Agenda de Paz para Nariño - Versión Final
Agenda de Paz para Nariño - Versión Final
Agenda de Paz para Nariño - Versión Final
co
Nombre de reconocimiento (DN):
o [email protected]
Fecha: 2014.06.17 16:47:02 -05'00'
“Construir la paz en
Nariño es una tarea
conjunta e
impostergable”
Agenda de Paz
para Nariño
DOCUMENTO PRELIMINAR
GOBERNACIÓN DE NARIÑO
DIÓCESIS DE PASTO
DIÓCESIS DE IPIALES
DIÓCESIS DE TUMACO
Agenda de Paz para Nariño
EQUIPO DE TRABAJO EN LA ELABORACIÓN DEL DOCUMENTO
Apoyo técnico:
PNUD Oficina Pasto
Agencia para el Desarrollo Local - ADEL
TABLA DE CONTENIDO
PRESENTACIÓN............................................................................................................................................................. 3
INTRODUCCIÓN............................................................................................................................................................. 4
1. MARCO CONCEPTUAL .................................................................................................................................. 5
1.1. ¿QUÉ ENTENDEMOS POR VIOLENCIA? ....................................................................................... 5
1.2. ¿QUÉ ENTENDEMOS POR PAZ? ...................................................................................................... 6
1.3. ¿QUÉ ENTENDEMOS POR CONFLICTO? ...................................................................................... 7
1.4. ¿QUÉ ENTENDEMOS POR CONSTRUCCIÓN DE PAZ? ............................................................ 9
2. ANALISIS DE PAZ Y CONFLICTO EN NARIÑO.................................................................................. 10
2.1. CARACTERÍSTICAS TERRITORIALES DE NARIÑO: ............................................................. 10
2.2. ANTECEDENTES Y CONTEXTUALIZACIÓN: ........................................................................... 11
2.3. CAUSAS DEL CONFLICTO SOCIAL Y ARMADO....................................................................... 12
2.4. ANÁLISIS DE ACTORES DEL CONFLICTO ARMADO............................................................ 15
2.5. DINÁMICAS NO VIOLENTAS DEL CONFLICTO: ..................................................................... 16
3. AGENDA DE PAZ PARA NARIÑO ........................................................................................................... 17
4. ESTRATEGIA REGIONAL PARA LA CONSTRUCCIÓN DE PAZ ................................................... 23
ANEXO 1: PROCESO DE PAZ CON FARC Y ELN .............................................................................................. 26
BIBLIOGRAFÍA: ........................................................................................................................................................... 28
PRESENTACIÓN
El documento que Usted tiene en sus manos es un insumo que se pone en consideración a la
sociedad civil, desde todos sus ámbitos, puntos y expresiones, para que desde múltiples
espacios de diálogo, centrados en la idea de que, construir la paz en Nariño es una tarea
conjunta e impostergable, éste documento se transforme en una herramienta para la
construcción colectiva de una paz justa, estable y duradera.
La Agenda de Paz para Nariño es, hasta ahora, una propuesta preliminar. Esta versión
retoma, por un lado, las lecturas que diferentes actores hacen de la dinámica del conflicto
social y armado y sus expresiones en el territorio, y por otro, las propuestas que en ese marco,
se han dialogado en los últimos años en torno a estrategias para la construcción de paz en el
territorio nariñense.
Es innegable el reconocer la favorabilidad que el entorno político del país representa para la
paz: las conversaciones que se vienen adelantando en La Habana entre el Gobierno Nacional y
las FARC, la exploración de conversaciones de Paz entre el Gobierno y el ELN, la movilización
social justa y legítima de los campesinos e indígenas y la movilización ciudadana en favor del
proceso de paz, constituyen un entorno político-social favorable para el desarrollo de
estrategias de construcción de paz.
En respuesta a esta lógica, desde la Gobernación de Nariño, en coordinación con las Diócesis
de Tumaco, Ipiales y Pasto, con el apoyo técnico del PNUD y la ADEL, se ha preparado este
documento como una propuesta inicial para enriquecerla en diálogo con el mayor número de
actores sociales, políticos e institucionales representativos de Nariño.
