Oratoria Modulo 3 - Resumen
Oratoria Modulo 3 - Resumen
Oratoria Modulo 3 - Resumen
El discurso
La elaboración del discurso y la conferencia o la preparación de la intervención
pública
Necesitamos presentaciones orales que:
Resulten agiles (porque sino nos aburrimos, nos distraemos)
Que nos inspiren (incentivo a nuestra búsqueda y propio camino)
Que nos sorprendan (movernos fuera de la zona de confort y romper con la pregunta de ¿Para qué?)
Que nos ilustren (que nos dejen un aprendizaje, recurso o herramienta)
El Tema
Tema: mensaje que se quiere comunicar.
¿Para qué hablar?
Desde Cicerón se viene diciendo que los fines de un discurso hablado pueden reducirse a cuatro: deleitar la
imaginación, ilustrar el conocimiento, influir sobre la voluntad y mover las pasiones.
Tenemos que tener claro, en primer lugar, para qué vamos a hablar y cuál es el propósito de esta conferencia en
concreto.
Se suelen distinguir cuatro tipos de intenciones en una disertación, conferencia o charla:
Informar: Se trata de dar a conocer, lo más objetivamente posible, una serie de datos, información y hechos
referentes a una cuestión que es el tema central de la conferencia o intervención.
Entretener: Cuando el orador quiere distraer, divertir o llevar a un relajamiento agradable. Generalmente, en
estos casos, el orador utilizará anécdotas y, sobre todo, una buena dosis de humor e ironía, todo ello, dicho con
gracia y vivacidad.
Convencer: Se tiene el propósito de influenciar, modificar y transformar opiniones. Para convencer, en primer
lugar, es necesario estar convencido uno mismo y ser sincero, excluir toda trampa, toda manipulación y toda
demagogia.
Persuadir: Se pretende influenciar fuertemente sobre las actitudes y conductas que llevan a la acción.
A diferencia del convencimiento, que es racional, la persuasión es básicamente emocional. Para persuadir, hay
que movilizar las emociones del auditorio.
En buena parte de los discursos existe una simultaneidad de propósitos: en una misma intervención pública se
suele informar, convencer y persuadir.
Cómo preparar el discurso, conferencia o debate
Es una irresponsabilidad hablar en público sin prepararse. Y es, además, una falta de respeto hacia el auditorio.
Las tareas que conforman la preparación de un discurso o conferencia
La preparación de cualquier tipo de intervención pública, una vez determinado el tema de la conferencia,
comporta cinco elementos:
a. elaboración de un esquema provisional;
b. acopio de materiales (datos, información, hechos, ideas, etc.);
c. selección y ordenamiento de los materiales recogidos;
d. maduración y reflexión del tema;
e. organización del discurso o conferencia.
Lectura 2
Storytelling y tipos de discurso
La narración de historia es uno de los medios más antiguos que existen para vincularnos entre personas y
también es uno de los más efectivos.
Según los tratados de oratoria, una charla gana fuerza si:
el conferenciante no está detrás de un atril, sino que se pasea por el escenario;
no le hace falta leer; y
utiliza la mirada como forma de enganchar a la audiencia.
Storytelling
Las historias en sí suelen ser uno de los aspectos más recordados por el público en las presentaciones.
El arte de narrar puede utilizarse no solo para historias de vida o datos testimoniales, sino también para expresar
un balance financiero o para explicar un concepto técnico de cualquier ámbito o industria.
Cuando el público se conecta con las historias, nos da su permiso para entrar en su mente y no regala un
pequeño espacio allí. Ese es el momento especial para presentar nuestros mensajes.
La ficción como vehículo para transmitir mensajes permite vincular a la audiencia con el contenido de un modo
ágil. Es muy importante manejar con eficacia la identificación. Referirse a este tipo de experiencias vitales
fortalece el proceso de identificación y sirve para generar conexiones.
Utilizar datos autobiográficos es clave para ilustrar una idea y para darle un marco de historia que facilite la
identificación del público. Es muy valioso que el orador utilice su propia experiencia vital, alternándola en la
presentación, porque de esta manera, además de exponer sobre un determinado tema, lo que aparece es su
propio ser.
