentes maneras de del remate cuando un jugador, después de re-
iniciar el remate y la primera respuesta del cibir una respuesta del compañero, declara un
compañero del abridor. Las combinaciones de segundo palo; lo denominaremos la Regla del
estos anuncios, siempre sin intervención del Retorno. Cuando una mano contiene dos palos
bando contrario, pueden originar situaciones que se desea anunciar, su poseedor debe de-
muy distintas que deben ser consideradas con clararlos en un orden previamente determina-
respecto al desarrollo ulterior del remate, aun- do de manera a facilitar la respuesta del com-
que siempre que se haya seguido el Principio pañero y a informarlo sobre la fuerza de su
de Anticipación, las declaraciones subsiguien- juego. Este debe presumir que el primer palo
tes surgirán tan claras y lógicas que el afi- nombrado es por lo menos tan bueno como el
cionado no tendrá dificultad alguna para dar- segundo — aunque en ciertos casos convieiÉ
se cuenta de cómo llega a alcanzarse un "slam", declarar el más débil antes — y es esencial
un "game" o un seguro "score" parcial. que retorne del segundo al primero si tiene
Debe destacarse que en lo que antecede, la igual apoyo para los dos. Debe tenerse pre-
seguridad, es decir, la falta de riesgo, sólo sente que al hacer este retorno no se está mos-
se refiere al "score" parcial y no a los "ga- trando valores adicionales, sino simplemente ,:
mes" o "slams". En efecto, el cumplimiento diciendo al compañero que se está tan bien
de contratos de estos dos últimos tipos, está preparado para sostenerlo en uno como en otro
recompensado por un importante premio, de color, cosa que él debe tener bien en cuenta.
modo que cuando la combinación de cartas Consideremos una mano con dos palos de-
puestas en evidencia durante el remate, ofre- clarables. Anunciamos uno de ellos y sobre
ce posibilidades razonables, conviene arriesgar una respuesta del compañero declaramos el
su declaración, y en esos casos el principio de otro. Esto se denomina un Cambio, de los cuar
seguridad sólo debe referirse a la ausencia de les hay dos tipos: el Cambio a' Nivel y el
una multa severa. En cambio, cuando nos de- Cambio a Alto Nivel. Supongamos, por ejem-
tenemos en un "score" parcial, no recibimos plo, que abrimos con 1 <^, el compañero con-
' A R A J - Y CARETAS 65
JUEGO DE DEFENSA
pg,. .'"S-no que sigue es un ejemplo sencillo poseía A-J y que pensaba hacer una "finesse"
real '"^'•^'^'^'^o de descarte engañoso, y fué contra el K; era asimismo obvio que la ma-
(Ig ií^^'^e jugada por míster Travis White, niobra iba a dar el resultado buscado y que su
de '^^^ York, quien, al frustrar el contrato bando no podría ganar baza alguna en triunfo
^u adversario, vio su astucia ampliamente mediante un juego normal. Entonces, sin titu-
'•ecoft,
""pensada. bear. Este jugó el K sobre el 4.
No lo hizo asi para' afirmar alguna carta
A Q-J-7-6-2¡ del juego de su compañero porque no había
^ Q-9-4 distribución posible que diera ventaja por el
0 A-8 hecho de poner el K sobre el 4. No lo hizo
4i 10-9-5 tampoco porque de todas maneras su K estu-
viera perdido, porque al no jugarlo siempre
4 K-8 mantendría en la duda al declarante. Lo hiso
N A 10-5-4
en la esperanza de salvar su 10.
O 8-5-3- ^ K-10
J-lO-S-4-3 0 E 0 Q-9-7-6 Este imaginó que su compañero podría te-
i^-Q-J S « 7-6-3-2 ner tres triunfos chicos. De ser así, al jugar
el K, quería inducir a Sur a creer que Oeste
A A-9-2 tuviera cuatro encabezados por el 10, en cuyo
<^ A-J-7-6-2 , caso, para evitar la pérdida de una baza ss
0 K-2 vería obligado a hacer una "finesse" contra
4i> A-8-4 dicha carta en la baza siguiente, puesto que el
muerto sólo tenía tres triunfos.
^«st'^ í'íega 4 'v'. El juego es iniciado por El declarante, natural y correctamente, su-
\i¡^ '^on el K de * y el declarante gana la puso tal distribución y al salir de su mano
% ',^"tra al muerto con el As de O y sale jugó el 9 del muerto, permitiendo a Este hacer
'o q 'í de triunfo. Era claro para Este, pues- su 10 y frustrar el contrato, porque después
^% ® 'a preciosa entrada del muerto había no fué posible evitar la pérdida de dos bazas
^'^stada para jugar un ^ chico, que Sur en • y una en A . ,-
56
C A R A ^ Y CARETA/
fMplores/L(?ah ^ZCL
CACHETS FUCUS
Neuralgias LIQUIDO
INSUPERABLE
PARA EXTIRPAR
CACHETS FUCUS CALLOS
S A B A Ñ O N E S M.4t»
p e - ñeb re Y VERRUCiAS
^ I S P E R ^ S
A p e d i d o de «<Caras y Caretas", el d o c t o r
actualidad pobtica argentiiia, especialmente para
La
abstención radical
DESDE que la revolución del 6 de Septiembre dio
a la Nación un gobierno surgido de la ilegalidad,
se planteó el problema de saber si en el futuro vol-
verían a realizarse elecciones libres, que permitie-
ran a los partidos populares restablecer los prin-
cipios de la Constitución y situar otra vez la fuente
originaria del poder en la soberanía del pueblo.
Las intenciones de la facción gobernante de-
., bieron ponerse a prueba en 1934, en la primera
lenovacion legislativa, dada la enorme importancia que tiene perder o
conservar la mayoría de la Cámara de Diputados. El problema se aplazó
a causa de la abstención del Partido Radical — a mi juicio funesta, — y
1T r-ln-t f"^°Tp"^° ^^^^^ ^^ '"J° ^^ respetar a las mayorías socialista de
la v^apital y demócrata progresista de Santa Fe,,cuyo triunfo no amena-
^aoa su predommio en la Cámara de Diputados, manteniendo, como iba
d mantener, las mayorías de Buenos Aires, Córdoba y la minCría de la
A-apital a consecuencia de la abstención radical.
I^as e l e c c i o n e s de m a r z o
ción ^^^'^^^^^s a^os, el problema vuelve a presentarse en la próxima elec-
on aei i de marzo. Si ella se practicara legalmente, las distintas frac-
uones que mtegran la concordancia oficialista — y cuentan en la actua-
aaa con 45 diputados — sólo podrían obtener 21 bancas más, con lo que
dJcanzanan a sumar apenas 66 votos en la futura cámara, cuyo quorum
nL ; -Producido ese cambio, se haría insostenible el débil andamiaje
ble ^°"^^^"y° ^^ dictadura en los comicios fraudulentos del 8 de noviem-
Tno-, f ^^^^^' ^, "adié podría impedir que en la elección presidencial de
^937 la mayoría auténtica del pueblo diera la solución.
Quieren conservar de cualquier modo la mayoría
niendn nof^J^"/^ oficialista se propone conjurar ese gran peligro, mante-
lína vez í n f '^''''' """^'^ ^^^^^*° ^^ "^^^^^'^ ^^ ^^ Cámara de Diputados,
donde le fnerl "^^•''' ^^ ^l'^'^^^ ^ ^^ violencia para ganar las elecciones
d o s i e r B t n o A ; r L ' " " c ^ d \ " ' ^ ' t r ^ - r " " ^ ^ ' ^ ^^ ^^"^^^^"^ ^^P"^^"
asegurarían la m t v o H a ^ n 1 ^ """^ ' ^ ' ^ ' ^ ° ' ' ' " ^ ° ' ^'P^°"^''^^ ^^1^^^"°^
tendría escrúnnW^ \ ^ ' sesiones preparatorias, y esa mayoría no
TL::::::X ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^^^^^^^s y en ¿chazar,
Se podría impedir el funcionamiento del Congreso
SOLEMNES
I-lSANDRO DE LA TORRE ha escrito sobre la
^sta revista, el artículo que damos a continuación
' 5"ción a Santa Fe, y podría, si se creyera conveniente, impedir el fun-
cionamiento del Congreso en todo el período de 1936.
Por qué no se convoca a elecciones en Santa Fe
"ara poner en práctica ese plan se necesita la complicidad del P. E.,
por la razón de que los diputados oficialistas actuales están amenazados
6 Convertirse en minoría en las sesiones preparatorias, y sólo en el caso
"^ que el P. E. se prestara a dejar sin representación a Santa Fe, no con-
vocando a elecciones, y tolerara eFfraude en las otras provincias, se ale-
jaría el peligro de ver triunfante a la legalidad.
^ a n t a Fe elige ló diputados, y los pronósticos más verosímiles los
^judican en su totalidad a la oposición. De ahí la enorme importancia,
•A "rí^^isiva importancia, podría decir, de la participación que se asigna al
• ^- en la preparación del gran escándalo por el solo hecho de prestarse
^ no convocar a elecciones. * ,'>
La actitud del Poder Ejecutivo
Ail presidente de la República carece en absoluto de razones para auto-
^8-r al interventor en Santa Fe a que no convoque a elecciones naciona-
• ^ s falso que los padrones den lugar al más pequeño reparo y sería,
^ ^ttiás, ilícito violar la ley que dispone la convocatoria para el i ' de marzo
^ ^^ a ser cumplida en la Capital y en las 13 provincias restantes, salvo
.fuellas en que no corresponde renovación. Si en esas condiciones el pre-
j" ,'|te de la República dispusiera arrebatar a Santa Fe su representación
^g'i'-ima en el Congreso Nacional, después de haberle arrebatado su auto-
omia de estado federal, pondría en evidencia su participación en el plan
' Que acabo de referirme, que tiende a la constitución de una mayoría
^3-Udulenta en la Cámara de Diputados.
•Los "nuevos rumbos", tan celebrados por la opinión pública, se esfu-
"^arían totalmente.
. J-o desearía que nada de esto sucediera, pero ¿acaso es posible cerrar
os ojos a la evidencia? Si el nuevo atentado consistente en no realizar;
j. acciones nacionales en Santa Fe,-tan impúdico o más que el de no rea-
^'^} elecciones provinciales, se cometiera, no podría encontrársele expli-
ación sino en las maquinaciones de hampa política que acabo de bosquejar.
ti "•o 25
60
CARAoT Y CARETAJ-
E I I en guaje
E s interesante a veces sorprender una conversación y observar las modali-
dades del lenguaje de cada uno de los interlocutores. En general, y salvo
excepciones muy honrosas, por cierto, la gente habla mal; formula frases
incorrectas, da una entonación falsa a sus palabras y emplea expresiones cuyo
significado nada tiene que ver con el caso a que se aplica. Hay personas, por
ejemplo, para quienes es "coloso" desde la casa en que habita hasta la torta
que come; desde la alhaja que compró hasta el cuadro que acaba de admirar.
Un "coloso" no es más
que un coloso y no se
puede ni se debe emplear
esa palabra para clasificar
cualquier cosa. Un coloso
es algo muy grande, y su
definición exacta, según
el diccionario es: "estatu-
ra de una magnitud que
excede mucho a la nata-
ral. Persona o estatua de
gigantesca forma, de ex-
traordinaria y de desco-
munales proporciones".
Otra palabra que se aplica
en las conversaciones, sin
ton ni son, es "fantásti-
co". Fantástico es el se-
ñor a quien se acaba de
conocer, fantástico es el
automóvil que maneja el
amigo; fantástico, es el
plato de comida exquisito,
que preparó el nuevo
"cheff", y fantástico, es el
festejante y el sacerdote
orador, y también la es-
trella cinematográfica. . .
Y para definir también la
palabra, de acuerdo con el
Hay en la vida de cada hombre diccionario y de acuerdo
tina mujer cuyo cariño premia
sus afanes. Piense en esa mujer
con la lógica, recordare^
que lo espera; no olvide que la mos que "fantástico" no .
elegancia en los detalles es muy es más que lo quimérico,
importante a los ojos femeninos. La Lo- lo ilusorio, lo imaginario,
ción Colonia Atkínsons, perfume varo-
nil, ^suave y fresco, discreto y tenaz, no real, no efectivo, y pro-
dará a su personalidad ese sello de cedente de la fantasía. Es-
distinción que las mujeres admiran. V tas y otras palabras son
adema's, dejará su cabello sedoso, dó-
cil y bien peinado. En Frascos de $ 0.70,
aplicadas en las conversa-
$ 2.60, $ 3.80, y $ 6.95. ciones que oímos o man-
tenemos, y se unen a
Loción Colonia "brutal", "bestial" y
otras peores que se utili-
(Eduardo Alvarez, ter. premio. Lino Palacios, 2? premio. Mecha N, de Carman, 3er premio.
1000 pesos. 500 pesos. 500 pesos.