INTRODUCCIÓN
La Agenda de Paz para Nariño parte de reconocer que en Nariño hay una historia de
procesos emancipatorios (ir en contra de…) con una amplia participación de sus habitantes,
procesos de reivindicación de causas sociales justas y de búsqueda de soluciones a sus
diferentes problemáticas. Esta rebeldía con el paso del tiempo se ha transformado en
capacidades para hacer propuestas transformadoras. Nariño es un referente para el país por
su amplia experiencia y riqueza de movilización social no-violenta para la transformación y la
construcción de paz.
e. Por último, es importante aclarar que este documento no busca dar respuestas a todos
los problemas de Nariño; el debate sobre cómo enfrentar estos problemas se da en el
día a día; este documento se concentra en LOS TEMAS CLAVES PARA LA
CONSTRUCCIÓN DE PAZ. Las transformaciones que se logren sobre los ejes temáticos
que se construyan, deseamos se constituyan en las bases que cimentan una paz justa,
estable y duradera para la región y para el país.
1. MARCO CONCEPTUAL
El diálogo en torno a La Agenda de Paz para Nariño, inicia con una aproximación conceptual
sobre temas que están cotidianamente relacionados con la Paz. Es necesario que, entre
quienes promueven ésta iniciativa se defina de forma conjunta y con claridad los conceptos a
los que se va a hacer especial referencia en este proceso. LA PAZ, VIOLENCIA, CONFLICTO y
CONSTRUCCIÓN DE PAZ, son temas que, si bien para las comunidades pueden ser cotidianos
tienen significados diferentes, por cuanto, no están ajenos a matices ideológicos, para unos
puede significar una cosa y para otros otra, dependiendo de la orilla ideológica desde donde
se los mire.
El marco conceptual, para este caso, no se ocupa de hacer referencia a grandes autores ni a
definiciones teóricas extensas, se parte de una aproximación conceptual en la que se intenta
recoger, lo que para la mayoría de las comunidades significa cada uno de estos temas, se trata
de fijar una posición para avanzar con claridad hacia el futuro deseado sobre la paz.
También sería una falsa paz aquella que sirva como excusa para justificar una organización
social que silencie o tranquilice a los más pobres, de manera que aquellos que gozan de los
mayores beneficios puedan sostener sus estilos de vida sin sobresaltos mientras los demás
sobreviven como pueden. Las reivindicaciones sociales que tienen que ver con la distribución del
ingreso, la inclusión social de los pobres y los derechos humanos, no pueden ser sofocados con el
pretexto de construir un consenso de escritorio o una efímera paz para una minoría feliz. La
dignidad de la persona humana y el bien común están por encima de la tranquilidad de algunos
que no quieren renunciar a sus privilegios. (Papa Francisco, Evangelli Gaudium)
Entendemos por violencia la actitud o el comportamiento que constituye una violación o una
privación al ser humano de una cosa que le es esencial como persona (integridad física,
psíquica o moral, derechos, libertades…) y que ésta no se manifiesta de una sola forma, sus
expresiones son diversas y variadas de acuerdo con las realidades de los sujetos que la
ejercen o padecen.
Observamos que la violencia puede ser ejercida por una persona, una institución o una
situación estructural y se la puede catalogar en varios tipos de violencia: directa, cultural,
estructural.
b. Violencia estructural: Forma parte de la estructura social que impide cubrir las
necesidades básicas, como la generada por la inequidad social, el desempleo, las
carencias nutricionales, la falta de servicios públicos y educativos básicos, etc.
Las tres formas de violencia se interrelacionan y generan nuevas formas de violencia en las
cuales se conjugan, por ejemplo: la violencia basada en género.
Percibimos que en general la sociedad entiende y tiene a la paz como un valor muy
importante, una situación deseable a la que a la sociedad le gustaría llegar. Sin embargo, al
intentar precisar las condiciones de esta situación deseable, aparece un concepto ambiguo,
emocional, difícil de definir, un ideal que no sabemos concretar.
Hay diversos conceptos de paz durante la historia que han podido marcar la concepción que
poseemos de ella, por ejemplo:
d. Por otra parte la Paz positiva se entiende como un proceso de realización de la justicia
en los diferentes niveles de la relación humana. Es un concepto dinámico que nos lleva
a hacer aflorar, afrontar y resolver los conflictos de forma no violenta y el fin de la cual
es conseguir la armonía de la persona con sí misma, con la naturaleza y con las demás
personas.
