El Arca

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 73

1

2
DEDICADO A

POR

FECHA

4
Capítulo I
Agradecimiento

Este libro está dedicado a Dios, quien me llamó con amor y me ha


dado una asignación divina en esta Tierra: no solo me hizo su hijo, sino
también su amigo, mostrándome que su deseo para los habitantes de
la Tierra es que vivamos en intimidad con Él, a través de una relación
permanente que nos mantenga en santidad para ser dignos portadores
de su presencia.

A mis padres espirituales, que me han cubierto y ayudado a


sobredimensionar mi llamado.

A mi familia, que ha comprendido mi asignación. Que Dios los


bendiga y les entregue su herencia aquí en la Tierra.

A usted, amigo lector, quien a través de este contenido recibirá


hambre y respeto por la presencia de Dios. Además, deseo que seas
guiado por el Espíritu Santo a vivir en la revelación de la palabra.

5
El Arca del Pacto

ÍNDICE

Prólogo
Pastor Gregorio Cruz

Agradecimiento ............................................................................................5

Prólogo ...........................................................................................................7

Introducción ..................................................................................................9

Capítulo uno ...................................................................................................


Harás un Arca ............................................................................................ 16

Capítulo dos ...................................................................................................


El Trono de Dios en el Arca ..................................................................... 21

Capítulo tres ...................................................................................................


Los Querubines del Arca .........................................................................27

Capítulo cuatro ...............................................................................................


Contenido del Arca ...................................................................................35

Capítulo cinco ................................................................................................


El Arca en la Casa de Abinadab .............................................................45

Capítulo seis ....................................................................................................


La Muerte de Uza ...................................................................................... 51

Capítulo siete...................................................................................................
El Arca en la Casa de Obed-Edom .......................................................... 57

Capítulo ocho ..................................................................................................


Que no te Roben el Arca ..........................................................................65

Capítulo nueve................................................................................................
El Arca de Dios en tu Casa .......................................................................71

6
Prólogo

El Arca del Pacto, uno de los varios nombres que le dieron a este cofre
sagrado, ordenado por instrucciones dadas por el Señor Dios Jehová,
era un símbolo de la presencia de Dios (no de un dios), es por eso que
un símbolo muestra una enseñanza, no una realidad.

Por tal motivo, el autor de este libro recopila y describe cada parte
de la que se compone el Arca. Dawin Perdomo, evangelista y maestro,
siempre apasionado por este tema, hoy nos presenta con sencillez
y profundas enseñanzas para todos los lectores, el no dejar que la
presencia de Dios que represente el Arca se mude de nuestra vida a
causa de nuestro mal carácter, enseñándonos que somos capaces de
dominar nuestra naturaleza carnal y pecaminosa siguiendo el modelo
de nuestro Señor Jesucristo.

Su contenido nos insta a dejarnos moldear por Dios, brillar, ser fuerte
como el oro, crecer como la acacia en medio del desierto, e incluso así
emanar aromas agradables permitiendo que tu perfume atraiga la
presencia de Dios a tu vida.

Un párrafo que me llamó mucho la atención es cuando afirma:


“La construcción del Arca y su contenido nos direcciona llanamente
al simbolismo de nuestro Señor Jesús, ya que la madera de acacia
7
El Arca del Pacto
representa su humanidad; las recubiertas de oro muestran su deidad,
los mandamientos aluden a Jesús con la Ley de Dios en su corazón,
viviendo en perfecta armonía y obediencia a ella. La vasija con el maná
representa a Jesús como el pan de vida, y la vara de Aarón (que floreció)
anticipaba la resurrección de nuestro redentor Jesús de Nazaret, el hijo
del Dios viviente”.

De esta manera, podrás encontrar cada detalle con sus respectivas


enseñanzas aplicada al día de hoy. ‘’En la actualidad, nos damos cuenta
que cuando nosotros somos esas vasijas fuertes, incorruptibles (Arca),
recibimos la presencia de Dios, su espíritu está dentro de nosotros,
nos convertimos en un Tabernáculo constituido por esas tres partes
importantes como ser: el atrio, el lugar santo, el lugar santísimo, que
simboliza nuestro cuerpo.

Con esta obra textual, el autor pretende llevarnos a entender que


somos el templo o Tabernáculo de Dios. El Elohim está presente en
nuestra vida, por ende, debemos cuidarnos de no profanar la morada
del Todopoderoso.

Lic. Gregorio Cruz Cabrera, MAP

Pastor

8
Introducción

Hablar del Arca del Pacto, Arca de la Alianza o Arca del Testimonio,
como es llamada bíblicamente, junto a otros nombres como Arca del
Convenio o Arca de Yahveh, conlleva una gran responsabilidad, pues
es hablar de la presencia misma de nuestro Elohim.

La idea de hacer un Arca nació en el corazón de nuestro Padre


Celestial, siendo Él mismo quien instruyó a Moisés a construir el Arca
junto al Tabernáculo, el cual debía cimentar exactamente igual al diseño
que le fue mostrado en el cielo.

El Arca es quizás la pieza consagrada del Tabernáculo más


importante, y esto lo puedo deducir por la misma palabra de Dios
cuando le dice a Moisés: “Allí (refiriéndose al Arca), ciertamente me
presentaré a ti y hablaré contigo, más arriba de la cubierta entre los
dos querubines que están sobre el Arca del Testimonio; en una nube
apareceré encima de la cubierta”. Esto lo podemos leer en el libro de Éxodo
25:22, y lo ratifica el libro de Levítico 16:2: “Y Jehová dijo a Moisés: di a Aarón,
tu hermano, que no en todo tiempo entre en el santuario detrás del velo, delante
del Propiciatorio que está sobre el Arca para que no muera, porque yo apareceré
en la nube sobre el Propiciatorio”.

El Arca no era un talismán o un amuleto para garantizar la bendición,


el éxito o la victoria, sino que la bendición que traía era por la presencia
de Dios que se manifestaba en el Arca, pero también dependía de la
9
El Arca del Pacto
obediencia y de la situación espiritual en la que se encontraba quien
la poseía o tenía en su poder. Es por eso que podemos ver en el relato
bíblico que para muchos el Arca trajo bendición (como es el caso de
Obed-Edom y su familia), y para otros trajo muerte y destrucción (como
fue con Uza, y el mismo pueblo de Israel en su batalla contra los filisteos).

Así pues, descubrimos que uno de los requisitos que exigía el poseer
el Arca era que al representar la presencia de Dios, debía tratársele con el
más grande respeto, con la mayor reverencia y la más alta consideración,
como en su caso lo hacía Moisés, quien entregaba el señorío del pueblo a
Dios, y cada vez que el pueblo caminaba junto al Arca hacia determinado
lugar, pronunciaba alabanzas diciendo: “Levántate, oh Jehová, y sean
dispersados tus enemigos y huyan de tu presencia los que te aborrecen”.
Y cuando el Arca se detenía, decía: “Vuelve, oh Jehová, a los millares
de millares de Israel (Números 10:35-36).

Así fue que el Arca de la Alianza, como Jehová lo advirtió, y digo


que fue una advertencia porque a Moisés le hizo énfasis que debía
hacer todo tal como Él le mostró (con la forma, tamaños y materiales
que le prescribió), siendo así que se construyó de madera de acacia,
recubierta por dentro y por fuera con oro, conteniendo en su interior
un cofre con muestras de maná, la tabla de la ley o los mandamientos,
y la vara de Aarón, que reverdeció.

La construcción del Arca y su contenido nos direcciona llanamente


al simbolismo de nuestro Señor Jesús, ya que:

- La madera de acacia representa su humanidad.

- Las recubiertas de oro muestran su deidad.

- Los mandamientos aluden a Jesús, con la Ley de Dios en su corazón,


viviendo en perfecta armonía y obediencia a ella.

- La vasija con el maná representa a Jesús como el pan de vida.

- La vara de Aarón, que floreció, anticipaba la resurrección de nuestro


redentor Jesús de Nazaret, el hijo del Dios viviente.

10
Dawin Perdomo Rodríguez
Continuando con los detalles y las partes que formaban el Arca,
podemos observar que el Propiciatorio del Arca del Pacto, el cual era la
tapa o cubierta donde se encontraban los dos querubines, también nos
remite al Señor Jesús, quien es nuestro Propiciatorio, porque su sacrificio
de amor en la cruz cubre o tapa la Ley de Dios con su misericordia,
haciendo real el hecho que al creer o tener fe en Cristo Jesús, somos
reconciliados con Dios, transformando el trono de juicio en un trono
de gracia por su sangre expiatoria rociada para el perdón de nuestros
pecados.

Efectivamente, podemos sostener que Jesús es nuestro Propiciatorio,


si leemos el pasaje de Juan 20:12, refiriéndose a lo que María ve en la
tumba vacía: “Y vio dos ángeles con vestiduras blancas que estaban sentados:
uno a la cabecera, y otro a los pies donde el cuerpo de Jesús había sido puesto”.
Aquí vemos cómo María observó prácticamente el nuevo, el actual
Propiciatorio, trayendo a la memoria el Arca del Pacto o del Testimonio,
mandada a elaborar por instrucción directa de Dios.

Hemos hablado en esta primera parte del inicio de las observancias


del Arca del Pacto, pero considero que con la lectura de este texto no
solo conoceremos acerca del diseño externo y de las características que
Dios ordenó para manifestar su presencia en el Tabernáculo a través del
Arca, sino que también concebiremos la revelación de que Jesús es Dios
hecho carne; que Jesús es la expresión de su presencia para nosotros
en la actualidad; que es Jesús nuestra Arca, nuestra ley, nuestro maná,
nuestra vara florecida y nuestro Propiciatorio.

Así las cosas, una vez que Jesús resucitó, rasgó el velo entre el lugar
santo y el lugar Santísimo del Tabernáculo, y nos dió acceso libre a
la presencia de Dios, presencia que debemos anhelar, buscar, traer a
nuestra vida y a nuestra casa, cuidando que la misma no nos visite sino
que se quede con nosotros, convirtiéndonos en el Arca que cumpla a
cabalidad las cualidades que Dios exige para permanecer en nosotros
manifestando sus virtudes y haciendo su voluntad.

11
12
CAPITULO I
14
Capítulo I
Harás un Arca
“Harán también un Arca de madera de acacia cuya longitud será
de dos codos y medio, su anchura de codo y medio, su altura de
codo y medio, y la recubrirás de oro por dentro y por fuera, y harás
sobre ella una moldura de oro alrededor”.

Éxodo 25:10-11

J
ehová ordenó a Moisés hacerle un santuario, con el propósito de
que pudiera habitar en medio de ellos, en medio de su pueblo.