Concurso de a f í ch es del
Automóvil Club Argentino
11, jurado "ad hoc", compt-esto por cernió las cuatro re.ompciiaas del cer-
; CARA/- Y CARETAS. 63
La Pulga d o
U N aeroplano que pesa 120 kilos; que puede construirse en casa, con un
motor de motocicleta en menos de un mes y por un costo total de 70
libras esterlinas; que desciende del cielo como un paracaídas si se para el
°iotor; que vuela 100 kilómetros en una hora, con un consumo de nueve litros
^e gasolina y que se remonta a alturas de más de 2.000 metros, con un radio
de vuelo de 300 kilómetros. ¿No es éste el desiderátum de la aviación al alcance
ael público?
El avión que reúne to-
°3s esas condiciones, ha
pasado ya de la etapa de
ja teoría a la realidad: es
}3 "Pulga Voladora" del
inventor francés Mígnet,
cuyos ensayos han causado
indescriptible sensación.
Como Bleriot, Mignet
pasó el canal de la Man-
cha en su ingeniosa má-
quina.
En las pruebas públicas
hechas en los aeródromos
°2 Shoreham y Ford, en
Inglaterra, d e s p u é s del
^nelo a través del canal
°e la Mancha, las excep-
cionales c u a l i d a d e s del
"•Parato han quedado de-
niostradas a satisfacción
°2 los espectadores que se
congregaron a presenciar-
'^s- La más espectacular de
esas pruebas fué sin duda
ía de parar el motor a una
altura de 300 metros; ex-
perimento fatal para cual-
'^'iiera de los aeropla-
nos de diseño convencio-
J^?j- Cuanto cesó el zum-
ido cJe¡ diminuto motor
..l^niotocicleta que usa la
^nlga Voladora", un es-
'^''Icfrío de emoción reco-
'"'o la enorme ola huma-
a; la emoción se convir-
^o en entusiasmo desbor-
3nte, el ver que la pulga,
,°n el motor "muerto",
^scendía en una lenta y
'nplia espiral hasta llegar
suelo, donde se posó
^'j' suavidad de pluma.
f^ignet ostenta en su
cho la Legión de Honor,
j ^ ^ el gobierno francés se
ga r^'" ^" ®' '''^^° ^^ °^°^'"
Wid ^"'•^ •'^^ hechos cum-
66 C A R A / Y CARET/-!.^
A PURA PERDIDA
Aunque hombres contra hombres
se agarren como fieras,
y se conmueva el mundo,
y se hundan las esferas,
y la miseria cunda,
y todo ande al revés;
aunque se encuentren próximas
otras conflagraciones,
y ocurran cien nanfragios,
y soplen mil ciclones,
le importa poco al hombre
que juega al ajedrez.
Si toda la energía,
si toda la paciencia,
si el tiempo y los disgustos,
el genio y la potencia
gastados en la reina,
el mate y el peón
se emplearan resolviendo
cuestiones verdaderas,
tal ves se salvarían
el hombre y las esferas,
y ya no asustarían
'•a guerra ni él ciclón.
¿NO LE P A R E C E , C H E . . .
. . . que eso de creerse capacitado para juzgar a lodo el mundo resulta ridículo en
usted? Nuestros mejores escritores son para usted una chuchería; su» colega» no
valen nada; la obra de Fulano le merece pobre concepto; tal personaje es un poroto.
¿Cuáles son sus pergaminos intelectuales para arrogarse ese derecho^ de repartidor
de valores?¿Dónde está su obra, che? Mas su crítica tampoco es abierta y franca,
sino solapada, aviesa, íemenina; y cuando se enfrenta ante uno de sus criticados,
da lástima verlo. ¿No le parece, che, que debería contener ese torrente de malevo-
lencia y comenzar por escribir alguna cosa que valga la pena, y si esto no puede
hacerlo, por lo menos guardar ese filosófico silencio tan aconsejado por los sabios?
L É X I C O C R I O L L O
Elocuencia. — Facultad de hablar en un concejo
deliberante.
Convincente. — Un billete de cien pesos.
Plato. — Adminículo que se rompe en la cabeza
de algunos maridos.
Fidelidad. — Lealtad que aun conserva el perro,
pero para el hueso.
Fruta. — Producto prohibido para los pobres.
Colectivo. — Entrevero de espinazos con caderas.
Corazón. — Pintura que llevan en los labios las
"chicas".
Tafeado de piel. — Sacrificio de quién sabe qué
animal.
CARTELERA CINEMATOGRÁFICA Amor. — Esiiecie de mermelada antigua que ac-
tualmente ha adquirido la consistencia y el brillo de
"El misterio del cuarto negro", por Fresco. la plata.
"El cascarrabias", por Pico.
"La familia Barret", por los Patrón Costas. ¿CONOCE USTED SU PAÍS?
«Cambio de monta", por Bruch«ann.
"Nacido para la gloria", por Giacobini. Timbo Viejo es un pueblo de SOOO
"El ídolo de las mujeres", por E. Dickmaim. habitantes, del departamento de Burru-
"La edad indiscreta", por Palacios. yacti, en la provincia de Tucumán.
"Mefisto o el fantasma de París", por Elpidio.
C A R A ^ Y CARETAy 67
en diversos jardines zooló- que no le causara nostalgia
gicos del mundo, eti particu- de libertad.
lar en el de la capital fran- El progreso de la higie-
orno
frescura a su
° 'fescura de su piel es un don
•naraviUoso I Cuídela I recuerde
siempre que no hay hermosura
completa sin un culis suave, lerso,
"lerciopelado. Proleja el suyo,
o cada día nueva frescura
'avándose mañana y noche con
Jabón CORYDALIS, es de fino
"ume, de espuma generosa,
echo a base de seleccionados
oceites vegetales que nutren su
f e l , le dan tersura y la mantienen
lozana ...
•^s'ienda su belleza, compre hoy
"»'smo su Jabón C O R Y D A L I S .
'pa^én de tocado'^
CORYDALIS
TODO UN TRATAMIENTO DE BELLEZA EN FORMA DE JABÓN
CARA./ Y CARETAS
<^P untes
SOBRE
BONPLAND
ORIGEN DEL A P E L L I D O
Así como la generalidad lleva el apellido de sus pa-
dres, el sabio que era hijo de Simón Jacobo Goujand
(había nacido en La Rochelle, Francia, el 25 de agosto
de 1773), lo lleva en atención a que, en el instante de
nacer, como le anunciaran el hecho a su padre que era
naturalista y estaba plantando vid, éste exclamó:
"¡Loado sea Dios! He aquí una buena planta". (Le
bon plant de la viña). Y, lo de "bon plant" habríase
convertido en sobrenombre del niño, para quedar lue-
go en el apellido Bonpland que siempre usó.
R A D I O
A U T O S EN COMPAÑÍA DE HUMBOLDT
D I B U J O
V E N D E D O R Efectuó en 1799 el primer viaje a nuestra Amé-
PROCURADOR rica. Luego de infinitas penurias, a su regreso a París,
CONSTRUCTOR llevaron un herbario de más de 60.000 ejemplares, en
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el que había 6.300 plantas nuevas y desconocidas.
TENEDOR DE LIBROS
CORTE Y CONFECCIÓN
FARMACIA Y QUÍMICA O T R A VEZ EN AMERICA
PERIODISMO-PUBLICIDAD
TAQUÍGRAFO- CALÍGRAFO El sabio llegó a Buenos Aires el 29 de enero de
ORTOGRAFÍA-ARITMÉTICA 1817. Trajo muchísimas plantas medicinales, frutales
AGRICULTOR - GANADERO y legumbres, 600 pies de sauces, 500 de vid y 40 es-
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un receptor toda onda. O t o r g a m o s En el Paraguay, el torvo y sanguinario Francia,
DIPLOMA. Devolveremos su dinero
estando desconforme del primer nies era señor de vidas y haciendas. Sin reparar en fron-
de estudio. Reconocemos lo pagado
en otras escuelas, a los que ingresen teras, la noche del 3 de diciembre de 1821, asaltó la
en éstas. colonia que el sabio había establecido en Misiones,
La administración de esta r e v i s t a
diezmó a la población, la incendió y luego apresó a
certifica la seriedad de esta anticua Bonpland, llevándolo al Paraguay donde le infirió
y prestigiosa institución argentina todo género de males y mortificaciones.
de enseñanza.
sa:a<iiti^mmmmm»my0iiMmmtmimnKHaimmmm
Escuelas Sudamericanas D E S P U É S D E LA M U E R T E ,
689-Avenida MONTES DE OCA-89S
(Palacio propiedad de eslas Escuelas).
EL ENSAÑAMIENTO
Buenos Aires - República Argentina.
El sabio falleció el n de mayo de 1858. Un médi-
Nombre co brasileño de Santa Ana disponíase a embalsamar
su cuerpo, cuando penetró en el rancho un ebrio,
Dirección quien, presumiendo que Bonpland estaba con vida,
lo saludó y, al no recibir respuesta, sin más, apuña-
Localidad
leó al cadáver.
r A R A . r Y TA n r - r ^ . r 69
^ porteros de París
^stán asociados OM.ASA
Y toman represalias.
Constituyen un gremio importan-
te. Tan importante como nume-
Cerebro
Glándula pinea
Hipófisis
°so y respetado. Un portero, en cual-
^ rer parte del mundo y particularmen-
^ París, es un personaje de respeto.
tJesde hace años existe en París un
,.,aicato de porteros. Funciona, tam-
^ti. Una cámara sindical que se refiere £1 inigiiailable y mundialmente conocido tónico,
^.«s actividades de ellos y de los ser- de acción S E G U R A Y D U R A D E R A , a
'«ores anexos. Ambas instituciones han base de Iioi-irionas g-landulares asimilables.
Pjfesentado interesantes proyectos de re- Cansancio cerebral, Nerviosidad, Neurastenia,
Insomnio, A b a t i m i e n t o , Convalecencia,
6'amentaciones, de escalafón y hasta de D e c a i m i e n t o físico. Fatiga n e r v i o s a ,
Pensiones al parlamento francés; pero, O K A S A equilibra y vÍBoriza todo el orijaniamo.
"^ Una de esas omisiones en que a
Con las tabletas O K A S A , ya a los t r e s diag
m''rl^ '""Voluntariamente incurren los 11a-
.^ados representantes del pueblo, tales se nota el buen r e s u l t a d o .
'ciativas no han sido tomadas en OKASA-PLATA para hombre.
'^'íenta. OKASA-ORO para mujer.
Cajas de SO y 100 tabletas.
dec'H ?^ porteros, con mucha razón, han
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tj '. alegan los recaudadores y, sin más,
y P'^^an con el silencio de los porteros
^iu^^^^ que se empeñan en no ser
Han ^'^^^"'os auxiliares del fisco. Ca-
y de'^°'"° " ° callaron hasta el presente
tas c "^"^^ valen ni las preguntas direc-
to» respecto a los inquilinos.
H i n d s protege
contra la dañosa ac-
ción del sol y del calor
... Suaviza... Limpia...
M e j o r a . . . porque es líquida
' " ' " p i . , , * ' ' " " • ¿"ómo ea que no recibo — y penetra mejor.
. ^ ^ « cuenta ?
'•"•o»'»" **• '^ñar. Los cobradores están En frascos desde 0.70.
con el portero.
70 CARAy Y CA.REZAJ
los gordos. El hombre más alegre y cordial No quise escuchar más. Elevando los ojos
del mundo. Sin embargo, cuando le expresé al cielo, murmuré esta oración:
mi asombro por haberlo sorprendido dicien-
do palabras obscenas encima de la balanza,
EÑOR, Señor: ¿qué te han hecho los
el simpático gordito puso una cara de pisto-
lero que daba miedo verlo.
~ i N o me hable de ese instrumento de
S balnearios? ¿Por qué turbas el espí-
ritu de los veraneantes hasta el punto
de hacerles creer que deben confundir los
tortura, por favor! — murmuró roncamente.
— En realidad, no comprendo... — irte lugares de veraneo con el paraíso terrenal?
disculpé. ¿Es que, por siete mangos que algunos
— i Cómo no va a comprender, amigo! pagan de hotel, es justo pretender que la
^e trata de la' tragedia de gastarse una pe- localidad de Mar del Plata o de Necochea
queña fortuna para venir aquí, a rebajar de viva pendiente de los quilos o de los gramos
P^so. y salir después con que, cada vez que que cada ciudadano quiera aumentar o dis-
uno sube a la balanza... minuir?
