5181-Texto Del Artículo-29300-1-10-20190301

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DOI: http://dx.doi.org/10.15304/qui.17.

5181

OVIEDO EXPRESS, DE GONZALO SUÁREZ: EL GÉNERO


DEGENERADO (UNA VEZ MÁS)*

Xosé Nogueira Otero


Universidade de Santiago de Compostela
Data recepción: 2018/06/08
Data aceptación: 2018/12/17
Contacto autor: [email protected]
ORCID: https://orcid.org/0000-0002-3903-7199

RESUMEN
Además de constituir un filme muy representativo del trayecto cinematográfico de su director,
Oviedo Express se configura como una obra plenamente inscrita dentro de una producción artística
contemporánea marcada por las identidades en tránsito, el continuo estado de mutación y la inter-
textualidad, ofreciendo múltiples capas de sentido más allá de la obvia conexión entre teatro y cine
que ofrece. Así, sus fotogramas pondrán en relación el cine clásico y postclásico de Hollywood con
la literatura de Zweig y el vodevil, así como La Regenta de Clarín con el Hamlet shakesperiano o el
teatro del absurdo. Suárez propondrá, entonces, una escritura fílmica atípica, inclasificable, liberada
de límites y prejuicios, procurando evitar el melodrama. Una suerte de Regenta llevada, a través de su
cine, a otro sitio, al actual siglo XXI, al tiempo que reflexiona sobre hasta qué punto la representación
(en el mundo del espectáculo, pero también en el de la política e incluso en las relaciones personales)
ha tomado el lugar de la realidad.
Palabras clave: metaficción, intertextualidad, reflejo, representación, medios de comunicación de
masas.

ABSTRACT
As well as providing a highly representative look at the cinematographic career of its director, the
film Oviedo Express is a work that forms an integral part of a contemporary artistic output characte-
rised by identities in transit, a continuous state of flux, and intertextuality, adding multiple layers of
meaning beyond the obvious connection that it offers between theatre and cinema. Its frames thus
draw a connection between classic and post-classic Hollywood films and the literature of Zweig and
vaudeville, and between Clarín’s La Regenta and Shakespeare’s Hamlet or the theatre of the absurd.
What Suárez proposes, therefore, is an atypical, unclassifiable filmic essay that is free of restrictions
and prejudiced views and steers clear of melodrama. It is a type of Regenta transported, through his
cinema, to another place, to the 21st century. It also ponders the extent to which performance (both
in the entertainment world and also in politics and even personal relationships) has taken the place
of reality.
Keywords: metafiction, intertextuality, reflection, representation, mass media

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1. Acontecer. Puro acontecer. Hechos que ocurren,


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porque se me ocurren. Que suceden en el momento


Resulta una obviedad, a estas alturas, señalar
mismo en que suceden, tal y como suceden. Sin más
el hecho de que las obras literaria y cinemato-
(Suárez, 1991, 9).
gráfica del periodista (con el seudónimo de Mar-
tín Girard), novelista y cineasta Gonzalo Suárez Lo que, ahora para nosotros, resulta más des-
(Oviedo, 1934) están absolutamente imbricadas. tacable de estas líneas –citadas, por lo demás,
Hace ya más de veinte años que Javier Cercas en la mayor parte de los estudios dedicados a las
señalaba cómo el cine y la literatura se alimentan distintas vertientes de la obra de Suárez3– es que,
mutuamente en la obra de Suárez, de manera si bien fueron escritas por su autor a comienzos
que buena parte de los referentes de su obra lite- de los años noventa del siglo pasado refiriéndose
raria son cinematográficos al mismo tiempo que a su obra literaria, los conceptos en ellas vertidos
una buena parte de su obra cinematográfica par- seguían plenamente vigentes para él década y
te de la literatura –o de su literatura. A mayores, media después, ahora aplicados a su obra cine-
“El cine y la literatura de Suárez reflejan idénticas matográfica. Así, en una entrevista concedida
preocupaciones morales y estéticas; ambos res- con motivo de la presentación de la película que
ponden, en definitiva, a una única forma de ver aquí nos ocupa, Oviedo Express (2007), en la 52ª
el mundo” (Cercas 1993, 16). edición de la Seminci, el realizador definía su úl-
tima obra como una “comedia con facetas de
Cinco películas (El detective y la muerte, 1994; farsa y vodevil, a la que no le falta una parte de
Mi nombre es sombra, 1996; El portero, 2000; drama y hasta retazos de género musical (…) es
El genio tranquilo, 2006; Oviedo Express, 20071) una mezcla de géneros, un género degenerado”
y ocho heterogéneas novelas (El asesino triste, (Cantalapiedra 2007).
1994; Ciudadano Sade, 2000; Yo ellas y el Otro,
2000; El hombre que sabía demasiado, 2005; Las De nuevo, pues, ese recurso explícito al con-
fuentes del Nilo, 2011; El síndrome de albatros, cepto de ‘género degenerado’ por lo demás de-
2011; Doble dos, 2015; Con el cielo a cuestas, sarrollado en toda su obra, una obra que desde
20152) después, podemos concluir que, por el el comienzo va a huir de todo naturalismo para
momento, nada ha cambiado y que esas obser- constituirse, en palabras de Carlos F. Heredero,
vaciones siguen siendo a día de hoy totalmente en una “lúdica reivindicación de los artificios
válidas, como en seguida podremos constatar. creativos y de los resortes de la ficción”, y cuyas
sucesivas entregas
Cabe recordar brevemente, entonces, qué for-
se escurren entre los instrumentos del analista […]
ma de ver el mundo tiene Suárez –o, si queremos,
se escapan a toda catalogación, a toda pretensión
cómo es su concepción de la creación artística– y
de índole taxidermista […] huyen de moldes
cómo se ha reflejado en su modo de represen-
creativos, cauces académicos, estéticas heredadas
tación fílmico.
o encasillamientos genéricos. Sus huellas se resisten
En este sentido, resulta obligado volver, una al desmontaje metodológico y presentan batalla…
vez más, a un párrafo fundamental contenido en (Heredero 1991, 17).
el “Preludio” de su novela La Reina Roja:
Un afán de ruptura que, como ya en su día de-
El hastío de la literatura me ha convertido en escritor tectó Javier Cercas, se puso de manifiesto desde
de acción. La imposibilidad de la acción me aboca su inicial ciclo narrativo de la primera mitad de
a lo que he dado en llamar “acción-ficción”. No es los años sesenta (compuesto por cuatro novelas y
un género nuevo. Es un género de géneros. Un un libro de relatos4) –un período en el que su ac-
género degenerado. Y, en esa medida, se parece tividad prácticamente se centra en la literatura–,
bastante a la realidad. No como la concebimos. cuando, a raíz de la publicación de Tiempo de
Unívoca. Sino como se revela a través de los medios silencio (1962), de Luis Martín-Santos, la narra-
de comunicación. Plural, informe, rabiosamente tiva española comenzaba a sumirse en el debate
esquizoide. Ahí radica su coherencia interna. De ahí entre mantenerse en un realismo social todavía
proviene su inexorabilidad lógica. Esto es lo que es dominante u optar por la búsqueda, todavía va-
y no pretende parecer otra cosa. Nada de absurdo. cilante, de nuevos caminos (Cercas 1993, 14);

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y, sin duda, la producción de Gonzalo Suárez se De manera que esa consideración de “lo ficti-

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inscribió claramente desde el principio en esta cio como instrumento de conocimiento tan válido
última tendencia. Ya su primera obra, De cuerpo como la realidad” (Alonso Fernández 2004, 105),
presente (1963), de espíritu pop y ritmo jazzísti- esa vocación anti-naturalista, va a encontrar en
co, es considerada por Max Aub como un texto el juego metaficcional, en la fantasía, en la re-
clave en esa emergente ruptura con el naturalis- creación genérica o en la transmutación de refe-
mo. La aparición al año siguiente de su libro de rentes massmediáticos sus herramientas para ser
cuentos Trece veces trece suscitó la publicación realizada. En su literatura, sí, pero también en su
de una muy elogiosa crítica de Pere Gimferrer cine: recordemos que, al fin y al cabo, Suárez ini-
(así como el entusiasmo de Vicente Aleixandre). ciara su actividad cinematográfica en el seno de
Es el tiempo en el que, por intermediación de la la Escuela de Barcelona –si bien siempre ha sido
poderosa agente literaria Carmen Balcells, y aún reticente a aceptar su pertenencia al grupo8–,
siendo todavía un autor muy minoritario aunque caracterizada, entre otras cosas, por su postura
con un público fiel entre una cierta élite intelec- de ruptura con el cine realista; son los tiempos
tual y universitaria barcelonesa, entra en contacto de sus cortos El horrible ser nunca visto (1966) y
con algunos de los grandes representantes del Ditirambo vela por nosotros (1966), de sus pri-
llamado boom de la narrativa hispanoamericana meros largos Ditirambo (1967) y El extraño caso
(a la que Max Aub le había asociado) como Var- del doctor Fausto (1969), así como de su guión
gas Llosa, García Márquez o Julio Cortázar (con para Fata Morgana (1966), co-escrito con Vicente
quien trabará una estrecha amistad). Ya en ese Aranda y dirigido por este último. Y esa vocación
momento Suárez establece la clave de toda su se va a mantener vigente para él a lo largo de sus
poética, tanto literaria como cinematográfica, ciclos literarios y de su carrera cinematográfica,
que pivota sobre la idea de que la realidad no independientemente de las distintas líneas que
es sino una ficción más. Una idea en la que se podamos establecer en ella (sea la correspon-
enraizará hasta el día de hoy. De hecho, si en el diente a sus adaptaciones, “reelaboraciones” o
ya lejano año de 1969 declaraba: guiones independientes).
No hay diferencia entre la realidad auténtica y la Por todo ello, no nos debe extrañar que todo
realidad de ficción. Todo aquello a lo que el hombre lo vertido en aquel “Preludio” a La Reina Roja,
pone nombre pasa a ser convencional. Todo aquello aquella concepción de la “acción-ficción”, del
que el hombre pretende atrapar, desde el momento “género degenerado”, siga absolutamente pre-
que lo atrapa, se convierte en ficción5. sente en la que por ahora es su última pelícu-
En 1971 decía: “Yo he escogido el compromi- la estrenada. Y no solo esto. Lejos de haberse
so con la ficción y admito que el mundo puede amortiguado o matizado con el paso del tiempo,
ser una ficción”6. podemos ver Oviedo Express como una exacerba-
ción de las principales constantes presentes desde
Y al año siguiente mantenía: el comienzo en la obra de Gonzalo Suárez. De
A la realidad no se la captura; cuando el hombre hecho, si reparamos, por ejemplo, en las esta-
cree haber capturado la realidad, sólo tiene la ficción blecidas hace ya veinticinco años por Hernández
[…] El hombre pertenece a la realidad, pero solo Ruiz, constatamos que permanecen inmutables,
la ficción pertenece al hombre. Y ninguna ficción porque en el filme nos reencontraremos con:
está tan cerca de otra que la realidad […] Así todas - El entendimiento/la concepción de la reali-
las ficciones de los hombres son igualmente verdad dad como una ficción más (como ya quedó
porque son igualmente mentira (Suárez 1972). señalado).
En una fecha mucho más reciente como la - El crisol de géneros y registros.
de 2009, con motivo del coloquio que acompa-
ñó al pase televisivo de Oviedo Express7, todavía - El humor como forma de enfrentarse al
estaba de acuerdo con su autodescripción: “Mi mundo.
profesión es la ficción, mi religión es el humor”. - El universo lúdico.

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Xosé Nogueira Otero Oviedo Express, de Gonzalo Suárez: el género degenerado (una vez más)

Fig. 1. Escenario para la representación de la versión teatral de La Regenta en Oviedo Express (2007)

- La literatura y el cine (o la literatura en el comedia (conocedor, por supuesto, de que tras toda
cine), y el concepto de adaptación libre, de comedia subyace un drama). Me gustaba la idea de
recreación. una Compañía de cómicos que llegan a Oviedo en
un tren de los de antaño, como el Oriente Express,
- La reflexión sobre los medios de comunicación.
y que trastocan con su presencia el acontecer
cotidiano de la ciudad. Así surgió una historia al
2. tiempo actual y anacrónica10.
Pero vayamos por partes. Hacía ya tiempo Pues bien, la obra que viene a representar esa
que Juan Gona, productor de cine y televisión compañía en el Teatro Campoamor es –y aquí
independiente (entre sus anteriores producciones aflora ese universo lúdico del cineasta– una adap-
cinematográficas podemos citar Dama de Porto tación de La Regenta. Los cabezas de reparto
Pim [José Antonio Salgot, 2001], El caballero Don serán dos intérpretes muy populares, Benjamín
Quijote [Manuel Gutiérrez Aragón, 2002], El año Olmo (Carmelo Gómez) en el papel del Magistral,
del diluvio [Jaime Chávarri, 2004] y Vete de mí Fermín de Pas, y Mariola Mayo (Aitana Sánchez
[Víctor García León, 2006]) y también asturia- Gijón), que interpretará a La Regenta, Ana Ozo-
no, le había propuesto a Gonzalo Suárez llevar res.
a cabo una adaptación cinematográfica con ac-
tores franceses del relato Angustia (Angst), de El juego estaba servido. La Regenta represen-
Stefan Zweig9 (que, por cierto, ya había inspirado tada en la Vetusta original. La Regenta que el pro-
el filme de Rossellini La Paura [1954], estrenada pio Gonzalo Suárez adaptara al cine en 1974 con
en España como Ya no creo en el amor), pero el guión de Juan Antonio Porto. La participación de
proyecto no pudo llevarse a cabo por los compro- los intérpretes, Aitana Sánchez Gijón y Carmelo
misos literarios y teatrales de Suárez. Finalmente, Gómez, que a su vez habían protagonizado la
surgió la oportunidad de poder trabajar juntos. versión televisiva de 1995 (compuesta por tres
El realizador lo relata así en el dossier de prensa episodios) escrita y dirigida por Fernando Méndez
de Oviedo Express: Leite (y que, por lo demás, habían trabajado ya
en tres ocasiones con Gonzalo Suárez).
Años después, retomé, como punto de partida,
el relato de Zweig (“Angustia”) y di curso a la A partir de aquí, la intención de partida era do-
imaginación, con remotas reminiscencias del relato ble. Por una parte, proceder a una revisión radical
original. Ante todo, quería hacer una comedia. “El de su anterior adaptación del texto de Clarín, sin
mundo no está para comedias”, se me decía. Esa duda la más académica de sus películas (“tenía
es, precisamente, la mejor razón para hacer una una cuenta pendiente con ella”11), evitando el

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melodrama y apostando por el humor, por una

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combinación de tragicomedia, farsa y vodevil;
respecto de esto último, recuperemos las palabras
de Suárez en una conversación con el escritor y
crítico Jorge Berlanga:
Me encanta el vodevil como reflejo de la vida misma.
Un tema para poder hacer tus juegos. La gente
entra y sale de los armarios tratando de salvarse
con el menor daño posible de las infidelidades y la
fugacidad del tiempo […] Mis personajes buscan, sin
saber lo que buscan. En el fondo todos son yo. En
eso me considero que encarno la figura del director
Fig. 2. Don Juan en los infiernos (Gonzalo Suárez, 1991)
proteico (Berlanga 2007).
Y, por otro lado, situar La Regenta en el siglo
XXI, en paralelo con los ensayos de La Regeta
decimonónica12. La nueva Regenta será ahora
Emma (Bárbara Goenaga) –cuyo nombre nos
remite, obviamente no por casualidad, a la Ma-
dame Bovary flaubertiana–, la joven mujer del
alcalde Ernesto de Villamarín (Alberto Jiménez), la
cual, a su vez, está ultimando su tesis doctoral so-
bre… La Regenta. Una Regenta contemporánea
que, como su predecesora, estará perdida. Ahora
en un mundo líquido –por usar la terminología
baumaniana–, en el que los personajes/personas Fig. 3. Athanasius Kircher, Musurgia Universalis, 1650
sólidos/as incapaces de mutar y adaptarse con-
tinuamente, están condenados a la derrota. En las conductas privadas (aquí representados por la
otras palabras, ambiciosa Bárbara Ruiz [Najwa Nimri], cronista
oficial de la ciudad, corresponsal de la agencia
sólo los descreídos, que conocen las reglas del juego, Europa Press y, por lo demás, amante del alcal-
pueden salir triunfadores. Quien cree en la realidad de). Sabido es –y aquí siguen las vigencias– que
de las cosas, el que no es capaz de separarse de los la reflexión sobre los medios de comunicación
conceptos fuertes y simplemente seguir el juego, el recorre toda la obra de Suárez. Y, concretando
que necesita al otro, pierde (Hernández 2007, 16). todavía más, ese mismo escenario de una ciudad
Entre los primeros, los descreídos, están Ma- dominada por los medios de comunicación de
riola Mayo, el alcalde y Mina (Maribel Verdú), la masas ya se presentaba, como nos recuerda Ana
madre de Emma. Entre los segundos, Emma y Alonso Fernández (2004, 178), en las películas
Álvaro Mesía (Jorge Sanz), quien interpreta en la iniciales del director, casos de Ditirambo (1967) o
obra al seductor Álvaro de Mesía, en otra lúdica El extraño caso del doctor Fausto (1969).
maniobra metaficcional. Suárez hará confluir ambas sociedades sim-
Y ahora, en nuestra contemporaneidad, el bolizándolas en ese mundo de ojos vigilantes y
provinciano, asfixiante, opresivo y claustrofóbico lenguas desatadas que constituye el escenario
entorno de la sociedad española de la Restau- del teatro donde se va a representar la obra, un
ración que describía la novela (con su aristocra- escenario que también es el de la vida (fig. 1),
cia decadente, sus damas hipócritas, su clero y construido con una escenografía de evidentes
partidos políticos corruptos) encuentra su co- reminiscencias surrealistas que nos retrotrae a la
rrespondencia en los omnipresentes medios de empleada bastantes años antes en otra de las
comunicación (los creadores de los nuevos mitos películas del cineasta, Don Juan en los infiernos
efímeros) y su falso moralismo a la hora de juzgar (1991) (fig. 2). No resulta casual en este sentido

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Fig. 4. El alicaído ángel y relator omnisciente (interpretado por Fig. 5. Álvaro Mesía (Jorge Sanz) con su calavera en Oviedo
Tino Díaz) de Oviedo Express Express

que el director artístico de ambos filmes sea el De manera que literatura dentro del cine y
mismo, Wolfgang Burmann (si bien en aquel caso teatro dentro del cine. Sólo que esa obra teatral
la inspiración para la caracola provenía de un gra- que se pone en escena (cuyo director, por cierto,
bado de Athanasius Kircher (fig. 3), un artilugio se llama Leopoldo [Víctor Clavijo], igual que el
diseñado para que el monarca pudiese espiar des- autor de la novela, Leopoldo Alas) es imaginaria,
de su palacio todo lo que sucedía en el exterior13, puesto que La Regenta es una novela (aunque
la presencia de elementos burmannianos como haya conocido adaptaciones teatrales (la escrita
esas inconfundibles ruedas – ahora unidas a una por Vanessa Montfort y Marina Bollaín y dirigida
polea– conecta ambos trabajos). por esta última en 2012, por ejemplo). La ficción
como profesión, el humor como religión. En todo
En principio estamos, entonces, ante una nue- caso, nada de dramas. Ese espíritu lúdico (“Todo
va entrega dentro de la que es una de las líneas es una aventura. Esta película es una aventura,
principales de la filmografía de Suárez, aquella hecha para ver sin prejuicios, para divertirse”)
en la que procede, antes que a la adaptación de se pone de manifiesto ya desde la cita de Mark
referentes literarios (como en sus anteriores La Twain que abre el filme:
Regenta [1974], Beatriz [1976], Parranda14 [1978]
Las personas que traten de encontrar alguna alusión
o la serie televisiva Los pazos de Ulloa [1986]),
en este relato serán sometidas a juicio; las que traten
a la reelaboración de los mismos, en la línea de de buscar en él alguna moraleja serán desterradas;
El detective y la muerte (1994)15 o Mi nombre las que intenten hallarle trama serán fusiladas.
es sombra (1996)16, en este caso los de Zweig y
Clarín. Se trata, como siempre en Suárez, del (Entendiendo “trama”, según especificó Gon-
placer de jugar con la literatura y el cine dándole zalo Suárez, más como ‘intencionalidad’ que
vida a los textos, concediéndoles vigencia, actua- como algo que sucede).
lizándolos: “Ese es el mayor respeto hacia ellos”, Se trata de intentar liberar la imagen y la mi-
según sus propias palabras. rada y de poder ver con ojos nuevos. Porque lo
cierto es que, si bien del relato de Zweig Suárez
También estaríamos, siguiendo la clasificación
sólo recupera algunos elementos como la trama
que, acerca de las relaciones entre teatro y cine,
de adulterio y chantaje (en este caso de Mariola
expone Anxo Abuín (2012, 14-24), ante la moda-
a Emma), el enfrentamiento en el portal entre
lidad del teatro “enmarcado” o “encuadrado”, chantajista y chantajeada, el papel de las joyas (el
a medio camino entre los backstage films17 y la collar) o la intención final del marido (el alcalde)
idea metziana de la imagen-cristal (Metz 1998, de que todo acabe bien, de recuperarla (“Volva-
5), cuando aparece el desborde entre el teatro y mos a la realidad. Todo habrá sido como en el
la vida, el juego de espejos (y sobre los espejos teatro”), no es menos cierto que, en realidad,
ahora volvemos). Y complementariamente, frente todos los grandes temas de La Regenta literaria
a un filme de teatro o filme sobre la institución (el adulterio, la cuestión femenina y la educación,
teatro (Abuín 2012, 72), esto es, aquel que tiene la religión, la familia, la política) están también
como tema el proceso que lleva a una puesta en presentes en esta revisión. Aunque de una otra
escena y como protagonistas a todos los agentes manera ya que, como el propio cineasta ha decla-
que participan en ella. rado, “hay mitos y personajes que me atraen en

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Fig. 6. La entrepierna courbetiana de Bárbara (Najwa Nimri) en Fig. 7. Marlon Brando como Marco Antonio en Julio César (Ju-
la mesa del alcalde lius Caesar, 1953), de Joseph L. Mankiewicz

la medida en que todavía puedo recuperarlos o sión de citas, la divertida e intencionada construc-
verlos de otra forma” (Castro 1991, 33). Revisión ción de múltiples capas de sentido a nivel textual.
que, como suele suceder, también se lleva a cabo Ya desde el principio, con ese ángel narrador
sobre el mismo hipotexto de Clarín a través de acatarrado y miope (fig. 4) que no duda en in-
diversas estrategias, por ejemplo: tervenir directamente a veces en la trama (figura
- invirtiendo los roles de determinados per- traviesa y fantástica trasunto del propio Suárez), y
sonajes: ahora el Magistral Fermín de Pas que se presenta de la siguiente forma: “Soy la voz
(o, lo que es lo mismo, su intérprete Ben- en off, eso que algunos confunden con Dios”;
jamín Olmo) es el gran seductor, mientras de manera que sirve para un doble juego: para
que Álvaro (de) Mesía deviene en apocado armar un chiste metalingüístico sobre el propio
medio (a cuento de la voice over) y para consti-
“metafísico”
tuirse en el primero de los muchos homenajes
- o bien aprovechando el comentario que cinéfilos que pueblan la película (en este caso, la
los actores contemporáneos hacen de sus referencia obvia sería el narrador de ¡Qué bello
personajes decimonónicos. En este sentido, es vivir! [It’s a Wonderful Life, 1946], de Frank
resulta muy interesante contrastar el regis- Capra). Un componente fantástico, espectral,
tro interpretativo de Aitana Sánchez-Gijón que atraviesa la obra de Suárez y al que aquí,
y Carmelo Gómez en la ya citada miniserie al haber podido realizar la película a su manera,
televisiva de 1993 (encarnando a sus per- puede invocar rodando en algunas de sus loca-
sonajes desde dentro) con el de Oviedo Ex- lizaciones preferidas como son los trenes, las bi-
press (donde se acercan a ellos desde fuera). bliotecas y los cementerios: “Son reductos donde
Valga como muestra la ácida definición que, encuentro la magia y, efectivamente, están llenos
hacia el final del filme, Mariola Mayo hace de fantasmas”18.
de su Regenta: O, muy poco después, durante la conferencia
de prensa que ofrece la compañía teatral a su lle-
¿Sabes qué? [dirigiéndose a Benjamín] Le estoy
gada a Oviedo, cuando, a través del personaje de
cogiendo gusto al papel de mala. Se sufre menos. Es
Benjamín, aprovecha para aludir al tránsito lite-
como… como una vacuna. Las mujeres deberíamos
ratura-teatro-cine a propósito del Julio César (Ju-
ser siempre preventivamente malas, antes de que
lius Caesar, 1953) de Joseph L. Mankiewicz que
nos convirtais en Bovarys, Kareninas o Regentas.
adaptaba La tragedia de Julio César de Shakes-
¡Cómo odio a ese estúpido personaje! Se deja casar peare a su vez inspirada en las Vidas paralelas
con un viejo, follar por un tonto y embaucar por un de Plutarco. Un Shakespeare que, asimismo, será
cura. Apesta a sufrimiento y atrae el desastre a su puesto en conexión con el Clarín de La Regenta
alrededor. Me da asco. Yo hubiera preferido tirarme mediante esa calavera hamletiana con la que el
al cura y hacerme puta antes que vivir como un meditabundo Álvaro vagará por el cementerio19
corderillo a la espera del sacrificio. (fig. 5) (“¿Y qué sentido tiene el teatro donde
A partir de ahí, el juego conscientemente pos- todo es teatro?”, se pregunta20).
moderno, el tablero de conexiones, la estructura No faltarán tampoco las referencias y encua-
de muñecas rusas, la mezcla génerica, la profu- dres pictóricos, como en ese plano de la entre-

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En su concepción actual, el cine depende de


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otras artes. Mientras cuente historias, no se habrá


emancipado de la literatura. Mientras nos muestre
actores parlantes, no se habrá emancipado del
teatro. Mientras fotografíe paisajes, ilumine
interiores y retrate personajes, no se habrá
emancipado de las artes plásticas. Mientras recurra
a la música, no se habrá emancipado de la ópera.
Fig. 8. El cadáver de Benjamín Olmo (Carmelo Gómez) flotan- Eso dicen. Y su carácter documental no lo exonera
do en su piscina de Sunset Boulevard de ser una mentira elaborada maliciosamente para
parecer verdad. E incluso en los casos en los que
se prescinde de diálogos y voz en off, la imagen,
por muy documental puramente pictórica que se
pretenda, exigirá de nosotros una regurgitación
literaria para su supuesta inteligibilidad.
Tampoco la pintura moderna, ni siquiera la música,
ha quedado exenta de regurgitaciones. Y, en lo que
a la pintura abstracta concierne, la regurgitación
suele acabar en galimatías […] diríase que ni el arte
se basta a sí mismo y fuera necesario que nos lo
den digerido. Otro tanto pasa con la realidad. En sí
misma es inasible. Necesitamos que nos la cuenten.
Incluso que nos la expliquen (Suárez 2004. 18-19).
Fig. 9. El cadáver de Joe Gillis en El crepúsculo de los dioses
(Sunset Boulevard, 1950), de Billy Wilder En cualquier caso –y sobre todo–, en una pe-
lícula en la que la vida se cuela en el escenario y
pierna abierta de Bárbara en el despacho del al- viceversa, los reflejos, las imágenes especulares,
calde que está a remitir a obras como la célebre se van a hacer omnipresentes. Y se van a mani-
El origen del mundo de Courbet (fig. 6). No olvi- festar a través de tres vías:
demos que para Suárez, pintor en sus inicios, el
referente pictórico siempre estará ahí (y de hecho a) Dialogando con la propia historia del cine:
también se plasmará en su permanente obsesión así, hacia el final del filme, Benjamín Olmo, des-
con el tratamiento de la luz, aspecto en el que pués de triunfar en los escenarios con su interpre-
en muchas ocasiones encontrará a un cómplice tación de Marco Antonio (y ahí esa imagen (fig.
en su hermano, el director de fotografía Carlos 7) del Marco Antonio interpretado por Marlon
Suárez): Brando en — de nuevo — la película de Man-
kiewicz que siempre tiene en su camerino), se irá
En cine he hecho lo que he podido. La realidad es
a Hollywood donde, se nos cuenta, una mañana
que quería cambiar el cine. Lo que yo proponía era
aparecerá acribillado a balazos en su piscina de
un cine más próximo al impresionismo. Ahí está
Sunset Boulevard (fig. 8), del mismo modo que
Ditirambo. Epílogo, con Ditirambo y Rocabruno,
Joe Gillis (William Holden) aparecía flotando en la
interpretados por Sacristán y Rabal. O Remando al
piscina de El crepúsculo de los dioses (Billy Wilder,
viento. Lo del impresionismo es porque yo pintaba.
1950) (fig. 9), cuyo título original –recordemos–
Conservo un autorretrato de esa época. Vendí los
es… Sunset Boulevard. Suárez no sólo evoca
cuadros a un amigo y con aquel dinero me fui a
aquel picado sobre el cadáver, también el contra-
París, pero no a pintar (Amestoy y Pozo, 2016).
picado subsiguiente (figs. 10-11). Una película, la
Al fin y al cabo, toda esta trama metalingüís- de Wilder, a su vez llena de conceptos e imágenes
tica no es sino consecuencia del entendimiento especulares: como en aquella secuencia (fig. 12)
del cine por parte de Gonzalo Suárez como una en la que la antigua star del cine silente, Norma
propuesta artística que va a exigir de nosotros Desmond (interpretada por una de las grandes
una regurgitación. Y no va a ser la única: estrellas de aquella época, Gloria Swanson), in-

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Oviedo Express, de Gonzalo Suárez: el género degenerado (una vez más) 309

Xosé Nogueira Otero


Fig. 10. El contrapicado de Gonzalo Suárez

capaz de aceptar que sus días de gloria pasaron,


se hace proyectar en el salón de su mansión un
clásico del cine de aquella época, La reina Kelly
(Queen Kelly, 1929) (fig. 13), protagonizado en
Fig. 11. El contrapicado de Billy Wilder
su día por la propia Swanson; el proyeccionista
es su mayordomo, Max von Mayerling (fig. 14),
interpretado por Erich von Stroheim, esto es, el
director de La reina Kelly… En fin, los reflejos se
multiplican.
b) Confrontando a los personajes con su
reflejo: La Regenta “real” (Emma) versus La Re-
genta “teatral” (Mariola) para, a continuación,
entrar en/invadir esta última la casa de la primera.
c) O bien recurriendo directamente al es-
pejo. Sabido es que en el cine el espejo es muy
frecuentemente el símbolo de la naturaleza dual
de un personaje, o de la escisión de su psique y
sus sentimientos y, al mismo tiempo, un elemento Fig. 12. Norma Desmond (Gloria Swanson) y Joe Gillis (William
Holden) en El crepúsculo de los dioses
a través del cual el espectador puede acceder a la
interioridad de ese personaje, a sus pensamien-
tos. Y, como señalaba Jordi Balló (2000, 60-61),
uno de los motivos visuales más recurrentes en el
cine es el de la mujer delante del espejo, en ac-
titud de autorreflexión21. Por su parte, Ana Alon-
so Fernández (2004, 247) nos recuerda que el
espejo como instrumento epistemológico, como
única forma de acceder a la verdad, ya apare-
ce en diversos pasajes de las obras iniciales de
Suárez, tanto literarias como cinematográficas.
Concretamente, esa mujer ante el espejo ya es-
taba presente en su adaptación precedente de La
Regenta (fig. 15). Cuanto más ahora, en un filme,
Fig. 13. Norma Desmond/Gloria Swanson frente al reflejo de
como Oviedo Express, en el que lo que se pone
su pasado apogeo en La reina Kelly (Queen Kelly, 1929), de
en evidencia es el simulacro contemporáneo, el Erich con Stroheim
juego de espejos posmoderno, y lo que se preten-
de es “mostrarnos el rostro detrás de la máscara” Porque, por encima de todo, presidiéndolo
(Hernández 2007, 16). Así, la película estará llena todo, está eso hacia lo que ahora acabamos de
espejos, habrá espejos por todas partes (figs. 16- apuntar, la inmersión en una sociedad del fingi-
17). miento, en la que todo es representación, mas-