Proponemos a partir de lo anterior que nos aproximemos a entender la paz desde las
siguientes perspectivas:
h. Requiere una educación para ella; pide tener una comprensión amplia y rica del
concepto de violencia que nos lleven por ende a resolver los conflictos de manera
positiva, creativa y no violenta.
Si queremos una paz para todas las personas, libertadora y constructora es necesario superar
el concepto generado a partir de una paz negativa y partir de una concepción más rica y
positiva de ésta.
Constatamos que a menudo se tiene una percepción negativa del conflicto porque se asocia a
la violencia. El hecho que haya un conflicto no necesariamente implica que acabe en una
situación de violencia y, por tanto, no debe verse como negativo.
3. Encontrar soluciones que nos permitan afrontar los conflictos sin violencia, aprender
a afrontar y resolver los conflictos de manera constructiva y no violenta, sin destruir
las otras partes y con la fuerza necesaria para llegar a soluciones en que todos
ganemos y podamos satisfacer nuestras necesidades.
El conflicto es parte de las relaciones humanas. A menudo, de la misma interacción entre
personas surgen discrepancias debido a que tenemos intereses o necesidades diferentes;
además, el conflicto es ineludible y, por mucho que queramos cerrar los ojos o intentemos
evitarlo, una vez ha iniciado, continúa su dinámica.
Hay que identificar, por lo tanto que existe una diferencia entre violencia y conflicto: "El
conflicto es innegable en la sociedad pero no la violencia - la guerra es una de sus
manifestaciones - y, por tanto, el conflicto no tiene que finalizar necesariamente en violencia
física o verbal. El fracaso en la transformación del conflicto es lo que conduce a la violencia".
Galtung (1998).
El conflicto social es un proceso complejo en el cual sectores de la sociedad, perciben que sus
posiciones, intereses, objetivos, valores, creencias o necesidades son contradictorios,
creándose una situación que podría derivar en violencia. Hay que puntualizara que conflicto
será social cuando transciende lo individual y proceda de la propia estructura de la sociedad.
La complejidad de los conflictos está determinada por el número de actores que intervienen
en ellos, la diversidad cultural, económica, social y política, las formas de violencia que se
pueden presentar, o la debilidad institucional para atenderlos, entre otros elementos.
La mayor parte del conflicto armado en Colombia se debe a varias causas acumuladas: la lucha
por acceder o para mantener el poder político, por el control del territorio o por la población,
por la no resolución de los conflictos sociales o porque el territorio nacional ha sido más
extenso que la capacidad del Gobierno Nacional por cumplir sus funciones. A estos factores
hay que añadir otros factores que hacen posible que el conflicto subsista como el narcotráfico,
la posibilidad de comprar armas, el reclutamiento de soldados, o la utilización de los recursos
naturales para financiar los gastos del conflicto armado.
Según el Protocolo II y el Estatuto de Roma los conflictos armados internos “Son aquellos que
tienen lugar en el territorio de un Estado cuando existe un conflicto armado prolongado entre
las autoridades gubernamentales y grupos armados organizados o entre tales grupos”. En este
sentido, el protocolo adicional II señala que esos grupos se caracterizan porque actúan “bajo
la dirección de un mando responsable, ejerzan sobre una parte de dicho territorio un control
tal que les permita realizar operaciones militares sostenidas y concertadas” (art. 1).
(Protocolo adicional II (art. 1) y el Estatuto de Roma (art. 8.2.f)
Además de las secuelas más directas de la violencia armada, como las muertes o las personas
heridas y las destrucciones de las infraestructuras, el conflicto armado interno en Colombia ha
generado grandes desplazamientos de población, ha profundiza el odio y la desconfianza
entre las comunidades que han sido afectadas directa o indirectamente.
Reflexionamos que no puede darse la paz si aún existen relaciones caracterizadas por el
dominio, la inequidad y la no-reciprocidad, aún que no haya ningún conflicto abierto.
Construir la paz comporta crear unas relaciones basadas en la cooperación, el apoyo mutuo, la
colaboración y la creación de condiciones de confianza mutua.
a. El tipo y la calidad de las relaciones que establecemos entre las personas las cuales
tienen que partir del afecto, la empatía y la preocupación por el bienestar y la dignidad
de la otra persona.
b. Las condiciones estructurales que seamos capaces de edificar. Tenemos que crear
unas estructuras sociales fundamentadas en el desarrollo equitativo y sostenible, en el
respeto a los derechos humanos, en la gobernabilidad y toma de decisiones
democráticas, y en el hecho de evitar el riesgo que comporta el armamentismo y el
concepto militar de seguridad.