Dios estaba pidiéndole a Moisés un lugar apartado, consagrado,


dedicado a Él; un lugar que en hebreo se conoce como Mishkan, y que
no es más que una tienda que funcionaba como un templo portátil, un
lugar dónde habitar, un espacio santo donde su pueblo podía venir y
encontrarse con Dios.

Si todavía no has entendido la intensión de Dios al mandar a diseñar


y construir el Arca, déjame develarte que su interés, su deseo, no era
más que relacionarse con su pueblo, habitar en medio de sus hijos, y
la mejor noticia es que esa intensión de nuestro Señor no ha cambiado,
su anhelo es estar con nosotros, comunicarse con nosotros. Él quiere
que le conozcamos para que podamos amarle como nos manda en sus
preceptos, amarle con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma,
con toda nuestra mente y con todas nuestras fuerzas; si le amamos a Él,
amaremos su creación, nos amaremos a nosotros mismos, amaremos sus
pensamientos, sus diseños originales y caminaremos en su propósito
que también es su mayor interés.

15
El Arca del Pacto
A pesar de ese anhelo de Dios, el de estar con sus hijos, también
nosotros —sus hijos— debemos ser idóneos para recibir su presencia,
y tal como le ordenó a Moisés, ser de dimensiones y materia prima
específica si anhelamos su presencia, su unción, su gloria, debemos
tener cualidades y virtudes desarrolladas que ya Él puso en nosotros,
pero que a veces nosotros mismos desconocemos que las tenemos;
debemos conocer nuestra identidad en Cristo para conocer nuestra
misión y valor, no dejarnos influenciar por los diseños tergiversados
del enemigo y los paradigmas del mundo que más bien alejan su
presencia de nosotros. Veamos que ya nuestro Padre envió a Jesús
como el prototipo que debemos alcanzar e imitar, siendo luz, siendo
justos, íntegros, misericordiosos, y mostrando la naturaleza de Dios
que es el amor, de manera que seamos vasijas capaces de contener su
luz para iluminar y sostener el mundo.

Para la faena de elaborar el Arca, Dios le advierte a Moisés que debe


construir el Arca conforme al diseño divino, y no a su imaginación ni
a lo que ya existe en la tierra, mostrándole en el cielo la edificación que
deberá materializar en la Tierra, incluyendo todos sus utensilios con las
particularidades y medidas específicas de acuerdo a la realidad celestial.

Veamos el libro de Hebreos, Capítulo 8, verso 5, que dice: “Los cuales


sirven a lo que es figura y sombra de las cosas celestiales como se le advirtió
a Moisés, cuando iba a erigir el Tabernáculo diciéndole: Mira, haz todas las
cosas conforme al modelo que se te ha mostrado en el monte”.

De esa forma es que el Arca del Pacto es el primero de los utensilios


que Dios le describe a Moisés que debe fabricar. Entendemos que es el
primero y el más importante, porque aproxima la presencia de Dios
a su pueblo.

De acuerdo a los estudios de muchos eruditos, se dice que cuando


se edificó el Arca, se construyeron tres cajas de diferentes tamaños: dos
de oro y una de madera de acacia, de modo que calzaran perfectamente
al unirlas, y quedara la madera revestida de oro tanto por dentro como
por fuera, como Dios lo había establecido.

Vamos ahora a analizar las particularidades de la materia prima


con la que Dios pidió que se elaborara el Arca del Pacto para poder

16
Dawin Perdomo Rodríguez
portar su presencia, y nos referimos específicamente en este capítulo
a la madera de acacia y el oro.

La madera de acacia fue muy usada en tiempos antiguos y así lo


podemos observar cuando se describe la construcción del Tabernáculo,
del Arca, de la mesa de los panes de la proposición, y se utilizó en la
mayoría de los altares de aquellos tiempos, pero ¿por qué madera de
acacia? ¿Por qué no cedro, caoba o teca, que en el presente es muy usada?
Es porque ese tipo de madera era y es muy valorada por su dureza,
resistencia, durabilidad virtualmente incorruptible y laboriosa para
los carpinteros y ebanistas.
Por su parte, el oro era y sigue siendo un metal precioso que por su
brillo, maleabilidad, ductilidad e inalterabilidad, es apreciado desde el
comienzo de la historia y es símbolo de riqueza y opulencia.
De este modo, podemos ver que ya desde el primer libro de la Biblia
—Génesis— se hace referencia a grandes e impresionantes patrimonios
consistentes en objetos o joyas de oro, como las posesiones de Abraham,
de los egipcios, israelitas, madianitas, el rey David y la reina de Saba.
Asimismo, podemos ver que fue con grandes cantidades de oro que
se construyó el Tabernáculo y el templo, ya que el oro tenía y aún tiene
gran cuantía, y es un símbolo de integridad y de gran valor como lo
describe el libro de Lamentaciones 4:2: “Los hijos de Sion, preciados
y estimados más que el oro puro…”. Y Apocalipsis 3:18: “Por tanto, yo te
aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego para que seas rico, y vestiduras
blancas para vestirte y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez y unge
tus ojos con colirio para que veas”.
De lo anterior, podemos advertir que Dios demanda de un receptáculo
que pueda contener su presencia, y esa vasija debemos ser tú y yo, que
como templo y morada suya logremos tener las características de la
acacia y el oro con los cuales se fabricó el Arca de su presencia.
Debemos ser ese metal maleable en las manos de Dios para que nos
dé la forma que Él desea darnos hasta hacernos brillar y reflejar su
rostro, que sea Él a través de nuestra humanidad obrando en esta Tierra.
Precisamos ser como la madera de acacia: fuerte ante toda adversidad;
que no nos corrompamos con los deseos del mundo, de la carne y el
poder; que no nos dejemos debilitar por la opinión, por la crítica de
inconversos, incluso de aquellos miembros de nuestra misma casa,
17
El Arca del Pacto
grupo o congregación —que no conocen nuestros procesos—, ni
permitamos corrompernos por la influencia de grupos o personas
que distan de una vida en Cristo.
La madera de acacia, que fue usada para construir el Tabernáculo y
también el Arca, tenía la particularidad de poder crecer en el desierto
o en regiones áridas, y al florecer no solo emanaba aromas agradables
y singulares, sino que también al utilizarla el ebanista, al trabajarla el
constructor y formar con ella piezas y objetos, ocupaba y permanecía
en lugares importantes y santos.
Así que no importa si ahora estás en el desierto, si naciste o creciste
en medio de carencias, limitaciones o en el lugar árido que te encuentras
ahora, ten la seguridad que Dios te plantó en esa casa, en esa familia, en
esa iglesia, porque allí te hará crecer, te hará fuerte, hará que florezcas.
Deja que tu perfume atraiga la presencia de Dios en tu vida y
permanece íntegro delante de Él, dejándote guiar por su manifestación y
unción habitada en ti, resplandeciendo su luz e iluminando a los demás
para que sean vasijas fuertes e incorruptibles y que Dios habite en ellos.
Así como Dios le dijo a su siervo Moisés: “Harás un Arca”, te motivo
para que hagas de ti esa Arca, ese recipiente con las medidas del varón
perfecto, con las cualidades del oro y de la acacia donde nuestro Dios
siempre quiera habitar y hablar contigo, donde quiera escucharte y
compartirte los secretos que solo son para sus hijos, para los íntimos,
que puedan gobernar esta Tierra desde dimensiones espirituales que
conocerás a través de la adoración y la oración, herramientas que deben
ser un estilo de vida que te permita vivir en el mundo uniendo el cielo
y la tierra, haciendo visible lo invisible, haciendo posible lo imposible,
provocando milagros inusuales que se conviertan en las señales y
prodigios más comunes de la dimensión espiritual en la que vas a vivir.
Nada te hará más especial que contener y llevar la presencia de Dios
a todo lugar donde vayas: las puertas te serán abiertas; la presencia
te colocará en lugares de influencia para que puedas comunicar el
evangelio e inspirar a otros a buscar esa presencia divina; te conectará
con personas de reino —con propósitos celestiales— que sumarán a
tu vida, familia y ministerio; las bendiciónes te alcanzarán; donde tú
lleves la presencia de Dios, habrá abundancia, prosperidad, como a
José el Justo: no te faltará el trigo, la harina ni el pan, todo lo que hagas
prosperará y serás de bendición para otros y para los tuyos.
18
CAPITULO II
20
Capítulo II
El trono de Dios
en el Arca
“Y harás un Propiciatorio de oro fino, cuya longitud será de dos codos y
medio, y su anchura de codo y medio. Harás también dos querubines de oro,
labrados a martillo, los harás en los dos extremos del Propiciatorio.

Harás, pues, un querubín en un extremo, y un querubín en el otro extremo;


de una pieza con el Propiciatorio, harás los querubines en sus dos extremos.
Y los querubines extenderán por encima las alas, cubriendo con sus alas el
Propiciatorio; sus rostros el uno en frente del otro, mirando al Propiciatorio
los rostros de los querubines. Y pondrás el Propiciatorio encima del Arca, y
en el Arca pondrás el testimonio que yo te daré. Y de allí me declararé a ti, y
hablaré contigo sobre el Propiciatorio, de entre los dos querubines que están
sobre el Arca del Testimonio, todo lo que yo te mandare para los hijos de Israel”.

Éxodo 25:17-22

C
uando observamos el Arca del Pacto o Arca del Testimonio,
podemos ver que tenía encima una tapa cuadrada de oro,
exactamente esa tapa es lo que se llama el Propiciatorio, era lo
que servía como la cubierta del Arca del Pacto —en hebreo su nombre es
kapporeth (que significa cubrir, hacer expiación y traer reconciliación)—.
Es decir, el Propiciatorio evoca el lugar y el acto mediante el cual el
sacrificio expiatorio hacía que Dios fuera propicio al pecador.

El Propiciatorio era el lugar del encuentro entre Dios y los hombres;


era el corazón del Tabernáculo; era el sitio desde donde Dios hablaba,
donde se mostraba con soberanía, santidad y misericordia a su pueblo.

21
El Arca del Pacto
La propiciación de los pecados indicaba que estos eran cubiertos,
lo que sucedía era que Aarón, el sacerdote, representando al pueblo
ante Dios, acudía con la sangre que había llevado allí el gran día de
la expiación (Levítico 16:1415). La sangre era imprescindible para la
expiación, y al ser vertida o rociada en el Propiciatorio, cumplía la
función de satisfacer la justicia de Dios y purgar, lavar los pecados del
pueblo.

Curiosamente, los querubines que estaban en el Arca no tenían una


espada, sino que tenían alas para proteger, para abrazar, y sus rostros
estaban uno en frente del otro, vueltos hacia el Propiciatorio, mirando
la sangre. Así, la justicia divina reclamaba el juicio inexorable de Dios
sobre su pueblo pecador, pero allí mismo Dios mostraba su gracia
aceptando la sangre como expiación, y perdonando los pecados. Así las
cosas, de esta manera se manifestaba en el trono de Dios una armonía,
un equilibrio perfecto entre el rigor y la gracia, entre la justicia y la
bondad de nuestro Señor.

