LESIONES

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ATENCIÓN DE PRIMERA

INSTANCIA EN ACCIDENTES.

Universidad: Homeopatía de Occidente.


Profesora: Ivett Teresita Cruz Gabriel.
Alumna: Yamel Gómez Sánchez.
Grupo: 9 B Sabatino.
Fecha de entrega: viernes 15 de marzo del 2024.

Lesiones en huesos, músculos,


articulaciones.
Temas
 CONCEPTO
 TIPOS DE LESIONES
 MANEJO DEL ENFERMO.
 MEDICAMENTOS HOMEOPATICOS.
 OPINIÓN PERSONAL.
 BIBLIOGRAFÍA.

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CONCEPTO:
Lesión es el daño o alteración en alguna parte de la estructura corporal. Las causas
pueden ser múltiples.

Las lesiones óseas son anomalías en el crecimiento o estructura de un hueso. Fracturas,


fisuras y periostitis (inflamación de la membrana que recubre el hueso), son las más
comunes.

Dentro de las causas principales se encuentran las heridas óseas, traumatismos,


osteoporosis, quistes y/o tumores.

A nivel muscular las lesiones más frecuentes son los desgarros, calambres, contracturas
y contusiones, provocados por malnutrición, deshidratación, obesidad, debilidad
muscular, sobreesfuerzo, golpes y rupturas del tejido.

Las afecciones articulares involucran ligamentos huesos y tendones. Dentro de ellas se


encuentran la artrosis y artritis, producidas por golpes, obesidad, sobrecarga de
actividades, desgaste del cartílago, entre otros.

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TRAUMATISMOS EN ARTICULACIONES:

Las lesiones del aparato locomotor suelen ser consecuencia de accidentes (casuales, de
tráfico, laborales o deportivos), sobrecarga aguda de alguna zona corporal sometida a
sobreesfuerzo, sobrecarga crónica en articulaciones (por condicionantes laborales,
deportivos, hábitos posturales), o por desgaste articular, como es el caso de la artrosis.
Todas estas situaciones producen como resultado, en mayor o menor grado, inflamación,
un proceso que cursa con calor, dolor, rubor e impotencia funcional. El objetivo básico del
tratamiento de este tipo de lesiones es restablecer, mediante terapias diversas, la
normalidad en la zona lesionada.
La estabilidad de cada articulación depende fundamentalmente del hueso y de las
estructuras intra articulares, de los ligamentos y de los tendones y músculos. En el hueso
y en las estructuras intra articulares queda afectado el cartílago y el hueso, con
implicación de las estructuras compartidas entre las articulaciones, tales como los
meniscos, que actúan a modo de almohadilla protegiendo el roce de las superficies
articulares. En otras ocasiones se produce una Teno sinovitis o inflamación de la
membrana sinovial que envuelve al tendón. La forma aguda tiene una instauración
brusca con crepitación articular e inflamación difusa; la forma crónica cursa con
engrosamiento local del tendón y crepitación articular al movimiento.

Los ligamentos son las estructuras estáticas que soportan la articulación. Tan sólo
resisten estiramientos o elongaciones de pocos milímetros, de ahí que ante cualquier
sobrecarga exagerada se pueda producir un esguince y, en su grado máximo, provocar la
rotura tendinosa.

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En los músculos y

tendones implicados

en la movilidad

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articular, al igual que los ligamentos, tras una sobrecarga se puede producir la rotura de

algunas fibras o de un paquete muscular, sobre todo en su unión al músculo tendinoso.

Las lesiones traumáticas se clasifican en función de dos características: el tiempo

transcurrido desde que se produjo la lesión En los músculos y tendones implicados en la

movilidad articular, al igual que los ligamentos, tras una sobrecarga se puede producir la

rotura de algunas fibras o de un paquete muscular, sobre todo en su unión al músculo

tendinoso.

Las lesiones traumáticas se clasifican en función de dos características: el tiempo

transcurrido desde que se produjo la lesión

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Lesiones del hombro

Tendinitis por calcificación del supraespinoso

Es la causa más frecuente de dolor agudo en el hombro. Suele iniciarse de forma brusca

y, a su vez, provoca una impotencia funcional con irradiación del dolor al brazo o a la

columna cervical. La radiografía confirma el diagnóstico si aparecen las calcificaciones

sobre los tendones.

