Ppt-Sesión 02-A-Tipicidad-Dolo

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SESIÓN 02

-CONCEPTO DE ACCIÓN
-DELITOS DOLOSOS (Imputación
objetiva, dolo y error)
Docente: JORGE ROSAS YATACO
Profesor en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos,
en la Universidad de San Martín de Porres, en la Universidad
Nacional de San Antonio Abad del Cusco y en la Academia
de la Magistratura
[email protected]
957620949
Teoría del Delito
La teoría del delito o teoría de la imputación
penal, se encarga de definir las características
generales que debe tener una conducta para ser
imputada como un hecho punible. Es un
instrumento ordenador de criterios y
argumentaciones que se pueden utilizar en la
decisión y solución de casos jurídico-penales.
• Felipe Villavicencio, Derecho penal, parte general, pág. 223.
La teoría jurídica del delito es una teoría de la imputación, esto es,
un instrumento conceptual que nos permite determinar
jurídicamente si un determinado hecho tiene la consideración de
delito y merece, en consecuencia, la imposición de una sanción
penal. Se trata de una elaboración de la dogmática jurídico-penal,
con base en el Derecho positivo, por exigencia explícita del principio
de legalidad penal, que ha ido evolucionando a lo largo del tiempo y
que permite una aplicación racional de la ley penal a través de un
sistema o esquema conceptual unitario. Con ello, el ciudadano gana
en seguridad jurídica en la medida que posibilita una jurisprudencia
más racional, predecible y unitaria en la interpretación y aplicación
práctica de la ley penal.
José Miguel Zugaldía Espinar, Fundamentos de Derecho Penal, pág. 201.
TIPICIDAD

ANTIJURICIDAD
TEORÍA DEL DELITO

CULPABILIDAD
• Tipicidad: la adecuación del
comportamiento real al tipo penal
Elementos del delito
abstracto.
• Antijuricidad: si el comportamiento típico
está en contra del ordenamiento jurídico
en general –antijuricidad formal y material.
• Culpabilidad: reproche que se le hace al
sujeto por realizar ese comportamiento.

Jorge Rosas Yataco


CONDUCTA- AUSENCIA DE
ACCIÓN CONDUCTA-ACCIÓN

TIPICIDAD ATIPICIDAD

CAUSAS DE
ANTIJURICIDAD
JUSTIFICACIÓN

CAUSAS DE
CULPABILIDAD EXCULPACIÓN
CONCEPTO
DE ACCIÓN
Acción es una conducta humana significativa en el mundo exterior, que es
dominada o al menos dominable por la voluntad. Por tanto, no son
acciones en sentido jurídico los efectos producidos por fuerzas naturales o
por animales, pero tampoco los actos de una persona jurídica. No son
acciones los meros pensamientos o actitudes internas, pero tampoco
sucesos del mundo exterior que –como p. ej., los movimientos reflejos o
los ataques convulsivos- son sencillamente indominables para la voluntad
ACCIÓN humana. Claus Roxin, cit., pág. 194.
Se llama acción a todo comportamiento dependiente de la voluntad
humana. Sólo el acto voluntario puede ser penalmente relevante y la
voluntad implica siempre una finalidad. No se concibe un acto de la
voluntad que no haya dirigido a un fin u objetivo determinado. El
contenido de la voluntad es siempre algo que se quiere alcanzar, es decir,
un fin. De ahí que la acción humana regida por la voluntad sea siempre
una acción final, una acción dirigida a la consecución de un fin. Francisco Muñoz,
ob. Cit., pág. 215.
La norma jurídico-penal pretende la regulación de conductas humanas y
COMPORTAMIENTO HUMANO COMO tiene por base la conducta que intenta regular. Para ello tiene que partir
BASE DE LA TEORÍA DEL DELITO de la conducta tal como aparece en la realidad. De toda la gama de
comportamientos humanos que ocurre en la realidad, la norma
selecciona una parte que valora negativamente conminándola con una
pena. Es, pues, la conducta humana el punto de partida de toda reacción
jurídico-penal y el objeto al que se agregan determinados predicados
(tipicidad, antijuricidad y culpabilidad), que convierten esa conducta en
punible.Francisco Muñoz Conde, pág. 213.