Dice el Salmo 32:1: “Bienaventurado aquel cuya transgresión ha


sido perdonada y cubierto su pecado”. Qué alegría saber que somos
bienaventurados, doblemente dichosos porque nuestras fallas han
sido ya perdonadas, y nuestros pecados han sido cubiertos al tomar
Cristo Jesús nuestro lugar, Dios Emmanuel, Dios hecho hombre, quien
se entregó voluntariamente en expiación para santificarnos.

Si analizamos los textos bíblicos, veremos lo siguiente:

1. En tiempos pasados, el sacrificio era con sangre de animales. Sin


embargo, a favor de nosotros, se derramó sangre humana.

2. En tiempos pasados, el sacrificio era insuficiente, por lo cual debía


hacerse cada tiempo, mientras que el sacrificio de Cristo por
nosotros fue una única vez y para siempre.

Esto lo detalla mejor el libro de Hebreos en el siguiente pasaje bíblico:


“El sistema antiguo, bajo la Ley de Moisés, era solo una sombra, un tenue
anticipo de las cosas buenas por venir, no las cosas buenas en sí mismas”. Bajo
aquel sistema se repetían los sacrificios una y otra vez, año tras año,
pero nunca pudieron limpiar por completo a quienes venían a adorar.

22
Dawin Perdomo Rodríguez
Si los sacrificios hubieran podido limpiar por completo, entonces
habrían dejado de ofrecerlos porque los adoradores se habrían purificado
una sola vez y para siempre, y habrían desaparecido los sentimientos
de culpa.

No obstante, en realidad esos sacrificios les recordaban sus pecados


año tras año, pues no es posible que la sangre de los toros y las cabras
quite los pecados; por eso, cuando Cristo vino al mundo, le dijo a Dios:
“No quisiste sacrificios de animales ni ofrendas por el pecado, pero me has
dado un cuerpo para ofrecer, no te agradaron las ofrendas quemadas ni otras
ofrendas por el pecado. Luego, dije: aquí estoy, oh Dios, he venido a hacer tu
voluntad como está escrito acerca de mí en las escrituras”.

El mismo capítulo de Hebreos recalca: “No quisiste sacrificios de


animales, ni ofrendas por el pecado, ni ofrendas quemadas, ni otras
ofrendas por el pecado; tampoco te agradaron todas esas ofrendas” (aun
cuando la Ley de Moisés las exige). Y prosigue: “Aquí estoy, he venido a hacer tu
voluntad. Él anula el primer pacto para que el segundo entre en vigencia”. Esto
se originó ya que la voluntad de Dios fue que el sacrificio del cuerpo
de Jesucristo nos hiciera santos, una vez y para siempre.

Bajo el antiguo pacto, el sacerdote oficiaba de pie, delante del altar,


día tras día, ofreciendo los mismos sacrificios una y otra vez, los cuales
nunca pueden quitar los pecados. Sin embargo, nuestro sumo sacerdote
se ofreció a sí mismo a Dios como un solo sacrificio por los pecados,
válido para siempre. Posteriormente, se sentó en el lugar de honor, a la
derecha de Dios. Allí espera hasta que sus enemigos sean humillados
y puestos por debajo de sus pies, ya que mediante esa única ofrenda
él perfeccionó para siempre a los que está haciendo santos.

Es una bendición saber que hemos sido perfeccionados a través


de una sola ofrenda y que solo es necesario que nos arrepintamos
genuinamente de nuestros pecados y nos dejemos guiar por la presencia
de Dios en nuestras vidas para que podamos disfrutar de una paz y
una libertad plena en Cristo Jesús.

En la actualidad, nos damos cuenta que cuando nosotros somos esas


vasijas fuertes, incorruptibles (Arca), y recibimos la presencia de Dios, su
espíritu está dentro de nosotros y nos convertimos en un Tabernáculo
constituido por esas tres partes importantes como ser el atrio, el lugar

23
El Arca del Pacto
santo, el lugar santísimo, que no es ni más ni menos, lo que llamamos
cuerpo, alma y espíritu, que conforman todo nuestro ser.

De esta manera, al nosotros confesar a Jesús como nuestro Señor y


Salvador, confesamos nuestros pecados y nos apartamos de ellos, Él
viene a entronarse como Espíritu Santo en la silla de honor de nuestra
vida, nos regala su hermosa presencia perdonándonos, hablándonos,
instruyéndonos, exhortándonos, tal como lo hacía con nuestros ancestros
desde el Propiciatorio.

Puedo concluir este capítulo diciendo que el Creador se ha alojado


en nosotros, nos ha hecho morada suya, por ende debe ocupar ese lugar
de honor y gobernar nuestras vidas.

Ahora, mi pregunta es: una vez que te arrepentiste de tus pecados


e hiciste a Cristo tu Señor, ¿te estás dejando gobernar por él?

Cuando Dios ejerce su gobierno en nosotros, Él nos dice qué hacer y


qué no hacer; dónde ir y dónde no ir; qué palabras hablar y qué palabras
no debemos hablar; qué compañías debemos tener y qué compañeros
debemos evitar; qué negocios hacer y qué negocios rechazar.

Si Él está entronizado en ti, debes obedecer cuando te dice: “Ve a


pedir perdón; ora por quien te traicionó; bendice a quien te maldijo; ayuda al
necesitado; no dejes de congregarte, porque esa es su voluntad y es la que debe
imperar en nosotros y no la nuestra”.

Deja que el Señor cumpla su proposito en ti, eres obra de sus manos.

24
CAPITULO III
26
Capítulo III
Los querubines
del Arca
“Harás también dos querubines de oro modelado a martillo, los harás en
los dos extremos del Propiciatorio”.

Éxodo 25:18

P
ara adentrarnos en el tema de los querubines, déjeme
introducirlo en el conocimiento del Ministerio angelical o de
la Angeología, que es una rama de la Teología Sistemática, la
cual nos enseña acerca de las manifestaciones de Dios a través de los
seres angelicales.

Los seres angelicales o ángeles son los mensajeros de Dios, son los que
transmiten mensajes divinos, no tienen voluntad propia, ellos no pueden
elegir qué hacer, qué no hacer, cómo hacerlo, sino que simplemente
obedecen a cabalidad únicamente lo que se les manda a hacer. Los
ángeles no tienen libre albedrio como el hombre.

Los ángeles son seres espirituales que no tienen un cuerpo definido;


tampoco tienen sexo, son asexuales.

Los ángeles están perfectamente organizados por jerarquía, tienen


sus asignaciónes muy bien definidas. Podemos mencionar que algunos
estudiosos los agrupan en nueve coros o clases de ángeles, reunidos
en grupos de tres:

1. Jerarquía Suprema: donde se encuentran los querubines, serafines


y coros.
27
El Arca del Pacto
2. Jerarquía Media: que contiene a las dominaciónes, virtudes,
potencias o potestades.

3. Jerarquía Inferior: donde están los principados, arcángeles y ángeles.

En la Angelología cristiana, un querubín —que en griego es «kerub o


cherubi»— es un tipo de ángel de la primera jerarquía de los nueve coros
angélicos. En hebreo, querubín es «karov» —que significa cercano—,
son considerados como los guardianes de la gloria de Dios. Su nombre
significa «los próximos».

Los querubines son seres angelicales definitivamente muy


importantes, a quienes se les dieron varias tareas como la de servir
directamente en la presencia de Dios, involucrados esencialmente en
la adoración al Señor, como vehículos, carro o transporte (Merkaba)
de la presencia de Dios, como guardianes, pues se les alude armados
con espadas en llamas de fuego en sus manos, enfatizando que en
su aspecto físico poseen manos como todos los humanos, además de
cabeza y alas.

A los querubines se les menciona en las escrituras aproximadamente


sesenta veces, entre estas podemos denotar los versos como Génesis
3:24: “Luego de expulsarlo, puso al oriente del jardín del Edén a los querubines,
y una espada ardiente que se movía por todos lados para custodiar el camino que
lleva al árbol de la vida”. Estos ángeles custodiaban el jardín y sostenían
una espada llameante.
En 2 Samuel 22:11 se afirma que los querubines son aquellos
asistentes de Dios cuando Él viene en ayuda de las personas (también
Salmo 18:10). Ezequías oró, diciendo: “Señor, Dios de Israel, entronizado
sobre los querubines: solo tú eres el Dios de todos los reinos de la Tierra. Tú
has hecho los cielos y la tierra” (2 Reyes 19:15).

Asimismo, Ezequiel 10 incluye una visión que muestra el trabajo


de los querubines en la presencia de Dios. Su descripción incluye alas
y manos. Ezequiel 28:16 también menciona a los querubines como
guardianes.

Empero, una descripción pormenorizada de los querubines dada


por el profeta Ezequiel, la encontramos en su libro en los capítulos 10 y
1, donde los describe como seres con cuatro caras: la de un humano, un
león, un toro y un águila, lo que por cierto nos refiere que los querubines
28
Dawin Perdomo Rodríguez
son la carroza, la merkaba de Dios que lleva o transporta su presencia
y que ilustra con las caras de las cuatro criaturas, líderes o reyes: el
león (rey de las bestias); el buey (rey de los animales domesticados);
el águila (rey de las aves); y el hombre (que fuimos creados para ser
reyes de todos ellos).

Las imágenes doradas de querubines se mencionan en el diseño de la


cubierta del Arca del Pacto (Éxodo 25: 18-19), revelando la importancia
de los querubines en la presencia de Dios. Los querubines también se
incluyeron en otros aspectos del diseño del Tabernáculo (Éxodo 26:31),
y más tarde en el templo judío.

En el Nuevo Testamento, la única referencia a los querubines está


en Hebreos 9:5, el cual literalmente dice: “Encima del Arca estaban los
querubines de la gloria, que cubrían con su sombra el lugar de la expiación”.
Dicho de otra manera, los registra como parte del Arca.

Igualmente, hago referencia al Salmo 99:1, donde encontramos lo


siguiente: “Jehová reina, tiemblen los pueblos, se sienta entronizado sobre los
querubines, conmuévase la Tierra”. Podemos entender que también define
como el trono de Dios un lugar entre querubines, lo cual se relaciona
con el Propiciatorio.

Estas y otras escrituras bíblicas nos cuentan que el trono de Dios es


movible, que su presencia es transportada y resguardada por querubines
como lo podemos entender a través del Arca del Pacto, que era el estrado
de Dios cuando Él hablaba.

