Los Instrumentos de La Comunicación Oral
Los Instrumentos de La Comunicación Oral
Los Instrumentos de La Comunicación Oral
Respiración: es el mecanismo que permite que los seres humanos puedan hablar. La
respiración consta de dos partes: La inspiración (toma de aire) y la espiración (expulsión
del aire) con esta última se produce la voz.
Existen dos tipos de respiración; una llamada “clavicular” y la otra “diafragmática” o
“abdominal”. La primera es la que realizamos cuando levantamos los hombros e hinchamos
la caja torácica para inhalar la mayor cantidad posible de aire, esta respiración es buena
para practicar deportes, más no así para la oratoria. En cambio, la segunda, si es apta para la
oratoria pues permite inspirar más aire y utilizar el diafragma al momento de hablar.
Cuando se habla en público es preciso poder inspirar aire rápidamente - y sin ruido- y ser
capaz de expirarlo durante 20 segundos o más. Es importante aprender a respirar durante el
habla.
Pausas: Son las interrupciones o detenciones que realizamos cuando hablamos o leemos.
Las pausas se originan por dos razones: Fisiológicas y lingüísticas. Lo ideal es que
coincidan las dos.
Fisiológicamente vienen determinadas por la necesidad de respirar y lingüísticamente
porque señalan el final de una expresión.
Las pausas sirven para puntuar los pensamientos, del mismo modo que la coma, punto y
coma y punto, sirven para separar las palabras escritas en grupos de pensamientos, las
pausas de distintas duración nos ayudan a separar las palabras habladas en unidades que
tienen un significado en conjunto.
La pausa permite fácilmente las inflexiones de la voz, el cambio de tono y ritmo y en
definitiva contribuye, si se hace buen uso de ella, a mantener más viva la atención.
Una parrafada sin pausa es una monotonía aterradora.
El uso inadecuado de las mismas, resulta tan perjudicial y confuso para el oyente, como el
uso de inadecuada puntuación en un escrito.
Muletillas: es todo sonido, palabra o frase que una persona repite por hábito vicioso en la
conversación. Es en suma, cualquier expresión que una persona reitere de forma constante,
innecesariamente.
Rellenos: son las informaciones adicionales o irrelevantes, que no son realmente necesarias
para la comprensión del tema.
Normalmente, los oradores poco expertos pierden mucho tiempo ofreciendo al principio
informaciones irrelevantes o meras erudiciones, y luego, cuando llegan a la parte más
interesante o práctica, se acaba el tiempo y se quedan a medias.
Un discurso es claro y conciso cuando los destinatarios pueden entender sin dificultades las
palabras y las construcciones que se utilizan, y además, no sobran elementos.
Es importante adecuar la terminología a la audiencia y al conocimiento que tiene del tema,
con objeto de construir una exposición comprensible, amena y eficaz. Por ejemplo, en un
contexto académico el uso de terminología especializada suele ser un elemento
imprescindible para presentar y transferir conocimientos con rigor.
Es recomendable utilizar ejemplos y anécdotas comunes para el auditorio con el objetivo de
mantener vivo el interés sobre el tema. Se puede utilizar apoyo audiovisual, imágenes, entre
otros. Es necesario siempre revisar nuevas fuentes de información para actualizarse y
además buscar ejemplos sencillos y entendibles sobre los temas de la exposición. Un mal
ejemplo crea confusión y te entorpece la exposición. Utilizar ejemplos y casos concretos,
actuales y relacionados, de ser posible, con el ambiente en que desenvuelve el auditorio.
La utilización de material audiovisual, favorece al aprendizaje porque renueva la capacidad
de atención, posee una gran versatilidad de aplicaciones que posibilitan toda clase de
combinaciones.
Es sabido que los personas en una exposición totalmente verbal sin apoyo audiovisual
mantienen una retención de un 60% inferior a una con apoyo audiovisual. Por eso se
recomienda la utilización de material audiovisual, como videos, fotos, sonidos, etc. siempre
atendiendo a que debemos contar con el equipo necesario, adecuado y de buen
funcionamiento.
El estilo es muy importante dentro del lenguaje hablado ya que permite la mejor manera de
expresar la personalidad particular del orador. Esa "manera personal" de expresarse al
comunicar algo, se puede comparar al sistema de huellas digitales: cada persona tiene su
estilo particular. Consecuentemente, cada uno debe hablar conforme con su estilo personal.
Para un auditorio moderno, o sea, con la sensibilidad del hombre actual, sean treinta
alumnos en un aula o miles de personas en una manifestación pública, las formas o modos
retóricos, o el floreo verbal que antes parecía indispensable, ahora nadie lo tolera. La gente
no quiere que el orador haga rodeos vanos, sino que sea concreto. Alcanzando rápida y
claramente el objetivo central de la conferencia.
Para que un discurso o conferencia sea seguido y recibido por la audiencia, debe reunir
algunos requisitos en cuanto al estilo, debe utilizar un estilo claro, breve, enérgico, conciso,
dirigido a la inteligencia, pero sobre todo debe apelar a los sentimientos de la audiencia.
Articular bien, es pronunciar adecuadamente cada uno de los fonemas y tener en las cuenta
que la lengua es el órgano que contribuye de modo más importante a la claridad de los
sonidos de las palabras, pues a pesar de que la boca tiene la apertura necesaria, los sonidos
producidos no pueden modularse si la lengua permanece inactiva o se mueve con torpeza.
Los labios también son muy importantes para una pronunciación clara, si se dejan
excesivamente relajados, el resultado es una serie de murmullos confusos, especialmente en
los sonidos P B M F, que exigen una enérgica acción labial
Articular bien, entre otras cosas, permite hacerse comprender claramente, incluso, cuando
se habla en voz baja. Al descuidar la articulación, provoca la poca comprensión de lo que se
dice, y por tanto, se pierde el interés del receptor.
CUALIDADES DE LA ARTICULACIÓN
B.DICCIÓN
C.ENTONACION: