Monseñor Óscar Arnulfo Romero: Procuraduría para La Defensa de Los Derechos Humanos
Monseñor Óscar Arnulfo Romero: Procuraduría para La Defensa de Los Derechos Humanos
Monseñor Óscar Arnulfo Romero: Procuraduría para La Defensa de Los Derechos Humanos
I. Introducción
1
L. Joinet, Informe final acerca de la cuestión de la impunidad de los autores de violaciones de los
derechos humanos, preparado de conformidad con la resolución 1996/ I 19 de la Subcomisión de
Prevención de Discriminaciones y Protección a las Minorías de la ONU.
2
Acuerdos de México del 27 de abril de 1991, IV. Comisión de la Verdad.
3
La autoridad moral de las investigaciones efectuadas por la Comisión de la Verdad han sido reconocidas
incluso por la Comisión lnteramericana de Derechos Humano , la cual en su informe de fondo sobre el
caso jesuitas (Infom1e No. 136/99, del 22 de diciembre de 1999) ha señalado lo siguiente: "Dadas las
condiciones de creación de la Comisión de la Verdad y de designación de sus miembros, así como la
seriedad de la metodología empleada y las pruebas recabadas, la CJDH estima que su imparcialidad,
fundamentación y buena fe están fuera de toda duda". En su informe sobre el mismo caso de Monseñor
Óscar Amulfo Romero (Informe No. 3 7/00, caso 1 1.481, del 13 de abril de 2000) expresa lo siguiente:
"La CIDH destaca la seriedad que reviste la metodología utilizada por la Comisión de la Verdad, como
asimismo la garantía de imparcialidad y buena fe derivada de su composición, en cuya elección participó
el propio Estado. Por otra parte, conforme al acuerdo por el cual fue creada, la Comisión de la Verdad
era una instancia nacional. En consideración de lo anterior, la CIDH estima que los resultados de la
investigación de la Comisión de la Verdad sobre este caso merecen fe y, en tal carácter, la considerará en
relación con los l,ecl,os alegados y las evidencias que constiwyen el ace,vo probatorio del presente caso.
Cabe mencionar que el Estado no ha puesto en tela de juicio las conclusiones de la Comisión de la
Verdad".
7. Sobre el asesinato, la Comisión de la Verdad para El Salvador determinó lo
siguiente:
"El lunes 24 de marzo de 1980 el Arzobispo de San Salvador, Monseñor Osear Arnulfo
Romero y Galdámez, en plena celebración de la misa, en la capilla del Hospital de la
Divina Providencia, fue ultimado por un asesino profesional quien, de un solo disparo,
desde un vehículo rojo, Volkswagen, de cuatro puertas, ubicó un solo proyectil calibre
.22 causándole la muerte como consecuencia de una profusa hemorragia".
El parqueo del Hotel Camino Real sirvió de punto de encuentro antes de dirigirse a la
Capilla. En ese lugar el tirador barbudo, junto con el arma asesina ingresó a un
Volkswagen rojo de cuatro puertas, que conducía Garay. Cuando menos dos fueron
los vehículos que desde el Hotel Camino Real se dirigieron al lugar del crimen. El
asesino disparó desde el vehículo, frente a la entrada principal de la Capilla, una sola
bala que ultimó al Arzobispo Romero.
4
Ratificada por el Estado de El Salvador mediante Decreto Legislativo o 5, del 15 de junio de 1978;
publicada en el Diario Oficial No. 1 13, de fecha 19 de junio del mismo año.
con los principios codificados en el artículo 3 común de las Convenciones de
Ginebra".