Imaginemos esta escena: cuando los querubines alzaban sus alas,


inmediatamente el Arca se convertía en un trono (silla imperial)
donde reposaba la presencia de Dios, y era entonces desde allí que se
comunicaba con el pueblo. En el tiempo contemporáneo, el estrado o
el trono de Dios debemos ser nosotros, sus hijos, y deben estar prestos
nuestros sentidos espirituales para percibir su presencia, escuchar su
voz, las instrucciones que quiere darte, además de transportarlo hacia
donde Él quiere que lo lleves, donde Él quiere que lo prediques, debes
manifestarlo, viviendo una vida en total dependencia del Señor.

Como querubines debemos cuidar esa presencia de Dios en nosotros,


ser guardianes de la presencia de Dios en nuestra vida, ya que no hay
nada mejor que esa presencia, puesto que nos habilita para hacer su
29
El Arca del Pacto
voluntad, nos capacita, nos empodera, hace que al entrar en un lugar la
atmósfera se transforme en una atmósfera de reino, de paz, de justicia,
de gozo.
La presencia de Dios en ti hará que donde te muevas haya milagros,
que el enfermo sea sanado, el cautivo sea liberado, el muerto espiritual
resucite y vuelva a la vida en Cristo, vuelva a su propósito, y sobre todo
que el alma que anda perdida en las tinieblas del pecado conozca y se
vuelva a la luz y la verdad de Cristo.
Por eso debes ser celoso con la presencia de Dios en tu vida, porque
Dios necesita tu humanidad íntegra, tu humanidad consagrada en
sacrificio vivo, con una conducta justa para manifestarse en tu familia,
en tu iglesia, y que el mundo vuelva a vivir de acuerdo a su diseño
original.
Si hay algo que aparta la presencia de Dios en nosotros, es el mal
carácter, el orgullo y el ceder a la tentación y los afanes.
No dejes que la presencia de Dios se mude de tu vida a causa de
tu mal carácter, te aconsejo que cada día incluyas en tus oraciones la
petición para que Dios cree en ti un corazón limpio y renueve un espíritu
recto en ti, que te dé dominio propio, que no aparte su presencia de ti.
Es nuestro Abba quien debe renovar nuestros pensamientos y
guardar nuestro corazón para que aprendamos a ser tolerantes, pacientes
en las relaciones con el prójimo y no compulsivos, maledicentes, ni
orgullosos, gobernando nosotros a nuestras emociones y no dejando
que ellas controlen nuestra forma de hablar, pensar y actuar, recordando
lo que las sagradas escrituras dicen mejor es dominarse a si mismo que
conquistar una ciudad.
Debemos ser humildes y mansos siguiendo el modelo de nuestro
Señor Jesucristo, a quien en todo tiempo la escritura lo muestra ungido,
portando la presencia de Dios, pues a pesar de ser Dios, se despojó de
sí mismo para como humano demostrarnos que sí somos capaces de
dominar la naturaleza carnal y pecaminosa.
El trabajo del opositor en contra de nuestro propósito divino
es ofrecernos como un plato apetitoso la oportunidad de pecar; él
aprovecha las circunstancias de tiempo y espacio para crear una escena
propicia para que retrocedas y caigas en el área de donde Dios te sacó
30
Dawin Perdomo Rodríguez
en ese segmento que aún muestras debilidad, pero depende de ti que
concedas al enemigo la victoria o que te plantes como un soldado firme
con el dominio propio, con la templanza que Dios ya te ha entregado
para librar esas batallas, la mayor victoria de satanas es que cayendo en
su tentacion y cometiendo el pecado la culpabilidad te aleje de Dios, de
la palabra y de la congregación, ya que una vez aislado, sin cobertura
espiritual eres presa facil para aniquilarte.
Yo te recomiendo que cada día declares la palabra de Dios en tu vida,
adores, agradezcas, que ores, que resistas al enemigo; yo te aseguro
que huirá y la presencia de Dios permanecerá en ti, fortalecera tu fe y
el peso de su gloria cada dia sera mayor.
Las estrategias del antagonista de la vida en Cristo hoy en día, son
el materialismo y la distracción.
El materialismo lleva a los hijos de Dios a trabajar largas jornadas,
varias faenas diarias para conseguir sustento, bienes y riquezas.
Por ende, todo el tiempo están cansados, somnolientos, enfermos y
estresados, sin voluntad para orar y menos para congregarse.
La distracción a través de las redes sociales, los videojuegos, amigos
y parejas, están consumiendo y dejando al pueblo de Dios sin tiempo
y sin voluntad para orar y para congregarse, lo que consecuentemente
provoca que la llama de la presencia de Dios en sus vidas se vaya
apagando.
No debemos ignorar estas maquinaciónes que nos alejan de Dios,
tenemos que estar apercibidos de los tiempos que vivimos, buscar la
presencia de Dios y desentronar el materialismo, el afán y los distractores
de nuestras vidas, volviéndonos centuriones de la estampa del Señor
como lo hacían los querubines en el Arca del Pacto.

31
32
CAPITULO IV
34
Capítulo IV
Contenido
del Arca
“El cual tenía el altar de oro del incienso y el Arca del Pacto cubierta toda de
oro, en la cual había una urna de oro que contenía el maná y la vara de Aarón
que retoñó y las tablas del pacto”.

Hebreos 9:4

En los capítulos anteriores resaltamos cómo la presencia de Dios


reposaba en el Propiciatorio, entre los querubines, y sobre una urna o
cofre que contenía tres elementos como ser: alimento o maná, una vara
reverdecida o vara de Aarón y las tablas de la ley.

Y dijo Moisés a Aarón: “Toma una vasija y pon en ella un gomer de maná,
y ponlo delante de Jehová, para que sea guardado para vuestros descendientes.
Y Aarón lo puso delante del Testimonio para guardarlo, como Jehová lo mandó
a Moisés” (Éxodo 16:33-34).

El Maná
¿Por qué guardar alimento en el Arca del Encuentro?

Porque era un recordatorio para todas las generaciones de que


Dios había suplido alimento a su pueblo en el desierto; era muestra
de la fidelidad de Dios al ocuparse de proveerles el sustento durante
su peregrinación, aun y cuando ellos —su pueblo— se quejaban
y desconfiaban en el sustento que Dios tenía para ellos en la tierra
prometida a la que se dirigían.

35
El Arca del Pacto
Maná fue el nombre que el pueblo le dio porque era como semilla
de culantro (cilantro), de color blanco con sabor a hojuelas con miel,
el cual debían recoger cada mañana según lo que habrían de comer,
pues duraba solamente un día o dos. Pero al tratarse del sexto día,
recogían una doble porción para el día de reposo, pues solamente ese
día aguantaba el mana sin heder ni agusanarse como nos relata el
siguiente texto:

“Y viéndolo los hijos de Israel, se dijeron unos a otros: ¿qué es esto?


(Porque no sabían qué era). Entonces, Moisés les dijo: Es el pan que
Jehová os da para comer. Esto es lo que Jehová ha mandado: Recoged
de él cada uno según lo que pudiere comer; un gomer por cabeza,
conforme al número de vuestras personas, tomaréis cada uno para los
que están en su tienda. Y los hijos de Israel lo hicieron así; y recogieron
unos más, otros menos, lo medían por gomer, y no sobró al que había
recogido mucho, ni faltó al que había recogido poco; cada uno recogió
conforme a lo que había de comer. Y les dijo Moisés: Ninguno deje
nada de ello para mañana. Mas ellos no obedecieron a Moisés, sino que
algunos dejaron de ello para otro día, crió gusanos y hedió; y Moisés
se enojó contra ellos. Y lo recogían cada mañana, cada uno según lo
que había de comer; y luego que el sol calentaba, se derretía. En el
sexto día recogieron doble porción de comida, dos gomeres para cada
uno; y todos los príncipes de la congregación vinieron y se lo hicieron
saber a Moisés. Y él les dijo: Esto es lo que ha dicho Jehová: Mañana
es el santo día de reposo, el reposo consagrado a Jehová; lo que habéis
de cocer, cocedlo hoy, y lo que habéis de cocinar, cocinadlo; y todo lo
que os sobrare, guardadlo para mañana. Y ellos lo guardaron hasta
la mañana, según lo que Moisés había mandado, y no se agusanó, ni
hedió (Éxodo 16:15-24).

Si ya se demostró que el maná solamente duraba de uno a dos días,


¿por qué el maná que se guardó como memorial dentro del Arca del
Testimonio o Arca del Pacto permanecía en buen estado?

La respuesta es porque dentro del Arca había presencia de Dios, una


ecología divina, la luz que emanaba del cofre era la shekinah de Dios,
y donde hay presencia de Dios, existe eternidad, un espacio de tiempo
que no tiene principio ni fin, por lo tanto, no hay contaminación, nada
se corrompe, nada tiene fecha de expiración.

36
Dawin Perdomo Rodríguez
Este alimento —maná o pan del cielo— era un simbolismo de lo que
hoy representa nuestro Señor Jesucristo para nosotros: “Yo soy el pan vivo
que descendió del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre, y el pan
que yo les voy a dar es mi carne para que el mundo tenga vida” (Juan 6:51).

¿Pero de qué manera comemos ese pan los hijos de Dios en la


actualidad?

Lo hacemos a través de la Santa Cena que instituyó el Señor Jesús en


medio de la celebración de la cena de la Pascua judía, cuando partió el
pan y lo dio a sus discípulos manifestando que ese pan era su cuerpo,
el cuerpo que representaba su carne, su carne que es verdadera comida.
Aquí nos dirigimos a lo que dice Juan 6:58: “Este es el pan que descendió
del cielo, no como vuestros padres comieron el maná y murieron; el que come
de este pan vivirá eternamente”.

Jesús, su cuerpo, el pan, es decir su palabra, es nuestra provisión, el


alimento que nos nutre, que nos da vida eterna, que alimenta y fortalece
nuestro espíritu para que vivamos en permanente unidad con el Padre.

Cuando tomamos el vino que representa su sangre, recibimos


una nueva vida, liberación, sanidad y gozo. Solamente comiendo este
alimento podemos permanecer firmes ante toda adversidad. Cuando
nos encontramos en momentos de debilidad, es cuando la energía, la
fuerza de Dios nos va a levantar, nos va empujar a continuar, a creer
en Él, y a tener una vida de plenitud.

¿Y de qué otra forma tenemos acceso a este alimento?

Creyendo y teniendo fe, arrepintiéndonos de pecados y de lo que


no le agrada a Dios. Así como vendrá la remisión de nuestros pecados,
pero debemos deleitarnos en la palabra de Dios, y perseverar hasta el
fin para que obtengamos la promesa de vida eterna.