No todos los comportamientos humanos son materia de análisis en el


derecho penal, éste sólo sanciona aquellos comportamientos que
lesionen o pongan en peligro los bienes jurídicos protegidos
penalmente; es decir, de toda la gama de comportamientos que se dan
en la realidad, la norma selecciona una parte que valora negativamente y
conmina con una pena. Luís Miguel Bramont-Arias, pág. 149.
CONCEPTO CAUSAL DE ACCIÓN
El modelo conceptual de una acción previa al Derecho penal tiene sus antecedentes en la
definición de LUDEN, quien señaló que el delito era un fenómeno delictivo provocado por una
acción humana, por lo que se hacían necesarias en la comisión de un delito la corporalidad y la
voluntariedad de la puesta de la causa.
VON LISZT definió tempranamente la acción como “la producción, reconducible a la voluntad
humana, de una modificación en el mundo exterior”. Sin embargo, debido a que este concepto
fracasaba en la omisión, el referido penalista alemán procedió a modificarlo en las posteriores
ediciones de su manual en los siguientes términos: “conducta voluntaria hacia el mundo exterior,
más exactamente: modificación, es decir, causación o no evitación de una modificación (de un resultado) del
mundo exterior mediante una conducta voluntaria”.
Actualmente existen autores en la doctrina penal alemana, como BAUMANN/WEBER, que
continúan anclados en un concepto de acción de base causal al definirla como “una conducta
humana llevada por la voluntad”. Percy García Cavero, Derecho penal, parte general, 2019, pág. 352.
NOCIÓN FINALISTA DE LA ACCIÓN
Si bien el finalismo no renunció a una comprensión de la acción previa, sobre la cual habrían de
precisarse posteriormente las otras categorías dogmáticas del delito, su concepto de acción
recuperó una visión supraempírica de la acción. En efecto, para el planteamiento de WELSEN
la acción constituía, a diferencia de los simples procesos causales, una expresión de sentido del
ser humano orientada a la consecución de determinados objetivos propuestos. Con base en
esta idea se criticó la explicación causalista de la acción que la entendía como un acto
voluntario de contenido indiferente, pues la causalidad no era capaz de expresar, por sí misma,
sentido. La acción no es una simple vinculación causal de una manifestación de voluntad con un
resultado lesivo, sino una actuación hacia un fin propuesto por el sujeto de la acción. El
hombre, gracias a su saber causal, puede prever en cierta medida las posibles consecuencias de
su actuación, fijarse, por ello, objetivos y dirigir planificadamente su actuación a la consecución
de esos objetivos. Actividad final es una producción consciente de efectos partiendo de un
objetivo. Percy García Cavero, Derecho penal, parte general, pág. 354.
NOCIÓN SOCIAL DE LA ACCIÓN
Según los partidarios de esta concepción, el criterio común que permite concebir un
concepto único de acción (comprensivo del hacer y del omitir) es el carácter
socialmente relevante del comportamiento humano. Este planteamiento se presenta
como una solución intermedia entre los criterios ontológicos y los normativos
puros.
Así, se considera como comportamiento cada respuesta del ser humano a las
exigencias del mundo circundante, conocidas o cognoscibles, mediante la realización
de una de las posibilidades de acción que, de acuerdo con su libertad, tiene a su
disposición. Esta respuesta puede consistir en la ejecución de una actividad final
(orientada hacia un fin determinado); en la no realización (abstención) de un acto
ordenado (no siempre por la ley); o, en ciertos casos límites, en la producción de un
resultado mediante un hecho normalmente controlable (causalidad). José Hurtado Pozo y Prado
Saldarriaga, pág. 381.
AUSENCIA DE ACCIÓN

FUERZA FÍSICA IRRESISTIBLE


Art. 20.6 CP

MOVIMIENTOS REFLEJOS

ESTADOS DE INCONSCIENCIA
• Operación mediante la cual un hecho que se
ha producido en la realidad es adecuado o
encuadrado dentro del supuesto de hecho
que describe la ley penal.
TIPICIDAD