15. Por otra parte, la CIDH ha considerado que la aplicación de la Ley de Amnistía
de 1993 (Decreto Nº 486), es violatoria de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos, la cual ha infringido:
parte de una persona a quien aquél habría estado buscando. El juez, quien sospechaba de un atentado, se
presentó ante los desconocidos con una escopeta. Cuando uno de ellos sacó una metralleta, el juez levantó
la escopeta para dispararle, lo que no pudo hacer porque la señora Hemández había quedado entre él y los
desconocidos. Los jóvenes aprovecharon para huir, pero antes dispararon varios tiros, uno de los cuales
hirió a la empelada en la cadera".
los Estados partes de adoptar "las medidas legislativas o de otro carácter que
fueran necesarias" para hacer efectivos los derechos y libertades consagrados
en la misma. Esta disposición incluye una obligación negativa, en virtud de la
cual los Estados están igualmente obligados a abstenerse de dictar normas
que eliminen, restrinjan o hagan nugatorios los derechos y libertades
consagrados en la Convención Americana o su eficacia.
IV. Consideraciones
19. Aceptar que la construcción de la paz y la democracia requiere del olvido y del
abandono de estas víctimas, es una aberración que altera en su esencia el alto
principio constitucional que consagra a la persona humana como el origen y el
fin del Estado. La Democracia se funda en el más amplio e irrestricto respeto de
los derechos humanos; no podemos, en su nombre y. mediante la impunidad,
victimizar doblemente a aquellas personas que han sufrido las más graves
violaciones al derecho internacional de los derechos humanos y al derecho
internacional humanitario. Esta protección debe ser extensiva a todas las
víctimas, sin distinción alguna de su condición social, ideología política,
participación con alguno de los bandos enfrentados en el conflicto o cualquier
otra condición.
9
ONU; Informe del Secretario General; Evaluación del proceso de paz en El Salvador; IX. Observaciones
y Recomendaciones. Doc. N5 l/9 l 7, de fecha 1 de julio de l 997.
"Por último, quisiera expresar mi esperanza de que el pueblo salvadoreño no olvide la
trágica experiencia del pasado. Sólo aquellos capaces de reconocer y encarar un
pasado terrible pueden aprender la lección y asegurarse de que nunca jamás se repita
al avanzar hacia la creación de un nuevo futuro para las generaciones venideras ...
Para este fin, insto a la aprobación de leyes que den a las víctimas de violaciones de
los derechos humanos y sus familiares una indemnización justa por sus sufrimientos.
A fin de contribuir a la formación de una memoria colectiva en que marchen de la
mano el reconocimiento del valor de la paz y el respeto de la dignidad humana,
debería considerarse la posibilidad de enseñar a los niños de las escuelas la historia
de los años del conflicto como parte del currículo nacional de educación, en el cual se
incluiría el informe de la Comisión de la Verdad como obra de consulta de importancia
incuestionable para la historia de El Salvador" 1 º.
10
fbidem. En el mismo informe, el Secretario General lamentó el incumplimiento a las recomendaciones
del informe de la Comisión de la Verdad por las partes, especialmente el Gobierno, citando como un claro
ejemplo de tal incumplimiento, la aprobación de la Ley de Amnistía de 1993. El Secretario General
expresó, en tomo a esta cuestión: "Es realmente desalentador que no se haya aprovechado la oportunidad
singular que representaba la Comisión y su labor para alcanzar progresos importantes en al eliminación
de la impunidad y e/fomento de un clima de reconciliación nacional".
b) El Estado salvadoreño es responsable por incumplir su obligación
indelegable de investigar y sancionar, establecida tal obligación en los
artículos 2 de la Constitución de la República; artículos 2.1, 6.1 y 14 del
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP) y artículos
1.1, 8.1 y 25 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos
(CADH), en perjuicio de los familiares de Monseñor Osear Amulfo
Romero.
"59. En particular, varios informes acerca de los hechos ocurridos en la misma época
indican que altos oficiales de las fuerzas de seguridad de El Salvador dirigían los
asesinatos que cometían los escuadrones de la muerte. Según uno de esos informes,
"los nombres y detalles personales y, en algunos casos, incluso la fotografía de
salvadoreños seleccionados para ser secuestrados y asesinados, se entregaban a
suboficiales y clases del Ejército, quienes formaban cuadros tipo 'escuadrones de la
muerte' con miembros activos y en reserva de las fuerzas de seguridad y del
Ejército".