Las tablas de la ley


“En aquel tiempo, el Señor me dijo: Lábrate dos tablas de piedra
como las primeras y sube hacia mí al monte. Haz también un Arca
de madera. Yo escribiré en esas tablas las palabras que estaban en las
tablas primeras que rompiste, y las pondrás en el Arca. Entonces hice
un Arca de madera de acacia y labré dos tablas de piedra como las

37
El Arca del Pacto
primeras. Después, subí al monte con las dos tablas en mi mano. Y él
escribió en las tablas lo mismo que estaba escrito en las primeras: los
diez mandamientos que el Señor les había hablado en el monte, de en
medio del fuego, el día de la asamblea. Luego, el Señor me las dio. Di
vuelta y descendí del monte, y puse las tablas en el Arca que había
hecho. Allí están, como el Señor me mandó”. Deuteronomio 10: 1-5.

Lo anterior nos revela la importancia de guardar los mandamientos,


la Ley de Dios, lo invaluable que es el vivir en total sumisión a las
Sagradas Escrituras como lo hizo nuestro Señor Jesús, quien manifestó
que no vino a abolir la ley sino a que la ley se cumpliera, a dar plenitud,
a dar libertad, y nosotros no podemos tener mayor libertad que viviendo
en coherencia a sus escrituras, sometidos a la palabra de Dios, a su
diseño y voluntad.

Dios, quien es amor, quiere que nos amemos unos a otros y que
andemos en sus mandamientos, y el mandamiento es que andemos en
amor, como dice las escrituras en la primera epístola de Juan 3:23-24:
“Y este es su mandamiento: que creamos en el nombre de su hijo Jesucristo y
nos amemos unos a otros como nos lo ha mandado”. Y el que guarda sus
mandamientos permanece en Dios, y Dios en él. Y en esto sabemos que
Él permanece en nosotros por el espíritu que nos ha dado.

Dios ha renovado su pacto con nosotros, pone sus leyes en nuestra


mente y en nuestro corazón, siendo para nosotros Dios y haciéndonos
su pueblo, de manera que debemos vivir una vida sujeta a su palabra,
como la nueva creación de Dios, debemos obedecer su ley por amor a
Él, y expresar como decía el salmista en sus palabras eternas: “Me deleito
en hacer tu voluntad, Dios mío, tu ley la llevo dentro de mí” (Salmos 40:8).

Ninguna otra cosa nos dara mayor libertad que el vivir sometidos
a su palabra, nada le dara mayor sentido y valor a nuestra vida que el
hacer la voluntad de Dios, cumplir con la asignación a la que fuimos
enviados a esta tierra y como conoceremos esa voluntad? Inquiriendo
en las escrituras, alli encontraremos los pensamientos de nuestro Señor,
sus deseos, sus anhelos, sus planes desde la eternidad para este mundo
y para cada uno de nosotros.

La Biblia es el manual donde encontramos las especificaciones del


hombre de la mujer y como ejecutar con éxito cada uno de sus roles en
su familia, en su iglesia, en su nación y vivir una vida plena.
38
Dawin Perdomo Rodríguez
La vara de Aarón
Para entender el por qué guardar en el Arca del Pacto la vara de
Aarón, tenemos que remontarnos a la historia que nos cuenta el libro
de Números 17:110: “Luego, habló Jehová a Moisés, diciendo: Habla a los
hijos de Israel y toma de ellos una vara por cada casa de los padres, de todos los
príncipes de ellos, doce varas conforme a las casas de sus padres, y escribirás
el nombre de cada uno sobre su vara, y escribirás el nombre de Aarón sobre
la vara de Levi porque cada jefe de familia de sus padres tendrá una vara. Y
las pondrás en el Tabernáculo de reunión delante del testimonio, donde yo me
manifestaré a vosotros”.

“Y florecerá la vara del varón que yo escoja y haré cesar de delante de mí las
quejas de los hijos de Israel con que murmuran contra vosotros. Y Moisés habló
a los hijos de Israel, y todos los príncipes de ellos le dieron varas, cada príncipe
por las casas de sus padres una vara, en total doce varas, y la vara de Aarón
estaba entre las varas de ellos. Y Moisés puso las varas delante de Jehová en
el Tabernáculo del testimonio. Y aconteció que al día siguiente vino Moisés al
Tabernáculo del testimonio y he aquí que la vara de Aarón de la casa de Levi
había reverdecido, echado flores, arrojado renuevos y producido almendras.
Entonces, Moisés sacó todas las varas delante de Jehová a los hijos de Israel y
ellos lo vieron y tomaron cada uno su vara. Y Jehová dijo a Moisés: «Vuelve la
vara de Aarón delante del testimonio para que se guarde por señal a los hijos
rebeldes, y harás cesar sus quejas delante de mí para que no mueran», e hizo
Moisés como le mandó Jehová, así lo hizo”.

El Arca del Testimonio, donde Moisés llevó las doce varas, era
la misma presencia de Dios en el Tabernáculo. ¿Y por qué lleva las
varas con el nombre? Lleva las varas con nombre porque si no iban
identificadas, todos iban a querer la vara que había reverdecido.

Para que una vara pueda reverdecer, es necesario que esté sembrada,
que se encuentre dentro de la tierra recibiendo sus nutrientes, agua,
sol, abono y cuidado especial por mucho tiempo, pero en el caso del
almendro, necesita entre cinco y diez años para poder crecer, producir
flores, manojos y frutos. Sin embargo, en la presencia de Dios, una sola
noche fue suficiente para que una vara seca reverdeciera, diera renuevos
y produjera los frutos que debió haber producido en diez años.

39
El Arca del Pacto
Fueron presentadas doce varas a la presencia de Dios, pero solo la
vara de Aarón reverdeció; las once varas restantes no reverdecieron, no
dieron retoños ni flores ni frutos, porque en sus príncipes y tribus había
queja y murmuración. Dios estaba viendo el corazón de los dueños de
las varas y de la gente que representaban, mientras que en el corazón
de Aarón y su pueblo había alabanza, adoración y obediencia.

La vara de Aarón debía ser mantenida en el Arca del Pacto para


recordarle a los hijos de Israel que Dios había escogido un sacerdocio
y nada lo cambiaría, ni quejas ni murmuraciones.

Si Dios eligió a Aarón y sus descendientes como sacerdote, ¿entonces


cómo podemos decir que Jesús es nuestro sumo sacerdote? Este
interrogante se resuelve en Hebreos 2:17: “Jesús es el sumo sacerdote de
la orden de Melquisedec, no Aarón”.

La vara de Aarón en el Arca del Pacto recuerda la rebelión y la queja


del pueblo de Israel. Así las cosas, cuando Dios miraba hacia el Arca,
observaba los emblemas del pecado de su pueblo, las tablas de la ley
que habían sido rotas, el maná del que se quejaron, además de la vara
de Aarón con la que Dios respondió ante la rebelión de sus hijos. Sin
embargo, la sangre del sacrificio cubría la tapa o Propiciatorio, cubriendo
los pecados, y de esa forma solo miraba la sangre que cubría los pecados
y hacia la expiación de su pueblo.

¡Qué importante es que cuidemos la presencia de Dios en nosotros!

Posiblemente, cada uno de nosotros seamos esa vara, o en nuestras


vidas aún tengamos áreas muertas, débiles o secas; quizás tus finanzas
están muertas; el amor por tu pareja está seco; tu espíritu está debilitado.
Déjame decirte que aún hay esperanza para ti, solamente necesitas la
presencia de Dios.

Busca incansablemente la presencia de Dios a través de la oración,


atráelo con tu humildad y con tu obediencia; ámalo por lo que Él es
y no por lo que da; ámalo porque Él te amó primero; ámalo porque te
hizo su hijo. Y siempre recuerda que:

Es imposible que crezcas, si no estás en la presencia de Dios.

Es imposible que reverdezcas, si no estás en la presencia de Dios.

40
Dawin Perdomo Rodríguez
Es imposible que florezcas, si no estás en la presencia de Dios.

Es imposible que des fruto, si no estás en la presencia de Dios.

41
42
CAPITULO V
44
Capítulo V

El Arca en la casa
de Abinadab

V
inieron los de Quiriat-Jearim y llevaron el Arca de Jehová,
y la pusieron en casa de Abinadab, situada en el collado; y
santificaron a Eleazar, su hijo, para que guardase el Arca de
Jehová. Desde el día que llegó el Arca a Quiriat-Jearim pasaron muchos
días, veinte años, y toda la casa de Israel lamentaba en pos de Jehová.
Habló Samuel a toda la casa de Israel, diciendo: Si de todo vuestro
corazón os volvéis a Jehová, quitad los dioses ajenos y a Astarot de
entre vosotros, y preparad vuestro corazón a Jehová, y solo a él servid,
y os librará de la mano de los filisteos. Entonces, los hijos de Israel
quitaron a los baales y a Astarot, y sirvieron solo a Jehová. Y Samuel
dijo: Reunid a todo Israel en Mizpa, y yo oraré por vosotros a Jehová.
Y se reunieron en Mizpa, y sacaron agua, y la derramaron delante
de Jehová, y ayunaron aquel día, y dijeron allí: Contra Jehová hemos
pecado. Y juzgó Samuel a los hijos de Israel en Mizpa. Cuando oyeron
los filisteos que los hijos de Israel estaban reunidos en Mizpa, subieron
los príncipes de los filisteos contra Israel; y al oír esto los hijos de Israel,
tuvieron temor de los filisteos. Entonces dijeron los hijos de Israel a
Samuel: No ceses de clamar por nosotros a Jehová nuestro Dios, para
que nos guarde de la mano de los filisteos. Y Samuel tomó un cordero
de leche y lo sacrificó entero en holocausto a Jehová; y clamó Samuel
a Jehová por Israel, y Jehová le oyó. Y aconteció que mientras Samuel
45
El Arca del Pacto
sacrificaba el holocausto, los filisteos llegaron para pelear con los hijos
de Israel. Mas Jehová tronó aquel día con gran estruendo sobre los
filisteos, los atemorizó, fueron vencidos delante de Israel. Y saliendo
los hijos de Israel de Mizpa, siguieron a los filisteos, hiriéndolos hasta
abajo de Bet-Car. Tomó luego Samuel una piedra y la puso entre Mizpa
y Sen, y le puso por nombre EbenEzer, diciendo: Hasta aquí nos ayudó
Jehová. Así fueron sometidos los filisteos, y no volvieron más a entrar
en el territorio de Israel; y la mano de Jehová estuvo contra los filisteos
todos los días de Samuel. Y fueron restituidas a los hijos de Israel las
ciudades que los filisteos habían tomado a los israelitas, desde Ecrón
hasta Gat; e Israel libró su territorio de mano de los filisteos. Y hubo paz
entre Israel y el amorreo. Y juzgó Samuel a Israel todo el tiempo que
vivió. Y todos los años iba y daba vuelta a Bet-El, a Gilgal y a Mizpa, y
juzgaba a Israel en todos estos lugares. Después, volvía a Ramá, porque
allí estaba su casa, allí juzgaba a Israel; y edificó allí un altar a Jehová”.

