Las Clases de Sensaciones
Las Clases de Sensaciones
Las Clases de Sensaciones
el nuevo entorno a través de las actividades vitales básicas (respiración, circulación, digestión,
actividad cerebral), comienza a activarse en el bebé el desarrollo sensorial y la actividad motriz.
El desarrollo sensorial constituye el canal por donde el niño recibe la información de su entorno
(colores, formas, olores, sabores, sonidos) y de su propio cuerpo (sensación de hambre, de frío, de
posiciones del cuerpo en el espacio, etc.). A partir de esta información, el niño podrá dar
respuestas adaptadas a las condiciones del medio o del entorno, es decir, realizará acciones
inteligentes.
Las capacidades sensoriales son, por lo tanto, importantísimas puesto que se convierten en las
primeras funciones que se desarrollarán en el niño y en la base del posterior desarrollo perceptivo
y cognitivo, es decir, en la maduración intelectual.
El desarrollo sensorial es también la forma que tiene el niño de experimentar a través de los
sentidos por lo que, además de posibilitar las funciones cognitivas y afectivas, tendrá un papel
fundamental en la construcción de su personalidad y esquema vital y en la estructura de su
pensamiento.
Dicho método se basa en una serie de ejercicios y actividades dirigidos principalmente a los niños
en sus primeros años e incluso meses de vida. La estimulación sensorial tiene una base científica y
se apoya en estudios neurológicos que demuestran que es posible potenciar al máximo las
diferentes posibilidades físicas y psíquicas del niño para, de esta forma, facilitarle su futuro
desarrollo y aprendizaje.
Los talleres de estimulación sensorial
taller sensorial
En realidad, toda acción, actividad o ejercicio dirigida a estimular alguno de los sentidos del niño
puede servir como desencadenante de alguna forma de estimulación sensorial. Estos serían
únicamente algunos ejemplos:
Estimulación auditiva
Poner las manos del niño en la boca, garganta, pecho, nariz y balbucear, canturrear o emitir
sonidos vocálicos y consonánticos.
Colocar una pulsera de cascabeles en la muñeca o en los tobillos del niño e incitarlo a moverse
para provocar que suene.
Juegos de imitación.
Estimulación visual
Estimulación táctil
Jugar y experimentar con fenómenos meteorológicos y de la naturaleza: agua, nieve, hojas, barro,
etc.
Estimulación olfativa
Exponer al niño a múltiples experiencias distintas utilizando objetos cotidianos como la colonia, el
desodorante, lociones, polvos de talco, pasta de dientes, laca, crema o loción para después del
afeitado.
Hacer que experimente con distintos aromas de flores como las rosas, margaritas, claveles, etc.
Experimentar con olores menos habituales: hojas ardiendo, hierba recién cortada, barbacoa,
pintura, etc.
Estimulación gustativa
Exponer al niño a sabores muy distintos: dulces, agrios, salados azúcar, miel, manzana, fresa,
cereales suaves, golosinas...
Las personas nos encontramos en contacto constante con todo lo que nos
rodea y la información que recibimos de nuestro entorno es la que nos
permite interactuar con él de manera efectiva. Esta información viene dada
por los diferentes tipos de sensaciones.
Sin embargo, las sensaciones no se limitan solo a los estímulos externos; sino
que también existen estímulos generados por nuestro propio cuerpo que nos
informan del estado en el que nos encontramos. A lo largo de este artículo
hablaremos de los diferentes tipos de sensaciones y de las características
propias de cada una de ellas.
Sus fases
Dentro de un proceso de detección de información sensorial encontramos tres
fases diferentes.
1. Fase física
En ella el estímulo activa el órgano receptor sensorial correspondiente.
2. Fase fisiológica
Se da una reacción en cadena en nuestro organismo, generando el conocido
proceso de transducción por el cual la información sensorial se convierte en
información neuronal y activando un serie de estructuras del sistema nervioso.
3. Fase psicológica
En esta última fase la persona es consciente de la sensación, lo que provoca
una reacción o respuesta. Aquí entrar a formar parte del proceso de percepción.
Habitualmente, se nos enseña que las personas poseemos cinco sentidos
básicos: la vista, el oído, el gusto, el olfato y el tacto. Sin embargo, somos
capaces de percibir muchos más sentidos algo menos conocidos. Entre ellos
encontramos el sentido cinestésico y el sentido kinestésico.
Tipos de sensaciones
Tal y como comentábamos anteriormente, las sensaciones pueden ser
clasificadas en distintos tipos. Además, estas pueden ser clasificadas en
subgrupos dependiendo de si responden a estímulos externos o internos.
Sentido de la vista.
Sentido del tacto.
Sentido auditivo.
Sentido olfativo.
Sentido cenestésico.
Sentido kinestésico.
1. Sentido visual
El sentido de la vista es aquel encargado de detectar aquellas sensaciones
creadas cuando la persona observa o mira su entorno. Dentro de este mismo
sentido encontramos dos tipos de sensaciones visuales diferentes:
Mientras que las varillas son sensibles a la luz tenue, los conos captan la
variedad de colores y la luz brillante. La información sensorial obtenida por estos
receptores se transduce en información neuronal que viaja a lo largo del nervio
óptico.
Cuando este sentido falla por cualquier causa y a cualquier nivel, aparecen los
distintos tipos de ceguera, incluyendo la incapacidad completa para ver.
2. Sentido auditivo
También conocido como oído, este sentido nos permite detectar los sonidos
que llegan al mecanismo interno del órgano auditivo en forma de vibraciones
y los cambios en la presión del medio. Estas sensaciones pueden ser
diferentes en función de la altura y del tono, igual que también varía en
función del timbre.
3. Sentido olfativo
La capacidad para percibir los aromas y olores del medio es conocida como
sentido del olfato. La aparición de cualquier fragancia externa, tanto agradable
como desagradable, activa los receptores capilares de las fosas nasales. Estos
receptores trasladan la señal al bulbo olfatorio, situado en la base del
cerebro.
El sentido del olfato puede servir para muchos propósitos tales como la
detección de peligros (oler un escape de gas), alimentos en mal estado o la
detección de feromonas, entre muchos otros. Además, se integra con el
sentido del gusto para percibir eficazmente los distintos sabores.
Una persona que no posee esta capacidad o la ha perdido debido a algún tipo
de lesión es una persona que sufre de anosmia.
A través del sentido del tacto podemos percibir e identificar las características
de los objetos. Nos permite conocer si es suave, rugoso o áspero. De la misma
manera, también nos puede informar de la temperatura de los objetos mediante
la activación de los termorreceptores.
7. Sentido cenestésico
Finalmente, la cinestesia o el sentido cinestésico es uno de los sentidos menos
conocidos y es el que se encarga de detectar el conjunto de sensaciones
internas de nuestro cuerpo. Las unidades receptoras de este sentido son
aquellas terminaciones nerviosas de las membranas de los órganos
internos. Informa sobre el estado de los órganos y del organismo en su totalidad.
Los estímulos que las activan son los propios de la fisiología digestiva,
respiratoria y muscular, entre otros.