El Trabajo de La Vida Cnsagrada
El Trabajo de La Vida Cnsagrada
El Trabajo de La Vida Cnsagrada
TESIS DOCTORAL
Presentación ..................................................................................................................... 9
Capítulo II. Las Relaciones Jurídicas del Instituto de vida consagrada con sus
miembros y con otros entes ........................................................................................... 25
1. Etapas previas a la vida consagrada ................................................................................ 26
1.1. Aspirantado y Postulantado .........................................................................................................26
1.2. Noviciado......................................................................................................................................26
2. Vida Consagrada ............................................................................................................. 27
2.1. Comienzo de la vida religiosa o consagrada .................................................................................27
2.2. Votos perpetuos ........................................................................................................................... 28
3. El trabajo de los religiosos (Régimen Jurídico) ................................................................. 28
3.1. Actividad religiosa ........................................................................................................................ 30
3.1.1. Para su propia congregación ............................................................................................. 32
3.1.2. Para otros entes religiosos ................................................................................................ 32
3.2. Actividad eclesiástica ................................................................................................................... 33
3.3. Actividad económica .................................................................................................................... 33
3.3.1. Para su propio Instituto ....................................................................................................33
3.3.2. Actividades concertadas directas ...................................................................................... 34
3.3.3. Actividades en Régimen de concesión ..............................................................................34
3.4. Actividad religiosa en centros concertados..................................................................................34
3.4.1. Diócesis Castrense.............................................................................................................35
3.4.2. Diócesis Territoriales .........................................................................................................35
3.4.3. Centros penitenciarios ......................................................................................................36
3.4.4. Centros hospitalarios ........................................................................................................37
Página 5 de 304
El trabajo en la Vida Consagrada: Aspectos Canónicos, Civiles, Mercantiles, Tributarios y Laborales
Capítulo IV. El Régimen fiscal de los Institutos de Vida Consagrada ............................ 155
1. Introducción ................................................................................................................. 155
2. Antecedentes ............................................................................................................... 155
3. El contexto actual a partir de la Constitución de 1978 ................................................... 162
3.1. Los Acuerdos “Iglesia Católica - Estado Español” .......................................................................163
3.2. La Ley 49/2002 de régimen fiscal de las entidades sin fines de lucro y de los incentivos fiscales al
mecenazgo .................................................................................................................................173
Página 6 de 304
Índice
Si se tuviera que definir como una palabra el objetivo último de este trabajo, esta
sería «utilidad». Así se me indicó -creo que con gran acierto- al comienzo, y esta ha sido
la idea que ha pivotado a lo largo del periodo en que a tiempo parcial se ha tratado de ir
viendo las cuestiones que en el orden civil, laboral, financiero y tributario, Seguridad
Social, etc., «preocupaban» al colectivo estudiado.
Página 9 de 304
El trabajo en la Vida Consagrada: Aspectos Canónicos, Civiles, Mercantiles, Tributarios y Laborales
El capítulo segundo recoge el camino que recorre la persona que siente la llamada,
desde el principio hasta la profesión perpetua y dentro del mismo se analizan de forma
breve los distintos pasos que tanto el derecho propio del Instituto, al que aspira a formar
parte, como el derecho canónico le exige, y todo ello tratando de armonizarlo con las
normas civiles que le pueden ser de aplicación según la forma en que realiza su actividad.
Tras realizar un estudio de las etapas de la vida religiosa, se pasa al trabajo del
religioso, algo que se trata de forma breve, pero tratando de dar respuesta a las situaciones
más frecuentes que se pueden presentar.
El tercer capítulo, dedicado a la Protección Social del Religioso, quizá sea uno de
los pilares del trabajo de investigación, se ha tratado de analizar de forma breve cual ha
sido el camino que ha recorrido la Protección Social en España, y en particular la parte
que le afecta a los religiosos, que no es otro que el Régimen Especial de Trabajadores por
cuenta propia y autónomos.
La inclusión que tuvo lugar en 1981, con vigencia en mayo de 1982, tenía un
fundamento constitucional2 y venía con más de tres años de retraso. Se limitó a incluir a
un colectivo en un régimen inapropiado y a reconocer unos derechos que difícilmente
podían alcanzar por los votos formulados.
1
La expresión «derecho secundario» es acuñada de forma personal por el autor de este trabajo a fin de
dar una visión general de que el derecho principal de los religiosos es el derecho canónico.
2
Art. 41 CE: «Los poderes públicos mantendrán un régimen público de Seguridad Social para todos los
ciudadanos, que garantice la asistencia y prestaciones sociales suficientes ante situaciones de
necesidad, especialmente en caso de desempleo. La asistencia y prestaciones complementarias serán
libres.»
Página 10 de 304
Presentación
Es por ello por lo que se ha dedicado una atención especial e incluso en otra parte
de la investigación se han realizado tres propuestas de reforma.
El capítulo cuarto, que también podría ser considerado como pilar fundamental
del estadio, está referido a la Financiación y Tributación de la Iglesia Católica, con
especial énfasis en los Institutos Religiosos.
El capítulo quinto se trata de una serie de cuestiones que quedan sin desarrollar,
pero de las que se pone sobre aviso a los entes religiosos en el campo de la actividad
económica que realizan, y que debido a la expansión de los mismos solo quedan como
aviso para quienes en el futuro quieran dedicarse a investigar sobre los mismos.
Por último, el capítulo sexto, realiza tres propuestas de lege ferenda a fin de que
sirvan de base a los estudiosos para un fututo estudio de la Protección Social, adaptado al
colectivo que estudiamos.
Se cierra este trabajo, con las conclusiones propias de un trabajo de esta naturaleza
y la bibliografía que se ha consultado, y en esto se ha de hacer hincapié, «consultado»
pues no toda ha sido reflejada en el cuerpo del estudio.
Por último, hay que hacer mención que en un trabajo de esta naturaleza, quizá se
eche en falta jurisprudencia y doctrina judicial, pero hay que advertir que una de las
conclusiones que se sacó desde el principio, es que estamos ante un sector poco
Página 11 de 304
El trabajo en la Vida Consagrada: Aspectos Canónicos, Civiles, Mercantiles, Tributarios y Laborales
conflictivo, donde han sido escasos -si exceptuamos los secularizados- los asuntos que
han pasado por los Juzgados, y la mayoría de casos dudosos se resolvieron hace varios
años, por lo que la jurisprudencia y doctrina judicial reciente es escasa.
Página 12 de 304
Capítulo I. Consideraciones generales sobre la Vida Consagrada
El presente capítulo, primero de este trabajo, pretende ser una apretada síntesis
que responda a siete epígrafes que se han seleccionado. Tiene un objetivo, llamar la
atención desde el primer momento que el trabajo parte de una situación establecida de
antemano, como es la vida religiosa o consagrada.
Las pretensiones no van más allá de lo que se pretende por lo tanto se trata de
breves comentarios, así esquemáticos, donde se instuye como la base del estudio, es la
realidad de un estilo de vida distinto, por eso no partimos de bases jurídicas
constitucionales, de ello han dado buena cuenta distintos autores, sobre todo del derecho
eclesiástico ¿Y porque partir desde aquí? Pues la respuesta es sencilla. A distinta vida,
distintas normas.
No se pretende mermar derechos a las personas que han optado por la vida
consagrada, sino de responder al estilo de vida que ellos mismos voluntariamente han
elegido. Tampoco justificar a las instituciones que los acogen con normas diferentes a
veces con situación de bonificación, exención, etc. -sobre todo en el ámbito tributario- y
otras veces discriminatorias.
Se han escogido siete epígrafes para dar la visión general de la vida peculiar, si se
mira desde el ámbito civil, pero normalísima desde la vida de la Iglesia.
Al principio del estudio, surge la primera duda, como llamar a quienes vamos a
estudiar ¿Religiosos o consagrados? Si nos atenemos a la expresión vulgar, no caber duda
que «religioso es la más conocida y utilizada, si se habla de consagrado tampoco nos
apartamos de la realidad.
Página 13 de 304
El trabajo en la Vida Consagrada: Aspectos Canónicos, Civiles, Mercantiles, Tributarios y Laborales
La vía más directa para conocer el nombre de una cosa es acercarse lo más
próximo a ella, y en este sentido la Constitución Conciliar Lumen Gentium, le dedico un
capítulo -el VI- en el que de una forma condensada da una visión general de este tipo de
vida en la Iglesia, y aunque no da nombres sobre la realidad que describe, si habla de vida
consagrada y vida religiosa, ¿Se está hablando de una misma cosa? Evidentemente que
si. El texto habla de consagrado en siete ocasiones, y de religioso o Instituto Religioso o
Estado religioso en cinco:
Bahillo Ruiz por su parte en sus obras «Una forma de vida peculiar»4 y «Derecho
Canónico I - El derecho del pueblo de Dios», se expresa en los siguientes términos: «El
termino resulta aún hoy discutido». Las diferentes denominaciones que recibió en el
revisión («religiosos», «Institutos de perfección», «Institutos de Vida Consagrada»,
continua el autor diciendo que aún hoy en día el título resulta discutido.
Para Montilla de la Calle -que cita a Parlato- «La principal acepción de religioso
en Derecho Canónico, comprende a los christifidelis, hombres y mujeres, que se
consagran a Dios en una orden o en una congregación religiosa aprobada por la
3
RINCÓN-PÉREZ, T., La vida consagrada en la Iglesia Latina. Estatuto Teológico-Canónico, Emusa,
Navarra, 2001
4
BAHILLO RUIZ, T., Una forma de vida peculiar. La normativa de la vida consagrada, Publicaciones
Claritianas, Madrid, 2015 y del mismo autor, Derecho Canónico I – El derecho del Pueblo de Dios,
BAC, 2019.
Página 14 de 304
Capítulo I. Consideraciones generales sobre la Vida Consagrada
Sea como fuere, no es este el objetivo de la investigación por lo que tal y como se
ha dicho, la expresión religioso que aquí se va a realizar abarca a todos aquellos que
perteneciendo a Instituto de vida Consagrada o Sociedades de Vida Apostólica, hayan
profesado los consejos evangélicos de Castidad, Pobreza y Obediencia, vivan en
comunidad y esta haya sido inscrita en el Registro de Entidades Religiosos, sin distinción
tampoco del carácter de Institución de Derecho Pontificio o Diocesano.
Si en el epígrafe anterior nos hacíamos eco del nombre que procede dar a las
personas objeto de nuestro estudio, en este se trata de ver de una forma muy somera cual
es la estructura de ese «edificio» que comenzó a construirse por Anacoretas y Vírgenes
consagradas hace más de 1600 años.
5
MOTILLA DE LA CALLE, A.: El Status Jurídico de los religiosos en el Derecho Español, Madrid, 1997.
6
Obra citada anteriormente.
Página 15 de 304
El trabajo en la Vida Consagrada: Aspectos Canónicos, Civiles, Mercantiles, Tributarios y Laborales
Eremitas y el orden de las Vírgenes tienen una dependencia directa del Obispo
diocesano, ante el cual se consagran para vivir en el estado elegido.
Asimismo hay que hacer mención a los Institutos seculares que regulados en el
Titulo III del libro II, los define el c. 710 como «instituto de vida consagrada en el cual
los fieles, viviendo en el mundo, aspiran a la perfección de la caridad, y se dedican a
procurar la santificación del mundo sobre todo desde dentro de él».
Página 16 de 304
Capítulo I. Consideraciones generales sobre la Vida Consagrada
Por último, las sociedades de Vida Apostólica, que se asemejan a los Institutos de
Vida Consagrada y cuyos miembros sin votos religiosos, buscan el fin apostólico propio
de la sociedad y llevando vida fraterna en común, según el propio medio de vida, aspiran
a la perfección de la caridad por la observancia de las constituciones (c. 731)
En las sociedades de vida apostólica es importante señalar que las hay de derecho
pontificio y diocesano, así como laicas y clericales7.
Institutos
Religiosos
Institutos de
vida consagrada
Institutos
Tipología de los Institutos
monásticos
canonicales
Los Institutos religiosos en
conventuales
particular
apostólicos
(tipología espiritual)
clericales
laicales
Fuente: BARCELÓN MAICAS, E.: «Renovación jurídica de la vida consagrada: principios y líneas
generales», Teología: Revista de la facultad de Teología de la Pontificia Universidad Católica Argentina,
nº 40, 1982, pp. 132-156.
7
En la actualidad hay unas 50 sociedades de Vida Apostólica de derecho pontificio con más de 50.000
miembros, y sobre 100 sociedades de derecho diocesano.
Página 17 de 304
El trabajo en la Vida Consagrada: Aspectos Canónicos, Civiles, Mercantiles, Tributarios y Laborales
Aquí nos referimos a quienes han optado como primera línea de vida el
seguimiento de Jesús de Nazaret, a través de una Institución aprobada para esta finalidad
por la Iglesia y que las normas de las mismas -principalmente el código de Derecho
Canónico reconoce-. Estas formas de vida son muchas y variadas, pretenden dar respuesta
a una sociedad, en todas las vertientes, pero de una forma especial, a lo que se entiende
que Jesús quiere de todos sus seguidores: «dar de comer al hambriento, dar de beber al
sediento, vestir al desnudo, visitar y consolar al enfermo, ayuda al preso, acoger al
extranjero»8.
8
Mt. 25.
Página 18 de 304
Capítulo I. Consideraciones generales sobre la Vida Consagrada
En misión
Misioneros ................................................................ 10.629
Familias en misión ......................................................... 528
Países con misioneros españoles ................................... 136
Enseñanza
Centros ........................................................................ 2.558
Alumnos............................................................... 1.525.215
Trabajadores ........................................................... 133.770
Docentes ................................................................. 108.920
Centros asistenciales ................................................. 9.119
Personas atendidas en 2018 ................................. 4.095.346
Centros Sociosanitarios (que comprenden hospitales,
ambulatorios y casas de ancianos) ....................... 937
Entre asistenciales para mitigar la pobreza, menores,
promover el trabajo, asistencia a la mujer,
inmigrantes ........................................................ 8.146
Personas atendidas en 2018 ................................. 2.804.327
Como se ha dicho los comienzos de este tipo de vida fueron la Vida Eremítica y
Cenobitica, que tiene como objetivo hacer de la Palabra de Dios, el modelo de vida de la
persona humana, comienza con Antonio Abad, y es Atanasio -Obispo de Alejandría- el
que nos transmite su vida a través de la Teología narrativa. Otros datos también de interés
en estos comienzos fueron transmitidos por Atanasio, Gregorio de Nisa, Agustín Basilio,
Gregorio Magno y Benito.
4.2. El despliegue
Página 19 de 304
El trabajo en la Vida Consagrada: Aspectos Canónicos, Civiles, Mercantiles, Tributarios y Laborales
evangélica de los mendicantes y estos ven aparecer otro tipo de vida religiosa como es la
vida apostólica.
La ilustración con Kant trajo otra ola de críticas a la vida religiosa, y hay que
esperar al Concilio vaticano II, donde se produce una maduración de los planteamientos
tradicionales de la vida religiosa, así, estado de perfección, cede el paso a eclesiología de
comunión y articula mejor su identidad en correlación entre vida laica y secular y vida
religiosa, se ha pasado del tema de la perfección al del seguimiento de Cristo o de
Consagración.
Nos encontramos ante la rama del derecho que con toda propiedad regula la vida
religiosa, no es la única pues existen gran cantidad tales como las constituciones y demás
documentos dados por la autoridad de la Iglesia.
Página 20 de 304
Capítulo I. Consideraciones generales sobre la Vida Consagrada
Constituye no un derecho al estilo de los sistemas civiles, más bien habría que
decir que una de sus misiones es la uniformidad que ha de regir en la Iglesia hecha norma.
Pretenden ser las líneas que siguen una reflexión personal he de advertirlo-
separadas de toda doctrina o comentarios que conozco sobre el interrogatorio a Jesús, en
esta instancia, antes de darle muerte.
No creo que Jesús de Nazaret, con esta respuesta pretendiera crear lo que hoy
conocemos como vida consagrada, creo que pudo referirse a un cambio de estilo, en un
mundo distinto, y por supuesto a un asunto diferente al reinado temporal o terrenal.
Página 21 de 304
El trabajo en la Vida Consagrada: Aspectos Canónicos, Civiles, Mercantiles, Tributarios y Laborales
largo del tiempo con la transformación de la vida religiosa o consagrada en estilo de vida,
siempre se busca «otra cosa», otro modo de vida, distinto al que el mundo ofrece.
Dicho modo de vida no es otro que el del amor, más lleno a Jesús de Nazaret y a
los hermanos siendo en esta vida «motores» que arrastren a una sociedad al «bienestar»
de todos sus miembros.
Este modo de vida exige de los poderes públicos un trato especial, porque especial
es también lo que se hace en la misma, y en consecuencia a la hora de legislar ha de
tenerse en cuenta el bien que supone para la sociedad este tipo de actuación en la misma.
El c. 577, es ilustrativo cuando dice: «En la Iglesia hay muchos institutos de vida
consagrada, que han recibido dones diversos, según la gracia propia de cada uno: pues
siguen más de cerca a Cristo ya cuando ora, ya cuando anuncia el Reino de Dios, ya
cuando hace el bien a los hombres, ya cuando convive con ellos en el mundo, aunque
cumpliendo siempre la voluntad del Padre»
La copia literal del canon que precede tiene un significado especial para conocer
y tratar la vida consagrada, como algo polifacético. El religioso conforme a su carisma
-que ha de coincidir con el del Instituto- sirve a Dios, en ocupaciones diversas y lo hace
al servicio de la sociedad, tanto desde la oración, especialmente en la clausura o en la vida
9
Es significativa la noticia que en los medios de comunicación social españoles aparece el día
31/05/2022 donde se dice resumidamente: «Así se despedía una joven valenciana en su cuenta de
LinkedIn de su exitosa vida en el Olimpo de la tecnología -Silicon Valley- para enrolarse en un nuevo
proyecto no empresarial, sino espiritual: convertirse en "sierva de Dios" como monja contemplativa en
la Orden de las Agustinas».
Página 22 de 304
Capítulo I. Consideraciones generales sobre la Vida Consagrada
social, cumpliendo el mandato que el evangelio refiere a través de Mt. 25, dando de comer
al hambriento, de beber al sediento, vistiendo al desnudo, asistiendo al enfermo, visitando
y sacando de la esclavitud al preso y acogiendo al extranjero.
Página 23 de 304
Capítulo II. Las Relaciones Jurídicas del Instituto de vida
consagrada con sus miembros y con otros entes
La descripción que realiza el autor solo puede ser entendida de forma profunda si
se ha vivido, es el principio de todo, lo que la persona vive y rememora en la soledad de
si misma, a veces con gozo, a veces con «angustia», es un hecho que obliga a ponerlo en
conocimiento de otros, sobre todo expertos en temas vocacionales.
No hay norma que pueda solucionar el interrogante, el tiempo y la reflexión son dos
buenos aliados que desembocan en el ansia de conocer, y en concreto en la vida religiosa
de conocer institutos, su forma de vida, su trabajo, etc.
10
GARCÍA PAREDES, J.C.R.: Teología de la Vida Religiosa, BHC-2014, pág. 267.
Página 25 de 304
El trabajo en la Vida Consagrada: Aspectos Canónicos, Civiles, Mercantiles, Tributarios y Laborales
Aunque el derecho Universal no dice nada de estas etapas habrá de estarse a las
constituciones y demás normativa interna de cada instituto.
1.2. Noviciado
El primer canon que trata el noviciado es el 646, los anteriores se refieren a los
requisitos que han de cumplirse, y este nos dice que «con el noviciado comienza la vida
en un instituto y tiene como finalidad que el novicio conozca mejor la vocación divina,
particularmente la propia del instituto, que prueben el modo de vida de este, que
conformen la mente y el corazón con su espíritu, y que pueda ser comprobadas su
intención y su idoneidad».
Del texto de canon y para lo que aquí nos interesa, ha de sacarse las siguientes
conclusiones:
Página 26 de 304
Capítulo II. Las Relaciones Jurídicas del Instituto de vida consagrada con sus miembros y con otros entes
2. Vida Consagrada
A los efectos que aquí se estudian, el canon que se acaba de citar literalmente tiene
una importancia, pues en el último inciso hacen deudor y acreedor a ambas partes, de
cumplir los derechos inherentes a dicha situación, de los que nada se dice cuales son
-excepto de los consejos evangélicos- por lo que habrá que estar al derecho propio una
vez más en este aspecto.
Página 27 de 304
El trabajo en la Vida Consagrada: Aspectos Canónicos, Civiles, Mercantiles, Tributarios y Laborales
Para nada cambia en el ámbito laboral, la profesión perpetua, esta puede tener un
mayor vínculo en el orden canónico. Pero en modo alguno en el orden civil y en relación
con el trabajo que es objeto de nuestro estudio, es intrascendente.
Hay que comenzar diciendo que no existe en nuestra legislación norma alguna que
regule el trabajo de los religiosos, ni tampoco prohibición de ningún tipo en este sentido,
el trabajo de los religiosos queda sometido al Régimen Jurídico Común, por lo que para
su estudio se hace preciso conocer la forma en que se realiza, para determinar su
naturaleza.
11
El razonamiento anterior pertenece al autor de este estudio, sin que se haya encontrado en la doctrina
razonamiento fundamentado en derecho.
Página 28 de 304
Capítulo II. Las Relaciones Jurídicas del Instituto de vida consagrada con sus miembros y con otros entes
de las relaciones contractuales existentes en el ámbito civil para centrar el estudio -como
se ha dicho en donde más dudas pueden existir así: como muy bien ha señalado Leal
Adorna12 en El contrato entre instituto y religioso: «no se puede equiparar al de
arrendamiento de servicios porque en este último "una de las partes se obliga a ejecutar
una obra o a prestar a la otra un servicio por precio cierto", esto es, uno de los
contratantes se compromete a realizar un trabajo determinado consistente en la
prestación de unos servicios a cambio de una remuneración, sin que sea posible la
perpetuidad en el compromiso. Así, al faltar la contraprestación en la relación entre el
Instituto y el religioso y al no admitirse el carácter perpetuo de esa clase de
arrendamientos, bajo pena de nulidad, podemos concluir que "el compromiso que asume
el religioso con la institución no puede encuadrarse dentro de la categoría de los
contratos de arrendamiento de servicios ni a éstos se puede equiparar"».
De esta opinión también participa Vidal Gallardo13. El criterio que antecede viene
sustentado por el artículo 1544 del Código Civil.
12
LEAL ADORNA, M.M., «El Trabajo prestado por los religiosos: Análisis sobre su consideración
canónica y laboral», Ius Canonicum XLIV, nº 88, 2004.
13
VIDAL GALLARDO, M., Trabajo y Seguridad Social, op.cit., pag. 157.
Página 29 de 304
El trabajo en la Vida Consagrada: Aspectos Canónicos, Civiles, Mercantiles, Tributarios y Laborales
El siguiente cuadro nos puede dar una referencia gráfica de lo que a continuación
se va a tratar.
«En la Iglesia hay muchos institutos de vida consagrada, que han recibido dones
diversos, según la gracia propia de cada uno: pues siguen más de cerca a Cristo ya cuando
ora, ya cuando anuncia el Reino de Dios, ya cuando hace el bien a los hombres, ya cuando
convive con ellos en el mundo, aunque cumpliendo siempre la voluntad del Padre»
(c. 577).
Página 30 de 304
Capítulo II. Las Relaciones Jurídicas del Instituto de vida consagrada con sus miembros y con otros entes
considerársele empleado del hogar familiar? Evidentemente que no. Hay ciertas
actividades que se realizan en el ámbito familiar y que no están ni pueden estar reguladas
por el derecho positivo, pertenecen más bien al ámbito del derecho natural.
14
MALDONADO MONTOYA, J.P.: Las actividades religiosas ante el Derecho del Trabajo, Thomson-
Civitas, Navarra, 2006.
Página 31 de 304
El trabajo en la Vida Consagrada: Aspectos Canónicos, Civiles, Mercantiles, Tributarios y Laborales
Ante la unanimidad existente, habría que concluir que no existe régimen jurídico
distinto entre la Institución Religiosa y el Consagrado que el Derecho Canónico -si es que
a este se le puede llamar régimen jurídico-.
En este sentido habría que ver cuál es ese trabajo y como se realiza. Así, si la
actividad es de tipo religioso la carencia de relaciones laborales es evidente, y ello lo ha
reconocido la doctrina -entre otros Borrajo Dacruz-.
Página 32 de 304
Capítulo II. Las Relaciones Jurídicas del Instituto de vida consagrada con sus miembros y con otros entes
Aunque el presente epígrafe podría confundirse con el 3.1, nos estamos refiriendo,
no a actividad religiosa propiamente dicha, sino actividades dentro de la Iglesia, pero que
no tienen la entidad de ser propiamente religiosas.
15
Cuando decimos ordinario, se quiere excluir el aplicable a los clérigos diocesanos de la Iglesia Católica.
16
Art. 1.1 ET: «Esta ley será de aplicación a los trabajadores que voluntariamente presten sus servicios
retribuidos por cuenta ajena y dentro del ámbito de organización y dirección de otra persona, física o
jurídica, denominada empleador o empresario».
Página 33 de 304
El trabajo en la Vida Consagrada: Aspectos Canónicos, Civiles, Mercantiles, Tributarios y Laborales
Generalmente los Institutos de Vida Consagrada conciertan -cada vez menos- con
entidades, bien sean privadas o de la Administración, la realización de un trabajo.
Asistencia en Hospitales, Centros de Enseñanza, etc…
Había que estarse a los términos del contrato que previamente ha de realizarse, la
posible legalidad o ilegalidad de este, las funciones realizadas, el régimen de su personal,
etc… para calificar o no la relación como laboral.
Las concesiones de un trabajo o servicio dado a una entidad religiosa -algo poco
común- si la actividad no es religiosa, entiendo que habrá de regirse por lo dispuesto en
el art. 42 del Estatuto de los Trabajadores en el ámbito laboral por lo que entraría de lleno
en el ámbito del Derecho del Trabajo, si bien en cuanto tales, con la excepción del aspecto
económico, donde es prevalente el voto de pobreza.
Este apartado ha sido el más discutido por la doctrina, creo que ha de ser objeto
de estudio en el futuro próximo, por los interrogantes que plantea ¿Puede ser un religioso
trabajador por cuenta ajena de su propio Instituto? ¿Qué relación existe entre el religioso
cuando la actividad está relacionado con su carisma? ¿Qué relación existe si su actividad
es pastoral? ¿Existe discriminación con el resto de los trabajadores?
Como se ve, todo son interrogantes que han pretendido dar respuesta con
disparidad de opiniones, de cualquier forma entendemos que no existe relación laboral en
17
Es la opinión del autor de este trabajo, sin fundamento jurídico alguno.
Página 34 de 304
Capítulo II. Las Relaciones Jurídicas del Instituto de vida consagrada con sus miembros y con otros entes
Página 35 de 304
El trabajo en la Vida Consagrada: Aspectos Canónicos, Civiles, Mercantiles, Tributarios y Laborales
Nada se concreta sobre el régimen económico dejando abierta todas las formas
posibles, como es la de que sea el Instituto el que perciba una asignación o que el propio
clérigo perciba la asignación como cualquier otro de la diócesis. En cualquier caso,
entendemos que no existe relación laboral salvo que la misión que se le asigne no sea
estrictamente religiosa. Esto que se dice es con respecto a los religiosos-clérigos.
En cuanto a los religiosos-laicos hay que señalar que si se les asignara en virtud
del acuerdo tareas dentro de la diócesis no sería de aplicación la Seguridad Social en el
Régimen de Autónomos, ya que deja de reunir algunos de los requisitos del RD
3325/1981, de 29 de noviembre, por el que se le incluyen en el Régimen de Autónomos,
al ser la dependencia del obispo. Entendiendo que tampoco existiría relación laboral si la
actividad es estrictamente religiosa.
18
BOE nº 298, de 14 de diciembre de 1993.
Página 36 de 304
Capítulo II. Las Relaciones Jurídicas del Instituto de vida consagrada con sus miembros y con otros entes
Por último, cabe decir en este aspecto que al ser realizada la asistencia religiosa
por religiosos pero dependiente de la diócesis el clérigo encargado de la misma ha de
estar incluido dentro del ámbito de la Seguridad Social de los Clérigos Diocesanos (RD
2398/1977, de 27 de agosto).
Partiendo del art. IV del acuerdo entre el Estado español y la Santa Sede de 3 de
enero de 1979, sobre asuntos jurídicos19 la Administraciones públicas han desarrollado a
través de varias normas20 la asistencia religiosa en el ámbito hospitalario.
Por lo que aquí interesa hay que resaltar que el art. 4 de la OM de 20 de diciembre
de 1985, dispone que:
19
ARTÍCULO IV
1) El Estado reconoce y garantiza el ejercicio del derecho a la asistencia religiosa de los ciudadanos
internados en establecimientos penitenciarios, hospitales, sanatorios, orfanatos y centros similares,
tanto privados como públicos.
2) El régimen de asistencia religiosa católica y la actividad pastoral de los centros mencionados que
sean de carácter público serán regulados de común acuerdo entre las competentes autoridades de la
Iglesia y del Estado. En todo caso, quedará salvaguardado el derecho a la libertad religiosa de las
personas y el debido respeto a sus principios religiosos y éticos.
20
Las principales normas en la materia son:
• Orden de 20 de diciembre de 1985, BOE nº 305 de 21 de diciembre.
• Convenio de 23 de abril de 1986, no publicado en el BOE.
• Instrucciones para la aplicación del Convenio anterior, suscrito el 4 de febrero de 1987, entre el
Insalud y la CEE.
Página 37 de 304
El trabajo en la Vida Consagrada: Aspectos Canónicos, Civiles, Mercantiles, Tributarios y Laborales
Nada se dice de los religiosos, pero es evidente que estos pueden ser prestadores
del Servicio Religioso, no queda claro si solo los clérigos o también los religiosos-laicos,
ya que se habla de sacerdote y personal idónico de cualquier forma me inclino que por la
índole del servicio a prestar en este tipo de establecimientos, el presbítero es lo más
idóneo.
A la vista del mismo, para el caso de que se eligiera un religioso, estaríamos ante
un servicio diocesano, por lo que habría de darse un acuerdo a tres partes -Instituto
religioso-Ordinario del lugar y Obispado-Centro Sanitario, Así como la designación por
parte del ordinario del lugar.
Página 38 de 304
Capítulo III. Protección Social de los Consagrados
1. Introducción
21
BOE nº 18, de 21 de enero de 1982.
Página 39 de 304
El trabajo en la Vida Consagrada: Aspectos Canónicos, Civiles, Mercantiles, Tributarios y Laborales
en el que fueron incluidos, prácticamente sin más, no era un régimen pensado para el tipo
de vida que llevaban estas personas.
Como prueba de lo que se dice con anterioridad, baste citar la Ley 20/2007, de 11
de julio por la que se aprueba el Estatuto del Trabajo Autónomo, y se fija el ámbito de su
aplicación a «las personas físicas que realicen de forma habitual, personal, directa, por
cuenta propia y fuera de ámbito de dirección y organización de otra persona, una
actividad económica o profesional a título lucrativo, den o no ocupación a trabajadores
por cuenta ajena»23.
22
ORTIZ CASTILLO, F.: La Seguridad Social de los Ministros de Culto, Religiosos y Secularizados,
Ediciones Laborum, Murcia.
23
Un análisis detenido del controvertido concepto de trabajador por cuenta propia o autónomo puede
verse en LÓPEZ ANIORTE, M. C. «el difuso concepto de trabajador por cuenta propia o autónomo. De
(…)
Página 40 de 304
Capítulo III. Protección Social de los Consagrados
Como se ha señalado por autorizada doctrina es que «estamos ante una inclusión
dentro del RETA de carácter constitutivo ya que, de otra forma, sería muy difícil pensar
que este colectivo quedaría bajo las previsiones normativas de los sujetos incluidos en el
Página 41 de 304
El trabajo en la Vida Consagrada: Aspectos Canónicos, Civiles, Mercantiles, Tributarios y Laborales
ámbito subjetivo del RETA»26. En definitiva, no estamos ante un trabajador que decide
establecerse por su cuenta con el riesgo y ventura que la misma supone, sino ante una
decisión del legislador -a mi juicio exigida por la vocación expansiva de la Seguridad
Social- a fin de que un colectivo determinado sin protección alguna pudiera gozar de la
misma ajustándose a lo que ya en su momento se preveía de reducir a dos regímenes
(General y Autónomos) el sistema de la Seguridad Social y que posteriormente el
denominado Pacto de Toledo ha venido a confirmar.
Tal y como se ha dicho con anterioridad, el inicio de esta inclusión tuvo lugar por
medio del RD 3325/1981, de 29 de diciembre27; y la Orden TAS/820/2004, de 12 de
marzo, que amplió su campo de aplicación a los religiosos de Derecho Diocesano28. Otras
normas de desarrollo parcial de la integración a tomar en consideración son la Orden de
19 abril de 1983, de concreción de la fecha del hecho causante de la pensión de jubilación
y determinación del valor del capital coste de las pensiones a causar al amparo de la
Disposición Transitoria del RD 3325/1981 y la Resolución de 20 de abril de 1983, de la
Secretaría de la Seguridad Social en desarrollo de la anterior Orden.
26
LÓPEZ ANIORTE, M.C.: «La inclusión en el RETA de colectivos «asimilados» a los autónomos. Dos
ejemplos paradigmáticos: religiosos de la Iglesia Católica y deportistas de alto nivel», AS. 2005, nº. 11,
págs. 85 y ss y «Ámbito subjetivo del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos», Aranzadi
Editorial, Navarra, 1996, págs. 343 y ss.
MOTILLA, A.: Derecho laboral y Seguridad Social de los miembros de órdenes y congregaciones
religiosas, Universidad de Alcalá, 2000, pág. 100.
MALDONADO MONTOYA, J. P.: Las actividades religiosas ante el derecho del trabajo, Thomson-
Civitas, Navarra, 2006, pág. 194.
27
El RD 1427/1982, de 25 de junio, modificará dicho RD ampliando el plazo de solicitud de alta inicial
en el RETA.
28
En consecuencia, la inclusión de los religiosos en el ámbito de la Seguridad Social se produjo en dos
etapas, la primera el día 1 de mayo de 1982 por el RD 3325/1981 y la segunda el día 1 de julio de 2004
en virtud de la OM 12/03/2004 incluyendo a Religiosos pertenecientes a Institutos de Derecho
Pontificio y Religiosos pertenecientes a Institutos de Derecho Diocesano, respectivamente.
Página 42 de 304
Capítulo III. Protección Social de los Consagrados
Página 43 de 304
El trabajo en la Vida Consagrada: Aspectos Canónicos, Civiles, Mercantiles, Tributarios y Laborales
Página 44 de 304
Capítulo III. Protección Social de los Consagrados
Página 45 de 304
El trabajo en la Vida Consagrada: Aspectos Canónicos, Civiles, Mercantiles, Tributarios y Laborales
Página 46 de 304
Capítulo III. Protección Social de los Consagrados
Página 47 de 304
El trabajo en la Vida Consagrada: Aspectos Canónicos, Civiles, Mercantiles, Tributarios y Laborales
Primero.
Página 48 de 304
Capítulo III. Protección Social de los Consagrados
Segundo.
Tercero.
Página 49 de 304
El trabajo en la Vida Consagrada: Aspectos Canónicos, Civiles, Mercantiles, Tributarios y Laborales
La primera cuestión será saber cuales son los colectivos de religiosos a que se
refiere el RD 3325/1981 para, a partir de ahí, poder analizar las condiciones que se exigen
a dicho religioso para su inclusión en el régimen correspondiente.
«Artículo primero.
Página 50 de 304
Capítulo III. Protección Social de los Consagrados
2.1. Exclusiones
29
RESOLUCIÓN DE 29 DE ABRIL DE 1988 SOBRE INCLUSIÓN EN EL ÁMBITO DE
APLICACIÓN DEL RÉGIMEN GENERAL DE DETERMINADOS MIEMBROS DE
CONGREGACIONES RELIGIOSAS (BISS núm. 6, de 1988): En relación a consulta formulada sobre
inclusión en el ámbito de aplicación del Régimen General de la Seguridad Social de algunas religiosas,
la Dirección General de Régimen Jurídico de la Seguridad social, con fecha 29 de abril de 1988, ha
dictado la siguiente Resolución: «La cuestión planteada se centra en determinar si entre la
Congregación religiosa (c. 573.2) y sus miembros puede existir una auténtica relación laboral que daría
lugar a la consiguiente inclusión en el Régimen General de la Seguridad Social.
Visto que la Dirección General de Trabajo informa en el sentido de que es admisible la existencia de
relación laboral cuando la Congregación, como frecuentemente ocurre en Asociaciones religiosas que
emprenden actividades empresariales en el ámbito de la Sanidad y la enseñanza, adopte una estructura
empresarial desenvolviéndose conforme a criterios organizativos empresariales, aunque sus fines
puedan no ser estrictamente económicos, sometiéndose a la legislación laboral como un empresario
más, para regular la relación con sus trabajadores, ya se trate o no de miembros de su Congregación,
mediante el otorgamiento de los instrumentos jurídicos propios de esa relación.
(…)
Página 51 de 304
El trabajo en la Vida Consagrada: Aspectos Canónicos, Civiles, Mercantiles, Tributarios y Laborales
En esas etapas se pueden distinguir tres procesos distintos, el primero de ellos viene
referido al aspirantado y postulantado, en el que el sujeto aspira a entrar en la vida
religiosa y posteriormente lo pide. Se trata de situaciones que no están reguladas en el
Código de Derecho Canónico aunque sí deben estarlo en las normas propias de cada
Instituto, y a ello hay que estar en su regulación, no obstante ya de principio hay que
señalar que al no tener la condición de religioso proceso no es posible darle de alta en el
RETA. Se trata de etapas donde se va a conocer el Instituto y que el Instituto conozca
también al candidato. No existe relación jurídica alguna salvo la Canónica que se diga en
las constituciones.
