1 Colecciones Etnoentomologicas Comunita

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 95

ETNOBIOLOGÍA

Volumen 11 Número 2

México, 2013
CONSEJO EDITORIAL
EDITOR EN JEFE
Eduardo Corona-M.
Instituto Nacional de Antropología e Historia, Delegación Morelos &
Seminario Relaciones Hombre-Fauna (INAH)

EDITOR ASOCIADO ASISTENTE EDITORIAL


Dídac Santos Fita Nassu Vargas Rivera
El Colegio de la Frontera Sur, Chiapas Universidad Autónoma del Estado de Morelos

COMITÉ EDITORIAL
Abigail Aguilar Contreras Juan Carlos Mariscal Castro
Herbario, IMSS Coordinador Nacional Bioandes, Bolivia

Uyisses Alburquerque Ramón Mariaca Méndez


Universidade Federal Rural de Pemambuco, Brasil El Colegio de la Frontera Sur, Chiapas

Miguel N. Alexiades Miguel A. Martínez Alfaro (ad honorem †)


University of Kent, Canterbury, UK Jardín Botánico, Instituto de Biología, UNAM

Arturo Argueta Villamar Eraldo Medeiros Costa Neto


Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias, UNAM Universidade de Feira de Santana, Brasil

Javier Caballero Lourdes Navarijo Ornelas


Jardin Botánico, Instituto de Biologia, UNAM Instituto de Biología, UNAM

Germán Escobar Lucia Helena Oliveira da Cuhna


Centro Internacional de Agricultura Tropical, Colombia Universidad Federal de Paraná, Brasil

Montserrat Gispert Cruells Teresa Rojas Rabiela


Facultad de Ciencias, UNAM CIESAS

Gastón Guzmán Victor Manuel Toledo Manzur


Instituto de Ecología, A.C. Centro de Investigaciones en Ecosistemas, UNAM

Eugene Hunn Gustavo Valencia del Toro


Universidad de Washington, USA Instituto Politécnico Nacional

Ma. de los Ángeles La Torre-Cuadros Luis Alberto Vargas


Universidad Nacional Agraria La Molina, Perú Instituto de Investigaciones Antropológicas, Facultad de Medicina, UNAM

Enrique Leff Carlos Zolla


Instituto de Investigaciones Sociales, UNAM Programa Universitario México Nación Multicultural, UNAM

Alfredo López Austín Miguel León Portilla


Instituto de Investigaciones Antropológicas, UNAM Instituto de Investigaciones Históricas, UNAM

ETNOBIOLOGÍA
Es una publicación cuatrimestral (Abril, Agosto y Diciembre) con suplementos, editada por la Asociación Etnobiológica Mexicana A.C. (AEM) y la Sociedad Latinoamericana
de Etnobiología (SOLAE). Publicación reconocida e indexada en: EBSCO, LATINDEX, PERIÓDICA.

El contenido expresado y las referencias utilizadas en las contribuciones son responsabilidad exclusiva de los autores. Se autoriza la reproducción total o parcial de las
contribuciones siempre y cuando se cite la fuente y se haga sin fines de lucro.

Dirigir correspondencia a Editor en Jefe: [email protected]


Consultar página web: www.asociacionetnobiologica.org.mx

NUESTRA PORTADA:
Don Gabriel Us Romero, uno de los escasos cultivadores de meliponas que quedan en la región, tomada en Yaxhachén, Yucatán.
Fotografía: Miguel Ángel Pinkus.

NOTA PARA AUTORES Y LECTORES: La revista y sus suplementos se encuentran disponibles en formato electrónico en la página electrónica de la AEM A.C. . Las nuevas normas
editoriales vigentes a partir de marzo del 2012.

Etnobiología: Revista Cuatrimestral con Suplementos, Agosto 2013.


Editor en Jefe: Eduardo Corona-M. Instituto Nacional de Antropología e Historia, Delegación Morelos. Editor Asociado: Dídac Santos Fita, ECOSUR - Chiapas.
Asistente Editorial: Nassu Vargas Rivera, UAEMorelos

ISSN 1665-2703. Distribuidor: Asociación Etnobiológica Mexicana, A.C.


Diseño Gráfico y Formación: Rafael González, Sputnik Diseño www.facebook.com/pages/Sputnik-Disenio.
Publicacion Electrónica
Volumen 11 Número 2

ETNOBIOLOGÍA
“INTERACCIONES HUMANO - ARTRÓPODOS EN MÉXICO”

EDITOR INVITADO:
DR. MIGUEL ANGEL PINKUS RENDÓN
CENTRO PENINSULAR EN HUMANIDADES Y CIENCIAS SOCIALES, UNAM

Agosto, 2013

México
ETNOBIOLOGÍA
“INTERACCIONES HUMANO - ARTRÓPODOS EN MÉXICO”

Volumen 11 Número 2, 2013


CONTENIDO
COLECCIONES ETNOENTOMOLÓGICAS COMUNITARIAS: UNA PROPUESTA CONCEPTUAL Y METODOLÓGICA 1

Elda Miriam Aldasoro Maya, Arturo Argueta Villamar

LOS ARTRÓPODOS UTILIZADOS EN LA MEDICINA TRADICIONAL MAYA MENCIONADOS EN LOS LIBROS DE CHILAM
BALAM DE CHAN CAH, TEKAX Y NAH E IXIL 16

Diana Cahuich Campos

LOS ARTRÓPODOS MEDICINALES EN TRES FUENTES NOVOHISPANAS DEL SIGLO XVI 24

Rafael Serrano González, Fernando Guerrero Martínez, Yohalli Pichardo Barreiro y Rafael Serrano Velázquez

SAÁK´: SÍMBOLOS Y METÁFORAS DE UN FENÓMENO NATURAL EN EL ÁREA MAYA PREHISPÁNICA 35

Fabio Flores Granados

LA “ABEJA DE MONTE” (INSECTA: APIDAE, MELIPONINI) DE LOS CHOLES DE TACOTALPA, TABASCO: CONOCIMIENTO
LOCAL, PRESENTE Y FUTURO 47

Eréndira Juanita Cano Contreras, Chrystian Martínez Martínez y Carlos César Balboa Aguilar

UNA MIRADA LOCAL DE LOS ARTRÓPODOS EN YUCATÁN, MÉXICO 58

Miguel Ángel Pinkus Rendón

CONOCIMIENTO TRADICIONAL Y ANTROPOENTOMOFAGÍA DEL CHANULTE’ EN OXCHUC, CHIAPAS, MÉXICO. 69

José Alfonso López Gómez, Ramón Mariaca Méndez, Benigno Gómez y Gómez

NOTICIA DECLARACIÓN DE QUITO SOBRE EL DIÁLOGO DE SABERES ENTRE CONOCIMIENTOS DIVERSOS 82

EL LIBRERO 84
COLECCIONES ETNOENTOMOLÓGICAS COMUNITARIAS: UNA
PROPUESTA CONCEPTUAL Y METODOLÓGICA
Elda Miriam Aldasoro Maya1, Arturo Argueta Villamar2
1
Investigadora independiente, 2Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM), Av. Universidad s/n,
Circuito 2, C.P. 62210, Cuernavaca, Morelos, Campus Morelos de la UNAM.
[email protected]

RESUMEN

Las interrelaciones entre los insectos y los pueblos tienen una gran relevancia, sin embargo en México se cuenta
con muy pocas investigaciones etnoentomológicas de corte holístico. Presentamos una propuesta conceptual y
metodológica para la realización de investigaciones etnoentomológicas a través de la elaboración de colecciones
etnoentomológicas comunitarias, considerando que los saberes de los pueblos son parte de su patrimonio intangible y
que por tanto es importante su conservación in situ e in vivo. Para ello se propone el uso de metodologías participativas
que incluyan a los detentores de los saberes y el diseño de investigaciones basadas en la colaboración y reciprocidad
investigador-comunidad. Así, se responde a la demanda que los pueblos han realizado de mantener control sobre sus
saberes, así como al papel que éstos han venido desarrollando en las luchas sociales, culturales y ecológico-políticas.
Las colecciones etnoentomológicas comunitarias están basadas en las ideas de P. Freire y L. T. Smith, orientadas al
empoderamiento de los pueblos y el pleno reconocimiento de sus derechos. La propuesta se ha desarrollado a lo
largo de siete experiencias: cinco nacionales y dos internacionales, de las cuales cinco fueron con pueblos indígenas.
A los participantes se les capacitó en la colecta y montaje de insectos, se realizaron talleres inter-generacionales y
observación participativa. Se registraron los saberes etnoentomológicos tales como los diversos usos que se les dan a
los insectos y su importancia en las tradiciones orales. Adicionalmente en seis de los casos se organizaron actividades
culturales. Las colecciones etnoentomológicas comunitarias produjeron importantes contribuciones en cada una de
las localidades tales como: revaloración y resocialización de los saberes, el reconocimiento del carácter colectivo de
los mismos y la importancia de su documentación y sistematización. Las colecciones coadyuvaron al empoderamiento
de los detentores de los saberes al formar parte activa de la investigación y a la conservación in situ e in vivo del
patrimonio biocultural de los pueblos.

Palabras Clave: Colecciones, Etnoentomología, Etnozoología, Etnobiología, Investigación Participativa, Empoderamiento.

ETHNOENTOMOLOGICAL COMMUNITY COLLECTIONS: A CONCEPTUAL AND METHODOLOGICAL PROPOSAL

ABSTRACT

The insect-human group relation is of great relevance, but in Mexico little holistic ethnoentomological research has
been done. We present a conceptual and methodological proposal for the development of ethnoentomological research
through the organization of communitarian ethnoentomological collections, considering that the knowledges of the
different cultures are part of their intangible heritage, and therefore, is important to conserve in situ and in vivo.
To achieve this we suggest the use of participatory methodologies that involve the owners of the knowledges well
research design based in collaborative and reciprocal relations between the researcher and the people. In this way,
we can fulfill the needs of different cultures to keep the control over their knowledege, and to maintain the role that

1
they have been taking in social, cultural and ecological-political struggles. The communitarian ethnoentomological
collections are based on the ideas of P. Freire and L.T. Smith, oriented to the empowerment of the people and the full
recognition of their rights. The proposal was developed through seven experiences: five domestic and two international,
of which five were conducted with indigenous people. The participants were trained in the collection and preparation
of insects; in addition intergenerational workshops, interviews and participant observation were conducted. The
ethnoentomological knowledge was documented, including uses and the importance of insects in oral traditions.
Additionally in six cases cultural activities were organized. The communitarian ethnoentomological collections made
important contributions in each of the localities, including: revaluation and resocialization of knowledge, recognition
of their collective nature, and the importance of recording and systematizing them.. The collections contributed to
the empowerment of the owners of the knowledge as the result of taking an active role in the research and in the in
situ and in vivo conservation of the biocultural heritage of the communities

Keywords: Collections, Ethnoentomology, Ethnozoology, Ethnobiology, Participative Research, Empowerment.

INTRODUCCIÓN Heredia, 2001; Navarrete-Heredia et al., 2007), así como


los estudios de determinadas especies y su relación con
Los insectos son reconocidos como uno de los grupos pueblos específicos (Manzano, 1989; Vásquez-Dávila
de organismos biológicos más exitosos debido a su gran y Solís, 1991; López-Maldonado, 2004, Pacheco et al.,
capacidad adaptativa, por lo que el estudio de la relación 2004; Sánchez, 2009). Son menos los trabajos sobre los
de éstos con diferentes pueblos y culturas resulta de gran significados culturales y simbólicos de los insectos (Merlmn
relevancia. Dada su abundancia y presencia cotidiana, y Vásquez-Dávila, 2002; Ramos-Elorduy et al., 2010;
las diferentes poblaciones humanas del planeta han Aldasoro, 2012; Argueta y Castilleja, 2012); y de difusión
establecido con ellos interesantes y complejas relaciones. (Aldasoro, 2001b; Chapela y Rojo, 2005; Vásquez, 2009).

Desde que Wyman y Bailey (1952) realizaron su estudio Un revisión de mayor profundidad indica que estudios
sobre la relación de los insectos con los Navajo y pro- etnoentomológicos de carácter holístico sólo se han
pusieron el uso del término etnoentomología, se han realizado con seis pueblos indígenas (Hunn 1977; 2008;
realizado numerosas investigaciones y propuestas sobre Aboytes, 1999; Aboytes y Castro-Ramírez, 2011; Aldasoro
dicho campo de estudio (Posey, 1987; Costa Neto, 2002; y Hunn, 2003; Aldasoro, 2000, 2009a, 2009b, 2012),
Motte-Florac y Thomas, 2003; Galante y Gómez, 2005; para un total de 68 pueblos que hablan 364 variantes
entre otros), sin embargo, el campo de la etnoentomo- lingüísticas en México (INALI, 2008), lo cual está muy
logía representa un amplio universo aún por explorar. En lejos de representar adecuadamente al país, que por su
México hay grandes antecedentes sobre el tema, líneas riqueza biocultural está considerado entre los primeros
de investigación pioneras y líderes a nivel mundial en diez a nivel mundial (Toledo, 2003; Boege, 2008).
las cuales predomina el enfoque utilitario que, en su
mayoría, abordan a los insectos como recursos, ya sea La presente propuesta tiene como base la premisa de que
para la alimentación humana, la medicina tradicional, el los saberes de los pueblos, los cuales incluyen un detallado
reciclaje y para alimentación animal (Alzate y Ramírez, y amplísimo rango de conocimientos desarrollados en el
1831; Sánchez, 1893; Hoffman, 1931; Ramos-Elorduy, medio en que han habitado a través de numerosas gene-
1989,1991; Ramos-Elorduy y Pino, 1988,1989, 2004; raciones, son parte de su patrimonio cultural intangible.
2010; Ramos-Elorduy et al., 1998, 2007, 2010, 2011; Arana, A partir de ello, el principal objetivo es la conservación
1991, 2006; Aldasoro, 2001a, 2010; Costa-Neto, 2005; de éstos in situ e in vivo, como el monumento a nuestra
Landero-Torres et al., 2010; Melo et al., 2010). humanidad común que son, y no sólo en bibliotecas y
archivos (Hunn, 1999; Aldasoro y Maya, 2010). Para ello
Además de ser una gran fuente de alimento y medicina, se requiere trabajar con metodologías participativas que
también son de enorme importancia para los juegos involucren a los detentores de dichos conocimientos
de la población infantil en las zonas rurales; motivo de y que estén basadas en relaciones de colaboración y
inspiración para el arte indígena; protagonistas en mitos reciprocidad entre pueblos e investigadores. En dicho
y leyendas de la cosmovisión de éstas culturas, como lo modelo de colaboración se encuentran por un lado los
evidencian los estudios de entomología cultural (Navarrete- investigadores, que aportan la parte organizativa, la

2
Etnobiología 11 (2), 2013.
Aldasoro y Argueta. Colecciones Etnoentomológicas Comunitarias

asesoría y los materiales que se requieren, así como su Es por ello que simultáneamente debemos analizar el
experiencia en relación a la ciencia occidental; y por otro desarrollo de las ideas en otros ámbitos disciplinarios. Por
lado los pueblos indígenas, campesinos o mestizos, que ejemplo, la Filosofía Latinoamericana de la Interculturalidad
además de compartir sus valiosos saberes, aportan su plantea la defensa del pluralismo y propone nuevas
tiempo y entusiasmo para trabajar en la sistematización, formas epistemológicas de abordar los saberes indíge-
revaloración y difusión de los mismos. nas y considera a la interculturalidad como una de las
bases para la refundación del estado, reconoce todas las
El presente texto discute siete experiencias de investigación tradiciones de pensamiento de la humanidad y asume
etnoentomológica a través del desarrollo de colecciones el compromiso de apoyar las luchas indígenas por sus
etnoentomológicas comunitarias en zonas rurales. Esta derechos culturales, económicos, políticos y religiosos, así
propuesta responde a la necesidad de conducir estudios como por la autodeterminación (Pérez y Argueta, 2011).
integrales, profundizar en las perspectivas teóricas y las
implicaciones de la investigación etnobiológica, desarrollar METODOLOGÍA
nuevas metodologías, para apoyar el derecho que tienen los
pueblos de ser parte activa de la investigación etnobiológica La metodología de las colecciones etnoentomológicas
y reconocer plenamente el papel de actores que deben tener comunitarias está inspirada en las ideas de Paulo Freire
en el diseño y realización de ésta, así como los derechos de (1970, 1973) y Linda Tuhiwai Smith (1999), y tiene como
propiedad intelectual sobre sus saberes. objetivo iniciar la reflexión acerca de la importancia de
los saberes por parte de sus poseedores y herederos y la
De esta forma se propone responder a las demandas que conservación de ellos, encaminada a apoyar el empode-
han realizado los pueblos como nuevos sujetos sociales ramiento de las comunidades y pueblos originarios.
desde por lo menos cuatro décadas, con su participación
en luchas sociales, culturales y ecológico-políticas para la La etnobiología puede hacer contribuciones fundamentales
defensa de la naturaleza (Declaraciones de Barbados, 1971 para el fortalecimiento de una cultura, siempre y cuando
y 1977; Bonfil, 1979; 1981; Argueta, 1991; Toledo, 1992). los investigadores seamos conscientes de que “no podemos
preservar una cultura como si fuese una especie en peligro
La Etnobiología participativa es una tendencia que observa de extinción, sólo las personas miembros de ésa cultura
Hunn como parte de la Etnobiología IV (2007), que aparece en pueden salvarla, y sólo si cuentan con un espacio propio
los 80’s y que enfatiza los derechos de los pueblos indígenas y sólo si lo quieren tanto que le saquen provecho de ese
para mantener el control sobre sus saberes. Idealmente los espacio” (Hunn, 2008:28). Por su parte, Smith (1999)
trabajos realizados en esta fase incluyen a los de las fases menciona la necesidad de los pueblos indígenas de reclamar
anteriores: La fase I simplificada como la utilitaria, la fase un espacio propio en el cual puedan descolonizar sus
II definida como la cognitiva/lingüística y la fase III que mentes y recobrarse; por lo que los autores de este artículo
propone la integración del conocimiento con la práctica proponemos que las metodologías participativas pueden
y resalta las consecuencias ecológicas que tienen los co- ser una herramienta para empezar a crear estos espacios.
nocimientos tradicionales en el uso y aprovechamiento de
los recursos naturales. Es en la Etnobiología IV en la que se La investigación etnobiológica puede ser una herramienta
logra una profunda comprensión de los sistemas de saberes para empoderar a nuestros colegas indígenas y campesinos,
tradicionales al mismo tiempo que se apoya a sus detentores al trabajar con ellos en colaboración. Esto significa incluir
en sus luchas por el pleno reconocimiento de sus derechos. en la colaboración las habilidades que cada quien tiene y
con base en esto, diseñar una investigación que enfatice la
En el mismo sentido y ampliando las perspectivas concep- importancia de mantener la equidad y los aportes comunes
tuales y disciplinarias, Argueta et al. (2012) señalan nuevos a la investigación y de atender las preocupaciones de las
campos interdisciplinarios que ofrecen interesantes desafíos comunidades respecto a cuándo y cómo se debe de compartir
a la etnobiología y a la etnoecología de la primera mitad la información (Simonelli, 2006: 136). La investigación
del siglo XXI, entre los que destacamos aquí los cuatro participativa incluye un proceso que es inevitablemente
siguientes: 1. Las relaciones de apropiación, las relaciones político y que analiza cuidadosamente los resultados de la
simbólicas y la transmisión de los saberes, 2. Significación investigación, antes de que ésta se desarrolle.
biocultural y patrimonialidad, 3. Difusión, devolución,
interculturalidad y redes para el diálogo de saberes, y 4. En cuanto a la configuración de dichas investigaciones,
Reorganización territorial y nuevos modelos de interrelación Fals Borda (1991) identifica tres elementos básicos de la
para el desarrollo local y regional. investigación-acción participativa: la posibilidad onto-

3
lógica de una real ciencia popular, la transformación de Por otra parte, es a través de las metodologías participativas
la relación investigador/investigado, sujeto/objeto basada que se puede explorar y definir la relación que los pueblos
en una distribución equitativa de poder y, finalmente, la están dispuestos a establecer con su patrimonio cultural
autonomía y la identidad en la acción colectiva. y su potencial uso y aprovechamiento económico, así
como el rol que universidades y estados deben tener en
Es por ello que nosotros señalamos que la propuesta la promoción respetuosa y responsable de la investigación
significa trabajar en el marco de una investigación etnobiológica (Maya et al., 2009), sobre todo a la luz de
verdaderamente cooperativa, en la que se incluyan y las denuncias que se han hecho acerca de la apropiación
reconozcan todas las voces e intereses. del conocimiento y los recursos bióticos locales, que va
en aumento en áreas particulares como lo son las ciencias
Esta metodología reconoce la conciencia que han to- ambientales y las médicas (Mead, 1993 en Smith, 1999;
mado muchos pueblos sobre las implicaciones de la Delgado-Ramos, 2004). Hoy en día, muchas comunidades
investigación en sus comunidades, a través de la cual y organizaciones han desarrollados políticas y protocolos
dejaron de ser espectadores pasivos para convertirse sobre los proyectos de investigación que se quieren de-
en participantes activos que reclaman cada vez mayor sarrollar en sus territorios, y han discutido los problemas
control sobre la investigación que se hacen en sus asociados al control sobre ésta y el conocimiento que es
territorios y acerca de su patrimonio cultural. producido, para lo que han establecido códigos de ética
y documentos de discusión (Smith, 1999). Sin duda en
Nuevas metodologías han sido desarrolladas para ase- México se debe de trabajar en desarrollar protocolos que
gurar que la investigación con pueblos indígenas y garanticen la distribución justa y equitativa tanto de la
campesinos sea más respetuosa, ética, empática y útil. investigación como de la biodiversidad y de los saberes
Smith (1999:9) explica que “la investigación ya no puede asociados desarrollados por los pueblos.
ser desarrollada como si la visión de las personas no
contara y sus vidas no importaran”. De ahí la urgencia En el marco de la investigación participativa, ésta debe ser
de profundizar en la elaboración de metodologías planificada, coordinada y controlada por el investigador
diseñadas para precaverse de que dichos procedimientos y por la organización social local y debe responder tanto
no se repitan. Si los investigadores abren los ojos a a los intereses del investigador como a las demandas
los contextos contemporáneos se deberán plantear concretas de la población local, y lo mismo aplica respecto
preguntas tales como: ¿De quién es la investigación?, a los beneficios los cuales deberá de ser para ambas partes.
¿quién tiene derechos sobre ella?, ¿quién se beneficiará
de ella?, ¿quién la va a conducir?, ¿quién la va a escribir?, Las metodologías de investigación han sido moldeadas
¿cómo se van a diseminar los resultados? Clifford (1999) principalmente por tres temas éticos: las diferencias de
considera que se seguirá dando la continua aparición de poder en las interacciones de la investigación, cómo esto
sujetos políticos que demandan el reconocimiento de su determina la información recopilada y quién posee el
historia excluida; los pueblos indígenas y campesinos conocimiento generado (Rocheleau, 1994; Finnis, 2004;
quieren contar sus propias versiones de sus historias, Pain y Francis, 2003, Pain, 2004). Es importante que los
en sus formas propias y con sus propias intenciones científicos reconozcan que la investigación en sí misma
(Smith, 1999). es una intervención poderosa que más allá de su marco

Tabla 1. Información básica sobre los lugares y el contexto en que se realizaron las colecciones etnoentomológicas.

4
Etnobiología 11 (2), 2013.
Aldasoro y Argueta. Colecciones Etnoentomológicas Comunitarias

Figura 1. Mural con información etnoentomológica realizado con los niños de la primaria de la comunidad Hñä hñu El Dexthi, San Juanico, Mpio de
Ixmiquilpan, Hidalgo. Foto: E. Miriam Aldasoro Maya.

teórico representa una ideología subyacente, la cual


tiene el potencial de extender el conocimiento o de
perpetuar la ignorancia acerca de los temas cruciales
acerca de los pueblos con los que se trabaja (Smith,
1999). El propósito principal de las metodologías de
investigación participativa es el hacer investigación
con la gente y no sobre la gente, incluir múltiples voces,
reducir las desigualdades de poder y permitir la posesión
múltiple del conocimiento generado por la investigación
(Finnis, 2004).
Figura 2. Taller intergeneracional con famílias Hñä hñus de La Magdalena,
En el presente texto presentamos las experiencias sobre Mpo. de Temascalcingo, Estado de México. Foto: E. Miriam Aldasoro Maya.
siete colecciones etnoentomológicas comunitarias, cinco
en México, una en China y una en Costa Rica. De éstas,
cinco se desarrollaron con pueblos indígenas (Ver Tabla
1). Todas las lenguas indígenas con las que se trabajó en
México pertenecen a la familia Oto-mangue (INALI, 2008).

Los Hñä hñu (Otomíes) de El Dexthi-San Juanico. El


estudio se realizó en dicha comunidad ubicada al norte
del municipio de Ixmiquilpan, en el Estado de Hidalgo;
en las inmediaciones de las coordenadas 20° 34’ 01’’
de latitud norte y 99° 14’ 01’’ de longitud oeste. La
comunidad se encuentra en la región llamada Valle del Figura 3. Mujeres Jnatrjo de la comunidad de San Pedro el Alto, Mpo. de
Mezquital a una altura de 1,820 msnm. (Figura 1) Temascalcingo, Estado de México. Foto: E. Miriam Aldasoro Maya.

Los Hñä hñu (Otomíes) de La Magdalena. La comunidad se Los Ben´zaa (Zapotecos) de San Juan Mixtepec. Enclavado
localiza en el municipio de Temascalcingo, en el noroeste en la Sierra Sur de Oaxaca se encuentra el municipio
del Estado de México. Sus coordenadas son: Longitud: de San Juan Mixtepec, a una altura de 2,050 msnm., y
19º 56’’ 33”, Latitud: 99º 59’ 40” y se encuentra a 2,450 sus coordenadas geográficas son Longitud: 16º 16’ 35”,
msnm. (Figura 2) Latitud:-96º 18’ 00”. (Figuras 5 y 6)

Los Jnatrjo (Mazahuas) de San Pedro el Alto. la población Los Descendientes de Popolocas y Mixtecos de Zapotitlán
se ubica en el municipio de Temascalcingo, Estado de Salinas, Puebla. La cabecera municipal de Zapotitlán
México. Esta población está situada a 2,640 msnm, sus Salinas se encuentra al occidente del Valle de Tehuacán-
coordenadas geográficas son Longitud: 19º 54’ 37”, Cuicatlán, zona que constituye la Reserva de la Biósfera
Latitud:-99º 57’ 46”. (Figuras 3 y 4) con el mismo nombre. Hoy día su principal lengua es el

5
Figura 5. Adolescentes Ben´zaa de San Juan Mixtepec, Oaxaca montando
insectos para elaborar la colección etnoentomológica. Foto: E. Miriam
Aldasoro Maya.

Figura 4. Mujer Jnatrjo (San Pedro el Alto, Temascalcingo, Estado de


México) que enseña orgullosamente los especímenes colectados. Foto: E.
Miriam Aldasoro Maya.

Figura 6. Meinardo Hernández, lingüista Ben´zaa, revisando la información


de la colección etnoentomológica. Foto: E. Miriam Aldasoro Maya.

español (Gámez, 2006). Se localiza en la parte sureste


del Estado de Puebla. Sus coordenadas geográficas son
18º 07’18” y 18º 26’00” de latitud norte y los meridianos
97º 19’´ 24 y 97º 39’06” de longitud occidental y esta a
1,500 msnm. (Figura7)

Los Yi minzu de China. Es una de las 55 minorías reco-


nocidas en la República Popular China, con alrededor
de 8 millones de personas por lo que es una de las más
grandes de dicho país. Los Yi minzu viven en el suroeste
en las provincias de Guizhou, Yunnan y Sichuan y hablan
lenguas Tibeto-Burmanas. El presente estudio se realizó
con el mayor subgrupo de los Yi: Nuosu Yi, que habitan
la comunidad de Yangjuan (27° 41’ N and 101° 25’ E) es
parte de la localidad de Baiwu en la municipalidad de
Yanyuan, localizada en el oeste de la Prefectura Autónoma
de Liangshan, en la provincia de Sichuan a 2,500 msnm.
Figura 7. Camiseta elaborada como parte de las actividades culturales que (Figura 8 y 9)
se llevaron a cabo a la par de la investigación etnoentomológica
participativa en Zapotitlán Salinas, Puebla. Foto: E. Miriam Aldasoro Maya.

6
Etnobiología 11 (2), 2013.
Aldasoro y Argueta. Colecciones Etnoentomológicas Comunitarias

Figura 8. Niño Yi, mostrando el coleóptero que colecto. Foto: E. Miriam Figura 9. Yu Zeng explicando cómo colectar insectos a los niños Yi. Foto: E.
Aldasoro Maya. Miriam Aldasoro Maya.

El Pueblo Mestizo de Mastatal, Costa Rica. Mastatal es una la forma en que se podían colectar los organismos o la
pequeña comunidad localizada en la región llamada Tierras manera en que les gustaría difundir los resultados en la
Altas de San José, en el Parque Nacional La Cangreja que comunidad. Posteriormente se trabajó sobre las formas de
forma parte del Corredor Biológico Virtual Paso Las Lapas. colecta de los invertebrados y el montaje de los insectos,
Está ubicada a 45 km al sureste del Cantón Santiago de a la par que se les proporcionaba información referente
Puriscal (9°44’04N, 84°22’27”O), en los distritos de Chires y a diversas cuestiones respecto a su patrimonio cultural
Mercedes sur, distante 93 km., de San José, en Costa Rica. intangible: sus saberes y la importancia de éstos. Una
El idioma de ésta población es el español. Se encuentra vez que se contaba con material biológico, se discutió
aproximadamente a 1,305 msnm. (Figura10) grupalmente la información respecto a cada uno de los
ejemplares colectados: nombre en español, nombre en
la lengua indígena, usos (comestible, medicinal, lúdico,
ornamental) los cuentos y mitos en torno a las diferen-
tes categorías y en algunos casos también se abarcó la
taxonomía tradicional (Tabla 2). En los casos en los que se
trabajó con niños y adolescentes se diseñaron encuestas
para que ellos las realizaran de tal forma que fueron ellos
los encargados de recabar la información sistemáticamente,
así como a analizarla. Esto contribuye a la desmitificación
de la investigación, al hacer a los voluntarios partícipes
de ésta en forma activa y proactiva.

De los organismos colectados y montados por los par-


Figura 10. La colección etnoentomológica elaborada en Mastatal, Santiago ticipantes se escogieron los mejores para formar las
de Puriscal, Costa Rica. Foto: Susan Bolton. colecciones etnoentomológicas comunitarias, en las cuales
se indicaban las especies científicas, los nombres en
Una vez presentado el proyecto, su importancia y sus español y la lengua indígena, así como los diversos usos.
alcances a las autoridades comunitarias correspondientes y Las colecciones fueron entregadas para exhibirse en las
a la comunidad en general, se procedió a invitar a diversos escuelas participantes, en la delegación municipal o en
sectores de las comunidades anfitrionas a participar de la biblioteca comunitaria.
manera voluntaria, estos variaron en edad y género (Ver
Tabla 1). Consideramos importante clarificar que en el presente
trabajo cuando se hace referencia a lo comunitario, nos
Se organizaron los grupos participantes y se les proporcionó referimos a la metodología incluyente que se manejó
el material requerido (frascos, alcohol al 70%, pinzas, bolsas basada en la invitación abierta y voluntaria, más que en
de papel glase, cámaras letales) y se discutió con ellos la el hecho de una participación total de la población de
forma de trabajar, desde horarios, hasta ideas respecto a las comunidades. Se tuvo mucho cuidado en establecer

7
Tabla 2. Guía para la realización de entrevistas abiertas.

mecanismos que garantizaran que todos los interesados En cada una de las comunidades, a la par del trabajo por
en participar pudieran hacerlo disminuyendo la posibili- grupo, se realizaron entrevistas semi-estructuradas (Tabla
dad de que un solo grupo selecto tuviera el control del 2) y observación participativa. La observación participativa
proyecto. Ciertamente, el incluir a diferentes grupos e resulta crucial en la investigación etnoentomológica
individuos en una investigación tiene el potencial de puesto que el comportamiento, así como hábitat de los
volverse caótico, sorpresivo, con frecuencia implica un organismos resultan fundamentales para su correcta
alto nivel de complejidad, mayor demanda de tiempo, identificación y dada la diversidad de la entomofauna no
difícil de manejar implica la confrontación de temas es factible, cómo con otros grupos zoológicos, por ejemplo
que de otra forma serían ignorados. Simultáneamente aves o mamíferos, contar con listados previos generales.
es una práctica ética clave en la que los resultados
satisfactorios están la mayoría de las veces, garantizados. A la par de la organización de las colecciones etnoento-
Se debe tener presente lo que han indicado los estudios mológicas, se realizaron actividades culturales (a excepción
antropológicos y sociales, de que las comunidades no son de Yangjuan, China): muestras gastronómicas, un mural,
homogéneas, por lo que variables tales como el género excursiones, impresión de camisetas alusivas al tema y en
y la generación, así como las diferencias económicas, la primera experiencia que fue la de Hidalgo, se publicó
religiosas y políticas deben tenerse en cuenta, ya que un libro con la información resultante del proyecto y se
pueden determinar, limitar o propiciar la participación está trabajando en uno con los resultados de los Yi. Los
de las personas (Finnis, 2004). organismos colectados se determinaron taxonómicamente

Figura 11. Diagrama de pasos metodológicos para la elaboración de Colecciones Etnoentomológicas.


8
Etnobiología 11 (2), 2013.
Aldasoro y Argueta. Colecciones Etnoentomológicas Comunitarias

a la máxima aproximación posible y posteriormente se en el Estado de Hidalgo (Aldasoro, 2001b), por lo que se
contó con la ayuda de especialistas de la UNAM. realizó de manera informal un trabajo comparativo. A
pesar de que la publicación era de otra región, fue sin
Como resultado de las experiencias adquiridas a través duda motivo de orgullo al reconocer en algunos casos
de la realización de siete colecciones etnoentomológicas denominaciones similares y la misma matriz cultural. En
nos permite esquematizar las diferentes etapas de la ésta comunidad en particular resultó esencial el que los
investigación a manera de guía (Ver Figura 11), cabe talleres fueran inter-generacionales, puesto que como
aclarar que dicha propuesta está lejos de sugerir que se mencionó arriba, los saberes han sufrido una fuerte
el trabajo etnobiológico pueda ser una serie de pasos a erosión cultural a través de las generaciones, por lo que
seguir, pues se reconoce plenamente que en éste influyen para el registro y sistematización de éstos fue necesario el
muchas variables en cada caso. invitar a participar a personas de la tercera edad, a la par
de las cuales participaron madres y niños (hijas y nietos).
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
En la comunidad Jnatrjo de San Pedro el Alto, se contó
Se registró el conocimiento etnoentomológico de los con la participación mayoritaria de mujeres de la terce-
diferentes pueblos y localidades con la participación activa ra edad en los talleres, y en mucho menos proporción
de al menos un sector de las comunidades y se elaboraron de mujeres jóvenes (Aldasoro, 2009a). Para las mujeres
colecciones etnoentomológicas en las cuales se incluyó mayores participantes fue realmente muy motivante el
información respecto a los diversos usos de los insectos, sistematizar sus saberes respecto a los insectos ya que les
así como los que juegan un papel en la cosmovisión y resultaba muy palpable el que éstos se encontraban menos
tradición oral de cada una de las culturas. presentes en las siguientes generaciones. Conforme se iban
sistematizando los saberes se compartieron y trabajaron
Cada una de las experiencias hizo contribuciones especí- éstos con los jóvenes de la escuela secundaria, a través de
ficas a las comunidades, de las cuales citaremos algunos talleres, y con los cuales se propició la reflexión respecto
ejemplos. a la importancia de la preservación de los conocimientos
mazahuas etnoentomológicos. Como parte de la clase de
La colección de la comunidad Hñä hñu de El Dexthi-San ciencias, en éste caso se abordaron las relaciones ecológicas
Juanico fue la primera experiencia del total de siete y en la que tienen los insectos en los ecosistemas, de tal forma
cual se contó con el mayor tiempo posible para el trabajo que se trabajó la importancia biológica y cultural de
comunitario. Al registrar los usos de los insectos como éstos. Otra temática crucial en ésta comunidad fueron los
parte de los sistemas de saberes se superó la condición cambios ambientales y las causas de los mismos, debido a
de marginalidad en las que se ha colocado a éstos, siendo la desaparición o disminución de las poblaciones de ciertas
muchas veces percibidos tan sólo como datos curiosos o especies. Un ejemplo del primer caso es la del gusano del
exóticos. Adicionalmente, el impacto de la sistematización madroño (Eucheria socialis Westwood ) y en el segundo
de los saberes Hñä hñus sobre los insectos comestibles caso de la mariposa monarca (Danaus plexippus (L.).
permitió redefinir la importancia de la entomofagia en
la zona, por un lado al combatir los estigmas asociados a Los jóvenes Ben´zaa de San Juan Mixtepec son un caso
ésta, como práctica íntimamente asociada a la pobreza y contrastante, en cuanto que aún poseen una importante
la falta de recursos económicos; y por otro al explicar el cantidad de saberes entomológicos por lo que la situación
valor nutritivo de los insectos como importante fuente de erosión de los saberes presenciados en las otras comuni-
de proteína. dades, no se encontró en el presente municipio oaxaqueño.
El énfasis de la colección entomológica formada en éste
En la población Hñä hñu de La Magdalena el trabajo caso fue el propiciar que las siguientes generaciones
resultó de gran relevancia (Aldasoro, 2009a), puesto que continúen adquiriendo los saberes que sus ancestros han
ésta es una comunidad de reciente creación, conformada desarrollado a lo largo de cientos de años. Otra cuestión
por familias jóvenes las cuales a través de los talleres se muy relevante con los jóvenes zapotecos, fue el desarrollo
pudieron percatar de la falta de atención que han prestado de sus habilidades para el montaje de insectos, las cuales
a la transmisión y adquisición de los saberes que aún poseen resultaron de una gran calidad, y se enfatizó que ésta
las personas mayores (padres, abuelos) los cuales habitan facilidad para aprender era una gran cualidad que se podría
en la comunidad vecina de Maro y Bonsho. Otra parte muy aplicar a muchas otros sectores de su vida. La investigación
atractiva resultó ser el contar ya con la publicación de la se hizó como parte de un proyecto mayor, y los resultados
investigación entre los Hñä hñu del Valle del Mezquital se pueden consultar en Hunn, (2008).

