Derecho de Policia
Derecho de Policia
Derecho de Policia
DACA 1
DIRECCIÓN NACIONAL DE INSTRUCCIÓN DEPARTAMENTO
Y ENSEÑANZA ACADEMICO
UNIVERSIDAD POLICIAL
ACADEMIA NACIONAL DE POLICÍAS
LAPAZ - BOLIVIA
1
DERECHO DE POLICÍA
ÍNDICE
1. INTRODUCCIÓN...................................................................................................2
2. OBJETIVO.............................................................................................................3
2.1. OBJETIVO GENERAL.......................................................................................3
2.2. OBJETIVOS ESPECÍFICOS...........................................................................3
4. CONCLUSIONES...................................................................................................12
5. BIBLIOGRAFÍA...................................................................................................14
6. ANEXOS..............................................................................................................15
2
DERECHO DE POLICÍA
1. INTRODUCCIÓN
2. OBJETIVO
3.1. DEFINICIÓN
Uno de los ejes fundamentales para el desarrollo de la actividad policial, es el
Derecho de Policía, el cual como rama autónoma deslindada del Derecho
Constitucional y Administrativo, es universal y relativamente joven, encontrándose en
vía de desarrollo doctrinario y jurisprudencial.
3.2. CONCEPTO
Conjunto sistemático de normas que regulan de manera imperativa comportamientos
humanos, con carácter preventivo y excepcionalmente correctivo, coercitivo o
represivo. Son el conjunto de normas orientadas a garantizar el orden público interno
del Estado, en lo referente a la seguridad, tranquilidad, salubridad, moralidad,
ecología y ornato públicos.
A través del poder de policía el Estado verifica que los administradores cumplan
sus deberes, reglamentando derechos pero sin alterarlos.
El Órgano Ejecutivo Del Estado podrá reglar a través de decretos los pormenores
de las leyes ya dictadas por el Órgano Legislativo.
La función pública atribuida a los policías tiene como principales objetivos mantener
la seguridad y el orden en lugares públicos; hacer respetar las leyes y proteger a los
ciudadanos y sus bienes de peligros y actos delictivos.
Para que una norma sea válida además de vigente, no basta que haya emanado de
las formas predispuestas para su producción, sino que también es necesario que sus
contenidos sustanciales respeten los principios y los derechos fundamentales
establecidos tanto en la Constitución como en los cuerpos normativos
internacionales.
De manera genérica y no limitativa, se puede decir que la función policial implica que
los agentes de seguridad, dentro del ámbito de sus respectivas competencias deben
proteger a la integridad de las personas y sus bienes; mantener la tranquilidad y el
orden público; salvaguardar el ejercicio de las libertades públicas; prevenir los delitos
y faltas administrativas, y, en los casos de la policía judicial, actuar como agente
auxiliar de la procuración con apego a la ley, la ética y el respeto a los derechos
humanos.
Respecto a la policía y el uso de la fuerza pública, cabe decir que los derechos
humanos constituyen, o deberían constituir, el principal límite del uso de la fuerza
pública. Independientemente del contexto social y de los motivos por los cuales los
agentes estatales deban implementar esta fuerza, la premisa de la protección de los
derechos fundamentales debe regir su actuación en todo momento.
Por otro lado, los Principios Básicos sobre el Empleo de la Fuerza y de Armas de
Fuego por los Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir la Ley, conocidos como
Principios de la Habana, señalan en el numeral 4 que los funcionarios encargados de
hacer cumplir la ley, en el desempeño de sus funciones, utilizarán en la medida de lo
posible medios no violentos, antes de recurrir al empleo de la fuerza y de armas de
fuego. Según este texto, pueden utilizar estos últimos solamente cuando otros
medios resulten ineficaces o no garanticen de ninguna manera el logro del resultado
previsto. Asimismo, su numeral 19indica que los gobiernos y los organismos
encargados de hacer cumplir la ley procurarán que todos los funcionarios de este
orden reciban capacitación en el empleo de la fuerza y sean examinados de
conformidad con normas de evaluación adecuadas. Los funcionarios que deban
portar armas de fuego estarán autorizados para hacerlo sólo tras haber finalizado la
capacitación especializada en su empleo.
El derecho de policía:
No es contra las libertades
No es contra quien ejerce su derecho
Se aplica contra quien abuse de su libertad
El derecho de policía es el que mas aplica el principio “el bien común prima sobre el
particular”. Cuando el funcionario policial debe cumplir su función en el
mantenimiento del orden público debe ser respaldado jurídicamente, cuando actúa
bajo su propio criterio sin ese respaldo jurídico se puede considerar que está
haciendo un “abuso de su poder”,
El derecho de policía, para garantizar la libertad debe siempre regular esa libertad e
impedir su abuso, de tal manera que si impide su abuso no la desconoce ni la
suprime, sino que la vigoriza y la hace factible.
4. CONCLUSIONES
Los derechos humanos deben constituirse como un límite y a la vez como un objetivo
de las instituciones de seguridad pública. En las sociedades democráticas es
evidente que los derechos humanos y la función policial tienen una relación estrecha,
pues su finalidad es lograr el bienestar de la ciudadanía y garantizar su integridad y
seguridad.
La actividad de la fuerza pública legítimamente orientada a la protección de la
seguridad ciudadana ocupa un papel fundamental. Sin embargo, en la actualidad, el
abuso de las autoridades policiales se ha constituido como un factor de riesgo para la
seguridad de las personas.
Si bien es cierto que los cuerpos policiales, en ejercicio de sus funciones, cuando la
ley lo estime necesario, pueden limitar el ejercicio de ciertos derechos y libertades,
esto no puede, bajo ningún supuesto, justificar violaciones a derechos humanos. Las
herramientas legales con las que cuentan los agentes estatales para defender la
seguridad de la ciudadanía no pueden ser utilizadas para avasallar estos derechos.
Desde esta perspectiva, la solución que se plantea radica en una nueva cultura
gubernamental de los derechos humanos. Esto quiere decir que todos los servidores
públicos, independientemente del rango y de las funciones que desempeñen, deben
conocer y entender los derechos humanos. De esta manera, estarán en posibilidades
de llevar a cabo sus funciones con ética y con respeto a estos mínimos vitales.
Dicho de otra manera, los derechos humanos son la razón de ser del Estado de
derecho, y la democracia, por su parte, sólo puede existir en un Estado de derecho
pleno y consistente. La función policial se analizará desde esta perspectiva, pues al
ser una responsabilidad estatal que atiende necesidades de primer orden de la
ciudadanía debe, indiscutiblemente, implementarse a través de políticas sustentadas
en el respeto y tutela de los derechos humanos que permitan garantizar la paz social.
5. BIBLIOGRAFÍA
Delgado Mallarino, Víctor Alberto, “Policía, derechos humanos y libertades
individuales”, Revista del Instituto Interamericano de Derechos Humanos, N°
17.
Ley N° 734, Ley Orgánica de la Policía Nacional (hoy Boliviana) del 8 de abril
de 1985.
16
6. ANEXOS
17