Hasta los votos temporales (Al terminar el noviciado, el novicio ha de ser admitido
a la profesión temporal, si se le considera idóneo, o en caso contrario despedido, can.
653.2, y debe realizar los votos públicos y se considerará ya incluido en el instituto) Esta
etapa ha de tener una duración, con carácter general, de entre un trienio ni superior a un
Y visto lo dispuesto en el artículo 3 del Convenio Colectivo de ámbito estatal para la enseñanza privada,
aprobado por Resolución de la Dirección General de Trabajo de 26 de marzo de 1987, BOE de 4 de
abril de 1987, que excluye de su ámbito de aplicación «al personal que pertenezca a la Orden o
Congregación religiosa titular del Centro y al personal del Servicio afectos exclusivamente a la
Comunidad religiosa o a la Entidad propietaria del Centro». Lo cual quiere decir a sensu contrario que
se incluye a los miembros de la Orden o Congregación (c. 607.2) que realicen una actividad propia de
un Centro de enseñanza.
Entiende este Centro Directivo que, en tanto en cuanto la Congregación aparezca como titular y gestora
de los Centros de enseñanza y geriátricos, cabe admitir la posibilidad de que aquélla suscriba contratos
de trabajo con sus miembros para la realización de las actividades propias de tales centros
empresariales, con la consiguiente inclusión en el Régimen General de la Seguridad Social.»
Página 52 de 304
Capítulo III. Protección Social de los Consagrados
sexenio, can 655 y 657. La edad mínima que debe tenerse para poder emitir votos
temporales válidos es la de 18 años, can. 656.1., y ya se está en condiciones de ser sujeto
protegido en el RETA, por más que, en la misma, pudiera predicarse una vinculación de
menor grado a la profesión religiosa30. El proceso termina con la admisión a la profesión
perpetua (c. 657). Para la realización de este paso, el Código de Derecho Canónico exige
tener cumplidos los 21 años de edad (c. 658).
2.3. Las condiciones que debe reunir un religioso para quedar incluido en el
RETA
2.3.1. Requisitos
Por otro lado, el art. 1.2 del RD 3325/1981, de 29 diciembre, señala que no será de
aplicación la inclusión obligatoria en el RETA a los religiosos que lleven a cabo una
30
Ver Circular 5-015-2000, de 30-3-2000, de la Dirección General de la TGSS.
31
Ver la Disposición Final de la Orden TAS/820/2004, de 12 de marzo.
Página 53 de 304
El trabajo en la Vida Consagrada: Aspectos Canónicos, Civiles, Mercantiles, Tributarios y Laborales
2.3.2. Personales
Obviamente, no hay diferencias por razón de sexo, hombre y mujer religioso son
sujetos a incluir en el RETA.
b) Nacionalidad y residencia
Si bien del contenido del Real Decreto 3325/1981 se desprende la exclusión de los
religiosos y religiosas que no tengan la nacionalidad española, se deberá tener en cuenta
que esta exclusión tiene que tomar en consideración el contenido de los convenios
internacionales, los cuales, en muchos casos, posibilitan la afiliación de los religiosos que
no tienen la nacionalidad española32. En todo caso, algún autor33 ha expresado su reserva
a que puedan aplicarse los convenios internacionales de Seguridad Social de carácter
bilateral o multilateral suscritos por España y «que permitan que religiosos que tengan
32
VIDAL GALLARDO, M.: Trabajo y Seguridad Social de los miembros de la Iglesia católica, Universidad
de Valladolid, Valladolid, 1996, pág. 322. RODRÍGUEZ BLANCO, M.: «La inclusión de los religiosos en
el régimen especial de trabajadores autónomos de la Seguridad Social. Precisiones», Ius Canonicum,
XLI, n.º 81 (2001), pág. 150. En el mismo sentido, ÁVILA ROMERO, M.: «La Seguridad Social del clero
y sus auxiliares seglares», La Ley, IV (1984), pág. 1195, quien menciona como motivo de la exclusión
los tratados internacionales bilaterales o multilaterales suscritos por España.
33
MONTILLA, A.: Derecho laboral y Seguridad Social de los miembros de órdenes y congregaciones
religiosas, Universidad de Alcalá, 2000, pág. 101, citando a Ávila Romero, «La Seguridad Social del
clero y sus auxiliares seglares», La Ley, IV (1984), pág. 1195.
Página 54 de 304
Capítulo III. Protección Social de los Consagrados
otra ciudadanía se afilien a través del sistema de la Seguridad Social, puesto que […]
estos no existen».
Respecto de los extranjeros, el art. 117 del RD 557/2011, de 20 abril, que aprobó el
reglamento de aplicación de la Ley 4/2000, dispone lo siguiente:
Página 55 de 304
El trabajo en la Vida Consagrada: Aspectos Canónicos, Civiles, Mercantiles, Tributarios y Laborales
Página 56 de 304
Capítulo III. Protección Social de los Consagrados
34
En ocasiones las consultas se reiteran sobre los mismos temas. Así, tenemos la consulta número 177-
2004 (expte. 793-2004), de fecha 21-10-2004, de la Subdirección General de Ordenación e
Impugnaciones de la Tesorería General de la Seguridad Social, que, basándose en la aplicación de la
Ley Orgánica 4/2002, establece que los religiosos extranjeros en órdenes religiosas que residan y
desarrollen su actividad en territorio español, bajo las órdenes exclusivas de sus superiores respectivos
y para la comunidad a la que pertenezcan deberán quedar encuadrados en el RETA.
35
Se aplica, igualmente, la Orden de 18 de abril de 1983.
Página 57 de 304
El trabajo en la Vida Consagrada: Aspectos Canónicos, Civiles, Mercantiles, Tributarios y Laborales
c) Edad
2.3.3. Profesionales
El régimen del personal de quienes prestan servicios para las Iglesias, confesiones
y comunidades religiosas puede ser impuesto con plena autonomía por estas instituciones,
36
Castro Argüelles A. y Rodríguez Blanco M.: «Seguridad Social de los ministros de culto y religiosos»,
Ius Canonicum, XILV, n.º 87 (2004), pág. 165.
Página 58 de 304
Capítulo III. Protección Social de los Consagrados
37
BLAT GIMENO, F.R.: Relaciones laborales en empresas ideológicas, Ministerio de Trabajo y Seguridad
Social, Madrid, 1986, pág. 215.
38
Ver
http://www.mjusticia.gob.es/cs/Satellite/es/1215197983369/Estructura_P/1215198058699/Detalle.html
También VEGA GUTIÉRREZ, A.M.: «El Registro de Entidades Religiosas y la promoción de la libertad
religiosa», Repertorio Aranzadi del Tribunal Constitucional, n.º 19 (2001).
39
Publicado en el BOE n.º 177 de 24 de julio de 1980 y entró en vigor el mismo día de su publicación.
Página 59 de 304
El trabajo en la Vida Consagrada: Aspectos Canónicos, Civiles, Mercantiles, Tributarios y Laborales
3º. Prestar su actividad de manera exclusiva bajo las órdenes de sus superiores
respectivos y para la comunidad religiosa a la que pertenezcan.
Hay que analizar el trabajo del religioso sin limitarse a analizarlo desde el punto de
vista de la Iglesia católica40. En este sentido, un sector doctrinal41 si bien no mayoritario,
ha estudiado el trabajo que realizan los religiosos para terceros, extrayendo las siguientes
conclusiones:
a) Hay que diferenciar entre el trabajo realizado por los religiosos para las
entidades públicas (donde la jurisprudencia ha determinado si ello es una
relación laboral o no basándose en el orden jurisdiccional aplicable)42 y el
realizado para los particulares, donde se ha declarado la incompetencia de
la jurisdicción social, por ejemplo, si en la actividad se persigue una
finalidad benéfico-asistencial y se presta de manera voluntaria para su
congregación43.
40
BLAT GIMENO, F.R.: Relaciones laborales en empresas ideológicas, Ministerio de Trabajo y Seguridad
Social, Madrid, 1986, pág. 217.
41
VIDAL GALLARDO, M.: «Valoración jurisprudencial del trabajo de los religiosos a favor de terceros»,
Revista Española de Documentación Científica (REDC), n.º 53 (1996), págs. 729-746.
42
STCT (Sentencia del Tribunal Central de Trabajo) de 24-11-1983 (art. 10030), STS (Sentencia del
Tribunal Supremo) de 19-9-1985 (art. 4505), STS de 18-10-1985 (art. 5161), STS de 25-10-1985 (art.
5215), STS de 8-11-1985 (art. 5745).
43
STCT de 2-12-1974 (art. 5142).
Página 60 de 304
Capítulo III. Protección Social de los Consagrados
44
En la actualidad, la referencia deberá entenderse realizada al art. 1.1 del Real Decreto Legislativo
1/1995, de 24 de marzo, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley del Estatuto de los
Trabajadores.
Página 61 de 304
El trabajo en la Vida Consagrada: Aspectos Canónicos, Civiles, Mercantiles, Tributarios y Laborales
45
Ver al respecto BALLESTER PASTOR, I y A.: «La Sentencia 63/1994, de 28 de febrero, del Tribunal
Constitucional, o la definitiva deslaboralización de la prestación de servicios religiosos a su propia
congregación», Tribuna Social, n.º 45 (1994), págs. 45-52 -quienes realizan un análisis de los
antecedentes, el planteamiento de la cuestión, la naturaleza jurídica de la prestación de los servicios de
los religiosos y la discriminación religiosa y las causas que la justifican conforme a esa sentencia-, y
de MONTOYA MELGAR, A. «Sentencia 63/1994, de 28 de febrero. Naturaleza no contractual del vínculo
entre religiosa y congregación; efectos en materia de Seguridad Social; supuesta lesión del derecho a
la igualdad y a la libertad religiosa», en Alonso Olea Manuel y Montoya Melgar Alfredo,
Jurisprudencia constitucional sobre trabajo y Seguridad Social, XII, Civitas.
Página 62 de 304
Capítulo III. Protección Social de los Consagrados
3.1. Afiliación
46
RODRÍGUEZ BLANCO, M.: «Relevancia de la condición de ministro de culto a efectos de la Seguridad
Social», Relaciones Laborales, n.º 1 (2002), pág. 309; Castro Argüelles Antonia y Rodríguez Blanco
Miguel, «Seguridad Social de los ministros de culto y religiosos», Ius Canonicum, XILV, n.º 87 (2004),
pág. 167.
Página 63 de 304
El trabajo en la Vida Consagrada: Aspectos Canónicos, Civiles, Mercantiles, Tributarios y Laborales
3.2. Alta
En principio, habrá que acudir a las reglas generales relativas al RETA para
determinar cómo ha de producirse el alta y, posteriormente, prestar atención a las
especialidades inherentes al colectivo de los religiosos. Respecto a las altas como
trabajadores autónomos, el artículo 29.1.2 del RIAAB dispone que:
a) La afiliación y hasta tres altas dentro de cada año natural tendrán efectos
desde el día en que concurran en la persona de que se trate los requisitos y
condiciones determinantes de su inclusión en el campo de aplicación de este
régimen especial, siempre que se hayan solicitado en los términos
establecidos, respectivamente, por los artículos 27.2 y 32.3.1.º de este
reglamento.
b) El resto de las altas que, en su caso, se produzcan dentro de cada año natural
tendrán efectos desde el día primero del mes natural en que se reúnan los
requisitos para la inclusión en este régimen especial, siempre que se hayan
solicitado en los términos establecidos por el artículo 32.3.1.º de este
reglamento.
47
Art. 6 RIAAB.
Página 64 de 304
Capítulo III. Protección Social de los Consagrados
¾ Del artículo 29.1.2 del Real Decreto 84/1996 se deduce que el religioso es
el que deberá solicitar su afiliación por sí mismo y que se encuentra
sometido a una serie de obligaciones -comunicar el inicio y el cese de sus
actividades-. Así pues, en principio no parece que deba de intervenir nadie
más al margen del propio religioso, con independencia de la intervención o
actuación administrativa. Sin embargo, cuando acudimos al documento
oficial de «Solicitud de: alta, baja o variación de datos en el régimen
especial de autónomos -religioso/a de la Iglesia católica-», modelo
TA.0521/348, que consta de dos hojas, observamos que la hoja 2/2, en el
punto 8, contiene una declaración que debe rellenar el superior o superiora
de la congregación, el ecónomo provincial de la provincia religiosa o el
monasterio que proceda -de derecho pontificio-, de que el alta de la persona
(el religioso) que está bajo la responsabilidad del superior o superiora y a la
que hacen referencia los datos de dicha alta se produce:
48
Ver:
http://www.segsocial.es/Internet_1/Trabajadores/Afiliacion/Servicios/Modelosdesolicitude31190/
index.htm
Página 65 de 304
El trabajo en la Vida Consagrada: Aspectos Canónicos, Civiles, Mercantiles, Tributarios y Laborales
¾ Otro aspecto a tener en cuenta son las fórmulas de colaboración a las que se
refiere el artículo 3 del Real Decreto 3325/1981 -que han dado lugar, entre
49
La resolución de la Tesorería General de la Seguridad Social de 30 de marzo de 2000 es reproducida
por RODRÍGUEZ BLANCO, M.: «La inclusión de los religiosos en el régimen especial de trabajadores
autónomos de la Seguridad Social. Precisiones», Ius Canonicum, XLI, n.º 81 (2001), págs. 145-149.
Página 66 de 304
Capítulo III. Protección Social de los Consagrados
50
Como es el caso del concierto para la colaboración en la Seguridad Social de las religiosas
contemplativas firmado el 30-7-1982.
51
MOTILLA, A.: Derecho laboral y Seguridad Social de los miembros de órdenes y congregaciones
religiosas, Universidad de Alcalá, 2000, pág. 108.
52
Hoy en día habría que entenderla en la edad que en cada caso sea exigible por la población ordinaria.
Página 67 de 304
El trabajo en la Vida Consagrada: Aspectos Canónicos, Civiles, Mercantiles, Tributarios y Laborales
3.3. Baja
En cuanto a lo que se refiere a las bajas, el artículo 46.4 del RIAAB establece lo
siguiente:
a) Hasta tres bajas dentro de cada año natural tendrán efectos desde el día en
que el trabajador autónomo hubiese cesado en la actividad determinante de
su inclusión en el campo de aplicación de este régimen especial, siempre
que se hayan solicitado en los términos establecidos por el artículo 32 de
este reglamento.
b) El resto de las bajas que, en su caso, se produzcan dentro de cada año natural
surtirán efectos al vencimiento del último día del mes natural en que el
trabajador autónomo hubiese cesado en la actividad determinante de su
inclusión en el campo de aplicación de este régimen especial, siempre que
se hayan solicitado en los términos establecidos por el artículo 32 de este
reglamento.
Página 68 de 304
Capítulo III. Protección Social de los Consagrados
Ahora bien, al margen de lo expuesto se deberá tener en cuenta que no todos los
supuestos de exclaustración de un religioso o de una religiosa originan una baja en este
régimen. Al respecto tenemos, por ejemplo, el pronunciamiento de la STSJ de Asturias
de 17 de mayo de 2002 (AS 2002\1643), en la cual el tribunal interpretó que debería
permanecer en alta en el RETA, incluso, una religiosa con autorización de indulto
temporal por exclaustración.
Página 69 de 304
El trabajo en la Vida Consagrada: Aspectos Canónicos, Civiles, Mercantiles, Tributarios y Laborales
muestran, por su parte, radicalmente enfrentados al mandato legal, cuyo literal texto
expone con apreciable elocuencia un fin y un espíritu (artículo 3.1 del Código Civil) nada
emplazados en tal criterio de rendimiento pecuniario y referidos, en cambio, de modo
exclusivo, a la condición religiosa y a su regular ejercicio -es decir, a la vida en alguna de
las situaciones que la ley admite como compatibles con aquélla y con sumisión a la
disciplina característica de dicho estado, así como a la observancia de los votos propios
de cada regla-, sin atender a la utilidad material, que puede perfectamente faltar en
absoluto, como ocurre en las comunidades de vida rigurosamente contemplativa, y sin
que ello deba dar pretexto para entender excluidos a sus miembros de la previsión
reglamentaria de afiliación en que se ampara la demanda.
Página 70 de 304
Capítulo III. Protección Social de los Consagrados
Página 71 de 304
El trabajo en la Vida Consagrada: Aspectos Canónicos, Civiles, Mercantiles, Tributarios y Laborales
5. Cotizaciones
Dicho RD Ley viene a modificar entre otros el art. 308 de la LGSS que en su
apartado primero dispone:
53
BOE nº 179, de 27 de julio de 2022, pp. 107437 y ss.
Página 72 de 304
Capítulo III. Protección Social de los Consagrados
más adelante los religiosos objeto de nuestro estudio han quedado excluidos de este
sistema.
54
BOE nº 308, de 24 de diciembre de 2022. Por la que se aprueba la Ley de Presupuestos Generales del
Estado para el año 2023
Página 73 de 304
El trabajo en la Vida Consagrada: Aspectos Canónicos, Civiles, Mercantiles, Tributarios y Laborales
Página 74 de 304
Capítulo III. Protección Social de los Consagrados
El inciso final es vago, en el sentido de que nada se dice sobre que derecho es el
que le hace sujeto de «obligaciones y derechos». Entendemos que se refiere al derecho
canónico, pues norma de este tipo no puede entrar en aspectos civiles. Ahora bien lo que
si deja claro que en el momento de la primera profesión y de la norma se deduce también
que no son todos, pues no utiliza esta expresión, sino lo que se derivan de la profesión
temporal, y que dicho momento es cuando el novicio pasa a tener el status de religioso,
lo que puesto en relación con el artículo 1º del RD 3325/1981, es el momento del alta en
Seguridad Social, y del inicio de la obligación de cotizar -siempre que no esté en alta por
otro concepto-.
La duración de la obligación viene dada por la reunión de todas y cada una de las
condiciones exigidas para ser alta en la misma. Si bien hay que señalar que si durante el
tiempo de vida religiosa se dieran circunstancias distintas (ejemplo, realización por el
religioso clérigo de actividades diocesanas) habría de ser baja en el RETA y alta en el
Régimen correspondiente que en el caso señalado sería la Seguridad Social del Clero,
Página 75 de 304
El trabajo en la Vida Consagrada: Aspectos Canónicos, Civiles, Mercantiles, Tributarios y Laborales
regulada por el RD 2398/197755, de 27 de agosto. Bien entendido que esto sirve solo y
exclusivamente para el religioso clérigo, no así para el religioso laico que en caso de
realizar funciones diocesanas o de otro tipo habría de estar en el régimen general, si bien
todas estas afirmaciones se hacen con la debida cautela, pues habrá que estar en los casos
concreto a como se realizan las funciones religiosas.
El religioso elegía cual era la base por la que quería cotizar, sin perjuicio de que
durante el año podría cambiar en unas fechas determinadas siempre solicitando con un
tiempo de antelación que la norma establecía.
Las razones del cambio son dos tal y como se desprende la exposición de motivos,
1) Lo deficitario del régimen de Autónomos donde más del 80% se acogían a la base
mínima; y 2) Que ello suponía el que el colectivo percibirá pensiones más bajas.
55
BOE nº 224, de 19 de septiembre.
56
BOE nº 179, de 27-7-2022, págs. 107437 y ss.
57
BOE nº 179, de 27-7-2022, en su DF quinta.
58
Informe aprobado por el Congreso de los Diputados el 19-11-2020, y que da cuentas la Exposición de
Motivos de la citada norma.
Página 76 de 304
Capítulo III. Protección Social de los Consagrados
Se han dictado varias normas sobre el particular y a la hora de redactar este escrito,
el tema no se encuentra cerrado, pero todo conduce a que en el futuro ingresos y base de
cotización sean elementos coincidentes, al igual que en la actualidad también lo es, con
los límites correspondientes.
Cabía cuestionarse y así se hizo desde el principio como se podría articular este
tema en un sector en el que el sujeto obligado y responsable no tiene ingresos. De
momento se ha excluido.
Página 77 de 304
El trabajo en la Vida Consagrada: Aspectos Canónicos, Civiles, Mercantiles, Tributarios y Laborales
59
Artículo 38 ter. Reducciones en la cotización a la Seguridad Social aplicables por inicio de una
actividad por cuenta propia.
La cotización a la Seguridad Social de los trabajadores por cuenta propia o autónomos que causen alta
inicial o que no hubieran estado en situación de alta en los dos años inmediatamente anteriores, a contar
desde la fecha de efectos del alta, en el Régimen Especial de la Seguridad Social de los Trabajadores
por Cuenta Propia o Autónomos, se efectuará de la siguiente forma:
1. Con carácter general, se aplicará una cuota reducida por contingencias comunes y profesionales, a
contar desde la fecha de efectos del alta y durante los doce meses naturales completos siguientes,
quedando los trabajadores excepcionados de cotizar por cese de actividad y por formación profesional.
La cuantía anual de la cuota reducida se establecerá en la respectiva Ley de Presupuestos Generales del
Estado y su distribución entre las referidas contingencias se determinará reglamentariamente.
2. Transcurrido el período indicado en el apartado anterior, podrá también aplicarse una cuota reducida
durante los siguientes doce meses naturales completos, respecto a aquellos trabajadores por cuenta
propia cuyos rendimientos económicos netos anuales, en los términos del artículo 308.1.c) del texto
refundido de la Ley General de la Seguridad Social, sean inferiores al salario mínimo interprofesional
anual que corresponda a este período.
Cuando este segundo periodo abarque parte de dos años naturales, el requisito relativo a los
rendimientos económicos se deberá cumplir en cada uno de ellos.
3. La aplicación de las reducciones contempladas en este artículo deberá ser solicitada por los
trabajadores en el momento de su alta en el Régimen Especial de la Seguridad Social de los
Trabajadores por Cuenta Propia o Autónomos y, además, en su caso, antes del inicio del período a que
se refiere el apartado 2.
Respecto al período señalado en el apartado 2, la solicitud deberá acompañarse de una declaración
relativa a que los rendimientos económicos netos que se prevén obtener serán inferiores al salario
mínimo interprofesional vigente durante los años naturales en que se aplique la cuota reducida.
Los trabajadores por cuenta propia que disfruten de las reducciones contempladas en este artículo
podrán renunciar expresamente a su aplicación, con efectos a partir del día primero del mes siguiente
al de la comunicación de la renuncia correspondiente.
4. El derecho a las reducciones en la cotización a que se refiere este artículo se extinguirá cuando los
trabajadores por cuenta propia causen baja en el Régimen Especial de la Seguridad Social de los
Trabajadores por Cuenta Propia o Autónomos durante cualquiera de los períodos en que resulten
aplicables.
(…)
Página 78 de 304
Capítulo III. Protección Social de los Consagrados
religiosa del sujeto? ¿es contraria la norma al art 14 CE? Interrogantes que seguro tendrán
que hacerse eco los tribunales, aunque ya desde ahora hay que señalar que parece una
medida injustificada y carente de toda explicación.
El período de baja en el Régimen Especial de la Seguridad Social de los Trabajadores por Cuenta Propia
o Autónomos, exigido en este artículo para tener derecho a las reducciones en la cotización en caso de
reemprender una actividad por cuenta propia, será de tres años cuando los trabajadores autónomos
hubieran disfrutado de dichas reducciones en su anterior período de alta en el citado régimen especial.
5. Las cuantías de las prestaciones económicas a que puedan causar derecho los trabajadores por cuenta
propia durante el período o los períodos en que se beneficien de la cuota reducida regulada en este
artículo, se determinarán con arreglo al importe de la base mínima del tramo inferior de la tabla general
de bases que resulte aplicable durante los mismos, contemplada en la regla 1.ª del artículo 308.1.a) del
texto refundido de la Ley General de la Seguridad Social.
6. La cuota reducida no será objeto de regularización, conforme a lo previsto en el artículo 308.1.c) del
texto refundido de la Ley General de la Seguridad Social, durante el período previsto en el apartado 1.
Durante el período previsto en el apartado 2, la regularización no se llevará a efecto si en el año o años
que abarque los rendimientos económicos netos de los trabajadores autónomos hubieran sido inferiores
al salario mínimo interprofesional anual vigente en cada uno de esos años.
Si en el año o años que abarque el segundo período, los rendimientos económicos superasen el importe
del salario mínimo interprofesional vigente en alguno de ellos, la cotización reducida en el año en que
concurra esta circunstancia, será objeto de la regularización correspondiente. A tal efecto, de los
rendimientos obtenidos durante el año en que se supere dicho importe, para la regularización se tomará
en consideración la parte proporcional, de dichos rendimientos, correspondiente a los meses afectados
por la reducción.
7. Lo previsto en el presente artículo resultará de aplicación aun cuando los beneficiarios de las
reducciones, una vez iniciada su actividad, empleen a trabajadores por cuenta ajena.
8. Finalizado el periodo máximo de disfrute de las reducciones en la cotización contempladas en este
artículo, procederá la cotización por todas las contingencias protegidas a partir del día primero del mes
siguiente a aquel en que se produzca esa finalización.
9. Lo dispuesto en los apartados anteriores será también de aplicación, cuando cumplan los requisitos
en ellos establecidos, a los trabajadores por cuenta propia que queden incluidos en el grupo primero de
cotización del Régimen Especial de la Seguridad Social de los Trabajadores del Mar, así como a los
socios de sociedades de capital y de sociedades laborales y a los socios trabajadores de cooperativas de
trabajo asociado que queden encuadrados en el Régimen Especial de la Seguridad Social de los
Trabajadores por Cuenta Propia o Autónomos o en el Régimen Especial de la Seguridad Social de los
Trabajadores del Mar, dentro del grupo primero de cotización.
10. Cuando los trabajadores por cuenta propia o autónomos a que se refiere este artículo tengan un
grado de discapacidad igual o superior al 33 por ciento, o sean víctimas de violencia de género o
víctimas de terrorismo, los periodos de aplicación de la cuota reducida a que se refieren los apartados
1 y 2 serán, respectivamente, de 24 meses naturales completos y de 36 meses naturales completos.
11. Las reducciones en la cotización previstas en este artículo no resultarán aplicables a los familiares
de trabajadores autónomos por consanguinidad o afinidad hasta el segundo grado inclusive y, en su
caso, por adopción, que se incorporen al Régimen Especial de la Seguridad Social de los Trabajadores
por Cuenta Propia o Autónomos o, como trabajadores por cuenta propia, al grupo primero de cotización
del Régimen Especial de la Seguridad Social de los Trabajadores del Mar, ni a los miembros de
institutos de vida consagrada de la Iglesia Católica incluidos en el primero de dichos regímenes.
12. Las reducciones de cuotas previstas en este artículo se financiarán con cargo a las aportaciones del
Estado a los presupuestos de la Seguridad Social destinadas a financiar reducciones en la cotización.
Página 79 de 304
El trabajo en la Vida Consagrada: Aspectos Canónicos, Civiles, Mercantiles, Tributarios y Laborales
Aunque desde el punto de vista jurídico no se puede decir otra cosa que no sea lo
expuesto, sin embargo, desde la realidad cotidiana es otra. En la práctica que se «obliga»
es el Instituto Religioso, y asimismo es quien abona las cuotas regularmente.
60
Por su parte, el artículo primero del Real Decreto 3325/1981, de 29 de diciembre, por el que se
incorpora al Régimen Especial de la Seguridad Social de los Trabajadores por Cuenta propia o
Autónomos a los religiosos y religiosas de la Iglesia Católica, dispone que «quedan comprendidos con
carácter obligatorio en el campo de aplicación del Régimen Especial de la Seguridad Social de los
Trabajadores por Cuenta Propia o Autónomos, regulados por el Derecho 2530/1970 (RCL 1970, 1501,
1608), de veinte de agosto, los religiosos y religiosas de la Iglesia Católica que sean españoles, mayores
de dieciocho años y miembros de Monasterios, Órdenes, Congregaciones, Institutos y Sociedades de
Vida Común, de derecho pontificio, inscritos en el Registro de Entidades Religiosas del Ministerio de
Justicia y que residan y desarrollen normalmente su actividad en el territorio nacional, exclusivamente
bajo las órdenes de sus superiores respectivos y para la Comunidad Religiosa a la que pertenezcan.
Dos. Lo dispuesto en el número anterior no será de aplicación a aquellos religiosos que realicen una
actividad profesional que dé lugar a su inclusión en cualquiera de los regímenes que integran el sistema
de la Seguridad Social».
Página 80 de 304
Capítulo III. Protección Social de los Consagrados
Aunque brevemente, pues después se hará una reseña más general así como una
propuesta de lege ferenda sobre este tema, hay que señalar que el convenio especial es
una institución muy antigua, ya en el ámbito de los seguros sociales aparecía como un
contrato que podían suscribir aquellas personas que dejaban de pertenecer al mutualismo
laboral. La norma no le llamó convenio especial hasta el año 1966 con la entrada en vigor
del nuevo sistema de la Seguridad Social, tampoco dio un concepto de esta materia, por
lo que se le ha seguido conceptuando como un contrato entre el sujeto que lo solicita y la
administración de la Seguridad Social, en nuestro caso y en actualidad la Tesorería
General.
Dicho autor comienza por señalar que el convenio especial pertenece al ámbito
contributivo de la Seguridad Social, así como que es una institución flexible para
responder a diversos problemas sobre todo de inclusión que se presentan en distintas
actividades, una de ellas podemos considerarla la de los religiosos de la iglesia católica,
objeto de nuestro estudio, que al no tener la condición jurídica de trabajadores ni por
cuenta propia ni ajena se hace difícil incluirlos en algunos de los tradicionales regímenes
existentes.
El mismo autor señala que «estamos ante una institución que puede ser de vital
importancia en los próximos años, tanto para los futuros suscriptores del convenio
especial como para el sistema de la Seguridad Social, si se adoptan los cambios
adecuados» y reivindica un convenio más flexible que pueda llegar incluso a plantearse
si sería preferible suscribir un convenio especial con la Seguridad Social o un Plan
Privado de Pensiones.
Página 81 de 304
El trabajo en la Vida Consagrada: Aspectos Canónicos, Civiles, Mercantiles, Tributarios y Laborales
ajustarse a las necesidades de colectivos que por sus especiales características no encajan
dentro de los actuales regímenes de la Seguridad Social.
7. Acción protectora
Tal y como se deriva del RD 3325/1981 por el que se incluye a los religiosos y
religiosas en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos, la acción protectora gira
en torno a lo previsto en la normativa reguladora para este colectivo, salvo algunas
especialidades.
Cabe partir, ante todo, que el hecho de que sea hombre o mujer no supone ningún
impedimento para el acceso a cualquiera de las prestaciones de la Seguridad Social por
parte de los religiosos y las religiosas. Sin embargo, es bastante lógico y de sentido común
que por el dato del estado civil del religioso o religiosa, concretamente, por el voto de
castidad que llevan a cabo, no serán beneficiarios de determinadas prestaciones como las
de nacimiento y cuidado de menor o viudedad. Aunque ello no significa que no puedan
tener derecho a las mismas prestaciones que cualquier trabajador autónomo, ya sean las
señaladas anteriormente, o la de riesgo durante el embarazo o lactancia, entre otras.
Página 82 de 304
Capítulo III. Protección Social de los Consagrados
7.1. Contributivas
Como requisitos generales para tener derecho a las prestaciones del Régimen
Especial de Trabajadores Autónomos y, comunes, por tanto, para los religiosos o
religiosas, cabe destacar los siguientes61.
61
ORTIZ CASTILLO, F., La Seguridad Social de los Ministros de Culto, Religiosos y Secularizados.
Murcia: Laborum, 2016. p. 261.
62
DESDENTADO BONETE, A.; TEJERINO ALONSO, J.L., La Seguridad Social de los Trabajadores
Autónomos. Valladolid: Lex Nova, 2004. p. 218.
63
SSTS de 12 de julio de 2002, rec. núm. 3502/2001; de 23 de diciembre de 2002, rec. núm. 241/2002.
Página 83 de 304
El trabajo en la Vida Consagrada: Aspectos Canónicos, Civiles, Mercantiles, Tributarios y Laborales
en que no estuvo de alta, según el art. 319 LGSS, para las prestaciones causadas a partir
del 1 de enero de 1998, son computables si el alta en el Régimen Especial de Trabajadores
Autónomos es posterior al 1 de enero de 1994.
64
STS de 23 de diciembre de 2002, rec. núm. 360/2002.
Página 84 de 304
Capítulo III. Protección Social de los Consagrados
una vez que haya saldado la deuda con la Seguridad Social en su totalidad; y a tal fin, la
entidad gestora de la prestación podrá detraer de cada mensualidad devengada por el
trabajador la correspondiente cuota adeudada (art. 47.2 LGSS).
65
STSJ Castilla-La Mancha, de 18 de noviembre de 2021, rec. núm. 1757/2020.
66
STSJ Canarias, de 20 de diciembre de 2019, rec. núm. 951/2019. En el mismo sentido, SSTSJ Cataluña,
de 11 de octubre de 2019, rec. núm. 3519/2019; Andalucía, de 6 de noviembre de 2019, rec. núm.
1804/2018; Andalucía, de 12 de diciembre de 2019, rec. núm. 2073/2018; STS de 7 de marzo de 2019,
rec. núm. 2796/2017. Esta última señala que «no cabe la menor duda de que para acceder a las
prestaciones -en todos los Regímenes de la Seguridad Social- es requisito básico haber cumplido el
periodo mínimo de cotización exigido y tenerlo ya cumplido -además, en la fecha del hecho causante,
conforme a elemental planteamiento del principio de contributividad».
Página 85 de 304
El trabajo en la Vida Consagrada: Aspectos Canónicos, Civiles, Mercantiles, Tributarios y Laborales
No obstante, como excepción a la necesidad de que las cuotas que deben valorarse
para completar un periodo de carencia sean las correspondientes a los periodos en los que
el trabajador esté dado de alta formalmente, existe la posibilidad de que en los supuestos
en que reuniéndose los requisitos para estar incluidos en el Régimen Especial de
Trabajadores Autónomos no se hubiera solicitado el alta las cotizaciones exigibles
correspondientes a periodos anteriores a la formalización de su alta puedan producir
efectos respecto a las prestaciones de este régimen especial, una vez sean ingresadas con
los recargos correspondientes que legalmente procedan (art. 319.1 LGSS).
Página 86 de 304
Capítulo III. Protección Social de los Consagrados
Página 87 de 304
El trabajo en la Vida Consagrada: Aspectos Canónicos, Civiles, Mercantiles, Tributarios y Laborales
Página 88 de 304
Capítulo III. Protección Social de los Consagrados
Página 89 de 304
El trabajo en la Vida Consagrada: Aspectos Canónicos, Civiles, Mercantiles, Tributarios y Laborales
67
STSJ Comunidad Valenciana, de 4 de octubre de 2016, rec. núm. 2912/2015.
Página 90 de 304
Capítulo III. Protección Social de los Consagrados
a) Incapacidad Temporal
68
La disposición adicional 28 LGSS establece en su apartado 2 que «no resultará exigible en el caso de
los miembros de institutos de vida consagrada de la Iglesia Católica, incluidos en el Régimen Especial
de la Seguridad Social de los Trabajadores por Cuenta Propia o Autónomos al amparo del Real Decreto
3325/1981, de 29 de diciembre, y de la Orden TAS/820/2004, de 12 de marzo». También es voluntaria
para los socios de cooperativas incluidos en el Régimen Especial de la Seguridad Social de los
Trabajadores por Cuenta Propia o Autónomos que dispongan de un sistema intercooperativo de
prestaciones sociales, complementario al sistema público, que cuente con la autorización de la
Seguridad Social para colaborar en la gestión de la prestación económica de incapacidad temporal y
otorgue la protección por las citadas contingencias, con un alcance al menos equivalente al regulado
para el Régimen Especial de la Seguridad Social de los Trabajadores por Cuenta Propia o Autónomos.
Página 91 de 304
El trabajo en la Vida Consagrada: Aspectos Canónicos, Civiles, Mercantiles, Tributarios y Laborales
Los requisitos que se exigen para tener derecho a esta prestación son los mismos
que los trabajadores del Régimen general, es decir, estar de alta o en situación asimilada
al alta; haber cotizado un mínimo de 180 días en los últimos 5 años; y estar al corriente
en el pago de las cuotas. No obstante, en caso de accidente de trabajo y enfermedad
profesional no se exige cotización previa.
Por tanto, la incapacidad temporal, parece que tiene carácter voluntario para las
personas religiosas de la Iglesia Católica, siempre que figuren incluidas en el Régimen
Especial de Trabajadores Autónomos.
Página 92 de 304
Capítulo III. Protección Social de los Consagrados
relación, sino que se demoran los efectos hasta el día 1 del mes siguiente a la fecha de
alta del trabajador»69.
69
STS de 30 de abril de 2004, rec. núm. 4895/2005.
Página 93 de 304
El trabajo en la Vida Consagrada: Aspectos Canónicos, Civiles, Mercantiles, Tributarios y Laborales
70
STS de 12 de abril de 2010, rec. núm. 1150/2009.
71
STS de 29 de octubre de 2001, rec. núm. 749/2001.
72
STS de 9 de diciembre de 1999, rec. núm. 108/1999.
73
SSTS de 20 de enero de 2003, rec. núm. 1796/2003; de 28 de mayo de 2003, rec. núm. 3503/2003; y
de 2 de febrero de 2005, rec. núm. 2223/2004.
Página 94 de 304
Capítulo III. Protección Social de los Consagrados
74
SSTS de 26 de octubre de 2001, rec. núm. 1829/2000; de 20 de enero de 2003, rec. núm. 1185/2002.
