Sabiduría
Sabiduría
Sabiduría
En esta ocasión quiero hacer una muy pertinente y necesaria aclaración, dentro de lo que
comprende la comprensión inicial de la SH. Se trata, pues, del famoso adagio que citan muchos
viryas al momento de enfrentarse con el desafío sobrehumano que requiere la obra de Nimrod
de Rosario a nivel metafísico como MARCIALIDAD ESOTÉRICA, tanto como el desafío bien
humano y perfectamente posible que supone, antes de lo primero, LEER tal obra mágica y
mística. En efecto, se ha creado últimamente un ambiente dentro del estudio de la SH, que
pretende declarar que para “entender” lo que es la “Sabiduría” o la “Espiritualidad”
hiperbóreas, no es menester crear o presentar condicionamientos ni exigencias de ninguna
índole y que, y aquí viene el dicho deformado y malentendido, “el camino de la Liberación es
único para cada virya”. Esta deformación que aclararemos a continuación de forma breve y
clara, como siempre, está aunado por diversos sujetos y personajes que al no poder
enfrentarse de FRENTE con la Verdad de la SH, que es la verdad del Espíritu del Hombre
encadenado, su inconsciente (cuando no su consciente bien enterado y decidido a lo que hace
por traición y debilidad) le remite a crear una fabulación en donde se rebaja a la SH, CIENCIA
EXTRATERRESTE fundamento de toda la metafísica trascendental y aria, se tomaría apenas
como un producto más del supermercado moderno de creencias, y de tal valoración
corrompida por la suciedad de sangre, se pretende establecer que a tal sabiduría no hay que
“tomarla en serio”, jugar al despertar, actuar y perder el tiempo en algo que siempre se está
tanteando y probando, dudando. Y lo que sucede con tal postura es, insoslayablemente, la
caída en el ludismo y la falta de todo elemento de sabiduría innata de cualquier índole y que
solamente se preconfigura como una capa casposa en la cabeza del virya. Así, pues, se viene
diciendo que la SH es como un tipo de budismo que se le puede agarrar por donde mejor nos
parezca y no está ceñida a ningún tipo de régimen o instrucción. En resumen, la toman poco
menos que un curso de cocina donde ni las recetas se consultan y todo es cuestión de “hacerlo
con amor”.
La subjetividad anímica es una especie de lente por el cual vemos la realidad y existencia que
sucede y entra a nuestro interior por medio de la esfera sensible, conformado por, justamente,
esta esfera sensible llamada cuerpo, los caracteres anatómicos, fisiológicos y morfológicos;
elementos psíquicos, experiencias vitales, MEMORIA, etc., y es lo que justamente CAMBIA Y
MUTA de acuerdo a todas estas variantes y según esto cambia y muta la percepción y opinión
interna sobre algo como cambian las estaciones del año. ¿Ha apreciado usted, virya lector, que
hay días en donde ideas fuerza de la SH son para usted la verdad verdadera absoluta, pero al
día siguiente, ya no le parecen convincentes y pierden brillo y hasta uno se ruboriza de haber
“creído” en algún momento la validez de tales ideas, o en el mejor de los casos, empieza a ver
“equívocos” que antes no había notado, pero que pasado mañana nuevamente se vuelven
válidos a un nivel innegable? ¡por qué pasa esto con la Sabiduría como estados de ánimo
tienen las mujeres durante su ciclo menstrual? Simplemente porque se ha tomado la SH desde
la subjetividad del alma (se la lee o repite desde el alma) y como sabemos el alma cambia
según la temperatura, estado de ánimo, felicidad, hambre, sueño y ganas de fornicar y etc.
para ponerlo simple. Ahora bien, aquél que ha empezado a saber cuál de todas esas voces en
su cabeza es su verdadero Yo, empezará a valorizar a la SH desde una fascinación reverencial
que linda con el secretismo y el extremismo como de estar frente a un dios que se puede tocar
con los dedos, y toda falta de seriedad, respeto y compromiso del alma subjetiva se invalidan.
