TEMA 06 Los Enemigos Del Evangelismo
TEMA 06 Los Enemigos Del Evangelismo
TEMA 06 Los Enemigos Del Evangelismo
“Pues aun cuando llegamos a Macedonia, nuestro cuerpo no tuvo ningún reposo, sino que nos vimos
atribulados por todos lados: por fuera, conflictos; por dentro, temores.” 2Corintios 7:5
INTRODUCCION
Anunciar el Evangelio, es un gran privilegio, pero también es un deber que tenemos como cristianos. Sin embargo, hay
diferentes razones por las que muchas veces rehusamos a este llamado tan precioso. Una de esas razones es que existen
enemigos que se levantan en contra de este ministerio. El propósito de este tema es conocer cuales son los adversarios y
oponentes de la predicación del Evangelio, para que, al identificarlos, podamos vencerlos con la ayuda de nuestro Dios.
DESARROLLO
De acuerdo a nuestro texto base, podemos entender que los enemigos del evangelismo, están divididos en dos grandes
grupos y estos son: ENEMIGOS EXTERNOS Y ENEMIGOS INTERNOS. El mismo Apóstol Pablo se enfrento con
muchos adversarios “porque se me ha abierto puerta grande y eficaz, y muchos son los adversarios.” 1Corintios
16:9. Siempre que el Señor nos abre una puerta para la predicación del evangelio, se van a levantar enemigos, sin
embargo tenemos una promesa de parte de Dios, y esta es que nadie podrá cerrar las puertas que el Señor abre: “Yo
conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar;…” Apocalipsis
3:8. Analicemos a la luz de la Palabra cuales son estos enemigos y como los podemos vencer:
1. LA OPOSICIÓN “pues habiendo antes padecido y sido ultrajados en Filipos, como sabéis, tuvimos
denuedo en nuestro Dios para anunciaros el evangelio de Dios en medio de gran oposición.”
1Tesalonisenses 2:2. Cuando el Señor Jesús envió a sus discípulos precisamente a predicar (Mateo 10:7) les
dijo: “Mirad, yo os envío como ovejas en medio de lobos;” Mateo 10:16. Sabiendo el Señor que la
predicación del evangelio iba a tener gran oposición; por eso le dijo a sus discípulos que no salieran de
Jerusalén sin haber recibido la promesa del Espíritu Santo. Cuando el apóstol Pablo dice que anunciaron el
evangelio en medio de gran oposición, en ese verso la palabra oposición es traducida a nuestro idioma de la
palabra griega agón (G73) la cual se puede traducir como competencia, concurso (realizado allí);
figurativamente esfuerzo o ansiedad:-batalla, carrera, conflicto, lucha, oposición, pelear. Es decir, que Pablo
está diciendo que anunció el evangelio en medio de batallas, en medio de luchas, en medio de conflictos, y es
por eso que en nuestro texto base, Pablo dice “sino que nos vimos atribulados por todos lados: por fuera,
conflictos;” Veamos que clase de conflictos, batallas y luchas se dan en medio de la predicación como parte de
la oposición:
a. VIENTOS CONTRARIOS “De allí partimos y navegamos al abrigo de la isla de Chipre, porque los
vientos eran contrarios.” Hechos 27:4 Es bien interesante que cuando el Señor juntamente con sus
discípulos se dispusieron ir a la tierra de los gadarenos, cuando estaban cruzando el lago, descendió una
violenta tempestad sobre el lago, lo cual los puso en peligro, y fue cuando los discípulos decidieron
despertar al Señor Jesús, pero lo que llama poderosamente la atención es que el Señor reprendió los vientos,
es decir que les ordenó que cesaran. Si recordamos el Señor llevaba el propósito de salvar y libertar al
endemoniado gadareno, y esa fue la razón de que se levantaran vientos contrarios. Cuando en la Biblia se
habla de vientos, también se esta hablando de espíritus o entidades espirituales, por ejemplo, la Biblia dice
que los vientos se presentan delante del Señor (Zacarías 6:5), los vientos son descritos también como
mensajeros “que hace de los vientos sus mensajeros, y de las llamas de fuego sus ministros.” (Salmos
104:4) Recordando que el enemigo es un imitador, el también tiene mensajeros, los cuales son enviados
como vientos contrarios que trataran de evitar que cumplamos con la comisión de ir y predicar el evangelio.
y es por eso que el apóstol Pablo dijo que nuestra lucha, batalla, conflicto u oposición es contra principados,
potestades, poderes y huestes espirituales (Efesios 6:12); algunas veces estos vientos se manifiestan como
vientos doctrinales (Efesios 4:14), otras veces son problemas que atacan nuestra casa (Mateo 7:25), sin
embargo, sabemos que, fundados sobre la roca, ningún viento podrá destruirnos.
b. LOS RELIGIOSOS “Pero cuando los fariseos salieron, se confabularon contra El, para ver cómo
podrían destruirle.” Mateo 12:14 Sabemos que, durante su ministerio terrenal, nuestro Señor Jesucristo se
dedicó a la predicación del evangelio, siendo sus máximos oponentes los religiosos de aquel tiempo
(fariseos, saduceos, escribas, ancianos, etc.), al punto que el Señor les dijo a los religiosos “Pero, ¡ay de
vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres,
pues ni vosotros entráis, ni dejáis entrar a los que están entrando.” Mateo 23:13 En el comienzo de la
Iglesia vemos una gran oposición de parte de los religiosos, al punto que fueron ellos los que trataron
impedir que se predicara de Jesús y la resurrección: “Mientras ellos hablaban al pueblo, se les echaron
encima los sacerdotes, el capitán de la guardia del templo, y los saduceos, indignados porque enseñaban
al pueblo, y anunciaban en Jesús la resurrección de entre los muertos.” Hechos 4:1-2.
c. LA PERSECUCIÓN “Pero los judíos instigaron a las mujeres piadosas y distinguidas, y a los hombres
más prominentes de la ciudad, y provocaron una persecución contra Pablo y Bernabé, y los expulsaron
de su comarca.” Hechos 13:50 El ser portadores del anuncio de la salvación muchas veces va a despertar
persecución departe de quienes se oponen, y muchas veces esa persecución va a surgir dentro de los mas
cercanos “Y Jesús les dijo: No hay profeta sin honra sino en su propia tierra, y entre sus parientes, y en
su casa.” Marcos 6:4
d. FALSOS MINISTROS “Después de haber recorrido toda la isla hasta Pafos, encontraron a cierto
mago, un falso profeta judío llamado Barjesús, que estaba con el procónsul Sergio Paulo, hombre
inteligente. Este hizo venir a Bernabé y a Saulo, y deseaba oír la palabra de Dios. Pero Elimas, el mago
(pues así se traduce su nombre), se les oponía, tratando de desviar de la fe al procónsul.”Hechos 13:6-8
Si recordamos a Felipe el evangelista, le sucedió lo mismo solo que a mayor escala, ya que Simón el mago
tenia a toda la ciudad de Samaria asombrada con su magia cuando llego Felipe a predicar el evangelio a
aquella ciudad; y es aquí donde vemos la manifestación del poder de Dios ya que fue una lucha de poderes,
ya que si recordamos toda Samaria desde el menor hasta el mayor decían de la magia de Simón “este es el
gran poder de Dios” Sin embargo, dice la Escritura que después de haber oído la predicación del evangelio,
toda Samaria se convirtió (Hechos 8:5-12). Lo mismo le sucedió al apóstol Pablo después de haber
batallado en contra de aquel falso profeta: “Entonces el procónsul, cuando vio lo que había sucedido,
creyó, maravillado de la doctrina del Señor.” Hechos 13:12
2. LA BURLA “Y cuando oyeron de la resurrección de los muertos, algunos se burlaban, pero otros dijeron:
Te escucharemos otra vez acerca de esto.” Hechos 17:32 La Palabra nos enseña que nuestro Señor y Salvador
fue objeto de burla (Mateo 27:29). Aunque en el principio de la Iglesia hubieron burladores, es bien interesante
que una de las señales del final de los tiempos es precisamente la propagación de este tipo de adversarios “Ante
todo, sabed esto: que en los últimos días vendrán burladores,…” 2Pedro 3:3 Cuando leemos el Salmo
capitulo uno, nos damos cuenta que se mencionan tres tipos de trampa: 1. El consejo de los impíos (anti-atrio),
2. El camino de los pecadores (anti-lugar santo) y 3. La silla de los escarnecedores o burladores (anti-lugar
santísimo). Es interesante notar que los burladores ocupan el último grado de involución dentro de los hombres
malvados, y esto nos habla del peligro que esto representa. Cuando Nehemías empezó la reedificación de la
muralla de Jerusalén, la Palabra nos muestra que se levantaron burladores (Nehemías 4:3). El propósito de la
burla es causar desanimo, vergüenza, temor e inseguridad y estos vienen a convertirse en dardos de fuego del
maligno, para lo cual tenemos el escudo de la fe (Efesios 6:16).