9
En la población de Zapotitlán Salinas, la elaboración de Por último, la experiencia con los Yi minzu de China se
la colección etnoentomológica con la participación de inscribió en el contexto de la consolidación de la primera
los jóvenes de la secundaria, y de manera colaborativa escuela primaria recién fundada en la comunidad (2000),
con voluntarios adultos demostró que es posible el respaldado por alrededor de 20 años de trabajo e investi-
desarrollo de investigaciones participativas. Las dos gación de Steve Harrell en esa área. Las determinaciones
colecciones etnoentomológicas conformadas en esta taxonómicas se pudieron trabajar muy poco ya que se
comunidad, una para la escuela secundaria y otra para contó con poco tiempo y no fue posible sacar del país
la biblioteca municipal, simbolizaron un puente de los especímenes, sin embargo, el registro de los nombres
entendimiento entre los investigadores y la comunidad, en la lengua indígena, así como de los usos que se les
así como de que era posible abordar la importancia de dan a los insectos y la tradición oral en torno a estos
la biodiversidad de la región de forma simultánea a la sentaron el precedente para futuras investigaciones no
diversidad cultural, binomio crucial para el desarrollo de sólo etnoentomológicas sino también etnozoológicas.
ambas. En éste caso resultó muy evidente y notable, que La colección etnoentomológica permanece en la escuela
a pesar de la ausencia de la lengua popoloca o mixteca primaria y se está impulsando actualmente el desarrollo de
en la cabecera municipal, es innegable una relación material didáctico que facilite su uso de forma más activa
compleja entre los insectos y los pueblos enmarcados para la reflexión en torno a los saberes Yi. El trabajo con
en la fuerte tradición de las culturas mesoamericanas. este pueblo es un ejemplo de perseverancia y demuestra
que si hay voluntad para aplicar metodologías participativas
En el caso de la experiencia en Mastatal, el marco de es posible sobrellevar incluso las limitaciones que impone
referencia fue considerablemente diferente al no contar el poseer distintos idiomas y de requerir de múltiples
con una cultura indígena como matriz cultural; lo que traducciones (de Yi a Chino, de Chino a Inglés). Una vez
determinó notoriamente la cantidad y calidad de infor- más se constató lo atractivo y carismático del grupo de los
mación resultante. Debido a la presencia de una abru- insectos, así como el interés por parte de los poseedores de
madora diversidad biológica, se ponderó la importancia saberes ancestrales para sistematizar sus conocimientos.
ecológica de los insectos para el ecosistema presente.
Esto resultó muy apreciado en el marco de la declaración De manera general se puede afirmar que esta metodología
de la región como Parque Nacional (5 Junio 2002) pues obtiene información más amplia y confiable que otros
la experiencia se realizó un par de años después, en el métodos, tanto por el compromiso que adquieren los
2004. Aquí el principal reto fue la preservación a largo detentores de los saberes con el registro y sistematización
plazo de los organismos debido al clima y los niveles de los mismos, como por la garantía que representa
de humedad, ya que para esto la colección requería de el considerar todos los aspectos que intervienen en el
constante mantenimiento. A tan sólo pocos kilómetros reconocimiento de una categoría tradicional. El hecho de
de Mastatal se encuentra el grupo Huetar que habita la que colecten directamente los organismos los participantes
Reserva Indígena de Zapatón, cultura que fue reconocida voluntarios, permite tener la certeza de que se están
por algunos de los pobladores de Mastatal como posee- apreciando en su plenitud las características más relevantes
dora de un mayor conocimiento etnoentomológico. La para su identificación, lo cual requiere que se consideren
experiencia de investigación participativa en Mastatal deferentes dimensiones (características físicas: olor, color
resultó un parteaguas en la comunidad de acuerdo a la y textura original, forma y tamaño), relaciones ecológicas
representante de la misma en ese tiempo, ya que una (hábitat, hospederos, depredadores, hábitos alimenticios)
vez más la región ha sido objeto de numerosas investi- y comportamiento (patrones de vuelo, sonidos, formas de
gaciones biológicas en las que no se ha involucrado ni caminar). Esto no es posible cuando el investigador colecta
considerado a la población local. Adicionalmente, se han y realiza entrevistas, ya sea con imágenes o colecciones
llevado a cabo el desarrollo de un proyecto de ecoturismo entomológicas, ya que estas presentan serias limitaciones
dirigido por extranjeros que no está sustentado en bases al no mostrar las cualidades que caracterizan al organismo
de desarrollo comunitario (Díaz et al., 2005), y al cuál si vivo, por ejemplo, el carácter bidimensional de las estampas
bien se le reconocen los méritos ambientales, se les invitó o los sonidos producidos, la forma de desplazamiento,
a tener una mayor sensibilidad cultural y el ampliar su además de las diferencias de escala.
enfoque hacia metodologías participativas que implicaran
mayor equidad social. El trabajo realizado en torno a la Al abordar los saberes etnoentomológicos en general y no
investigación etnoentomológica de desarrollo comunitario sólo bajo un solo enfoque (el de la entomofagia o el de
basado en metodologías participativas fue ampliamente la entomoterapia) permite conocer de manera holística
reconocido por los pobladores del lugar. éstos sistemas de saberes, ya que es de manera integral

10
Etnobiología 11 (2), 2013.
Aldasoro y Argueta. Colecciones Etnoentomológicas Comunitarias

como los pueblos lo conocen y no de forma fragmentada Las colecciones responden a la necesidad existente de de-
de acuerdo a categorías antropocéntricas. Es así como se sarrollar y utilizar técnicas de investigación participativa
pueden abordar los tres grandes dominios de la investi- (Betancourt y Cruz, 2009) que reconozcan plenamente el
gación etnoentomológica que define Costa-Neto (2002): significado de la participación activa y continua de los
a) la percepción, conocimientos y clasificaciones de los indígenas y campesinos en la investigación (Smith, 1999).
insectos, b) la importancia cultural de los insectos, por
ejemplo su papel en cuentos, mitos y creencias, y c) lo Los pueblos indígenas de México y América Latina han
usos y el valor económico. insistido ya desde hace muchas décadas en que no
quieren seguir siendo objetos de estudio, ni tampoco sus
La metodología de las colecciones participativas et- saberes, sino ser sujetos del estudio (Ver AA.VV., 1979),
noentomológicas permiten hacer una transición adecuada por lo que esta propuesta teórico-metodológica recupera
y gradual de la investigación cualitativa a cuantitativa, dicho principio y trata de darle respuesta.
con la garantía de que se ha establecido un vínculo de
confianza con los miembros de la comunidad. Esta forma Freire (1970) sostiene que en el trabajo con personas no
de trabajo disminuye drásticamente tanto la “posibilidad se puede pensar auténticamente si otros no lo hacen
de introducir errores” a través de cuestiones no válidas también, ya que es imposible pensar por los otros. La
como el que se restringa la libertad de los colaboradores investigación acerca del pensamiento de las personas no
para abordar otros temas de importancia personal (Costa- se puede hacer sin considerar a los que están involucrados
Neto, 2002:81), además de que permite realizar pruebas y debe ser hecha en conjunto con ellos, los sujetos de
de validación tanto de forma sincrónica como diacrónica. sus propios pensamientos. Dicho autor enfatiza que sería
inocente esperar resultados positivos de trabajos que no
Igualmente importante es enfatizar el carácter comunitario respetan o consideran la visión particular del mundo que
de los saberes con los que se está trabajando, por ello la tienen las personas participantes en la investigación, así
importancia de las metodologías a usar en las que sea como sus circunstancias.
posible se involucren tantas personas como estén inte-
resadas y dejar atrás conductas oportunistas en las que Las colecciones etnoentomológicas comunitarias se
sólo se trabaja con un par de familias o incluso individuos, realizan mediante el diálogo de saberes, a través del
y sin considerar a las autoridades locales y al resto de la cual la gente se ve a sí misma y al mundo en el que
comunidad. Esto es de gran relevancia ya que se evita se existen, y se plantean poder cambiar su posición en él
produzcan conflictos al interior de la comunidad. Argueta (Freire, 1970). La metodología propuesta permite que
(2011) ha escrito sobre ese carácter del saber consensado los detentores del conocimiento etnoentomológico
de la siguiente manera: sean agentes activos en la investigación y en varios
casos dejen detrás los sentimientos de distanciamiento,
“Cuando en el marco de una investigación etnozoológica impotencia y debilidad que normalmente experimentaban
o etnobotánica he preguntado por un nombre y el uso hacia el proceso. Se dejan atrás también las prácticas
de una planta o por el comportamiento alimenticio que reproducen las relaciones de poder, al reconocer la
de un animal o por el ciclo reproductivo y el hábitat historicidad de las personas. Se construyen puentes entre
de una especie, la respuesta es directa, y acto seguido los saberes locales sobre los insectos y la entomología
esa misma persona se dirige a los demás para saber si de la ciencia occidental, de forma tal que ambas partes,
hay otros saberes, otras versiones, del mismo nombre o tanto investigadores como voluntarios participantes,
del mismo tema, o variantes locales. Cuando hay duda enriquecen sus conocimientos y perspectivas respecto a
se preguntan, se consultan, discurren y luego uno da los insectos desde los diversos enfoques, valorando por
la respuesta. El conocimiento tradicional se expresa igual ambos, en el sentido señalado por varios de los
también en forma dialogada y consensada”. autores del libro Saberes colectivos y diálogo de saberes
(Ver Argueta et al., 2011).
A través del trabajo grupal/comunitario es posible reso-
cializar o, como lo ha expresado Leff (2004), reapropiar La investigación etnoentomológica representa una herra-
socialmente la naturaleza y su importancia, asunto ne- mienta para abordar tópicos cruciales en el México actual
cesario y urgente en muchas comunidades en las que tales como la educación intercultural, la revitalización
diversos factores los han orillado a refugiarlos en el ámbito cultural, el manejo y conservación de la biodiversidad,
familiar, más que en el comunitario. la resistencia y la sobrevivencia cultural, la autonomía,
los derechos de los pueblos, el desarrollo local basado

11
en proyectos sustentables e incluso temas tales como las AGRADECIMIENTOS
Relaciones de poder y las condiciones de vida.
A los voluntarios participantes en cada una de las co-
Freire (1973) explica cómo es a través del diálogo que munidades que hicieron posibles las colecciones con
se da el encuentro amoroso entre los hombres, que al su interés y entusiasmo para documentar sus saberes
pronunciar el mundo lo transforman para humanizarlo, etneontomológicos. Francisco Galindo, Ana Lilia Muñoz
para humanizarnos todos. El presente trabajo y otros Viveros, Ignacio Peñaloza, Josefina Vásquez Medrano y
anteriores de ambos autores (Aldasoro 2012, Pérez y Rafael Lira Saade (FES-Iztacala, UNAM), Eugene Hunn,
Argueta 2011) se sustentan en una profunda confianza Steve Harrell y Susan Bolton (Universidad de Washington),
en las personas y en su potencial creativo que proviene Julieta Ramos-Elorduy y José Manuel Pino (Instituto de
de su vocación ontológica de ser más, de humanizarse a Biología, UNAM). Academia de la Lengua Hñä hñu en El
sí mismas. La humanización implica pensar y actuar en Cardonal, Ixmiquilpan. Lingüistas: Margarita de la Vega,
el mundo a fin de transformarlo (Freire, 1970), y es bajo Antolin Celote Preciado y Meinardo Hernández. Ma Fagen,
esta idea que hemos decidido no sólo preocuparnos y Yu Zeng, Barbara Grub y Rocío Rosas (Universidad de la
denunciar la erosión cultural, la pérdida de la biodiversidad Cañada). Los proyectos fueron posibles gracias al Programa
y del conocimiento tradicional asociado; sino diseñar y de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias
ejecutar acciones educativas encaminadas a contrarrestar (PACMYC, CONACULTA), a los Fondos Estatales de los
dichos procesos. Estados de Hidalgo y México (FOECAH y FOCAEM), la
Jackson School for International Studies, la Universidad
La perspectiva aquí planteada se ha construido en el marco de Washington, y la National Science Foundation.
de una etnobiología en el que deben considerar cuestiones
epistemológicas, legales, problemas ambientales, así como Los datos de este trabajo se obtuvieron mediante consen-
la diversidad biológica y los actores sociales involucrados, timiento informado. Una versión preliminar fue presentada
y por tanto implica la valoración de la diversidad y la por Miriam Aldasoro Maya en el VI Congreso Mexicano
pluralidad y cuestiona las perspectivas monoculturales de Etnobiología, Oaxaca, México, 2007.
creadas desde posiciones de poder (Pérez y Argueta, 2011).
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
CONCLUSIONES
Aboytes, R. D. 1999. Exploración Etnoentomológica en
Las colecciones comunitarias, como propuesta teórica y el Ejido X’ hazil sur y anexos, Quintana Roo. México.
metodología, están avaladas por los diferentes contextos Tesis de Licenciatura. Instituto Tecnológico de Che-
en que se han aplicado, permiten realizar investigaciones tumal. Quintana Roo. México.
etnoentomológicas más confiables y con una visión Aboytes R. D. y Castro-Ramírez A.E. 2011. Etnoentomo-
holística. logía maya en el centro de Quintana Roo, México.
En: Bello B. E., Estrada-Lugo E.I. (Comps.). Cultivar el
Las metodologías participativas no son un ejercicio re- territorio maya. Conocimiento y organización social
tórico, deben ofrecer, como lo ha apuntado Santos en en el uso de la selva. Universidad Iberoamericana,
su Ecología de los saberes (2009), la posibilidad de una Red ISA, El Colegio de la Frontera Sur. México.
experiencia emancipadora para todos los involucrados (cfr. Aldasoro M., E. M. 2000. Etnoentomología de la comu-
Smith, 1999; Smith et al., 2010). Por tanto, consideramos nidad Hñä hnu, El Dexthi-San Juanico, Hidalgo. Te-
que debe promoverse su uso para apoyar los procesos sis de Licenciatura. Facultad de Estudios Superiores
de autodeterminación de las comunidades indígenas y Iztacala. UNAM.
campesinas, y que se sacudan las prácticas paternalistas Aldasoro M., E. M. 2001a. “El Cuchama, Paradirphia fu-
y arrogantes (Smith, 1999). Este texto es una invitación mosa (Lepidoptera, Saturnidae), Insecto comestible
a las nuevas generaciones tanto de indígenas como de en Zapotitlan Salinas, Puebla”, XXXVI Congreso Na-
investigadores indígenas y no indígenas a reflexionar sobre cional de Entomología, Querétaro.
los temas aquí expuestos y a preguntarnos sobre el para Aldasoro M., E. M. 2001b. Los Insectos en la Cultura Hñä
qué y para quién de la investigación etnobiológica, con hñu. Programa de Apoyo a las Culturas Municipales
la finalidad de, parafraseando a Fine y Barreras (2001), y Comuitarias (PACMYC). Consejo Nacional para la
investigar con la responsabilidad y estudiar críticamente “lo Cultura y las Artes (CONACULTA). México.
que es”, para contribuir responsablemente a la movilización Aldasoro M., E. M. 2009a. Etnoenotmología. En: G. Ce-
hacia “lo que tiene que ser”. ballos, R. List, G. Garduño, R, López, M.J. Muñozcano,

12
Etnobiología 11 (2), 2013.
Aldasoro y Argueta. Colecciones Etnoentomológicas Comunitarias

E. Collado y J. Eivin (coords.). La diversidad bio- Argueta V., A. ; Corona Martínez, E. y Hersch, P. (coords.).
lógica del Estado de México. Estudio de Estado. 2011. Saberes colectivos y diálogo de saberes en
Colección Mayor. Estado de México Patrimonio de México. México, CRIM, UNAM; INAH y UIA Puebla.
un Pueblo. México: CONABIO. Gobierno del Edo. México.
De México. UNAM. Argueta V., A. , E. Corona-M., G. Alcántara, D. Santos-Fita,
Aldasoro M., E. M. (2009b). Una Aproximación a la E. M. Aldasoro M., R. Serrano, C. Teutli y M. Astorga.
Etnobiología Pjiekakjoo (Tlahuica). VII Congreso 2012. Historia, situación actual y perspectivas de la
Mexicano de Etnobiología y I Congreso Latinoa- Etnozoología en México, Etnobiología, 10 (1): 18-40
mericano de Etnobiología. México. Argueta V., A. y A. Castilleja. 2012. Las uauapu en la vida
Aldasoro M., E. M. 2010. Insectos útiles en la Cultura de los p’urhépecha o tarascos de Michoacán. Revis-
Pjiekakjoo (Tlahuica). En: S. G. Cruz M., J. Tello F, A. ta Relaciones, Colegio de Michoacán. Vol. XXXIII, No.
Mendoza E y A. Morales M. Entomología Mexicana 131: 32, pp. 283-320
9. Sociedad Mexicana de Entomología, México. AA. VV. 1979. Indianidad y descolonización en América
Aldasoro M., E. M. 2012. Documenting and contex- Latina : documentos de la Segunda Reunión de Bar-
tualizing the Pjiekakakjoo (Tlahuica) knowledges bados, México, Editorial Nueva Imagen.
through a collaborative research project. Tesis Betancourt, P., A. y Cruz M. E. 2009. Del Saber Indígena
Doctoral. University of Washington, Seattle. E.U.A. al Saber Transnacional. UNAM. México.
Aldasoro M., E. M. y E. Hunn. 2003. Ethnoentomologi- Boege, E. 2008. El Patrimonio Biocultural de los pueblos
cal Knowledge of teenagers in San Juan Mixtepec, indígenas de México. Hacia la conservación in situ
Oaxaca, Mexico, 26th Annual Society of Ethnobio- de la biodiversidad y agrodiversidad en los territo-
logy Conference. Ethnobiology and Sustainability. rios indígenas. Instituto Nacional de Antropología e
University of Washington, Seattle, E.U.A. Historia. Comisión Nacional para el Desarrollo de los
Aldasoro M., E. M. y Maya G., B.R. 2010. La Conser- Pueblos Indígenas. México.
vación in situ del conocimiento ambiental Pjie- Bonfil, G. 1979. Las nuevas organizaciones indígenas, en:
kakajoo (Tlahuica) a través de actividades técnico- AA. VV. Indianidad y descolonización en América La-
pedagógicas. En: Moreno, F.A., M. T. Pulido S., R. tina. Editorial Nueva Imagen. México.
Mariaca M., R. Valadez A., P.Mejía C., T.V. Gutiérrez Bonfil, G. (Comp.). 1981. Utopía y revolución: el pen-
(Eds.). Sistemas Biocognitivos Tradicionales. Para- samiento político contemporáneo de los indios en
digmas en la Conservación Biológica y el Fortale- América Latina. Editorial Nueva Imagen. México.
cimiento Cultural. México: Asociación Etnobioló- Chapela, L. M. y R. Rojo. 2005. Bichos. Nostra ediciones.
gica Mexicana A.C., Global Diversity Foundation. México.
Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. El Clifford, J. 1999. Routes: Travel and Translation in the
Colegio de la Frontera Sur. Sociedad Latinoameri- late twentieth century. Harvard University Press.
cana de Etnobiología. Costa-Neto, E. M. 2002. Manual de Etnoentomología.
Alzate y Ramírez, J. A. 1831. Memoria sobre la natura- Sociedad Entomológica Aragonesa. España.
leza y beneficio de la grana, México, D. F., Archivo Costa-Neto, E. M. 2005. Entomotherapy, or the medicinal
General de la Nación. 2001. use of insects. Journal of Ethnobiology 25(1): 93–114.
Arana, F. 1991. Comer insectos. Planeta. México. Declaración de Barbados, 1971, (Ver http://servindi.org/
Arana, F. 2006. Insectos comestibles. Entre el gusto y pdf/Dec_Barbados_1.pdf, Consultado en agosto de
la aversión. Dirección General de Divulgación de la 2012)
Ciencia y Colegio de Ciencias y Humanidades plan- Declaración de Barbados. 1977. en: AA. VV. Indianidad y
tel Sur. UNAM. descolonización en América Latina, México, Editorial
Argueta V., A. 1991. Pueblos indios y recursos na- Nueva Imagen, 1979, pp. 389-395
turales, en: pp. 13-46 Warman, A. y A. Argueta Delgado-Ramos, G. C. 2004. Biodiversidad, Desarrollo
(Coords.). Nuevos enfoques para el estudio de los Sustentable y Militarización. Esquemas de saqueo
pueblos indígenas en México, México, CIIH-UNAM en Mesoamérica. UNAM. Plaza y Valdes. México.
y Miguel Ángel Porrúa Editores, Díaz, G. E. K. van Koppen, J. Breitling y R. de Camino.
Argueta V., A. 2011. Diálogo de saberes: una utopía 2005. Ecoturismo y desarrollo rural en el Parque Na-
realista pp. 495-510. En: Argueta V., A.; Corona M., cional La Cangreja, Costa Rica. Recursos Naturales y
E. y Hersch, P. (Coords.). Saberes colectivos y diá- Ambiente 45:120-126.
logo de saberes en México. México, CRIM, UNAM; Fals Borda, O. 1991. La ciencia y el pueblo: nuevas re-
INAH y UIA Puebla. México. flexiones. En: Salazar, M.C. La investigación- acción

13
participativa. Inicios y desarrollos. Consejo de Edu- López-Maldonado, J. E. 2004. Ethnohistory of the
cación de Adultos de América Latina. U.N. Colombia. Stingless Bees Melipona beecheii (Hymenoptera:
Fine, M. y Barreras, R. 2001. To be of use. Analyses of Meliponinae) in the Mayan Civilization. Resumen
Social Issues and Public Policy 1:175-183. de congreso. 27th Annual Society of Ethnobiology
Freire, P. 1970. Pedagogy of the Opressed. 30th Anni- Conference. University of California, Davis.
versary edition. Continuum. EUA. Manzano, J. 1989. Estudio etnobiológico del gusano
Freire, P. 1973. Education for Critical Consciousness de maguey (Aegiale (Acentrocneme) hesperiaris
(Impacts). Continuum. EUA. Walker, Cossus redtenbacheri Hammerschmidth y
Finnis, E. 2004. Anthropology and Participatory Re- Scyphophorus acupunctatus Gyll.) en el municipio
search: Ethical Considerations in International De- de Apan Hidalgo. Tesis de Licenciatura. Facultad de
velopment. NEXUS, 17, 32-62. Ciencias. UNAM. México.
Galante P. E. y B. Gómez y G. 2005. Boquerón (Chia- Maya, F. Nirvana, M. M. Maravilla, T. Peralta, C. Rosas y
pas, México): un proyecto de desarrollo rural para Valdez, C. 2009. La etnoecología como puente en-
la conservación de la biodiversidad de los bosques tre dos mundos: el Atlas Etnoecológico de México
de niebla. Cuadernos de biodiversidad: publicación y Centroamérica. En: Del saber indígena al saber
cuatrimestral del Centro Iberoamericano de la Bio- transnacional. A. Betancout P. and José E. Cruz M.
diversidad, 16: 4-8. Universidad Nacional Autónoma de México.
Gámez, E., A. 2006. Popolocas. Pueblos indígenas del Mead, A. 1993. Cultural and Intelectual Property
México contemporáneo. Comisión para el Desarrollo Rights if Tangata Whenua. In: Nga Tikanga Nga
de los Pueblos Indígenas (CDI). México. Taonga. Cultural and Intellectual property Rights
Hoffman, B. C. 1931. Las mariposas entre los antiguos of Indigenous Peoples. Research Unit for Maori
mexicanos, en: Argueta, A.; E. Corona-M. y ,A. Mo- Education. Monograph 23. University of Auckland.
reno. 2012. Clásicos de la Etnbiología en México, New Zealand.
Revista Etnobiología 10 Suplemento 1: 1-101. Melo R., V., M. García N., M.L. Machado M. y H.D. Jimé-
Hunn, E. 1977. Tzeltal Ethnozoology: the classification nez A. 2010. Los insectos de Xochimilco alimento
of discontinuities in nature. New York: Academic de alto contenido en proteínas. Enfermería Neuro-
Press. lógica 9 (2):86-89.
Hunn, E. 2007. Ethnobiology in four phases. Journal of Merlmn, H. y M. A. Vásquez-Dávila. 2002. Mariposas
Ethnobiology, 27(1), 1-10. nocturnas (Lepidóptera:Noctuidae) y la predic-
Hunn, E. 2008. A Zapotec Natural History. Trees, her- ción de la muerte en Oaxaca, México. 25th An-
bs and Flowers, Birds, Beasts and Bugs in the Life nual Society of Ethnobiology Conference Art and
of San Juan Gbëë. The University of Arizona Press. Soul: Celebrating Indigenous Artisans. University
EUA. of Connecticut. Storrs, Connecticut. E.U.A.
Hunn, E. 1999. The value of Subsistence for the Fu- Motte-Florac, J. y M. C. Thomas. 2003. Les insectes
ture of the world. En: Nazarea, V.D. Ethnoecology dans la tradition orale. Paris-Louvain, Peeters-
situated knowledge/located lives. The University of SELAF (Ethnosciences). Francia.
Arizona Press. EUA. Navarrete-Heredia, J.L. 2001. Aquí entre bichos. Uni-
INALI (Instituto Nacional de Lenguas Indígenas). 2008. versidad de Guadalajara. México.
Catálogo de las Lenguas Indígenas Nacionales Va- Navarrete-Heredia, J.L., G.A. Quiroz-Rocha, H. E. Fie-
riantes lingüísticas de México con sus autodeno- rros-López (coord.). 2007. Entomología cultural:
minaciones y referencias geoestadísticas. Diario Una visión Iberoamericana. Universidad de Gua-
Oficial de la Nación. Primera Sección. Lunes 14 de dalajara. México
enero de 2008. México. Pacheco C., J. A. Rodríguez G., y A. E. Castro R. 2004.
Landero-Torres, I. A. G. Torres-Delgado, J. Murguía G, Conocimiento Tlapaneco de Hormigas (Hymenop-
M.E. Galindo T. y H. Lee Espinoza. 2010. Aprovecha- tera: Formicidae) de Malinaltepec, Guerrero, Méxi-
miento de la Biodiversidad Insectil en la medicina co. Etnobiología 4:19-28.
tradicional de la Sierra de Zongolica, Veracruz Mé- Pain, R. 2004. Social geography: participatory re-
xico. En: S. G. Cruz Miranda, J. Tello F, A. Mendoza E search. Progress. Human Geography, 28 (5), 652-
y A. Morales M. Entomología Mexicana 9. Sociedad 663.
Mexicana de Entomología. México. Pain, R. y Francis, P. 2003. Reflections on Participatory
Leff, E. 2004. Racionalidad ambiental, la reapropiación Research. The Royal Geographical Society 35(81),
social de la naturaleza. Buenos Aires, Siglo XXI. 46-54.

14
Etnobiología 11 (2), 2013.
Aldasoro y Argueta. Colecciones Etnoentomológicas Comunitarias

Pérez R., M. L. y Argueta V., A. 2011.Saberes Indígenas Ibáñez-Bernal, 1993, Instituto de Seguridad y Servi-
y Diálogo Intercultural. Cultura y Representaciones cios Sociales de los Trabajadores del Estado, México.
Sociales 5 (10): 31-56. Sánchez, S. S. 2009. Conocimiento Tradicional del Apro-
Posey, D. A. 1987. Temas e inquirições em entomologia: vechamiento y Consumo de insectos en la cabecera
algumas sugestões quanto á geração de hipóteses. municipal de Simojovel de Allende, Chiapas, México.
Boletim Museu Paraense Emilio Göeldi 3(2):99-134. Tesis de Maestría. El Colegio de la Frontera Sur, San
Ramos-Elorduy, J. 1991. Los insectos como fuente de Cristóbal de las Casas. México.
proteínas en el futuro. Noriega-Limusa. 2nda edición. Santos, B. de S. 2009. Más allá del pensamiento abysmal;
México. de las líneas globales a una ecología de saberes”, en:
Ramos-Elorduy, J. y J.M. Pino M. 1988. The Utilization of Santos, B. S. Una epistemología del sur. México, Si-
Insects in the Empirical Medicine of Ancient Mexi- glo XXI, pp. 160-209.
cans. Journal of Ethnobiology 8(2):195-202. Simonelli, J. 2006. Commentary on Rosenthal, J.P. 2006.
Ramos-Elorduy, J. y J.M. Pino M. 1989. Los insectos co- Politics, Culture and Governance in the Development
mestibles en el México antiguo. Estudio Etnoento- of Prior Informed Consent in Indigenous Communi-
mológico. AGT editor. México. ties. Current Anthropology, 47(1), 119-142.
Ramos-Elorduy, J. y J.M. Pino M. 2004. Los Coleóptera Smith, L., Bratini, L., Chambers, D., Vance, R. y Romero,
comestibles de México. Anales Instituto de Biología L. 2010. Between idealism and reality: Metting the
de la Universidad Nacional Autónoma de México, challengues of participatory action research. Action
Ser. Zool. 75 (1): 149-183. Research, 8 (4):407-425.
Ramos-Elorduy, J. y J.M. Pino M. 2010. Insectos comesti- Smith, T. L. 1999. Decolonizing methodologies. Research
bles y medicinales en San Simón Tlatlahuiltepec, Xal- and Indigenous Peoples. Zed Books. Univeristy of
tocan, Tlaxcala. En: S. G. Cruz Miranda, J. Tello F, A. Otago Press. USA: New Zealand. (-)
Mendoza E y A. Morales M. Entomología Mexicana 9. Stone, L. 1989. Cultural Crossroads of Community Parti-
Sociedad Mexicana de Entomología. México. cipation in Development: A Case from Nepal. Human
Ramos-Elorduy, J., J.M. Pino M. y S. Cuevas C. 1998. Organisation, 48(3), 206-213.
Insectos comestibles del Estado de México y deter- Toledo, V.M. 1992. Toda la utopía: el nuevo movimiento
minación de su valor nutritivo. Anales Instituto de ecológico de los indígenas (y campesinos) de México.
Biología de la Universidad Nacional Autónoma de En: J. Moguel, C. Botey y L. Hernádez (eds). Autono-
México, Ser. Zool. 69 (1), 65-104. mía y nuevos sujetos sociales en el desarrollo rural.
Ramos-Elorduy, J., E.M. Costa Neto, J.M. Pino M., M.del Siglo XXI, México.
S. Cuevas C., J. García-Figeroa, D.H. Zetina. 2007. Co- Toledo, V.M. 2003. Ecología, Espiritualidad y Cono-
nocimiento de la entomofauna útil en el poblado La cimiento. De la sociedad de riesgo a la sociedad
Purísima Palmar de Bravo, Estado de Puebla, México. sustentable. México: Universidad Iberoamericana.
Biotemas 20 (2): 121-134. Programa de las Naciones Unidas para el Medio Am-
Ramos-Elorduy, J., J.M.Pino M., M. Gómez U., S.C. Ángeles biente.
y A. García P. 2010. La “cuecla” un recurso natural Vásquez D., M. A., B. Solís T. M. 1991. Conocimiento, uso
sustentable de gran valor nutritivo, mitos y creen- y manejo de la abeja nativa por los Chontales de Ta-
cias asociados. En: S. G. Cruz Miranda, J. Tello F, A. basco. Tierra y Agua 2:29-38.
Mendoza E y A. Morales M. Entomología Mexicana 9. Vázquez, G. Ma. M. 2009. Bichos para jugar, comer y
Sociedad Mexicana de Entomología. México. soñar. Los insectos en el México prehispánico. Co-
Ramos-Elorduy, J., J.M. Pino M., J. M. Vázquez A., Lande- misión Nacional para el Conocimiento y Uso de la
ro, H.I., Oliva-Rivera y Camacho, V. H. M. 2011.Edible Biodiversidad (CONABIO). México.
Lepidoptera in Mexico: Geographic distribution, eth- Wyman, L.C. y Bailey, F. 1952. Native Navaho methods
nicity, economic and nutritional importance for rural for the control of insect pests. Plateau (The Museum
people. Journal of Ethnobiology and Ethnomedicine of Northern Arizona) 24 (3): 97-103.
7:2.
Rocheleau, D. E. 1994. Participatory research and the
race to save the planet: Questions, critique and les-
sons from the field. Agriculture and Human Values
11(2-3): 4-25.
Sánchez, J. 1893. Datos para la zoología médica de Mé-
xico, Presentación y comentarios de X. Lozoya y S.

15
LOS ARTRÓPODOS UTILIZADOS EN LA MEDICINA TRADICIONAL
MAYA MENCIONADOS EN LOS LIBROS DE CHILAM BALAM
DE CHAN CAH, TEKAX Y NAH E IXIL
Diana Cahuich-Campos

El Colegio de la Frontera Sur, Unidad Campeche, Libramiento carretero Campeche Km. 1.5, Av. Rancho, Polígono 2-A.
Parque Industrial de Lerma C.P. 24500, Lerma, Campeche, 981 127 3720
[email protected],

RESUMEN

El objetivo de este trabajo es documentar y analizar el conocimiento tradicional sobre el uso medicinal de los artrópodos registrado
en los libros de Chilam Balam de Chan Cah, Tekax y Nah e Ixil. Se identificaron las recetas donde se menciona el uso de artrópodos
y se generó una base de datos con los nombres de los artrópodos, su identificación taxonómica, las partes y productos empleados,
el nombre de las enfermedades y padecimientos y las formas de preparación. Se analizaron 49 recetas terapéuticas en los libros de
Chilam Balam: 21 de Ixil, 20 de Tekax y Nah y 8 de Chan Cah, donde se menciona el uso de 13 artrópodos para curar 39 enfermedades
o padecimientos y donde se emplean cuatro partes de los artrópodos: aceite, entrañas, cuerpo y aguijón, tres productos: cera, miel,
veneno y la fase larvaria y panales de abejas y avispas. Los resultados de esta investigación destacan que, si bien los recursos herbolarios
son los elementos más estudiados en la elaboración de los tratamientos terapéuticos, existe un conocimiento diverso sobre el uso
medicinal de los recursos faunísticos y en especial de los artrópodos que quedaron registrados en las recetas de los libros de Chilam
Balam de Chan Cah, Tekax y Nah e Ixil. Se sugiere continuar con el estudio de la fauna medicinal referida en los manuscritos coloniales
de los mayas y en particular el análisis sobre las propiedades medicinales de los artrópodos, además de realizar investigaciones sobre el
conocimiento actual que sobre este grupo de fauna tienen las comunidades indígenas que se encuentran en la península de Yucatán.

Palabras claves: Chilam Balam, Mayas, artrópodos, etnomedicina, etnozoología

ARTHROPODS USED IN MAYAN TRADITIONAL MEDICINE MENTIONED IN THE BOOKS OF CHILAM BALAM DE CHAN CAH,
TEKAX Y NAH E IXIL

ABSTRACT

The objective of this paper is to document and analyze the traditional knowledge about medicinal use of arthropods recorded in
the Chilam Balam manuscripts of Chan Cah, Tekax and Nah and Ixil. The recipes that mention the use of arthropods were identified
and a database was generated with the names of arthropods, their taxonomic identification, parts and products used, the illness
and disease, and forms of preparations. Forty nine therapeutic recipes were analyzed in the Chilam Balam manuscripts: 21of Ixil, 20
of Tekax and Nah, and 8 of Chan Cah, where it cited the use of 13 arthropods to cure 39 illness or diseases and mentions the use of
four parts of the arthropods: oil, guts, body and stinger; three products: wax, honey, venom and the larval phase and honeycomb
of bees and nest wasps. The results of this research highlight the fact that, while the resources herbalists are the elements most
studied in the preparation of therapeutic treatments, there is a diverse knowledge about the medicinal use of faunal resources
and arthropods in particular, which were recorded in the recipes of Chilam Balam manuscripts: Chan Cah, Tekax and Nah and Ixil.
We suggest continuing the study of medicinal fauna registered in the manuscript of Colonial Maya, and the analysis of medicinal
properties of the arthropods, in addition to conducting research on the current knowledge that Yucatan Peninsula communities
have about this group of fauna.

Key words: Chilam Balam, Mayas, arthropods, ethnomedicine, ethnozoology

16 Etnobiología 11 (2), 2013


Diana Cahuich-Campos. Los artrópodos utilizados en la medicina tradicional maya.

INTRODUCCIÓN en estas traducciones es posible observar numerosos remedios


que reflejan el conocimiento herbolario, pero también el
Desde tiempos antiguos el uso de los artrópodos y los conocimiento sobre la fauna medicinal y en especial de los
productos extraídos de ellos han formado parte de los artrópodos por parte de los mayas peninsulares.
recursos terapéuticos en los sistemas médicos de muchas
culturas alrededor del mundo (Costa-Neto, 2005; Costa-Neto El estudio de la fauna medicinal no ha tenido el mismo interés
et al., 2006). Este grupo taxonómico es de lo más diverso y que el uso de la flora con fines terapéuticos, a pesar de la
numeroso, constituyen el 85% del total de la fauna mundial importancia que tiene en el análisis de la relación del ser
y representan el 65% de toda la diversidad de especies humano con el ambiente natural que le rodea el cual forma
conocidas (Llorente, 2000). parte del desarrollo cultural de las comunidades indígenas
(Gómez et al., 2007), por tal motivo este trabajo tiene como
En 2011, Alves y Alves publicaron una revisión bibliográfica objetivos documentar y analizar el conocimiento sobre el
sobre el uso de fauna medicinal en Latinoamérica, estos uso medicinal de los artrópodos registrado en los libros de
autores reportaron el uso terapéutico de 73 especies de Chilam Balam de Chan Cah, Tekax y Nah e Ixil, conocer
artrópodos por diversos grupos humanos. Estos datos, cuáles eran las enfermedades o padecimientos tratadas con
destacan el conocimiento tradicional actual acerca de las este tipo de fauna, conocer las partes y productos de los
propiedades terapéuticas de los artrópodos por parte de los artrópodos empleados y sus formas de preparación.
grupos indígenas y locales en Latinoamérica.
MATERIALES Y MÉTODOS
En México, el estudio de la medicina tradicional de comuni-
dades indígenas como la maya peninsular se puede realizar a Para esta investigación se revisaron las traducciones de los
partir de manuscritos históricos coloniales como los Libros de manuscritos de Chan Cah, Tekax y Nah, publicadas por el
Chilam Balam (Barrera-Vázquez, 1999; Gubler, 2000; 2010). Grupo Dzibil, conformado por especialistas conocedores de la
lengua maya peninsular, quienes realizaron la transcripción
Los libros de Chilam Balam, cuyo nombre procede de un exacta y la traducción literal, sin correcciones literarias
famoso profeta (Chilán) llamado jaguar (Balam) (Thompson, ni interpretaciones literales (Grupo Dzibil, 1981, 1982), y
1975: 203), fueron redactados de forma independiente por el estudio facsimilar del Chilam Balam de Ixil que realizó
distintos sacerdotes mayas (j meeno´ob), su escritura es Laura Caso Barrera en cuya transcripción la autora respeto
la que los frailes españoles adaptaron a la fonología de la la ortografía original (Caso, 2011: 219).
lengua maya en Yucatán, y llevan el nombre de los lugares
donde fueron hallados estos manuscritos (Brito, 1977: El manuscrito de Tekax y Nah, consta de 64 páginas, se
324; Barrera-Vásquez y Rendón, 1972: 9-10). Es posible encontró en el pueblo de Teabo, sus autores son dos indígenas
que algunos de los textos históricos, calendáricos y rituales ilustrados: José María y Secundino Nah, conocedores de la
que aparecen en estos manuscritos hayan sido tomados medicina nativa, quienes compilaron en un cuaderno, en
de textos escritos con glifos mayas y transcritos en letras lengua maya, información médica y astrológica extraída de
latinas (Caso, 2011: 11). algún almanaque español. La segunda parte del Nah es el libro
de las curaciones, se le considera único y original, ya que no
En especial, los libros de Chilam Balam de Chan Cah, Ixil y aparece copiado en ningún otro manuscrito posterior (Grupo
Na, son considerados fuentes importantes para el estudio Dzibil, 1981: 2) y de este manuscrito Ralph L. Roys extrajo
del conocimiento sobre flora y fauna y su uso medicinal mucha información para su obra The Ethnobotany of the
por parte de los mayas peninsulares, porque representan el maya de 1931 (Grupo Dizibil, 1981: 2; Gubler, 2000: 323).
testimonio de la persistencia del acervo cultural indígena, así
como la inclusión y superposición de elementos españoles, El manuscrito de Chan Cah, fue descubierto en la década de
ejemplo del sincretismo que comenzó el primer momento los sesenta del siglo XX en la población del mismo nombre
de la conquista y continúo a través de los siglos siguientes en Quintana Roo. Es uno de los manuscritos menos antiguos
(Gubler, 2010: 8). y el original probablemente data del primer tercio del siglo
XIX, consta de 128 páginas, y guarda semejanzas con el de
Los libros de Chilam Balam de Na y Chan Cah fueron traduci- Tekax y Nah (Grupo Dzibil, 1982: V)
dos del maya al español por el grupo Dzibil como Manuscritos
de Tekax y Nah (Grupo Dzibil, 1981) y Manuscrito de Chan El Chilam Balam de Ixil contiene 44 hojas, de las cuales
Cah (Grupo Dzibil, 1982), respectivamente, mientras que el 26 páginas constituyen el recetario médico, y reúne una
Chilam Balam de Ixil fue traducido por Laura Caso en 2011 y serie de textos tomados de libros europeos a los que

17
tuvieron acceso los mayas que sabían leer y escribir dos tipos: aquellos reconocidos por la ciencia médica
en español y que tradujeron al maya los textos que occidental, que afectan el cuerpo “físico de la persona”,
consideraron significativos e importantes (Caso, 2011). su causalidad es natural o terrenal, y las que están ligadas
a la cultura, también llamadas de filiación cultural (García
Laura Caso menciona que este manuscrito puede tratarse et al., 1996).
de una copia del siglo XVIII de un documento más
antiguo, pues en la foja 211 aparece la fecha 1743 en Con base en esta clasificación, se identificaron 38 enferme-
relación con la explicación del calendario maya, aunque dades o padecimientos reconocidos por la ciencia médica
no se sabe a ciencia cierta que esa haya sido la fecha occidental y una enfermedad que puede estar ligada a
de elaboración del manuscrito (Ibídem: 16). la cultura como el viento tamcaz (Calderón, 1982). Este
padecimiento es frecuentemente referido por comunidades
En varios de estos manuscritos aparecen remedios donde mayas peninsulares actualmente como: “aire”, “mal aire”
faltan palabras que no pudieron traducirse, por lo que los o “mal viento” (iik en lengua maya) y puede considerarse
autores dejaron el espacio faltante colocando guiones, una entidad que genera enfermedades sobrenaturales, que
es por esta razón que algunos de los remedios que pueden ser provocados por personas, animales, plantas u
aparecen en este artículo contienen palabras faltantes. objetos o bien por seres sobrenaturales que habitan en el
ámbito doméstico o silvestre.
Para cada uno de estos manuscritos se revisaron las
recetas médicas y se seleccionaron aquellas que men- En esta revisión se menciona la mosca (Diptera) cuyas
cionan el uso de artrópodos. partes no son utilizadas en algún remedio, sino que es
considerada como un indicador de enfermedad y muerte,
Se generó una base de datos, con los nombres de las así en el Manuscrito de Chan Cah se refiere su uso de la
enfermedades o padecimientos, tal como aparecen siguiente manera:
escritos en los manuscritos, así como los nombres de
los artrópodos, las partes y productos utilizados y las Arte para ver la orina de los enfermos, así como la de
formas de preparación en los diversos tratamientos los sanos… Si se mira la orina blancuzca, espesa y que
terapéuticos. al rociarse en el suelo están mosqueando la orina, está
muy enfermo, si no la mosquean no morirá (Grupo Dzibil,
Se procedió a la identificación taxonómica de los artró- 1982:45-46).
podos mencionados, tomando en consideración las que
realizó el Dr. Mario Aliphat Fernández para el manuscrito Con base en el sistema de clasificación de Alves y Rosa
de Ixil (Ibídem: 4), y para los manuscritos de Chan Cah (2006) se pudieron identificar las enfermedades o pade-
y Tekax y Nah, se consultó a expertos en entomología. cimientos, que aparecen en los manuscritos, en nueve
categorías, incluyendo la enfermedad que puede consi-
Las enfermedades o padecimientos mencionados en derarse de filiación cultural y el indicador de enfermedad
los libros de Chilam Balam, no solamente se refieren o muerte, como se muestra en la tabla 2.
a enfermedades naturales, en ocasiones se mencionan
síntomas o malestares, por lo que se utilizó el sistema Los resultados muestran que los artrópodos con uso
de clasificación de Alves y Rosa (2006) para identificar medicinal fueron empleados para tratar principalmente
categorías con base en los sistemas y aparatos del cuerpo enfermedades categorizadas como indefinidas, como lo
humano que se ven afectados. son: la enfermedad de las hormigas recias, la fiebre del
avispero, piixtola, bobante kak, gota (araña ponzoñoza),
RESULTADOS Y DISCUSIÓN hinchazón de garganta y dolor de corazón. Estos resultados
concuerdan con el análisis que realizó Eduardo Corona,
Se analizaron 49 recetas médicas tradicionales descritas sobre el uso de las aves como recurso curativo registrado
en los libros de Chilam Balam: 21 de Ixil, 20 de Tekax en crónicas Coloniales (Corona, 2008). Este investigador
y Nah y 8 de Chan Cah. En estas recetas se menciona encontró que la mayoría de los malestares se agrupan en
el uso de 13 artrópodos para curar 39 enfermedades o la categorías de indefinidas, quizás debido a que en la
padecimientos (Tabla1). medicina indígena y europea de ese momento, no existía
una delimitación entre síntoma y signo de enfermedad
Los tipos de enfermedades o padecimientos referidos en como sucede en la época actual (Viesca, 2001 en Corona,
los escritos históricos revisados pueden clasificarse en 2008).

18 Etnobiología 11 (2), 2013.


Diana Cahuich-Campos. Los artrópodos utilizados en la medicina tradicional maya.