Lesiones del manguito de los rotadores

Suelen presentarse tras esfuerzos violentos y únicos, o micro traumatismos de repetición.

La sintomatología clínica más importante es la de la impotencia funcional.

Tendinitis del músculo bicipital

Se producen al sufrir la articulación un abuso en un espacio muy limitado entre el

acromion, el ligamento acromio-coracoideo y la parte superior del hueso humeral.

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En algunos pacientes no se aprecia la calcificación en la radiografía, pero presentan un

gran dolor en el hombro al estar afectados por una tenosinovitis del tendón bicipital. El

dolor se acentúa cuando se fuerza la supinación del antebrazo con el codo flexionado a

90º (p. ej., cuando se eleva la extremidad para peinarse o cuando las mujeres intentan

abrocharse el sujetador).

Lesiones del codo

Epicondilitis y epitrocleítis

Son dos síndromes de similares

características que se identifican por afectar a las inserciones musculares del epicóndilo y

la epitróclea humeral. Su origen es siempre una sobrecarga.

Epicondilitis

También denominada enfermedad del tenista, produce dolor localizado en el epicóndilo,

que es el lugar de inserción de los músculos extensores de la muñeca. El dolor se irradia

del epicóndilo por el antebrazo hasta la apófisis estiloides del radio, y aumenta con la

presión, la extensión activa y la flexión pasiva de la articulación del codo. Suele ocurrir

con bastante frecuencia en los jugadores de tenis con escasa técnica o cuando la

empuñadura de la raqueta o su peso es inadecuado o excesivo, aunque también se

produce en otras actividades no relacionadas con este deporte, en las que se sobrecarga

la inserción de los músculos extensores del brazo.

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La edad más característica de comienzo de la epicondilitis se sitúa entre los 35 y 50

años, sin diferencias de sexo. El dolor puede aparecer por la noche y se hace más

intenso cuando se extiende el codo.

Epitrocleítis

También conocida como codo del golfista, se produce en el punto en el que el nervio está

más expuesto en el codo a su paso por la epitróclea. Tiene su origen en el apoyo

continuado del codo sobre superficies duras, por lo que es una patología muy frecuente

en administrativos.

Se manifiesta por presentar dolor en la epitróclea, que se irradia hacia los dedos cuarto y

quinto, seguido de atrofia de la eminencia hipotenar y de los músculos epitrocleares. El

diagnóstico se lleva a cabo tras la realización de la electromiografía (EMG).

Bursitis olecraniana

En traumatismos intensos se producirá hemorragia intrabursal, con marcados signos

inflamatorios. Como tratamiento se realizará drenaje y vendaje compresivo.

Lesiones de muñeca y mano

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Tenosinovitis de Quervain

Aparece cuando queda afectado el tendón abductor largo del pulgar y del extensor corto

del pulgar que discurren conjuntamente por la primera vaina sinovial. Presenta una

clínica de dolor a la presión sobre la estiloides radial, a la abducción resistida del pulgar y

a la aducción pasiva. El dolor puede irradiar al dedo pulgar y al borde externo del

antebrazo. En ocasiones es perceptible la crepitación en la zona.

Enfermedad de Dupuytren

Se produce tras una esclerosis retráctil de la aponeurosis palmar continua, que llega a

producir una flexión permanente de los dedos. Su etiología está en relación con

microtraumas de repetición. Desencadena una marcada impotencia funcional y

deformación palmar. Es raro que el dolor aparezca, pero cuando lo hace es más

frecuente en los varones.

Síndrome del canal de Guyon

Se produce tras la compresión del nervio cubital a su paso por el canal de Guyon, tras

microtraumas de repetición y caídas frecuentes con apoyo palmar. A diferencia del

síndrome del túnel carpiano, que manifiesta parestesias del nervio mediano y de

aparición nocturna, el síndrome del canal de Guyon manifiesta parestesias del nervio

cubital. Su aparición no se produce durante las horas nocturnas. Queda afectado el

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abductor, el flexor corto del pulgar, los músculos interóseos y los lumbricales. Además,

provoca que el cuarto y el quinto dedo queden en forma de garra.