Veamos un poco, ahora, lo que es esta subjetividad espiritual y en donde descansa el
verdadero significado del adagio que citamos al inicio; y para ello, debemos empezar, como no
puede ser de otra forma, trayendo a Nimrod:
“En los artículos anteriores (I y II) ha habíamos denunciado que un difundido intento por
justificar el NEXO CARISMÁTICO que vincula a los viryas consiste en imaginar la existencia de
un presunto “esoterismo común” o “Doctrina Secreta”. En este artículo III hemos visto cómo el
racionalismo elabora teorías sobre la base de la UNIDAD de los principios que fundamentan las
ciencias. Y ahora debemos considerar que, por esta “tendencia a unificar”, cuando se descubre
que los viryas son “esotéricos” y que dicho esoterismo se relaciona con una “Sabiduría
Hiperbórea” de la cual todos ellos hablan, los racionalistas no pueden resistir la tentación de
suponer, gratuitamente, que tal “Sabiduría Hiperbórea” constituye el “esoterismo común” o la
“Doctrina Secreta” buscada. Si esto es así, se razona, dicha Sabiduría Hiperbórea debe ser un
“sistema de conocimientos” o cuando menos un “mito común” que, racionalizado, da lugar a
una “Doctrina Esotérica”. Esta es una conclusión LÓGICA y por eso NO PUEDE SER VERDADERA.
Nosotros, por el contrario, afirmamos que la Sabiduría Hiperbórea es ÚNICA PARA CADA VIRYA
en particular y, por lo tanto, su enseñanza es distinta en todos los casos, no existiendo nada
COMÚN entre los viryas. Sin embargo, a pesar de la absoluta individualidad que presenta el
conocimiento adquirido por cada virya, suelen ocurrir ciertas COINCIDENCIAS TEMPORALES,
que llevan a un contacto sincrónico entre los viryas, cuando ellos han adoptado un sendero
que pasa por la mutación colectiva. El servicio en favor de la raza ocasiona la coincidencia
sincrónica entre los viryas, que protagonizan historias como la que estamos narrando, y en las
que sería inútil intentar descubrir un NEXO físico o cultural fuera del ORIGEN COMÚN, el cual,
ya dijimos, es absolutamente indeterminado.
En síntesis, la Sabiduría Hiperbórea, distinta para todos, NO PUEDE SER ENSEÑADA, pero SÍ
PUEDE SER APRENDIDA. Esta conclusión NO ES LÓGICA SINO ABSURDA y por eso DEBE SER
VERDADERA. Hagamos un resumen final. Hemos planteado el problema de la falta de
evidencia de un NEXO o VÍNCULO real entre los viryas de nuestra Historia y de la imposibilidad
de considerar a la Sabiduría Hiperbórea como un SISTEMA racional de conocimiento. El análisis
racionalista dirá que sin tales VÍNCULOS y sin tal SISTEMA nada puede existir. Tenemos a
nuestro favor el hecho irrefutable de que la historia PUEDE SER CONTADA y de que la Sabiduría
Hiperbórea puede ser APRENDIDA.
Poseer linaje hiperbóreo, ya lo hemos dicho, significa entre otras cosas ser algo único; no
repetido ni por repetirse, que constituye una verdadera INDIVIDUALIDAD ESPIRITUAL (NOUS),
TRASCENDENTE, opuesta por lo tanto a la ilusoria INDIVIDUALIDAD PSÍQUICA, INMANENTE, del
pasú. De aquí que DESCUBRIR el recuerdo de sangre, acceder a la Minne, incursionar
conscientemente en el misterio del propio origen hiperbóreo, implica siempre vivir una
aventura nueva, jamás pensada o imaginada por nadie.
Las dificultades que presentan a la mente racional las preguntas anteriores, y que aparecen
toda vez que se intenta un estudio SERIO de la Sabiduría Hiperbórea, provienen en su mayor
parte de la negativa a aceptar que se está ante un hecho PARADOJAL. Al orgullo racionalista le
resulta difícil aceptar que la realidad plantee paradojas, y menos aún se encuentra preparado
para afrontarlas. Y sin embargo, allí está la clave de la derrota racional. No se trata de que “si
no se halla vínculo, nexo, relación, enlace, etc.,” entre distintos “hechos protagonizados por
viryas que dicen estar inspirados en la Sabiduría Hiperbórea” la conclusión sea: o tal
“Sabiduría” no existe o es un mero conocimiento irracional; y luego: farsante o dementes.