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310 Oviedo Express, de Gonzalo Suárez: el género degenerado (una vez más)

como tensión nunca resuelta entre verdad y apa-


Xosé Nogueira Otero

riencia (Rivette); incluso en esa idea bergmaniana


de que estar en el mundo constituye el dominio
de la representación, de la mascarada.
Lo que sucede es que esta nueva sociedad
líquida –antes ya aludíamos a esto– e hipermo-
derna (por recurrir al término de Lipovetsky) se
ha vuelto cada vez más virtual e inmaterial, más
fantasmática, una sociedad en la que los medios
de comunicación son los que acogen y, en buena
medida, construyen a los individuos (sobre todo
si son figuras públicas). De manera que si Benja-
Fig. 14. Erich von Stroheim como el mayordomo-proyeccionis- mín Olmo, al comienzo del filme, manifiesta en la
ta Max von Mayerling de El crepúsculo de los dioses rueda de prensa que “un actor debe ser su per-
sonaje a todas horas, día y noche, hasta que las
funciones acaben”, así va él por la vida, vestido
con la sotana del Magistral, imitando sus actos
(“la ciudad era su pasión y su presa…”) mien-
tras saca su catalejo como si fuese un miembro
en progresiva erección (fig. 18) para inspeccio-
nar esa ciudad (“había escudriñado los rincones
de las conciencias y los rincones de las casas”).
Siempre el humor de Suárez y sus intersecciones
irónicas (como esa secuencia en la que Benjamín
y Emma dan rienda suelta a su pasión apoyados
en el cartel teatral de Mariola-Benjamín que en
seguida éste arranca de la pared). También el
Fig. 15. Ana Ozores (Emma Penella) frente al espejo en La Re- alcalde será consciente de hasta qué punto la
genta (Gonzalo Suárez, 1974) impostura, el simulacro, el cumplimiento de las
espectativas creadas (en el ciudadano espectador-
consumidor-elector), esto es, la política definitiva-
mente transmutada en espectáculo, constituyen
el nuevo basamento del entorno socio-político22:
“Todos hablamos por boca de nuestros persona-
jes” (un personaje –él– al que también le escriben
la obra o, en este caso, los discursos).
Parece, pues, que más que en los referentes ci-
Fig. 16. La nueva Regenta, Emma (Bárbara Goenaga), siempre
frente a espejos que le devuelven su reflejo nematográficos clásicos o modernos, Suárez esté
reparando en otros más ligados al pensamiento.
carada. De ahí que al cineasta le resulte tan útil
Escribía Esteban Hernández que
el protagonismo de unos actores teatrales, pro-
fesionales de la representación, de la apariencia. Es como si Suárez utilizase La Regenta para ilustrar
Se podría argüir –y aquí podríamos remitirnos las tesis de Adorno y Horkheimer sobre la industria
nuevamente al ensayo de Anxo Abuín (2012)– del espectáculo, como si quisiera revisar viejos
que nada de esto es nuevo en el cine, presente guiones para hacer más patente hastá qué punto
ya con mucha anterioridad –como se señaló–en la la representación ha tomado el lugar de la realidad
intersección teatro-vida, vehiculada a través de lo (Hernández 2007, 16)
vodevilesco (Renoir), o en la teatralidad entendida

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Oviedo Express, de Gonzalo Suárez: el género degenerado (una vez más) 311

Para después concluir:

Xosé Nogueira Otero


el inconveniente mayor de Oviedo Express es que,
como reflexión sobre el mundo, llega tarde: Adorno,
Debord o Baudrillard, entre otros muchos, ya nos
hablaron […] de lo que Suárez nos cuenta aquí.
Lo cual es cierto, si bien no significa que no
se pueda seguir hablando de ello. En cualquier
caso, Suárez lleva todo eso al terreno audiovisual. Fig. 17. La Regenta teatral, Mariola Mayo (Aitana Sánchez-
Y todo eso no es más –ni menos– que constatar Gijón), frente al espejo de su camerino
el hecho (aunque sea bajo un discurso aparente-
mente liviano y lleno de guiños) de que, a día de
hoy, la vida ha devenido en buena parte en acto
que ya sólo puede ser performativo (recordemos
a Álvaro Mesía (Jorge Sanz): “¿Y qué sentido tie-
ne el teatro donde todo es teatro?”). Como había
hecho su compañero de escuela Joaquim Jordà.
Como harán creadores como Joshua Oppenhei-
mer, Louis C.K., Lena Dunham, Charlie Brooker, Fig. 18. Benjamín Olmo como el canónigo magistral Fermín de
Mathieu Amalric o Leos Carax (nos referimos, Pas extendiendo su catalejo
claro está, a las produciones audiovisuales desti- en la noche (They Came to a City, 1943), de J.
nadas a las pantallas más o menos convenciona- B. Priestley:
les, no al específico cine interactivo de creadores
Hay que destruirlo todo para empezar de nuevo.
como Grahame Weinbren o Jeffrey Shaw, por
Habría que acabar con Homero y con Shakespeare
ejemplo; o al campo de las instalaciones media-
y con Dante, con Miguel Ángel y con Leonardo, con
les interactivas).
Bach, con Mozart, con la catedral de Chartres. [A
Y todo esto lo hace –y sigue haciendo– Suárez lo que él añade: “Con Clarín y su eximia Regenta”].
a su manera, presa de ese síndrome de albatros Entonces, y sólo entonces, tendríamos la inmensa
que da título a su penúltima novela (publicada alegría de empezar de nuevo.
en 2011, donde también, por cierto, se vuelven
a mezclar el teatro y el cine, donde persiste la (La segunda de esas veces, antes de pegarse
idea de la integración de diferentes géneros, ese un tiro: él mismo se destruye).
“género degenerado”), siempre buscando: Nueve años después, Suárez se mantenía en la
Mi pájaro vuela como los albatros detrás de los idea, al tiempo que apuntaba hacia el lugar al que
barcos, buscando, sin encontrar nunca nada tantos cineastas lo hacen en la actualidad. Valgan
definitivo. Que también significaría la llegada a como colofón estas palabras suyas:
algún lugar. Mi búsqueda es la muestra de una
Habría que inventar el cine, inventarlo todo. Se
experiencia continua en la ruta de los barcos a la
podría hacer una revolución a partir de la televisión.
deriva (Amestoy y Pozo, 2016).
Estamos viendo series muy buenas, que incluso
Y ese buscar se traduce en su cine en el acto están superando el concepto de cine porque se
de filmar sin límites, sin prejuicios, intentando aproximan a la gran novela (Amestoy y Pozo, 2016).
llevarlo “a otro sitio, confieso que no sé adónde
[…] intento –no siempre lo consigo– ver cada
Coda
día como si todo empezara de nuevo y como si
viera las cosas y las hiciera por primera vez”23. La recepción del filme no fue en absoluto uná-
De ahí, quizás, ese monólogo que Álvaro Mesía/ nime. Si bien obtuvo aquel año la nominación
Jorge Sanz repite un par de veces, extraído del a siete Premios Goya (incluyendo Mejor Guión
Acto I de la obra Llegaron a una ciudad-Música Original), la respuesta tanto del público como de