75
SSTS de 27 de junio de 2004, rec. núm. 1372/2004; de 6 de julio de 2006, rec. núm. 510/2005.
76
SSTS de 26 de abril de 2003, rec. núm. 3874/2003; de 30 de septiembre de 2004, rec. núm. 2861/2003;
de 24 de enero de 2004, rec. núm. 3961/2004.
77
STS de 18 de febrero de 1999, rec. núm. 1587/1998.
Página 95 de 304
El trabajo en la Vida Consagrada: Aspectos Canónicos, Civiles, Mercantiles, Tributarios y Laborales
cuotas del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos que se concede después del
hecho causante de una incapacidad temporal no resuelve la situación del trabajador
autónomo que no se encuentra al corriente en el pago de las cuotas y, por tanto, no puede
acceder a la prestación correspondiente78.
No obstante, esta suspensión originará la del pago del subsidio por incapacidad
temporal hasta que recaiga la resolución definitiva, pero no la pérdida del derecho a la
78
STS de 4 de mayo de 2004, rec. núm. 2037/2003.
79
STS de 15 de febrero de 2005, rec. Núm. 1643/2004.
Página 96 de 304
Capítulo III. Protección Social de los Consagrados
Al respecto, la doctrina plantea las siguientes posibles situaciones que pueden tener
lugar cuando se produce la sustitución del autónomo en situación de incapacidad
temporal, cuando la persona que continúe la actividad es un trabajador del establecimiento
del que es titular el beneficiario de la prestación, si el trabajador autónomo ha cumplido
con sus obligaciones en materia de Seguridad Social, el trabajador deberá ser afiliado y
dado de alta en el régimen correspondiente, sin que, por la sustitución de la persona titular,
quepa su alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos, al no darse las notas
determinantes de su inclusión en el mismo. Asimismo, cuando la persona que continúa la
actividad durante la situación de incapacidad temporal es una persona ajena o una persona
familiar de a partir del segundo grado tanto por afinidad como por consanguinidad,
deberán ser incluidas en el régimen correspondiente como trabajadores por cuenta ajena;
y cuando la persona que continua la actividad es una persona familiar de hasta el segundo
grado por consanguinidad o afinidad, quedaría clara su continuación en el Régimen
Especial de Trabajadores Autónomos si ya estuviera dada de alta en el mismo, por
idéntica o diferente actividad por cuenta propia y sería dudosa la inclusión en el régimen
especial si fuera su primera actividad por cuenta propia, porque faltaría la necesaria nota
de habitualidad en la actividad del trabajador sustituto81.
80
STS de 15 de febrero de 2005, rec. núm. 1643/2004.
81
MARTÍNEZ SEPTIÉN, J.F., «Incidencias en materia de encuadramiento en la Seguridad Social durante la
situación de incapacidad temporal de los trabajadores por cuenta propia o autónomas», Información
Laboral, núm. 28, 1996, p. 6.
Página 97 de 304
El trabajo en la Vida Consagrada: Aspectos Canónicos, Civiles, Mercantiles, Tributarios y Laborales
82
STS de 27 de febrero de 2012, rec. núm. 1563/2011.
Página 98 de 304
Capítulo III. Protección Social de los Consagrados
contados desde el día siguiente a aquel en que tenga lugar el hecho causante de la
prestación, los efectos económicos de tal reconocimiento se producirán a partir de los 3
meses anteriores a la fecha en que se presente el parte de baja83.
83
STS de 19 de junio de 2007, rec. núm. 4894/2005.
84
STS de 12 de abril de 2010, rec. núm. 1150/2009.
85
STS de 23 de julio de 2009, rec. núm. 3406/2008.
Página 99 de 304
El trabajo en la Vida Consagrada: Aspectos Canónicos, Civiles, Mercantiles, Tributarios y Laborales
reguladora, cuya cuantía diaria es el resultado de dividir la suma de las bases de cotización
acreditadas al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos durante los 6 meses
inmediatamente anteriores al del hecho causante, entre 180. De no haber permanecido en
alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos durante la totalidad del referido
periodo de 6 meses, la base reguladora será el resultado de dividir las bases de cotización
al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos acreditadas en los 6 meses
inmediatamente anteriores al del hecho causante, entre los días en que el trabajador haya
estado en alta en dicho régimen dentro de ese periodo (art. 318 a LGSS). También se
puede percibir esta prestación en régimen de jornada partida, en los términos y
condiciones que se establezcan reglamentariamente. En este caso, la percepción de la
prestación y la reducción de la actividad solo puede efectuarse en el porcentaje del 50%.
Por otro lado, a efectos de la prestación por riesgo durante la lactancia natural, la
situación protegida es aquella en la que se encuentra una mujer trabajadora autónoma que
interrumpe el ejercicio de su actividad profesional durante el periodo de la lactancia
natural, a causa de la influencia negativa que el desempeño de aquella tiene en su salud o
en la del lactante, siempre que así lo certifiquen los servicios médicos de la entidad
gestora o Mutua colaboradora correspondiente (art. 49.2 RD 295/2009). Y, de igual forma
que en el caso de la prestación por riesgo durante la lactancia natural, la trabajadora
autónoma solo queda protegida por esta prestación cuando el riesgo provenga de los
agentes, procedimientos o condiciones de trabajo de la actividad que desarrolle, pero no
cuando los riesgos no guarden relación alguna con dicha actividad.
La doctrina plantea que con el concepto de accidente de trabajo del trabajador por
cuenta propia desaparece la tradicional imposibilidad de reconocimiento de una
incapacidad permanente al trabajador autónomo por el mero hecho de que las lesiones
padecidas eran previas a su afiliación al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos,
pues anteriormente se consideraba que este hecho era el relevante y no que las lesiones
se hubieran agravado como consecuencia del ejercicio profesional87.
86
SSTS de 26 de diciembre de 1984.
87
TOROLLO GONZÁLEZ, F.J., «La nueva acción protectora del Régimen Especial de Trabajadores
Autónomos», RMTAS, núm. 49, 2004. p. 46.
88
STS de 22 de marzo de 2017, rec. núm.3757/2015.
89
PANIZO ROBLES, J.A., «La ampliación de la suspensión laboral y de la prestación de seguridad social»,
RIL, núm. 1, 2017. p. 152; BLASCO LAHOZ, J. F., El régimen especial de trabajadores autónomos.
Valencia: Tirant lo Blanch, 2016. p. 354; TOROLLO GONZÁLEZ, F.J., «La nueva acción protectora... op.
cit. p. 46.
90
APILLUELO MARTÍN, M., Los derechos sociales del trabajador autónomo: especialmente del pequeño
y el dependiente. Valencia: Tirant lo Blanch, 2006. p. 181.
91
SSTS de 23 de diciembre de 2011, rec. núm. 1018/2011; de 28 de febrero de 2007, rec. núm. 3219/2005.
Tal y como declara nuestra doctrina judicial94, tanto la incapacidad permanente total
como la parcial, son esencialmente profesionales, por lo que han de conectarse
ineludiblemente con las tareas propias de la persona afectada. Es decir, para calificar en
uno u otro grado lo importante es el carácter determinante de la profesión, de tal manera
que unas mismas lesiones y secuelas pueden ser consultivas o no de grado invalidante en
función de las actividades o tareas que requiera la profesión. Es decir, a la hora de declarar
el grado de incapacidad permanente, las tareas fundamentales de una profesión deben
determinarse con criterio cualitativo más que con criterio cuantitativo, de manera que las
tareas que resulten impedidas o dificultadas, sean las más relevantes, no tanto desde el
punto de vista de la duración a lo largo de la jornada, sino por constituir la esencia o
núcleo de su prestación laboral.
92
STSJ Cataluña, de 10 de febrero de 2003, rec. núm. 3290/2002.
93
STS de 9 de abril de 1990.
94
STSJ Navarra, de 10 de junio de 2021, rec. núm. 178/2021.
y, lógicamente, estos tres elementos y sus interrelaciones no son nunca exactamente las
mismas, lo cual genera mucha casuística judicial95.
95
STSJ Galicia, 1 de junio de 2020, rec. núm. 5182/2019.
96
LÓPEZ GANDÍA, J., «El Acuerdo para la mejora y el desarrollo del sistema de protección social. La
renovación del Pacto de Toledo», RDS, núm. 14, 2001. p. 47
97
PANIZO ROBLES, J.A., «La mejora de la... op. cit. p. 29.
Por otro lado, en cuanto a los requisitos necesarios para acceder al derecho a las
pensiones por incapacidad permanente en el Régimen Especial de Trabajadores
Autónomos son los siguientes. En primer lugar, estar en alta en el Régimen Especial de
Trabajadores Autónomos o en situación asimilada a la de alta100. Al respecto, el TS ha
señalado que en el supuesto de que un trabajador por cuenta propia incluido en el Régimen
Especial de Trabajadores Autónomos que causa baja en dicho régimen especial y se
inscribe como demandante de empleo, en el momento de solicitar el derecho a la
prestación por incapacidad permanente, será necesario que acredite aquella situación de
paro involuntario101.
98
ROQUETA BUJ, R., «El régimen de compatibilidades e incompatibilidades de las prestaciones por
incapacidad permanente», RMTAS, núm. 29, 2001. p. 29.
99
LÓPEZ ANIORTE, M.C., «Acerca del encuadramiento en el Régimen Especial de Autónomos del
inválido Absoluto», AS, vol. III, 1996. p. 2.
100
STSJ Comunidad Valenciana, de 13 de junio de 2019, rec. núm. 1800/2018, que señala que el alta o
situación asimilada debe referirse a la fecha del hecho causante.
101
STS de 18 de diciembre de 1997, rec. núm. 1829/1997.
102
BARBA MORA, A., Incapacidad Permanente y Seguridad Social. Aranzadi: Pamplona, 2001. p. 237.
103
STS de 7 de mayo de 2004, rec. núm. 1564/2003.
104
STS de 29 de noviembre de 1993.
105
STS de 17 de abril de 1997, rec. núm. 3255/1996.
7.1.5. Jubilación
De cualquier forma, cabe destacar que, tal y como destaca la doctrina107, uno de los
aspectos que más preocupaba era concretamente determinar los periodos de cotización
que se necesitaban para poder tener derecho a la pensión de jubilación. Así, la disposición
transitoria 2ª L 26/1985 previó, en su apartado 2 y en relación con diversos Regímenes
Especiales -entre ellos el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos-, que quienes
tuvieran 60 años cumplidos en el momento de su entrada en vigor, se exigiría un periodo
mínimo de cotización para causar derecho a la pensión de jubilación más reducido que el
previsto de forma general, fijándolo en el que resulte de sumar el que con tal carácter
exigía la norma legal anterior y el periodo de tiempo que en el citado momento les faltara
para cumplir los 65 años. No obstante, esta previsión normativa sólo era aplicable a
aquellos trabajadores afiliados al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos que,
según la normativa anterior, les era exigible, para poder tener derecho a la pensión de
jubilación, el periodo mínimo de cotización que establecía con carácter general, esto es,
120 mensualidades ex art. 30.1 b) Decreto 2530/1970. Por tanto, como se ha indicado,
dicha disposición transitoria únicamente era aplicable a los que estaban obligatoriamente
incluidos en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos por mandato del indicado
Decreto desde el 1 de octubre de 1970, y no a los que por formar parte de grupos de tardía
incorporación sólo se habían podido afiliar a partir del momento en que se establece que
obligatoriamente han de formar parte del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos
-como es el caso de los religiosos y religiosas de la Iglesia Católica-, para los cuales su
106
STS de 30 de marzo de 2006, rec. núm. 1120/2005.
107
CASTRO ARGÜELLES, M.A.; RODRÍGUEZ BLANCO, M., «Seguridad Social de Ministros de Culto y
Religiosos», Ius Canonicum, XLIV, núm. 87, 2004. p. 171.
anterior regulación establecía un periodo de cotización muy reducido para causar derecho
a la pensión (60 meses).
108
STSJ Madrid, de 21 de septiembre de 2016, rec. núm. 547/2016.
a) Requisitos
109
STSJ Cataluña, de 18 de julio de 2019, rec. núm. 2589/2019, deniega la pensión de jubilación por no
concurrir el requisito de alta. Reconoce que este requisito ha sido flexibilizado por la jurisprudencia en
aquellos supuestos en lo que la inscripción en la oficina de empleo carece de sentido al ser evidente
que el trabajador no puede prestar servicios laborales. Literalmente indica que «la jurisprudencia de
esta Sala ha atenuado la exigencia del requisito de alta o situación asimilada, en la relación
especialmente con las prestaciones de incapacidad permanente y por muerte y supervivencia, mediante
una interpretación humanizadora que pondera las circunstancias de cada caso concreto con el fin de
evitar supuestos no justificados de desprotección».
Los efectos económicos comenzarán desde el primer día del mes siguiente al de la
fecha del hecho causante, siempre que, como establece el art. 61 Orden de 24 de
septiembre de 1970, la solicitud haya sido presentada dentro de los 3 meses siguientes al
de la indicada fecha. En caso contrario, únicamente se tendrá derecho a percibir la
prestación correspondiente al mes en el que se presente la solicitud y la de los dos meses
inmediatamente anteriores. Excepcionalmente, si se presenta fuera del territorio nacional
en virtud de una norma internacional, la solicitud se formula en el plazo previsto en la
legislación del Estado donde se formule (art. 3.1 RD 453/2022). Esa fecha del hecho
causante, indicada por el interesado, será también la que se considere para comprobar si
está en alta, situación asimilada al alta o de no alta ni asimilada, así como el cumplimiento
de los requisitos de acceso.
En tercer lugar, el art. 205 LGSS exige acreditar un periodo mínimo de cotización
de 15 años, de los cuales al menos 2 deberán estar comprendidos dentro de los 15 años
inmediatamente anteriores al momento de causar el derecho. A efectos del cómputo de
los años cotizados no se tendrá en cuenta la parte proporcional correspondiente a las pagas
110
STSJ Madrid, de 14 de junio de 2021, rec. núm. 197/2021.
111
STSJ Asturias, de 26 de noviembre de 2019, rec. núm. 1571/2019, deniega la pensión de jubilación a
una persona trabajadora del Régimen General por no cumplir el requisito de carencia específica al no
poder ser tenidas en cuenta, a efectos de completar la carencia, las cotizaciones efectuadas en el
Régimen Especial de Trabajadores Autónomos por no estar al corriente del abono de las cuotas y no
cumplimentar la invitación al pago efectuada por la entidad gestora.
Por consiguiente, tal y como establece el art. 209 LGSS, la base reguladora de la
pensión de jubilación será el cociente que resulte de dividir por 350, las bases de
cotización del interesado durante los 300 meses inmediatamente anteriores al mes previo
al del hecho causante, teniendo en cuenta que las bases correspondientes a los veinticuatro
meses anteriores al mes previo al del hecho causante se computarán en su valor nominal;
y las restantes bases se actualizarán de acuerdo con la evolución que haya experimentado
el Índice de Precios de Consumo desde el mes a que aquellas correspondan, hasta el mes
inmediato anterior a aquel en que se inicie el período a que se refiere la regla anterior.
Jubilación anticipada
Los trabajadores autónomos no tienen reconocida la modalidad de jubilación
anticipada involuntaria, esto es, aquella que se produce por causa no imputable a la libre
voluntad del trabajador.
De igual forma, los trabajadores por cuenta propia con discapacidad pueden acceder
a la pensión de jubilación de forma anticipada, siempre que tengan un grado de
discapacidad igual o superior al 65%, o también en un grado de discapacidad igual o
superior al 45%, siempre que, en este último supuesto, se trate de discapacidades
Jubilación parcial
Los religiosos y religiosas, como integrantes del Régimen Especial de Trabajadores
Autónomos, también tienen derecho a la pensión de jubilación parcial, pero en los
términos que se establezcan reglamentariamente. Este desarrollo reglamentario aún está
pendiente de llevarse a cabo.
Según el art. 215 LGSS -regulación prevista para los trabajadores por cuenta ajena-,
los trabajadores que tengan la edad de jubilación y reúnan los requisitos para causar
derecho a la pensión de jubilación, siempre que se produzca una reducción de su jornada
de trabajo comprendida entre un mínimo del 25% y un máximo del 50%, podrán acceder
a la jubilación parcial sin necesidad de la celebración simultánea de un contrato de relevo.
Los porcentajes indicados se entenderán referidos a la jornada de una persona trabajadora
a tiempo completo comparable.
En quinto lugar, que exista una correspondencia entre las bases de cotización del
trabajador relevista y de la persona jubilada parcial, de modo que la correspondiente al
trabajador relevista no podrá ser inferior al 65% del promedio de las bases de cotización
correspondientes a los 6 últimos meses del período de base reguladora de la pensión de
jubilación parcial.
En sexto lugar, que los contratos de relevo que se establezcan como consecuencia
de una jubilación parcial tendrán, como mínimo, una duración igual al tiempo que le falte
a el trabajador sustituida para alcanzar la edad de jubilación ordinaria.
Cabe tener en cuenta que, durante la realización de un trabajo por cuenta propia
compatible con la pensión de jubilación, los trabajadores cotizan a este régimen especial
únicamente por incapacidad temporal y por contingencias profesionales, si bien quedan
sujetos a una cotización especial de solidaridad del 9% sobre la base por contingencias
comunes, no computable a efectos de prestaciones. También están sujetos a una
cotización de solidaridad del 9% sobre la base mínima de cotización del Régimen
Especial de Trabajadores Autónomos, los pensionistas de jubilación que compatibilicen
la pensión con una actividad profesional por cuenta propia estando incluidos en una
mutualidad alternativa al citado régimen especial. La cuota correspondiente se deduce
mensualmente del importe de la pensión.
112
STS de 23 de julio de 2021, st. núm. 846/2021.
En este sentido, cabe recordar que la LETA recogió el derecho de los trabajadores
autónomos a tener cobertura en caso de cese en la actividad, indicando que corresponde
al Gobierno proponer a las Cortes Generales la regulación de un sistema específico de
protección por cese para este colectivo de personas trabajadoras, en función de sus
características personales o de la naturaleza de la actividad ejercida y siempre que estén
garantizados los principios de contributividad, solidaridad y sostenibilidad financiera y
ello responda a las necesidades y preferencias de los trabajadores autónomos (disposición
adicional 4ª).
Cabe resaltar que la opción legislativa no fue extender el régimen de protección por
desempleo del Régimen General. De hecho, así se deduce a simple vista del término
utilizado, pues frente a la «protección por desempleo», en el caso de los trabajadores por
cuenta propia se denomina «protección por cese de actividad». Si se comparan ambas, se
observa que se está ante una convergencia muy imperfecta entre la protección del
Régimen General y la del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos. La normativa
reguladora refleja una opción de política legislativa consistente en establecer una
separación estricta entre la protección por desempleo de los trabajadores por cuenta ajena
y los trabajadores por cuenta propia, de manera que para estos últimos se establece un
sistema exclusivamente contributivo y voluntario114.
Como novedad que incorpora la reforma llevada a cabo por el RDL 13/2022 destaca
la introducción de dos nuevas modalidades de cese parcial de la actividad por causas
113
MONEREO PÉREZ, J.L.; RODRÍGUEZ INIESTA, G.; «Reformas en la Seguridad Social de los trabajadores
por cuenta propia o autónomos y para los trabajadores al servicio del hogar familiar», RDSS, núm. 32,
2022. p. 24.
114
MONEREO PÉREZ, J.L.; RODRÍGUEZ INIESTA, G.; «Reformas en la Seguridad… op. cit. p. 25.
económicas, recogidas en los apartados 4º y 5º del art. 331.1 LGSS. Se trata de cuando
tenga lugar una reducción del 60% de la jornada de la totalidad de los trabajadores de la
empresa o la suspensión temporal de los contratos de trabajo por el 60% de la plantilla,
siempre que se haya experimentado la reducción de ingresos que establece el precepto.
Y, en relación con los trabajadores por cuenta propia que no tengan trabajadores por
cuenta ajena asalariados, el mantenimiento de deudas durante 2 trimestres consecutivos
con acreedores que supongan una reducción del nivel de ingresos ordinarios o ventas del
75% respecto del registrado en los mismos periodos del año anterior. Asimismo, se
introduce un nuevo supuesto de cese parcial por fuerza mayor, vinculado a una
declaración de emergencia adoptada por la autoridad pública competente y a la caída de
ingresos del 75% de la actividad en relación con el mismo periodo del año anterior. Se
crean dos nuevas prestaciones para la sostenibilidad de la actividad de los trabajadores
por cuenta propia de un sector de actividad afectado por el Mecanismo RED de
Flexibilidad y Estabilización del Empleo, tanto en su modalidad cíclica, como sectorial.
Se trata de una contingencia que tiene por objeto dispensar a los trabajadores autónomos
una serie de prestaciones y medidas ante la situación de cese de la actividad que originó
el alta en el régimen especial115. No obstante, por las particularidades propias de la
actividad de los religiosos, es difícil que tengan lugar estas situaciones, por lo que
entiendo que no les será de aplicación.
El cese de actividad puede ser definitivo o temporal. El cese temporal puede ser
total, que comporta la interrupción de todas las actividades que puedan originar el alta en
el régimen especial en el que el religioso como trabajador por cuenta propia o autónomo
figure encuadrado, o parcial, cuando se produzca una reducción de la actividad en los
términos previstos legalmente.
115
STSJ Castilla-La Mancha, de 4 de octubre de 2018, rec. núm. 1252/2018.
116
GARCÍA QUIÑONES, J.C., «Regulación legal de un sistema específico de protección por cese de
actividad de los trabajadores autónomos», Diario La Ley, núm. 7503, 2010. p. 3.
Según el art. 329 LGSS la protección por cese comprende las siguientes
prestaciones. En primer lugar, la prestación económica por cese propiamente dicha,
temporal o definitiva, de la actividad.
a) Requisitos
Para tener derecho a la protección por cese, los religiosos deben cumplir los
siguientes requisitos.
misma naturaleza. Los meses cotizados se computan como meses completos. Las
cotizaciones que generaron la última prestación por cese de actividad no podrán
computarse para el reconocimiento de un derecho posterior.
117
JOVER RAMÍREZ, C., «El informe sobre la protección por cese de actividad: promoción del trabajo
autónomo, prestación y jubilación, gestión y régimen sancionador», DL, núm. 87, 2009. p. 117.
118
STSJ Comunidad Valenciana, de 15 de abril de 2014, rec. núm. 949/2014, que señala que la norma
condiciona la concesión de la prestación, no solo a tener una determinada carencia mínima, a partir de
la cual la duración de la prestación puede llegar a ser de un año, sino también a hallarse al corriente en
el pago. Recuerda la necesariedad de ponerse en marcha el mecanismo de invitación al pago para dichas
situaciones.
Para justificar el ingreso de las cuotas dentro del plazo señalado, el trabajador por
cuenta propia presentará ante el órgano gestor un certificado de la Tesorería General de
la Seguridad Social de estar al corriente en el pago de sus cuotas.
El art. 331 LGSS recoge las situaciones que dan lugar a la consideración de
situación legal de cese de actividad.
119
STSJ Andalucía, de 30 de enero de 2020, rec. núm. 2567/2018, que señala que este requisito es
complementario del requisito de tener cubierto el periodo mínimo de cotización exigible. Se trata de
dos requisitos diferentes. Ello supone que el requisito de tener cubierto el periodo mínimo de cotización
no admite subsanación. Es decir, para el requisito de estar al corriente en el pago de las cuotas se
habilita una vía excepcional de cumplimentar el retraso de esta exigencia, puesto que en relación con
las cotizaciones, el derecho a las prestaciones surge propiamente con el cumplimiento del periodo de
carencia, mientras que el de hallarse al corriente en el pago de las cuotas modula la percepción efectiva
de la prestación a la que se tiene derecho si se cumple el requisito de carencia, pero este no admite
subsanación con posterioridad al hecho causante.
120
STSJ Canarias, de 26 de junio de 2019, rec. núm. 908/2018, que considera que la situación legal de
cese queda acreditada con la declaración jurada correspondiente, con el modelo 145 de la inscripción
como demandante de empleo, y con la baja en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos.
b) Acción protectora
121
STSJ Andalucía, de 22 de enero de 2020, rec. núm. 2366/2018.
122
STSJ Andalucía, de 22 de enero de 2020, rec. núm. 2366/2018, que considera que el «cierre del local
donde se ubica el negocio afecta a los medios de producción con los que este se desarrolla, y es una
circunstancia sobrevenida, externa y ajena a la empresaria autónoma recurrente, que le impide de
manera absoluta la continuidad de su actividad».
del art. 331.1.4º y 5 LGSS123, y en los supuestos de suspensión temporal parcial debidos
a fuerza mayor, la cuantía de la prestación será del 50%.
La cuantía máxima de la prestación por cese de actividad será del 175% del
indicador público de rentas de efectos múltiples, puesto que los religiosos no tienen hijos
a su cargo. La cuantía mínima de la prestación por cese de actividad será del 80% del
indicador público de rentas de efectos múltiples, por la misma razón anterior.
123
Literalmente señalan «que se produzca la reducción del 60% de la jornada de la totalidad de las
personas en situación de alta con obligación de cotizar de la empresa o suspensión temporal de los
contratos de trabajo de al menos del 60% del número de personas en situación de alta con obligación
de cotizar de la empresa siempre que los dos trimestres fiscales previos a la solicitud presentados ante
la Administración tributaria, el nivel de ingresos ordinarios o ventas haya experimentado una reducción
del 75% de los registrados en los mismos periodos del ejercicio o ejercicios anteriores y los
rendimientos netos mensuales del trabajador autónomo durante esos trimestres, por todas las
actividades económicas, empresariales o profesionales, que desarrolle, no alcancen la cuantía del
salario mínimo interprofesional o la de la base por la que viniera cotizando, si esta fuera inferior. O
bien, que se trate de personas trabajadoras por cuenta propia que no tengan trabajadores asalariados, el
mantenimiento de deudas exigibles con acreedores cuyo importe supere el 150 por ciento de los
ingresos ordinarios o ventas durante los dos trimestres fiscales previos a la solicitud, y que estos
ingresos o ventas supongan a su vez una reducción del 75 por ciento respecto del registrado en los
mismos períodos del ejercicio o ejercicios anteriores».
124
STSJ Castilla y León, de 9 de marzo de 2016, rec. núm. 97/2016, que señala que la normativa
reguladora «no contiene, para determinar el concepto de pérdidas e ingresos, otros criterios distintos a
los que resultan de la legislación contable, por lo que el autónomo no debe computar su subsidio de
incapacidad temporal o cualquier otra prestación de Seguridad Social substitutiva de las rentas del
trabajo como ingresos para determinar si tiene beneficios o pérdidas».
125
GARCÍA QUIÑÓNES, J.C., «Regulación legal de un ... op. cit. p.5.
de estas medidas en la acción protectora no tiene solo una utilidad relativa, en función del
desarrollo de las mismas, cuya virtualidad dependerá de la atención que se ponga y de la
eficacia que reporten las actuaciones implementadas sobre la labor formativa, orientadora
y promotora de la actividad emprendedora, sino que atesora también una utilidad
inmediata, concibiendo el sistema ideado para la protección por cese, no como estación
de llegada por la actividad perdida, sino como punto de partida para la nueva actividad
que esté por iniciarse.
Tal y como indica el art. 337 LGSS, los religiosos, como trabajadores por cuenta
propia que cumplan los requisitos deben solicitar a la mutua colaboradora con la
Seguridad Social a la que se encuentren adheridos o a la entidad gestora con la que tengan
cubierta la protección dispensada por contingencias derivadas de accidentes de trabajo y
enfermedades profesionales, el reconocimiento del derecho a la protección por cese de
actividad.
Actualmente, el art. 337.2 LGSS señala que nace el día siguiente a aquel en que
tenga efectos la baja en el régimen especial al que estuvieran adscritas. No obstante, en
los supuestos de cese de actividad previsto en el artículo 331.1.a). 4.º, dado que no
procede la baja en el régimen de Seguridad Social correspondiente, el derecho al percibo
nacerá el primer día del mes siguiente a la comunicación a la autoridad laboral de la
decisión empresarial de reducción del 60% de la jornada laboral de todos los trabajadores
de la empresa, o a la suspensión temporal de los contratos de trabajo del 60% de la
plantilla de la empresa. De igual modo, en los supuestos a que se refiere el artículo
331.1.a). 5.º, al no proceder tampoco la baja en el régimen especial correspondiente, el
derecho al percibo nacerá el primer día del mes siguiente al de la solicitud.
Por otro lado, el trabajador por cuenta propia a la que se le haya reconocido el
derecho a la protección económica por cese de actividad podrá volver a solicitar un nuevo
reconocimiento, siempre que concurran los requisitos legales y hubieren transcurrido 12
meses desde el reconocimiento del último derecho a la prestación (art. 338.3 LGSS).
En el supuesto de que el trabajador por cuenta propia reuniera todos los requisitos
exigidos, salvo el del transcurso de 18 meses desde el nacimiento del derecho anterior,
podrá solicitar el derecho en los 15 días hábiles siguientes al de cumplir ese plazo y, en
dicho caso, el derecho a la prestación y a la cotización a la Seguridad Social nacerá a
partir del primer día del mes siguientes al de la solicitud, y si se solicita fuera del plazo
indicado se producirá el descuento del periodo que medie entre el día en que terminó el
plazo de solicitud y el día en el que se presentó la solicitud (art. 11.8 RD 1541/2011).
En primer lugar, sólo se tienen en cuenta las cotizaciones por cese de actividad
efectuadas al régimen especial correspondiente. Por tanto, no se computan las
cotizaciones a la contingencia de desempleo como trabajador por cuenta ajena, en el
supuesto de que pudiera acreditar alguna. Es decir, no se aplica el cómputo recíproco de
cotizaciones por cese de actividad y de cotizaciones por desempleo del régimen general,
ni tampoco por cese de actividad entre el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos
y el Régimen Especial de Trabajadores del Mar.
En segundo lugar, se tendrán en cuenta las cotizaciones por cese de actividad que
no hubieren sido computadas para el reconocimiento de un derecho anterior de la misma
naturaleza.
En cuarto lugar, las cotizaciones que generaron la última prestación por cese de
actividad no podrán computarse para el reconocimiento de un derecho posterior.
El art. 341 LGSS recoge los supuestos en los cuales se produce la extinción del
derecho a la protección por cese de actividad, siendo los siguientes.
En tercer lugar, por realización de un trabajo por cuenta ajena o propia durante un
tiempo igual o superior a 12 meses; en este último caso siempre que genere derecho a la
protección por cese de actividad como trabajador autónomo.
En sexto lugar, por traslado de residencia al extranjero, salvo en los casos que
reglamentariamente se determinen.
nueva situación de cese de actividad por reabrir el derecho inicial, se aplicarán las
siguientes reglas (art. 16.1 RD 1541/2011). Por un lado, las cotizaciones que generaron
la protección por cese de actividad por la que no se hubiera optado no podrán computarse
para el reconocimiento de un derecho a esa protección posterior. Por otro lado, la
reapertura supondrá el derecho a percibir la prestación inicial por cese de actividad que
restase, por la cuantía reconocida en el momento del nacimiento del derecho, así como la
cotización a la Seguridad Social por la base reguladora correspondiente al nacimiento del
derecho inicial. Por último, el derecho a la reapertura de la prestación y a la cotización a
la Seguridad Social nacerá a partir del día primero del mes siguiente al del cese de
actividad.
De cualquier forma, las prestaciones por muerte y supervivencia, tal y como indica
el art. 216 LGSS comprende varias prestaciones, cuales son: el auxilio por defunción, la
pensión vitalicia de viudedad, la prestación temporal de viudedad, la pensión de orfandad,
y la pensión vitalicia o, en su caso, subsidio temporal en favor de familiares. Además, en
caso de muerte causada por accidente de trabajo o enfermedad profesional se reconocerá,
además, una indemnización a tanto alzado. En este sentido, las prestaciones a las que
pueden tener derecho son el auxilio por defunción, y el subsidio temporal en favor de
familiares.
a) Aspectos generales
b) Peculiaridades
El auxilio por defunción comprende una cuantía a tanto alzado que se abona para
hacer frente a los gastos de sepelio. Esta prestación se abona a quien los haya soportado.
Se presumirá, salvo prueba en contrario, que dichos gastos han sido satisfechos por este
orden: por el cónyuge superviviente, el sobreviviente de una pareja de hecho, los hijos o
las hijas y los parientes de la persona fallecida que conviviesen con ella habitualmente
(art. 218 LGSS). La cuantía de esta prestación viene establecida anualmente en la Ley de
Presupuestos Generales del Estado.
126
STS de 23 de febrero de 1999, rec. núm. 2636/1998.
d) Pensión de viudedad
Cabe resaltar que, como se ha comentado, los religiosos y religiosas no pueden ser
causantes de esta prestación, pero sí sujetos beneficiarios.
En todo caso, tendrán derecho a la pensión de viudedad las mujeres que, aun no
siendo acreedoras de pensión compensatoria, pudieran acreditar que eran víctimas de
violencia de género en el momento de la extinción de la pareja de hecho mediante
sentencia firme, o archivo de la causa por extinción de la responsabilidad penal por
fallecimiento; en defecto de sentencia, a través de la orden de protección dictada a su
favor o informe del Ministerio Fiscal que indique la existencia de indicios de ser víctima
de violencia de género, así como por cualquier otro medio de prueba admitido en
Derecho.
La cuantía de esta pensión es del 52% de la base reguladora, con carácter general.
A partir del 1 de enero de 2019 el porcentaje aplicable a la base reguladora de la pensión
de viudedad es del 60%, cuando en la persona beneficiaria concurran los siguientes
requisitos: tener una edad igual o superior a 65 años; no tener derecho a otra pensión
pública española o extranjera; no percibir ingresos por la realización de trabajos por
cuenta ajena o por cuenta propia; no disponer de rentas de capital mobiliario o
inmobiliario, ganancias patrimoniales o rentas de actividades económicas, superiores a
7.707,00 euros/año.
efectos, se considera que existe incapacidad cuando acredite una discapacidad igual o
superior al 33%. Los rendimientos de la unidad familiar, incluida la propia persona
pensionista, divididos entre el número de miembros que la componen, no superen, en
cómputo anual, el 75% del salario mínimo interprofesional vigente en cada momento,
excluida la parte proporcional de las dos pagas extraordinarias. En segundo lugar, que la
pensión de viudedad constituya la principal o única fuente de ingresos, entendiendo que
se cumple este requisito cuando el importe anual de la pensión sea superior al 50% del
total de los ingresos del pensionista. Y, en tercer lugar, que los rendimientos anuales del
pensionista por todos los conceptos no superen la cuantía resultante de sumar al límite
que, en cada ejercicio económico, esté previsto para el reconocimiento de los
complementos por mínimos de las pensiones contributivas, el importe anual que, en cada
ejercicio económico, corresponda a la pensión mínima de viudedad con cargas familiares.
e) Pensión de orfandad
La prestación de orfandad (art. 224 LGSS) tiene como sujetos beneficiarios a cada
uno de los hijos e hijas del causante o de la causante fallecida, cualquiera que sea la
naturaleza de su filiación, siempre que, en el momento de la muerte, sean menores de 21
años o estén incapacitados para el trabajo y que el causante se encontrase en alta o
situación asimilada a la de alta, o fuera pensionista. Asimismo, tienen derecho a la
prestación de orfandad, en régimen de igualdad, cada uno de los hijos e hijas de la persona
causante fallecida, cualquiera que sea la naturaleza de su filiación, cuando el fallecimiento
se hubiera producido por violencia contra la mujer, y en todo caso cuando se deba a la
comisión contra la mujer de alguno de los supuestos de violencias sexuales, siempre que
los hijos e hijas se hallen en circunstancias equiparables a una orfandad absoluta y no
reúnan los requisitos necesarios para causar una pensión de orfandad.
Cabe destacar que en el caso de los religiosos y religiosas, por sus peculiaridades,
no pueden ser sujetos causantes de esta pensión, pero sí, lógicamente, sujetos
beneficiarios.
la que se le aplique el porcentaje del 70%, si bien en este último caso la suma de las
pensiones de orfandad no podrá superar el 48% de la base reguladora.
127
STSJ Galicia, de 6 de julio de 2012, rec. núm. 1389/2009.
algunos bienes de fortuna o salarios de escasa entidad económica, sobre todo cuando éstos
no sobrepasan el módulo del salario mínimo interprofesional que determina a estos
efectos el mínimo vital de subsistencia ( STS de 9 diciembre de 1998), de manera que se
halla dentro del campo de acción de la normativa legal quien tiene una mínima capacidad
económica con la que pueda participar en la economía de la unidad familiar de manera
secundaria y coadyuvante. Añadiendo la Sentencia Tribunal Supremo de 16 mayo 2003,
que «la interpretación del precepto ha motivado que esta Sala haya definido ese concepto
jurídico indeterminado, en sentencias como las 9 de noviembre de 1992 (recurso
149/1992 ), 12 de marzo de 1997 (recurso 3459/1996 ) y especialmente en la de 9 de
diciembre de 1998 (Recurso 780/1998) dictada en Sala General, seguida de otras como
las de 3, 20 y 27 de marzo de 2000 (recursos 353/1999, 2883/1999 y 1823/1999), con
arreglo a las que el requisito de «vivir a expensas» concurre cuando el beneficiario o
beneficiarios de la prestación no perciben ingresos equivalentes o superiores al 100% del
salario mínimo interprofesional, con independencia de que para otro tipo de prestaciones,
y por otras razones, el legislador haya fijado dicho umbral mínimo en el 75% del salario
mínimo interprofesional o en otro cualquiera, en cuyos supuestos será el previsto para
cada caso el que habrá que aplicar».
128
STSJ Asturias, de 31 de marzo de 2016, rec. núm. 297/2016.