"1 oír la palabra balanza, todas las perso- Sobre todo, ¿cómo es posible que un po-
"3s que había en veinte metros a la redon- bre balneario se las arregle para que unos
^ se acercaron a nosotros. Del lío que se engorden y otros enflaquezcan de acuerdo
^nnó sólo recuerdo estas frases aisladas: a su gusto? Porque resulta que, de mil ve-
~- Yo vine a rebajar diez quilos y resul- raneantes, cien quieren aumentar ocho qui-
^^ que sigo como antes. los; cincuenta quieren aumentar cuatro qui-
' ¡Maldito veraneo! Cada día aumento los y trescientos gramos; cuatrocientos, dis-
ochocientos gramos... minuir veinte quilos por lo menos; doscien-
He rebajado cuatro quilos. ¡Y yo vine tos, convertirse de un tonel en una flor del
^ ""eponerme! aire, en tanto que los restantes no saben lo
¿Usted rebajó? Feliz mortal. Yo au- que quieren, aunque siempre quieren algo.
snté justo una arroba. ¡ Ah, si pudiese estar Cada uno cree que el balneario debe en-
^ m o cuando llegué a este balneario! No terarse de los quilos y gramos que desea au-
pesaba más que ciento dieciocho quilos. Un mentar o disminuir. Sefior, Señor: ¿cómo
''co, una palmera, en una palabra. pretenden que el balneario no se confun-
El que estoy en la palmera soy yo. Ca- da? ¿Quién quiere que lleve la cuenta del
^ día me levanto más ñaco, y había veni- aumento o de la disminución que desea ca-
°° a engordar. da uno de los miles de veraneantes? Porque
Pues eso no es nada. Yo vine a mante- hay algunos que no se conforman con en-
^^ el peso y resulta que hay días que au- gordar, sino que quieren engordar en las
piernas. Hay otros, en cambio, que quieren
^ito y días que disminuyo. En cuanto
adelgazar, pero especialmente en la cintu-
Cierta la hora en que tenga el mismo peso ra. Y otros que desean perder cuatrocientos
" que vine, me mando a mudar a Bue- cincuenta gramos de la papada. Y otros sie-
"°s Aires. te quilos y medio de la barriga. Y otros...
Señor, Señor: ¿cómo quieren que los
balnearios no se confundan con semejante
lío? ¿Cómo pretenden que el mismo aire,
la misma agua y el mismo sol hagan aumen-
tar a unos justo hasta donde quieran y dis-
minuir a otros exactamente hasta donde di-
gan basta?
¿Quién quiere que lleve la cuenta? ¿El
intendente de Mar del Plata?
¡No, hombre, no! Todavía, si protesta-
ran como un señor que oí esta tarde. Re-
sulta que, a pesar de que todas las noches
va a la ruleta, todas las mañanas se levanta
temprano para darse su buen baño de mar.
Y, aunque todavía no ha perdido un solo
baño, que se los da larguísimos, parece que
va a volver a Buenos Aires completamen-
te seco...
OLEGARIO REINOSO
72 CARAJ" Y r - A o c T A r
Ambiente
personal
Cree su ambiente personal
con un perfume distinguido
que revele la exquisitez de
su gusto y su persona. A su
alcance están los Extractos
Le Sancy. Cada uno es una
sinfonía de fragancias.
El f r a s c o ,
con su boni-
to e s t u c h e
afelpado, se
vende a pe-
sos 3.90, en
todo el país.
^P^C^^^F^T^^:
Ig SaNc/ N.22.N=33
HsaiA
^^ E L A T A D A
POR SUS
'^-OMANDANTES
•
^'O que nos dice
'f iylcealmiraate
'arique G.Fliess
x.X.~-»~-*'^~-^- '/'V"'"'
V iceal mirante
•^nnque G. Fliess.
Lo que dice monseñor Dionisio R. Napal
L don verbal de monseñor Dionisio R. N a - cia y habilidad pedagógica no aprendida, me ore-
pal y la destreza de su dialéctica, han en- paró discretamente a la recitación de oraciones
riquecido la oratoria sagrada. y respuestas y me ejercitó en el correspondien-
Allá en los gloriosos días del Congreso Euca- te ceremonia!, para ayudar misa. Llegó el día de
rístico, cuando todos los corazones argentinos se mi estreno. Según costumbre, n o obstante la in-
h e r m a n a b a n en el recogimiento de una oración clemencia invernal de la madrugada, salimos de
ante la grandiosa cruz que abría sus brazos en casa a las cinco y media. L l e g a m o s a la iglesia
majestuoso símbolo, dominando las arboledas parroquial de Belgrano, dominando todavía las
de P a l e r m o , la palabra de monseñor Napal, sombras. Consigno de paso que esa construc-
como una cascada de agua pura y cristalina, ción monumental, aun hoy se me figura una
parecía descender del cielo para hablarles a los audaz expresión arquitectónica sin rival en Bue-
h o m b r e s en el lenguaje del Señor. nos Aires. L a rotonda produce una armónica y
H o y entrevisto al Vicario General de la Ar- magnifica sensación de grandeza.
mada, y a través de este interrogatorio de leja- " E l trayecto (kilómetro y medio) fué a pie,
nas evocaciones, encuentro al sacerdote en la pues no había otro medio de locomoción para
intimidad de su yo, entrecerrando los ojos, en quienes carecían de coche o caballo. M a r c h a m o s
la emoción del recuerdo que perfila la imagen a campo traviesa.
luminosa de seres queridos, en cuyo corazón los " Recabada del párroco la autorización perti-
años y la vida no han podido debilitar. nente, salí de la sacristía rebosando satisfacción
Como
H a b l a de sí con palabra que lleva m u y lejos.
ano SU
espiritual, portando el misal voluminoso y estu-
— P a r a contestar su pregunta necesito remon- diando mentalmente las maniobras que debería
tarme, cosa que hago con agrado, a aquella le- realizar para que semejante libro no se me vi-
jana y feliz época del vivir en que no contaba niera al suelo. D e cerca, mi padre vigilaba mis
m á s de 8 años. tareas, siguiendo el proceso de la ceremonia.
" Entrecierro los ojos y se m e aparece el paisa- También, próximo al altar, con su libro, asistía
je del viejo Belgrano, que tantas veces me ha he- a la celebración un caballero trajeado rigurosa-
cho sentir en su aspecto sentimental el amor a la mente de negro, de chaqué. E s t e señor, con-
tierra, a través de la adhesión a la patria chica. cluida la misa y de nuevo en la sacristía, vino
" Necesito referirme a mi padre. Intactas con- a mi encuentro y luego de averiguar mi n o m b r e
servó las costumbres y la orientación espiritual y edad, díjome:
que se le imprimieran en el hogar de los antepa- " — Vea, amiguito: p o r su poca edad me ha
sados, en su tierra de origen, Navarra. llamado la atención su correcto desempeño,
" Su deseo, que hallaba eco en mi espíritu, como también la buena voluntad que supone venir-
era verme realizar en la iglesia las mismas fun- se en una mañana invernal como ésta. Lo felicito.
ciones que él llevara a cabo cuando niño, allá en " Y extraj^endo de su cartera un billete que puso
el templo de su Villa de L u m b i e r . Con dihgen- en mis manos, flamante papel de un peso, añadió:
" — Se lo ha ganado usted en buena ley.
" Según lo supe, después, aquel hombre era
don Alejandro Caride. Su prestigio de patriarca
belgranense era inconmovible, pues se funda-
mentaba en una incansable realización de bue-
nas obras. E s t e español a m ó a nuestro país con
adhesión inalterable, a través de su afecto a
Belgrano. Su espíritu de católico ejemplar, des-
de la altura ha de haber asistido lleno de com-
placencia a la transformación de su quinta so-
lariega, donde la flecha de una torre coronada
por la cruz advierte a los caminantes de Cabildo-
la existencia de una iglesia, centro de un colegio.
" Como se ve, la escena, marco de mi p r i m e r
peso, se asocia a la memoria de mi padre y
maestro, del viejo templo, del Belgrano h i s t ó -
.•ico y de don Alejandro C a r i d e . . . "
Lo que dice el doctor Joaquín S. de Anchorena
L doctor Joaquín S. de Anchorena, con anularse, añorar lo perdido, significa compro-
su gentileza proverbial, presta cordial bar la incapacidad para ser feliz y abortar las
_ acogida a mi visita, pero prefiere si- nuevas energías que cada día me despiertan
enciar el recuerdo de su primer peso obtenido y me mantienen en pie de combate.
'^on el trabajo. Cierto es que el doctor An- "Intendente, senador, decano de la Facultad
chorena nació en hogar pródigo, mas las cos- de Agronomía, pa-esidente de la Asociación
tumbres eran inflexibles. No sólo se bebía del Ti-abajo, he puesto en todos los cargos que
sapiencia de los pechos de la Universidad; me ha tocado desempeñar las fuerzas de mi
necesario era hacerse hombre en las tareas espíritu y el celo de mi voluntad.
1 , ,*''''™P° o junto al hermano mayor que ya "La rueda de la fortuna me quitó bienes
liabía instalado bufete de abogado. materiales, pero no se llevó el optimismo y
Si cuando joven me hubieran dicho que la fe, que son partes de mi idiosincrasia.
l^oy, a mi edad, habría de trabajar como lo "Todos los días, desde las seis de la mañana,
hago, sufriendo los escollos de la vida, me me entrego al trabajo. Mis ocupaciones son
"ubiera sonreído. Creía entonces que ésta se- múltiples y variadas y encuentro en la reno-
'la la hora de regalo y descanso. vación constante el placer de sentirme hoy
'Fácil me fué el primer peso. distinto a ayer, renovado mañana.
primer peso...?
"Casi siempre, cuando chicos, ambicionamos
imitar al hermano que llevó pantalones largos
"A pesar de preferir la reserva de mis co-
sas, confieso que la pregunta de "Caras y Ca-
antes que nosotros. Elegí la misma carrera retas" es muy simpática, y lo único que la-
<}ue mi hermano Tomás, y a su lado, mucho mento es no poder corresponder a su simpatía
antes de finalizar los estudios universitarios, con una respuesta interesante..."
trabajé con empeño. Interesa siempre lo que se refiere al doctor
"Yo adoraba la agricultura. Cambié el es- Anchorena, quien ha ganado con justos méri-
tudio de abogado por el campo. Gustaba des- tos una personalidad destacada en nuestro mun-
pertarme y aspirar el aire mañanero, cuando do político y social.
las plantas y flores inclinaban todavía sus Con la misma elegancia con que pronuncia
. cabezas llorosas, bañadas por el rocío de la el enjundioso discurso, luce la galana flor en
noche. el ojal del chaqué, que irreprochablemente viste
"La pampa hablaba a mi espíritu con el el caballero y señor en las tardes del Hipó-
silente lenguaje de los hijos. dromo. — E. P.
"Como se pierde una vida, sentí, irremedia-
blemente, los últimos estertores de la rica
heredad familiar.
''No sé si cuesta más la lucha por la exis-
tencia cuando se tienen veinte años, o en el
medio del camino de nuestra v i d a . . .
"¿ Para qué recordar el pasado ? . . . Revivir
la felicidad que se escurrió de las manos es
VICENTE LÓPEZ
Dos náyades con sus respectivos cancerberos.
De cara al sol
frescas y son.
tientes.
O L I V O S
La gracia y Ja belleza triunfan
por sí solas.
A i a orilla del
ANCHORENA
La fotografía tiene esto de bueno:
acerca la realidad a los ojos y sa-
tura de dulce entusiasmo al misó-
gino más incorregible.
En <!A(ahut; Huapí
iJgal-J'jyi^
al salir del
El real huésped y el presidente Alvear, puerto en la carroza de gala.
El que iba a ser Rey de Gran cur.=i " ° ' durante sus ex-
Bretaña, después de un vue- tre v°"^^ al aire libre, el Uus-
lo realizado sobre territorio •sitante usaba la clásica
argentino. sorra de vasco.
í-iíee jmL bxm •
^
ifj'.»!»:»' * i ^ i . h-^M^'- M
psTMT»
"Aspecto del Salón Blanco de la Casa Rosada durante la solemne reunión en q^f ,^5 ^^ Se ."^^ si acuerdo entre Paraguay
y Bolivia para la total devolución de los prisioneros, el mantenimiento de las med''* dipio^^?<iad y la reanudación de las
"eticas.
relaciona*
Mar del
Cuando la lectura es
interesante, lo arbi-
trario del asiento es
lo de menos.
'"'os de M aie ^
El poeta y p e r i o d i s t a
Eduardo Blanco Amor fué
obsequiado con un "xan-
t a r " en la Casa de Gali-
cia, celebrando el éxito de
su jira por España.
En el hospital Salaberry
fué inaugurada una biblio-
teca circulante organizada
por la asociación femeni-
na Unión y Labor.
LOMAS de Z A M O R A
Una bella y floreciente ciudad
pro ^^P."^^^°^ d^ ^os jesuítas y los patriarcas del pueblo. — Impulso
j.yj^^^^^sta. — La tradición de un nombre. — Periodismo y progreso
ural, — Don Antonio Mentruyt. — Damas beneficencia. —
Un hospital modelo.