Síndrome del túnel carpiano

Se produce tras la compresión del nervio mediano por detrás del ligamento anular

anterior del carpo, sin un motivo externo especial. Es la lesión más frecuente de los

nervios periféricos y se manifiesta con parestesias u hormigueos en los dedos pulgar,

índice y mediano, con dolor irradiado a zona proximal o distal, que empeora por la noche

y a la presión del ligamento anterior del carpo. La flexión o extensión máxima de la

muñeca es dolorosa si se mantiene y produce hormigueos y molestias en los tres

primeros dedos. El diagnóstico se realiza por la evolución clínica que presenta el paciente

y por la realización de un electromiograma.

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El síndrome del tunel carpiano es la lesión más frecuente de los nervios periféricos y se

manifiesta con parestesias u hormigueos en los dedos pulgar, índice y mediano, con

dolor irradiado a zona proximal o distal, que empeora por la noche y a la presión del

ligamento anterior del carpo.

Síndrome de los aductores

Se produce por una distensión aguda que pasa inadvertida y no ha sido tratada con el

reposo de 3-4 semanas. En otras ocasiones, se produce por sobrecarga repetida, sobre

todo durante la práctica de algún deporte. Presenta dolor en la inserción del músculo

aductor en el pubis, con irradiación hacia la zona inguinal.

Bursitis trocantérea

Esta lesión se produce debido al roce repetido del músculo tensor de la fascia lata. Se

manifiesta dolor en la zona trocantérea, que irradia por la cara lateral externa del muslo.

Osteítis del pubis

La sínfisis del pubis une los dos huesos del pubis; en la unión está presente un cartílago

y un disco cartilaginoso que va a permitir un desplazamiento de unos 2 mm. Cuando el

desplazamiento es superior a 2 mm, se produce la lesión. Se manifiesta dolor subagudo y

progresivo, que aumenta con la actividad de correr y mejora con el reposo.

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Lesiones de rodilla, tobillo y pie

En la rodilla, el tobillo y el pie se presentan unas patologías similares a las que se

desarrollan en las extremidades superiores.

En la rodilla se produce bursitis; quiste de Baker, que se desarrolla a partir de alguna de

las bolsas articulares que existen en el hueco poplíteo, y tendinitis del cuádriceps e

infrapatelar, que son lesiones debidas a sobrecargas. Además, se producen patologías

en los meniscos, que se dividen en agudas y crónicas o degenerativas. Las agudas

acontecen después de un traumatismo y son bastante frecuentes en los deportistas; las

crónicas o degenerativas son menos importantes y generalmente afectan al tercio

posterior del menisco.

En la rótula aparecen patologías derivadas generalmente por la mala posición de ésta.

No se asocia a traumatismos previos. La luxación rotuliana se presenta cuando la rótula

se sitúa por fuera de la tróclea femoral en los movimientos de flexión y la subluxación. Se

produce cuando la rótula no tiene congruencia perfecta con la tróclea femoral en los

movimientos de flexión.

En el tobillo y el pie son frecuentes los casos de tendinitis que afectan al tendón o

tenosinovitis (cuando, además, afectan a la vaina sinovial).

En el retropié aparecen cuadros dolorosos como:

* Talalgia. Puede ser mecánica, inflamatoria o mixta.

* Bursitis retrocalcánea. Está producida por microtraumas y es más frecuente en los

deportistas y en reumatismos inflamatorios como la tendinitis del Aquileo. En esta zona

también se da la tendinitis del tibial anterior, tibial posterior, peroneo, extensor común de

los dedos y extensor propio del dedo gordo.