La construcción de la paz implica crear una cultura de paz, una cultura que promueve la
pacificación, una cultura que incluye estilos de vida, patrones de creencias, valores y
comportamientos que favorezcan la construcción de la paz y acompañe los cambios
institucionales que promuevan el bienestar, la igualdad, la administración equitativa de los
recursos, la seguridad para los individuos y las familias, la identidad de los grupos o de las
naciones, y sin necesidad de recurrir a la violencia.
Concluimos esta parte del documento reconociendo que en el marco del conflicto armado que
vivimos en Nariño y en Colombia, se ha comenzado a visualizar lo que se ha llamado el
posconflicto, definido éste como la fase que viene después de la firma definitiva de los
acuerdos de negociación entre el Gobierno Nacional y la FARC y que ojalá incluyeran acuerdos
con el ELN, pero que es apenas un sentido parcial de lo que significa e implica una paz justa,
estable y duradera que requiere un esfuerzo mayor y conjunto de todas las instancias de la
sociedad colombiana para que esta se concrete.
2. ANALISIS DE PAZ Y CONFLICTO EN NARIÑO
Para analizar la paz y el conflicto en Nariño en este documento hemos recogido lo que ha
ocurrido en la región en relación a cómo se expresa el conflicto, los factores coyunturales que
lo dinamizan y las causas estructurales; se analizan las distintas miradas que desde la región
se hacen sobre el mismo.
De Nariño se destacan muchos aspectos, su biodiversidad y sus riquezas naturales, así como
su pluralidad cultural y diversidad étnica. De sus innumerables expresiones culturales, la
UNESCO ha reconocido como patrimonio inmaterial de la humanidad, el Carnaval del Blancos
y Negros de Pasto, así como, la música de marimba y los cantos tradicionales del pacífico sur
de Colombia.
Una situación demográfica que confirma la condición de ruralidad que aún le queda al
departamento, es la siguiente: 18 de los 64 municipios tienen una población igual o inferior a
10 mil habitantes y tan solo tres municipios tienen más de 100 mil (Pasto, Tumaco e Ipiales).
La mayoría de los pobladores rurales, son campesinos quienes conservan sus propias lógicas
culturales con matices diferentes de los pueblos indígenas y afrodescendientes.
En Nariño hay presencia de siete pueblos indígenas: Pastos, Ingas, Awá, Eperara- Siapidaara,
Nasa, Cofán y Quillasinga. Estos pueblos se asientan en 67 resguardos que ocupan una
extensión de 467.000 hectáreas en 24 municipios. Cada pueblo se estructura políticamente de
manera interna en Cabildos y Resguardos, pero en virtud de mejorar sus niveles de
organización social y de unidad entre los cabildos existen las asociaciones de segundo nivel
para algunos de ellos.
1
Plan de desarrollo por “Un Nariño Mejor” 2012-2015
La población campesina en Nariño sigue representando el mayor número de habitantes y
muestra la vocación agrícola del departamento; existe una nueva dimensión de ruralidad que
exige reconocer las reivindicaciones que hace más de cincuenta años viene presentando el
sector campesino.
El campo en Nariño fue creciendo en mayores índices de vulnerabilidad en la medida que fue
creciendo el conflicto armado. Mucho se ha escrito al respecto, si lo uno es consecuencia de lo
otro o van intrínsecamente ligados o son fruto de la forma como el país se fue concibiendo en
sistemas político-económicos de exclusión, centralistas; lo cierto es que los índices de
vulnerabilidad en las zonas rurales son cada vez más crecientes y se pueden identificar en i)
aumento de la violencia: homicidios, asesinatos políticos, amenazas, desplazamientos
forzados y masacres; ii) menor capacidad económica de sus habitantes; iii) baja capacidad
institucional en los municipios pequeños con mayor nivel de ruralidad; iv) mayores índices de
analfabetismo, de desempleo, de seguridad social; v) mayores riesgos en relación con lo
ambiental; vi) más hogares con jefatura femenina, con niños menores de cinco años y con
adultos mayores de 65 años; vii) aumento de la migración económica del campo a la ciudad,
desarraigo, desapego de las nuevas generaciones por el mundo rural.