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312 Oviedo Express, de Gonzalo Suárez: el género degenerado (una vez más)

la crítica fue muy heterogénea y refleja el descon- Oviedo Express, último largometraje de Suárez,
Xosé Nogueira Otero

cierto de muchos ante la propuesta. podría inspirar una reacción igualmente bartlebiana:
Para conocer la dispar reacción del públi- si me piden que critique Oviedo Express diré que
co basta con visitar sitios como Filmaffinity. En no sé, aunque puedo intentarlo, fracasando, con
cuanto a la crítica, los comentarios oscilaron toda probabilidad, en el intento de fijar la esquiva
entre su consideración como uno de los filmes naturaleza de una película moderna y trasnochada
más divertidos, humanos e imaginativos del cine a la vez […] Parece un bodrio, en todo caso, el más
español de esa década (Lluís Bonet Mojica, La sofisticado de los bodrios (Costa 2007).
Vanguardia) o la valoración de su humor y sus Un comentario que, al fin y al cabo, no hace
elaborados y personalísimos diálogos (Alberto sino confirmar aquella definición que mucho
Bermejo, El Mundo), hasta su descripción como
tiempo atrás había dado Julio Cortázar sobre la
una Regenta con ínfulas en la que no florecen
obra de Suárez (la literaria, pero también válida
ni la gracia ni el humor y en la que los perso-
para la cinematográfica), describiéndola como
najes se revisten de algo cercano a lo patético
resbaladiza y casi inasible. También cabría recor-
(Oti Rodríguez Marchante, ABC). Quizás una de
las reseñas más reveladoras de ese desconcierto dar que, en ese ya citado dossier de prensa del
–una perplejidad que seguro habrá divertido a filme, Suárez definía lo que en él cuenta como
Gonzalo Suárez– podamos hallarlas en las líneas “una historia al mismo tiempo actual y anacróni-
escritas por un crítico habitualmente tan lúcido ca, valga la paradoja”.
como Jordi Costa: En último término, esta coincidencia entre
Si me piden que defina a Gonzalo Suárez diré que buena parte del público y de la crítica –no muy
no sé”, escribía Joaquín Jordà en su prólogo a una habitual, como sabemos–, constituiría el último
reedición de la primera novela del escritor y cineasta, reflejo que emana de este gran juego de espejos
De cuerpo presente. La obligación de escribir sobre que es Oviedo Express.

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Oviedo Express, de Gonzalo Suárez: el género degenerado (una vez más) 313

NOTAS y, en menor medida, Vicente Aranda y época en la que Kircher estaba expe-

Xosé Nogueira Otero


José María Nunes. rimentando con la resonancia acústica
*
Este trabajo se encuadra en las 9
Publicado en 1920. Incluído en que ofrecían diversos elementos de
actividades del Proyecto de Investiga- el volumen Sueños olvidados y otros re- la naturaleza. En este caso: “A plan
ción PERFORMA. El teatro fuera del latos, Barcelona, Alba Editorial, 2000. for piazza-listening device: the voices
teatro. Performatividades contemporá- from the piazza arte taken by the horn
10
www.gona.es/oviedoexpress/
neas en la era digital (FFI2015-63746-P) up through the mouth of the statue
prensa.html
(2016-2019), financiado con una ayuda in the room on the piano nobile abo-
11
En el ya citado coloquio de Ver-
del Ministerio de Economía y Compe- ve, allowing both spionage and the
sión española, 13.02.2009. En lo suce-
titividad y cofinanciado por el Fondo appearance of a miraculous event.” V.
sivo, salvo indicación expresa, las decla-
Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) https://standrewsrarebooks.wordpress.
raciones de Suárez sobre el film están
correspondiente al marco financiero com/2013/04/09/52-weeks-of-inspi-
extraídas del programa.
plurianual 2014-2010. ring-illustrations-week-42-athanasius-
12
A la cual, dentro de su juego kirchers-beautiful-musurgia-universa-
1
Después de dos proyectos que transtextual (recurriendo al concepto lis-1650/
no llegaron a puerto, El hombre col- acuñado por Genette), el guionista-ci-
gado y El manuscrito de Sichuán, en el
14
Sobre los avatares que conoció
neasta Suárez somete a un afilado pro-
momento de escribir este texto Suárez la colaboración entre el escritor gallego
ceso de selección y pulido. Traigamos
está trabajando en un nuevo filme de Eduardo Blanco Amor y el cineasta astu-
un ejemplo, el que nos suministra ya en
carácter marcadamente experimental, riano para la (primera) puesta en panta-
el prólogo del filme a través de Benja-
El sueño de la Malinche, a partir de di- lla de la novela del primero, A esmorga,
mín Olmo/Carmelo Gómez quien, ves-
ferentes crónicas sobre la conquista de v. Martínez Delgado (2000).
tido de Magistral, declama con irónica
México (Altares 2017).
15
Para la que toma del cuento de
afectación entre sus compañeros en el
2
Además de su libro de memo- Andersen Historia de una madre al per-
tren camino a Oviedo una parte de esa
rias, La suela de mis zapatos, y de ese sonaje de María, una joven que intenta
presunta adaptación teatral de la nove-
recuperar a su hijo muerto.
peculiar volumen, El secreto del cristal. la: “La ciudad era su pasión y su presa.
Aforismos y desafueros (2008. Madrid: La conocía palmo a palmo, por dentro y
16
Que parte del relato de Steven-
Fernando Villaverde Editores), construi- por fuera, por el alma y por el cuerpo. son El extraño caso del doctor Jeckyll y
do con frases procedentes de sus libros Había escudriñado los rincones de las Mr. Hyde.
y guiones e ilustrado por él mismo, conciencias y los rincones de las casas. 17
Aquellos que muestran, parale-
suerte de “autobiografía extraña” en Lo que sentía en presencia de la heroica lamente a la historia de amor que cons-
la que reflexiona con su característica ciudad era gula, como el gastrónomo tituye la trama principal, los bastidores
ironía sobre los más diversos temas (el que busca los bocados más apetitosos. de un espectáculo escénico, teatral o
tiempo, la verdad y la mentira, la litera- La ciudad era una presa que devoraría musical (Cerisuelo 2000, 91).
tura y el cine -por supuesto-, el oficio de él solo y veía a sus habitantes como 18
Programa Versión española,
la crítica, la soledad, la muerte…). escarabajos.” Suerte de versión libre, 2009, cit.
3
Sin ánimo de ser exhaustivos, se- esencializada y lingüísticamente actuali- 19
En una entrevista concedida
ñalemos los de Hernández Ruiz (1991, zada del siguiente párrafo contenido en años después, Gonzalo Suárez recor-
75), Cercas (1993, 155) o Alonso Fer- el Capítulo I de la novela original: “Ve- daba su temprana admiración cuando
nández (2004, 41-42). tusta era su pasión y su presa. Mientras comenzaba a escribir por Shakespeare
los demás le tenían por sabio teólogo, y esta obra en concreto: “Desde que
4
De cuerpo presente (1963), Los
filósofo y jurisconsulto, él estimaba so- aprendí a escribir empecé a escribir
once y uno (1964), El roedor de Fortim-
bre todas su ciencia sobre Vetusta. La cuentos. Luego, en la facultad, escribí
brás (1965), Rocabruno bate a Ditiram-
conocía palmo a palmo, por dentro y sobre todo teatro, y creo que fue mi
bo (1966) y Trece veces trece (1964),
por fuera, por el alma y por el cuerpo, verdadera disciplina. Estaba influido
respectivamente.
había escudriñado los rincones de las por el teatro del absurdo y por Chejov,
5
Jos Oliver, “Entrevista con Gon-
conciencias y los rincones de las casas. Anoulilh o Alejandro Casona […] Y
zalo Suárez”, Film Ideal, nº 208 (1969),
Lo que sentía en presencia de la heroica sobre todo por Shakespeare. Hamlet y
cit. en Hernández Ruiz (1991, 65).
ciudad era gula; hacía su anatomía, no El idiota de Dostoyevski fueron las dos
6
El Correo Catalán, 02-09-1971, como el fisiólogo que sólo quiere estu- obras por las que en aquella época me
in Ibidem. diar, sino como el gastrónomo que bus- sentí totalmente abducido, hasta el ex-
7
Programa Versión española, La2- ca los bocados apetitosos; no aplicaba tremo de sentirme dentro de ellas. De
RTVE, emisión 13.02.2009. el escalpelo, sino el trinchante.” (Clarín, joven trabajé como actor de teatro, ese
8
De vida efímera (1965-1970), 26-27). ‘fare l’attore’ que dicen los italianos, y
cuyos principales integrantes fueron 13
Publicado en el volumen Musur- por mi voz resonante tuve cierto éxito
Joaquim Jordà, Jacinto Esteva, Carles gia Universalis (en realidad, Musurgia y me daban papeles de rey. Debuté en
Durán, Llorenç Soler, Jorge Grau, Ricard Universalis sive Ars Magna Consoni el Teatro María Guerrero haciendo un
Bofill, Jaime Camino, Román Gubern et Dissoni, 1653), corresponde a la papel de borracho, papel premonitorio,