No es lo mismo utilizar elementos autobiográficos que convertir el relato en un recurso autorreferencial.
Cuando hablamos de incorporar lo autobiográfico, nos referimos a utilizar historias o datos que nos involucren
para poder así transmitir con mayor eficacia nuestro mensaje. Las historias que aportamos se vuelven un
vehículo para transmitir un concepto, aquello que elegimos como la idea central de nuestra presentación. El
dato es una excusa, lo central es el mensaje o el aprendizaje.
Una postura autorreferencial implica tomar el concepto o la idea central y utilizarla como excusa para hablar
de logros personales, pero haciendo foco en lo inteligente, bellos y exitosos que somos. O sea, para dar
protagonismo a nuestro ego. Esto no solo aburre o fastidia al público, sino que también pone en riesgo el
principio de identificación.
El papel del orador es central, pero eso no significa que la presentación debe tenerlo a él como eje del
contenido. Rol del presentador como portador de un núcleo de conexiones que se ocupa de generar una red
junto con la participación del público y que la articula para transmitir mensajes concretos.
El orador deja de ser el centro de atención, la experiencia que se genera en conjunto lo supera, y su función
pasa ser la de asegurar las conexiones para darle prioridad a algún concepto, siempre teniendo en cuenta la idea
central de la presentación.
Una forma muy efectiva de fortalecer el vínculo de conexión es compartir con la audiencia errores y
dificultades vividas. Fortalece el vínculo que podemos lograr con el público. Nuestros contrastes nos
humanizan.
El Storytelling debe:
ser personal, original, pertinente y real;
resaltar algún valor o contener una reflexión o moraleja;
lograr que el orador se identifique con la audiencia; y
reforzar ideas.
Algunas cuestiones básicas acerca de las formas de presentación
Existen varios procedimientos o formas de presentar el tema:
discurso leído,
discurso memorizado,
discurso con ayuda-memoria (con el texto completo, con un esquema o con notas) y
discurso sin texto a la vista.
El uso de uno u otro procedimiento incide fuertemente en las posibilidades de la comunicación
Discurso leído
Todos los oradores reconocen que, en principio, no hay que leer nunca un discurso si se quiere lograr una buena
comunicación. La lectura hace que el discurso sea soso y aburrido.
en algunos casos, la lectura del discurso puede ser necesaria. Tratándose de personas que tienen
responsabilidades públicas (jefe de gobierno, ministros, dirigentes políticos y sindicales, etc.), en determinadas
circunstancias, deben sopesar las ideas y las palabras, decirlas con precisión y justeza, aún en sus matices.
sugerencias:
Mirar lo más posible al público, de modo que se establezca una comunicación a través de la mirada o, al
menos, que la gente no se desconecte por falta de contacto visual.
Hay que leer bien. Esto significa leer fragmentando el texto en conjuntos flexibles, modulados, con
diferentes ritmos según lo que se dice, con carga afectiva y cuidando la velocidad de la lectura, de modo
que la gente pueda seguir tanto el contenido como los sentimientos que expresa.
En lo posible, que no se vean las notas o los folios que contienen el texto de la conferencia (el uso del
atril es óptimo para estos propósitos). Un montón de hojas mal predispone al público.
Lo más importante es aprender a leer como si no se leyese; para ello hay que leer una frase y, apoyado
en la memoria inmediata, repetirla en voz alta. Con este procedimiento, uno queda más libre respecto
del papel y se facilita la comunicación.
Cuando se lee un discurso, es recomendable recordar que la gente está oyendo, no leyendo y que oír una lectura
monótona es una invitación al sueño o al menos a la somnolencia.
Discurso de memoria
Tampoco conviene pronunciar discursos aprendidos íntegramente de memoria.
porque el discurso da la impresión de artificialidad.
subsiste "algo" entre el orador y el público, más sutil que en el texto leído, pero no menos real. dificulta
el encuentro vivo entre el conferenciante y el público.
Adquiere un estilo "cantado" o "recitado" que la vuelve insípida, falta de naturalidad y carente de calor humano.
Se corre el riesgo de olvidarse de algún pasaje del texto aprendido y, como consecuencia de ello, quedarse
mudo en medio de la disertación.