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* Neuropatías por atropamiento. Es el caso del síndrome del túnel tarsiano, que es similar

al del túnel carpiano de la mano, pero con la diferencia de que el primero se produce por

sobrecarga mecánica, esguince o fractura del tobillo con atrapamiento del nervio tibial

posterior. Otra neuropatía por atrapamiento es el neurinoma de Morton, en el que el

nervio queda atrapado bajo el ligamento transverso metatarsiano de los dedos segundo,

tercero y cuarto. Generalmente, se produce por llevar calzado estrecho, tacones altos y

bipedestación prolongada.

PRIMEROS AUXILIOS EN
LESIONES, HUESOS Y ARTICULACIONES.

Lo primero que se tiene que valorar es el estado de consciencia del paciente,


asegurarnos que respira, que el corazón late y que está consciente, que responde a
órdenes verbales y que localiza el dolor. En caso de duda es esencial ponerse en
contacte cuanto antes con los servicios de emergencias para que socorran al paciente.

En caso de sospechar una fractura ósea (haber oído un chasquido, dolor intenso a la
movilización, deformidad, inflamación) se deben seguir una serie de medidas:

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No movilizar al accidentado si no es absolutamente necesario para evitar agravar la
fractura. No retirar el calzado o cualquier prenda de vestir pues, al tratar de hacerlo se
producen movimientos innecesarios que pueden ocasionar más daño. Sí se deben retirar
anillos, pulseras y relojes para evitar compresiones.
Inmovilizar la fractura, en la misma posición en la que nos la encontremos, incluyendo las
articulaciones adyacentes, evitando siempre movimientos de la zona afectada o
moviéndola, de ser necesario, en bloque y bajo tracción.
En caso de fracturas abiertas, cubrir la herida con apósitos estériles o pañuelos lo más
limpios posible y comprimir para contener la hemorragia. A continuación, in-movilizar y, si
se puede, elevar la extremidad afectada.
Si se tiene que inmovilizar una zona fracturada se puede utilizar el propio cuerpo del
paciente con la ayuda de vendas o cabestrillos, o bien mediante férulas rígidas, algo
sólido que permita alinear la fractura. Se pueden improvisar mediante lo que se tenga a
mano: bastones, ramas de árboles, tablillas, periódicos o revistas enrolladas, cartones,
palos de escoba, etc., sujetos con vendas, tiras de sábanas, cintas, pañuelos, cinturones,
cuerdas. Se trata de aguzar el ingenio con lo que se tenga a mano. Con todo, si se tienen
dudas, lo mejor es no mover al paciente hasta que llegue personal sanitario que lo
atienda.

Esguince

Es más común que ante un traumatismo pueda haber un esguince, que es la alteración
por una distensión de los ligamentos o incluso su desgarro por un movimiento forzado. La
articulación se presenta inflamada, dolorosa y con dificultad a la movilización. En caso de
sospecha de esguince se debe:

Dejar el miembro afectado en reposo


Poner hielo o frío local para bajar la inflamación
Inmovilizar la articulación afectada.

Luxaciones

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Otras lesiones que se pueden producir son las luxaciones, es decir, el desplazamiento
anómalo de los huesos que conforman una articulación. Habrá dolor, alteración de la
forma de la articulación e imposibilidad para movilizarla. A la espera de acudir a un centro
hospitalario:

Inmovilizar la articulación en la posición en la que se encuentre.


No intentar reducir la luxación, es decir, no intentar poner el hueso en su sitio.
Las lesiones más habituales cuando se produce un traumatismo son leves: contracturas
musculares, desgarros musculares, distensiones musculares o calambres. En caso de
producirse se debe:
• Para la actividad física y permanecer en reposo
• Calor local en casos de contracturas
• Reponer sales, glucosa y agua en caso de calambres
• Reposo e inmovilización en caso de desgarros o distensiones musculares

Traumatismo craneoencefálico

En caso de un traumatismo craneoencefálico es esencial valorar el estado de


consciencia. Lo primero de todo será alertar a los servicios sanitarios y a continuación:

Si está consciente y respirar con normalidad no se debe hacer nada.


En caso de inconsciencia nos hemos de asegurar que la vía aérea sea permeable, que
respire con normalidad y no movilizarlo ante la duda de posible afectación de la columna
vertebral a nivel cervical.