Por otro lado, en cuanto al subsidio temporal en favor de familiares, pueden ser
beneficiarios de la misma, los hijos o hijas, y hermanos o hermanas de la persona
fallecida, que reúnan en el momento del hecho causante los requisitos generales y sean
mayores de 22 años y no estén casados o casadas. La cuantía del subsidio a favor de estos
beneficiarios es el 20% de la base reguladora de la pensión de viudedad.
Por último, la indemnización especial a tanto alzado está prevista para el caso de
muerte por accidente de trabajo o enfermedad profesional, en cuyo caso, el cónyuge
superviviente, el sobreviviente de una pareja de hecho y los huérfanos o huérfanas tendrán
derecho a una indemnización a tanto alzado. Si no existieran otros familiares con derecho
a pensión por muerte y supervivencia, el padre o la madre que vivieran a expensas del
religioso o religiosa fallecido, siempre que no tengan, con motivo de la muerte de este,
derecho a las prestaciones en favor de familiares, percibirán la indemnización.
Cabe tener en cuenta, por las mismas razones anteriormente indicadas, que la
indemnización especial a tanto alzado, para el caso de los religiosos, iría directamente a
los padres, ya que por su compromiso no pueden contraer matrimonio, y por consiguiente,
no tendrán cónyuges supervivientes ni huérfanos.
Las prestaciones de servicios sociales son prestaciones que están incluidas dentro
de la acción protectora del sistema de la Seguridad Social, cuya finalidad es
complementar las prestaciones económicas y, a la vez, procurar una mejora de las
condiciones de vida de los beneficiarios reduciendo, en lo posible, las limitaciones
personales motivadas por razones de edad o discapacidad.
gestión de los servicios sociales está atribuida a los órganos competentes de cada
Comunidad Autónoma y a las Direcciones Provinciales del Instituto de Mayores y
Servicios Sociales (IMSERSO) en las ciudades de Ceuta y Melilla, cabe remitirse a cada
Comunidad Autónoma para ver cuáles son las concretas prestaciones que se ofrecen.
Tal y como señala el art. 64 LGSS las prestaciones de asistencia social se refieren
a los servicios y auxilios económicos que, en atención a estados y situaciones de
necesidad, se consideren precisos, previa demostración, salvo en casos de urgencia, de
que el interesado carece de los recursos indispensables para hacer frente a tales estados o
situaciones. Concretamente, comprenden ayudas asistenciales que se «dispensen por
tratamientos o intervenciones especiales, en casos de carácter excepcional, por un
determinado facultativo o en determinada institución; por pérdida de ingresos como
consecuencia de la rotura fortuita de aparatos de prótesis, y cualesquiera otras análogas
cuya percepción no esté regulada en esta ley ni en las normas específicas aplicables a los
regímenes especiales».
Por tanto, para ser beneficiario se requiere estar en situación de necesidad, además,
de cumplir unos requisitos específicos en función de la prestación en concreto a que se
refiera.
Nº convivientes €/Año
2 10.029,32
3 14.159,04
4 18.288,76
... ...
Para el caso de que entre los parientes consanguíneos con los que convive se
encuentra alguno de sus padres o hijos, el límite es:
Nº convivientes €/Año
2 25.073,30
3 35.397,60
4 45.721,90
... ...
Las personas que con anterioridad al inicio de una actividad laboral vinieran
percibiendo pensión no contributiva de invalidez podrán compatibilizar el percibo de la
pensión con los ingresos derivados de la actividad, durante los cuatro años siguientes al
inicio de la actividad, si la suma de la cuantía anual de la pensión que tuviera reconocida
el pensionista y de los ingresos anuales que perciba o prevea vaya a percibir de la
actividad laboral no superan 12.847,84 €. En caso de exceder de dicho límite, la cuantía
anual de la pensión se reducirá en la cuantía necesaria para no sobrepasarlo. El límite
indicado de 12.847,84 € es el resultado de sumar los importes anuales fijados en 2022
para el indicador público de renta de efectos múltiples (IPREM), que se cifra en 6.948,24
€ y para la pensión de invalidez no contributiva, que es de 5.899,60 €.
Para el año 2023 la cuantía de esta pensión es de 6.784,54 € anuales, que se abonan
en 12 mensualidades más dos pagas extraordinarias al año. La cuantía individual
actualizada para cada pensionista se establece a partir del citado importe y en función del
número de beneficiarios que vivan en el mismo domicilio, de sus rentas personales y/o de
las de su unidad económica de convivencia, no pudiendo ser la cuantía inferior a la
mínima del 25% de la establecida.
persona para realizar los actos esenciales de la vida, percibirán además un complemento
del 50% de los 6.784,54 € anuales, por lo que el importe de ese complemento queda fijado
en 3.392,27 € anuales.
7.2.2. Jubilación
Se estima que existe unidad económica de convivencia en los mismos casos que los
señalados anteriormente para la pensión no contributiva de invalidez.
En primer lugar, la asignación económica por cada menor de 18 años con una
discapacidad igual o superior al 33% o mayor de dicha edad con discapacidad igual o
superior al 65%. En este caso, por las características y peculiaridades ya indicadas de los
religiosos y religiosas, no accederán a esta prestación.
De cualquier forma, brevemente cabe indicar que esta prestación consiste en una
asignación económica por cada hijo menor de 18 años o mayor de dicha edad y que esté
afectado por una discapacidad en grado igual o superior al 65%, a cargo del beneficiario,
cualquiera que sea la naturaleza legal de la filiación, así como por los menores a su cargo
en régimen de acogimiento familiar, permanente o guarda con fines de adopción (art. 352
y ss LGSS).
Los requisitos que se exigen para poder acceder a esta prestación son residir
legalmente en territorio español; tener a cargo hijos o menores en quienes concurran las
circunstancias señaladas en el art. 351.a. LGSS que residan también en territorio español;
correspondiendo el derecho al percibo de la asignación, en los casos de separación judicial
o divorcio, al padre o a la madre por los hijos o menores que tenga a su cargo; y no - No
tener derecho, ni el padre ni la madre, a prestaciones de esta misma naturaleza en
cualquier otro régimen público de protección social
de dicha edad y que sean personas con discapacidad en un grado igual o superior al 65%;
quienes no siendo huérfanos hubieran sido abandonados por sus padres, siempre que
concurran en ellos las circunstancias señaladas en el art. 351.a LGSS y no se encuentren
en régimen de acogimiento familiar, permanente o guarda con fines de adopción; y los
hijos con discapacidad mayores de dieciocho años cuya capacidad no haya sido
modificada judicialmente y conserven su capacidad de obrar serán beneficiarios de las
asignaciones que en razón de ellos corresponderían a sus padres.
En este caso, al igual que en el anterior, tampoco serán beneficiarios los religiosos.
En tercer lugar, se halla la prestación económica de pago único por parto o adopción
múltiples.
Esta prestación consiste en un pago único que tiene por objeto compensar, en parte,
el aumento de gastos que produce en las familias el nacimiento o la adopción de dos o
más hijos por parto o adopción múltiples. Para poder acceder a la misma se requiere
residir legalmente en territorio español; no tener derecho, ni el padre ni la madre, a
prestaciones de esta misma naturaleza en cualquier otro régimen público de protección
social.
• Jubilación
• Incapacidad Permanente
Viudedad
Orfandad
• A favor de familiares
• Pensión máxima
1. Introducción
El título del presente capítulo puede inducir a error, pues no existe un Régimen
Fiscal específico de los Institutos de Vida Consagrada, más bien habría que hablar de la
financiación y tributación de la Iglesia Católica, de la que forman parte los Institutos
mencionados. Ahora bien, tampoco se puede olvidar que, aun formando parte de los
mismos, tienen sus peculiaridades en este sentido, hay que señalar que las fuentes de
financiación aun teniendo el mismo tratamiento fiscal son diferentes.
A lo largo de los capítulos que siguen se pretende dar una visión general tanto de la
financiación y tributación de la propia Iglesia Católica, como de los Institutos de vida
consagrada que forman parte de la misma.
Por último, y aunque no es objeto de nuestro estudio, hay que señalar que no solo
la Iglesia Católica y los Institutos de vida Consagrada son objeto de financiación directa
e indirecta, sino que también otras Iglesias con Acuerdos son acreedores de ello, así como
entidades que no persiguen ánimo de lucro.
2. Antecedentes
129
Para un estudio del tema, véase TORRES GUTIÉRREZ, A.: «¿Limites? en la financiación de las
confesiones religiosas en España: una asimetría de difícil encaje en los principios de laicidad y no
discriminación», en Anuario de Derecho Eclesiástico del Estado, vol. XXXV, 2019, pp. 49-123, donde
se cita en pp. 50 al 52 un repertorio de extenso de publicaciones sobre el tema.
artículo once ya establecía que: «La Nación se obliga a mantener el culto y los Ministros
de la Religión Católica que profesan los españoles.»130 Sorprende que una Constitución,
nacida en un ambiente de extremo anticlericalismo131, mantenga la tolerancia religiosa
que supone el enunciado de este precepto132. No es ocioso recordar aquí que resulta
coetánea a la desamortización de Mendizabal que, en ese momento, intenta paliar a la
situación financiera de una Nación empobrecida por la guerra aprovechando la
circunstancia para suprimir el poder material de la Iglesia Católica133 a la que se comienza
a financiar mediante un sistema de dotación134 que incluye la obligación enunciada en el
precepto constitucional antes referido en los Presupuestos del Estado135.
Este cisma que, hasta cierto punto, supone la desamortización, por la pérdida de
influencia económica de la Iglesia, se intenta corregir durante la Década Moderada (1844-
1854), en aras a que esta Institución sigue gozando de un gran arraigo y ascendencia
social136. Ello se deduce tanto de la Constitución de 1845, que en su artículo once sostiene
con rotundidad la confesionalidad del Estado los siguientes términos: «La Religión de la
Nación española es la católica, apostólica, romana. El Estado se obliga a mantener el
130
Dada en el Palacio de la Cortes en Madrid a 8 de junio del año de 1837. Puede consultarse en Congreso
de los Diputados: https://www.congreso.es/constitucion/ficheros/historicas/cons_1837.pdf [consultado
el 5 de mayo de 2022]. Este mandato de desarrolla en el artículo 6 del Decreto de 29 de julio de 1837.
El artículo 7 de esta norma señala al efecto que «el déficit hasta el completo de la dotación del clero y
los gastos del culto, se suplirán por un repartimiento que se hará en la nación con el nombre de
contribución del culto, al cuál estarán sujetos en proporción a sus haberes todos los contribuyentes a
las demás cargas del Estado»
131
Se ocupa de esta cuestión CUENCA TORIBIO, J.M.: Aproximación a la historia de la Iglesia
contemporánea en España, Madrid, 1978, pp. 197 y ss.
132
Puede verse a este respecto CÁRCEL ORTÍ, V.: Política eclesial de los gobiernos liberales españoles
(1830-1840), Colección Historia de la Iglesia), EUNSA, Pamplona, 1975, pág. 306.
133
Cfr. TOMÁS Y VALIENTE, F.: El marco político de la desamortización en España, Barcelona, 1972, pp.
73 y ss.
134
Sobre los sistemas de dotación remitimos a CEBRIÁ GARCÍA, M.: «Formas de financiación de las
Confesiones religiosas. Un estudio comparado», Anuario de la Facultad de Derecho. Universidad de
Extremadura, núm. 17, 1999, pp. 254 y ss.
135
Ídem. CARCEL ORTÍ, V.: Política eclesial de los gobiernos liberales españoles (1830-1840), pág. 306.
136
De nuevo J. M. CUENCA TORIBIO se preocupa de darnos una visión sobre esta realidad en CUENCA
TORIBIO, J, M.: Relaciones Iglesia-Estado en la España contemporánea (1833-1985), Madrid, 1985,
págs. 5 y ss.
culto y sus ministros»137, como del Concordato de 1851138, que sentaba las bases para esa
reconciliación a partir del reconocimiento por parte de la Iglesia de la desamortización
llevada a cabo por el Estado y el compromiso de éste último de devolver los bienes
eclesiásticos que todavía no habían sido enajenados139 además de comprometerse a
asegurar a la Iglesia una dotación fija140 e independiente141 que se fundamentada, como
ha puesto de relieve la doctrina, en una compensación a la Iglesia Católica por la
expropiación de su patrimonio142 además de la propia confesionalidad declarada143. En
contrapartida, el mismo Concordato contempla los medios para atender a las obligaciones
económicas del Estado entre las que incluye una imposición sobre las propiedades
rústicas y urbanas y sobre la riqueza pecuaria144.
137
Puede verse este Texto Constitucional en Congreso de los Diputados:
https://www.congreso.es/constitucion/ficheros/historicas/cons_1845.pdf [consultado el 5 de mayo de
2022].
138
Puede verse este Texto en https://www.uv.es/correa/troncal/resources/concordato1851 [consultado el
7 de mayo de 2022].
139
Se ha ocupado de analizar el Concordato de 1851, entre otros autores, SUÁREZ VERDEGUER, F.:
«Génesis del Concordato de 1851», Ius Canonicum, núm. 3, 1963, pp. 62 y ss.
140
En 1850, según se desprende de la Ley de 10 de febrero de 1850 que aprueba los Presupuestos
Generales de aquel año, sobre un gasto estatal de 1.199.901.368 reales, el clero católico consumía
154.734.603 reales, más del 12% de los presupuestos. Esa partida era superior a la del pago de intereses
de la deuda, 100.136.957 reales, y doblaba el presupuesto del Ministerio de Marina, 68.161.964 reales,
o el de Comercio, Instrucción y Obras Públicas, (61.229.409 reales), y era 8 veces superior al de
Justicia, (18.508.851 reales). Cfr. Colección Legislativa de España. Primer Cuatrimestre de 1850.
Tomo XLIX. Imprenta Nacional. Madrid, 1850, pp. 391 y 392.
141
Arts. 31 y ss.
142
Pueden verse, entre otras las opiniones de MOSTAZA RODRÍGUEZ, A.: «Sistemas estatales vigentes de
dotación de la Iglesia católica», Estudios eclesiásticos, Vol. 52, núm. 201, 1977, páginas 200 y sigs.;
CORRAL SALVADOR, C.: «La dotación estatal española», El Derecho patrimonial canónico en España,
XIX Semana de Derecho Canónico celebrada en Salamanca del 17 al 21 de septiembre de
1984, Salamanca, 1985, pp. 295 y ss. y MARTÍN SÁNCHEZ, I.: «La financiación de las confesiones
religiosas en el derecho español», Anuario de Derecho Eclesiástico del Estado, núm. 6, 1990, p. 133;
aunque también hay manifestaciones en contra de este criterio, como la de PIÑERO CARRIÓN, J.M.:
«Consecuencias internas en la Iglesia del nuevo sistema económico», AAVV: El hecho religioso en la
nueva Constitución Española, Trabajos de la XVI Semana de Derecho Canónico, Ilustre Colegio de
Abogados de Murcia, Salamanca, 1979, p. 361.
143
Cfr. FERNÁNDEZ-CORONADO, A.: «La colaboración económica del Estado con las confesiones
religiosas», Revista de Administración Pública, núm. 8, 1985, p. 377.
144
Contempla el artículo 38, a tal efecto que: «Los fondos con que ha de atenderse a la dotación del culto
y del clero serán: 1.º El producto de los bienes devueltos al clero por la ley de tres de abril de mil
ochocientos cuarenta y cinco. 2.º El producto de las limosnas de la santa cruzada. 3.º Los productos
de las encomiendas y maestrazgos de las cuatro órdenes militares vacantes y que vacaren. 4.º Una
imposición sobre las propiedades rústicas y urbanas y riqueza pecuaria de la cuota que sea necesario
(…)
para completar la dotación, tomando en cuenta los productos expresados en los párrafos 1.º, 2.º, 3.º,
y demás rentas que en lo sucesivo, y de acuerdo con la Santa Sede, se asignen a este objeto. El clero
recaudará esta imposición, percibiéndola en frutos, en especie o en dinero, previo concierto que podrá
celebrar con las provincias, con los pueblos, con las parroquias o con los particulares, y en los casos
necesarios será auxiliado por las autoridades públicas en la cobranza de esta imposición, aplicando
al efecto los medios establecidos para el cobro de las contribuciones. Además, se devolverán a la
Iglesia desde luego y sin demora todos los bienes eclesiásticos no comprendidos en la expresada ley
de mil ochocientos cuarenta y cinco, y que todavía no hayan sido enajenados, inclusos los que restan
de las comunidades religiosas de varones. Pero atendidas las circunstancias actuales de unos y otros
bienes, y la evidente utilidad que ha de resultar a la Iglesia, el Santo Padre dispone que su capital se
invierta inmediatamente y sin demora en inscripciones intransferibles de la deuda del Estado del 3 por
100, observando exactamente la forma y reglas establecidas en el art. 35 con referencia a la venta de
los bienes de las religiosas. Todos estos bienes serán imputados por su justo valor, rebajadas
cualesquiera cargas para los efectos de las disposiciones contenidas en este artículo».
145
Al siguiente tenor: Art. 21. «La Nación se obliga a mantener el culto y los ministros de la religión
católica. El ejercicio público o privado de cualquier otro culto queda garantido a todos los extranjeros
residentes en España, sin más limitaciones que las reglas universales de la moral y del derecho. Si
algunos españoles profesaren otra religión que la católica, es aplicable a los mismos todo lo dispuesto
en el párrafo anterior» en Congreso de los Diputados:
https://www.congreso.es/constitucion/ficheros/historicas/cons_1869.pdf [consultado el 7 de mayo de
2022].
146
Cfr. PETSCHEN VERDAGUER, S., y GIMÉNEZ MARTÍNEZ DE CARVAJAL, J.: Iglesia-Estado. Un cambio
político. Los constituyentes de 1869, Taurus, Madrid, 1975, passim.
147
Se produce un intento frustrado por poner fin, o limitar, la dotación por parte de Eugenio Montero Ríos,
por medio del RD de 2 de octubre de 1871 (Gaceta el 11 de octubre de 1871), argumentando que la
enseñanza laical y la beneficencia pública habían dejado de ser servicios eclesiásticos, y se financiaban
públicamente, y en la desproporción existente entre el Presupuesto de Obligaciones Eclesiásticas y el
total de gastos públicos, al suponer 7,5 de cada 100 pesetas de gasto. Montero Ríos proponía una
reducción de aproximadamente una cuarta parte que se ve frustrada con la Restauración borbónicas
148
Art. 35. Congreso de los Diputados: https://www.congreso.es/docu/constituciones/1869/
cons1873_cd.pdf [consultado el 7 de mayo de 2022].
149
Art.36. Congreso de los Diputados: https://www.congreso.es/docu/constituciones/1869/
cons1873_cd.pdf [consultado el 7 de mayo de 2022].
Asimismo, en el apartado tercero del mismo precepto se preveía «la total extinción,
en un plazo máximo de dos años»,
150
Cfr. CÁRCEL ORTÍ, V.: Iglesia y revolución en España (1868-1874), EUNSA, Madrid, 1979, pp. 262 y
ss.
151
Señala este artículo que: Art. 11. «La religión católica, apostólica, romana, es la del Estado. La Nación
se obliga a mantener el culto y sus ministros. Nadie será molestado en el territorio español por sus
opiniones religiosas ni por el ejercicio de su respectivo culto, salvo el respeto debido a la moral
cristiana. No se permitirán, sin embargo, otras ceremonias ni manifestaciones públicas que las de la
religión del Estado» Congreso de los Diputados: https://www.congreso.es/constitucion/ficheros/
historicas/cons_1876.pdf [Consultado el 7 de mayo de 2022].
152
El artículo 3 de esta Constitución dispone que «El Estado español no tiene religión oficial.» Asimismo,
el artículo 22 de la misma norma señala que «La libertad de conciencia y el derecho de profesar y
practicar libremente cualquier religión quedan garantizados en todo el territorio español, salvo el
respecto a las exigencias de la moral pública» Puede verse l Texto completo de la Constitución de
1931 en Congreso de los Diputados: https://www.congreso.es/constitucion/ficheros/
historicas/cons_1931.pdf [Consultado el 2 de junio de 2022].
153
La relación de la II República con la Iglesia fue tremendamente complicada como relata CERVERA
SEBASTÍA, M.I.: «Legislación sobre el presupuesto del culto y clero durante la II República española»,
Cuadernos doctorales. 1990, núm. 8, pp.13-78.
154
Gaceta de Madrid de 10 de abril de 1934. Boletín Jurídico-Administrativo. Anuario de Legislación y
Jurisprudencia. «Marcelino Martínez Alcubilla». Apéndice de 1934, Madrid, 1934, pp. 257 y 258.
155
Véase MARTÍN SÁNCHEZ, I.: «La financiación de las confesiones religiosas en el derecho español», ob.
cit., p. 133.
156
En concreto el incremento que se efectúa afecta a las partidas asignadas a «Seminarios y Bibliotecas»
y a «Obras y Alquileres», destinada a la reparación ordinaria de templos.
157
Ley de 9 de noviembre de 1939 deroga la de 6 de abril de 1934.
158
Concordato mencionado en su artículo XIX.l que puede verse en BOE núm. 292, de 19 de octubre de
1953.
159
Esta dotación, consignada en los Presupuestos del Estado, no tenía un carácter global, sino que estaba
estructurada en diversas partidas
160
Ídem, Artículo XIX.2 del Concordato citado en el texto.
161
Parte de la doctrina fue muy crítica con este sistema de dotación como puede verse en PIÑERO CARRIÓN,
J.M.: «Consecuencias internas en la Iglesia del nuevo sistema económico», cit., pp. 362 y ss.
162
La doctrina hacendística puso de manifiesto, con exquisita contención, la imposibilidad de explicarse
un precepto que era incompatible con los principios de capacidad económica, y de generalidad en la
contribución al sostenimiento de los gastos, de un sistema tributario moderno como puede verse en
SEBASTIÁN, M.: «El Concordato y la Hacienda Estatal», en: El Concordato de 1953, Gráficas González,
Madrid, 1956, pp. 274-276.
163
Cfr. TORRES GUTIÉRREZ, A.: «¿Limites? en la financiación de las confesiones religiosas en España:
una asimetría de difícil encaje en los principios de laicidad y no discriminación», cit., pág.49.
164
La literalidad de este precepto es como sigue: Artículo 16. «Se garantiza la libertad ideológica,
religiosa y de culto de los individuos y las comunidades sin más limitación, en sus manifestaciones,
que la necesaria para el mantenimiento del orden público protegido por la ley. Nadie podrá ser
obligado a declarar sobre su ideología, religión o creencias».
Este derecho fundamental se desarrolla en la Ley Orgánica 7/1980, de 5 de julio, de Libertad Religiosa.
BOE núm. 177, de 24/07/1980.
165
El TC en su sentencia 24/1982, de 13 de mayo, señaló que «hay dos principios básicos en nuestro
sistema político que determinan la actitud del Estado hacia los fenómenos religiosos y el conjunto de
relaciones entre el Estado y las Iglesias y confesiones: el primero de ellos es la libertad religiosa,
entendida como un derecho subjetivo de carácter fundamental que se concreta en el reconocimiento
de un ámbito de libertad y de una esfera de agere licere del individuo; el segundo es el de igualdad,
proclamado por los artículos 9 y 14, del que se deduce que no es posible establecer ningún tipo de
discriminación o trato jurídico diverso de los ciudadanos en función de sus ideologías o sus creencias
y que debe existir un igual disfrute de la libertad religiosa por todos los ciudadanos».
166
Cfr. GONZÁLEZ APARICIO, M.: «Los tributos locales y su aplicación a las confesiones religiosas:
situación actual y retos en el marco comunitario», Tributos Locales, núm. 155, 2022, p. 99.
Tres son a nuestro juicio las normas fundamentales que de forma específica tratan
en el ámbito financiero y tributario las especialidades de la Iglesia Católica y por ende de
los Institutos de Vida Consagrada:
167
Publicado en el BOE núm. 300 de 15 de diciembre de 1979.
168
Publicado en el BOE núm. 307 de 24 de diciembre de 2002.
Todos estos acuerdos fueron ratificados por el pleno del Congreso de los
Diputados el 13 de septiembre de 1979. Su naturaleza de tratado internacional y el amparo
del 96.1 CE a cuyo tenor: «Los tratados internacionales válidamente celebrados, una vez
publicados oficialmente en España, formarán parte del ordenamiento interno. Sus
disposiciones sólo podrán ser derogadas, modificadas o suspendidas en la forma prevista
en los propios tratados o de acuerdo con las normas generales del Derecho
internacional», hacen que el legislador nacional no pueda modificar lo pactado a salvo
del correspondiente procedimiento de denuncia.
Los Acuerdos tienen como objetivo promover las condiciones para el ejercicio
efectivo del derecho de libertad religiosa reconocido, como antes señalamos, entre los
fundamentales en el artículo 16 CE. En consecuencia, vienen a materializar el mandato
de cooperación del Estado con las confesiones religiosas sin perjuicio de la
aconfesionalidad del régimen jurídico-político, en la medida en que el párrafo tercero del
precepto constitucional establece que «Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los
poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y
mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las
demás confesiones»).
169
Vid. Preámbulo.
170
Instrumento de Ratificación de España al Acuerdo entre la Santa Sede y el Estado Español, hecho en
la Ciudad del Vaticano el 28 de julio de 1976. Publicado el BOE núm. 230 de 24 de septiembre de
1976.
171
Sobre este particular puede verse CATALÁ RUBIO, F.: El derecho a la personalidad jurídica de las
entidades religiosas, Colección monografías, Universidad de Castilla La Mancha, Cuenca, 2004, pp.
19 y ss.
Para satisfacer el compromiso adquirido por parte del Estado frente a la Iglesia
Católica el Acuerdo instrumenta un modelo en tres fases definidas, de las que la última
de ellas es la asignación tributaria.
172
Una colaboración que, como señala GONZÁLEZ ARMENDIA «no es, como durante la vigencia del
Concordato de 1953, una dotación ‘total’ del culto y clero católico en España sino solamente una
‘colaboración’ al adecuado sostenimiento económico de la Iglesia (Art. II-1 del AAE). En realidad, la
aportación estatal no es sino un complemento de los recursos que la Iglesia católica obtiene por sus
propios medios y que se realiza y realizará hasta que ella alcance su ‘total autofinanciación’,
superando la ‘autofinanciación parcial’ que, de momento y transitoriamente, se produce». Cfr.
GONZÁLEZ ARMENDIA, J.R.: «La autofinanciación de la Iglesia en el Acuerdo sobre asuntos
económicos. Bases generales», Revista Española de Derecho Canónico, Vol. 45, núm. 125, 1988, p.
607.
173
Así lo advierte GARCIMARTÍN MONTERO, M. C.: «Los acuerdos entre España y la Santa Sede: cuarenta
años de vigencia», Revista General de Derecho Canónico y Derecho Eclesiástico del Estado, núm. 49,
2019, p. 30.
174
Coincidimos en esta visión con MARTÍNEZ ARGUELLES, S.: «Una aproximación a la asignación
tributaria a la Iglesia católica desde la perspectiva de la gestión económico-financiera de la
Administración», Auditoría Pública, núm. 76, 2020, p. 67.
Cabría decir a este respecto que la asignación tributaria se presenta como «una
singular hibridación entre obligación del Estado y voluntad individual, en la que el
cumplimiento de la obligación de colaboración económica adquirida por el Estado se
realizará con recursos procedentes de la cuota tributaria de los contribuyentes que
explícitamente declaran su acuerdo con que una parte de sus impuestos se destine a
cumplir ese compromiso adquirido por el Estado»175.
175
Idem. p. 67.
176
A este respecto y pese a que la Disposición adicional 5.1 de la Ley 33/1987 de 23 de diciembre, de
Presupuestos Generales del Estado para 1988(Publicado en: BOE núm. 307, de 24 de diciembre de
1987), y el artículo 2 del Real Decreto-Ley 7/2013 Real Decreto-ley 7/2013, de 28 de junio, de medidas
urgentes de naturaleza tributaria, presupuestaria y de fomento de la investigación, el desarrollo y la
innovación(Publicado en: BOE núm. 155, de 29 de junio de 2013), señalan que la asignación tributaria
para actividades de interés social se realiza «que en ejecución de lo previsto en el artículo II del Acuerdo
entre el Estado español y la Santa Sede sobre asuntos económicos, de 3 de enero de 1979”, el
mencionado artículo II establece que en el caso de que los contribuyentes no asignen a la Iglesia, “la
cantidad correspondiente será destinada a otra finalidad» lo que confiere amplios márgenes de
actuación al Estado
de diciembre de 2006 entre el Estado Español y la Santa Sede177, que supuso una
modificación parcial del contenido del Acuerdo de 1979 a partir de la colisión con el
derecho comunitario que suponía la exención de IVA a favor de la Iglesia Católica que
se derivaba del Acuerdo cuestión que había motivado un expediente de infracción por
parte de la Comisión Europea por incumplimiento de los compromisos adquiridos por
España como miembro de la Unión Europea.
Cabría resumir lo anterior señalando que el contenido del Canje de Notas supone
una modificación de fondo respecto al Acuerdo de 1979.
177
El Canje de Notas entre el Estado Español y la Santa Sede de 22 de diciembre de 2006 no se publica
en el BOE, al ser un intercambio diplomático que se realiza a través de la Nunciatura de la Santa Sede
en España y el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación. No obstante, se encuentra disponible
en la web del Senado facilitado por el Ministerio de Asuntos Exteriores en concreto:
https://www.senado.es/web/expedientdocblobservlet?legis=10&id=16194 [ Consultado el 6 de junio
de 2022].
178
Cfr. MARTÍNEZ ARGUELLES, S.: «Una aproximación a la asignación tributaria a la Iglesia católica desde
la perspectiva de la gestión económico-financiera de la Administración», ob. cit., p. 68.
179
Sobre el sistema de asignación tributaria a la Iglesia Católica en el IRPF, se recomienda consultar el
siguiente estudio: CUBERO TRUYO, A. y SANZ GÓMEZ, R.: “La asignación tributaria a la Iglesia Católica
a través de la Declaración del IRPF”, en TEROL BECERRA, M. y BARRERO ORTEGA, A. (coords.): La
libertad religiosa en el Estado Social, Tirant lo Blanch, Valencia, 2009, pp. 277-305.
180
Publicado en BOE núm. 311, de 29 de diciembre de 2006.
para siempre y en esa cuantía sino de evitar al legislador estatal tener que regularlo cada
año; salvo disposición en contrario, se entiende aplicable el porcentaje del 0,7%.181
181
Cfr. GIMÉNEZ BARRIOCANAL, F.: «Financiación eclesial: situación actual y perspectivas de futuro», Ius
Canonicum, XLVIII, N. 95, 2008, p. 43.
182
GIMÉNEZ BARRIOCANAL afirma que supone «una garantía para la Iglesia, ya que en el caso de que no
se respetara el sistema aprobado podría invocar una lesión patrimonial y la no pervivencia del
Acuerdo alcanzado» GIMÉNEZ BARRIOCANAL, F.: «Financiación eclesial: situación actual y
perspectivas de futuro», ob. cit., p. 47.
183
Las restantes confesiones religiosas que firmaron Acuerdos de cooperación en el año 1992 no se
acogieron en su momento al sistema de asignación tributaria. A diferencia de lo que sucede en otros
países, como por ejemplo Italia, donde el sistema de asignación tributaria se ha extendido a otras
confesiones distintas de la católica, resulta difícil que en España el sistema se abra a otros grupos
religiosos, a pesar de que, con posterioridad a la firma de los Acuerdos de 1992, algunas confesiones
religiosas han manifestado su deseo de que les sea aplicado un sistema semejante al que se acordó con
la Iglesia católica.
184
Cfr. GONZÁLEZ APARICIO, M.: «La financiación de la Iglesia Católica a través del sistema fiscal estatal
y su adecuación al marco constitucional», Revista de la Facultad de Derecho, Universidad de León,
número Monográfico: En defensa de la constitución de todos. 2021, p. 100.
185
Cfr. PRESAS BARROSA, C.: «La nueva asignación tributaria en España a la Iglesia católica», Anuario
de Derecho Eclesiástico del Estado, vol. XVI, 2000, pág. 701 y en el mismo sentido también se
manifiesta CUBERO TRUYO, A., SANZ GÓMEZ, R.: «La declaración de IRPF como cauce de financiación
de la Iglesia Católica (Asignación voluntaria del 0.7% de la cuota íntegra)», ob. cit. pág. 93.
186
Cfr. PALOMINO LOZANO, R. y SALINAS MENGUAL, J.: El derecho a la libertad religiosa en las
relaciones iglesia-estado. Perspectiva histórica e implicaciones actuales. Perspectiva histórica e
implicaciones actuales, Dykinson, Madrid, 2020, pp. 104 y 105.
187
El mismo autor señala que «Así lo ha visto el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en los casos
Iglesia Bautista “El Salvador” y Ortega Moratilla contra España (1992) y Alujer Fernández and
Caballero García contra España (1999); el Tribunal Constitucional español en su Auto 480/1989, de
2 de octubre, y más recientemente el Tribunal Supremo en su Sentencia 5475/16, de 14 de septiembre
Por otro lado, no supone una lesión a la libertad religiosa negativa del contribuyente (que se vería
forzado a declarar sobre sus creencias)». Idem. 104.
Esta norma en aquel momento pasa a regular en un solo cuerpo legal el régimen
jurídico de los entes fundacionales y las ventajas de carácter impositivo que se conceden
a las personas privadas, físicas o jurídicas, por sus actividades o aportaciones económicas
en apoyo de determinadas finalidades de interés público o social poniendo fin a un
régimen regulador de las fundaciones que cabría calificar de vetusto, pues algunas de sus
normas databan de mediados del siglo XIX, fragmentario, incompleto y aun
contradictorio, satisfaciendo las legítimas demandas y aspiraciones reiteradamente
planteadas por el sector y adaptando, esta normativa a las exigencias del nuevo orden
constitucional y el Derecho europeo singularmente en lo que se refiere al sistema de
distribución de competencias entre el Estado y las Comunidades Autónomas.
188
Como se deduce de las decisiones del Tribunal Europeo de Derechos Humanos en los casos
(Spampinato vs. Italia, 29 de marzo de 2007 en el que declaró inadmisible el recurso contra la
asignación tributaria de la que gozan diversas confesiones en Italia) y a (Wasmuth vs. Alemania,
12884/03, Sentencia 17-II-2011, §§ 58-59 en la que a manifestación de la pertenencia religiosa con
objeto del pago del impuesto eclesiástico, no se considera contraria a los derechos garantizados en el
CEDH, pues no se hace un uso público de la pertenencia declarada.
189
BOE núm. 282, de 25 de noviembre de 1994.
190
Cfr. MESEGUER VELASCO, S.: «La financiación de las confesiones religiosas», M. A. Jusdado Ruiz-
Capillas (ed.) Derecho Eclesiástico del Estado, 1a ed., Colex, Madrid, 2011, pp. 225-231.
3.2. La Ley 49/2002 de régimen fiscal de las entidades sin fines de lucro y de
los incentivos fiscales al mecenazgo
191
Publicada en BOE núm. 307, de 24 de diciembre de 2002.
192
Lo que antes era el Titulo II de la Ley de Fundaciones de 1994, toma forma de norma independiente
estructurada en tres títulos, veintisiete artículos y las correspondientes disposiciones adicionales,
transitorias, derogatorias y finales.
El Título I define el objeto de la Ley y su ámbito de aplicación, introduciendo como novedad una
mención expresa a los regímenes forales en vigor en la Comunidad Autónoma del País Vasco y en la
Comunidad Foral de Navarra, así como a los convenios y tratados internacionales que han pasado a
formar parte del ordenamiento interno español.
En el Título II se regula el régimen fiscal especial aplicable a las entidades sin fines lucrativos, el cual
se apoya sobre tres pilares básicos: el concepto de entidad sin fines lucrativos a los efectos de la ley, la
tributación de dichas entidades por el Impuesto sobre Sociedades y tributos locales.
El Título III está dedicado a la regulación de los incentivos fiscales al mecenazgo.
Todo ello mediante un régimen de carácter voluntario de modo que las entidades
que cumplan los requisitos exigidos y decidan optar por su aplicación deben comunicar
su opción al Ministerio de Hacienda.
Respecto a los requisitos que deben concurrir para la aplicación del régimen fiscal
establecido por la Ley se regulan en su artículo 3 al siguiente tenor ( y destacando los que
nos interesan especialmente:
193
Art. 3. 2º
194
Art. 3. 3º
La Ley enumera en su artículo 2 mediante una lista cerrada las entidades que
tendrán la consideración de entidades sin fines lucrativos (ESFL) siempre que cumplan
los requisitos exigidos; estas entidades son las siguientes:
1. Las fundaciones.
2. Las asociaciones declaradas de utilidad pública.
3. Las organizaciones no gubernamentales de desarrollo a que se refiere la
Ley 23/1998, de 7 de julio, de Cooperación Internacional para el
Desarrollo, siempre que tengan alguna de las formas jurídicas a que se
refieren los párrafos anteriores.
4. Las delegaciones de fundaciones extranjeras inscritas en el Registro de
Fundaciones.
5. Las federaciones deportivas, el Comité Olímpico Español y el Comité
Paralímpico Español.
195
Art. 3. 5º
Además han de tenerse en que otras disposiciones adicionales recogen, entre otras
previsiones, el régimen fiscal aplicable a la Cruz Roja Española, a la Organización
Nacional de Ciegos Españoles, a la Obra Pía de los Santos Lugares, al Consorcio de la
Casa de América, a las fundaciones de entidades religiosas, a la Iglesia Católica y a las
demás iglesias, confesiones o comunidades religiosas que tengan suscritos acuerdos de
cooperación con el Estado español, y al Instituto de España y a las Reales Academias
integradas en el mismo, así como a las instituciones de las Comunidades Autónomas con
lengua oficial propia que tengan fines análogos a los de la Real Academia Española.