Discursos con ayuda-memoria
Pueden ser de tres formas principales: disponer de todo el texto escrito, de un esquema o boceto o bien de solo
algunas notas.
Ayuda-memoria que dispone de todo el texto escrito.
Consiste en escribir enteramente el discurso y luego tenerlo a la vista como "ayuda-memoria", pero sin atenerse
rigurosamente al texto.
Otorga seguridad intelectual y psicológica al que tiene que hablar en público. Al mismo tiempo, este puede
mantener un aceptable contacto visual con el auditorio.
Discurso con esquema o boceto.
Lo sustancial es elaborar un esquema que contenga los puntos esenciales del discurso, de modo que cada
palabra o frase del guion sugiera una serie de ideas y cuestiones que el orador ya conoce. Lo fundamental de
este proceso consiste en utilizar palabras que susciten ideas, y luego expresar las ideas con las propias
palabras... todo ello sin pasar por el texto escrito.
Este método da libertad y seguridad; al mismo tiempo, facilita todos los arranques que lleva consigo el calor del
discurso y asegura que el pensamiento y la expresión no floten al azar.
Es el método más recomendable, pues une al máximo de rigor al máximo de elasticidad. El itinerario del
pensamiento está jalonado hasta el punto que el orador no puede perderse, pero al mismo tiempo hay un gran
margen de espontaneidad y plasticidad, que es lo que da vida al discurso.
Discurso utilizando notas.
No confundir con la preparación de un esquema o boceto; aquí de lo que se trata es de preparar notas,
preferentemente en tarjetas, que sirven de ayuda-memoria. A veces, en las notas se incluyen citas, datos o
información que es necesario citar con toda exactitud.
Discurso sin nada escrito a la vista
Es la más adecuada para una mayor y más profunda comunicación con el público. Es necesario retener
perfectamente en la memoria el esquema del discurso y las ideas centrales que se quieren expresar. Consiste en
"decir, con palabras no previstas, ideas ya previstas", siguiendo la secuencia que se establece en el esquema.
Lectura 3
Herramientas para el discurso
Programas de presentaciones
Primer recurso probablemente sea el más tradicional a la hora de darle forma a una presentación: el PowerPoint
y las alternativas similares. Ofrece la posibilidad de crear ambientes estéticos atractivos y brindar visibilidad a
los contenidos de una presentación. Este recurso hoy nos resulta ya poco útil, al menos empleado en la forma en
la que se ha hecho en el pasado.
Garr Reynolds (2007), una presentación efectiva debería seguir tres principios básicos del Zen: simplicidad,
naturalidad y elegancia. Lo que conviene, entonces, es que las diapositivas sean solo un recurso al servicio del
orador, y no al revés.
Lo más peligroso de las aplicaciones con presentaciones es el efecto hipnótico que producen en quienes miran
la pantalla. Más propio de otras épocas. Hoy, las necesidades, las expectativas y los desafíos de atención son
diferentes. Quienes logren entender la dinámica de esta época seguramente conseguirán conectar con su
audiencia de manera mucho más contundente.
Algunos oradores cometen errores en el diseño y empleo de las diapositivas. Lo que pone en evidencia este tipo
de errores es que el orador no se preparó lo suficiente para la presentación y, por eso, se queda en estado de
dependencia de la información de las diapositivas para llevar adelante su tarea. Termina envuelto y encerrado
por el recurso que se convierte en un fin en sí mismo.
Otro error, en lugar de ser un recurso, las diapositivas pasan a ser el núcleo de la presentación. Si hay mucha luz
y la pantalla no se ve bien, no importa. El protagonismo no debe ser de la pantalla, porque, de esta forma, todos
los presentes desaparecemos de la escena. Parece preferible sacrificar un poco la legibilidad para dar mayor
protagonismo a los presentes.
El centro de la presentación es la experiencia. El orador debe encargarse de transmitir personalmente el corazón
de la presentación, en lugar de delegar esa función en un PowerPoint y debe hacerlo desde su individualidad,
Puede resultar de utilidad tener en cuenta algunos criterios:
Oraciones breves. Cuando la diapositiva está muy cargada, pierde elegibilidad y alienta el desinterés. El
estándar general son siete palabras por línea y siete líneas por diapositivas, aproximadamente. Cualquier exceso
puede abrumar.