Queremos señalar a manera de breve síntesis que la historia de Nariño en cuanto al conflicto
social y armado está marcada por varios hechos, entre los cuales destacamos:
a. A finales del Siglo XV, cuando los caciques Capusigra y Tamasagra, frenaron el ímpetu
expansionista del Imperio Incaico, “es el primer hito de rebeldía en la comarca”
sostiene el historiador y humanista, el maestro Quijano Guerrero.
e. Desde mediados del siglo XIX, se libró una gran batalla política por elegir esta región,
como el décimo Estado de la República de Colombia. A partir de ahí, vino el esfuerzo
por romper el aislamiento geográfico con el resto del país, por interconectar las
distintas regiones de Nariño especialmente la Costa y la Sierra y en general por el
progreso cultural y material del nuevo Departamento.
Es demasiada alta la cuota de sacrificio que se ha pagado por el conflicto armado por quienes
han vivido en Nariño; vidas perdidas, huérfanos, viudas, familias desplazadas, personas
mutiladas, más de 300 mil víctimas ha dejado esta dramática y dolorosa realidad; 2 de igual
forma hay que entender a las víctimas no sólo desde la violencia directa sino también desde la
violencia estructural producida por la inoperancia institucional. Se ha demostrado que las
diferentes expresiones de violencia están agravadas por que las personas se están
acostumbrando a vivir de esta manera.
El análisis de las causas y consecuencias del conflicto social y armado en Nariño lo hemos
abordado desde dos perspectivas: las causas estructurales que explican los factores objetivos
asociados a la exclusión política, social, económica y cultural de la región y las causas
coyunturales o acelerantes que se asocian a los factores que potencian el escalamiento de los
conflictos.
2
Según lo registra el Departamento para la Prosperidad Social DPS-Unidad de Víctimas
e. La deficiente infraestructura vial, factor que obstaculiza el comercio de los productos
agrícolas e impide el crecimiento de las economías locales.
En una reflexión profunda y sincera sobre los actores del conflicto armado en nuestra región,
nos parece importante indicar los siguientes:
c. Guerrilla: Presente en Nariño por más de 30 años, a través de las FARC y el ELN como
grupos insurgentes, que en distintos momentos y de distintas formas han copado el
territorio nariñense y han sido causantes del crecimiento y agudización del conflicto
armado de diversas formas y manifestaciones.
f. Grupos surgidos post desmovilización de las AUC: Luego de los acuerdos entre el
Gobierno Nacional del momento y las AUC en lo que se denominó el proceso de justicia
y paz, en Nariño se produjeron procesos de desmovilización y dejación de armas; sin
embargo constatamos que por una parte existen en el territorio grupos surgidos
posteriormente a esta desmovilización integrados en muchos casos por miembros de
las antiguas AUC, en muchas ocasiones ejerciendo control político, económico y
territorial en varias zonas donde antes hacían presencia bajo la misma dinámica
paramilitar y otros asociados a dinámicas exclusivamente de narcotráfico; a estos
grupos se les ha denominado como BACRIM, grupos de recomposición paramilitar,
bandas armadas que hacen control en los grandes centros urbanos de Nariño, entre
otros nombres, que de todos modos y por otra parte necesita este proceso de
desmovilización de un urgente, sincero y juicioso análisis sobre su cumplimiento,
impacto y consecuencias.
A estas dinámicas las vamos a asociar a actores de la construcción de paz en la región. Estos
son aquellos que usan estrategias no violentas para lograr sus objetivos políticos y promover
el cambio político, social, económico y cultural, a partir de la organización y movilización
social y de la transformación no violenta de los conflictos. Estos actores son fuerzas vivas, que
tienen expresión en lo local y en lo regional y encuentran apoyo de actores nacionales e
internacionales.
Históricamente Nariño se ha destacado por ser un pueblo “rebelde, pero pacífico”. En esta
región se han explorado caminos alternativos desde lo político, lo simbólico, lo identitario y lo
cultural. Los actores sociales y políticos han explorado el uso de medios no violentos, basada
en la movilización social, que se caracteriza por ser proactiva y propositiva, con incidencia en
el ámbito de lo público. En Nariño se visibilizan múltiples actores que aún en medio de la
confrontación armada, han venido trabajando en la construcción de condiciones de paz.
