Dividendos
Dividendos
Dividendos
Los dividendos son pagos o distribuciones hechos por una empresa a sus
accionistas a partir de sus utilidades, ya sea en efectivo o en acciones. Estos pagos
pueden provenir de las utilidades generadas en el periodo actual o en ejercicios
anteriores. La política de dividendos de una empresa implica decidir entre distribuir
las utilidades entre los accionistas o retenerlas y reinvertirlas en la empresa.
Pago de Dividendos
El pago de los dividendos se puede realizar de dos maneras. Una puede ser
mediante efectivo y la otra con la entrega de más acciones de la empresa. Esta
decisión se pacta por medio de la junta directiva para que cada accionista pueda
cobrar la parte de los dividendos que le corresponde y en la forma que le parezca
más conveniente.
Dividendos en efectivo
Dividendos en acciones
En cuanto a los dividendos por acciones son aquellos en los que cada accionista
obtiene más porcentaje de participación con la intención de mantener el patrimonio
de la empresa. Es decir, que el dinero proveniente de las ganancias continúe siendo
de la empresa y que por su parte los accionistas tengan más rendimiento en su
inversión.
Las políticas de dividendos son estrategias que una empresa utiliza para estructurar
su pago de dividendos a los accionistas. Existen cuatro tipos principales: política de
dividendos estable, política de dividendos constantes, política de dividendos
residuales y política de dividendos regulares bajos con un dividendo extra. A
continuación, se proporcionan indicios sobre la relevancia de la política de
dividendos y cómo los inversionistas consideran los pagos de dividendos de las
empresas.
Factores que influyen en la política de dividendos.
Las restricciones legales se refieren a las leyes establecidas para legalizar el pago
de los dividendos, es decir, existen restricciones a las cuales deberán apegarse las
empresas, no queda bajo su libre albedrío el pago de los dividendos.
La teoría residual de dividendos sostiene que los dividendos pagados por una
organización de negocios deben concebirse como un residuo, es decir, la cantidad
que queda después de que se han aprovechado todas las oportunidades de
inversión aceptables. De acuerdo con esta concepción, en tanto los requerimientos
de aportaciones de la empresa excedan al monto de utilidades retenidas, no se han
de pagar dividendos en efectivo. Si, por el contrario existe un exceso de utilidades
retenidas, la cantidad residual sería entonces distribuida en forma de dividendos en
efectivo. Tal teoría parece señalar que el rendimiento requerido de los
inversionistas, Ks, no se ve afectado por la política de dividendos de la organización
de negocios, lo cual, a su vez, parecería indicar que las políticas de dividendos
carecen de importancia.