Tabla 1. Artrópodos con uso medicinal, partes o productos empleados y enfermedades o padecimientos mencionados en los manuscritos coloniales mayas

19
Tabla 2. Equivalencias entre las categorías de enfermedades registradas en los libros de Chilam Balam de Chan Cah, Tekax y Nah e Ixil, con base en la propuesta
de Alves y Rosa 2006

También pudieron identificarse enfermedades relacionadas Se debe tomar el veneno de la avispa. Se agarra a la
con el sistema digestivo, nervioso y urinogenital y en menor avispa con las patas hacia abajo para reventar el cuerpo
proporción las lesiones, envenenamiento y consecuencias y sacarle el líquido, con lo que la picadura perderá fuerza
de agentes externos, enfermedades infecciosas, del sistema (Caso, 2011: 99).
circulatorio, el sistema óseo muscular y tejido conjuntivo,
la piel y el tejido subcutáneo. Para la picadura del alacrán (Centruroides sp), se utilizaban
las entrañas de este animal:
En cuanto al conocimiento sobre las partes y/o productos
de los artrópodos utilizados en la elaboración de las recetas Se debe tomar el alacrán que lo pico, rasgar su vientre,
médicas indígenas, se destaca el uso de cuatro partes sacarle las entrañas y embarrarlas sobre la picadura, con
(aceite, entrañas, cuerpo y aguijón), tres productos (cera, lo que se quitará (Ídem).
miel, veneno), la fase larvaria, panales de abejas y avispas.
Las partes y/o productos de los artrópodos que eran emplea-
Un aspecto que refiere Laura Caso, en el conocimiento dos con mayor frecuencia pertenecen a las familias Apidae
médico tradicional de los mayas peninsulares, es el uso de (Meloponini) y Vespidae.
tratamientos que incluyen el principio homeopático que lo
similar cura lo similar (Cornillot, 2002:49-50), sobre todo La miel, la cera y los panales, de las abejas sin aguijón del
dentro de la categoría de lesiones, envenenamientos y género Melipona y la llamada mosca de miel (xiik´), fueron
consecuencias de agentes externos, al respecto existen tres los productos que se utilizaron para curar 22 enfermedades o
recetas que incluyen el uso de artrópodos y que al parecer malestares naturales y una enfermedad de filiación cultural
siguen este principio, como se muestra a continuación. como el viento tamcaz, mientras que el veneno y el panal
de las avispas (Vespidae) resultaban importantes para curar
En el Chilam Balam de Ixil se menciona que para curar la siete enfermedades.
picadura de avispa se requería como ingrediente principal
el veneno de ese insecto, aunque también el uso de jugos En los tratamientos terapéuticos analizados destaca el
gástricos y otras substancias del animal, este tratamiento uso de la miel de abejas que, ya sea sola o mezclada con
era el siguiente: plantas medicinales nativas y/o con productos provenientes

20 Etnobiología 11 (2), 2013.


Diana Cahuich-Campos. Los artrópodos utilizados en la medicina tradicional maya.

de Europa, permite curar malestares o enfermedades que Villanueva et al., 2005).


afectan principalmente los sistemas digestivo y nervioso.
Como ejemplos se pueden mencionar las siguientes recetas La miel y la cera de las abejas silvestres y domesticadas incluso
del libro de Chilam Balam de Ixil: fueron productos comercializados por los mayas peninsulares
en Mesoamérica (Landa, 1566 (2005); Andrews, 1998:20;
La cura para la diarrea: Valadez, 2003:78), habiendo tal producción que durante
la Colonia los españoles no introdujeron abejas melíferas
Se debe purgar con un enema de las siguientes hierbas y y el tributo de los indígena se pagaba con miel y cerumen
árboles: un puñado de zizim o ajenjo, e ix chichibe, cuya de las abejas meliponas (González y Quezada-Euán, 2010).
hoja es circular. (Hay que usar) la parte trasera de una hoja.
Además, hervir muy bien con un poco de miel y un poco En cuanto al uso de las colmenas de la avispa, en el
de manteca. Esto no se da como purga, sino que se soba Manuscrito de Tekax y Nah se menciona el remedio para
el vientre con la manteca y la miel. Un puñado de zizim la fiebre del avispero:
o ajenjo y molerlo, se le dará a beber y con esto cesará la
diarrea. Tomar dos pedazos de corteza de chacah o palo Para curar la fiebre del “avispero” se toma colmena de
mulato, cocerlos en agua, dejar que se enfríen y ponerle un avispa y k anil e yx chamanl kin y las colmenas de yx
puñado de azúcar blanca y purgar con esto (Ibídem:125) tulix hobom y colmena de kan pet kin (Grupo Dzibil,
1981:33Nah).
La cura para el dolor de cabeza:
Y para la cura para orinar materia:
Es bueno poner un enema. Tomar un poco de miel, un tanto
como de dos onzas, y quemarla; al asiento que queda en Tómese las hojas de xux ox, ese espinoso, hojas de ramón,
la olla ponerle un poco de orín de niño y molerle un poco que será una libra, se sancochará bien con medio cántaro
de anís y un pedazo de la mitad de un hueso de mamey de agua, si es chico el cántaro que se ponga un cántaro y
con un poco de sal, un puñado de buen grosor, y con esto una colmena de avispa sin los insectos, esas que hay en
se purgará (Ibídem:133). las ramas del ramón, cuando una escudilla quede, entonces
se le dará a tomar al enfermo, siendo necesario serenarlo
Sobre estos artrópodos es importante resaltar la importancia debajo de la orilla de la casa. Con ello cesa la orina de
cultural, con base en su diversidad de usos y formas de materia (Ibídem: 37Nah).
empleo, que han tenido desde tiempos prehispánicos hasta
nuestros días para las comunidades mayas en la península En la actualidad es posible observar en varias comunidades
de Yucatán, un ejemplo es la domesticación de las abejas mayas peninsulares el uso de la miel, la cera y los panales
sin aguijón del género Melipona (Mariaca et al., 2010). con fines terapéuticos, para el tratamiento de afecciones
de los ojos, oídos, problemas respiratorios, digestivos y de la
La meliponicultura fue considerada de tal importancia piel, incluso su uso en mujeres después del parto (González
para los antiguos mayas peninsulares que la miel era em- y Quezada- Euán, 2009).
pleada para la alimentación, en sus prácticas terapéuticas
(Ocampo, 2009) y en diversos rituales de fertilidad y los de En cuanto a las formas de preparación de los tratamientos
agradecimiento, en los que se paga por la buena “cosecha” médicos tradicionales se incluye el uso de una farmacopea
y la producción de miel (González, 2009). Incluso en rituales indígena pero con influencia europea (Gubler, 2010; Caso,
agrícolas como el ch´a´cháak, el janli k´ool o las primicias 2011). Por ejemplo, se utilizaba la manteca de cerdo (Sus
como el saka´, donde se preparan bebidas ceremoniales scrofa), claras de huevo de gallina (Gallus gallus), estiércol
que eran endulzadas con la miel (Terán y Rasmussen, 2008). de vaca -en especial de la vaca negra- (Bos taurus), azúcar,
anís (Pimpinella anisum), canela (Cinnamomun verum),
La abeja sin aguijón fue nombrada en lengua maya como hoja de mostaza (Brassica juncea), Flor de Alejandría (Rosa
Xunan kab o señora principal de la miel, lo cual le confería damascena), aceite, vino, así como cítricos como la naranja
una serie de características: dóciles, gentiles, bien nacidas, agria (jugo, cáscara, semillas), limón (jugo) y especias
pertenecientes al linaje y por tanto, descendientes directas como la pimienta de Castilla. Este notable sincretismo y la
de los dioses (Ocampo, 2009), considerándolas un regalo influencia de nociones europeas, refleja la forma como los
de la divinidad a la humanidad, quiénes les enseñaron el mayas peninsulares incorporaban las nuevas concepciones,
conocimiento sobre las virtudes de la miel, los productos las amalgamaban con sus conocimientos ancestrales y de
de la colmena y las técnicas del cultivo (De Jong, 2001 en esta manera mantenían elementos cruciales de su propia

21
cultura indígena, adaptándose a los diversos procesos en los manuscritos coloniales mayas peninsulares, en este
históricos, sociales, culturales y económicos a los que se trabajo se ha destacado el amplio conocimiento empírico
vieron sometidos (Caso, 2011). y la diversidad de usos con fines medicinales de la fauna,
y en especial de los artrópodos, como un recurso natural
El conocimiento sobre el uso de los artrópodos en las importante en la farmacopea de los mayas peninsulares
recetas analizadas, muestra que podían mezclarse distintas que quedó registrado en las recetas de los libros de Chilam
especies en un mismo tratamiento. Este aspecto se puede Balam de Chan Cah, Tekax y Nah e Ixil.
observar en ocho tratamientos terapéuticos como se
muestra en la tabla 3. Los resultados de esta investigación destacan la necesidad
de continuar con el estudio de la fauna medicinal referida
Por ejemplo, en el tratamiento para la fiebre del “avispero”, en los manuscritos coloniales de los mayas y en particular
mencionada en párrafos anteriores, se emplean las el análisis sobre las propiedades medicinales de los
colmenas de la avispa (Vespidae), la libélula (Odonata: artrópodos, además de realizar investigaciones sobre
Anispotera) y del kan pet kin. el conocimiento actual que sobre este grupo de fauna
tienen las comunidades indígenas que se encuentran en
En resumen, el conocimiento médico sobre el uso de la la Península de Yucatán.
fauna medicinal plasmado en los manuscritos históricos
revisados y analizados destacan la relación de los mayas AGRADECIMIENTOS
peninsulares con sus recursos naturales y en especial la
valoración de los artrópodos como recursos terapéuticos Al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT)
con diversos usos directos que fueron registrados en la por la beca de doctorado 206608.
forma de remedios tradicionales para atender una gama
de enfermedades y padecimientos. La autora agradece a la Dra. Cessia Chuc Uc de la
Universidad Autónoma de Campeche, por su asesoría en
CONCLUSIONES el conocimiento de la lengua maya, al Dr. Óscar Guiascón
Retana, de la Universidad Autónoma de Campeche y al
Si bien los recursos herbolarios son elementos importantes Dr. Miguel Ángel Pinkus Rendón, del Centro Peninsular
en la elaboración de los diversos tratamientos terapéuticos en Humanidades y Ciencias Sociales de la UNAM, por

Tabla 3. Enfermedades o padecimientos para los que se empleaban varios artrópodos en una misma receta en los libros de Chilam Balam de Chan Cah, Tekax y
Nah e Ixil.

22 Etnobiología 11 (2), 2013.


Diana Cahuich-Campos. Los artrópodos utilizados en la medicina tradicional maya.

sus asesorías con respecto al conocimiento sobre fauna González, A. J. A. y Quezada-Euán, J. J. 2010. Produc-
medicinal maya y la identificación de diversas especies ción tradicional de miel: abejas nativas sin aguijón
de artrópodos. (trigonas y meliponas). En: Durán, R. y Méndez, M.
(eds.) Biodiversidad y Desarrollo Humano en Yuca-
LITERATURA CITADA tán. CICY, PNUD, PPD-FMAM, CONABIO, SEDUMA.
México
Alves, R. M. y Rosa, I. L. 2006. From cnidarians to mam- González, A. N. L. 2009. Rituales de abejas entre los Ma-
mals: The use of animals as remedies in fishing com- yas. En: Yurrita, C. L. (ed.) Memorias VI Congreso Me-
munities in NE Brazil. Journal of Ethnopharmacol- soamericano sobre Abejas Nativas. Universidad de
ogy 107: 259-276. San Carlos de Guatemala-Centro de Estudios Con-
Alves, R. R. y Alves, H. N. 2011. The faunal drugstore: servacionistas. Antigua, Guatemala.
Animal-based remedies used in traditional medi- Grupo Dzibil, 1981. Manuscritos de Tekax y Nah. México.
cines in Latin America. Journal of Ethnobiology and Grupo Dizibil, 1982. Manuscritos de Chan Cah. México.
Enthnomedicine 7: 1-43. Gubler, R. 2000. Antiguos documentos de Medicina
Andrews, A. P. 1998. El comercio marítimo de los ma- Maya. Anales de Antropología 34: 321-349.
yas del Posclásico. Arqueología Mexicana. La naveg- Gubler, R. 2010. Fuentes herbolarias yucatecas del siglo
ación entre los mayas.Consejo Nacional para la Cul- XVIII. El libro de medicinas muy seguro y quaderno
tura y las Artes Instituto Nacional de Antropología e de medicinas. Universidad Nacional Autónoma
Historia. México de México. Centro Peninsular en Humanidades y
Barrera-Vázquez, A. 1999. Las fuentes para el estudio Ciencias Sociales. Mérida.
de la medicina nativa de Yucatán. Revista Biomédica Landa, D. D. 2005. Relación de las Cosas de Yucatán.
10: 253-261. Ediciones Monclem S.A. México.
Barrera-Vásquez. A. y Rendón, S. 1972. El Libro de los Llorente, B. J. 2000. Biodiversidad, taxonomía y
libros de Chilam Balam. Fondo de Cultura Económica. biogeografía de artrópodos de México.UNAM.
México. México
Brito, S. W. 1977. Los Libros de Chilam Balam. En: Luna Mariaca, M. R., González-Jácome, A. y Arias, R. L. 2010.
Kan, Francisco (ed.) Enciclopedia Yucatanense. El huerto maya yucateco en el siglo XVI. ECOSUR,
Edición oficial del Gobierno de Yucatán, ciudad de CINVESTAV, FOMIX, UIM QROO, COMCYTEY. México.
México. 2a Edición. Ocampo, R. M. G. R. 2009. Usos medicinales de la miel
Caso, Barrera L. 2011. Chilam Balam de Ixil. Facsimilar de la abeja sin aguijón, Melipona beecheii, por los
y estudio de un libro maya inédito.Artes de México, mayas antiguos. En: Yurrita, C. L. (ed.) VI Congreso
CONACULTA, INAH. México. Mesoamericano sobre Abejas Nativas. Universidad
Cornillot, P. 2002. Tratado de Homeopatía. Editorial de San Carlos de Guatemala-Centro de Estudios
Paidotribo. Barcelona, España. Conservacionistas. Antigua, Guatemala.
Corona, M. E. 2008. Las aves como recurso curativo en Terán, C. S. y Rasmussen, C. 2008. Jinetes del cielo Maya:
el México antiguo y sus posibles evidencias en la Dioses y Diosas de la lluvia en Xocén. Universidad
arqueozoología. Arqueobios Vol. 2: 11-18. Autónoma de Yucatán. Mérida, México.
Costa-Neto, E. M. 2005. Animal-based medicines: bio- Thompson, J. E. 1975. Historia y religión de los mayas.
logical prospection and the sustainable use of zoo- Siglo Veintiuno. México. 485
therapeutic resources. Anais da Academia Brasileira Valadez, A. R. 2003. La domesticación animal.
de Ciências 77 (1): 33-43. Universidad Nacional Autónoma de México. Instituto
Costa-Neto, E. M., Ramos-Elorduy, J. y Pino, J. M. 2006. de Investigaciones Antropológicas. Plaza y Valdés
Los insectos medicinales de Brasil: Primeros resulta- Editores. 146
dos. Boletín Sociedad Entomológica Aragonesa 38: Villanueva, G. R., Roubik, D. W. y Colli-Ucán, W. 2005.
395-414. Extinction of Melipona beecheii and traditional bee-
García, H., Sierra, A. y Balam, G. 1996. Medicina maya keeping in the Yucatán peninsula. Bee World 86 (2):
tradicional. Confrontación con el sistema concep- 35-41.
tual chino. EDUCE. México
Gómez, Á. G., Reyes, G. S. R., Teutli, S. C. y Valadéz, A. R.
2007. La medicina tradicional prehispánica, verteb-
rados terrestres y productos medicinales de tres mer-
cados del Valle de México. Etnobiología 5: 86-98.

23
LOS ARTRÓPODOS MEDICINALES EN TRES FUENTES
NOVOHISPANAS DEL SIGLO XVI

Rafael Serrano-González, Fernando Guerrero-Martínez, Yohalli Pichardo-Barreiro y Rafael Serrano-Velázquez.


Sociedad de Investigación y Difusión de la Etnobiología, Asociación Civil. Avenida Heroica Escuela Naval Militar
No.132 Edificio 17-302 Cp. 04260
[email protected]

RESUMEN

Los artrópodos, desde la época prehispánica, han tenido una gran importancia entre los pueblos mesoamericanos,
tanto por sus características biológicas como por su impacto cultural. Los grupos autóctonos han generado un co-
nocimiento profundo y sistematizado sobre los diferentes artrópodos que se distribuyen en México, lo que se refleja
en la utilización de dichos organismos para la alimentación y uso medicinal principalmente. Son escasos los estudios
sobre zooterapia de las fuentes prehispánicas y coloniales, las cuales representan un vasto cúmulo de conocimientos
ancestrales y saberes tradicionales sobre la naturaleza, por lo que es preciso realizar estudios científicos que aborden
dichos documentos, con el fin de entender el conocimiento y aprovechamiento de los recursos involucrados en los
procesos de salud/enfermedad entre los pueblos nahuas prehispánicos y contemporáneos. Este trabajo tiene por
objetivo identificar los artrópodos como recurso medicinal, que están reportados en los Códices Florentino, Libellus
de Medicinalibus Indorum Herbis, y en la Historia Natural de Nueva España. Se consultaron dichas obras y de ellas se
extrajeron los textos en español donde se mencionan artrópodos útiles en la medicina nahua; se revisaron trabajos
biológicos y listados taxonómicos sobre dichas fuentes. Se reportan 14 artrópodos, pertenecientes a nueve órdenes,
que curan 35 enfermedades. A pesar de la escasa mención de este grupo faunístico en dichas fuentes, es importante
registrar los diferentes usos que se tenían de estos organismos, como parte del patrimonio biocultural de los pueblos
nahuas. Es imprescindible realizar estudios más profundos y comparativos entre más fuentes, lo cual permitirá
comprender algunos de los usos actuales que se les sigue dando a los animales en la medicina tradicional mexicana,
particularmente a los artrópodos.

Palabras clave: Artrópodos, medicina, códices, nahuas, siglo XVI

MEDICINAL ARTHROPODS ON THREE COLONIAL SOURCES OF THE XVI CENTURY

ABSTRACT

Arthropods, since prehispanic times, was been of great importance among the Mesoamerican peoples, both because
of its biological characteristics and its cultural impact. Indigenous groups have generated a deep and systematic
knowledge about the different arthropods that are distributed in our country, which is reflected in the use of these
organisms for feeding and medicinal use, mainly. There are only a few studies of zootherapy on prehispanic and
colonial sources, but this documents represents a vast body of ancient and traditional knowledge about nature, so
it is necessary to carry out scientific studies about these muniment in order to understand the knowledge and use
of resources involved in the processes of health and disease among people Nahua prehispanic and contemporary.
This work aims to identify the arthropods as medicinal resource that are reported in the Florentine Codex, Libellus of

24 Etnobiología 11 (2), 2013


Serrano-González et al. Los artrópodos medicinales en fuentes novohispanas

Medicinalibus Indorum Herbis and Historia Natural de Nueva España. Such works were consulted and were extracted
his texts in spanish which mentions the arthropods useful in Nahua medicine; biological works were reviewed and
listed on such taxonomic sources.

Eleven arthropods were reported in this study, belonging to fourteen taxonomic orders, to cure 35 diseases. Despite
the scant mention of this faunal group in these sources, it is important to record the different uses of these organisms
that were part of the biocultural heritage of the Nahua people. It is essential to realize further studies and comparisons
between more sources, as this will allow to understand some of the current uses that are still being given to animals
in mexican traditional medicine, particularly with arthropods.

Key words: Arthropods, medicine, codex, nahua, XVI century

INTRODUCCIÓN conocimiento y aprovechamiento de los recursos natu-


rales, involucrados en los procesos de salud/enfermedad
Los animales y particularmente los artrópodos son de entre los pueblos nahuas (Gómez Álvarez et al., 2007).
gran importancia en toda Mesoamérica, tanto por sus
características biológicas como por su impacto cultural. El objetivo general del presente trabajo fue identificar a
Los grupos autóctonos han generado un conocimiento los artrópodos como recurso medicinal que están repor-
profundo y sistematizado sobre los diferentes artrópodos tados en el Códice Florentino, el Libellus de Medicinalibus
que se distribuyen en México, lo que se refleja en la Indorum Herbis, y en la Historia Natural de Nueva España.
utilización de dichos organismos para fines alimenticios Como objetivos particulares: a) identificar taxonómica-
y medicinales, principalmente. Algunos de los rasgos mente a los artrópodos registrados; b) describir cómo
particulares de los artrópodos, como los colores, los eran empleados dichos animales en el contexto de la
sonidos que producen, su forma de reproducción o en ciencia médica nahua en el siglo XVI; y c) mencionar
algunos casos su metamorfosis, han sido incorporados las enfermedades que curaban y bajo qué tratamiento.
a las concepciones religiosas y a la cosmovisión de los
pueblos, a tal grado que algunas culturas los llegaron MATERIAL Y MÉTODO
a concebir como deidades (Palmeri, 2001; Serrano et
al., 2011). Se consultaron los libros X y XI del Códice Florentino y de
la Historia General de las Cosas de Nueva España (HGCNE),
Una de las necesidades básicas que ha presentado que es la parte en español del códice mencionado, de
cualquier sociedad, pretérita o actual, es preservar o Fray Bernardino de Sahagún (1979); el códice Libellus de
recuperar la salud de las personas que la conforman. En Medicinalibus Indorum Herbis, conocido también como
todos los grupos humanos se han desarrollado complejos códice Cruz-Badiano; y los tratados cuarto y cinco de
sistemas médicos para cubrir esta necesidad. Estos la Historia Natural de Nueva España del protomédico
sistemas médicos o “ciencia médica” debe entenderse Francisco Hernández (1959).
como el sistema de conocimientos, saberes, conceptos,
creencias y prácticas, basados en recursos materiales y Se extrajeron para cada una de las fuentes los textos en
simbólicos, que tienen como fin preservar o recuperar español donde se reportan los artrópodos utilizados con
la salud (Zolla, 2005). fines medicinales por los nahuas del siglo XVI.

El uso de las plantas ha sido el pilar fundamental para Se revisaron trabajos biológicos sobre estas tres fuentes y
la ciencia médica mesoamericana, lo que se puede cons- listados taxonómicos para la identificación de los artrópo-
tatar en varias obras fundamentales para la herbolaría dos mencionados en dichos documentos. Particularmente
mexicana, como el códice Cruz-Badiano, que refiere las se revisaron trabajos del maestro Rafael Martín del
plantas utilizadas por pueblos nahuas (Gómez Alvarez et Campo (1964), quien hizo las primeras identificaciones
al., 2007). Sin embargo, son escasos los trabajos sobre de la fauna presente en los códices Florentino y Libellus
la fauna medicinal en las fuentes novohispanas, por lo de Medicinalibus Indorum Herbis, y se actualizó la cla-
que es preciso realizar estudios sistemáticos que aborden sificación según The Integrated Taxonomic Information
los recursos zooterapéuticos con el fin de entender el System (ITIS, 2012).

25
Códice Florentino. Es un compendio enciclopédico en RESULTADOS Y DISCUSIÓN
náhuatl y español, elaborado por el fraile franciscano
Bernardino de Sahagún, quien inicia su trabajo a fines de Se encontraron 14 artrópodos reportados con fines
1575, y hacia fines de 1577 parece haber tenido la versión medicinales, pertenecientes a nueve órdenes, que curan
final. Recibió el importante apoyo de escribanos y pintores 35 enfermedades (ver Tabla).
procedentes principalmente del Imperial Colegio de la
Santa Cruz de Tlatelolco, lugar donde Sahagún trabajó Códice Florentino. El libro X, capítulo XXVIII, trata
en sus principales obras. El libro X de dicho códice lleva de “Las enfermedades del cuerpo humano y de las
por título “De los vicios y virtudes de la gente de allí. Y medicinas contra ellas”. En este libro Sahagún registró
de las enfermedades y partes del cuerpo”, mientras que el varios tratamientos donde destaca el uso de algún
libro XI se titula “De las propiedades de los animales, aves, artrópodo o parte de él en ritos de curación.
peces, arboles, hiervas, flores, metales y piedras, y de los
colores” (Noguez, 2012). En el primer párrafo trata sobre: “Las enfermedades de
la cabeza, ojos oídos, dientes y narices” y menciona las
Historia general de las cosas de la Nueva España. Es la siguientes enfermedades, para las cuales interviene un
versión de los textos en español del Códice Florentino. Para elemento o derivado de algún artrópodo:
estos casos se utilizaron las siguientes ediciones: Sahagún
y Garibay (1956), y Sahagún (2000). “Contra la enfermedad de las postillas de las narices, que
proceden del caminar, y del demasiado sol, […] tomar un
Libellus de Medicinalibus Indorum Herbis. También poco de miel de abejas […]”.
llamado Códice Cruz-Badiano, es un herbario medicinal con
184 ilustraciones a color, acompañadas de glosas en latín “La ronquera se suele curar con frotarse la garganta con
de diversa extensión (Lozoya, 1999). Este manuscrito fue ulli, y beber la miel de abejas […]”.
concluido en el año de 1552 y tiene por autores al médico
indígena Martín de la Cruz, quien transmite oralmente a En el libro XI, titulado “Las Propiedades De Los Animales,
Juan Badiano (indígena xochimilca, profesor del Colegio Aves, Peces, Árboles, Yerbas, Flores, Metales y Piedras, y de
de la Santa Cruz de Tlatelolco) sus conocimientos sobre las Colores”, Sahagún se dedicó a hacer una descripción
la medicina nahua (López Austín, 1984). Dicha obra fue de la fauna, en todos los casos las descripciones suelen
dedicada a Francisco Mendoza, hijo del Virrey Antonio ser más extensas de las que aquí se presentan, por lo que
Mendoza, la cual permaneció en España y posteriormente sólo se extrajo la parte donde menciona los atributos
en el Vaticano, hasta que fue regresada en 1990 a México medicinales de los animales.
como un regalo del papa Juan Pablo II (Sánchez et al.,
2007). Se encuentra dividido en trece capítulos y hace En el párrafo octavo, al hablar de una araña llamada
referencia a más de 80 enfermedades distintas. tzintlatlauhqui (Latrodectus mactans) (Figura 1) dice:
“El aceite destas arañas es muy medicinal para muchas
Historia Natural de Nueva España. Escrita por Francisco enfermedades, como está en la letra” (Sahagún, 2000). En
Hernández, nombrado en 1570 “Protomédico general de el texto en español no menciona cómo utilizar dicha araña,
nuestras Indias, islas y tierra firme del mar océano” por sin embargo, López Austin (1974) hace una traducción de
Felipe II, Rey de España. los textos en náhuatl y apunta que: “El piquete de esta
araña […], allí se ponen [la araña] los bubosos, donde
En su vasta obra, escribe un libro llamado “Historia de los está su buba; con ella curan; pero sólo por encima. Luego
animales de Nueva España”, el cual está dividido en varios para ésta, la parálisis: con [la araña] […] se frota [el lugar
tratados, como: “Historia de los insectos de Nueva España”, dañado], porque lo calma (López, 1969 y 1974).
entre otros. Fue acompañado por un extenso grupo de
pintores y protomédicos los cuales recibieron asesoría de En el párrafo décimo se mencionan unos gusanos llamados
indígenas cultos en el tema. conyayáhual (Familia Polydesmidae) y se dice: “Usan dellos
por medicina contra el dolor de las muelas o dientes; pónenlos
En todos los casos se respetaron las ediciones y los textos se majados sobre la maxilla, y luego se quita el dolor” (Sahagún,
transcribieron tal cual aparecen conservando la ortografía 2000). Prosigue describiendo lo que podría ser un ciempiés
original. Los textos en algunos casos son muy extensos, por y menciona: “Usan para medicina de estos gusanos en esta
lo cual sólo se toman las partes donde aparece el artrópodo, tierra, molidos secos y mezclados con resina, puestos sobre
cómo se emplea y la enfermedad que cura. el lugar donde duele la gota, quitan el dolor; también son

26 Etnobiología 11 (2), 2013.


Serrano-González et al. Los artrópodos medicinales en fuentes novohispanas

Tabla Artrópodos medicinales en tres fuentes novohispanas del siglo XVI.

27
Tabla 1. Continuación.

28 Etnobiología 11 (2), 2013.


Serrano-González et al. Los artrópodos medicinales en fuentes novohispanas

Figura 1. Araña llamada tzintlatlauhqui (Latrodectus mactans) (Códice


Florentino. F. 92 v.).

buenos para los que se comen los dientes, ó las muelas, ó


les duelen, molidos como está dicho, mezclados con tinta
y puestos en la quijada donde está el diente que se come ó
duele, se quita luego el dolor” (Sahagún, 2000).

Libellus de Medicinalibus Indorum Herbis. En el


capítulo primero, que habla sobre “Curación de la cabeza.
Furúnculos. Caspa o alopecia. Tiña. Caída del pelo.
Descalabradura o fractura de la cabeza”, se mencionan
las siguientes enfermedades: “Se detiene la caída del pelo
lavando la cabeza y aplicando a ella la hierba de nombre
xiuhamolli, triturada y cocida en orina de perro o de
ciervo y con ranillas y animalejos ahuatecolotl”. Continua
con “El que sufra de la cabeza comerá cebollas en miel, no
se sentará al sol, ni trabajará, ni entrará a los baños”.

En el apartado que menciona el problema de caspa y alopecia,


se hace referencia al uso de la miel y menciona: “El que
padece de este mal beba una poción de pulque caliente,
con miel no calentada. Tenga mucho cuidado de no dormir
antes del almuerzo. Pasado el almuerzo, no salga a ninguna
parte, ni ande o corra; tampoco trabaje”.

El capítulo quinto hace referencia a “Limpiador de dientes o


dentifrico. Curación de encías inflamadas y purulentas. Dolor
y caries de los dientes. Fuerte calor, tumor o supuración de
Tabla 1. Continuación.

la garganta. Angina. Medicina con que se mitiga el dolor


de garganta. Para desechar la saliva reseca. Para acabar con
el esputo sanguinolento. Para calmar la tos. Para quitar el
aliento fétido y repugnante. Hipo”, y menciona en cuanto
al uso de la miel dentro de los remedios:

29
“Los dientes sucios deberán frotarse con mucho cuidado. “Para aquel a quien le gruñen las tripas por diarrea,
Cuando se haya limpiado la suciedad, deben restregarse con dale esta poción por clisterio auricular de hojas de
un lienzo blanco con una mezcla de ceniza blanca y miel tlatlancuaye, corteza de quetzalilin, hojas de iztac
blanca, para que dure su bella blancura y nitidez”. Además, “El ocoxochitl, más estas hierbas: xiuhtontli, elozacatl,
dolor de dientes y encías se calma raspando bien las encías árbol tlanextia cuahuitl. Todo eso molido en agua de
para limpiar el pus y, en la parte en que se halle éste, se pone sabor amargo, con ceniza, un poco de miel, sal, pimienta,
una mixtura de semillas y raíz de ortigas, bien molidas y alectoria y, al fin, piriet”.
mezcladas con yema de huevo y miel blanca”. “Se adormece
el dolor de garganta, si se mete el dedo a la boca y se aplica En el capítulo octavo, llamado “Curación de la región pú-
con él, sobando suavemente la parte enferma, el jugo de las bica. Hierba inguinaria. Hierba para la vejiga o halicacabo.
hierbitas tlanexti y teoiztaquilitl, que se crían en lugares Disuria o extranguria. Mal de asentaderas. Podagra. Dolor
pedregosos, que se han molido antes con piedra pómez y poplíteo. Contracción incipiente de la rodilla. Remedio
tierra blanca y se han mixturado con miel”. Prosigue con, “El de las grietas en la planta de los pies. Lesión de los pies.
que sufre de hipo debe beber la pócima siguiente: tallo del Contra la fatiga. Árboles y flores contra el cansancio
arbusto llamado cohuatli, hojas de la hierba mexixquilitl, del que administra la República y desempeña un cargo
corteza de pino rojo, ramas de tlatlancuaye y agua. Todo público”, se hace mención a los siguientes insectos para
molido y cocido. Cuando esté bien cocido, se agregará miel combatir algunos de estos males: “Cuando se ha tapado el
blanca y se beberá con moderación […]”. conducto de la orina, para que se abra […] hay necesidad
de recurrir a la médula de palma muy tenue, cubierta
También se dice que “El atormentado por la tos absorba con un poco de algodón, untada con miel y de la raíz
inmediatamente un cocimiento de raíz descortezada de de la hierba huihuitzmallotic molida, que se introduce
tlacoxiloxochitl, triturada en agua, y una parte de ese con muchísimo cuidado en el meato del miembro viril,
mismo líquido mezclada con miel úntesela en la garganta. pues de este modo se abre la obturación de la orina”.
Si llega a escupir sangre, tome ese mismo cocimiento antes Añade que “El que padece gota o gotoso se puede curar
de comer. Y le será provechoso si mordisquea esa misma raíz así: el arbusto llamado piltzintecouhxochitl y las ramas
con miel […]”. Agrega que “Un cocimiento hecho de raíz y del ciprés y del laurel se ponen en un hormiguero, para
hojas de la hierba que llaman tlatlancuaye, con tierra roja, que las hormigas echen en ellas sus deyecciones […] se
tierra blanca, hierbas temamatlatzin y tlanextia xiuhtontli; empapa con el líquido frío […]”.
todo eso molido y cocido en agua con miel, quita el mal
aliento. Debe beberse también moderadamente el líquido En el capítulo noveno: “Remedio contra la sangre negra,
bien colado, antes de comer”. fiebre, lepra, hemorroides, condiloma, calor excesivo, cuer-
po maltratado, liquen o mentagra, fiebres intermitentes,
El capítulo sexto se titula “Refrigerio para la boca inflamada sarna, heridas, enfermedad de las articulaciones, psora, pus
por el calor. Remedio para el que no puede bostezar por el agusanado, quemaduras del cuerpo, digestión difícil, venas
dolor. Sarna de la cara. Sarna de la boca. Estruma o escrófula inflamadas por la incisión de la sangría. Del fulminado
del cuello. Agua subcutánea. Debilidad de las manos”, en por el rayo”, se apunta el uso de diversos artrópodos o los
donde hace mención al uso de las hormigas para la cura de derivados contra estas enfermedades (Figura 2): “Contra
problemas en las manos: “La debilidad de las manos se cura las hemorroides mucho aprovecha el tallo de la hierba
con semillas de xoxouheapahtli, ramas de quetzalxoxou- colomecatl, pues si se da molida en agua caliente con
hqui y la hierba iztauhyatl: todo eso molido y cocido en miel, con beberla expulsa la bilis […]”. Posteriormente se
agua. Meta varias veces las manos y téngalas allí por un dice que “[…] Se empapa en miel un paño con que se soba
gran rato. Después vaya a la boca de un hormiguero […] y y se masajea el condiloma. Si acaso este mal se halla en
exponga así las manos a las mordeduras de las hormigas las asentaderas, échese por el ano agua caliente y lávese
pacientemente […]”. también con jugo de la corteza del teoamatl, al cual se ha
de agregar miel […]”. También agrega que “Contra el dolor
El capitulo séptimo, titulado “Opresión molesta del pecho. de las articulaciones prepárese una cataplasma de esta
Dolor en el corazón. Calor. Dolor de costado, Medicina hierbas: quauhtzitzicaztli, tetzitzicaztli, colotzitzicaztli,
que mata lombrices y animalejos que se alojan en el patlahuactzitzicaztli, xiuhtlemaytl. También viborillas,
vientre del hombre. Antídoto. Inflamación del estómago. escorpiones, cienpiés, y todo se muele y cuece en agua.
Dolor de vientre. Disentería o cólicos. Ruidos del vientre. Además, la parte que está entorpecida por la rigidez tiene
Frialdad. Diarrea”, menciona el empleo de la miel contra que ser punzada con un hueso de águila o de león, y
los efectos de la diarrea: luego poner la cataplasma dicha, mezclada con miel […]”.

30 Etnobiología 11 (2), 2013.


Serrano-González et al. Los artrópodos medicinales en fuentes novohispanas

En el capítulo XXII, nombrado “De los temolin o escarabajos”,


menciona que: “[…] sus cuernos, raspados y tomados con
agua, excitan extraordinariamente la actividad genésica”.
Francisco Hernández dibuja éstos escarabajos (Figura 3), los
cuales corresponden con Xyloryctes sp. y Strategus aloeus.

En capítulo XXIV llamado “Del tlaxiquipillin o bolsa terrestre”


describe que: “Es un gusano negro de naturaleza urente
cuyo polvo espolvoreado cura la lepra”.

Tratado cuarto “Historia de los Animales Acuáticos de


Nueva España”. El Capítulo VII habla “Del Ahuauhtli o
huevos de moscas palustres”, menciona que “[…] son los
Figura 2. Plantas que se combinaban con diferentes artrópodos para curar huevos del Axaxayácatl”, y que “[…] seco y hogadizo,
dolores de las articulaciones (Morbos articularis, Códice Cruz-Badiano. fortalece el estómago débil y suelto”.
F. 47 r.).

Asimismo comenta que “Se alivian las quemaduras de


nuestro cuerpo con jugo de nohpalli, teamoxtli, amoxtli.
tetzmitl, hecapahtli, texiyotl y huizquilitl. Se ungen Y
se frotan con esa mezcla y además con miel y yema de
huevo”. Y finalmente reporta que“Seca y detiene el flujo de
sangre […] También se ha de preparar una lagartija. Se le
quita la cabeza, se le quitan las tripas Y se sala muy bien.
Luego se cuelga en un lugar frío para que se reseque. Ya
seca, quémala. Con ella, en pul que y miel blanca y hecha
ceniza, se ha de ungir a la mujer”

Historia Natural de Nueva España: Tratado cuarto


“Historia de los insectos de Nueva España”. En el
capítulo II, llamado “Del AXIN o grasa de ciertos gusanos”,
se habla del axocuillin (Coccus axin) y menciona que:
“Calma los dolores de cualquier parte del cuerpo, aflojan
y ablandan los nervios tensos, resuelve los tumores o, […] Figura 3. Escarabajos utilizados con fines medicinales. (A) temolin ichcatzin,
los madura; alivia la erisipela, las úlceras, las convulsiones, (B) temolin (Xyloryctes sp. o Strategus aloeus) (Historia de los Animales de
Nueva España, Tratado Cuarto, pág. 387).
y también las hernias mezcladas con resina y picietl, y
reduce o resuelve prontamente toda clase de postemas”.
Las menciones sobre las propiedades curativas de los
En el capítulo IX, llamado “Del coyayahoal o ichcaton”, artrópodos en las tres fuentes son en muchos de los
menciona que éste (Familia Polydesmiadae): “Secado, casos muy someras. En algunos ejemplos tan sólo se
molido, disuelto en agua y untado en las quijadas dos dedican unas palabras a la enfermedad que curan, sin
veces al día, calma los dolores de dientes”. especificar la parte y forma de utilización del organismo.
Esto puede deberse a varias razones, entre las que se
En el capítulo XIII, llamado “Del pollin”, se describe que encuentran la poca atención o importancia que brindaron
éste “[…] machacado y aplicado extrae con admirable los autores de las obras consultadas a los artrópodos y su
prontitud las espinas clavadas o las flechas”. Es una especie papel específico en la medicina, como expresan Barrera
del orden Isopoda. y Hoffmann (1981) al estudiar la obra de Francisco
Hernández. También es cierto que con la conquista
En el capítulo XXI, titulado “Del tleocuilin”, describe que: de México sobrevinieron hechos desastrosos para la
“Dicen que untados estos insectos y restregados curan la población local. El asesinato de muchas personas, las
lepra”. Corresponde a Paederus sp. nuevas enfermedades que llegaron con los españoles y
la persecución de los antiguos sacerdotes o especialistas

31
rituales que manejaban los saberes sobre la naturaleza, la miel elaborada por las abejas, sino también de la que es
provocaron que muchos de estos conocimientos se fabricada por las avispas, las hormigas (hormigas mieleras)
perdieran irremediablemente. De igual forma, la quema o la melaza que se obtiene recociendo la azucarada savia
de códices donde se albergaban dichos saberes contribuyó del maguey, por lo que aquella que se denomina miel blanca
a la ruptura de una continuidad en la reproducción de también podría ser producto de esta melaza. La miel fue,
estos conocimientos. en conclusión, una sustancia ampliamente utilizada en la
medicina nahua para disolver productos vegetales, animales
Otro aspecto a considerar sobre la poca información y minerales con el fin de crear un sinfín de compuestos
respecto a los artrópodos medicinales en estas fuentes es curativos, tal vez a la par del agua.
justamente la asociación, a partir del imaginario europeo
de la época, de dichos organismos con el demonio, el Aunque el agua para los mexicas tenía un papel importante
diablo o entidades maléficas concebidas a partir de la en su vida cotidiana, en el Libellus es usada sólo como un
religión cristiana (Escalante, 1999; Nicolás, 2005), lo que vehículo para la preparación del remedio, y no se le otorgan
aunado al ejercicio de los rituales nahuas para restablecer propiedades medicinales, lo que contrasta con la medicina
la salud de un individuo, pudieron causar fácilmente que europea, donde se le atribuían cualidades terapéuticas
los mismos indígenas ocultaran dichos conocimientos a (Sánchez et al., 2007).
los frailes y naturalistas que llegaron a la Nueva España
una vez consumada la conquista. Por otro lado, es preciso señalar que Barrera y Hoffmann
(1981) reportaron al coyayáhoal o ichcaton como un insec-
Sin embargo, y afortunadamente, la tradición oral de to, lo cual fue reproducido por Michán y Llorente (2002). Sin
los pueblos autóctonos logró preservar mucha de esta embargo, este atrópodo en realidad es un miriapodo y no un
sabiduría, y fue gracias a ella que los autores de las obras insecto como manejaron los autores antes mencionados, por
que en este artículo se abordan pudieron recopilar toda lo que resulta importante hacer revisiones y actualizaciones
la información que posteriormente publicaron. interdisciplinarias de los estudios previos sobre el papel de
los atrópodos en las fuentes novohispanas.
Entre los indígenas que conservaron en su memoria los
antiguos remedios contra las enfermedades, se encuentra Con referencia a los tipos de artrópodos medicinales en-
Martín de la Cruz, quien junto a Juan Badiano, plasmó en contrados en las tres fuentes, llama la atención que sólo
un documento la vasta utilización de las plantas medici- uno de ellos se repite de una fuente a otra. Este es el caso
nales. Sin embargo, más allá de elaborar un herbolario, del diplópodo que Sahagún registra con el nombre náhuatl
incluyeron la utilización de animales y minerales en las de conyayáhual y Francisco Hernández como coyayahoal
distintas curaciones a las que se refirieron, mostrando o ichcaton, el cual en ambos casos se registra como una
implacablemente que la medicina nahua era en realidad medicina para el dolor de dientes. Este hecho resulta intere-
holística. Esto se puede ejemplificar con los remedios que sante debido a que muestra la amplitud de un conocimiento
se mencionan en el capítulo noveno del Libellus, donde y una práctica curativa que seguramente era muy común
se conjuntan diversas plantas y animales, incluyendo antes del periodo colonial, más aún si se considera que
varios artrópodos, en el alivio del dolor de articulaciones. Sahagún recopiló la mayor parte de la información con
indígenas nahuas de Tecocomulco, actual estado de
Se estiman entre 66 y 80 especies de animales con usos me- Hidalgo, y del Colegio de la Santa Cruz en Tlatelolco
dicinales incluidos en este códice (Aranda et al., 2003, Serrano (López Austin 1984), mientras que Francisco Hernández
González, 2013), de los cuales sólo cinco son artrópodos, lo hizo principalmente con población nahua en lo que
aún cuando éste es el grupo con mayor riqueza de especies hoy es Cuernavaca y Tepoztlán (Michán y Llorente, 2002).
del reino animal. A pesar de que el Libellus, a diferencia de
la obra de Sahagún y la de Hernández, fue escrito por dos Cabe hacer una anotación respecto al registro que
indígenas nahuas, se aprecian elementos europeos en su hizo Sahagún de ciertos usos de la fauna en el Códice
contenido, tanto en las partes o productos animales que Florentino, pues es común encontrar en este documento
se emplean, como es el caso de la miel, como en la forma que la columna escrita en español no incluye en varias
de preparar estos remedios. Debido a que el tipo de miel ocasiones lo que sí se menciona en la columna escrita
más utilizada ha sido la de abeja, se consideró pertinente en náhuatl. En el caso particular que nos atiene en
clasificar la miel como un producto de las meliponas. No este trabajo, cuando Sahagún habla de las propiedades
obstante, Martín del Campo (1964) menciona que no se medicinales de la araña tzintlatlauhqui, la columna
puede asegurar que este producto se tratara siempre de en español sólo menciona que sirve para curar muchas

32 Etnobiología 11 (2), 2013.


Serrano-González et al. Los artrópodos medicinales en fuentes novohispanas

enfermedades, “como está en la letra”, refiriéndose a lo por lo que la academia debe de impulsar la formación
escrito en la columna en náhuatl, donde se especifican de equipos interdisciplinarios que aborden la diversidad
los usos de esta araña, por lo que es necesario en estudios de temas que integran dicha relación. Esto ayudaría a la
futuros analizar sistemáticamente el Códice Florentino a identificación precisa de los organismos reportados en las
partir de la lengua náhuatl para profundizar en los usos fuentes novohispanas, ya que la plena formacion biológica
medicinales de ciertos animales. del estudioso no es suficiente y debe complementarse con
el conocimiento antropológico, lingüístico y etnográfico.
CONCLUSIONES
AGRADECIMIENTOS
La presencia de los artrópodos en la medicina nahua del
siglo XVI a partir de las fuentes consultadas es bastante Al M. en EM. Víctor Linares Aguirre, por sus excelentes
escasa si se compara con las menciones que de otros grupos clases de lengua y cultura nahua y por sembrarnos ese
animales existen en esas fuentes, por ejemplo en la obra amor tan grande a nuestras culturas autóctonas.
de Sahagún. Esto pone de manifiesto la importancia de
registrar a los artrópodos utilizados en la medicina, pues A la M. en C. Yuriana Martínez Orea, por sus revisiones
al hacerlo se expone el amplio aprovechamiento de los y comentarios a este trabajo.
recursos faunísticos que se ha dado a lo largo del tiempo
en México, impactando de forma relevante la vida del A Dr. Miguel Ángel Pinkus Rendón, por su amable in-
ser humano. Se considera imprescindible la realización vitación para colaborar en este número especial de la
de investigaciones que consideren la utilización de los revista Etnobiología.
artrópodos en la medicina tradicional en un mayor
número de fuentes novohispanas, como son las obras BIBLIOGRAFÍA
de Diego Durán, Jacinto de la Serna, Hernando Ruíz de
Alarcón y las Relaciones Geográficas del siglo XVI, entre Aranda, A., Viesca, C., Sánchez, G., Sánchez, G., Ramos, M.,
otras. Asimismo, es posible ubicar el papel cultural de este y Sanfilippo, J. 2003. La materia médica en el Libellus
grupo animal en los procesos de salud-enfermedad antes de Medicinalibus Indorum Herbis. Revista de la Fa-
del contacto con la civilización europea, a partir de las cultad de Medicina 46: 12-17.
manifestaciones artísticas precolombinas y los códices de Barrera, A. y A. Hoffmann. 1981. Notas sobre la interpre-
origen prehispánico que aún se conservan hasta nuestros tación de los artrópodos en el Tratado Cuarto, His-
días, además de abordar dicha importancia entre otros toria de los insectos de Nueva España, de Francisco
grupos mesoamericanos de los que también se tienen Hernández. Folia Entomológica Mexicana 49: 27-34.
fuentes prehispánicas y coloniales. Escalante, P. 1999. Los animales del Códice Florentino
en el espejo de la tradición occidental. Arqueología
Por otra parte, muchos de los usos actuales entre los Mexicana. 36:52-59.
grupos indígenas tienen un origen que se puede remontar Gómez Álvarez, G., Teutli, C., Reyes, S., y Valadez, R. 2007.
a la época prehispánica, por lo que es posible considerar La medicina tradicional prehispánica, vertebrados te-
la existencia de una continuidad en la apropiación de los rrestres y productos medicinales de tres tianguis del
recursos zooterapéuticos entre los grupos mesoamericanos. Valle de México. Etnobiología 2: 86-98.
Las curaciones con dichos organismos siguen siendo Hernández, F. 1959. Obras Completas. UNAM. México.
relevantes entre los pueblos indígenas debido a su efec- ITIS. 2012. Disponible en http://www.itis.gov/ (Verificado
tividad y al arraigo cultural que permite su preservación el 10 de Julio de 2012).
en el sistema médico existente en las comunidades. Un López-Austin, A. 1969. De las enfermedades del cuerpo
claro ejemplo lo constituyen el uso de las mordeduras de humano y de las medicinas contra ellas. Estudios de
hormigas para problemas en las manos, la miel para las Cultura Náhuatl 8: 51-121
afecciones respiratorias y artritis, así como la utilización López-Austin, A. 1974. Descripción de medicinas en tex-
del alacrán para las molestias en las articulaciones (Zolla tos dispersos del libro XI de los códices Matritense y
y Argueta, 2009). Finalmente, cabe señalar que la inte- Florentino. Estudios de Cultura Náhuatl 11:45-135
gración de diferentes disciplinas en las investigaciones López-Austín, A. 1984. Textos de medicina náhuatl.
sobre la relación ser humano-naturaleza es un hecho UNAM, México.
necesario, debido a la complejidad de los mismos saberes Lozoya, X. 1999. Libellus de Medicinalibus Indorum Herbis
ancestrales y los conocimientos tradicionales, revalidando (Librito de la yerbas medicinales de los indios) o Có-
su reproducción e impacto social en las comunidades, dice Badiano. Arqueología Mexicana VII (39): 22-23.