• Causas de atipicidad:
• Error de tipo (art. 14, 1er. Párrafo)
• Obrar por disposición de la ley (art. 20°. 8)
• Consentimiento (art. 20°. 10)
• El consentimiento para Hurtado Pozo y
Villavicencio Terreros es parte de la tipicidad.
Para Reyna Alfaro es parte de la antijuricidad.
Tipo, es la descripción de la conducta prohibida que lleva a cabo el
Imputación objetiva: Teoría legislador en el supuesto de hecho de una norma penal.
La tipicidad es la adecuación de un hecho cometido a la descripción
que de ese hecho se hace en la ley penal. Por imperativo del
principio de legalidad, en su vertiente del nullum crimen sine lege,
sólo los hechos tipificados en la ley penal como delitos pueden ser
considerados como tales.
Entonces, tipicidad es la cualidad que se atribuye a un
comportamiento cuando es subsumible en el supuesto de hecho de
una norma penal.
del tipo

Ningún hecho, por antijurídico que sea, puede llegar a la categoría


de delito si, al mismo tiempo, no es típico, es decir, si no
corresponde a la descripción contenida en una norma penal. Muñoz
Conde, ob. Cit., pág. 251 y ss.
Funciones del tipo penal: Función de
garantía
Esta función del tipo penal deriva del principio nullum crimen
sine lege, previsto en el artículo II del Título Preliminar del C.P. y
que tiene reconocimiento consensuado en la legislación penal
comparada. A partir de dicha función cada tipo penal cumple
con la función de informar al ciudadano receptor de la norma
que determinada conducta se encuentra prohibida y
garantiza que toda conducta será susceptible de pena solo
cuando se halle prescrita previamente como delito en la ley
penal.
Luis Reyna Alfaro, Derecho penal, parte general, p. 160.
Función indiciaria
El tipo penal nos provee de una función indiciaria de
antijuricidad (cuando una conducta es típica se presume que es
también antijurídica). Y es tan solo indiciaria de antijuricidad en
la medida que aunque una conducta pueda resultar típica,
dado que se subsume en la descripción abstracta hecha por el
tipo penal, la presencia de alguna determinada causa de
justificación puede hacer que dicha conducta, inicialmente
ilícita para el ordenamiento jurídico penal, sea permitida por el
ordenamiento jurídico.
Luis M. Reyna Alfaro, Derecho penal, parte general, p. 161.
Función motivadora
Al emerger de cada tipo penal una prohibición, este
cumple con la función de motivar al ciudadano a
comportarse conforme a la norma de conducta que
subyace a cada prohibición. Así, el tipo que castiga el
Homicidio (art. 106° del C.P.), cumple la función de
motivar a los receptores de la norma penal a no matar a
otras personas, dado que ello acarreará la
consecuencia jurídica establecida en el propio tipo
penal.
Luis M. Reyna Alfaro, Derecho penal, parte general, p. 161.

Jorge Rosas Yataco


Función de selección de las conductas penalmente
relevantes o de discriminación
En el proceso de formación de la ley penal, el legislador
selecciona, del conjunto de conductas antijurídicas, solo
aquellas que consideran lesionan o ponen en peligro
con mayor intensidad los más importantes bienes
jurídicos. De este modo, el tipo penal constituye también
un mecanismo de preservación del principio de
lesividad, fragmentariedad y mínima intervención del
Derecho penal.
Luis M. Reyna Alfaro, Derecho penal, parte general, p. 161.

Jorge Rosas Yataco


Elementos estructurales de la imputación al tipo objetivo
• 1. Los sujetos (sujeto activo, sujeto pasivo, sujeto pasivo del
delito, sujeto pasivo de la acción).
• 2. La conducta (verbo rector). Matar.
• 3. Aspectos descriptivos (elementos gráficos, como bien
mueble, mujer) y aspectos normativos (elementos valorativos,
como funcionario público, matrimonio, exhibiciones
obscenas).
• 4. Objeto de la Acción (bien, bien mueble, billetes o
monedas).