3. EL RECHAZO “A este Moisés, a quien habían rechazado, diciendo: ¿Quién te ha puesto por gobernante y
juez?, a éste lo envió Dios como gobernante y libertador por mano del ángel que se le apareció en la zarza.”
Hechos 7:35 si alguien en la Biblia representa la tarea de un evangelista, es precisamente Moisés, ya que fue
enviado a Egipto (figura del mundo) a libertar (rescatar almas para Cristo), sin embargo, fue rechazado. Lo
mismo le sucedió al Señor Jesús, quien no fue recibido por los suyos, por eso la escritura dice que los suyos no
le recibieron (Juan 1:11). También dice la Escritura que fue desechado y despreciado de los hombres (Isaías
53:3).
4. EL RAZONAMIENTO “Pero rechaza los razonamientos necios e ignorantes, sabiendo que producen
altercados (conflictos, batallas, contiendas).” 2Timoteo 2:23 Uno de los ataques del enemigo cuando se esta
predicando el evangelio son precisamente los cuestionamientos y preguntas capciosas que vienen con el
propósito de hacer quedar en ridículo a quien esta predicando; y por esta razón el apóstol Pablo instruyó a
Timoteo su discípulo pidiéndole que evitara este tipo de situaciones “Pero evita controversias necias,
genealogías, contiendas y discusiones acerca de la ley, porque son sin provecho y sin valor.” Tito 3:9 Dios
no nos mandó a contender, ni siquiera a convencer ya que la Escritura dice que es el Espíritu Santo quien
convence de pecado, de justicia y de juicio (Juan 16:8). Vemos en la Palabra que aun nuestro Señor Jesucristo
fue atacado en muchas oportunidades con preguntas que llevaban el propósito de tentarle y hacerle caer en
algún error para luego acusarlo. Es por eso que el apóstol Pablo dice “porque las armas de nuestra contienda
no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas; destruyendo especulaciones y todo
razonamiento altivo que se levanta contra el conocimiento de Dios, y poniendo todo pensamiento en
cautiverio a la obediencia de Cristo,” 2Corintios 10:4-5.
EL TEMOR “sino que nos vimos atribulados por todos lados: por fuera, conflictos; por dentro, temores.”
2Corintios 7:5 Es bien interesante que el apóstol Pablo se refiera a temores en plural dándonos a entender que
el temor se manifiesta de diferentes formas y tamaños. El temor es una de las causas principales por las que
muchas veces callamos y nos quedamos encerrados en cuatro paredes dejando de cumplir nuestro llamado de
anunciar el evangelio “Porque tuve temor de la gran multitud, Y el menosprecio de las familias me atemorizó,
Y callé, y no salí de mi puerta;” Job 31:34. Si nos damos cuenta en este verso Job se está justificando de haber
callado y no haber salido, a causa de dos cosas que el temía 1. Temor de las multitudes y 2. Temor al
menosprecio. Muy parecido a aquel hombre que enterró su talento, y que cuando le pidieron cuentas se
justificó diciendo: “por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra;” Mateo 25:25. Cuando se
trata de predicar o anunciar el evangelio se puede tener temor al fracaso (prejuicios), temor al rechazo, temor a
la burla, temor al menosprecio, prácticamente temor a los enemigos externos.