2 Samuel 7:1-17

Después que el Arca estuvo siete meses con los filisteos, estos la
devolvieron porque produjo estragos en medio de ellos. Luego tuvo
como locación la casa de Abinadab —que era un levita—.

Permaneció allí en casa de Abinadab durante veinte años, pero en


dicha casa no pasó nada, no hubo bendición ni milagros, contrario a
lo que pasó en la casa de Obed-Edom —como veremos en el siguiente
capítulo.

¿Pero qué fue lo que sucedió si sabemos que donde llega la presencia
de Dios, donde llega el Arca hay bendición, hay prosperidad, hay
sanidad, todo es restaurado, todo lo que estaba muerto recibe vida?

Pues del mismo verso bíblico podemos deducir que en la casa de


Abinadab no hubo honra para la presencia de Dios, Abinadab tenía
tres hijos de nombres Eliazar, Uza y Ahio, de quienes se eligió a Eliazar
para que guardara el Arca, tratando la presencia de Dios como un
menaje cualquiera, quizás considerándolo con algún significado para
recibirlo y guardarlo, pero no con el valor, el respeto, la honra que
merecía la representación de Dios en esa casa, por eso no se manifestó
su presencia con poder.

46
Dawin Perdomo Rodríguez
A lo largo de veinte años, la casa de Abinadab se habituó a tener el
Arca, viéndola todos los días; se familiarizaron con ella, los hijos de
Abinadab, quienes al tiempo de haber sido llevada el Arca a su casa,
eran unos niños, crecieron viendo el Arca en su casa, estaban demasiado
acostumbrados a ver el Arca de cerca. Era muy común para ellos, todos
los días veían «ese mueble», y aunque muy probablemente les dijeron
que no podían tocarla ni destaparla para ver su interior (ya que había
una orden expresa de Dios de que solo el sacerdote debía tocarla), ellos
no consideraron eso o lo olvidaron, pues habían perdido reverencia;
para ellos era un objeto más en su casa.
La familiarización no es solo acostumbrarse a las cosas buenas o
importantes, es también no percibirlas y no valorarlas; cuando estás muy
familiarizado con algo, dejas de asignarle el valor que le corresponde,
lo ignoras, todo se hace tan común a tu alrededor que no percibes
cuan bendecido o privilegiado eres por las cosas o personas que te
rodean. Incluso puedes acostumbrarte a la unción, a la presencia, a la
palabra de Dios; por poner un ejemplo: al inicio de la vida cristiana,
cada alabanza o adoración, cada mensaje, cada manifestación de Dios
te hacía vibrar; sin embargo, de un tiempo para acá ya no sientes nada,
¿por qué? Porque te familiarizaste. En este sentido, no debes confundir
lo que es la familiaridad con lo que es la intimidad, porque la intimidad
significa relación, amistad, reverencia, respeto, honra, adoración, y esta
intimidad fue lo que faltó en la casa de Abinadab.
La familiaridad produjo incredulidad en la casa de Abinadab, ellos
ya no creían en el poder del Arca, y donde no hay fe no puede haber
transformación, no puede haber milagros.
Igualmente pasó con Jesús, quien no pudo hacer muchos milagros
en el lugar donde creció debido a la incredulidad de sus conocidos,
no creyeron en Él porque lo conocían, porque lo vieron crecer, porque
conocían a sus padres, a sus hermanos, y porque estaban con Él todo
el tiempo.
Este ingrediente de familiaridad es tan dañino que provocó que
la casa de Abinadab perdiera la alegría, la novedad, el asombro, la
satisfacción de tener el Arca en casa, de tener la presencia de Dios en
medio de su familia. En consecuencia, al perder la alegría de haber sido
elegidos para tener el Arca, también llegó la falta de agradecimiento, y
donde no hay gratitud, no hay bendición.
47
El Arca del Pacto
Actualmente, debemos valorar y agradecer cada bendición que Dios
nos da, no familiarizarnos con las manifestaciones del Espiritu Santo,
con los pastores, con los líderes, con la palabra, sino ser agradecidos
por la gracia derramada, agradecidos de todo cuanto tenemos, pues
gozarnos con lo que ahora tenemos es la puerta hacia la abundancia y
el agradecimiento es la puerta hacia la bendición.

Podrás tener el Arca, la presencia de Dios en tu casa como Abinadab,


pero si no la valoras, si no pasas tiempo con ella, si no la honras, si no
la agradeces, si no te gozas por su presencia, no va pasar nada ni en ti
ni en tu familia.

No bastara con que tengas una biblia en tu casa, que tengas una
iglesia, que tengas un pastor, lo que te traera la bendición es el trato, la
honra que le des a la presencia de Dios.

Actualmente observamos muchas personas con el espiritu de


Abinadab, cantan pero no adoran, tienen la biblia en casa pero no
meditan ni viven en ella, escuchan musica pero no musica que les
edifique, bailan pero no danzan, van a la iglesia como un club social y
no a buscar la presencia de Dios, predican para buscar los “me gusta”
pero no para impartir la presencia de Dios.

La presencia de Dios está en todo lugar, pero no en todo lugar se


manifiesta.- El que Dios demuestre todos sus atributos dependerá de
ti, Dios se mostrará donde haya hambre de El, donde se le honre, se le
valore, donde la fe lo provoque.

48
CAPITULO VI
50
Capítulo VI
La Muerte de Uza

P
usieron el Arca de Dios sobre un carro nuevo, la llevaron de la
casa de Abinadab, que estaba en el collado; Uza y Ahio, hijos
de Abinadab, guiaban el carro nuevo. Y cuando lo llevaban de
la casa de Abinadab, que estaba en el collado, con el Arca de Dios, Ahio
iba delante del Arca. David y toda la casa de Israel danzaban delante de
Jehová con toda clase de instrumentos de madera de haya: con arpas,
salterios, panderos, flautas y címbalos. Cuando llegaron a la era de
Nacón, Uza extendió su mano al Arca de Dios y la sostuvo porque los
bueyes tropezaban. El furor de Jehová se encendió contra Uza, lo hirió
allí Dios por aquella temeridad, cayó allí muerto junto al Arca de Dios.
David se entristeció por haber herido a Jehová y Uza, aquel lugar fue
llamado Pérez-Uza, hasta hoy. Y temiendo David a Jehová aquel día,
dijo: ¿Cómo ha de venir a mí el Arca de Jehová? De modo que David
no quiso traer para sí el Arca de Jehová a la ciudad de David; y la hizo
llevar David a casa de Obed-Edom geteo”.

2 Samuel 6:3-10
Como mencioné en el capítulo anterior, Uza era uno de los hijos
de Abinadab, quien había crecido observando el Arca del Pacto en su
casa. Él conocía la instrucción dada por Dios de no tocar el Arca porque
era considerada una temeridad. Además, el Arca solo podían tocarla
51
El Arca del Pacto
y transportarla los ungidos de Dios, los sacerdotes, los consagrados a
Dios y sobre sus hombros;

Estos detalles fueron olvidados por David y el pueblo, quienes


queriendo hacer algo bueno, decidieron transportar el Arca en un carro
nuevo cargado por bueyes, dirigido por Uza y Ahio, hijos de Abinadab.

La historia nos relata que cuando llegaron a la era de Nacón, Uza


extendió la mano hacia el Arca de Dios y la sostuvo porque los bueyes
casi la volcaron; entonces se encendió la ira del Señor contra Uza, Dios
lo hirió por su irreverencia, y allí murió junto al Arca de Dios.

Uza pecó al tocar inapropiadamente el Arca de Dios y desobedecer


el mandato del Señor. Podemos observar entonces que Dios no se enoja
o responde con ira sin dar primero instrucciones a su pueblo, de modo
que es al desobedecer, al pasar por alto una instrucción de Dios, que
trae como consecuencia disciplina a sus hijos.

La desobediencia nos separa de la presencia de Dios, pues el acto de


rechazar o desacatar una orden dada por Él nos aleja de su voluntad,
y este rechazo lo vemos en la gente que se niega a cumplir con los
preceptos bíblicos en nuestras congregaciones actualmente, no solo
cuando nos negamos deliberadamente a hacer lo que la autoridad
espiritual nos manda, si no también queda en evidencia cuando
modificamos las instrucciones dadas según nuestro criterio, cuando
las cumplimos a medias o en el tiempo que nosotros queremos mas
no cuando se nos solicita.

Estos detalles pueden estar ocasionando que la presencia de Dios no


se manifieste en tu vida. Mira cómo el incidente de Uza fue inminente
y murió por causa de la familiaridad con el Arca que le hizo olvidar
las directrices dadas por Dios.

Otro aspecto que podemos analizar es que Uza iba haciendo una
tarea que no le correspondía, pues el transportar y cuidar el Arca era
una labor encomendada por Dios a los sacerdotes, hombres maduros,
ungidos, que ya habían cumplido con ciertos requisitos, entre ellos
la consagración, la santidad, y no era una labor encomendada a un
muchacho inmaduro e irreverente al Arca del Pacto que no la respetó
durante veinte años que estuvo en el interior de su casa, pero quiso
mostrar interés en público.
52
Dawin Perdomo Rodríguez
Si no pasamos tiempo con la presencia en lo secreto de nuestra
morada, no queramos aparentar que tenemos relación con la presencia
frente a la gente; si no oramos en nuestra morada, no pretendamos
venir a orar en el pulpito de la iglesia solo para que nos vean porque
desagradamos a Dios, desobedecemos su mandato de orar en todo
tiempo, de tener intimidad, de orar en lo secreto para que Él se manifieste
en público.

Aunque la reacción natural de Uza fue poner su mano en el Arca


para impedir que se cayera cuando los bueyes tropezaran, olvidó
la prohibición de no tocar el Arca que se le había enseñado de niño
cuando el Arca llegó a su casa. Uza no se preocupó porque el Arca la
trasladaran sobre los hombros de los sacerdotes —como debía ser—,
pero sí se preocupó cuando los bueyes tropezaron; los bueyes son figura
de autoridad, y a veces como cristianos tenemos los ojos puestos en
los bueyes y no en el Arca, tenemos puestos los ojos en los pastores y
líderes, pero no en la presencia de Dios; se nos hace más fácil criticar,
hacer notorias las fallas de los líderes espirituales que cuidar la presencia
de Dios en nosotros.