EXPULSIÓN DE LOS JESUÍTAS Y " denó el Rev. P. Rector Juan de Roca, se hicie-
J~OS PATRIARCAS
Í-U6 PATRIAi DEL PUEBLO " se tocar la campana para que en su aposento
" se juntase la comunidad y haciéndolo así, con-
E
fu,
real decreto de expulsión de los jesuí-
as que ocupaban las posesiones españo-
'?«' se dio el 27 de febrero de 1767 y
"
"
"
currieron los padres jesuítas y comunicado el
objeto dijeron: que lo acataban con toda re-
signación y para constancia, lo firmaron".
agentes''"^^'^'•'•'^''^ '""^ instrucciones para que los Enumeráronse las tierras que poseía la comu-
ties en jPí°'^'^^''^'^an a la confiscación de los bie- nidad de este lado del Riachuelo o "de esta
^« ético "í*^' ^^ ^' '^^ "^"^° '^^^ '"'^'"° ^"°- banda", como dice, e igualmente de la otra
Us prn"?^'^'^° P^"^* hacer efectivo tal decreto en banda. Frente a dicho colegio de los P. P. jesuí-
ParaguJ'""f '^'' ^'° ^^ ^^ P^^'^^' Tucumán y tas, poseía la comunidad una estancia que dos
"^aballe / ' j * ^ sargento mayor del regimiento de años antes habían comprado a don Juan de Za-
^ález p Buenos Aires, don Francisco Gon- mora y que por los accidentes que caracterizaban
ción dp ^ " P'^°"der a la confisca- su suelo se le denominaba "Las
-
Siesos "2. temporalidades de los reli- /X Lomas". He aquí el origen del
jesuítas, fué labrada un acta
'^„peug;;: nombre de la ciudad que nos ocu-
"iguíp'^j.^'^'^'^ e Intimación, de la pa, de cuyas tierras fué el primer
Jientes manera:
P ID poblador don Juan de Zamora.
;; de i'^7g7"™°s Aires, a 3 de julio En el acta de venta de la estan-
'» "^'a de 1 ^^ teniente de ínfante- cia Las Lomas, al mencionado co- •
•- '^ tron '"^"^^ *^^ Forasteros, an- > legio de Belém, la ubicación de di-
•' '^^ de 1 ^ '^^'^'S^s, siendo ías cin- chas tierras se establece así: "En el?
„ Casa fi ""anana, pasaron a la paraje que llaman el Cabezudo o
„ ?. ¿g residencia de los Rev. P. Alto Verde, distante de la ciudad de
abiei-f, 1 '^'^'"Pañía de Jesús y Buenos Aires como dos leguas a la
'* 'a puerta al llamado, or- Busto del monumento
don Manuel Castro. otra banda del Riachuelo..,', etc. Al
rARA.r Y CA-RETA/
IMPULSO PROGRESISTA
Pintoresco autovía, único medio de transportí- coletlivü (juc wnt. U lottilifUJ de líaíiíitl'J t-oii VjUa
Albertina.
CARA./ Y CARETA/ 95
' * <lue dUfrutsn da los beneficios que les proporciona la colonia de vacaciones que- fui><,inna
eu S a n t a Catalina,
CARA,r Y rwPTA.r
cidad", "Principios", "Lealtad", "Crónica", con que cuenta la ciudad de Lomas de Zamora.
etc. El progreso cultural en materia de ense- Otro establecimiento educacional de impor-
ñanza, forma un parejo pendant con el adelanto tancia es el colegio de la Inmaculada Concep-
de la ciudad. Lomas ha contado en todos los ción, fundado en 1905, que tiene un alumnado
tiempos con hombres entusiastas que han puesto numerosísimo, con un personal docente de t^-
sus afanes e inteligencia al servicio de su engran- ligosas y seglares educacionistas expertas, inspi-
decimiento educacional. Un nombre que perdu- radas en los principios básicos de la educación
ra en el recuerdo agradecido de los lomenses es cristiana. Sus alumnas egresan con títulos ofi'
el de don Antonio Mentruyt, fundador de la cíales expedidos por el M. de Instrucción Pú-
Escuela Instituto Popular Modelo, base de la blica, a saber: maestras normales, bachilleres y
Escuela Normal actual, también fundador y pri- los profesorados de francés, piano y violín, artej
mer presidente de la Sociedad Popular de Edu- decorativas, etc. Destácanse también los colegios
cación, una de las instituciones más meritorias Parroquial y Manuel Belgrano. Colaboran en la
de la ciudad. labor de educación popular, las bibliotecas ái
La revelación más elocuente del desarrollo la Sociedad Popular de Educación, el Centro
educacional de Lomas de Zamora es la crecida Cultural Ars y otros. Entre las instituciones
cantidad de escuelas que funcionan dentro d;l benéficas de importancia, merece ser destacad?
partido, siendo de las principales la Escuela en primer término la Escuela Profesional de
Normal Nacional, justo motivo de orgullo de Mujeres Julia Moreno de Moreno, patrocinada
la ciudad lómense; dirigida por el profesor Saúl por una comisión de damas, presidida por la
Sandes, sobresaliente figura del magisterio na- señorita Mercedes Moreno; vice, Esther T . de
cional, a quien secundan eficazmente, además de Pardo; secretaria, Rosa B. de Pórtela; tesorera,
la vicedirectora y secretaria, la señora Mana E. Josefina Predianí; vocales: Laura G. de Grasso,
Rodríguez Bustamante de Demaría, que tien? Arminda B. de Gil, María T . M. de Calderón
a su cargo la regencia del departamento de apli- de la Barca, Zulema G. de Glennon y Margarita
cación. La señora Demaría es una distingui- D. de Castro, dama esta última de extensas vin-
da educadora que posee relevantes condiciones culaciones, que se destaca en múltiples obras
de escritora, poetisa, conferenciante y autora de filantrópicas y a quien debe la institución que
numerosos trabajos pedagógicos. Es uno de los nos ocupa gran parte de su prosperidad. £ n
valores intelectuales femeninos más destacados nuestra visita a diversas instituciones de Lo-
La presidenta y la secretaria de la Comisión de Damas Aí>peclo p a r o a l de! refettono de! referido estableci-
Vicentinas y personal religioso superior acompañando miento benéüco que sostienen las damas vicentinas,
a n u e s t r a enviada en su visita al Asilo Amor Maternal. durante la hora del té.
A I? A r V r- A 111—r A r
Pens 1 ' ^ ° " ' la señora de Castro nos dis- Para terminar ,diremos que el hospital Luisa
apQ ° ' ' amabilidad de su compañía y de su C. de Gandulfo desempeña su humanitario co-
dolo ' "^"^ agradecemos una vez más, aprccián- metido bajo la eficaz dirección del doctor Anto-
niere ^^ ^^'^ grado que tan gentil dama lo nio Godoy, a quien secunda un personal técnico
joven, residente en la localidad, que alterna sus
gfjj'''^^ comisión de damas, meritoria en alto tareas con las de la Capital Federal. La presi-
Vicen't ^!J "^^ ^* Conferencia de Señoras de San dencia de la Comisión Administrativa la desem-
KalÍ7 1 ^^"^' Nuestra Señora de La Paz, que peña con todo acierto el señor Leo Italiani,
ternar- .,^°^'^"imiento del "Asilo Amor Ma- quien ha firmado el balance financiero del año
bres" '«p^°^^SÍo San Roque", "Casa de Po- 1935 con un superávit de treinta mil pesos, ci-
elogj' Cintro Catequístico", etc. No menos fra que supera a la mejor frase elogiosa.
dgj j-v?^ ^^ la acción de la comisión de señoras
"T , IfPensario Antituberculoso de Témperley.
"Ho í ^^^ •^™o"' "El Hogar Elordi" y el E N V I A D O E S P E C I A L '
^gar Bernardino Rivadavia".
vefsj ""^'? ^1 movimiento social y deportivo di-
cos A„ !?'^"iades de importancia: Clubs Atléti-
iawti 4-^^1^'^is, Bánfield y Témperley, Gazcón
Inglés I ""'^ ^^"^' ^^ Cumbre Club, Club
Don Ramón L. Cortés
gj ' Lomas Athletic, Círculo italiano, etc. U n a d m i r a b l e e j e m p l o cíe filantropía.
en ^^ "*°'vimiento mutualista es considerable y
las so •^!'^''^° realizan una pondenble acción
ptegjjí^^'^^ades: Española de Socorros Mutuos,
E L actual secretario
de Obras Públicas
de la Intendencia de
liomas, señor Ramón I*.
Cortés, que ocupa, el car-
es ajgj! ^ P""^ don Antonio Quintana, quien no go desde el primero de
entidad* í . . .'^^'^'^"t'í progreso alcanzado por la- enero, no es un impro-
visado en las funciones,
liana tT P'Sna de mención es la Sociedad Ita- ya q u e t i e n e de los
nvás, f^'^^ é Stella, fundada en 1882, y sde- asuntos comunales la ex-
periencia de muchos lus-
su poj°3 '^ diversas colectividades despliegan tros en el Concejo Deli-
LQ ^"^able acción mutualista. berante de la ciudad y
en el Senado de la Pro-
cial e •''^°'-"Pa un preponderante lugar comer- vincia, donde ocupó una
decabl "^ ^^'^rial; su población obrera es consi- banca durante un perío-
do completo.
tal L^- ^ ^'^ fábricas son numerosas. El hospi- El 31 de diciembre último finalizó su presidencia
gtesist ^"^ • '^^ Gandulfo hace honor a la pro*- en el Consejo Escolar del distrito y en ese período,
elogroV""di'd y ' no nos excederíamos ".n el se realizaron obras de progreso y asistencia social
que destacan al funcionario por su dinamismo y
v¡H(.¡j ' "ácimos que honra también a k pro- acierto. Estableció el sistema de distribuir ropas
elevad'a '^ '^^'^imiento asume proporciones muy de abrigo y calzado y procuró recursos de la co-
muna en favor de los niños menestC'rosos, a quienes
tvivo o ^'^ relación a su capacidad. El cronista no alcanzaba la acción de las copenadoras escola-
res. Fundó ima escuela en la aona de Villa Inde-
P^lden '^'^''^''"^ '^'^ recorrer sus distintas de- pendencia que funcionó en el año 1934 sin que la
^bsolut*"'^^' ''"^probando el aseo y orden más D. de Escuelas pagara local por falta de presu-
puesto; ei señor Cortés solventó dichos alquileres
dispjj, " '^omo asimismo la atención y esmero a fin de no restar un centro de enseñanza a una
l^oiatori ^'^ ^"^ preparación de recetas del la- población que lo reclamaba. Súmase a esta obra
meritoria aun otra mayor, que cierra con broche
Magdaig*^' ^^ ^^^^^^ del cual se halla la señorita de oro la actuación del señor Cortés. A su inicia-
^^''^titas^T ^'^'°'^''"°' Jif^ de farmacia, y las tiva se debe que la colonia de niños débiles que
funciona en esta ciudad, en el establecimiento San-
'^^'^tes. pi " } ^ ^^1 y Sara Mesutti como ayu- ta Catalina de la Universidad Nacional de La
^iviosjj^ |,.'^°''5lo de las mejores marcas impera Plata, sea administrada por el Consejo Escolar.
Dicha colonia es la primera instituida en la Pro-
^^ '^inco^ •^'^^"^'•°^ básicos, expendiéndose más vincia y está conceptuada como modelo en su
'trabajo /^^^ recetas mensuales, además de un género. E l señor Cortés ha puesto su infatigable
empeño en pro de esta magna obra y tal esfuerzo,
''lisniQ ^ ^^'^ mil ampollas preparadas en el es digno del más caluroso aplauso.
98 CA.VLAJ- Y C A R E T A S
L Jockey Club de
Buenos Aires ha
inaugurado reciente-
mente en San Isidro el nue-
vo hipódromo, cuyas insta-
laciones han sido construi-
das en hormigón armado,
notable obra realizada por
los ingenieros contratistas
señores Boccazzí y Cía.;
ubicados con oficinas y es-
Las tribunas protesionales, "paddock ' y popular y demás obras accesorias
tablecimiento en la calle
del notable hipódromo, dan idea de la excepcional obra realizada por los Humboldt 14S8, Buenos
ingenieros contratistas Boccazzi y Cía. Obsérvese el techo voladiza, cuya Aires.
visera dei "paddock" tiene un vuelo libro da 18.50 metros.
C A R A ^ Y CAREiAJ 99
De L o m a s de Z a m o r a ,,—-^
G D
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I O .
! *¿3 «
Se envía el NUEVO PROSPECTO DE LOS PRODUCTOS "COSTAFORr*
con amplias e x p l i c a c i o n e s sobre el embellecimiento de la TEZ.