Por todo ello, al régimen fiscal general previsto para las entidades sin fines
lucrativos se incorpora por disposición legal, no solo la Iglesia Católica sino también el
conjunto de Iglesias, confesiones y comunidades religiosas que tienen suscritos
196
Señala esta Disposición el régimen tributario de la Iglesia Católica y de otras iglesias, confesiones y
comunidades religiosas en los siguientes términos:
«1. El régimen previsto en los artículos 5 a 15, ambos inclusive, de esta Ley será de aplicación a la
Iglesia Católica y a las iglesias, confesiones y comunidades religiosas que tengan suscritos acuerdos
de cooperación con el Estado español, sin perjuicio de lo establecido en los acuerdos a que se refiere
la disposición adicional anterior.
2. El régimen previsto en esta Ley será también de aplicación a las asociaciones y entidades religiosas
comprendidas en el artículo V del Acuerdo sobre Asuntos Económicos suscrito entre el Estado español
y la Santa Sede, así como a las entidades contempladas en el apartado 5 del artículo 11 de la Ley
24/1992, de 10 de noviembre, por la que se aprueba el Acuerdo de Cooperación del Estado con la
Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España; en el apartado 5 del artículo 11 de la Ley
25/1992, de 10 de noviembre, por la que se aprueba el Acuerdo de Cooperación del Estado con la
Federación de Comunidades Israelitas de España, y en el apartado 4 del artículo 11 de la Ley 26/1992,
de 10 de noviembre, por la que se aprueba el Acuerdo de Cooperación del Estado con la Comisión
Islámica de España, siempre que estas entidades cumplan los requisitos exigidos por esta Ley a las
entidades sin fines lucrativos para la aplicación de dicho régimen.
3. Las entidades de la Iglesia Católica contempladas en los artículos IV y V del Acuerdo sobre Asuntos
Económicos entre el Estado español y la Santa Sede, y las igualmente existentes en los acuerdos de
cooperación del Estado español con otras iglesias, confesiones y comunidades religiosas, serán
consideradas entidades beneficiarias del mecenazgo a los efectos previstos en los artículos 16 a 25,
ambos inclusive, de esta Ley».
Convenios de colaboración con el Estado Español de acuerdo con el artículo 7.1 de la Ley
Orgánica 7/1980, de 5 de julio, de Libertad Religiosa, ya mencionada, a cuyo tenor« El
Estado, teniendo en cuenta las creencias religiosas existentes en la sociedad española,
establecerá, en su caso, acuerdos o convenios de cooperación con las Iglesias,
Confesiones y Comunidades religiosas inscritas en el Registro que por su ámbito y
número de creyentes hayan alcanzado notorio arraigo en España. En todo caso, estos
acuerdos se aprobarán por Ley de las Cortes Generales».
No obstante, hay que señalar que existe una importante diferencia entre los
Acuerdos celebrados por el Estado español con la Santa Sede200 y los de Cooperación
celebrados con las otras confesiones. Quizá la más llamativa de todas es que mientras los
primeros tienen naturaleza de Tratados Internacionales 201, con lo que ello se deriva -en
197
Publicado en el BOE núm.272, de 12 de noviembre de 1992.
198
Publicado en el BOE núm.272, de 12 de noviembre de 1992.
199
Publicado en el BOE núm.272, de 12 de noviembre de 1992.
200
El status internacional de la Santa Sede como sujeto de Derecho internacional permite afirmar que los
Acuerdos de 1976 y 1979 son Convenciones bilaterales de Derecho Público externo. La doctrina
defiende de forma unánime que Concordatos son Acuerdos muy semejantes a los Tratados
internacionales y actualmente los tiene suscritos con 180 Estados. Cfr. GARCÍA GARCÍA, R.: «Los
Acuerdos entre la Santa Sede y el Estado español. algunas consideraciones sobre su aplicación práctica
tras más de cuarenta años de vigencia», Anuario De Derecho Canónico, 11, julio 2022, p.47.
201
La existencia de relaciones diplomáticas ente los diferentes Estados y la Santa Sede es una situación
internacionalmente más que reconocida. El carácter de sujeto internacional de la Santa Sede se ve
reflejado en su participación en numerosos organismos internacionales multilaterales, tales como
Naciones Unidas, Organización de los Estados Americanos, Unión Africana, Consejo de Europa, como
se puede verificar en la propia página web de la Santa Sede Las relaciones diplomáticas entre la Santa
Sede e instituciones internacionales multilaterales pueden encontrarse en:
http://www.vatican.va/romancuria/secretariat_state/diplomazia-multilaterale/index_onu_it.htm
(Consultada el 4 de mayo de 2022).
Llegados a este punto nos adentramos en los que nos interesa especialmente en
este estudio, en concreto en la forma de financiación de los Institutos de Vida Consagrada
que encuentra su encaje en el artículo 16 de la Carta Magna. Precisamente el párrafo
tercero de este artículo contiene el fundamento de la colaboración económica, la
disposición de los Poderes públicos a mantener relaciones de cooperación con las
confesiones religiosas, en respuesta a las necesidades que le traslade la sociedad lo que
nos obliga a tener en cuenta el art. 9.2 CE para entender correctamente esta última
afirmación, en la medida en que el fundamento de la financiación de este tipo de
Entidades en el actual modelo constitucional no se justifica ni en la confesionalidad o el
resarcimiento de agravios anteriores sino en atención a que las mismas, como lo hacen,
contribuyan a conseguir los fines del Estado por lo que el modelo de colaboración
económica, así entendida, no puede ser obligatoria, siempre será opcional, cuando se
respeten los principios contenidos en la Carta Magna.
202
Y que en concreto afectan a:
Las prestaciones de los fieles, las recaudaciones en colectas, la limosna y oblaciones.
La publicación de Instrucciones, Ordenanzas, Cartas pastorales, Boletines diocesanos y cualquier otro
documento de las Autoridades eclesiásticas, así como su fijación en los sitios de costumbre.
La enseñanza en Seminarios diocesanos y religiosos y de las disciplinas eclesiásticas en Universidades
de la Iglesia católica.
La adquisición de objetos destinados al culto, aunque en este caso se aplicará el IVA, tras una larga
controversia que apuntamos en el texto.
203
En este caso, los Institutos de Vida Consagrada (junto con otros Entes religiosos) están exentos del
pago de los siguientes tributos:
Exención total o permanente de la contribución territorial urbana para los edificios eclesiásticos.
Exención total y permanente de los impuestos reales o de producto, sobre la Renta y sobre el
Patrimonio. Esta exención no se aplica a los rendimientos obtenidos por explotaciones económicas con
uso cedido, ni a las ganancias de capital ni los rendimientos sometidos a retención en la fuente por
Impuesto sobre la Renta.
Exención total de los Impuestos sobre Sucesiones y Donaciones y Transmisiones Patrimoniales,
siempre que los bienes o derechos adquiridos se destinen al culto, a la sustentación del Clero, al Sagrado
Apostolado y al ejercicio de la Caridad.
Exención de las contribuciones especiales y de la tasa de equivalencia, en tanto recaigan estos tributos
sobre los bienes enumerados.
Entre las mismas estarían el trabajo de los religiosos que redimida en la propia
comunidad; la aportación de la retribución de sus miembros que trabajan fuera de la
comunidad; la aportación de pensiones de los mayores; donativos; estipendios de
servicios religiosos; donaciones de terceros; sucesiones y legados-bien de los propios
religiosos o ajenos-y rentas derivadas del patrimonio.
204
Cfr. GIMÉNEZ-REYNA, E.: «Disposición adicional quinta», en R. DE LORENZO GARCA et alii,
Comentarios a la Ley de Fundaciones y de Incentivos Fiscales, Colección Solidaridad. Fundación
ONCE, Marcial Pons-Escuela Libre Editorial, Madrid, 1995, p. 112-113.
205
Cfr. ROJO ÁLVAREZ-MANZANEDA, L.: El Régimen Patrimonial, Económico y Fiscal de las confesiones
religiosas, en Derecho de Libertad Religiosa, Ed. Tecnos, 9ª ed. 2022.
Al respecto hay que señalar que el art. 1 del Acuerdo sobre asuntos económicos
entre el Estado Español y la Santa Sede dispone que «La Iglesia Católica puede
libremente recabar de sus fieles prestaciones, organizar colectas públicas y recibir
limosnas y obraciones», hecho que también ratifican los cc. 1254, 1259 al 1972206.
206
1254 § 1. Por derecho nativo, e independientemente de la potestad civil, la Iglesia católica puede
adquirir, retener, administrar y enajenar bienes temporales para alcanzar sus propios fines.
§ 2. Fines propios son principalmente los siguientes: sostener el culto divino, sustentar honestamente
al clero y demás ministros, y hacer las obras de apostolado sagrado y de caridad, sobre todo con los
necesitados.
1259 La Iglesia puede adquirir bienes temporales por todos los modos justos, de derecho natural o
positivo, que estén permitidos a otros.
1260 La Iglesia tiene el derecho nativo de exigir de los fieles los bienes que necesita para sus propios
fines.
1261 § 1. Los fieles tienen libertad para aportar bienes temporales en favor de la Iglesia.
§ 2. El Obispo diocesano debe advertir a los fieles y urgirles de manera oportuna sobre la obligación
de que trata el c. 222 § 1.
1262 Presten ayuda a la Iglesia los fieles mediante las subvenciones que se les pidan y según las
normas establecidas por la Conferencia Episcopal.
1263 Para subvenir a las necesidades de la diócesis, el Obispo diocesano tiene derecho a imponer un
tributo moderado a las personas jurídicas públicas sujetas a su jurisdicción, que sea proporcionado a
sus ingresos, oído el consejo de asuntos económicos y el consejo presbiteral; respecto a las demás
personas físicas y jurídicas sólo se le permite imponer una contribución extraordinaria y moderada,
en caso de grave necesidad y en las mismas condiciones, quedando a salvo las leyes y costumbres
particulares que le reconozcan más amplios derechos.
1264 Al no ser que el derecho disponga otra cosa, corresponde a la reunión de Obispos de cada
provincia:
1 determinar las tasas que se han de pagar por los actos de potestad ejecutiva graciosa o por la
ejecución de los rescriptos de la Sede Apostólica, y que han de ser aprobadas por la Sede Apostólica;
2 determinar las oblaciones que han de hacerse con ocasión de la administración de los sacramentos
y sacramentales.
1265 § 1. Sin perjuicio del derecho de los religiosos mendicantes, está prohibido a toda persona
privada, tanto física como jurídica, hacer cuestaciones para cualquier institución o finalidad piadosa
o eclesiástica, sin licencia escrita del Ordinario propio y del Ordinario del lugar.
§ 2. Sobre la cuestación de limosnas, la Conferencia Episcopal puede dictar normas, que han de
observar todos, incluso aquellos que, por institución, se llaman y son mendicantes.
1266 En todas las iglesias y oratorios que de hecho estén habitualmente abiertos a los fieles, aunque
pertenezcan a institutos religiosos, el Ordinario del lugar puede mandar que se haga una colecta
especial, en favor de determinadas obras parroquiales, diocesanas, nacionales o universales, y que
debe enviarse diligentemente a la curia diocesana.
1267 § 1. Si no consta lo contrario, se presumen hechas a la persona jurídica las oblaciones entregadas
a los Superiores o administradores de cualquier persona jurídica eclesiástica, aunque sea privada.
§ 2. No pueden rechazarse sin causa justa las oblaciones de que trata el § 1, ni las cosas de mayor
importancia sin licencia del Ordinario cuando se trata de una persona jurídica pública; se requiere la
misma licencia para aceptar las que estén gravadas por una carga modal o una condición, quedando
firme lo prescrito en el c. 1295.
§ 3. Las oblaciones hechas por los fieles para un fin determinado sólo pueden destinarse a ese fin.
(…)
comunidad, a la que cada uno de sus miembros aporta su trabajo, al modo de cualquier
casa o familia. Debe diferenciarse, no obstante, entre las distintas formas de vida
consagrada, habría que destacar la vida monástica (monjes y monjas), el orden de las
vírgenes, los eremitas, la vida contemplativa, la vida religiosa apostólica
(Congregaciones, Institutos religiosos, frailes y hermanas), los Institutos seculares, las
nuevas formas de vida consagrada, y las sociedades de vida apostólica. A esta variedad
de «clasificación» corresponde también una variedad de misión y, en consecuencia, la
No será lo mismo el caso de los monjes y monjas con vida claustral que ejercen
trabajos relacionados con la misma como el propio abastecimiento doméstico a través del
huerto, los servicios y la atención en las hospederías; la artesanía con varias modalidades
(productos en madera, cuero y otros materiales, restauración de obras de arte,
1268 Respecto a los bienes temporales, la Iglesia acepta la prescripción como modo de adquirirlos o
de liberarse, a tenor de los cc. 197-199.
1269 Las cosas sagradas, si están en dominio de personas privadas, pueden ser adquiridas por otras
personas también privadas, en virtud de la prescripción, pero no es lícito dedicarlas a usos profanos,
a no ser que hubieran perdido la dedicación o bendición; si pertenecen, en cambio, a una persona
jurídica eclesiástica pública, sólo puede adquirirlas otra persona jurídica eclesiástica pública.
1270 Los bienes inmuebles, los bienes muebles preciosos y los derechos y acciones, tanto personales
como reales, que pertenecen a la Sede Apostólica prescriben en el plazo de cien años; los
pertenecientes a otra persona jurídica pública eclesiástica, en el plazo de treinta años.
1271 Por razón del vínculo de unidad y de caridad, y conforme a las posibilidades de su diócesis, los
Obispos contribuyan a que la Sede Apostólica disponga de los medios que, según las distintas
circunstancias necesita para el debido servicio a la Iglesia universal.
1272 En las regiones donde aún existen beneficios propiamente dichos, corresponde determinar su
régimen a la Conferencia Episcopal, según normas establecidas de acuerdo con la Sede Apostólica y
aprobadas por ésta, de manera que las rentas e incluso, en la medida de lo posible, la misma dote de
los beneficios, pasen gradualmente a la institución de que se trata en el c. 1274 § 1.
ancianos y servicios sociales, entre otros y que serán objeto de tratamiento en el epígrafe
posterior.
Pues bien, si bien antes de la Constitución de 1978 esto no era así en nuestro
actual ordenamiento a partir del Real Decreto 3325/1981, de 29 de diciembre, por el
que se incorpora al Régimen Especial de la Seguridad Social de los Trabajadores por
Cuenta propia o Autónomos a los religiosos y religiosas de la Iglesia Católica207 «quedan
comprendidos con carácter obligatorio en el campo de aplicación del Régimen Especial
de la Seguridad Social de los Trabajadores por Cuenta Propia o Autónomos, los
religiosos y religiosas de la Iglesia Católica que sean españoles, mayores de 18 años»208
207
Publicado en BOE núm. 18, de 21 de enero de 1982.
208
Art. 1.
209
Cfr. CASTRO ARGÜELLES, M.A y RODRÍGUEZ BLANCO, M.: «Seguridad Social de Ministros de Culto y
Religiosos», Ius Canonicum, XLIV, Núm. 87, 2004, pp. 154 y ss.
210
Sobre este particular puede verse nuestro trabajo ORTIZ CASTILLO, F.: La protección social de los
ministros de culto, religiosos y secularizados. Tesis Doctoral, Universidad Católica de Murcia, 2014,
p. 30.
declaración y pago por la misma por parta del donatario que, en este caso sería el
Instituto de vida consagrada.
Destaca el Tribunal Supremo, asumiendo esa tesis que, la entrega de esos salarios
«no suponen la creación de un título jurídico que implique ni la obligación de prestar
alimentos» ni «la existencia y prueba de una donación modal», de las reguladas en el
Código Civil.
211
Sentencia del Tribunal Supremo, Sala Primera, de lo Civil de 20 de mayo de 2011
ECLI:ES:TS:2011:3332.
212
La Sala de lo Civil del Tribunal Supremo adopta esta decisión en una sentencia en la que desestima el
recurso interpuesto por esta mujer, que durante 28 años entregó la totalidad de su salario al llamado
club Virunga, una residencia amparada por el Opus Dei en la República democrática del Congo en la
que vivía "y le eran atendidas todas sus necesidades de subsistencia"
213
El c. 670 establece que el Instituto debe proporcionar a sus miembros todos los medios necesarios
según las constituciones para alcanzar el fin de su vocación.
214
Hay que señalar que el c. 702 en su apartado 1º dispone que «quien» salga de un Instituto ya sea de
forma legítima o expulsado del mismo no tiene derecho a exigir nada por cualquier tipo de prestación
realizada en él, y en el apartado 2º se exige al instituto que observe la equidad y la caridad evangélica
con el miembro que se separe de él. Esta es la forma que las instituciones religiosas tienen para
atendiendo una serie de circunstancias ayudan a quienes cesan en su condición, cuestión esta que al no
estar expresamente reglamentada exige aplicar parámetros de sentido común y cristiano.
215
SJPI, Madrid, núm. 47, 25-10-2006, SAP M 942/2008.
Por ende, tampoco deberá ser objeto de sujeción al impuesto correspondiente que,
lo adelantamos, tiene reglas especiales que se aplicarán a los Institutos de vida
consagrada, aunque éste no sea el caso.
Esta sentencia deja claro que no se trata de una donación de las previstas en el
Código Civil, por lo tanto y como conclusión de lo dicho, hay que entender que no existe
tampoco donación en el sentido tributario, deduciéndose que no sería desgravable en el
porcentaje correspondiente en el Impuesto de la Renta del religioso, al tratarse de una
aportación a una «caja común» para el sustento de la propia religiosa y del resto de la
Comunidad que también aporta sus retribuciones o su trabajo personal.
Ya, desde el primer momento se arbitraron normas para poder percibir la pensión
aquellos miembros de la Comunidad religiosa que hubieran cumplido 65 años o próximos
a su cumplimento pudieran percibir la pensión, capitalizando la misma con los descuentos
correspondientes de la prestación216.
216
Señala la Disposición transitoria del Real Decreto 3325/1981 que:
«1. Los religiosos que en la fecha de entrada en vigor de este Real Decreto queden incluidos en el
campo de aplicación del Régimen Especial de los Trabajadores por Cuenta Propia o Autónomos y
tengan cumplida la edad de sesenta y cinco años podrán causar derecho a la pensión de jubilación
cuando concurran las siguientes condiciones:
a) Solicitar el alta inicial en este Régimen Especial antes de finalizar el segundo mes natural siguiente
al de la entrada en vigor de este Real Decreto.
b) Reunir en la fecha del hecho causante las condiciones exigidas para tener derecho a la pensión, a
excepción del período mínimo de cotización, que se regirá por lo dispuesto en el apartado c) de este
número.
(…)
4.4. Donativos
Los donativos que se hacen a la Iglesia Católica y por lo tanto a los Institutos de
Vida Consagrada tienen un Régimen Especial que se estudia en otra parte de este estudio,
ya que los mismos tienen transcendencia de desgravación para quien efectúa los mismos,
c) Acreditar una cotización efectiva de seis meses y seguir abonando, una vez causada la pensión, las
cuotas que sean necesarias para completar el período mínimo de cotizaciones a que se refiere el
artículo 2 de este Real Decreto, mediante su deducción mensual del importe de la pensión reconocida.
La base de cotización será la mínima obligatoria que esté vigente en cada momento.
d) Abonar el importe a que ascienda el valor del capital-coste de la pensión correspondiente a un
período de tiempo equivalente al que falte para completar el período mínimo de cotización exigido en
el artículo 2 de este Real Decreto.
El abono del citado capital-coste podrá ser aplazado por un período máximo de diez años y
fraccionado en pagos deducibles de cada mensualidad de la pensión reconocida.
2. Para la determinación del porcentaje de la pensión, las cuotas a abonar mediante descuento de la
pensión se considerarán como efectivamente cotizadas y la base reguladora de la pensión será el
promedio de las bases de cotización correspondientes a los meses efectivamente cotizados».
por lo que este tema habrá de verse en el estudio del IRPF y en el del Impuesto de
sociedades.
No obstante, cabe adelantar aquí que los donativos entregados a la Iglesia Católica
y, por ende, a los Institutos de vida consagrada, dan derecho a deducción en el IRPF para
las personas físicas los donativos entregados a la Iglesia, según la Ley 49/2002, siempre
que sean nominativos, irrevocables, puros y simples, y se haya emitido el certificado
correspondiente.
Los porcentajes de desgravación que afectan a los primeros 150 euros donados en
global por cada contribuyente tendrán una desgravación del 80%. El donativo restante
desgravará entre un 35% y 40% dependiendo de que se trate o no de donativos recurrentes
a una misma institución (3 o más años donando una cantidad igual o superior al año
anterior) que son la cuantía máxima de las anteriores citadas y siempre con un límite del
10% de la base liquidable.
Por estipendio217 se entiende la cantidad fijada por la Iglesia, que los fieles pagan
al sacerdote por aplicar la misa a un fin determinado. Con relación a esta intención, el
canon 901 del Código de Derecho Canónico establece que «el sacerdote tiene facultad
para aplicar la misa por cualesquiera, tanto vivos como difuntos».
217
El término estipendio proviene del latín stipendium, que a su vez deriva de stips, utilizado para
denominar monedas de poco valor. Este término stips era utilizado por los romanos para denominar las
ofrendas entregadas como signo de agradecimiento a la divinidad. Puede verse al respecto NAVARRO
GARMENDIA, J.A.: «Análisis de la tributación de los estipendios de la Iglesia católica», Crónica
tributaria, núm, 167, 2018, p. 190.
cánones 945 a 958 del mismo texto, en el Motu proprio Firma in Traditione de Pablo VI
y en el Decreto Mos Iugiter de la Congregación para el Clero218.
218
El artículo II del Acuerdo entre el Estado español y la Santa Sede sobre asuntos jurídicos, ratificado
por Instrumento de ratificación firmado el 3 de enero de 1979 en la Ciudad del Vaticano, establece que
«la Santa Sede podrá promulgar y publicar libremente cualquier disposición referente al gobierno de
la Iglesia y comunicar sin impedimento con los prelados, el clero y los fieles, así como ellos podrán
hacerlo con la Santa Sede».
219
El c. 952 § 3 del Código Canónico establece que «los miembros de cualesquiera institutos religiosos
deben atenerse también al mismo decreto o costumbre del lugar…».
220
Resuelve el recurso de apelación contra la sentencia número 179/2011, de 4 de octubre, del juzgado de
Primera Instancia número 2 de Gijón.
221
Ídem.
222
El artículo I de los Acuerdos Económicos establece que «la Iglesia Católica puede libremente recabar
de sus fieles prestaciones, organizar colectas públicas y recibir limosnas y oblaciones»
223
Cfr. NAVARRO GARMENDIA, J.A.: «Análisis de la tributación de los estipendios de la Iglesia católica»,
ob. cit., p. 199.
el estipendio, dado que el artículo 5 b) de la Ley del Impuesto preceptúa que «estarán
obligados al pago del Impuesto a título de contribuyentes, cuando sean personas
físicas:… b) En las donaciones y demás transmisiones lucrativas inter vivos
equiparables, el donatario o el favorecido por ellas». Esto resultará aplicable siempre
que el sacerdote se encuentre sujeto por obligación personal o real, de acuerdo a lo
regulado en los artículos 6 y 7 de la Ley del mismo impuesto advirtiéndose de que no
existe en la Ley del impuesto una cantidad mínima exenta de tributar en el supuesto de
donaciones inter vivos..
224
Ídem. p. 199.
Lógicamente la calificación civil del estipendio como una donación modal o con
carga determina necesariamente su no sujeción al Impuesto sobre la Renta de las Personas
Físicas, puesto que, de conformidad con lo establecido en el artículo 6.4 de la ley 35/2006,
de 28 de noviembre, del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y de
modificación parcial de las leyes de los Impuestos sobre Sociedades, sobre la Renta de
no Residentes y sobre el Patrimonio227.
225
Art. 24. 2 de la Ley del impuesto de sucesiones y donaciones.
226
Art. 67 y ss. del Reglamento del del impuesto de sucesiones y donaciones
227
Publicada en el BOE núm. 285, de 29 de noviembre de 2006.
228
Publicado en el BOE núm. 312, de 29 de diciembre de 1992.
La consideración del estipendio como una donación modal o con carga impide
calificar jurídicamente como contraprestación la ofrenda recibida por el sacerdote229
determina la no existencia del carácter oneroso exigido para la sujeción al Impuesto sobre
el Valor Añadido. Adicionalmente, la ausencia de ordenación por cuenta propia de
factores de producción por parte del sacerdote excluye la actividad empresarial o
profesional; ambas cuestiones determinarían que el estipendio se encuadre dentro de las
operaciones no sujetas al Impuesto sobre el Valor Añadido230.
4.6. Donaciones
Otras de las formas tradicionales de financiarse los Institutos religiosos han sido
o son las herencias y legados que salvando la legítima -si las hubiera- cualquier persona
puede realizar en su testamento a favor de un determinado instituto, también en su lugar
correspondiente se tratará de las especialidades tributarias de estas figuras cuya
importancia como fuente de financiación, como en el caso anterior determina que lo
tratemos de forma detenida en los siguientes epígrafes.
En el caso de que los Institutos posean algún tipo de Patrimonio y este produzca
rentas, las mismas constituirán una forma de financiarse y dependerá de uso que se dé al
mismo la aplicación de tributación general o especial, como también se verá y que será
229
Cfr. Sentencia del Tribunal Supremo (Sala de lo Civil) número 607/2007, de 15 de junio.
ECLI: ES:TS:2007:5013.
230
Lo que resulta coherente con lo dispuesto en la Consulta tributaria 1864-98, de 3
de noviembre de 1998, de la Dirección General de Tributos que establece que no
estarán sujetos al Impuesto sobre el Valor Añadido los servicios religiosos prestados por un sacerdote
contratado por una residencia de la tercera edad
analizada de forma detenida, como las anteriores, al hilo del epígrafe dedicado al análisis
de la tributación de los Institutos de vida consagrada.
Para llevar a cabo esta importantísima reforma tributaria que nos adentra en la
modernidad se utiliza normativamente, en primer lugar, la Ley 50/1977, de Medidas
Urgentes para la Reforma Fiscal, y consecutivamente, las Leyes de 1978 reguladoras del
231
Cfr. CALVO ORTEGA, R. y CALVO VÉRGEZ, J.: Las políticas sociales de la Transición, 1ª ed., Ediciones
Cinca, Madrid, 2016, p. 95
Impuestos sobre la Renta de las Personas Físicas y del Impuesto sobre Sociedades, siendo
éste el marco normativo que intenta conseguir las metas anteriores232.
232
Cfr. CALVO ORTEGA, R. y CALVO VÉRGEZ, J.: Las políticas sociales de la Transición, ob. cit., pp. 95
y 96.
233
Sobre este tema en general remitimos a PAN-MONTOJO, J.: «Una larga e inconclusa transición: la
reforma tributaria, 1977-1986», en Javier Tusell y Álvaro Soto (eds.): Historia de la transición, 1975-
1986, Madrid, Alianza Editorial, 1986, pp. 264-304.
234
Que dirigido por E. FUENTES QUINTANA puede consultarse en la Biblioteca virtual del Instituto de
Estudios Fiscales en la edición del mismo que se hizo por el propio IEF en 1982 (Cfr.
https://biblioteca.ief.es/cgi-bin/koha/opac-detail.pl?biblionumber=7936&shelfbrowse_itemnumber=9251
235
Programa de Saneamiento y Reforma Económica. Pacto de la Moncloa, Ministerio de Economía,
Madrid, 1977, págs. 1-204.
236
Vid, CABRERA CALVO-SOTELO, M.: «Pactos de la Moncloa: Acuerdos políticos frente a la crisis»,
Historia y política, Núm. 26, julio-diciembre, 2011, págs. 81 y ss., y también FUENTES QUINTANA, E.:
“Los pactos de la Moncloa y la Constitución de 1978” en Enrique Fuentes Quintana (Dir.): Economía
y economistas españoles. Vol. 8. La economía como profesión, Barcelona, Galaxia Gutemberg/Círculo
de Lectores, 2004.
237
Cfr. LAGARES CALVO, M.J.: «Las reformas fiscales en el reinado de Juan Carlos I», ICE, Revista de
Economía, Núm. 889 – 890, 2016, pág. 28.
238
Intervención del vicepresidente para Asuntos Económicos en televisión, en
https://www.youtube.com/watch?v=imegXou7tuM&ab_channel=Pepegarcia
239
Vid. PAN-MONTOJO, J.: «Una larga e inconclusa transición: la reforma tributaria, 1977-1986», ob. cit.,
pp. 264-304.
240
Cfr. CALVO ORTEGA, R., CALVO VÉRGEZ, J.: «Las políticas sociales de la Transición», ob. cit., p. 100.
241
Cfr. CALVO ORTEGA, R., CALVO VÉRGEZ, J.: «Las políticas sociales de la Transición», ob. cit., p. 172.
242
Ídem. pp. 132 – 133.
243
Un análisis de esta ley, y de las características del impuesto que aprueba puede verse en FERNÁNDEZ
ORDOÑEZ, F.: «El impuesto sobre la renta de las personas físicas», Revista Española de Tributación y
Contabilidad, Vol. 7, Núm.26, 1978, págs.243 y ss.
244
Cfr. CALVO ORTEGA, R., CALVO VÉRGEZ, J.: «Las políticas sociales de la Transición», ob. cit., p. 165.
245
BOE, núm. 217, de 11 de septiembre de 1978. BOE-A-1978-23326.
246
Cfr. REGUERA, C.A., y MARTÍNEZ, J.A.: El nuevo impuesto sobre la renta de las personas físicas: ley
44/1978, de 8 de septiembre, y disposiciones reglamentarias, Ediciones Pirámide, 1980, passim.
247
Cfr. DOMÍNGUEZ RODICIO, J.R., SANZ GADEA, E., DE BUNES IBARRA, J.M., ADAME MARTÍNEZ, F., DE
JUAN PEÑALOSA, J.L.: 50 años de evolución impositiva, AEDAF, Madrid, 2019, p. 14.
personales y familiares del obligado; así como aumentar el tipo de gravamen cuando se
incrementará la base imponible248 constituida por la suma de los rendimientos e
incrementos patrimoniales y la deducción de las pérdidas y disminuciones patrimoniales.
Aunque como su propio nombre indicaba, era un impuesto sobre las personas físicas
sin embargo el tributo se configuraba como un gravamen que recaía en la unidad
familiar252. Esta tributación conjunta era obligatoria, independientemente del régimen
económico matrimonial elegido, y supuso la acumulación de las rentas de la unidad
248
Cfr. CALVO ORTEGA, R., CALVO VÉRGEZ, J.: «Las políticas sociales de la Transición», ob. cit., pp.
168 – 169.
249
Cfr. LAGARES CALVO, M.J.: «Las reformas fiscales en el reinado de Juan Carlos I», ob. cit., p. 33.
250
Cfr. CALVO ORTEGA, R., CALVO VÉRGEZ, J.: «Las políticas sociales de la Transición», ob. cit., p. 171.
251
Cfr. DOMÍNGUEZ RODICIO, J.R., SANZ GADEA, E., DE BUNES IBARRA, J.M., ADAME MARTÍNEZ, F., DE
JUAN PEÑALOSA, J.L.: 50 años de evolución impositiva, ob. cit., p. 17.
252
Cfr. CALVO ORTEGA, R., CALVO VÉRGEZ, J.: «Las políticas sociales de la Transición», ob. cit., p. 166.
De forma más sosegada la primera gran reforma del impuesto se produjo en 1991,
mediante la Ley 18/1991, de 6 de junio, del impuesto sobre la Renta de las Personas
Físicas255. La elaboración de esta Ley fue objeto de un proceso de reflexión y debate a lo
largo de meses entre los técnicos de la Administración Tributaria, estudiosos de las
Universidades españolas en las áreas de la Hacienda Pública y el Derecho Tributario, y
Organizaciones Empresariales, los Sindicatos y los Colegios Profesionales, cuyos
resultados fueron plasmados de forma provisional, en el «Informe sobre la Reforma de la
Imposición Personal», conocido como «Libro Blanco».
253
Cfr. GÓMEZ DE LA TORRE DEL ARCO, M., LÓPEZ LÓPEZ, M.T.: «El IRPF en España: aspectos y
evolución de la tributación familiar», Anuario jurídico y económico escurialense, Núm. 46, 2013, p.
372.
254
El análisis de esta Sentencia se lleva a cabo por. MONTORO CHINER, M.J.: «Protección de la Familia y
Fiscalidad», Revista Española de Derecho Constitucional, Núm. 28, enero – abril 1990, págs. 223 y
ss.
255
Publicada en el BOE núm. 136, de 7 de junio de 1991.
256
Se afirma en la STC 45/1989, de 20 febrero que «Esta «tributación por grupo» a la que el sistema de
acumulación pura parece responder efectivamente no cuadra, sin embargo, ni con los propios
presupuestos de los que arranca la Ley 44/1978, para la cual, como antes destacamos el único sujeto
pasivo posible de un impuesto sobre la renta de las personas físicas es la persona misma, el individuo
(una proclamación formal que encubre una realidad bien distinta), ni, con las exigencias que se
derivan de nuestra Constitución. No sólo con las que derivan de los principios de igualdad y capacidad
económica, referibles sólo a las personas físicas o jurídicas, sino también con los que se deducen el
concepto de familia y matrimonio que alienta en los artículos 39 y 32 y que es incompatible con una
concepción de grupo en la que sólo es «sui iuris» la cabeza y «alieni iuris» todo el resto de sus
integrantes, siquiera sea únicamente a efectos fiscales».
tributación conjunta, que aún hoy se mantiene y que resulta interesante en aquellos casos
en los que solo un miembro de la pareja trabajaba.
Uno de los cambios más evidentes a lo largo del tiempo en el IRPF es la reducción
de la tarifa y de los tramos que desde los veintiocho del impuesto de 1978 pasaron a
diecisiete, para después reducirse en 2001 a cinco,; en la actualidad hay seis tramos a los
que en 2023 se ha sumado uno más para rentas superiores a 300.000 euros..
Los Gobiernos autonómicos tienen hoy competencia para modificar los tramos y
tarifas en la mitad del impuesto, estableciéndose una estructura diferente de IRPF en cada
Comunidad autonómica y produciéndose disparidades entre ellas. El avance tecnológico
también ha imbuido a la Declaración de la renta, así, los españoles han pasado de hacer
cola para comprar un impreso para presentar la declaración a poder realizar este trámite
desde un teléfono móvil.
257
Publicada en el BOE, núm. 305, de 19 de diciembre de 2009.
258
Publicada en el BOE, núm. 305, de 19 de diciembre de 2009.
- Marcar ambas casillas, Iglesia católica y fines sociales: en este caso se destinará
un 0,7% a cada una de las opciones.
259
Art. 1 y 2 del RD 825/1988, de 15 de julio, por el que se regulan los fines de interés social de la
asignación tributaria del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas.
260
A este respecto se puede plantear la cuestión de por qué se ha optado por la cuota íntegra, y no por la
cuota líquida o la cuota diferencial. Sobre este particular se recomienda consultar la obra ya citada de
CUBERO TRUYO, A., SANZ GÓMEZ, R.: “La declaración de IRPF como cauce de financiación de la
Iglesia Católica (Asignación voluntaria del 0,7% de la cuota íntegra)”, Crónica Tributaria, núm. 136,
2010, pp. 95 y ss.
261
Cfr. GONZÁLEZ APARICIO, M.: «La financiación de la Iglesia Católica a través del sistema fiscal estatal
y su adecuación al marco constitucional», ob. cit., p. 101.
262
A este respecto es preciso tener en cuenta que el programa de ayuda para la presentación de la
autoliquidación del IRPF asignará al contribuyente de forma automática la opción que hubiese ejercicio
en su declaración del ejercicio anterior, si bien podrá modificarlo si lo desea.
263
En el Impuesto sobre Sociedades, desde el ejercicio 2019, las entidades sujetas a este tributo disponen
también de la posibilidad de destinar un 0.7% de la cuota íntegra a fines sociales, si bien en este
impuesto no se prevé ninguna asignación a la Iglesia Católica similar a la vigente en el IRPF.
actividades de interés social el 0,7% de la cuota íntegra del IRPF correspondiente a los
contribuyentes que manifiesten expresamente su voluntad en tal sentido264.
264
Conforme a lo dispuesto en el artículo 2 del Real Decreto-ley 7/2013, de 28 de junio, de medidas
urgentes de naturaleza tributaria, presupuestaria y de fomento de la investigación, el desarrollo y la
innovación (BOE núm. 155, de 29 de junio de 2013), son ejes de las actividades de interés general
consideradas de interés social los siguientes: la atención a las personas con necesidades de atención
integral socio-sanitaria, la atención a las personas con necesidades educativas o de inserción laboral, el
fomento de la seguridad ciudadana y prevención de la delincuencia, la protección del medio ambiente
y la cooperación al desarrollo.
265
Cfr. ROMERO CIVERA, A.: «Finance, Markets and Valuation», Revista online semestral editada por la
Asociación para la Formación y la Investigación en Ciencias Económicas y Sociales, Vol. 3, núm. 1,
2017, pág. 32.
266
Cfr. GONZÁLEZ APARICIO, M.: «La financiación de la Iglesia Católica a través del sistema fiscal estatal
y su adecuación al marco constitucional», ob. cit., p. 104.
Para dar una idea de las magnitudes cuantitativas que ofrece el mecanismo de
asignación tributaria en el IRPF, debemos atender a dos indicadores. Por un lado, el
relativo al porcentaje de contribuyentes que optan por marcar la casilla de la Iglesia
Católica en su declaración de la renta y el importe de la asignación que determina tal
opción. Por otro lado, el destino de esa asignación de acuerdo con la memoria económica
publicada por la Conferencia Episcopal.