Cuando una autoridad tropieza, estamos listos a meter la mano y no


precisamente para levantarlo sino para menoscabar su ministerio, para
rasgar su manto sin pensar que el trozo de manto que hoy rompemos
será el pedazo de manto que mañana a nosotros nos falte. Esta también
es una actitud que aunque la presencia de Dios esté en tu casa, en tu
iglesia, en tu vida, no dejará que Dios se manifieste como quiere hacerlo.

A través de Uza podemos aprender que no debemos esperar que la


ira de Dios se levante en contra nuestra o de nuestros hijos por nuestra
insensatez e irreverencia a la presencia divina.

Uza murió porque manejó mal las cosas sagradas, porque se


familiarizó con el Arca o la presencia de Dios.

Hoy en día es necesario que nuestros ojos sean abiertos para ver tanta
bendición en medio de nosotros, debemos ver que somos privilegiados
al tener la presencia de Dios con nocotros, tener autoridades espirituales
que nos respalden, nos corrijan, tener una familia espiritual a la cual
amar y servir, debemos abrir nuestros ojos para ver que lo que nos
parece tan común a nuestro alrededor es solo la expresión de su gracia,
lo cual debemos valorar y agradecer; mira la iglesia, mira tus hijos, tus
53
El Arca del Pacto
padres, tu esposo, esposa, tu llamado, quizás ya no le das el valor que
corresponde porque te has familiarizado, porque lo ves como algo
común que es parte de ti, parte de tu vida; a lo mejor te has familiarizado
con tus pastores, con la palabra, con tus dones, con los milagros y ya
nada te sorprende, ya no eres un expectante de las manifestaciones
de Dios.

Es el momento de cambiar de actitud, no esperes la disciplina por


tu irreverencia a las cosas sagradas con las que Dios te ha bendecido,
te ha privilegiado, por eso hoy te aconsejo: “Vuelve al primer amor”.

54
CAPITULO VII
El Arca del Pacto

56
Capítulo VII
El Arca en la casa
de Obed-Edom
“Y se entristeció David por haber herido Jehová a Uza, y fue llamado aquel
lugar Pérez-Uza, hasta hoy. Y temiendo David a Jehová aquel día, dijo: ¿Cómo
ha de venir a mí el Arca de Jehová? De modo que David no quiso traer para
sí el Arca de Jehová a la ciudad de David; y la hizo llevar David a casa de
Obed- Edom geteo. Y estuvo el Arca de Jehová en casa de Obed-Edom geteo
tres meses; y bendijo Jehová a Obed-Edom y a toda su casa”.

2 Samuel 6:8-11

S
iendo ya David rey de Israel, observó que tenia reinos, territorio,
mujeres, ejercitos, poder pero que le faltaba el Arca del Pacto,
no tenia plenitud porque la presencia de Dios no estaba en la
ciudad de David, entonces decidio ir por el Arca a la casa de Abinadab.

Al transportar el Arca lo hacen colocandola sobre bueyes, yendo


junto a ella los hijos de Abinadab entre ellos Uza, pero ni siquiera el rey
David recordo que el Arca solo debia transportarse sobre los hombros de
sus ungidos, es asi que cuando Uza murió por la temeridad que había
cometido, el rey David se entristeció, pero como todo buen estratega,
al temer por las muertes que ocasionaba el Arca, dispuso no llevar el
Arca a su ciudad, a la ciudad de David y como se dice comúnmente,
«lanzó al agua» a Obed-Edom, lo utilizó como conejillo de indias para
ver qué pasaba en aquel lugar.

La sorpresa de todos fue que en tres meses la presencia de Dios


bendijo a Obed-Edom en todas las áreas de su vida, pues Dios siempre
otorga una bendición integral y no bendijo solo al líder de la casa —
57
El Arca del Pacto
Obed Edom—, sino también a toda su casa, es decir toda su familia,
contrario a lo que sucedió en la casa de Abinadab que estando alla 20
años ninguna manifestacion de la gloria de Dios se registró, lo que
ocasionó la admiración de todos, incluyendo al rey David, quien luego
de enterarse de la prosperidad, la restauracion, la bendición de Obed
Edom finalmente llevó el Arca consigo.

¿Quién era Obed-Edom?


Obed-Edom era un geteo proveniente de la ciudad de Gat la cual
pertenecía al territorio de los filisteos, por lo cual decimos que era
oriundo de los filisteos. Entendemos por sus costumbres que era un
religioso, un pecador, un idólatra y un pagano. Siendo así, ¿cómo era
posible que el Arca del Pacto fuese llevada a la casa de este tipo de
hombre?

Es que precisamente esa es la gracia de Dios, no vio quién era Obed-


Edom para escogerlo, sino que a pesar de lo que Obed Edom era Dios
decide elegirlo para llevar su presencia y es lo que pasa con nosotros,
Dios no nos escoge por lo que somos, si no que a pesar de lo que
nosotros somos y eramos, es la gracia y la misericordia de Dios que nos
elige para ser portadores de su presencia, porque no esta viendo con
ojos humanos, no ve lo que somos sino lo que seremos en sus manos,
Dios te eligio a ti no viendo la persona que hoy critica sino la persona
que mañana andara evangelizando rescatando al perdido, no ve al
drogadicto sino a un futuro pastor, no ve al mentiroso sino al misionero
que te convertiras en su presencia.

Lo primero que vamos a resaltar de Obed-Edom es la buena decisión


que él toma de recibir el Arca en su casa, a pesar de que él era un geteo
y no se sentía digno de tener la presencia de Dios. Hay muchas personas
que no les gusta que les hablen de Dios, mucho menos de recibir su
presencia, se sienten indignos pecadores, incapaces y algunos otros no
se deciden por la presencia de Dios porque saben que los confrontara
con el pecado, porque saben que al llegar la presencia de Dios expondra
su doble vida, sacara a luz el adulterio, las adicciones etc. saben que
la presencia de Dios traera disciplina pero ordenara tu vida y tu casa.

A pesar de ello, Obed Edom aceptó tremenda proposición porque


sin merecerlo fue propuesto para algo tan especial. Él no vio el peligro
y las desgracias que habían ocurrido con antelación a los filisteos y
58
Dawin Perdomo Rodríguez
aun a los isrraelitas, sino que vio la gracia derramada sobre el siendo
escogido por Dios para poseer su presencia.

Podemos destacar en Obed-Edom que no esperó que el Arca llegara


a su casa para hacer cambios, sino que antes de llevar el Arca, limpió
su casa, sacó los ídolos, se arrepintió, se limpió, preparó el lugar y el
altar donde reposaría la presencia divina, pues él sabía que si el Arca
entraba y encontraba la casa contaminada, al siguiente día su casa
hubiese amanecido como amanecieron los ídolos de los filisteos: sin
cabeza, degollados en el suelo, o como ocurrio en otros territorios donde
hubo muertes, tumores y destrucción.

El cambio de Obed-Edom comenzó en el interior de su casa. Cuando


tú reparas el altar, cuando tú limpias tu casa, cuando tú ordenas tu
vida, atraes la bendición, una bendición que no solo se ve por dentro
sino también por fuera, una bendición que no solo es financiera sino
en todas las areas de tu vida, una bendición que no solo te cubre a ti
sino que también alcanza a todos los de tu casa y no solo en este tiempo
sino en los tiempos venideros.

Obed-Edom hizo un espacio en su casa, sacó los ídolos para entrar


el Arca, sacó la maldición para dar entrada a la bendición, dijo adiós a
sus costumbres pasadas, a su vida pasada para tener una nueva vida,
la vida que Dios tenía para él, una vida de paz, de armonía, de unidad,
de gozo, prosperidad y plenitud.

El Arca permaneció en la casa de Obed-Edom durante tres meses, y


en ese período de tiempo, su vida y la de su familia cambió totalmente:
él prospera y toda su casa es ampliamente bendecida, y es que cuando
la presencia de Dios llega a tu vida, cuando la presencia de Dios entra
en tu casa, todo lo que está desordenado se ordena, lo que está seco
reverdece, sale la miseria y entra la prosperidad, la presencia hace que
el que está enfermo sea sanado, el que está preso salga de cautividad, lo
que está retenido se manifieste y la palabra enviada por Dios se cumpla.

Y fíjense bien que es la misma Arca que estuvo en la casa de Abinadab


la que también se encuentra en la casa de Obed-Edom, la diferencia
es que en la casa de Abinadab simplemente estuvo ocupando espacio
como un mueble más, contrario a lo que pasó en la casa de Obed-Edom,
donde se le hizo un altar en el cual se le adoraba, se le respetaba y se
le valoraba, por eso la misma trajo bendición.
59
El Arca del Pacto
Dios era el mismo, el Arca era la misma, la misión que se le encomendó
a Abinadab y a Obed-Edom también era la misma, pero no se menciona
alguna cosa buena que sucediera en veinte años en casa de Abinadab,
sin embargo, todo lo bueno que puedas imaginar sucedió en solo tres
meses en la casa de Obed Edom a causa de la reverencia, el respeto y
el amor manifestado.

Este hombre supo que cuando se sirve a Dios con devoción y temor
reverente, nos bendice. De esta manera, Obed-Edom fue un ejemplo
para todo el pueblo de Israel y en especial para el rey David, ya que
luego de recibir la noticia de las bendiciónes que le estaban llegando
a Obed-Edom y a toda su familia, sintió gozo en su corazón, decidió
volver a esforzarse por trasladar el Arca hasta Jerusalén. Es así como por
medio de su ejemplo, Obed-Edom llamó al rey David al arrepentimiento
y a cumplir con las instrucciones dadas por Dios respecto del Arca.

Obed-Edom, después de semejante experiencia, y entender lo que


sucedía cuando se servía a Dios con esmero, no tuvo más opción que
continuar en una vida de servicio y consagración al Señor.

El rey David observando la dedicación, la reverencia y la devocion


de Obed Edom decidió dejarlo a el y sus hermanos como guardias
de las puertas del templo, y Dios volvió a bendecir a Obed-Edom
quien tuvo ocho hijos y todos sus hijos y posteriores generaciones
fueron bendecidos y estuvieron ocupando cargos en el templo entre
los ungidos. Recordemos que en ese entonces tener muchos hijos era
una gran bendición; hoy Dios nos puede bendecir de esa y de muchas
otras maneras.

En 1 Crónicas 26:4-7 vemos que la bendición de Dios estuvo con


los hijos de Obed Edom aun hasta la tercera generación, pues sus
nietos siguieron sirviendo a Dios en el templo de Jerusalén. Además,
Obed-Edom tuvo un puesto privilegiado entre los porteros del templo.
En la Biblia dice que cuando se echó suerte para ver cuál puerta la
correspondía a cada familia, a la suya le tocó la del sur, es decir, la más
importante, pues conectaba al templo con el palacio real.