60. Por su parte, la CIDH se pronunció acerca de numerosas violaciones del derecho a
la vida cometidas por miembros de las fuerzas de seguridad y grupos paramilitares
que actuaban en algunos casos bajo las órdenes de tales fuerzas y, en otros,
amparados en la tolerancia que éstas les brindaban. La Comisión de Derechos
Humanos de la ONU se manifestó en el mismo sentido al deplorar las violaciones del
derecho a la vida cometidas por "organizaciones paramilitares gubernamentales".
63. La organización política que lideraba D'Aubuisson incluía entre sus actividades la
ejecución de atentados individuales, raptos, "recuperación de fondos" y sabotajes.
Uno de los atentados individuales exitosos de su organización fue, precisamente, la
ejecución extrajudicial del Arzobispo de San Salvador.
Esta Procuraduria estima que es una obligación moral del Estado salvadoreño, el
considerar la posibilidad de aplicar, en lo pertinente, la propuesta del señor Joinet
para superar la impunidad en El Salvador, especialmente en los casos de graves
violaciones a los derechos humanos cometidas durante el conflicto a1mado
interno que sufrió el país. El caso de las responsabilidades del Estado en el
asesinato de Monseñor Osear Amulfo Romero, descritas en el presente informe,
son expresión abrumadora de esta urgente e histórica necesidad.
29. Esta Procuraduría afüma que coincide con las conclusiones y la propuesta de
adopción de principios presentados a la Subcomisión de Prevención de
Discriminaciones y Protección a las Minorias por el Señor Joinet. Tales
principios resumen su estructura general en tres secciones: el derecho de las
víctimas a saber; el derecho de las víctimas a la justicia; y el derecho a obtener
reparación. De tales principios, nos interesa destacar los siguientes contenidos de
la propuesta del Señor Joinet 121 :
11
L. Joinet, Informe final acerca de la cuestión de la impunidad de los autores de violaciones de los
derechos humanos, ya citado.
12
Ibidem
Respecto del derecho a saber
"No se trata sólo del derecho individual que toda víctima o sus familiares tienen a
saber lo que ocurrió, que es el derecho a la verdad. El derecho a saber es también un
derecho colectivo que hunde sus raíces en la historia, para evitar que puedan
producirse en el futuro las violaciones. Como contrapartida, al Estado le incumbe "el
deber de recordar", a fin de protegerse contra esas tergiversaciones de la historia que
llevan por nombre revisionismo y negacionismo" ( ... )
"Toda víctima debe tener la posibilidad de hacer valer sus derechos beneficiándose de
un recurso equitativo y efectivo, sobre todo para lograr que su opresor sea juzgado y
obtener reparación. No existe reconciliación justa y duradera si no se satisface
efectivamente la necesidad de justicia; el perdón, condición de toda reconciliación,
supone, como acto privado, que la víctima conozca al autor de las violaciones y que
éste haya tenido la posibilidad de manifestar su arrepentimiento: en efecto, para que
pueda ser concedido el perdón, es menester que haya sido previamente solicitado"
(...)
Aunque la iniciativa del enjuiciamiento es en primer lugar una de las m1s1ones del
Estado, deberán adoptarse normas procesales complementarias para que las propias
víctimas puedan tomar esa iniciativa cuando las autoridades no cumplan su deber, en
particular constituyéndose en parte civil. Esta facultad se hará extensiva a las
organizaciones no gubernamentales que justifiquen una acción prolongada en defensa
de las víctimas interesadas"( ...)
30. Esta Procuraduría considera de especial relevancia, igu almente, el infonne final
del Relator Especial, Sr. M. Cherif Bassiouni, a la Comisión de Derechos
Humanos de la ONU 1 3 ; en el cual se proponen principios y directiices básicos
sobre el derecho de las víctimas de violaciones de las nonnas internacionales de
derechos humanos y derecho internacional humanitario a interponer recursos y
obtener reparaciones.