Llegados a este punto debemos señalar que teniendo en cuenta que la Iglesia
Católica no es una persona física queda sustraída al Impuesto sobre la renta de las
Personas Físicas y lo relacionado hasta ahora se refiere al tratamiento de las aportaciones
que el ciudadano, en general, realiza cuando es sujeto pasivo del impuesto. Asimismo, y
en lo que respecto a la posible tributación en este impuesto de los miembros de los
Institutos de vida consagrada ya comentamos su tratamiento ene l impuesto en el epígrafe
anterior correspondiente al hilo de las fórmulas de financiación de estas entidades
señalando, como se recordará que, a efectos del Impuesto sobre la Renta de las Personas
Físicas, debe darse a las cantidades que se perciben por los servicios religiosos que se
realizan, la DGT establece que las retribuciones en cuestión, calificadas como
rendimientos derivados del trabajo para su perceptor, se hallan plenamente sometidas al
Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y, por consiguiente, a su sistema de
retenciones a cuenta268.
267
Que puede verse en https://sede.agenciatributaria.gob.es/Sede/informacion-institucional/
memorias/memoria-2021.html
268
Dirección General de Tributos, Consulta 2259-00 de 11 de diciembre de 2000.
Las fuentes principales para la aplicación de este impuesto en la materia que nos
ocupa vienen determinadas por la Ley 27/2014, de 27 de noviembre, del Impuesto sobre
Sociedades269 y el Real Decreto 634/2015, de 10 de julio, por el que se aprueba el
Reglamento del Impuesto sobre Sociedades270.
Junto con el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, el Impuesto Sobre
Sociedades conforman la fiscalidad directa en España, cuya base la encontramos en el art.
31 de la Constitución Española y su obligación a la contribución al sostenimiento de los
gastos públicos. Este impuesto grava las rentas obtenidas en la realización de actividades
económicas incluyendo las entidades patrimoniales, cuya actividad principal consiste en
la gestión de un patrimonio mobiliario o inmobiliario y las sociedades civiles que tienen
objeto mercantil.
269
Publicado en el BOE núm. 288, de 28 de noviembre de 2014.
270
Publicado en el BOE núm. 165, de 11 de julio de 2015.
271
Publicado en el BOE núm. 111, de 9 de mayo de 1981.
272
Publicado en el BOE núm. 254, de 23 de octubre de 2003.
Esta situación cambia a partir de la citada fecha, puesto que, de conformidad con la
Ley 61/1978, de 27 de diciembre, que regula el anterior Impuesto sobre Sociedades, que
determina que si están incluidas entre los sujetos pasivos.
Esa misma Ley reconoce a la Iglesia Católica, como a otros sujetos pasivos, la
exención del Impuesto, con determinadas excepciones. Ello ha supuesto que sean
considerados sujetos pasivos del impuesto de Sociedades todas las entidades eclesiásticas
con personalidad jurídica civil y aquellas que no teniendo tal consideración tengan algún
tipo de actividad económica queden incluidas dentro de la entidad mayor de la que
dependan, de forma que todas las diócesis presentan el Impuesto de Sociedades.
273
Preámbulo del Acuerdo acerca de la aplicación del Impuesto sobre Sociedades a las Entidades
eclesiásticas, elaborado por la Comisión Técnica Iglesia-Estado español, en cumplimiento del Acuerdo
sobre asuntos económicos entre España y la Santa Sede de 4 de diciembre de 1979, ya mencionado.
El mismo artículo añade que esta exención no alcanzará a los rendimientos que
pudieran obtener por el ejercicio de explotaciones económicas, ni a los derivados de su
patrimonio, cuando su uso se halle cedido, ni a las ganancias de capital, ni tampoco a los
rendimientos sometidos a retención en la fuente por impuestos sobre la renta.
Así los Acuerdo entre la Santa Sede y el Estado Español sobre Asuntos Económicos
establece en su Art. I: «La Iglesia católica puede libremente recabar de sus fieles
prestaciones, organizar colectas públicas y recibir limosnas y oblaciones». Y, en su art.
III: «No estarán sujetas a los impuestos sobre la renta o sobre el gasto o consumo, según
proceda:
Por lo que cabe deducir que no son base imponible del impuesto, no están sujetas
al mismo, aparte de los conceptos mencionados en el artículo I, colectas, limosnas y
oblaciones, las actividades recogidas en el art. III, publicaciones, seminarios y objetos de
culto.
274
Acuerdo acerca de la aplicación del Impuesto sobre Sociedades a las Entidades eclesiásticas, elaborado
por la Comisión Técnica Iglesia-Estado español, en cumplimiento del Acuerdo sobre asuntos
económicos entre España y la Santa Sede de 4 de diciembre de 1979, ya mencionado.
«1. En ningún caso las Entidades comprendidas en el artículo IV.1 del Acuerdo
sobre asuntos económicos, estarán sujetas al Impuesto sobre Sociedades por razón de
rendimientos presuntos o imputados o por cualquier concepto que no respondan a
rendimientos realmente obtenidos.
275
Por ello el artículo VI del Acuerdo sobre asuntos económicos entre la Santa Sede y el Estado español
prevé que las dudas o dificultades que surjan en la interpretación o aplicación de sus cláusulas, se
resolverán conjuntamente, inspirándose, para ello, en los principios que lo informan, ambas partes
convienen las siguientes normas interpretativas, dirigidas, principalmente, a aclarar la forma en que se
aplicará a las Entidades eclesiásticas la normativa del Impuesto sobre Sociedades.
Por otro lado, hemos de hablar de rentas exentas, es decir, aquellas que pese a
considerarse como beneficios de actividades económicas o rendimientos del patrimonio,
base imponible del impuesto, son declaradas exentas, no sometidas al mismo. Así el art.
IV.1.B de la Acuerdos Santa Sede-Estado Español en Materia Económica, establece la
exención total y permanente de los impuestos reales o de producto, sobre la renta y sobre
el patrimonio276.
Esta exención no alcanza a los rendimientos que pudieran obtener por el ejercicio
de explotaciones económicas, ni a los derivados de su patrimonio, cuando su uso se halle
cedido, ni a las ganancias de capital, ni tampoco a los rendimientos sometidos a retención
en la fuente por impuestos sobre la renta.
Cabe colegir por tanto que, salvo los ingresos derivados de donativos, colectas,
limosnas, aportaciones… etc., todos los demás están sujetos al impuesto, no exentos.
Nos encontramos también con otro tipo de exenciones que inician su andadura con
la Ley 30/1994, de 24 de noviembre, de Fundaciones e Incentivos Fiscales a la
Participación Privada en Actividades de Interés General que estuvo vigente hasta el 1 de
Enero de 2003 y con la que el legislador tuvo la idea de responder a «la necesidad
ineludible de actualizar la legislación sobre fundaciones viene determinada, de un lado,
por el artículo 34 de la Constitución que reconoce el derecho de Fundación para fines
de interés general con arreglo a la Ley, y, de otro lado, por la importancia que en la vida
social ha adquirido el ejercicio del indicado derecho de Fundación. La reserva de Ley
sobre este derecho es establecida por el artículo 53 del texto constitucional»278 y, en
276
Abunda en este tema que no abordamos en profundidad al tratarse de normativa ya derogada CEBRIÁ
GARCÍA, M. D.: «Los beneficios fiscales de la Iglesia católica en el impuesto sobre sociedades»,
Anuario de Derecho Eclesiástico del Estado, núm. 15, 1999, p. 238 y ss.
277
RJ 1987, 1907.
278
Ley 30/1994, de 24 de noviembre, de Fundaciones e Incentivos Fiscales a la Participación Privada en
Actividades de Interés General Publicado en el BOE núm. 282, de 25 de noviembre de 1994:
Exposición motivos
Esta política de ayuda se materializa en una serie de rentas exentas del pago del
impuesto sobre sociedades señalando en su articulado, en concreto en su artículo seis:
279
Exposición de motivos de la Ley 49/2002, de 23 de diciembre, de régimen fiscal de las entidades sin
fines lucrativos y de los incentivos fiscales al mecenazgo, ya citada.
«Están exentas del Impuesto sobre Sociedades las siguientes rentas obtenidas por
5.º Las que, de acuerdo con la normativa tributaria, deban ser atribuidas o
imputadas a las entidades sin fines lucrativos y que procedan de rentas exentas incluidas
en alguno de los apartados anteriores de este artículo»280.
280
Publicado en el BOE, núm. 307, de 24 de diciembre de 2002.
«Están exentas del Impuesto sobre Sociedades las rentas obtenidas por entidades
sin fines lucrativos que procedan de las siguientes explotaciones económicas, siempre y
cuando sean desarrolladas en cumplimiento de su objeto o finalidad específica:
j) Asistencia a ex reclusos.
Debemos aclarar que el régimen especial que fija la Ley 49/2002282, antes
mencionada es el que corresponde a determinadas entidades sin ánimo de lucro en
consideración a su función social, como las asociaciones declaradas de utilidad pública,
las fundaciones o las ONG de desarrollo, entre otros, siempre que cumplan determinados
requisitos y es también, en lo que nos interesa especialmente, el régimen que se aplica a
las entidades religiosas que pertenezcan a las confesiones que han firmado Acuerdo con
el Estado español, es decir a la Iglesia Católica y también a otras confesiones, en concreto,
a la Federación de Entidades Evangélicas de España, a la Comisión Islámica de España y
a la Federación de Comunidades Judías de España, así como a las instituciones o
entidades que forman parte.
Asimismo, este régimen se aplica a las asociaciones y entidades creadas y
gestionadas por las anteriores confesiones que se dediquen a actividades religiosas,
281
Art. 7 Ley 49/2002, de 23 de diciembre, de régimen fiscal de las entidades sin fines lucrativos y de los
incentivos fiscales al mecenazgo.
282
Sobre este particular remitimos a PREDREIRA MENÉNDEZ, J.: «Fiscalidad de las entidades religiosas en
virtud de la Ley 30/1994 (Fundaciones) y Ley 43/1995 (Impuesto sobre Sociedades)», Revista
Impuestos, II. 1996 pp. 561 y ss.
283
Y entre los que destacan las siguientes:
Que persigan finalidades de interés general, como por ejemplo la defensa de los derechos humanos,
asistencia e inclusión social, cívicas, educativas, culturales, científicas, sanitarias, promoción del
voluntariado, promoción del medio ambiente, fomento de la economía social…
Que se destinen a la realización de estos hasta como mínimo el 70% de los ingresos obtenidos, una vez
deducidas los gastos necesarios para la obtención de estos ingresos.
Que las persones miembros del órgano rector no cobren por el ejercicio de los respectivos cargos.
Que su actividad no consista en el desarrollo de explotaciones económicas ajenas a sus fines.
Que las personas fundadoras, asociadas, dirigentes o familiares no sean las destinatarias principales de
la actividad ni se beneficien de condiciones especiales para disfrutarla.
Que se lleve una contabilidad oficial, según el plan de contabilidad que sea de aplicación.
Que, en caso de disolución, dejen su patrimonio a otra entidad que también sea beneficiaria de este
régimen fiscal.
Que, en caso de que superen los 20.000 euros de ingresos, presenten cada año una memoria a Hacienda
donde se detallen los ingresos obtenidos y los gastos que estén vinculadas a cada tipo de ingreso, entre
otras informaciones.
284
Para hacerlo, tendrá que llenar, en la página 6 del modelo, las casillas correspondientes.
que se detallan en estos artículos, siempre y cuando la actividad vaya vinculada al objeto
social de la entidad….etc.
Se trata de rentas que, por estar exentas, no están sometidas a ningún ingreso a
cuenta ni tampoco a ningún tipo de retención por parte de las personas o entidades
pagadoras. Precisamente para evitar dicha retención, la entidad correspondiente tiene que
presentarle a la persona pagadora un certificado emitido por la AEAT que acredite que es
beneficiaria de la ley y está sometida a este régimen especial y todo ello sin olvidar que
las entidades beneficiarias de este régimen especial, además de aquello relacionado con
el Impuesto sobre Sociedades, disfrutan también de beneficios en otros impuestos y de
determinados incentivos fiscales al mecenazgo.
285
Publicado en el BOE núm. 288, de 28 de noviembre de 2014.
Llegados a este punto y para recapitular hemos de señalar que, en la práctica, todas
estas no sujeciones y exenciones hacen que la gran mayoría de las actividades de las
instituciones de la Iglesia queden exentas del impuesto. Es muy importante destacar que,
para que se puedan aplicar estas exenciones, la actividad debe ser realizada directamente
por la entidad religiosa. Por ejemplo, si disponemos de una librería, esta actividad estará
exenta si la actividad la ejerce directamente la entidad religiosa, pero no estará exenta si
la actividad está a nombre de una empresa, aunque la empresa sea propiedad parcial o
totalmente de la entidad religiosa286.
286
Cfr. GIMENEZ BARRIOCANAL, F.: La Fiscalidad de la Iglesia Católica en España, Editorial EDICE,
Madrid, 2015, pág. 37.
287
ECLI: ES:AN:2015:3207.
realice de modo directo una actividad de interés general, sino que su obligación no es otra
que la de perseguir fines de interés general. Es decir, la sentencia aboga por la
interpretación literal de la norma –del artículo 12.1 de la Ley General Tributaria– con lo
que en definitiva está admitiendo que los fines de interés general se realicen mediante
programas propios de la entidad o mediante la financiación de otras actividades de interés
general o mediante el otorgamiento de ayudas a los propios beneficiarios. De esta forma
anula la Resolución del TEAC de 29 de noviembre de 2012288, basada en reiterada
doctrina de la Dirección General de Tributos.
«1. Los contribuyentes del Impuesto sobre la Renta de no Residentes que operen en
La base de esta deducción no podrá exceder del 10 por 100 de la base imponible
del conjunto de las declaraciones presentadas en ese plazo.
288
Que puede consultarse en la web de la AEAT en concreto https://www.hacienda.gob.es/es-ES/
Areas%20Tematicas/Impuestos/TEAC/Paginas/Tribunales%20economicos%20administrativos.aspx
Sin embargo, es de apreciar en este punto que España forma parte de la Unión
Europea y que en este marco hay una trasferencia de fondos que traspasa las fronteras de
los países miembros, lo que conlleva a situaciones que escapan a la regulación de la Ley
49/2002 antes mencionada. En concreto, la posibilidad de implantación en nuestro
territorio de entidades sin ánimo de lucro, así como, el favorecimiento de entidades sin
ánimo de lucro españolas con donativos, donaciones y aportaciones procedentes de otro
país comunitario.
El criterio anterior hace que parezca más lógico flexibilizar el régimen fiscal
recogido en la Ley 49/2002 en lo que, al reconocimiento de un más amplio espectro de
entidades sin finalidad de lucro se refiere e, igualmente, flexibilizar el régimen fiscal de
reconocimiento de beneficios fiscales para los donantes españoles que hacen
aportaciones, donativos y donaciones a favor de entidades pertenecientes a entidades de
países miembros de la Unión europea.
289
SAN de 1 de octubre 2015, antes citada en el texto.
En el aspecto práctico hay que tener en cuenta que, en el caso de las herencias, estas
deben estar destinadas a una institución religiosa en concreto, no a una persona física,
aunque su destino final sea el culto u otros fines religiosos.
290
Publicada en el BOE núm. 136, de 7 de junio de 1991.
291
Al tenor literal siguiente: «C) Exención total de los Impuestos sobre Sucesiones y Donaciones y
Transmisiones Patrimoniales siempre que los bienes o derechos adquiridos se destinen al culto, a la
sustentación del clero, al sagrado apostolado y al ejercicio de la caridad».
Y, por otro lado, que aún estando exentas del impuesto es preciso presentar la
autoliquidación acompañando la misma con la documentación acreditativa del derecho a
la exención292.
Así, los donativos suelen ser dinerarios, entregados manualmente, de menor cuantía
y sin precisar de ningún documento en los que se formalice tal entrega bastando para que
se perfeccionen con la entrega simultánea de lo donado. Por el contrario, la donación
suele ser de otro tipo bienes o de derechos, requiere de la aceptación del donatario, y suele
quedar reflejada por escrito cuando se trata de bienes muebles y obligatoriamente en
escritura pública cuando se trata de bienes inmuebles según exige el art. 633 del Código
Civil. Pero, a los efectos de la aplicación de la Ley 49/2002, podemos entender que
estamos ante términos que se utilizan de manera indistinta293
El art. IV.2 de Acuerdo entre el Estado español y la Santa Sede sobre Asuntos
económicos de 1979 preceptúa que «Las cantidades donadas a los entes eclesiásticos
enumerados en este artículo y destinadas a los fines expresados en el apartado C) darán
derecho a las mismas deducciones en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas,
que las cantidades entregadas a entidades clasificadas o declaradas benéficas o de
utilidad pública».
292
Consulta vinculante V0195-14 de 28 enero 2014: Por lo tanto, las entidades religiosas que se acojan al
régimen fiscal especial en la forma prevista en el artículo 14 de dicha Ley (refiriéndose a la Ley
49/2002, de 23 de diciembre, de régimen fiscal de las entidades sin fines lucrativos y de los incentivos
fiscales al mecenazgo), estarán exentas del Impuesto y a la autoliquidación en que se aplique la
exención se acompañará la documentación que acredite el derecho a la misma.
293
Cfr. MARTÍN DÉGANO, I.: «El concepto de donación a efectos de la aplicación de los incentivos fiscales
al mecenazgo», Fiscalidad del Mecenazgo, Fundación Impuestos y Competitividad, 2017, p. 127.
De lo dicho con anterioridad parece quedar claro que están exentas del impuesto las
cantidades recibidas por entidades sin ánimo de lucro siempre que tales cantidades se
destinen a los fines para las que han sido creadas a culto.
Veamos que tratamiento fiscal recibe el donante, el que hace una aportación a una
de estas entidades, ya mencionado en el art IV .2 del Acuerdo entre el Estado español y
la Santa Sede sobre asuntos económicos de 1979 cuando alude a las « …deducciones en
el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas» y todo un capítulo, el II, dedicado al
régimen fiscal de las donaciones y aportaciones, de la Ley 49/2002, de 23 de diciembre,
de régimen fiscal de las entidades sin fines lucrativos y de los incentivos fiscales al
mecenazgo, en cuyo art 19 se establecen las deducciones de la cuota del IRPF295, en el
294
Consulta Vinculante V1963-05 de 5 octubre 2005 que puede consultarse en la web de la AEAT.
295
Conforme a lo dispuesto en el art. 19 Ley 49/2002, de 23 de diciembre, de régimen fiscal de las
entidades sin fines lucrativos y de los incentivos fiscales al mecenazgo: «Los contribuyentes del
Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas tendrán derecho a deducir de la cuota íntegra el
resultado de aplicar a la base de la deducción correspondiente al conjunto de donativos, donaciones
y aportaciones con derecho a deducción, determinada según lo dispuesto en el artículo 18 de esta ley,
la siguiente escala:
Base de deducción Importe hasta Porcentaje de deducción
150 euros. 80
Resto base de deducción. 35
Si en los dos períodos impositivos inmediatos anteriores se hubieran realizado donativos, donaciones
o aportaciones con derecho a deducción en favor de una misma entidad por importe igual o superior,
en cada uno de ellos, al del ejercicio anterior, el porcentaje de deducción aplicable a la base de la
deducción en favor de esa misma entidad que exceda de 150 euros, será el 40 por ciento.
2. La base de esta deducción se computará a efectos del límite previsto en el apartado 1 del artículo
69 de la Ley 35/2006, de 28 de noviembre, del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y de
(…)
art. 20 las deducciones de la cuota del impuesto sobre sociedades296 y en el art. 21 las
deducciones de la cuota del impuesto sobre la renta de no residentes297
modificación parcial de las leyes de los Impuestos sobre Sociedades, sobre la Renta de no Residentes
y sobre el Patrimonio».
296
Conforme a lo dispuesto en el artículo. 20 Ley 49/2002, de 23 de diciembre, de régimen fiscal de las
entidades sin fines lucrativos y de los incentivos fiscales al mecenazgo: «1. Los sujetos pasivos del
Impuesto sobre Sociedades tendrán derecho a deducir de la cuota íntegra, minorada en las
deducciones y bonificaciones previstas en los capítulos II, III y IV del Título VI de la Ley 43/1995, de
27 de diciembre, del Impuesto sobre Sociedades, el 35 por 100 de la base de la deducción determinada
según lo dispuesto en el artículo 18. Las cantidades correspondientes al período impositivo no
deducidas podrán aplicarse en las liquidaciones de los períodos impositivos que concluyan en los 10
años inmediatos y sucesivos.
Si en los dos períodos impositivos inmediatos anteriores se hubieran realizado donativos, donaciones
o aportaciones con derecho a deducción en favor de una misma entidad por importe igual o superior,
en cada uno de ellos, al del período impositivo anterior, el porcentaje de deducción aplicable a la base
de la deducción en favor de esa misma entidad será el 40 por ciento.
2. La base de esta deducción no podrá exceder del 10 por 100 de la base imponible del período
impositivo. Las cantidades que excedan de este límite se podrán aplicar en los períodos impositivos
que concluyan en los diez años inmediatos y sucesivos».
297
Art. 21 Ley 49/2002, de 23 de diciembre, de régimen fiscal de las entidades sin fines lucrativos y de
los incentivos fiscales al mecenazgo: «1. Los contribuyentes del Impuesto sobre la Renta de no
Residentes que operen en territorio español sin establecimiento permanente podrán aplicar la
deducción establecida en el apartado 1 del artículo 19 de esta Ley en las declaraciones que por dicho
impuesto presenten por hechos imponibles acaecidos en el plazo de un año desde la fecha del donativo,
donación o aportación.
La base de esta deducción no podrá exceder del 10 por 100 de la base imponible del conjunto de las
declaraciones presentadas en ese plazo.
2. Los contribuyentes del Impuesto sobre la Renta de no Residentes que operen en territorio español
mediante establecimiento permanente podrán aplicar la deducción establecida en el artículo anterior».
Todo ello supone una importante fuente de financiación y un gran impulso de todas
las actividades realizadas por la Iglesia Católica.
298
Real Decreto Legislativo 1/1993, de 24 de septiembre, por el que se aprueba el Texto refundido de la
Ley del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados, publicado en
el BOE núm. 251 de 20 de octubre de 1993.
2.- Asociaciones y entidades religiosas a las que se aplica el mismo régimen que a
las entidades benéficas privadas.
Debe aclararse que como se desprende del propio nombre del impuesto, este
engloba, a los efectos que aquí nos preocupan, dos hechos imponibles: el primero , las
Trasmisiones Patrimoniales Onerosas, en las que la Iglesia Católica se vería beneficia por
su exención siempre que el transmitente fuese un particular, o bien se tratase de
operaciones realizadas por empresarios de un terreno rústico (incluidas las construcciones
de carácter agrario) u otros no edificables (incluidos los destinados a parques y jardines
públicos o a vías de uso público) dado que su venta está sujeta y exenta del IVA; en
segundo término y por lo que se refiere al hecho imponible de Actos Jurídicos
Documentados, que grava los documentos notariales, mercantiles y administrativos, en
virtud de la Disposición adicional tercera. Modificación del Real Decreto legislativo
1/1993, de 24 de septiembre, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley del
Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados, de la Ley
49/2002, de 23 de diciembre, de régimen fiscal de las entidades sin fines lucrativos y de
los incentivos fiscales al mecenazgo, estarán exentos del impuesto la Iglesia Católica y
las iglesias, confesiones y comunidades religiosas que tengan suscritos Acuerdos de
cooperación con el Estado español.
En definitiva y para cerrar esta figura tributaria hemos de señalar que la Iglesia y
las Instituciones de vida Consagrada han quedado completamente exentas del pago de
este impuesto con la entrada en vigor de la Ley de mecenazgo y su desarrollo
reglamentario.
En el caso del Impuesto sobre el Valor Añadido las fuentes principales que regulan
el régimen fiscal de la Iglesia además de los Acuerdos ya mencionados serían la Ley
37/1992, de 28 de diciembre, sobre el Impuesto sobre el Valor Añadido299 (en adelante
LIVA) y el Real Decreto 1624/1992, que aprueba el reglamento del IVA300, así como la
Orden de 29 de febrero de 1988, por la que se aclara el alcance de la no sujeción y de las
exenciones establecidas en los arts. III y IV del Acuerdo para Asuntos Económicos entre
299
Publicada en el BOE núm. 312 de 29 de diciembre.
300
Publicado en el BOE núm. 314 de 31 de diciembre.
el Estado Español y la Santa Sede301 de 3 de enero de 1979, respecto del IVA y la Orden
EHA/3958/2006, de 28 de diciembre, por la que se establecen el alcance y los efectos
temporales de la supresión de la no sujeción y de las exenciones establecidas en los
artículos III y IV del Acuerdo entre el Estado Español y la Santa Sede, de 3 de enero de
1979, respecto al Impuesto sobre el Valor Añadido y al Impuesto General Indirecto
Canario302.
301
Publicada en el BOE núm. 62, de 12 de marzo de 1988.
302
Publicada en el BOE núm. 311, de 29 de diciembre de 2006.
a) que los adquirentes de los bienes sean la santa sede, la conferencia episcopal,
las diócesis, las parroquias y otras circunscripciones territoriales, las órdenes y
congregaciones religiosas y los institutos de vida consagrada, sus provincias o sus casas.
303
Orden de 29 de febrero de 1988 por la que se aclara el alcance de la no sujeción y de las exenciones
establecidas en los artículos III y IV del Acuerdo entre el Estado Español y la Santa Sede, de 3 de enero
de 1979, respecto al Impuesto sobre el Valor Añadido, ya citada.
vigente para adecuarla a los compromisos adquiridos por España como Estado miembro
de la Unión.
304
En la propia Orden EHA/3958/2006 se ofrecen más detalles, indicando que «en este sentido, la revisión
del sistema de asignación tributaria a la Iglesia Católica regulado en la disposición adicional
decimoctava de la Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2007, conlleva la renuncia expresa
por parte de la Iglesia Católica a los mencionados beneficios fiscales relativos al Impuesto sobre el
Valor Añadido. Esta circunstancia se ha concretado, en el marco del mecanismo de consultas y
concertación previsto en el artículo VI del Acuerdo sobre Asuntos Económicos de 1979 y en el
apartado 2 de su Protocolo Adicional, en el Canje de Notas de 22 de diciembre de 2006 entre el Estado
Español y la Santa Sede».
305
Acerca de la aplicación del IVA hasta esta fecha puede verse ÁLVAREZ PRIETO, L., «La aplicación del
IVA a las entidades benéfico-asistenciales sin fin de lucro de carácter eclesiástico». Anuario de
Derecho Eclesiástico del Estado, Vol. IV, 1988, pp. 317 y ss. y ÁLVAREZ MORENO, M.P.: «La
evolución del IVA respecto a las entidades eclesiásticas no lucrativas», Anuario de Derecho
Eclesiástico del Estado, Núm. 17, 2001, pp. 375 y ss.
306
Publicada en el BOE núm. 302, de 18 de diciembre de 2003.
307
A este respecto, el artículo 1 de la Orden EHA/3958/2006 recoge no solo la nueva regulación aplicable
a este respecto, sino también el régimen transitorio previsto, indicando: «1. A las operaciones que se
entiendan realizadas a partir del 1 de enero de 2007 y que tengan por destinatarias a la Santa Sede,
la Conferencia Episcopal, las diócesis, las parroquias y otras circunscripciones territoriales, las
Órdenes y Congregaciones religiosas y los Institutos de vida consagrada y sus provincias y sus casas,
no les serán de aplicación los supuestos de exención o de no sujeción que se han venido aplicando a
estas operaciones hasta el 31 de diciembre de 2006.
Excepcionalmente, las operaciones cuya exención se haya solicitado y reconocido por la Delegación
o Administración de la Agencia Estatal de Administración Tributaria antes del 1 de enero de 2007
mantendrán el régimen tributario de exención, en su caso, reconocido, aunque las operaciones se
realicen a partir de esta fecha. Lo dispuesto en este apartado ha de entenderse sin perjuicio de la
(…)
Por lo tanto, a partir del año 2007 la Iglesia renuncio a la exención en el IVA y
desde entonces paga el impuesto en todas sus adquisiciones, con el mismo régimen fiscal
que otras tantas instituciones, asociaciones, fundaciones y que el resto de Confesiones
religiosas.
Así las cosas , en la actualidad el único precepto que recoge un beneficio fiscal en
el IVA para la Iglesia Católica, pero también para las restantes confesiones religiosas, es
el artículo 20.Uno apartado 12, según el cual «están exentas las prestaciones de servicios
y las bienes accesorias a las mismas efectuadas directamente a sus miembros por
organismos o entidades legalmente reconocidos que no tengan finalidad lucrativa, cuyos
objetivos sean de naturaleza política, sindical, religiosa, patriótica, filantrópica o cívica,
realizadas para la consecución de sus finalidades específicas, siempre que no perciban
de los beneficiarios de tales operaciones contraprestación alguna distinta de las
cotizaciones fijadas en sus estatutos ».
Esto es, estarán exentos del IVA los bienes y servicios derivados de la actividad
estrictamente religiosa, pero no aquellos que, aun realizándose en el marco de las
actividades de la confesión religiosa en cuestión, posean otro tipo de finalidad que difiera
de lo religioso311.
310
Como ya señalamos al no publicarse en el BOE, el Canje de Notas se encuentra disponible en la web
del Senado facilitado por el Ministerio de Asuntos Exteriores en concreto:
https://www.senado.es/web/expedientdocblobservlet?legis=10&id=16194 [Consultado el 6 de junio de
2022].
311
Así lo advierte la profesora GONZÁLEZ APARICIO, M.: «La financiación de la Iglesia Católica a través
del sistema fiscal estatal y su adecuación al marco constitucional», ob. cit., p. 109.
312
Del tenor literal del precepto se saca lo más representativo.
Ello quiere decir que cuando la Iglesia realiza este tipo de actividades, la entidad
religiosa correspondiente no deberá cargar el IVA a las facturas y recibos que cobre a las
personas para participar o beneficiarse de estas actividades313.
Para tener acceso a estas exenciones es necesario, no solo cumplir con los requisitos
establecidos en el apartado 3 del mismo artículo 20 de la LIVA lo que supone que para
313
No se requiere ninguna autorización previa para aplicar la exención, indicando el artículo y punto
exacto del artículo 20 mencionado.
ser considerada una entidad o establecimiento de carácter social sino que, además,
deberán solicitar de la Administración tributaria su calificación como entidades o
establecimientos privados de carácter social en las condiciones, términos y requisitos que
se determinen reglamentariamente. La eficacia de dicha calificación, que será vinculante
para la Administración, quedará subordinada, en todo caso, a la subsistencia de las
condiciones y requisitos que, según lo dispuesto en esta Ley, fundamentan la exención314.
314
El art. 20. Tres de la Ley 37/1992, de 28 de diciembre, del Impuesto sobre el Valor Añadido señala
que: Tres. «A efectos de lo dispuesto en este artículo, se considerarán entidades o establecimientos de
carácter social aquéllos en los que concurran los siguientes requisitos:
1.º Carecer de finalidad lucrativa y dedicar, en su caso, los beneficios eventualmente obtenidos al
desarrollo de actividades exentas de idéntica naturaleza.
2.º Los cargos de presidente, patrono o representante legal deberán ser gratuitos y carecer de interés
en los resultados económicos de la explotación por sí mismos o a través de persona interpuesta.
3.º Los socios, comuneros o partícipes de las entidades o establecimientos y sus cónyuges o parientes
consanguíneos, hasta el segundo grado inclusive, no podrán ser destinatarios principales de las
operaciones exentas ni gozar de condiciones especiales en la prestación de los servicios.
Este requisito no se aplicará cuando se trate de las prestaciones de servicios a que se refiere el
apartado Uno, números 8.º y 13.º, de este artículo.
Las entidades que cumplan los requisitos anteriores podrán solicitar de la Administración tributaria
su calificación como entidades o establecimientos privados de carácter social en las condiciones,
términos y requisitos que se determinen reglamentariamente. La eficacia de dicha calificación, que
será vinculante para la Administración, quedará subordinada, en todo caso, a la subsistencia de las
condiciones y requisitos que, según lo dispuesto en esta Ley, fundamentan la exención.
Las exenciones correspondientes a los servicios prestados por entidades o establecimientos de carácter
social que reúnan los requisitos anteriores se aplicarán con independencia de la obtención de la
calificación a que se refiere el párrafo anterior, siempre que se cumplan las condiciones que resulten
aplicables en cada caso».
a IVA y sus obligaciones fiscales serán las mismas que las de cualquier otra empresa o
profesional en el desarrollo de su actividad. Por supuesto, cada Entidad sujeta,
individualmente, deberá atender a las obligaciones que con respecto a este impuesto se
deriven de la Ley.
315
Resolución No Vinculante de Dirección General de Tributos, 0248-02 de 15 de febrero de 2002.
Los beneficios fiscales que puede aplicarse la Iglesia Católica en los impuestos
locales han sido de las que más repercusión pública han tenido, particularmente las
referidas al Impuesto sobre Bienes Inmuebles y al Impuesto sobre Instalaciones,
Construcciones y Obras. Sin embargo, como tendremos ocasión de ver, no son éstos los
únicos impuestos locales en los que se prevén exenciones para la Iglesia Católica y para
los Institutos de vida consagrada, pues también existen otras en el Impuesto sobre el
Incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana (en adelante IIVTNU), y en
el Impuesto sobre Actividades Económicas (en adelante, IAE), regulados todos ellos en
el Real Decreto Legislativo 2/2004, de 5 de marzo, por el que se aprueba el Texto
Refundido de la Ley Reguladora de las Haciendas Locales317(en adelante TRLHHLL).
No obstante, en la determinación de las exenciones aplicables, además de lo dispuesto en
los Acuerdos de 1979, habrá que considerar tanto lo dispuesto en este texto legal, como
lo previsto en la Ley del Mecenazgo, particularmente en su artículo 15318 lo mismo que
en el desarrollo reglamentario de este precepto.
316
Sentencia de 22 de octubre de 1999, Madgett y Baldwin, asuntos acumulados C308/96 y C94/97.
317
Publicada en el BOE núm. 59, de 9 de marzo de 2004.
318
Señala este precepto que: «1. Estarán exentos del Impuesto sobre Bienes Inmuebles los bienes de los
que sean titulares, en los términos previstos en la normativa reguladora de las Haciendas Locales, las
entidades sin fines lucrativos, excepto los afectos a explotaciones económicas no exentas del Impuesto
sobre Sociedades.
2. Las entidades sin fines lucrativos estarán exentas del Impuesto sobre Actividades Económicas por
las explotaciones económicas a que se refiere el artículo 7 de esta Ley. No obstante, dichas entidades
deberán presentar declaración de alta en la matrícula de este impuesto y declaración de baja en caso
de cese en la actividad.
3. Estarán exentos del Impuesto sobre el Incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana
los incrementos correspondientes cuando la obligación legal de satisfacer dicho impuesto recaiga
sobre una entidad sin fines lucrativos.
(…)
Los obligados tributarios pueden ser personas físicas, pero también personas
jurídicas (entidades y sociedades públicas o privadas) y entidades que, sin tener
personalidad jurídica, constituyen una unidad económica o un patrimonio separado, a las
que se refiere el artículo 35.4 de la Ley 58/2003 General Tributaria319. Cuando hay varios
titulares de derechos por ser una comunidad de bienes o una empresa conjunta, cada
miembro de la comunidad está obligado en proporción a su parte en la comunidad, cuando
los titulares de derechos son un cónyuge. Los cónyuges son responsables de pagar el
impuesto en su totalidad, incluso si solo uno de los cónyuges recibe un recibo.
La exención en el IBI de los inmuebles de la Iglesia Católica es una de las que más
polémica genera, pues son numerosas las voces que alegan que esta confesión religiosa
debería tributar en este impuesto por los inmuebles que posee.
Y a este respecto debemos señalar que hay tres tipos de exenciones del pago del
IBI. recogidas en el artículo 62 del TRLHH LL, en el que se regulan las exenciones en
este impuesto, el apartado 1.c) establece una exención para los inmuebles de la Iglesia
Católica en los términos previstos en el Acuerdo sobre asuntos económicos y para los de
las asociaciones confesionales no católicas legalmente reconocidas, en los términos
establecidos en los respectivos acuerdos de cooperación suscritos321.
A este respecto, el articulo IV.1 a) del Acuerdo sobre asuntos económicos de 1979
establece una exención total y permanente en la “Contribución Territorial Urbana” (el
antecesor del actual IBI) para diferentes inmuebles de la Iglesia Católica322.
320
Cfr. GONZÁLEZ APARICIO, M.: «La financiación de la Iglesia Católica a través del sistema fiscal estatal
y su adecuación al marco constitucional», ob. cit., p. 111.
321
Señala el art. 62.1.c) mencionado en el texto que: «Los de la Iglesia Católica, en los términos previstos
en el Acuerdo entre el Estado Español y la Santa Sede sobre Asuntos Económicos, de 3 de enero de
1979,…»
322
En particular, el mencionado precepto refiere los siguientes inmuebles:
1) Los templos y capillas destinados al culto y, asimismo, sus dependencias o edificios y locales anejos
destinados a la actividad pastoral.
2) La residencia de los Obispos, de los Canónigos y de los Sacerdotes con cura de almas.
3) Los locales destinados a oficinas de la Curia diocesana y a oficinas parroquiales.
4) Los seminarios destinados a la formación del clero diocesano y religioso y las Universidades
eclesiásticas en tanto en cuanto impartan enseñanzas propias de disciplinas eclesiásticas.
