El uso de papel moneda de forma generalizada no ha sido común hasta el siglo XIX.

Cierto
es, que en China durante la dinastía Song (970-1279) se emitió papel moneda a partir de
1154 y que estuvo funcionando como medio de pago hasta la pérdida de confianza en el
durante la dinastía Yuan (1271-1367). Durante la dinastía Ming (1368-1644), China se
volcó en la moneda de plata y he ahí su interés en el comercio con España.
Por tanto, durante la época antigua y hasta tiempos muy recientes la moneda se aprecia por
su valor del metal que contenía. Metal este que era de oro, plata, y cobre que junto al
bronce eran los metales amonedables.
En 1497 mediante pragmática los Reyes Católicos van a realizar una reforma del sistema
monetario que va a marcar el devenir monetario castellano y español.
Consideran como unidad monetario básica el maravedí, antigua moneda introducida por los
almorávides, originalmente de oro, venida a menos, siendo en esos momentos una moneda
de cobre y pequeño valor, y que van a considerar como unidad base. En esta reforma van a
utilizar tres tipos de monedas.
a) El vellón o moneda fraccionaria que hasta 1596 se acuñara el vellón rico, moneda
de cobre que lleva una aleación del 2,43% de plata. A partir de esa fecha será el
vellón pobre (ya que no incluye plata). Con Felipe III y sus sucesores hasta las
reformas económicas del VIII conde de Oropesa, será el causante de la inflación
desbocada en la España del siglo XVII. Tanto los Reyes Católicos, Como Carlos I y
Felipe II por miedo a la inflación y a la desvalorización de la moneda por la
proliferación de moneda de vellón pusieron un tope a la emisión de vellón en diez
millones de maravedíes. A partir de Felipe III y Felipe IV y gran parte del reinado
de Carlos II la emisión masiva de vellón, el resellado y falta de ley hace que el valor
de la moneda se deprecie, la inflación se dispare y desaparezca del mercado la
moneda buena (oro y plata) siguiendo la ley de Gresham que dice que la moneda
mala expulsa del mercado a la buena. Se acuñaron monedas de ½, 1, 2, 4, y 8
maravedíes. La de ½ maravedíes es la llamada blanca.
b) La moneda de plata cuyo valor unitario es el real que equivalía a 34 maravedíes. Es
una moneda con gran estabilidad y los reyes españoles defendieron esta contra
viento y marea. La moneda de plata tenía una ley de 930,555 milésimas, ley que se
mantuvo durante el reinado de los Austrias. En 1728 Felipe V la rebaja a 916,66
milésimas y posteriormente Carlos III en 1771 y 1786 la rebaja a 902,777 y 895,83
sucesivamente. En 1558 se emite el célebre real de a ocho o peso es decir la moneda
de ocho reales. Su peso era de 27,47 gramos (la moneda de 2 euros pesa 8,50
gramos) y equivalía a 272 maravedíes. Un real contenía 3,35 gramos de plata Se
emitieron monedas de ¼,1/2,1,2,4 y 8 reales. Felipe III emitió una moneda de 50
reales.