JORGE ROSAS YATACO


Los sujetos
• Para la imputación penal se requiere identificar el ámbito potencial
del autor (sujeto activo), y el afectado por el resultado que ocasiona
la conducta.
• El concepto de sujeto activo es un concepto dogmático que sirve
para describir los requisitos que debe reunir la persona al momento
en que ejecuta la conducta delictiva. Generalmente, el tipo de lo
injusto de los delitos dolosos describe al sujeto activo de una
manera indeterminada, neutra, usando los anónimos “el que” (art.
147° CP), “al que” (art. 168°, segundo párrafo, CP). La doctrina
suele denominarlo comúnmente “agente” o “autor”. Villavicencio T.

JORGE ROSAS YATACO


• El sujeto pasivo es la persona titular del bien jurídico tutelado, puesto en peligro o
lesionado por el delito. El sujeto pasivo puede ser tanto una persona física (sea o
no imputable) o una persona jurídica, como también los puede ser la sociedad o el
Estado. Por lo común, en el Código Penal, el legislador identifica al sujeto pasivo
con las expresiones “a otro” (art. 106°, CP), “una persona” (art. 132°, CP), “en
perjuicio de tercero” (art. 196°, CP).
• En ciertos casos, el sujeto, en quien recae la acción delictiva, no viene a ser titular
del bien jurídico protegido, sino otro diferente. En dichas circunstancias, se
distingue un sujeto pasivo del delito y un sujeto pasivo de la acción. El primero,
no es más que el titular del bien jurídico tutelado; mientras que el segundo es la
persona en quien recae de manera directa la acción delictiva del sujeto activo.
Ejemplo: en los delitos de robo, una persona será el perjudicado patrimonial
(sujeto pasivo del delito) y otro podrá ser la que sufrirá de la violencia o amenaza
necesaria para la sustracción del bien mueble (sujeto pasivo de la acción).
• Felipe Villavicencio, pág. 304 y ss.

JORGE ROSAS YATACO


La conducta
• La descripción de la conducta suele ser muy concisa. Los tipos legales
se estructuran en relación a un proceso de abstracción a partir de las
conductas de la vida real. La gran variedad de circunstancias (tiempo,
medio, lugar, etc.) son sintetizadas por el legislador extrayendo
algunas características comunes.
• Ejemplo: las circunstancias que caracterizan a los homicidios son siempre diferentes, lo común es el “matar a otro” (artículo
106°, Código Penal).

• La conducta delictiva se vale generalmente, de un verbo rector, que es,


en términos gramaticales, el centro en el que gira y se defina la misma.
A través del verbo rector se va a concretizar lo que el legislador quiere
prohibir.
• Felipe Villavicencio, pág. 308 y ss.
Aspectos descriptivos y normativos
• En la formulación de los tipos penales, el legislador suele utilizar
ciertos elementos gráficos (descriptivos) y valorativos
(normativos) que pueden caracterizar circunstancias exteriores
como de naturaleza psíquica.
• Los elementos descriptivos son aquellos que el sujeto puede
percibir y comprender a través de los sentidos. Estos elementos
van a describir objetos o circunstancias pertenecientes al
mundo real. En ellos es suficiente una constatación fáctica.
Ejemplo: “bien mueble” en los delitos de hurto (art. 185°, CP),
“mujer” en el delito de aborto no consentido (art. 116°, CP).
• Felipe Villavicencio.

JORGE ROSAS YATACO


Los elementos normativos predominan las valoraciones
que no sólo son perceptibles por los sentidos. Para la
aprehensión de estos elementos se debe realizar un juicio
o proceso valorativo y ellos aluden a determinadas
realidades derivadas ya sea de una valoración jurídica
provenientes de otras ramas del derecho (elementos
normativos jurídicos), ejemplo: “funcionario o servidor
público” (art. 425°, CP), “matrimonio” (art. 139°, CP),
“depositario judicial” (art. 190°, CP), “bienes
embargados” (art. 197°, CP), etc., o de una valoración
ético-social (elementos normativos ético-sociales),
ejemplo: exhibiciones obscenas (art. 183°, CP). Felipe Villavicencio,
pág. 314 y ss.

