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    Más allá de estos cuestionamientos, respetables y entendibles,

    es cierto que la película no contiene una mirada profunda


    de la coyuntura social en la que se desarrolla, sino que es
    más bien una excusa para dar comienzo a una historia
    romántica y de entretenimiento liviano.
    Hasta que nos volvamos a encontrar, de Netflix, recorre algunos lugares muy bonitos del Perú
    para que todo viajero o mochilero como el personaje de la película, termine encantado. Esta
    película viajera pero también romanticona abrió la primera puerta para muchas películas
    producidas por Netflix en el Perú. Me identifique mucho con el personaje de Cayo (por cierto
    mi amor platónico desde años) la filosófica viajera de vivir sin pensar mucho a donde ira mas
    adelante, de no sembrar raíces y poder salir en el momento que desee, vivir el momento, no
    darle mucha importancia al amor, hasta hay un momento que dice que el matrimonio no sirve
    y, bueno mas cosas que un mochilero puede llegar a pensar, me sentí identificado, creo yo que
    ese estilo de vida, no es para todos, pero que si en algún momento tienen algo de dinero y
    muchoooo tiempo, deberían hacerlo una vez en su vida, el dinero se va haciendo en el camino
    o se ahorra trabajando en los lugares que vas a cambio de un cuarto o de comida, hay muchas
    posibilidades

    Un espacio publicitario de Perú

    Pero hay algo que ni Stephanie Cayo ni Maxi Iglesias, ni la atracción que se
    procesarán durante el rodaje, pueden solucionar: un guion y una dirección
    desastrosas. Bruno Ascenzo dirige y escribe la película Hasta que nos
    volvamos a encontrar de Netflix a modo de espacio publicitario de Perú. Más
    que querer hacernos partícipes de la historia de amor entre sus dos protagonistas,
    parece querer vendernos un viaje turístico para nuestras próximas vacaciones.
    Cada rincón de la película grita: ¡Visita Perú! Algo que no sería negativo si la trama
    que se nos muestra en pantalla llegara a conectar con el espectador en algún
    momento despertando algún tipo de emoción. De este modo tan solo veremos
    hermosos paisajes que nos invitan a pasear por los rincones del Perú, eso sí, sin
    ninguno de sus protagonistas.

    Un conflicto que parece no alterar el desarrollo


    de la historia

    La trama de la película Hasta que nos volvamos a encontrar de Netflix resulta


    bastante sencilla, siguiendo todos los clichés que le son propios a este tipo de
    comedias románticas. Resumiendo: chica y chico se conocen siendo el flechazo
    instantáneo, pero algún problema surgirá para que su amor no se pueda
    desarrollar. El problema no radica en esta premisa, que puede resultar más o
    menos repetitiva o/y atractiva; el error lo encontramos en la falta de solidez de los
    diálogos de sus personajes y en lo mal llevado que está el conflicto principal de la
    cinta, la construcción de ese hotel, que parece no tener ningún peso en el
    desarrollo de dicha trama

    La película Hasta que nos volvamos a encontrar de Netflix es una propuesta


    completamente insulsa que no despierta ningún tipo de sentimiento en el
    espectador, ni tan siquiera empatía con las situaciones que viven sus personajes.
    Con una fotografía muy superior a su guion, creeremos encontrarnos ante la
    versión larga de un comercial publicitario que nos invita a conocer Perú.

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