Tamaño del texto. Es importante que la diapositiva pueda ser leída desde lejos.
Cantidad de diapositivas. “menos es más” El criterio a tener en cuenta es simplificar y eliminar todo lo
superfluo de cada imagen, para dar más protagonismo a la experiencia completa.
Tratamiento de imágenes. “Una imagen vale más que mil palabras” útil encontrar imágenes que representen
aspectos o mensajes centrales de lo que se desea transmitir.
Empleo de colores. Lo importante es generar armonía, equilibrio y un buen contraste. La idea es simplificar y
limitar el uso de colores innecesarios y mantenerse lejos de los degradados.
Existen tres grupos de colores que responden a la sensación térmica, la experiencia psicológica que producen y
la relación con el contexto.
Fríos: grises, azules, violáceos y verdes dan sensación de pulcritud y distancia. Cuanto más azul, más frío
resultará.
Cálidos: anaranjados, amarillos y rojos son estimulantes. Atraen la atención, despiertan emociones, motivan y
agilizan. Generan proximidad e intimidad. Cuanto más rojo, más cálido será.
Neutros: blanco y negro combinan con todo, dan sensación de fortaleza y solidez.
Diapositivas con fondo negro. Las imágenes de fondo siempre deben estar en sintonía con lo que se está
diciendo. Si al avanzar con un tema y pasar a otro aspecto no hay imágenes que mostrar, entonces, se puede
colocar una diapositiva en negro o poner la pantalla en negro. Contribuye a que la mirada de la gente no esté
siempre fija en la pantalla y, al mismo tiempo, le agrega a la experiencia una dinámica mucho más activa.
Videos
La utilización de vídeos sirve para dar nuevos aires a la presentación, cortar la monotonía y ofrecer un medio
diferente de conexión. Permite interrumpir la inercia que se genera a partir de estar exponiendo durante cierto
tiempo. Siempre es importante renovar la fluidez de la presentación en ciclos de entre cinco y diez minutos.
Utilizar un video es de gran utilidad para que el orador pueda renovar sus energías y prepararse mejor para lo
que sigue a continuación.
Mostrar un video en el que un especialista refuerza la legitimidad de nuestra preparación nos permite apoyarnos
en la voz de alguien que tiene conocimientos profundos sobre un tema con el fin de robustecer nuestra
propuesta.
Lo ideal es que la extensión de los videos sea la adecuada. uno muy extenso puede ser inadecuado. Es
importante que los videos no terminen por distraer o por ocupar una porción mayoritaria de la escena (No más
de un 20%)
La correcta elección del video incluye una verificación de sus características técnicas. Si la calidad de la imagen
o del audio es mala, puede generar malestar y dispersión.
Lectura 4
Oratoria participativa
Las formas de la oratoria participativa se apoyan en el intercambio de ideas y opiniones entre los miembros
participantes. El debate convincente logra atraer el interés del público porque su dinámica estimula el
pensamiento reflexivo. La función protagónica del orador hace que el lenguaje sea el instrumento vivificador,
cuya calidad condiciona la calidad de la comunicación interpersonal en la oratoria deliberativa.
Introducción a la oratoria participativa
María Angélica Vilches (s.f.) hace referencias a algunas consideraciones generales: la oratoria participativa,
llamada también “oratoria grupal”, incluye formas elocutivas en las cuales dos o más personas discuten,
alternadamente, un tema determinado.
La discusión puede tener diferentes propósitos:
Incrementar el conocimiento de un tema.
Analizar los distintos aspectos de un proyecto.
Resolver un problema común.
Tomar decisiones acerca de un asunto.
La discusión debe mantenerse siempre dentro de un espíritu dialógico. Se trata de realizar en grupo una
operación mental cooperativa. Cada forma deliberativa recibe un nombre propio de acuerdo con el objetivo
fijado; su organización y coordinación es tarea de un moderador, cuya denominación varía según la motivación
del encuentro.
Cada reunión participativa requiere una preparación muy cuidadosa. Es necesario diseñar e instrumentar una
estructura que permita desarrollar con eficacia la sinergia del grupo. El éxito grupal se logra cuando los
individuos integrantes cumplen con las pautas fijadas.