101
C A R A / Y CARETA/
pN HOMBRE Y
JJNA ACTUACIÓN
PONDERABLES
^ Al nombre de don E u g e n i o
^- Gandolfi lo rodea en todo
i-twnas una aureola de respeto
JosE GATTO
y estiitiacióji j u s t a m e n t e merre-
rf"- Es el premio de los que
ponen sus condiciones de bon-
° W . caballerosidad y hombría
°e_ bien ai servicio d e cuantos ie necesitan. El
»=nor Gandolfi es un admirable fUántropo y lo
"a demostrado con hechos altamente encomiables.
yesde el a ñ o 1928 al 1931 desempeñó la presi-
dencia de la comisión administrativa del hospital
EMPRESA
i ^ a l , efectuando infinidad de mejoras, por colec-
tas y donaciones gestionadas por su intermedio.
'.'Suran entre las "principales obras, k construc-
de
ción de la sala de niños, donación de la familia
°.e ^-respi; pabellón de maternidad, donación fami-
" ^ Kamlrez-Amoretti. Sala de primeros auxilios,
laboratorio y farmacia, pavimentación, etc. Lava-
CONSTRUCCIONES
^^^O; secadero, cocina y demás, proyectado y di-
^%Mlo ix>r el señor C:kindolíi.
. 'Jtro iniíportante rasgo d e su espíritu humanita-
"?' es la construcción del Dispensario Antituber-
tttoso de Témperley, y si a esto agregamos a ú n las
^ n a c i o n e s realizadas en favor del bien público, e n .
~°ntratuos la justificación del aprecio unánime de
1 ^"« goza en IxMíias el señor Eugenio B. GandoJfi.
231-MAIPU-231
Pío Ricagno e Hijos U T , 37-5604
EMPRESA CONSTRUCTORA
EDIFICIOS EN GENERAL
Buenos Aires
'^¡WON FALCON, 144 — V. T. 166, Lomas.
~...^_ LOMAS DE ZAMORA
102 CARA^ Y CARETA/
De la gracia ajena
ce
Anuario Socialista"
D ESDE hace nueve años la editorial
Vanguardia publica un volumen, di-
rigido por los señores Juan Antonio
Solari y Ángel M. Giménez. El "Anuario
teros, Rovetta, Kirrmann, Moreau de Jus-
to, Moret, Palacín, Reynés, Chocovar, Og-
burn, Spur, Bianchetti, etc., recortes de es-
critores célebres, notas ilustrativas, datos
Socialista" es una obra cultural que honra curiosos y útiles y otras páginas novedosas
a sus autores. Cualquiera persoriá culta o hacen del "Anuario Socialista un hermoso
deseosa de instrucción encontrará en esas medio de divulgación.
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NOTAS
del
INTERIOR
«i -^la
,5.°^^fnado
»cta 1 u " " ' ^^ Mendoza, doctor Cano, firma
"«Has ,, ""^^da al entregar el doctor Bengolea Cár-
' gobierno de la Nación la histórica capilla
del Plumerillo.
Lunch servido en el culftel de bom-
beros de Tucumán al cumplirse un
nuevo aniversario de su fundación.
108 CARAJ- Y Cy^RETAT
comí ni en l'estancia de don Ponciano.
— ¿Y cá opinión la mereció la escudell<i-,
¿La probó, busté?
— Mojé poco, pero mojé, de pasada p'al eO'
rejao ande chirriaban los chinchulines desti-
naos a la m u c h a c h a d a . D í g a m e , Rosell»
¿qu'eran esos bultos que, de trecho en trechOi
asomaban mesmo que minas en el océano de
caldo del ollón?
— Era una fhitille da pilotas, don Etenasio-
— ¿ P i l o t a s ? . . . ¿ Y eso, c h e ? . . .
— La pilota an la escudella catalana, da^'
ampeñe al mismo pepel c'al choclo an la quer-
bonade a la crioUe. Sin pilota, no hay escu-
della da lay; sin choclos, no existe querbO'
nade januinamente crioüe. ¿Ma cumpreiid^
busté F
— Caigo, noy: sin globos, nó hay parque
a llegada del aerostático.
— Pues la flutille da pilotas fué turpediade
por la muchachade dal cumité, ¡turpediadd
candidato y. el Al "Berrugue" la vi con tres d'elles, y al "Có-
rrame" con dos. An cambio, al "Nelguite" y
E N T R E los pa,
satiempos vera-
niegos está este
de la pesca. Indudable-
go a l g u n o . Procede
con tranquilidad y no
molestes a los vecinos,
si es que los tienes.
mente, no te faltará' Recuerda que la pesca
ni práctica ni expe-
e
es un noble esparci-
riencia, muchacho. T u miento y, en conse-
ingenio i m p r o v i s a r á cuencia, no te dediques
cuantos elementos ne- a arrojar piedras al
cesites, carias y apare- agua ni poner en prác-
jos, y no cabe la me- tica otros procedimien-
nor duda de que con tos que pueden moles-
ellos llegarás a supe- tar a tus vecinos. T a m -
rar en absoluto a los
PESCAR
P e r f e c c i o n a d o s que
poco mientas, c o m o
S'uelen hacerlo algunos
muestre cualquier ri- pescadores aficionados. Exhibe con
o
val tuyo. Ahí comienza el entrete- sencillez y sin vanidad los pescados
nimiento; en preparar tus cañas, que hayan mordido tu afortunado
aparejos y anzuelos. No descuides anzuelo; y, sobre todo, no magnifi-
nada; pero, tampoco dejes de pre- ques tu empresa asegurando, por
guntar cuáles son los lugares más ejemplo, que has visto peces de ta-
apropiados y menos peligrosos, a m a ñ o inusitado y hasta sirenas.
fin de que tu diversión sea com-
ADIVINANZA DE LA PELOTA
Piel de cordero en su cuíis, fleVcfitando en el iidlejo
LantíSi del mismo sua tripas. Está, poro ágit y lista,
No hay criada que de sus diteñOS A bofetadas y a golpes
Más malos tratos reciba. Veloxfícente vuela y brinca.
E L H 1) N D O r'9
EX C E D € N D C ^"^^
UN FERROCARRIL EN MANOS DE NIÑOS
Cerca de Tiflis existe un parque de diversiones en él que
funciona un ferrocarril que es único en el mundo.
En efecto, ha sido construido enteramente por niños me-
nores de dieciséis años. Escolares de la ciudad, quienes en
las horas que sus estudios les dejaban libres, han montado
la locomotora y tres vagones. Ellos mismos fueron, también,
los que construyeron la línea, de una trocha de setenta y
ag¿gaa'^'^iiL*****s cinco centímetros y con una extensión de cuatrocientos rae-
tros, incluyendo vanos puentes, desvíos y estaciones.
La línea ésta a i funcionamiento desde hace unos cuatro meses y en este breve plazo lleva
transportados 65.000 pasajeros. Frente a este éxito, los pequeños ingenieros tienen el pro-
yecto de prolongar el recorrido hasta un kilómetro, aumentar el tren rodante y levantar
otras estaciones.
Si continúan en este tren (es e! caso de em:plear esta expresión), pronto superarán a las
empresas orgamzadas y dirigidas por sus mayores.
Las llamadas barran-
cas del rio Paraná termi-
nan en el parque Lezama.
Una simple observación EL ADIVINADOR
del terreno permitirá com- D E D A D O S
probar gue a partir de
este punto el trayecto que _ Es_ esta una pequeña expe-
se hace por la costa ca- riencia con la cual se puede sor-
rece de las pintorescas prender a los camaradas que s e
barrancas que existen ha- titulan "fuertes en matemáticas".
cia el norte.
Rogáis a cualquiera que tome
En el noreste de la dos dados comunes y, luego de
provincia de Entre Ríos, agitarlos en el cubilete, los arro-
• hasta hace unos años, je sobre la mesa, mientras per-
abundaron las palmeras y manecéis dándole la espalda y,
en algunos puntos se po-
día suponer que se estaba hasta si se os pide, fuera de la
en África o en la verda- habitación. Anunciáis entonces que, por medio del
dera Mesopótomia. Hoy cálculo mental, daréis el número de puntos de cada
casi no existen. Han sido uno de los dos dados. Para esto, le indicaréis a cual-
destruidas por ^ quienes quiera de las personas allí presentes que tome una
ignoraban su utilidad y hoja de papel y efectúe las siguientes operaciones:
provecho.
Tomar el número de puntos indicado por uno de los
El puerto de San Ju- dados. Doblar ese número. Al total, agregarle 5. Luego
lián es más antiguo que multiplicar el número obtenido por S. Finalmente,
la casi totalidad de los al resultado, agregarle el número de puntos corres-
pueblos y ciudades argen- pondiente al otro dado. Luego, que se diga el resultado
tinas. La gente de Maga-
llanes hizo escala en él, de la opei^ación en alta voz.
antes de descubrir el es- Supongamos que el resultado sea 88. Todo lo que
trecho. tendréis que hacer es deducir 25 de esta cantidad y,
En Alemania se acaban siendo 63 el resto, diréis:
de efectuar afortunados — Los puntos del primer dado son 6 y los del
ensayos para la propul- segundo 3.
sión de bicicletas utili- _ Gon ensayarlo se comprobará que el cálculo es
zando cohetes colocados mf alible.
en la parte trasera.
El m a r . . . l,a inmensidad
del Atlántico y de nuestros
gigantescos ríos no suele ser
muy familiar a los niños ar-
gentinos. Desconocen mu-
chos aspectos de la vida ma-
rítima, no están familiariza-
dos con las costumbres ma-
rineras, ignoran detalles re-
ferentes a las embarcaciones
y sus maniobras. La Argen-
tina, empero, es un país que
debe mirar y confiar en el
mar. Dedicaremos, pues, se-
manalmente, una página para
nuestros pequeños lectores
sobre el mar, sus hombres y
las embarcaciones.
El hombre y elmar
LA PRIMERA EMBARCACIÓN
os primeros hombres vivían sobre la ladera de una
Bn V A H Z ^ D ^ ? ^ ,
5 ^1^2 de agosto de 1821 pro-
. cedióse a la inauguración de
^« cursos en la Universidad de
"enes Aires, c u y o primitivo
oyecto de reorganización per-
l^nece a Pueyrredón. El pres-
fu' j ^°'=*°'" A n t o n i o Sáenz
p * designado rector y la im-
en *?'* ceremonia se realizó
^1 templo de San Ignacio.
C j **'>ién en lo referente a
'^«v J* "'.elaciones exteriores,
*ent 1 '* realizó obra trascen-
A;^ , V ? provincia de Buenos
t^^^' *"é delegada por las res-
«n *í P^^^ representar al país
de,¡ extranjero. Alvear fué
dos ^^.J" Ministro en los Esta-
Oos J°» y se iniciaron algu-
E,jj . ' e ' i n j i n a r e s de paz con
C L C / C LIBRE D E
C ti 1 / T G L C G I / I
OCURRENCIAS
V A R I A S
Vn pibe de cinco años di-
jo fl sú mamá, a tiempo que
ésta lo acostaba:
— Yo no me asusto de la
LA C L A S E DEL obscuridad.
M A E S T R O — Así me gusta. La obs-
curidad no puede causarte
C I R U E L A •daño alguno...
— Pero ayer, cuando en-
— Bueno, la tierra da El médico, examinando la len- tré en la despensa para to-
vueltas alrededor del sol; gua del chico. •— ¡Cuidado, se-
ñora ! No aproxime la vela, que mar una galletita, tute un
iy, después, qué ocurre? está muy cargada. poco de miedo.
.— ¡Yo que sé! Me ima- — jY de qué tenías mie-
gino que no pretenderá que do?
la siga para ver dónde
va... — De que se hubieran
acabado.
•— i Por qué no te has pa-
sado,el cepillo por la ca-
beza?
— Porque no lo tengo.
— Hubieras tomado el de
tu papá... -.
— Tampoco tiene cepillo. El padre habla con su
~-Entonces, ¿con qué se hijo respecto a las maravi-
peina?
"*- Disanxe, además del cristai, llas de la ciencia moderna:
•— Con nada: es pelado. ¿ qué otro objeto transparente — Ahí tienes a ta astro-
•—Pasemos a otra cosa... conoce? nomía. Los hombres han
Un cuadrúpedo es un ani- — El ojo de ta cerradura. averiguado la distancia a
nial' con cuatro patas; un que se encuentran las estre-
bípedo tiene dos solamen- llas y la sustancia de que
t«- •. Por eso el hombre es están compuestas.
Bípedo. — Sí — repuso el pibe;
— Señor... ¿Y si el homr . — pero, lo que en verdad
bre es cojo?... me sorprende es que hayan
averiguado también el nom-
•~~ Te callas. ¡ Nada más 1 bre de todas ellas.
Estoy avergonzado de ti.
^ando yo tenía tu edad
sabía responder a todas las
u
preguntas que se me hacían.
— No lo dudo, señor. Us- , ¿Cuál es el animal más ap9'
^ tendría un profesor muy gado al hombre?
distinto del que tenemos... -— La sanguijuela.