31. El Infonne del Señor Bassiouni propone que los recursos contra las violaciones
de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario, incluyan el
derecho de la víctima de acceder a la justicia, el derecho a la reparación del daño
causado y el acceso a la infonnación fáctica sobre las violaciones.
13
M. Cherif Bassiouni; Informe final presentado en virtud de la resolución 1999/33 de la Comisión de
Derechos Humanos de la ONU; "El derecho de restitución, indemnización y rehabilitación de las víctimas
de violaciones graves de los derechos humanos y las libertades fundamentales.
32. Sobre el derecho de las víctimas de acceder a la justicia, el informe del Sr.
Bassiouni concluye que:
c) Utilizar todos los medios diplomáticos y jurídicos apropiados para que las
víctimas puedan ejercer su derecho a interponer recurso y obtener
reparación por las violaciones de las normas internacionales de derechos
humanos o del derecho internacional humanitario."
33. Sobre el derecho de las víctimas a una reparac1on y sobre las formas de
reparación, debemos destacar, del informe del Señor Bassiouni, las siguientes
conclusiones:
"15. Se tratará de obtener una reparación suficiente, efectiva y rápida para promover
la justicia, remediando las violaciones de las normas internacionales de derechos
humanos y del derecho internacional humanitario. Las reparaciones serán
proporcionales a la gravedad de las violaciones y al daño sufrido"( ...)
"41. Esta Corte considera que son inadmisibles las disposiciones de amnistía, las
disposiciones de prescripción y el establecimiento de excluyentes de responsabilidad
que pretendan impedir la investigación y sanción de los responsables de las
violaciones graves de los derechos humanos tales como la tortura, las ejecuciones
sumarias, extralegales o arbitrarias y las desapariciones forzadas, todas ellas
prohibidas por contravenir derechos inderogables reconocidos por el Derecho
Internacional de los Derechos Humanos".
36. Una distinción importante, es aquella que nos permite afinnar que la Ley de
Amnistía para la Consolidación de la Paz, pertenece a la categoría de las
llamadas autoamnistías, ya que como ha señalado el Juez Sergio García
Ramírez 15: "...la categoría de las llamadas "autoamnistías"... son [aquellas]
"expedidas a favor de quienes ejercen la autoridad y por éstos mismos", y
difieren de las amnistías "que resultan de un proceso de pacificación con sustento
democrático y alcances razonables, que excluyen la persecución de conductas
realizadas por miembros de los diversos grupos en contienda, pero dejan abierta
la posibilidad de sancionar hechos gravísimos, que ninguno de aquéllos aprueba
o reconoce como adecuados" (citando su propio voto concurrente en sentencia de
reparaciones dictada en el caso Castillo Páez).
"S. Las llamadas autoamnistías son, en suma, una afrenta inadmisible al derecho a la
verdad y al derecho a la justicia (empezando por el propio acceso a la justicia). Son
ellas manifiestamente incompatibles con las obligaciones generales - indisociables -
de los Estados Partes en la Convención Americana de respetar y garantizar los
derechos humanos por ella protegidos, asegurando el libre y pleno ejercicio de los
mismos (en los términos del artículo 1(1) de la Convención), así como de adecuar su
derecho interno a la normativa internacional de protección (en los términos del
artículo 2 de la Convención). Además, afectan los derechos protegidos por la
14
Caso Barrios Altos (Chumbipuma Aguirre y Otros vrs. Pe1ú), sentencia del 14 de marzo de 2001.
15
Voto concurrente del Juez Sergio García Ramírez a la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos en el caso Barrios Altos.
Convención, en particular los derechos a las garantías judiciales (artículo 8) y a la
protección judicial (artículo 25).