EL MENOSPRECIO “Ahora pues, ven y te enviaré a Faraón, para que saques a mi pueblo, los hijos de
Israel, de Egipto. Pero Moisés dijo a Dios: ¿Quién soy yo para ir a Faraón, y sacar a los hijos de Israel de
Egipto?” Éxodo 3:10,11. Siempre que el Señor ha enviado a un libertador, ha surgido la pregunta “¿Quien soy
yo?” esta pregunta no necesariamente denota humildad o modestia, sino mas bien denota menosprecio. La
Palabra nos muestra como Gedeón cuando fue llamado para libertar (obra evangelista), se menosprecio así
mismo, considerando su procedencia, es decir que primero menosprecio la casa de sus padres (Jueces 6:15). No
es lo mismo que otros nos menosprecien, que vendría a ser un enemigo externo, a que nosotros mismos nos
menospreciemos que viene a ser un enemigo interno. Un ejemplo fue nuestro Señor Jesucristo que fue
menospreciado por muchos, al punto que algunos decían “¿no es este el hijo del carpintero?” “Podrá salir algo
bueno de Galilea” sin embargo, el Señor sabia quien era, de donde venia y hacia donde iba.
LA INCREDULIDAD “Entonces Moisés respondió diciendo: He aquí que ellos no me creerán, ni oirán mi
voz; porque dirán: No te ha aparecido Jehová.” Éxodo 4:1 El ser negativos o pesimistas, muchas veces es
consecuencia de la falta de fe o incredulidad, ya que Moisés ni siquiera lo había intentado y estaba dando por
sentado que no le iban a oír y mucho menos que le fueran a creer. Muchas veces la incredulidad no nos deja
actuar, la Biblia nos enseña que el pueblo de Israel no entro a Canaán por su incredulidad, cuando los espías
vieron a los gigantes se acobardaren y se dieron por derrotados, sin embargo, vemos a Josué y Caleb quienes
habían visto lo mismo, pero ellos tenían fe por lo que dijeron “si el Señor se agrada de nosotros nos llevará a
esa tierra y nos la dará” Números 14:8.
LA TIMIDEZ, INSEGURIDAD Y VERGÜENZA “Entonces dijo Moisés a Jehová: ¡Ay, Señor! Nunca he
sido hombre de fácil palabra, ni antes, ni desde que tú hablas a tu siervo; porque soy tardo en el habla y
torpe de lengua.” Éxodo 4:10 Aunque pareciera un problema físico o externo el tener dificultad para hablar,
podemos entender que el problema raíz radica en el interior, provocado por el miedo manifestado ya sea en
inseguridad, vergüenza o timidez, estos sentimientos a su vez provocan prejuicios. Estos prejuicios o juicios
anticipados de lo que va a suceder si hablamos, generalmente causan temor al que dirán, pensamientos de
fracaso, duda, incertidumbre, nervios que terminan provocando un descontrol de si mismo; y todo esto
predispone a la persona a equivocarse, hablando muy suave o despacio, o en el otro extremo hablando muy
rápido, el resultado final es que la persona al equivocarse ya no desee volver a hablar y esto se convierte en un
circulo vicioso. Moisés temía que se burlaran de su forma de hablar o que lo menospreciaran al ver sus defectos
físicos. Considerando que la tartamudez o torpeza en su boca fuera un problema físico, podemos entender que
muchas veces, el enemigo trata de hacernos ver nuestros defectos o limitaciones para que nos sintamos
avergonzados e inseguros, la Escritura nos muestra que algunos de los apóstoles eran iletrados y de baja
educación sin embargo esto no fue obstáculo para que predicaran la Palabra “Quedaron admirados al ver la
seguridad con que hablaban Pedro y Juan, que eran hombres sin instrucción ni preparación,” Hechos 4:13
recordemos que la Palabra dice que en nuestra debilidad se perfecciona el poder de Dios (2Corintios 12:9).