JORGE ROSAS YATACO


Objeto de la acción
El objeto de la acción es el elemento perteneciente al mundo
exterior, sobre el que recae materialmente la acción típica. En él
se van a concretar la vulneración de los intereses jurídicos que
pretende tutelar el legislador en cada tipo penal. En ciertos
casos, el tipo describe el objeto de la acción. Ejemplo: “bien”
(daños, art. 205°, CP), “bien mueble” (hurto, art. 185°, CP). En
otros casos, el tipo detalla las cualidades o circunstancias que
debe reunir el objeto de la acción por medio de adjetivos
calificativos. Ejemplo: “yacimientos arqueológicos
prehispánicos” (art. 226°, CP); “billetes o monedas que se hallan
fuera de circulación o corresponden a otros países” (art. 253°,
CP). Felipe Villavicencio, pág.

JORGE ROSAS YATACO


Bien jurídico
A decir de Muñoz Conde (pág. 261) la norma penal tiene una función protectora de bienes jurídicos.
Para cumplir esta función protectora eleva a la categoría de delitos, por medio de su tipificación
legal, aquellos comportamientos que más gravemente lesionan o ponen en peligro los bienes
jurídicos protegidos. El bien jurídico es, por tanto, la clave que permite descubrir la naturaleza del
tipo, dándole sentido y fundamento.

Todo tipo penal debe incluir un comportamiento humano capaz de provocar la puesta en peligro o la
lesión de un bien jurídico. En ese sentido, bien jurídico es el valor que la ley quiere proteger de las
conductas que puedan dañarlo. Este valor es una cualidad positiva que el legislador atribuye a
determinados intereses. La cualidad de bien jurídico es, por tanto, algo que crea la ley y no algo
preexistente a ella misma.

Distinto del bien jurídico es el objeto de la acción, que es aquella cosa del mundo exterior sobre la que
recae directamente la acción típica (por ejemplo: la cosa inmueble ajena en el hurto) y que en los
delitos de resultado suele ser destruida o al menos puesta en peligro (por ejemplo, la cosa dañada
en el delito de daños; la vida puesta en peligro en un delito de conducción temeraria de un
vehículo a motor). Muñoz Conde, pág. 261.

JORGE ROSAS YATACO


En la actualidad la doctrina mayoritaria define el dolo por la
confluencia de los dos elementos (cognitivo y volitivo). De esa forma el
CONCEPTO DE DOLO dolo se define como el conocimiento y la voluntad de realización de
los elementos del tipo, de manera que se produce un resultado que es
conocido y querido por el autor. Por ello, en los delitos dolosos existe
una coincidencia entro lo conocido, lo querido y lo ocurrido.
Ejemplos: - A quiere matar a B. Empuña un arma, se dirige a su víctima y dispara produciendo su muerte:
delito doloso de asesinato.

- A obliga a B a mantener relaciones sexuales contra su voluntad: delito doloso de agresión sexual.

En todos estos supuestos el hecho punible se imputa a título de dolo.


Actúa, pues, dolosamente quien sabe lo que hace y quiere hacerlo
(Rodríguez Devesa). La doctrina discute cuál es el ámbito que ha de
abarcar tanto el conocimiento como la voluntad. El conocimiento
propio de dolo abarca, por lo general, a la totalidad de elementos del
tipo de injusto, porque si el autor yerra sobre alguno de ellos quedará
exento de responsabilidad (si el error era invencible) o responderá en
todo caso como delito imprudente (si el error fuera vencible). Miguel Polaino
N., pág. 408 y ss.
El dolo está constituido por un aspecto cognitivo que favorece la aprehensión del
acto, su conocimiento, y un aspecto volitivo que mueve la ejecución al querer el
sujeto realizarlo. Ambos elementos del dolo facilitan “la imagen refleja del tipo
ESTRUCTURA DEL DOLO
objetivo”.
• A) Elemento cognitivo del dolo
Se trata del conocimiento que debe tener el agente, de estar realizando todos los
elementos del tipo objetivo, tanto los descriptibles perceptibles por los sentidos,
como los normativos que exigen una aproximación valorativa, que no tiene que ser
exacta, bastando con que sea paralela en la esfera de lo profano.
Este elemento de naturaleza intelectual informa además de las relaciones causales
que contiene el tipo, así como el resultado, y los elementos de la autoría.