33
Martín del Campo, R. 1964. La Zoología del Códice. En
M. Cruz, y J. Badiano, Libellus de Medicinalibus In-
dorum Herbis. IMSS, México.
Michán, L., y J. Llorente. 2002. Hacia Una Historia de la
Entomología en México. En: Llorente, J., J. Morrone,
O. Yáñez e I. Vargas (Eds.). Biodiversidad, Taxonomia
y Biogeografía de Artrópodos en México: Hacia una
Sintesis de su conocimiento., Facultad de Ciencias,
UNAM, México.
Nicolás, M. 2005. La fauna en la tradición medieval eu-
ropea y la naturaleza de las Indias nuevas. Filosofía y
pensamiento político XVIII: 612-633.
Noguez, X. 2012. Códice Florentino. Arqueología Mexi-
cana 115: 75
Palmeri, I. 2001. Dos Sistemas Taxonómicos Frente a
Frente. Estudios de Cultura Náhuatl 32:189- 221
Sahagún, B. 1979. Codice Florentinus. Secretaría de Go-
bernación, Archivo General de la Nacion, México.
Sahagún, B. 2000. Historia general de las cosas de la
Nueva España. CONACULTA, México.
Sahagún, B., y Garibay, A. 1956. Historia general de las
cosas de la Nueva España Porrúa, México .
Sánchez, J., Islas, V., Tejada, M., Koch, W., Mora, J., Her-
nández, V., y otros. 2007. El Libellus de Medicinalibus
Indorum Herbis, un legado farmacéutico del colegio
de la Santa Cruz de Tlatelolco. Revista Mexicana de
Ciencias Farmacéuticas. 38 (004): 30-36.
Serrano, R., F. Guerrero y R. Serrano V. 2011. Animales
Medicinales y Agoreros entre tzotziles y tojolabales.
Estudios Mesoamericanos. 11: 29-42.
Serrano González, R. 2013 (prensa). In yolcapahtiliztli
ompa Tlacotenco, Malacachtepec-Momoxco. Recur-
sos zooterapéuticos en Santa Ana, Milpa Alta. Maes-
tría en Estudios Mesoamericanos, UNAM.
Zolla, C. 2005. La Medicina Tradicional Indigena en el
México Actual. Arqueología Mexicana. XIII (74): 62-
65
Zolla, C. y A. Argueta. 2009. Biblioteca Digital de la
Medicina Tradicional Mexicana. Disponible en
http://www.medicinatradicionalmexicana.unam.
mx/ (Verificado el 10 de Julio de 2012)

34 Etnobiología 11 (2), 2013.


SAÁK´: SÍMBOLOS Y METÁFORAS DE UN FENÓMENO NATURAL
EN EL ÁREA MAYA PREHISPÁNICA

Fabio Flores Granados.


Centro Peninsular en Humanidades y Ciencias Sociales, CEPHCIS, UNAM. Ex-Sanatorio Rendón Peniche, Calle 43 s/n
entre 44 y 46, Col. Industrial, Mérida, Yucatán, C.P. 97150, Tel.: +52 999 922 8447 ext. 127.
[email protected]

RESUMEN

Entre el siglo VIII y X de nuestra era, repetidos periodos de escasas lluvias ocasionaron graves sequías que pudieron
matar de hambre a un gran número de personas en las tierras bajas, y aunque se ha postulado que los cambios
climáticos fueron la causa primera, los datos permiten establecer estrechos vínculos con otros fenómenos naturales
que igualmente potenciaron la desintegración de la civilización maya del periodo Clásico y que aún hoy día siguen
impactando culturalmente a los pueblos peninsulares. Con base en datos biológicos, ambientales, etnográficos e
históricos se practica el análisis iconográfico y epigráfico de ciertos vestigios arqueológicos como una alternativa para
aproximarse a algunas metáforas, y símbolos producidos en el imaginario de los antiguos mayas ante la destructiva
aparición de enormes mangas de langostas. Dado que cada individuo tiene sus propias formas de entender el mundo,
el estudio de los acervos subyacentes en la lengua, la escritura y los sistemas de clasificación entre otros, sustentan
las interpretaciones y también permiten vislumbrar distintas formas de percepción en torno al insecto y las sequías
en dicha área cultural.

Palabras clave: simbolismo, percepciones, plaga, área maya, época prehispánica

SAÁK´: SYMBOLS AND METAPHORS OF A NATURAL PHENOMENON IN THE PREHISPANIC MAYAN AREA

ABSTRACT

Between the eighth and tenth century AD, repeated periods of low rainfall caused severe droughts that brought
famine to a large portion of the population in the Maya lowlands. While some authors have postulated that climate
change could be the primary cause for these droughts, the data demonstrate a strong correlation with other natural
phenomena like locust plagues, an understudied factor that may have also contributed to the disintegration of
Classic period civilization and which even today continue to adversely impact Mayan peoples. Using data sets from
biological, environmental, ethnographic and historical sources as a reference point, I have analyzed archaeological
remains with either epigraphic or iconographic evidence that refer to the locust and its devastating power. Given that
each individual has his/her own way of understanding the world, this study will explore how symbols and metaphors
related to this insect function in language, in writing, and in the underlying structure of autochthonous systems of
classification. Ultimately, the findings will allow us to discern how the ancient Maya people perceived the locust and
its connection to the cyclical droughts in the region.

Key words: symbolism, perceptions, pest, Maya area, prehispanic time

35
INTRODUCCIÓN datos biológicos, etnográficos e históricos, el estudio de los
acervos subyacentes en la lengua, la escritura y los sistemas
La información derivada de distintas investigaciones clima- de clasificación entre otros, sustentan las interpretaciones y
tológicas permite imaginar algunos escenarios ambientales también permiten vislumbrar distintas formas de percepción
entre los siglos VIII y X de nuestra era, resultado de marcados del insecto.
descensos en los regímenes pluviales que provocarían a su vez
el predominio de condiciones de elevada aridez en distintos Del espacio y la experiencia cotidiana a la construcción
momentos y lugares de la península de Yucatán durante la simbólica: materiales y métodos. De muy variadas formas, el
época prehispánica (Gill et al., 2007: 238-39; Gill, 2008: hecho histórico confirma los datos sobre la especie (Retana,
380-465; Medina-Elizalde et. al., 2010: 255-262). Aunados 2000; Contreras, 2008, 2009), puesto que uno de los princi-
a una variedad de conflictos de índole social y política pales núcleos de acercamiento entre individuos solitarios que
(Gallareta, 2000; Tainter, 2004; Aimers, 2007), la falta de activa la producción de feromonas de agrupación, esto es,
lluvias y las graves sequías, desencadenarían diversas crisis cuando gregariza la langosta centroamericana (Schistocerca
de subsistencia entre los antiguos pueblos peninsulares piceifrons piceifrons, Walker), se ubica precisamente hacia
ocasionando primero, el decline poblacional en la zona las zonas de humedales al norte de la península, el hábitat
del sur y más tarde, el abandono de Uxmal junto con el de idóneo para su reproducción. Tal fenómeno ocurre sólo en
muchos otros asentamientos de la región Puuc al final del algunas especies de la familia Acrididae, y consiste en que
periodo Clásico (Medina-Elizalde et. al., 2012: 956-959). las langostas, sea por inmigración o multiplicación, forman
Aunque dichas alteraciones climáticas propiciaron la muerte bandos que estimulan a otros individuos a congregarse
por hambre de un gran número de personas en las tierras cada vez en mayor número para luego desplazarse en forma
bajas mayas, al mismo tiempo sucedieron otros fenómenos conjunta. Conforme ello sucede, los ortópteros no sólo
naturales menos evidentes que no sólo contribuyeron a la cambian radicalmente de forma y coloración sino que las
disolución de aquella civilización sino que mucho tiempo poblaciones suelen alcanzar densidades críticas (Contreras,
después, seguirían ocasionando graves estragos económicos 2008: 14) que desencadenan las temidas mangas, es decir, la
y sociales a la sociedad colonial peninsular (Peniche, 2010: frenética competencia tanto por alimento como por el agua
García, 2012: 215-249; Campos, 2012: 125-160, entre otros). contenida en los vegetales que los voraces insectos consumen.
Si bien las graves hambrunas ocurridas durante la época Si bien cada año se reporta su aparición indistintamente en
prehispánica fueron resultado de prolongados estiajes en los los estados de Hidalgo, Tamaulipas, Oaxaca, Guerrero, Colima,
que las milpas morían por falta de agua, las fuentes históricas Jalisco, Nayarit y Michoacán, la Dirección General de Sanidad
tempranas atestiguan asimismo que tales catástrofes vinieron Vegetal (DGSV), señala que las dos zonas de reproducción
muchas veces acompañadas de grandes infestaciones de más importantes se localizan, una en San Luis Potosí y
langostas que cada año aparecían en distintos puntos de la Veracruz, y la más extensa, en el territorio conformado por
península arrasando tanto los cultivos como otras fuentes de los estados de Campeche, Chiapas, Tabasco, Quintana Roo
alimento vegetal en solares y montes. En no pocas ocasiones, y Yucatán (Contreras, 2008: 5); (Figura 1).
las catástrofes pudieron ser aún más graves puesto que dichos
insectos, además de consumir gran cantidad de plantas
útiles al hombre, tienen la capacidad de arruinar también
la cobertura vegetal natural induciendo el desplazamiento
de muchas especies herbívoras a otras zonas en busca
de alimento. Sea por tratarse de eventuales presas para
animales carnívoros y del mismo humano, o por constituir
eslabones clave en la trama trófica de aquellos ecosistemas,
el movimiento forzado de tales especies o incluso su muerte
por falta de alimento, es sólo un ejemplo más de las secuelas
tras las recurrentes mangas de langosta que junto con otros
daños directos impactaron profundamente a los antiguos
mayas. Dada la dificultad intrínseca de hallar rastros de las
plagas en los contextos arqueológicos, el análisis iconográfico
y epigráfico de ciertos vestigios constituye una alternativa
para aproximarse a algunas metáforas, y símbolos producidos
en el imaginario de los pueblos mayas del pasado ante la Figura 1 Ubicación de las principales regiones así como municipios gregarios
y de invasión de la langosta centroamericana Sch. piceifrons (tomado de
destructiva aparición dichos animales. Junto con diversos
Contreras, 2008).

36 Etnobiología 11 (2), 2013.


Fabio Flores Granados. Saák´: símbolos y metáforas de un fenómeno natural en el área maya prehispánica

Tanto las regiones 1 y 3, que incluyen casi la totalidad de Por otra parte, los habitantes del ejido quintanarroense
municipios en dichos estados junto con Belice y buena parte de Xhazil Sur y Anexos, no sólo nombran al acrídido del
del territorio guatemalteco (Contreras, 2008), se adscriben a mismo modo sino que al mismo tiempo emplean categorías
lo que suele conceptuarse como el área maya (Álvarez, 2004), clasificatorias como ya´ax sáak´, cuando éste luce el color
cuyas particulares características climáticas y ecológicas han verde característico del estado solitario, y la de sáak´che´,
favorecido la ocurrencia de muy variadas interacciones entre cuando además de agruparse y ostentar una coloración
las langostas y el hombre a lo largo de más de tres mil años pardo rojiza, manifiesta su notable voracidad que le induce a
de historia agrícola. Sin embargo, la presencia del acrídido consumir no sólo el follaje de los árboles sino que, tal como
así como su impacto en la subsistencia de los pueblos del sucedió hace algunos años, “una manga les comió todo el
pasado son eventos difíciles de vislumbrar en los depósitos maíz e incluso devoraron también el huano o xa´an (Sabal
arqueológicos (Renfrew y Bahn, 2004), y aunque existe la yapa) de los techos de sus casas” (Aboytes y Castro-Ramírez,
posibilidad de recuperar restos orgánicos mediante cierto tipo 2011: 272-276) (Figura. 2).
de análisis (Panagiotakopulu, 2004; Broadbent y Engelmark,
2000; Flores, 2012: 39), las evidencias “arqueoentomológicas”
de éste y otros artrópodos en el sureste del país son datos
prácticamente inexistentes. Es en este ámbito de ideas que
el tema de las plagas en la época prehispánica representa
un interesante campo semántico por explorar y no sólo a
través de la información etnohistórica o los códices como
señala García (2005: 334), sino también por medio del estudio
iconográfico y epigráfico de algunos vestigios arqueológicos,
la etnografía, y el léxico.

Con la premisa de que cada individuo, y cada pueblo, tienen


sus propias formas de percibir y entender el mundo, se exa-
minan asimismo los acervos y ciertas nociones subyacentes
en la lengua maya, su escritura y los sistemas de clasificación
de la naturaleza, entre otros.
Figura. 2 Ejemplar adulto de Schistocerca piceifrons en El Cuyo, Yucatán,
Ante las dificultades intrínsecas de corroborar la presencia pueblo de uno de los quince municipios gregarios, y de invasión, de la zona
septentrional de la península de Yucatán (Contreras, 2008: 4), cortesía de K.
del insecto en épocas remotas, el ejercicio permite asomarse Puga, agosto del 2012.
a distintas formas de su percepción así como a algunas
metáforas relacionadas con el repentino arribo de millones Los datos concuerdan a su vez con la información biológica
de langostas capaces de consumir toneladas de vegetación puesto que se trata de la única especie del género que
por día y cuyos enjambres podían obscurecer los cielos presenta polimorfismo en sus distintas fases, así como
en áreas de veintenas de kilómetros cuadrados. Junto transformaciones ninfales desde el estado solitario hacia
con algunas aproximaciones hechas a partir de los datos la fase gregaria, y aunque en el caso antes referido sus
históricos relacionados con dicha calamidad (Bracamonte y autores la refieren como Sch. paranensis, tanto ésta como
Sosa 2010; Campos, 2012; García, 1999, 2012; García Acosta la Sch. americana actualmente han sido reclasificadas como
et al., 2003; Landa, 1978; y Peniche, 2010), otras fuentes Sch. piceifrons piceifrons, cuya distribución abarca desde
como los diccionarios de la lengua maya constituyen sólidas México hasta el norte de Costa Rica (Contreras, 1991 citado
plataformas desde las que está siendo posible apuntalar los por Retana, 2000: 74).
aún muy escasos datos etnoentomológicos de la especie, para
el área cultural maya. Un ejemplo de ello es lo observado Señalar específicamente al insecto y sobre todo, distinguirlo
entre los actuales pobladores del noreste de Campeche así por su temperamento al cambiar radicalmente de un animal
como del centro y oriente de Yucatán, donde el examen del inocuo a otro tan voraz que puede comer incluso tierra,
léxico y sus formas de clasificar a los artrópodos, permite ropa y follaje fresco de plantas que normalmente rechaza
vislumbrar determinadas construcciones en torno a la (Barrientos, et al., 1992: 24), no sólo es una respuesta ante
langosta que los mayas no sólo identifican como sáak´, el temor que la plaga infunde sino también es una de las
sino también la distinguen de otros ortópteros como grillos múltiples representaciones con las que los mayas, tanto de las
y saltamontes a los que de forma genérica llaman máas o tierras bajas como de los altos, han encarado una amenaza
sit’riyo (Pérez, 1877; Acuña, 1993; Bastarrachea et.al., 1992). que blande sobre ellos desde mucho tiempo atrás (Flores,

37
2012: 32-34). Junto con otros peligros siempre presentes el suelo de langostas”. Esta última estampa no sólo hace
como las sequías o los huracanes, los recelos motivados por alusión a la muerte natural de miles de acrídidos en su
el ortóptero figuran también en fuentes como el Diccionario destructivo paso por cierto lugar, sino también al hecho
Introductorio de Español Maya (Gómez, 2009), donde saák de que, tanto los cuerpos de los organismos muertos
o sáak´, identifica claramente al “insecto que es plaga para como los desechos orgánicos de otros miles de insectos
la agricultura”, y si bien las mangas hoy día no son tan que continúan devorando la vegetación, contaminan los
asombrosamente densas, ni tienen el mismo poder destructivo espacios habitados por los humanos así como los cuerpos
que tenían hasta hace unos 60 años (García, 2012: 19), los de agua de los que éstos se proveen, corrompiendo además
testimonios de la historia evenemencial se repiten cada año el aire por el fétido olor que ambas acciones dejan tras
en muy diversos puntos de la península y especialmente en de sí. Del mismo modo, la runa de “la langosta de la tierra
aquellas poblaciones cuya ubicación coincide con los rumbos que se come lo sembrado”, aparece en el Bocabulario
de dispersión de la piceifrons que, partiendo desde el norte de Maya Than (Acuña, 1993: 438), como sak mam, o la
y el oriente de Yucatán, vuelan primero hacia el centro “langosta pequeña en cañuto”, esto es, durante su etapa
del estado, cambiando luego su rumbo hacia el suroeste a de desarrollo bajo tierra, y luego como ninfa conforme
través de Campeche y posteriormente hacia la cuenca del ésta va mudando. Al respecto, García (1999: 144) sugiere
río Grijalva en Tabasco (Figura 3). que el “tremendo potencial nocivo en los minúsculos
huevecillos” podría relacionarse con lo señalado a su vez
por Thompson (1980: 360-63) respecto a Mam, un dios
temible, un “dios del mal” entre los kekchís de la Alta
Verapaz, que “se encuentra amarrado en el interior de la
tierra” y que, al igual que las ninfas al inicio del periodo
de lluvias, [de ésta] “quiere salir”.

SÁAK´ EN LA EPIGRAFÍA Y LA ICONOGRAFÍA: DISCUSIÓN


Y RESULTADOS

De acuerdo con Kettunen y Helmke (2011: 7), los textos


mayas más tempranos se remontan al siglo III a.C., con la
posibilidad de que la tradición de escribir jeroglíficos haya
perdurado hasta el siglo XVII en regiones como Tayasal, al
norte del Petén, que se mantuvieron aisladas del control
español. Ambos autores también estiman que la mayor parte
Figura 3 Registros de presencia de Schistocerca piceifrons en distintos
estadíos fásicos y rumbos de desplazamiento desde el norte de la península, de los más que cinco mil textos individuales, incluyendo
principal área gregarígena (reelaborado de Contreras, 2008). los descubiertos arqueológicamente y aquéllos que se
encuentran en museos y colecciones privadas alrededor
En el marco de escenarios más complejos y estables en el del mundo, corresponden al periodo Clásico (200-900
tiempo, la eventual interpretación de dichas imágenes, d.C.), y aunque fueron escritos principalmente en vasijas
aunque de trascendencia temporal, permite imaginar cerámicas, estelas y dinteles, asimismo los hay en códices,
diversos contextos en los que pudieron darse aquellos maderas, fachadas estucadas, cuevas, conchas, huesos,
procesos de transformación profunda motivados por los objetos de jade, obsidiana y barro. Básicamente, el sistema de
cambios sociales y ecológicos ocurridos a finales del periodo escritura jeroglífica consta de más de mil signos diferentes
Clásico maya (Flores, 2012: 27-28). Enmarcados en éste y muchos son variaciones del mismo signo (alógrafos), o
y otros posibles escenarios del pasado, son muchos los elementos distintos pero con la misma lectura (homófonos),
elementos significantes que, además de compartir como o variantes que fueron empleadas en cierto periodo o en
núcleo común la personalidad “maligna” del ortóptero, un área determinada. Hoy día se describe como un sistema
emergen tanto en las fuentes como en ciertos vestigios logosilábico, compuesto por signos que representan palabras
arqueológicos. Un ejemplo más es el Diccionario Cordemex, completas o logogramas, así como por signos que pueden
donde Barrera (1980: 714) anota sak´ o sáak´ para referirse funcionar de forma silábica o vocálica. De estos últimos,
a la “langosta de la tierra que se come lo sembrado”, junto entre los cerca de 200 diferentes que hay, un 60 por ciento
con otras composiciones como sak´k´uxik in nal para “la son homófonos, por lo que existen alrededor de 80 sílabas
langosta destruyó mi milpa de maíz”, y la de sabaknak fonéticas en la lengua maya clásica y más de 200 grafemas
sak´tu wich lu´um, al referir el suceso cuando “está cubierto silábicos en la escritura (Kettunen y Helmke, 2011).

38 Etnobiología 11 (2), 2013.


Fabio Flores Granados. Saák´: símbolos y metáforas de un fenómeno natural en el área maya prehispánica

Como sistema de escritura, los glifos fueron usados en 1959: 244), lugar de donde proceden los “malos vientos”, o
forma extensiva y dado que algunos, sea por manufactura “los alientos de la muerte” (Thompson, 1962: 198, citado por
o por espacio en los cartuchos, no eran fáciles de tallar Sotelo, 2002: 74), o el “viento fuerte del norte” (Bolles, 1997),
y su lectura podía confundirse, los escribas sustituyeron y tales alegorías resultan muy sugestivas puesto que es el
muchas veces la figuración de un objeto por un ideograma septentrión peninsular donde no sólo se originan y parten
de algún elemento natural, entre otros. Considerando esto las infestaciones de sáak´, sino que de ahí mismo provienen
último, se asume que ciertos sentidos referidos en algunos también, por ejemplo, los vientos [o alientos] fríos, xaman
glifos para señalar por ejemplo a los vientos así como al ka’an, que aún hoy día son especialmente perjudiciales
calor extremo o las sequías, parecen estar estrechamente para la producción y eventual cosecha de miel en Yucatán
relacionados con los distintos significados de los morfemas (Caamal, 2010). Respecto a la raíz nik, aunque autores como
sak, sáak´ o tzaak. Pudiendo funcionar para establecer Kettunen y Helmke (2011: 110) señalan que se refiere a un
correspondencias entre lo natural y lo sobrenatural, entre tipo de flor, Mucía (1966) por su parte señala que para los
fenómenos y cosas, tal tipo de representaciones pudieron al mayas de Chimaltenango el simbolismo es más profundo,
mismo tiempo reforzar otros códigos simbólicos vinculados puesto que para ellos la flor es “el inicio de la fruta”, y nik,
con las formas de percepción de la temida plaga, o para el como símbolo matemático, puede además expresar que ésta
caso de los antiguos sabios o chilames, servir como metáforas puede “dar” [florecer] números para la medición del tiempo
al vaticinar su arribo o incluso como parte de determinadas y el espacio. Al respecto, una imagen parecida asoma en
rogativas para ahuyentarla de los pueblos. Así, otros campos lengua k´iche´, en la que algunos glifos para representar la
semánticos en los que nuevamente aparece la “maldad” muerte por hambre, o kamik, se componen de una flor (la
de sáak´, parecen relacionarse con logogramas como el flor numérica) y un cráneo humano descarnado que aluden
glifo T179, sak nik (Thompson, 1958, 1962), que si bien al principio y fin de la vida terrenal e inicio de la vida en la
ha sido descifrado como “blanco florecido”, Montgomery otra dimensión (Christenson, 1986).
(2007) señala que en composición verbal con “muerte”, u
k’ay sak nik ik’il, significa también “su espíritu blanco Las grafías de sáak´ Retomando las lecturas anteriores y
florecido disminuido”, y Kalvin (2004: 35) por su parte lo en particular aquellas glosas sobre muerte y alientos per-
interpreta como, u sak ikil, “su alma blanca o su aliento judiciales, la grafía de sáak´ en la vasija K6998 (Figura 5)
blanco” (Figura 4). resulta más elocuente (Flores, 2012: 27-46), puesto que el
emblema nik en la cabeza del acrídido no sólo parecie-
Además de enunciar al color blanco, el signo fonético sak ra exaltar su funesta reputación por destruir las milpas y
también puede aludir al rumbo norte o zaccimi (Thompson, traer hambre a los pueblos, sino también podría insinuar

Fig. 4. Algunos jeroglíficos mayas, composiciones verbales y transcripciones fonéticas a partir del morfema sak (tomados de Kalvin, 2004: 35; Montgomery, 2007).
39
Figura 5 Vasija cerámica incisa, K6998; estilo Chocholá, del Clásico Tardío, ca. 600-900 d.C, en la que aparece sáak´ devorando una planta de maíz. En la parte
inferior derecha, fotografía de rodamiento en la que se aprecia el texto jeroglífico que acompaña la escena representada.

la inefable percepción olfativa de pútridas miasmas arri- con la deidad Mok Chi en su faceta de “protector de las
bando, o que eventualmente llegarán desde el norte de la abejas”, como lo sugieren algunos autores (Coe, 1973, 1989;
península, dejando tras de sí el funesto rastro del animal Kerr, s/f.), sino que por el contrario, en caso de existir algún
(García, 2012: 223, Flores, 2012: 30-32). vínculo con determinado numen, éste debió establecerse
con otro tipo de personajes más bien de carácter temible
El texto jeroglífico que completa la escena ha sido descifrado como bien pudiera ser el antes referido Mam, o quizás otras
como ajaway k´alaj ichil y-uxulul u-jay y-uk´lub ta tzit deidades de la muerte como el dios A´ representado en la
kelem, mismo que puede leerse como “aquí se presenta, vasija K1490 (Figura 6). Junto con otras glosas vinculadas a
[en] el “rostro”, el grabado de su vaso [olla], su bebedor para la elocuente escena de muerte por decapitación, el pequeño
[lo] fresco, [del] joven” (Voss, 2012, com pers.). Dado que ser antropomorfo que aparece tras dicha deidad ha sido
este tipo de textos generalmente incluyen desde cláusulas interpretado como un insecto (Kerr, 1998), y destaca el
simples y etiquetas nominales hasta listas dinásticas de hecho de que el mismo no sólo pareciera portar el emblema
gobernantes y cláusulas verbales extensas (Houston et al., nik sino que la cabeza luce descarnada y de su boca emana
1996, 1998 y 2001; Mora-Marín, 2004), destaca el hecho de algún tipo de aliento que bien pudiera tratarse de un soplo
que no aparezca el nombre del personaje a quien perteneció maligno, funesto o pútrido.
el recipiente, dando ello la impresión de que hubiese sido
intencional tal omisión. Sin embargo, y al margen de las Aunado a diversas semblanzas de alientos dañinos eructados
posibles razones para no identificar al eventual usuario, la por seres del inframundo maya plasmadas en vasijas y
falta de dicha información resulta en sí un dato sugerente otros vestigios arqueológicos (Flores, 2012: 29-31), otras
ya que, tanto la runa del personaje como el significado del metáforas de particular interés asoman en no pocos glifos,
glifo ke-lem en la posición “I”, enfatizan con respecto al particularmente los calendáricos, como es el caso del día
individuo vinculado al insecto devorando la mazorca de maíz, cimi, “muerte”, que podía tallarse o pintarse como una
que se trata específicamente de un hombre joven, a quienes cabeza del dios de la muerte, o bien como un símbolo que
los mayas de Yucatán, cuando éstos son tan laboriosos “como fuese algún atributo de ese dios, a menudo pintado sobre su
una langosta”, nombran “juntu´ul wíinik sáak´óol”, o cuerpo o en su ropaje o tocados. En referencia particular a la
cuando son particularmente ágiles [o difíciles de atrapar], muerte por sequía, la metáfora subyace en la composición
también suelen llamárseles, “péeka’an sáak’óol” (Briseño, cim cehil, “el ciervo muere”, puesto que la figuración de
2012). En conjunto, la composición permite ir más allá en la un ciervo agonizante por sed y falta de alimento fresco
exégesis puesto que la estampa no pudo estar relacionada resulta una clara alusión a los adversos resultados del kintun

40 Etnobiología 11 (2), 2013.


Fabio Flores Granados. Saák´: símbolos y metáforas de un fenómeno natural en el área maya prehispánica

Figura 6 Fotografía de rodamiento de la vasija K1490. En el extremo izquierdo de la escena, la deidad A´, y por detrás de ésta misma un ser antropomorfo referido
como un insect. (tomada de Kerr, 1998).

yaabil o “tiempo de seca por mucho”, o de “la esterilidad tiempo, hubo también la necesidad de prever la ocurrencia
por muchos años” (Bolles, 1997). En escenarios semejantes, de determinados fenómenos naturales, lo que implicaba
la relación simbólica que parece existir entre sáak´ y la augurar todo aquello probable a ocurrir en el futuro. Con el
deidad de la muerte en la página 53a del Códice Dresde, fin principal de anticiparse a cualquier evento que pudiese
coincide asimismo con lo reportado por Tozzer (1941; citado provocar caos, muerte, desorden o conflicto social, tales
por Baudez, 2004: 300), quien destaca la homofonía entre artilugios, artes o suertes de prognosis por parte de los
la palabra zac cimil “muerte blanca” o “desmayo”, con la sabios y sacerdotes debieron fundamentarse no sólo en
de zaccimi o “muerte falsa”, que no solo era el augurio de precisas observaciones de la naturaleza sino también en
los años Ix, sino que también vaticinaba la plaga (García, una profunda comprensión del cosmos.
2005: 333-34; Flores, 2012: 38). Alrededor de esta idea y en
estrecha relación con las antiguas representaciones mayas Así por ejemplo, la predicción de las lluvias, fuesen éstas
del tiempo y los espacios, Baudez (2004: 300), también anota escasas, excesivas o inoportunas (López, 2009: 52-57), no
que, “para contrarrestar el sino de aquellos años nefastos solo debieron regirse por los temores de los pueblos que
era preciso instalar en los templos una estatua de K´inich basan su existencia en la agricultura de temporal, sino
Ahau, incensarlo generosamente, y presentar ofrendas que también por la certeza de que si éstas no se registraban en
incluían la propia sangre para embadurnar la piedra Sac cantidades adecuadas y en momentos precisos, las conse-
Acantún, […] ya que si no se combatían semejantes males, cuencias podían ser funestas y desembocar en hambrunas,
“se decía que el pan faltaría aunque el algodón crecería mortandades o migraciones, tal como pudo suceder en el
excepcionalmente bien, pues la lluvia no sería suficiente área maya a finales del periodo Clásico. La imprevisibilidad
y la sequía perduraría. La subsiguiente hambruna traería de las precipitaciones fue así un fenómeno incorporado a
con ella toda una serie de desgracias: robos, esclavitud las religiones de Mesoamérica y la imperativa necesidad de
impuesta a los ladrones, riñas, guerras, reajustes de poder, invocar y controlar éstas se hacía apelando a las fuerzas
incluso se padecían nubes de langostas que, aunadas a la sobrenaturales mediante ceremonias de petición como
sequía, fomentarían el abandono de pueblos y ciudades”. el ch’a cháak, que aún se realiza cada año en distintos
puntos de la península, y cuyo propósito era asegurar la
El dialogo entre el hombre y la naturaleza. Además de benevolencia de las deidades de la lluvia a fin de contar
dar cuenta del papel que las plagas debieron tener en con el agua necesaria para la supervivencia y con ella, del
la subsistencia y con ello, del tipo de temores que sáak´ universo todo (Ruz, 2009: 73-76).
pudo haber infundido entre los mayas, el pasaje evoca
al mismo tiempo la perspectiva cíclica de los antiguos Siendo el área maya una región ecológica altamente
pueblos mesoamericanos en la que, junto con diversas variable y heterogénea, las predicciones de los antiguos
glosas de sucesivos eventos de destrucción y creación del sabios, como la acción y efecto de conocer el futuro,

41
debieron implicar del mismo modo precisas nociones sobre manifestar/hacer aparecer”, igualmente puede interpretarse
determinados indicios, así como de diversos signos naturales como “atrapar algo escurridizo o agarrar cosas resbalosas”
y cronológicos que en distintos momentos regían tanto la (Kettunen y Helmke, 2011: 96). En el pasado, y según el
vida cotidiana como los rituales agrícolas de la milpa y el contexto del discurso, sáak o tzak pudo entonces ser
monte. En este marco, la aparición de sáak´ también hubo nombrada unas veces para conjurarla, otras como parte
de ser pronosticada en virtud de su capacidad de poner de los augurios de malas cosechas o sequías, y en otras,
en crisis al ecosistema y la sociedad, y las predicciones de considerando la naturaleza escurridiza del insecto, en
sus eventuales arribos debieron no sólo sustentarse en un alusión a las personas particularmente ágiles, péeka’an
claro conocimiento del insecto y los alcances de su impacto, sáak’óol, o como lo propone García (2005: 332-33) para
sino también en cuidadosas observaciones, ya que junto nombrar a la “inatrapable”, Ixma Chucbeni, “la que comerá
con la temperatura, la precipitación, la humedad relativa el Sol y comerá la Luna”. Al respecto, en el Diccionario de
y la radiación solar, otros fenómenos como las sequías y Jeroglíficos Mayas (Mathews y Bíró, 2006), aparecen cuatro
“El Niño” (Retana, 2000; Contreras, 2008, 2009) inciden entradas para la sílaba tza, y sus autores proponen que la
en la distribución, reproducción y desplazamientos del transcripción estrecha de las composiciones tza [h] kaj sería
acrídido. En este sentido y tal como lo empleamos hoy “él/ella/lo/ fue conjurado(a)”, tza-ku o tzakul, conjurador”,
día, el concepto de augurio existe en lengua maya como y para utzakaw, “él/ella/eso fue evocado o conjurado”. Por
sustantivo que designa una acción, y en el caso de Quintana su parte y con base en medio centenar de entradas, David
Roo, Gómez (2009) lo registra como tomoj chi’, tomox Bolles (1997) compila una larga lista de composiciones a
chi’, o tamaxchi’, y en su diccionario también anota la partir de la partícula tza, algunas de las cuales podrían
palabra k’iinyaj t’aan, para referirse a lo que comúnmente relacionarse con los sentidos referidos tras la personalidad
entendemos por pronóstico. En el norte de la península agresiva de sáak, como por ejemplo, tzaac tan, o “el que
el ejercicio de augurar fue registrado por Barrera (1980: habla [o vuela, o se desplaza] muy enojado” y tzac ik o
403-04) como k´intah, mientras que Pío Pérez (1866-1877: tzac kin para una especie de conjuro al viento o espíritu
177) no sólo anotó kinyah, en referencia al sacerdote de y al sol. En referencia a la triada sequía, plaga, hambre
ídolos, o la acción de echar suertes, adivinar, o medicar (Flores, 2012: 27-29), la partícula tza aparece además en
con hechizos, sino también registraría la composición composiciones como u tzanac nacil kin, tzaanac nacil
tamaychitah para la acción de predecir o anunciar lo kin o tzaanac nacil kin, que se refieren a determinados
futuro por las cosas [signos] naturales, que sería el caso eventos climáticos extremos o de “quemazón grande del
de los eventuales arribos de sáak´, vaticinados algunas sol en tiempo de las milpas”, imágenes a las que los mayas
veces a manera de eclipses (García, 2005: 332-37; Flores, también aluden al decir, “no me des la causa de los pobres”,
2012: 32-33),y en abierta alegoría al oscurecimiento del ma a helbecic u tzaul ah numyaob, o para cuando es o
sol por los densos enjambres o “nubes de langostas” que vendrá el “tiempo de grandes trabajos y enfermedades”,
los tzeltales llaman k’ujlub’altik (Flores, en preparación). tza ya cimil (Acuña, 1993 159:163). Además de tzak
Algunos datos de la historia oral no sólo dan cuenta de como alegoría de algo escurridizo, la forma compuesta
tales prácticas de adivinación sino también arrojan luz del morfema sak puede también tomar otros significados
sobre algunas otras metáforas y símbolos por explorar, como “ficción, arte, artificio, fingimiento, falso, o lo que
como por ejemplo lo registrado en Pisté, Yucatán, donde la no es” (García, 2005: 331), y al igual que el agüero zaccimi
plaga de 1884 no sólo fue particularmente dañina sino que que de acuerdo con Arzápalo (1995: 152) puede además
además, la misma fue augurada por el paso de un cometa significar “muerte falsa”, la posible runa de sáak´ al fondo de
un año antes de que ocurriera la infestación (Steggerda, la vasija MM-631760, recientemente hallada en la bodega
1941; citado por Castañeda, 2003: 624). del Museo Regional de Antropología en Mérida, Yucatán,
bien podría ser un ejemplo más de las construcciones
Por otra parte, la información epigráfica sustenta la idea simbólicas en torno al insecto y la plaga (Figura 7).
de que tales nociones pudieron ser construidas en la época
prehispánica al momento en que los antiguos sabios o Aunque la figura no luce con mayor detalle, algunos rasgos
chilames invocaban a alguna divinidad o una fuerza y formas en su representación permiten pensar que ésta
sobrenatural mediante fórmulas con las que se pretendía pudiera tratarse de un animal y, particularmente, de un
intervenir, evitar o propiciar la ocurrencia de algún evento insecto tipo ortóptero. Un primer detalle que permite ir más
en particular. En este sentido, una homofonía relacionada allá en la exégesis, suponiendo que bien pudiera tratarse
con la temida langosta asoma en las conjugaciones verbales de sáak´, tiene que ver con el hecho de que la mayoría de
del glifo T714, tzak (tza-[ka]; tza-[ka]-wa, o tzakaw, que este tipo de vasijas polícromas, a diferencia por ejemplo
aunque en su forma transitiva significa “conjurar/evocar/ de los platos mayas, eran decoradas solamente por la

42 Etnobiología 11 (2), 2013.


Fabio Flores Granados. Saák´: símbolos y metáforas de un fenómeno natural en el área maya prehispánica

Figura 7 Vasija MM-631760 (cortesía del Museo Regional de Antropología, Palacio Cantón, Mérida, Yucatán. Fotografía Fabio Flores, Mayo 2012).

cara exterior y por ello, tanto el esgrafiado de las paredes altura de lo que sería el prototórax. Del mismo modo, en
internas como la figura de “una langosta” dibujada al la porción correspondiente al mesotórax parecieran estar
fondo de ésta, resultan un rasgo especialmente sugerente. representadas un par de alas o élitros que se prolongan
Al mismo tiempo, las representaciones de aves comiendo hacia la parte posterior del animal, y aunque no figura el
algún tipo de semillas a ambos lados de la vasija hacen aún segundo par de patas correspondiente, la perspectiva de
más elocuente la composición pictórica, cuya intención la figura sugiere que el último par, es decir los fémures
pudiera haber sido, por ejemplo, la de encubrir el acecho posteriores, surgen del metatórax, también hacia la parte
de la temible sáak´, es decir de ocultar -o por el contrario, posterior, y luciendo articulados como las de cualquier
de evidenciar- la eventual aparición de “la inatrapable”, la otro artrópodo.
“escurridiza”, “la que no es”, la que “se encuentra amarrada
en el interior de la tierra y que de ésta, quiere salir”, de la A MANERA DE CONCLUSIÓN
langosta de la tierra que se come lo sembrado.
A reserva de lograr ampliar la interpretación así como
Aunque aún no es posible precisar la procedencia de la de contar con una mayor cantidad de representaciones
pieza, ni si se trata de una vasija del periodo Clásico tardío semejantes en otros vestigios arqueológicos, la vasija MM-
o de inicios del Postclásico, la peculiar representación en 631760 constituye un dato alentador puesto que de ser
su interior sugiere además algunos rasgos distintivos de los acertada la suposición, ésta y otras evidencias indirectas
acrídidos, como el hecho de que las supuestas antenas del permitirán aproximarse, cada vez con mayor profundidad,
animal lucen más cortas o son del mismo tamaño que la a la antigua imaginaria individual o colectiva en torno
longitud de la cabeza. De igual forma, lo que pudiera ser a las relaciones entre los pueblos mayas y las plagas de
uno de los ojos del insecto no presenta las estrías que las langosta. Dada la relación entre dicha calamidad y otros
langostas lucen en la fase solitaria y en cambio, dado que escenarios y fenómenos del pasado, como las sequías y los
el órgano luce todo de un solo color y sin textura, podría casos de hambruna extrema, los resultados de la estrategia
tratarse de la representación de un adulto ya en la fase metodológica empleada son asimismo estimulantes en tanto
gregaria (Contreras, 2008: 5-13). En cuanto a la probóscide, su aplicabilidad en otro tipo de estudios etnobiológicos
o el aparato bucal, éste no sólo es muy evidente sino que que involucren una perspectiva sincrónica o diacrónica de
además luce desmedidamente grande, pudiendo ser esto un las relaciones hombre ambiente.
rebús intencional del artista que decoró la pieza al querer
aludir a la voracidad de la hipotética langosta. Aunque Como una vía alternativa para describir, al menos de
no figuran las seis extremidades propias de los insectos, manera general, diversos rasgos culturales en torno a la
lo que podría ser una de las patas delanteras fue dibujada naturaleza, el análisis integral de los datos tanto biológicos
en la posición anatómicamente correcta, es decir, a la como antropológicos permitió en este caso aproximarse a