Sería muy propicio que el virya lector consulte ahora el Principio Anímico y el resto de partes
que hablan sobre este tema para dimensionar en su justa medida la importancia que tiene
describir, identificar y aislar el espacio inmanente del sujeto anímico, que es su substancia, y su
relación con el proceso numinoso de la conciencia y los arquetipos mercuriales. Ahora bien, es
cierto que lo que acabamos de leer es una apología a la esencial individualidad y diferencia
ente los viryas, sus Yoes y su camino para liberarse, pero tal cosa hace referencia al Yo y su
misterio de Amort, no al subjetivismo anímico propio de la Psique cambiante y su Labrelix. Que
se lea bien: Nimrod se está refiriendo a la Liberación, a los caminos distintos que hay para
llegar a su cima, y es por ello que menciona siempre la palabra “VÍAS”. En ningún momento
Nimrod se refiere a “formas” para acercarse a la SH, o “maneras” para entenderla u opiniones
diversas sobre qué es o dónde está. Si se entra en comprensión cabal, el mencionado adagio
hace referencia y cobra eficacia y eficiencia cuando el virya ya ha entendido la SH, ya la ha
digerido y aceptado, cosa que no va a suceder en este siglo si no se lee completa la obra (y
muchas otras más), 10 veces si es necesario y se comprenda lo que está ahí escrito y
encriptado. Es recién cuando el Yo ya despierto elegirá la especial y específica vía de su
liberación que como vimos pueden ser 7 de acuerdo a la naturaleza del Yo en cuestión. Es
cuando el virya a completado, por así decirlo, el “prefacultativo” de la Sabiduría, que estriba en
limpiar la Sangre, llegar a la Mística de los Siddhas, despertar el recuerdo ario-atlante y
formarse en la doctrina espiritual de todos los tiempos (ser sabio y gnóstico no es cosa de
charlatanerías y bajezas del siglo 21), que es donde recién empieza en verdad el “Camino de
liberación” al cual cada uno recorrerá por distinta vía hiperbórea. ¿Se entiende esto? Luego
Nimrod continuará sobre esta esencia diferenciadora de los viryas, pero UNA VEZ SUCEDIDA
CUANDO ELLOS YA HAN ACEPTADO LA SH, no antes o en vías de “ver a dónde lleva”.
Siempre existirá esta trampa ciertamente; de confundir el campo del Yo intrínseco con el
campo del sujeto anímico inmanente. La inmanencia, de donde parte toda subjetividad
anímica, está contenida y preestablecida por la Mónada y como ella, tiene todo un laberinto
de posibilidades (en el caso del virya, no del pasú cuyo laberinto es solamente una espiral) que
pueden subir y bajar, pues no hay un “norte” para ella que no sea el de mecerse como hoja al
viento hacia su destino ya pensado. Es este sujeto anímico subjetivo y que cambia cada día, el
que crea toda una maraña de sandeces inconscientes, como dijimos, que le hacen no tomar en
serio algo tan ínclito como la SH y deriva en enunciados tan ridículos como “no hay que leer,
no hay que tomarse al pie de la letra, leer es de tecnócratas no de iluminados de la
experiencia, etc.”. Ya cuando el virya a despertado y aceptado la SH, es decir, ya sabe de lo que
va el camino, recién entra en escenario el Yo espiritual y su absoluta indeterminación en su
retorno a lo Increado. El resto, solamente son excusas de un alma ignorante, animalesca,
emocional, impotente y que está bamboleando en eterno estado de “fascinación y
proscripción” ante los símbolos esotéricos como Nimrod muy bien describe en el ya citado
Principio Anímico.
Para terminar, veamos que el laberinto en donde se encuentra atrapado el Yo, es decir, la
Psique-alma del pasú, es diferente en cada virya en razón de miles de variables que van hasta a
su carga karmática, sus conquistas en otras vidas, su “hado” protector, su inteligencia, su
fortaleza y voluntad, etc., y que hacen imposible que se pretenda crear un
“dogma” hiperbóreo, pero por la misma razón es siempre necesario establecer puntos
comunes como nos dice Nimrod (y el estudio es uno de ellos de ente todos estos Beaux
Esprits) para mantener la dignidad de nuestra Ciencia y que no se caiga en estupideces y
deformaciones tales como lo que se ha querido aclarar en este artículo.