• B) Elemento volitivo
Este elemento del dolo mueve la acción, pues constata la voluntad de ejecutar el
acto lesivo del bien jurídico. Se trata de una instancia emocional antes que conativa
y en la que se hace presente que el autor quiere el acto.
La volición presupone una dirección de la voluntad hacia la realización del tipo.
• Javier Villa Stein, Derecho penal, parte general, pág. 309.
CLASES DE DOLO

DOLO DIRECTO O DE PRIMER


GRADO (dolo inmediato)

DOLO DIRECTO O DE SEGUNDO


GRADO (dolo mediato)

DOLO EVENTUAL
Dolo directo de primer grado
Dolo directo de primer grado
El dolo directo (dolus directus) el autor persigue la realización del delito, esto es, demuestra su
resolución inequívoca tendente al fin delito. Por ello, algunos autores designan a esta clase de
dolo como intención. Pero esta denominación identificadora de dolo e intención en Derecho
penal no es correcta, pues la intención alude, propiamente, a una clase muy específica de
delitos dolosos que contiene además del dolo –y más allá de él- la exigencia de un singular
elemento subjetivo del injusto de corte intencional. La intención en cuanto elemento subjetivo
del tipo de injusto va más allá del dolo: comienza allí donde termina el dolo. Hay que conocer
y querer realizar algo (actuar con dolo), para perseguir el fin (o actuar con la singular
intención) de alcanzar una meta específica. La cual se puede conseguir o no, pues el tipo se
concreta mediante la acción dolosa inspirada en la intención subjetiva del autor.
• Ejemplo: A quiere matar a B. Aguarda a la situación más propicia, busca el arma más certera y dispara asegurándose el resultado: la muerte
(delito doloso de asesinato) queda abarcada por un dolo directo de primer grado.

• Miguel Polaino, pág. 411.


Dolo directo de segundo grado
• En esta clase de dolo directo el autor no persigue el delito, pero sabe con seguridad (o casi con toda
seguridad) que su actuación dará lugar al delito. El autor no quiere en principio el delito, pero se lo
representa como una consecuencia inevitable y necesaria, y –en tal sentido- llegar a querer a la
postre el delito.
• Ejemplo: A quiere disparar y matar a B, que se halla en un museo justo delante de un valiosísimo jarrón de porcelana. Sabe con seguridad que
si dispara en ese momento caerá sobre el jarrón y lo romperá. Lo acepta, dispara y produce la muerte (delito doloso de homicidio). El delito
doloso de daños que también comete queda abarcado por el dolo directo de segundo grado.

• Miguel Polaino N. pág. 412.

• El agente cuando ejecuta un hecho ilícito advierte que, además del resultado que busca generar, se
van a producir otros resultados que están vinculados al principal de manera necesaria e inevitable.
El sujeto considera que el resultado está acompañado de consecuencias necesarias e inevitables
(dolo de consecuencias necesarias).
• Ejemplo: el que para matar a un funcionario sabe que al colocar el explosivo en la carrocería del vehículo en el que viaja, también matará al
chofer y a otro acompañante. Aquí, es dominante el aspecto cognoscitivo del dolo, ya que el sujeto activo no quiere directamente las
consecuencias que sabe que se van a ocasionar, pero las admite como necesariamente vinculadas el resultado principal que busca.

• Felipe Villavicencio T., pág. 369.