43
distintas configuraciones de la cultura maya en un momento Flores Granados, F. 2012. Las plagas de langosta en el área
determinado, fuese en la época prehispánica, la colonial o maya: ambiente e historia de una antigua calamidad.
la actual, y al mismo tiempo pudieron imaginarse distintos Península. 6 (2): 27-46. CEPHCIS, UNAM.
aspectos particulares del desarrollo de esta misma través de García Quintanilla, A. 2005. “Sáak´ y el retorno del fin del
los siglos. En este sentido, la lengua, el léxico y la escritura mundo: la plaga de langosta en las profecías del katún
jeroglífica, como historias de larga duración, permitieron 13”Ancient Mesoamerica. 16: 327-344, Cambridge Uni-
aproximarse a la matriz de determinados símbolos en torno versity Press, Cambridge
a la Sch. piceifrons a los que, dejando de lado los aspectos Gill Richardson et al. 2007. “Drought and the Maya Col-
ontológicos, también pudo identificárseles algunos de sus lapse”. Ancient Mesoamerica, 18 (2): 283-302. Cam-
posibles significados. bridge University Press, Cambridge.
Graham, Samuel A. 1965. “Entomology: An Aid in Archaeo-
AGRADECIMIENTO logical Studies”. Memoirs of the Society for American
Archaeology. 19
Este trabajo fue realizado con el apoyo del Programa Houston, S. y J. Robertson, y D. Stuart. 2000. “The Language
de Apoyo a Proyectos de Investigación e Innovación of the Classic Maya Inscriptions”. Current Anthropology,
Tecnológica (PAPIIT), por lo que agradezco a la DGAPA- 41:321-356. University of Chicago Press
UNAM el soporte otorgado al proyecto de investigación Houston, S. y D. Stuart. 1996. “Of Gods, Glyphs, and Kings:
“Etnoecología y Patrimonio Biocultural Maya”, PAPIIT Divinity and Rulership Among the Classic Maya”. Antiq-
IN401112, 2012-2014. Amplío de igual forma mi agrade- uity 70:289-312.
cimiento tanto al Mtro. Abraham Guerrero, director del 1998. “The ancient Maya self: personhood and portraiture
Museo Regional de Antropología “Palacio Cantón”, como in the Classic period”. Anthropology and Aesthetics,
a su equipo de trabajo a cargo del acervo en resguardo. 33:73-102. Harvard University Press
Medina-Elizalde M, Burns J. S., Lea, D., Polyak V., Asmerom
LITERATURA CITADA Y., and Vuille M., A., von Gunten, L. 2010. High-resolu-
tion climate record from the Yucatán Peninsula span-
Artículos ning the Mayan Terminal Classic Period. Earth Planetary
and Scientific Letters, 10538.
Aimers J. James. 2007. What Maya Collapse? Terminal Medina-Elizalde, Martín y Rohling, E. 2012 “Classic Maya
Classic Variation in Maya Lowlands. Journal of Ar- civilization collapse related to modest reduction in pre-
chaeological Research, 15: 329-377. cipitation”. Science 24, vol. 335: 956-959. Cambridge
Álvarez Asomoza, C. 2004. Paisajes mayas. Revista Digi- University Press, Cambridge.
tal Universitaria. 5 (7) 1:17. DGSCA-UNAM. Panagiotakopulu, Eva. 2004. “Dipterous remains and ar-
Astacio Cabrera, 0., y Landaverde Toruno, R. 1988. La chaeological interpretation”. Journal of Archaeological
langosta voladora o chapulín Schistocerca picei- Science 31: 1675-1684. Department of Archaeology,
frons (Walker 1870) y otros acrídidos reportados en School of Arts, Culture and Environment, Edinburgh, UK
la región del OIRSA. Boletín Informativo CATIE, 12. Retana, José A. 2000. Relación entre algunos aspectos cli-
Belles, X. 1997. Los insectos y el hombre prehistórico. matológicos y el desarrollo de la langosta centroameri-
Boletín Sociedad Entomológica Aragonesa 20: 319- cana Schistocerca piceifrons piceifrons en el Pacífico
325. Norte de Costa Rica durante la fase cálida del fenómeno
Castañeda Quetzil, E. 2002. New and Old Social Move- El Niño-Oscilacion Sur (ENOS). Topics on Meteorology
ments: Measuring Pisté, from the ‘‘Mouth of the and Oceanography 7(2):73-87
Well’’ to the 107th Municipio of Yucatán. Ethnohis- Thompson, J. Eric S. 1958. Symbols, Glyphs, and Divinatory
tory 50 (4): 611-642. American Society for Ethnohis- Almanacs for Diseases in the Maya Dresden and Madrid
tory. University of Hawaii at Manoa Codices. American Antiquity, 23 (3): 297-308
Contreras Servín, C. 2008 . El fenómeno de “EL NIÑO” y
su relación con la plaga de langosta en la huasteca Libros
potosina. Entomología Mexicana, 7: 290-295. Méxi- Acuña, R. (ed.). 1993. Bocabulario de Maya Than, UNAM,
co México
2009. Conexión climática del fenómeno de “EL NIÑO” Barrera, A. 1980. Diccionario Maya - Español - Maya, COR-
con la plaga de la langosta centroamericana (Schis- DEMEX, Yucatán, México.
tocerca piceifrons piceifrons, Walker). Entomología Barrientos, L. 1992. Manual Técnico sobre la langosta vola-
Mexicana, 8: 347-351. México dora (Schistocerca piceifrons piceifrons

44 Etnobiología 11 (2), 2013.


Fabio Flores Granados. Saák´: símbolos y metáforas de un fenómeno natural en el área maya prehispánica

Walker, 1870) y otros acridoideos de Centro América y de historia y sociedad 129 (23): 125-160. El Colegio
el Sureste de México. FAO-OIRSA, El Salvador de Michoacán, Zamora.
Bracamonte y Sosa, Pedro. 2010. Tiempo cíclico y vati- García Quintanilla, A. 2012 “La langosta, los mayas y el
cinios: ensayos etnohistóricos sobre el pensamiento colonialismo en Yucatán, México, 1883”. Relaciones:
maya. CIESAS-Porrúa, México estudios de historia y sociedad 129 (23): 215-249. El
Baudez, Claude-Francois. 2004. Una historia de la reli- Colegio de Michoacán, Zamora.
gión de los antiguos mayas. UNAM, IIA, CEMCA Páginas Web
Broadbent, N. y R. Engelmark. 2000. An Introduction to Bastarrachea, Juan R., E. Yah Pech y F. Briceño Chel.
Palaeoentomology in Archaeology and The BUGS 1992. Diccionario Básico Español/ Maya/ Español.
Database Management System. Nederlands Disponible en: http://www.mayas.uady.mx/dicciona-
García Acosta, Virginia, Juan Manuel Pérez Zevallos y rio (verificado julio 2012).
América Molina del Villar. 2003. Desastres agrícolas Bolles, David. 2001. Combined Dictionary–Concordance
en México. Catálogo Histórico, I. Época Prehispánica of the Yucatecan Mayan Language. Disponible en:
y Colonia (958-1822), Fondo de Cultura Económica, http://www.famsi.org/reports/96072/index.html
México (verificado mayo 2012).
Gill, Richardson. 2008. Las grandes sequías mayas: Christenson, Allen, J. 1985. K’iche’ - English dictionary
agua, vida y muerte. Fondo de Cultura Económica, and guide to pronunciation of the K’iche’-maya al-
México. phabet. Disponible en: http://www.famsi.org/may-
Kettunen H. y Ch. Helmke. 2011. Introducción a los Je- awriting/dictionary/christenson/quidic_complete.
roglíficos Mayas. Museo Nacional de Dinamarca, pdf (verificado julio 2012).
Copenhague Coe, Michael, 1973. Maya Scribe and His World . Dis-
Landa, Diego de. 1978. Relación de las cosas de Yuca- ponible en: http://research.mayavase.com/kerrmaya
tán. Editorial Porrúa, México. (verificado junio 2012).
Peniche, P. 2010. Tiempos aciagos: las calamidades y 1989. “The Hero Twins: Myth and Image”. Disponible en:
el cambio social del siglo XVIII entre los mayas de http://www.mesoweb.com/publications/MayaVase/
Yucatán, México. CIESAS y Miguel Ángel Porrúa, Coe1989.pdf (verificado abril 2012).
México. Contreras, C. 2008. Ficha técnica Schistocerca picei-
Pérez, Juan Pío, C. Carrillo y Ancona, C. Hermann frons piceifrons Walker, langosta centroameri-
Berendt, y F. Carrillo Suaste. 1877. Diccionario de la cana. Disponible en: http://senasica.gob.mx/default.
lengua maya. Universidad de Harvard asp?doc=4791 (verificado agosto 2012).
Renfrew, C. y P. Bahn. 2004. Arqueología. Ed. AKAL, Es- Gallareta Negrón, T. 2000. Sequía y colapso de las ciu-
paña dades mayas del Puuc. Disponible en: http://www.
Sotelo Santos, Laura, E. 2002. Los dioses del Códice Ma- mayas.uady.mx/articulos/sequia.html (verificado
drid: aproximación a las representaciones antro- agosto 2012)
pomorfas de un libro sagrado maya. Programa del Kalvin, Inga. 2004. Maya Hieroglyphics Study Guide.
posgrado en Estudios Mesoamericanos, UNAM. Disponible en: http://www.famsi.org/mayawriting/
Tainter, Joseph. 1990. The Collapse of Complex Societ- calvin/index.html
ies. New Studies in Archaeology, Cambridge Univer- Kerr, Justin. 1998. Maya Vase Database. Disponible en:
sity Press http://www.famsi.org/research/kerr (verificado fe-
Thompson, J. Eric. 1959. Grandeza y Decadencia de los brero 2012)
Mayas. Fondo de Cultura Económica, México Mathews, P. y P. Bíró. 1993. Maya Hieroglyph Diction-
ary. Disponible en: http://research.famsi.org/mdp/
Capítulos de libros mdp_index.php (verificado agosto 2012).
Aboytes, Ruiz D.C., y Castro-Ramírez, A.E. 2011. Et- Montgomery, John. 2002. Dictionary of Maya Hiero-
noentomología maya en el centro de Quintana glyphs. Disponible en: http://www.famsi.org/ma-
Roo, México. En: Bello Baltazar E., Estrada-Lugo E.I. yawriting/dictionary/montgomery/index.html, (veri-
(comps.). Cultivar el territorio maya. Conocimiento y ficado mayo del 2012)
organización social en el uso de la selva. Universi- Mora-Marín, David. 2004 The Primary Standard Se-
dad Iberoamericana-RedISA-ECOSUR, México. quence: Database Compilation, Grammatical
Campos Goenaga, Ma. Isabel. 2012. Sobre tempestades Analysis, and Primary Documentation, en http://
con remolino y plagas de langosta. Siglos XVI al XVIII www.famsi.org/reports/02047/FinalReport02047.pdf
en la Península de Yucatán. En : Relaciones: estudios (verificado febrero 2012)

45
Mucía Batz, P. J. 1996. NIK” Filosofía de los Números
Mayas. Disponible en: http://es.scribd.com/
doc/38076663/Filosofia-de-Los-Numeros-Mayas-
Esp (verificado julio 2012).
Retana, José A. 2000. “Relación entre algunos aspectos
climatológicos y el desarrollo de la langosta cen-
troamericana (Schistocerca piceifrons piceifrons
Walker 1870) en el Pacífico Norte de Costa Rica du-
rante la fase cálida del fenómeno ENOS”. Disponible
en: http://www.imn.ac.cr/publicaciones/index.html
(verificado marzo 2012)
SAGARPA. 2012. Situación Fitosanitaria de la Campaña
contra la Langosta: Informe No. 15: periodo del 16
al 29 de julio. Disponible en: http://www.senasica.
gob.mx/?doc=22578 (verificado marzo 2012)
Stuart, D. 1989, “Los jeroglíficos de las vasijas mayas”.
Disponible en: http://www.mesoweb.com/es/articu-
los/Stuart/Jeroglificos.pdf, (verificado febrero del
2012)
Thompson, J. Eric, S. 1962. A Catalog of Maya Hiero-
glyphs. Disponible en: http://www.famsi.org/ma-
yawriting/thompson/ThompsonGlyphCatalog.pdf
(verificado julio 2012).

46 Etnobiología 11 (2), 2013.


LA “ABEJA DE MONTE” (INSECTA: APIDAE, MELIPONINI) DE
LOS CHOLES DE TACOTALPA, TABASCO: CONOCIMIENTO
LOCAL, PRESENTE Y FUTURO
Eréndira Juanita Cano-Contreras1, Chrystian Martínez Martínez2 y Carlos César Balboa Aguilar3
1
El Colegio de la Frontera Sur. Carretera Panamericana y Periférico Sur s/n, Barrio de María Auxiliadora, CP 20290. San
Cristóbal de Las Casas, Chiapas, México.
2
Universidad Intercultural del Estado de Tabasco. Carretera Oxolotán-Tacotalpa Km 1, CP 86870. Poblado Oxolotán,
Tacotalpa, Tabasco, México.
3
El Colegio de la Frontera Sur. Carretera Antiguo Aeropuerto Km 2.5, CP 30700. Tapachula, Chiapas, México.
[email protected]

RESUMEN

En Mesoamérica, las abejas sin aguijón han representado un importante patrimonio biocultural, pues desde la época
precolombina numerosos grupos las han manejado y aprovechado sus subproductos con fines terapéuticos, rituales
y comestibles, además del papel fundamental que tuvieron en la cosmovisión de estos pueblos. Gran parte de este
conocimiento aún persiste en grupos mayenses, aunque debido a las presiones de mercado que privilegian la produc-
ción y manejo de Apis mellifera, la cría de abejas nativas ha perdido terreno de una manera tal, que actualmente las
formas tradicionales de manejo y aprovechamiento están en un franco proceso de deterioro. A lo largo de un trabajo
de caracterización, enriquecimiento y mejora de huertos familiares realizado en la Sierra de Tabasco, se vislumbró la
cría de meliponinos como una actividad de revaloración cultural y una alternativa productiva y de conservación de
estos insectos. A la par de este proceso, se realizó un trabajo etnográfico conducente a registrar los saberes, prácticas
y creencias locales acerca de los Meliponini, descubriendo su importancia cultural para los choles de Tabasco. En el
presente escrito se presentan los distintos usos, creencias y formas tradicionales de manejo asociadas con estas abejas,
además de comentarse la conformación de un grupo local de productores tecnificados de meliponinos conducente
a su revaloración y conservación.

Palabras clave: Meliponini, choles, Tabasco, saberes locales, abejas sin aguijón.

MEDICINAL ARTHROPODS ON THREE THE STINGLESS BEES (INSECTA: APIDAE, MELIPONINI) OF THE CHOLES IN
TACOTALPA, TABASCO: LOCAL KNOWLEDGE, PRESENT AND FUTURE SOURCES OF THE XVI CENTURY

ABSTRACT

In Mesoamerica, stingless bees have represented an important biocultural heritage since pre-Columbian times, when
they was handled and aproached for numerous indigenous groups whom used their honey and other products for
therapeutic purposes, rituals and food. In addition, these bees played an important role in the worldview of the
mesoamerican prehispanic peoples. Most of this knowledge still persists among Mayan groups, but due to market
pressures that privilege the Apis mellifera’s production and management, the keeping of native bees has lost and
the traditional forms of management and use are in a deterioration process. In the context of a homegardens’ char-
acterization, enrichment and improvement at the Tabasco highlands, we think about the meliponini bees as a form
of opportunity to re-valorize and to revitalize the traditional local knowledge around these. At the same time, the
production of meliponini’s honey can be a good productive alternative and conservation of these insects. Alongside

47
this process, we made an ethnographic work leading to record the knowledge, practices and beliefs about Meliponini,
discovering its cultural significance to the Chol people from Tabasco. In this paper we present the different customs,
beliefs and traditional forms of management associated with the stingless bees and we commented the formation of
a local group of technified producers oriented to the revalorization and conservation of stingless bees.

Key words: Meliponini, ch’ol people, Tabasco, local knowledge, stingless bees.

INTRODUCCIÓN. Oficial Mexicana 059 de Protección Ambiental (NOM-059-


SEMARNAT-2010).
Las abejas sin aguijón (o meliponinos) son insectos del
orden Hymenoptera pertenecientes a la familia Apidae, De las 46 especies registradas para México, la mayor parte de
agrupados dentro de la Tribu Meliponini y se distribuyen ellas se distribuye en los estados más sureños y de acuerdo
principalmente en las regiones tropicales y subtropicales con Guzmán et al. (2011), únicamente seis especies han sido
del mundo (Guzmán et al., 2011; Nogueira-Neto, 1997). cultivadas o manejadas de manera sistemática.
A diferencia de Apis mellifera, originaria del Viejo Mundo,
éstas tienen su centro de diversificación en el neotrópico Tal manejo procede de la época precolombina, cuando su
americano (Velthuis, 1997, Michener; 2007), donde se han miel y cera recibían distintos usos medicinales, alimenticios
descrito más de 400 especies, reportándose 46 especies para y rituales en Mesoamérica (Sotelo et al., 2012). Se conoce
México, de las cuales hasta el momento sólo se reconocen el manejo de estas abejas por los mayas de la Península de
nueve presentes en el estado de Tabasco (Ayala, 1999). Yucatán y grupos nahuas de Puebla, Veracruz y Guerrero
(Guzmán et al., 2011) y su importancia cultural se refleja en
La principal característica biológica que permite diferenciar sus múltiples representaciones en códices y otros objetos
a estas abejas de las del género Apis, es la presencia de un de la iconografía prehispánica.
aguijón atrofiado, lo que las ha llevado a desarrollar otros
mecanismos de defensa, tales como sus mandíbulas o en el En particular para la Zona Maya se encuentran registros
caso de las especies de Oxytrigona, la secreción principal- en el Códice Dresden, en el de París y en el Trocortesiano o
mente de ácido fórmico al morder (Gonzalez y Roubik, 2008; Madrid. El primero de ellos –que trata aspectos calendáricos
Guzmán et al., 2011). También algunas especies de los géneros y numéricos-, menciona a la miel ligada a nociones de
Plebeia, Nannotrigona y Melipona, al sentirse amenazadas fertilidad, muerte y renovación. El Códice París, cuya temática
se ocultan al interior del nido para pasar desapercibidas por se refiere a cuestiones rituales correspondientes a los dioses y
el agresor (Wille, 1983; Guzman et al., 2009). sus ceremonias, profecías y calendarios rituales, menciona a
las abejas sin aguijón en relación con estos temas (Cappas e
A pesar de su importancia biológica; el cambio de uso de Sousa, 1995; González-Acereto y De Araujo, 2005; Sotelo et
suelo y la fragmentación de los bosques –como principales al., 2012), aunque también se mencionan algunos aspectos
factores-, han casuado una disminución en la diversidad de prácticos acerca del manejo y conocimiento de las mismas.
abejas (Balboa, 2010; Brosi et al., 2008; Steffan-Dewenter
et al., 2006) agudizándose en los meliponinos debido a su El Códice Trocortesiano o Madrid es el que destaca de ellos,
fuerte asociación con los recursos florales como fuente de ya que contiene una gran cantidad de referencias –directas e
alimento y con los árboles de talle grueso donde anidan indirectas- a meliponinos y meliponicultura: las páginas 103
muchas de ellas (Balboa, 2010; Meneses et al, 2010; Guzmán a la 112 son un manual práctico-religioso de meliponicultura
et al., 2011). Debido a estas características, las abejas pueden y en ellas se hace referencia temas tales como deidades y
ser empleadas como bioindicadores que nos permiten rituales asociados con las colmenas, aspectos y atributos
conocer la calidad y estado de un ecosistema (Reyes-Novelo simbólicos de las abejas y su comportamiento, así como
et al., 2009). cuestiones prácticas de su manejo y uso (Rivera y Cappas
e Sousa, 1998).
No obstante su importancia y a pesar de su declinación y
disminución poblacional por efecto de los ya mencionados En la época prehispánica las abejas vivieron un proceso
fragmentación y degradación de hábitat, en México ninguna de domesticación que alcanzó su mayor desarrollo en
especie de meliponino (y cabe mencionar que sólo tres la zona maya y cuyo punto inicial fue la búsqueda de
especies de la clase Insecta) se encuentra en la Norma colmenas salvajes para recolectar miel, lo que favoreció

48 Etnobiología 11 (2), 2013.


Cano-Contreras et al.La “abeja de monte” de los Choles de Tacotalpa, Tabasco:

el conocimiento de las necesidades biológicas de las Asímismo y en concordancia con el cada vez más ge-
especies. Los textos virreinales indican que los indios neralizado interés público en temas como el consumo
tenían las colmenas en troncos huecos a poca distancia responsable, los productos orgánicos y la producción
de las casas y aldeas, lo que poco a poco fue aumentando sustentable; el consumo de la miel de meliponinos es
su entendimiento acerca de los mismos. Posteriormente fomentado por mercados alternativos y agencias de
se transportaron las colmenas hasta el umbral de los desarrollo rural.
asentamientos humanos para facilitar el acceso a los
productos y controlar el abasto de los mismos, hasta No obstante, aún hay muchas zonas de nuestro país
convertir la apicultura en una actividad permanente, en las que se desconoce la diversidad de meliponinos
planificada y continua (González-Acereto y De Araujo, presentes, así como las prácticas asociadas con ellos. Estos
2005; Sotelo et al., 2012). temas, de ser abordados, pueden sentar las bases para el
manejo sustentable y la conservación de este importante
Después de la conquista española, la abeja nativa domes- patrimonio biocultural colectivo.
ticada por los mayas, denominada xuna›an kab (Melipona
beecheii), fue la única especie utilizada racionalmente El estado de Tabasco, a diferencia de otras entidades
y mantuvo su importancia debido a los propósitos de federativas del sureste mexicano como pueden ser Yucatán,
los hispanos, quienes monopolizaron la producción, Oaxaca o Chiapas, ha despertado relativamente poco
imponiendo fuertes tributos de miel y cera a los indí- interés por parte de los investigadores para profundizar
genas y canalizando dichos productos principalmente acerca de la interacción de sus grupos étnicos con el
a Europa (González, 1999). Es así que durante los siglos entorno ecológico, aún cuando posee una extraordinaria
XVI, XVII y XVIII la explotación de abejas estaba dirigida riqueza de recursos naturales. Sin embargo, grupos de
a la meliponicultura –un meliponario contaba con 100 trabajo de universidades como la Juárez Autónoma de
a 200 troncos- aunque la importancia de esta actividad Tabasco, la Autónoma de Querétaro, la Nacional Autónoma
se perdió con la introducción de la abeja melífera por los de México o la Autónoma de Chapingo, por citar sólo
españoles (González, 2008). algunos ejemplos, han realizado importantes esfuerzos para
conocer y caracterizar el tema mencionado, aunque en su
En la actualidad la cría y manejo de abejas nativas sigue mayoría el abordaje se ha centrado en la etnobotánica.
siendo una actividad practicada principalmente por mayas
peninsulares (Pech, 1999; Quezada, 2001; Quezada, 2005) Así, los acercamientos etnozoológicos a la diversidad local
y nahuas de Puebla (González y De Araujo, 2005), aunque aún resultan escasos y consideramos que constituyen un
también se ha registrado el manejo de meliponinos por amplio campo para futuros análisis y pesquisas. Por ello,
los totonacos y mestizos de Veracruz (Domínguez y Rojas, consideramos interesante realizar un pequeño aporte al
1999), los chontales (Vázquez-Dávila, 1992) y mestizos acervo de conocimientos etnozoológicos de los grupos
de Tabasco (Murillo, 1984); en la costa y montañas de indígenas del estado de Tabasco a través de los resultados
Guerrero (Carmona, 2010) y entre diversos grupos del obtenidos en las indagaciones descritas en el presente
Itsmo de Tehuantepec, Oaxaca (Vázquez-Dávila, 2010). No texto.
obstante esta aparente escasez de registros de manejo,
no se puede excluir la ausencia de meliponicultura en MATERIAL Y MÉTODOS.
otros grupos indígenas y mestizos campesinos en México,
aunque al respecto los trabajos resultan aún escasos y Área de estudio. El presente trabajo se llevó a cabo en
sería necesaria una indagación en profundidad al respecto. las comunidades La Pila, La Cumbre, Noypac, Cuviac y el
ejido Zunú y Patastal, todas en el municipio de Tacotalpa,
Este aparente vacío en el conocimiento de la importancia Tabasco. Se localizan al sur del estado en la nominada
cultural y manejo de las especies de abejas nativas, se Región Sierra y el municipio colinda con los de Jalapa,
combina con su riesgo y declinación debido a los factores Teapa y Macuspana y con el Estado de Chiapas (INEGI,
que ya se mencionaron líneas arriba. En parte como una 1995).
medida de mitigación, en fechas recientes –aunque no
con la celeridad que podría ser necesaria- se ha promovido El clima local es cálido húmedo con abundantes lluvias todo
el rescate y revitalización del conocimiento tradicional el año, presenta cambios térmicos en los meses de octubre,
de su manejo y la producción, reflejo de lo cual cada vez noviembre y diciembre. Se registra una temperatura media
son más numerosos los grupos de trabajo especializados anual de 25.60°C con un régimen de precipitación pluvial
en el tema. de 4,014 mm (INEGI, 1998).

49
La zona forma de parte de la cuenca del Río Grijalva y través del intercambio de material, innovaciones y técnicas,
está surcada por el Río Oxolotán como corriente principal así como el reforzamiento y revaloración de saberes locales.
y numerosas corrientes secundarias. La sierra de Tabasco Este, denominado “Agricultura Alternativa”, se suscribe a un
se ha caracterizado por el intrincado sistema hidrológico proyecto interdisciplinario de gran envergadura nombrado
integrado por las cuencas de los ríos Oxolotán, Amatán, “Gestión y estrategias de manejo sustentable para el de-
Puxcatán, Tacotalpa y Teapa y por su cercanía con el estado sarrollo regional en la cuenca hidrográfica transfronteriza
de Chiapas (Salazar, 2008). La vegetación presente fue Grijalva” operado por El Colegio de la Frontera Sur desde
originalmente selva alta perennifolia aunque ésta ya se noviembre de 2010.
localiza únicamente en pequeños parches circundados por
zonas deforestadas con establecimiento de potreros y áreas De tal suerte, a lo largo del trabajo en campo y por medio
de producción agrícola. de entrevistas no estructuradas, recorridos etnobiológicos
y talleres diagnósticos participativos y de intercambio de
Las personas con quienes se trabajó pertenecen al grupo saberes, se apreciaron los intereses y necesidades sentidas
lingüístico ch’ol, lengua perteneciente a la familia mayense y de las personas con quienes se trabajaba, los cuales sirvieron
que junto con el chontal de Tabasco y el chortí de Guatemala como directriz para distintas acciones concretas en temas
y Honduras, forman el grupo cholano o chontalano. El específicos.
vocablo chol significa “milpa” y este nombre fue adquirido
por este grupo debido a su notable dedicación al cultivo del Como estrategia para la obtención de productos con valor
maíz y por hacer las milpas más grandes en comparación de uso y cambio casi caída en desuso, el manejo y aprove-
con otros grupos como los tsotsiles y tzeltales; desde el chamiento de abejas sin aguijón salió a flote en el interés
siglo XIX los mestizos les llamaban “choleros” o “maiceros”. tanto de pobladores locales como del equipo académico de
Su autodenominación en el idioma es lakty’an que significa intervención. Paradójicamente, nosotros no buscamos a los
“nuestra palabra o nuestra lengua” (Alejos y Martínez, 2007). meliponinos, los meliponinos nos encontraron a nosotros.

Las variantes más importantes del ch’ol son las de Tumbalá Fue así que para solventar el interés en las abejas sin aguijón,
y Tila; también varían las formas habladas en Sabanilla y se planeó la realización de un taller sobre cría y manejo de
en Salto de Agua (López, 2005). Debido al origen de los las abejas sin aguijón como opción de enriquecimiento de
fundadores de las comunidades choles de Tabasco en las que los solares. Este fue impartido por expertos del grupo de
trabajamos, las personas locales reconocen que la variante trabajo “Abejas de Chiapas” de El Colegio de la Frontera Sur
que hablan es la de Tila (Terreros, 2003; Gómez, 2012). No de la Unidad Tapachula.
obstante, en últimas fechas se ha presumido la existencia
de una variante más de ch’ol, la tabasqueña, hablada en A la par de su planeación y realización, realizamos un
la mayor parte de las comunidades choles de Tacotalpa trabajo etnográfico a través del cual se indagó acerca del
Tabasco y en las localidades de Buen Paso y Remolino en conocimiento, concepciones, usos y clasificaciones locales de
Huitiupan, Chiapas (Méndez, 2012). las abejas sin aguijón. Mediante la realización de entrevistas
no estructuradas –en profundidad y etnográficas- y semi
La organización comunitaria en las localidades choles de estructuradas con colaboradores y colaboradoras expertos
Tabasco es la Junta Comunal que, a pesar de haber sufrido locales, caminatas etnobiológicas y observación participante,
severas transformaciones durante la época colonial, se ha pudimos registrar los tópicos mencionados anteriormente.
conservado gracias a los consejos de ancianos, las cofradías
y las mayordomías indígenas (Rojas, 2008; Sosa, 2011). Sin Las personas que nos compartieron sus saberes fueron
embargo, este antiguo sistema ha perdido fuerza y se ha elegidos por medio de un muestreo teórico que partió del
ido imponiendo la organización en términos oficiales, al método de “bola de nieve” gracias al cual nos dirigimos
grado que actualmente la figura comunitaria con mayor hacia las personas reconocidas localmente por detentar el
autoridad es el Delegado Municipal. Así mismo, la conversión mayor conocimiento respecto al tema.
religiosa del catolicismo al protestantismo ha contribuido a
la disminución de las mayordomías y cargos tradicionales RESULTADOS Y DISCUSIÓN
(Rojas, 2008).
Históricamente la zona ch’ol de Tabasco se ha visto envuelta
Proceso de investigación. El presente trabajo se inscribe en procesos de erosión y deterioro de su cultura desde hace
dentro de un proyecto mayor orientado a la caracterización, varias décadas. Ello comenzó en los años 1920’s cuando
mejora y enriquecimiento de la milpa y el solar campesino a Tomás Garrido Canaval fue gobernador del estado y en

50 Etnobiología 11 (2), 2013.


Cano-Contreras et al.La “abeja de monte” de los Choles de Tacotalpa, Tabasco:

la línea anticlerical seguida por ideólogos y gobernantes


de la época, abolió las manifestaciones religiosas de
cualquier tipo, además de prohibir el habla de las lenguas
indígenas estatales: ch’ol, zoque y chontal. Debido a la
violencia de las medidas, ya que se asesinaba a quienes
no obedecían el mandato del gobernador, el uso de las
lenguas indígenas decreció en grado sumo, al punto que
actualmente en la región de la Sierra existen apenas una
docena de hablantes de zoque.

Probablemente dado el contexto histórico, pocas veces se


ha volteado a la Sierra de Tabasco como una importante
zona plena de manifestaciones culturales indígenas. No
obstante, es de destacar el hecho de que a pesar de las
circunstancias históricas adversas, entre los choles de
Tabasco ha prevalecido con arraigo una serie de elementos Figura 1 Tronco de Melipona beechii en desuso.
culturales que obedecen a su particular cosmovisión y
relación con el medio local.

Un reflejo específico de ello es el notable conocimiento


que existe en la zona acerca de los meliponinos. En primera
instancia, registramos un manejo tradicional local de estas
abejas que se encuentren en franco proceso de deterioro,
lo cual se debe en gran medida a la generalizada pérdida
de zonas boscosas, pues de estos lugares se obtenían las
colmenas que posteriormente eran llevadas a los traspa-
tios En concordancia con lo que afirma Nogueira-Neto
(1997), el número de sitios apropiados para nidificar es
uno de los principales factores que limitan la densidad
de la población de muchos meliponinos y en ese sentido,
los expertos locales consultados coinciden en que “si se
acaba la selva, se acaba la abejita de monte porque ya
no va a tener donde vivir”. Figura 2 Tronco de Melipona beechii criada en un solar y su dueño.
El proceso de extracción de una colmena comenzaba –y Estas acciones siguen realizándose cuando alguien localiza
aún comienza- cuando se detectaba una colmena de una colmena, aunque se asegura que cada vez es menos
ik winik (Melipona beecheii) tras lo cual la persona se frecuente encontrarlas y en relación con ello se pone én-
aseguraba de que ésta se ubicara en un árbol, tronco u fasis en la necesidad de asegurarse que se encuentre en
otro material que se estuviera dentro de los límites de los propios terrenos o, en caso contrario, tener permiso
su parcela, tras lo cual planeaba un día para extraerla y explícito del dueño del terreno donde se encuentre para
llevarla a algún lugar de su solar que resultara adecuado. extraer la colmena.

Para extraer la colmena, el árbol donde ésta se ubicara era A esta forma de extracción y manejo –específico de la
talado, motivo por el cual cuando se trataba de árboles Melipona beecheii-, algunas personas de edad avanzada la
muy grandes o difíciles de derribar con hacha, se desistía denominan “forma antigua de criar la abejita de monte”,
de extraerla y la colmena era dejada en el mismo sitio. De aunque también reconocen que ya muy pocos lo practican.
considerarse que el árbol tenía un tamaño apto para ser
trabajado con hacha, era derribado y se obtenía el tramo Tuvimos un par de referencias acerca de una forma muy
del tronco que abarcaba los extremos de la colmena, los antigua de manejo de Trigona sp. (identificada así por las
cuales que según se afirma, están a “poco más de dos características brindadas por las colaboradoras) que se reali-
palmos de lado y lado de la entrada”, es decir alrededor zaba en ollas o jícaras (Crescentia spp.). Desafortunadamente
de 45 centímetros de lado y lado (Figuras 1 y 2). no se encontró a nadie que aún tuviera ese tipo de colmenas

51
o hubiera realizado directamente la técnica, por lo cual Por otra parte, se obtuvo una etnoclasificación local cuyo
podríamos pensar que este tipo de manejo, generalizado en conocimiento si bien no está generalizado, sí es común y
otras latitudes (Nates, 2005) pero que no ha sido registrado más difundido que el que se refiere al uso de sus productos.
en esta zona, fue perdido entre los choles locales. Los criterios clasificatorios son: 1) morfológicos: color,
forma y tamaño; 2) etológicos: hábitos, forma de los nidos
Algunas de las personas que aún aprovechan la miel de y comportamiento, y por último 3) algunas características
estas abejas, a la cual se designa como “miel de monte” o de la miel. Con base en ellos, se mencionan trece tipos
“miel de palo”; tienen las colmenas en sitios apartados de de abejas sin aguijón pertenecientes a tres categorías
su comunidad e incluso hay una persona que la tiene en locales. Aunque aún no se realiza una colecta sistemática
un rancho que posee en Chiapas. Al indagar en ello, se nos e identificación taxonómica de las especies de meliponinos
explicó que esto se debe a que la mayor parte del alimento locales, se presentan a continuación los tipos locales
que las abejas necesitan para crear su miel se encuentra identificados por las personas entrevistadas (Tabla 1) y su
en las zonas de “montaña” (zonas con vegetación más presumible correspondencia con las especies linneanas.
densa) y cuando se ven limitadas a adquirirlo únicamente
de las plantas presentes en el solar y en la comunidad, su En ella se mencionan trece tipos de abejas sin aguijón, de
producción puede bajar. Es por eso que a pesar del esfuerzo las cuales ocho pertenecen a tres categorías elaboradas
extra de cuidado que implica, algunos han optado por tal localmente y descritas por las personas entrevistadas y a
opción, más que por la de llevar las abejas a su solar; lo las otras cinco las hemos agrupado de manera arbitraria
cual denota un destacable conocimiento local acerca de en la categoría “abeja real o abejita de monte”, que es la
los hábitos alimenticios de los meliponinios. forma con la cual se denomina de manera general a estos
insectos, debido a que las personas que las describieron
Cabe hacer mención que la extracción de colmenas para su no las incluyeron en alguna categoría o grupo.
manejo no es la única forma local para la obtención de la
miel de meliponinos, pues actualmente algunas personas Cabe mencionar que es muy probable que dos o más de
(por desinterés, celeridad o desconocimiento, según se estos nombres locales se refieran a la misma especie
nos expresó) realizan el “saqueo” de las colmenas con el linneana. También es de notar que, a pesar que trabajamos
subsecuente sacrificio de la colonia. con personas bilingües de ch’ol y español, se mencionaron
vocablos zoques para nominar a ciertas abejas, segura-
Los colaboradores locales nos comentaron que existen mente a causa de la estrecha relación entre ambos grupos
algunas especies de árboles en los que se encuentran con por el traslape geográfico de las comunidades con ambas
mayor frecuencia las abejas de monte, que son: el árbol ascendencias.
bojón (Cordia alliodora), palo gusano (Lonchocarpus gua-
temalensis) y el ox (Brosimum alicastrum). Llama la atención un nombre mencionado en dos categorías
(Abeja real/Abeja de monte y Pilo bü/abejas), el vocablo ik
Otros lugares en los que se pueden encontrar las colmenas winik que en ch’ol significa literalmente “hombre negro”
son los nidos de termitas o bajo el suelo. Anteriormente y se refiere a la Melipona beecheii, identificada de manera
cuando éstas eran localizadas, difícilmente se extraían ya directa por los autores en colmenas locales mantenidas
que por lo general se encuentran a una profundidad tal en troncos. A esta abeja se le asocia con el trabajo y en
que impide desenterrarlas. Estas abejas que están bajo suelo palabras de un compañero “se llama así porque es muy
construyen una piquera redonda, grande y con cerumen trabajadora, da bastante miel, es como que un hombre
y es precisamente lo conspicuo de esta estructura, lo que que trabaja mucho, por eso es negrita como que trabaja
ayudaba a localizarlas. El aprovechamiento era de saqueo mucho”, antropización de este insecto como reflejo de su
puesto que una vez localizada la colonia, se arrancaba la importancia cultural local.
piquera y se abría una oquedad hasta llegar a los depósitos
de miel y extraerla, dejándola destruida. Con base en las En cuanto a nociones asociadas con su manejo, descubri-
características taxonómicas descritas, hemos inferido que mos diversas creencias acerca de la relación simbólica de
este meliponino cuya miel se aprovechaba es la “abeja las “abejitas de monte” con comportamientos y acciones
limoncillo” Oxytrigona sp. aunque hasta el momento y debido de las personas que integran la familia que posee alguna
a lo que mencionamos arriba sobre la falta de muestreos colmena y las consecuencias que el entorno tiene en
sistemáticos en la zona, no se tiene registrado este género ellas. Una concepción generalizada es la noción de que
como presente en Tabasco. estas abejas “son muy delicadas, fácil se sienten” en el
sentido de que se trata de animales sumamente sensibles

52 Etnobiología 11 (2), 2013.


Cano-Contreras et al.La “abeja de monte” de los Choles de Tacotalpa, Tabasco:

Tabla 1. Clasificación local de las abejas nativas identificadas localmente.

53
a conflictos dentro de la familia, lo cual provoca que, se emplean en velorios y ritos mortuorios además de en
aunque sea una colmena aparentemente bien manejada, diversas peticiones relacionadas con el ciclo agrícola.
las abejas escapen.
Como recurso terapéutico, la cera es útil en el tratamiento
Respecto a la ello, también se enfatiza la necesidad de de padecimientos locales que afectan principalmente a los
cuidarlas de exposiciones a humo (de fogón, de cigarro, niños, entre los cuales se encuentra el “calentamiento”,
de quemas diversas como monte o basura) y de ataques o producido por la “vista pesada” de alguna persona hacia el
invasión de hormigas, a los cuales son muy susceptibles. niño. La cera puesta en la frente del niño también previene
Se afirma que también es necesario que no sean moles- que puedan “agarrar algo” –en el sentido de contraer algún
tadas por niños u otras personas; procurando no tener padecimiento de naturaleza mágica- como “ojo” o “mal aire”
mucho contacto con ellas, si no es con fines de cuidado o que alguna entidad o elemento sobrenatural se adhiera
y extracción de miel. a ellos y esto se manifieste en la propensión a llorar sin
motivo aparente.
Aunque está generalizado el conocimiento acerca del
manejo y explotación de la miel de meliponas en la zona, Como un subproducto terapéutico de Melipona beecheii,
varias personas mencionaron tener localizados nidos en las una experta local con conocimientos de partería afirma que
inmediaciones de su comunidad, generalmente en zonas las larvas de esta abeja eran usadas para tratar la esterilidad
con vegetación conservada; aunque no han llevado la femenina a través de su ingesta directa en infusiones
colmena a sus casas por temor a perder al insecto por un elaboradas con alguna hierba suave, como hojas de naranja
mal manejo generalmente relacionado con las nociones (Citrus aurantium) o té limón (Cymbopogon citratus).
mencionadas líneas arriba.
Reconfigurando y reapropiando prácticas: el camino de
Excepcionalmente, se pueden encontrar abejas que se vuelta a la ik winik. Como ya se mencionó anteriormente, el
han instalado en algún sitio del solar y son mantenidas trabajo con abejas sin aguijón en la Sierra de Tacotalpa se ha
y cuidadas por sus fortuitos pero orgullosos propietarios. realizado en el margen de acciones de enriquecimiento del
En la comunidad La Cumbre, localizamos una colmena solar campesino, desde un marco de soberanía alimentaria
de Plebeia sp. ubicada en un solar, detrás de la casa y reapropiación identitaria.
familiar. Esta era cuidada por los dueños y afirmaban no
haber extraído nunca la miel, puesto que se encuentra Es por ello que, como ya se describió, se contó con la
localizada de tal manera en el suelo que, de intentar asesoría del grupo de trabajo de “Abejas Nativas” de la
hacerlo, la colonia con seguridad moriría y no deseaban unidad Tapachula de El Colegio de la Frontera Sur, quienes
prescindir de ellas. impartieron un curso sobre “Manejo tradicional y tecnificado
de las abejas sin aguijón Melipona beecheii y Scaptotrigona
Se comprobó que existe un amplio conocimiento acerca mexicana en el poblado Oxolotán en las instalaciones de la
de la miel de meliponino como un recurso terapéutico Universidad Intercultural del Estado de Tabasco.
muy apreciado en el sistema etnomédico local, siendo
empleada en padecimientos oftálmicos, como endulzante En este curso participamos académicos, estudiantes y campe-
de infusiones para acelerar el parto, calmar “los nervios” sinos de la zona interesados en el tema a quienes previamente
(como categoría local de padecimientos de ansiedad se había invitado durante los trabajos de enriquecimiento
y otros síntomas emocionales), curar la tos y tratar la y caracterización de milpas y solares en sus comunidades.
esterilidad femenina. Durante el mismo, fuimos inducidos en los aspectos básicos
sobre la taxonomía, etología y manejo de estos insectos,
Una de las etiologías que más comúnmente se tratan pero sobre todo se reflexionó en la importancia ecológica
con la miel de Melipona beechii son las cataratas, para de las abejas nativas y en variadas cuestiones fundamentales
lo cual se aplicaba en pequeñas gotas directamente en para su conservación.
el ojo afectado.
Como resultado del proceso detonado, en julio de 2012
La cera de estas abejas también posee usos rituales y se conformó el “Grupo de meliponicultores de la Sierra
medicinales: anteriormente –y actualmente aún se usa de Tacotalpa” con apoyo de la Secretaría de Recursos
cuando hay disponibilidad- era usada para elaborar las Naturales y Protección Ambiental del Estado de Tabasco,
velas usadas el 3 de mayo en las ceremonias de petición con la presencia de nueve productores procedentes de tres
de lluvias. También estas velas de cera de meliponinios comunidades. Comenzaron con la búsqueda y colecta de

54 Etnobiología 11 (2), 2013.


Cano-Contreras et al.La “abeja de monte” de los Choles de Tacotalpa, Tabasco:

una colmena de Melipona mexicana en las inmediaciones AGRADECIMIENTOS


de la comunidad La Cumbre, la cual fue traspasada a una
caja tipo Nogueira-Neto para su manejo tecnificado. Ya que los datos de este trabajo se obtuvieron mediante el
consentimiento informado, los autores deseamos reconocer
Actualmente, el grupo se encuentra adaptando un a las y los compañeros que nos permitieron registrar su
espacio para la manutención y cría de las abejas y saber por este medio: Elvia Sotomayor, Hipólito Méndez
prosigue el proceso de búsqueda de colmenas. Las Juárez, Amado Cruz, Lorenzo Pérez, José Mario Pérez
principales razones para este esfuerzo son, en palabras de Camacho, Pedro Pérez, Ernestina Pérez Pemecio, Trinidad
los productores: “…no es que pensemos que en seguida Jiménez, Lorenzo Hernández Pérez y Porfirio Vázquez
rápido vamos a sacar bastante dinero de las abejitas. Jiménez.
Es que están bien, está bueno que las cuidemos y no
queremos que se acaben. Lo primero que queremos es Asímismo, deseamos agradecer a los expertos locales que
que la gente las conozca y que podamos cuidarlas. Ya.. nos orientaron y han comenzado el camino de regreso
con el tiempo pues si cae dinero qué mejor pero no es a la convivencia con estas nobles abejas: Raúl Martínez
que ése es el fin pues, sino de cuidarlas…” Pérez, José Natividad Pérez Cruz, Joel González Jiménez,
Lorenzo Pérez Martínez, Amado Pérez Pérez, Miguel Ángel
CONCLUSIONES. Martínez Encino, José Cruz Gómez y Miguel Martínez Díaz.