L A V I S I T A DEL DOCTOR
MBATA SdJO
^ ialifileiiiMTf &open_iiNAGE
-^ 'S un joven al que sólo le faltan unas •| n •—Me agradaría estrechar ^u ;.:U;ÍÜ — ma-
fl_ * Trn*
• 'as fl ^ ''^ sangre noble para ponerse al frente 1 I b nifestó el P i r a t a Rojo, a la vez que deposi-
''"nte"
lotif. "'Iotas
° t a s de
de su
su majestad.
majestad. Es
És todo
todo un
un va-
va- taba en manos del comandante el estado que aca-
¿A , • • • baba de leer.
^ Participación tendrá en el desenlace de esta apasionante historia?
118 CARAy Y CARETAJ-
VN CUENTO DEL
LEJANO OESTE
dernido, había sido apresado "JílT^- con un hombre de elevada estatura, vesti-
las autoridades de la. Habana y do a lo yanqui, de aspecto sereno y severo
condenado a muerte. Mientras, angijstiadopv^'-al mismo tiempo. Era el famoso Will Jack,
aguardaba en el calabozo, recibid ^ i f 't/efg' de tos "scouts" que las autoridades
acompañado
interior del de panuna
un delgada
mensajey misügrióso^ drones pde'haciendas
bien-tem- te"hían a ^ perseguirque infectaban
a los bandidosel yoes-
la-
plada lima. En el papel, le decían: "Ocú- te del país. Hacía una semana que había
pate en limar los barrotes de la ventana. prometido dar caza al famoso O'Kelly y
Mañana por la noche te salvaré". Nada be quí que la fortuna le deparaba su en-
más. Nadie firmaba aquel mensaje, pero cuentro rodeado por toda su gavilla.
O'Kelly al punto barruntó que se trataba
de su inseparable Mertens, hombre fiel,
de confianza y valiente. L caballero, ¿quiere comer? — pre-
A la noche siguiente, en efecto, luego ^ , guntó el fondero, afectando soli-
de limar los barrotes, el condenado a muer- citud.
te se encontró con una escala próxima a — ¡ Encantado I Me muero de hambre —
la ventana. §alió de la celda y, luego de dijo Will, sentándose.
algunos dificultosos movimientos, logró O'Kelly se puso furioso al ver interrum-
quedar en salvo. Al pie de la escalera pida por aquella entrada su narración. Se
aguardaba, en efecto, Mertens. Huyeron levantó y, dirigiéndose hacia donde estaba
y, por más que los buscaron, no fueron el recién llegado, le dio una palmada bru-
hallados. tal sobre el hombre, diciéndole:
— ¿Qué tal te va, yanqui?
Will, sin levantar la mirada hacia su .
C iNCO años más tarde, en una época intempestivo interlocutor, continuó dando
jen que los cuatreros y bandidos abun- cuenta del plato de jamón con huevos que
daban en los caminos de la frontera acababan de servirle. O'Kelly, envalento-
de los Estados Unidos con Méjico, cierta nado, insistió:
noche en que el viento silbaba lúgubre- — Pregunto qué tal te va, yanqui.
mente, una docena de aventureros se había — Ya lo v e s . . . Me va muy b i e n . . .
reunido en una taberna de Río Grande del Pero, no sé para qué te interesas por mis
Norte. Eran todo oídos para escuchar las asuntos — repuso afectando modestia.
hazañas que refería el jefe, precisamente, — i Bah! Ustedfes los yanquis nunca
el siniestro O'Kelly. saben n a d a . . . Cada vez que encuentro
El irlandés, envanecido por el terror qu? uno de ustedes me dan ganas locas de
provocaban sus bravatas, designando el re- tener algún asunto... De manera que ya
vólver que no se apartaba de su cinturón, te puedes dar por enterado — alegó del
afirmó: todo desafiador.
Con éste en la mano no le temo a — ¿De manera que es un dpelo lo que
ningún hombre ya tenga la piel blanca, quieres? — dijo muy suavemente Will.
negra o roja. Mirad si n o . . . Tenía un — Pues, lo tendrás.
amigo, Mertens, quien, por haberme he- Terminó su comida. Se limpió lenta-
cho un pequeño servicio en cierta oportu- mente los labios con la servilleta y lue-
nidad, no hacía más que pedirme dinero. go, e n c a r á n d o s e con los presentes,
ÍTe amenazaba con delatarme a la policía. agregó:
Pues b i e n . . . ¿sabéis lo que h i c e ? . . . — Son ustedes testigos de que me ha
En aquel instante se abrió la puerta de provocado. En consecuencia, me corres-
C A R A y Y CARETA./" 119
ponde escoger las armas. Utilizaré dos correspondía a Willy y, dirigiéndolo hacia
revólveres, de los cuales uno solo estará el pecho de éste, apretó el gatillo. El tiro,
Cargado. Los colocaré sobre la mesa ta- tampoco salió.
pados con un pañuelo. Tiraremos a la — Señores — dijo Will, entonces. —
suerte-y el favorecido" tomará el prime- Ya sabía yo que se trataba de un cobarde
ro una de las armas y la descargará so- incapaz de respetar su palabra. Por eso
bre el pecho del otro. ¿Están bien las me cuidé muy bien de cargar los revólve-
condiciones ? res. Este O'Kelly no es más que un fan-
— i Perfectamente ! — asintieron varios farrón.
de los bandidos. El irlandés, viéndose perdido, sacó a
O'Kelly comenzó a temer, pero trató relucir una navaja y pretendió agredir a
de disimular su estado, diciéndole al rival: Wills. Una vez más, la destreza de éste lo
— Sólo a un miserable como tú se le desarmó.
ocurren tales locuras. — Bien — repuso el yanqui. — Ahora
Will ni lo miró. En cambio, el fondero, te tengo entre mis manos. Te haré pagar
aproximándosele, le expresó su deseo de tus crímenes. Una sola bala bastará...
que no pelearan en el interior de su casa. Sacó su revólver; pero, O'Kelly, rea-
El yanqui lo apartó a un rincón y allí le lizando un postrer y desesperado esfuerzo,
dijo algo al oído: consiguió escapar, montó en su caballo y
;—Bien, si es así, autorizo el duelo — salió a galope tendido, perdiéndose en la
dijo, al fin, el hombre. obscuridad de aquella noche tempestuosa.
Los adversarios se colocaron frente a Al siguiente día fué encontrado en me-
frente, separados por la mesa sobre la dio de una laguna que no había podido
cual estaban los dos revólveres cubiertos evitar en su huida de la noche anterior.
por un pañuelo. La suerte favoreció a Ahogado, había recibido de la fatalidad el
O'Keliy, quien sacó la pajita más corta. In- merecido castigo por sus vilezas.
"lediatamente, con un movimiento fulmi-
nante, se apoderó de una de las armas, la
apoyó sobre el pecho de su rival y opri-
"lió el gatillo. El tiro, empero, no salió.
Entonces, sin respetar lo pactado, conve^;
tido en una fiera, arrebató el revól
120
CA-RAJ- Y CARETAS
Cci 9 f i T o n t u r t l i t
U N A R R I M E
Ese tipo es un campeooazo. . . Hay qu« conde- /^ — S e me ocurre una cosa. Le voy a anotar die»
corarlo con una hoja de afeitar. •« v puntas para el campeón de las bochas.
12T
SCORE
v,v«^
lu-«
{w>
El primer y últi-
mo i n v e n t o de
EDISON
T
ODA la vida, uoa de las características
de Edison ha sido la de no hablar de si
mismo. Siempre rehuyó a los reporten
y muy pocas, veces escribió articulos
ra los diarios relatando episodios de su la:
y laboriosa existencia.
Pero, si el gran sabio ha tenido una del ^
dad, ésta ha sido la de los niños. A ellos nunca
les negó nada y para ellos ha dedicado muchos
de sus afanes.
Fué, pues, un niño quien, al tener la fortuna
de encontrarlo de visita en casa de uno de los
altos empleados de sus laboratorios, logró de!
sabio una de sus más interesantes anécdotas.
— Señor Edison — le dijo el pibe, — ¿ por
qué no nos cuenta cuál ha sido su primer in-
vento ?
Y Edison, sonrienite, no se negó;
— Cuando yo no era más que un pobre ven- " Al día siguiente fui a verlo y sus cria-
dedor de diarios — comenzó, — tenia la cabeza dos me dijeron que estaba en cama. Después
llena de ideas y los bolsillos completamente va- de dar un vistazo a las cajas en que había tra-
cíos. bajado el día anterior, pasé al dormitorio del
"Un dia leí en tm periódico un an-uticio se- tnillonario.
gún el cual un conocido banquero había hecho " — ¡ Hola, amigo I — dijo al verme. — He
el triste descubrimiento de que sus cajas de probado...
hierro, a las que él había considerado inviola- " — Sí, señor — lo interruimpí. — Anoche, en
bles, se abrían como todas. En consecuencia, cuanto yo me marché, a eso de las ocho, usted
declaraba que estaba dispuesto a dar lo que se intentó abrir las cajas de hierro. . .
le pidiera con tal de obtener para ellas im me- " — Es verdad...
canismo que las hiciera inviolables. " — Y en cuanto metió la Uave en la cerra-
" — ¡Este es mi hombre I — dije para mi al dura recibió una descarga...
punto. " — En efecto...
" Instantes más tarde me hallaba en presen- " — Y Se quedó sin sentido y así estaría aún
cia del millonario, quien, entre afable y descon- si no lo hubieran auxiliado.
fiado, me preguntaba el motivo de mi visita. " — Tiene razón — asintió d banquero toda
" — He oído hablar — le dije — de la desgra- vía dolorido.
. cia que le ha ocurrido; pero, como yo he in- " — Bueno, otra vez que quiera abrir sus
ventado un mecanismo infalible, que pondrá en cajas...
sus manos al ladrón que abra " Y le expliqué lo que te-
sus cajas, vengo a ofrecérselo. nía que hacer, terminado lo
" — ¿ Cuánto pedirá por él ? cual me dio un cheque por la
" — Diez rail dólares. suma pedida".
" Le pareció mucho dinero ¡ Aquí terminó el relato de
pero, como yo demostré que Edison. Pero, el pequeño pre-
estaba dispuesto a retirarme si guntón, todavía insatisfecho,
no cerraba tra.t_o por_ aquella insistió:
cantidad, accedió al fin. — i Señor Edison, y su úl-
" Comencé mi trabajo inme- timo invento?
difltanKnte y aquella misma — Con mucho gusto — re-
noche tenía colocado mí apara- puso el maestro. — Mí más
to en todos los cofres del ban- reciente invento es la historia
quero. que acabo de narrarles.
C A R A / I CARETA/ 123
TOM, D I S C Í P U L O
de S E X T O N BLAKE
II. EPISODIO
EL LADRÓN
DE GALLINAS
Casi al mismo tiem-
po que se produjo el
. y caso de los duraznos
desaparecidos — dice
el pequeño Tom en
''"'^«f de gallina! sus memorias detectí-
vescas, — comenzaron
a preocupar al vecin-
dario los repetidos ro-
bos de gallinas y po-
llos. Mo habia galline-
ro que, noche a noche,
dejara de anotar va-
rias y valiosas bajas.
Se decía que una ban-
da de rateros, finan-
ciada por el propietario de un importante mercado
de la Capital, era la que se proveía da volátiles
en forma tan rápida y económica.
Como de costumbre, decidí proceder científica-
ímTff j " ' «"""rdián. í/o le tire, mente. Tomé mis apuntes. Recorrí los gallineros
más favorecidos por las visitas nocturnas y, en
particular, de(Uqué mi atención a uno que era un
verdadero criadero y que se hallaba bastante pró-
ximo a mi casa.
Llevé a cabo mi trabajo a eso de media noche.
Con la linterna eléctrica revisé el galpón. Todo
estaba en perfecto orden. Las puertas mostraban
los flamantes y relucientes candados que el pro-
pietario había hecho colocar. Por entre los alam-
brados, pude comprobar que las aves estaban dur-
miendo perfectamente tranquilas. Con esto el enig-
ma cobraba un nuevo aspecto y ya me retiraba
un tanto decepcionado cuando, siempre ayudán-
dome con la linterna, descubrí en el suelo, nítidas,
recientes, algunas pisadas. Eran, indudablemente,
las huellas dejadas por los ladrones.
bajan? % '"'^ compañeros tra- Ya tenia un indicio. Saqué mi lupa. Examiné las
nido '^^''°"90 que habrás te- huellas y las medí meticulosamente. Eran profun-
^ " ^ « 3 ' ¡mdoí íueñoí... da». Se veía claramente la suela y los tacos. De-
íu caí ° '" '^>'^o/ Soñaba que bía tratarse de un hombre corpulento y, al mismo
""^20 «ro uno /licdro. tiempo, que marchaba sin recelo, sabiendo lo que
hacía. Rodeaban todo el gallinero y luego...