Hasta este punto hemos observado y analizado las dinámicas y los retos que rodean el
construir una propuesta regional de una paz justa, estable y duradera, que nos involucre a
todos, que nos toque a todos, que nos beneficie colectivamente.
Hemos visto como los conceptos y las dinámicas de la paz y el conflicto son complejos y tienen
muchas dimensiones a abordar. Si queremos transformar la cultura de la violencia en cultura
de paz, pensamos que es importante hacer una propuesta que nos guíe, nos una en la
diversidad y que, por sobre todo, nos comprometa en la construcción de la paz.
a. Aprendamos a conocer nuestra realidad compleja, esto es, adquirir los instrumentos
de la comprensión que nos lleven a juicios más incluyentes y a horizontes de
reconciliación.
c. Aprendamos a vivir juntos, para participar y cooperar con los demás en todas las
actividades cotidianas que nos convocan y nos reúnen.
d. Aprendamos a ser, como una progresión esencial que participa de los tres
aprendizajes anteriores.
Es por ello que del universo de iniciativas planteadas en diversos foros, mesas y espacios de
encuentro realizados en los últimos años en Nariño hemos identificado como las más
relevantes las siguientes, las cuales las hemos agrupado en ocho grandes ejes temáticos sobre
los cuales les proponemos trabajar, discutir y construir bajo las cuatro premisas de
aprendizajes antes descritas:
Implica el reconocimiento de las realidades locales y la diversidad de los territorios que hay
en Nariño, tanto de sus habitantes como de los procesos históricos que se han llevado a cabo,
esto es sinónimo de construir Paz desde el reconocimiento del pasado y los activos de paz y
resiliencia3 de Nariño. Para lograr este propósito proponemos que es importante identificar,
fortalecer y fomentar:
Programas y acciones para reconocer y fortalecer el tejido social y los activos de paz
de Nariño.
Programas y acciones para reconstruir la memoria histórica.
3
El término resiliencia se refiere a la capacidad de los sujetos para sobreponerse a períodos de dolor
emocional y traumas. Cuando un sujeto o grupo es capaz de hacerlo, se dice que tiene una resiliencia
adecuada, y puede sobreponerse a contratiempos o incluso resultar fortalecido por éstos.
Programas y acciones para fortalecer la organización de las víctimas.
Programas y acciones que visibilicen y fortalezcan los procesos de las comunidades
campesinas, indígenas y afrodescendientes.
Programas y acciones que visibilicen y fortalezcan las culturas y manifestaciones
urbanas que aportan a la construcción de sociedades más equitativas e incluyentes.
Promover mecanismos y espacios desde la región que verifiquen y hagan seguimiento
a los avances en propuestas y acuerdos que fortalezcan los procesos de paz y
reconciliación.
3.3. Construir paz desde las garantías de acceso y goce efectivo de los
derechos para una vida digna:
Uno de los principales aspectos para garantizar una verdadera paz y reconciliación se
relaciona con el acceso de los derechos constitucionales para garantizar una vida digna que
contribuya a su vez a disminuir los niveles del conflicto social estructural que subyace en la
sociedad nariñense, esto nos parece debe incluir:
Hablar de reforma agraria no ha dejado de ser pertinente a pesar de que muchas corrientes de
opinión han querido minimizar la discusión. En Colombia la historia del conflicto social y
armado tiene una relación indisoluble con la lucha por la tierra y el territorio. Un desarrollo
rural con enfoque territorial pensamos que no se supedita simplemente a la repartición de
tierras, sino que requiere de por lo menos los siguientes compromisos:
3.6. Construir paz desde una educación con calidad y cobertura para todos:
Uno de los principales factores que inciden en la construcción de una cultura de paz y
reconciliación es la educación, por medio de la cual se puede tener la capacidad de
transformar las estructuras sociales y apoyar la resolución pacífica de los conflictos que
conlleve por lo tanto a una cultura de la convivencia, respeto por las diferencias, tolerancia y
solidaridad, para ello creemos importante que se logre:
Invitamos a la sociedad Nariñense a que, luego de una profunda reflexión sobre los beneficios,
retos y compromisos que puedan darse a partir del cese total de la confrontación armada
entre el Gobierno Nacional y las FARC y posiblemente también con el ELN, nos encaminemos
a respaldar las negociaciones que se desarrollan en La Habana. (Ver Anexo 1).