Es necesario estudiar a profundidad el conocimiento Al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología a través


local sobre los meliponinos en grupos indígenas, pues del proyecto Fordecyt “Gestión y estrategias de manejo
ello representa una oportunidad para reforzar formas sustentable para la cuenca hidrográfica transfronteriza
ancestrales de manejo y relación con estos insectos, lo Grijalva” y el subproyecto “Agricultura Alternativa”, así
que asimismo puede representar un esfuerzo importante como a los compañeros de la Universidad Intercultural
para su conservación. del Estado de Tabasco por las facilidades y el soporte
brindado para llevar a cabo este trabajo.
En el presente trabajo quisimos presentar un panorama
general acerca de un ejemplo en el cual se conjunta la LITERATURA CITADA
documentación de conocimientos locales con la toma
de acciones directas para su conservación. Esto lo Alejos G., J. y N. E. Martínez S. 2007. Ch’oles. Colección
consideramos sumamente importante de realizarse en la Pueblos Indígenas del México Contemporáneo. Co-
Sierra de Tabasco puesto que apenas en fechas recientes misión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos
se ha comenzado a indagar a profundidad en aspectos Indígenas. México.
antropológicos y etnológicos de los choles de Tabasco. Ayala, R. 1999. Revisión de las abejas sin aguijón de Mé-
xico (Hymenoptera: Apidae: Meliponini). Folia Ento-
En los últimos años esta situación ha cambiado como mológica Mexicana 106: 1-20.
resultado de la creación de la Universidad Intercultural Balboa, C. 2010. Diversidad de abejas (Hymenoptera:
del Estado de Tabasco, asentada en el poblado Oxolotán Apoidea) de la Reserva de la Biosfera “La Sepultura”
y desde la cual se comienza a indagar y participar en Chiapas, México. Tesis de Maestría. El Colegio de la
diversos aspectos de la vida ritual y productiva de las Frontera Sur. México.
comunidades indígenas aledañas por parte de académicos Brosi, B. J., G. C. Daily, T. M. Shih, F. Oviedo y G. Du-
y estudiantes locales y foráneos. ran. 2008. The effects of forest fragmentation on
bee communities in tropical countryside. Journal of
Es de suma importancia no dejar de lado la elaboración Applied Ecology 45: 773- 783.
de trabajos de investigación e intervención en esta y Carmona P., A. 2010. Manual para productores sobre el
otras zonas indígenas y campesinas que requieren de manejo de las abejas sin aguijón. Tesis de Licencia-
la atención y compromiso de académicos y estudiantes, tura, Universidad Veracruzana. México.
para que junto con las comunidades locales se puedan Cappas e Sousa, João Pedro. 1995. Os Maias e a Melipo-
crear espacios de intercambio y revitalización de saberes nicultura. O Apicultor 9: 15-17.
y reapropiación identitaria que resulten en la mejora Cauich, O., J. J. Quezada-Eua, J. O. Macías-Macías, V.
de las condiciones de vida de quienes han quedado al Reyes-Oregel, S. Medina-Peralta y V. Parra-Tabla.
margen del sistema. 2004. Behavior and Pollination Efficiency of Nan-
notrigona perilampoides (Hymenoptera: Meliponini)

55
on Greenhouse Tomatoes (Lycopersicon esculentum) López L., R. 2005. Una aproximación al léxico compa-
in Subtropical México. Journal of Economic Botany rativo del chol de los municipios de Sabanilla, Tila
97(2): 475-481. y Tumbalá, Chiapas. Tesis de Maestría, Centro de In-
Cruz V., H. M. 2012. Diversidad de maíces criollos en vestigaciones y Estudios Superiores en Antropología
cinco localidades del municipio de Tacotalpa, Ta- Social y Comisión Nacional para el Desarrollo de los
basco. Tesis de Licenciatura, Universidad Intercultu- Pueblos Indígenas. México.
ral del Estado de Tabasco. México. Méndez C., L. 2012. Aproximación al conocimiento et-
Diario Oficial de la Federación. 2010. Norma Oficial noedafológico ch’ol en Huitiupan, Chiapas y Taco-
Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010 de Protec- talpa, Tabasco. Tesis de Licenciatura, Universidad
ción ambiental de Especies nativas de México de Intercultural del Estado de Tabasco. México.
flora y fauna silvestres, Categorías de riesgo y espe- Meneses-Calvillo L., V. Meléndez-Ramírez, V. Parra-Tabla
cificaciones para su inclusión, exclusión y cambio y y J. Navarro. 2010. Bee species diversity in a frag-
Lista de especies. Gobierno Federal. México. mented landscape of the Mexican neotropic. Journal
Domínguez S., D. y R. Rojas. 1999. Distribución y carac- of Insect Conservation 14: 323-334.
terización de abejas sin aguijón en Tabasco y el sur Murillo, R. M. 1984. Uso y manejo actual de las colo-
de Veracruz. I Seminario Nacional sobre abejas sin nias de Melipona beecheii (Apidae, Meliponinae) en
aguijón, Universidad Veracruzana. México. el Estado de Tabasco, México. Biótica 9(4): 422-428.
Gómez C., M. 2012. La religiosidad popular: la devoción Nates P., G. 2005. Guía para la cría y manejo de la abeja
Guadalupana como fenómeno social en Cuviac, Ta- angelita o virginita Tetragonisca angustula Illiger.
cotalpa, Tabasco. Tesis de Licenciatura, Universidad Convenio Andrés Bello. Colombia.
Intercultural del Estado de Tabasco. México. Nogueira-Neto, P. 1997. Vida e criação de abelhas indí-
González A., J. 1999. La meliponicultura Yucateca en genas sem ferrão. Nogueirapis. Brasil.
crisis: una actividad tradicional indígena a punto Pech M., L. A. 1999. Nuestra experiencia con las abejas
de desaparecer. I Seminario Nacional sobre abejas Xunan Kab. I Seminario Nacional sobre abejas sin
sin aguijón, Universidad Veracruzana. México. aguijón, Universidad Veracruzana. México.
González A., J. 2008. Cría y manejo de abejas nativas sin Quezada E., J. 2001. Problemática actual y potencial fu-
aguijón en México. Universidad Autónoma de Yuca- turo en la explotación comercial de las abejas sin
tán y Planeta. México. aguijón de Yucatán. II Seminario Mexicano sobre
González A., J. y De Araujo, F. 2005. Manual de Melipo- abejas sin aguijón, Universidad Autónoma de Yuca-
nicultura Mexicana. Universidad Autónoma de Yu- tán. México.
catán e Impresos Gramma. México. Quezada E., J. 2005. Biología y uso de las abejas sin
González, V. H. y D. W. Roubik. 2008. Especies nuevas y aguijón de la península de Yucatán, Mexico (Hy-
filogenia de las abejas de fuego, Oxytrigona (Hyme- menoptera: Meliponini). Universidad Autónoma de
noptera: Apidae, Meliponini). Acta Zoológica Mexi- Yucatán. México.
cana 24(001): 43-71. Reyes-Novelo, E., V. Meléndez R., H. González D., R. Aya-
Guzmán, C., C. Balboa, R. Vandame, M. L. Albores y J. la. 2009. Abejas silvestres (Hymenoptera: Apoidea)
González A. 2011. Manejo de las abejas nativas sin como bioindicadores en el geotrópico. Tropical and
aguijón en México: Melipona beecheii y Scaptotri- Subtropical Agroecosystems 10(1): 1-13.
gona mexicana. El Colegio de la Frontera Sur. Mé- Rivera Z., A. y J. P. Cappas e Sousa. 1998 Las Abejas y
xico. la Miel en los Códices Mayas (Códice Madrid o Tro-
Guzmán D., M., R. Vandame, C. Balboa A., J. Esponda M. Cortertesiano). Consultado en: http://www.cultura-
y J. Mérida R. 2009. Cría y manejo de Melipona bee- apicola.com.ar/apuntes/historia/abejas20y20mie-
cheii y Scaptotrigona mexicana (Apidae: Meliponi- l20en20los20mayas.PDF
ni). Manual Técnico. ECOSUR. México. Rojas L., V. R. 2008. Los nervios como metáfora de aflic-
Guzmán, M. A. 2002. Efecto de las visitas florales por ción. Padecimiento y diversidad terapeútica entre
insectos en la producción de rambután (Nephelium los choles de Noypac, Tacotalpa, Tabasco. Tesis de
lappaceum L.) en el Soconusco Chiapas. Tesis de Maestría, Centro de Investigaciones y Estudios Su-
Maestría, Universidad Autónoma de Chiapas. Mé- periores en Antropología Social. México.
xico. Sosa, C. E. 2011. Diferencias en la valoración y aprove-
Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informáti- chamiento de los recursos naturales renovables por
ca. 1995. Síntesis geográfica del Estado de Tabasco. los choles de Tacotalpa y los chontales de Nacajuca,
México. Tabasco. En: Zambrano, G. M., N. García M. y H. Ruiz

56 Etnobiología 11 (2), 2013.


Cano-Contreras et al.La “abeja de monte” de los Choles de Tacotalpa, Tabasco:

R. (coords.) Los límites de la irracionalidad. Constru-


yendo miradas y alternativas sobre la sustentabili-
dad en las arenas de la diversidad cultural. Univer-
sidad de Guanajuato. México.
Sotelo S., L. E., M. E. Guerrero G. Y C. D. Álvarez Aso-
moza. 2012. El cultivo tradicional de la abeja Meli-
pona beecheii. Una constante en el huerto familiar
entre los mayas de Yucatán. En: Mariaca M., R. (ed.)
El huerto familiar del Sureste de México. Secretaría
de Recursos Naturales y Protección Ambiental del
Estado de Tabasco y El Colegio de la Frontera Sur.
México.
Steffan-Dewenter, I., A. M. Klein, T. Alfert, V. Gaebele, y
T. Tscharntke. 2006. Bee diversity and plant–pollina-
tor interactions in fragmented landscapes. En: N. M.
Waser & J. Ollerton (eds.) Specialization and gene-
ralization in plant–pollinator interactions. Chicago
Press. Estados Unidos.
Vásquez-Dávila, M., A. y Solís-Trejo, M. B. 1992. Cono-
cimiento, uso y manejo de la abeja nativa por los
chontales de Tabasco. Tierra y Agua 2: 29-38.
Vásquez-Dávila, M., A. 2010. Las abejas nativas de los
grupos étnicos del Istmo de Tehuantepec. Memorias
del IV Congreso Mesoamericano de Abejas Nativas.
Guatemala.
Velthius, H. H. F. 1997. Biología de abejhas sem ferrao.
Edusp. Brasil.
Wille, A. 1983. Biology of the stingless bees. Annual Re-
view of Entomology 28: 41-64.

57
UNA MIRADA LOCAL DE LOS ARTRÓPODOS EN YUCATÁN,
MÉXICO

Miguel Ángel Pinkus Rendón


Centro Peninsular en Humanidades y Ciencias Sociales- Universidad Nacional Autónoma de México, Calle 43 S/N Col.
Industrial, Mérida, Yucatán, México. C.P. 97150
[email protected]

RESUMEN

Los artrópodos han estado presentes en muchas expresiones de la cultura maya, en este sentido, el objetivo del
presente artículo es realizar una aproximación al conocimiento actual que se tiene de este grupo en tres diferentes
zonas del Estado de Yucatán (Sur, Costa Norte y Oriente). Para llevar a cabo este propósito se realizaron entrevistas
semiestructuradas referentes a cuáles artrópodos eran identificados, cómo se podían diferenciar unos de otros,
cuáles eran considerados nocivos y cuáles benéficos, si se utilizaban con fines alimenticios y terapéuticos, cómo era
transmitidos estos conocimientos y cuáles eran las variables que permeaban esta transmisión. Se advirtió un amplio
conocimiento que tuvieron los pobladores, traducido en la identificación de más de trece órdenes de artrópodos. Los
saberes referenciaban a aquellos de los que se conocía su biología, de los cuáles se tenía algún beneficio (económico,
terapéutico o alimenticio), aquellos considerados plaga e incluso los utilizados para jugar con ellos. El conocimiento
y su transmisión eran influidos por variables tales como las actividades económicas que realizaban, la edad de los
informantes, la migración y el uso de la lengua maya.

Palabras clave: Etnoentomología, Yucatán, conocimiento local.

A LOCAL PERCEPTION OF THE ARTHROPODS IN YUCATÁN, MÉXICO

ABSTRACT

Arthropods have been present in many expressions of Mayan culture, in this sense, the objective of this paper is
an approach to the current knowledge we have of this group into three different zones of Yucatan (South, North
Coast and East). To accomplish this purpose were used semi structured interviews concerning which arthropods were
identified, how they could distinguish each other, which were considered harmful and which beneficial, if used for
food and treatment, how this knowledge was transmitted and which variables influenced this transmission. They had
extensive arthropods knowledge, resulted in the identification of more than thirteen orders. Knowledge was around
species biology, of which they had some benefit (economic, therapeutic, or alimentary), those considered pests and
even used to play with them. Knowledge and its transmission were influenced by variables such as economic activities
performed, the age of the informants, migration and the use of the Mayan language.

Keywords: Ethnoentomology, Yucatan, Local knowledge.

58 Etnobiología 11 (2), 2013


Pinkus Rendón. Una mirada local de los artrópodos en Yucatán, México

INTRODUCCIÓN algún cultivo sobrepasan el número de individuos capaz


de ser mantenidos por la plantación y se vuelven “plagas”,
El uso y manejo de los organismos por parte de los seres así también, aquellos que son parásitos de animales
humanos se ha dado desde la aparición del hombre, utilizados por los humanos y que pueden representar un
desde la etapa recolectora-cazadora, la domesticación decremento en su producción e.g. la garrapata Boophilus
de especies, la agrícola y ganadera, y finalmente hasta microplus que infecta al ganado bovino o el ácaro Varroa
la transformadora de los entornos para apropiarse de destructor que ataca a las abejas europeas (Pinkus op.
sus elementos (Challenger, 1998). En este sentido, la cit.: 91).
apropiación y uso de las especies que se encuentran en
la naturaleza conlleva un conocimiento previo de una En cuanto al valor nutrimental, existen especies de artró-
serie de características tales como: su fenotipo, biología, podos que han sido utilizados para el consumo humano
ecología, fenología e incluso toxicidad en caso de ingestión por un gran número de grupos (principalmente indígenas),
o palatabilidad. como los escamoles en Hidalgo (Ramos, 2006) o chicatanas
en Veracruz (Landero–Torres et al., 2005).
Se han publicado un nutrido número de trabajos referentes
al conocimiento, percepción y uso de varios recursos Los artrópodos también tienen relevancia sanitaria,
naturales en México, estos se han enfocado a grupos tanto por producir daño por interacción directa e. g.
de organismos conspicuos, tales como las plantas o a mordedura (viuda negra), picadura (Cetruroides noxius)
grupos que se pudieran considerar como “carismáticos” o por la transmisión de enfermedades por ser el vehículo
o “estandartes” por su vistosidad, como serían los grandes (vector) de agentes nocivos tales como el paludismo que
mamíferos o las coloridas aves (Aguilar, 2000; Rendón et se transmite por la picadura de un mosquito Anopheles
al. 2001; Arellano et al. 2003; Monroy-Vilchis et al. 2008; que transporta al protozoario Plasmodium vivax (Reyes-
Zamora et al, 2009; Hernández-Betancourt y Segovia Novelo et al. 2011).
2010). Sin embargo, se ha dejado fuera a un grupo de
organismos que, tan solo, por su número (poco más de Por último, y no por eso menos importante, algunos
un millón determinados) debe ser tomado en cuenta, artrópodos también tienen asignada una carga simbólica,
tal conjunto de especies es conocida como el Phylum es decir las cualidades que la cosmovisión de cada cultura
Arthropoda. le atribuye a una especie o grupo en particular v. gr. en
la mitología azteca se asociaba a las arañas con el señor
Los artrópodos, amén de poseer la mayor riqueza de de los muertos (Corcuera y Jiménez, 2008).
especies, son un grupo que tiene una gran cantidad de
roles ecológicos; tanto pueden ser herbívoros y devorar Pocos son los trabajos que han abordado varias de las
las hojas, corteza y raíces de los árboles, como ser feroces temáticas señaladas en los párrafos anteriores, entre
carnívoros, o detritívoros que degradan la materia orgánica ellos se encuentran el trabajo de Aldasoro (2010), quién
muerta. Asimismo, pueden habitar tanto las grandes colinas realizó un estudio etnoentomológico en el Estado de
nevadas, como los desiertos e, inclusive, se encuentran México con el grupo de los Pjiekakjoo. En dicho estudio,
en distintos estratos en los diferentes océanos, así como se registraron tanto los diferentes usos que le dan a los
se han observado algunas especies colectadas por globos artrópodos (comestible, medicinal, lúdico y ornamental),
aerostáticos. como el conocimiento ecológico que tienen del grupo.

En cuanto a la relación que ha existido con los humanos, En este contexto, se aprecia que la cultura maya peninsular
si bien sólo reconocemos al 10% de los artrópodos, este ha tenido un estrecho vínculo con algunos insectos y
conocimiento se ve restringido al uso y valor que les otros artrópodos tanto por el uso que le han dado por sus
damos, ya sea por su importancia económica, nutricional, atributos en la cosmovisión. Así se señalan en los libros
sanitaria o simbólica (Pinkus, 2010: 87). Desde el punto del Chilam Balam (1987) y el Ritual de los Bacabes (2007)
de vista económico, solo apreciamos aquellos organismos cánticos que hacen referencia a hormigas, abejas, arañas o
que dan como resultado una ganancia monetaria por sí escorpiones; o como aduce García Quintanilla (2005), las
mismos (langostas, camarones), o por algún producto cualidades catastróficas en cuanto a las langostas en el
que generen (miel de abeja, seda). También valoramos imaginario de los mayas prehispánicos, donde se mezcla el
aquellos que nos afectan de forma negativa y/o por sus conocimiento biológico de este grupo de insectos gregario
hábitos de alimentación puedan causar grandes pérdidas y su capacidad de arrasar con grandes extensiones de
de capital. Tal sería el caso de todas las especies que en cultivo con el papel que jugaba como símbolo profético.

59
No obstante, pocos trabajos han abordado recientemente SITIOS DE ESTUDIO
el conocimiento que tienen los pobladores maya penin-
sulares referente a los artrópodos. Los contados estudios Se realizó trabajo de campo en tres zonas del estado de
han incluido a abejas nativas, donde cada especie de Yucatán: Sur (municipios de Oxkutzcab. Tekax y Tzucacab),
abeja sin aguijón tiene un nombre en maya y en el que Costa Norte (municipios Cansahcab, Yobaín, Sinanché,
se reconocen particularmente sus hábitos de anidación Dzidzantún, Dzilam de Bravo y González) y Oriente
(González-Acereto y De Araujo, 2009); o el uso de la (Municipios de Valladolid, Chemax, Temozón, Calotmul,
tarántula Brachypelma vagans para el tratamiento del Tizimín y Ría Lagartos) (Figura 1). Las dos primeras zonas
asma en algunas localidades de Chiapas y Campeche fueron parte de un proyecto mayor titulado “Domesticar la
(Machkourt-M’Rabet et al. 2011). El único trabajo que biodiversidad. Concepción y empleo de los recursos naturales
se tiene reportado para el área maya desde un punto en la costa central y el sur de Yucatán”, (financiado por el
de vista holístico de los artrópodos es el de Aboytes y CONACYT-Yucatán bajo la clave 108904).
Castro-Ramírez (2011). En el cual, abordan diferentes
puntos dentro del conocimiento entomológico en un Paisajes estudiados
ejido maya de Quintana Roo, acercándose a los saberes
desde perspectivas lingüísticas, utilitarias, ecológicas y Sur de Yucatán. El paisaje del sur del estado está compuesto
etnotaxonómicas. en su mayoría por selva baja caducifolia y pequeños relictos
de selva mediana subcaducifolia (Tigre Grande, Corral),
En este sentido, en el presente trabajo quiero aproximarme todo ello inmerso en una matriz de vegetación secundaria
al conocimiento que tienen los pobladores de comuni- de selva baja donde domina el boxcatzin (Senegalia
dades de tres regiones de Yucatán (Sur, Costa Norte y gaumeri), chakah (Bursera simaruba) y donde se puede
Oriente) con respecto a los artrópodos. Para reflexionar apreciar un uso del suelo para el cultivo variado desde
al respecto, planteo una serie de preguntas a contestar: grandes extensiones de cítricos y terraplenes para el cultivo
¿cuál es la principal importancia de este grupo para de sorgo y soya hasta pequeñas parcelas (3-4 mecates,
las personas? ¿Cómo adquirieron este conocimiento? donde un mecate es una superficie de 20 x 20 m.) para la
y ¿Cuáles han sido los factores que pudieran incidir en siembra del maíz de subsistencia. En este sentido, el tipo
este conocimiento? de actividad económica (Tabla 1) depende mucho de la
capacidad para conseguir agua, mientras se va avanzando

Figura 1 Municipios en los que se realizó el estudio

60 Etnobiología 11 (2), 2013.


Pinkus Rendón. Una mirada local de los artrópodos en Yucatán, México

Tabla 1. Principales actividades económicas por localidad y por región de estudio en Yucatán

hacia el sur del estado se aumenta la profundidad en la que (Lysiloma latisiliquum) y subín (Acacia cornígera),
se localizan los mantos freáticos. Al igual las actividades a remanentes de manglar (botoncillo Conocarpus
primarias dependen de la capacidad financiera de los erectus) y duna costera. Los parches de vegetación se
pobladores, ya que para el cultivo de tomate y chile encuentran en forma de acahuales de distintas edades
es necesario mayor cantidad de insumos (pesticidas, de descanso por lo que varían los especímenes en su
herbicidas, túneles de siembra e incluso invernaderos) altura y diámetro del tronco.
mientras que para el cultivo de calabaza y maíz que son
principalmente de temporal a lo mucho se utilizan los Se pueden observar distintas actividades productivas
químicos para matar plagas. relacionadas al tipo de suelo o proximidad de la costa
(Tabla 1), teniendo a Dzilam de Bravo como una comunidad
Costa norte. En cuanto a la costa norte se percibe un que en su gran mayoría se dedica a la pesca de escama y
gradual cambio de vegetación en relación a la proximidad langosta, en contraste del resto de los municipios –excepto
de la costa, que va de vegetación secundaria derivada de Cansahcab– que si bien colindan con el mar su actividad
selva baja caducifolia dominada por waaxim (Leucaena principal es otra. Al igual que en el sur de Yucatán las
leucocephala) y caducifolia espinosa (con especies actividades primarias van de la mano principalmente con
dominantes como el chimay (Acacia pennatula), tzalam la disponibilidad de recursos financieros ya que no cuentan

61
con el problema de la obtención del agua. Gran parte de eran aquellas cuya actividad estaba ligada fuera del entorno
los municipios se dedica a la siembra de hortalizas tales doméstico y que estaba relacionada al campo.
como la calabaza, pepino, sandía, camote, chile y tomate.
En las entrevistas se abordaron los siguientes temas: cuáles
Oriente de Yucatán. Al igual que en la región Costa se artrópodos eran identificados, cómo se podían diferenciar
vislumbra un gradiente de cambios de ecosistemas que unos de otros, cuáles eran considerados nocivos y cuáles
van desde manglares dominados por el rojo (Rhizophora benéficos, si se utilizaban con fines alimenticios y terapéu-
mangle), mangle blanco (Laguncularia racemosa), ticos, cómo era transmitidos estos conocimientos y cuáles
el mangle negro (Avicennia germinans) y el mangle eran las variables que permeaban esta transmisión.
botoncillo (Conocarpus erectus). La distribución del
manglar está segmentada por agrupaciones de tular- RESULTADOS Y DISCUSIÓN
pastizal-carrizal, de selva baja caducifolia inundable,
vegetación de duna costera y petenes. Conforme se Conocimiento de los artrópodos. Se llevaron a cabo 187
avanza al sur este la vegetación cambia a selva baja entrevistas en las tres zonas de estudio. Si bien las per-
caducifolia sumamente acahualizada por las rozas y sonas han conocido sus alrededores a través del tiempo,
quemas tanto para terrenos de pastoreo como para este también se ha visto reflejado en los saberes que han
establecer parcelas de cultivo. También se encuentran adquirido respecto al grupo de los artrópodos (o los bi-
algunos relictos de selvas medianas subcaducifolias chos coloquialmente llamados). Es así, que en este estu-
y subperennifolias en las que se pueden encontrar dio se puede apreciar que las personas pueden reconocer
elementos como el chakah (Bursera simaruba), cedro en general alrededor de trece diferentes órdenes de este
(Cedrella odorata) y zapote (Manilkara zapota). Muchos phylum y más de treinta diferentes especies (Tabla 2). En
de estos parches se encuentran inmersos en una gran este sentido, buena parte de los pobladores de todas las
matriz del paisaje dominados por porteros de pastizal zonas concuerdan que la clasificación de los organismos
cultivado. se debe a sus características morfológicas tales como
tamaño, color y forma. En las que pueden distinguir entre
METODOLOGÍA un ciempiés (Chimés) o una langosta (Saák) o un alacrán
(Sinan). Se hacen más evidentes estos saberes en aquellos
La selección de las poblaciones en cada zona se basó en los especímenes que pertenecen a grupos tales como: las
siguientes criterios: que las poblaciones fueran mayores a abejas, avispas y hormigas.
100 personas, que tuvieran tanto maya hablantes como
hablantes de español y que el tipo de vegetación fuera Dentro de las 45 diferentes categorías encontradas para los
similar (aunque a escala ecosistémica tuvieran diferentes artrópodos, se puede indicar que a poco más del 50% se
especies dominantes). Sin embargo, variaron en cuanto a les asignaba un uso o atribución como nociva. 7 categorías
las actividades principales en la que se empleaba la mayor estaban asociadas negativamente a los cultivos; 6 tenían
parte de la gente (milpa, cultivo de cítricos, cultivo de efectos perjudiciales directamente a las personas o a
hortalizas, trabajo asalariado en empresa). animales productivos; 6 categorías se les asignó un uso
lúdico u ornamental; 4 tuvieron un uso terapéutico y 4 eran
En cada una de las comunidades seleccionadas se llevaron comestibles o se extraía un producto alimenticio. Hubieron
a cabo entrevistas semiestructuradas y observación par- categorías que podían tener dos diferentes usos (comestible y
ticipativa respecto al conocimiento local que se tiene del terapéutico), tal es el caso de la abeja europea y la xunan cab.
entorno y de sus organismos. La recopilación de los datos se
realizó de Junio de 2010 a Abril de 2012. Las entrevistas se Así también, se pudo vislumbrar que existe un conocimiento
ejecutaron de manera estratificada en relación con el tamaño de los organismos por parte de los pobladores en cuanto
de la población, es decir mayor número de entrevistas en a su biología, ecología y etología. Y que hay, en algunos
las poblaciones más grandes. Se utilizaron los métodos de casos, una evidencia de la transmisión del conocimiento
bola de nieve y muestreo por saturación para identificar de una generación a otra. Es decir, estos saberes que tienen
a los informantes clave (Goodman, 1961; Martín-Crespo y los abuelos, pasan a los hijos y nietos. Sin embargo, este
Salamanca, 2007). El grupo focal del estudio fueron todas conocimiento se ve sesgado dependiendo en gran medida
aquellas personas que trabajaban en el campo, es decir de la actividad que desarrollan las personas, es decir, cuando
milperos, leñadores, agricultores y apicultores; con un se le preguntó a los informantes acerca de los bichos que
rango de edad de 18 a 80 años; el 90% de las entrevistas conocían, se iban refiriendo a ellos acorde a la relación que
fue dirigido a hombres, las mujeres que se entrevistaron los vinculaban.

62 Etnobiología 11 (2), 2013.


Pinkus Rendón. Una mirada local de los artrópodos en Yucatán, México

Tabla 2. Órdenes de artrópodos reconocidos por los pobladores en los sitios de estudio

63
Es así que las personas que realizan “la milpa”, nos hablan huracán Gilberto (1988) a su paso por estos municipios,
de los organismos que podían dañar a sus plantas de maíz por lo que no se le había asignado un nombre en maya.
o las que se asociaban a este cultivo como los ibes, frijol, No obstante que la existencia del insecto antes de este
calabaza. En este sentido, nos platicaban de los diferentes suceso en la zona no se puede constatar, lo que si se ha
gusanos (X-nokol en maya) que comían las plantas del reportado es la presencia hasta 1999 del virus rizador
elote, ya sea que entraran en la vaina (gusano cogollero) de la hoja del tomate, proveniente probablemente de
o los que se comían a las espigas. En la zona oriente República Dominicana y Cuba (Ascencio-Ibáñez et al.
también nos señalaron a una larva que vive debajo de 1999), lo que podría sugerir que el arribo del virus sea
la tierra y come las raíces del maíz, a este organismo se un evento coincidente con la trayectoria del huracán.
le designa como haucanul que es la conocida en otras
partes como gallina ciega. Relación entorno artrópodo. Como fue mencionado
anteriormente, la actividad económica influye en
Asimismo, se encuentran las chinches chupadoras de la el reconocimiento de los organismos con los que se
savia de las plantas asociadas, insectos que al pisarlos o interactúa, los cuáles se localizan principalmente en los
ahuyentarlos secretan una substancia que tiene un olor alrededores de los centros de trabajo. Es así, que para
particular, a estos bichos se les denomina en maya kisay llegar a su milpa o cultivo o aquellos que se dedican
(vocablo maya que está relacionado con la pestilencia). Sin al corte de madera e inclusive los apicultores, pueden
embargo, este apelativo engloba diferentes familias del detectar la presencia de insectos tales como hormigas
orden Hemíptera (Pentatomidae, Reduvidae); o inclusive o avispas, importantes para ellos tanto por su picadura
nos comentaban de las mangas de langosta (Ortópteros) como por la densidad que llegan a alcanzar y que los
que cada año causaban destrozos a sus cultivos y a los que hace conspicuos en el camino hacia los lugares de
en maya se les conoce como Saák. Así también reconocen trabajo.
a los insectos del género Thrips que se alimentan de las
hojas de la calabaza, pepino y sandía, denominados por En este sentido, identificaron varias hormigas por su forma,
ellos trips. color, tamaño y comportamiento, pudiendo discernir entre
aquellas que presentan una interacción de protocoope-
Cabe señalar que tanto los gusanos que afectan al racción, es decir, -la interacción dada entre organismos de
maíz como las chinches fitófagas y las langostas eran diferentes poblaciones en el que ambas sacan provecho
mencionadas por los pobladores como un conocimiento de dicha asociación, pero que a su vez una pude vivir sin
que adquirieron con base en lo que habían platicado con la otra.- con los árboles de Acacia cornígera (Subín en
campesinos “más antiguos”. En contraste, el conocimiento maya). A estas pequeñas hormigas rojas las denominan en
de los trips se los enseñaron los técnicos de campo o maya chac subín o sinik subín (Solenopsis gemminata),
agrónomos que los iban a visitar como parte de las teniendo una noción del comportamiento defensivo que
campañas de SAGARPA. tienen las hormigas cuando se ataca a las plantas. También
identificaron aquellas de gran tamaño que se comportan de
Por otro lado, en lo que respecta al cultivo de tomate y forma nómada, que pueden defoliar árboles o que atacan a
chile, se ha visto un decremento en el sembrado de estas sus abejas en sus colmenas, a estas las llaman en maya Xulá
plantas debido a que han sido atacadas por la plaga de (Echiton sp.). Inclusive comparten el saber de otra especie
la mosquita blanca (Bemisia tabaci). Este insecto del de hormiga solitaria que tiene de la capacidad de producir
orden de las chicharritas (Familia Aleyrodidae) daña a un gran dolor cuando esta muerde a una persona y que
las plantas por su propia naturaleza, ya que durante el generalmente se encuentra en árboles útiles para hacer
desarrollo de las larvas, producen un exudado viscoso leña a estas se les conoce como Um o Uní (dependiendo
que es aprovechado por los hongos para difundirse o los poblados).
puede transmitir un virus que afecta a distintos cultivos
hortícolas. En los sitios de estudio, los pobladores señalaron Artrópodos comestibles. El principal producto de
que esta plaga es sumamente fuerte y que es la causa consumo relacionado con los artrópodos es la miel, a
principal de que la mayoría de los campesinos hayan pesar de que la extracción de miel es una actividad que ha
dejado de cultivar tomate y chile, más aún porque para existido desde la época prehispánica en el estado a través
su cultivo se necesitan muchos insumos de agroquímicos de una gran diversidad de abejas nativas con potencia
para controlar a la mosquita. La percepción referente a melífero (Meléndez-Ramírez et al., 2010), tal como la
este insecto es que es un organismo que antiguamente xunan cab o cole cab (Melipona beechi). Sin embargo, en
no se encontraba en la zona, y que “fue traído” por el el presente estudio, solamente en Yaxachen (zona sur) se

64 Etnobiología 11 (2), 2013.


Pinkus Rendón. Una mirada local de los artrópodos en Yucatán, México

observó el uso de esta especie para la producción de miel, sin embargo, en las comunidades de estudio no mencionaron
lo que concuerda con lo reportado por González-Acereto a ninguno de ellos. Así también, muchos entrevistados
et al. (2006), en donde indica que la disminución del uso comentaron que conocen de otros organismos comestibles
de las abejas nativas es debida a la gran deforestación, el en otras latitudes del territorio nacional (grillos y orugas
incremento de la horticultura y el poco interés económico de mariposas) (Ramos 2006), aunque “por costumbre” no
en la meliponicultura. se comen en Yucatán. Algunos entrevistados mencionaron
que no los comen porque no es agradable su apariencia
En contraste, la inclusión de la abeja Apis mellifera en
territorio nacional y estatal ha sido muy fructífera en cuanto Artrópodos de uso terapéutico. El uso de los artrópodos
a miel se refiere, esta especie es explotada en todas las zonas alrededor del mundo para curar o prevenir enfermedades
de estudio, el promedio de colmenas de los apicultores es de físicas o mágico religiosas, ha sido documentado
20, sin embargo, en algunos casos como en Catmis existen ampliamente por Costa Neto (2005). Ya sea mediante el
productores que poseen más de 200 colmenas e inclusive uso de especies vivas o a través de infusiones, cocciones,
en la zona de oriente -que es la que mayor producción ungüentos o cataplasmas muchos insectos se utilizan
tiene a nivel estatal- se pueden encontrar apicultores para una gran variedad de padecimientos.
de hasta 900 colmenas. La Península de Yucatán aporta
el 31% del volumen de miel que se produce en México, En las zonas de estudio, pudimos corroborar el empleo de
de la cual el 95% es exportado a Europa y Estado Unidos algunos artrópodos para aliviar males. Entre los organismos
(Güemes et al., 2003). que son utilizados para curar algún tipo de enfermedad o
mal, se tiene a los alacranes, usados para la desaparición
Otro producto extraído de las abejas es la jalea real, la cual de los “ashes” o verrugas. Para ello no importa “el color”
–a decir de los informantes– es la miel que se le da a los de los alacranes (lo que es distintivo entre las especies
huevecillos de las futuras abejas reinas y cuya propiedad Centruroides ochraceus y C. gracilis), estos se tienen que
es dar fuerza. tostar y pulverizar, integrándose a la comida de la persona a
curar, siempre con la salvedad de que no se entere de lo que
Por otro lado, en todas las zonas nos indicaron que solamente se le está dando de comer. Esto podría estar relacionado a un
consumen las larvas de dos tipos de avispas: el Xuux proceso psicológico más que a la actividad de ingredientes
(Polybia occidentalis) y el Ek (Brachygastra mellifica), activos de los alacranes. Esta acción terapéutica fue referida
aunque pueden identificar otras especies de las cuáles no en todas las zonas estudiadas.
se hace uso luum xuux, xanan chac, ni chac (todas ellas
probablemente del género Polistes) entre otras. Las personas Otro organismo que fue mencionado en dos poblaciones
entrevistadas mencionaron que la cosecha de las avispas (Cooperativa y Calotmul), fue el denominado ue uech luum
se realiza en noches de luna llena porque es cuando tienen que es una hormiga león Myrmeleon sp. Este espécimen
mayor número de crías, lo que concuerda con los ritmos es utilizado en su etapa larvaria para la eliminación del
circadianos de los animales. pie de atleta y las grietas que aparecen en los pies, para
ello se deposita el organismo entre los dedos o se deshace
Se ha reportado el consumo de otros insectos en las zonas contra la piel agrietada.
de estudio tales como abejas silvestres, hormigas, avispas e
inclusive escarabajos (Ramos y Pino 2004; Ramos et al. 2006), El uso de la miel para algunas afecciones respiratorias fue
socorrido por algunos informantes en comunidades de
Tabla 3 Artrópodos asociados a los cultivos según los pobladores
diferentes zonas, más aún mencionaban que las propiedades
curativas de la miel de las “abejas silvestres” era mayor que
el de la abeja europea. Finalmente, dos personas indicaron
que utilizaron el piquete de las abejas para el tratamiento
de la artritis. La apitoxinoterapia es una práctica terapéutica
que ha sido utilizada desde el antiguo Egipto, donde el
efecto antiinflamatorio de la toxina del piquete de las
abejas ayuda al alivio de las enfermedades reumáticas
(Costa Neto et al., 2006).