1
 c) La moneda de oro. Los Reyes Católicos crean el excelente que era una réplica del
ducado veneciano y que se acuño hasta 1536. En esta fecha se acuña una nueva
moneda, el escudo que contenía 3,4 gramos de oro con una ley de 22 quilates
(91,67% de oro) y por tanto menos frágil que el excelente que contenía 23 quilates.
El escudo equivalía a 16 reales de plata. La ley de la moneda de oro se redujo en
1772, en tiempos de Carlos III a 90,11% y en 1786 a 87,5%. Se acuñaron monedas
de ½ escudos equivalente a un real de a ocho, 2 escudos llamado doblón y en
Francia pistolas y de 4 y 8. Excepcionalmente Felipe III acuño uno de 50 escudos.
La acuñación de moneda era una regalía y por tanto debía realizarse en algunas de las cecas
que dependía de la corona. Por ello, esta cobraba un total del 4,5%.
En un principio las cecas estaban en la Peninsular por lo que la monetarización tenía que
realizarse en España. Como estaba severamente castigado el pago en oro o plata sin
monetarizar no era nada practico traer el mineral en barras o tejuelas acuñarlo en la
Peninsula y remitir las monedas necesarias para el desenvolvimiento diario de las Indias.
Por ello el 11 de mayo de 1535 se crea la primera ceca en México. A esta siguieron la de
Santo Domingo el mismo año, Lima en 1565 y Potosí en 1575. En estas cecas solo se
podían acuñar plata, pero no oro. No fue hasta la creación de la ceca de santa Fe de Bogotá
en 1622 cuando se pudo acuñar monedas de oro en las Indias.
La ceca de Potosí tenía la gran ventaja de estar situada a pie de la más importante mina de
plata de América hasta el siglo XVIII.
Como hemos venido indicando fue una constante de la Corona durante los siglos XVI y
XVII el mantener el valor y la estabilidad de sus monedas de oro y plata y esta estabilidad
dependía de la ley de la moneda que como hemos explicado se cuidó esmeradamente.
En el año 1639 tomara posesión del virreinato de Perú D. Pedro Álvarez de Toledo y Silva
primer marques de Mancera, miembro de uno de los linajes más importantes de Castilla. En
1641 implanto en el virreinato el uso del papel sellado siendo un hombre de gran
sociabilidad. Como dato curioso comentaremos que fue el inventor de la mancerina, pieza
de cerámica ideada para sujetar la jícara de chocolate. Estuvo en el puesto hasta 1648.
Durante su mandato se va a producir el famoso fraude de la plata en la ceca de Potosí que
pasamos a relatar.
Este se inicia el 20 de marzo de 1641 cuando Francisco Gómez de la Rocha, industrial
potosino y mercader de la plata comienza a acuñar partidas de su propio metal en la ceca de
Potosí. El mercader monto una trama, con fundidores y ensayadores de la ceca además del
corregidor y otros implicados que llego a su apogeo en 1643. El fraude consistía en la
acuñación de monedas conocidas como peruleras o rochunas, tan faltas de ley que el real de
a ocho no valía ni cinco reales y así lo hicieron durante varios años
Las emisiones de tales monedas llegaron a inundar no solo el mercado del virreinato sino
también España y Europa causando un enorme perjuicio a la economía de la Corona ya que

2
provoco el rechazo al estimado real de a ocho con el que se hacía el pago internacional y
del gran comercio.
El 20 de abril de 1644 por medio de un oidor de la audiencia es informado el Virrey, sobre
ciertas irregularidades detectadas en la ceca de Potosí. Como consecuencia de la denuncia
se hizo una investigación muy superficial archivándose a continuación. Otro informe de 30
de junio de 1644 procedente de los oficiales de la Real Hacienda de Potosí, demuestra que a
pesar del archivo del anterior informe se sigue investigando el asunto.
En España las autoridades están investigando el asunto. El 12 de abril de 1644 redactado
por Andrés de Pedrera ensayador del Real Ingenio de Segovia que demuestra la existencia
del fraude, cuando se estudia las protestas provenientes de Italia por la falta de ley de
monedas enviadas allí por los pagadores de la Real Hacienda. Tras examinar unas piezas
que habían sido devueltas propuso la creación de una comisión para investigar el asunto a
fondo con todo secreto ya que pensaban la posible implicación del Virrey en el asunto dado
que una criada de este era pariente del industrial Rocha y si así era dificultaría mucho la
investigación de la causa.
La investigación desemboco en otro informe de 30 de julio de 1644 que condujo a una
nueva investigación encomendada al corregidor de Potosí quien, debido a su complicidad
en el asunto, logro obstaculizar la recogida de datos por algún tiempo.
Mientras tanto la moneda falsa seguía circulando. Hubo dificultades en los pagos, pues los
comerciantes no aceptaban los pagos en monedas provenientes de la Indias, con la
dificultad añadida que ya hacía tiempo que se remitía desde las Indias gran cantidad de
plata acuñada. En cierto sentido era sumamente importante demostrar sin que cupiera duda
que la mala moneda era producida en la ceca de Potosí. Corrió inclusive el rumor que la
mala moneda hubiera sido fabricada por los enemigos de la corona para alterar el sistema
de pagos español. La casa de la Contratación recomendó al monarca que los pagos al
exterior se hicieran en barras en lugar de monedas acuñadas.
En marzo de 1648 el Rey encargo la investigación definitiva a D. Nestares Marín,
nombrándole presidente de la Audiencia de Charcas y visitador de las Cajas Reales y ceca
de Potosí. Su investigación concluyo en 1649 con 119 implicados entre ellos el corregidor y
Gómez Rocha que fueron ahorcados. No se pudo comprobar si el Virrey estaba implicado y
en el proceso de residencia no figuró acusación alguna por este asunto.
El 1 de octubre de 1650 el Rey mando que toda moneda labrada en el Reino de Perú se
reduzca y ponga conforme a la ley y que todos los reales de a ocho y de 4 del Perú valgan
desde ahora 6 y 3 reales sin distinción alguna de unos de otros, enviándose nuevos cuños a
Potosí, y mandándose recoger todas las piezas antiguas en circulación e imponer un sistema
de resellado hasta que habiendo nuevas emisiones pudieran refundirse

3
4