La interacción "cara a cara" mantenida durante la discusión ajusta el ritmo ágil, necesario para que la reunión
logre un buen resultado. La reunión es eficaz si los intereses personales de sus miembros se integran a los del
grupo.
Dos tipos de Reuniones:
Privadas (sin público)
a) se desarrollan en recintos cerrados, no muy amplios, bien ambientados
b) Participan en ellas grupos pequeños de personas (no más de doce)
c) Objetivo definir líneas de acción conjunta, mediante el intercambio de ideas y opiniones acerca del
tema determinado.
d) formas de oratoria privada más importantes:
Diálogo
Entrevista
Coloquio (conversación en grupo)
Negociación
Grupo de discusión
Interpelación
Tormenta de cerebros (brainstorming)
Públicas (ante público de auditorio, de televisión, de radio)
a) Número de participantes varía de acuerdo con el tipo de reunión.
b) Se realizan en recintos cerrados, amplios y confortables. equipados con los medios electrónicos
modernos y demás elementos necesarios para el uso del material auxiliar.
c) Objetivo informar a la concurrencia y actualizarla sobre los temas educativos, culturales, científicos,
artísticos, políticos, entre otros tipos, que, en general, interesan a la sociedad.
d) Información es transmitida ordenadamente, con criterio docente, dominio académico y con el
deseo de compartir con los oyentes los temas que se discuten.
e) Brevedad de tiempo que ocupa una reunión pública (una hora y media, aproximadamente),
predispone a la gente a concurrir a la convocatoria.
f) Formas más conocidas:
Mesa redonda.
Simposio.
Foro.
Debate.
Formas deliberativas privadas
Dialogo
Tipo de conversación poco vigorosa. Puede ser formal o informal, según sea convenido o casual.
caracteriza por emplear un estilo llano de expresión oral, transmitido con espontaneidad.
El tono es amable, intimista: no requiere megafonía.
Exige cierta excelencia por parte del orador, que debe demostrar su capacidad tanto para transmitir ideas y
sentimientos como para recibir las del otro (u otros).
Se puede dialogar de pie o sentado.
Es una comunicación directa y fácil, por eso su práctica ayuda a los oradores poco entrenados a exponer
opiniones ante otros interlocutores.
Entrevista Privada
Conversación entre dos o más personas: un entrevistador y uno o varios entrevistados.
Consiste en un juego de preguntas y respuestas que conduce a un fin específico.
Puede ser convenida previamente o casual (aplica misma técnica)
Tiempo de duración depende, pero no más de 60 min.
Entrevistador un único elemento: La pregunta. Debe ser elaborada, respetuosa e imaginativa, para demostrar
idoneidad.
Entrevistado actúa por medio de respuestas que demuestran su habilidad dialéctica y su autoridad sobre el
tema abordado.
Definir de antemano el tema de la entrevista para adecuar los contenidos de las preguntas y de las
respuestas. También atractivo si ambos usan su poder de seducción con el fin de captar la atención del otro.
Entrevistador ppal. Tarea mantener el hilo de la conversación proporcionando clima agradable y
psicológicamente apropiado, evitando expresiones que generen malestar o respuestas cerradas (si o no).
El final es el gran momento del entrevistador, quien hará una síntesis de lo expuesto para reafirmar los
puntos más importantes y agradecer la presencia del o de los entrevistados.
Coloquio (conversación en grupo)
Un intercambio de ideas y opiniones que se manifiestan "cara a cara
Miembros de grupos no muy extensos, normalmente, entre cinco y diez personas.
La conversación debe seguir un desarrollo coherente, razonado, sin llevar a apreciaciones personales.
Su estructura permite debatir un tema prefijado para analizarlo, estudiarlo o tomar una decisión, fijando una
línea de acción que responda al criterio de la mayoría.
Un conductor abre la reunión, presenta el asunto y registra las distintas ideas y tendencias, pero su función
no es dirigir, sino sintetizar las opiniones vertidas por los presentes, manteniendo en todo momento un
clima ordenado y disciplinado.
Puede designarse a un miembro como colaborador o secretario, quien levantará el acta de la reunión, si así
lo decide la mayoría.
Se caracteriza por el tono amistoso, cordial y amable que revelan los participantes.