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314 Oviedo Express, de Gonzalo Suárez: el género degenerado (una vez más)

que discurseaba a la multitud sobre la da en su propia hipocresía y en la caren- pejo (Ibáñez 2016, 11-99), el autor va
Xosé Nogueira Otero

repoblación arbórea; era la obra El mo- cia de valores morales. El eje ideológico exponiendo su presencia y la evolución
mento de tu vida, de William Saroyan. del filme se encuentra sin duda en la re- de sus significados a través de los siglos.
Ahí estaban muchos de los que luego presentación teatral que tiene lugar en 22
Y a día de hoy, con la reciente
coparon el cine y el teatro españoles, el “château”, desencadenante de una
elección de un individuo como Donald
entre otros Fernando Guillén” (Gonzá- frase de desenfreno en la que peleas,
Trump como presidente de Estados Uni-
lez, 2012). En cierta manera, pues, todo persecuciones e intercambios de pareja
vuelve aquí, a los fotogramas de Ovie- se suceden, dando una impresión có- dos (y el papel jugado por los medios
do Express (incluso aquella experiencia mica de actuación vodevilesca. Los dos de comunicación tradicionales así como
como escritor y actor teatral abducido textos, el encuadrado y el encuadrante, por las nuevas redes sociales en todo
por las obras, como lo está Benjamín se superponen significativamente antes ello), esto se hace más evidente que
Olmo por su Magistral). de que todo vuelva a la normalidad tras nunca. En cualquier caso, en este carác-
20
Una pregunta con la que Suárez la muerte de André Jurien […] La tea- ter performativo de la actividad política
enlaza a su vez al personaje con toda tralidad, entendida como tensión no vienen reparando desde hace tiempo
una tradición cinematográfica, espe- resuelta entre verdad y apariencia, pero diversos cineastas de nuestra contem-
cialmente francesa: “Dónde acaba el también como resistencia a las gramáti- poraneidad incluso en los ámbitos más
teatro?, ¿dónde comienza la vida?, se cas dominantes, está presente asimismo
experimentales, como es el caso de Cle-
pregunta en sus filmes Renoir. En La en Jacques Rivette” (Abuín 2012, 22).
mens von Wedemeyer en obras como
Carrosse d’or (1952), película basada 21
Por supuesto, el motivo del Die Probe (2008), donde vehicula una
en un texto de Prosper Mérimée, que espejo puede localizarse ya, como es
construcción de lo político en negación
relata las aventuras de una trouppe de sabido, en las mitologías de la antigüe-
que muestra como la única manera de
commedia en el Perú colonial del siglo dad, desde las cuales queda fijado en la
relacionarse con el mundo es actuando
XVIII, los amores de Camilla fuera del producción literaria hasta nuestros días.
escenario reflejan de algún modo lo En el extenso y rico prólogo con el que (Nogueira 2017, 272-273).
que sucede en éste […] La Règle du jeu Andrés Ibáñez encabeza su antología 23
Coloquio del programa Versión
(1939) describe una sociedad acomoda- de textos que contienen el tema del es- española, cit.

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Oviedo Express, de Gonzalo Suárez: el género degenerado (una vez más) 315

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Xosé Nogueira Otero


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316 Oviedo Express, de Gonzalo Suárez: el género degenerado (una vez más)

Páginas web: Otras fuentes


Xosé Nogueira Otero

www.gona.es/oviedoexpress/prensa.html Programa Versión española, La2-RTVE, emisión


h t t p s : / / s t a n d re w s r a re b o o k s . w o rd p re s s . 13.02.2009
com/2013/04/09/52-weeks-of-inspiring-illus-
trations-week-42-athanasius-kirchers-beauti-
ful-musurgia-universalis-1650/

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