5) Los edificios destinados primordialmente a casas o conventos de las Órdenes, Congregaciones
religiosas e Institutos de vida consagrada.
323
Por su parte, el artículo 11.3 del Acuerdo de cooperación del Estado con la Federación de Entidades
Religiosas Evangélicas de España, indica que las Iglesias pertenecientes a esta Confesión religiosas
están exentas del IBI, por los siguientes bienes inmuebles de su propiedad: a) Los lugares de culto y
sus dependencias o edificios y locales anejos, destinados al culto o a la asistencia religiosa y a la
residencia de pastores evangélicos. b) Los locales destinados a oficinas de las Iglesias pertenecientes a
esta Confesión religiosa. c) Los seminarios destinados a la formación de ministros de culto, cuando
impartan únicamente enseñanzas propias de las disciplinas eclesiásticas.
El artículo 11.3 del Acuerdo de cooperación del Estado con la Comisión Islámica de España, indica
que esta Confesión religiosa, y sus comunidades miembros, están exentas del IBI, por los siguientes
bienes inmuebles de su propiedad: a) Las Mezquitas o lugares de culto y sus dependencias o edificios
y locales anejos, destinados al culto, asistencia religiosa islámica, residencia de Imames y dirigentes
religiosos islámicos. b) Los locales destinados a oficinas de las Comunidades pertenecientes a la
Comisión Islámica de España. c) Los centros destinados únicamente a la formación de Imames y
dirigentes religiosos islámicos.
El artículo 11.3 del Acuerdo de cooperación del Estado con la Federación de Comunidades Israelitas
de España, señala que estarán exentas del IBI tales Comunidades por los siguientes bienes inmuebles
de su propiedad. a) Los lugares de culto y sus dependencias o edificios y locales anejos, destinados al
culto o a la asistencia religiosa. b) Los locales destinados a oficinas de las Comunidades pertenecientes
a la Federación de Comunidades Israelitas. c) Los centros destinados a la formación de ministros de
culto, cuando impartan únicamente enseñanzas propias de su misión rabínica.
Como señala GONZÁLEZ APARICIO comparando el texto el Acuerdo con la Santa Sede, respecto a los
Acuerdos con las restantes Confesiones religiosas, encontramos que el suscrito con la Santa Sede es
más amplio, en tanto la exención en el IBI es total, abarcando tanto los supuestos en que la Iglesia
Católica es propietaria del inmueble, como aquellos en los que ostenta derechos sobre el inmueble
susceptibles de ser gravados en este tributo. En los Acuerdos suscritos con las restantes Confesiones
religiosas se especifica que la exención se refiere sólo a los bienes inmuebles “de su propiedad”, por lo
que, en principio, si ostentan algún derecho real de superficie o de usufructo sobre un inmueble, deberán
tributar en este impuesto. No obstante, el anterior problema se solventa con lo dispuesto en el
TRLRHHLL y la Ley del Mecenazgo. Cfr. «Los tributos locales y su aplicación a las confesiones
religiosas: situación actual y retos en el marco comunitario», ob. cit., p. 106 y 107.
Como ha señalado GONZÄLEZ APARICIO324, ante las dudas surgidas por este
crisol de disposiciones aplicables, así como por la diferente tipología de los bienes
inmuebles de los que es titular la Iglesia Católica o las entidades que dependen de la
misma325, la propia Dirección General de Tributos se pronunció en relación a la aplicación
de la exención en el IBI a los bienes de la Iglesia Católica, a través de la Resolución
Vinculante V2685-09 de 04 de Diciembre de 2009326, en la que fija tres supuestos
diferenciados:
exentas del Impuesto sobre Sociedades, en virtud del artículo 7 de la Ley del
Mecenazgo.
324
Cfr. GONZÁLEZ APARICIO, M.: «La financiación de la Iglesia Católica a través del sistema fiscal estatal
y su adecuación al marco constitucional», ob. cit., p. 113.
325
Cfr. VÁZQUEZ DEL REY VILLANUEVA, A.: «Régimen fiscal de los bienes inmuebles de la Iglesia y, en
particular, de los lugares de culto», Ius Canonicum, vol. 52, 2012, pp. 609-664.
326
Puede verse en la web de la AEAT.
IS.
Tercero.- Por último, y para el caso de que los bienes inmuebles de titularidad tanto
de las entidades religiosas del artículo IV como de las del artículo V del Acuerdo, estén
arrendados a terceros, es preciso tener en cuenta que el artículo 3.3 de la Ley del
Mecenazgo establece que, a efectos de esta Ley, el arrendamiento del patrimonio
inmobiliario de la entidad sin fines lucrativos no constituye una explotación económica.
En este sentido, el artículo 6 de la Ley del Mecenazgo establece una exención para
las rentas procedentes del patrimonio mobiliario o inmobiliario de la entidad, como son
los dividendos y participaciones en beneficios de sociedades, intereses, cánones y
alquileres.
Por otro lado, en el mismo art. 62.2 del TRLRHL, se recogen otras exenciones a las
que podría acogerse la Iglesia Católica como son: los bienes inmuebles que se destinen a
la enseñanza por centros docentes acogidos, total o parcialmente, al régimen de concierto
educativo, en cuanto a la superficie afectada a la enseñanza concertada y los declarados
1)S i se trata de entidades de la Iglesia Católica del artículo IV del Acuerdo sobre
Asuntos Económicos entre el Estado Español y la Santa Sede, les resulta de aplicación
la exención en el Impuesto sobre Bienes Inmuebles prevista en el de la ley
49/2002 respecto a los inmuebles de que sean titulares catastrales y sujeto pasivo estas
entidades, siempre que no estén afectos a explotaciones económicas y los que estén
afectos a explotaciones económicas cuyas rentas se encuentren exentas del Impuesto
sobre Sociedades en virtud del art. 7 de la ley 49/2002 .
Además, por aplicación del Acuerdo sobre Asuntos Económicos entre el Estado
Español y la Santa Sede, están exentos del Impuesto sobre Bienes Inmuebles los
inmuebles enumerados en la letra A) del artículo IV de dicho Acuerdo.
327
Sentencia del Tribunal Supremo de 4 abril 2014. ECLI: ES:TS:2014:2463.
328
Dirección General de Tributos, en la consulta de 2 de diciembre de 2009 que aportó la Diócesis de
Ourense y que puede verse en la web de la AEAT.
No queremos terminar el análisis de este impuesto sin hacer alusión a otra cuestión
relevante a los efectos del régimen fiscal aplicable en este impuesto como lo es la
posibilidad o no de limitar la exención del IBI de manera unilateral por el legislador
interno.
329
ECLI:ES:TC:2013:207.
330
Respecto a este particular, señala el Tribunal que «…los anteriores beneficios fiscales, dentro de las
relaciones de cooperación entre el Estado y las Confesiones religiosas a las que alude el art. 16.3 CE,
en primer lugar, se configuran como una medida adoptada por el Estado al amparo de la competencia
exclusiva prevista en el art. 149.1.1 CE, que se justifica en la relevancia constitucional que tienen las
Confesiones religiosas (inscritas en el correspondiente registro público y con las que se hayan
adoptado acuerdos de cooperación) para la consecución de los fines que la Constitución proclama y,
en concreto, para la garantía del derecho fundamental a la libertad religiosa y de culto, tanto en su
vertiente individual como en la colectiva (…) en segundo lugar, se dirigen a promover, ex art. 9.2 CE,
las condiciones necesarias para que la igualdad de los individuos y de los grupos en que se integran
sean reales y efectivas».
Se trata de “…un tributo directo de carácter real, cuyo hecho imponible está
constituido por el mero ejercicio, en territorio nacional, de actividades empresariales,
profesionales o artísticas, se ejerzan o no en local determinado y se hallen o no
especificadas en las tarifas del impuesto...”331
Así las cosas, el artículo 15.2 de la Ley del Mecenazgo establece en este caso una
exención clara para el impuesto de actividades económicas, para las entidades sin fines
lucrativos, en las que, como ya hemos establecido, se pueden subsumir determinadas
entidades pertenecientes a la Iglesia Católica, con el cumplimiento del requisito
establecido en ese mismo artículo de presentación de alta en la matrícula de ese impuesto.
Y todo ello sin olvidar que, haciendo una interpretación amplia, en el apartado
IV.1.B) del Acuerdo entre el Estado español y la Santa Sede sobre Asuntos económicos,
de 1979 se contiene también «una exención total y permanente de los impuestos reales o
de producto, sobre la renta y sobre el patrimonio»; lo que, desde luego, incluye al IAE.
331
Art. 78.1 del TRLRHHLL.
Como ya señalamos más detrás, al hilo del epígrafe dedicado a analizar el Impuesto
de Sociedades, tanto la Iglesia Católica como otras confesiones religiosas se consideran
entidades sin fines lucrativos a efectos de la aplicación de los beneficios fiscales previstos
en la Ley del mecenazgo, por lo que estarán exentas del IAE con base en lo dispuesto en
el referido precepto; es más no solo lo están otras confesiones religiosas, sino cualquier
otra entidad que cumpla los requisitos previstos para ser beneficiaria del régimen fiscal
favorable previsto en la Ley del mecenazgo.
332
Lo mismo cabría decir de los Acuerdos de cooperación que el Estado español ha alcanzado con otras confesiones
religiosas no se hace referencia a ninguna exención en el IAE, el artículo 15.2 de la Ley del Mecenazgo prevé una
exención en este impuesto para las entidades sin fines lucrativos que cumplan los requisitos de esa Ley.
333
Cfr. GONZÁLEZ APARICIO, M.: «La financiación de la Iglesia Católica a través del sistema fiscal estatal
y su adecuación al marco constitucional», ob. cit., p. 116.
De esta forma en el art. 93 del TRLHHLL establece una serie de exenciones de este
impuesto sin mencionar a la Iglesia Católica por lo que la aplicación de la exención en
este impuesto ha resultado problemática fundamentalmente porque el antecesor de este
tributo, el Impuesto de Circulación, regulado en el Real Decreto 781/1986, de 18 de
abril334, si establecía en su artículo 367 una serie de exenciones, a favor de distintas
instituciones, entre las que se encontraba la Iglesia Católica y sus entidades.
Sin embargo, otra parte de la doctrina considera que este beneficio continúa siendo
aplicable en virtud de la exención total para los impuestos reales336.
334
BOE núm. 96, de 22 de abril de 1986.
335
Cfr. MARTÍN SÁNCHEZ, I.: «La financiación de las Confesiones religiosas en el Derecho español»,
Anuario de Derecho Eclesiástico del Estado, vol. VI, 1990, p. 152.
336
Cfr. CEBRIÁ GARCÍA, M. D.: «Los nuevos beneficios fiscales de las Confesiones religiosas en los
impuestos locales», Nueva Fiscalidad, núm. 6, 2004, pp. 35 y ss.
337
En CAÑAMARES ARRIBAS, S.: «La (Des)Igualdad religiosa en la tributación local: Las exenciones de
las confesiones religiosas en el impuesto de construcciones, instalaciones u obras y en el impuesto
sobre vehículos de tracción mecánica» Anuario de la facultad de Derecho. Universidad de
Extremadura. Núm. 30, 2012-2013, p. 317.
338
Cfr. GONZÁLEZ APARICIO, M.: «Los tributos locales y su aplicación a las confesiones religiosas:
situación actual y retos en el marco comunitario», ob. cit., p. 116.
339
Seguimos en este punto a CAÑAMARES ARRIBAS, S.: «La (Des)Igualdad religiosa en la tributación local:
Las exenciones de las Confesiones religiosas en el impuesto de construcciones, instalaciones u obras y
en el impuesto sobre vehículos de tracción mecánica», ob. cit. pp. 305-307.
Sin embargo, se ha venido considerando que el apartado 1.B) del artículo IV del
Acuerdo sobre Asuntos Económicos de 1979, sí reconocía tal exención, si bien de forma
indirecta en la medida en que este precepto, como ya se ha dicho en más de alguna
oportunidad, establece una exención total y permanente de los impuestos reales.
Precisamente con origen en esta dicción legal se vino aplicando habitualmente este
beneficio fiscal, particularmente porque tanto distintos Tribunales Superiores de Justicia,
340
Art.100.1 del TRLRHHLL.
341
Sentencia del Tribunal Supremo de 19 marzo 2001. ECLI:ES:TS:2001.2162
El artículo IV.1.B) del Acuerdo de 1979 especifica que están exentos total y
permanentemente "los Impuestos reales o de producto, sobre la Renta y sobre el
Patrimonio". Y, ciertamente, cada vez es más difícil encuadrar o encasillar los nuevos
impuestos que regula la Ley 39/1988 -como es el ICIO- en las clasificaciones clásicas
como las ofrecidas en el citado Tratado Internacional. Y el ICIO podría considerarse
como una figura tributaria mixta o como un "tertium genus" entre "renta y patrimonio",
pues grava la renta que aflora en el sujeto pasivo y se transforma en patrimonio. Pero,
no obstante, ese potencial carácter mixto no impide que en definitiva se le encuadre en
la categoría de Impuesto real sobre la renta señalada en el mencionado artículo IV.1.B),
con la inteligencia de que no le alcanza la excepción prevista en el párrafo segundo de
dicho precepto, es decir, no se trata de rendimientos que la parroquia vaya a obtener por
el ejercicio de las viviendas construidas, ni se trata tampoco de vencimientos de capital,
ni de rendimientos sometidos a retención en la fuente.
342
BOE núm. 144, de 16 de junio de 2001.
343
La Orden de 5 de junio de 2001 por la que se aclara la inclusión del Impuesto sobre Construcciones,
Instalaciones y Obras en la letra B) del apartado 1 del artículo IV del Acuerdo entre el Estado Español
y la Santa Sede sobre Asuntos Económicos, de 3 de enero de 1979 viene a aclarar esta cuestión, así:
«Tomando en consideración que los impuestos reales son aquéllos cuyo presupuesto de hecho se define
sin vinculación alguna a una persona determinada y el criterio del Tribunal Supremo, expresado en
sus Sentencias de 17 de mayo de 1999, y de 19 y 31 de marzo de 2001, sobre el carácter real del
Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras, así como los principios y espíritu que informan
el Acuerdo sobre Asuntos Económicos entre el Estado Español y la Santa Sede, Este Ministerio, en el
marco de la voluntad concordada de ambas partes, expresada en el seno de la Comisión Técnica
Iglesia Católica-Estado para Asuntos Económicos, y de acuerdo con el Consejo de Estado, se ha
servido disponer:
Primero.-El Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras, regulado en los artículos 101 a
104 de la Ley 39/1988, de 28 de diciembre, reguladora de las Haciendas Locales, está incluido entre
los impuestos reales o de producto a que hace referencia la letra B) del apartado 1 del artículo IV del
Acuerdo entre el Estado Español y la Santa Sede sobre Asuntos Económicos, de 3 de enero de 1979.
Segundo.-La Santa Sede, la Conferencia Episcopal, las Diócesis, las Parroquias y otras
circunscripciones territoriales, las Órdenes y Congregaciones Religiosas y los Institutos de Vida
Consagrada y sus provincias y sus casas, disfrutan de exención total y permanente en el Impuesto
sobre Construcciones, Instalaciones y Obras».
El efecto de esta Orden es que desde ese momento solo gozará de exención la obra
si esta se realiza sobre bienes inmuebles que ya gozaba de exención de IBI. Ahora bien,
la modificación introducida por esta Orden no va a resultar pacífica y, en este sentido, la
Compañía de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl presentó recurso contra el
Excmo. Ayuntamiento de Zaragoza, sobre "Resolución de 26 de octubre de 2.012, dictada
por la Jefa de la Unidad de Ingresos Urbanísticos de la Agencia Municipal Tributaria del
Ayuntamiento de Zaragoza, en virtud de la cual se desestima la solicitud formulada por
la compareciente, de exención en el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y
Obras (ICIO) por unas obras de demolición que el Juzgado de lo Contencioso-
Administrativo núm. dos de Zaragoza anula dicha Resolución, declarando que el
inmueble citado está exento del ICIO respecto del derribo del mismo.
Por medio de Auto de fecha 23 de julio de 2013, el citado Juzgado planteó ante este
Tribunal cuestión de ilegalidad en relación con la Orden EHA/2814/2009, de 15 de
octubre, BOE de 21 de octubre, del Ministerio de Economía y Hacienda, por la que se
modifica la Orden anterior de 5 de junio de 2001, por la que se aclara la inclusión del
Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO), en la letra B) del apartado
I del artículo IV, del Acuerdo entre el Estado Español y la Santa Sede sobre Asuntos
Económicos, de 3 de enero de 1979, al considerarla contraria al artículo IV. 1. y al VI de
dicho Acuerdo.
Ello tiene como consecuencia que esta modificación fuera declarada ilegal por la
Audiencia Nacional en Sentencia de 9 de diciembre de 2013345, con base en la infracción
344
BOE núm. 254, de 21 de octubre de 2009.
345
ECLI:ES:AN:2013:5382.
(…)
A lo que antecede debe añadirse que se infringe también, por razón de dicha
interpretación, el apartado VI del Acuerdo de referencia, según el cual " La Santa Sede
y el Gobierno español procederán de común acuerdo en la resolución de las dudas o
dificultades que pudieran surgir en la interpretación o aplicación de cualquier cláusula
del presente Acuerdo, inspirándose para ello en los principios que lo informa", pues no
De hecho, la Audiencia Nacional afirma en esta sentencia que «ha de considerarse de forma
incuestionable que todos los inmuebles exentos del IBI lo están también del ICIO, mientras que no
puede afirmarse del mismo modo lo contrario, esto es, que todo inmueble exento de éste lo está
también, necesariamente, de aquél. Y consecuentemente, al introducir el Ministerio de Hacienda a
través de la Orden EHA/2814/2009, de 15 de octubre, la "interpretación" consistente en que la Santa
Sede y demás entidades religiosas, disfrutarán de exención total y permanente en el Impuesto sobre
Construcciones, Instalaciones y Obras "para todos aquellos inmuebles que estén exentos de la
Contribución Territorial Urbana (actualmente, Impuesto sobre Bienes Inmuebles)" , es claro, a juicio
de la Sala, que incurre en un efecto real de innovación, como se denuncia, al restringir lo estipulado
en el artículo IV, 1. B), del Acuerdo entre el Estado Español y la Santa Sede para Asuntos Económicos
de 3 de enero de 1.979, dado que limita la exención en él establecida, así como lo dispuesto en la
Orden del propio Ministerio de Hacienda de 5 de junio de 2.001, que aclara dicho Acuerdo. A lo que
antecede debe añadirse que se infringe también, por razón de dicha interpretación, el apartado VI del
Acuerdo de referencia».
346
El Acuerdo entre el Estado español y la Santa Sede sobre asuntos económicos de 1979, en su art. VI
establece que: «La Santa Sede y el Gobierno español procederán de común acuerdo en la resolución
de las dudas o dificultades que pudieran surgir en la interpretación o aplicación de cualquier cláusula
del presente Acuerdo, inspirándose para ello en los principios que lo informan»
Por todo ello, y en plena coherencia con el criterio que sostienen las precedentes
Sentencias del Tribunal Supremo, resulta evidente que la repetida Orden
EHA/2814/2009, de 15 de octubre, del Ministerio de Hacienda, incurre en su totalidad
en "ultra vires", en cuanto que modifica lo estipulado en el tan repetido artículo IV, 1.
B), del Acuerdo entre el Estado Español y la Santa Sede para Asuntos Económicos de 3
de enero de 1.979, limitando la exención que en él se contempla mediante un añadido
especial, configurando un concepto jurídico nuevo. Por lo que la Sala, al amparo de lo
previsto en los artículos 27.1, 123 y 126 de la Ley Jurisdiccional, 6 de la Ley Orgánica
del Poder Judicial, 62.2 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, y demás preceptos
concordantes, es del criterio que procede estimar la presente cuestión de ilegalidad y,
subsiguientemente, anular la citada Orden»347
- El primero de los argumentos tiene que ver con la evidente innovación del
ordenamiento jurídico que la Orden impugnada contiene, cuestión que ya había puesto de
manifiesto la Audiencia Nacional y porque, como indica el Tribunal Supremo «la propia
Orden así lo declara abiertamente, aunque de modo tácito, cuando afirma: "No obstante,
se considera necesaria la equiparación del contenido de la exención en el Impuesto sobre
Bienes Inmuebles para los inmuebles de la Iglesia Católica con el contenido de la
exención en el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras para las
construcciones, instalaciones u obras, que se lleven a cabo en dichos inmuebles». La
equiparación de IBI o ICIO produce una reducción del alcance de la exención que no se
contenía en la Orden del Ministerio de Hacienda de 5 de junio de 2001, antes mencionada.
347
Sentencia de la Audiencia Nacional ya citada.
348
ECLI:ES:TS:2014:4901.
- Por último, el tercero de los argumentos que expone el Tribunal Supremo alude a
que la Orden impugnada vulnera el mecanismo de resolución de dudas y dificultades que
surjan en la interpretación y aplicación del Acuerdo entre el Estado Español y la Santa
Sede, prevista en su artículo VI, pues supone una modificación unilateral. Junto a esta
problemática relativa a la naturaleza del tributo, surge otra, similar a la ya expuesta en el
IBI, referente a si esta exención podría constituir una ayuda de Estado contraria al
Derecho de la Unión.
Por lo tanto, tras estas dos sentencias, y, hasta tanto no hay un acuerdo entre la
Iglesia y el Estado sobre esta materia, continúa vigente la Orden de 5 de junio de 2001 y,
en su virtud, las entidades del art. IV del Acuerdo entre el Estado español y la Santa Sede
sobre asuntos económicos de 1979, exentas de ICIO.
349
El conflicto se produce entre un colegio religioso y el Ayuntamiento de Madrid cuando el primero
solicitaba la devolución de casi 23.730,41 euros en concepto de ICIO, que consideraba indebidamente
pagados, por vulnerar lo dispuesto en el Acuerdo sobre asuntos económicos. La cuestión prejudicial
planteada ante el TJUE por el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo núm. 4 de Madrid tiene el
siguiente texto «¿Es contrario al artículo 107.1 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea
la exención a la Iglesia Católica del Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras, en relación
con las realizadas en inmuebles destinados al desarrollo de actividades económicas que no tengan una
finalidad estrictamente religiosa?»
350
ECLI:EU:C:2017:496.
351
Para AZNAR GARCÍA «no puede desconocerse que mediante la educación confesional en un centro
religioso se inculcan valores, de forma transversal, en la impartición de todas las materias y a lo largo
de todo el proceso formativo del alumno. Y en nada empecé a lo que acabamos de decir que la actividad
desarrollada no sea “estrictamente religiosa”; negar el importante componente religioso y de
concreción y desarrollo de un derecho fundamental a la educación en centros religiosos implicaría,
en nuestra opinión, una visión en exceso reduccionista de la libertad religiosa y de culto. (…) que una
actividad pueda tener carácter empresarial o mercantil no excluye, per se, la religiosidad de la misma
o, en términos más generales, su idoneidad para dar satisfacción a un derecho fundamental» Cfr.
AZNAR GARCÍA, S.: «La compatibilidad de la exención del impuesto sobre construcciones,
instalaciones y obras de la Iglesia Católica con el derecho comunitario: comentario a la Sentencia de la
Gran Sala del Tribunal de Justicia de la Unión Europea de 27 de junio de 2017», Revista General de
Derecho Canónico y Derecho Eclesiástico del Estado, núm. 45, 2017.
352
Así lo evidencian CEBRIÁ GARCÍA, M.: «La exención en el ICIO de la Iglesia Católica en el Estado
español y la prohibición de ayudas de Estado en el Derecho de la Unión Europea», Revista General de
Derecho Canónico y Derecho Eclesiástico del Estado, núm. 45, 2017 y GONZÁLEZ APARICIO, M.: «Los
tributos locales y su aplicación a las confesiones religiosas: situación actual y retos en el marco
comunitario», ob. cit., p. 116.
353
Cfr. PALOMINO LOZANO, R.: «El Tribunal de Justicia de la Unión Europea frente a la religión y las
creencias», Revista de Derecho Comunitario Europeo, núm. 65, 2020, pág. 49.
354
Cfr. GONZÁLEZ APARICIO, M.: «Los tributos locales y su aplicación a las confesiones religiosas:
situación actual y retos en el marco comunitario», ob. cit., p. 116.
355
Considerando 52 de la Sentencia.
356
Considerando 51 de la Sentencia.
357
Consulta vinculante DGT V3225-18 de 19 diciembre 2018 que puede consultarse en la web de la
AEAT.
358
Una Institución de la Iglesia Católica plantea una consulta ante la DGT acerca de la inclusión del ICIO
en la exención del artículo IV del Acuerdo sobre Asuntos Económicos suscrito entre el Estado Español
y la Santa Sede con fecha 3 de enero de 1979, en el sentido de:
1.- Si el ejercicio de actividades por alguna de las entidades mayores de la Iglesia Católica que tengan
una finalidad estrictamente religiosa, no puede calificarse como una actividad económica, a los efectos
de lo dispuesto en el artículo 107.1 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea y, por
consiguiente, resulta de aplicación la exención en el ICIO por las obras, reformas y construcciones
realizadas en inmuebles que se destinen al desarrollo de tales actividades.
2.- Si no se consideran servicios -y por consiguiente, no se ejerce una actividad económica- las
prestaciones educativas que realizan las anteriores entidades de la Iglesia Católica, que están incluidas
en el régimen de concierto educativo y financiadas con fondos públicos, así como otros servicios no
educativos complementarios como los relativos a actividades extraescolares, transporte de alumnos y
restauración.
3.- Cómo debe interpretarse el cumplimiento de la obligación formal de mantener una contabilidad
separada exigible en aquellos casos en los que un centro educativo desarrolle diversas actividades,
económicas y no económicas, al mismo tiempo.
4.- Si procede aplicar el criterio basado en el número de unidades escolares para determinar con
respecto a las obras y reformas realizadas en inmuebles destinados a un uso mixto, qué porcentaje del
ICIO queda o no amparado por la exención. Ello sin perjuicio de que se establezca un criterio
alternativo.
5.- Si procede aplicar el criterio basado en el número de metros cuadrados de espacio utilizado para
determinar con respecto a las obras y reformas realizadas en inmuebles destinados a un uso mixto, qué
porcentaje del ICIO queda o no amparado por la exención. Ello sin perjuicio de que se establezca un
criterio alternativo.
Por citar solo alguno de ellos, uno de los principales problemas que puede surgir es
que no exista tal contabilidad separada. Además, puede resultar muy complicado
determinar con certidumbre la parte proporcional destinada al uso público y privado. Para
359
La respuesta a tal consulta por la DGT es la que sigue: «Respecto de la primera cuestión planteada, la
respuesta es afirmativa, las construcciones, instalaciones u obras realizadas en inmuebles que se
destinen a una finalidad estrictamente religiosa respecto de las que alguna de las entidades de la
Iglesia Católica enumeradas en el apartado 1 del artículo IV del Acuerdo entre el Estado Español y la
Santa Sede sobre Asuntos Económicos de 3 de enero de 1979, tenga la condición de contribuyente del
ICIO, están exentas de este impuesto en virtud de lo dispuesto en la letra B) del apartado 1 del artículo
IV del citado Acuerdo, dado que el destino del inmueble a una finalidad estrictamente religiosa no
tiene la consideración de actividad económica, ya que no se trata de una actividad consistente en
ofrecer bienes o servicios en un mercado determinado.
- Respecto de la segunda cuestión planteada, la respuesta también es afirmativa, las construcciones,
instalaciones u obras realizadas en inmuebles que se destinen exclusivamente a la enseñanza incluida
en el régimen de concierto educativo, respecto de las que alguna de las entidades de la Iglesia Católica
enumeradas en el apartado 1 del artículo IV del Acuerdo entre el Estado Español y la Santa Sede sobre
Asuntos Económicos de 3 de enero de 1979, tenga la condición de contribuyente del ICIO, están
exentas de este impuesto en virtud de lo dispuesto en la letra B) del apartado 1 del artículo IV del
citado Acuerdo, dado que el destino del inmueble a la enseñanza en régimen de concierto educativo
no tiene la consideración de actividad económica, tal como señala expresamente la citada sentencia
del TJUE.
- Respecto de la tercera cuestión planteada, con independencia de que la normativa contable o la
normativa del Impuesto sobre Sociedades establezca o no la obligación de llevar una contabilidad
separada para las actividades de enseñanza concertada y de enseñanza no concertada, hay que tener
en cuenta que dicho requisito es exigido por la sentencia del TJUE, con el fin de evitar el riesgo de
subvención “cruzada” de las actividades que tienen la consideración de económicas.
- Respecto de las cuestiones cuarta y quinta, relativas al criterio más idóneo para determinar con
respecto a las construcciones, instalaciones u obras realizadas en inmuebles destinados a un uso mixto
(actividad económica y no económica) qué porcentaje de la cuota del ICIO quedaría o no amparado
por la exención regulada en la letra B) del apartado 1 del artículo IV del Acuerdo, en primer lugar,
hay que tener en cuenta lo dispuesto en el artículo 106 de la Ley 58/2003, de 17 de diciembre, General
Tributaria (LGT), que establece en su apartado 1:
“1. En los procedimientos tributarios serán de aplicación las normas que sobre medios y valoración
de prueba se contienen en el Código Civil y en la Ley 1/2000, de 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil,
salvo que la ley establezca otra cosa.”.
Asimismo, el apartado 1 del artículo 105 de la LGT establece que “En los procedimientos de aplicación
de los tributos quien haga valer su derecho deberá probar los hechos constitutivos del mismo”.
En cuanto a los dos criterios propuestos en el escrito de la consulta para la distribución de las obras
entre los dos tipos de actividades económicas y no económicas, uno basado en el número de unidades
escolares y el otro basado en el número de metros cuadrados de espacio utilizado, hay que señalar
que ambos métodos parecen razonables, sin que proceda pronunciarse a priori y de forma general
para todos los casos sobre la prevalencia de uno sobre otro, o la posibilidad de utilizar algún otro
criterio razonable de reparto».
- Por un lado, el TJUE examina si se trata de una intervención del Estado o mediante
fondos estatales, concluyendo que sí, ya que genera una disminución en los ingresos
municipales360.
- Por otro lado, el Tribunal también considera que la exención confiere una ventaja
selectiva a su beneficiario, dado que «el ICIO es un impuesto normalmente adeudado por
todos los contribuyentes que realicen las obras de construcción o de reforma objeto de
dicho impuesto y que la exención controvertida en el litigio principal tendría por efecto
aliviar las cargas que recaen sobre el presupuesto de la Congregación. Por consiguiente,
es evidente que tal exención fiscal conferiría una ventaja económica a la
Congregación».361
360
Considerando 76.
361
Considerando 68
362
Considerando 79.
El alto Tribunal europeo termina afirmando que «una exención fiscal como la
controvertida en el litigio principal, de la cual se beneficia una Congregación de la
Iglesia Católica por las obras realizadas en un inmueble destinado al ejercicio de
actividades sin una finalidad estrictamente religiosa, puede estar comprendida en el
ámbito de la prohibición establecida en el artículo 107 TFUE, apartado 1, si tales
actividades son de carácter económico y en la medida en que lo sean, extremo
que corresponde verificar al órgano jurisdiccional».
363
Considerandos 81 a 85 de la Sentencia.
364
Cfr. GONZÁLEZ APARICIO, M.: «Los tributos locales y su aplicación a las confesiones religiosas:
situación actual y retos en el marco comunitario», ob. cit., p. 123.
365
TORRES GUTIÉRREZ profundiza sobre la extensión de estos argumentos que permiten calificar la
exención en el ICIO como ayuda de Estado prohibida por el Derecho de la Unión a las exenciones en
el IBI e incluso en el IS, invitando a que, al menos, se inicie una reflexión serena al respecto en sus
trabajos TORRES GUTIÉRREZ, A.: «Las exenciones fiscales de la Iglesia Católica en el Impuesto sobre
Construcciones Instalaciones y Obras en España y su incompatibilidad con la normativa europea sobre
ayudas de Estado», Quaderni di Diritto e Politica Ecclesiastica, núm. 3, 2017, pp. 659-660 y del mismo
autor «¿Límites? en la financiación de las Confesiones religiosas en España: una asimetría de difícil
encaje en los principios de laicidad y no discriminación», , núm. 35,2019, pp. 117-119.
En este sentido, el Tribunal aprecia que se trataría de una ayuda nueva, pues aunque
el Acuerdo sobre asuntos económicos de 1979 es previo a la adhesión de España a la
Unión, el ICIO no se introdujo en el ordenamiento jurídico español hasta después de la
adhesión y la exención fiscal controvertida en el año 2001. En conclusión, conforme a la
Sentencia examinada, la posible incompatibilidad de la exención en el ICIO con el
Derecho Comunitario se observa especialmente en aquellos supuestos en que la
construcción, instalación u otra se realiza en un inmueble propiedad de la Iglesia Católica
pero destinado a un uso particular o en el que se prestan actividades que suplen o
colaboran con las que debe prestar el sector público. La dificultad no es tanta en el caso
de que la instalación, construcción u obra se realice en un inmueble destinado
exclusivamente a actividades religiosas, en cuyo caso el TJUE entiende que no se realiza
una actividad económica366.
Además, habrá que cuantificar esas ayudas, a fin de determinar si superan el umbral
establecido para no ser calificadas como de minimis. El TJUE atribuye la tarea de realizar
todas esas comprobaciones al juzgador interno, tal y como ocurre en el caso expuesto, en
el que tras la resolución por parte del TJUE, el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo
número 4 de Madrid, en Sentencia de 8 de enero de 2018, rechazó finalmente la aplicación
de esta exención, por considerarla efectivamente una ayuda de Estado prohibida. Sin
embargo, la importancia de la Sentencia del TJUE y lo que dispone en relación con la
366
Cfr. GONZÁLEZ APARICIO, M.: «Los tributos locales y su aplicación a las confesiones religiosas:
situación actual y retos en el marco comunitario», ob. cit., p. 124 y ss.
La normativa básica se encuentra en los artículos 104 al 110 del Texto Refundido
de la Ley Reguladora de las Haciendas Locales, aprobado por el Real Decreto Legislativo
367
Sobre la dimensión de este principio en el ámbito tributario puede verse MATA SIERRA, M.T.: El
principio de igualdad tributaria, Ed. Aranzadi, 2009.
368
Coincidimos en que «lo adecuado hubiera sido plantear una cuestión de inconstitucionalidad y
someter la asimétrica aplicación del ICIO a las Confesiones al criterio del Tribunal Constitucional,
de acuerdo con lo dispuesto en el art. 35 de su Ley Orgánica reguladora» como propone CAÑAMARES
ARRIBAS, S.: «La (Des)Igualdad religiosa en la tributación local: Las exenciones de las Confesiones
religiosas en el impuesto de construcciones, instalaciones u obras y en el impuesto sobre vehículos de
tracción mecánica», ob. cit. pág. 305.
369
Señala el artículo 14 de la LGT que «no se admitirá la analogía para extender más allá de sus términos
estrictos el ámbito del hecho imponible, de las exenciones y demás beneficios o incentivos fiscales»
Asimismo, como el artículo 105.2.c) del TRLRHHLL otorga una exención a las
instituciones que tengan la calificación de benéficas o benéfico-docentes, se puede
interpretar que las Confesiones religiosas podrán ser beneficiarias de tal exención,
siempre que cumplan con los requisitos necesarios para obtener el calificativo de
benéficas o benéfico-docentes, que no precisa la referida Ley.
370
ECLI:ES:TS:2000:4952.
371
Cfr. VÁZQUEZ DEL REY VILLANUEVA, A.: «Régimen fiscal de los bienes inmuebles de la Iglesia y, en
particular, de los lugares de culto», Ius Canonicum, vol. 52,2012, pp. 657 y ss.
mismos, efectuadas a título oneroso por una entidad sin fines lucrativos, la exención en
el referido impuesto estará condicionada a que tales terrenos cumplan los requisitos
establecidos para aplicar la exención en el Impuesto sobre Bienes Inmuebles»
De esta forma, siempre que la entidad donataria sea una asociación o entidad
religiosa de las comprendidas en el artículo V del Acuerdo sobre Asuntos Económicos
suscrito entre el Estado español y la Santa Sede y cumpla los requisitos exigidos por la
Ley del Mecenazgo a las entidades sin fines lucrativos para la aplicación del régimen
fiscal regulado en la misma y opte por el mismo, podrá aplicarse la exención en el
IIVTNU regulada en el artículo 15.3 antes transcrito, que estará condicionada, asimismo,
a que presente la comunicación a que se refiere el apartado 4 del mismo artículo 15372,
exención que también resulta aplicable a las restantes Confesiones religiosas con las que
el Estado español mantenga Acuerdos de cooperación.
De lo anterior cabe inferir que se estará exento siempre que el obligado al pago
fuese una entidad con fines no lucrativos, y, siempre que la entidad religiosa venda un
inmueble que no esté afecto a ninguna actividad económica no exenta, o reciba el bien
inmueble en concepto de herencia, legado o donación. Sin embargo, si estará obligado al
pago del impuesto, es decir, no exento, cuando la entidad religiosa adquiera un bien de
un vendedor que no goce de tal exención.
5.3.1. Tasas
El art. 2.2 de la Ley General Tributaria establece que las Tasas «son los tributos
cuyo hecho imponible consiste en la utilización privativa o el aprovechamiento especial
del dominio público, la prestación de servicios o la realización de actividades en régimen
de derecho público que se refieran, afecten o beneficien de modo particular al obligado
tributario, cuando los servicios o actividades no sean de solicitud o recepción voluntaria
para los obligados tributarios o no se presten o realicen por el sector privado»
372
Señala este precepto que «4. La aplicación de las exenciones previstas en este artículo estará
condicionada a que las entidades sin fines lucrativos comuniquen al ayuntamiento correspondiente el
ejercicio de la opción regulada en el apartado 1 del artículo anterior y al cumplimiento de los
requisitos y supuestos relativos al régimen fiscal especial regulado en este Título».