Cada exposición debe ajustarse a un tiempo determinado para guardar equidad y respeto por los demás.
El conductor velará por sostener la armonía y ecuanimidad del grupo procurando que las expresiones no
sean fatigosas y que nadie intente monopolizar la palabra hablada.
El conductor del coloquio constituye una figura clave en el éxito de la reunión debe sintetizar con precisión
los puntos de la discusión y ofrecer la información registrada con coherencia y claridad.
El momento más importante del coloquio se produce cuando el conductor hace el resumen final (opiniones
de los participantes, puntos de acuerdos y discrepancias de la minoría).
La espontaneidad y el dinamismo de los participantes son características del coloquio.
Negociación
Se caracteriza por ser una difícil y ardua tarea entre dos o más delegaciones.
Objetivo es armonizar intereses entre las partes.
Es un encuentro entre comisiones de expertos que pretenden acuerdos convenientes para sus respectivas
propuestas.
Cada equipo designa previamente la voz que lo representará. Del intercambio de argumentos resultará la
propuesta final que podrá ser aceptada, rechazada o negociada por la parte contraria.
Se desarrollan en un clima cordial pero serio, ya que se juegan grandes intereses. Cada equipo pretende que
su propuesta sea aceptada.
La oratoria de los expositores debe distinguirse por lo convincente y cautivante, para persuadir y obtener las
mejores condiciones en la gestión.
Una negociación no se cierra en un solo día de reunión, sino que necesita de otras reuniones para seguir
deliberando.
Pasos de una negociación
Presentación de las propuestas
Discusión de las propuestas
Temas de compromiso por asumir
Primer intervalo de la reunión
Intervención de los respectivos expertos
Evaluación de las opiniones recibidas
Segundo intervalo de la reunión
Toma de decisiones. Conclusiones
Negociación acordada/limitada/rechazada
Lectura y firma del acta
Grupo de Discusión
Proceso dinámico, en el que un grupo juvenil, en general, estudiantes, discuten un tema previsto que
interesa a todos.
Los participantes son inexpertos en trabajo grupal; necesitan practicar, lo que significa que el grupo hay que
"hacerlo".
Se designa un instructor con función rotativa. La función del instructor es escuchar desde un lugar de
autoridad y promover una discusión dinámica.
El instructor presenta el tema, motiva el interés de los participantes y estimula la intervención de todos.
Objetivo adquirir más información sobre un tema prefijado o tomar una decisión con el aporte de todos.
El grupo establece las normas que se deberán seguir, así como el tiempo asignado a cada participante y a la
discusión en su totalidad. Nadie debe silenciar su opinión.
Dado el clima de libertad en que actúan los participantes, el instructor debe trabajar para ser reemplazado
alternativamente por los jóvenes del grupo.
La consigna de un grupo de discusión es aprender haciendo.
Han de ser solidarios con las conclusiones a las que se arribe, puesto que estas han sido tomadas después de
una elaboración participativa y democrática a la vez.
Un secretario elegido por el grupo registrará la información vertida.
Interpelación
Es una confrontación entre dos partes que actúan desde distintas posiciones.
Requiere la participación de un interpolador que, basado en una información precisa, aborda un tema
determinado.
Esta tarea se apoya en un interrogatorio preparado ex profeso dirigido al interpelado.
El interpelado debe exponer los descargos pertinentes a los requerimientos sin titubeos, con claridad y
precisión en las palabras.
Se deduce que el buen interpolador es aquel que se distingue más por su talento que por su idoneidad.
Su función consiste en registrar las explicaciones y los descargos planteados por el interpelado, para llegar a
conclusiones válidas; de esta manera cumple con su cometido.
El interpelado, desde su posición enfrentada, tiene que responder al interrogatorio de su contrincante con
argumentos creíbles. Requiere preparación previa o experiencia para saber exponer pruebas convincentes.
Si no tiene firmeza y seguridad para discernir, no logrará su propósito.
Es un acto breve que se realiza ante una situación compleja. Difícil de ejercer por lo fatigosa y por el
esfuerzo intelectual que exige la discusión.
La elocuencia tiene un papel relevante; cada una de las partes debe lograr expresar su verdad y justificar sus
argumentos con palabras válidas y firmes.