Artrópodos de manejo lúdico. En muchas de las


comunidades estudiadas mencionaron que algunos

65
artrópodos son utilizados por los niños para jugar. En se dedicaban al estudio o habían recibido instrucción
una comunidad del sur (Tixcuytún) y una del oriente educativa, por lo que “no estaban interesados en regresar
(Chemax) nos comentaron que utilizan a un coleóptero al campo a trabajar”.
cerambícido en uno de sus juegos, en el que depositan
una pequeña piedra en el suelo, posteriormente hacen 2) Desuso del maya. Se puede señalar que existe una pérdida
que el insecto la agarre con las patas y ellos a su vez del conocimiento de los adultos mayores (mayores a 40
lo toman por las antenas. El juego consiste en ver qué años) con la de los adultos jóvenes (17 a 30 años), por el
animal puede sostener más alto la piedra. desuso del idioma maya (sobre todo en la costa norte), ya
que en algunas poblaciones prácticamente se ha dejado
Otro juego socorrido por los niños es el de agarrar a alguna de lado y se habla únicamente español, lo que repercute
de las especies de escarabajo, ya sea sacuchero (Cotinis spp), en el uso de nombres en maya de las especies de plantas
kuklin (Phyllophaga yucateca) o haucanul (Phyllophaga y animales. Esto concuerda con lo señalado por Ramírez
sp.) y ponerle un hilo en las patas para que cuando este Carillo (2006:79) en donde precisa que los cambios que se
vuele se quede como un globo para pasear. pueden vislumbrar en la región maya yucateca debidas a
la globalización, se encuentran: la habilidad del manejo
Por último, en una comunidad de la zona oriente (Chemax) del idioma maya, el desuso de las prácticas religiosas y
indicaron que se usa a un bupréstido para jugar, debido a el culto a los seres sobrenaturales asociados a los ciclos
que un mecanismo de defensa de estos organismos es dar agrícolas y en especial al cultivo del maíz, el ciclo lunar y
un salto, los niños los dejan en el suelo y los tocan para su impacto en la milpa.
que el insecto reaccione, con lo que el que brinque más
alto gana. No obstante, se aprecia una pérdida en el conocimiento
de abuelos a padres por el desempleo del maya, también
Un organismo relacionado con una leyenda maya es el se empieza a advertir una transmisión de los saberes en
makech (coleóptero Zopheridae), la cual relata la historia generaciones salteadas, es decir de abuelos a nietos.
de una pareja de jóvenes enamorados que por diferencias
en sus estratos sociales –ella era princesa– es prohibida su 3) Una variable importante es la gran migración que se da
relación, a tal grado que ordenan sacrificar al novio, en vez en las zonas, ya sea hacia los Estados Unidos (principalmente
de ello fue transformado en makech (Anónimo, 2009). No San Francisco, California) donde realizan actividades en su
obstante, en el 10% de las entrevistas fue mencionado este mayoría como ayudantes de cocina o aquellos que migran
organismo, su uso ornamental o su leyenda. a la Riviera Maya (al este de Quintana Roo), en donde se
emplean principalmente como albañiles o inclusive, un gran
Variables asociadas a la transmisión del conocimiento número de jóvenes (principalmente de la zona costa) migra
hacia Mérida o Motul a las maquiladoras o “de policía”
Existen variables que influyeron en general (todas las según nos comentaban en Cansahcab. En los primeros sitios
zonas) sobre la percepción de los artrópodos por parte de se ha desarrollado una intrincada red social de yucatecos
los pobladores, entre ellas se encuentran: que ayudan a sus paisanos a establecerse en empresas y
hoteles para trabajar. La edad en la que se realizan estas
1) Edad. Los adultos mayores (40-70 años) fueron los que migraciones es a partir de los 18 años en adelante, siendo
tuvieron un mayor conocimiento de los organismos, así una alta proporción de adultos jóvenes que por lo menos
como de su ecología e.g. en el caso de las hormigas, los ha viajado alguna vez hacia el norte o la Riviera, mismos
adultos fueron los que comentaron e identificaron a las que puede ser que regresen o no a sus hogares. Esto lleva
diferentes especies mencionadas anteriormente, también como consecuencia que exista un abandono de las tierras de
hicieron referencia al lugar de anidación (troncos o suelo) cultivo por parte de los migrantes y que sean los mayores
o si son errantes, igual que sus hábitos alimenticios. los que se queden cultivando la tierra. Más aún, de los
jóvenes que regresan a sus poblados, solo algunos son los
Esta relación conocimiento-edad, está a su vez apuntalada que vuelven a dedicarse a la siembra, lo que sugiere que es
por la actividad que llevan a cabo, ya que el 90% de los muy probable que exista una ruptura en la transmisión del
adultos mayores entrevistados continuaban dedicándose conocimiento de la generación predecesora a la antecesora
al campo, entre tanto, de los adultos jóvenes (18-39 años), con respecto al entorno y los artrópodos.
algunos se dedicaban a la albañilería, otros al campo, otros
eran migrantes pendulares (EE.UU o Riviera), comerciantes, En cuanto al uso de los insectos en la alimentación y
etcétera. Mientras que los jóvenes en su gran mayoría las prácticas terapéuticas, los saberes fueron referidos

66 Etnobiología 11 (2), 2013.


Pinkus Rendón. Una mirada local de los artrópodos en Yucatán, México

en su gran mayoría por los hombres, los cuáles eran los o que hasta la actualidad están causando daños a los
que salían a las milpas o al corte de madera. Las mujeres cultivos –como los trips– no poseen un vocablo que los
hacían mención de estos usos y prátcicas cuando estaban identifique en lengua maya.
relacionadas al trabajo de cultivos e.g. Doña Maximiliana,
que se dedicaba a la plantación de cítricos en el municipio La labor a la que se dedican los diferentes grupos humanos
de Oxkutzcab y que fue una de las personas que hizo es una variable que sesga el conocimiento de tal o cual
referencia al uso medicinal del ue uech luum; o también organismo; es decir, los horticultores nos podrán mencionar
a aquellos artrópodos que pudieran estar relacionados a más insectos relacionados con sus plantas en comparación
sus solares o huertos familiares, los cuáles son considerados con los que pueden atacar al ganado; los cortadores de
como espacios femeninos (Chávez-García, 2009). leña nos indicarán más especies que pueden encontrar
en el “monte” o en los árboles que cortan.
REFLEXIONES FINALES
Finalmente, podemos inferir que la transmisión del
Desde la misma aparición del hombre en la tierra como conocimiento puede verse afectada generacionalmente
Homo sapiens, este ha tenido que hacer uso de los recursos por diferentes variables socioeconómicas tales como la alta
de su alrededor. Primero tuvo que aprender a reconocer migración que existe en las comunidades o las actividades
a los organismos que le podían ser útiles, saber de su a las que se dedican o el nivel de estudios que tienen.
morfología, tiempo de vida, época de reproducción, etcétera,
lo que representa que hay una aprehensión de algunas AGRADECIMIENTOS
características de los organismos y que esta fue transmitida
(una vez que fue entendida) de los padres a los hijos para A los fondos mixtos del Consejo Nacional de Ciencia y
que no tengan que pasar de nuevo por el procesos de Tecnología –Yucatán clave 108904. Así también agradezco
ensayo y error. Si bien, no todos los seres de su entorno le al Biol. Carlos Arisqueta Chablé por su apoyo en la
fueron útiles, si fue necesario un proceso de acercamiento aplicación de entrevistas en campo, al Dr. Enrique Reyes
a las diferentes criaturas para discriminar a las útiles de Novelo por la información proporcionada y al auxilio
las que no. en la identificación de coleópteros. En especial a todas
aquellas personas que compartieron sus saberes locales
Este mismo proceso de percepción y apropiación de los sobre los artrópodos.
recursos ha permanecido a través del tiempo, pudiendo
verse presente en la actualidad con los diferentes grupos LITERATURA CITADA
humanos y cómo se relacionan con su entorno. Es así que
los pobladores de las diferentes zonas de Yucatán llegan a Aboytes R. D. y Castro-Ramírez A.E. 2011. Etnoentomo-
conocer el derredor de donde viven, aprenden a distinguir logía maya en el centro de Quintana Roo, México.
plantas y animales, y a vislumbrar aquellos que tienen un En: Bello B. E., Estrada-Lugo E.I. (Comps.). Cultivar
potencial de uso o con los que tienen algún tipo de relación el territorio maya. Conocimiento y organización
ya sea por afectarles o beneficiarles de alguna forma. No social en el uso de la selva. Universidad Iberoame-
obstante, el conocimiento que se tiene también permea ricana, Red ISA, El Colegio de la Frontera Sur. Mé-
a aquellos especímenes que sean conspicuos, puedan xico.
localizarse en los derredores y que no necesariamente se Aldasoro M., E. M. 2010. Insectos útiles en la Cultura
les asigne un uso o efecto nocivo e.g. varias categorías de Pjiekakjoo (Tlahuica). En: S. G. Cruz M., J.Tello F, A.
mariposas y hormigas. Mendoza E y A. Morales M. Entomología Mexicana
9. Sociedad Mexicana de Entomología. México
De tal modo, pueden discernir a los artrópodos por medio Aguilar Cordero, W. 2000. Valoración sociocultural en
de la forma, color y hábitos hasta un nivel específico o conservación y manejo de vida silvestre del trópico,
inclusive reconociendo las variaciones según las etapas en: Sánchez O. et al. (eds) Conservación y Manejo
del ciclo de vida. Por eso, los artrópodos con los que de Vertebrados en el Trópico de México SEMARNAP,
han tenido una relación estrecha (e.g. producen miel, U. S. Fish & W.S., CONABIO, Sierra Madre, U. C. A. C.,
causan daño a sus cultivos), y son organismos con los UADY. México.
que ha compartido un lapso de tiempo generacional Anónimo. 2009. Editorial Dante Leyendas mayas. Mé-
considerable, llegan a tener nombres en maya que pueden xico.
ser transmitidos de generación en generación. En cambio, Arellano Rodríguez, A.; Flores Guido, S.; Tun, J. y Cruz
aquellos organismos con los que apenas tienen contacto Bojórquez, M. 2003. Nomenclatura, forma de vida,

67
uso, manejo y distribución de las especies vegetales tán”. En: Uso y manejo de fauna silvestre en el norte
de la Península de Yucatán. Etnoflora Yucatanense de Mesoamérica. Guerra, M.; Calmé, S.; Gallina, S. y
20. Naranjo, E. (Coords.). México. Gobierno del Estado de
Ascencio-Ibáñez J. T., Diaz-Plaza R., Méndez-Lozano J., Veracruz. Instituto de Ecología A.C. El Colegio de la
Monsalve-Fonnegra Z. I., Argüello-Astorga G. R., y Frontera Sur.
Rivera-Bustamante R. F. 1999. First report of toma- Landero- Torres, I., Murguía J. y Ramos-Elorduy, J. 2005.
to yellow leaf curl Geminivirus in Yucatán, México Estudio etnográfico sobre el consumo de las Chica-
Plant disease 83(12):1178. tanas (Hymenoptera: Formicidae) en Huatusco, Ve-
Challenger, A. 1998. Utilización y conservación de los racruz, México. Folia Entomologica Mexicana 44:
ecosistemas terrestres de México. Pasado, presente 109-113.
y futuro. México. CONABIO, Instituto de Biología- Martín-Crespo Blanco, M. C. y Salamanca Castro A. 2007.
UNAM, Agrupación Sierra Madre. El muestreo en la investigación cualitativa. Nure In-
Chávez-García, E. 2009. Mujer y agroecosistema: El pa- vestigación 27.
pel del género en el manejo del huerto familiar en Meléndez-Ramírez, V., Reyes, E., Parra, V., Quezada, J. y
una comunidad del Plan Chontalpa, Tabasco, México. Meneses, L. 2010. Diversidad de abejas silvestres En:
Revista Brasileira de Agroecologia. 4(2):4038-4041. Durán R. y M. Méndez (Eds). Biodiversidad y Desarro-
Corcuera, P. y Jiménez, M. L. 2008, Las arañas de México. llo Humano en Yucatán. CICY, PPD-FMAM, CONABIO,
Ciencia: 58-63. SEDUMA.
Costa Neto, E. 2005. Entomotherapy, or the medicinal Monroy-Vilchis, O.; Cabrera, L.; Suárez, P.; Zarco-Gonzá-
use of insects. Journal of Ethnobiology 25(1): 93–114 lez, M.; Rodríguez-Soto, C. y Urios V. 2008. Uso tradi-
Costa Neto, E., Ramos-Elorduy, J. y Pino, J. 2006. Et- cional de vertebrados silvestres en la Sierra Nanchi-
noentomologia los insectos medicinales de Brasil: titla, México. Interciencia. 33 (4).
primeros resultados. Boletín Sociedad Entomológica Pinkus Rendón, M. 2010. El hombre y los artrópodos: un
Aragonesa, 38: 395−414. vínculo inalienable. Península 2:81-100.
El libro de los libros del Chilam Balam 1987. Marrufo, Ramírez Carrillo, L. A. 2006. Impacto de la globaliza-
F. (Ed.) México. Universidad Autónoma de Yucatán. ción en los mayas yucatecos. Estudios sobre cultura
El ritual de los Bacabes 2007. Segunda Edición. Arzápa- maya. 27: 73-97.
lo, R. (Ed.). México. Unidad Académica de Ciencias Ramos Elorduy, J. 2006. Threatened edible insects in Hi-
Sociales y Humanidades UNAM, Universidad Autó- dalgo, Mexico and some measures to preserve them.”
noma de Yucatán, Ayuntamiento de Mérida. Journal of Ethnobiology and Ethnomedicine 2(51)1-
González Acereto J., De Araujo Freitas Ch. 2009. Caracte- 10.
rización de las estructuras de tres nidos de Trigonis- Ramos Elorduy, J. y Pino Moreno, J. 2004. Los Coleoptera
ca spp (Meliponini- Apidae): una pequeña abeja sin comestibles de México” Anales del Instituto de Biolo-
aguijón susceptible de ser utilizada para la poliniza- gía, Universidad Nacional Autónoma de México, Serie
ción, presente en la Península de Yucatán, México Zoología 75(1): 149-183.
(Estudio Preliminar). Pp. 139-146, en: Memorias del Rendón Aguilar, B.; Rebollar Domínguez, S.; Caballero
VI Congreso Mesoamericano de Abejas Nativas. An- Nieto, J.; Martínez Alfaro, M. 2001. Plantas, Cultura
tigua Guatemala, Guatemala. y Sociedad. Estudio sobre la relación entre seres hu-
González-Acereto, J., Quezada-Euan, J. y Medina-Medi- manos y plantas en los albores del siglo XXI. México,
na, L. 2006. New perspectives for stingless beekee- Universidad Autónoma Metropolitana.
ping in the Yucatan: results of an integral program Reyes-Novelo, E.; Ruíz-Piña, H.; Escobedo-Ortegón, J.;
to rescue and promote the activity”. Journal of Api- Rodríguez-Vivas, I.; Bolio-González, M.; Polanco-Ro-
cultural Research 45(3): 234–239. dríguez, A.; Manrique-Saide, P. 2011. Situación actual
Goodman, L. 1961. Snowball sampling. The Annals of y perspectivas para el estudio de las enfermedades
Mathematical Statistics 148-170. zoonóticas emergentes, reemergentes y olvidadas en
Güemes, F., Echazarreta, C., Villanueva, R., Pat, J. y Gó- la Península de Yucatán, México Tropical and Subtro-
mez-Álvarez, R. 2003. La apicultura en la Península pical Agroecosystems, 14: 35-54.
de Yucatán. Actividad de subsistencia en un entorno Zamora Crescencio, P.; Flores Guido, J. y Ruenes Morales,
globalizado”. Revista Mexicana del Caribe. 16:117- R. 2009. Flora útil y su manejo en el cono sur del es-
132. tado de Yucatán, México” Polibotánica. 28: 227-250.
Hernández-Betancourt, S. y Segovia Castillo A. 2010. La
cacería de subsistencia en el sur del estado de Yuca-

68 Etnobiología 11 (2), 2013.


CONOCIMIENTO TRADICIONAL Y ANTROPOENTOMOFAGÍA
DEL CHANULTE’ EN OXCHUC, CHIAPAS, MÉXICO.

José Alfonso López Gómez1, Ramón Mariaca Méndez1, Benigno Gómez y Gómez1
1/
El Colegio de la Frontera Sur, Unidad San Cristóbal de las Casas. Carrera Panamericana y Periférico |Sur S/N. Barrio
de María Auxiliadora, San Cristóbal de las Casas, 29 290, Chiapas, México.
[email protected]

RESUMEN

Se presentan los resultados de una investigación realizada en el municipio tseltal de Oxchuc, Chiapas, ubicado en la
Región de los Altos. El objetivo central fue documentar el conocimiento tradicional sobre el consumo del chanulte’, así
como algunos elementos socioculturales que se ven implicados en la antropoentomofagía de este insecto. Se aplicaron
encuestas a una muestra de 152 alumnos de secundaria, preparatoria y nivel superior. Posteriormente se aplicó el
método etnográfico, recurriendo a técnicas de investigación como la entrevista semi-estructurada, recorridos de campo
y observación participante realizada con ocho personas recolectoras. Como principales resultados se encontró que
(1) la etnoespecie que en lengua maya tseltal se conoce como chanulte’, corresponde a la especie Schausiana trojesa
(Schaus, 1901), (2) existe un amplio conocimiento tradicional del chanulte’ con respecto a la ecología y etología de la
especie, técnicas de recolección y preparación culinaria del insecto; (3) el chanulte’ entra en un menú conformado por
una diversidad mayor de productos alimentarios y; (4) el consumo del chanulte’ además de los aportes nutricionales
que otorga, también puede justificarse por los valores socioculturales que proporciona al comensal.

Palabras clave: antropoentomofagía, Schausiana trojesa (Schaus, 1901), chanulte’, Oxchuc, Chiapas

LOCAL KNOWLEDGE AND ANTHROPOENTOMOPHAGIA OF THE CHANULTE’ IN OXCHUC, CHIAPAS, MÉXICO

ABSTRACT

We present the results of a research conducted in the Tzeltal municipality of Oxchuc, Chiapas, located in Los Altos
Region. The main objective is to document the consumption of the insect named chanulte’ by local peoples, that
involve both the traditional knowledge and some sociocultural elements. Surveys were applied to a sample of 152
students of high school and higher levels. Later, was applied an ethnographic research with techniques such as semi-
structured interviews, field observations and participant-observation with eight gathering individuals. As main results,
we found that (1) the ethnospecies known by Maya Tzelta as chanulte’ is identified as Schausiana trojesa (Schaus,
1901); (2) exist a broad traditional knowledge about ecology and ethology of the chanulte’ and also on harvesting
techniques and preparation of the insect, (3) the chanulte’ is part of a great menu of food products, and (4) the
consumption of chanulte’’ provide to local consumer with both nutritional intakes and cultural values.

Keywords: anthropoentomophagia; Schausiana trojesa (Schaus, 1901), chanulte’, Oxchuc, Chiapas

69
INTRODUCCION la bioecologia y el conocimiento tradicional de este
Hepialido en comunidades mames del Volcán Tacaná.
México es uno de los 10 países con mayor riqueza biocul-
tural (Toledo, 1997). Esta riqueza, hace que México posea Recientemente han aparecido trabajos como el de Sánchez
un sin número de productos alimentarios provenientes (2009) donde se habla del conocimiento tradicional asociado
de plantas (23 424 sp.), hongos (12 000 sp.), mamíferos al aprovechamiento y consumo de insectos en la cabecera
(600 sp.), aves (1 167 sp.), reptiles (812 sp.), anfibios (371 municipal de Simojovel de Allende, encontrando al sats’,
sp.), peces (2 729 sp.), crustáceos (5 857 sp.) e insectos la chicatana o kiss (Atta cephalotes Linnaeus, 1758) y el
(de 70 712 a 97 462 sp.) (Llorente y Ocegueda, 2008), pech’jol (Familia Cerambycidae) como insectos comestibles,
muchas de las cuales, se eligen y combinan para cubrir y el estudio de Junghans y Gómez (2009) donde presentan
gran parte de las necesidades nutricias de las familias la percepción de la antropoentomofagía y el conocimiento
mexicanas. (Reyes y Montes de Oca, 1997; Bonfil, 1989; de los insectos comestibles entre los jóvenes tseltales de
Kansho, 2005). Tenejapa.

Dentro del total de productos alimentarios usados por El consumo de insectos por parte del ser humano no es
la población mexicana llama la atención el consumo de casual, ya que los insectos poseen un alto valor nutritivo
insectos, actualmente denominada antropoentomofagía. El en proteínas, aminoácidos, minerales, vitaminas y energía;
termino se usa para diferenciar la entomofagía que realizan convirtiéndose así en un complemento alimentario primordial
animales y plantas insectívoras, y referirse específicamente (Ramos-Elorduy y Pino-Moreno, 1989; Costa-Neto, 2002;
a la práctica de consumir insectos por el hombre (Costa- Ramos-Elorduy y Pino-Moreno, 2009). Así mismo el consumo
Neto, 2002; Costa-Neto y Ramos-Elorduy, 2006) en un actual de insectos responde a patrones alimenticios heredados
contexto geográfico, histórico y cultural particular. La del pasado, vigentes, con adecuaciones, según el contexto
antropoentomofagía se practica desde hace miles de años económico y cultural del grupo humano en mención. Muchos
ya que el ser humano la ejerce para satisfacer sus nece- pueblos del planeta consumen insectos de una manera
sidades alimenticias; por ejemplo, el Australopithecus ya selectiva, buscándolos, escogiéndolos, y desarrollando un
tenía una dieta insectívora (Viesca y Romero, 2009) siendo conocimiento propio de las especies (Ramos-Elorduy y
que actualmente se tienen registradas 2 000 especies de Pino-Moreno, 1989). Los insectos comestibles pueden ser
insectos comestibles a nivel mundial. México es uno de los preparados de distintas maneras: hervidos, fritos en aceite
países con mayor actividad antropoentomofágica, ya que o en general tostados o dorados en comal (Ramos-Elorduy,
se consumen 549 especies en 47 etnias (Ramos-Elorduy 1987; Viesca y Romero, 2009). También hay algunas especies
et al., 2006 citado en Ramos-Elorduy 2009). que se consumen crudos.

Con respecto a Chiapas, Mayorga y Sánchez (2000) mencio- Es pertinente que la antropoentomofagía se vea como un
nan la existencia de platillos elaborados con insectos como: hecho alimentario humano donde la cultura está presente,
la oruga, el tsisim (Atta cephalotes Linnaeus, 1758), el sats’ razón por la que conviene analizarla desde el punto de vista
(Arsenura armida armida (Cramer, 1779 y el tusino. Flores antropológico para poder abordar aspectos como hábitos,
(2000), reporta seis insectos aprovechados por distintas costumbres y prácticas culturales que rigen la alimentación,
etnias chiapanecas: (1) el sats’, (2) una especie de oruga, así como de las características de la dieta de ciertos grupos
(3) la oruga gorda o blanca, (4) el kiss (Atta cephalotes sociales (Ortiz et al., 2005). En palabras de Guelman (2006)
Linnaeus, 1758), (5) el nuti o mazán (spp.), (6) el chapulín y De Garine (1999) la alimentación además de satisfacer
o saltamontes (Orthoptera) y (7) el pech’jol (Coleoptera). necesidades biológicas, también constituye una fuente de
placer y confort, demostrando así que el hombre como animal
Asimismo Gómez y colaboradores (2000) indican antro- omnívoro no está sólo guiado por su fisiología, sino que la
poentomofagía entre tseltales de la comunidad de Balún selección alimentaria está sometida a su arbitrio cultural.
Canal del municipio de Tenejapa, donde documentan el El gusto hacia ciertos productos es adquirido a través de
consumo de adultos de diversas especies de escarabajo del la repetición que se establece familiarmente, al mismo
género Phyllopaga (Coleoptera). A este trabajo se suma tiempo es moldeado socialmente, antes que biológicamente
el de Chacón (2007) donde se menciona el consumo de (Contreras y Gracia, 2005), consecuentemente, el acto de
Arsenura armida armida (Cramer, 1779) en Simojovel y comer, implica procesos de orden filosófico, ecológico,
San Fernando. Al mismo tiempo Junghans y Gómez (2007) psicológico, económico y cultural (Gracia, 2000). Las fun-
presentan los primeros datos sobre la etnobiología del ciones de la alimentación y de la comida son diversas, por
Notch (Phassus sp.) en Chiapas; estos autores documentan ello es importante conocer los modos de obtención de los

70 Etnobiología 11 (2), 2013.


López Gómez et al. Conocimiento tradicional y antropoentomofagía del Chanulte’ en Oxchuc, Chiapas, México.

alimentos, así como quién y cómo se preparan; pudiendo construir casas, plantas silvestres, raíces, moras, también
esto aportar un volumen considerable de información sobre pueden encontrarse animales silvestres que ofrecen po-
el funcionamiento de una sociedad (Conteras y Gracia, 2005). sibilidades de variedad en la alimentación (Siverts, 1969).

Actualmente los estudios realizados con respecto al enten-


dimiento de la práctica antropoentomofágica en diversas
culturas en México, se encuentran las que describen las
diferentes formas de uso, obtención y los conocimientos
tradicionales respecto a insectos comestibles (Araujo y
Beserra, 2007; Junghans y Gómez, 2007; Junghans y Gómez,
2009, Sánchez, 2009); otros se han dedicado a indagar su
calidad nutricional (Ramos-Elorduy, 1987; Ramos-Elorduy
et al., 1998; Ramos-Elorduy y Pino-Moreno, 2001; Ramos-
Elorduy et al., 2002; Ramos-Elorduy y Pino-Moreno, 2009).
Pese a esto, pocos son los estudios que han analizado las
funciones socioculturales que surgen a partir del consumo
de insectos dentro de la población (por ejemplo Pagaza et
al., 2006). Por lo anterior, partiendo de la hipótesis de que
el consumo del chanulte’ tiene implicaciones culturales Figura 1 Ubicación del municipio de Oxchuc, Chiapas, México. Fuente:
además de biológicas, situación que favorece la identidad Perfiles Municipales (2007)
y sentido de pertenencia al grupo étnico, el objetivo de esta
investigación es documentar algunos elementos sociocultu- Los habitantes de Oxchuc cubren su dieta con diversos
rales ligados al consumo del chanulte’ dentro de la práctica productos provenientes de la milpa o k’altic, y junto a ellos
alimentaria de los pobladores de Oxchuc, Chiapas, México. se encuentran duraznos (Prunus persica), perones (Pyrus
sp.), granadillas (Passiflora ligularis Juss), ciruelas (Prunus
MATERIAL Y METODO domestica), plátanos (Musa sp.), así como chayotes (Sechium
edules), chilacayotes (Cucurbita ficifolia), aves domésticas
Zona de estudio. Oxchuc es uno de los cinco municipios (Gallus gallus, Anas sp y Melleagris gallopavo) y cerdos
de habla tseltal ubicado en la región Los altos de Chiapas. (Sus scrofa domestica ) (Gómez, 1991), además hemos
Su toponimia proviene de la palabra tseltal Oxchujk’ (Tres observado hongos, aves silvestres, mamíferos, insectos
Nudos) e indica una característica en la indumentaria comestibles y pequeños crustáceos provenientes del solar
de los Oxchuqueros ya que la faja que amarra la camisa o Pat na’, del monte y de los arroyos. Con esta gama de
larga de los hombres debe dar tres vueltas en la cintura y recursos, el oxchuquero se las ingenia para reproducir su
amarrarse con tres nudos (Gómez, 1991). Las localidades cultura alimentaria con diversos platillos que elaboran a
más importantes del municipio son: Oxchuc, Yochib, El partir de los productos a su alcance.
Tzay, El Corralito y Lelenchij.
Trabajo de campo y análisis de la información. El
La altitud del relieve varía entre los 1 100 metros y los 2 municipio de Oxchuc, fue elegido para realizar el presente
400 metros. Limita al norte con los municipios de San Juan estudio debido a la buena disposición de la gente y a los
Cancuc y Ocosingo, al este con los de Ocosingo y Altamirano, antecedentes en cuanto a conocimiento del consumo
al sur con Huixtán y Chanal y al oeste con Tenejapa. Las de chanulte´ que estos presentaron ante el equipo de
coordenadas de la cabecera municipal son: 16° 47› 10›› de investigación. Así mismo se contó con las facilidades de
latitud norte y 92° 20› 36›› de longitud oeste y se ubica a las autoridades educativas de la cabecera municipal para
una altura de 2 000 m. (Figura 1). Cuenta con una extensión aplicar los primeros cuestionarios entre el estudiantado
territorial de 72 km2 que representa el 0.1% de la superficie que permitió la localización de colectores y consumidores
estatal. Los climas existentes en el municipio son (A)C(fm) del insecto.
semicálido húmedo con lluvias todo el año; C(fm), templado
húmedo con lluvias todo el año; C(m)(w) templado húmedo El trabajo de campo se realizó de enero a septiembre de
con lluvias en verano, y A(mf) cálido húmedo. Se aprecia 2011, por medio de 12 visitas con una duración de dos a
vegetación secundaria de bosque mesófilo de montaña y siete días cada una. En el proceso de investigación (de corte
bosque de coníferas (Perfiles Municipales, 2007). El bosque cualitativo), se aplicaron primero cuestionarios a estu-
es de importancia primordial al proporcionar: material para diantes de la cabecera municipal. Además se entrevistaron

71
poseedores del conocimiento utilizando: entrevistas abier- se pretendió que los entrevistados profundizaran la
tas y observación participante. Finalmente se hicieron información a través de experiencias directas con las
colectas entomológicas y botánicas y, se identificaron larvas, los hospederos, el entorno u otra cosa que se les
los ejemplares obtenidos. A continuación se describen viniera a la memoria.
las diversas técnicas de recopilación del conocimiento
tradicional que se aplicaron en el presente estudio: Observación directa: esta técnica consistió en la observa-
ción intensiva y sistemática del manejo cultural que los
Cuestionarios: con el apoyo de autoridades educativas habitantes de la comunidad de Oxchuc dan al chanulte´
locales, se aplicó un cuestionario con preguntas abiertas y su consumo. Se contrastó la información obtenida en
a 152 estudiantes con edades entre 13 y 30 años (50% de el campo y en las estancias en hogares familiares, con la
representatividad de género). Las escuelas donde se tra- obtenida en los cuestionarios y las entrevistas. La técnica
bajó se localizan en la cabecera municipal y corresponden de observación directa se realizó durante los recorridos,
a niveles medio (Secundaria Técnica 31 – N=58-), medio los cuales duraron un día; también se dio en los hogares
superior (Plantel 11 del Centro de Estudios Científicos y de los recolectores, donde se llegó a estar hasta cuatro
Tecnológicos del Estado de Chiapas, CECYTECH 11 –N=54-) días. Para el registro de la información se recurrió a
y superior (Universidad Intercultural de Chiapas -N=40-) distintas herramientas como: grabadora de voz, diario
La aplicación de la encuesta fue al azar y contó con la de campo, cámara fotografía y de video.
participación libre de los participantes. Las preguntas
centrales se enfocaron en el conocimiento tradicional, Muestreo del material biológico: Se realizaron 20 colectas
la recolección, preparación, usos y causas del consumo in situ de larvas de chanulte´ en los bosques cercanos a
de chanulte’. La aplicación del cuestionario, permitió la comunidad, utilizando los métodos locales de captura
también localizar a personas que usualmente recolectan con la finalidad de captar los conocimientos contenidos
y consumen al insecto en estudio. en estas prácticas. La colecta del material entomológico
se llevó a cabo durante los meses de abril y mayo en
Entrevistas con poseedores del conocimiento: para com- horarios de 10 a 14 horas. Todas las larvas colectadas se
plementar la información obtenida en los cuestionario, fijaron en liquido Pampel por 72 horas, para finalmente
se recurrió al uso del método etnográfico desde una depositarlas en frascos con alcohol al 70% (Gómez y Jones,
postura “emic”, lo que permitió comprender lo que es 2002). También se efectuaron colectas botánicas de las
verdaderamente significativo para las personas (Harris, plantas que sirven como hospederos del insecto. Todo
1978) con respecto al consumo alimenticio del chanulte’. el material biológico (insectos y plantas) fue enviado a
especialistas para su adecuada determinación taxonómica,
Con el propósito de tener diferentes perspectivas acerca quedando los insectos depositados en la Colección de
del chanulte´ y su consumo, las entrevistas se aplicaron insectos con valor biocultural del estado de Chiapas
de manera individual a ocho personas de distintas edades de El Colegio de la Frontera Sur, unidad San Cristóbal.
(8-77 años); de estas entrevistas dos fueron realizadas
en lengua tseltal y seis en español. Estas personas fueron Sistematización, análisis y contraste de conocimien-
seleccionadas por medio de las encuestas aplicadas tos tradicionales: Mediante los programas Microsoft
previamente y por recomendación de los propios en- Word 2007® y Microsoft Excel 2007® se sistematizó la
cuestados. Con ellos, se profundizó en cuanto a los información obtenida de las encuestas, entrevistas y
conocimientos que poseen sobre la biología, la ecología, la observación directa. Una vez estructurados los datos,
etología, la recolección y la preparación para consumo del se caracterizó la información mediante el uso de cate-
chanulte´. Además se abordaron aspectos socioculturales gorías de análisis: (1) conocimiento tradicional sobre el
que influyen en el consumo de este insecto. Lo valioso chanulte’, (2) tiempo de recolección, (3) transmisión de
de este tipo de entrevistas personalizadas es que evita el conocimientos (quién le enseño a consumirlo), (4) sistema
sesgo que pudieran tenerse en las entrevistas grupales. alimentario con respecto al chanulte’ (recolección-
Los sesgos pueden existir al presentarse variables de preparación-consumo), (5) causas del consumo y, (6) el
grupo que inhiben la expresión de la verdadera opinión chanulte’ como adscripción identitaria, sociabilidad y
en algunas personas (Gómez et al., 2000). razones culturales de su consumo. Por último, se realizó
un contraste del conocimiento tradicional y científico
Las entrevistas se realizaron en combinación con re- de manera cualitativa mediante discusión y cuadros
corridos de campo acompañando a los recolectores; comparativos (Gómez et al., 2000).
ahí se colectaron larvas de chanulte´ De esta manera

72 Etnobiología 11 (2), 2013.


López Gómez et al. Conocimiento tradicional y antropoentomofagía del Chanulte’ en Oxchuc, Chiapas, México.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN De estas 13 especies, seis de ellas solo son hospederas en


la etapa juvenil del árbol, que es cuando tienen la corteza
Identificación de la etnoespecie chanulte´. Las larvas delgada: k’antulan, bochjijte’, chikinib’, sakyok; sakji’,
colectadas fueron identificadas por los pobladores tsirjijte’. Así mismo, los entrevistados indicaron que la larva
tseltales entrevistados de Oxchuc (100%) como la tiene predilección por dos especies de la familia Verbenaceae:
etnoespecie chanulte´, la cual corresponde a la especie el pixcunich y sakmunuste’.
lineanna conocida como Schausiana trojesa (Schaus,
1901). Esta especie, pertenece a la familia Hepialidae Con respecto al pixcunich, que crece en clima templado,
del orden Lepidoptera. Las larvas se caracterizan por se encuentra una sola larva:
su coloración rojiza con bandas ovaladas blancas en el
dorso (Figura 2). Tienen una longitud de entre cinco a 12 “Si, también se encuentra mucho en el pixcunich, ahí si hay
cm en su último instar. más da más en ese” (Rosa María, 23 años)

Conocimiento tradicional en Oxchuc sobre la etología “en un arbolito (haciendo referencia al pixcunich) se encuen-
del chanulte´. Entre los principales hospederos de tra uno, no puede salir más, solo un animal da (haciendo
esta larva se encontraron 13 especies arbóreas que referencia al chanulte’)” (Ana, 47 años)
utiliza el chanulte´ como refugio: (1) k’antulan;
Quercus segoviensis Liebm., (Fagaceae) (2) k’antulan; Mientras que en climas cálidos, se encuentra como principal
Quercus rugossa Née. (Fagaceae), (3) bochjijte’; hospedero al sakmunuste’, donde se pueden hospedar hasta
Quercus crassifolia Humb. & Bonpl. (Fagaceae), (4) 30 larvas (reportado en entrevistas y observación personal):
chikinib’; Quercus laurina Bonpl. (Fagaceae), (5)
sakyok; Quercus candicans Née. (Fagaceae), (6) sakji’; “En casa de mi mama da mucho en el sakmunuste’ […] ahí
Quercus skutchii Trel. (Fagaceae), (7) tsirjijte’; Quercus da mucho” (Ana, 47 años)
crispipilis Trel. (Fagaceae), (8) sakjijte’; Cornus disciflora
DC. (Cornaceae), (9) bakte’; Vernonia leiocarpa DC. “Solo da en el sakmunuste’, en otro no da, una vez encontré
(Asteraceae), (10) sakbajte’; Buddleja cordata Kunth. hasta 30 ahí, da mucho” (Damián, 11 años)
(Loganeaceae), (11) najk’; Alnus acuminata ssp. arguta
(Schltdl.) Furlow (Betulaceae), (12) Sakmunuste’; Lippia Recolección del chanulte’. La recolecta solo es para au-
myriocephala Schltdl. & Cham. (Verbenaceae) y (13) toconsumo, y se tiene la percepción que la captura puede
pixcunich; Lippia substrigosa Turcz (Verbenaceae). realizarse en cualquier temporada del año, sin embargo existe
la posibilidad de que al menos en tres meses no se encuentre
la larva, ya que el chanulte’ tiene un periodo de huevo (20
días aproximadamente), de pupa (cerca de un mes) y adulto,
en las que se encuentra como semaforonte no comestible.
El 47% (N=152) de los encuestados y cuatro de los ocho
entrevistados mencionan observar mayor abundancia en
los meses calurosos (febrero a junio), temporalidad en la
que aumenta la recolección; no es raro también que niños
pequeños aprovechen a capturar larvas en temporadas
como la tapisca o cosecha del maíz, el deshierbe (k’ajo), la
época de rozadura (sojkwelal) y cuando se busca leña en
terrenos familiares (si’we):

“Este insecto da más cuando hay mucho calor, porque en


esas temporadas sienten sed, es por eso que se atrapa en
dicho mes… mis hermanos cuando empezaron a crecer, salían
a buscar a las 11, 12, 1, 2 de la tarde, y dicen pué cuando
hay mucho calor siente sed también, ya cuando le pones
agua sale tan rápido” (Baldomero, 20 años)

Figura 2 El chanulte’ (Schausiana trojesa (Schaus, 1901), insecto consu- “Mi difunto papá lo asaba, cuando íbamos a rozar, sacábamos,
mido en Oxchuc, Chiapas, México. Foto: José Alfonso López-Gómez (2010) bastante encontrábamos, y lo envolvíamos con hojas de

73
árboles, lo mirábamos por las mañanas, llevábamos un litro de
agua para que viniera el gusano, lo asábamos y envolvíamos
en tortillas caso es porque no está rico, bastante comida
es“(Ricardo, 77 años, traducción del tseltal)

La recolección es realizada por todos los miembros de la


familia sin distinción de género y edad. Sin embargo los
niños son quienes más lo hacen, de ahí le sigue los hombres
adultos, luego las niñas y por último las mujeres adultas
(Figura 3). La razón por la que los niños son los principales
recolectores se debe a que tienen oportunidad de hacerlo
cuando no apoyan en las labores económicas o domésticas, no
siendo así los adultos que generalmente están más ocupados
en tareas de producción (hombres) o al cuidado del hogar
(mujeres). La técnica de recolección (Figura 4) se transmite
de niño a niño (los mayores enseñan constantemente a los Figura 4 Recolección del Chanulte’ en Oxchuc, Chiapas, México, según Javier
Gómez de 16 años (2010).
menores de la familia), y cuando la brecha generacional es
larga el conocimiento se transmite de adulto a niño: “Antes podían entrar en donde sea, ahorita no; pueden
decir que están cortando el árbol y les pueden regañar, ya
cada quien en sus terrenos antes si cuando estaba chica
si, ahora ya no porque te dicen que haces en su terreno,
te regañan” (Ana, 47 años)

La recolección se realiza después de las 10 de la mañana y


antes de la hora de comer, que es cuando según los pobladores
hace calor; esto quizás se deba a la creencia de las altas
temperaturas hacen que el chanulte’ tenga sed por que se
facilita su recolecta. Ocasionalmente niños pertenecientes a
la misma familia o bien organizados por amistad y afinidad,
aprovechan el regreso de clases para recolectar larvas en
los terrenos familiares o en manchones de bosque que no
pertenecen a nadie (comúnmente los arboles a orillas de las
veredas no se consideran propiedad de alguien) tratando
Figura 3 . Tipo de personas que recolectan chanulte´ en Oxchuc, Chiapas, siempre de llegar a la hora en que las amas de casa están
México, según la muestra encuestada en 2010. haciendo tortillas, por lo que se aprovecha que el comal
está caliente para prepararlos.
“Los niños son los que sacan más pué, los adultos casi no,
más chamaquitos adultos no, solo lo esperan que lleven Durante el recorrido de recolecta, se van localizando los
sus hijos lo llegan a comer, por ejemplo mi mama tiene arboles conocidos como hospederos; posteriormente el
bastantes nietos ellos van a sacarlo y le dan de comer, los recolector observa en el árbol la presencia del tapón (seda
niños lo enseñan, entre niños lo enseñan, porque ya viejos con aserrín) que recubre la entrada a la galería (Figura 5),
ya no van a querer ir a sacar ya de viejo nadie, son puros principal señal de la existencia del chanulte’. La cubierta
niños los que quieren” (Ana, 47 años) también denota el tamaño de la larva, ya que entre más
grande el tapón, será mayor el tamaño del insecto (según
Cuando llega el momento de ir a recolectar el chanulte’ medición de campo fluctúa entre seis y ocho centímetros
se realizan caminatas en terrenos familiares para evitar de diámetro):
problemas vecinales, ya que de lo contrario podrían provocar
conflictos entre grupos de la comunidad. Actualmente cada “Si lo miras que esta grande su nidito porque hace su
familia cuida celosamente sus reservas de bosque, debido tapadera en donde está su nidito, si lo miras que está muy
al gran valor que se le otorga a los recursos existentes grande es que el animalito está grande y si lo miras que
dentro de éste: está chiquitito esta chiquitito el animalito todavía; tiene
su chiste púe” (Ana, 47 años)

74 Etnobiología 11 (2), 2013.


López Gómez et al. Conocimiento tradicional y antropoentomofagía del Chanulte’ en Oxchuc, Chiapas, México.

lo escucha cuando estamos hablando, dicen, cuando me


enseñaron pues mis hermanos, no podemos hablar, dicen,
ya que lo escucha, y se emputan (enojan) de ahí cuando
empezaba a hacer mi desmadre cuando yo era chiquitito,
todo tiene su chiste este animalcito” (Baldomero, 20 años)

“Que no te mire, porque si te ve ya no sale, tiene miedo


también por eso te quitas para que no te mire” (Damián,
11 años).

Durante la espera, el recolector está pendiente del momento


en que el insecto asoma a la superficie; una vez afuera se le
atraviesa una espina, principalmente al nivel de la capsula
cefálica y se le extrae totalmente, depositándolo en un
morral, una bolsa de nylon o en un recipiente que contenga
agua (Figura 6), prefiriendo esta opción ya que se tiene la
idea de que así llega fresco a la cocina:

“Lo destapas y le pones un poquito de agua, y llevas tu espina


porque con espinas lo sacábamos o si no haces punta a tu
palito, cuando ya le meten el chorrito de agua adentro del
nidito y con esa agua va saliendo poco a poco y le meten
el palito en su cabecita, ya con eso lo sacan y lo meten en
su agua en el frasco, para que regrese vivo pué, porque si
no se muere sin agua, esta vez que fui vi que mis sobrinos
Figura 5 Tapa de aserrín y seda que construye el chanulte’ para cubrir su lo meten en el agua y se siguen moviendo no se mueren,
oquedad (contorno remarcado de rojo) en Oxchuc, Chiapas, México. Foto:
José Alfonso López-Gómez (2010) si va sin agua se mueren rápido” (Ana, 47 años)

Una vez localizada “la casita del chanulte’” se retira la


cubierta de aserrín y seda, y haciendo uso de una hoja de
árbol (generalmente del mismo hospedero) o un doblador
(bráctea seca de una mazorca de maíz) previamente se-
leccionado, se usa como embudo para verter agua dentro
del orificio. Otros prefieren llevar un popote y contener el
agua en la boca y después con la ayuda de éste vierten agua
en orificio. Esta acción se hace para obligar al chanulte’
a salir, se piensa que con ello la oruga sale, por tener sed
a beber agua.

Según las observaciones de campo, el tiempo que tarda


en aflorar a la superficie el insecto, depende del clima
del lugar: en lugares templados tarda entre uno a cinco
minutos; mientras en lugares cálidos tarda de uno a dos
minutos. Según los lugareños, durante este tiempo no se
puede tocar la base del árbol, hablar fuerte o estar a la vista
del insecto, de lo contrario “sentirá la mano”, “escuchará
ruidos” o “advertirá a la persona”, por lo que no saldrá:

“En uno sus dos tres minutos, a veces tarda […] Sí, quiere
paciencia, quiere paciencia, no creas que cuando le echas
agua ya sale, no, y dicen que si lo agarramos donde hay este Figura 6 Chanulte’ en agua después de haber sido recolectado por un
árbol, donde está y que no sale, dicen lo siente […] Es que poblador de Oxcuc, Chiapas, México. Foto: José Alfonso López-Gómez (2011).

75
Esta acción se repite las veces que sean necesarias, la Cuando son menos de diez larvas se hace un espacio de
colecta termina cuando se han obtenido la cantidad unos 10 por 20 centímetros en el fogón, cerca de las
suficiente de larvas (30 o más larvas en un buen día) llamas ahí se deposita la captura del día, moviéndose
o cuando por cansancio y apatía se da por terminada con una vara los insectos para evitar que se quemen. Ya
la tarea. Para la recolección del chanulte’ se necesitan “doraditos” y con una consistencia firme son retirados
materiales específicos (Tabla 1) que han cambiado con del fuego, para inmediatamente colocarse en una tortilla
el tiempo ya que nuevos instrumentos facilitan su a manera de taco. Se agrega sal al gusto y se acompaña
recolección con menos esfuerzo y menos tiempo con chile y un vaso de café; para este caso son los niños
quienes preparan la larva por considerarse una tarea
Se ha pasado de usar espinas de ch’ix te’ (Crataegus fácil y sin riesgos.
pubescens) o de otras especies, al uso de agujas capo-
teras, que cada niño conserva y guarda. Cuando son más de diez larvas, es común que se busque el
momento en que se preparan las tortillas, aprovechando
Los recipientes de cristal el agua para la extracción, el comal caliente para prepararlas. Generalmente es
ahora son de plástico como el pet, ya que pesan menos el ama de casa quien se encargada de ello. Deposita
y no se quiebran. los chanultes (chanulte’etik ) al comal moviéndolos
constantemente hasta que estén listos; entonces se
Tabla 1. Materiales requeridos para la recolección del chanulte’ en Oxchuc, hace la repartición entre las familias y el insecto sirve
Chiapas, México. Fuente trabajo de campo, 2010.
para acompañar al plato principal de la comida o se
degusta en tacos.

Al aparecer el sartén y el aceite comestible, una vez


caliente este, se coloca la captura del día y ya tostado se
come en tacos agregándole sal al gusto y ocasionalmente
chile seco y limón (Figura 7).

Se están sustituyendo las hojas de los árboles que sirven


como embudo por popotes de plástico e palillos huecos
de caramelos.

Del bosque al comal: formas de preparación del chanul-


te’. Una vez recolectado el chanulte’ (de cinco a más de
30) es preparado inmediatamente en cuanto llega a la
casa consumiéndose como complemento de la comida
principal o como aperitivo antes de ésta.