. . . E n aquel instante, un feroz golpe en la parte
posterior de mi cuerpo, hízome lamentar por ella
y por la integridad de mi pipa de yeso, que crujió
haciéndose aíUcos. El golpe fué tan recio que caí
al interior del gallinero, después de
romper la puerta.
No perdí la-serenidad. Antes de le-
vantarme examiné el pie que había
atropellado en forma tan rotunda a
mi importante humanidad. Era enor-
me. Correspondía en un todo a las
huellas que acababa de observar. Mi-
'° deZ "«"'"I' a?"' por el asal- ré hacia arriba, dispuesto a recono-
~-Pu.T'^° ^^P^^ Limitado. cer al ladrón. No había tal delin-
•ues. Lopes... cuente. Era Clodomiro, el vigilante
del barrio.
124 C A R A / Y CARETAJ"
ENTRETENIMIENTOS INFAlSfTILES
Dibujo para colorear de acuerdo
con el modelo de la parte superior.
CARA^ i CARETAJ" 12S
PASATIEMPO/
N» 1 Ni 8
Comprimido, por Clovis L . Jehin (Bahía Blanca) Logrogrifo jeroglífico, (Doble), por " M o r o " {Villa
Ballester, F . C. O. A.)
OPERA
4 2 3 1 5
4 5 3 12
Ni" 9
Comprimido, por "Moro" (Villa Ballester, F . C. C. A.)
N9 2 (I
Comprimido, por "Vilfo" (Macachín, F . C. S.) T
/
C
B TUR u
w
N? 3
Comprimido, por "Vilfo" (Macachín, F . C. S.)
o
N« 10
N E G R O VIOM 100 yiON Comprimido, por "Falucho" (ciudad)
N? 4
Comprimido (con intercalación), por "Vilfo" Macachín.
F. O. S.)
NOTA
N? 11
N'? 5 Comprimido, por Roberto Jorge Salvo (ciudad)
Logogrifo-jeroglífico, por "Hermosita" (ciudad)
ENA FRUTA NOTA
AVE O
B A S E S
7289 6 130S4 CARAS Y CARETAS h a establecido u n concurso, men-
sual d e juegos de ingenio, para el que se otorgarán
K' 6 c u a t r o premios en la siguiente f o n n a : dos a los lec-
Comprimido, por " H e r m o s i t a " (ciudad) tores que remitan mayor número de soluciones exactas
y otros dos a aquellos a quienes se les publique mayor
n ú m e r o de juegos.. Ajustarse a las siguientes b a s e s :
O X T1 19 E n caso de empate, los premios serán adjudicados
en la forma más equitativa que resuelva )a Dirección.
2 ' E s requisito indispensable a d j u n t a r a las solucio-
N? 7 nes el cupón respectivo.
3 ' Lo3_ juegos deben estar acompañados d e firma
Comprimido, por " F a l u c h o " (ciudad) y domicilio a u n q u e se publiquen con seudónimo, como
también de las soluciones correspondientes.
4 ' E l aspirante a premios por colaboraciones puede
optar también a los premios por soluciones.
N,^ de la i?. — T o d a correspondencia p a r a esta
seoeióm debe remitirse a la sección "Pasatiempos",
CARAS Y CARETAS, Chacabuco N<í 1 5 1 .
Concurso de enero. — Se reciben Bolucionea hasta c'
16 de febrero próximo inclusive.
Concurso de febrero. — Se reciben solaoioneB hasta
el 15 de mayo próximo inclusive.
de ,
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— ¿Te fijas? Agarra azul y amarillo y hace
verde.
— Si consigo engañar al Jurado, me Ikvo el — i Pschs! Mi papá agarra un revólver y hace
primer premio. blanco.
(De Abara, Madrid)
MJ^flS M^^JS^É^MX^
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DIRECCIÓN, EEDACCION, ADMINISTEACION Y TALLEBES SP"6
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TELÉFONOS: .ÜOÍÓB Telefónica: Administración: (38) 5982. Direccióa (38), 4±21,
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Perú, Uruguay y Venezuela. Año $ oro ,., ,., ,., .., ,.j ,., ,., ^ >.j ,., ,„ J . —
No se devuelven los originales ni se pagan tas colaboraciones no solicitadas por,
Dirección aunque se publiquen.
Los repórteres, fotógrafos, corredores, cobradores y agentes viajeros están provis
'de una credencial, y se ruega no atender a quien no la presente,
EL ADMINISTRADOR
C A R A / Y CARETA./ 129
PALABRAS CRUZADAS
P R O B L E M A NUMERO 33
HORIZONTALES
Reverencia o cortesía humil-
de en muestra de sumisión
I•A^
23. O larga y letra últi-
^'stmgue de lo de- ma del afabeto griego
""as del piso por estar 0 R A R A L A (S).
^^losada o p r algu- 24. Pueblo de la provin-
(•;= *?''''a circunstan-
| c • rp^i cia de Almería; par-
r'jí' destinada para el • c_I A
N 0 L 1 B A D tido judicial de Can-
jáyar. Bañado por el
' (s')"*"^ '^^ peatones D A
3, 1 B 1 ó HA_ 0 río Andáfax; uva, ga-
J^amífero cuadruma-
p°' de Ceylán (5).
ersona que no era
V E L 0 •^ H A N A S 25. Nombre
\A L /
nados, minas (S).
del limonero
en Taití y en las islas
a«flntida a los miste- £ S E Marquesas (5).
L 0 A N \F[O N A 5
La solución en el próximo número.
J*°TA. _ Los números que figuran J^lZU^i^l^^pX^^'^^^os, indican la cantidad de letras de cada palabra.
Don Ramón
en COSMOPOLIS
Por Narciso Robledal
Su segunda visita a
Méjico. — Sus malas
impresiones de Nueva
York. — Su conferen-
cia en la Universidad
de Columbia. — Dos
anécdotas que lo re-
tratan de cuerpo ente-
ro. — En la habitación
número 1024 de un ho-
tel rascacielos. — Me-
rienda con el repórter.
— Detalles de una en-
trevista mágica. — Ci-
garrillos y más ciga-
rrillos. — Maravilloso
curso de estética cine-
matográfica. — L o s
Esperpentos y la ca-
restía del papel. — Lo
extraordinario del re-
portaje. — Descanse
en paz.
bal '^ en una galana sucesión de acordes ver- ginémonos las repeticiones de nombres y ape-
n S'^^.^os suspendían de sus labios. llidos y la consiguiente confusión de los llama-
azt dijo? Habló de Méjico, el país de los dos telefónicos, visitas e identificaciones a que
Dlor^-^-' '^*'^'° de ía cuestión social, de la ex- darían lugar las docenas de "Smith" y "Hender-
yotacion del indio, de arte, de literatura, de re- son" que pueblan aquellos hoteles. Por eso al
lU^S'^^es... habló de todo con magistral ga- huésped se le "cuelga" el número de la habi-
oj^"'^', señoreando los temas con una sobriedad tación que ocupa. Mister 782, por ejemplo. Aho-
tr'^°™strica" tan elocuente, que las líneas cor- ra bien; don Ramón del Valle Inclán era el nú-
n .j *"^azadas en el aire por su única y enfla- mero 1024: "Mister Thousand-twenty-four".
rúb*^- mano, de afilados dedos, constituían la Un caballero portorriqueño, admirador del
rica de sus afirmaciones, dando fe de las insigiie gallego a quien conociera en Madrid,
^ stnas con la indiscutible autoridad con que un había venido a saludarle aquella mañana, y por
s , ' ° signa y rubrica un documento... Así, amenizar la conversación le refirió tan pinto-
ivando las distancias, pudo afirmar Platón que resca costumbre.
•"'OS geometrizaba. — ¿Con que pretenden que yo sea una cifra,
Al terminar la conferencia entre clamorosos exactamente como si estuviera en el Penal de
l¿,.^"^°s, le pedimos una entrevista para los Ceuta, eh? — exclamó enfurecido. — Acompáñe-
Wes de un popular magazine. me y sírvame de intérprete.
un"~t ^^ ^' mañana podré recibir. Me siento No hubo otro remedio que obedecerle. En las
del indispuesto y acaso espere la llegada oficinas de información de la planta baja se
vapor sin levantarme de la cama, plantó don Ramón mesándose las barbas nervio-
j ° postante tan poco alentadora respuesta y samente y clavando sus "ojillos perforadores en
= evidentes señales de su fatiga, a la tarde el primer empleado que le miró interrogativa-
gemente llegábamos al hotel — el McAlpin mente.
rascacielos donde se hospedaba, — Traduzca literalmente — habló don Ramón
ai, «n taquilla de informaciones nos dijeron dirigiéndose a su acompañante: — Yo no soy
lll Mister del Vale Inclan" ocupaba la pieza una cifra ni consiento que se me llame numéri-
"«mero 1024. camente: yo soy don Ramón María del Valle
nnq /^^ de meternos en uno de los ascensores Inclán, escritor español.
niie /"'P^^^'^os con el intérprete del estableci- El empleado, al escuchar la traducción, se
JU0.5" 1 " " ^°'^^" catalán a quien ya conocía- quedó contemplando al singular y protestante
,j^ 5' el cual nos relató dos típicas anécdotas huésped.
tero 1? ^^™ón, que lo retratan de cuerpo en- — Ello facilita mucho las tareas del hotel,
ciuin ^^^"*ta que en los enormes hoteles neoyor- s e ñ o r — explicó, — y todos nuestros clientes
ñes 1^' T^ constan de mil a dos mil habitacio- aceptan el sistema, "sin excepción".
bre' A ?^®Pcdes, después de registrar su nom- Tradujo el amigo y don Ramón exclamó: -^
cij' adquieren la "categoría numeral", vale de- — Dígale que "la excepción soy yo", en este
a í a ' ' í \ ? ° " ""^ cifra, la cifra que corresponde hotel o en donde quiera que me encuentre, y que
que 1 "nación que ocupan. Exactamente igual se me reintegre mi legítima denominación.
Práct- presidiarios. Pero el sistema es muy El empleado comprobó, no sin cierta pueril
etico y sin duda evita muchos errores. Ima- sorpresa, que se podía hacer esa excepción sin
perjudicar el método de la casa, y prometió
cortésmente que en lo sucesivo el número 1024
sería para todo el mundo Don Ramón, y nada
más.
Y el glorioso autor del "Ruedo ibérico'' se
retiró muy satisfecho...
Un poeta mejicano, que le acompañara por la
capital de su país, le informó en cordial charla:
— Maestro: un amigo común oyó a don Ja-
cinto Benavente expresarse bien de usted en su
tertulia, y un tanto sorprendido y con ánimo
de pinchar al autor de "Los intereses creados",
le dijo:
" — Pues don Ramón habla mal de usted.
" A lo que replicó en el acto Benavente:
" — Quizás estemos equivocados los dos,
" — ¿Qué le parece la respuesta?
Don Ramón se mesó las barbas, clavó los
ojillos en su interlocutbr y comentó con su na-
tural desenfado:
— Digna de quien se sabe tapar con ingenio
los defectos de su personilla.
Y cambió de conversación,
OR fin nos colamos en una de las amplias
PÍO "i "vistas a n i m a d a s " y los caleidosco- — N o . Pienso hacerlo en cuanto vaya d e s -
ban^' '^^^•'^as versallescas y cortesanas m a t a - apareciendo la carestía del papel. Ahora resulta
míp t"^ elegantes ocios con aquellos eutreteni- poco menos que imposible editar libros. H a b r í a
^^rentos que deleitaban el sentido de la viita, que ser millonario yanqui y no escritor a la
Per^°f ^'^''° a^^'Jos y graciosos comentarios, española — acentuó con una arrogancia de t o n o
o tue, en realidad, con las estampas cuando... en que iba implícito un g e s t o de desdén acusa-
^^i,!geramente inclinado sobre el asiento, a po- dor para todos los " m e r c a d e r e s " del raundc,
¿g" ':^"'*™etros del repórter, que absorbía el ca- yanquis y no yanquis.
nífi ri° ' "^^ ®" ilustrativa perorata, el m a g -
hi,5° • l l a m ó n nos regaló con todo «n curso
L
o extraordinario del reportaje, tan feli-s-
orÍH-e "^° y estético de la cinematografía, de sus mente reconstruido de memoria que fué
li(jK ""^^i sus balbuceos, sus progresos y posibi- traducido al inglés para ser publicado par-
^ »aes. Hablaba el artista exquisito; hablaba cialmente en la edición del magazine editado por
en c 1° '""•'aculado; hablaban, por sus labios, la misma empresa en ese idioma, consistió en la
badn*""^ i"^^^^ ^ sintéticas exposiciones de arro- estupenda lección de cinematografía que don
que elocuencia, todos los plasmados talentos R a m ó n nos había dictado para todos los lecto-
Tenl'^""'^''"^'^^"' '^°"''° graciosos y saltarines to- res, y es más que probable que haya servido de
senti^^'i^' buen decir, al buen pensar y al buen n o r m a para las sucesivas innovaciones que h a
eaca'" !i ' ° ^ espíritus elegidos y, como talas, venido experimentando la pantalla, así desde el
ne^ ^^^ °^ ^er fecundados, en sus tres dimcnsio- p u n t o de vista técnico como artístico.