Tormenta de Cerebros (Brainstorming)
Los miembros del grupo (a lo sumo doce) actúan con gran libertad en un clima muy informal, en busca de
ideas originales, desde razonables hasta extravagantes.
Objetivo es desarrollar y ejercitar la imaginación creadora para encontrar propuestas útiles, pero no
urgentes, que sirvan para solucionar situaciones que requieren cambios.
Los participantes son informados con antelación sobre el tema que se va a tratar, con el fin de que aporten
ideas creativas y nuevas.
Se organiza la reunión conducida por un director que transmite las normas que se van a desarrollar, designa
a un secretario (exterior al grupo) encargado de registrar las ideas que se expongan y para que las
propuestas se retengan en la memoria y para que, se pueda volver a ellas en caso necesario.
En un ambiente muy permisivo, despreocupado, sin críticas, el director estimula al grupo e invita a sus
miembros a que en un breve lapso (diez minutos aproximadamente) den vuelo a la imaginación (que puede
llegar hasta lo irracional) y a exponer ideas creativas.
Muy importante la preparación de todos los miembros para que la lista de ideas nuevas sea lo más larga
posible; de esta manera, se facilitará la selección final.
Terminado el plazo fijado, se analizan las ideas más prácticas y factibles para el caso tratado. Al final, el
director resume las ideas expuestas por los participantes.
Pasos de un brainstorming:
1. Se convoca a la reunión.
2. El director explica las pautas que se deben cumplir.
3. El grupo presenta las nuevas ideas. Todas son válidas, aun las más extravagantes.
4. Se analizan las propuestas en un plano de acción concreta.
5. El director hace un resumen de las ponencias y lee las conclusiones.
6. El director cierra la reunión agradeciendo los aportes recibidos.
Formas deliberativas públicas
Mesa redonda
Discusión ante el público, en la que participa un grupo selecto de
personas (no más de seis u ocho) para exponer sus puntos de vista
acerca de un tema determinado.
Cada invitado conocerá de antemano el asunto por discutir, y sus
opiniones podrán o no coincidir con las ideas de los otros
participantes. Se llama también "discusión ante el público".
Conducción a cargo de un coordinador. El resultado de una mesa
redonda depende de su preparación, de la tarea del coordinador y de
los integrantes de la mesa. Integrantes de la mesa incluye tanto a grupos de científicos, empresarios y
políticos como a gente común conocedora del tema.
No existen reglas fijas para el desarrollo de una mesa redonda, la discusión puede iniciarse o bien después
del primer planteo o pregunta que hace el coordinador, o bien siguiendo las expresiones ordenadas de los
expositores. Lo importante es la participación activa de todos los miembros del grupo.
El resultado de una mesa redonda se define también por la seriedad de los aportes que se presentan y por el
buen resumen de las opiniones expuestas por el coordinador.
Los distintos conceptos emitidos sirven para concretar los puntos de acuerdos o las áreas de desacuerdos y
también para facilitar el consenso sobre la tesis sustentada.
Puede hacerse un breve uso de material auxiliar que, bien elegido, da más precisión a la ponencia. Los
materiales auxiliares son solo un medio de apoyo a la ponencia; nunca reemplazan al orador.
Finalizando el coordinador expondrá las ideas principales registradas, haciendo una síntesis de lo debatido y
de las conclusiones obtenidas, y así se dará por terminada la reunión.
La habilidad oratoria de los invitados, la capacidad de síntesis, la cortesía en la discusión, el respeto a las
diferencias de opiniones, el cumplimiento del tiempo asignado son todos factores que colaboran para lograr
el éxito de una mesa redonda.
Simposio
Objetivo bien definido es informar, explicar o instruir en forma ordenada sobre diversos aspectos de un
mismo asunto.
Con la participación de expertos (pueden ser tres o seis), permite la
comunicación rápida y organizada de un asunto.
Los integrantes de la reunión exponen individualmente sin discutir en
forma sucesiva (como una conferencia) y a igualdad de tiempo (treinta
minutos aprox.).
No interesa si sus ideas coinciden o no con las de otros expertos; lo
importante es que cada uno transmita información actualizada que,
sumada al aporte de los demás, constituye un análisis total o casi total del tema.