Cada familia tiene una manera específica prepararlo


y condimentarlo, incluso esto puede variar según el Figura 7 Chanulte’ friéndose en aceite, en una cocina de Oxchuc, Chiapas,
número de larvas recolectadas. Cuando la captura no ha México. Foto: José Alfonso López-Gómez (2010).
sido buena se simplifica el modo de preparación para no
gastar materiales y energía extra en cocinarlos; mientras Como puede verse las primeras formas son heredadas de
al obtener una mayor cantidad de larvas el grado de los abuelos, mientras que la segunda es relativamente
complejidad del procedimiento culinario aumenta. reciente ya que incluso la utilizan preferentemente
Por lo anterior se encontraron tres procedimientos quienes tienen estufas de gas.
culinarios de preparación de la larva, dos tradicionales
y uno moderno: El chanulte’ como parte de un menú más amplio. En el
apartado anterior se mencionaron las formas de prepa-

76 Etnobiología 11 (2), 2013.


López Gómez et al. Conocimiento tradicional y antropoentomofagía del Chanulte’ en Oxchuc, Chiapas, México.

ración y el número de larvas (30 o más larvas en un buen de su dieta, no obstante su bajo consumo por comida
día) recolectadas. Sin embargo es importante mencionar y de que la proteína pudiera ser obtenida de carne
que los insectos por si mismos no son suficientes para de otros animales aparece la justificación de que más
saciar el hambre durante una comida, amén de que son allá de satisfacer el hambre biológica y nutricional
altamente digeribles (Ramos-Elorduy y Pino-Moreno, (“alimentar”), satisface el hambre sociocultural (“comer”)
1989). Así mismo, considerando que la familia de Oxchuc destacando los entrevistados seis razones de este tipo,
está formada de cuatro a ocho integrantes la cantidad para consumir al chanulte’:
de insectos, al repartirse será relativamente pequeña,
entre quienes se reparte la captura: Las relaciones sociales. Según Contreras y Gracia
(2005) una comida es un medio universal para
“Se reparte y aunque sea un pedacito, solo para probar expresar sociabilidad, y en el caso del chanulte’ ésta
para que no quede con antojo el otro, no es necesario que se presenta al interior de la familia en el momento que
se dore en comal, a veces lo doran en la ceniza, después lo se reparten larvas entre cada integrante sin importar
limpian y lo parten en pedacitos” (Ana, 47 años) que tan minúscula sea la porción. Para los pobladores
lo importante es convivir y saborear el chanulte’ en
“A veces lo buscan pué, lo que traen cuatro, cinco, así como grupo:
son muchos pedacito dan y no se llenan” (Rosa María, 23
años) “Lo lleva en su casa lo come en su casa y lo reparte entre
unos sus 5 o 6 […] solo para probar para que no quede con
Con lo anterior surge la pregunta ¿Realmente el antojo el otro” (Ana, 47 años)
Oxchuquero satisface su hambre biológica con una
ración tan pequeña? ¿Queda satisfecho? Así mismo el proceso de recolección es una acción
colectiva reforzándose ahí las relaciones familiares y
Cuando se habla de antropoentomofagía, estos cuestio- comunitarias, así como el intercambio de conocimientos:
namientos surgen ya que los insectos recolectados por
una familia no siempre son gregarios o no se obtienen “Nos sirve para divertirnos con nuestros hermanitos, porque
en grandes cantidades. Este es el caso del chanulte’ nosotros salimos y nos divertimos mucho al buscar chanulte’”
donde cualquiera pensaría que su bajo consumo dejaría (Ernesto, 14 años)
un sentimiento de insatisfacción, sin embargo no es así,
ya que su ingestión tiene que ver con otros elementos, “Se van jugando a buscar (refiriéndose a la recolección del
siendo el primero la necesidad de tener mayor cantidad chanulte’) […] y así jugando es que se conocen más los
de comida y de manera indirecta una mayor aporte niños (refiriéndose a los lazos de amistad o familiares entre
nutricional como es el caso de aminoácidos esenciales los recolectores)” (Ana, 47 años)
(Vargas, 1997). Por ello el chanulte’ se integra a otros
alimentos, tales como el frijol, las tortillas, el café y el
chile (Figura 8):

“No, aparte comen frijol, así como a veces lo buscan pué, lo


que traen cuatro, cinco, así como son muchos pedacito dan
y no se llenan, se come frijol después” (Rosa María, 23 años).

“Se come frijol después, porque no te llena mucho…” (Damián,


11 años)

“El chanulte’ se acompaña con la comida o se come antes,


pero se tiene que acompañar de la comida formal para que
te llene durante el resto del día” (Juana, 51 años)

Causas socioculturales en el consumo del chanulte’ en los


pobladores de Oxchuc, Chiapas. Ante la pregunta clave
realizado a las familias con mayor posición económica Figura 8 Chanulte’ frito acompañado de chile, limón, tortillas y café, en
del municipio de porque no han eliminado al chanulte’ Oxchuc, Chiapas, México. Foto: José Alfonso López-Gómez (2010).

77
Las experiencias sensoriales que proporciona (sabor, “No da en otra parte, por ejemplo los de Chamula no da
textura y olor). Las experiencias sensoriales que provocan ahí, es que cada quien sus matitas que da ahí porque yo he
los alimentos están culturalmente establecidas; basta visto en Chamula son diferentes sus árboles, sus robles es
recordar las reacciones a olores, texturas y sabores de la diferente, no hay ahí no lo comen ahí porque no lo sabría
comida que pueden ser dispares según la cultura de que cómo preparar” (Ana, 47 años)
trate (Contreras y Gracia, 2005).Si bien todos poseemos
las papilas gustativas diseminadas por la lengua, el La transmisión del saber culinario y de recolección.
gusto depende del nivel de la cultura grupal (Cascudo Guelman (2006) menciona que los modos de alimentarse
citado por Nunes, 2007). Por ello es factible afirmar están fuertemente condicionados por el aprendizaje y
que el gusto sabor, la textura y aroma característicos es a partir de esta transmisión que el niño incorpora la
del chanulte’ sean transmitidos en el seno familiar, de mayoría de los hábitos y prácticas alimentarias de una
la manera como algunos sabores muy amargos como comunidad. Para el caso del chanulte’ es la socialización
el del cacaté (Oecopetalum mexicanum), la castaña del conocimiento en estos procesos lo que permite que
(Artocarpus sp.) y el chocolate sin azúcar son altamente la persona reconozca al insecto como un producto
agradables a la gente de esta región y desagradables a alimentario:
la población urbana más acostumbrada a los sabores
dulces: “De por si lo come, le enseño su abuelita dice, cuando estaba
viva su abuelita lo asaba” (Rosa María, 23 años)
“Lo como porque este gusanito es sabroso y es muy oloroso”
(Eleazar, 14 años) “Generalmente lo cocina nuestra mamá o alguien más
grandecito pués, hasta los más chiquititos a veces, van y
“Lo como por su sabor, y por su olor cuando está en el fuego, regresan a cocinarlos por eso se come […] pero es la mamá
se antoja” (Fredy, 14 años) quien enseña” (Baldomero, 20 años)

“Lo comen porque de niños sintieron el sabor, si mis hijos La asignación de valores nutricionales y su relación
fueran de nuevo a Oxchuc, lo comerían, porque cuando con la naturaleza. Para Contreras y Gracia (2005)
van comen, lo comen porque de chiquitos han sentido el algunos alimentos son entendidos como elementos del
sabor” (Juana, 51 años) entorno con los que el ser humano se relaciona y de
cuyo consumo se derivan lazos más estrechos con la
El sentido de pertenencia e identidad que otorga. naturaleza, en el caso del chanulte’ al ser considerado
Bertran (s.f.) menciona que la comida puede denotar como “alimento natural” o “alimento del lugar” es
sentido de pertenencia a un grupo, al igual que lo haría preferido por sobre otros productos cárnicos:
la vestimenta o la lengua. El consumo del chanulte’
otorga sentido de pertenencia (identidad) a un grupo “Al comer estos gusanitos, es una señal de que estás en
social, en este caso, no comerlo implica no ser totalmente contacto con la naturaleza, ya que a través de ellos nos
oxchuquero o indígena o aún menos pertenecer a la sustentamos” (Cesar, 21 años)
“raza”:
“No se sabe cómo está el toro, pura vacuna ese, puro vacuna,
“En mi familia como raza indígena que formamos y desde sus está inyectado para que no se enferme, no es así el gusano”
conocimientos mis abuelos los insectos que se comen son: (Ricardo, 77 años traducción del tseltal)
el chanulte’, sats’, chapulín de milpa” (Rosendo, 25 años)
“Mejor que coman esas cosas porque es de árbol pué, no
“Claro que lo como, soy de Oxchuc pués, por eso lo como, tiene nada más, por eso ya hay mucha enfermedad porque
yo como chanulte’ porque no me siento kaxlan (concepto ya no comen chanulte’, rata, tuza, todo ya lo perdieron”
peyorativo dado a los mestizos) y quienes ya no lo comen es (Ana, 47 años)
porque son alzados, se sienten kaxlanes, porque los kaxlanes
no comen, tienen miedo” (Damián, 18 años) El valor ancestral otorgado por la sociedad. El consumo
de muchos alimentos se sustenta también en el pasado
El consumo del chanulte’, también genera una identidad del grupo social (Contreras y Gracia, 2005), y pese a la
culinaria frente a otras culturas, y ésta surge a partir de la introducción de nuevos utensilios e ingredientes, aun se
confrontación con otros pueblos (el “otro”), así sean vecinos: valoran las enseñanzas de los abuelos y de los ancestros con
respecto al uso y conocimiento de recolección de la larva;

78 Etnobiología 11 (2), 2013.


López Gómez et al. Conocimiento tradicional y antropoentomofagía del Chanulte’ en Oxchuc, Chiapas, México.

por lo que consumir chanulte’ es considerado como legado poseedores del verdadero conocimiento, conocimiento que
cultural de la familia y del municipio, por ello se dice que compartieron gustosamente conmigo.
su consumo es herencia familiar:
Un agradecimiento muy especial a Henry E. Castañeda Ocaña
“Porque es nuestra tradición, porque así nos enseñaron y Alfonso Luna Gómez encargados del vivero de ECOSUR,
y nos heredaron nuestros antepasados, por eso se come” por el apoyo brindado en la identificación taxonómica de
(Juana María, 19 años) las muestras foliares.

“Si hemos comido en mi familia el chanulte’, no debemos LITERATURA CITADA


perderlo porque es comida típica para el pueblo que han
dejado nuestros abuelos” (Rogel, 18 años) Araujo, Y. y P. Beserra. 2007. Diversidad de invertebra-
dos consumidos por las etnias Yanomami y Yekuana
“No porque así me enseñaron mis padres y mis abuelos, y del Alto Orinoco, Venezuela. Interciencia. 32(5): Pp.
de donde soy, lo comen todos” (Ulber, 16 años) 318-323.
Bertran Vilá, M. s.f. “La alimentación indígena de Méxi-
Finalmente es de mencionarse que en el ámbito actual co como rasgo de identidad”. Disponible en: http://
de un mundo globalizado el consumo del chanulte’, lo www.ciesas.edu.mx/lerin/doc-pdf/Beltram-2.pdf.
mismo que otros insectos y hongos comestibles, así como de Bonfil Batalla, G. 1989. México profundo una civiliza-
fauna y plantas silvestres siguen representando una forma ción negada. Grijalbo. México.
de resistencia gastronómica y cultural donde si bien han Chacón, S. H. A. 2007. La construcción de los agroeco-
entrado principalmente nuevos productos industrializados la sistemas a base de Arsenura armida armida (Cra-
población sigue considerando, por lo ya dicho en el párrafo mer, 1979) (Lepidoptera: Saturnidae: Arsenurinae).
anterior el consumo de los alimentos tradicionales como Tesis de Maestría. UNACH. Facultad de Ciencas
parte de su identidad. Agronómicas. Campus V. México.
Contreras Hernández, J. y M. Gracia Arnáiz. 2005. Ali-
CONCLUSIONES mentación y cultura. Perspectivas Antropológicas.
Ariel. España.
Partiendo del hecho de que el consumo de chanulte’ en Costa-Neto, E. M. 2002. Manual de Etnoentomología.
Oxchuc, Chiapas, está asociado a (1) las relaciones sociales, (2) Manuales y Tesis. Sociedad Entomológica Aragone-
las experiencias sensoriales (olor, sabor y vista), (3) el sentido sa. España.
de pertenencia, (4) la transmisión del saber culinario y de Costa-Neto, E. M. y Ramos-Elorduy, J. 2006. Los insectos
recolección, (5) la asignación de valores nutricionales y la comestibles de Brasil: etnicidad, diversidad e impor-
relación con la naturaleza, y (6) el valor ancestral otorgado tancia en la alimentación. Boletín Sociedad Ento-
socialmente, se concluye que la antropoentomofagía es mológica Aragonesa. 38: 423-442.
un fenómeno biocultural, que tiene dos niveles: 1) “el De Garine, I. 1999. Antropología de la alimentación: en-
alimentarse” entendido como la apropiación de nutrimentos, tre naturaleza y cultura. Pp. 13-14 En: Alimentación
vitaminas y minerales que poseen los insectos ayudando y cultura: Actas del Congreso Nacional, 1998. Espa-
al buen funcionamiento del cuerpo humano (consumo ña: Museo Nacional de Antropología.
biológico), y 2) “el comer”, entendido como la apropiación Flores, F. 2000. Cocina exótica de Chiapas. Cocina Indí-
simbólica del alimento que surge a partir del consumo de gena y popular 45. CONACULTA. México.
insectos que hace una cultura en particular en un contexto Gómez Ramírez, M. 1991. Ofrenda de los ancestros en
histórico y geográfico determinado (consumo cultural). Oxchuc. Serie nuestros pueblos. Gobierno del Estado
Con esto esperamos otorgar al concepto una dimensión de Chiapas y Consejo Estatal de Fomento a la Inves-
más incluyente donde el “etnos” y el “bios” propios de la tigación y Difusión de la Cultura. Instituto Chiapa-
etnoentomología están presentes. neco de Cultura. México.
Gómez, B. y R. Jones. 2002. Manual de Métodos de Co-
AGRADECIMIENTOS lecta Entomológica. El Colegio de la Frontera Sur -
Universidad Autónoma de Querétaro. México.
Un agradecimiento muy en especial a Baldomero Sántiz, Doña Gómez, B., A. Castro, C. Junghans, L. Ruiz y F. J. Villalo-
Ana Méndez, Doña Juana Gómez, Don Ricardo Gómez, Doña bos. 2000. Ethnoecology of White Grubs (Coleopte-
Lucia Sántiz y al pequeño Damián López; y todos aquellos ra: Melolonthidae) among the Tzeltal Maya of Chia-
que ayudaron a la realización de este trabajo. Todos ellos pas. Journal of Ethnobiology. 20 (1): Pp. 43-59.

79
Gracia Arnaiz, M. 2000. La complejidad biosocial de la do de vitaminas de algunos insectos comestibles de
alimentación humana. Zainak. 20: 35-55. México. Journal of the Mexican Chemical Society.
Guelman, L. R. 2006. La conducta humana en un con- 45 (2): Pp. 66-77.
texto evolutivo. Psicofarmacología. 36: 08-14. Ramos-Elorduy, J. y J. M. Pino-Moreno. 1989. Los in-
Harris, Marvin. 1978. El desarrollo de la teoría antro- sectos comestibles en el México antiguo. Estudio
pológica. Una historia de las teorías de la cultura. etnoentomológico. AGT. México.
España. Siglo XXI. Ramos-Elorduy, J. y J. M. Pino-Moreno. 2009. Alcance
Junghans, C. y B. Gómez. 2007. Entomofagía y cono- y significado del valor nutritivo de insectos comes-
cimiento tradicional de la bioecologia de larvas de tibles de México. I Simposio Nacional de Antro-
Phassus sp., en comunidades mames del Volcán Ta- poentomofagía: beneficios e desafios do uso de in-
caná. Resúmenes del VI Congreso Nacional de Etno- setos como alimento. Universidade Estadual de Feira
biología, celebrado del 19-23 de Marzo de 2007 en de Santana.
AEM. México. Ramos-Elorduy, J., J. M. Pino-Moreno y J. Morales. 2002.
Junghans, C. y B. Gómez. 2009. Percepción de la an- Análisis químico proximal vitaminas y nutrimentos
tropoentomofagía y el conocimiento de los insec- inorgánicos de insectos consumidos en el Estado
tos comestibles entre jóvenes tzeltales de Tenejapa, de Hidalgo, México. Folia Entomológica Mexicana,
Chiapas. Resúmenes del VII Mexicano de Etnobiolo- 41(1): 15-29
gía (VII CME) y del 1er Congreso Latinoamericano de Ramos-Elorduy, J., José Muñoz y J. Manuel Pino. 1998.
Etnobiología (ICLE), celebrado del 2-6 de Noviembre Determinación de minerales en algunos insectos co-
de 2009 en Pachuca, Hidalgo. México. mestibles de México. Jurnal of the Mexican Chemi-
Kansho Almazara, E. 2005. De viandas y brebajes. La Co- cal Society. 42 (1): 13-33.
cina prehispánica. Contactos, 55: 42-45. Reyes Castillo, P. y E. Montes de Oca. 1997. La Fauna:
Llorente, J. y S. Ocegueda. 2008. Estado de conocimien- Una maravilla de las maravillas naturales de Méxi-
to de la biota de México. En: J. Soberón, G. Halffter co. En: E. Florescano (Coord.) Patrimonio cultural de
y J. Llorente (eds.) Capital natural de México, Vol. México I, pp: 160-192. México: CONACULTA y FCE.
I: Conocimiento actual de la biodiversidad. México: Sánchez Salinas, S. 2009. Conocimiento tradicional del
Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la aprovechamiento y consumo de insectos en la ca-
Biodiversidad. becera municipal de Simojovel de Allende, Chiapas,
Mayorga M., F. y A. F. Sánchez. 2000. Recetario indígena México. Tesis de Maestría. ECOSUR. México.
de Chiapas. CONACULTA. México. Siverts, H. 1969. Oxchuc, una tribu de México. Ediciones
Nunes dos Santos, C. 2007. Somos lo que comemos. especiales: 52. Instituto Indigenista Interamericano.
Identidad cultural, hábitos alimenticios y turismo. México.
Estudios y Perspectivas en Turismo. 16: 234-242. Toledo, V. 1997. La diversidad ecológica de México. En:
Ortiz Gómez, A. S., V. Vázquez García y M. Montes E. Florescano, E. (coord.). El patrimonio nacional de
2005. La alimentación en México: Enfoque y visión a México, I, México: FCE, CONACULTA. México.
futuro. Estudios Sociales. 13(25): 8-34. Vargas, L. A. 1997. Un banquete de la cocina Mexica-
Pagaza-Calderón, E. M, M. S. Gonzalez-Insuati, R. M. Pa- na. En: E. Florescano (Coord.) Patrimonio cultural de
checo-Olvera y M. T. Pulido. 2006. Importancia cul- México II, Pp. 266-288. México: CONACULTA y FCE.
tural, en función del uso, de cinco especies de artró- Viesca González, F. C. y A. T. Romero Contreras. 2009. La
podos en Tlacuilotepec, Puebla, México. Sitientibus Entomofagía en México. Algunos aspectos cultura-
Série Ciências Biológicas 6 (Etnobiologia): 65-71. les. El Periplo Sustentable. Turismo y Desarrollo. 16:
Perfiles municipales. 2007. En: http://www.ceieg.chia- 57-83.
pas.gob.mx (Consultado el 12 de enero del 2011).
Ramos-Elorduy de Conconi, J. 1987. Los insectos como
fuente de proteínas para el futuro, 2ª ed. LIMUSA.
México.
Ramos-Elorduy, J. 2009. La antropoentomofagía y las
culturas. Trabajo presentado en I Simposio Nacional
de Antropoentomofagía: beneficios e desafios do
uso de insetos como alimento. Universidade Estadual
de Feira de Santana.
Ramos-Elorduy, J. y J. M. Pino-Moreno. 2001. Conteni-

80 Etnobiología 11 (2), 2013.


NOTICIA
DECLARACIÓN DE QUITO SOBRE EL DIÁLOGO DE SABERES
ENTRE CONOCIMIENTOS DIVERSOS

Nosotros, las y los participantes en el Simposio Internacional Unidas de los Derechos de los Pueblos Indígenas (2007),
sobre el Desafío del Diálogo de Saberes en los Estado el Plan Estratégico sobre Biodiversidad 2011-2020 (2010)
Plurinacionales, realizado en Quito, Ecuador, del 15 al 19 y el Código de Conducta Ética Tkarihwaiéri (2010), entre
de abril de 2013, hemos intercambiado ideas y discutido muchos otros de carácter temático y sectorial.
propuestas sobre la necesidad de apoyar e impulsar la
revitalización y promoción de los Conocimientos ancestrales Reconocemos que los Conocimientos Tradicionales y las
de los pueblos originarios de América Latina y el Caribe. lenguas ancestrales están vigentes, son de carácter colectivo
e integral, forman parte de la cosmovisión de los pueblos,
Representantes de Ecuador, Italia, Argentina, Brasil, que son tradicionales por su forma de transmisión, y que
Colombia, Chile, Estados Unidos de América, México, su existencia se debe hoy a que los pueblos han decidido
Perú y Puerto Rico, además de exponer y compartir la revitalizarlos, protegerlos, difundirlos e innovarlos por su
situación de los Conocimientos tradicionales en nuestros utilidad actual y futura para contribuir a la resolución de
países y de su relación con la Pachamama, los idiomas, la los grandes problemas de la humanidad como la alimen-
diversidad cultural, la salud, la alimentación, la educación, tación, la salud, la conservación del ambiente, el manejo
la biodiversidad, las relaciones de género y generación, de la biodiversidad y la agrodiversidad, la educación, la
el desarrollo endógeno sustentable, la espiritualidad, lo convivencia social y muchos otros.
sagrado y la cosmovisión de los pueblos.
Convencidos de que los Conocimientos Tradicionales y las
Además, hemos podido conocer los esfuerzos que diversos lenguas ancestrales son puntales para el desarrollo de la
países de la región han hecho para establecer políticas Interculturalidad entre los pueblos y por tanto del Diálogo
públicas de apoyo a los Saberes ancestrales e inclusión de Saberes; además de que los Conocimientos Tradicionales
social para la construcción del Buen vivir,, como en el y los Conocimientos Científicos son patrimonio de la cultura
caso del Ecuador. universal de todos los seres humanos y agradeciendo la
convocatoria y a las entidades organizadoras, se toman
Se ha compartido también en estos cinco días de sesiones, las siguientes resoluciones:
la importancia de numerosos convenios y documentos
internacionales que reconocen, protegen e impulsan los 1. Hacer un llamado a los pueblos originarios, a las
Conocimientos tradicionales, los que además de ser ley en universidades, centros de investigación, gobiernos
nuestros países, instan a establecer puentes de contacto y ONGs a promover la revitalización y uso de las
y colaboración entre conocimientos científicos y tradi- lenguas ancestrales y el diálogo entre los sistemas de
cionales, tales como: la Declaración de Alma Ata sobre conocimientos a nivel local, nacional y regional.
Atención Primaria de la Salud (1978), el Convenio 169
de la Organización Internacional del Trabajo (1989), el 2. Hacer un llamado a los gobiernos y cámaras legislativas
Convenio sobre la Diversas Biológica (1992), los documentos de nuestros países para que, establezcan e implementen
del Consejo Internacional de Ciencias “Declaración sobre políticas públicas así como leyes y normativas de
la ciencia y el uso del saber científico” (1999), así como carácter transversal que revitalicen, protejan y apoyen
en el denominado “Ciencia, conocimiento tradicional a los Conocimientos tradicionales y fortalezcan el
y desarrollo sustentable” (2002), los documentos de la, talento humano para la construcción de las Sociedades
UNCTAD, la OMPI y la OMC, la Declaración de las Naciones de conocimientos en América Latina.

81
3. Fundar la Red Latinoamericana para el Diálogo de
Saberes entre Conocimientos diversos.

4. Promover la participación de un grupo de representan-


tes de la Red en el próximo Foro Mundial de la Ciencia
que se celebrará en Río de Janeiro en noviembre de
2013, para posicionar el tema del Diálogo de saberes
entre Conocimientos diversos.

5. Realizar el segundo Simposio Internacional sobre


el Desafío del Diálogo de Saberes en los Estados
Plurinacionales, en México, en el 2014.

Aprobado por aclamación

Quito, Ecuador, 19 de Abril de 2013

82
Etnobiología 11 (1), 2013
EL LIBRERO
En esta sección presentaremos libros y publicaciones recientes sobre temas etnobiológicos y sus relativos, además se
recomienda consultar la página web de la revista.

Elaborada con la colaboración de Arantxa Ortiz, Brisa Mejía e Iván Mederos (Antropología Social, UAEM).

SECCIÓN REVISTAS:
Antípoda. Revista de antropología y arqueología. 2011. No. 13: “Antropología Biológica y
Zooarqueología Desdibujando Barreras Disciplinares”. Universidad de los Andes, Facultad de
Ciencias Sociales, Bogotá, Colombia. Consultar en: http://antipoda.uniandes.edu.co

Síntesis. En su número 13, Antípoda, se propone ampliar la discusión sobre los diferentes campos de
nuestra disciplina. El reconocimiento de los aportes de investigaciones no directamente relacionadas
con la antropología social y cultural, pero que de manera permanente la influyen, es el objeto de
este número. Entre estos aportes se destacan aquellos hechos por la antropología biológica y la
zooarqueología, los cuales, tal y como lo señalan nuestros editores invitados, Elizabeth Ramos Roca
y Luis Borrero, en su significativa representación, al involucrar aspectos tanto sociales como biológicos, permiten avanzar
en la comprensión de las sociedades humanas. (Datos de la cuarta de forros).

Revista Etnoecológica (2ª Época), 2012. Volumen IX. Red de Etnoecología y Patrimonio Biocultural
(CONACYT, México).

Síntesis. El primer número de la revista Etnoecológica vio la luz en 1992, “un año lleno de significados,
celebraciones y premoniciones”. Las secciones que conforman a Etnoecológica son: artículos, voces,
notas, debate, reseñas y noticias. El artículo inaugural de esta segunda época de Etnoecológica, a
cargo de Victor M. Toledo y Pablo Alarcón- Chaires aborda el panorama, los avances y retos de la
Etnoecología en nuestros días. Por su parte, Diana Lope-Alzina y Patricia Howard, con base en una
extensa revisión de literatura, describen y analizan con profundidad la estructura, composición y
funciones de los huertos familiares de la Península de Yucatán, México.

Son dos aportaciones que conforman a la sección: voces: la de Manuel Bolom Pale sobre identidad, espiritualidad y ética de
los tsotsiles de Chiapas y la de la asociación internacional sin fines de lucro Tree of Life Guardianship (Guardianes del Árbol
de la Vida) que destaca el concepto de Umbilicus como el estudio de las interacciones entre cosmovisión, conocimientos
y prácticas.

Geraldine Patrick redactó un texto para reconectarnos con la comunidad planetaria en el que propone tres pasos y trece
principios inspirados en los pueblos originarios. En otro tenor, en esta misma sección de Breves se publica un obituario de
nuestro amigo y colega Jan de Vos. Arturo Argueta ofrece dos reseñas: la primera se refiere al libro de Philippe Descola titulado
Par- delá la nature et culture (más allá de la naturaleza y la cultura) y la segunda es sobre la Etnobiología y la Etnoecología
en el Brasil actual. En este mismo tenor, Emma Romeu comenta el libro Biodiversidad en México: inventarios, manejos,
usos, informática, conservación e importancia y Benjamín Ortiz Espejel refiere ampliamente el libro Saberes colectivos y
diálogo de saberes. Para completar este número se encuentra la sección de noticias. (Información tomada de la editorial).

83
Revue d’Ethnoécologie (continuación de JATBA - Revue d’ethnobiologie). Volumen 2012 (2).
«Contribution de la biodiversité à l’alimentation / Contribution of biodiversity to food and nutrition»
Edite: Françoise Aubaile et Ricardo Ávila Palafox. Muséum national d›Histoire naturelle (Paris, Francia).

Revue semestrielle en ligne (http://ethnoecologie.revues.org/72)

Synthèse. Ce numéro réunit une partie des communications présentées au 26th Symposium of the International Commission
for the Anthropology of Food (ICAF) of the International Union of Anthropological & Ethnological Sciences (IUAES), à Paris
en décembre 2009.

Une deuxième partie paraîtra dans un dossier du numéro 3 de la Revue d’Ethnoécologie, et une troisième partie dans la
collection Estudio del Hombre, éditée par l’Université de Guadalajara (Mexique). (Información de la página web).

SECCIÓN LIBROS:

Sonia Archilla, Marco Giovannetti y Verónica Lema. (Compiladores). Arqueobotánica y teoría


arqueológica: discusiones desde Suramérica. Universidad de los Andes, Facultad de Ciencias
Sociales- CESO, Departamento de Antropología, 2008.

Síntesis. La cuarta reunión internacional de teoría arqueológica en América del Sur, celebrada
entre el 3 y 7 de Julio del 2007, en Catamarca (Argentina), constituyo un escenario de discusión
relevante sobre el estado actual de los aspectos teóricos presentes en la práctica arqueobotánica en
América del Sur. Este conjunto de discusiones se materializo en la mesa de discusión “¿integración
o especificidades disciplinares? La arqueobotánica en la encrucijada teórica”, siendo esta la primera
reunión de este tipo celebrada en Suramérica. La reunión constituyo un espacio de reflexión plural
y abierto donde investigadores procedentes de varios países de Suramérica propusieron, escucharon y discutieron nuevas
perspectivas. La mayoría de los trabajos presentados se incluyen en esta publicación. (Datos de la cuarta de forros).

Raúl Valadez Azúa, Christopher M. Götz y Velia V. Mendoza. El perro pelón, su origen, su historia,
Universidad Autónoma de Yucatán, Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de
Investigaciones Antropológicas, 2010.

Síntesis. Este es un libro que explica de manera sencilla los principales puntos que hay que considerar
a partir de las investigaciones de los autores para comprender el desarrollo de este peculiar perro,
levantando en cada tema los velos que existían para comprender su naturaleza y su interacción son
diversas culturas precolombinas latinoamericanas. (Datos de la cuarta de forros).

Arturo Argueta Villamar; Eduardo Corona-M. y Paul Herch (coords.). Saberes Colectivos y Diálogos
de Saberes en México. Universidad Nacional Autónoma de México, Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias,
Universidad Iberoamericana/ Puebla, 2011.

Síntesis. Esta obra ofrece una visión de conjunto de los múltiples saberes colectivos de los pueblos indígenas y campesinos
de México, desde diversos enfoques, perspectivas, revisiones históricas y estudios de caso.

En su tenaz persistencia, estos saberes siguen esperando una respuesta, sería y respetuosa por parte del mundo académico
e institucional, que permita un diálogo de saberes con el cual se pueda perfilar un nuevo horizonte para el país. ¿Seremos
capaces de construir ese diálogo intercultural y contribuir con ello, como lo anticipó Guillermo Bonfil Batalla, a que el
México profundo retome su iniciativa histórica?

84 Etnobiología 11 (2), 2013.


El Librero

Sin duda esta obra, en su conjunto, es de una gran pertinencia, relevancia y actualidad para el movimiento indígena nacional
y los pueblos indígenas en general, al poner en la mesa de la discusión teórica metodológica y política de los saberes indígenas
y el diálogo de saberes, dos temas de enorme resonancia no sólo para la academia, sino también para el resto de los actores
sociales e institucionales. (Datos de la cuarta de forros).

Miguel Briones-Salas, Antonio Sánchez Vázquez, Alfonso Aquino Mondragón, Tania M. Palacíos-
Romo y Yazmín del Mar Martínez Ayón. Estudios del Jaguar en Oaxaca. Oaxaca, México, 2011.

El jaguar (Panthera onca), especie carismática de Oaxaca, y en general de toda Mesoamérica desde
la época prehispánica, del cual se tienen reportes en los últimos cinco años de avistamientos,
ataques a ganado e incluso caza en comunidades rurales del estado, pero que para la comunidad
científica solo está documentada su presencia en áreas localizadas de los Chimalapas, la Chinantla
y la Sierra Norte, por lo que gran parte de Oaxaca se considera territorio desconocido respecto a
la presencia y distribución del jaguar.

Con el fin de aportar datos que subsanen la carencia de información técnica y, sobre todo, para divulgar entre los habitantes
del estado de Oaxaca los datos recientes sobre la distribución del jaguar, enriquecido con el papel que este felino juega y ha
jugado en la historia de los pueblos locales, se publica el presente libro, esperando que llegue a habitantes del estado más
biodiverso de México y que sirva a los mismos para encauzar proyectos de investigación, conservación y de aprovechamiento
sustentable de los recursos naturales, de bajo impacto al ambiente y a las poblaciones silvestres.

Pero ese es uno de los varios propósitos del libro, otro, no menos importante, el presentar a los habitantes de las áreas
urbanas la importancia que tiene el mantener áreas con cobertura vegetal original en buen estado, con el fin de elevar la
conciencia ambiental y el respeto a los recursos naturales en general. Esperemos, también, que las comunidades rurales
vean reflejados los resultados de sus esfuerzos de conservación para que mantengan el interés, acreciente su conocimiento
y puedan transmitir las prácticas de aprovechamiento sustentable de su territorio a las generaciones futuras. (Datos de la
cuarta de forros).

Rafael, Monroy Martínez, Alejandro García Flores, José Manuel Pino Moreno, Rafael Monroy Ortiz
(Editores). Etnozoología: un enfoque binacional México- Colombia. Cuernavaca, Mor. Universidad
Autónoma del Estado de Morelos. Centro de Investigaciones Biológicas, 2011.

Síntesis. Este libro contiene los trabajos presentados en el Simposio etnozoología, un enfoque
multidimensional, en el marco del III Congreso Colombiano de Zoología organizado exitosamente
por la Sociedad Colombiana de Zoología en la Ciudad de Medellín Colombia en 2010. El objetivo
fue discutir la metodología de la investigación etnozoológica a partir de experiencias locales para
construir indicadores susceptibles de ser integrados a políticas públicas de manejo y conservación,
que coadyuven a mitigar la pobreza y conservar los recursos faunísticos de las comunidades
originarias de México y Colombia.

La visión de los escritos acoge el propósito de considerar las dimensiones económica, social y las interrelaciones en el
territorio. Al mismo tiempo, algunos autores replantean que el uso y aprovechamiento de éste recurso sistematizado sirva
como base en la elaboración e instrumentación de políticas públicas útiles para el funcionamiento ambiental nacional
(Información tomada del prólogo).

85
Elizabeth Ramos Roca y Catalina Zorro Lujan. Osteología comparada entre Trachemys callirostris
(hicotea) y Chelonoidis carbonaria (mocorroy) Guía para la identificación de restos óseos. Universidad
de los Andes. Facultad de Ciencias Sociales-CESO. Kimpres Ltda. 2011.

Síntesis. Este libro es el resultado de una investigación detallada sobre la osteología de la hicotea
(Trachemys callirostris callirostris) y la morrocaya o morrocoy (Chelonoidis carbonaria), motivado
por la necesidad de identificar de manera certera en las especies los múltiples fragmentos de
tortugas que recuperamos con frecuencia en las excavaciones de los sitios arqueológicos. Este nivel
de detalle se justifica, ya que sólo así es posible derivar de tales estudios información valiosa sobre
aspectos tan fundamentales para la reconstrucción de las trayectorias humanas, como la interacción entre los humanos y
el medio ambiente, la historia biogeográfica de las distintas especies y, en general, los patrones culturales asociados con
los usos o la apropiación de la fauna. El estudio óseo comparativo entre las dos especies de tortugas que aquí se presenta
busca brindar apoyo a la investigación zooarqueológica, al tiempo que servir como guía de referencia para investigaciones
sobre la osteología de los reptiles en general y, por lo tanto, de relevancia para otros campos del conocimiento, como la
biología. (Datos de la cuarta de forros).

Laura Miotti, Mónica Salemme, Nora Flegenheimer, Ted Goebel (editores). Southbound, late
Pleistocene peopling of Latin America, Center for the Study of the First Americans, Department of
Anthropology, Texas University, 2012.

Síntesis. El libro consta de 3 partes: modelos de poblamiento y Bioantropología (pp: 9-45);


Arqueología de los hombres tempranos en Suramérica (pp: 53-177); Paleoambientes de América
Latina (pp: 179- 197).

En este volumen se publican 36 trabajos de autores de 4 países, Argentina, Chile, Brasil y México, en
el que se actualizan las investigaciones en torno a la existencia temprana del hombre en Suramérica,
98 científicos con estudios en las ciencia cuaternaria, arqueología y antropología pretenden responder al menos en parte
las preguntas en torno a la colonización ¿dónde estuvieron los primeros habitantes del continente europeo? ¿Cuándo
llegaron? ¿Qué rutas siguieron desde su lugar de origen? ¿Cuándo tiempo les llevo completar esta tarea? (Datos tomados
del índice y la cuarta de forros).

Lorena E. Mirambell (Coord.), Rancho “La Amapola”, Cedral, un sitio arqueológico-paleontológico


Pleistocénico- Holocénico con restos de actividad humana. INAH, México, 2012.

Síntesis. Conformado por diez ensayos interdisciplinarios, la presente obra ofrece un panorama
amplio y detallado sobre el Cuaternario- periodo que comenzó hace unos dos millones de años y
que se caracteriza por la aparición del hombre y la alternancia de lapsos templados y glaciales-, en
un sitio arqueológico que se localiza en el actual estado de San Luis Potosí.

Al abarcar aspectos tanto geológicos como ambientales, estos textos conforman un rico tapiz cuya
trama comprende desde estudios básicos para la comprensión del área, como los referidos a estratigrafía, sedimentos y
fechamientos realizados gracias a la técnica del radiocarbono, hasta aquellos especializados en el estudio de la flora y fauna
características de la zona, gracias a los cuales se prueba, de manera concluyente, la presencia del hombre en México desde
hace más de 31 000 años. (Datos de la cuarta de forros).

86 Etnobiología 11 (2), 2013.


El Librero

Bertus Haverkort, Freddy Delgado Burgoa, Dersha Shankar y David Millar, Hacia el diálogo inter-
científico Construyendo desde la pluralidad de visiones de mundo, valores y métodos en diferentes
comunidades de conocimiento, 1ª edición, 2013, AGRUCO, Bolivia.

Síntesis. Este libro presenta diferentes formas de generación de conocimiento de comunidades en


países de todo el mundo: Ghana (conocimiento ancestral de los grupos étnicos Dagaba y Gruni),
la India (ciencias clásicas de la salud: Ayurveda), Bolivia (Pacha céntrico, en el conocimiento de
comunidades aymaras y quechuas de los Andes) y Países Bajos (investigación general sobre la papa,
de la Universidad y Centro de investigación de Waheningen).

La presentación se realiza desde la propia perspectiva de los actores de los conocimientos, describiendo sus visiones y formas
de aprendizaje, los valores dominantes, el conocimiento acumulado por las comunidades de conocimiento y las formas en
que estas comunidades están de acuerdo sobre la validez de sus conocimientos.

Los autores buscaron la manera de explicar las diferentes formas de construcción de las ciencias a través de la articulación
de sus cimientos y fundamentos, la exploración de sus fortalezas y debilidades, observando las posibilidades de mejorar
desde lo endógeno, la educación intra-e intercultural y el diálogo de saberes entre la ciencia endógena y la occidental para
conducir a la co-creación conjunta de una pluralidad de ciencias.

El mundo actual presenta restos complejos como la degradación natural ambiental y el cambio climático. La población en
el mundo demanda cada vez mayor alimentación. Por tanto, es necesario la revisión de los fundamentos de nuestro sistema
económico mundial, luchar contra los problemas de la pobreza y la salud, crear paz y seguridad y satisfacer la demanda de
energía y materias primas. Tendremos que recurrir a todos los recursos disponibles para hacer frente a estos desafíos, como
la riqueza del conocimiento endógeno que ha servido a muchas sociedades durante miles de años. Una pluralidad de ciencias
presenta mejores opciones para hacer frente a la pluralidad de problemas globales y para la mejora de la sostenibilidad de
la civilización.

El libro está dirigido a estudiantes, científicos, responsables políticos del mundo y para los que estén interesados en la
dimensión internacional e intercultural d la ciencia, la transdisciplinariedad, la pluralidad científica y la co-creación de las
ciencias. (Datos de la cuarta de forros).

87
DIRECTORIO
MESA DIRECTIVA AEM 2012-2014
Presidencia Vocalía Coordinaciones Regionales
Arturo Argueta Villamar, CRIM-UNAM Marco A. Vázquez Dávila, ITVO

Primer Vicepresidencia Vocalía de vinculación con Latinoamerica


Abigaíl Aguilar, Herbario-IMSS Ramón Mariaca, ECOSUR

Segunda Vicepresidencia Vocalía de vinculación con Profesores


Eréndira J. Cano Contreras, ECOSUR Claudia González Romo, UAT

Secretaría Vocalía de vinculación con Estudiantes


Ángel Moreno Fuentes, UAEH Rodrigo Martínez Peña, UAEH

Tesorería Vocalía de vinculación con organizaciones comunitarias


Rosalba Galván, ITH Elda Miriam Aldasoro Maya

Vocalía Revista Etnobiología Vocalía página web


Eduardo Corona-M., INAH Griselda Nallely Hernández Rico

Vocalía de Gestión Vocalía IX Congreso


Gustavo Valencia, IPN Dídac Santos-Fita, Eréndira J. Cano Contreras, Felipe Ruan
Soto y Ramón Mariaca Méndez, ECOSUR

MESA DIRECTIVA SOLAE 2012 - 2015

Presidente Segunda Secretaria


Arturo Argueta Villamar Ingrid Paola Mojica
Vicepresidente Primera Tesorera
Bibana Vilá Abigail Aguilar Contreras
Primer Secretario Segunda Tesorera
Eraldo Medeiros María Edith López Villafranco

REPRESENTACIONES SOLAE

Ana Ladio Argentina


Tania González Rivadeneira Ecuador
Armando Medinaceli Bolivia
Juan Martín Dabezies Uruguay
Ana Paula Glinfskoi Thé Brasil
Viviana Maturana Chile
Mauricio Vargas Clavijo Colombia
Rafael Monroy México
Milca Tello Villavicencio Perú
Mercedes Castro Venezuela
Melanie Congretel Francia

La Asociación Etnobiológica Mexicana (AEM), la Sociedad Latinoamericana de Etnobiología (SOLAE) y la Revista Etnobiología
agradecen a la Red Nacional de Etnoecología y Patrimonio Biocultural, Red Nacional Temática del CONACYT, el apoyo para la
edición de este número.
CONTENIDO

COLECCIONES ETNOENTOMOLÓGICAS COMUNITARIAS: UNA PROPUESTA CONCEPTUAL Y METODOLÓGICA 1


Elda Miriam Aldasoro Maya, Arturo Argueta Villamar

LOS ARTRÓPODOS UTILIZADOS EN LA MEDICINA TRADICIONAL MAYA MENCIONADOS EN LOS LIBROS DE CHILAM
BALAM DE CHAN CAH, TEKAX Y NAH E IXIL 16
Diana Cahuich Campos

LOS ARTRÓPODOS MEDICINALES EN TRES FUENTES NOVOHISPANAS DEL SIGLO XVI 24


Rafael Serrano González, Fernando Guerrero Martínez, Yohalli Pichardo Barreiro y Rafael Serrano Velázquez

SAÁK´: SÍMBOLOS Y METÁFORAS DE UN FENÓMENO NATURAL EN EL ÁREA MAYA PREHISPÁNICA 35


Fabio Flores Granados

LA “ABEJA DE MONTE” (INSECTA: APIDAE, MELIPONINI) DE LOS CHOLES DE TACOTALPA, TABASCO: CONOCIMIENTO
LOCAL, PRESENTE Y FUTURO 47
Eréndira Juanita Cano Contreras, Chrystian Martínez Martínez y Carlos César Balboa Aguilar

UNA MIRADA LOCAL DE LOS ARTRÓPODOS EN YUCATÁN, MÉXICO 58

Miguel Ángel Pinkus Rendón

CONOCIMIENTO TRADICIONAL Y ANTROPOENTOMOFAGÍA DEL CHANULTE’ EN OXCHUC, CHIAPAS, MÉXICO. 69


José Alfonso López Gómez, Ramón Mariaca Méndez, Benigno Gómez y Gómez

NOTICIA DECLARACIÓN DE QUITO SOBRE EL DIÁLOGO DE SABERES ENTRE CONOCIMIENTOS DIVERSOS 82


EL LIBRERO 84

ASOCIACIÓN ETNOBIOLÓGICA MEXICANA, A.C.


SOCIEDAD LATINOAMERICANA DE ETNOBIOLOGÍA

También podría gustarte