Sabemos que esto implica un gran esfuerzo y a la vez un ejercicio que parte de la apertura de
la mente y del corazón de cada ciudadano y ciudadana que en su gran mayoría busca y anhela
una sociedad que construya y vive la paz con verdad, justicia y reparación pero que también
requiere altas dosis de esperanza, perdón y reconciliación que no se pueden dar por decreto
ni ley pero que si pueden ser fruto del esfuerzo dialogante y sincero a través de la
participación activa de la institucionalidad, los actores sociales, las víctimas del conflicto entre
muchos otros.
Construir la paz sabemos no depende solo de los diálogos entre el Gobierno Nacional y los
grupos insurgentes sino de la participación activa y constructiva de la sociedad, pero también
es cierto que el final del conflicto armado interno nos traerá una serie de nuevas posibilidades
y retos que debemos asumir y estar preparados para ello.
Las experiencias de otros países del mundo que han logrado la firma de acuerdos nos indican
que posterior al cese del conflicto armado se pueden desatar nuevos conflictos de tipo social o
afloran aquellos que se encontraban aminorados por la presencia del conflicto armado. Es por
ello que nuestra sociedad nariñense no puede estar ajena ni de espaldas al desarrollo de estos
diálogos y requiere que, desde una mirada prospectiva, nos encaminemos a soñar con la
sociedad que queremos y el cómo vamos a hacer para construirla.
4. ESTRATEGIA REGIONAL PARA LA CONSTRUCCIÓN DE PAZ
Esta estrategia regional pensamos puede tener las siguientes herramientas y espacios para
que logre su cometido; es algo así como las tácticas necesarias para conseguir el fin último que
es el construir una paz justa, estable y duradera.
Una Mesa o una Asamblea, lo que sea más pertinente y vinculante, que sea una como una
manifestación de la Unidad Regional para la implementación de la Agenda de Paz para
Nariño y los acuerdos que se produzcan en La Habana y en otros escenarios.
Proponemos que la Mesa o la Asamblea permanente por la Paz en Nariño sea un escenario en
donde la pluralidad de actores sociales, étnicos, institucionales, de cooperación internacional,
converjan en función de la paz en Nariño, al mismo tiempo esta alianza activará dinámicas
para fortalecer los procesos de desarrollo territorial, gobernabilidad y gobernanza
democrática sobre el territorio, desarrollo humano integral sostenible y solidario y la
construcción de paz.
Este documento de propuesta preliminar de una Agenda de Paz para Nariño que se pueda
volver operativa a través de escenarios como la Mesa o Asamblea permanente por la Paz
requiere del conocimiento, la participación activa y compromiso de la sociedad civil en todos
sus niveles y manifestaciones.
Es por ello que proponemos que es importante el llevar este documento a otros espacios de
discusión plurales, diversos, pero a la vez muy propositivos y de compromiso, en donde al
abordarlo se lo enriquezca y a su vez se lo apropie.
Pensamos que esos escenarios deben ser en diferentes ámbitos y con la participación de
múltiples actores:
Junto con la Mesa y los diálogos, pensamos que se hace necesario que la sociedad en general
sea quien refrende, añada, comprometa e indique a través de un Mandato Social el camino a
seguir en Nariño en la construcción de paz; rumbo que la Mesa permanente acatará y hará
viable y que procurará sea vinculante para los mandatarios locales a incorporarlo y asumirlo
en sus programas de gobierno.
Para ello pensamos en diferentes tácticas que se pueden discutir y sugerir otras: un voto
popular que refrende los puntos finales de la Agenda; foros y conversatorios con los
candidatos y candidatas a cargos de elección popular a nivel local, municipal y departamental,
entre otras ideas.
Reflexionamos de igual manera que es necesario no solo que la sociedad comprometa a sus
dirigentes en la construcción de una paz justa, estable y duradera sino que la misma sociedad
debe asumir un papel protagónico en esta tarea impostergable para esta y para las nuevas
generaciones.
Es por ello que pensamos que se puede establecer un Compromiso público por la paz, como
una especie de acuerdo sobre valores y comportamientos éticos que todos y todas
asumiremos a través de herramientas pedagógicas de socialización, comprensión y
vinculación que pueden ser creadas para tal fin y que se difundirán en todos y cada uno de los
espacios colectivos existentes en la región.