Traumatismo en la columna vertebral

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Cuando se sospeche de una afectación de la columna vertebral a cualquier nivel, tras
alertar a los servicios sanitarios es importante:

No movilizar nunca al paciente; en caso de que sea vital movilizarlo, se hará en bloque,
manteniendo el eje de cabeza, cuello y tronco alineado.
Si es portador de casco de moto, no retirarlo a menos que nos lo indiquen los servicios
sanitarios por problemas de la vía respiratoria.
Así pues, son varias las medidas que podemos tomar en caso de un traumatismo, pero lo
primero que hay que hacer es siempre solicitar ayuda a los servicios sanitarios y una vez
realizada esta acción podremos llevar a cabo los primeros auxilios.

LO QUE DEBES SABER…


Ante un traumatismo, lo primero es siempre solicitar ayuda a los servicios sanitarios y
una vez realizada esta acción podremos llevar a cabo los primeros auxilios.
Después se valorará el estado de consciencia, asegurarse de que respira, que el corazón
late y que está consciente, que responde a órdenes verbales y localiza el dolor.
Se puede intentar inmovilizar una zona fracturada con la ayuda de algo sólido, pero ante
las dudas, lo mejor es no mover al paciente hasta que llegue personal sanitario.

MEDICAMENTOS HOMEOPATICOS PARA


LESIONES EN HUESOS, MÚSCULOS
Y ARTICULACIONES.

Árnica montana: Es uno de los medicamentos más utilizados en homeopatía para


lesiones traumáticas, golpes y contusiones. También puede ser útil para aliviar el dolor
muscular y articular después de un esfuerzo excesivo.

Ruta graveolens: Indicado para lesiones en los tendones y periostio, especialmente


cuando hay dolor y sensación de desgarro o debilidad.

Rhus toxicodendron: Útil para aliviar el dolor y la rigidez muscular y articular,


especialmente cuando empeora con el reposo y mejora con el movimiento.

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Symphytum officinalis: Conocido como "consuelda", se utiliza para acelerar la curación
de fracturas óseas y aliviar el dolor asociado.

Calcarea phosphorica: Se utiliza para fortalecer los huesos y promover la curación de


fracturas, especialmente cuando hay un déficit de calcio.

Calcarea fluorica: Indicado para problemas en los tejidos conectivos y las articulaciones,
como bursitis y tendinitis, especialmente cuando hay endurecimiento y formación de
nódulos.

Hypericum perforatum: Conocido como "hierba de San Juan", se utiliza para aliviar el
dolor nervioso intenso, especialmente después de lesiones en la médula espinal o los
nervios periféricos.

Bryonia alba: Indicado para dolores musculares y articulares intensos que empeoran con
el movimiento y mejoran con el reposo.

Ledum palustre: Se utiliza para lesiones punzantes, como picaduras de insectos o


heridas punzantes en articulaciones.

Symphytum: Conocido como "Consuelda Mayor", es útil para acelerar la curación de


fracturas óseas y aliviar el dolor asociado.

Natrum sulphuricum: Indicado para lesiones en las que hay dolor y sensibilidad,
especialmente si la lesión se agrava con el clima húmedo.

Silícea: Se utiliza para promover la expulsión de cuerpos extraños, como astillas o


fragmentos de hueso, y para favorecer la curación de heridas profundas.

Staphysagria: Indicado para lesiones punzantes, como cortes o laceraciones,


especialmente cuando hay sensación de indignación o supresión emocional.

Calcarea carbónica: Se utiliza para fortalecer los huesos y aliviar el dolor articular
asociado con el sobrepeso o la obesidad.

Calcarea sulphurica: Indicado para heridas que tienden a supurar y no sanan


fácilmente, especialmente cuando hay formación de pus.

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Kali carbonicum: Se utiliza para aliviar el dolor articular y muscular crónico,
especialmente cuando empeora por el frío y mejora con el calor.

Kalmia latifolia: Indicado para dolores articulares y musculares agudos, especialmente


si están asociados con inflamación y rigidez.

Phytolacca: Se utiliza para aliviar el dolor en los músculos y las articulaciones,


especialmente cuando hay sensación de dolor ardiente.