Dolo eventual
Al respecto existen dos teorías: del consentimiento y de la probabilidad, donde la
concepción dominante asume una posición intermedia: dolo eventual significa que
el autor considera seriamente la posibilidad de realización del tipo legal y se
conforma con ella. Tomar en serio la posibilidad de realización del delito significa
que el autor juzgue el riesgo de realización del tipo como relativamente elevado.
Conformarse con la posible realización del tipo significa que el sujeto acepta la
posible realización del resultado o, por lo menos, se resigna a ella. Lo que el autor
debe aceptar es la posibilidad del resultado o el resultado en tanto posible, no el
resultado en sí, porque en tal caso hay dolo directo.
El dolo eventual se constituye como el límite determinante entre el dolo y la culpa
(en este caso culpa consciente). Y es que se identifican en ambos una base común:
se reconoce la posibilidad de que se produzca y no se desea el resultado. El dolo
eventual se presenta cuando el sujeto cuenta con la posibilidad de producción del
resultado, la culpa consciente cuando el sujeto confía en que el delito no se
produciría. Felipe Villavicencio T., pág. 371-372-
Error de tipo
No hay dolo cuando el autor ignora alguno o todos los elementos del tipo objetivo.
En esto radica el error de tipo. Se trata de un error sobre los elementos del tipo.
Artículo 14.- Error de tipo y error de prohibición.

El error sobre un elemento del tipo penal o respecto a una circunstancia que agrave la pena, si es invencible, excluye la
responsabilidad o la agravación. Si fuere vencible, la infracción será castigada como culposa cuando se hallare prevista como tal
en la ley.

El error invencible sobre la ilicitud del hecho constitutivo de la infracción penal,


excluye la responsabilidad. Si el error fuere vencible se atenuará la pena.

Quien mata debe saber que lo hace y tal cosa no le ocurre al cazador que
creyendo dispararle a una pieza de caza. Impacta sobre el guardabosques,
matándolo.

Se diferencia el “error de tipo” del “error de prohibición”, por el hecho de que en


este último caso el autor no desconoce los elementos de la descripción típica, sino
del hecho de estar prohibida. Sabe lo que hace pero lo cree lícito, no prohibido.
Javier Villa Stein, pág. 312-313.
Error “in persona vel in objetivo”, es el error sobre le objeto de la
acción (persona u objeto material). El sujeto yerra sobre las
ERROR IN PERSONA características o la identidad del objeto de la acción; no se trata de
una modalidad de aberratio sino de confusión.
Ejemplo: el que dispara a matar a otro, pero debido a un error en la identidad, el
sujeto no era la persona a quien pretendía matar.
El error es irrelevante (no excluye el dolo) si la persona o el objeto
sobre los que recae la conducta no hacen cambiar la valoración
jurídica del hecho respecto al que se trata de cometer.
No habría error si el agente sólo se equivoca en la equiparación de
los objetos del hecho que son del mismo valor. Estos sólo nos llevaría
a un error de motivación antes que un error de tipo.
Ejemplo: quien en la semioscuridad lesiona a una persona por otra (error en la persona);
El que sustrae la cartera creyendo que contiene dinero pero en la realidad contiene
algunas joyas (error en el objeto). Felipe Villavicencio, ps. 364-365.
Error en la ejecución, en el golpe. a diferencia del error en el objeto
que supone una confusión del objeto de la acción por otro, en el
aberratio ictus el sujeto yerra la dirección del ataque.
ABERRATIO ICTUS
Ejemplo: el que quiere matar a otro y contra él apunta su arma, pero apunta mal o el
aparato de puntería del arma es defectuosos, de tal manera que mata a un tercero que
se encontraba cercano. El yerro se produce pues en la ejecución.

Es discutido el tratamiento que merece la aberratio ictus cuando el


resultado causado y el que se buscaba tienen la misma significación
jurídica. Ejemplo: el que quiere matar a Juan pero por el aberratio ictus mata a Pedro; las
soluciones se han planteado en dos sentidos:
1. Como homicidio consumado (error irrelevante, solución similar al
error in objecto) (teoría de la semejanza-equivalencia)
2. O como concurso de tentativa de homicidio respecto a Juan y
homicidio culposo respecto a Pedro (teoría de la concreción). Esta
última nos parece la solución más adecuada. Villavicencio, p. 365-366.

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