Para lograr los anteriores cometidos es importante contar con unas herramientas trasversales
que apoyarán y harán posible crear ambientes favorables y proactivos para tan loable tarea
que queremos trazarnos.
Una Estrategia pedagógica que contribuirá a crear y consolidar una cultura de paz
entre las nuevas generaciones que habitan este territorio.
Una Estrategia cultural que involucre a los diversos actores del campo cultural y
aproveche las diversas manifestaciones existentes en una gran movilización cultural
por la paz.
Una Campaña de comunicación masiva sobre los beneficios de la paz que ayude a
sensibilizar y mantener vigente los mensajes de la Agenda de Paz para Nariño.
ANEXO 1: PROCESO DE PAZ CON FARC Y ELN
“El Gobierno de la República de Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias Ejército del
Pueblo FARC-EP, con la decisión mutua de poner fin al conflicto como condición esencial para
la construcción de la paz estable y duradera; atendiendo el clamor de la población por la paz, y
reconociendo que: La construcción de la paz es un asunto de la sociedad en su conjunto que
requiere de la participación de todos, sin distinción; El respeto de los derechos humanos en
todos los confines del territorio nacional es un fin del Estado que debe promoverse; El
desarrollo económico con justicia social y en armonía con el medio ambiente, es garantía de
paz y progreso.
El desarrollo social con equidad y bienestar, incluyendo las grandes mayorías, permite crecer
como país; Una Colombia en paz jugará un papel activo y soberano en la paz y el desarrollo
regional y mundial; es importante ampliar la democracia como condición para lograr bases
sólidas de la paz; con la disposición total del Gobierno Nacional y de las FARC.
2. Participación política
Derechos y garantías para el ejercicio de la oposición política en general y en particular para
los nuevos movimientos que surjan luego de la firma del Acuerdo Final y acceso a medios de
comunicación.
Mecanismos democráticos de participación ciudadana, incluidos los de participación directa,
en los diferentes niveles y diversos temas.
Medidas efectivas para promover mayor participación en la política nacional, regional y local
de todos los sectores, incluyendo la población más vulnerable, igualdad de condiciones y con
garantías de seguridad.
3. Fin del conflicto
Proceso integral y simultáneo que implica:
Cese al fuego de hostilidades bilateral y definitivo.
Dejación de las armas. Reincorporación de las FARC-EP a la vida civil–en lo económico, lo
social y lo político-de acuerdo a sus intereses.
El Gobierno Nacional, coordinará la revisión de la situación de las personas privadas,
procesadas o condenadas, por pertenecer o colaborar con las FARC-EP.
En forma paralela el gobierno nacional intensificará el combate para acabar la organizaciones
criminales y sus redes de apoyo, incluyendo la lucha contra la corrupción y la impunidad, en
particular contra cualquier organización responsable de homicidios y masacres o que atente
contra defensores de derechos humanos, movimientos sociales o movimientos políticos.
El Gobierno Nacional revisará y hará las reformas y los ajustes institucionales necesarios para
hacer frente a los retos de la construcción de la paz.
Garantías de seguridad.
En el marco de lo establecido en el Punto 5 (Víctimas) de este acuerdo se esclarecerá, entre
otros, el fenómeno del paramilitiarismo. La firma del Acuerdo Final inicia este proceso, el cual
debe desarrollarse en un tiempo prudencial acordado por las partes.
5. Víctimas
Resarcir a las víctimas está en el centro del acuerdo Gobierno Nacional –FARC-EP. En ese
sentido se tratarán: Derechos humanos de las víctimas, Verdad, Implementación, verificación
y refrendación.
La firma del Acuerdo Final da inicio a la implementación de todos los puntos acordados.
Mecanismos de implementación y verificación: Sistema de implementación, dándole especial
importancia a las comisiones de seguimiento y verificación, mecanismos de resolución de
diferencias.
Estos mecanismos tendrán capacidad y poder de ejecución y estarán confirmadas por
representante de las partes y de la sociedad según el caso”.
BIBLIOGRAFÍA:
FISAS, Vicenc. “EDUCAR PARA UNA CULTURA DE PAZ”, Escuela de Cultura de Paz.
Barcelona, 2011.
LEDERACH, Juan Pablo. “ENREDOS, PLEITOS Y PROBLEMAS. UNA GUÍA PRÁCTICA PARA
AYUDAR A RESOLVER CONFLICTOS”. Ediciones Clara-Semilla, 1992.