6. Hay que tener presente, en relación con las leyes de autoamnistía, que su legalidad
en el plano del derecho interno, al conllevar a la impunidad y la injusticia,
encuéntrase en flagrante incompatibilidad con la normativa de protección del Derecho
Internacional de los Derechos Humanos, acarreando violaciones de jure de los
derechos de la persona humana. El corpus juris del Derecho Internacional de los
Derechos Humanos pone de relieve que no todo lo que es legal en el ordenamiento
jurídico interno lo es en el ordenamiento jurídico internacional, y aún más cuando
están en juego valores superiores (como la verdad y la justicia). En realidad, lo que
se pasó a denominar leyes de amnistía, y particularmente la modalidad perversa de
las llamadas leyes de autoamnistía, aunque se consideren leyes bajo un determinado
ordenamiento jurídico interno, no lo son en el ámbito del Derecho Internacional de los
Derechos Humanos.
7. Esta misma Corte observó, en una Opinión Consultiva de 1986, que la palabra
"leyes" en los términos del artículo 30 de la Convención Americana significa norma
jurídica de carácter general, ceñida al bien común, elaborada según el procedimiento
constitucionalmente establecido, por órganos legislativos constitucionalmente
previstos y democráticamente elegidos . ¿quién se atrevería a insinuar que una "ley"
de autoamnistía satisface a todos estos requisitos? No veo cómo negar que "leyes" de
este tipo carecen de carácter general, por cuanto son medidas de excepción. Y
ciertamente en nada contribuyen al bien común, sino todo lo contrario: configúranse
como meros subterfugios para encubrir violaciones graves de los derechos humanos,
impedir el conocimiento de la verdad (por más penosa que sea ésta) y obstaculizar el
propio acceso a la justicia por parte de los victimados. En suma, no satisfacen los
requisitos de "leyes" en el ámbito del Derecho Internacional de los Derechos
Humanos.
"10. Hay otro punto que me parece aún más grave en relación con la figura
degenerada - un atentado en contra el propio Estado de Derecho - de las llamadas
leyes de autoamnistía. Como los hechos del presente caso Barrios Altos lo revelan - al
llevar la Corte a declarar, en los términos del reconocimiento de responsabilidad
internacional efectuado por el Estado demandado, las violaciones de los derechos a la
vida y a la integridad personal , - dichas leyes afectan derechos inderogables - el
mínimum universalmente reconocido, - que recaen en el ámbito del jus cogens." ( ...)
"26. No hay que olvidarse jamás que el Estado fue originalmente concebido para la
realización del bien común. El Estado existe para el ser humano, y no viceversa.
Ningún Estado puede considerarse por encima del Derecho, cuyas normas tienen por
destinatarios últimos los seres humanos. Los desarrollos contemporáneos pari passu
del derecho de la responsabilidad internacional del Estado y del derecho penal
internacional apuntan efectivamente en la dirección de la preeminencia del Derecho,
.�
tanto en las relaciones entre los Estados y los seres humanos bajo sus respectivas
jurisdicciones, como en las relaciones interindividuales (Drittwirkung). Hay que decirlo
y repetirlo con firmeza, cuantas veces sea necesario: en el dominio del Derecho
Internacional de los Derechos Humanos, las llamadas "leyes" de autoamnistía no son
verdaderamente leyes: no son nada más que una aberración, una afrenta inadmisible
a la conciencia jurídica de la humanidad".
V. Recomendaciones
42. La Procuradora para la Defensa de los Derechos Humanos, estima que el apego a
los principios que recomiendan adoptar los Relatores Especiales Joinet y
Bassiouni, permiten cumplir las obligaciones estatales en materia de protección y
garantía del pleno ejercicio de los derechos humanos de las víctimas de graves
violaciones, establecidas tales obligaciones en la Constitución, la Ley y los
tratados internacionales.
44. Sobre la base del amplio mandato que me confiere la Constitución y la Ley de la
Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos, procédase a la adopción
de los siguientes mecanismos de verificación y seguimiento al cumplimiento de
las recomendaciones fonnuladas:
Dado en San Salvador, a los veinte días del mes de marzo de dos mil dos.