LA INSENSIBILIDAD “Por casualidad cierto sacerdote bajaba por aquel camino, y cuando lo vio, pasó por
el otro lado del camino” Lucas 10:31 esta parábola habla de un hombre que había sido dejado moribundo por
quienes le habían asaltado, este hombre representa a aquellos que se encuentran en el mundo sin Dios y sin
esperanza. El sacerdote y el levita representa a aquellos que tienen conocimiento de Dios, pero que no se
duelen de la necesidad de los demás, es decir que son insensibles al dolor ajeno, contrario a lo que hizo el buen
samaritano “Pero cierto samaritano, que iba de viaje, llegó adonde él estaba; y cuando lo vio, tuvo
compasión,” Lucas 10:33 Ser insensible, de alguna forma representa ser leproso, ya que la insensibilidad es
uno de los síntomas de la lepra (figura del pecado). Cuando el Señor Jesús envió a sus discípulos les dijo “de
gracia recibisteis, dad también de gracia” cuando nos olvidamos de donde nos rescató el Señor, se endurece
nuestro corazón ante la necesidad de los demás, el Señor puso como ejemplo a aquel hombre a quien el rey le
había perdonado una deuda que era imposible de pagar, sin embargo, el no pudo perdonar a su consiervo una
deuda que era muy inferior a la de el. Es decir que este hombre recibió misericordia, pero no mostro
misericordia (Mateo 18:23-35). Contrario a nuestro Señor Jesús que al ver las multitudes se compadecía de
ellas (Mateo 9:36).
LA FALTA DE PREPARACIÓN “Entonces dije: ¡Ah, Señor DIOS! He aquí, no sé hablar, porque soy
joven.” Jeremías 1:6 Cuando Jeremías fue llamado por el Señor, no se sentía preparado, ya que siendo muy
joven era un hombre sin experiencia, y esto le causo cierto grado de inseguridad, sin embargo, el Señor le
envió. Cuando el rey David nombró a su hijo Salomón como rey en su lugar dijo: “Mi hijo Salomón, el único
que Dios ha escogido, es aún joven y sin experiencia, y la obra es grande;” 1 Crónicas 29:1 aunque la falta de
preparación para Salomón representaba una desventaja, Dios la utilizó para que el no dependiera de si mismo,
lo que lo llevo a pedirle al Señor un corazón entendido y sabio para poder hacer su tarea con excelencia y
vemos que el resultado fue que Dios lo convirtió en el hombre mas sabio de la tierra, es decir que Dios lo
preparó. si nos damos cuenta Dios no nos envía porque estemos preparados, esto no quiere decir que no nos
preparemos ya que vemos que el Señor Jesús preparó por tres años y medio a sus discípulos y luego les dijo Id y
predicad el evangelio. La falta de preparación muchas veces es un obstáculo para que podamos hablar el
mensaje de salvación porque surgen cuestionamientos en nuestro corazón como por ejemplo que voy a decir, y
si me preguntan que voy a contestar, etc. Sin embargo, la Escritura dice “Yo, el SEÑOR, soy tu Dios, que te
saqué de la tierra de Egipto; abre bien tu boca y la llenaré. Salmo 81:10.
LA ACUSACIÓN “He aquí, esto ha tocado tus labios, y es quitada tu iniquidad y perdonado tu pecado. Y oí
la voz del Señor que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí: Heme aquí;
envíame a mí. Isaías 6:7-8. El saber que hemos sido perdonados, nos da libertad y solvencia para aceptar el
llamado del Señor, sin embargo, cuando hay acusación en nuestro corazón, esto se convierte en un lazo que no
nos permite hablar del Señor, ya que la culpa nos señala y nos castiga. Si nos damos cuenta en el contexto de
este verso, Isaías se sentía acusado a causa del pecado que había en sus labios. Por eso es muy importante que
cuando somos alcanzados por el pecado, inmediatamente busquemos ayuda, confesando nuestras faltas
sabiendo que tenemos un abogado a Jesús el Justo. Muchas veces no predicamos porque decimos no soy digno,
al igual que el prodigo cuando dijo “no soy digno de ser llamado tu hijo” por la fe hemos sido justificados. Por
lo tanto, desechemos toda acusación.
CONCLUSIONES
El Señor Jesucristo dijo “En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.” Juan 16:33 aun
cuando entendemos que hay una lucha entre el reino de la luz y el reino de las tinieblas, sabemos que nuestro Señor
Jesucristo ha vencido, y por la fe en Cristo somos mas que vencedores, por lo tanto, no tengamos temor de hablar y
decir lo que hemos visto y oído ya que la Palabra dice que ni aun las puertas del infierno prevalecerán en contra de la
Iglesia. Aunque se levanten tormentas, tempestades y vientos contrarios sabemos que Jesús va en nuestra barca y que
tiene autoridad y poder contra toda potestad, y El mismo nos ha dado autoridad para ir en su nombre a predicar su
glorioso evangelio. Amén.