trina^'°'^ *° ^*^''°' '» 2 " « " ° y 1° Verdadero, la Y a pesar de que el repórter cometiq, el atre-
obra ^P°5'^°^'s Que sonríe resplandeciente en las vimiento gramatical de iniciar el reportaje con
Plarl^ TI ^"^^ación para los que saben conlcm- un gerundio ( " H a b i e n d o llegado a esta con-
q^g ^' Hablaba el gran don R a m ó n , y habría gestionada urbe don R a m ó n María del Valle
la .g*^.'^P"*ar la duración de aquel tiempo poi Inclán, señor de la Puebla de C a r a m i ñ a l . . . " ) .
alein '^'^^ '^^ nuestros cigarrillos y porque, al y de que el jefe de redacción de "Cine Mundial",
suve'í°'^ del hotel arrullados por la magia de que era purista, protestara alarmado, t a m b i é n
eirna '^ 'lotamos que ya la noche se echaba en- fué "extraordinario" desde el punto de vista
y oi|''^°" ^"•''' espesos cortinajes, horadados, aquí pei-sonal, pues con suave insistencia alegamos el
la o, ^' ^r°^ ' ° ^ focos eléctricos que estrellaban m é r i t o intrínseco de su contenido y lo cobra-
^"perficie de c o s m ó p o l i s . . . mos a doble tarifa... lo mismo que p r e t e n d e m o s
tado '^^ abandonarle, le habíamos pregun- cobrar estos renglones evocadores del eximio es-
tilista y genial m a l h u m o r a d o que tan de frente
^ ya de pie y en actitud de m a r c h a :
y tan rajante solía reaccionar
p e , . ^ ^ l°s formidables E s p e r -
'T^ nhJ6,flú,l ^"*^ '^^ ilustres catervas de
P ^ b l S c b ' e f °;brtf'" " ° ' " ' ' :A(ardS0 VJ medianías que le salían al paso.
Nu e V a samaritanas
Sp„,,^'?3nas egresada
¡ácesaaa- r¡r i.i . , , , , . iv. j,¡ Argentina en el curso de 1935, pertenecientes a la División B.
de izquierda a derecha: Silvina F. de F. del Carril, Angélica Guisasola, Elisa Grifatong; pro-
Ptofe anatomía,
nmíí, doctor
Af\f\-r^-r Emilio
Pmilír» Bacigaluppi;
R:írioalnnni • profesor
nrnfpsnr de
fíi> puericultura,
mipricnltura. doctor
doCtor Agustín
AcUStíll E.
E . Maníglia
Manifflía:
'^iu/°"^ de higiene, doctor Ernesto V. Ponce; Alicia M. Villanueva, Manuela E. Paya y Elvira H
Abju^^^' De pie, primera fila: María A. Colombatti, Elina E. Coock, Laura S. de Peterson, Delia
6, g ° .Villanueva, Cora Nielsen, Susana Castro Almeira, Haydée A. Cueto, Ana M. Burnichon y María
squivel Huergo (auxiliar del curso). De pie, segunda fila: Sara B. de Giménez, María B. Mai-,
sonave, Dora M. Solano, Marín y Zulema D . Altuve,
134 C A R A ^ Y CARETAJ-
©
|MO ME
9 QUE en los primeros días de febrero llegarán
los restos de Carlos Gardel y que se prepara una
serie de actos para recibirlos en la forma irierecida
por nuestro inimitable cantor.
0 QUE continúa el "abastecimiento" de contra-
tos en algunas radiodifusoras.
9 QUE, según parece, un núcleo de dos o tres
estaciones se propone acaparar para sí a todos
los números de algún valor radiotelefónico.
0 QUE en esta desmesurada lucha, en la que no
se detiene a mirar para atrás, a la larga ci único
perjudicado será el artista, pues a la suba ficticia
de sus salarios sucederá una baja fulminante con
todas las consecuencias.
9 QUE las estaciones que no participan en esta
lucha, se ven obligadas a arreglárselas cr,mo pue-
den con figuras de segundo o tercer plano.
0 QUE, sin embargo, tienen un recurso y es el
de organizar búsquedas de nuevos valores, pues
una crítica imparcial debe forzosamente rccoriocer
la evidente decadencia de algunas de las e'^tiellas y
astros que con tanto afán se disputan les broad-
casters empeñados en esa lucha que podríamos
llamar "catch as catch can" radiotelefónico al
borde del precipicio.
41 Q U E una honrada búsqueda de nuevas valores
puede convertir en estériles los esfuerzo? y sacri-
ficios realizados por los rivales.
0 QUE la mencionada búsqueda de nuevos valo-
res no debe, por cierto, limitarse al campo del arte
popular, sino que debe llegar hasta las manifesta-
ciones más puras del arte clásico.
oooo para el
propalará a las 22 horas aproximadamente.
En el programa de juegos figuran; el ceremonial
inaugural, partidos de hockey sobre hielo; esquí, carre-
ras de descenso para competidores de ambos sexos;
TRIO FEMENINO CUCARO "skíslalom" para damas; esquí, carreras de postas de
10 kms.; recepción en Munich de los competidores;
en carreras de patinaje sobre hielo; carreras de Bob;
carreras de patrullas militares; patinaje artístico, etc.
"Cuando llora la milonga",
Radio Prieto, es además, la estación argentina que
e n transmitirá con carácter de primicia todas las infor-
maciones relacionadas con la XI Olimpíada mundial
RADIO CULTURA que se realizará en Berlín del I* al 16 de agosto
próximo.
CARA/..Y CARETAS 135
coc
^l€A, ^%»/ M^M, JSIÁ «
AUDICÍONE S
RECOMENDABLES
Comedias musicales, en Radio Spléndid,
^rí ^°^° " " elenco formado de esta m a n e r a todos los miércoles, a las 21.
darl^ " " ^ verdadera novedad y contaría, a n o du- Dickson Sisters, trío vocal americano,
°> con la simpatía de los oyentes. en Radio Excélsior, los viernes, de 17
a 19.30.
* d t ó ^^ apoya nuestra idea el hecho de qwe la
y a\ A ^^^^^ popularidad a las figuras nuevas
sagr •- ^^® modo el factor tiempo en la con- ¡QUE BUENO S E R I A ! . . .
cálcul"°'^' **° tiene m u c h a importancia en los
SI la transmisión de discos se hiciera con
carácter cultural y no comercial.
rarán 1 ^ " ®^ próximo m e s de febrero se incorpo-
tiérre ^ i^ P r o g r a m a s P r i e t o el cantor H'ago Gu- SI los cantores criollos no con {midieran el
Dai-a3 cuarteto vocal P o r n o y y la orquesta arte de cantar con el de gritar.
P^-^aguaya de Asunción Flores.
SI algunas cancionistas conwnzaran a pre-
áe K ^ - '^^•''^sdes Simone, la popular cancionista pararse para afrontar la próxima tem-
•vacilo Belgrano se halla de vacaciones. porada.
el e» 1 *** Radio Municipal actúa con buen éxito SI se creara un curso para diplomar a los
rales '^^^ concertista de guitarra T e l é m a c o M o - que actúan de graciosos en la radio.
SI los radioescuchas pudierad, como en el
poj g ^ . ^ 1 dúo de los h e r m a n o s V e r ó n actuarán teatro, aplaudir o silbar a !os que actúan
de íeb ^^ Nación durante el p r ó x i m o m e s ante el micróíono.
SI hubiera una comisión de censura para
buen,"^í ^'^ala Vera d e b u t ó en Radio Sténto»- con ciertas traíismisiones donde se violan los
="a tortuna. más eJementales principios dol buen gusto.
Ha ha ^ j ^ ' " ^ ^ ' " ' ^ Vera, la excelente estilista cric- CORREO DEL RADIOESCUCHA
Srano ^ contratada p a r a actuar en Radio Bel-
A un lector asiduo, Concepción del Uru-
gual, — Sentimos mucho que usted haya in-
tta ra/T •^'"*"'''^ Laserre, buen elemento de nues- terpretado erróneamente nuestra actitud para
de T?,jí°' participe en la audición " B r o c h a z o s " , con la broadcastinig referida. Excusamos deoir
*íadio L a Nación. que usted "ve visiones" en ese asunto^ y qii«
3o único que nos ha animado en la cuestión
«las efiVa la jazz de R a ú l M a r e n g ó , una de las
toá^^S es un generoso propósito de control, precisa-
al T>-„ aces y disciplinadas del género, vuelve mente, por tratarse de una broadca.9ting a la.
programa Prieto. cua:l había que tomar en serio.
A un porteño. Capital. — Hemos dado por
terminada la conti-oversia entre kis personas
indicadas por ustal. El match, a nuestro jui-
cio, es "draw" y a ambos contricantes ani-
maban buenos y honrados propósitos.
LA VOZ DE ESPAÑA
^"o do p'^^'^'ó" que se propala por íntenne-
anuncia que ha prepa-
^"«to •,, ^'^8'uiente programa para los mc&es de
" y lebrero:
^artc
^ ^ a dg^j" Cancionero popular, por Satanela,
'^'"'•«ctTo" •'^'ncióu española. "Expresiones in-
"^ • por J. Vallejo Rivera.
fii^^^^:
«aH -";i- Camc
„w*^°ies populares, por d tenor
all^i^'j). *'^P'^es)ones incorrectas", por J.
U n v i o l e n t o ciclón
Las chapas de cinc fueron llevadas por el
aZíOtó La Vanguardia viento a varios kilómetros de distancia.
Maesu-as egresadas
No será posible que triunfe ía teo- Los elecciones nos mostearon cosas graves.
ría de los menos capaces y sólo aque- Cada año un comprobante más, de que cuando
llos que se sientan fuertes como para se busca con tanto empeño ¡legar al puesto ds
brindar a la masa aficionada la demos- dirigente, es porque algún beneficio reportará.
tración cabal de sus fuerzas dignas de En los últimos comicios oímos hablar i cier-
mantenerse en el privilegio de las ca- tos candidatos, de gastos de varios miles de
pesos en propaganda y en fiestas para conme-
tegorías máximas lo consigan. morar los triunfos.
Esperemos, confiemos en el triunfo ¿De dónde descontarán todo e s o . . . f
auneque más no sea que por esta vez. No es por hablar mal. . . pero. ..,, ¡sí que
vamos bien. . .!
C A R A ^ Y CARETAS 139
•''íü,|(••''''''« ya lo llaman "El Millonario" a Luis Una feliz coincidencia ha querido que Boca
<^n ^¡' ?', famoso e.v jugador de San Lorenzo, que Juniors y Racing en un mismo día tuviesen qu<?
''"'«nd •''"^oí italiano llegó a ser una cosa tan festejar algo importante. HaCe 25 años, Racing
y - '^omo Orsi. derrotó a Boca Juniors ascendiendo a primera
división y eso sucedió el 18 de diciembre
'^oit S? 'o llaman así porque tenga algo que ver de 1910.
Col .•^''''^••- '•"'''••• 25 años después, exactamente, el 18 de di-
*"ii¡a„ '"«"«» iiene que ver es con las liras que ya ciembre de 1935, Boca Juniors se consagraba
*"'! en"'*'"' "'"-^ del millón y que día a día ingre- Campeón de 1935.
u « ' repleta bolsa. Racing festejaba con un banquete el sensa^
""ker ' , " sabido administrar sus éxitos. Puede cional acontecimiento de un cuarto de siglo
<^ino'' '" Iranqidlo a Buenos Aires que lo antes y esa misma noche el banquete de BOCT
*'e 1,0,^ t'^'^arse ufano en un coche impresionante Juniors tenía también un gran motivo de ale-
Qtip dirá
''"•- quién fué Luis Monli en Italia. / Y lo gría. Muy diferente esa noche por cierto a la
Pu•cde
las lirasI.. de 25 años antes.
Durante una de las espectaculares
tormentas, tan frecuentes en el
actual y loco estío, cayó u n rayo
sobre la chimenea de la casa Bo-
lívar 347. Los cascotes causaron
daños materiales en u n edificio
contiguo, y leves lesiones a dos
vecinas. El susto fué formidable.
Sucesos
de la
semana
Willim Baker, que con su estatu-
r a de 1.97 batió un récord: ef
el m á s alto de los polizones. E s -
capado de u n reformatorio esta-
dounidense, vino de incógnito en
una de las bodegas del "Southern
Cross". Pronto volverá a Nueva
York.
I m p r e s i ó n d
C a t á l o g f o s I
del formato especial 18 x 2G ctms. ¡
(Igual que "Caras y Caretas") i
s
E n t r e g a r á p i d a |
""•""uim,„,„„,,„.„ I
^-^
L I S T O
PARA
SERVIR