Del tenor literal de este artículo cabe deducir que la tasa es un tributo que se
corresponde directamente con el beneficio que obtiene el sujeto pasivo por utilizar el
dominio público, bien por la prestación de servicios que le presta la Administración. En
el ámbito local las tasas se regulan en el art. 23 del TRLRHHLL y a partir de ahí los
Ayuntamientos podrán adoptarlas en sus Ordenanzas. Luego para la determinación de su
cuantía hemos de tener en cuenta que, el art. 24.1 del mismo texto legal donde se
establecen los criterios para ello373 con la limitación que contempla el punto 2 de este
mismo artículo respecto a su importe que «…no podrá exceder, en su conjunto, del coste
real o previsible del servicio o actividad de que se trate o, en su defecto, del valor de la
prestación recibida». A mayor abundamiento, en el punto 4 establece otro criterio de
determinación de la cuantía, entre los que destaca que, en la medida de lo posible se
atenderá a la capacidad económica de los sujetos obligados a satisfacerlas374.
Las tasas no forman parte de los tributos que el TRLRHHLL establece como
obligatorios,375 y, por el contrario se trata de un tributo potestativo, por lo que se hace
necesario que los ayuntamientos, no solo aprueben las ordenanzas municipales sino que,
además, sea aprobado un acuerdo de imposición de los mismos, así se prevé en el artículo
373
Conforme a lo previsto en este art. 24: «El importe de las tasas previstas por la utilización privativa o
el aprovechamiento especial del dominio público local se fijará de acuerdo con las siguientes reglas:
a) Con carácter general, tomando como referencia el valor que tendría en el mercado la utilidad
derivada de dicha utilización o aprovechamiento, si los bienes afectados no fuesen de dominio público.
A tal fin, las ordenanzas fiscales podrán señalar en cada caso, atendiendo a la naturaleza específica
de la utilización privativa o del aprovechamiento especial de que se trate, los criterios y parámetros
que permitan definir el valor de mercado de la utilidad derivada.
b) Cuando se utilicen procedimientos de licitación pública, el importe de la tasa vendrá determinado
por el valor económico de la proposición sobre la que recaiga la concesión, autorización o
adjudicación.
c) Cuando se trate de tasas por utilización privativa o aprovechamientos especiales constituidos en el
suelo, subsuelo o vuelo de las vías públicas municipales, a favor de empresas explotadoras de servicios
de suministros que resulten de interés general o afecten a la generalidad o a una parte importante del
vecindario, el importe de aquéllas consistirá, en todo caso y sin excepción alguna, en el 1,5 por ciento
de los ingresos brutos procedentes de la facturación que obtengan anualmente en cada término
municipal las referidas empresas».
374
Como señala ORTIZ LACALLE «Podríamos decir que las tasas cumplen una función retributiva y una
función contributiva. Y ambas funciones se han de conciliar e iluminar todo el régimen jurídico de esta
especie tributaria estando presentes en todos sus elementos estructurales, tanto en sus elementos
cualitativos como cuantitativos» En ORTIZ LACALLE, E.: «La aplicación del principio de capacidad
económica a las tasas locales», Anuario de Derecho Municipal, 2011, p. 212.
375
Art. 59.1 Real Decreto Legislativo 2/2004 de 5 de marzo, por el que se aprueba el texto refundido de
la Ley Reguladora de las Haciendas Locales: a) Impuesto sobre Bienes Inmuebles; b) Impuesto sobre
Actividades Económicas y c) Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica.
15.1 del TRLRHL, cuando dispone, en relación con estos tributos voluntarios, «que las
entidades locales deberán acordar la imposición y supresión de sus tributos propios, y
aprobar las correspondientes ordenanzas fiscales reguladoras de estos».
En lo que se refiere a cómo afecta este tributo a la Iglesia Católica y, por ende a los
Institutos de vida consagrada, lo primero que hay que aclarar es que ni el Acuerdo entre
el Estado español y la Santa Sede sobre Asuntos Económicos de 1979- ni tampoco los
Acuerdos de Cooperación con otras confesiones- mencionan nada al respecto de una
posible exención, ni tampoco se contempla la misma, como ocurre en los impuestos
locales, en la Ley 49/2002, de 23 de diciembre, de régimen fiscal de las entidades sin
fines lucrativos y de los incentivos fiscales al mecenazgo, por lo que en lo que se refiere
a la aplicación de cualquier exención que afecte a las tasas habrá que estar al régimen
general, esto es en el ámbito estatal la Ley 8/1989, de 13 de abril, de Tasas y Precios
376
Públicos y en el local, la Ley 58/2003, de 17 de diciembre, General Tributaria y
particularmente lo que disponga al respecto el TRLRHHLL.
Cierto es que el Acuerdo sobre Asuntos Económicos con la Santa Sede de 1979
tiene rango de Tratado Internacional y que podría haber contemplado la exención, pero,
como ya hemos dicho, en él no se aluden a estas figuras tributarias sino que únicamente
se refiere a impuestos reales.
Por su parte, el artículo 21.2 del TRLHL señala que no estarán obligados al pago
de las tasas por utilización privativa o aprovechamiento especial del dominio público por
376
Publicada en el BOE núm. 90 de 15 de abril de 1989.
377
A este tenor puede verse la opinión de ROSELL GRANADOS, J.: «La tributación de las Confesiones
religiosas en el ámbito autonómico y local»., Anuario de Derecho Eclesiástico del Estado, núm. 14,
1998, pp. 318-320
378
Seguimos en el análisis de los preceptos implicados a GONZÁLEZ APARICIO, M.: «Los tributos locales
y su aplicación a las confesiones religiosas: situación actual y retos en el marco comunitario», ob. cit.,
p. 126 y ss.
379
Ídem
380
Como advirtieron hace algunos años los profesores SIMÓN ACOSTA y MATEO RODRÍGUEZ, en tanto que
el impuesto se justifica por la pretensión de dar cumplimiento a la contribución al sostenimiento de los
gastos públicos de acuerdo con el principio constitucional de capacidad económica, las tasas no
pretenden que se contribuya por tener dicha capacidad, sino por haber provocado un gasto determinado
o haber ocasionado un perjuicio evaluable a la comunidad lo que no significa que el principio de
(…)
Para terminar, y al hilo de este tema debemos señalar que afectando a es figura
pervive normativa de carácter “preconstitucional” que recoge una previsión que afecta a
las Confesiones religiosas, y que continúa vigente aunque no afecta al ámbito local, sino
al autonómico, ya que se trata de un tributo cedido a las Comunidades Autónomas. No
obstante, parece interesante hacer referencia a ello a efectos de ilustrar la inseguridad
jurídica y los problemas de concordancia entre textos legales que, como ya se ha visto
resultan frecuentes en los que a beneficios fiscales establecidos a favor de La Iglesia
Católica y del resto de las Confesiones religiosas.
reglamentariamente se determine»”.
capacidad económica deje de desplegar su función en el ámbito de las tasas; antes al contrario,
desarrolla la misma en relación con el establecimiento de exenciones o beneficios fiscales, por cuanto
no debe ser exigido el pago de tasas a quien carece de capacidad económica o, en su caso, debe ser
exigido sólo parcialmente si la capacidad es baja. Cfr. SIMÓN ACOSTA, E.: «Reflexiones sobre las tasas
de las Haciendas locales», Hacienda Pública Española, núm. 35, 1975, p. 261 y MATEO RODRÍGUEZ,
L.: «Principios rectores de la cuantificación de tasas y precios públicos en el Derecho español», en
VV.AA., Tasas y precios públicos en el ordenamiento jurídico español, Instituto de Estudios Fiscales-
Marcial Pons, Madrid, 1991, p. 276
381
BOE núm. 302, de 19 de diciembre de 1966.
382
Ha dado innumerables problemas la naturaleza jurídica de este tributo, en lo que se refiere a su
calificación como tasa o impuesto como evidencia HERMOSÍN ÁLVAREZ, M.: «Tributos sobre el juego
cedidos a las Comunidades Autónomas», Revista de Estudios Regionales, núm. 66, 2003, pp. 202-206.
383
Cfr. GONZÁLEZ APARICIO, M.: «Los tributos locales y su aplicación a las confesiones religiosas:
situación actual y retos en el marco comunitario», ob. cit., p. 127.
Por su parte, las contribuciones especiales en el ámbito local están reguladas en los
artículos 28 a 37 y 58 del TRLRHHLL y se desarrolla en las Ordenanzas Fiscales
reguladoras del impuesto aprobadas por cada Ayuntamiento.
384
Cfr. CANDELA TALAVERO, J.E.: «Las contribuciones especiales en la Administración local». Revista
Administración & Ciudadanía., vol. 6, núm. 1, marzo 2011, pág. 112.
Respecto al caso que nos ocupa, en relación con el régimen fiscal de la Iglesia
Católica, es claro, el art. IV D) del Acuerdo entre el Estado español y la Santa Sede sobre
Asuntos Económicos de 1979, se refiere expresamente a las mismas en su artículo
IV.1.D), estableciendo una exención para las contribuciones especiales que recaigan
sobre bienes inmuebles propiedad de la Iglesia Católica, y por ende de quienes de ella
forman parte como es el caso de los Institutos de vida consagrada exentos del IBI.
También y dada la actividad, será o no preciso obtener otros permisos ante las
Administraciones públicas (Ayuntamiento, Sanidad, etc) para el desarrollo de la
actividad.
385
Artículo 44. La sucesión de empresa.
1. El cambio de titularidad de una empresa, de un centro de trabajo o de una unidad productiva
autónoma no extinguirá por sí mismo la relación laboral, quedando el nuevo empresario subrogado en
los derechos y obligaciones laborales y de Seguridad Social del anterior, incluyendo los compromisos
de pensiones, en los términos previstos en su normativa específica, y, en general, cuantas obligaciones
en materia de protección social complementaria hubiere adquirido el cedente.
2. A los efectos de lo previsto en este artículo, se considerará que existe sucesión de empresa cuando
la transmisión afecte a una entidad económica que mantenga su identidad, entendida como un conjunto
de medios organizados a fin de llevar a cabo una actividad económica, esencial o accesoria.
3. Sin perjuicio de lo establecido en la legislación de Seguridad Social, el cedente y el cesionario, en
las transmisiones que tengan lugar por actos inter vivos, responderán solidariamente durante tres años
de las obligaciones laborales nacidas con anterioridad a la transmisión y que no hubieran sido
satisfechas.
El cedente y el cesionario también responderán solidariamente de las obligaciones nacidas con
posterioridad a la transmisión, cuando la cesión fuese declarada delito.
4. Salvo pacto en contrario, establecido mediante acuerdo de empresa entre el cesionario y los
representantes de los trabajadores una vez consumada la sucesión, las relaciones laborales de los
trabajadores afectados por la sucesión seguirán rigiéndose por el convenio colectivo que en el momento
de la transmisión fuere de aplicación en la empresa, centro de trabajo o unidad productiva autónoma
transferida.
Esta aplicación se mantendrá hasta la fecha de expiración del convenio colectivo de origen o hasta la
entrada en vigor de otro convenio colectivo nuevo que resulte aplicable a la entidad económica
transmitida.
5. Cuando la empresa, el centro de trabajo o la unidad productiva objeto de la transmisión conserve su
autonomía, el cambio de titularidad del empresario no extinguirá por sí mismo el mandato de los
representantes legales de los trabajadores, que seguirán ejerciendo sus funciones en los mismos
términos y bajo las mismas condiciones que regían con anterioridad.
6. El cedente y el cesionario deberán informar a los representantes legales de sus trabajadores
respectivos afectados por el cambio de titularidad, de los siguientes extremos:
a) Fecha prevista de la transmisión.
b) Motivos de la transmisión.
c) Consecuencias jurídicas, económicas y sociales, para los trabajadores, de la transmisión.
d) Medidas previstas respecto de los trabajadores.
7. De no haber representantes legales de los trabajadores, el cedente y el cesionario deberán facilitar la
información mencionada en el apartado anterior a los trabajadores que pudieren resultar afectados por
la transmisión.
(…)
Sobre este tema es preciso tener en cuenta una posible reversión de la entidad
arrendada, lo que supondría para el Instituto volver de nuevo a ser el titular de la actividad,
bien de forma directa de la entidad arrendada, y cargar con los trabajadores que en ese
momento tenga el arrendar en la empresa, así como la responsabilidad de posibles deudas
en materia de Seguridad Social y Tributaria.
8. El cedente vendrá obligado a facilitar la información mencionada en los apartados anteriores con la
suficiente antelación, antes de la realización de la transmisión. El cesionario estará obligado a
comunicar estas informaciones con la suficiente antelación y, en todo caso, antes de que sus
trabajadores se vean afectados en sus condiciones de empleo y de trabajo por la transmisión.
En los supuestos de fusión y escisión de sociedades, el cedente y el cesionario habrán de proporcionar
la indicada información, en todo caso, al tiempo de publicarse la convocatoria de las juntas generales
que han de adoptar los respectivos acuerdos.
9. El cedente o el cesionario que previere adoptar, con motivo de la transmisión, medidas laborales en
relación con sus trabajadores vendrá obligado a iniciar un periodo de consultas con los representantes
legales de los trabajadores sobre las medidas previstas y sus consecuencias para los trabajadores. Dicho
periodo de consultas habrá de celebrarse con la suficiente antelación, antes de que las medidas se lleven
a efecto. Durante el periodo de consultas, las partes deberán negociar de buena fe, con vistas a la
consecución de un acuerdo. Cuando las medidas previstas consistieren en traslados colectivos o en
modificaciones sustanciales de las condiciones de trabajo de carácter colectivo, el procedimiento del
periodo de consultas al que se refiere el párrafo anterior se ajustará a lo establecido en los artículos 40.2
y 41.4.
10. Las obligaciones de información y consulta establecidas en este artículo se aplicarán con
independencia de que la decisión relativa a la transmisión haya sido adoptada por los empresarios
cedente y cesionario o por las empresas que ejerzan el control sobre ellos. Cualquier justificación de
aquellos basada en el hecho de que la empresa que tomó la decisión no les ha facilitado la información
necesaria no podrá ser tomada en consideración a tal efecto.
y a las de tipo fiscal, es decir las que se mantengan -si las hubiere- con la Administración
Tributaria.
Este punto cuarto podría ser como el tercer expuesto con anterioridad, pero de forma
contraria ya que la entidad adquirente del negocio es el Instituto Religioso, por lo que
entre las condiciones que se puedan fijar libremente por las partes, como corresponde a
entidades que se rigen por el derecho privado, es necesario que se tengan en cuenta los
siguientes puntos:
§ Deudas Salariales
Los que preceden son a mido esquemático, lo más importante y de utilidad para
responder en un principio a los cuatro epígrafes que se han suscitado en el ámbito de las
actividades que puedan tener los Institutos Religiosos, y que hay que señalar que no se
tratan de una relación exhaustiva, sino meramente indicativa, aconsejando a las partes
que siempre acudan a personal especializado para efectuar transacciones de este tipo.
Lo que aquí se trata son varias propuestas para una nueva regulación de normas
más adaptadas al tipo de vida consagrada o vida religiosa. Aunque ello podría ser objeto
de exposición en conclusiones, por su extensión se ha considerado más conveniente
dedicar el último capítulo de este trabajo a exponer de una forma más detallada las
posibilidades de que este colectivo pueda tener una Seguridad Social más adaptada a su
tipo de vida.
Sean esto los motivos u otros distintos los que llevaron al legislador para optar por
dicha opción, una cosa es cierta y es que la inclusión no parece la más adecuada para el
tipo de vida de las personas que se pretende proteger.
386
A tenor de lo dispuesto en el artículo 1.2 del RD 3325/1981 «no será de aplicación (el régimen de
autónomos) aquellos religiosos que realicen una actividad profesional que dé lugar a su inclusión en
cualquiera de los regímenes que integran el sistema de la Seguridad Social»
387
«En el Informe de Evaluación yu Reforma del Pacto de Toledo, aprobado por el Congreso de los
Diputados el 19 de noviembre de 2020, la Comisión de Seguimiento y Evaluación de los Acuerdos del
Pacto de Toledo, en su recomendación 4ª, instó a profundizar el proceso de ordenación de los regímenes
del sistema que permitiera llegar a dos únicos encuadramientos, uno para los trabajadores por cuenta
ajena y otro para los trabajadores por cuenta propia, con el objetivo de alcanzar una protección social
equiparable entre estos dos regímenes, a partir de una cotización también similar de los respectivos
colectivos». (Exposición de motivos RDL 13/2022).
No cabe olvidar que la Seguridad Social, nació tanto en España como en el resto
de los países como un sistema de seguro protector de los trabajadores y de sus familiares,
en los primeros tiempos, acogiendo en su ámbito a los más débiles388, en este sentido hay
que señalar que el Retiro Obrero -primer seguro social obligatorio era de aplicación a
quienes percibían menos de 4.000 pesetas anuales de salario-, esta cantidad fue
elevándose paulatinamente, hasta desaparecer este criterio.
388
Las primeras normas obligatorias referidas al Retiro Obrero solamente incluía a aquellos trabajadores
que percibían menos de 4.000 pesetas anuales.
389
Art. 41 CE: «Los poderes públicos mantendrán un régimen público de Seguridad Social para todos los
ciudadanos, que garantice la asistencia y prestaciones sociales suficientes ante situaciones de
necesidad, especialmente en caso de desempleo. La asistencia y prestaciones complementarias serán
libres».
390
Hoy ha desaparecido las referencias a la nacionalidad y la aplicación de la Seguridad Social incluye a
toda persona que legalmente se encuentre en España, así como a los extranjeros de la comunidad
europea y los de aquellos países que mantienen con España convenios bilaterales en este sentido.
Dos características de la vida religiosa, son la profesión por sus miembros de los
consejos evangélicos de castidad, pobreza y obediencia, y la de vida común generalmente.
Atendiendo a este estilo de vida, hay que señalar que la castidad supone, renunciar
a la unidad para amar a la totalidad, la persona religiosa renuncia al matrimonio, a los
hijos y va sola por la vida en lo que a vínculos familiares se refiere, sin perjuicio de que
en algunas órdenes o congregaciones se les permita, e incluso se le pueda aconsejar
atender a padres o hermanos en situación de necesidad de estos, bien exclaustrándose
temporalmente, o realizando dicha asistencia en la propia casa religiosa, hecho este que
como se verá puede tener transcendencia jurídica en algunos casos. La segunda
característica es la pobreza, la persona religiosa no le está permitido administrar bienes,
ni por su trabajo en la comunidad a la que pertenece percibe retribución alguna, su vida
ha de ajustarse a la que podríamos llamar sencillez. La tercera es la obediencia, de lo cual
muchos se podría hablar, pero que poco interesa para lo que aquí se pretende. La otra
característica es la vida en común, en la que la ayuda mutua es factor determinante en
diversas situaciones de infortunio, como la enfermedad, sobre todo si esta es transitoria y
en consecuencia la no aportación de trabajo o de ingresos en su caso, no tiene la
importancia que existe en el ámbito familiar ordinario, cuestión esta última por lo que
después se dirá en cuanto a la prestación de incapacidad temporal.
2.1. Preámbulo
trabajadores por cuenta ajena a que se refiere el art. 136.2.g, la propia norma en que se
disponga dicha asimilación determinará el alcance de la protección otorgada».
Otro de los inconvenientes que pudo tener esta situación en su momento y que
hoy se considera superada era lo referido a la cuestión administrativa, ya que en el
régimen general ha de realizarse de forma mensual o en el caso de los ministros de culto
trimestral, liquidaciones para el abono de cuotas pero los medios con los que actualmente
cuenta los órganos de la administración de la Seguridad Social este posible inconveniente
ha sido superado citando como ejemplo de ello el sistema especial del servicio doméstico,
donde la liquidación se realiza por medios telemáticos entre administración de la
Seguridad Social y entidad financiera del sujeto responsable.
En este sentido hay que señalar que al igual que el régimen general al establecer
su ámbito de aplicación señala en el art. 136.2.g la posibilidad de que la Administración
correspondiente asimile a otros trabajadores estableciendo especialidades el art. 305.2.m
de la LGSS dispone «que a cualquier otras personas, que, por razón de su actividad sean
objeto de inclusión mediante norma reglamentario conforme al art. 7.1.b». La inclusión
por este medio vendría a tener unas características muy similares a la ya mencionada a
Artículo 6º. Todos los religiosos y religiosas que al día de hoy se encuentran
en alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos, causarán baja en
dicho Régimen Especial con efectos ____________, debiendo el religioso o
religiosa comunicar dicha baja a la Tesorería General de la Seguridad Social
durante el periodo ____________ al ____________, y ello con efectos
____________, al tiempo y en el mismo periodo comunicaran el alta a través del
CCC (Código de Cuenta de Cotización) que ha de solicitar la institución a la que
pertenezcan conforme a lo previsto en el art. 2º de este Real Decreto.»
1. Se crea dentro del régimen especial de trabajadores por cuenta propia o
autónomos un sistema especial cuyo campo de aplicación serán los miembros de
Institutos de vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica conforme a lo dispuesto
en el código de derecho canónico vigente en cada momento.
4. La acción protectora para los beneficiarios de este convenio especial abarcará las
prestaciones de incapacidad permanente, jubilación en las mismas condiciones que se
concedan el régimen general de la Seguridad social. Todo ello por contingencias
comunes.
5.2 El tipo de cotización para las contingencias comunes será el vigente en cada
momento en el Régimen General, si bien solo se aplicará los porcentajes por las
contingencias cubiertas más el 10% de la base en concepto de cuota de solidaridad.
Tras el estudio realizado, son varias las conclusiones que se han podido obtener,
entre ellas y como más importantes, se citan las siguientes:
La vida Consagrada tiene sus normas y estas actúan como derecho aplicable, sin
perjuicio del respeto y cumplimiento de las obligaciones civiles.
Los Institutos religiosos tienen una finalidad que ha de ser respetada por el Estado,
el cual ha aprobado la Ley de Libertad Religiosa, dando potestad a estas para organizar
su régimen propio.
Segundo: En el ámbito contractual, hay que distinguir entre los estadios previos a
la vida consagrada (Aspirantado y Postulantado), el Noviciado, y la situación del profeso.
2. Que urge un sistema especial, bien dentro del Régimen General, para lo que
la actual legislación no necesita ser reformada, o la creación dentro del
Régimen Especial de Autónomos de un Sistema Especial, aquí si haría falta
reformar las normas actuales, y como tercera opción la creación de un nuevo
Convenio Especial con la Seguridad Social.
ÁLVAREZ MORENO, M.P.: «La evolución del IVA respecto a las entidades eclesiásticas
no lucrativas», Anuario de Derecho Eclesiástico del Estado, Núm. 17, 2001, pp.
375 y ss.
ÁLVAREZ PRIETO, L., «La aplicación del IVA a las entidades benéfico-asistenciales sin
fin de lucro de carácter eclesiástico». Anuario de Derecho Eclesiástico del Estado,
Vol. IV, 1988, pp. 317 y ss.
APILLUELO MARTÍN, M., Los derechos sociales del trabajador autónomo: especialmente
del pequeño y el dependiente. Valencia: Tirant lo Blanch, 2006.
AUGUSTIN, G., (et al.), Para Dios y para los demás, La vida consagrada en plenitud, Sal
Terrae, Santander, 2015.
ÁVILA ROMERO, M.: «La Seguridad Social del clero y sus auxiliares seglares», La Ley,
IV (1984), pág. 1195, quien menciona como motivo de la exclusión los tratados
internacionales bilaterales o multilaterales suscritos por España.
BAHILLO RUIZ, T., Derecho Canónico I – El derecho del Pueblo de Dios, BAC, 2019.
BAHILLO RUIZ, T., Una forma de vida peculiar. La normativa jurídica de la vida
religiosa. Publicaciones Claretianas, Madrid, 2015.
BASEVI, C., Introducción a los escritos de san Pablo. Su vida y su teología, colección
Pelícano, Edit. Palabra, Madrid, 2013.
BELDA PLANS, J., Historia de la Teología, colección Pelícano, Ed. Palabra, Madrid, 2010.
BELLELLA CARDIEL, A., Consagrados para la vida del mundo. La Vida Consagrada en
la sociedad actual. Publicaciones Claretianas, Madrid, 2021.
BLASCO GASCÓ, F. P., Código Civil, 26ª edición, Ed. Tirant lo Blanch, 2021.
BUENO SALINAS, S., Tratado de Derecho Canónico, 2ª ed., Ed. Atelier, Barcelona, 2018.
CALVO ORTEGA, R. y CALVO VÉRGEZ, J.: Las políticas sociales de la Transición, 1ª ed.,
Ediciones Cinca, Madrid, 2016, p. 95
CAMPO IBÁÑEZ, M., Sine Propio, Estudio histórico-jurídico del voto de pobreza de los
religiosos, Editorial Dykinson, Madrid, 2021
CÁRCEL ORTÍ, V.: Iglesia y revolución en España (1868-1874), EUNSA, Madrid, 1979,
pp. 262 y ss.
CÁRCEL ORTÍ, V.: Política eclesial de los gobiernos liberales españoles (1830-1840),
Colección Historia de la Iglesia, EUNSA, Pamplona, 1975, pág. 306.
CASTILLO, J.M., Memorias, vida y pensamientos, con prólogo de Pedro Miguel Lamet,
Editorial Desclée de Brouwer, Bilbao, 2021.
CASTRO AGÜELLES, M.A. y RODRÍGUEZ BLANCO, M., «Seguridad Social de los ministros
de culto y religiosos», Ius Carionicum, XLIV, nº 87-2004, pp 153-196.
CATALÁ, T., La vida religiosa «a la apostólica», Ed, Sal Terral, Santander, 2004.
CEBRIÁ GARCÍA, M. D.: «Los nuevos beneficios fiscales de las Confesiones religiosas en
los impuestos locales», Nueva Fiscalidad, núm. 6, 2004, pp. 35 y ss.
CEBRIÁ GARCÍA, M.: «La exención en el ICIO de la Iglesia Católica en el Estado español
y la prohibición de ayudas de Estado en el Derecho de la Unión Europea», Revista
General de Derecho Canónico y Derecho Eclesiástico del Estado, núm. 45, 2017.
CERVERA SEBASTÍA, M.I.: «Legislación sobre el presupuesto del culto y clero durante la
II República española», Cuadernos doctorales. 1990, núm. 8, pp.13-78.
CONTRERAS, J. M., Marco jurídico que regula el campo religioso en España, no hay
referencias.
CORDERO GARCÍA, J.A., Estudios sobre financiación local. En especial, reflexiones sobre
la autonomía financiera y sobre los beneficios fiscales, Tirant lo Blanch, Valencia,
2021.
CUBERO TRUYO, A. y SANZ GÓMEZ, R.: “La asignación tributaria a la Iglesia Católica a
través de la Declaración del IRPF”, en TEROL BECERRA, M. y BARRERO ORTEGA,
A. (coords.): La libertad religiosa en el Estado Social, Tirant lo Blanch, Valencia,
2009, pp. 277-305.
CUBERO TRUYO, A., SANZ GÓMEZ, R.: “La declaración de IRPF como cauce de
financiación de la Iglesia Católica (Asignación voluntaria del 0.7% de la cuota
íntegra)”, Crónica Tributaria, núm. 136, 2010, pp. 95 y ss.
DOMÍNGUEZ RODICIO, J.R., SANZ GADEA, E., DE BUNES IBARRA, J.M., ADAME MARTÍNEZ,
F., DE JUAN PEÑALOSA, J.L.: 50 años de evolución impositiva, AEDAF, Madrid,
2019.
Estatuto de los trabajadores y Ley de la Jurisdicción Social, edición 20ª. Edicotial Colex.
A Coruña, 2022.
FERNÁNDEZ ORDOÑEZ, F.: «El impuesto sobre la renta de las personas físicas», Revista
Española de Tributación y Contabilidad, Vol. 7, Núm.26, 1978, págs.243 y ss.
FERNÁNDEZ-CORONADO, A.: «La colaboración económica del Estado con las confesiones
religiosas», Revista de Administración Pública, núm. 8, 1985, p. 377.
GARCÍA GARCÍA, R.: «Los Acuerdos entre la Santa Sede y el Estado español. algunas
consideraciones sobre su aplicación práctica tras más de cuarenta años de
vigencia», Anuario De Derecho Canónico, 11, julio 2022, p.47.
GARCÍA PAREDES, J.C.R. Jóvenes y Vida Consagrada. El atractivo de una vida liminal y
profética. Colección perspectiva, Publicaciones Claretianas, Madrid, 2019.
GARCIMARTÍN MONTERO, M. C.: «Los acuerdos entre España y la Santa Sede: cuarenta
años de vigencia», Revista General de Derecho Canónico y Derecho Eclesiástico
del Estado, núm. 49, 2019, p. 30.
GÓMEZ DE LA TORRE DEL ARCO, M., LÓPEZ LÓPEZ, M.T.: «El IRPF en España: aspectos
y evolución de la tributación familiar», Anuario jurídico y económico escurialense,
Núm. 46, 2013, p. 372.
GONZALEZ APARICIO, M., «La financiación de la Iglesia Católica a través del Sistema
Fiscal Estatal y su adecuación al marco constitucional», Revista Jurídica de la
Universidad de León, nº 8 Monográfico, 2021, pp. 97-125.
GORELLI HERNÁNDEZ, J, (et al.), Lecciones de Seguridad Social, Editorial Tecnos, 11ª ed.
Madrid, 2021.
IGLESIA GONZÁLEZ, M., Nuevo Testamento. Versión crítica sobre el texto original griego,
BAC Editorial, Madrid, 2017.
JOVER RAMÍREZ, C., «El informe sobre la protección por cese de actividad: promoción
del trabajo autónomo, prestación y jubilación, gestión y régimen sancionador», DL,
núm. 87, 2009.
JUAN PABLO II, Exhortación Apostólica Postsinodal, Pastores Dabo Vobis. Disponible
en: https://www.vatican.va/content/john-paul-ii/es/apost_exhortations/documents/
hf_jp-ii_exh_25031992_pastores-dabo-vobis.html
JUAN PABLO II, Exhortación Apostólica Postsinodal, Vita Consecrata. Disponible en:
https://www.vatican.va/content/john-paul-ii/es/apost_exhortations/
documents/hf_jp-ii_exh_25031996_vita-consecrata.html
LAGARES CALVO, M.J.: «Las reformas fiscales en el reinado de Juan Carlos I», ICE,
Revista de Economía, Núm. 889 – 890, 2016, pág. 28.
LEAL ADORNA, M. M., «El trabajo prestado por los religiosos: Análisis sobre la
consideración canónica y laboral», Ius Canonicum, XLIV, nº 88, 2004.
LEAL, J, Invitación a la Patrología. Cómo han leído la Biblia los Padres de la Iglesia,
Ediciones Rialp, Madrid, 2019.
LÓPEZ ANIORTE, M. C. «el difuso concepto de trabajador por cuenta propia o autónomo.
De la eventual cuantificación económica de la “habitualidad” al reconocimiento del
trabajo autónomo a tiempo parcial», Relaciones Laborales, núm 9, 2013, págs., 67
y ss.
LÓPEZ GANDÍA, J., «El Acuerdo para la mejora y el desarrollo del sistema de protección
social. La renovación del Pacto de Toledo», RDS, núm. 14, 2001.
LUJÁN Alcaraz, J.: «El trabajo de los extranjeros en España en la Ley Orgánica 4/2000,
de 11 de enero», Aranzadi Social, nº 5, 1999, pp. 309-322.
LUJÁN Alcaraz, J.: «Las fronteras del derecho del trabajo en la jurisprudencia», VV.AA.:
Las fronteras del contrato de trabajo en la jurisprudencia, Boletín Oficial del
Estado, BOE, 2020.
MALDONADO MONTOYA, J. P.: «Un régimen público de seguridad social para todos los
ciudadanos: la situación de los sacerdotes y de los religiosos», en AAVV, Iglesia,
Estado y sociedad internacional: libro homenaje a D. José Giménez y Martínez de
Carvajal, Madrid, Universidad San Pablo -CEU, 2003, págs. 185 a 209.
MALDONADO MONTOYA, J. P.: Las actividades religiosas ante el Derecho del Trabajo,
Navarra, Civitas, 2006 (prologado por Alfredo Montoya Melgar), 230 páginas.
MARTÍN DÉGANO, I.: «El concepto de donación a efectos de la aplicación de los incentivos
fiscales al mecenazgo», Fiscalidad del Mecenazgo, Fundación Impuestos y
Competitividad, 2017, p. 127.
MARTÍN QUERALT, J., LOZANO SERRANO, C., TEJERIZO LÓPEZ, J.M. y CASADO OLLERO,
G., Curso de Derecho Financiero y Tributario, Tecnos, 32ª edición, 2021.
MARTÍN SÁNCHEZ, I., «La financiación de las confesiones religiosas en España, fundación
universitaria española», Algunos aspectos sobre la libertad religiosa en la
Argentina y España, Fundación. Universitaria Española, Madrid, 2006, pp. 243-
270.
MONEREO PÉREZ, J.L. (et al.), Manual de Seguridad Social, 15ª edición, Editorial Tecnos,
Madrid, 2019.
MONEREO PÉREZ, J.L., LÓPEZ INSUA, B.M. y GUINDO MORALES, S., La protección socio-
laboral de los trabajadores autónomos. Entre derecho normal y derecho de la
emergencia. Ediciones Laborum, Murcia, 2021.
MONEREO PÉREZ, J.L.; RODRÍGUEZ INIESTA, G.; «Reformas en la Seguridad Social de los
trabajadores por cuenta propia o autónomos y para los trabajadores al servicio del
hogar familiar», RDSS, núm. 32, 2022.
MONTOYA MELGAR, A., Derecho del Trabajo, 42ª ed. Tecnos, Madrid, 2021.
OLMOS ORTEGA, M.E. y LANDETE CASAS, J., Legislación eclesiástica. Thomson Reuters-
Civitas, Navarra, 2014.
ORTIZ LACALLE, E.: «La aplicación del principio de capacidad económica a las tasas
locales», Anuario de Derecho Municipal, 2011, p. 212.
PALOMINO LOZANO, R.: «El Tribunal de Justicia de la Unión Europea frente a la religión
y las creencias», Revista de Derecho Comunitario Europeo, núm. 65, 2020, pág.
49.
PAPINI, G., Jesús de Nazaret. Historia de Cristo, Biblioteca ABC, Barcelona, 2003.
PHILIPPE, J., La Paz interior. Editorial Rialp, 26ª edición, Madrid, 2021.
PRESAS BARROSA, C.: «La nueva asignación tributaria en España a la Iglesia católica»,
Anuario de Derecho Eclesiástico del Estado, vol. XVI, 2000, pág. 701 y en el
mismo sentido también se manifiesta
RECONDO, J.M., Horizontes para la vida consagrada, sueños del Papa Francisco.
Publicaciones claretianas, Madrid, 2020.
REGUERA, C.A., y MARTÍNEZ, J.A.: El nuevo impuesto sobre la renta de las personas
físicas: ley 44/1978, de 8 de septiembre, y disposiciones reglamentarias, Ediciones
Pirámide, 1980, passim.
RODRÍGUEZ BANCO, M., Las confesiones Religiosas en el marco del Régimen Jurídico
del Mecenazgo, Edisofer, 2005.
ROMERO CIVERA, A.: «Finance, Markets and Valuation», Revista online semestral
editada por la Asociación para la Formación y la Investigación en Ciencias
Económicas y Sociales, Vol. 3, núm. 1, 2017, pág. 32.
SICRE, J.L., El evangélico de Mateo, un drama con final feliz. Ed. Verbo divino.
Pamplona, 2019.
SIMÓN ACOSTA, E.: «Reflexiones sobre las tasas de las Haciendas locales», Hacienda
Pública Española, núm. 35, 1975, p. 261.
SUÁREZ VERDEGUER, F.: «Génesis del Concordato de 1851», Ius Canonicum, núm. 3,
1963, pp. 62 y ss.
TÁBET, M.Á., Introducción General a la Biblia, 5ª ed. Ediciones Palabra, Madrid, 2019.
TOROLLO GONZÁLEZ, F.J., «La nueva acción protectora del Régimen Especial de
Trabajadores Autónomos», RMTAS, núm. 49, 2004.
URIBARRI BILBAO, G., Reavivar el don de Dios (2 tim, 1-6), Sal Ferrae, Santander, 1997.
VAZQUEZ DEL REY VILLANUEVA, A., «Régimen fiscal de los bienes inmuebles de la
Iglesia y, en particular de los lugares de culto», IUS Canonicum, vol. 52/2012, pp.
609-664.
VIDAL GALLARDO, M., Los límites a la Autonomía de las confesiones respecto al régimen
del personal religioso, Aranzadi, Pamplona, 2019.
VIDAL GALLARDO, M.: «Valoración jurisprudencial del trabajo de los religiosos a favor
de terceros», Revista Española de Documentación Científica (REDC), n.º 53
(1996), págs. 729-746.
VIDAL GALLARDO, M.: Trabajo y Seguridad Social de los miembros de la Iglesia católica,
Universidad de Valladolid, Valladolid, 1996, pág. 322.
VV.AA., Derecho Canónico, Tomos I y II, Serie manuales de Teología, BAC Editorial,
2019.
VV.AA., Ordenamiento Tributario español: Los impuestos, (3ª ed) ALIAGA AGULLO, E.
(Coordinadora), Tirant lo Blanch, Valencia 2015.
ZAMORA ANDRADE, P.P., Seguir a Jesús, el Señor y proseguir su proyecto, una tarea
pendiente. Ed. Verbo divino, 2021.