Sus hijos fueron comisionados para administrar las provisiones


del templo y alrededor de dos siglos más tarde, su familia seguía
estando a cargo de las provisiones del templo. En este orden de ideas,
las bendiciónes de Obed-Edom —por haber servido con gratitud,
60
Dawin Perdomo Rodríguez
reverencia, obediencia y excelencia a Dios— fueron legadas a su
descendencia, quienes fueron bendecidos con las mejores posiciones
laborales de su tiempo, demostrándonos que lo que hoy sembramos
en el reino, también nuestros hijos, nietos y generaciones posteriores
lo cosecharán.

61
62
CAPITULOVIII
64
Capítulo VIII
Que no te roben
el Arca
“Cuando los filisteos capturaron el Arca de Dios, la llevaron
desde Eben-Ezer a Asdod”.

1 Samuel 5:1

L
o más valioso que Israel tenía había sido robado, la presencia
misma del Altísimo fue robada del campamento de los
israelitas.

Dice la Biblia que los príncipes de los filisteos robaron el Arca y en


cada lugar que el Arca era llevada había muerte, enfermedades, les
salían tumores, porque no era el lugar donde Dios quería que el Arca
estuviera.

La presencia de Dios no podía estar donde se le tuviese como un


amuleto, donde fuera un mensaje mas, donde estuviera rodeada de
idolos, donde no se le tuviera reverencia, donde no se le honrara.

La vasija en la cual Dios quiere que su presencia permanezca es en ti,


pero hay enemigos que se roban esa presencia y debemos estar alertas.
Uno de ellos, que es muy sigiloso, es el llamado orgullo.

El orgullo es ese exceso de estima hacia uno mismo y hacia los


propios méritos por lo que la persona se cree superior a los demás.
Cuando nos creemos fuertes, autosuficientes, cuando creemos que solo
nosotros tenemos la razon, cuando no aceptamos consejos, cuando no
reconocemos nuestros errores, cuando hay egolatría, altivez, soberbia
65
El Arca del Pacto
en nuestro corazón, nos puede robar la presencia de Dios, como se
dice en Salmos 5:5: “Ni en tu presencia hay lugar para los orgullosos, pues
tu aborreces a los malhechores”, lo cual nos deja saber que para portar la
presencia de Dios, necesitamos tener un corazón humilde, contrito y
humillado, la humildad no es señal de timidez o debilidad sino que es
tener conocimiento que nuestra verdadera fortaleza proviene de Dios.

El que se endurece ante la presencia de Dios, tampoco puede


permanecer con la presencia de Dios.

El pecado que practicas continuamente y el pecado del que no te


arrepientes hace que el corazón se endurezca, y un corazón endurecido
no es sensible a la voz ni la presencia de Dios, adormece la capacidad
de percibir, entender y de discernir lo bueno y lo malo.

Muchas veces el Todopoderoso te está hablando, te está pidiendo


alabanza, te está pidiendo tu vida, quiere entrar en ti, pero tú endureces
tu corazón, no dejas que Jesus entre a ordenar tu vida, estas acomodado
viviendo una vida en tinieblas y fracaso, un ejemplo de dureza de
coraon lo vemos en Nabal esposo de Abigail, cuando no quiso darle al
rey David lo que le pidió, eso le trajo recompensa.

Las debilidades y distorsiones en las áreas sexuales están robando la


presencia de Dios, como ocurrió con Sansón. Aquí podemos ver cómo
el problema más grande de Sansón era el área sexual, muchos cristianos
están atados y no pueden dominar las áreas sexuales, sobre todo en la
actualidad que las mismas leyes y la sociedad llaman al pecado sexual
una elección personal o un derecho humano, sin discernir que satanas
ha distorcionado el diseño original de Dios en el cual el sexo es un
regalo de Dios para marido y mujer, introduciendo homosexualidad,
pornografia, fornicación, masturbación y lujuria para robar el Arca de
sus vidas.

La desobediencia es algo que también te robará la presencia del


Altísimo, como ocurrió con el rey Saúl, a quien Dios le dio una orden
directa de matar a todo el pueblo amalecita y su ganado, pero él no
obedeció, de tal modo que la presencia de Dios lo abandonó y ungió
un nuevo rey conforme a su corazón, como lo fue el rey David.

Jesus dijo: el que me ama obedecera mi palabra y mi padre lo amara,


y haremos nuestra morada en el, haciendonos ver que lo mas valioso
66
Dawin Perdomo Rodríguez
para nuestro padre es que seamos obedientes a sus mandatos a sus
instrucciones, pues el obedecer vale mas que el sacrificio y prestar
atención mas que la grosura de un carnero.

El temor es otro de los ingredientes que no deben existir en tu vida


porque también te roba la presencia de Dios. Donde hay temor, no
hay fe; y donde no hay fe, la presencia de Dios no puede manifestarse.

No dejes que las enfermedades, situaciones familiares o económicas


te atemoricen, recuerda que tienes un Dios más grande que cualquier
situación por la que estés pasando, alimentate de la palabra de Dios
donde el constantemente nos esta diciendo que no tengamos miedo, que
en cada desafio el esta con nocotros, asi que no te desanimes tenemos
un Dios grande que siempre nos da fuerzas, siempre nos ayuda y nos
sostiene, jamas dejara un hijo suyo avergonzado.

Sin embargo, nosotros como hijos debemos cuidar la presencia de


Dios en nuestras vidas, atesorarla y ser centinelas que día y noche
velemos porque nada ni nadie nos robe el Arca. Digamos como le dijo
el salmista: “No me alejes de tu presencia ni me quites tu santo espíritu”.

67
68
CAPITULO IX
70
Capítulo IX
El Arca de Dios
en tu casa

P
ara que la presencia de Dios more en nuestra casa, debemos ser
imitadores de Obed-Edom y tomar la decisión de dejarla entrar,
limpiar, ordenar nuestra casa, debemos valorarla, agradecerla
y honrarla.

Sin embargo, yo quiero resaltar dos aspectos necesarios en tu vida


como son los primeros dos que he nombrado:

1. La decisión de recibir el Arca de Dios.

2. El reconocer tus pecados y apartarte. En otras palabras, limpiarte.

Recordemos lo que dice el Salmo 24:3-4: “¿Quién subirá al monte de


Jehová? ¿Quién estará en su lugar santo? El limpio de manos y puro de corazón,
el que no ha elevado su alma a cosas vanas”.

Refiero también el Salmo 15:1-2: “¿Quién habitará en tu Tabernáculo


y quién habitará en tu presencia? El que anda en integridad y hace justicia, el
que habla verdad en su corazón”.

Para habitar en la presencia de Dios, debemos confesar nuestros


pecados, limpiarnos de la iniquidad, de banalidades, y una vez que
hemos tomado la decisión de aceptar a Cristo y tener su presencia,
71
El Arca del Pacto
debemos renunciar a la vieja manera de vivir, a las viejas costumbres,
tenemos que limpiar nuestra alma de todo lo que la contamina:
rencor, falta de perdón, frustración, inmoralidad, consagrándonos en
cuerpo, alma y espíritu, para uso exclusivo del Señor, guardándonos
irreprensibles para él como un sacrificio vivo.

Debemos preocuparnos por alcanzar las cosas eternas y no las banas


o temporales que ofrece este mundo, poniendo la mirada en las cosas
de arriba mas no en las de la tierra, pues dice su palabra que si hemos
resucitado con Cristo, busquemos las cosas de arriba donde está Cristo
sentado a la diestra de Dios.

Viviendo una vida íntegra, siendo de una sola pieza y no hipócrita


o de doble ánimo, alcanzaremos la salvación y permaneceremos en la
presencia de Dios, siendo coherentes con lo que hablamos y hacemos,
guardando nuestro testimonio en todo lugar; no solo en la congregación,
y asi la presencia de Dios no se apartará de nosotros y se manifestara
de manera integral, el cambio sera interno y externo y la bendición
incluira a todas tus generaciones.

Si somos justos, alcanzaremos todas las promesas del Señor y su


presencia estará con nosotros, conociendo que Dios es justo; debemos
saber también que todo el que hace justicia es nacido de Dios. ¿Y cómo
podemos ser justos?

- Pagando con bien a quien nos hace el mal.

- Haciendo justicia en el momento justo.

- Anteponiendo el bien de nuestro prójimo a nuestro interés personal.

Como ejemplos bíblicos de los personajes justos, podemos destacar a:

Moisés, Abraham y Noé

Ellos habitaron en la presencia de Dios y la presencia de Dios siempre


estuvo con ellos. El problema existe cuando las personas buscan llenar
los vacíos de su alma en cosas temporales como lo material, dinero,
posesiones, a través de una relación sentimental, que solo drena la
presencia de Dios; otros buscan plenitud en cosas como el trabajo,
los deportes o pasatiempos personales, pero al final siempre viven

72
Dawin Perdomo Rodríguez
insatisfechos porque lo único que puede llenarlo todo es la presencia
de Dios.

La presencia del Todopoderoso cambia tu atmósfera, tu interior;


transforma tu lamento en baile, tu tristeza en gozo; la presencia de Dios
renueva, fortalece, da nuevas fuerzas cuando estás cansado; la presencia
de Dios sana no solo físicamente, sino también cuando estás herido en
tu alma, o si sabes que tu corazón tiene heridas, es la presencia de Dios
que puede sanarte.

Tener el Arca de Dios en tu casa produce esperanza cuando crees


que todo está terminado, que todo está acabado.

En la presencia de Dios encontrarás una palabra que te levantará y


te dirá: «Aún hay esperanza, hay camino que recorrer».

Cuando tienes el Arca de Dios en tu casa, la presencia de Dios


continuamente te lleva a una nueva dimensión espiritual. En la presencia
de Dios no hay estancamiento, es un continuo movimiento; en la
presencia de Dios no hay limitaciones, trae avance permanente; en la
presencia de Dios tu fe cambia y te hace ver milagros, tú no podrás
ver milagros si la presencia de Dios no está contigo.

El peligro de no cuidar la presencia de Dios en tu vida es que te


arriesgas a ser tentado por el enemigo y el pecado puede alcanzarte.
Solo en la presencia de Dios permaneces seguro porque en la presencia
de Dios no hay pecado, por eso es importante —si tú quieres y deseas
portar y llevar el Arca de Dios a tu casa— estar limpio de pecado, y
si tú descubres que hay pecado en tu vida y crees que esto será una
barrera, la solución es confesar tu pecado y apartarte de él, pues el
que confiesa su pecado encuentra misericordia, pero el que continúa
pecando su fin es la muerte.

“Quien esconde su pecado jamás puede prosperar; quien lo confiesa y lo


deja, recibe el perdón”.

Proverbios 28:13 TLA

73

También podría gustarte