Requiere un conductor, que se llama “presidente”. Su función no implica ni opinar ni discutir, sino requiere
que tenga autoridad en el tema ya que le permitirán resolver cualquier imponderable que pudiera
presentarse durante el simposio.
El organizador debe preparar el ambiente físico donde se desarrollará el simposio y prever las necesidades
del caso para que la reunión resulte eficaz.
El simposio no admite discusión. El presidente abre la reunión, explica los objetivos y presenta, por turno, a
cada uno de los oradores. Al final, cierra el acto, resumiendo brevemente los conceptos expuestos.
La característica de un simposio es ofrecer en un tiempo relativamente corto la actualización de un tema a
cargo de un grupo de expertos.
Foro
Es cualquier forma de oratoria en la que participa el auditorio. También,
"discusión abierta al público".
Mesa redonda, simposio y debate, pueden constituirse en foro; basta que el
coordinador invite al público a participar.
El auditorio, motivado por el conductor, podrá formular preguntas o hacer
objeciones acerca del tema tratado. Se informa de antemano al público que podrá participar después de la
presentación del tema.
El objetivo es permitirles a los asistentes la libre expresión de ideas y de reflexiones, dentro de un clima
informal, siempre conducido por un moderador.
Conducir un foro requiere experiencia y habilidad para hacer cumplir las normas exigidas por este tipo de
deliberación.
La función del moderador es motivar al auditorio para que participe en el foro, ayudar a superar la timidez
del público y crear un ámbito propicio para las preguntas.
El éxito depende de la capacidad y talento del coordinador. Su función es hacer cumplir el tiempo asignado
a cada expositor, solicitar que el interrogante sea preciso y conciso, impedir (con cortesía) exhibicionismo
retórico o divagaciones de los participantes.
Finalizado el foro, el público habrá logrado desarrollar su espíritu participativo y habrá enriquecido su
información acerca del tema analizado.
Debate
Sirve para comunicar públicamente opiniones divergentes acerca de un tema
de interés notorio.
Es una polémica verbal que involucra el compromiso de dos sectores que
elaboran posiciones antagónicas en torno de un tema predeterminado. Una
sostiene argumentos que conducen a una posición afirmativa de la proposición
mientras la otra argumenta negativamente con un contra discurso polémico.
Finalidad de cada equipo es refutar la tesis del adversario por medio de
razonamientos que prueben que la posición sostenida por el otro grupo es falsa e inconsistente.
Cada grupo está formado por dos o tres expertos que analizan un tema debatible, es decir, que admite tesis
distintas.
El moderador previamente fija las pautas y el comportamiento ético de los participantes. La no agresión es
parte del acuerdo.
El éxito de un debate depende, en gran parte, de la imagen transmitida más que de las palabras que se
expresen.
Orden: 1° equipo afirmativa aporta prueba inicial de su posición; 1° equipo negativa presenta su discurso;
2° equipo afirmativa y negativa amplían las razones; terminadas las pruebas de cada tesis 3° equipo
negativa comienza refutación.
Cumplido el tiempo estipulado, el moderador da por finalizado el debate y luego hace un breve resumen de
este.
En algunos debates, se invita a un jurado a dictaminar el resultado del encuentro, teniendo en consideración
la calidad de los discursos, la habilidad expresiva de los oradores y también el material presentado.
Reiner Brehler los clasifica:
o Debate Abierto: Participantes toman la palabra según un orden de intervención; Las excepciones las
señala el moderador, que deja que intervenga alguien para cerrar un punto; El orden de intervención
sigue según se haya pedido la palabra. Pueden intervenir varias veces.
o Debate Americano: las dos partes (mismo n° de contrincantes) se sientan cara a cara en una mesa, en
un extremo el moderador y en el otro, el encargado del acta; se alterna el uso de la palabra (un solo uso);
la suerte decide el inicio del debate.
o Debate Inglés: misma distribución espacial que el debate americano; turno de intervenciones según el
orden de asientos.
o Disputa entre expertos: consiste en un grupo que pregunta y otro que contesta; Frecuentemente sin
moderador; Las preguntas se dirigen a una persona concreta del grupo; El orden de las preguntas y
respuestas es aleatorio.