La Pentecontencia: La Atenas de Pericles
La Pentecontencia: La Atenas de Pericles
La Pentecontencia: La Atenas de Pericles
Además, los coligados no podían abandonar la alianza, que había sido suscrita a
perpetuidad (según Aristóteles se mantendría en vigor mientras los trozos de hierro
arrojados al mar por los contrayentes no salieran a flote), de ahí que los intentos de
secesión fueran aplastados por Atenas, incluyendo la confiscación de tierra para repartir
entre clerucos atenienses. Atenas se reservaba además una serie de prerrogativas en
materia judicial, como por ejemplo llevar en Atenas los procesos que implicasen asuntos
públicos contra el imperio, lo que se consideraba una injerencia intolerable en la autonomía
de las ciudades. Los atenienses instituyeron también el cargo de episkopoi (vigilantes), que
supervisaban el cobro del tributo, el aprovisionamiento del grano y la aplicación de ciertos
decretos. Otra medida que encrespó a los aliados fue el decreto de unificación de pesos,
medidas y monedas, emitido por un tal Clearco en torno a 437, que implantaba a la fuerza
los patrones atenienses e impedía la existencia por ejemplo de acuñaciones locales
(símbolo de soberanía).
Los beneficios económicos del imperio fueron enormes y revertían a prácticamente toda la
población ciudadana: a las clases altas por ser la directora de las empresas imperiales, a
las clases desfavorecidas porque percibían un salario público por su trabajo en los remos, a
los clerucos porque les proporcionaban tierra en el exterior sin perder los privilegios de la
ciudadanía ateniense, a los "contratistas" por proporcionar obras públicas y construcción y a
los metecos y comerciantes por facilitar y acrecentar los intercambios. En definitiva, el
imperio posibilitaba la libertad de las clases inferiores atenienses y la conservación de la
democracia.
La desaparición de Efialtes en su grupo dejó vía libre para un joven pero brillante Pericles.
En primer lugar, siguiendo a su antecesor Clístenes, "sacó la política a la calle", es decir,
evitó que se limitara a los reducidos círculos de aristócratas, y la llevó a la Asamblea, donde
con sus discursos se ganó a amplios sectores de la sociedad ateniense (fue estratego 15
veces consecutivas; según Tucídides, "Atenas era de nombre una democracia, en la
práctica el gobierno del Primer Ciudadano"). Pericles además extendió las reformas al
arcontado (desde 457/6 los zeugitas podrán acceder a la magistratura suprema y.
consecuentemente, al Areópago), estableció de manera fija la periodicidad de la Asamblea,
la rendición de cuentas de los magistrados y la institución de la misthophoria o retribución
por ejercer como jurado en los tribunales y como buleuta en el Consejo, suficiente como
para compensar parcialmente a las clases bajas por la pérdida de una jornada de trabajo,
pero escasa como para atraer el ánimo de lucro o para vivir a expensas de la ciudad (el
pago por asistir a la Asamblea habrá de esperar a comienzos del siglo IV). Esta
remuneración por cumplir un servicio público fue sentida como infamante por los opositores
a la democracia, una aberración de los "radicales", de modo que en los dos golpes
oligárquicos de finales del siglo V fue suprimida.
En política exterior Pericles expandirá el imperio ateniense, que abarca casi todo el Egeo y
la costa de Asia Menor, pero fracasará estrepitosamente en su intento de formar un imperio
continental en Grecia central (derrotado por los beocios) y en su expedición para conquistar
Egipto. El gobierno de Pericles coincide, pues, con el apogeo de Atenas y su nombre se
asociará a todo el siglo V. Pero este imperio ateniense será desmantelado tras la larga y
durísima guerra del Peloponeso
RESUMEN.
Los miembros de la liga pagan tributos anuales, con Atenas, poseedora de la flota más
poderosa, gestionando los recursos. Atenas utiliza los fondos según su criterio, financiando
proyectos como la reconstrucción de la Acrópolis. Aunque los beneficios económicos son
significativos, surgen tensiones con los aliados por la falta de rendición de cuentas.
La liga se mantiene a perpetuidad, y los intentos de secesión son aplastados por Atenas,
que incluso confisca tierras. Atenas impone su control judicial y emite decretos, como la
unificación de pesos y medidas. El imperio beneficia a diversas clases sociales, pero la
autonomía de las ciudades aliadas se ve comprometida.
En el 462 a.C., Efialtes lidera reformas democráticas radicales, limitando el poder del
Areópago y trasladando prerrogativas a la Asamblea y otros órganos. Pericles, su sucesor,
lleva la política a la calle, ampliando la participación ciudadana y mejorando el arcontado.