Cimicifuga racemosa: Indicado para dolores musculares y articulares que se irradian,


especialmente si están asociados con cambios hormonales.

Colocynthis: Se utiliza para aliviar el dolor neurálgico intenso, especialmente cuando es


tipo cólico o se irradia hacia abajo.

Nux vómica: Indicado para dolores musculares y articulares causados por el exceso de
trabajo o la sobrecarga, especialmente si están asociados con irritabilidad y sensibilidad a
los estímulos.

Phosphorus: Se utiliza para aliviar el dolor en los huesos y las articulaciones,


especialmente cuando hay sensación de debilidad o frialdad.

Pulsatila: Indicado para dolores musculares y articulares que son cambiantes y se


agravan por el calor y la supresión emocional.

Sepia: Se utiliza para aliviar el dolor en las articulaciones, especialmente cuando hay
sensación de pesadez y fatiga.

Bellis perennis: Indicado para lesiones traumáticas en los tejidos blandos, como
contusiones y hematomas, especialmente si hay sensación de dolor sordo.

Causticum: Se utiliza para aliviar el dolor articular y muscular crónico, especialmente


cuando hay rigidez y debilidad.

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Gelsemium: Indicado para dolores musculares y articulares asociados con debilidad y
temblores, especialmente si son causados por el miedo o la ansiedad.

Natrum muriaticum: Se utiliza para aliviar el dolor en las articulaciones, especialmente


cuando hay sensación de sequedad y deshidratación.

Ruta: Indicado para lesiones en los tendones y ligamentos, especialmente si hay


sensación de debilidad y dolor al estirar.

Berberis vulgaris: Se utiliza para aliviar el dolor en la parte baja de la espalda y en las
articulaciones, especialmente cuando hay sensación de ardor y sensibilidad.

OPINIÓN PERSONAL:

Las lesiones en huesos, músculos y articulaciones son un recordatorio constante de la


fragilidad y complejidad del cuerpo humano. Desde fracturas hasta desgarros musculares
y artritis, estas condiciones pueden afectar profundamente la calidad de vida y la
capacidad para llevar a cabo actividades diarias. En mi opinión, es crucial adoptar un
enfoque proactivo hacia la prevención de estas lesiones, mediante la práctica de hábitos
saludables, como el ejercicio regular, una buena alimentación y la atención adecuada
durante las actividades físicas.

Sin embargo, comprendo que incluso con todas las precauciones tomadas, las lesiones
musculo esqueléticas pueden ocurrir. En esos momentos, es esencial buscar atención
médica oportuna y seguir un plan de tratamiento adecuado para facilitar la recuperación y
minimizar el riesgo de complicaciones a largo plazo. Además, creo que es importante
educarse sobre las causas subyacentes de estas lesiones y tomar medidas para

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abordarlas, ya sea corrigiendo la técnica de ejercicio, fortaleciendo áreas débiles del
cuerpo o modificando el estilo de vida para reducir el estrés y la carga en el sistema
musculo esquelético.

En resumen, las lesiones en huesos, músculos y articulaciones son una realidad


inevitable en la vida de muchas personas, pero con la atención adecuada y el enfoque
correcto, podemos mitigar su impacto y mantenernos activos y saludables durante más
tiempo.

BIBLIOGRAFÍA:

1) Aguilar, L. C. (2005, 1 marzo). Traumatismos y tendinitis de las articulaciones.


Offarm. https://www.elsevier.es/es-revista-offarm-4-articulo-traumatismos-tendinitis-
articulaciones-13072946

2) Lesiones óseas, articulares y musculares: Causas, prevención y tratamiento. —


Steemit. (s. f.). Steemit. https://steemit.com/salud/@lmartec/lesiones-oseas-articulares-y-
musculares-causas-prevencion-y-tratamiento

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3) Bustos, D. C., & Bustos, D. C. (2022b, agosto 10). Traumatismos: definición y
tipos. Blog Salud MAPFRE. https://www.salud.mapfre.es/enfermedades/accidentes-y-
lesiones/traumatismos-servicios-sanitarios-y-como-actuar/

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